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SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 344 /// 25 DE JUNIO DE 2018 /// AÑO 8

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Sergio Pérez Torres. Foto: Archivo personal del poeta.

Sergio Pérez Torres (Monterrey, Nuevo León, 1986) es autor de Caja de Pandero, Mythosis, Los nombres del insomnio, Barcos anclados al viento, Cáncer, Cortejo fúnebre y Party Animals. Su obra poética ha sido premiada en el Concurso de Literatura Joven Universitaria 2009, Juegos Florales del Carnaval de La Paz 2016, IV Certamen Literario Ana María Navales, XXVI Premio Nacional de Poesía Ydalio Huerta Escalante 2016, XXIV Premio Nacional de Poesía Sonora 2016 Bartolomé Delgado de León, Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín 2017 y Concurso Palabras Migrantes. En narrativa fue merecedor de la Cuarta Convocatoria “Se busca escritor”, de la Editorial De Otro Tipo.

[Una entrevista con él, realizada por Armando Salgado, en páginas centrales]


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Editorial

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entro de una semana amaneceremos con la noticia de quién será el próximo presidente de nuestro país. Nunca como en estas elecciones he visto un ambiente similar; más allá del encono que han generado las campañas entre unos y otros seguidores de los distintos candidatos, me preocupa sobre todo el porcentaje de mexicanos que a estas alturas está decidido a abstenerse de votar. Las razones son muchas y en más de las ocasiones comprensibles; he escuchado, sobre todo a los más jóvenes, argumentar que ninguno de los candidatos responde a sus intereses, que no se sienten representados ni por la persona, ni por las alianzas que han conformado los partidos en su afán de ganar más votos. También los he oído -o leídodecir que las personas seleccionadas por estas alianzas -y aquí me refiero también a los aspirantes a diputados locales y federales, senadores y presidentes municipales- parecen responder más a su ambición por el poder que a la convicción de servir a la ciudadanía, de ahí que muchos de ellos estén más bien ubicados como “chapulines” que como representantes de una ideología política, de un programa que realmente esté comprometido con atender las necesidades del pueblo. Hasta ahí es comprensible el por qué se niegan o dudan en votar por alguien el siguiente domingo y considero que muchas más personas de las que nos imaginamos están ahora mismo con la disyuntiva de qué hacer. La duda es válida y hasta yo misma he dudado sobre todo con los candidatos locales, muchos de los cuales no sé bien a bien por qué pretenden que volvamos a creer en ellos cuando nos han defraudado en ocasiones anteriores. Aún así saldré a votar y les diré por qué, pero primero pondré en la mesa una historia que ocurrió la semana pasada. Eran las 11 de la mañana del miércoles 20 de junio, la ciudad estaba en calma; un grupo de infantes de kínder tenía apenas unos minutos de haber entrado al foro del Teatro Fernando Calderón para ensayar su festival de fin de cursos. Cuentan los que ahí estuvieron que de pronto escucharon balazos, la gente que pasaba por ahí empezó a correr. Gritos de “¡Mátalo, mátalo!” fueron proferidos por dos hombres armados que perseguían a un joven de entre 15 y 16 años, desde el Mercado González

Ortega hasta las escalinatas del teatro, en donde finalmente cayó el perseguido herido en una mano. Su perro lo cubrió inmediatamente, poniendo su cuerpo como escudo. Los agresores huyeron. Los niños de kínder seguían en el foro mientras todo eso ocurría y eran apenas las 11 de la mañana. La noticia empezó a circular, en redes sociales los comentarios siguieron durante unas horas. Después de eso, nada, silencio. No han pasado 8 días siquiera y nadie ha vuelto a mencionar el tema. Hemos caído en un hoyo profundo, el de la indiferencia, el de la temible y terrible normalización de la violencia. Ya nada parece asombrarnos, ni siquiera el hecho de que era un menor de edad el perseguido para ser asesinado ¿en qué momento dejó de importarnos el hecho de que era casi un niño?; hemos -y aquí generalizo- aprendido a quedarnos callados, a quedarnos con el “es que andaba en malos pasos”, a atribuirle estos hechos a las malas decisiones de los involucrados, al ambiente en el que se desenvuelven, a la gente con la que conviven… como si nosotros no fuéramos parte de esta misma sociedad que se cae en pedazos. Lo ocurrido ese día es sólo una de las decenas de historias que podemos haber escuchado los últimos años y no por eso deja de ser importante, no por eso deja de ser triste. La violencia no es la causa, es el síntoma indiscutible de que el sistema político que tenemos no es el indicado, nuestros gobernantes han fallado en el diseño de estrategias. Pero es justo reconocer también que todos hemos fallado; en mayor o menor medida hemos dejado que esto ocurra y no podemos, no debemos seguirlo permitiendo. Por eso voy a salir a votar el domingo, por eso le pido a usted, querido lector, que también lo haga, por quien usted considere más conveniente; por quien usted crea con convicción que puede sacarnos de este atolladero, pero vote, no nos deje la responsabilidad a unos cuantos. El país entero nos necesita y votar es el primer paso para ayudarlo. Estas acciones cívicas también son parte de nuestra cultura, contribuyamos entonces a que ésta sea más sólida y, sobre todo, más justa y democrática.

Contenido El arte suele estar en la frontera de lo siniestro Por Jánea Estrada Lazarín

Recintos independientes en Xalapa: la gestión cultural en manos de sus autores Por Maliyel Beverido

Una nueva historia del comunismo mexicano Por Mauricio Flores

Sergio Pérez Torres La prisa es un arma peligrosa en el arte Por Armando Salgado

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México 86: un recuerdo Por Eduardo Campech Miranda Un mar de cosas para viajar desde el asiento de tu sala Por Carlos Flores

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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Desobediencia Por Evelyne Coutel El Marxismo en México. Una historia intelectual, de Carlos Illades Por David Valerio Miranda

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Hereditary, de Ari Aster Por Adolfo Nuñez J. Tres veces no Por Alex Barceló

Encuentro de Talleres de Gráfica en el circuito de la región Centro–Occidente / Nayarit–Zacatecas Por Magdalena Okhuysen

Que disfrute su lectura.

Directorio

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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

La Marquesa Por Alberto Huerta Lo sabemos Por Pilar Alba Carne poliédrica Por Manuel Sauceverde

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

10 11 12 Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


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El arte suele estar en la frontera de lo siniestro

