La Gualdra 410

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SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 410 /// 25 DE NOVIEMBRE DE 2019 /// AÑO 9

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Minerva Margarita Villarreal (1957-2019). Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

Minerva Margarita Villarreal nació en Montemorelos, Nuevo León, el 5 de abril de 1957. Fue directora de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, en donde coordinó la estupenda colección de poesía internacional El Oro de los Tigres. Su poesía honda, honesta, magistral, la llevó a ser considerada como una de las poetas mexicanas más importantes de nuestra época. Falleció a los 62 años el pasado 20 de noviembre y en La Gualdra, en este espacio editorial en el que colaboró también, lamentamos profundamente su partida. Que su poesía nos acompañe siempre.

[Poemas de Minerva Margarita Villarreal en páginas centrales]


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LA GUALDRA NO. 410 /// 25 DE NOVIEMBRE DE 2019 /// AÑO 9

La Gualdra No. 410

Editorial Hace un año, el 19 de noviembre de 2018, se presentó el proyecto de Coordinación Nacional Memoria Histórica y Cultural de México cuyo fin es “la preservación, cuidado y digitalización del patrimonio histórico, artístico y documental de nuestro país”; recuerdo que la noticia me llenó de entusiasmo porque se estipulaba desde entonces y como parte de este proyecto que el Archivo General de la Nación vigilaría que en todo el país se conservara correctamente el patrimonio documental que poseemos, dentro y fuera de las instituciones, “sólo con la adecuada preservación de los archivos históricos se contribuye al fortalecimiento del régimen democrático”, decía en aquel entonces Eduardo Villegas, coordinador del proyecto. A los pocos días me enteré con beneplácito de quiénes integrarían el consejo asesor; presidido por Beatriz Gutiérrez Müller, estaría conformado por personas a quienes desde hace años profeso mi admiración. Entre los nombres estaban los de Cristina Barros Valero, Horacio Franco, Elena Poniatowska, Carlos Pellicer, Miguel León Portilla -fallecido en octubre pasado- y la poeta Minerva Margarita Villarreal. Un día y un año después de haberse dado la noticia de su designación, un mensaje del fotógrafo Pascual Borzelli Iglesias me informaba que Minerva Margarita acababa de fallecer: “Buena noche... nada grata: Murió Minerva Margarita. Las lágrimas oscurecen mi vista”. A las 8 de la noche. Eran las 8 en punto de la noche... Lo demás era muerte y sólo muerte a las 8 de la noche, diría Lorca, pensé. Le marqué a Pascual porque mis dedos no alcanzaban a teclear palabras, me lo confirmó; enmudecimos. Después de eso más mensajes, con Poncho, con Argelia, con Esther. No salíamos de nuestro asombro y ya las notas nacionales daban cuenta de ello. De la conmoción a la consternación. De la consternación al recuerdo, a la memoria, a la historia, al patrimonio que nos deja con su legado como poeta, como profesora, humanista, editora, gestora cultural. Eso también deberá de ser preservado, cuidado y difundido. Minerva Margarita, la bella -por dentro y por fuera- poeta regiomontana se fue. Prudente y dignamente se fue cuando casi nadie lo esperaba y en Zacatecas enmudecimos también de la pena, porque la sentíamos tan cerca que resultaba en ese momento inimaginable que ya no

regresaría a esta tierra que visitaba frecuentemente como quien regresa cotidianamente a su casa. La recuerdo ahora como una mujer inteligente, de sonrisa brillante, de impecable andar y extraordinaria palabra, cuya poesía fuerte, honda, honesta, era el reflejo de su vida misma: diáfana y contundente, como buena mujer norteña. Llegaba a Zacatecas siempre con libros: suyos, de José Javier, de su colección El oro de los tigres, siempre con libros que depositaba en las manos de sus amigos, con sendas dedicatorias llenas de amor por la poesía, por la vida. Hace apenas unos meses estuvo la ciudad, como representante del Comité Honorario de Selección del Premio Iberoamericano Ramón López Velarde, otorgado este año a Elsa Cross. El Foyer del Teatro Calderón se inundó con sus palabras siempre amables y apasionadas y se fue, nunca imaginamos que sería la última vez que la veríamos. Minerva Margarita Villarreal falleció el 20 de noviembre. Obtuvo por su trabajo poético los principales premios otorgados en este país como el Premio Nacional Alfonso Reyes, 1990; Premio de Poesía del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, 2010; Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2016; y el Premio del Certamen de Poesía Hispanoamericana “Festival de la Lira” 2017, en Cuenca, Ecuador; sólo por mencionar algunos. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y Miembro Asociado del Seminario de Cultura Mexicana, además de formar parte del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México. El 11 de abril pasado la Academia Mexicana de la Lengua la designó como “académica correspondiente de la corporación en la ciudad de Monterrey”. Trabajó hasta sus últimos días en la Capilla Alfonsina de la UANL. Un texto de Minerva Margarita apareció en estas páginas gualdreñas cuando le realizamos el homenaje póstumo a José Emilio Pacheco. Hoy aparece en portada y páginas centrales de esta edición en la que celebramos su vida y agradecemos su generosidad y su poesía. Nuestra solidaridad con José Javier Villarreal y sus hijos Pablo, Santiago y Ximena. Que descanse en paz.

