SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 311 /// 9 DE OCTUBRE DE 2017 /// AÑO 7
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Detalle del cartel del 16 Festival Barroco de Guadalupe, Zacatecas.
Hoy inicia el Festival Barroco. Para esta emisión número 16, enmarcada además por la celebración del Centenario del Museo de Guadalupe, se han preparado 75 actividades dirigidas a los distintos tipos de públicos de todas las edades. El Festival Barroco promueve y difunde tanto el trabajo de restauración integral que el INAH realiza a través del Museo de Guadalupe; así como la difusión de una época que es parte de la memoria histórica de todos los mexicanos. [Más información en páginas centrales]
2 LA GUALDRA NO. 311 /// 9 DE OCTUBRE DE 2017 /// AÑO 7
La Gualdra No. 311
Editorial
H
oy inicia la edición 16 del Festival Barroco de Guadalupe, Zacatecas. Dicen que el amor no puede ocultarse y no cabe duda que cuando se tiene amor por lo que se hace se nota en todas las acciones que se emprenden. Lo digo por el tesón con que el equipo de trabajo coordinado por Rosita Franco hace las cosas; el profesionalismo y el compromiso con la comunidad se han manifestado a lo largo de estos años y hoy podemos decir que el Festival Barroco es uno de los más importantes en su género en todo el país. Le he dado seguimiento a este festival primero porque soy una admiradora de las manifestaciones del barroco novohispano; el mundo de lo barroco es fascinante, las artes plásticas, la gastronomía, la literatura, la música y el teatro de la época son las huellas con las que podemos reconstruir el camino que ha seguido nuestra historia; son esas pequeñas pero significativas piezas de un rompecabezas del pasado que nos ayudan a comprendernos como sociedad en el presente. Y es que el barroco no sólo se relaciona con el arte, es una parte fundamental de nuestro ser y estar aquí -que ha permeado desde el siglo XVII una forma de pensamiento y de vida presente en la idiosincrasia del mexicano. Digamos entonces que he sido consumidora de este festival desde que se inició, y por la mismo, he podido constatar cómo la gestión de los recursos se ha ido modificando. De sobra es conocido que los proyectos culturales no son una prioridad para quienes administran los recursos públicos; las autoridades federales, estatales y municipales responden a otro tipo de intereses que tienen que ver más con lo político que con lo relacionado a la difusión de la cultura y las artes. Pese a eso, el festival mencionado ha logrado sobrevivir a 4 gobernadores, a más de 5 presidentes municipales y a los recortes en cultura de 3 presidentes del país –recortes que han sido constantes, eso sí. ¿Por qué ha sobrevivido 16 años? La primera razón es porque la comunidad ha hecho suyo el festival; los habitantes de Guadalupe saben de la importancia de tener un museo como el que tienen, pero mejor aún: lo valoran, lo visitan y lo promueven; por lo tanto, un festival como éste contribuye
Contenido a afianzar todavía más la identidad de los guadalupenses. La segunda, e igual de importante, es que la dirección actual del museo ha comprendido que una cosa es el puesto y otra muy distinta es el sentido de liderazgo que se puede ejercer desde él. El Museo de Guadalupe es un espacio vivo los 365 días del año, la misma Violeta Tavizón, colaboradora gualdreña y curadora del museo lo dice así: “Un museo ‘vivo’ es aquél que además de conservar y exhibir sus acervos, se compromete con la comunidad a su alrededor y ofrece diversas actividades que invitan a la reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro de las generaciones actuales”, y eso es lo que hacen en ese espacio museístico que debería, además, servir de ejemplo para la mayoría de los museos capitalinos, caracterizados actualmente y desde hace años por ser espacios guarda-acervos, muchos de los cuales son desconocidos y poco valorados por sus directores. Por supuesto debo de aclarar que estoy generalizando; y asumiendo con responsabilidad el hecho de que las comparaciones son odiosas le presento sólo un caso: el Museo Zacatecano también ha procurado constantemente hacer que se genere esa reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro de las generaciones actuales, de ahí que permanentemente se promuevan actividades diversas orientadas a la promoción y conocimiento de sus acervos; cuida con esmero sus colecciones permanentes, selecciona minuciosamente sus exposiciones temporales, tiene actividades artísticas programadas durante todo el año, ha implementado un programa de visitas guiadas teatralizadas, e implementado proyectos de tecnología que incluyen la Realidad Aumentada. Por otro lado está el Museo Francisco Goitia, solo la mayor parte del tiempo, pese a la magnífica colección de arte mexicano que posee y a la belleza de sus instalaciones. ¿Verdad que el amor por lo que se hace se nota? Yo afirmo que sí y que además, la apatía y la falta de interés se notan más todavía. Por lo pronto, vayamos hoy al Museo de Guadalupe y celebremos 16 años de festival. Felicidades a sus organizadores. Que disfrute su lectura.
Directorio
Entrevista con el Mtro. Rafael Alcalá, Dir. del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana Por Maliyel Beverido
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IT (Eso): una coming of age de horror Por Adolfo Nuñez J. Huracanes, terremotos y Mara Por Rebeca Medina Aragón
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Reconciliación con el mundo… Por Mauricio Flores
Hoy, inauguración del 16º Festival Barroco: el Museo de Guadalupe más vivo que nunca Por Violeta Tavizón
El llanto contenido Por Eduardo Campech Miranda Generalidades sobre la redacción Por Carlos Flores
Desayuno en Tiffany´s, mon ku Women in Iberian Cinema Por Evelyne Coutel El Picaporte “Nadie”, como “Alguien” Por Simitrio Quezada
Omar Lemus: Hostilidades o El séptimo círculo de Dante* Por Juan José Macías
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Notas al margen SEMICH, casos de la vida real Por José Agustín Solórzano
Te lo dije Por Alberto Huerta Nocturno de Coyoacán Por Roberto Galaviz Cuerpo Por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
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Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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9 DE OCTUBRE DE 2017
Conservar la mente creativa en tiempos de crisis Entrevista con el Mtro. Rafael Alcalá, Dir. del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana
Música
6 Por Maliyel Beverido
