SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 397 /// 26 DE AGOSTO DE 2019 /// AÑO 9
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Alejandro Nava. B.B.K. Óleo / tela, 106 x 104 cm. 1994.
“antes que plantear un marco historiográfico, este programa estructurado en tres núcleos temáticos, Concretismo lírico, Pictoconstrucciones, y Ontologías pictóricas. Inicios de la Colección ESPAC, tiene el propósito de abrir múltiples narrativas para así viabilizar la revisión de diversas estéticas pictóricas en tanto repertorios del arte contemporáneo”. Willy Kautz y Eric Nava (curadores)
[El Cordón umbilical retiniano se inauguró el 23 de agosto en el ex templo de San Agustín. Más sobre esta exposición en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 397 /// 26 DE AGOSTO DE 2019 /// AÑO 9
La Gualdra No. 397
Editorial
C
elso Piña, el Rebelde del Acordeón, inició su carrera a mediados de la década de los 70’s, aunque de acuerdo con sus palabras, no se “cuajó” sino hasta los 80’s. De formación autodidacta, tuvo como escuela de música la calle, el barrio; aprendió de oído escuchando primero la música norteña, ésa que se escucha en su natal Monterrey -y también, cómo no, en Zacatecas-. Nació en 1953 y fue hasta 1980, cuando con sus hermanos -junto con ellos eran los “los 4 Piña”-, pilares de sus inicios musicales, sacó su primer disco. En 2015, en el marco de las actividades del Festival Todo Sobre Ruelas, Celso llegó a Zacatecas invitado por Álvaro Octavio Lara Huerta, y ahí tuvimos la oportunidad de entrevistarlo Rafa de Santiago y yo para La Jornada Zacatecas.1 A Celso le quedaba muy claro que tras cuatro décadas de estar dedicado a la música había hecho escuela en varios rincones del mundo y se refería con orgullo a esto cuando recordaba cómo en sus giras le reconocían que, gracias a él, muchos jóvenes se dedicaban a este estilo de música: la música con acordeón, la cumbia colombiana hecha en Nuevo León. Celso era sencillo y no, no tenía por qué serlo. Consciente de su éxito se daba el lujo de ser como era, pero nunca grosero; sin embargo, decía con humildad que había acordeonistas a quienes admiraba particularmente, como a Quico Montalvo, Juan Villarreal y Lupe Tijerina y reconocía como el “auténtico Rey del acordeón” a su paisano Antonio Tanguma. Celso se ganó el título de “Rebelde” porque no quiso tocar lo que los otros tocaban; la música norteña la llevaba en el corazón, pero quiso ser diferente y por eso decidió tocar cumbia: “Luna, llena mi alma de cumbia, saca de mí la locura y llévame a la luz y a la paz”. Influencia en el extranjero En 2016, Carlos Belmonte nos platicaba en su columna gualdreña Desayuno en Tiffany’s, mon ku, de la existencia de un grupo participante en el Festival de Jazz de Montreux: se trataba de Kumbia Boruka, una organización musical creada por un par de músicos que normalmente acompañaban a Celso Piña en sus tours europeos, ambos mexicanos viviendo en Lyon, ciudad francesa cercana a Suiza. Nos decía que el acordeonista Hernán Cortés había sido percusionista en Monterrey con varios grupos como Bamboo, Inspector y con el de Celso Piña desde el año 2000; él y su hermano Tadeo –quien toca el güiro- crearon el grupo con otros latinos radicados también en Lyon. Este proyecto de Kumbia Boruka nació en Monterrey, cuando los hermanos Cortés
Contenido
