La Gualdra 392

Page 1

SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 392 /// 8 DE JULIO DE 2019 /// AÑO 9

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Ilustración de Juan Gedovius.

“Tradicionalmente el artista no es sólo un artista: es crítico, tiene una postura política, es alguien con conocimiento de muchas cosas… y ahora ya no. Ahora es alguien que se viste extravagante, que hace cualquier cosa y la expone porque puede, es accesible sin que tenga mayor relevancia. Tampoco es que sea tan fácil ser artista. No eres sólo porque lo eliges, no sólo porque puedes pagar las clases o el instrumento que necesitas. No sabemos merecerlo. Hoy en día nos está haciendo falta un para qué...”. Juan Gedovius

[“Seamos aprendices de brujos: Juan Gedovius”, por Maliyel Beverido, en páginas centrales]


2

LA GUALDRA NO. 392 /// 8 DE JULIO DE 2019 /// AÑO 9

La Gualdra No. 392

Editorial El jueves 4 de julio pasado, en el marco de las Jornadas Lopezvelardeanas, la poeta Elsa Cross recibió el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde. Elsa Cross, “Nació en la Ciudad de México el 6 de marzo de 1946. Poeta, ensayista y traductora. Doctora en Filosofía por la UNAM, donde actualmente es profesora titular de Filosofía de la Religión en la FFyL. Estudió Filosofía Oriental y Meditación por dos años en Ganéshpuri, India. Ha sido profesora en la Escuela de Arte Teatral del INBA y codirectora de la Casa del Poeta. Fue Becaria del CME en 1971 y 1979; del INBA/FONAPAS en 1981 y del FONCA en 1990. Miembro del SNCA en 1993 y 2002. Su obra ha aparecido en An Nahar (Líbano), Anuario del Mediodía, Black Warrior, Blue Window, Caravannes, Casa del Tiempo, Casa de las Américas (Cuba), Cuadernos Hispanoamericanos, Debats (España), Diálogos, El Urogallo, Escandalar, La Gaceta del FCE, La Jornada Semanal, La Palabra y El Hombre, La Sape, Le Courrier, Le Journal des poètes, Mindprint, Natural Bridge (Estados Unidos), Nouvelle Revue Francaise (Francia), Onthebus, Poésie, Poesia Sempre, Prometeo (Colombia), Quimer, Revista de Bellas Artes, Revista de la Universidad, Revolver (Bélgica) Sibila (Brasil), The Guadalupe Review, Tierra Adentro y Vuelta, entre otras publicaciones. Algunos de sus libros han sido editados en Bélgica, España, Estados Unidos y Canadá. Entre sus reconocimientos se encuentran el Premio Diana Moreno Toscano 1967 y el primer lugar en la categoría de Poesía del Concurso Nacional de la Juventud 1971 (SEP) por La dama de la torre. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1989 por El diván de Antar. Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 1992 por su libro Moira. Premio de Poesía Jaime SabinesLapointe 2007, otorgado en Québec, Canadá, por el conjunto de su obra. Premio Xavier Villaurrutia 2007 (junto con Pura López Colomé) por Cuaderno de Amorgós. Premio Universidad Nacional 2009. Premio Roger Callois 2010. Medalla de Bellas Artes 2012 en reconocimiento a su trayectoria. Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüísticas y Literatura 2016. Premio Iberoamericano Ramón López Velarde 2019. Su poesía ha sido incluida en más de 50 antologías de doce países. Su poemario El diván de Antar se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1988-1997 editado por Joaquín Mortiz, el Gob. del Edo. de Aguascalientes y el INBA en 1997”. Este año y el anterior coincidió que el Premio Iberoamericano fuera entregado a dos poetas -en 2018 lo recibió José

de Jesús Sampedro-, pero hay que hacer nuevamente la aclaración de que no es un premio de poesía solamente; instituido en 1998, éste fue creado para reconocer a escritores de trayectoria destacada y que hayan promovido y difundido la obra del autor de la Suave Patria. Felicitamos a la maestra Elsa Cross por esta merecida distinción que Zacatecas le ha otorgado y compartimos con ustedes, para seguir con la celebración, uno de sus poemas: Amor el más oscuro II Viene la melancolía del principio, días de incertidumbre y sueño. Vienen sólo distantes tu risa y tu perfil y abarcan mi deseo y me vuelcan a tu rostro, a tu vehemencia contenida. Ya siento de algún modo tus manos previstas de ternura conduciéndome, olvidándome, dejando a medias para siempre mi destino. Sé que otra vez me cercará la calma, la soledad llena de amor, tu nombre. Quiero pronunciarlo tantas veces como días tendré después para perderte en la memoria. Pero qué lograría apartarme si muestras la misma angustia que sustento, la soledad de idéntico linaje, la imperfecta voluntad de amor. Para reconocernos baste la oscura nostalgia socavándonos, baste nuestra olvidada condición de amantes, vocación de locura, celda, fuego. Maldigo desde ahora tu cuerpo cerrándome el abismo. Sean el tedio y la tristeza, sea apacible y humana tu mirada. En este momento te amo para siempre y van mis pasos hacia ti para cumplir tu voluntad.

Contenido Zozobra, 100 años Por Juan Antonio Caldera Rodríguez

3

Seamos aprendices de brujos: Juan Gedovius Por Maliyel Beverido

4 5

Una isla llamada Centro Histórico Por José Jaime Medina Martínez

6

José Emilio Pacheco, poeta audaz y cosmopolita [Segunda parte] Por Rafael Calderón

7

Sobre Disidentes de género: la nueva generación Un libro sobre tolerancia y diversidad Por Ariadna Molinari

Que disfrute su lectura.