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a se ven por algunas calles de Xalapa paredes que anuncian el 8° Festival Internacional JazzUV que se celebrará del 24 al 29 de octubre. Otras manifestaciones culturales, como la FILU y la gira de documentales Ambulante, han incorporado los murales urbanos a sus estrategias de difusión, por lo que nos acercamos al Mtro. Rafael Alcalá, director del Centro de Estudios de Jazz de la Universidad Veracruzana, para que comentara algunos aspectos del festival de este año. No platicamos del programa (www.uv.mx/ jazzuv/festival-jazzuv), que será estupendo, sino de los acertados vínculos que enriquecerán este festival que se desarrolla en tiempos de estrechez. Él nos confirmó que uno de los propósitos de esta 8ª edición es vigorizarse con otras disciplinas que convergen con el jazz. No es algo necesariamente nuevo, apunta, porque siempre han colaborado artistas diferentes con jazzistas de excelencia. MB:Platícanos el caso particular de los murales urbanos. Rafael Alcalá: La temática de estos murales es jazz dentro del entorno local. Nos dijimos: “vamos a voltear hacia adentro, a las raíces del jazz. Como músicos veracurzanos tenemos raíces africanas, caribeñas, europeas y demás, y sería muy interesante que el arte de otras disciplinas con el mismo entorno pudiera compaginarse”. MB:¿Cómo hacer que el público vea estas intervenciones como un lenguaje artístico y no como vandalismo? RA: Creo que hemos sido muy cuidadosos desde el planeamiento de los bocetos, del mensaje que se quiere emitir, y también del respeto del entorno. En todos los espacios se pidió permiso. De 25 lugares que se solicitaron ocho fueron acordados. MB: ¿Y las razones de las negativas cuáles fueron? RA: Diversas. La mayoría pensaron que esto traería posteriormente otras acciones que dañarían el espacio. En uno, por ejemplo, cerca de una iglesia, consideraron que el mensaje sería negativo porque el boceto tenía una guitarra, y temían que esto fuera un llamado a la violencia. MB: O sea, ¿relacionaron la guitarra con la violencia? RA: ¡Sí! Cuando se trata de lo contrario. Pero donde sí los pudimos poner fueron muy abiertos. Dieron libertad a los
artistas, y eso es muy importante. La ubicación de estos murales urbanos responde a un criterio geográfico: todos están en la zona centro de la ciudad, en el entorno del Centro de Estudios de Jazz. Pero su ejecución también responde a un criterio económico. Alcalá explica: En lugar de imprimir espectaculares en un material plástico que después se va a tirar, mejor invitamos a un colectivo de artistas plásticos a plasmar sus ideas sobre el jazz, solicitamos un patrocinio para las pinturas y los permisos para pintar las paredes. MB: Digamos que en vez de ver la escasez como un obstáculo lo vieron como una oportunidad. RA: Exactamente. Y, eso sí tengo que mencionarlo, fue un trabajo de equipo. Totalmente. Cuando hablé con el equipo les dije “vámonos por esta vía”, y todo el equipo se puso a trabajar. Hubo una pre-selección de cinco colectivos. Enviaron sus trabajos, vimos sus propuestas, y con el que pensamos poder trabajar fue con el Casagrande. El colectivo tenía una beca para exponer su obra y nosotros le brindamos la plataforma del festival. Luego Comex aceptó patrocinarnos. Participan seis miembros y vinieron de México, Puebla, Tlaxcala y Xalapa. También los tendremos como invitados durante el festival. Incluso la idea es llevar más allá la colaboración y que vengan a intervenir el Centro de Estudios de Jazz el próximo semestre. MB: ¿Habrá otros vínculos con las artes plásticas en el festival? RA: Otro un poquito distinto. Este año no vamos a tener una escenografía tradicional para los conciertos en el Teatro del Estado –de nuevo por restricciones presupuestales-, pero Manuel Yáñez,
académico de la Fac. de Artes Plásticas, en trabajo colaborativo con estudiantes, hará un despliegue multimedia: se estarán proyectando gamas, colores e imágenes que vayan respondiendo a la música. Así cada concierto va a tener su propia escenografía. Una idea que queremos explorar con la Fac. de Artes Plásticas, es lanzar un concurso de cartel a nivel nacional e internacional. Todavía no la hemos aterrizado, esperamos hacerlo pronto. MB: ¿Qué otras disciplinas se van a relacionar con el jazz? RA: Estamos trabajando con la Fac. de Danza para que los estudiantes hagan intervenciones coreográficas en algunos conciertos, en los lugares donde están los murales y en otras facultades también. Además tendremos la colaboración de la ORTEUV [Organización Teatral de la Universidad Veracruzana]. Presentaremos una obra de Ned Sublette que se titula The American Slave Coast. Ya LEGOM [Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio] está trabajando la traducción y adaptación. Se hará una lectura dramatizada que acompañe un concierto. La obra trata de la esclavitud afroamericana en el siglo XIX en el sur de los Estados Unidos, de donde viene el jazz, donde tiene sus orígenes. Va a ser uno de los platos fuertes porque lo haremos con un músico afroamericano que en este momento es ícono de Nueva Orleans: Donald Harrisson Quintet. También tendremos un Foro Académico como preámbulo al festival [del 16 al 20 de octubre en el Centro de Estudios de Jazz de la UV; Foro “Aportaciones de las culturas africanas y caribeñas en la identidad de la música veracruzana y el jazz”], dentro del cual se mostrarán los aportes de la cultura afrodescendiente a los géneros musicales, con
especialistas de la universidad [Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales y Centro de Estudios, Creación y Documentación de las Artes ] y también de la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas de la Secretaría de Cultura. Así podremos ir desde lo local hacia lo global y ya durante el festival apreciar cómo se hace el jazz y cómo se escucha aquí y en los seis países de donde vienen nuestros invitados [Colombia, Argentina, Puerto Rico, Canadá, Estados Unidos, España y México]. MB: Para terminar ¿en qué otro aspecto será distinta esta emisión del festival a las anteriores? RA: Esta edición está muy enfocada a los estudiantes. A través de las ediciones pasadas el festival alcanzó a posicionarse: ya tiene su público, ya tiene resultados, ya sabemos en este momento cuánta gente esperar para cada evento, somos muy constantes. Hasta el 2015 todavía se tomaba el festival como la ocasión de traer artistas y que nosotros, como estudiantes o como profesores, viéramos hacia el escenario. Esta vez estamos poniendo a los profesores, a los estudiantes y a los egresados en una misma plataforma, porque tienen el mismo nivel, y estarán compartiendo la cartelera. Los profesores van a estar teniendo conciertos estelares y los estudiantes y los egresados también tendrán ya un espacio para ellos como artistas. Todo eso va a fortalecer su formación. Como lo mencioné hace un momento, en tiempos de crisis hay que tener una mente creativa. Creo que gracias a eso es que se va a poder lograr un excelente festival dentro del presupuesto que tenemos asignado, generando vínculos, echándonos la mano unos a otros y abriéndonos a todas las formas del arte.
