DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Aniversario
¡Gracias!
No. 200 - 1 DE JUNIO DE 2015 - AÑO 5
Diseño Carlos Castruita
SUPLEMENTO CULTURAL
La Gualdra No. 200
LA GUALDRA NO. 200 / 1 DE JUNIO DE 2015 / AÑO 5
Con este número 200 de La Gualdra llegamos también a nuestro aniversario número 4. Coincidencias afortunadas. Volteando un poco hacia el pasado, me doy cuenta de que son las coincidencias las que ocasionan las mejores cosas de la vida. Durante este tiempo, coincidir con tanta gente en el espacio físico y virtual, ha propiciado que el día de hoy sean más de 200 personas las que han contribuido a construir este espacio gualdreño, semana tras semana, durante cuatro años seguidos de experiencias buenas y malas, dulces y agridulces, pero todas, invariablemente, ricas en enseñanzas. También me doy cuenta que en el transcurso de estas doscientas semanas, hemos tratado de buscar que las coincidencias se den todos los días, que las oportunidades no llegan solas y que hay que estar todos los días con los ojos bien abiertos para saber cómo ir tejiendo una red de complicidades cada vez más grande, más fuerte, más sólida. Porque la Gualdra tiene cómplices, nuestra comunidad gualdreña está integrada por colaboradores que buscan mediante sus trabajos creativos comunicar nuevas formas de ver la vida, abrir el panorama de un mundo que no es tan gris como solemos pensarlo con frecuencia, contagiar a través de la palabra y la imagen el amor por la cultura y las artes, propiciar un momento de gozo, de reflexión y por qué no, de crítica. No puedo enumerar sólo cuatro momentos importantes en estos cuatro años gualdreños, pero sí puedo iniciar por mencionar cuatro grandes ausencias: en la Gualdra nos faltan Armando, Alejando, Marco y el Torque; en México nos siguen faltando 43 estudiantes; en la ciudad nos falta organización para propiciar un espacio más tranquilo y solidario; en el país falta propiciar la unión de sus ciudadanos para construir una nación más conciente, preparada, más crítica y propositiva. Además de las ausencias, debo mencionar cuatro cosas presentes. Uno: la generosidad de cada una de las personas que desde distintos lugares del país y del extranjero nos mandan sus artículos e imágenes para que sean
publicados aquí. Dos: la lectura asidua de nuestros lectores y su retroalimentación constante para hacer de éste un espacio incluyente, respetuoso de las diferentes ideologías políticas, de las distintas preferencias sexuales y de las variadas formas de prácticas religiosas: en este espacio cabemos todos, siempre y cuando contribuyamos para hacer de este mundo un mejor lugar. Tres: el apoyo y la confianza de todo el equipo administrativo y operativo de La Jornada Zacatecas, coordinado por Raymundo Cárdenas V., nuestro director. Cuatro: el deseo que tenemos de seguir trabajando en este proyecto durante muchos años más, pues creemos en él; creemos en la Gualdra como un espacio que busca generar el diálogo entre las personas que crean y las personas que creen que el arte sí puede contribuir a mejorar el presente. Seguimos aprendiendo, nuestro compromiso es escuchar, observar, comunicar, construir comunidad. Sería imposible mencionar a todas las personas a quienes debemos la dicha de llegar el día de hoy a 200 números, pero espero que mis palabras lleguen con todo este agradecimiento sincero a todos los que han colaborado y a todos quienes nos han leído semanalmente. En este número especial participan artistas plásticos, diseñadores, fotógrafos, escritores, académicos y gestores culturales, quienes aceptaron participar con textos e imágenes alusivos al número cuatro y al doscientos. Va para ellos mi agradecimiento también. Celebramos pues, este 6 de junio, que hace cuatro años iniciamos con esta aventura, esperando que la vida quiera que sigamos durante mucho tiempo realizando esta labor que nos causa, sobre todo, un gran placer. El próximo 12 de junio, en punto de las 19:00 Hrs. en la Plazuela Miguel Auza, están todos invitados a que asistan al concierto de Betsy Pecanins, con el que festejaremos además que estamos vivos y que estamos juntos. Arrancamos con el año 5. Que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Cuatro hermanos Por Fernando Cuervo Cuatro Por Gabriel Luévano Gurrola
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De manteles largos Por Violeta Tavizón Vaya que van Por Edgar A. G. Encina Nuestra Gualdra Por Esther Mariela Consuegra Dávila
4-200 Relaciones numéricas Por Magdalena Okhuysen El cuaternario según Pessoa Por Sigifredo Esquivel Marín El ornitólogo Por Carlos Martín Briceño
La Reforma pendiente en 4 puntos Por Álvaro Octavio Lara Huerta En doscientas palabras Por Eduardo Campech Miranda Encrucijada Por Mauricio Moncada León Cuatro formas de pensar la madrugada: Apuntes de un escribidor Por Ivi May Dzib
Tengo tres amigos y al juntarnos me hace feliz ser el cuarto Por Joel Flores 2cientos Por Edgar Khonde
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Cannes, Berlín y Venecia: 4 directores Por Carlos Belmonte Grey 200 Por Andrea Sampedro El cuatro en El Quijote Por Rebeca Mejía López y David Alberto Valerio Miranda
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Cuatro años, 200 días o el bucle insumiso de lo cotidiano Por Citlali Córdova Mentira circular o Poema 200 Por Roberto Galaviz Cuatro por doscientos para festejar Por Judith Navarro El Picaporte. Dos cientos suman doscientos Por Simitrio Quezada El 200 entre las páginas de un librero viejo y empolvado Por Carlos Flores A(r)mar el presente Por Conrado J. Arranz
4:00 am Por Yamilet Fajardo Cuatro Por Alberto Huerta Doscientos Por Pilar Alba 4 Desbordamientos Por Bernardo Araujo Cuatro por cuatro Por Gerardo del Río
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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1 de JUNIO DE 2015
Cuatro hermanos Por Fernando Cuervo
II Ha pasado una tragedia. Luis no despierta. Desde hace tres semanas, los doctores han intentado dar un diagnóstico pero al parecer no es tan fácil, seguiremos esperando alguna
Cuatro en La Habana, Cuba. Jesús Romero Bañuelos, Happy.
respuesta favorable. III Ahora nos dicen que puede ser un
tipo de patología o alguna extraña enfermedad hereditaria. Claudia también duerme como Luis. El Chato y yo decidimos ir a ver a especialistas extranjeros. Es un momento difícil para
IV Tengo miedo y te llamo desde otro edificio, ya no me hospedo en el mismo hotel, he tratado y tratado de no dormir. Caminé un rato, pero pensé que debía llamarte. No me resulta fácil, ahora que estoy solo y todos duermen y éste ha sido uno de los más extraños casos clínicos en el país. Recuerdo el sueño, con tanto detalle, como cuando descubres algo que siempre has sabido. Ojalá puedas venir mañana, creo que es tiempo de acordar algunas cosas legales y prepararme… En el sueño, no sé si sea correcto decírtelo, a veces caminas a nuestro lado, dulcemente.