Contenido Tierra sin sosiego. Las constantes tribulaciones en Zacatecas durante la Revolución Por Limonar Soto Salazar

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Minerva Margarita Villarreal (1957-2019) Que tu poesía nos acompañe siempre...

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Una jornada íntima desde el Paraíso [Retrospectiva y Homenaje a Armando Haro Márquez] Por Mauricio Díaz Fernández

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Desayuno en Tiffany’s, mon ku La izquierda en el cine mexicano del siglo XX [Novena parte: La verdadera época de oro del cine mexicano] Por Xavier Robles

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¿Qué estás leyendo? Por Joséangel Rendón Verdad circular Por Alexander Tadéuz

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Expulsado Por Pilar Alba

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Directorio

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


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25 DE NOVIEMBRE DE 2019

6 Por Limonar Soto

Salazar*

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n el año de 1916 apareció la obra de Ramón López Velarde titulada La sangre devota la cual presentó algunas composiciones literarias que retrataban de manera exquisita la entrañable vida de la provincia. Pero el querido terruño del bardo zacatecano aún no gozaba del completo sosiego, todavía estaban presentes los estragos que dejó en el estado la resistencia federal frente a la campaña villista del verano de 1914. Incluso las acciones de guerra efectuadas por Luis Moya y Pánfilo Natera aún estaban presentes en el recuerdo popular. Pero las tribulaciones no terminarían para la mayoría de los zacatecanos, pues asonadas armadas, bandolerismo y escasez de alimentos hacían que la paz social fuera endeble en la entidad. En varias partes del estado de Zacatecas sucedieron enfrentamientos armados entre las fuerzas carrancistas y grupos identificados de filiación villista. Estos hechos acontecieron principalmente en las regiones colindantes con Durango y Jalisco. En este contexto destacó el general Santos Bañuelos quien se destacó como revolucionario maderista. El general Bañuelos tras la división revolucionaria optó por el bando convencionista, siendo partícipe de varios enfrentamientos en contra de los constitucionalistas. La progresiva debacle convencionista hizo que sus operaciones de guerra se redujeran en acciones rebeldes aisladas en la parte sur de Zacatecas, particularmente entre los actuales municipios de Monte Escobedo y Valparaíso, siendo combatido hasta mediados de 1916 cuando es traicionado en la Ciénega Grande –conocida como Ciénega de Huicholes o el Jagüey- donde fue asesinado por un grupo armado conocido como los “Sociales”. Por otra parte no son pocos los eventos de bandidaje que llegaron a suscitarse con graves atropellos a la ciudadanía, como sucedía constantemente en el camino de la ciudad de Zacatecas a Jerez con el asalto a los viajeros. Este tipo de acontecimientos por lo general eran atribuidos a algún grupo armado afín alguna facción revolucionaria, principalmente a los villistas, pero no era extraño que se tratara de delincuentes comunes. Otra de las extremas condiciones

/// Daños en la ciudad de Zacatecas, 1913. Fototeca Centro INAH Zacatecas.

/// Madre despidiendo a su hijo. 1913. INAH SINAFO. 6342.

/// Muchedumbre esperando la entrega de alimento. 1913. INAH-Sinafo. 5523.