estando de gira fueron apoyados por Piña, quien les invitó a montar su grupo de cumbia en Francia, dada la buena recepción y fuerte difusión que el estilo cumbianchero con acordeón estaba teniendo desde años antes. La presencia de Celso en Francia no se limitó a los conciertos, adoraba la belleza parisina y un video de él tocando frente a la Torre Eiffel da cuenta de ello.2 Futbol El Rebelde del Acordeón fue un gran aficionado del futbol y manifestaba a la primer provocación su cercanía con los Rayados del Monterrey. En 2014 participó en el álbum Rayados es pasión en la vida y en la cancha, con la canción “El Tano Pastita”. Era común verlo en sus conciertos portar la camiseta del equipo y entonar esa canción que dice “Con bombo y bandera yo vengo a la cancha. Cantando a Rayados con gran esperanza, la banda reloca ya pide la copa, pues no se conforma, ya quiere la otra... Rayados, Rayados de mi corazón, de mi cerebro tú eres el ladrón”. Literatura Muy recordado es que en el año 2003 hizo bailar al mismísimo Gabriel García Márquez en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey... el escritor colombiano no bailó una, sino dos piezas que el regiomontano tocó para él en ese momento. Celso nos dijo que García Márquez era su escritor favorito; no sé desde cuándo y si desde siempre, pero lo cierto es que el músico era un lector muy interesante. Del escritor colombiano, Celso decía con chabacanería “Nos topamos dos o tres veces y nos entendíamos muy bien”. “Celso Piña es un conductor de tribus. Si estuviese en tiempos medievales sería el Acordeonista de Hamelin”, escribió Carlos Monsiváis en el texto realizado para el álbum de Celso con el que festejara sus 20 años de carrera profesional, Barrio Bravo. Coincido con eso y seguramente, si usted estuvo presente en alguno de sus conciertos, respaldará también esa afirmación. Celso tuvo el poder de unificar y armonizar por medio de la música a la gente, a los integrantes de una sociedad cada vez más dividida los hizo bailar, casi flotar en el pavimento... nos hizo sonreír. Yo vi varias veces -y con eso me quedo- a una comunidad entera bailando y cantando en sus conciertos: “Cumbia poder me alimentas, dando energía a mi ser, para que pueda crecer el sentimiento que tú representas”. Celso Piña murió el 21 de agosto, que la cumbia poder lo acompañe en su camino.
Directorio
Celso Piña, el Rebelde del Acordeón (1953-2109) [Foto-galería de sus conciertos en Zacatecas: 2015 y 2017] Por Alejandra Celis Almanza
El Cordón umbilical retiniano [en el ex templo de San Agustín] Por Willy Kautz y Eric Nava
Una interpretación actual de la Morisma Por Ma. Cristina Morales Viramontes
Desayuno en Tiffany’s, mon ku El Baticine o el cine Permanencia Voluntaria Por Carlos Belmonte Grey
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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Celso Piña, el Rebelde del Acordeón (1953-2109) [Foto-galería de sus conciertos en Zacatecas: 2015 y 2017]
Por Alejandra Celis Almanza*
Artes visuales
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El Cordón umbilical retiniano [en el ex templo de San Agustín] Exposiciones
… si la vanguardia imita los procesos del arte, el kitsch imita sus efectos. Obviamente, todo kitsch es academicista; y a la inversa, todo academicismo es kitsch. Clement Greenberg, “Vanguardia y kitsch”, 1939
/// Enrique Barajas Pro. El tacto del pasto, 2011. Temple sobre tela, 140 x 200 cm.
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i en algo tenía razón Clement Greenberg es que en la medida en que el arte se apartaba de sus convenciones clásicas, se volvía opaco no sólo para las masas, sino también para las élites. Por otra parte, el padre del arte conceptual, Marcel Duchamp, argumentaba que la pintura se supeditaba a la estética de la sensibilidad de la retina, y que por lo tanto no tenía otra interpretación más que la del dato sensible. El título de esta exposición, articulada a partir de una revisión de la Colección ESPAC, busca reformular el término “retiniano” con el que el artista dadaísta denostara a la pintura moderna, al tiempo que la supuesta oposición entre pintura y arte conceptual se vuelve obsoleta. A pesar de que la denuncia sobre
/// Francisco “Taka” Fernández. Manglar, 2013. Técnica mixta sobre tela, 191 x 260 cm.