8

No Por Bernardo Araujo Lugar común dos: Despedida en la estación del tren Por Pilar Alba

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com Enciclopedia de la Literatura en México. http://www.elem.mx/autor/datos/2069 2 Cross, Elsa, en Poemas escogidos (1965-1999). Colección Poemas y Ensayos. Universidad Autónoma de México. 1

Directorio

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


3

8 DE JULIO DE 2019

Zozobra, 100 años

*

6 Por Juan Antonio Caldera

Rodríguez

. La Crónica del Estado rinde pleitesía y profundo homenaje al poeta mayor de la Literatura mexicana, Ramón López Velarde, en el conjunto de las conmemoraciones que se le hacen en estas fechas de junio y en este simbólico sitio. Y lo hace avivando su imperecedero recuerdo y mostrando al público las ediciones de esta institución, una de las cuales es este libro titulado Los municipios de Zacatecas, memoria y patrimonio, que comprende una síntesis de la memoria histórica y del patrimonio intangible e intangible de cada uno de los municipios que configuran nuestro estado. Una libro básico y elemental, cuya lectura nos permite tener presente la riqueza cultural e histórica de los importantes, o no tan importantes, pueblos y ciudades que se fundaron antes de la llegada de los españoles y después. Jerez, entre ellos, que según el texto incluido en el libro del cronista adjunto Héctor Manuel Rodríguez Nava, “la audiencia de la Nueva Galicia mandó fundar la antigua villa de Xerez de la Frontera desde 1559, pero no fue sino hasta 1572 que se logra su fundación definitiva”. En el elenco de grandes figuras nacidas en este lugar, destaca el poeta Ramón López Velarde, que, eco de muchas voces que han estudiado la vida y la obra del poeta, dice su cronista que es considerado “uno de los poetas mayores de la literatura mexicana”. 2. Como es propicia la ocasión para recordar una efeméride expondré brevemente algunos comentarios. 1919 fue un año significativo en la vida del poeta, pues en este año comenzó a recoger abundantes frutos en lo que a su creación poética se refiere y en general a su moderna estética. Los cuarenta poemas impresos bajo el título de Zozobra dan cuenta de la magnificencia de sus logros estéticos, y la mayoría de sus críticos concuerdan en que el ars poetica del vate habíase consolidado sobre las bases más encomiables de las que de un creador puedan expresarse, desde luego, con conocimiento de causa y con fundamento en reiteradas lecturas tanto exegéticas como críticas, históricas y aún psicológicas, y son, a saber: “su relación cuasi orgánica con el lenguaje y el valor que éste adquiere, no para rellenar huecos en el verso sino para crear, en una suerte de

acto demiúrgico, un lenguaje que es en sí su propio referente”, como con precisión escribe el profesor Carlomagno Sol Tlachi, en su edición crítica de este libro sustancial: Zozobra, edición de la Universidad Veracruzana, 2004. Tiene razón el profesor Sol Tlachi en subrayar el carácter demiúrgico de la obra velardina, no sólo en este libro sino en la obra primigenia aparecida en 1916, El son del corazón y en casi toda su obra prosística, todavía, creo, no suficientemente estudiada. [Sol Tlachi cita (p. 189), por ejemplo, “El candil”, “Las vírgenes”, “Fábula dística” y “La niña del retrato”, como ejemplos de un lenguaje nuevo en Zozobra]. Lo que es cierto, y aquí sólo refrendo lo que ya varios especialistas en la obra velardina, verbigracia Octavio Paz, Veremundo Carrillo Trujillo, Luis Mario Schneider y Elisa García Barragán, Gabriel Zaid y Guillermo Sheridan, han dicho sobre la importancia de los universos simbólicos que el poeta fue gestando y acrisolando en su espiritualidad fúlgida y a ratos claroscura, como que era hijo de los vástagos de Leda, Cástor y Pólux. Y el punto de fuga en que se concentran esos universos simbólicos no puede ser otro, sino la condición de haber el poeta nacido y estado hasta la primera infancia en una ciudad como Jerez, Zacatecas. [A la que luego vuelve esporádicamente y a cuya vida personal, se ha añadido —él lo sabe y lo dice—, una herida: la del dolor]. Prosas a las que se pude recurrir para el efecto son “La sala”, “Mis días de cachorro”, “Espantos”, “El comedor”, todas de 1916. La redoma de su alma sensible custodió y fraguó todos estos elementos en una combinatoria extraordinaria, como lo puede demostrar quien lea, por

ejemplo, el poema que cierra Zozobra y que lleva el título de “Humildemente”. Cuando me sobrevenga el cansancio del fin…, etcétera, no es la mera recreación de un prurito de volver al edén subvertido, sino la incitación a volver sobre los pasos perdidos de una zozobra, en la geométrica inmensidad de una Providencia [en la que cree y a la que no justifica, es decir, la da como inefable, y a la que se le entrega con heroísmo cristiano. Es ir “enfermo de lo absoluto”, como lo diría en el poema “El candil”], Providencia, digo, que todo lo prevé y lo determina armónicamente, no a ciegas: a tu paso de aromas / me quedo sordomudo, paralítico y ciego… ¿Qué es un acto demiúrgico? En síntesis, es ponerse a la escucha de una voz interior, que los antiguos denominaron demonio y que era, hasta cierto, punto (libertad de por medio), la rectora de las potencias interiores: la memoria, la voluntad y el entendimiento. Y en efecto, no se comprende la obra de López Velarde cuando a este su demiurgo, lo reviste él con el ropaje exacto y las alas precisas, a Psiquis, a su alma, con toda la majestad de un autoconocimiento, [no como vía de reflexión filosófica, sino como camino hacia la cincelación de un arte suyo, que sea distinto: el poético, el velardino]. Sobre esta convicción que el poeta tenía puede leerse y meditarse con bastante provecho su prosa, “La derrota de la palabra”. Yo me inclino a juzgar, dice, que para conseguir la más aquilatada elegancia de la expresión, nada hay mejor que cortar la seda de la palabra sobre el talle viviente de la deidad que no anima… y antes de borrajear el papel, hay que consultar cada matiz fugaz del ala de la mariposa. 3. Hace cien años, por estas fechas de

Jerez, Zacatecas, 18 de junio / 2019 Centenario de Zozobra, 1919~2019 **Texto leído durante las XII Juegos Florales en Jerez, Casa~Museo Interactivo Ramón López Velarde.