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Por Jánea Estrada Lazarín

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ra el cumpleaños de Julio Ruelas, el 21 de junio, cuando me llegó la noticia de que Raúl García Rodríguez era el ganador del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada. Menciono a Ruelas porque la mañana de ese día pensaba en cuánto le gustaba la poesía e imaginaba que de haber vivido en este momento, le habría encantado la noticia, como a mí, de que Raúl ganara ese premio. Fueron 385 los poemarios participantes a concurso y el trabajo para los jurados -Maliyel Beverido, Yolanda Pantin y Benjamín Valdivia- fue exhaustivo; aún así, por decisión unánime, decidieron que la obra ganadora fuera Hemeroteca, de Raúl García Rodríguez, poeta zacatecano y periodista cultural. Jánea Estrada Lazarín: Después de De cuerpo presente, la UAEM editará Hemeroteca como parte del premio, ¿qué podemos encontrar en este nuevo libro? Raúl García Rodríguez: De cuerpo presente, como las partes del cuerpo humano, fue muy heterogéneo en sus formas; tiene largos poemas en prosa, verso libre y haikú. En Hemeroteca buqué hacer un libro un poco más unitario en el formato y la extensión de cada poema. En esos aspectos todos los textos son similares, aunque conservé la diversidad de temas, tan contrastantes entre sí como las noticias que podemos encontrar en las diferentes secciones de un diario. JEL: Sé que los poemas de Hemeroteca surgieron de noticias que tú veías en el periódico, en un mundo tan convulso como el que nos tocó vivir, ¿cómo hiciste para seleccionar las notas? ¿Es posible encontrar poesía incluso en la violencia? RGR: En realidad la selección de notas no fue premeditada. Lo primeros poemas del libro fueron parte de un experimento que consistió en tomar fragmentos de noticias de divulgación científica. Me di cuenta que a veces los científicos o los periodistas usan metáforas o lenguaje cotidiano para explicar cosas complejas o muy técnicas, por ejemplo, el descubrimiento de un agujero negro sui géneris que “eructa” partículas de luz. Creo que la imagen astronómica de un eructo luminoso es poética por sí sola. Otras veces lo peculiar de los hechos noticiosos es lo que invita a versificar y jugar con un hecho. Recuerdo la noticia del restaurador que en una iglesia del Estado de México encontró dientes humanos en la boca de una estatua. El arte suele estar en la frontera de lo siniestro, pero la mayoría de las veces esa proximidad va disimulada. Los dientes reales en una venerada imagen de Cristo tiene un poco de siniestro, pero lo siniestro abunda y siempre es explícito en las noticias policiacas. Conozco varios antecedentes de la violencia de las calles abordada en la poesía; uno reciente y cercano a nosotros es la obra de Jorge Humberto Chávez que escribió poemas sobre asesinatos y levantones en Ciudad Juárez con un lenguaje casi tan llano como el de los reporteros de nota roja, pero desde una perspectiva que permite ver lo siniestro con otros ojos sin intentar evadir la realidad. Se puede hacer

/// Raúl García Rodríguez. Foto: Dante Rodríguez.

poesía de cualquier cosa. No creo en los temas poéticos por antonomasia como tampoco creo que existan temas definitivamente no poéticos, o no poéticos a priori. JEL: Zacatecas tiene una larga tradición literaria, sé que eres un buen lector porque así lo intuyo en tu forma de escribir ¿qué referentes literarios has tenido en tus procesos creativos? ¿Cuál es tu búsqueda inmediata en la poesía? RGR: Creo que mi referente, al menos para mi último libro, han sido los poetas que hablan de lo cotidiano con un lenguaje claro que imita la naturaleza de una conversación. Entre esos poetas de lo inmediato, admiro a Billy Collins porque usando tonos que van de lo cómico a lo melancólico, puede escribir de cualquier cosa con naturalidad, por ejemplo el perro del vecino que no deja de ladrar, de los redondos dientes de los hipopótamos o de lo fácil con que olvidamos los libros leídos, libros que terminan convirtiéndose en libros “no leídos”. Tal vez hay en mi poemario también hay influencia clara de poemarios como De lunes todo el año, de Fabio Morábito, con su oda a los columpios y a otros detalles de la vida en la ciudad. También tengo muy presente el poemario Me llamo Hokusai, de Christian Peña, que entre sus extensos fragmentos en prosa incluye una nota informativa acerca de un experimento de miembros amputados, supuestamente publicada en el periódico La Jornada. Si me preguntas por la tradición literaria de Zacatecas, Javier Acosta es un referente en lo que trato de escribir. Independientemente de sus consejos y sus críticas a mi trabajo, tomo casi como una regla la austeridad de sus poemas, el poder evocativo de sus textos desprovistos de adornos innecesarios. JEL: El recibir el Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, seguro es un aliciente para tu carrera profesional… háblanos de tus principales motivaciones, por qué escribes, para quién, qué esperas de tus lectores. RGR: Yo creo que empecé a escribir porque es muy normal querer imitar a quien admiras. Hay grandes poe-

tas que admiro porque escriben cosas conmovedoras que parecen sencillas y esa sencillez te lleva a creer que es igualmente sencillo escribirlas. Luego me di cuenta de que los versos que dan la impresión de haber salido de manera espontánea y sin esfuerzo, son los más difíciles de hacer. Mi motivación sigue siendo alcanzar esa claridad casi ingenua y encontrar lectores cómplices de esa búsqueda. A fin de cuentas nadie que se tome en serio la escritura piensa sólo en sí mismo, sino que piensa siempre en los demás. Entre las bondades de los premios literarios está la de poder llegar a más lectores, y en el mejor de los casos, cómplices potenciales de la poesía. La palabra sinhogarismo acaba de ser reconocida como neologismo válido del castellano El País* Con la vista en la banqueta volví a casa como siempre buscando monedas, pero hoy sólo encontré pájaros recién caídos inertes aún sin hormigas haciendo sus labores de mudanza Pareciera que las tórtolas pueden dormir plácidamente sobre su costado sin frío como las mujeres que pasan la noche frente al palacio de Bellas Artes Los pájaros de la ciudad tienen el canto devaluado, y colores de baja denominación como la cobija de quien duerme en la calle, como el billete despintado que encuentras en un pantalón recién salido de la lavadora pero que, con algo de suerte, aún te lo aceptan en la tienda de la esquina donde trabaja una mujer que tiene la costumbre de silbar mientras te entrega el cambio *POEMA INÉDITO que, por cuestiones de tiempo, no alcanzó a formar parte de Hemeroteca, de Raúl García Rodríguez.

Poesía

[Una charla con Raúl García Rodríguez a propósito del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada]


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Proyectos culturales

Recintos independientes en Xalapa: la gestión cultural en manos de sus autores han llevado a cabo tres ediciones. También allí tienen lugar cursos y talleres, para niños y adultos, y se convoca a la convivencia y diálogo a través de iniciativas como la Escuela del Espectador. El inmueble era una bodega abandonada, que ha sido puntual (y acertadamente) adaptado para su uso actual, como sucede con otros teatros hechizos que resultan hasta más prácticos o dinámicos que los formales. Sus gestores indican:

/// El Área 51.

/// Flavia, Galería de Arte Contemporáneo.

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Por Maliyel Beverido

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iertamente Xalapa no fue una gran urbe en la Colonia, mucho menos en la época Prehispánica. Nunca fue un polo comercial ni un centro de producción agrícola. Su función de sede de actividades terciarias le dio impulso en el siglo XX, y durante la segunda mitad se consolidó como un importante asiento de movimientos culturales y grupos artísticos. En ese tiempo los recintos y los artistas se desarrollaban bajo el ala institucional, ya fuere Gobierno del Estado, Universidad Veracruzana (que no fue autónoma sino hasta 1996) o Ayuntamiento local. Aunque hubo siempre incipientes espacios independientes, fue por la década de 1990 que su número comenzó a ser importante, y hasta iniciado el siglo XXI que se extendieron significativamente. Hoy en día podemos decir que hay decenas de ellos, de distintas tendencias y vocaciones, de variadas dimensiones y objetivos, pero todos necesarios para cubrir una necesidad creciente. Estos lugares representan un poco la salud cultural de la ciudad, que no depende

/// La Casa de Nadie en Xalapa.

ya de planes gubernamentales ni están en manos de asalariados, sino que emergen de la población. Decir “independiente” es siempre riesgoso y relativo, pues muchos aplican para becas y otros apoyos, pero lo cierto es que no se quedan a la espera de la intervención de un estado paternalista. Desde el siglo pasado la ciudad atrajo a artistas e intelectuales, pero además ahora forma nuevos creadores. Con las diversas licenciaturas del Área de Artes que ofrece la Universidad Veracruzana, y las de otras instituciones educativas que se han ido implantando, los egresados tienen que generar sus propias fuentes de trabajo. La casi totalidad de los recintos emergentes complementa la promoción y difusión de actividades artísticas con algún otro giro comercial, principalmente la venta de alimentos y bebidas, pues las cuotas de recuperación de cursos y talleres, la taquilla y la comercialización de objetos de arte y artesanía no pueden por sí solas sostener los proyectos. Hay decenas, insisto, pero me voy a referir a tres de los más céntricos sólo como ejemplo. La Casa de Nadie (www.facebook. com/lacasadenadie.ac) se enfoca a la tra-

dición. Durante siete años tuvo su sede en el Callejón de Jesús te Ampare, rincón emblemático de la ciudad. Pero la intolerancia de los vecinos ante el “ruido” de las jaranas hizo que se mudara hace unas semanas. Actualmente ocupa una vieja casona en el centro de la ciudad donde puede albergar desde un comedor hasta salones de ensayo, sin olvidar el área para la música viva y los fandangos, su atractivo principal. Ofrece talleres de jarana, de zapateado, pero también de ritmos africanos y otras variantes que enriquecen la música-fusión. En su página de Facebook se puede encontrar la siguiente descripción: Es un referente en la ciudad al centrarse en la creación de un modelo de gestión y producción transdisciplinar e intercultural, de ahí que se autonombre espacio de integración, con un enfoque en las relaciones y praxis entre arte y tecnología.