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/// Francisco Goitia. Sin título, 1942. Óleo sobre tela, 63 x 90 cm.
este programa estructurado en tres núcleos temáticos, Concretismo lírico, Pictoconstrucciones, y Ontologías pic-
/// Ignacio Vera Ponce. Alteración dinámica, 2010. Impresión objetual sobre tela, 140 x 200 cm.
tóricas. Inicios de la Colección ESPAC, tiene el propósito de abrir múltiples narrativas para así viabilizar la revisión de
/// Luis Hampshire. Metate estructura detrito, 2017. Óleo sobre tela, 200 x 180 cm.
diversas estéticas pictóricas en tanto repertorios del arte contemporáneo. Willy Kautz y Eric Nava, curadores
/// Leo Marz. Dead Ringers, 2012 [detalle]. Instalación de dos pinturas al óleo, caja de madera con cerficado, muestras de cabello y sangre de los gemelos que las pintaron, caja de madera con dispositvas y cenizas.
/// Melanie Smith. Fragmento XX a partir del trabajo de El Bosco (tríptico), 2017. Óleo sobre MDF, 80 x 135 cm.
/// Roberto Turnbull. Retablo, 2017. Técnica mixta, ensamblaje, 230 x 350 cm.
/// Pedro Coronel. Sin título, 1981. Óleo sobre tela, 78 x 78 cm.
Exposiciones
“el elitismo” del arte contemporáneo sigue manifestándose, sobre todo entre aquéllos que defienden el academicismo pictórico, es decir, que apelan al canon realista del efecto mimético, la pintura sigue incursionando en la reflexión sobre sus propias condiciones y, en ese sentido, aporta al arte contemporáneo en general. Desde hace tiempo hemos visto superada la discrepancia entre conceptualistas y pintores. En todo caso, este dilema se refiere a cierto tipo de pintura, la academicista y lejana de las narrativas vanguardistas, que insiste en rendirle pleitesía al genio artístico. Hoy podemos constatar cómo la pintura contemporánea echa mano de los efectos ópticos y la sensualidad háptica, de los geometrismos, del monocromo, del realismo y del trampantojo, del documento fotográfico e, incluso, de los academicismos. Cabe aclarar que antes que plantear un marco historiográfico,
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Ollin: Memoria en movimiento
Una interpretación actual de la Morisma
/// Personaje de la Morisma de Bracho.
Por Ma. Cristina Morales Viramontes* t
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Estás listo para la Morisma? Es la pregunta que muchas familias se plantean especialmente en Zacatecas y Guadalupe durante el mes de agosto. Podría pensarse sólo como un espectáculo a observar, pero la realidad es que un buen número de zacatecanos tienen como tradición y costumbre asistir a la Morisma, pero de cuerpo presente.
Las familias enteras se trasladan a las Lomas de Bracho, lugar en donde tiene lugar el evento y en donde muchos de ellos también cuentan con un pequeño espacio de tierra en el que realizarán su campamento; si bien en un principio era solamente eso, ahora ese espacio es ya una casa pequeña con elementos indispensables como piso, área para cocinar o calentar alimentos y hasta baño. Desde días antes las personas limpian el lugar e incluso pueden llevar hasta ahí sillones, mesas, sillas
y camas, de modo que ya el original campamento recibe mudanzas para que las familias puedan asistir a las batallas. Ya todos saben cuándo es. Es el espacio en el que se reencontrará la familia a compartir los alimentos. Muchos de ellos cuentan historias sobre el tiempo que llevan participando. De la mayoría de ellos sabemos que asisten desde bebés, ya que esto es no sólo una tradición, es un compromiso, pues la visita ha continuado por muchos años; ahora llegan con los hijos y
los nietos que ahora son los que participan. Pero ¿qué es la Morisma? Es un elemento emblemático de Zacatecas, que consiste en una representación teatral clasificada dentro de las danzas de conquista, en la que mediante parlamentos y actuaciones se representa una lucha de tipo medieval, en la que hay reyes y reinas en sus castillos y ejércitos con sus bandas de guerra. Se enfrentan Osmán -el rey de los moros- y
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Carlomagno -el de los cristianos-, quienes en distintos parlamentos intentan convencer a su contrario de las bondades de su religión; al no lograr su objetivo entran en luchas que se avivan con armas y cañones accionados con pólvora en las que participan ejércitos numerosos, ataviados con coloridos vestuarios, representando a los moros o a los cristianos; hay también elementos vistosos como las formaciones en cruz por parte de los cristianos con antorchas; y las de los moros, que son en forma de la luna y estrella. Todo culmina con la aprehensión y decapitación del rey moro cuya cabeza es mostrada al público como muestra del triunfo de la fe cristiana contra la mahometana. El evento tiene su principal ubicación en la capital, en un área conocida como las Lomas de Bracho, a donde acuden enormes contingentes que llegan a sumar varios miles de participantes. La Morisma tiene una amplia área de influencia, pues se re-
/// Correr la Morisma, Pánuco, Zacatecas.