Cuatro Por Gabriel Luévano Gurrola El nombre de nuestra logia: “Las sombras orilladas”. Fuimos moralistas, discutidores, desvelados lectores, y constantes seguidores de La Gualdra, que consideramos de lo mejor que le ha pasado a este Estado en cuestión de cultura. Todo empezó como un juego de jubilados que paulatinamente se volvió nuestra única realidad, la mejor locura en que acabar la vida. Esa misma locura nos hizo confeccionar las túnicas que vestimos, los gorros panonios que portamos y pintar la fachada de nuestras casas con prometeos y libros y escoger el régimen adecuado al número de miembros: la tetrarquía de las humanidades. Ya sólo quedo yo, y mi papel es continuar practicando las costumbres que nos definieron como grupo. Una de ellas, comprar cada lunes el periódico, caminar suponiendo en voz alta de qué tratarán los artículos, llegar al pequeño cubil, desplegar las hojas largas y darles vuelta, morosa, patriciamente. Sin compañeros con quien discutir, mi tendencia a delirar y mis múltiples manías sacan a flote las sesiones. Diógenes, que sigue vivo, me ve de soslayo, fumando, en un rincón de la habitación. Desde el
Cuatro en El Cairo, Egipto. Jesús Romero Bañuelos, Happy.
principio me odió. Era el encargado de la filosofía y ha dejado las prácticas al enterarse de la ausencia de Levi y la muerte de Cosío. Levi era el antropólogo. Una tarde irrumpió dando gritos explicando que había encontrado una puerta a una ciudad secreta, debajo de la tierra. Hace una semana que no sabemos de él: ojalá haya entrado a esa ciudad, y sea mejor que esta. El fin de Cosío fue peor.
Le cortaron la garganta para robarle la túnica dorada que seguramente pensaron era de oro y no de latón pintado. Él era historiador y salmodiaba que el devenir de la humanidad estaba marcado por la sangre y nunca podría sustraerse de su sino. Recuerdo, a propósito de esos trajes, cómo causamos expectación hace un año, cuando nos aventuramos a ir a esa hermosa capital (cuyo centro
histórico me han dicho están destruyendo) al tercer aniversario de La Gualdra, para ver a un fantástico grupo de blues. La concurrencia, compuesta sobre todo de jóvenes, nos miraba de arriba abajo, a nuestras capas taraceadas y los gorros que, sobre los rostros barbones y arrugados, nos volvían anacrónico recuerdo de un tiempo lejano, ajeno. Creo que esperaban que nos eleváramos en el aire, o soltáramos una bomba. Espero este año poder ir a la celebración, como un hombre que representa a cuatro personas y cuatro disciplinas, cuatro artes que, ante plataformas nobles y sólidas como este suplemento, me niego a llamar agónicas. Creo que las sombras orilladas algún día abarcarán la otra Sombra gorda de la que hablaba César Vallejo. Esas sombras fértiles generarán la luz. El país será otro. Una felicitación de parte de un grupo que los leyó (lee) con avidez. Si me ven en la celebración, no tengan miedo. Aunque vean en mi rostro el rastro del olvido, no frunzan el ceño, regálenme una sonrisa. Desde nuestro violento municipio, Salomón Fraire, último tetrarca.
Aniversario 4
la familia, pero estamos muy unidos, tenemos fe de que todo mejore. No sé si sea una tontería pero quería decirte que el Chato y yo seguimos soñando, es el mismo, puedo asegurártelo, pero esto nos ha sobrepasado.
I —Ocurre algo nuevo en casa últimamente ¿sabes? Ya te había comentado que somos cuatro hermanos ¿no? Claudia, Luis, el Chato y yo. Pues resulta que tuve un sueño curioso y decidí contárselo a Clau y me respondió que ella y el Chato habían soñado lo mismo. Esa noche llegó Luis y nos contó su sueño, antes de que concluyera ya todos sabíamos cómo terminaba: todos soñamos lo mismo. Pero lamento informarte que no puedo contarte más porque decidimos no hablar de él hasta que alguno deje de soñarlo. Así que no insistas.
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LA GUALDRA NO. 200
El día de hoy una gran comunidad de gualdreños, tal como su directora nos llama, celebramos gustosos el suplemento cultural número 200 del Periódico La Jornada Zacatecas. Desde la sección que encabezo, aprovecho este espacio para agradecer profundamente a la Maestra Jánea Estrada Lazarín por invitarme a colaborar en este equipo que ella se ha encargado de construir a lo largo de cuatro años y en quien confía plenamente. En este sentido, es importante mencionar que La Gualdra simboliza un espacio en donde quienes escribimos podemos exponer nuestras ideas y compartir con los lectores nuestros propios intereses y temas que nos apasionan. Es por ello que La Gualdra 200, a manera de una alegoría, representa la constancia de su directora, quien siempre ha estado comprometida con la cultura y con la problemática socio-política de nuestro país y que ha convertido esto en un proyecto de vida. La Gualdra ha protagonizado distintos eventos y notas
periodísticas de gran relevancia como es el seguimiento que podemos tener los gualdreños, de los festivales culturales de nuestro Estado, o de los festivales de cine internacionales; pero no sólo ha transmitido noticias que nos enorgullecen, también ha denunciado y se ha unido al sentir nacional de una cadena de hechos muy desafortunados como fue la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa. Las plumas que semanalmente visten la redacción de cada número de La Gualdra, convergemos en el ideal de su directora, llevándole a los lectores lo último en música, cine, teatro, arte, museos, fotografía, literatura y filosofía; y también transmitiendo a partir de la palabra escrita, distintos reclamos que impactan a la sociedad actual. Es por ello que este suplemento es una gualdra de la cultura zacatecana y un bastión que ha servido a muchas personas para expresar libremente sus ideas. Gracias Gualdra. * Curadora.
Vaya que van Por Edgar A. G. Encina No sé si a todos nos ha dicho lo mismo. No importa. Janea, mi lealtad es para ti. No sé si a todos nos ha dicho lo mismo. A mí me escribió y me dijo: el tema es el 200 o el 4. No sé si a todos nos ha dicho lo mismo. El 200 es por el número que hoy leemos y el 4 por el aniversario que celebramos. ¡Uff!, vaya. 4. 4 son los dedos que tienen los personajes de los Simpson. 4 son los fantásticos.
Federico Martínez. 200.
Aniversario 4
De manteles largos Por Violeta Tavizón*
4 son los seres vivos que hacen de mi casa un hogar. 4 ojos, eso me han dicho desde la secundaria que uso lentes. ¡Uff!, vaya. 200. El billete de uso corriente de 200 pesos mexicanos pinta verdosa a Sor Juana en el frente y en el reverso el templo de San Vicente Ferrer de Chimalhuacán; en los del bicentenario va Hidalgo al frente y en el reverso la Victoria Alada o el Ángel de la
Diego Arellano. La Gualdra 200. Gualdra cósmica
Independencia. En el billete amarillo de 200 euros lleva un arco modernista y el reverso el mapa de la Unión Europea. Feíto, feíto. Creo no existe billete de 200 dólares y de haberlo sería verde, feo, feo como lo son todos. 200 son las perlas que contenía un collar que a Carlota le daba tres vueltas por su blanquecino cuello y que hará uno o dos años se vendió en una subasta por una cantidad que no
se dio a conocer pero que al poco tiempo la esposa del ex presidente más reciente presumió durante una cena. ¡Uff!, vaya. 4 y 200. Quizá multiplicados son las tardes y noches que juntas hacen los tiempos para formar La Gualdra, para leer las colaboraciones, para armar semana a semana. Van mis 200, ¡para lo que se arme, pues!