El Área 51 (www.facebook.com/Area51ForoTeatral), que ya cumplió cinco añitos, es esencialmente un espacio escénico donde se presentan producciones locales y foráneas. Entre sus propuestas se encuentra el Festival de Unipersonales, del que ya se

/// La Casa de Nadie.

Si bien exigimos la atención del estado en este tema, no nos interesa una intervención directa en la generación de espacios monumentales que resultaría burocrática y con modelos pesados que ya no funcionan en nuestra realidad teatral. Así llegamos a Área 51, un espacio para hacer teatro resultado del esfuerzo de grupos independientes xalapeños y abierto a la comunidad teatral.

Flavia (https://www.facebook.com/ flaviagaleria) es una galería de arte contemporáneo. La más joven de esta corta lista, Flavia, que apenas tiene un año, se empeña en la difícil tarea de mostrar lo más vanguardista de la creación plástica. El edificio de reciente e innovadora construcción, concebido por el arquitecto Rafael Pardo Ramos, es incluso finalista de la edición 2018 del Premio Firenze Entremuros (cuyo fallo se conocerá en septiembre). Tiene un café gourmet y el área de exhibición es sofisticada y minúscula, pero igualmente se utiliza (y se alquila) para conversatorios, presentaciones, conferencias o seminarios relativos al arte actual. Su perspectiva es concreta y clara, por lo que no ha tardado en hacerse de seguidores. Estos lugares, y muchos otros más, han cristalizado el sueño de muchos: reunir a los amigos, coincidir con otros creadores y desarrollarse al margen de las políticas oficiales, creando sus propias estrategias y sus propios públicos, favoreciendo que la imagen de Xalapa como una capital cultural se mantenga y enriquezca.


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Carlos Illades

t Por

Mauricio Flores*

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na y varias veces escribiremos la historia. El curso de los acontecimientos nos obliga a revisar permanentemente el pasado. Como también el hallazgo de nuevas fuentes. Ni qué decir acerca del futuro que pretendemos alcanzar. Del comunismo mexicano, corriente políticoideológica arraigada hacia la segunda mitad del siglo XIX, en realidad no a una larga distancia del surgimiento de éste en el mundo, se han escrito varias historias. Significativamente, muchas de ellas, autorías de los mismos participantes en el movimiento. Aun no puntual, un seguimiento de éstas incorporaría los nombres de Barry Carr, Marcela de Neymet, Sergio de la Peña, Enrique Semo, Gerardo Peláez, Arturo Martínez Nateras, Jorge Castañeda, Enrique Condes, Joel Ortega, Manuel Márquez, Octavio Rodríguez Araujo, Paco Ignacio Taibo II, Elvira Concheiro y más. La novedad en el tema es la que nos ofrece Carlos Illades, coordinador de Camaradas. Nueva historia del comunismo en México, libro compuesto por diez apartados que arman el mapa histórico de la expresión en este país: “una cultura que marcó el siglo XX”. Cultura, subrayan coordinador y quien escribe, puesto que no sólo fue una expresión que influyó en las artes (lo que se analiza en varios de los capitulados del libro) sino también “práctica organizada, con medios y circuitos propios, que buscó provocar la reflexión dentro del campo popular, producir conciencia, para tomar uno de sus conceptos predilectos”. Un fantasma recorrió el mundo del siglo XIX. El mundo del anarquismo, Marx, Engels, Zola y Dostoyevski. Un fantasma que, imposible evitarlo, se asentó en México con maneras particulares y que Illades observa así: “…un conjunto de corrientes ideológicas y políticas que fluyen desde distintas geografías y experiencias históricas para conjugarse en el espacio mexicano. Y acaso la de menor presencia en el momento fundacional del Partido Comunista Mexicano (PCM) sea sorprendentemente la comunista”. Tras el apartado de inicio, substanciosa mirada al génesis del comunismo planetario, Camaradas… avanza en la conformación de la panorámica de la expresión nacional. Lo que hace apoyándose en una periodización y selección de objetos de estudio muy particular. Mapa, con sus respectivos autores, que se presenta así: 1. La creación del PCM y el papel que jugaron en ésta personalidades políticas de otras latitudes. (Daniel Kent Carrasco). 2. Las primeras inserciones del PCM en la vida política mexicana, resultante de la Revolución. (Víctor y Lazar Jeifets). 3. La influencia que tuvo Vicente Lombardo Toledano, lo mismo en la política nacional que en la del PCM, en el contexto del inicio de la supremacía ideológico-política de la Unión Sovié-

tica, y de Stalin, especialmente. (Patricio Herrera González). 4. La inobjetable presencia del PCM y destacados miembros en organizaciones de la cultura nacional (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios), en el contexto del avance del fascismo en el mundo. ( John Lear). 5. La importancia que tuvo la política editorial del PCM (libros, publicaciones periódicas) en la sociedad mexicana. (Sebastián Rivera Mir). 6. La relación del PCM con la experiencia del exilio y la divulgación de la filosofía marxista (Wenceslao Roces, traductor de El Capital). (Alejandro Estrella). 7. El papel de las publicaciones periódicas del PCM en los nuevos años. (Luciano Concheiro y Ana Sofía Rodríguez). 8. La manera en que el PCM asimiló la renovación del marxismo. (Illades). 9. La crisis final del PCM, antecedente de la llamada unidad de la izquierda. Su extinción. (Massimo Modonesi). 10. La disyuntiva comunismo-capitalismo en algunas expresiones artísticas (cine). (Rodolfo Suárez). Pertinencia y fuerza Si bien no destaca en Camaradas… un eje analítico, una tesis que abarque el estudio de cada caso y etapa, acaso una justificación metodológica, historiográfica, su lectura completa la observación del comunismo en México. Se entiende también que al ser una historia escrita por diferentes autores, y de diferentes espacios académicos, Camaradas… tendrá a la diversidad como perfil destacable. De ahí su pertinencia y fuerza (aparente inconveniencia y debilidad) y contribución a la conformación de la historia permanente, viva, cambiante, de una expresión de la que

muchos esperamos nuevos tiempos. Completar una historia sobre el comunismo en México no es tarea sencilla. Y creo que ni siquiera sería conveniente. Su escritura deberá proseguir, más aún cuando el curso de los acontecimientos políticos del país que encaran a la expresión presenta comportamientos cambiantes. Si bien apuntados en algunos de los apartados de esta “nueva historia”, faltarían por abordar, historiar, muchos de los terrenos en los que el comunismo mexicano ha tenido presencia. Destaco algunos: el movimiento estudiantil y, sustancialmente, el movimiento de 1968; las luchas indígenas y campesinas; expresiones como el feminismo y la lucha por las reivindicaciones de género. También la presencia que la corriente comunista ha tenido en el parlamentarismo mexicano, a partir de la conformación de un primer grupo en la Cámara de Diputados, en la LI Legislatura, aún existente el PCM; y el papel con el que las diferentes disidencias internas han influido en la política programática de la organización. En tanto, esta “multifacética historia de estos colorados, rojos según la propia tradición” (Illades) es por demás bienvenida. Historia ecléctica que habrá que recibir sin prejuicios. ¿No está la historia del comunismo mexicano también contenida en la prodigiosa obra literaria de José Revueltas (Los días terrenales, El cuadrante de la Soledad, Los errores); igualmente en sus ensayos y obra periodística; o en ese libro fundamental para el entendimiento de la corriente político-ideológica, inadvertido en esta obra, Ensayo sobre un proletariado sin cabeza? *** Carlos Illades (coordinador), Camaradas. Nueva historia del comunismo en México, SC/FCE, México, 2017, 376 pp.

