NO. 6 / 24 DE MAYO 2017
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Yorgos Lanthimos, director de The killing of a sacred deer. Foto: Cortesía del Festival de Cannes
El director griego Yorgos Lanthimos vuelve a la Competencia por la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2017 con una película que aprovecha la ambigüedad de la idea de cine de género -de ficción- y la explota sin preocuparse por explicar las fuerzas que mueven su historia: The killing of a sacred deer, protagonizada por Colin Farrell, Nicole Kidman y Barry Keoghan, y los niños Raffey Cassidy y Sunny Suljic. La película fue escrita por Yorgos Lanthimos and Efthimis Filippou (los mismos que hicieron The Lobster) y fue coproducida por Irlanda y Reino Unido.
La Gualdra en Cannes
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ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES / 24 DE MAYO DE 2017
Foto de Familia por el 70 aniversario del Festival de Cannes. FOTO: LA JORNADA
Fotograma de la película Dopo la Guerra, de Annarita Zambrano
Muestran su solidaridad con las víctimas del atentado en Manchester, Inglaterra
Realizan la celebración oficial por el 70 Aniversario del Festival de Cannes JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
hoy asistimos al Teatro Lumière a presenciar un trabajo maravilloso del director recientemente fallecido y originario de Irán, Abbas Kiarostami; un filme llamado 24 Frames sencillamente espectacular, del que les hablaremos con más detalle en esta edición. A mediodía, pudimos asistir también a la proyección de Dopo la Guerra, la opera prima de la italiana Annarita Zambrano, quien participó hace cuatro años con su cortometraje Ophelia y que vuelve este año para competir ahora en la sección paralela Una cierta mirada.
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oy se llevó a cabo la celebración oficial por el 70 Aniversario del Festival de Cannes y varios son los acontecimientos que marcaron este día. Hoy, por ejemplo, se tomó la Foto de Familia, en la que posaron 114 personalidades del mundo del cine para que quede en el registro histórico quiénes, por ejemplo han ganado la Palma de Oro; posaron también quienes han participado como jurados y Pedro Almodóvar, el presidente del jurado de esta edición, estuvo al centro de la imagen. El director del Festival, Thierry Frémaux, anunció su solidaridad con las víctimas del atentado en Manchester y pidió que la comunidad del cine se sume también a las muestras de apoyo para los afectados; de ahí que como muestra de condolencias, los fuegos artificiales programados para la noche de este 23 de mayo fueron suspendidos y se ha hecho un minuto de silencio por las personas fallecidas hace unas horas en el atentado. La vida tiene qué continuar, dijo Frémaux, por eso es que la fiesta prevista esta noche se llevó a cabo en el Gran Teatro Lumière y ha sido la más esperada por los participantes en el festival, pero también para los fans que desde muy temprano estuvieron
Cartel de Dopo la Guerra. FOTOS: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
cerca de la alfombra roja para ver llegar a sus estrellas favoritas. Y es que hoy se congregaron además de los directores, productores y actores de las cintas programadas en el festival, invitados especiales entre los que destacan para nosotros los mexicanos Gael García, Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Diego Luna –a quien tuvimos la oportunidad de saludar ayer en la reunión organizada por IMCINE-, sólo por mencionar a algunos. Como parte de las celebraciones oficiales,
Directorio
Dopo la Guerra Dopo la Guerra es un filme que aborda el caso de un hombre italiano que vive en el exilio en Francia desde hace más de 20 años tras haber sido activista en la extrema izquierda de Italia y sobre quien hay un proceso de extradición para que sea juzgado en su país por el asesinato de un juez. Giuseppe Battiston interpreta a Marco, este intelectual que se tiene que refugiar junto con su hija en la casa del amigo de su esposa fallecida, mientras les consigue pasaportes para viajar a Nicaragua y pedir asilo. Marco se niega a regresar a Italia, en donde viven su madre, su hermana, su sobrina y su cuñado -todos han resultado afectados en su vida familiar y laboral
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
por la disposición del gobierno para retomar el caso de su familiar en exilio, aunque no han tenido contacto con él desde hace más de 20 años-. Marco recuerda la historia de una madre espartana quien pide a sus hijos antes de que partan a la guerra, que si van a regresar que sea con la corona de la victoria en la frente, sólo así los quiere de regreso, porque si no, es preferible para ella que mueran en el campo de batalla. Marco dice: “Yo participé en la guerra y perdí, por eso no puedo regresar a Italia ni vivo ni muerto por ningún motivo”. De eso trata esta cinta muy bien realizada por una artista italiana que ha confesado sus influencias más grandes: “Para la melancolía del exilio, La luna y las hogueras de Cesare Pavese. Para la reflexión política, las Cartas luteranas de Pier Paolo Pasolini. Para la imagen, la pintura de la Nueva objetividad alemana: Christian Schad, Otto Dix. Y además, todo el cine que ha colmado el vacío que deja la clase política: Luchino Visconti, Elio Petri, Michelangelo Antonioni...”, de ahí que su trabajo resulte impecable, emotivo y con un sello particular con reminiscencias del drama clásico. La cinta recibió una gran ovación esta tarde y desde nuestro punto de vista se perfila, junto con Lerd y Las hijas de Abril, como una de las películas ganadoras de este festival.