que se generalizó fue la acentuada falta de alimento. Un ejemplo se encuentra en Noria de Ángeles cuando en 1916 -el llamado año del ham-

bre- una muchedumbre conformada por hombres y mujeres se introdujo en el cuartel carrancista, cuya guarnición se encontraba de patrullaje

en los alrededores. El propósito fue hurtar el maíz existente en el edificio que alojaba a la fuerza armada, hecho consumado por no estar presente el destacamento, pero al regresar éste se dio a la tarea de recuperar su grano intimidando a los pobladores, quienes regresaron el maíz; pero algunos no lograron o no quisieron entregarlo, entre ellos se encontraba Refugio Becerra, un minero desempleado de 30 años de edad, quien fue apresado y declaró lo siguiente ante las autoridades judiciales: Ser originario de Noria de Ángeles y presentado por encontrársele el maíz en su casa. Manifestó que como todos sus vecinos saben, se encuentra en la más completa miseria, sin tener con qué alimentar a su familia. Por este motivo se vio obligado en penetrar el cuartel local en compañía de varios de sus vecinos, aprovechando que no se encontraba la guarnición. Este acto sólo lo hicieron para sacar maíz, impulsados todos por el hambre. Luego, al saber que estaban recogiendo el maíz intentó entregarlo pero fue aprehendido. Por su parte la autoridad judicial federal entabla un proceso por el delito de rebelión, pidiendo la pena máxima de fusilamiento, aludiendo que este delito se castiga con la Ley del 25 de 1862. El proceso lo llevó el inculpado dentro de la cárcel de Santo Domingo, estando siempre presente el señalamiento que su hurto fue contra un bien de la nación. No obstante a los señalamientos el delito no trascendió de simple robo, pero el proceso le implicó a Refugio Becerra 6 años en la cárcel pues salió de la penitenciaría zacatecana en abril de 1922. Los hechos de rebeldía armada, el bandolerismo, la hambruna e incluso las epidemias propagadas como el tifo, la viruela, la influenza española, dejaron cicatrices en la población, que quizá más profundas que las que dejó la célebre Toma de Zacatecas, pues los flagelos mencionados elevaron la mortalidad, la migración y generaron una economía regional quebrada. Sin duda estas adversidades abonaron para una mayor pesadumbre que marcó toda una generación de la cual se conocen los más diversos testimonios de sufrimiento de aquellos años de guerra. ∗ Sección de Historia, Centro INAH Zacatecas.

Ollin: Memoria en Movimiento

Tierra sin sosiego. Las constantes tribulaciones en Zacatecas durante la Revolución


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LA GUALDRA NO. 410

Minerva Margarita Villarreal In Memoriam

(1957-2019) Que tu poesía nos acompañe siempre... [Del libro Epigramísticos] Reencuentro En verdad no sé quién eres, no reconozco tu voz ni tus ojos parecen cercanos. Tus brazos, dices, me protegieron hace años, tus labios llovieron en mí; triste, después yo te buscaba, hasta en sueños te hablaba; eso dices, y quizás sea cierto, pero mi amor sólo desea al que se fue. Maldición Él hurtó mi sueño, después me abandonó. Tapó con cera sus oídos. Clausuró todas las puertas de palacio. Cegó sus ojos. Me echó. Rey de reyes. Todo el poder del oro resbala de tus manos, toda la gloria de la tierra. Pero al amor, esa canción que el corazón entona, has desobedecido y maltratado. Soy la desdichada, la mendiga que ronda, el despojo y la ruina: Sombra inseparable, he aquí la maldición de tu amada.

[Del libro Tálamo] Dentro rompe la creciente y salgo de las sombrasque se alojaron en mí y me invadieron de tiniebla Mi animal huye por la montaña Hacia allá salgo todos los días empapada de oscuridad Y de regreso ya que la luz declina la nube divide y corta en dos al sol Dos soles bañan lo perdido Allá quedaron mis pies buscándolo mis ojos mi perdido animal Desnuda nací y desnuda me iré pero nada serás sin estos versos convertidos en pájaros convertidos en círculos en pasos que mis años alargan hasta el solar donde nos desposaron Azul desde la niebla el silencio me cerca sobre un barco que parece ser cama en un mar que congela Este cuarto es la cárcel la corriente del viento en boca del estómago

la nublazón en su círculo de ámbar Oscura entre las sombras que desde el muelle arrastran se me doblan las piernas se me viene la náusea se me entumen los huesos y el silencio me llama mas su aliento es palacio es ventana de un reino que duerme La luz de los relámpagos y dentro la catástrofe demonios al interior del vientre todos los colores en su lucha el miedo la fuerza de no poder estar la dimensión alejando la muerte No pude darte el viento No pude darte lo que más quiero el viento que por ahora no puedo tocar y veo tras la ventana El cielo y el amor pasa atraviesa mi carne Velaré por ti así sea la carne devorada Éste es el círculo Una anciana el desierto hace miles de años el testamento y su definición su pañoleta y la vida en su falda y el fuego en sus manos Sin poder levantarme un ardor en medio del estómago como si le hablara a la piedra al derrumbe de piedras que se vuelcan encima de la cama o el barco que se nubla de polvo Tú venido de la tierra donde encontramos los cadáveres también en este hoyo brilla una señal porque dos polos la nutren hasta formar con un golpe de aire un pensamiento Desde esta luz de infierno yo te llamo como si le hablaraa la piedra En algún sitio me oirás y volverás para que ella florezca Éste es el círculo algo estaba por llegar niebla de todos los días garras de aire infierno Necesito que vuelva la vida Donde despierta el porvenir las olas estallan contra las rocas y las gaviotas planean en revuelo sobre el pez que ha dejado su cauda para ser comida