* @mauflos

Op. Cit.

Una nueva historia del comunismo mexicano


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Sergio Pérez Torres Poesía

La prisa es un arma peligrosa en el arte t

Por Armando Salgado

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ergio Pérez Torres (Monterrey, Nuevo León, 1986), es un poeta que va más allá de una cultura determinada, no ancla su visión a un modelo, y rompe moldes para vivir de manera sincera consigo mismo. Su poesía es una delgada línea donde muchas experiencias cruzan sin necesidad de afanarse a un recetario. Sergio Pérez, como creador y promotor cultural ha generado diálogos interesantes entre lectores y poetas, que sin duda, amplían las posibilidades del lenguaje en una sociedad que necesita continuar reconstruyendo el sentido de las cosas desde la poesía, y desde cualquier conducto que nos permita preguntarnos por qué pensamos como pensamos. En este ciclo de entrevistas a poetas, Sergio Pérez Torres viene desde el norte del país a compartirnos su visión sobre estas posibilidades. Armando Salgado: Recientemente publicaste Party Animals, editado por el gobierno de Nuevo León, como parte del Premio Nacional Carmen Alardín 2017; ¿qué otras cosas podrías compartirnos sobre él? Sergio Pérez Torres: Se dice que todo acto es político, en este caso sería por reacción. En Party Animals no está la resistencia de la canción de protesta o el testimonio de la narconovela. Fue escrito en 2011, durante la llamada Guerra contra el narco. Entonces mi ciudad era en extremo peligrosa, la poesía era mi arma contra el miedo. Lo que quise plasmar fue congruente con cómo quise vivir, es decir, sin olvidar que detrás de toda la violencia todavía era posible salir por la noche, bailar, ilusionarse, besar, amar. De cierto modo esta serie de poemas es el común denominador de mis salidas nocturnas en aquella época sangrienta. Además, hay una trama oculta entre la luz y la oscuridad; ambos elementos se presentan como los personajes ocultos del poemario. Se relacionan, se atraen, chocan, se mezclan, se repelen, del mismo modo que el yo poético con el objeto amoroso. AS: Organizaste un encuentro literario de escritores jóvenes en Nuevo León en varias ocasiones: háblanos de esta experiencia, ¿qué conclusiones pudiste elaborar a partir de coordinarlo? SPT: Durante cinco años he sido curador y coordinador del Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes, desde su quinta hasta su novena edición. No imaginé que resultara tan enriquecedor. Por una parte, me vi obligado a seguir de cerca y leer a mis pares; por el otro, cada tema que escogí era el resultado de una preocupación orgánica que no dejaba de asediarme,

lo desmenuzaba en mesas de ponencia para que los veinte autores echaran luz o resolvieran poco a poco las cuestiones año con año: ¿Cómo combinar el oficio de escritor con otro trabajo? ¿Qué generalidades permanecían de cada género literario? ¿Cuáles son las particularidades de cada literatura regional en México? ¿Es posible hablar de una verdadera literatura joven? ¿Cómo se enfrenta cada libro ante la muerte? Sería injusto nombrar sólo algunos de los cien escritores que invité, la mayoría llegaron al evento como desconocidos y se fueron como amigos. Lejos de lo personal, percibo que la literatura mexicana parece gozar de una buena salud, en la medida hay grupos que se apoyan y antagónicos, hay distintas líneas de creación enfrentándose y también creadores en solitario desarrollando su obra como rara avis. T. S. Elliot habla sobre convertirse en un poeta, éste surge por las condiciones necesarias en una sociedad y no por un deseo individual. Para bien y para mal, el sistema literario mexicano contempla un montón de publicaciones, premios, becas y demás apoyos a nivel universitario, municipal, estatal, nacional e internacional; hay ferias del libro, festivales, encuentros de escritores y demás en los que todos los gastos son cubiertos. Claro, existe el peligro de que esto desemboque en obras de invernadero o de fábrica, autores sumisos o confundidos; afortunadamente hay muchos exentos y algunos fuera de esta dinámica. Lo que me parece importante es que ciertas con-

diciones están dadas para apoyar a los artistas y sus creaciones. AS: Nuevo León es un Estado que aparentemente apoya a sus creadores; ¿cuál es la salud de la poesía regia?, ¿qué poetas regiomontanos sugieres?, ¿hubo influencias que incidieran en tu formación como escritor? SPT: No conozco a fondo la poesía regiomontana y detesto cuando alguien me dice qué debo leer, escuchar o ver tal cosa, aunque luego acabe agradecido de por vida por ciertas joyas que probablemente hubiera muerto sin conocer. Hay pocos buenos recomendadores, que tienen ese don de decir qué cosa podría gustarle a alguien de acuerdo a lo que conoce del otro y no respecto a sus gustos propios. Fuera de lo que cualquiera prefiera, creo que si, sobre todo, un hispanohablante se priva de leer a Alfonso Reyes, se está perdiendo de algo fundamental. Borges decía que Reyes era el mejor prosista de lengua española en cualquier época, pero ningún elogio de ese alcance sobre su poesía. Hasta finales del siglo pasado, la narrativa parecía la gran apuesta de las obras producidas en Nuevo León, en algún momento David Toscana, Eduardo Antonio Parra y otro más dieron lugar a esto, me parece que tras su partida las condiciones cambiaron y ahora las plumas con más vuelo son las de los poetas. Podríamos hablar de obras sólidas: José Javier Villareal, Minerva Margarita Villareal, Renato Tinajero, Armando Alanís

Pulido, Margarito Cuéllar, Luis Aguilar y José Eugenio Sánchez. Entre los jóvenes tendríamos a varios que han obtenido premios nacionales e internacionales como Jesús de la Garza, Jehú Coronado, Adelaida Caballero, Diana Garza Islas, Óscar David López e Iveth Luna; además de Merari Lugo Ocaña y Carlos del Castillo, que aunque nacidos en Sonora y Tamaulipas respectivamente, escriben desde La Sultana del Norte. Nunca he tomado un taller de creación ni pertenecido a un grupo literario. Disfruto el diálogo, la retroalimentación y otras formas de socialización con el gremio, pero creo que la intimidad puede leerse claramente en toda mi obra y ésta es el reflejo congruente de la forma en la que trabajo. Si bien, tengo un respeto por la obra de otros escritores regiomontanos y agradecimiento por las condiciones que prepararon para cuando yo llegué a la literatura, no podría hablar de tal autor como una influencia o guía para mi trabajo. AS: Además de poesía has incursionado en narrativa: háblanos de tus obras publicadas, ¿dónde conseguir tus libros y cuáles nos recomiendas leer?, ¿por qué escribir poesía cuando hay otros géneros que tienen mayor alcance y público más amplios? SPT: Si alguien me leyera por primera vez, me gustaría que fuera con Party Animals, creo que puede disfrutarlo incluso alguien que nunca ha leído poesía, ése puede conseguirse en las librerías de