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES / 24 DE MAYO DE 2017
24 Frames, de Abbas Kiarostami; cada fragmento se inspira en una fotografía La película es una sucesión de imágenes relacionadas entre sí y que van tejiendo una trama peculiar: la de la vida JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
CARLOS BELMONTE GREY
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aminando entre los pasillos del Mercado de Cine, hasta ayer no habíamos tenido mucho tiempo, nos topamos con un nuevo stand de México. Resulta que el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) gestionó un nuevo espacio que puso a disposición de compañías distribuidoras y productoras mexicanas. En este espacio está el grupo Mantarraya atendido por el director ejecutivo José Luis Mejía Razo. Mantarraya, para dar una breve referencia, se ha convertido desde hace una década en una de las dos grandes distribuidoras y productoras de la industria mexicana (la otra grande es Canana Films). Su labor de distribución ha permitido incrementar la oferta de cine en las cinetecas y cineclubs, así como en las mega-cadenas, y hacer, de cierta manera, competencia al cine de los grandes estudios. Mejía Razo nos comentó que justamente ésa es la misión principal de Mantarraya en el Festival de Cannes 2017, detectar películas para comprarlas y llevarlas a México. Aunque por supuesto, sin relegar las otras funciones y ramas que componen el grupo Mantarraya: Fotosíntesis, que es el estudio de animación del grupo, viene a mostrar los trabajos que están por terminar, dos películas caracterizadas por ser películas con Causa (comprometidas con una temática): Ángel en el reloj, habla de los niños con cáncer y está ya en postproducción; Un disfraz para Nicolás, habla
Pieter Bruegel. Cazadores en la nieve -diciembre, enero-, 1565. Frame 1 de la película 24 Frames. FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
enmarcan perfectamente tres de los cuadros seleccionados por Kiarostami. Son 24 imágenes que son en sí mismas una película; en la que las palabras salen sobrando y en donde la imaginación del espectador juega un papel fundamental, porque es quien ve cada uno de los marcos quien recrea la historia para la que ha seleccionado una imagen el director iraní. El inicio es impecable. Frame 1: aparece a cuadro la imagen de la obra de Pieter Bruegel,
Cazadores en la nieve (diciembre-enero), creada por este artista en 1565. Poco a poco la imagen cobra vida: empieza a nevar dentro del cuadro, las chimeneas de las casas comienzan a sacar humo; los animales se mueven; al fondo las vacas atraviesan la escena de izquierda a derecha; los cuervos revolotean graznado sobre el paisaje helado; un perro se acerca a la jauría de los cazadores y orina un árbol, todo tiene vida y hasta el olor de pan recién hecho en las casas bruegelianas parece olfatearse.