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LA GUALDRA NO. 311
IT (Eso): una coming of age de horror 6 Por Adolfo Nuñez
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Cine
n años recientes el cine comercial se ha visto en la mayoría de los casos saturado en la tendencia a producir secuelas, precuelas, remakes y adaptaciones. La idea es sencilla: al público le genera seguridad y le resulta atractivo lo que le es familiar, lo que ya se conoce. Las productoras lo saben, y bajo dicha lógica exprimen esos elementos familiares y confeccionan cintas sin propuesta, no muy diferentes entre sí, y cuya trama siempre flaquea al no tomar ningún tipo de riesgo. En el subgénero de súperhéroes esta es una constante, que se repite prácticamente cada verano (con muy contadas excepciones). Por otra parte, hablando del cine de terror, si bien en la actualidad existen grandes exponentes del género de manufactura independiente, éstas aún se ven opacadas por las grandes producciones hollywoodenses, cuyo único valor se sostiene por los llamados jump scares (o sustos fáciles), y en el número de veces que logran hacer gritar al público en una sala. A pesar de dichas limitantes,
6 Por Rebeca Medina
Aragón
Literatura
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os mares se levantan, la tierra tiembla, y la ayuda llega. De un mexicano a otra, de una mexicana a otro. Desaparecen los géneros, los rencores, sólo vemos humanos lastimados y los ayudamos a ponerse de pie. Muchos nos conmovimos hasta las lágrimas al ver estas reacciones. Me resultaban increíbles muchas imágenes mostrando solidaridad, sobre todo cuando hacía un poco más de una semana una mujer más había sido violada, asesinada y juzgada. La historia ya la sabemos, Mara Fernanda Castilla Miranda salió de fiesta, tomó lo que pensó era un transporte seguro y fue la última decisión de su vida. El 9 de septiembre se entregó el responsable, la historia impacta. Me dolió todo, pero más los “ella se lo buscó”, declarados por muchos, hombres y mujeres, viendo en la víctima una consecuencia a sus acciones y no lo que es: una víctima de un hombre tan sádico que confiesa todo vanagloriándose de sus actos. Hace unos meses escribí un en-
ha habido directores como James Wan (The Conjuring), David F. Sandberg (Lights Out) y Andrés Muschetti (Mama) quienes a pesar de desarrollarse en el lado más comercial del género se las han ingeniado para hacer producciones de calidad con buenas tramas y efectivas en su entretenimiento. En el caso de Muschetti, con su más reciente producción IT (Eso), el realizador argentino se vio con el enorme reto de readaptar la que es considerada por muchos como la obra cumbre del escritor
de horror Stephen King, publicada en 1986, y que ya cuenta con una versión adaptada para televisión en la década de los 90’s. La historia se desarrolla en el pueblo ficticio de Derry, Maine (el Macondo del universo de King) y narra la lucha de un grupo de amigos en su niñez y adultez, conocidos como El Club de los Perdedores, contra un ente maligno que asesina niños en dicho poblado y que tiene la habilidad de transformarse en los peores miedos de sus habitantes, pero la
mayoría del tiempo toma la forma de un monstruoso payaso. A diferencia de la adaptación noventera, esta versión de la historia sólo se enfoca en la infancia de sus protagonistas, dejando el resto de la trama para una futura secuela, donde el conflicto finalmente se resuelva. De tal manera, a través de la visión infantil, Muschetti nos cuenta una historia de madurez emocional, donde sólo la mitad de los horrores que vemos en pantalla son causados por el ente
sobrenatural, y la otra mitad corresponde a los miedos e inseguridades que sentimos al crecer. El bulling y rechazo escolar, la indiferencia del pueblo ante los asesinatos y los abusos en las familias de los protagonistas resultan en la mayoría de los casos elementos mas terroríficos que el payaso acechando en la oscuridad. Tal y como lo menciona King en su novela, el verdadero horror se encuentra en el contexto, el monstruo sólo se dedica a rellenar los espacios vacíos. Por medio de sus protagonistas, el director hace reminiscencias al coming of age de Stand by Me (1986), donde vemos a personajes jóvenes tomando decisiones que no corresponden a su edad, pero que son llevadas a cabo porque nadie más decide hacerlo, y cuyo principal valor es la amistad. Así pues todas las licencias que se toman en la adaptación son efectivas, al respetar la esencia de la novela y de sus personajes, que al final sólo responden como una enorme metáfora hacia una etapa que todos vivimos y que sin importar dónde hayamos crecido está íntimamente relacionada con nuestros verdaderos miedos.
Huracanes, terremotos y Mara Creo que para nosotros, los mexicanos, no existe el horror: de tal modo estamos acostumbrados a él […] somos un país increíble. De demonios. José Revueltas. Acerca de Los muros de agua.
sayo sobre cuestiones de género que fue merecedor del Premio Estatal “Beatriz González Ortega”, lo titulé: “Mujeres de ficción tomando decisiones de verdad”. Hablaba desde mi burbuja y señalaba las críticas que hacemos como sociedad hacía las mujeres que gozan su vida como cualquier hombre. Mujeres que no se limitan, que salen, se divierten, y quieren regresar a casa y esperan la resaca no sea tan fuerte. Ingenuamente resaltaba que si en la literatura y el cine se difunde este modelo de mujer, ya no estábamos tan lejos de vernos como iguales por lo menos en cuanto a diversiones se refiere. Así como me focalicé en estas fuentes de cultura, al enterarme del caso de Mara Castilla recordé muchas otras que exponen a mujeres, abusadas, golpeadas, maltratadas,
manipuladas, presas de sus deseos y de lo que la sociedad les dicen que sean. En especial las retratadas por el autor mexicano José Revueltas (1914–1976). Niñas, jóvenes, adultas, ancianas, Revueltas veía que las
mujeres éramos víctimas de nuestra sociedad y si salíamos un poco de los estándares terminábamos mal. Hace más de medio siglo que terminó con su obra literaria y esos casos desoladores, siguen repitiéndose.
No sólo la realidad ha superado a la ficción en número y crueldad, también nos enfrentamos a una constante ceguera al caso. Los académicos hablamos de los relatos como si no salieran del papel cuando conocemos a más de una esposa asesinada por su marido celoso, tal y como ocurre en el cuento “Noche de Epifanía” (1960); o una joven que cometió suicidio por no soportar las constantes críticas relacionadas a su sexo como en “La hermana enemiga” (1960), donde al final la madrastra sentencia: “se ha dado su propio castigo”. Como éstas hay más historias que narra Revueltas inspirado en ese lado de la realidad que no nos gusta ver, ése en donde Mara no pudo mostrar su solidaridad. Hoy que vemos que el horror y la ayuda en México sí existen hagamos lo mismo para con todas las que han sido, son y serán víctimas del odio, pues es un largo camino el que hay que recorrer para remover más de cien años maltratando mujeres. Comencemos con que no se nos haga costumbre decir “una más” con indignarnos ante los crímenes. En fin, dejemos los demonios para la ficción y los ángeles para la Tierra.
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Octavio Paz
Reconciliación con el mundo… destino, el que cambiará para siempre nuestras vidas?