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Educal. Por ahora, creo que el libro que prefiero de los que me han publicado es Cortejo fúnebre, se compra fácilmente en la página de Proyecto Literal. Mis series de poemas tienen un tema central y su campo semántico orbita en un imaginario que también teje relaciones entre sus elementos. En ese sentido, en la forma hay cierta constancia o parecido en mis diferentes libros. También debo decir que, por lo general, cada serie de poemas está escrita para algún amor, aunque lo central sea el tema que desprendí de él, más que la persona en sí. En vez de ir buscando temas, prefiero hablar de ir encontrándolos, tal vez hago variaciones de las cosas que siempre me obsesionan o me perturban. No escribo para buscar la originalidad o la sorpresa. Admiro mucho a ciertos

autores que parecen escribir desde su primera hasta su última obra con el mismo registro, formando así un corpus contundente. Ahora pienso en Rumi, Marosa di Giorgio o Emily Dickinson. Me gustaría que mi obra fuera así. Claro, esto no resulta tan atractivo para nuestra idea del progreso y esta adicción a lo novedoso. La escritura, como cualquier arte o habilidad, tiende al mejoramiento por la práctica, pero creo que cuando uno encuentra lo que quiere hacer, los detalles que van cambiando a veces son imperceptibles a primera vista. Escribo poesía porque lo que quiero decir encuentra su expresión óptima ahí. El que hasta ahora es mi único libro de narrativa no fue planeado como tal, eran poemas en prosa que dieron lugar a relatos. Tras unas páginas, intuí a dónde me llevaba la naturaleza de la obra. Por ahora no tengo contemplado otro libro de este género, aunque es muy probable que cierto material vuelva a tener que ser tratado fuera de los poemas. AS: En estos tiempos donde amar parece anticuado, ¿por qué es importante el amor?, ¿con qué poetas te hubiera gustado tener un romance intenso a la usanza de Rimbaud? SPT: Me sigue pareciendo increíble cómo Safo de Lesbos marca una ruptura de lo épico a lo lírico. Unos dicen que inventó la estrofa sáfica, otros que un instrumento de cuerdas, algunos más le atribuyen la púa; me gusta pensar que su genio poético, de cierto modo, inventó el amor en Occidente. Parecería algo anticuado sin una conciencia histórica, pero no es cualquier cosa sobreponer el sentimiento personal por encima de lo social, expresión del yo como un resultado del inconsciente colectivo. Si todo acto es político, ella eligió permanecer en un mundo

sensible, lo que viene de maravilla a estos tiempos, donde en vez de este sentido de lo personal, se inclina por el individualismo. Nuestra concepción y sensibilidad no es la misma, estamos sobreexpuestos, sobreestimulados, sin cuestionar lo que dejamos debajo. Lo amoroso nos acerca al otro, nos une. Me hubiera encantado liarme con varios galanazos: Pier Paolo Pasolini en su etapa de I Pianti, con Vladimir Maiakovski durante La nube en pantalones o con Jack Kerouac antes de On the road. Y si hablo de contemporáneos, no he perdido mis esperanzas con Javier Vela o David Leo García. AS: ¿Cuáles han sido tus puentes para cruzar de lo cotidiano al arte todos los días?, ¿qué otras experiencias frecuentas para mantener viva la escritura?, ¿qué recomendaciones le darías a quien apenas intenta escribir poesía? SPT: Tal vez hacer poesía consista en vivir en el puente y a veces dormir debajo. Pienso en la poesía como género en lo literario, pero creo en la poesía como manifestación en la vida. Es importante estar atento, jugar un estira y afloja entre lo que se percibe y lo que se superpone, además de confiar en la memoria para acceder a esas experiencias al momento de trabajarlas en palabras. Incluso en cuestiones de horror, sufrimiento o cansancio, puede extraerse material poético. Aprender modos de ver el mundo me estimula para seguir creando. En mi caso, trato de explorar nuevos campos de conocimiento para estar en contacto con opiniones distintas, nuevas estructuras, palabras desconocidas, microuniversos lejanos y más procesos. Me gusta sentarme a leer poesía y demás literatura, pero para crear me sirve más obtener otros materiales, de cierto modo confío en que así se nutren y sostienen de mejor modo

Sobre la tumba de Nicolás Tesla VII Todavía recuerdo mi primera muerte, la serpiente eléctrica mordía cada aorta, ni un antídoto para la raíz de un dios. Entonces lo reconocí mientras llegaba, esa voz de trueno en un bosque de silencios, la convulsión febril de mi cuello entre sus manos. Por un momento olvidé que tenía piernas, esa silla eléctrica con la furia de esta noche, ahora sé qué forma tomará mi muerte cuando vuelva. VIII A veces hay quien en la tormenta se refugia bajo el árbol que lo vio crecer, pero igual es alcanzado por un rayo. Él ha extendido su mano hacia la noche y se ha vuelto del color de la neblina, las palomas se posan sobre esta cruz. Y yo, inerte de tanta espuma en este albor, me he sacudido al besar su piel endurecida como el corazón de un ave luego de una descarga. IX En mi niñez los demás miraban estrellas fugaces, apretaban sus párpados y pedían un deseo, yo me conformaba con el milagro del trueno. Detrás de la cornisa me senté a enamorarme de la luz, eran telarañas que se rompían con su propia potencia, atrapaban mis ojos como presas dóciles, pero no volvían. Pasaron años y me sucedió su voz, reconocí al instante lo que rogué en la tormenta, toda la furia encarnada en el rostro de algún dios. [Cortejo fúnebre; Proyecto Literal/ Instituto Sonorense de Cultura, 2017]

Poesía

los poemas. Lo que detona aquel estímulo creativo sucede más bien mientas visito lugares, camino por el parque frente a mi casa, bailo en una fiesta, beso con la percepción borrosa, cosas así. Después de la guerra, la paz. Casi siempre escribo en el escritorio de mi biblioteca para concentrarme y trabajar sin distraerme; afuera de ahí, por lo general, solamente escribo algún verso, una idea o cierta nota. No soy de los que disfrute ir a un café a leer, mucho menos a escribir, aunque sí puedo hacerlo en lugares en los que ya tengo mucha familiaridad. Si alguien empieza a escribir poesía le recomendaría calma, paciencia y perseverancia. René Char escribió entre muchas de sus maravillas: “Tienes prisa por escribir / Como si hubieras llegado tarde a la vida”, me parece que esa prisa es un arma peligrosa en el arte, pues éste requiere oficio, desarrollo, práctica. Además, también me parece que, más al inicio, uno tiene que leer mucho más de lo que escribe para darse una verdadera idea primeramente de lo que realmente le gusta, luego de qué y cómo quiere escribir.


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LA GUALDRA NO. 344

México 86: un recuerdo Por Eduardo Campech Miranda t

Río de palabras

I

gual que muchos mexicanos mayores de cuarenta años, el encuentro de futbol del pasado domingo 17 entre las selecciones nacionales de Alemania y México, fue una máquina en el tiempo hacia aquel Estadio Universitario en 1986. En aquella ocasión la congoja y la frustración vinieron después de la euforia y emoción del partido. Ese Campeonato Mundial, el segundo en nuestro país, fue escenario de la “mano de Dios”, de las goleadas de Dinamarca a Uruguay y de España a Dinamarca, de las fallas de Platini y Zico, de la magia de Maradona, de todo un pueblo poniendo sus esperanzas en Hugo Sánchez. En aquel tiempo yo jugaba en la escuela de futbol de los desaparecidos Coyotes del Neza. Cada quince días íbamos al Estadio Neza 86 (entonces llamado José López Portillo) a fungir como recoge-balones y, si había suerte, jugar al medio tiempo. Cuando se anunció que “nuestro” estadio sería sede del evento mundial, la ilusión de hacer en el torneo de la FIFA lo que hacíamos en la Liga, alimentaba nuestros púberes corazones. Ya nos vislumbrábamos dando el balón a algún integrante de

la Quinta del Buitre o algún astro desconocido –para nosotros- de Dinamarca o Escocia. Infancia e inocencia se conjugaban. Previo a los encuentros en la sede, la presunción y la arrogancia de quienes íbamos a ser parte activa de los juegos se derrochaba entre los compañeros de la secundaria, desatando no pocas envidias, antipatías, enemistades y dudas. Así fuimos preparando nuestros objetos de culto: el

balón, la camiseta, la revista que serían inmortalizados por la firma de alguna estrella del balompié. El primer partido, Escocia contra Dinamarca, no nos resultaba atractivo. Insisto, la gran mayoría de nosotros desconocíamos a las estrellas de esos equipos. Ese día llegamos al estadio dos horas antes del cotejo. En las inmediaciones, la algarabía. Pero el gozo se fue al pozo. Unos mi-