Literatura

1

¿Qué gracia divina nos dará el poder de acoplar el principio del ser y el principio del pensamiento y, empezándonos en verdad nosotros mismos en un pensamiento nuevo, el de retomar en nosotros, para nosotros y sobre nuestro propio espíritu, la tarea del Creador? Gaston Bachelard, La intuición del instante, p. 7, 1987.

junio, ya andaban en boca de muchos los poemas de Zozobra, pues, si no me equivoco, la edición salió en el mes de abril. Abre el poemario una alusión a la figura de Fuensanta que había muerto un año antes “Hoy como nunca / me enamoras y me entristeces...” Pero casi todo el poemario está revestido de la presencia y la esencia de Margarita Quijano, a quien conoció en 1914 y a quien cortejó desde 1915, y quien es, sin duda grave, la creatura solar hecha de “niebla y teología”. Así se entiende cuando Carmen de la Fuente en su ensayo López Velarde, su mundo intelectual y afectivo, señala que “la naturaleza de ella [de Margarita], mística y casta, hacía imposible cualquier entendimiento físico”. Hay poemas extraordinarios en cuanto a su riqueza retórica, a sus hallazgos metafóricos y a su inventiva, en fin, a su profundidad de sensaciones, que se desglosan en una como honda, hondísima pena y dolor y queja — “arte de la queja”, diría Alberto Paredes—, que no anonada, claro está, pero siembra en la existencia la semilla de la desesperanza. Dos de ellos son “Mi corazón se amerita” y “Tus dientes”; otro, “La lágrima”, que escribió en 1918, tras el rompimiento con Margarita Quijano. Margarita Quijano es la Isaura de la “La necedad de Zinganol”, [Zinganol, ¿no les parece un nombre gitano, de errancia y de zozobra?], prosa que da extraordinarias luces para entender esa ruptura definitiva en la relación afectiva y erótica hacia Margarita. La prosa está fechada circa 1916, aunque yo creo que es muy posterior a este año; quizá sea de 1918. Los invito a releerla, pero les comparto esto: Un día, empero, Zinganol dio traza de conocer el lenguaje de la tierra. Saludó a Isaura. Ella casi no contestó. Mi pobre amigo, con el temperamento rencoroso que tantas desgracias le acarreó a su deslucida existencia, duró un mes sin salir de su planeta. [ R. L V., Obras, FCE, 291]. Dice Severino Salazar, en Cielo cruel y tierra colorada, que “La necedad de Zinganol”, Ramón la dedica a un amigo, lo cual es falso. Está “dedicada” a sí mismo, viéndose el poeta en el espejo de la desilusión y en el de un fatal descalabro. Desilusión que se “refracta en el iris fiel de su pasión exacta”, del correlato lírico que es “La lágrima”, que ya mencioné. “La lágrima” no es sólo el poema de la desilusión, de la pena y de la quiebra moral; es el de la muerte simbólica del alto poeta que fue y es, oriundo de este pueblo hoy mágico y muy antiguo, Xerez de la Frontera. Lágrima mía, en ti me encerraría, / debajo de un deleite sepulcral, / como un vigía / en su salobre y mórbido fanal.


Artes Visuales

4

LA GUALDRA NO. 392

Seamos aprendices de brujos: Juan Gedovius 6 Por Maliyel Beverido

trataba presenté una prueba, y quedé muy bien, les gustó. Entonces [el FCE] fue el único que apostó por hacer realmente libros infantiles, los que se encontraban siempre venían de España, de Estados Unidos, hasta de Colombia. Estamos hablando de hace más o menos 25 años. Y así… Como ilustradores nos acostumbran a que hay que ilustrar lo que escriben otros. Y estuvo bien durante dos o tres libros, y de repente, yo soy como inquieto natural, entonces empecé a preguntarme en qué momento voy a hacer…