presenta también en municipios y rancherías cercanas como Los Haro y la Ermita de Guadalupe en Jerez; Plateros, en Fresnillo; Pozo de Gamboa, Hacienda Grande y Morelos, en Morelos; los Rancheros y Guadalupe, en Guadalupe; Enrique Estrada; Calera; Pánuco; Veta Grande; Trancoso; y Zacatón, dentro del estado de San Luis Potosí; todos agrupados en la archicofradía de San Juan Bautista. Los parlamentos son similares, pero hay una variante principal ya que, exceptuando la versión de Bracho en la capital, en los demás lugares se efectúa lo que llaman “Correr la Morisma”, evento en el que participan hombres de a caballo vestidos de charros que realizan figuras variadas alrededor de un quiosco instalado exprofeso; éstas, según se explica, significan los recorridos en busca de la tumba de San Juan, el santo patrono de la Morisma. Esta puesta en escena es originaria de España, primero se instituyó en Tlaxcala como danza de Moros
y Cristianos; ya en Zacatecas hay variantes en sus elementos, lo que es una danza en Tlaxcala aquí es una batalla alegórica; en sí el significado de la danza es la recreación de la lucha que se dio en España en una etapa anterior a la conquista de México; esa lucha curiosamente coincide con el momento del descubrimiento de América -1492-, año en que los españoles, después de quinientos años de estar invadidos por los moros, los expulsan. Por su parte a Zacatecas le tocó ser escenario de la Batalla de Zacatecas, un momento histórico decisivo para el país pues significó el fin del ejército huertista; una cruenta batalla que dejó una fuerte huella en los zacatecanos, por los cientos de cuerpos caídos y abandonados en la ciudad, entre otras cosas. Los relatos de la revolución nos narran siempre -aun en canciones- la presencia de mujeres y familias enteras siguiendo a los revolucionarios, así que muy probablemente esta riqueza de la representación de la Morisma, con
sus batallas y campamentos, podría ser interpretada como una alegoría de tal hazaña que cubrió de gloria a Zacatecas y que se rememora año con año en un evento festivo. Aunque lo anterior es una interpretación personal, considero que el pueblo revive en su memoria colectiva las situaciones que tienen relevancia en la vida de su pueblo; y aunque la Morisma, como sabemos, fue un elemento traído por los españoles como danza de conquista e inspirada en un evento sucedido en su país a raíz de la invasión de los moros, aquí en Zacatecas se le conferirá un mayor auge a partir de la vivencia de la batalla mencionada. * Antropóloga Social. Centro INAH, Zacatecas. Todas las fotos son de Juan Carlos Basabe / Centro INAH Zacatecas. Jáuregui, Jesús y Bonfiglioli Carlo (Coordinadores) 1996. Las Danzas de Conquista I. México Contemporáneo. CONACULTA, CFE, México. 1
/// Formación de los Cofrades de la Morisma de Pánuco.
Ollin: Memoria en movimiento
/// Columna de los Cofrades de la Morisma de Pánuco. /// Cofrades de la Morisma de Sauceda.