y del agua verdosa viajar en ese vientre blanco al aire como un vikingo en su barca de muerte Me has sacado del hotel de la embajada rumbo al pasto por la hilera de troncos que sirven de camino Las olas revientan contra las piedras Me has sacado como si fuera hierba El delfín se acerca y entreve hierros peces que cruzan cuando las gaviotas ondean y no soy de quien gozas las lágrimas El delfín se clava ojos que te piden las alas los peces las perlas que cruzan mientras las gaviotas ondean y las olas nos enredan nos entregan las llaves el cielo Me he casado contigo y no soy la arena donde corre esa mar de caballos hacia esa cúpula de espuma e incrustaciones cuya fuerza alumbra con su séquito y sus rayos el origen Naces y el resplandor se vuelca en tus labios entre lienzos de frondas remotas con el niño y la diadema que irradia el fruto de la espera Me he casado contigo mientras el agua de la paila nos observa pegados uno con el otro nos observan las hojas en la banca del árbol el aliento de su coronación No hay calle ni balcones ni peces sólo el cuerpo del amor que dice: Detrás de mí no hay nada y el mundo solamente me eres en una estancia lejana sucedida en la cumbre bajando por mi vientre tocando lo más húmedo del lecho que el otoño bordó y tu silencio y tu voz quedamente hasta el útero hasta formar un hemisferio en la puerta la casa los jardines los aguijones de la espera donde el padre señala donde el padre me entrega circula por mi frente planea en mi cabeza


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In Memoriam

/// Minerva Margarita Villarreal. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

baja siembra un nido En el pajar la estrella amanecida No hay calle ni balcones ni peces sólo el cuerpo del amor que dice: Detrás de mí no hay nada y el mundo solamente me eres en una estancia sucedida en lo alto en el lecho que el otoño bordó en el sueño desde donde me llevas a los ojos de nadie en las velas las perlas las piedras la urgencia en ese barco Me has sacado del hotel de la embajada Las olas revientan y las gaviotas ondean sobre esferas plateadas que cruzan velozmente En el hotel de la embajada el resplandor del agua que traspasa el vitral y ha sido ojos peces el delfín que atraviesa el agua vislumbrando los hierros hacia donde me llevas Lo que busqué en la niebla no era sino tu noche dentro de ti me muevo en busca de tu centro En el hotel de la embajada como el pastor que dirige su camino de cabras me conduces al fondo entre las azucenas Dentro de ti

/// Minerva Margarita Villarreal. Foto de Pascual Borzelli Iglesias.

en busca de tu centro Me he casado contigo y todo esto es real

[Del libro Vike. Un animal dentro de mí]

Este parque quedó huérfano de ti Este Vergel maltrecho Estas calles esta botella vacía Estas matas que bajaron su vista al no encontrarte con sus cabezas gachas y sus cuellos a punto de secarse Esta casa cuyas paredes rosas se diluyen Este solar que fluye en la ardentía y resplandece cargado de naranjas y perfuma de azahares el aire de la noche para que todo El Vergel recuerde el tránsito de tu reino y cómo tu padre robó la luz de tus ojos y cuánto amor diste a pesar de esto

Minerva Margarita Villarreal nació en Montemorelos, N.L. el 5 de abril de 1957. Es autora, entre otros libros, de Pérdida (1992), Premio Nacional Alfonso Reyes 1990; El corazón más secreto (1996), Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 1994; Tálamo (2011), Premio de Poesía del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2010, publicado en 2013 por Ediciones Hiperión y la UANL; Las maneras del agua (2016), Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2016 y Premio del Certamen de Poesía Hispanoamericana “Festival de la Lira” 2017, de Cuenca, Ecuador; De Santa