A

nte la oportunidad de platicar con el rockstar de la ilustración en México, Juan Gedovius, lo primero que se me ocurrió preguntarle fue si ése era su nombre real, pues siempre había creído que se trataba de un seudónimo nacido de una interpretación fonética de get the obvious derivado de la frase get the obvious out of the way (quitar lo obvio del camino). Para mi sorpresa, el aludido respondió lo siguiente: Juan Gedovius: Ése es mi nombre, sí. Si fuera seudónimo sería especialmente retorcido. Pero sí, me llamo Juan Luis González Gedovius. Soy Juan Gedovius y me dedico a hacer libros para niños. Maliyel Beverido: Ya sea como ilustrador, escritor o músico, siempre se dice de ti que eres autodidacta. JG: Autodidacta, sí, porque en realidad nadie te enseña a hacer libros para niños. Y si bien yo estudié música en la Escuela Superior de Música, también eso lo aprendí como creo que se deben aprender todas las manifestaciones artísticas: haciéndolas, y no necesariamente en la escuela. En el caso de los libros, pues, para empezar, me tocó ser como de quizás una tercera generación de ilustradores en México, me tocó estar entre estas personas que nos inventamos esta profesión. No había un referente anterior, los libros [para niños] se hacían en otros lados, y había que inventase cómo hacerlos desde aquí. Un equipo muy cercano aprendimos a ser editores adicionales, un gran descubrimiento que comenzó con este primer intento por hacer libros infantiles en el Fondo de Cultura Económica, a través de la colección A la orilla del viento. MB: Pero ¿cómo fue que te iniciaste en la ilustración? JG: ¿Cómo? Por accidente en realidad, pues no estaba dentro de las posibilidades, en ese momento no existía como profesión… si hoy día no existe como carrera… Todavía me sigo preguntando qué hay que estudiar para hacer libros. A mí siempre me gustó dibujar. Hacía muchísimas cosas, estaba postulando para estudiar biología, que siempre me ha encantado, hacía museografía, estudiaba música, hacía laudería… un chorro de cosas, y de repente me dijeron “oye están necesitando ilustradores” y aunque no sabía bien de qué se

/// Juan Gedovius

MB: ¿Tu propia historia? JG: No sólo mi propia historia: mis propios personajes. Yo tenía ganas de dibujar dinosaurios y monstruos y duendes y me estaba tocando hacer puros niños y niñas, y pues estaba bien pero no era lo que yo quería, en ese momento, sobre todo. Entonces vi que no tenía que pedir permiso a nadie para hacer algo, porque tampoco había como un camino muy trazado, muy cierto. Era hacerlo o no hacerlo. Lo hice y tardó mucho en ser editado, uno porque yo estaba muy chavo, y por otro lado porque era una cosa diferente lo que yo estaba proponiendo. Ése fue Trucas, mi primer libro como autor. Yo fui un pésimo lector, tuve dislexia toda mi infancia, me daba mucha pena leer. Entonces mi forma de hacer historias siempre fue a través de dibujos, por eso mi modo de abordar la lectura era diferente. Y ese diferente funcionó muy bien. Ahí está el carácter autodidacta. No estudié pintura, o artes plásticas, mi formación era sobre todo musical. Pero siempre estuve literalmente batiéndome con los materiales, jugando con ellos. También eso pasó, que como nunca estuve dentro de las técnicas me permití abordar los materiales de otra manera, y eso me dio un modo único de hacer las cosas. A la larga fue muy bueno, me sacó del cubito en donde muchas veces te meten. Sin proponérmelo. Eso fue un poco como comencé a hacer esto. MB: Ahora, tú enseñas, das talleres y cursos y seminarios ¿por qué? ¿Tú tomarías uno de tus cursos? JG: A mí me hubiera gustado tener a alguien que me dijera “por aquí”. Que sí lo tuve, pero me refiero más como esta suerte cada vez más rara del aprendiz de brujo, encontrar alguna especie de padrino, o padre místico o


5

8 DE JULIO DE 2019

MB: ¿Cómo debería ser, según tú, la educación artística? JG: ¿Cómo debería? Es una pregunta muy abierta… No hace tanto no existían como tal las carreras artísticas, era más entre pasión y entretenimiento. En el momento que las artes como tales se volvieron una opción real académica, una Facultad, pareció preferible a estudiar medicina o arquitectura porque se veía más fácil, porque deja

Tampoco es que sea tan fácil ser artista. No eres sólo porque lo eliges, no sólo porque puedes pagar las clases o el instrumento que necesitas. No sabemos merecerlo. Hoy en día nos está haciendo falta un para qué, ¿para qué se están haciendo las cosas? Se tiene el mejor pincel, el mejor caballete, y de repente se nos olvida para qué, a quién le estoy dedicando mis esfuerzos, a dónde voy con esto. MB: En este sentido ¿tú para quién ilustras? JG: ¡Primeramente para mí! No me sentiría bien ofreciendo algo que no me guste. Volviendo a la idea del pastel. Si yo hago un pastel y lo hago muy rico pues lo ofrezco y lo comparto. Pero por supuesto es para cualquier persona que quiera echarse un clavado a las páginas de mis libros, no necesariamente público infantil, como se le llama, porque muchas veces sucede que hay otros que no admiten que leen los libros para niños, pero se los llevan. No es extraño que esté firmando libros y que sean duplicados: éste es para mis hijos y éste es para mí. O éste es para mi sobrino y éste es el mío. Creo que va por ahí. más a la interpretación, y creo hasta cierto punto que se volvió refugio de flojos. Y se cobijó a estas personas que buscaban un refugio para enseñar las más mediocres de las manifestaciones. ¿Qué pasa cuando entras a un lugar, a una galería de muchísimo caché y hay cuatro sillas, un bulto de aserrín, un camino de tachuelas y una gran cédula que abarca media pared que sustenta todo el proyecto? Desde mi punto de vista se vuelve uno de estos refugios justamente, y entonces las reflexiones son como: “bueno, el arte es para el que lo estudia”, o “es que lo que importa es el proceso”. Básicamente es eso me parece, que en el momento que se privilegió eso, se creó el refugio. Si el proceso es rico, el

resultado es rico. No veo por qué no. Es hacer un pastel, ¿no? “Es que fue muy divertido hacerlo”: sí, pero si no sabe rico no hiciste un pastel. Creo que se perdió verdaderamente el sentido de “hacer”. Entonces ¿cómo debiera de ser’… no estoy seguro de cómo debiera ser, pero creo que como lo estamos viviendo no está siendo. Y no está siendo de muchas maneras. Tradicionalmente el artista no es sólo un artista: es crítico, tiene una postura política, es alguien con conocimiento de muchas cosas… y ahora ya no. Ahora es alguien que se viste extravagante, que hace cualquier cosa y la expone porque puede, es accesible sin que tenga mayor relevancia.