Un mar de cosas para viajar desde el asiento de tu sala

Viajes

t

Por Carlos Flores

E

xisten varios tipos de viajes, desde el clásico que puedes emprender al subirte a un auto, autobús, barco a avión, que te transportará a alguna localidad alejada de tu espacio vital, donde seguramente serás un extraño y que de alguna manera te podrás apropiar del espacio visitado: su historia vista a través de sus monumentos y museos, su arquitectura y su trazo; sus tradiciones, reflejadas en su comida, su música y sus festividades; su idiosincrasia, entendida a partir del transporte público, las calles y su población, así como su lengua y sus actividades. Existen también los viajes psicotrópicos que puedes emprender al fumar o consumir una sustancia con alcaloides, que permiten hacer un viaje introspectivo hacia el interior de la psique, y que pueden ser muy placenteros o muy escalofriantes, dependiendo de tu lectura del mundo, tus miedos y frustraciones. Pero últimamente, la tecnología nos ha puesto a la mano una serie de viajes que son provechosos y que no implican consumir ninguna sustancia ilegal que contribuya

a la violencia nacional que impera hoy día y que nos obliga a confinarnos precisamente en el sillón de la sala y hacer uso de lo que la tecnología nos puede proveer. Hablo de los libros, que aunque la forma más común es obtenerlos de manera impresa, podemos en la actualidad adquirirlos de manera electrónica, pues existen en internet una infinidad de publicaciones, desde la literatura clásica, medie-

val, novohispana, renacentista, moderna, vanguardista, hasta los best sellers de hoy en día; asimismo, podemos encontrar una infinidad de historietas o novelas gráficas que nos ayudaran a pasar horas y horas sin salir de casa. De igual manera encontramos música de todos los géneros y estilos, desde la vernácula mexicana con sus cuerdas y metales, hasta el jazz con sus impresionantes

nutos después de nuestra llegada nos reunieron para informarnos que por indicaciones de la directiva, los recoge-balones serían sus hijos, familiares y conocidos; que podíamos irnos a casa y volver en unas semanas. ¡Qué frustración!, ¿y ahora qué les diremos a los de la secun? Ni tardo, ni perezoso, Miguel (conocido como el Moco y que en paz descanse), se integró a la fiesta de daneses y escoceses. Incluso aparece en alguna película del mundial. Así que comenzó a llenar su álbum fotográfico con firmas de los aficionados europeos. Cuando el lunes llegamos a la escuela éramos el centro de atención. Los ojos desorbitados de nuestros compañeros miraban cómo habíamos obtenido los autógrafos de los jugadores. Hasta que uno de nuestros más severos detractores arrebató mi revista, la hojeaba con esmero, buscando la prueba de nuestra mentira. Hasta que ésta apareció. Un aficionado de Irlanda del Norte (país que tendría su sede en Guadalajara), había firmado sobre la foto de su seleccionado. De inmediato grito. “¡Estos güeyes les pidieron autógrafo a los turistas!”. La admiración cedió su lugar a la burla y el escarnio. Por eso, la derrota de México en Monterrey, fue peccata minuta en términos emocionales.

improvisaciones, el rock con sus miles de propuestas, la clásica con sus impresionantes paisajes y momentos de fuga que nos permiten pasar horas en el sillón, donde simultáneamente podemos oír música y leer algo. Encontraremos también una infinidad de películas, desde las primeras mudas que estaban tan cercanas al teatro que el maquillaje y la actuación poseían aún esas características del artista histriónico en el escenario, hasta las de hoy en día que se hacen casi en su totalidad con un procesador de efectos especiales. Todo esto me recuerda a la matrix, sacada de esa película donde los seres humanos vivíamos conectados a una máquina a la cual alimentábamos con nuestra energía vital, y a cambio, la bondadosa máquina nos permitía vivir un sueño en el cual los protagonistas éramos nosotros, y donde podíamos convertirnos en un gran atleta, un excelente guerrero o entrar en una casa encantada donde lo único sobrenatural era la falla en el software de la máquina. Hoy en día, la conexión está a la mano, sólo necesitamos un procesador conectado a internet, y podemos viajar a esos lugares, e incluso podemos acercarnos casi a cualquier punto del globo y observar de cerca calles, lagos, parques, casas, museos, supermercados y una infinidad de paisajes y lugares de manera virtual, a los cuales quizá jamás tendremos acceso en la vida real.


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25 DE JUNIO DE 2018

Desayuno en Tiffany’s, mon ku

Desobediencia Cine

t Por

Evelyne Coutel

P

oco tiempo después de estrenarse Una mujer fantástica –la película chilena que se llevó el Óscar a Mejor Película Extranjera en la última entrega de premios–, Sebastián Lelio vuelve a la palestra con Desobediencia (Disobedience), un título contundente y simbólico que alude directamente a la transgresión, a la infracción o al quebrantamiento de unas reglas. Igual que en el largometraje anterior, el cineasta esboza una situación propensa a provocar el escándalo ya que gira en torno a unos amores prohibidos que se salen de la norma heterosexual. Otro punto común que comparte esta película con las anteriores –no sólo con Una mujer fantástica, sino también con Gloria– consiste en la centralidad de unos personajes femeninos que tratan de romper los hierros que se oponen a su libertad. Si la cuestión del género y de lo femenino no fue el desencadenante de los proyectos fílmicos de Lelio cuya intención era más centrarse en la marginación de aquellos seres cuya existencia se considera menos legítima y hasta legal, no cabe duda de que con Una mujer fantástica su producción cinematográfica ha pasado a formar parte de los debates que están teniendo lugar en Chile y en Latinoamérica sobre la identidad femenina y los derechos de la mujer. En dicha película, las protagonistas de la desobediencia forman parte de la comunidad judía ortodoxa, con lo cual la trama

se desarrolla sobre un fondo de intolerancia religiosa que constituye el elemento clave de la oposición entre el individuo y su entorno. Estas mujeres se llaman Ronit (Rachel Weisz), una fotógrafa que se fue a Nueva York y que vuelve a Londres tras la muerte de su padre, un rabino que había renegado de ella; y Esti

(Rachel McAdams), una mujer casada y entregada a los principios de su religión. La vuelta de Ronit reactiva la pasión nacida años antes entre ambas mujeres, provocando una serie de dilemas y conflictos que plantean la cuestión de la libertad y del derecho a ser diferente. La tensión es alta ya que

la pasión inhibida vuelve con más intensidad, de modo que en cada momento se siente la amenaza y la proximidad del escándalo que puede armarse en este microcosmos en el que cada uno es objeto de la mirada vigilante e inquisitiva de su vecino. A lo largo de la película se desarrolla entre todos los personajes un lenguaje de la mirada mediante el cual se expresan los sentimientos, los miedos y también el rechazo o el odio que experimentan quienes no están dispuestos a aceptar la relación entre ambas mujeres. A través del título de su última cinta, el cineasta presenta la desobediencia como un motor para el cambio, una actitud sin la cual sería muy difícil conseguir que un determinado contexto político, histórico o sociocultural evolucione o cambie. Por su dimensión simbólica, es probable que el título de la película sea recuperado e incluso se convierta en un lema para las asociaciones que luchan por los derechos de las mujeres y para los movimientos LGBT.