Grupo Mantarraya en Cannes; su labor ha permitido aumentar la oferta de filmes en cinetecas y cineclubs del Síndrome de Down y está preproducción. Otra rama de Mantarraya es EsCine. Se trata de una licenciatura en cine en la Ciudad de México que ofrece una formación global desde la dirección hasta la producción. Actualmente están trabajando con la primera generación. En Cannes, aunque no tienen ninguna actividad en concreto, les sirve para mostrarse en el mercado internacional Y por último, la productora Mantarraya que está promocionando sus dos proyectos más recientes, ambos de Fernanda Romandía: Pacifico, ya en tour festivalero y, el segundo, en postproducción, el documental Just meet. Mantarraya tiene una línea marcada desde hace 20 años que siguen respetando hasta la actualidad, buscar películas en competencia, ganadoras en Cannes, Venecia, y de otros festivales, “que sea un cine muy contundente”, señala enfático Mejía Razo. 330 mil espectadores en 2016 en películas de Mantarraya En Cannes, como ya comentamos, están buscando la programación del 2018. La estrategia de adquisición es a base de su propia experiencia: por adelantado les hacen confianza a los autores y les compran sus productos antes de que lleguen al festival, y
la otra forma es con lo que ven al instante, las sorpresas del festival. Sin olvidar que van leyendo guiones y viendo las fotos. Hasta el momento de la entrevista Mejía Razo nos dijo que sólo tienen confirmada, la nueva cinta de Bruno Dumont, Jeannette l’enfance de Jeanne d’Arc; un musical electro pop de la niñez de Juana de Arco que aparece en la Quincena de Realizadores a estrenarse en México a fines del primer trimestre del 2018. El gusto del público mexicano se están
enriqueciendo: “definitivamente las películas de estudio tienen la gran mayoría del mercado, pero lo que sí es muy notable es que cada vez hay más una demanda por contenidos diferentes, más inteligentes, con ciertas cosas que no están en los estudios, te lo puedo decir, porque hacemos una labor de trabajo, de llevar las películas en su recorrido por el país”. La prueba, para el año 2016, tuvieron alrededor de 330 mil asistentes a sus películas. Ojalá que para los próximos años siga incrementando.
Festival de Cannes
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ace casi un año que falleció Abbas Kiarostami, un artista que marcó nuestro mundo con una huella indeleble, ampliando cada vez más los límites de un cine poético e innovador hasta el fin. Abbas Kiarostami nos dejó una película inédita, 24 Frames, en la que cada fragmento se inspira en una fotografía”, así dice la presentación de la película en la página oficial del Festival de Cannes. Y antes esta descripción no podíamos permitirnos faltar a la sala de cine del Gran Teatro Lumière en la que se llevó a cabo la proyección de esta cinta que me ha conmovido como hacía mucho no lo hacía una película; puedo decir que desde Nostalgia, de Andréi Tarkovski, no había visto un trabajo cinematográfico tan cercano a la poesía. El largometraje dura 2 horas, cada uno de los cuadros dura 5 minutos y no hay actores; básicamente son imágenes animadas, en ocasiones videos, en los que participan animales –cuervos, ciervos, alces, vacas, gansos, lobos, gorriones, caballos-, árboles y arbustos en movimiento. Los sonidos provienen primordialmente de la naturaleza y de vez en cuando hay música: un tango de Francisco Canaro, Poema; Caruso, de Lucio Dalla, interpretado por una voz femenina; y el Ave María, de Schubert,
Disolvencia. Frame 2: Un paisaje nevado. Un caballo trota en la nieve mientras alguien lo observa desde el interior de un carro cerrado; el vidrio del auto baja para poder ver mejor el paisaje y los blancos y negros se llenan de plata y de luz. Hay poesía en la imagen y en el tango de Canaro: “Fue un ensueño de dulce amor, horas de dicha y de querer, fue el poema de ayer, que yo soñé”… al primer caballo se une otro y de pronto son dos que bajo la nieva trotan de un lado a otro, con el ritmo que les da la naturaleza, el viento, la vida. Una coreografía emocionante de dos animales que son observados por alguien, el conductor del carro, el espectador en el la sala de cine, el director que tomó la primera imagen y que ya no puede irse de aquí. La película es una sucesión de imágenes relacionadas entre sí y que van tejiendo una trama peculiar: la de la vida. Algo raro sucedió esta mañana en el festival; quienes terminamos de ver 24 Frames salimos de ahí siendo otros, los mismos pero renovados; porque no se puede seguir igual después de haber visto una obra de arte como ésta que nos deja Abbas Kiarostami para recordarnos qué es lo sublime… al otro lado de las vallas, los muros, los barandales de acero o de cantera, las ventanas, al final de la nieve y los graznidos siempre prevalecerá la luz.