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku
Cine
El Baticine o el cine Permanencia Voluntaria
t Por
E
Carlos Belmonte Grey
xiste en el pueblo de Tepoztlán, Morelos, un cine peculiar: es un cine con capacidad para 22 espectadores; el cine está dentro de dos bodegas industriales, en una de las plantas bajas están la dulcería y la taquilla, y en la otra la sala con un pequeño cuarto de fondo que sirve de almacén de latas de película y algunos rollos sueltos. En el segundo piso a manera de mezzanine que comunica las dos bodegas un archivo con mesas de trabajo y pizarra de programación semanal; afuera, en el estacionamiento con vistas hacía los maravillosos cerros del Tepozteco, está la pequeña terraza con sombra y algunos cuantos muchos mosquitos (sobre todo en las tardes). Se trata del Baticine o el Cine Permanencia Voluntaria propiedad de la directora, editora, escritora y productora Viviana García Besné quien trabaja en sociedad con la también directora, escritora y productora Elisa Miller. El cine es pues, cine con dulcería, bar y archivo cinematográfico. De su primera característica tiene la peculiaridad de ser un centro de difusión de cineastas y encuentros. Cada semana hay al menos un encuentro con algún cineasta que presenta su documental, su cortometraje o su ficción. Incluso ha participado el director Tim Burton, porque siendo fan del cine de luchadores, se enteró que en ese sitio se resguarda el archivo de algunas de las películas de El Santo, el Enmascarado de Plata. También puede haber encuentro con escritores; hace poco más de un año vino el investigador David Wood para presentar El espectador pensante. El cine de Jorge Sanjinés y el Grupo Ukamau (UNAM, 2018). De su segunda función, la de archivo y centro de
investigación, Baticine tiene el resguardo de la Productora Cinematográfica Calderón, de la Filmadora Éxito y Producciones Calderón. Los Calderón (Guillermo, José Luis y Pedro) fueron productores de cine mexicano desde la época de oro hasta la década de los 1990. Ellos crearon, por ponerlo de una forma simple, el cine de cabaret, el de luchadores y el de ficheras en México. Entonces, el archivo resguarda algunos de los documentos de la productora. La mujer murciélago Viviana García Besné siente un especial aprecio por la película realizada por René Cardona en 1968, La mujer murciélago. Su admiración y respeto por la figura de la heroína interpretada por la actriz Maura Monti la llevó a ponerle el nombre de Baticine a su cine. Pero no se quedó sólo en el nombre, sino que
actualmente está trabajando en la restauración de la cinta. La mujer murciélago apareció en México en un momento en que el cine recuperaba héroes capaces de derrotar a cualquier ser que amenazara al mundo. Los james bonds, el Batman, el Superman, el Avispón Verde, y por supuesto El Santo -a veces con Blue Demon- fueron algunos de los personajes que en series y largometrajes luchaban con armas súper sofisticadas para salvarnos de los malvados cerebros ambiciosos de poder. De entre ellos -¿se ha notado que todos son hombres?- sólo una mujer fue protagonista. Fue la Mujer Murciélago-la batichica, y curiosamente fue mexicana; no decimos que es una idea original, pero sí que tuvo un éxito notable y que su feminidad se unió a su fuerza, a su habilidad de luchadora e inteligencia para derrotar al mal. La cinta fue uno de los proyectos más ambiciosos de los Calderón, tanto por su producción como por su intento de exportación de cine mexicano. Películas de este tipo son las que en el Archivo Permanencia Voluntaria se pueden encontrar. La investigación en El Baticine Actualmente, el archivo está siendo objeto de trabajos para su rescate y digitalización. La Universidad de Guadalajara ha financiado la adquisición de algunos equipos informáticos para esta tarea rescatista. Algunos investigadores extranjeros se han preocupado por resguardarlo y comenzar proyectos de investigación que retomen este acervo para la historia cultural de México, la historia del cine latinoamericano y trasnacional. Específicamente se trabaja como objeto de estudio el cine popular hispanoamericano basado en tres planteamientos: en primer lugar, los modelos populares definidos en oposición al cine de autor o a los parámetros estéticos de la alta cultura; en segundo lugar, el cine referido directamente a la cultura popular, obrera, campesina y urbana. Por último, por su dispositivo y producción, al cine de explotación, a los seriales o a los géneros de serie B. Quien esto escribe junto con unos cuantos colegas más, entre ellos Colin Gunckel de la Universidad de Michigan, nos hemos puesto a colaborar con García Besné y tenemos la esperanza para que películas como La pulquería aparezcan en los discursos de la cultura mexicana, sí industrial y sí con defectos, pero al final de cuentas, testimonios de los procesos históricos.