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967 fue un año con mucho singular para Octavio Paz. Observada en perspectiva, lo mismo desde el enfoque sentimental que intelectual, la fecha le vino bien a nuestro Nobel de Literatura, autor de una obra poética, ensayística y cultural que permanece en la memoria colectiva de un país, aun cuando la misma se modificara —enriqueciera— en el tiempo. Circula en librerías un nuevo libro de Paz (1914-1998). ¿Nuevo?, preguntará el lector confundido. Pues sí, ya que se trata de una inédita edición de dos textos de obligada referencia del ensayista, reunidos a partir de diferentes pretextos, y por una de las instituciones que cobijara durante varios años al autor de El laberinto de la soledad (1950), El Colegio Nacional. Hablamos de “Poesía de soledad y poesía de comunión” (1943) y “Los signos en rotación” (1965), que se complementan con textos de Marie José Paz, Malva Flores, Adolfo Castañón y otros, además de un puñado de cartas entre el autor y protagonistas culturales de aquellos años. Ahora sabemos que pensamiento y poesía fueron hilos que se anudaron y desanudaron constantemente en la obra de Paz. Independientemente de su tensión, fueron estos mismos hilos los que conformaron un tejido mayor que aún ahora se proyecta como algo en proceso. La obra paciana, a la manera del “puñado de signos que se dibujan, se deshacen y vuelven a dibujarse”, es también de correcciones y nuevos enviones, lo que podemos constatar en este nuevo libro, Los signos en rotación, que tiene también como objetivo celebrar lo acontecido a Paz durante aquel 1967. Fue ese año, recuerda Flores, cuando el poeta ingresó a El Colegio Nacional, una institución por entonces conformada con sólo veinte personalidades. Las palabras de recepción correspondieron a Antonio Castro Leal, a quien Paz había criticado duramente debido a su antología poética de 1953, por lo que el primero se “cobraría afrentas” dedicándole “un solo y lacónico párrafo” de su larga alocución. Meses antes, Paz se había enterado de que Castro Leal reeditaría su antología, incluyendo textos del mismo autor entonces fuera del país. “La sola idea […] le horrorizaba y le escribió a [Alí] Chumacero y Salvador Azuela, para evitar que eso ocurriera”, recuerda Flores. Escribió Paz: “Ignoro si el señor Castro Leal ha incluido, como lo hizo en la primera edición de su obra, una selección de mis poemas. Si así fuese, ruego a usted tomar nota de que de ninguna manera autorizo la reproducción de cualquier escrito mío
Pájaro caído “Tras las puertas giratorias del Pont Royal, Octavio Paz reconoció a Marie José: ‘El pájaro caído / entre la calle Montalambert y la de Bac / es una muchacha / detenida / sobre un precipicio de miradas’. Quizá las miradas eran muchas. La importante fue la suya y, tal vez, fue también su reconciliación con la vida”. De ese encuentro nacería una relación sólo interrumpida —¿o no?— por la muerte del poeta, el 19 de abril de 1998. De vuelta a la India, Paz escribiría el nuevo texto para El arco y la lira, “obligado para entender la poesía moderna”. “Algo que tal vez no tendrá nombre hasta que yo lo nombre: verdad, poesía, silencio, dicha, reconciliación con el mundo (sin excluir la muerte)”. Escribe Paz en “Los signos en rotación”, antecedente de lo que será después el poema Blanco (1967): “El hombre quiere ser uno con sus creaciones, reunirse consigo mismo y con sus semejantes: ser el mundo sin cesar de ser él mismo. Nuestra poesía es conciencia de la separación y tentativa por reunir lo que fue separado. En el poema, el ser y el deseo de ser se pactan por un instante, como el fruto y los labios. Poesía, momentánea reconciliación: ayer, hoy, mañana; aquí y allá; tú, yo, él, nosotros. Todo está presente: será presencia”.
Equilibrio inestable
en la Antología del señor Castro Leal”. En El Hijo Pródigo Como sus fechas de escritura, la proveniencia de los textos ahora recuperados es distinta. El primero, “Poesía de soledad y poesía de comunicación”, fue encargado a Paz por José Bergamín y José María Gallegos Rocafull para su inclusión en el número 5 de El Hijo Pródigo. Se trata de un texto donde, anota Marie José, “ya puede apreciarse el germen de lo que más tarde florecería” en El arco y la lira, del año 56. El autor tenía entonces 29 años. El siguiente texto, “Los signos en rotación”,
es un ensayo editado por Sur (de Victoria Ocampo) en Buenos Aires, 1965, y que al autor incorporará como epílogo a la segunda edición de El arco y la lira en 1967. Hace cincuenta años. Y sí, algo pasaba entonces en Paz, como nos dejar ver Flores: “La vida puede dar un giro, una voltereta terrible o maravillosa en un solo segundo. En retrospectiva, nos preguntamos: ¿qué habría pasado si no hubiéramos caminado un día preciso, a una hora precisa, por alguna calle? ¿Qué habría ocurrido si ese día, en la calle, pasa frente a nuestros ojos un auto y nos impide ver o reconocer el rostro de nuestro
Hoy la poesía no puede ser destrucción sino búsqueda de sentido. Nada sabemos de ese sentido porque la significación no está en lo que ahora se dice sino más allá, en un horizonte que apenas se aclara. Realidad sin rostro y que está ahí, frente a nosotros, no como un muro: como un espacio vacante. ¿Quién sabrá cómo será realmente lo que viene y cuál es la imagen que se forma en un mundo que, por primera vez, tiene conciencia de ser un equilibrio inestable flotando en pleno infinito, un accidente entre las innumerables posibilidades de la energía? Escritura en un espacio cambiante, palabra en el aire o en la página, ceremonia: el poema es un conjunto de signos que buscan un significado, un ideograma que gira sobre sí mismo y alrededor de un sol que todavía no nace [...].
Octavio Paz, Los signos en rotación, fragmento. **** Octavio Paz, Los signos en rotación, El Colegio Nacional, México, 2017, 224 pp. * @mauflos
Libros
6 Por Mauricio Flores*
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LA GUALDRA NO. 311
Hoy, inauguración del 16º Festival Barroco: el Museo de Guadalupe más vivo que nunca Festival Barroco
6 Por Violeta Tavizón
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a decía Hans-Georg Gadamer que el juego es una función elemental de la vida humana, que la cultura no se puede pensar sin un componente lúdico, entendiendo el juego como un acto en el que el visitante al museo deja de convertirse en un mero observador, para transformarse en participante. En este sentido el Festival Barroco en sus quince emisiones, ha logrado que quien asiste se sienta inmerso en la atmósfera de la época barroca, a través de la música, el teatro, las exposiciones temporales, los talleres, la gastronomía o la animación cultural. En Zacatecas el menú festivo es variado y significativo, con un gran abanico cultural de magníficos eventos de proyección internacional. En este sentido el barroco aderezó el espíritu artístico de los hombres y mujeres que vivieron entre los siglos XVII y XVIII. Diversos procesos económicos, políticos, sociales y religiosos dieron lugar a nuevas manifestaciones en la literatura, la música, la pintura y las demás artes. El barroco novohispano fue un reflejo del mismo proceso, tanto por el auge económico, como por la expansión territorial que alcanzó. Ejemplo de lo anterior, fue la bonanza en la minería que hizo de Zacatecas un centro económico con una cuantiosa y sobresaliente actividad artística. Para un estado barroco como Zacatecas, no podía faltar en su amplio repertorio cultural un Festival Barroco. Esta fiesta de la cual el día de hoy todos formamos parte, es única en su género porque se desarrolla casi en su totalidad en un museo. Además de enriquecer la basta agenda cultural que ofrece el estado, el Festival Barroco promueve y difunde tanto el trabajo de restauración integral que el Instituto Nacional de Antropología e Historia realiza a través del Museo de Guadalupe; así como la difusión de una época que es parte de la memoria histórica de todos los mexicanos. Un museo “vivo” es aquél que además de conservar y exhibir sus acervos, se compromete con la comunidad a su alrededor y ofrece diversas actividades que invitan a la reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro de las generaciones actuales. Este festival se cuida en cada detalle, desde la selección de artistas y actividades que se programan, hasta su imagen de identidad. Para la emisión número 16, enmarcada además por la celebración del Centenario del Museo de Guadalupe, se han preparado 75 actividades dirigidas a los distintos tipos de públicos de todas las edades. En la inauguración, el festival abrirá con un Espectáculo homenaje a la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz, flamenco, danza y música “Inundación Castálida”, dirigido y creado por Vicente Rodríguez, músico y dramaturgo zacatecano, mismo que se repetirá el martes 10 de octubre. En cuanto a los eventos para escolares se
encuentra un abanico de posibilidades ya que se contará con la participación de artistas zacatecanos que darán a niños y jóvenes, obras de teatro y conciertos. Por otra parte se han preparado una serie de eventos dirigidos a las familias ya que conforman uno de los principales públicos meta del festival. Entre conciertos, talleres y teatro, los niños, jóvenes y adultos podrán
disfrutar de eventos culturales con un tinte más lúdico. En cuanto a los conciertos, se contará con la presencia de Horacio Franco y de otros músicos o agrupaciones como Aramara, Daniel Escoto, Carlos Martín Vázquez y el Coro de Zacatecas. La animación cultural le da un sabor muy especial a este festival, es por ello que
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Festival Barroco
el grupo Zanquers tendrá la misión de difundir las actividades de esta magna celebración, a las calles y jardines de Zacatecas y Guadalupe. Asimismo se contará como cada año, con la presencia del actor Emmanuel Márquez quien ahora se caracterizará como el primer director del Museo de Guadalupe, Manuel Pastrana, para dar divertidas visitas teatralizadas. Para cerrar con broche de oro esta fiesta barroca, la gastronomía no podía faltar, es por ello que por primera vez se presentará una degustación titulada “El soberano arte del paladar” que dará la Compañía Nacional de Teatro Fénix Novohispano; así como el buffet de gastronomía barroco protagonizado por los jóvenes talentos de la cocina zacatecana de la Universidad de la Vera Cruz. Este festival está hecho especialmente para todos los que vivimos en Zacatecas y deseamos tener una experiencia lúdica y didáctica vinculada con este importante periodo de la historia de nuestro país, el barroco novohispano.
