SUPLEMENTO CULTURAL
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DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Raúl García Rodríguez. Foto de Alejandro Ortega Neri.
Raúl García Rodríguez (Zacatecas, Zacatecas, 1981). Poeta y periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía e Historia de las Ideas. Asistió al taller de poesía del Instituto Zacatecano de Cultura, bajo la coordinación de Javier Acosta, del 2011 al 2014. Es autor de tres libros de poesía: De Cuerpo Presente (2015); Hemeroteca (Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, 2018); Mochila de princesas (Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde, 2019).
[Una entrevista con él, realizada por Armando Salgado, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 417 /// 27 DE ENERO DE 2020 /// AÑO 9
La Gualdra No. 417
Editorial
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l clarinetista César Tomás Encina Arroyo está de regreso de manera permanente en Zacatecas desde hace poco más de un año, tras realizar una estancia de casi dos décadas en Torreón, ciudad en la que formó parte de la Camerata de Coahuila. De esta organización musical fue el Clarinete Principal y alternaba esta actividad con la de la docencia; en este ámbito tuvo una intensa actividad en esa ciudad, así como en Gómez Palacio -fue profesor en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Coahuila, en el Colegio Americano de Torreón, en el Centro de Estudios Musicales de Torreón y en la Escuela de Música Silvestre Revueltas- y, por supuesto, en Zacatecas, pues es docente en la UAZ desde hace 27 años. César tiene ahora 46 años y desde que inició su formación en la Universidad Autónoma de Zacatecas ha tenido claro que uno de sus objetivos principales es promover la educación de calidad, con la disciplina y entrega que se requieren. Eso sin duda tiene un referente: su profesor en la Universidad fue uno de los clarinetistas más importantes del país: Luis Humberto Ramos, a quien reconoce como el maestro que desde el inicio creyó en él y a quien mucho le debe en su carrera profesional; fue su alumno en la UAZ y en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Su entrega al estudio y ejecución del clarinete le ha traído varias satisfacciones, entre ellas el haber formado parte de la camerata mencionada, así como del Cuarteto de Clarinetes “Arghül” -con el que en 1998 obtuvo el premio en el Concurso de Música de Cámara convocado por el INBA- y de la Orquesta Filarmónica de Zacatecas. César también ha obtenido premios y distinciones importantes como el haber sido seleccionado para participar en el Festival Internacional de Música Universitaria en Belfort, Francia (1998 y 2000); haber obtenido el premio a la Mejor Ejecución del Concierto para Clarinete y Orquesta de W. A. Mozart K. 622, en 1996; y un año más tarde por su interpretación de la Sonata No. 1 para Clarinete y Piano de J. Brahms, ambas condecoraciones otorgadas por la Sociedad Internacional de Clarinetistas de México. El tiempo de regresar a su ciudad llegó después de un periodo de reflexión profunda; este artista migrante se establece nevamente en la ciudad para dedicar el mayor tiempo posible a la docencia y para continuar con su crecimiento profesional. Actualmente realiza estudios de maestría y está por concluir un proyecto
sumamente interesante de rescate, creación y difusión de obra musical: Clarineteando, con el apoyo del PECDAZ. Clarineteando busca “además de presentar un documento sonoro, dar pie a una investigación de compositores zacatecanos poco conocidos, pero sobre todo, conocer el alma social de sus compositores y su música, la música de sus actores principales forjadores de estilos y contextos sociales determinantes en la cultura musical zacatecana”, dice Encina, quien se ha metido de lleno a la investigación y a la localización de partituras en el Archivo Histórico del Estado de Zacatecas, así como en archivos particulares. En ellos ha encontrado documentos valiosísimos de autores como Genaro Codina, Fernando Villapando y Ernesto Elorduy, solo por mencionar algunos. Una vez ubicados y registrados, se ha dado a la tarea de realizar arreglos para que esta música pueda volver a ser ejecutada y en este momento se encuentra en la fase de escuchar “a qué suena”. Los arreglos que está realizando son para cuarteto de clarinetes y recién acaba de empezar con el proceso de ensayos en el más amplio sentido de la palabra, pues después de escuchar una primera versión se harán los ajustes pertinentes antes de llegar a una versión final. De todo este proceso de investigación histórica y de procesos creativos relacionados con el proyecto, hablamos la semana pasada con César Encina, con quien tuve la oportunidad de platicar en uno de los salones de la Escuela de Música de la UAZ. Les invito a que vean la entrevista completa en la página de YouTube de La Jornada Zacatecas; búsquela como “Videocolumna - Clarineteando: Proyecto de historiografía y música, de César Encina/Jánea Estrada”.1 Vale mucho la pena darle seguimiento a este proyecto y estar al pendiente de la presentación de resultados finales durante el próximo mes de marzo; por lo pronto, nos llena de emoción conocer el desarrollo de todo ese proceso de investigación e imaginar a “qué y cómo sonarán” todas estas partituras de finales del siglo XIX y principios del XX rescatadas y trabajadas por este artista zacatecano. Enhorabuena, César. Que disfrute su lectura.