MB: Algo que quieras agregar acerca de los saberes... JG: Es una suerte de legar, de legado. También nos hemos vuelto bien envidiosos. “Esto es mío y se muere conmigo” ¡No! Por eso nos sabemos muchas letras de canciones, de nanas que cantaban nuestras abuelas, que le cantaron a nuestros papás y ellos a nosotros, y eso es lo que nos va conformando como seres humanos. Somos producto de nuestras experiencias, de nuestros aprendizajes y vamos a ser recordados por lo que legamos. Entonces nos toca seguir legando. Darle lo que ya digerimos a las generaciones que vienen para que ojalá les ayude a hacer lo que nosotros no hemos podido.

Artes Visuales

gurú, al que eventualmente le gustes como aprendiz. Creo que eso se ha perdido mucho. Ahora, por estar hurgando en lugares que no tienen nada qué decir, producto de esta modernidad ociosa donde todo debiera tener como pasos muy delimitados, una más de las tantas burocracias que nos envuelven, dejamos el todo por lo menos. Siempre he pensado que si uno tiene algo por lo que brillar, sobre todo en estas disciplinas artísticas, pues brillas. Sí, las técnicas te van a enseñar, pero muchas veces lo que verdaderamente necesitamos es un empujón, y me ha tocado ver cómo desafortunadamente en muchas instituciones, el tipo de programas, o hasta los maestros, lo que han hecho es desilusionar a sus alumnos en vez de empujarlos. Incluso por envidia; es muy común encontrar maestros que están enseñando porque no la armaron… lo cual es terrible, porque entonces se convierten en enemigos del objetivo. No fue raro para mí toparme con personas que no brillaron en un ambiente profesional y entonces no les quedó, y lo digo entre comillas, más que dar clases, ¡que es una cosa fantástica!, pero aquí se vio como una cosa negativa. Y me tocó ver cómo afecta un consejo mal intencionado. El tipo de comentarios que hacen que tomemos malas decisiones dejando nuestra vida en manos de personas que no tenían por qué decidir por nosotros.


Ollin: Memoria en Movimiento

6

LA GUALDRA NO. 392

/// Av. Hidalgo Zacatecas, Autor desconocido, Ca. 1940, Fondo, Federico Sescosse, Biblioteca del Camino Real de Tierra Adentro, C. INAH Zacatecas.

/// Av. Hidalgo. Autor desconocido, Ca. 1950, Fondo, Federico Sescosse, Biblioteca del Camino Real de Tierra Adentro, C. INAH Zacatecas.

Una isla llamada Centro Histórico 6 Por José Jaime Medina

Martínez*

E

l centro histórico de la ciudad de Zacatecas inscrita por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad cubre una superficie de 110 hectáreas, representando un 40% de la mancha urbana actual. En el devenir del tiempo formó uno de los patrimonios culturales más ricos y diversos del país, esta herencia cultural, al ser marcada por la época, genera en la población la conciencia de un pasado y de una historia común, por medio del cual se sienten enraizados, con alto sentido de pertinencia en el tiempo y en el espacio. Sus antecedentes se remontan a los realejos o simples escarbaderos, con endebles edificaciones diseminadas en la cañada. Durante el virreinato la traza de la ciudad se estructuró en un eje longitudinal de norte a sur siguiendo el cauce del arroyo de la plata agrupando al centro los órganos de gobierno y religioso, la élite española y alrededor la fuerza de trabajo, período donde predominó la arquitectura barroca en hermosos recintos religiosos y amplias casonas de oligarquías de mineros y hacendados principalmente. Durante el periodo independiente y decimonónico las necesidades de espacio se adaptaron a las antiguas construcciones, cambiaron los rasgos, la ciudad se reviste de la nueva

imagen del estilo romántico, plasmada por maestros canteros quienes diseñaron armoniosas composiciones arquitectónicas eclécticas. Después de la revolución, persiste el período historicista, arquitectura de hierro y algunas expresiones del movimiento el art déco se hacen tímidamente presentes. En el último tercio del Siglo XX la arquitectura de valor histórico sufrió sucesivas transformaciones, en su mayoría faltas de carácter, los partidos arquitectónicos fueron subdivididos o mutilados, en varios casos sólo permanece la fachada, alto porcentaje de su población se mudó a nuevas zonas residenciales. En tanto grupos sociales impulsaron la invasión de la periferia generando problemas en el abastecimiento de servicios, infraestructura e imagen urbana. El cerco urbano en torno al centro histórico se fue dando paulatinamente; pero en un tiempo relativamente corto, numerosas colonias que se asentaron irregularmente y fraccionamientos llegaron a conurbar con Guadalupe al sur, Orito al oriente y al sur con la Isabelica. Los periféricos no han sido suficientes para frenar la expansión dela mancha urbana como vemos en las faldas del cerro del Padre y la recién inaugurada vialidad Manuel Felguérez. El reto que tenemos los zacatecanos es vincular nuestra riqueza cultural con el desarrollo sostenible, se deberá abordar la problemática en forma integral, buscado

/// Vista general de Zacatecas desde La Bufa, William Henry Jackson, 1891, Fototeca Nacional, INAH, Catálogo: 430153.