Nuestra Gualdra Por Esther Mariela Consuegra Dávila Navegar en el mar de palabras, perdernos en mundos menos sórdidos y transitar en las páginas de la Gualdra de la Jornada Zacatecas, en nuestra Gualdra, encierra y guarda una sorpresa a sus lectores que siempre se apropian del alma de quienes colaboran y sobre todo de la artífice y equipo de trabajo que semanalmente y durante cuatro años y 200 números ha sido una bocanada de aire fresco, respiro apenas en un mundo enfermo y triste en que los productos y bienes culturales posibilitan el acercamiento y diálogo sincrónico entre lectores y redactores, que sin embargo, dan visiones siempre esperanzadoras a través de la cultura y el arte. El cuarto aniversario cuarto de la Gualdra, llega desde los cuatro puntos cardinales para unificar el sentido de hermandad y solidaridad con la otredad que, a través de la creación y las manifestaciones artísticas se brindan como motores necesarios en el engranaje social y
sentimental de un país como el nuestro, de un estado como el nuestro en que es necesario un renacimiento y un acercamiento con el otro, con los otros. La Gualdra cumple en ese sentido, la encomienda de ser medio y puente que se tiende para el diálogo y acercamiento a la cultura y sus manifestaciones, da certeza en sus ya 200 números, millones de caracteres, ilustraciones, diseños y sobre todo en su contenido y apuesta hecha desde el corazón, del esfuerzo de quien se arroja al mar en contracorriente con la esperanza de encontrar lazos de creación, pasión y esfuerzo que el arte puede brindar en la construcción de un horizonte más promisorio. Larga vida entonces a la Gualdra, colaboradores amigos y a su directora ensoñación, Jánea, para que sean cuatro años más multiplicados por 200 números más de buenos contenidos y agradables encuentros con la palabra.
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1 de JUNIO DE 2015
4-200 Relaciones numéricas Por Magdalena Okhuysen (así distinguiríamos unas de otras); pero cuatro nos habla de otra relación entre palabras. La clasificación de los numerales es amplia; los ordinales funcionan como adjetivos: “El cuarto aniversario de La Gualdra”; “Recibimos con este el ducentésimo ejemplar de La Gualdra”, lo dejan ver claramente. Creo que es en la Física que Aristóteles busca restituir a los numerales su carácter “original”: el de una relación no abstracta, no conceptual, tal vez metalingüística (aunque esta idea es más divertida que aristotélica) entre lo numeral y lo expresado en relación con lo numeral; “cuatro años” no es un concepto lineal (o sintáctico), sino estrecho entre un término y el otro; es una relación cerrada, no abierta… Tal vez sea más fácil pensarlo en relación con La Gualdra: cuatro años o doscientos números nos dicen poco si comparamos la idea con su naturaleza numeral, no–gramatical.
El cuaternario según Pessoa* Por Sigifredo Esquivel Marín Fernando Pessoa –de quien soy asiduo lector, más no especialista– creía que la numerología y el esoterismo revelan aspectos desconocidos de una realidad secreta y transparente. Al igual que Pitágoras y Jung, Pessoa consideraba que los números no se reducen a expresión de cantidades, son ideas-fuerza con cualidades específicas. Donde el uno y el cuatro lo contienen todo. El uno es símbolo del ser: esencia, tiempo y eternidad; principio activo de lo múltiple. Y el cuatro es símbolo de la tierra, de la totalidad y de la organización racional. Cuatro es el cuadrado y el cubo, las estaciones y los puntos cardinales. Cruz y encrucijada, el modelo cuaternario sirve –añade Pessoa en una carta a una ocultista alemana– para orga-
nizar todas las formas materiales y espirituales. Pessoa practicaba la magia blanca, aunque también le interesaba, como niño curioso que nunca dejó de serlo, la magia negra, de ahí su encuentro en septiembre de 1930 con Edward Alexander Crowley, mejor conocido como Aleister Crowley, también apodado la gran bestia 666. Mientras que el inglés viaja por el mundo y crea cultos, ritos, mitos y círculos iniciáticos, el portugués viaja a través de su mente por este y todos los mundos posibles, por medio de cuatro principales heterónimos: Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares y Ricardo Reis. La sumatoria de su nacimiento nos da, otra vez, la cifra de 4. Tuvo ascendiente Escorpión y el Sol en Géminis,
Alejandra Celis Almanza. Cuatro tentáculos.
El ornitólogo Por Carlos Martín Briceño Era una sombra refulgente sobre la arena humedecida; el hombre detuvo sus pasos y se agachó para observar de cerca: se fijó en el brillo del plumaje, en los pequeños espolones de las patas y, sobre todo, en el afilado pico que lo remitió al de los cuervos dentirrostros. Las manchas de sangre le hicieron pensar que la criatura estaba muerta. A punto de retirarse, el ave alzó la cabeza, entreabrió las canicas de sus ojos y soltó un largo chillido de súplica, casi humano. Minutos antes, mientras bebía sentado frente al océano, el hombre, quien se congratulaba de haber venido a esta isla casi virgen donde abundaban fantásticas especies, había visto cómo el pájaro, que navegaba muy bajo en el viento, trató en
vano de retomar en el aire su trayectoria antes de caer irremediablemente en picada. “¡Así que vives!”, dijo, y procurando no hacerle daño, revisó la herida, sólo para descubrir con tristeza que ya nada quedaba por hacer. Con una rabia proveniente de su naturaleza primigenia, salió en busca del culpable: la playa se incendiaba de soledad en el calor opresivo de las cuatro de la tarde. Instantes después, con el cráneo destrozado por la limpia trayectoria de una piedra, yacía el muchacho. Y en tanto el océano, en su incesante ir y venir lamía el cuerpo, el hombre siguió de largo. El camino estaba desierto y silencioso.
y realizó mil tres horóscopos. En una tarde de intenso sol, el afamado escritor José Régio se había citado con Pessoa para conocerlo y charlar, éste apareció, con cuatro horas de retraso, declarando ser Álvaro de Campos y disculpándose en nombre de Pessoa. Entre las cuatro cosas más grandes del mundo: poesía,
bondad, danza e infancia; Pessoa considera que lo mejor de todo es la infancia. La infancia a la que apela el poeta es la del niño eterno que habita su ser. El número cuatro, creía el autor de poemas místicos, tiene un gran sentido del orden, la verdad, la lealtad, los valores. Símbolo de creación, de lucha, genio e ingenio. Y aunque 4 es compatible con muchos números, Pessoa nunca encontró esa persona. Quizá porque Pessoa significa Persona y, a la vez, Nadie. Falleció debido a una cirrosis hepática, un 30 de noviembre en la ciudad que lo viera nacer: Lisboa. La sumatoria de su muerte da 6, aunque ese día ya no pudo ni quiso consultar astros ni tampoco números. * Este ensayo ficción es en honor del año 4 de La Gualdra.
Víctor Ramírez. Cuatro ventanas.