Contenido El INAH y su vocación por investigar, conservar y divulgar el patrimonio cultural Por Limonar Soto Salazar
Poesía a campo traviesa: Raúl García Rodríguez Por Armando Salgado
Historia y contemporaneidad del arte de la pintura en Fresnillo, libro de Jorge Saldaña López Por Carlos Alberto Torreblanca Padilla
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Los premios de la Academia de los Lumieres en el Olympia de París Por Carlos Belmonte Grey y Sergi Ramos Un pequeño virus Por Edgar Khonde
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1917 de Sam Mendes: las virtudes del artificio fílmico Por Adolfo Nuñez J. Espíritu Por Pilar Alba
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Ver en: https://youtu.be/BtUG19QcoKI
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Directorio
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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El INAH y su vocación por investigar, conservar y divulgar el patrimonio cultural
t Por Limonar Soto
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Salazar
eredera de una tradición de instituciones científicas y académicas del México decimonónico el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) cumplió en el 2019 ocho décadas de su fundación. Fue en el año de 1939 que por mandato presidencial la institución se le responsabilizó en la investigación, conservación y divulgación del vasto patrimonio cultural mexicano, siendo su materia de trabajo los ámbitos de la arqueología, la paleontología, la antropología social, la antropología física, la lingüística, la historia, la etnohistoria, los monumentos y bienes muebles considerados como históricos. En este marco conmemorativo el Centro INAH Zacatecas emprendió la Catedra “Federico Sescosse” en la que participaron varios de sus especialistas quienes expusieron en público algunos de sus trabajos realizados durante los últimos años, como los efectuados en las zonas arqueológicas ubicadas en el estado de Zacatecas, las intervenciones de rescate y remozamiento de monumentos inmuebles históricos, los procesos de análisis y restauración de bienes inmuebles, investigaciones académicas de orden antropológico e histórico. El propósito de estas actividades fue divulgar en la sociedad el trabajo realizado por el INAH, concibiendo con ello una positiva interacción entre el público asistente y los especialistas. Otra actividad relevante fue la divulgación de la tarea institucional por medio de exposiciones que mostraban ejemplos ilustrativos del patrimonio cultural zacatecano, así como publicaciones de ensayos en el Suplemento Cultural La Gualdra
/// Catedral de Zacatecas. Fotografía del Centro INAH Zacatecas/ Juan Carlos Basabe.
con lo que se logró trasmitir el quehacer y hacer institucional a un mayor público. En este contexto de aniversario el INAH también fue reconocido por el Congreso estatal el cual reconoció la trayectoria del instituto en una sesión solemne efectuada por los diputados de la LXIII Legislatura. Las publicaciones y presentaciones en público del trabajo realizadas por especialistas en arqueología, arquitectura, restauración, antropología e historia, así como las exposiciones de material gráfico dieron una inspiradora muestra de la vasta riqueza patrimonial existente en el estado. En este cúmulo patrimonial destaca la misma ciudad de Zacatecas, dado que su centro histórico se encuentra desde diciembre de 1993 en la lista representativa
/// Documento de la Inscripción de Zacatecas en la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO.