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El llanto contenido 6 Por Eduardo Campech
Río de palabras
Miranda
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ace treinta y dos años, como muy escasas ocasiones, había boleado mis zapatos para ir a la escuela. Entonces yo estudiaba en la Escuela Secundaria Diurna # 236, turno matutino. El plantel aún se encontraba en construcción. Ya estaban los edificios de las aulas, los talleres y la dirección. Este último se sometía a un proceso de pintura. Por tal motivo había un andamio junto a él. No recuerdo, pero es seguro que aquella mañana del jueves 19 de septiembre de 1985, haya pasado por mí Rafael Miranda Ochoa (el Changuito) para encontrarnos en la avenida Texcoco con Eduardo Castrejón, con el Cuervo y Mauricio. Decía que aquella mañana conversábamos varios bajo el andamio. No tengo claro quiénes. Alguien aventó a Mauricio después de una broma. Éste salió disparado al tiempo que decía: “¡Está temblando, está temblando”! Los demás reíamos de las ocurrencias del célebre Mauríloco, cuando fuimos sacudidos por la tierra. En cuestión de segundos aquello era un caos. Los cables de las torres eléctricas cercanas bailaban un macabro swing. Se escuchaba cómo sucumbían paredes. Gritos, histeria, descontrol. Fueron segundos eternos. En la estampida corrí como pude hacia la puerta principal. Mis zapatos pisaban
6 Por Carlos Flores
Lenguaje
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a redacción parece ser una tarea inservible y bastante aburrida. Pero en realidad es un instrumento casi mágico. La expresión “el poder de la palabra” es una frase que tiene mucho más sentido del que parece. Sólo hay que ver lo que nos rodea: todo está regido por palabras: a veces escritas y otras veces habladas, no siempre sinceras o dignas de creer (como dice el dicho “todo se lo lleva el viento”) pues no comprometen u obligan a un gran porcentaje de quien las dice a realizar cuanto dice. Difícilmente podemos obligar a un inquilino de una casa a pagar la renta, en caso de que se negara, si no hicimos un contrato por escrito previamente. Aquí es donde hablamos del poder de la palabra, un poder conferido de manera escrita. En este caso es el poder legal. Sin embargo, la palabra hablada también ostenta un gran poder. El más popular de los amigos es el que mejor habla, el más atractivo con las niñas de la prepa es el que echa mejor rollo, e inclusive, el más
algunos charcos de agua. No importaba el lustre. Era más urgente estar lejos de muros. Ingresamos a las aulas. Sólo pocos minutos después del temblor las sirenas de ambulancias, patrullas, bomberos y helicópteros rompían el silencio. Un silencio extraño. La maestra de matemáticas, Hortensia, nuestra asesora, al llegar al salón en la segunda hora, nos contó la tragedia. La juzgamos exagerada cuando nos informó que Televisa se había caído. La jornada continuó normal. Salimos a la hora que correspondía refrigerio.
La vuelta a casa fue sepulcral: calles vacías, grietas en la avenida Texcoco, en las casas, en el camino diario. Mi madre me dijo que muchas de ellas habían ido a la escuela para saber cómo estábamos, pero que no las dejaron entrar ni a nosotros salir. No tengo ningún registro en la memoria de lo que hice el resto del día. Sólo la televisión encendida y mi madre pendiente de las noticias. Al día siguiente me levanté para ir a la escuela. Ese día esperé una combi. Pero si horas antes el escenario era extraordinario,
esa mañana era inconcebible: la avenida Texcoco vacía. Casi sin vehículos, sin peatones de prisa para no llegar tarde. Cuando subí al colectivo los pocos pasajeros me miraban con curiosidad. Una señora joven me preguntó si no sabía que se habían suspendido las clases. Contesté que no, no nos habían dicho nada. “Lo dijo Jacobo”, sentenció. Bajé en el lugar cercano a la escuela, y ésta estaba cerrada. Ni un solo aviso. El señor de la paletería repitió lo mismo que la pasajera. En la noche volvió a temblar. La psicosis, propiciada por el terremoto del día anterior, fue mayor. Se fue la luz y no había refugio seguro. Mi padre trabajaba conduciendo un colectivo. Su ruta suministró agua potable. La transportan desde Chalco, Huixquiluca hasta el centro histórico. Un mes después fuimos, junto con mi madre, a los sitios de la tragedia: Pino Suárez, San Antonio Abad, el hospital Juárez, Izazaga. En el hospital había un hedor putrefacto y cientos de ataúdes de madera. Los otros lugares eran gigantescos emparedados. Me resultaba increíble el paisaje. Yo había estado en algunos de esos edificios el 17 de septiembre. Durante los siguientes meses escuché y leí historias de sobrevivencia, impotencia y muerte. Ahora, las vuelvo a escuchar y veo las imágenes de aquel día y un llanto contenido amenaza con aparecer. Treinta y dos años después, lejos de aquel lugar, ese llanto desbordó.
Generalidades sobre la redacción querido entre los maestros es el que mejor se expresa. El hablar es una tarea compleja, ya que al parecer tiene dos formas: una inconsciente, que dice más de lo inmediato, es decir, de lo que se tiene cerca o de las relaciones entre los individuos, producto de toda una vida de experiencia, y que, inevitablemente, refleja lo que somos; y por otro lado, está la palabra consciente, aquélla que parte de nosotros y que contiene lo que se refiere a la razón: ideas, conocimientos, maquinaciones, bromas, anécdotas y, en algunos casos, la locura. Las palabras reflejan la forma de vivir y de pensar de los individuos. Pero el poder de la palabra escrita es muy superior, pues al ha-
cerlo uno se desdobla y da a conocer una parte de uno mismo más consciente, más analítica, con más ideas y pensamientos, que puede crear mundos, personas, enamorar, asustar e, incluso, hacer feliz a alguien.