Aniversario 4
Cuatro y doscientos son centrales en este número de La Gualdra; si los consideramos gramaticalmente, 4 y 200 conforman un tipo de palabra distinto del de la palabra número referido a este ejemplar conmemorativo; son numerales. En “La manzana roja” conviven sin dificultades tres tipos de palabra: la es artículo, manzana es sustantivo, roja es adjetivo. “Quiero una manzana roja”, conforma una oración en la que quiero es su verbo conjugado en primera persona del singular. Pero si decimos “quiero cuatro manzanas rojas”, ahí siguen verbo, sustantivo y adjetivo, ¿y cuatro? Cuatro es una palabra que es también algo más; por lo mismo, no es tan simple precisar su categoría gramatical. Hay quienes conciben los números como adjetivos (porque su función sería calificar sustantivos), pero en el ejemplo es claro que no es cualidad de la manzana ser cuatro, como sí lo sería ser roja, o la posibilidad de ser verde
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LA GUALDRA NO. 200
La reforma pendiente en 4 puntos
Aniversario 4
Por Álvaro Octavio Lara Huerta La política cultural en México pareciera ser el mejor de los mundos posibles, el discurso de apoyo a la cultura es permanente y sostenido cada temporada electoral enmarcado en el sobrevaluado “cambio” y durante las administraciones con la consigna de “apoyo”, lo cierto es que se vive con esa eterna tarea pendiente de modernizar y formalizar la política integral que en materia de cultura se realiza en nuestro país. En los últimos años hemos sido testigos de 10 proyectos de legislación cultural y al parecer la “nueva” propuesta de la Ley General de Cultura presentada este año en la Cámara de Diputados será el intento fallido número 11 por modernizar, evaluar y actualizar un marco legal del sector cultural del país. Es urgente y necesario realizar los ajustes jurídicos para la transformación no sólo de las instituciones encargadas de administrar la cultura sino de todo el ámbito cultural para el desarrollo de una verdadera democracia cultural. Los cambios estructurales inaplazables son: 1. La creación de un órgano de Estado dotado de autonomía, patrimonio propio y autoridad pública, con amplia participación de los actores y usuarios. Con carácter democrático y federativo, que coordine la política cultural del país, así como vincular la política cultural a los planes nacional y regional de desarrollo, (una Secretaría) que sustituya al CONACULTA (paradójicamente un consejo sin consejeros).
2. La verdadera descentralización de los presupuestos, pues la capital de México y zona metropolitana sigue teniendo un 80% de la inversión (pública) en el rubro de arte y cultura. Mismo fenómeno se observa en los estados que concentran su actividad cultural en las ciudades capitales. 3. Proporcionar la claridad legal en las responsabilidades de los niveles de gobierno, pues las atribuciones son igual de etéreas que el concepto cultura. Aun cuando México se distinguió por ser exponente de buenas prácticas en la administración de la cultura hoy lo rebasan países que han hecho del tema cultural una prioridad, Brasil, Colombia, Uruguay. Es inexistente la responsabilidad federal, estatal y municipal en la materia. 4. Una verdadera reforma financiera que fomente y desarrolle la inversión cultural por parte de los organismos privados, impulsar el mecenazgo y patrocinio además de incluir estímulos fiscales para las empresas culturales así como para quienes presenten y apoyen proyectos de desarrollo cultural. La deuda del estado mexicano con el sector es mayúscula, el tiempo electorero es pertinente para decirles a los “nuevos” legisladores que en la esfera cultural existe un vacío jurídico que es inaplazable atender y que no sólo Zacatecas sino todo México agradecería dejar el voluntarismo por resultados.
Iván Muñoz A.K.A. Ivanko Moses-Lee. Aparcitias, Levante, Zephhyrus y Austro.
En doscientas palabras Por Eduardo Campech Miranda ¿Qué cabe en un doscientos? Cinco diluvios, un tercio de la edad de Moisés cuando llegó esa lluvia pertinaz. Una Sor Juana verde y su respectivo clon. La carretera que comunica Tapachula y Tepic. Una pequeña parte de todos los que nos faltan (más de 43). Diez días de lectura programática. Historias de Quince líneas, de un lector adolescente, de un cartero que quiere ser poeta. En doscientas palabras caben una despedida, un saludo, una declaración de amor, y otra de odio. Cabe, perfectamente un twitt ¿Qué es un doscientos? Doscientos: un patito nadando, seguido de dos huevos. Una
minificción, un poema: los besos que te caben en una hora. Las lunas llenas necesarias para olvidarte. Los gritos callados. Doscientas mareas donde naufragué. Doscientos pasos hasta ti. Un juego: un cordón y dos argollas para atar los zapatos. Un refrán: dos pájaros en mano. Con un doscientos se pueden contar las fosas clandestinas que guardan más de doscientos cuerpos. Doscientas madres que buscan a sus hijos. Doscientos días exigiendo que aparezcan (y vivos). Doscientos años de un país que nos duele, se desploma, se rompe. Doscientas palabras para llegar a cuatro años, doscientos números.
Encrucijada Por Mauricio Moncada León
Susana Salinas. Cuatro.
El número cuatro es de lo más extraño, por lo menos para mí, porque puede representar en nuestro mundo occidental los cuatro puntos cardinales. Con sólo enunciarlo ya me provoca pensar en un viaje, elegir un rumbo o mostrar una ubicación: estas vacaciones viajaré al norte de la piel de las amazonas; ¿hacia dónde te diriges? Hacia el sur de los recuerdos; estoy entre la melancolía y el suicidio, al oeste del pensamiento. Bromeo, el cuatro es el número perfecto, como los lados de un cuadrado o las patas de una mesa (siempre y cuando sea esa mesa mental que nos sirve de referente a todos). También es el número de castigo, cuando alguna profesora, con tono severo, ordenaba: ¡te vas a una de las esquinas del
salón!, y sólo tenías tres opciones, porque la cuarta implicaba estar cerca del escritorio magisterial. También son cuatro siglos ya desde la Ilustración y la marca (o estigma) de la razón y el cientificismo en el mundillo académico. Pero, sólo por esta ocasión y justo en este año, el cuatro adquiere una representación simbólica: cuatro años de poemas, cuentos, historias, denuncias sociales, entrevistas, reflexiones culturales y, ante todo, el esfuerzo de Jánea Estrada por obsequiarnos La Gualdra. Cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos, que se dupliquen los años a partir de estos cuatro transcurridos desde el número uno hasta el doscientos de la entrega semanal de este suplemento cultural, porque lectores hay y colaboradores no faltan.
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1 de JUNIO DE 2015
Cuatro formas de pensar la madrugada: Apuntes de un escribidor Por Ivi May Dzib
Jael Alvarado. Cuatro elementos.
que han marcado tu vida. La cosa se torna compleja, porque no se puede pensar que sólo 10 libros te han marcado. Si se quiere hacer un análisis de la realidad y no quedarse en la superficialidad de los noticieros “a modo” y de la infinita información que tenemos en las redes sociales, que muchas veces distorsionan e imponen una manera de leer el mundo, entonces se tendría que recurrir a 200 libros, mínimo, pero si sólo tenemos 10, cómo defendernos ante el bombardeo mediático, porque la mejor defensa está en la lectura. 4. Hacen falta más 200 números y más cuatro años para construir un instrumento crítico de carácter cultural ante la inoperante estructura social en la que estamos inmersos. 200 números es un logro que tiene La Gualdra, 200 números en el que se ha dado cabida a voces que a través de la expresión artística nos invitan al análisis. Toda forma de expresión que no claudica ante las adversidades es un triunfo. Porque vivimos en un país, cuyas autoridades parecen tener como objetivo cansarnos. Llevarnos al hartazgo para que abdiquemos en los proyectos que construimos a diario. Festejemos pues, entonces, estos 200.
Aniversario 4
1. Existen más de 200 formas de evadirnos del acontecer mundial, nacional y local, sobre todo cuando se es adolescente. Ni acusación ni reproche, ¿cuál es la calidad moral que tengo para juzgar el ocio si yo también me alimento de él? Aunque el vacío al que nos enfrentamos alarma por su simpleza. Hoy escuché hablar de un juego de invocación de espíritus llamado Charlie Charlie; también vi que muchos adolescentes y jóvenes lo practicaban, una especie de Ouija casera, bastan dos lápices y un papel. Lo increíble del asunto es que hay los no tan jóvenes que discuten su veracidad. 2. ¿Cuál es el valor de una vida en términos monetarios? En México un adolescente paga 20 mil pesos para que sicarios maten a su novia porque estaba embarazada; en Birmania comprar una niña cuesta 11 dólares; sobornar a un juez cuesta mucho porque la justicia es para quien puede pagarla. Por eso 200 pesos es una cantidad “justa”, según los políticos, para que los adolescentes de Yucatán estén más de ocho horas repartiendo volantes a una temperatura de 40 grados bajo la sombra. La sombra de la impunidad, la falta de oportunidades reales es cosa de todos los días. 3. Te dicen: haz un listado de 10 libros
Enrique Barajas Pro. Cuatro caras.