Teresa, publicado en 2017, en Cáceres, España; Vike. Un animal dentro de mí (2018); y La cicatriz también es un pasillo (2018). Entre sus antología realizadas se encuentran: Elogio de la fugacidad. Antología poética 1958-2009, de José Emilio Pacheco, con motivo del Premio Miguel de Cervantes 2009; y Sobrevida. Antología poética, de Ida Vitale, en el marco del Premio Internacional Alfonso Reyes 2014. En 2013 recibió el Honor Prize de Naji Naaman’s Literary Prizes, de Líbano. Desde 2011, fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Fue Miembro Asociado del Seminario de Cultura Mexicana y formó parte del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, de la Presidencia de la República. El 11 de abril de este año la Academia Mexicana de la Lengua la designó como “académica correspondiente de la corporación en la ciudad de Monterrey”. En la Universidad Autónoma de Nuevo León fue profesora de la Facultad de Filosofía y Letras y titular de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, donde dirigió la colección de poesía internacional El Oro de los Tigres. Minerva Margarita Villarreal falleció el pasado 20 de noviembre de 2019.

**** Minerva Margarita Villarreal: Epigramísticos. Los Cincuenta, México, CONACULTA, Coordinación Nacional de Descentralización/Instituto Coahuilense de Cultura, 1995. Tálamo. Monterrey, Ediciones Hiperión/Universidad Autónoma de Nuevo León, 2013. Vike. Un animal dentro de mí. Monterrey, Nuevo León, Editorial An.alfa.beta, 2018.


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Una jornada íntima desde el Paraíso [Retrospectiva y Homenaje a Armando Haro Márquez] 6 Por Mauricio Díaz

Arte

Fernández

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l año 2012 Armando Haro se tituló como Doctor en Filosofía en Ontología y Estética Musical con mención honorífica por parte de la UNAM; un año después, el Sensei, como lo llamábamos los integrantes del Colectivo Lapin Atelier, convocó a varios jóvenes con sensibilidad artística de las unidades académicas de Ingeniería y de Artes de la UAZ para conformarlo; en la universidad ejercía la docencia en el área de Ingeniería en Diseño Industrial y en la Licenciatura en Artes impartía la clase de Arte, Cultura y Sociedad, así como el taller de escultura en cerámica, madera, piedra y metal. Fuimos varios los convocados, pero pocos los que nos quedamos para integrar dicho colectivo, a algunos nos tocó trabajar hombro a hombro mientras Armando producía su propuesta pictórica “Paraíso”, con la que regresaría -de manera magistral- a las salas de exposición de Zacatecas después de ocho largos años de ausencia en las galerías de esta barroca ciudad. A cinco días de haber cumplido 40 años de edad y 25 como artista plástico, el 8 de agosto del año 2014 en la Galería Arroyo de la Plata, Armando Haro festejaba en grande a la vida presentando la exposición “Paraíso”, a la que asistieron muchísimos amigos, familiares y artistas entre los cuales se encontraba el maestro Manuel Felguérez; aquella exposición fue una especie de extensión de su exposición individual titulada “El Viaje” que tuvo lugar en el ex Templo de San Agustín veinte años atrás. Mónica Romo Rangel escribía en aquella ocasión: “Un paraíso en medio de las escamas […] Un ambiente donde la vida funge como espectáculo, como germen subjetivo y razón natural sin ser previsible

/// Pintura de la serie “El Viaje” Archivo de Armando Haro

[…] Armando invoca a los ángeles de Poseidón y un séquito reblandecido de jinetes que bordean la primavera. Lánguidos, en pleno tránsito por la imaginación, vemos una vieja trucha que se inventa sin piedad, el carnaval le hará un lugar en la concurrencia. El festín pictórico del artista no hace relatos por entregas sino poesía de inframundos marinos muy próximos al humor, al mercado de la muerte. Armando recibe a los ángeles en medio de las escamas”. En esta nueva exposición, Armando respe-

taba la primera intención de sus trazos marcados, en los que contiene aquella esencia de las formas y colores que utilizó durante “El Viaje”, aunque a diferencia de esta propuesta, el formato de “Paraíso” lo creó a manera de un poema visual, en formatos cuadrados de un metro y medio por metro y medio, sin bastidor, sin el soporte occidental del que Armando desprende de su obra y la presenta como un pergamino oriental; cada pintura al ser desmontada se enrollaba de los extremos para ser contenida en una caja de madera, y que al ser expuesta, su caja la acompaña siempre al pie; como dije anteriormente es un poema visual, un tanka japonés que se contempla y del que se inspira para crear un soporte fuera de serie, al estilo zen, doctrina que el Sensei había hecho propia ya años atrás. Un mes más tarde Armando Haro continuó con los festejos por sus 25 años como artista