un equilibrio entre las funciones urbanas de las periferias y el centro histórico, sin embargo, este último tiene que mantener la función de “centralidad”. La estructura de la ciudad de Zacatecas es homogénea al interior y heterogénea en los bordes, en torno a la periferia y miradores, las edificaciones que se construyen a pie de carretera obstruyen lo visual del paisaje cultural. La mancha urbana antigua se empieza a sentir hacinada por numerosas construcciones, escasos espacios abiertos y áreas verdes, lugar donde se concentran los eventos públicos, de carácter cultural, comercial, sociales, etc., recorrer algunas de sus calles se vuelve complicado entre rampa, ambulantaje, señalética y mal estado en que se encuentran, no propias para el tránsito de las personas en situación de discapacidad. Por deshabitarse el centro histórico y por la especulación inmobiliaria varios inmuebles están expuestos a numerosos factores que atentan contra su conservación: el cambio climático, la globalización y gentrificación, la especulación económica ha originado cambios de uso, incremento de niveles, modificar el partido arquitectónico. La arquitectura vernácula es la que más ha sufrido afectaciones, los edificios prácticamente se demuelen y se edifica una nueva construcción, con la justificante de apegarla a la “tipología” del lugar. Lo expuesto ha ocasionado desequilibrios arquitectónicos, sociales, económi-

cos y ambientales, que afectan las aspiraciones a un desarrollo sostenible. Es prioritario un reordenamiento territorial (lo visual, incluir otros polos urbanos y el patrimonio natural deben ser considerados en la planeación) cuyos propósitos son mejorar la calidad de vida de la población, fomentar el crecimiento urbano de manera ordenada y procurar la cohesión social en el territorio, promoviendo un uso sostenible. Hay varios ejemplos de trabajo interinstitucional entre los diferentes niveles de gobierno, donde se han realizaron proyectos con criterio de accesibilidad, inclusiva y movilidad urbana; por mencionar algunos, están las calles Tacuba, Dr. Hierro, una sección Av. Hidalgo, la Plazuela Miguel Auza, etc. La acción en materia de conservación y salvaguarda del centro histórico de la ciudad, se ha visto fortalecida con el establecimiento la de la Ventanilla Única de Gestión, entre H. Ayuntamiento de Zacatecas y el centro INAH Zacatecas, a partir de un convenio firmado en el 2018 y que tiene por objetivo dar asesoría y respuesta en tiempo, a las solicitudes de los ciudadanos en materia de edificaciones que se encuentran dentro de la poligonal del centro histórico de la ciudad de Zacatecas. * El Dr. José Jaime Medina Martínez es el arquitecto perito del área de monumentos históricos del Centro INAH Zacatecas.

/// Polígono de la inscripción de Zacatecas como Patrimonio Mundial, UNESCO, 1993.


7

8 DE JULIO DE 2019

José Emilio Pacheco, poeta audaz y cosmopolita 6 Por Rafael Calderón II “Las ‘Aproximaciones’ a los textos ajenos se publicarán en un volumen aparte”, se lee en la brevísima nota que aún perdura en Tarde o temprano del año 2000. Para este título hay que situar por lo menos un par de momentos fundamentales en la labor de traductor de José Emilio Pacheco. Así pues, sale a relucir el álbum personal, Bajo la luz del haikú (1997); Aproximaciones (1984) que compila Miguel Ángel Flores, con notas de Pacheco; y propiamente Aproximaciones 1958-1978, título final de Tarde o temprano de 1980. Antes, como apartado, figuran estas aproximaciones como sección final de los libros de poesía que va publicando y por eso hay que recordar “reescribir es negarse a capitular ante la avasalladora imperfección”. Esta obra nunca en vida de Pacheco fue terminada pero siempre estuvo presente en sus intenciones, mantuvo movimiento editorial constante. Es otra manera de cómo veía el movimiento de la poesía. Hoy día, puede observarse su evolución tanto por el aumento de páginas como por los poemas y autores que traduce, reconocer su rigor y las distintas etapas va otorgando a las traducciones realizadas. Es Aproximaciones una obra inacabada tanto para el imaginario de sus lectores como para el autor; contradictoriamente es el título más importante de su quehacer de traductor. Sin dejar de lado que realiza otras aproximaciones, como que él prefiere llamarlas, y que no han figurado en éste, pero igualmente ganan presencia. En parte desentrañan su travesía de traductor. Como sucede con Cuatro cuartetos de T. S. Eliot, con dos ediciones, que lo convierten en el poema de poemas para ser leído en la lengua castellana y que resultan estelares: primero, en 1989, la edición celebrada por Octavio Paz, y la versión definitiva, póstuma, salió el 2017, acompañada de notas y minucias precisas; están –además– Un tranvía llamado deseo, de Tennesse Williams; Vida imaginaria, de Marcel Schwob, etc. Las aproximaciones de Pacheco empiezan a tomar forma desde 1963. Su perfección de obra inacaba es ejemplo de su condición misma y conforme pasan los años aumenta de páginas. Deja sentir la existencia de que está en proceso, y es resultado de una claridad porque en sus páginas encierra perlas, joyas o diamantes transparentes a partir de otros idiomas que entrega al nuestro y estos poemas pueden ser leídos como un desenlace del idioma nuestro. Es el título que tiene todos los elementos para ser considerada clásica cuando de traducción se habla, aun cuando han tenido escasa circu-

/// José Emilio Pacheco. Foto de Octavio Nava / Secretaría de Cultura.