Al escribir estamos poniendo a prueba nuestra inteligencia y nuestra imaginación. Estamos enunciando un discurso, que al igual que el oral, tenemos que configurar en nuestra cabeza, pero al escribirlo
podemos amasarlo y darle forma, dotarlo de detalles y elementos que lo hagan mejor. Desde una anécdota hasta un poema, ponemos en las palabras que escribimos pedazos de nosotros mismos, convertidos en líneas de palabras que siguen leyes sintácticas, gramaticales, ortográficas y morfológicas, con cargas semánticas psicológicas, que de alguna manera proyectan en la mente de quien lee lo escrito un rincón de nuestro ser. Por medio de estas líneas doy a conocer a otras personas lo que pienso, lo que soy y lo que tengo dentro de mí. Redactar pues, es más que trazar líneas, es un acto comunicativo de lo más complejo, una ventana hacia el interior de quien escribe, un trozo de la trayectoria de vida del emisor, un arte que se logra practicándolo y, necesariamente, estando dispuesto a dejar instantáneas de quién se es en ese momento, una postura en el mundo, en el tiempo y el espacio, algo que perdurará, al menos por el tiempo que dure el papel o dispositivo en que se escribió.
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Desayuno en Tiffany´s, mon ku Women in Iberian Cinema 6 Por Evelyne Coutel
datos y relatos posibles. Sobre la contribución de las mujeres al cine español”. La revisión de este concepto se relaciona con la necesidad de tomar en cuenta la actividad de las mujeres anónimas que en la etapa del cine mudo también tomaron
parte en la industria cinematográfica, ya sea como público, ya sea como profesionales. Al margen de estas dos conferencias, el simposio abarcó aspectos muy variados, entre los cuales se pueden destacar: los modelos de feminidad en el
cine fascista de los años 40, del tardofranquismo y de la Transición, la labor de algunas mujeres españolas o portuguesas en el cine (Isabel Coixet, Margarita Cardoso) o en cines regionales como el vasco y el gallego, así como en televisión (Pilar Miró), las imágenes de estrellas (Corina Freire, Marisol). De forma más puntual, intervinieron estudios sobre la prensa cinematográfica, el cine de animación y las series televisivas. También se presentaron dos proyectos de investigación, el primero sobre la cineasta Bárbara Vírginia cuya labor se desarrolló entre Portugal y Brasil (Paula Sequeiros y Luísa Sequeira), y el segundo sobre la representación de la mujer en el cine de los orígenes (Ángel Quintana), financiado por el Ministerio de Ciencia y Economía y que reúne un grupo de investigadores de seis universidades españolas. Por su diversidad a la vez temática, formal y metodológica, las ponencias enriquecieron los estudios de género vinculados al cine e invitaron también a seguir avanzando en este campo, en el que todavía queda mucho por hacer.
El Picaporte “Nadie”, como “Alguien” 6 Por Simitrio Quezada
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n un intento de hacerse entender bien, pero con mal aprendizaje sobre el correcto uso de nuestro idioma, hay personas que sueltan expresiones con “Nadie” y un verbo conjugado en primera o segunda persona de plural. Dicen “Nadie somos conscientes”, “nadie quisieron ayudar”, “nadie son eternos en el mundo”. Se lee y escucha raro, ¿verdad? El problema aquí radica en que “nadie” sigue las reglas de su antónimo “alguien”: debe concordar sólo con la tercera persona del singular. Así decimos y escribimos: “nadie es consciente”, “nadie quiso ayudar”, “nadie es eterno en el mundo”. Aunque se trate de un número plural, porque es un pronombre referido a una colectividad o conjunto. Para eso nos sirve la friega de haber aprendido en tercero o cuarto de primaria las conjugaciones verbales. De las seis personas asumidas en el “yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, ustedes aman, ellos aman”, al pronombre indefinido “Nadie” le corresponde sólo la tercera persona singular: “Nadie ama”. Se dice “Nadie te quiere”, no “Nadie te quieren” o “Nadie te queremos”. Por eso también decimos “Alguien ama” y no “Alguien amo” o ese absurdo “Álguienes amamos”. También es incorrecto decir “Nadie de nosotros”. Lo correcto es “Ninguno de nosotros” o simplemente “Ninguno”. Por eso no escribes “Nadie de nosotros pudimos asistir a tu fiesta”, sino “Ninguno de nosotros pudimos asistir” o “Ninguno pudo asistir”.
Claro: Si aun así quiere mantenerse en la oración el pronombre “Nadie”, entonces conjuguemos en la persona y número correctos, y sin el complemento genitivo “de nosotros”: “Nadie pudo asistir a tu fiesta” o “De entre nosotros, nadie pudo asistir a tu fiesta”. Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
Cine
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os pasados 11 y 12 de septiembre tuvo lugar en la facultad de Letras de la Universidad de Lisboa el Simposio internacional “Women in Iberian Cinema”. Este evento marcó un hito importante en el desarrollo de los estudios de género sobre cine. Su objetivo consistió en echar luz sobre los diversos papeles que las mujeres han podido desempeñar, y siguen desempeñando, en el ámbito cinematográfico, ya sea como actrices, ya sea como productoras, guionistas o cineastas. Este tipo de proyectos pretende ante todo hacer visible la presencia femenina en el seno de la industria cinematográfica y, de hecho, la palabra “invisibilidad” o sus derivados aparecieron en no pocas ocasiones en el título o en el cuerpo de las ponencias. El simposio, que se desarrolló de forma simultánea en dos anfiteatros, reunió a más de treinta investigadores procedentes de diferentes países (Portugal, España, Inglaterra, Francia) que expusieron los resultados de sus trabajos respectivos, permitiendo un tra-
tamiento global de la temática, así enfocada en sus múltiples facetas. Su originalidad consistió en la dimensión comparatista que propició al incluir a la vez la cinematografía española y la portuguesa, un enfoque poco adoptado a pesar de las similitudes que comparten ambos países a nivel de su trayectoria histórica. Otra característica importante del simposio fue la voluntad de proponer una reflexión al margen de los paradigmas del cine de autor para privilegiar el estudio de la representación de las mujeres en determinados géneros cinematográficos, incluidos los subgéneros menos estudiados como el cine de ciencia ficción o gótico, como lo hizo la profesora Hilary Owen en la primera conferencia plenaria, “Monsters, Mutants and Maternity: The Politics of the Posthuman in the Cinema of Teresa Villaverde, Solveig Nordlund and Raquel Freire”. También se planteó la necesidad de revisar conceptos como el de “pionierismo”, lo cual fue el objeto de la segunda conferencia plenaria dada por la profesora Begoña Soto Vázquez y titulada “Superar el pionerismo. Algunos
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Artes plásticas
Omar Lemus: Hostilidades o El séptimo círculo de Dante* 6 Por Juan José Macías
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Cómo ver en una obra plástica, alejada del arte representacional, lo que vio, inspirado en Dante Alighieri, en el siglo XV Sandro Botticelli: el Infierno? El Infierno vivido después de la muerte como castigo a nuestras malas acciones en el mundo de los vivos. ¿Cómo ver, sin la idea que se materializa en figuras que son símbolos, los atributos de la maldad que nos han definido y nos definen? ¿Cómo cerrar ese círculo de la aprehensión de las cosas sin que intervenga lo imitativo, los objetos identificables y las imágenes reconocibles, en tanto que el arte abstracto, forma de expresión artística en la que se inscribe la excelente obra de Omar Lemus, propone una realidad distinta a la natural, sin referencias visuales al mundo de las apariencias? Ésta es sin duda la empresa que lleva a cabo Omar Lemus en esta colección de cuadros y discos que reúne bajo el título de Hostilidades o El séptimo círculo de Dante: hacernos ver, con actos que son hechuras, al Minotauro como custodio de este séptimo circulo dantesco, y que representa la «loca bestialidad», la violencia que equipara los hombres a las bestias. Empresa fabulosa porque no se trata solamente de un arte para la vista, sino sobre todo para las emociones. Una visión del cuerpo a través de las sensaciones que pueden producir las formas amorfas y los colores. Transportación al mundo
a nuestro mutismo. Afasia y atopía: desterrados de nuestro asombro, callamos, pero nos saludamos y compartimos con falsa vergüenza nuestra siniestra, fatídica biósfera: el séptimo círculo del infierno en que estamos y estaremos sumergidos hasta nueva orden, es decir hasta que los pavorosos demiurgos de los Parlamentos se conduelan de la terrible expiación de nuestras culpas. * Exposición inaugurada en el Vestíbulo del Teatro Calderón, Ciudad de Zacatecas, 4 de octubre de 2017.