del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La célebre urbe minera fue considerada como Patrimonio de la Humanidad por ser un extraordinario ejemplo de adaptación urbana en una sinuosa cañada, poseedora de arquitectura relevante apreciada en edificios de carácter monumental tanto civiles como religiosos, así como numerosas construcciones de naturaleza vernácula situados entre estrechas vialidades y plazuelas generando con ello un peculiar paisaje con valores reconocibles de conservación y autenticidad. Lo anterior fue expuesto en el expediente llevado para su evaluación por parte de la UNESCO, además de integrar información histórica de la ciudad con respecto a su
importancia en la producción argentífera novohispana, así como su relevante papel en la exploración y colonización del norte del México colonial y suroeste de Estados Unidos de América. Las actividades de difusión del 80 aniversario del INAH permitieron tener la experiencia de sociabilizar el trabajo institucional y sus logros, con lo que quedó en manifiesto el interés social por su patrimonio e identidad. Pero también fue la ocasión para reafirmar el compromiso de no claudicar ante los retos en la investigación y conservación de todo testimonio de sociedades pretéritas en beneficio de un interés público. *Profesor investigador, Sección de Historia del Centro INAH Zacatecas.
/// Rosetón de la Catedral de Zacatecas. Fotografía del Centro INAH Zacatecas/ Juan Carlos Basabe.
Ollin: Memoria en Movimiento
/// Avenida Hidalgo, centro de la ciudad de Zacatecas. Fotografía del Centro INAH Zacatecas/ Juan Carlos Basabe.
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Poesía
Poesía a campo traviesa: Raúl García Rodríguez t
Por Armando Salgado
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aúl García Rodríguez (Zacatecas, Zacatecas, 1981). Poeta y periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía e Historia de las Ideas. Autor de tres libros de poesía: De Cuerpo Presente (2015); Hemeroteca (Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, 2018); Mochila de princesas (Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde, 2019). Desde el año 2005 ha fungido como periodista cultural en diversos medios de comunicación de Zacatecas. Acreedor al Premio Estatal de Periodismo Cultural Juan Ignacio María de Castorena, que otorga la Asociación de Cronistas de Zacatecas y el Gobierno del mismo estado. Asistió al taller de poesía del Instituto Zacatecano de Cultura, bajo la coordinación de Javier Acosta, del 2011 al 2014. Obtuvo el tercer lugar en el Segundo Premio Nacional de Ensayo 2011, organizado por el Instituto de Desarrollo Artesanal de Zacatecas. Raúl García Rodríguez une dos superficies latentes: lo cotidiano y el lenguaje poético. Su búsqueda se divide en campos donde atraviesan sus preguntas de forma genuina, hurgando y quemándose al mismo tiempo, donde el punto de encuentro es un poema de azar. Su obra inquietante, se une a la tradición de poetas zacatecanos que experimentan, sin olvidar, la composición multifactorial de los hechos y sus circunstancias, como parte del mismo fuego. Armando Salgado: ¿Qué significa para ti ser zacatecano, haberte formado en sus escuelas y laborar actualmente entre sus calles para llevar día a día, un trozo de realidad, a través de tus textos periodísticos?, ¿qué representa para ti ser parte de la lista de autores que han obtenido el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2019? Raúl García Rodríguez: Significa mucho haber recibido un reconocimiento tan importante, prácticamente sin salir de casa. El periódico donde trabajo está a unos pasos del hospital del Seguro Social donde nací, y no muy lejos, a solo cinco minutos caminando por la alameda, está la rectoría de la Universidad en la que he estudiado y que me otorgó el premio que mencionas. Este recorrido breve y acostumbrado nunca es el mismo; es familiar, pero nunca se repite. Es como el cambiante río de Heráclito. Borges dijo que el periodismo se basa en la creencia de que todos los días sucede algo nuevo; de allí el trozo de realidad novedosa y
/// Raúl García Rodríguez. Foto de Alejandro Ortega Neri.