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LA GUALDRA NO. 200
Tengo tres amigos y al juntarnos me hace feliz ser el cuarto
Aniversario 4
Por Joel Flores Nuestra amistad fue bautizada en un charco colmado de aguas negras, drenaje que corría por el suelo de Tuxtla Gutiérrez en octubre de 2014. Los cuatro saltamos al agua para afianzar nuestro cariño, nuestra hermandad no sólo hilvanada por las letras, la levadura, los secretos, los sueños. Cuando nos vemos somos criaturas que se han buscado por años, ciegos, arrobados de amor y candidez, aunque sólo tengamos meses o días sin hablar, sin saber uno del otro. Manuel vive muy lejos, al menos para los que están en Chiapas, Morelia y Tijuana, pero de él tenemos sus versos que disfrazan el amor y la muerte de fuego, desde una ciudad cubierta de nieve, donde los perros acompañan a sus amos por las calles, como si fueran brújulas que esparcen cenizas con su cola y ladrido; desde una ciudad donde las mujeres cuidan enfermos, noches en vela en un hospital, para después volver a casa, abrir la puerta de la habitación, encontrar al poeta en cama, como un escarabajo de oro, y besar su frente y acostarse del otro lado del colchón, donde el calor le guarda la más cálida caricia. Armando está forjado por la yerba y la tierra, lo mejor de un cielo esplendoroso,
2cientos A Jánea Estrada Era un Hombre y una Mujer y Música y Palabra y Viento y Agua. Era una Letra y un Número. Era como dicen un mito, historia. Pero sobre todo, 2 cientos, era un relato. Como todo lo que camina sobre la Tierra. 2 cientos disparó, había seguido las pistas de la historia día tras día en Zacatecas durante, coincidencia, alrededor de doscientas semanas. Le decían La Gualdra, detective La Gualdra. Y se encontraba en la siguiente investigación. Caminó por las orillas del enunciado, silente; no quería asustar a la banda de sintagmas que había robado el significado de la palabra: palabra. La operación se había cocinado despacio, como los cambios del lenguaje. Y La Gualdra los había descubierto por un simple error: durante la feria de la ciudad uno de la banda de sintagmas había alardeado diciendo que tenía en su poder al
donde corre un río, donde se dan árboles sólidos cuidados por padres de manos agrietadas por el campo, por el sol inclemente, por la amenaza de las tierras que serán robadas por los que no pertenecen allí, la explotación, la ignorancia. Pero sobre todo, allá hay padres arrepentidos por no jugar futbol con sus hijos cuando eran niños, que buscan –como buscamos todos los seres humanos al sentirnos abandonados por la familia– el perdón, el abrazo jamás dado en un cúmulo de letras que reconstruyen los años robados, y renacen en la mejor de las sonrisas. Fernando es un corazón que late desde el calor de Tuxtla, bajo una humedad que cobija hasta el más frío y neurótico de los amigos. Desde una oficina de cuatro por tres metros, abraza por las mañanas a todos, besa a todos y está lleno de “te quiero” y arrumacos, porque sabe que un mundo sin cariño sería hueco, gélido y sin sentido. Por las tardes suele mandarnos saludos desde una cabina de radio y leernos poemas que nos recuerdan a su primo Carlos, un jovencito de cabello negro que bien podría estar dentro del corazón de Fernando, que nos habla cada que nos dice hermanos, que nos pretende siempre unidos, forjando un número que
ahora vemos imborrable, marcado en nuestra lengua y memoria hasta que el último aliento abandone nuestros pulmones, pero reviva en cada una de nuestras palabras impresas. Todas las noches que me levanto del escritorio, busco en el horizonte, en el cielo, detrás de todos los edificios, la línea fronteriza, los pasos de los migrantes y los viajeros que vuelven al Sur, la luz de las casas de mis tres amigos. Imagino a Manuel abrazado de una mujer vestida de azul que cuida su sueño, debajo de su cama hay un perro de color café que la cuida a ella. Imagino a Armando en su
cama, sueña con las primeras palabras que dirá mañana a sus alumnos de primaria, forja en lo más profundo de lo onírico los versos que no escribió pero escribirá muy pronto, para charlar con Gamoneda, Rimbaud, Simic, el mundo. Imagino a Fernando acostado en el sillón donde suele ver todas esas películas que almacena en un mueble colgado de una pared de su casa, acaricia el cabello de Iñaki, su hijo pequeño y le cuenta, antes de irse a dormir, que en Tijuana estoy yo escribiendo esto y que el cuatro es un número importante, porque el cuatro nos forma y rompe todas las fronteras.
Por Edgar Khonde significado de la palabra. Y bien, aclarado ese punto, volvemos a las orillas del enunciado. 2 cientos disparó y los sintagmas se quedaron congelados, no le vieron caso a arriesgar la vida por una palabra. Se tiraron al piso. La Gualdra entró a la guarida, vestía la gabardina de siempre. Los contó, eran cinco, no faltaba ni uno. Pero no vio por ninguna parte al significado de la palabra. Se preguntó si habría sido engañado y caído en la trampa, justo en ese momento quién sabe de dónde se aparecieron Frasca y Barbaverde, que por una vez en su vida se habían aliado para sorprender a 2 cientos. Le explicaron breves que la Palabra quería someter al mundo, y que no estaban dispuestos a permitirlo; sobre todo porque si eso pasaba, perderían sentido sus aventuras y sus luchas, puesto que la tarea de Frasca era conquistar el mundo y la tarea de Barbaverde era no permitirlo. Le explicaron que la banda de sintagmas era los achichincles de la
Carlos Segura. Cuarto Festival del folclor.
Palabra, que la clave del caso la tenía él, 2 cientos alias La Gualdra, que lo único que tenía que hacer era reconocer la Palabra en uno de sus números anteriores, porque nadie conocía el rostro de la Palabra. El detective decidió ayudarlos, y se puso a revisar número por número todas las gualdras. Frasca y Barbaverde se sentaron a la mesa, mientras cuidaban que los sintagmas no se escaparan. Para cuando salieron de la guarida, Frasca, Barbaverde y 2 cientos, era de mañana. Tenían la certeza de que tarde
o temprano le echarían el guante a la Palabra, ya conocían su rostro, es decir su significado y no estaban lejos, según las confesiones de los sintagmas, de su cuartel general. Y ahí fueron, los tres, dispuestos a salvar el mundo, y aunque a Frasca le hubiera gustado ser él el villano de esta historia, se conformó con formar parte del trío de salvadores de la humanidad. Por su parte, 2 cientos alias La Gualdra, sabía que tenía por delante todavía muchas aventuras que contar, y que capturar a la Palabra, sería una de las mejores.