El Marxismo en México. Una historia intelectual, de Carlos Illades [Reseña]

L

a obra de Illades cumple con su prometedor título, lo que de entrada hace al libro atractivo, no sólo para el investigador o especialista, sino hasta para aquel lector curioso que se sumerge satisfactoriamente en el universo de los textos, como lo es el histórico, ubicado espacialmente en México y temporalmente en el siglo XX y principios del XXI. Explica de manera fluida, pero sin perder el rigor académico, un panorama general del marxismo en México, una historia intelectual que, a partir de ob-

servar los personajes que defendieron dicho pensamiento con distintas posturas, podríamos considerar la existencia de

una tradición marxista en México; pues se menciona desde la primera generación reconocida abiertamente como “marxista”, así como el tránsito por la clandestinidad, el posterior abandono y un posible resurgimiento. La obra ofrece pues un panorama completo, iniciando con los que fueron totalmente influenciados por la Revolución de Octubre desde 1917 que siguieron sin cuestionamientos dicho proyecto -entre los que figuran nombres como V. Lombardo Toledano y Wenceslao Roses-; pasando por la una segunda generación de revolucionarios identificados con el llamado marxismo humanista, quienes ya critican los horrores del “socialismo real” -podemos

*** Illades, Carlos, El Marxismo en México. Una historia intelectual, México, Taurus, 2018.

Twitter @ValerioMirand

Libros

Por David Valerio Miranda t

mencionar aquí a pensadores como José Revueltas y Adolfo Sánchez Vázquez-; así como las generaciones posteriores que se enfocaron en la investigación del marxismo desde el ámbito académico, sin olvidar el lado radical que también buscó otras vías de transformación en el contexto de las décadas de los setenta y ochenta, periodo en el que se consideran una gran variedad de nombres, por lo que, mencionar sólo algunos sería injusto. Posteriormente se retoman los personajes de la desilusión y el abandono para, finalmente, considerar el posible resurgimiento de una tradición que quizá nunca se fue, ahora en un contexto más complejo donde los Estados-Nación se enfrentan a un orden económico globalizado. Como siempre, el mejor juicio lo tendrá usted, estimado lector.


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LA GUALDRA NO. 344

Hereditary, de Ari Aster t

Por Adolfo Nuñez J.

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Cine

n la secuencia inicial de Hereditary (2018) la cámara se pasea por una habitación ubicada en un lugar desconocido donde, a través de una ventana enfoca una casa del árbol en medio de un bosque. Luego, dentro de ese mismo cuarto, penetra en una pequeña casa de muñecas donde se percibe una pequeña figura recostada en una cama. De modo casi surrealista y sin corte alguno el escenario cobra vida, alguien entra a la habitación y despierta a la persona que se encuentra dormida. Este inicio representa de manera metafórica tanto el fondo como la forma de la ópera prima del director Ari Aster, un retrato retorcido y perturbador de las herencias familiares pasadas y la manera en la que repercuten en el presente de sus protagonistas, como si éstos no fueran más que muñecas, juguetes u objetos empleados por alguien más que les dicta lo que deben hacer. La cinta inicia con la muerte de la abuela de la familia, la cual no parece haber dejado un grato recuerdo en su hija Annie (Toni Collette), quien da un discurso desconcertante en el funeral de su madre, donde habla de la poca habitual y nada saludable relación que llevaba con ella. Más adelante nos enteramos de que, además de la distante relación con su madre, su

/// Hereditary, de Ari Aster.

/// Ari Aster, Dir. de Hereditary.

familia está llena de tragedias que busca olvidar, tales como suicidios y enfermedades mentales, y por otra parte, el propio núcleo familiar de Annie no está pasando por su mejor etapa. La relación con su esposo Steve (Gabriel Byrne) es fría, su hijo mayor adolescente Peter (Alex Wolff) es

poco comunicativo, y su hija menor Charlie (Milly Shapiro) se la pasa haciendo dibujos extraños en su cuaderno y construyendo perturbadores juguetes con partes de objetos y animales muertos. Hereditary (que en nuestro país es distribuida como El Legado del Diablo) es una cinta de horror que lejos de simplemente transmitir miedo causa una enorme y creciente sensación de malestar al mostrar cosas inherentes en todos nosotros, pero con la sensación de que no deberíamos estar viéndolas, pues la raíz de su horror no es enteramente sobrenatural sino del constante encierro emocional de las relaciones en familia y que se desenvuelve de manera progresiva y con precisión causando un impacto psicológico brutal. El guion original, escrito por el propio

Tres veces no Río de palabras

t

Por Alex Barceló

¿Será un pretexto? Ni me destruyo ni te construyo. Cada noche se deja un sabor diferente en la habitación. El tocadiscos reconoce los diferentes cuerpos, pero mis manos no tienen nacionalidad. Descubro tu nombre en cada copa, luego el carmín me hace olvidarte. El perchero, sutilmente, desplaza tu ausencia a la calle. Soy explorador en mi propia casa. Todos los días juego a las damas, pero no sé si gano o pierdo. No sé en qué momento el pasado se vuelve pasado. No sé en qué cajón guardé tu foto; en qué ojos dejé tus ojos. En qué libro dejé tus palabras. En qué boca perdí tu voz. ¿Será un pretexto buscarte en cada biblioteca y perderme en la infinidad de letras que no lleva tu nombre? Tengo un boleto abierto para regresar al ayuno eterno, al agua fría, a la siesta forzada. Esta mañana, una vez más, no subí al tren. Culpas No es culpa del hambre que paso a falta de inspiración; inspiración que no encuentro en otros ojos, en otros cuerpos.

No es culpa de los perdones desgastados que vacilan con la verdad ni de las verdades desgastadas por el perdón. Tampoco es culpa de las casas vacías que invitan a esconderse en el armario ni de la miel color ámbar que desprenden ciertas pieles. No es culpa de los besos sin amor

director, Aster, construye con sumo cuidado las enfermizas dinámicas familiares y gracias a las grandes actuaciones de todo el elenco (destacando por encima de todos Collette) constituyen a personajes desgastados y rotos, cuya condición humana y patologías son representadas a través de planos largos y detallados, cuyos lentos encuadres repletos de oscuridad acrecientan la delirante sensación de pesadilla. Como resultado, Hereditary es una puesta en escena intensa y perturbadora, la propia casa de muñecas es de una fuerza externa –ya sea un ente sobrenatural o el mismo director de la cinta- que dirige al espectador a un inminente desenlace donde hasta el elemento más retorcido termina por encajar, y que vuelve evidente que los demonios familiares son los más difíciles de expulsar.

ni de la falta de tacto ni de las manos perdidas. No es culpa de los silencios forzados ni de los móviles no atendidos. No es culpa de las mentiras piadosas ni de la honestidad descarada con la que tu alma sucumbía. No es culpa de las otras mil culpas no dichas aquí. Es culpa de nada, de las meras ganas nacidas tan de repente; del rocío del desamor. Te existo Como enredadera tu recuerdo trepa sobre mí. ¡Y qué hago! Si no sé más que escribir para ti. Entre danzas, cigarrillos, música, recuerdos, mentiras, desamor, bocas, ojos y olvido. Si ya no soy la llama infernal que quema dentro de ti. ¿Qué soy? Ya no soy lo que roza tu alma para provocarte un suspiro. Si acaso soy un cuerpo en la subasta de tu memoria, no me vendas por menos de nada. Sigues siendo el ritmo de mis pasos al bailar. Pero, querida, un cuerpo necesita un cuerpo, no una sombra desolada que apenas se sostiene porque no cae. Ni pensar en lo que haré cuando la soledad se harte de mí. Te bebo en el sudor frío de mis manos. Y te fumo, te destruyo, te reconstruyo, me deshago y te maldigo. Te bendigo y te recuerdo. Te estrello en las paredes, en los cristales, en mis ojos. Te deseo. Te existo.