cambiante de las muchas noticias que he escrito, de allí también el material para mis poemas: el oxímoron del día a día visto como noticia antigua o como una novedad permanente. Hablando de la larga lista de ganadores del Premio López Velarde, me gustaría referirme a la menos larga lista de ganadores zacatecanos: tres fueron mis compañeros en un taller de poesía; uno más, Javier Acosta, fue nuestro maestro en dicho taller. Sobre esa coincidencia quiero decir que obtener el premio, además de ser uno de los honores más grandes, es una razón para creer en el destino. AS: Como lector, ¿qué consideras primordial en un poema? A la hora de escribir, ¿cómo organizas tus procesos? ¿Crees que la poesía es para las minorías o contrario a esto, crees que exista un posible conector entre lo poético y lo cotidiano, dentro de cualquier persona? RGR: Lo primordial del poema, creo, es el germen mismo del poema. El germen de la mayoría de mis poemas está en la calle: en una conversación, en la portada de una revista, en un maniquí desnudo viendo desde su aparador una marcha de mineros sindicalizados. Entonces surge la necesidad de escribir el primer verso con una idea vaga de lo que serán los versos siguientes. Pienso que ese impulso se
parece al del fotógrafo que se apresura a sacar su cámara ante una visión que lo amerita: hay sorpresa, no premeditación. Esto puede ocurrir en cualquier hora del día, esa es una pequeña similitud entre la labor del poeta y del periodista: no tiene un horario definido. Si así inicia mi proceso, si mi inspiración surge en la calle, mi poesía no puede alejarse mucho de lo cotidiano. Por otro lado veo que la poesía actualmente es un hábito de las minorías, pero no debería ser así, por eso busco ese conector entre lo poético y lo cotidiano del que hablas y en el que siempre he creído. AS: Publicaste Hemeroteca (UAEM, 2018, Premio internacional de poesía Gilberto Owen Estrada 2017-2018), que combina lo cotidiano con el lenguaje poético. Su estructura plástica expone una narrativa versificada y aborda distintos lindes que posibilitan una polifonía social. ¿Cómo lo planeaste?, ¿tiene alguna relación con tu poemario inédito “Mochila de princesas”, o son poéticas disímiles? RGR: Justo estoy a media lectura de El mito del eterno retorno de Mircea Eliade, ensayo que defiende la idea de que los hombres de todas las culturas somos “ahistóricos”, que por naturaleza olvidamos los hechos concretos -nombres, lugares, fechas- para sustituirlos por mitos que evaden la caducidad de la
memoria. Los hechos efímeros se borran, pero lo que permanece son los mitos con sus rituales que, a su vez, son como relecturas que combaten el olvido. El libro, la literatura, la poesía, son memoria; mientras que el periódico, la noticia y su historiografía están condenados al olvido; el texto de un diario no está destinado a la relectura, sino a ser sustituido rápidamente por el siguiente. Debo confesar que me cuesta trabajo recordar una crónica que pude haber escrito anteayer. Mis poemas suelen encontrar su inspiración en los hechos concretos, pero al versificarlos, al buscar un atisbo poético en el acontecimiento mundano, trato de despojarlos de su caducidad. Todo esto no fue premeditado; así ocurrió con mi libro Hemeroteca que está conformado por poemas abiertamente noticiosos, y algo similar, aunque no ya de forma tan explícita, con Mochila de princesas que también habla de fenómenos familiares y cotidianos. AS: Tu formación en ciencias de la comunicación, así como el posgrado que realizaste en filosofía e historia de las ideas, ¿influyen de algún modo en tu manera de hacer poesía?, ¿cómo separas la visión académica de la creativa?, ¿qué otros textos nos recomiendas leer para acercarnos a tus costas personales?