hostil vivido cada día, dado en las inmediaciones del taller del artista que crea, invadido por un sentimiento de indefensión y de terror. He aquí al virtuoso y al hombre común reunidos, inseparados en ese espacio donde la «inmortalidad» ya no es la vacua preocupación del hacedor, sino su ser mortal, su ser a prueba en el Flegetonte terrenal, en el Flegetonte del diario vivir, ese río de fuego que corre por el Hades y que simboliza, en la Divina Comedia, la sangre que los violentos derramaron en vida, los homicidas y los criminales, tiranos, violadores y bandidos que son atormentados por los centauros que también representan la violencia y la fuerza bestial. Un río de sangre proporcional a nuestro miedo pero también
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Notas al margen
SEMICH, casos de la vida real Notas al margen
6 Por José Agustín Solórzano
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ace ya 6 años que se creó la Sociedad de Escritores Michoacanos; en aquel entonces éramos un grupo que no superaba la docena, decidimos entrarle a este argüende por iniciativa de Alfredo Carrera, quien actualmente funge como presidente de la asociación. Hoy somos, al menos en lista, treinta escritores entre los que hay creadores con trayectoria y reconocimientos nacionales, así como personas que apenas comienzan en lo que damos por llamar –muy optimistas- el mundo de las letras. Desde que creamos la SEMICH hemos realizado una cantidad nada despreciable de eventos literarios: presentaciones de libros, de autores, entrevistas, charlas-taller, diplomados en creación literaria; hemos colaborado con instituciones públicas y con entusiastas de la cultura (algunos los llaman chairos). Para no ir más lejos, el argüende que nos propuso en aquel entonces Carrera resultó ser real y terminamos con una asociación que hoy identifican 2 de los cuatro gatos que se dedican a la literatura (es decir el 50 por ciento más o menos, que en este ambiente ya es mucho decir). De los originales 12 que comenzamos el proyecto hoy sólo quedamos 4 dentro de la asociación, pero las oscuras razones detrás de eso ni son tan oscuras ni tan racionales. Es sencillo, los escritores se cansan los unos de los otros, sobre todo cuando a uno le toca cargar en hombros el ego monumental de otros. Así, el éxito de una organización como ésta se basa principalmente en aguante, paciencia, terquedad y tolerancia. La verdad yo no tengo muy bien desarrollada ninguna de esas características, pero gracias al cielo algunos de los miembros sí y eso ha permitido mantener al barco a flote. El punto es que ahora, que es el mes de aniversario, aprovecharé para hablar de esta sexenal relación, pues lo más interesante es que, como siempre, la gente voltea a ver al escritor y se pregunta: ¿qué hace?, ahora imagínense cuando ven a un puñado de ellos, o cuando ese puñado además se autodenomina asociación -¿se asocian los escritores?, ¿como los camioneros, como los abogados?-; peor aún, cuando esa manada de perdedores comienza a resaltar sobre otra manada menos afortunada, y es que como dice el de Calle Trece: “gato que avanza, perro que ladra”; entonces la gente ya no sabe qué pensar, ¿qué es una sociedad de escritores?, ¿para qué sirve?, ¿podrán publicar mi libro?, ¿son una mafia? En esta breve nota me dedicaré a contestar algunas de esas preguntas para, de una vez, salir de dudas acerca de lo que es una asociación de escritores y, más concretamente, qué es la SEMICH. De entrada habría que decir que una sociedad de escritores, al menos la nuestra, no puede ayudarte en nada. Olvídalo. Si realmente quieres escribir hazlo. El primer problema de todo escritor amateur es que intenta llamar la atención de los otros escritores: gran error. A los escritores no les interesas; no intentes ganarte a tus colegas, gánate tus lectores. La sociedad de escritores no
/// Alfredo Carrera, Tania Cambrón, Edgar Omar Avilés y José Agustín Solórzano, miembros fundadores del SEMICH
hace a nadie ni mejor ni peor escritor, tampoco te consigue premios, becas o novias; una sociedad de escritores será de utilidad a alguien que siempre esté escribiendo, trabajando y tenga claro su objetivo: escribir. Y, entonces, te preguntarás, ¿para qué iba a querer entrar a un grupo así? Simple: aprobación. Pensaba el otro día que uno como artista siempre busca un lugar donde lo aplaudan y lo celebren, aunque al final termina quedándose en el sitio donde al menos lo consuelan. Pasa mucho, en talleres literarios, en colectivos artísticos, en asociaciones; grupos que terminan convirtiéndose no en sinergias generadoras de éxitos colectivos sino en grupos de apoyo anímico. Una palmadita en la espalda para el hacedor de poesías, otra palmadita en la espalda para el de los performances circenses, una más para el borrachito que no ha dejado de escribir. En fin, la literatura y el talento terminan naufragando en un mar de lágrimas del cocodrilo que algún día quiso ser dragón. La utilidad de la SEMICH es la que puede tener cualquier grupo en el que los más de sus integrantes se dediquen a lo suyo: a crear, en la intimidad de su casa, en el silencio de sus escritorios, para luego potenciar la proyección de su trabajo con ayuda de las muchas o pocas manos que conforman la asociación. Fácil: si no existe el trabajo nada podrá potenciarlo. Pensando en cosas prácticas, la SEMICH es un facilitador del trabajo del escritor que el escritor no “debiera” realizar: distribución, proyección, publicidad, generación de espacios, de públicos, etc. Así, en una sociedad de escritores ideal cada cual se dedicaría a lo suyo, a lo inherente del escritor, a escribir; mientras que entre todos se repartirían
el trabajo sucio, lo demás. Son varios los mensajes que llegan a la página de Facebook o al correo de la sociedad y de los que me he enterado: ¿Me pueden publicar mi libro?, ¿me pueden revisar un manuscrito?, escribo y tengo varios libros sin publicar, quiero ser miembro, ¿cómo le hago? Respondo: la SEMICH no publica libros, no nos dedicamos a eso; no revisamos manuscritos, ¿por qué habríamos de hacerlo de gratis?, ¿nos llamamos Sociedad Benefactora de Escritores? Empecemos a respetar a este grupo vulnerable que son los literatos, paguémosle por su trabajo, por favor. Aceptamos miembros que quieran aportar al grupo, no personas que, per se, quieran que el grupo les aporte. Por último habrá que decir que no, lamentablemente no somos una mafia, y al menos por mi parte si quisiera unirme a una no lo haría jamás a una de escritores. ¿Qué tanto vamos a ganar con estos infelices? Poco, no gran cosa. Ya lo decía mi madre, si vas a mendigar toca a la puerta de las casas grandes. Pero vamos a decirle que sí a los detractores, que escribimos con los bolsillos llenos de billetes mal habidos, con la cabeza vacía y el corazón entelarañado, que detrás del escritor nunca puede haber talento sino una avaricia bien dirigida; vamos a regalarles la imagen del exitoso creador local que se hizo rico estafando a las instituciones con su falsa literatura, y es que si les quitamos ésa, su única ficción legítima, ¿con qué otro placebo van a sanar su falta de autoestima? Nos felicito a la SEMICH por aguantarnos y fortalecernos durante 6 años. ¿Qué espero?, no espero nada. Brindo porque la ligereza de la mediocridad siga librándonos del aplastante peso de la soberbia. Salud.