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Cannes, Berlín y Venecia: 4 directores Por Carlos Belmonte Grey
Federico Martínez. Doscientos metros.
sus misiones para aligerar los pesos de las ideologías políticas que polarizaron más de la mitad del siglo XX. De estos festivales, para hacer honor al 4, les presento mis 4 películas preferidas mexicanas, ahí reconocidas durante los últimos cuatro años, así como la razón de por qué me gustaron: Heli, de Amat Escalante, Mejor Director en Cannes 2013: porque es una crónica cruda del miedo, del narcotráfico y de la corrupción. La vida después, de David Pablos, nominada al Premio Horizonte en Venecia 2013: porque la intimidad de la
200
dula hollywodesca y la crítica cinematográfica. Así que los gualdreños seguimos sumando años y números a las expresiones que buscan difundir diversas caras de la cultura universal. 200 números en 4 años; tres festivales de cine que hacen 204. Al final, las conmemoraciones son en ocasiones coincidencias.
Por Andrea Sampedro
El 200 es uno de esos números que son muy grandes y muy pequeños a la vez. Es, por ejemplo, un número muy pequeño si es lo único que tienes en tu bolsillo a mitad de semana, pero es muy grande si es el número de páginas que te quedan por leer de tarea para mañana. 200 minutos es muy poco tiempo si estás viendo una buena película, pero demasiado si observas el reloj en espera del inicio de las vacaciones. 200 años parecen muchos si pensamos que en ese entonces caminaba por la Tierra Napoleón, pero parecen pocos cuando nos damos cuenta que los seres humano aún peleamos y matamos por tener más territorio. 200 números de un suplemento cultural como La Gualdra parecen pocos cuando volteamos y recordamos todavía
el primero como si hubiera salido ayer; sin embargo, notamos la inmensidad que guarda esa tarea en al pensar que son 200 números divididos en cuatro años de esfuerzos de parte de todos los involucrados en el proyecto, son 200 números de decidir cómo acomodar imágenes y textos, 200 de hablar sobre la ciudad y los libros y el cine y las palabras. Son 200 números en los que La Gualdra ha cumplido su tarea de sostener el techo de Zacatecas, un techo que es azul clarito y a veces gris y a veces negro, un techo que está lleno de ideas que caen como gotas de agua y se beben con el primer café de la mañana. Por estos 200 y otros 200 más levantamos nuestras copas y felicitamos a La Gualdra, hogar de 200 voces, por sus 4 años.
El cuatro en El Quijote Por Rebeca Mejía López y David Alberto Valerio Miranda
Lydia Lozano. Maya 200.
Pare este número tan especial, decidimos escribir del mismo modo en el que leímos El Quijote, juntos y en voz alta. Nos dio curiosidad revisar los capítulos IV de la primera y segunda parte de la obra. Además de investigar si había alguna mención significativa del número cuatro. En el capítulo IV de la primera parte, Don Quijote sale a la aventura solo, hecho que no se repetirá durante la historia, además, es la primera vez que se menciona a su musa Dulcinea. En el capítulo IV de la segunda parte, Don Quijote y Sancho Panza se enteran de que las historias de sus aventuras han llegado a los rincones más inhóspitos, incluso se rumora que la primera parte de sus aventuras ya está circulando de manera escrita, y que el autor necesita más material para seguir escribiendo, por lo que deciden salir nuevamente. Cervantes
presenta aquí un elemento metatextual en el que los personajes concientizan su importancia dentro de la obra y, al mismo tiempo, permiten que el autor arranque de nueva cuenta la historia. Antiguamente, el “cuatro” se asoció con lo tangible y lo cíclico, como las estaciones del año o los cuatro elementos, pero también simbolizaba las edades del hombre, la niñez, la juventud, la madurez y la vejez. El título original del Quijote, Los cuatro libros del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, aludía precisamente a esta concepción. La vida de don Quijote se da en cuatro partidas; tres como caballero y la última, con su muerte. Asimismo, las aventuras ocurren en cuatro lugares distintos, en el camino, en la sierra, en la majada y en la venta. Felicitamos a La Gualdra en su 4° aniversario y agradecemos ser parte del número 200.
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Justo acaba de terminar el Festival de Cannes y Jánea –la jefa de La Gualdrame recuerda que se acerca el número 200 de La Gualdra y su cuarto aniversario, entonces ahí viene la cosa, me puso a pensar. Un tema relacionado al cine para el festejo. Por azar me doy cuenta que Cannes cumplió 68 ediciones, que el Festival de Venecia lleva 71 y la Berlinale 65. Total 204. Ésas son las ediciones que suman los tres festivales de cine más importante del mundo. Los tres arrancaron sus vidas internacionales enmarcados por la Segunda Guerra Mundial y perfilaron
familia y de la madre siempre me doblan el espíritu. Güeros, de Alonso Ruiz Palacios: Mejor Opera Prima en la Berlinale 2014: porque endulza el agobio de vivir en la ciudad más grande del mundo. Birdman, de Alejando González Iñárritu, nominada al León de Oro 2014: porque es cínica y curiosa con la farán-
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LA GUALDRA NO. 200
¿En cuatro años cuántas experiencias cifradas con el número 200 caben? Algunas de ellas, por comunes y reiteradas pasan casi desapercibidas, forman parte la cotidianidad y su fuerza indómita. Nos sostienen la vida esos discretos detalles que estructuran los días, les dan cuerpo, gramaje, solvencia. La presencia de ciertos rituales, los hace parecer inagotables, los damos por hecho, son parte de nuestro universo, y por eso cuando alguna de estas experiencias básicas cambia parece que el mundo se nos derrumba. Nos sucede en cuatro años 200 veces aquello que se repite más o menos una vez por semana: los paseos de domingo, las funciones de cine, las compras en el tianguis, el desayuno o comida familiar, la cervecita fría con los amigos, el erotismo (porque los viernes toca),
Cuatro años, 200 días o el bucle insumiso de lo cotidiano Por Citlali Córdova el sábado de levantarse tarde, el día de poner la lavadora, y por supuesto los lunes gualdreros. Este entramado de acciones es en verdad nuestra vida, nos marcan mucho más que los eventos casuales. Nuestra agenda semanal dice de nosotros más de lo que quisiéramos, nos hace transparentes; revelamos en nuestros hábitos lo que nos preocupa, lo que nos emociona y nos produce placer, nuestros marcos de referencia y márgenes en los que nos sentimos a salvo.
Mentira circular o Poema 200 Por Roberto Galaviz y por supuesto, naufragan
Cerraré los ojos para darte la oportunidad de irte sin dejar rastro para que por siglos exista el mito de nosotros juntos
vuelven los cuerpos, el deseo, la venganza, el capricho, la melancolía, las ganas, las miradas pero el amor nunca
Te olvidaré, de eso no tengo duda. Te explico: contaré hasta doscientos y una nueva mujer aparecerá le diré que te has ido, que quizá vuelvas pero que no tiene importancia porque aunque lo hagas lo que realmente se ha ido, lo que se va siempre cuando dos dejan de quererse es el amor y ése no se reintegra ese mito sí es terrible pues son muchos los que en esa ilusión navegan
le diré que lo nuestro es distinto que es para toda la vida le diré después que te extraño, que jamás podré olvidarte y diré tu nombre como quien deja caer un barco de papel a un charco de agua limpia una tarde de lluvia cualquiera, calle abajo lo veré hundirse y como a todas las otras tantas, en determinado momento te pediré que te vayas cerrando los ojos para darte la oportunidad de irte sin dejar rastro y comenzaré de nuevo, una vez, a contar hasta doscientos.