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AS: Ante la ebullición global, la consternación social por una violencia que parece incurable frente a la corrupción y la violencia de género, ¿qué alternativas consideras fundamentales en la toma diaria de decisiones?, ¿qué papel juega el arte, la cultura y la educación frente a estas realidades fluctuantes? RGR: El mes pasado, cuando se dio a conocer que se me otorgaría el Premio López Velarde, en varias entrevistas mis colegas periodistas me preguntaron algo que se parece a una de tus preguntas: ¿por qué es importante la poesía en estos días de violencia y desigualdad, donde las prioridades de mujeres y hombres parecen estar muy lejos de la escritura y la lectura de versos? En pocas palabras, ¿para qué la poesía hoy? Y cada vez yo respondía cosas ligeramente diferentes, pero en esencia respondía que si la vida cotidiana con sus adversidades amenaza con deshumanizarnos, el arte, puede ser un contrapeso de humanidad en la frágil balanza de nuestros días. Vivimos en un momento en que la poesía debería tener un papel más importante. El déficit de empatía, la incapacidad de ver una parte de uno mismo en el prójimo, está en el fondo de las injusticias, pero la poesía es un medio para ponernos en los zapatos del otro. Si la metáfora expresa los vínculos secretos entre las cosas, la poesía hace lo mismo con las personas, expresa nuestros vínculos secretos. Mi anterior libro, Hemeroteca, y sobre todo Mochila de Princesas que se publicará este año, pretenden ser un llamado a esa empatía, una forma de vernos en el otro, un intento por discernir que las diferencias nos en-
Poesía
RGR: Mis primeros poemas eran demasiado filosóficos o demasiado expositivos, según las valiosas críticas que me hacían mis compañeros del taller de poesía. Tal vez ello era un reflejo de mi formación como comunicólogo y como filósofo. Creo que lo escrito por todo poeta no puede salir de otro lugar que no sean sus vivencias personales, tanto las directamente experimentadas -en carne propia- como las vivencias indirectas: libros, anécdotas ajenas, las obsesiones de un maestro o el noticiero nocturno, por eso es muy difícil encontrar la forma de hacer prevalecer lo poético por encima de la información académica o de las ideas filosóficas que suscribo. El poema es bueno en la medida en que está libre, o parece estar libre, de las ideas o de las intenciones personales del poeta. El equilibrio entre forma y fondo de Borges, el sobrecogimiento en lo habitual que expresan los poetas Billy Collins y Charles Simic, son algunas de mis lecturas definitivas de los últimos años y que, sin lugar a dudas, fueron inspiración de mis libros recientes.
Sobre las huellas en la luna A Neil Armstrong En ausencia de zorros y liebres fugaces A falta de pinos que hundan su raíz O escobas y damas que no barren
y seriedad? ¿Cuál es el peinado correcto para la página de niños extraviados? ¿Para la fotocopia en los postes de la luz? Nos falta hallar una foto a color donde no se desenfoque la memoria, donde no se vuelva sepia su recuerdo, donde sus ojos no se empolven como una habitación abandonada [De Hemeroteca]
O triciclos y niños ciclistas
Fracasaron los primeros intentos de transfusión en tiempos del antiguo testamento
Sin yuntas que hieran la tierra
Hasta hoy supimos que los glóbulos de cerdo son letales aunque su corazón sea idéntico al del niño enamorado
Sin el viento escultor de montañas Sin la caligrafía de los remolinos En la noche menguante intactas siguen tus huellas [De cuerpo Presente] Sigue en aumento la desaparición de menores en el país (Milenio)
riquecen más que las coincidencias. AS: ¿Qué otros proyectos tienes?, ¿qué cosas comunes hace Raúl García Rodríguez? RGR: Quiero seguir escribiendo en los diversos géneros del periodismo escrito y en otros estilos de poesía. Me interesa explorar formas y temas nuevos, o al menos nuevos dentro de mi breve obra. Tal vez buscaré caminar en terrenos del verso conversacional, jugar con el rigor misterioso de la poe-