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Te lo dije Río de palabras
Para Ana Coronado Chiw por su cumpleaños 6 Por Alberto Huerta
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l Chamoy oculta su mirada tras unas gafas oscuras. Te lo dije, te lo dije y te lo repetí un titipuchal de veces. De un modo y de otro. Ya hasta parezco disco rayado. Pero a ti te vale. ¿Cómo quieres que te lo diga? Pero no me haces caso. Te entra por un oído y te sale por el otro. Y así nomás no se puede, mi alma. Mago lo mira con sorpresa. No me digas que te estoy gritando. Siempre la misma canción. Que te gritoneo. Y yo a nadie le grito. ¿Me oyes? A nadie. Yo relax. Con un gallo mañanero tengo. Todo el día ando relax. La moi me relaja. Sí, porque es natural, como los huevos de rancho y las papas de campo y la leche bronca. Dos… tres jalones después del refine y a jetear la siesta a pierna suelta. Un churro en la noche y a planchar oreja hasta el otro día. Uf, la gloria. Te lo dije. A huevo que sí. A huevito. Pero tú sólo les haces caso a tus amigochas. Pero mira, hay un Dios. Hay un Dios. A ver si ellas te van a sacar de un apuro chancho. ¿Cómo quieres que me consiga un jale de las de acá? Siempre ando con la chompeta llena de preocupaciones. De mala vibra. No, pero sí te lo dije. Pero tú necia, terca, amachada. Bien negativa. Clavada en la mala onda. En el mal pedo. Y no vayas a llorar. Te la pasas gimiriquiando, sorbiendo el moco. De la mano del Chamoy se resbala el cuchillo cebollero. Mi jefecita me deja que suba a la azotea de su cantera a que le queme las patas a Cuauhtémoc a la sombrita del negro del agua. Si eres feliz atizando… Llégale, eso dice mi jefita. Te prefiero pachecote que joto. ¿Qué no piensas? Así, tantito, nomás lo necesario. A mí los quetos me dan claridad, sosiego… Porque es natural, como el jocoque, el tequila… naturalito. Pero no, a todo le pones peros. Y ai es donde la puerca torció el rabo. Y no me vayas a decir que no te lo dije. Sí te lo dije un madral de veces. Hasta yo me caigo gordo. Repite y repite. Y tú, soreca. Y no me vayas aponer cara de mártir, porque para mártires… los de Chicago. Y ya te dije: la grifa me armoniza… le da paz a mis furias… me desapendeja… tranquis… En la buena onda. Acá, machín. ¿De qué
/// El pintor suizo Alberto Giacometti nació un 10 de octubre de 1901. En esta imagen, cortesía de la Fundación Giacometti, el artista posa con sus esculturas en la Bienal de Venecia de 1956.
te quejas? Si eres la reinita. Jodida tu comadre Luca. A ella su marido le salió puñal y pisto. Yo cansado de decírtelo en buena onda. No me vengas con mamadas, porque te lo dije. Verdad de Dios que te lo dije. Y te lo repetí. Porque yo sí me preocupo por ti. ¡Mírame!
Nocturno de Coyoacán
Cuerpo 6 Por Pilar Alba
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i cuerpo es una máquina perfecta. Camina y se desenvuelve como reloj antiguo de ésos que no necesitan pila, nada más requieren que les den cuerda. Mi cuerpo se cae y se levanta, se para y vuelve a andar. Es una máquina perfecta, lo repito; me enorgullece, aunque algunas veces también me apena. Me entristece y me alegra. Me lleva y me trae. Todos sus en-
¡Mírame! Y no te estoy gritando. Yo no grito. No andes diciendo que te grito. Porque no tengo necesidad de gritar. La buena onda… ¿qué no? Mago, la mujer del Chamoy, tiene gacha la cabeza y los brazos le cuelgan a los lados, como los de una muñeca de trapo.
granes, hilos, tuercas, tornillos se mueven dando vida y fuerza a esta alma que de repente se cae y se desalienta. Mi cuerpo anda a veces por cuenta propia, no se deja gobernar, busca otras máquinas y se aparea. Agita su marcha y parece que se desencaja pero no se rompe. Mi cuerpo, mi máquina, también se descompone, se detiene; espera que alguien le ponga aceite, que le ajuste los engranes, que le vuelva a dar cuerda.
6 Por Roberto
Galaviz
La Malinche, enamoró a Cortés una pretérita tarde roja, mientras los coyotes husmeaban el vetusto barrio con sus ojos de luna opaca Diego hizo pedazos y esquirlas de amor y odio a una tal Frida, en los predecibles laberintos de estos jardines De mi mano, entre cientos,
entre miles que nos ignoran caminas a mi lado De lejos, incluso de cerca, pareciera que nos queremos; cualquier lo juraría, pero a nadie le importa. En esta ciudad sólo hay aves de paso, nadie mira aquí a los ojos, mucho menos a los extraños podría caer un meteorito en esta noche -que es todas y ninguna-
y nadie se daría cuenta muchos años después, alguien inventaría del vestigio, del fósil o de la sola imaginación, un amor nuestro, y quizá una historia imprecisa, un beso bajo el cielo índigo nocturno lleno de nubes y smog. Los coyotes, seguirían husmeando los alrededores sin encontrar el rastro de lo que fuimos, pues el pacto era ése: ser invisibles, inclusive a nosotros.