lación, por los pocos ejemplares publicados, sabiendo que la mayoría han desaparecido. Aún no existe la edición definitiva. Más bien es una tarea que su autor prolongó: en vez de ponerle punto final las fue aumentando de páginas. Aproximaciones es un título comparable a Versiones y diversiones de Octavio Paz; Baile de máscaras de Jaime García Terrés; alcanza reconocimiento por la condición de obra en proceso. En el terreno de las traducciones, sin estar terminada, ya es única. Ya que construye un perfil, y prácticamente es una obra autónoma de toda obra de Pacheco. Por primera vez registra su verdadera presencia en 1980 con motivo de la salida inicial de Tarde o temprano que incluye las traducciones realizadas por él hasta 1978. Sin que sea una lectura más allá del ejemplo de la versión en su lengua original tiene esa suerte de ser una obra que recuerda su exacta realidad y se transforma para ser leída en lengua castellana. Esa huella de su coordenada lleva al encuentro de autores notables que escriben en diferentes idiomas y que están en concordancia con el estilo de traductor, por su cuenta, nos acerca el resultado de estas aproximaciones que con el curso del tiempo son fuente de inspiración y que continuarán esa labor otros poetas traductores. Por su importancia, hay que resaltar además un párrafo que originalmente fue escrita por Pacheco, para Ayer es nunca jamás que recupera nuevamente en Tarde o temprano: “Escribir es el cuento de nunca acabar y la tarea de Sísifo. Paul Valéry acertó: No hay obras terminadas, sólo obras abandonadas”. Es pues, una obra inconclusa, pero nunca abandonada. Es la causa por la que es una obra que se convierte en el cuento que no termina, queda interrumpida

y con la muerte de Pacheco se podría entender que así es como finalmente alcanza punto final. Alcanza de alguna manera esta circunstancia como punto que no es final sino provisionalmente y el siguiente paso es que más delante salga publicada a la manera de los estudios de Walter Benjamín y su Baudelaire que fue publicada póstumamente, y reunir o resaltar el prestigio fragmentario que ya encierra. Posiblemente sea un estudioso, investigador literario o erudito de la obra de Pacheco quien termine esta tarea. Ciertamente Aproximaciones es una obra fragmentaria, divida en etapas, que fue saliendo como adelantos pero donde falta incluirse y revisar todo el material; esa realidad fragmentaria ilumina y es parte de un estilo que no niega su originalidad. El primer intento fraguado que registra las traducciones que hasta entonces Pacheco había realizado en un volumen es una realidad en 1980. Desde aquel año es parte de la historia literaria que se escribe en términos militares. El punto es que Aproximaciones originalmente fue un apartado de los títulos de su poesía –excepto El reposo del fuego, pues se trata de un solo poema– y en Tarde o temprano se juntan en un capítulo y suma algunas traducciones no recogidas previamente. “Como la refundición de lo ya publicado, la práctica de traducir poesía sólo admite dos posiciones discordantes. No tengo nada –escribe Pacheco– contra los traductores académicos pero mi intención es muy distinta: producir textos que puedan ser leídos y juzgados como poemas en castellano, reflejos y aun comentarios en torno de sus intactos, inmejorables originales. A menudo se trata de ´imitaciones´ que, señala Rafael Vargas, sólo comparten el tema con la página que les dio nacimiento. Empezaron como ejercicios en los cur-

sos de lenguas clásicas y modernas. Antes de leer a Ezra Pound, los ejemplos de Octavio Paz y Jaime García Terrés me llevaron a buscar mayores libertades. Algunas se aproximan directamente a textos nunca antes vertidos al español. Otras, como la ‘Lectura de la Antología griega’, se apoyan en los más diversos traductores, sin excluir a los de nuestro idioma. De alguna manera no son, como podría creerse, ‘traducciones de traducciones’ sino poemas escritos a partir de otros poemas. Considero estos trabajos una obra colectiva que debiera ser anónima y me parece abusivo firmarla. No obstante, quien desee cotejarme con las otras interpretaciones verá que tampoco puede hablarse de plagio”. El índice de las Aproximaciones 1958-1978 es el registro testimonial, configurado y sortea la evolución de sucesivas revisiones. Marca una presencia acelerada de autores y obras, compulsión de emociones tan distantes de estos tiempos como decir que son autores de la antigüedad griega, autores modernos franceses, de nacionalidad norteamericana, así como de lengua inglesa. Contiene un apartado de unidad lírica: “Homenaje al Haikú”; el otro salto del tiempo y las circunstancias es “Dieciséis poemas” de Constantino Cavafis que, con el tiempo, estos poemas alcanzan un registro bibliográfico que trasciende por la mano diestra y sonora de la poeta Minerva Margarita Villareal. Pero hay que agregar o extender la mirada a la “Lectura de la Antología Griega”, primer salto de perdurabilidad, o sentenciar la minucia de un contenido y la huella de las mismas lecturas de Pacheco, porque determinada el trabajo de carpintería y como resultado de las lecturas que dejan sentir su propia disciplinada con la lectura. Estas coordenadas, en realidad, resultan diferentes de las Aproximaciones de 1984, compilación que fue organizada por Miguel Ángel Flores. Él suma, enriquece, evoluciona con ejemplos nuevos el trabajo del traductor, con un índice que intenta no repetirse, y en ese sentido, es una compilación que registra sus propias variantes. Es distinta, por lo mismo, por los temas y autores incluidos y que pueden tener coincidencia. Pero las notas de la autoría de Pacheco son su aportación y nuevamente dejan sentir esa erudición que lo caracteriza. El día que sean accesibles las aproximaciones en un solo tomo y quien finalmente realice la tarea otorgará una nueva identidad editorial a la poesía mexicana y resaltará la idea central: “Pacheco nos aproxima –Rafael Vargas– a poetas de latitudes y tiempos muy diversos, cuya voz resuena nuevamente en la cercanía de nuestro idioma”.