sía imitando el habla coloquial, pero también me interesa hacer lo contrario, alejarme de lo usual experimentando con un tipo de escritura más hermética, que juegue con el lenguaje velando los significados o insinuando al lector una multiplicidad de sentidos. Estoy en ese dilema. Respondiendo a tu pregunta sobre mis ocupaciones comunes te cuento que me gusta hacer ejercicio. Tengo el hábito de correr media distancia a campo traviesa. También
Cada detalle de su habitación se volvió parte de la biografía: Las arrugas de su cama destendida los dientes de leche guardados en un sobre, la camisa roja y los tenis blancos que no llevaba cuando fue a la tienda el 8 de abril y no regresó ¿Habrá llevado monedas suficientes? ¿Habrá en el fondo de un cajón de calcetines un retrato con el grado justo de sonrisa
he practicado boxeo y me gustaría aprender a nadar. Nunca me han interesado los deportes de conjunto,
Pero el cerdo es sus cuatro patas suculentas tampoco sobreviviría a una poca de tu sangre a la espesura de tus venas o al frío de la chuleta congelada con que festejas tus bodas de oro Rara vez un animal de granja llega a la edad avanzada en que se deben medir los triglicéridos (pocas esdrújulas se deslizan así como un coágulo benigno en las prosódicas arterias) Privilegio del hombre es tener hipertensión y no saberlo Privilegio es vivir en soledad y no dar síntomas [(Inédito) De Mochila de princesas]
se me da más el esfuerzo en solitario; el oficio de la escritura no ha de ser muy diferente.
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Libros
Historia y contemporaneidad del arte de la pintura en Fresnillo, libro de Jorge Saldaña López t Por Carlos Alberto Torreblanca Padilla*
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n 1940, el Museo de Arte Moderno de Nueva York albergó la más importante colección del arte mexicano en una exposición denominada 20 siglos de arte mexicano. Un recorrido donde se apreciaron obras de la antigua Mesoamérica, la época virreinal, el siglo decimonónico y el arte contemporáneo. En 1990, se inauguró en el Museo Metropolitano de Nueva York la magna exposición México. Esplendor de 30 siglos, la que posteriormente, en 1992, se exhibiría en el Colegio de San Idelfonso, en la Ciudad de México, mostrando la pluriculturalidad del arte mexicano. En 2019, el Museo Soumaya de la fundación Carlos Slim, abrió la exposición 20 siglos de arte en México, en la que se exhibe una muestra del arte precolombino hasta el contemporáneo. Lo anterior, muestra el constante interés por conocer y reflexionar sobre la producción artística a lo largo de la historia. El historiador del arte francés, Jacques Thuillier, señala que “De la inmensa cantidad de obras de arte producidas por la humanidad solo queda una ínfima porción. Y las obras que han sobrevivido no han podido ser salvadas sino por el historiador, quien, al designar su sentido e importancia, ha mantenido alrededor de ellas un resplandor siempre presto a extinguirse”. Actualmente tenemos la oportunidad de acercarnos a la Historia y contemporaneidad del arte de la pintura en Fresnillo, a través del libro de Jorge Saldaña, en el que un artista visual -ahora convertido en escritor- expone su perspectiva sobre la pintura en Fresnillo. Como lo señala el autor, es a través de una écfrasis -la representación verbal, es este caso escrita, de una representación visual- que se nos explica lo que vemos. En este texto se menciona cómo mirar una pintura, acercarnos a la técnica, a su composición e intención, hasta la simple experimentación de experiencias sensibles; es por ello que el discurso toma momentos teóricos-filosóficos, descriptivos, narrativos y anecdóticos. Como lo señala Jorge Saldaña, el objetivo es mostrar el sentido metafórico y poético de los artistas que aportan al acervo de la historia del arte en Fresnillo. El artista es un traductor