plástico con otra exposición en la Casa Municipal de Cultura de Zacatecas; el 4 de septiembre del mismo año presentó “Intimate Journey”, una perspectiva totalmente diferente a lo expuesto un mes atrás, con una estética más occidental, de soporte en el arte contemporáneo y la fotografía digital, con un contenido que reflejaba su esencia, un viaje íntimo, pero compartido a los espectadores; aquella noche estuvo rodeado nuevamente de familiares, amigos y artistas, terminando la noche con los más cercanos en Las Quince Letras. Exactamente tres meses más tarde en un acto cobarde le arrebatarían la vida en su propia casa. A 5 años de la partida de nuestro Sensei el Colectivo Lapin Atelier -en conjunto con su familia y amigos- celebra los 45 años de nacimiento y 30 años como artista multidisciplinario del Doctor Armando Haro Márquez con una exposición retrospectiva de las obras que conformaron sus propuestas de “Paraíso”, “Intimate Journey” y la serie gráfica de “El Beso” junto con sus poemas correspondientes, acompañándola con otra exposición colectiva de sus alumnos y amigos. La inauguración está contemplada para el día martes 26 de noviembre en punto de las 19:00 horas en las bóvedas de la Ciudadela del Arte, complementando este evento se realizará un homenaje el día 3 de diciembre acompañado de conferencias, charlas y talleres. Cabe destacar que su influencia y legado siguen haciendo eco en las nuevas generaciones que tienen la inquietud de desarrollar el gusto y sensibilidad hacia la creación artística mediante el Lapin Atelier que es un taller de creación, producción, difusión, extensión e investigación de arte contemporáneo y su vinculación con las tecnologías en las áreas del dibujo, pintura, escultura, imagen digital y analógica, así como del diseño de sonido, llevando a cabo investigación y prácticas relativas al pensamiento zen. El Colectivo Lapin Atelier continúa con la voluntad del Sensei Armando Haro Márquez quien decía: “Después de dedicarme tanto a estudios y experimentaciones y exploraciones, yo creo que la mejor manera de retribuirlo a la sociedad es compartirlo con las nuevas generaciones”.


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25 DE NOVIEMBRE DE 2019

Desayuno en Tiffany’s, mon ku

La izquierda en el cine mexicano del siglo XX 1

[Novena parte: La verdadera época de oro del cine mexicano]

Cine

6 Por Xavier Robles

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os directores de cine más importantes de la década de los 70’s y de esa nueva época de oro fueron Gonzalo Martínez, Felipe Cazals, Luis Alcoriza, el exiliado chileno Miguel Littín, Paul Leduc, Arturo Ripstein, Jorge Fons, Alberto Isaac, Rubén Gámez, Rafael Corkidi, Jaime Humberto Hermosillo y otros, que sirvieron de referente y crearon los nuevos cánones del cine mexicano. Entre los escritores, permanecía vivo el maestro José Revueltas y comenzaron a destacar de manera trascendente en el cine mexicano Tomás Pérez Turrent, José Emilio Pacheco, José Agustín, Luis Carrión y quien escribe estas líneas. Julio Alejandro seguía activo. En otra línea de cine, pero también buen escritor y director fue Carlos Enrique Taboada. Gonzalo Martínez estudió cine en la Unión Soviética. Era un apasionado de la música clásica, particularmente sinfónica, y gran admirador de Dostoievski. Escribió y dirigió dos películas trascendentes para la filmografía nacional: El principio, que ya se comentó, y Longitud de Guerra (1976), quizá la más importante película épica de la historia del cine nacional. La filmografía de Felipe Cazals es amplia y variada. Me referiré solamente a aquellas cintas más destacadas para la izquierda y el cine mexicanos: Canoa, de la que hice un comentario breve anteriormente; El apando (1975), de José Revueltas (basada en la célebre novela del mismo nombre) y José Agustín, película trágica sobre el ambiente carcelario que se vivía en el penal de Lecumberri, que alojaba no sólo a delincuentes comunes, sino también a presos políticos, y donde estuvo recluido el mismo maestro Revueltas; Las Poquianchis (1976), cinta que a partir de un sonado caso de “nota roja” registró los pormenores reales de la prostitución campesina y sus nexos con el poder y la

/// El apando. 1975. De Felipe Cazals, escrita por José Revueltas (basada en la célebre novela del mismo nombre) y José Agustín.