El Picaporte Dos cientos suman doscientos
Por Simitrio Quezada Al conjunto de cien unidades se le llama centena o ciento. “Más vale pájaro en mano que ciento volando”. Del genérico dos cientos y tres cientos y seis cientos pasamos al doscientos, trescientos y seiscientos. Dos cientos, pues, son doscientas unidades. Dos centurias de años son dos siglos. Dos cientos se re-
fiere a un par de conjuntos, cada uno formado por cien. Doscientos se refiere a un solo número: abstracto tal vez o por lo menos no tan concreto y material como dos cientos. * Lo invito a que envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
La numeralia nos hace pensar en lapsos, hacemos cortes celebrando periodos lunares, estacionales o simbólicos para hacer recuento. Al escribir estas líneas intento recordar aquello que me ha ocurrido 200 veces en cuatro años, vuelvo sobre mis pasos, examino mis rutinas, mis manías. Desde el inicio del texto he pensado mucho en la artista francesa Sophie Calle
y su obra The Shadow, en la que se hizo seguir a sí misma por un detective, obteniendo un registro de lugares en los que estuvo, las cosas que hacía comúnmente y las personas con las que se frecuentaba; el investigador privado rindió un informe detallado sobre su cotidianidad, recreando un relato minucioso de Sophie. Esta obra nos sugiere formas de reinterpretar nuestras acciones a través de lo cotidiano; incluso podemos percibir la realidad de manera distinta, construir una narrativa de nuestra existencia tomando distancia de los hechos, viéndonos con otros ojos y mirando hacia lo pequeño, cambiando de perspectiva descubrimos que somos bichos complejos.
Cuatro por doscientos para festejar Por Judith Navarro Estamos de dobles manteles largos: La Gualdra, el suplemento que todos buscamos los lunes para pasar un buen rato o informarnos de lo que pasó y lo que viene en el mundo cultural, cumple cuatro años y doscientos números; Texere coedita con Conaculta su primer proyecto nacional: No soy Alicia, escrito por la autora xalapeña Magdalena Okhuysen e ilustrado por la pintora nayarita Corina Ramírez, un libro que busca pequeños lectores bien despiertos y grandes lectores dispuestos a soñar: a los niños les muestra el misterio onírico, los escapes, la bruma, los personajes híbridos; a los adultos les recuerda que las palabras crean
mundos posibles, fascinantes. No soy Alicia busca convertirse en un punto de encuentro, crear momentos íntimos y generar complicidades. Por ahora, circula en nuestra ciudad un tiraje muy corto que se destinó a experimentar, a buscar, a explorar lecturas; estos libros están punto de agotarse, pero queremos compartirlo en este cuarto festejo gualdreño: regalaremos cuatro ejemplares autografiados a quienes nos cuenten una historia de doscientas palabras y la envíen a vinculación@texere.com.mx. Los equipos de trabajo de La Gualdra y Texere elegiremos a los ganadores. ¿Tienes dudas? Búscanos en Facebook.
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El 200 entre las páginas de un librero viejo y empolvado Por Carlos Flores llorar, llorar hasta el fin tu tristeza, será preciso, alma mía, que cantes. Ya ves: yo me predije esto, también sonrío”. En la obra de Denis de Rougemont, El amor y occidente, me encuentro con: “Van a pedir el fin de sus males a la Fuente de la Verdad, guardada por los leones y unicornios; dicha fuente será desencantada, según el oráculo, sólo por la muerte del amante más fiel y de la amante más fiel”. En El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder: “Estoy haciendo lo posible para que te des cuenta de tus raíces históricas. Solamente así serás un ser humano. Solamente así serás más que un mono desnudo. Solamente así evitarás flotar en el vacío”. Cosecha Roja, de Dashiell Hammett: “Me puse el abrigo y el sombrero, salí y encontré Green Street y el bloque Rutledge. Era un edificio de madera que había conocido mejores tiempos, si es que una época ya remota los conoció. El bufete de Mr. Charles Proctor Dawn estaba en el segundo
A(r)mar el presente
piso. No había ascensor. Subí unas escaleras de madera, desgastadas y poco seguras”. Como Peña Nieto seguramente recordará, en La Biblia dice: “El pueblo dijo a Samuel: ‘¿Quién es que decía Saúl que iba a reinar sobre nosotros? Entréganos a esos hombres para matarlos’. Pero Saúl dijo: ´Hoy no se castigará a nadie con la muerte, porque hoy ha salvado Yavé a Israel´. Y Samuel dijo al pueblo: ´Venid, vamos a Gilgal a renovar allí la monarquía’”. En las alucinantes páginas y con tinta verde de La historia interminable, de Michael Ende: “En aquella selva en que no había estaciones del año ni tampoco cambios del día a la noche, la experiencia del tiempo era también muy distinta de la que Bastián había tenido hasta entonces. Y por eso no sabía cuánto tiempo llevaba andando por la selva”. En las macabras páginas de La semilla del diablo de Ira Levin: “Estaba justamente empezando el capítulo de Brujería y satanismo, cuando la puerta del piso se abrió, pero tropezó contra la cadena. Sonó el timbre y ella fue a ver quién era. Era Guy”.
Conrado J. Arranz Como si fuera ayer, son ya casi cuatro años los que llevo residiendo en México. En realidad, uno no termina de tener conciencia del tiempo si no es por los actos, por las personas que te acompañan y las que quedan lejos, por las imágenes. Por esas imágenes que nos hacen añorar, pero también permanecer, que buscan un sentido a la permanencia. 1 El resplandor me atrajo a México con su brillo. Nunca pensé que descifrar el mensaje de una novela supusiera descifrar el sentido social de lo que me rodearía mucho tiempo después. La voz de los más débiles en la ficción es la que evidencia la tiranía de los hombres con poder. Sus voces son silencio, porque silencio fueron en la Historia. ¿Cómo desvestir de lo material al hombre?, ¿cómo atravesar su piel para encontrar todo aquello que nos iguale? 2 Dicen del muralismo mexicano que es un arte nacional y nacionalista, creado para la educación de las masas. Las masas parece un término difícilmente explicable cuando se trata de hablar sobre el ser humano, al que cosifica. Humanidad, “La marcha de la Humanidad”, la marcha total, la fuerza del hombre con su Historia. Siqueiros dota de movimiento a
su pintura y el Polyforum se articula en un movimiento circular, por dentro, y poligonal, por fuera. Nuestros ojos se detienen en unas manos que parecen salir de una garganta, quizás ancladas, en profundidad, al corazón. 3 José Revueltas amasa su corazón de tierra para dar forma de dardo a las palabras y dirigirlas contra la conciencia de los hombres. No se abstrae, aprende con los acontecimientos. Su vivencia es el mayor acto de fe. No tiene miedo, dialoga con él, cara a cara. En su obra, el sentido político del ser humano se agudiza. Nuestros actos cobran un sentido de trascendencia que nos lleva a la responsabilidad como especie. Leer nunca alcanzó tanta dignidad. 4 El último año está en construcción. Decía León Felipe que la historia de los hombres debe ser forjada por el anhelo de justicia y por el amor. De los hombres, no de los pueblos, porque “Los pueblos nacen y se van; […] pero el hombre está ahí siempre para empezar de nuevo cada día”. Con amor se puede todo, el mío arde, con él permanezco en la tierra, aunque de vez en cuando me eleve al cielo y otras descienda a los infiernos.
Mónica Trueba. Cuatro esculturas.