universal, de las palabras a las imágenes, por lo que es importante rescatar una memoria histórica con libertad de pensamiento. Sin duda alguna, el ser humano ha dejado testimonio de sus emociones, creencias o de lo visto desde épocas tempranas hasta la actualidad; a través de trazos plasmados en un frente rocoso, lienzo, papel, madera o muro de concreto se han expresado conceptos que reflejan una inquietud en un tiempo determinado. La representación esquemática y abstracta en la antigüedad, pasando por las formas naturalistas y figurativas, hasta llegar a la abstracción. Las herramientas han sido distintas, en un primer momento los dedos de la mano, las manos mismas, la aspersión, los pinceles, las espátulas y los rodillos. Dichos factores son retomados por Saldaña para describir las pinturas rupestres existentes en el actual territorio de Fresnillo, como las de-
nominadas “La víbora de cascabel”, de la cañada de Linares; y “Los danzantes”, del Cerro Rajado. Para el arte virreinal se considera el importante acervo de pinturas resguardadas en la Parroquia de la Purificación, como el retrato de Antonio Núñez de Miranda, o las pinturas con temas religiosos. También está presente la obra de pintores de la Ciudad de México como José de Alcíbar, depositadas en el Santuario de Plateros. Para el periodo decimonónico aparece la visión de los extranjeros como el italiano Pietro Gualdi con su paisaje de la “Hacienda nueva de Fresnillo con el cerro de Proaño” elaborada en 1846. Otro pintor es el guanajuatense Tobías Villanueva, quien en el siglo XX realiza las pinturas bíblicas que están en la nave principal de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Fresnillo. El autor resalta que en la Revolución Mexicana surge el primer pintor fresnillense, Francisco Goitia, quien influenciaría a los primeros pintores que comenzaron a enseñar este arte en Fresnillo. De esta manera aparece Daniel Peralta Rojero, seguido de Mateo Gallegos Campos, Gerardo Ortiz, Roberto Silva García, Javier Barrientos Castañeda y José Esteban Martínez, como los pintores mayores. Una generación contemporánea y activa la conforman Luis Rolando Ortiz, Jorge Saldaña López, Francisco Almaraz (q.e.p.d.), Omar García Lemus, Eduardo Arvizu Oliván, Cruz Gaali, José Manuel Salas, Enrique Barajas Pro, Rogelio Aguilar Solís, Carlos Alberto Sánchez, Iván Medrano, Rosa Martha Báez, Ana Acevedo Godínez, Leopoldo Elías Smith MacDonald, Pedro Zezati, Antonio Quintanar, Raúl
Luna Martínez, Antonio Quintanar Stephano y José Manuel Salas. Una generación de artistas emergentes comienza a aparecer, entre ellos están Víctor Hugo Cázares, Rocío Rodríguez, Eli Cuevas, Felícitas Cervantes, Paola Santana, Perla Pérez, Blanca Garay, Lázaro Ramos, Dr. Buendía, Hulvia Rivera, Érika Castillo, Gaspar Laredo y Claudia Lorena Alvarado. Desde la época prehispánica, periodo virreinal, etapa de la independencia y revolución mexicana, hasta nuestros tiempos contemporáneos, varios artistas han dejado su testimonio artístico. Algunos anónimos, otros conocidos, pero toda creación de arte fue gestada por su tiempo, siendo el contemporáneo en Fresnillo el que posee un gran número de artistas visuales. Como sucedió en el museo Metropolitano de Nueva York, El Colegio de San Idelfonso o el Museo Soumaya, ahora en Fresnillo, se tiene una concentración de la historia de la pintura. El pasado mes de diciembre de 2019 se llevó a cabo la recopilación de obras de los pintores fresnillenses para conformar la exposición denominada Écfrasis, montaje que se pudo admirar con motivo a la presentación del libro de Saldaña. La pintura contemporánea está presente y vigente, pero sigue en deuda continuar el estudio en esta manifestación artística en particular, como del arte de Fresnillo en general. Un primer paso se ha dado, sirva de estímulo este libro y las obras contemporáneas para seguir analizando y disfrutando del arte producido en Fresnillo. *Centro INAH Zacatecas.