Literatura

[Segunda parte]


8

LA GUALDRA NO. 392 // 8 DE JULIO DE 2019

Río de Palabras

Libros

Sobre Disidentes de género: la nueva generación Un libro sobre tolerancia y diversidad* 6 Por Ariadna Molinari

dador de FaCon (Familiares Contigo), habló también por su hijo y mencionó lo difícil que es también para un padre esa “salida del clóset”. Aceptar ante y con la sociedad la identidad de su hijo. No se aprende de género en las aulas, se aprende en la calle y regularmente de la forma más dura. Él contó cómo fue su proceso, el golpe inicial al recibir la noticia (“prefería ver a mi hijo muerto”), luego fue cambiando su postura. Sara Ortiz, fundadora del Festival Cultural de la Diversidad Sexual y activista desde hace más de quince años, no solamente compartió sus experiencias y puntos de vista sobre la lectura de este libro, sino que también nos conmovió con su voz. Ese fue el pacto que se hizo, uno emotivo y sensible, entre iguales que se reconocen y aceptan diferentes. Ante más de cincuenta personas se presentó algo más que un libro, se presentó una postura y una forma de ver y relacionarse, de integrarse sin concesiones. Somos lo que somos y no queremos ser de otra forma. Para Corina Leyva esto es fundamental; como cofundadora del colectivo Transitando la Vida, dedicado a ayudar a personas travestis, transgénero y transexuales, compartió su proceso de ser aceptada por su apariencia y por su identidad; experiencia desgarradora, pero también esperanzadora. Durante unas horas en Zacatecas, en el bar La Grosera, fuimos un poco más plurales, más civilizados. Luz Martínez resumió la lucha y la voluntad de las personas presentes con las mejores palabras: “Es difícil salir del clóset, pero es más difícil vivir donde no eres feliz”.

“H

ay publicaciones que se hacen para complacer y otras que se hacen para provocar”. Con estas palabras de Judith Navarro, directora de Texere Editores, comenzó la presentación de Disidentes de género. La nueva generación. En un momento en el que los crímenes de odio son un asunto normalizado, Zacatecas hace una pausa y pone la mesa para que la tolerancia encuentre un espacio de discusión plural y respetuosa, sin miedo y en igualdad. Disidentes… es un libro provocativo, sí, pero también seductor, por su contenido: diverso, preciso, directo. Cincuenta textos seleccionados de autores de distintas nacionalidades transitan entre la narrativa desbordada, el ensayo riguroso, la sensibilidad poética y la tira animada desafiante; todos tienen el mismo objetivo: reclamar el derecho más fundamental, el derecho de ser. Alex López, miembro de colectivo Lambda y cofundador de TvNAP, el primer medio de comunicación inclusivo de Zacatecas lo dijo claramente: “Es difícil enfrentar quiénes somos, y la sociedad no lo hace más fácil”. El espíritu de este libro es conciliar y confrontar; Heraclio Castillo lo manifestó: “una cosa es cómo nos identificamos y otra muy diferente cómo nos perciben los demás”. La construcción de la identidad es completa o no es. Parte de eso implica nombrar, decir para existir. Si la RAE rechaza palabras porque atentan contra su moral colonialista, Disidentes… da nombre y voz a lo sexogenéricamente diferente para que pueble y hable. Álex Gutiérrez, padre de un hijo gay y fun-

*Puede adquirir este libro en Texere Editores.

No

6 Por Bernardo Araujo

N

o fui yo el que nació en la noche de un verano lluvioso. El que vistió -hasta los 4 años- trajes de marinero y overoles pachones de terciopelo rojo. No fui yo. Aquel que se rajó la pantorrilla izquierda con la cadena de una bicicleta Bimex. No fui yo. El bartender que aprendió a conducir trasladando borrachines colmados a pernoctar en casa. No fui yo el adolescente que aprendió a mirar a la muerte en los ojos vencidos hartos de tanta vida. No fui yo el imberbe cuyo primer beso fue un rozón de labios con una quinceañera apiñonada de cabello corto y grifo. No

tuve un compañero, en secundaria, que a los 12 años se arrancó los sesos con un arma automática. No fui yo el crío hidrofóbico que jamás aprendería a nadar, ni fui yo quien quemaría los gallineros de la abuela jugando pirotecnia navideña. No fue una precoz quien me enseñó a besar como se debe. No estuve a punto de reventarme los sesos con la bala escondida de un revólver. No fue el destino quien guardaba una daga que partiría la médula de mis treinta y tres. No he escrito con las uñas y las tripas. No fui yo el arrebato de un delirio espontaneo. No fui yo, ni fue la tarde ausente quien me abrazó de pronto en la penumbra. No fui yo.

Lugar común dos: Despedida en la estación del tren 6 Por Pilar Alba

N

o sé por qué persisten las figuras de las despedidas en las estaciones de trenes. En nuestro inconsciente tenemos grabadas esas fotografías de los amados que tratan de salir por las diminutas ventanillas y tocan las manos de las amadas, las cuales no los sueltan hasta que el movimiento les hace imposible mantener el contacto, entonces las manos se convierten en máscaras que enjugan lágrimas. También están aquellas imágenes de muje-

res que se ponen en puntitas para alcanzar a darle un último beso a los hombres que parten a la guerra, a la capital o al extranjero. Las imágenes de pañuelos blancos que se agitan en señal de despedida mientras se escucha el silbato del tren que anuncia su partida, son sensaciones que están grabadas en nuestra memoria. No sé en realidad por qué persisten, si ya los trenes ni se usan; tal vez será que los amantes se siguen separando, que la gente tiene que ir a buscar una mejor forma de vida; que siguen doliendo igual, las inciertas despedidas.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.