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ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES / 24 DE MAYO DE 2017
Vuelve con un filme que aprovecha la ambigüedad de la idea de cine de género
Festival de Cannes
Yorgos Lanthimos con The killing of a sacred deer por la Palma de Oro CARLOS BELMONTE GREY
ejemplos del estilo Lanthimos: La secuencia de apertura son dos tomas cenitales, primero la operación de un corazón abierto y, encadenado, un cesto de basura de una sala de operación con el médico sacándose guantes y bata manchadas de sangre. Esta forma de observar la escena, propia de los efectos de poder sobre los personajes, es, con Lanthimos, más bien el punto de observación de alguien por encima de la tierra y de los seres que la habitan. Esta primera sensación se incrementa en, otra toma del mismo tipo, las escaleras eléctricas del hospital con la familia bajando por ellas. Una vez más, por encima de los márgenes del techo del hospital estamos siendo testigos de un acto de vigilancia de alguien sin cuerpo. Finalmente, la distención del tiempo con largas secuencias en cámara lenta cruzando las miradas de los diversos personajes en escena para dar tiempo al espectador a reflexionar o esperar una reacción que altere el comportamiento de los acontecimientos que acabamos presenciar.
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l director griego Yorgos Lanthimos vuelve a la Competencia por la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2017 con una película que aprovecha la ambigüedad de la idea de cine de género -de ficción- y la explota sin preocuparse por explicar las fuerzas que mueven su historia: The killing of a sacred deer (posible título en español, Matando al venado sagrado). Colin Farrell, al igual que en The Lobster (premio del Jurado en Cannes 2015), vuelve a ser el héroe en una ficción que deambula por lo onírico y las realidades alternativas. Le acompañan en el protagónico Nicole Kidman y Barry Keoghan, y los niños Raffey Cassidy y Sunny Suljic. La película fue escrita por Yorgos Lanthimos and Efthimis Filippou (los mismos que hicieron The Lobster) y fue coproducida por Irlanda y Reino Unido. La historia es el drama de una familia, los padres son médicos acomodados y sus dos hijos pubertos. A ellos se les acerca un joven, primero al padre, y en seguida a los hijos y a la madre. La relación entre el padre y el joven adolescente es ambigua: parecería que hay algo “inapropiado” entre ellos o bien un pasado escondido. Sin embargo, las intenciones del joven y del padre estarán veladas hasta que el primero lanza un embrujo a la familia: de no cumplir sus demandas todos los miembros van a quedar, primero, paralíticos, incapaces de comer y finalmente sangrarán por los ojos hasta consumirse en unas horas. La única forma de salvarles es sacrificándose a ellos mismos. Una complicada decisión que requerirá de una solución práctica o quizás heroica. Curiosamente, en el 2015 cuando Lanthimos comenzó a trabajar el guion tenía la intención de hacer una comedia sobre el mismo tema, y finalmente resultó un drama. Contada así en unas cuantas líneas, la historia parece no ser más que una más de terror, brujas, vampiros o venganzas. Pero lo increíble de Lanthimos es mantener su estilo: un estilo que recurre a unos principios cinematográficos elementales -tomas cenitales y travellings en retroceso y frontales- revestidos de un tiempo distendido. No necesita de efectos especiales, pero sí de trucos temporales, para crear la sensación de magia, de sobrenatural, de ser testigos de un evento sin explicación racional; bueno, no, no es irracional, sí es racional las razones que mueven los actos, lo que no es racional son cómo estos actos suceden. Dos
Cartel de la película
Barry Keoghan en The killing of a sacred deer. FOTOS: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
Entre el vómito y la estupefacción El afiche oficial para la promoción de la película muestra, también, esta idea de verticalidad tan presente en los planos cenitales: una habitación de hospital con unas paredes inmensas, sin límites visibles. La sensación de vértigo acompaña así todo el relato, quizás eso explique que más de uno se salió de la sala y que en los comentarios del artículo publicado por Le Figaro (Constance Jamet, “Cannes 2017: La mise à mort du cerf sacré plonge la Croisette dans des abîmes de perplexité”) haya una persona confesando, apenada, de haber salido antes del final o de otra manera hubiera vomitado. Al final de la proyección en el teatro Lumière del Palacio de Festivales de Cannes, cuando la pantalla se va a negros y empiezan a desfilar los créditos, hubo un silencio de 10 o 15 segundos, como una espera incómoda, un algo más que seguía, una solución más al conflicto, quizás difícil de creer que todo estaba dicho, que no hay o no habría justicia. Nada pasó, algunos aplausos y otros tantos chiflidos, pero la mayor parte de la sala se fue vaciando en silencio sin comentarios. Prueba de incomodidad por lo que acabábamos de ver o simplemente de sorpresa. De cualquier manera, no sería mala idea de alguna distribuidora mexicana se atreviera llevarla a México.