En el capítulo 21, del El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger: “Ya no pensaba siquiera en que estaba cogiendo una pulmonía o algo así. Simplemente me encontraba bien, para variar. En una silla que había al lado de la cama estaba la ropa de Phoebe. Para ser una niña es muy cuidadosa. No tira sus cosas por ahí como hacen otros niños. No es nada desordenada. En el respaldo había colgado la chaqueta de ese traje marrón que le había comprado mi madre en Canadá. Sobre el asiento había puesto la blusa y las demás cosas. Los zapatos y los calcetines estaban en el suelo, justo debajo de la silla, uno al lado del otro”. Y no es que quisiera dejar de husmear entre las páginas de más libros, pero terminamos este ejercicio con La Iliada de Homero: “Y si peleando te hirieran de cerca o de lejos, no sería en la nuca o en la espalda, sino en el pecho o en el vientre, cuando vas hacia adelante con los guerreros más avanzados. Mas, ea, no hablemos de estas cosas, permaneciendo ociosos como unos simples; no sea que alguien nos increpe duramente. Ve a la tienda y toma la fornida lanza”.
Aniversario 4
En La Gualdra hemos llegado al ejemplar 200, pareciera ser una cifra que poco tiene de especial, pues es un simple número natural que sigue al 199 y precede al 201, un dígito compuesto y considerado por la matemática como un número abundante; 200 es el guarismo de los Grigori, ángeles caídos que se mezclaron con mujeres humanas y que enseñaron a los hombres a crear las armas; y para esta publicación, un enorme logro por parte de quien la dirige, pues significa meses y semanas de trabajo y planeación. Hoy experimentaremos una manera distinta de acercarnos a esa cantidad, y lo haremos abriendo libros en la página 200 para ver qué contienen, y de paso exploraremos el mundo de la letras para ver si a algún lector le movemos algo en el interior, ya sea un recuerdo, un deseo, una intriga o una duda. Así pues en Así hablaba Zaratustra de Federico Nietzsche encontramos: “Mas, si no quieres
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LA GUALDRA NO. 200 / 1 de JUNIO DE 2015
Cuatro Por Alberto Huerta
Alejandra Celis Almanza. 200 dedos.
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Para Fernando Betancourt
Doscientos Por Pilar Alba Tengo un billete de doscientos pesos en el bolsillo de mi pantalón. Son sólo doscientos pesos y aún falta una semana para que llegue la quincena. Repaso de memoria lo que aún
4:00 am Por Yamilet Fajardo El pavimento sufre insomnio muere de hipo la luna. Un faro husmea el tercer piso de un condominio sin cortinas. La vieja polvareda del jardín se detiene a sacudir el pene de los sonámbulos. Las luciérnagas migran a la barba de los ancianos, observen la menta que les chorrea horas antes de fallecer. Las puertas llaman a sus inquilinos por última vez, ninguna supo mi nombre.
tengo en el refrigerador. La leche y los huevos nos los acabamos el fin de semana. Hay un poco de mantequilla, mermelada, un pedazo de papaya y tres jitomates; además queda por ahí una cerveza que quedó de la comida que hicimos por el cumpleaños de Chelito, así como un bote con chiles jalapeños. Ah, también tengo cebolla, un pedazo de queso y un chingo de limones. Yo no sé por qué siempre compró en el tianguis montones de limones; será mi tendencia a buscar siempre cosas que me amarguen la vida. Con lo que queda en el refri y si pido fiados en la tienda unos bolillos puedo pasar la semana. Con estos doscientos pesos alcanzo a pagar el camión; esta semana no me llevo el carro, pudiera ponerle los dos-
Se conmemora el cuarto aniversario de La Gualdra, suplemento cultural de La Jornada. Doscientos números. ¡Alabado! Cuatro son los Jinetes del Apocalipsis, cuatro las estaciones del año, el día está dividido en cuatro: mañana, mediodía, tarde y noche; el fuego, el aire, el agua y la tierra son los cuatro elementos. Cuatro son los puntos cardinales. Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del norte son las cuatro naciones que conforman al Reino Unido. Oros, copas, espadas y bastos son los palos que componen a la baraja española. El cuatro de oros significa bienestar. The Doors era un cuarteto, lo mismo que Led Zeppelin y obviamente Kronos Quartet. De quinteto a quedado en cuarteto The Rolling Stones, Los Tres Mosqueteros eran en realidad cuatro. Existe un instrumento de cuerdas llamado Cuatro. Justine, Balthazar, Mountolive y Clea, tetralogía de novelas que conforman El cuarteto de Alejandría, del escritor Lawrence Durrell. El cuarto mes (abril) de 2013 empecé a escribir semanalmente en el número 98 de La Gualdra, suplemento cultural de La Jornada Zacatecas, con el cuento Begin the beguine. He publicado noventa y tantos textos en sus páginas. Agradezco la generosidad. ¡Alabado!
Por Bernardo Araujo 1 Madre dijo: observa atento el nacimiento de los pequeños caballos en el agua estancada sobre el patio 2 no hay patio visible -en la ventanapero aparecerá el estanque los flamantes corceles en declive 3 un relámpago hace crujir la noche la divide -del día y de la muertecomo el orgasmo hace presente lo inmemorial y el vaticinio 4
cientos de gasolina, pero aparte es el gasto del limpiaparabrisas o del vieneviene. Haciendo cuentas puedo gastar cuarenta pesos diarios, eso es suficiente. Son tiempos de apretarse el cinturón, está difícil la situación, cada vez nos alcanza para menos… son frases que se escuchan a todas horas, todos los días. Pero con cuarenta pesos descontando lo del camión al menos me quedará para comprarme un dulce. Yo ni como dulces, pienso, mientras reviso mi bolsillo para sacar los doscientos pesos. Un prodigio ha ocurrido: la multiplicación de los panes y los pesos; me doy cuenta que en lugar de un billete tengo dos. Doy gracias a mi desmemoria y salgo. Al menos no tendré que pedir fiados los bolillos.
Cuatro por cuatro Por Gerardo del Río Más allá del ritmo, más cerca del latido, divido en cuatro tiempos mi día, mi caminar cotidiano está sincopado por una melodía básica, el anuncio profético del gallo, el rito de la taza de café, la canción de José Alfredo y la encrucijada, la fotografía de Tina Modotti; las estaciones o los puntos cardinales, más allá de notaciones cabalísticas, o disertaciones filosóficas, prefiero el otoño a las otras estaciones del
4 Desbordamientos
año el otoño es invisible en mi cuidad pero hay un perfume sutil que impregna las cosas, será ese no mostrarse, ese misterio que espera resolución lo que me encanta. Me gusta el ritmo de cuatro por cuatro para mis pies vagabundos. El número cuatro tiene una resonancia a golpe de madera en mi infancia beisbolera, en mi pasión por los Yanquis, en la magia de un partido perfecto sin hit ni carrera, una vez
soñé un país empantanado en casa comenzaba a formarse un estanque [hay historias sobre ciudades que se convirtieron en estanque] tuve miedo -Madrede asomar a la calle cuando oí a los potros encabritarse dentro -de mí.
más José Alfredo cuatro caminos, cuatro mis pasiones esenciales, cine, música, novela negra y béisbol. El ritual de invocación, la oferta animista, la nostalgia epistolar, la escritura cardinal, cuatro por cuatro como ecuación perpetua, golpe de tambor, cuatro numeral sin fortuna, espejo de olvidos, cuatro como una despedida, cuatro en la ternura, en los años de Dorian, en su mirada de futuro, en su asombro en el contagio de su risa, en mi dolencia interior, en la utopía, cuatro la naciente dicha de tenerlo cerca, de oírlo reclamar el cuento nocturno y la beatífica entrada al sueño, cuatro canciones de cuna para Dorian, siempre las mismas siempre distintas.