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25 DE JUNIO DE 2018

Encuentro de Talleres de Gráfica en el circuito de la región Centro–Occidente / Nayarit–Zacatecas [28 de junio de 2018, 18:00 Hrs., inauguración]

Artes visuales

/// Emilio Carrasco, Guadalupe, Zac.

Por Magdalena Okhuysen t

L

a Dirección de Arte y Cultura presenta el tercer segmento de su programa trimestral de trabajo con el Encuentro de Talleres de Gráfica en el circuito de la región Centro–Occidente/Nayarit–Zacatecas. Esta muestra se propone un primer acercamiento para crear un medio que permita fortalecer las líneas de comunicación e intercambio entre el público interesado en la gráfica como técnica artística, los jóvenes creadores que comienzan a experimentar con las distintas técnicas y los artistas grabadores que integran esta selección en función de una trayectoria sólida, dominio técnico y consolidación de un lenguaje propio. Los grabadores de Zacatecas que participan en esta selección son también los responsables de los siguientes talleres: Taller

/// Juan Carlos Ponce López, Nayarit.

/// Irma Gutiérrez, Nayarit.

Central de Grabado, adscrito a la Unidad de Talleres Permanentes de la Dirección de Arte y Cultura, a cargo de Anael Tritura; “El Topo”, de Odín Barrios; “Vetagráfica”, de Alberto Ordaz; “El Sotol”, de Nacho Vera Ponce y “Pentágono”, de Pedro López Recéndez; además, contamos con la participación de los maestros Emilio Carrasco, Leticia Zubillaga, Eduardo Arvizu y Jesús Reyes Cordero, que trabajan en lo que podemos denominar como “talleres de autor”. Esta muestra se presenta con el título Ciudad ecléctica, que el maestro Pedro López Recéndez, curador y co-organizador de la muestra, expresa en estas palabras: El acercamiento entre las diferentes culturas y el intercambio de ideas que se da en las personas generan el enriquecimiento cultural que requiere cualquier sociedad para apuntalar su desarrollo y crecimiento. Las posibilidades expresivas, la multi-

plicidad de originales, su bagaje histórico y su maleable sustancia mágica hacen de la gráfica un gran medio artístico, al que confluyen los más vanguardistas e iconoclastas creadores, como también los más profundos investigadores que se sumergen en ellas como cultores de este antiguo oficio. Ciudad ecléctica es una muestra de obra gráfica integrada por piezas que reflejan en su extensa variedad las diferentes soluciones técnicas, así como la incorporación de las nuevas tecnologías aplicadas al grabado y estampación que permiten la libertad de creación y dan a los resultados una potencia capaz de generar mayores posibilidades artísticas. Reconocer la más poderosa seducción que la gráfica ejerce para mí es el magnetismo de sus talleres, la atmósfera que se percibe en sus luminosos espacios cargados de aromas penetrantes: el thiner y el barniz que embriagan los sentidos. Los elementos naturales —fuego, metal, agua, piedra— son la materia prima en

/// Pedro López Recéndez, Zacatecas.

este arte y convocan a su transmutación, a la búsqueda de esa verdadera piedra filosofal que es la interiorización, la creación y el oficio de esta maravillosa e increíble labor.

Nayarit, a través del Taller de gráfica “El Peyote Azul”, adscrito al Centro de Arte Contemporáneo “Emilia Ortiz”, dependencia del Centro Estatal de la Cultura y las Artes de Nayarit, ofrece una selección de grabadores de solvente trayectoria a través de una vasta muestra colectiva representada por Irma Gutiérrez, Allan Herrera, Juan Lamas, Alejandro Meza, Juan Carlos Ponce y Saúl Tortolero. Tendremos también ocasión de presentar la muestra individual Corina Ramírez. Retrospectiva entre la gráfica y la pintura para celebrar sus treinta años de trayectoria como artista que ha construido un complejo y elegante universo poético a través del dominio de diversos lenguajes y técnicas artísticas. A lo largo de más de veinte años, Corina ha estado a cargo de “El Peyote Azul”. Finalmente, se invita a la comunidad artística en general a participar en la sesión de grabado, el viernes 29 de junio, de las 16:00 a las 20:00 horas, en la Casa Municipal de Cultura​. Podrán participar todos los artistas que así lo deseen, grabando una placa de mdf para su inmediata impresión; las placas, el papel y los materiales de impresión serán facilitados por el Taller Central de Grabado. Cada participante deberá contar con la herramienta necesaria para la realización de su trabajo. La impresión se hará en tres tantos: dos para el participante y uno para la Institución convocante, como resultado de este Encuentro.


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LA GUALDRA NO. 344 /// 25 DE JUNIO DE 2018

La Marquesa Río de palabras

Ya te alejas dormida ¡tu barca es bruma, sueño, la otra orilla! Federico García Lorca

t

Por Alberto Huerta

Maquillada y peinada como muñeca de sololoy, recostada en la cama como Maja Vestida, con el abanico en la mano para espantar los calorones de mayo, Felipa Gallegos, La Marquesa, no bajó al salón a hacer sala.

Lo sabemos t

Por Pilar Alba

Sé que tú lo sabes, que desde hace tiempo te has dado cuenta de que todos los días amanezco, así, sin ganas de mirarte. Lo sé, porque en el fondo tú estás igual. Yo también me he dado cuenta. Al levantarnos de la cama ni siquiera nos damos los buenos días, ¿para qué decirlo, si esos deseos no son sinceros? Respiramos aliviados cuando cada uno toma su camino cotidiano y abandonamos la jaula en la cual se nos ha convertido esta casa. Durante el día todo está tranquilo, tanto tú como yo somos otros. Dos personas diferentes que en otro ambiente reaccionan distinto. Pero por la noche emprendemos pesadamente el camino de regreso a casa, porque sabemos qué es lo que sigue: un casi beso en la mejilla, un par de palabras sobre pendientes de la casa; ver la televisión, dormitar ante la pantalla. Irnos a la cama y así hasta esperar otro día. No nos vemos, no nos miramos, rehuimos hacerlo; sabemos que si de pronto se cruzaran nuestras miradas quedaríamos paralizados, muertos de espanto.

/// Este jueves 28 de junio 2018 a las 13:00 horas, se inaugura en el Museo Rafael Coronel la exposición ¡Me muero de ganas de vivir!, de José Esteban Martínez.

Carne poliédrica

se duplica: renace esto que soy Me duele dormirme todas las noches y no haberme respondido a nada. Susana March

9 Se marchará. Nos quedaremos solos: juntando plumas

Para los padres que hoy lloran a sus 2,300 hijos enjaulados 10 Dios de sí mismo— Tengo celos de él: duerme sin miedo

Por Manuel Sauceverde

Un beso le suplico: no sé volar

Me arroja menudencias: aúllo, ladro—

enjaulamos sus alas— Jamás su canto

1 Esto que somos me duele en nuestro hijo: caos de luz

3 Soltó mi mano: sin alas lo persigo— Al aire vuelve

5 Le pertenece: nació para la muerte— No todavía

7 Cuando reviente su corazón de pájaro, ¿lloverán ángeles?

2 Sus labios, alas—

4 Muevo el rabo.

6 En nuestros brazos

8 Esto que eres

t

11 Tú y yo, juntos: en él resucitamos— Carne poliédrica 12 No queda tiempo para enraizarnos alas: caigamos juntos


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