/// Las Poquianchis. 1976. Película de Felipe Cazals, escrita por Tomás Pérez Turrent y Xavier Robles.

corrupción, muy alejada de cómo había sido tratado el tema hasta entonces en el cine mexicano, escrita por Tomás Pérez Turrent y el que escribe estas líneas; Bajo la metralla (1984), una obra basada en Los Justos, de Albert Camus, y que retrataba críticamente a una guerrilla urbana fronteriza también escrita por mí: Los motivos de luz (1985), basada en otro caso que evidenciaba la marginación social y las duras condiciones de vida de una mujer de barrio capitalino, trabajadora doméstica acusada de matar a sus cuatro hijos, libro cinematográfico mío; El tres de copas (1986), tragicomedia histórica-pasional basada en el cuento La intrusa, del escritor argentino Jorge Luis Borges, adaptada por mi hermano Jorge Humberto y por mí al contexto chinaco de los años inmediatamente posteriores a la Intervención Francesa; La furia de un dios (1987), otra adaptación de una obra teatral de Albert Camus, escrita por Tomás Pérez Turrent, sobre un heredero de

/// Longitud de Guerra (1976). De Gonzalo Martínez.

un monopolio camaronero, que acaba enloquecido por el poder y aparece muerto en la playa; Su alteza serenísima (2000), un retrato histórico sobre los últimos años del dictador Antonio López de Santa Anna, quien fuera once veces presidente de México en el siglo XIX; Digna, hasta el último aliento (2004), documental dramatizado que muestra la vida de Digna Ochoa, luchadora social y defensora de los derechos humanos que fuera asesinada en octubre de 2001, obra escrita por el propio Cazals; y Chicogrande (2009), western ambientado en el norte del país en tiempos de la llamada Expedición Punitiva, en 1917, que no fue más que una ocupación estadunidense originada por la pretensión de capturar y trasladar a los Estados Unidos al general guerrillero y revolucionario Francisco Villa, luego del asalto al poblado norteamericano de Columbus, bella obra sobre la

/// Los motivos de Luz. 1985. Película de Felipe Cazals. Guion de Xavier Robles.

lealtad y el amor al país, basada en un libro cinematográfico de Ricardo Garibay (quien a su vez había tomado algunos elementos de la novela Vámonos con Pancho Villa, de Rafael F. Muñoz) y adaptada por el mismo Cazals. Recientemente filmó también El ciudadano Buelna (2013). Cazals, a quien traté muchos años por nuestra relación laboral y de amistad, había estudiado cine en Francia y había sido estudiante de un colegio militarizado. No pienso sinceramente que él pretendiese realizar un cine “de izquierda”. Su obsesión, y así lo ha manifestado públicamente, es por el “cine de la crueldad” y sobre la terrible y dolorosa realidad mexicana. Sin duda, es el director que más sabe sobre cómo filmar un cine de calidad, junto con Arturo Ripstein, y su pasión por el cine le permitió hacer trascendentes películas. Pero no creo que él haya tenido o tenga la pretensión de ser un “cineasta de izquierda”. A pesar de ello, es quizá el director que más lúcidamente ha retratado al México contemporáneo y eso hace de su obra, una de las más importantes obras de la izquierda y de la historia del cine mexicano. Lo que este escribidor de palabras aprendió originalmente de cine, y su amor por el cine, lo aprendió de él y de Tomás Pérez Turrent. Quizá después aprendí otras cosas, pero los conocimientos primeros y fundamentales se los debo a ellos dos, así como al cineasta Juan Manuel Torres, a quien me referiré después. 1 Novena entrega de la serie de textos escritos y facilitados por el escritor de libros cinematográficos, Xavier Robles (Rojo amanecer, 1989; Los motivos de luz, 1986). Robles, siempre comprometido con los movimientos sociales de izquierda en México, nos comparte los ensayos que esperamos aporten reflexión sobre el cine. Nota de Carlos Belmonte Grey. Continúa en el siguiente número de La Gualdra.


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LA GUALDRA NO. 410 // 25 DE NOVIEMBRE DE 2019

¿Qué estás leyendo? 6 Por Joséangel Rendón

ponerte atención. Todos te rodean. Tus hombros hacen movimiento pausado de acercarse a tu

pecho y circundar el libro. El sirve-copas no se mueve. Pareces sudar.

Tus dedos sostienen el libro a cada extremo con un temblor que lo recorren de abajo hacia arriba. No levantas la vista. Ni siquiera notas que estás rodeado a cada vértice de la barra. Frente a ti, él se agacha acercándote su cara. ¿Qué estás leyendo? Te pregunta. Sabes que el cantinero no es real. Lo eludes. Casi llegas al final.

Río de Palabras

Para Alberto Huerta.

E

res el único en la barra que lee un libro. Tus ojos se escabullen al bourbon que busca una garganta desesperada a la izquierda. A la derecha, no te interesa. Desciendes la vista como alunizando la nave nodriza de tu entendimiento. El cantinero se incomoda. Ignora si tu bebida favorita es en realidad lo que está bebiendo el protagonista. No sabe –ni por un momentoque tú eres el protagonista de la historia que aún no se escribe fuera de la historia. Un par de hielos desgastados repican por más whisky. Su atención se pierde la vuelta de página. Trata de recordar la marca del servicio anterior mientras te mira de reojo, desde el otro lado de la barra. Bebes un sorbo y levantas la vista evitando salir del libro, como lo has hecho 27 veces a cada inicio de página. El cantinero llena de más el vaso old fashioned y regresa para notar que tu piel se eriza. Hay una historia que intenta salir de las páginas y el servidor de bebidas espera atraparla. Una mujer –¡qué mujer!- levanta la mano desde una de las mesas para atraer la atención del sirve-copas. Sus ojos emanan un deseo más candente que el color de sus labios. Inmerso a media página, navegas con intención de ir más aprisa. No escuchas la voz candorosa. El cantinero tampoco. Su memoria conecta en automático con el logotipo de la cerveza que la dama pidió mientras mordía su labio inferior y levantaba un poco más su falda. El salto al siguiente párrafo te estremece. Desea preguntarte si quieres otra tanda de tu bebida, pero silencia al tratar de seguir el ritmo de tus ojos. Pestañean imperceptiblemente cada nosécuántas palabras, pero caminan solos como oleaje que golpea arrecifes. Llegan más clientes junto a ti. Dos de ellos van armados y el del centro viste ropa elegante. Extiendes tu mano derecha al borde superior derecho del ejemplar. Siente que le vas a pedir algo y le hace una seña a los nuevos parroquianos de que esperen. Uno de los guardaespaldas lleva su mano a la funda sobaquera. Das vuelta a la hoja. El hombre tras la barra se acerca esperando que hables. Bebes otro sorbo sin perder el hilo de la acción. Los clientes que aún no atiende el mozo del bar te miran. Él se acerca más. La dama con cerveza -de la cual equivocó la marca pedida- y el vecino tomawhiskis, que se tambalea al levantarse, también. Ambos guaruras sacan sus armas y el hombre elegante los detiene para

/// El miércoles 27 de noviembre, a las 12:00 horas, en la sala de exposiciones temporales del Museo El Universo de Pedro Coronel, será inaugurada la exposición Paisajes en Tránsito, del ganador del primer premio de adquisición de la VI edición de la Bienal de Pintura Pedro Coronel, Enrique Ciapara.

6 Por Pilar Alba

Verdad circular 6 Por Alexander Tadéuz

E

l ave sólo conocía el pequeño espacio delimitado por los duros barrotes de acero; pero imaginaba que más allá de las montañas azules que asomaban

Expulsado

hasta su encierro había más tierra por ver. Así que cuando un descuido le dejó en libertad, voló, voló y voló hasta regresar al punto de partida, “La tierra es una jaula circular”, dijo y regresó a su doble encierro.

T

odos, dicen que todos, tenemos un lugar secreto. Un lugar en donde nos refugiamos cuando nos sentimos solos o queremos estarlo. Cuando queremos alejarnos para descansar del mundo. Es un lugar pequeño, generalmente apartado de nuestros lugares comunes. En él lloramos, nos reímos, pensamos y alguna que otra vez sólo dormimos para descansar de la vida; para no estar de frente a las tristezas cotidianas. Yo, al igual que todos, también tengo mi lugar secreto. No quiero revelar su ubicación exacta, pero puedo decirles que se encuentra no muy lejos de donde vivo, que

para llegar a él no hay que dar demasiados pasos. Es un lugar tranquilo en donde el ruido casi no penetra. No hay electricidad, agua, internet ni otro tipo de servicios, pero el ambiente es tan cálido que me permite estar ahí por horas y horas. Es muy pequeño, a veces pienso que demasiado y que tal vez me gustaría poner en él una silla, un escritorio o una cama; pero luego me arrepiento porque sería reproducir en él otra vez la vida cotidiana; así que opto por dejarlo como está simple y sencillamente. Así como es lo encuentro cómodo, es más, me recuerda a otro lugar pequeño, oscuro y cálido, del cual un día de repente y sin saber por qué, me vi expulsado.


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