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Los premios de la Academia de los Lumieres en el Olympia de París
Cine
Mejor Película Grâce à Dieu, de François Ozon. J’accuse, de Roman Polanski. Les Misérables, de Ladj Ly. Portrait de la jeune fille en feu, de Céline Sciamma. Roubaix, une lumière, de Arnaud Desplechin. Mejor dirección Jeremy Clapin: J’ai perdu mon corps. Arnaud Desplechin: Roubaix, une lumière. Ladj Ly: Les Misérables. Roman Polanski: J’accuse. Céline Sciamma: Portrait de la jeune fille en feu. Mejor actriz Fanny Ardant: La belle époque. Anaïs Demoustier: Alice et le maire. Eva Green: Proxima. Noémie Merlant: Portrait de la jeune fille en feu. Karin Viard: Chanson douce. Mejor actor Swann Arlaud: Grâce à Dieu. Daniel Auteuil: La belle époque. Jean Dujardin: J’accuse. Fabrice Luchini: Alice et le maire. Roschdy Zem: Roubaix, une lumière. Mejor guion Nicolas Bedos: La belle époque. Ladj Ly, Giordano Gederlini y Alexis Manenti: Les Misérables. François Ozon: Grâce à Dieu. Nicolas Pariser: Alice et le maire. Roman Polanski y Robert Harris: J’accuse. Mejor fotografía Manuel Dacosse: Grâce à Dieu. Pawel Edelman: J’accuse. Irina Lubtchansky: Roubaix, une lumière. Claire Mathon: Portrait de la jeune fille en feu. Julien Poupard: Les Misérables. Revelación femenina Céleste Brunnquell: Les Éblouis. Mina Farid: Une fille facile. Nina Meurisse: Camille. Lise Leplat Prudhomme: Jeanne. Mama Sané: Atlantique. Revelación masculina Thomas Daloz: Les particules. Alexis Manenti: Les Misérables. Tom Mercier: Synonymes. Issa Perica: Les Misérables. Thimotée Robart: Vif-Argent.
Documental Être vivant et le savoir, de Alain Cavalier Lourdes, de Thierry Demaizière y Alban Teurlai. M, de Yolande Zauberman. Ne croyez surtout pas que je hurle, de Frank Beauvais. 68, mon père et les clous, de Samuel Bigiaoui. Música Fatima Al Qadiri: Atlantique. Christophe: Jeanne. Alexandre Desplat: Adults in the room. Evgueni Galperine y Sacha Galperine: Grâce à Dieu. Daniel Levy: J’ai perdu mon corps.
/// Les Misérables, de Ladj Ly.
/// Portrait de la jeune fille en feu, de Céline Sciamma.
/// Roubaix, une lumière, de Arnaud Desplechin.
cartones de invitación de preestrenos acompañados de los directores y el talento de la cinta. Y por último, la etapa de concetración en noviembre y diciembre. Los miembros de la academia envían sus listas de solicitud al Consejo, este a su vez solicita proyecciones
en vínculos online que son centralizados en diferentes plataformas, como Cinando; ahí se pueden ver durante un periodo de 60 días más de 80 películas que serán filtradas en la selección de los nominados finales. Luego, durante enero, la votación. Aquí los nominados:
t Por Carlos Belmonte Grey y Sergi Ramos
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l lunes 27 de enero se celebra la Edición 25 de los Premios de la Academia de los Lumière de la Prensa Internacional en el Teatro Olympia de París. La Academia es presidida por la periodista Lisa Nesselson (Screen International, UK), secundada por Anne Guimet (delegada general) y Pauline Guilmot (coordinadora general); reagrupa a 110 corresponsales de la prensa extranjera en Francia; y otorga cada año reconocimientos a las mejores películas de ficción, documentales, y dibujos animados que tuvieron salida comercial en las salas francesas. La selección se realiza de dos formas: la primera es que durante el año los periodistas y corresponsales ven películas en festivales europeos, ahí se ubican algunas que luego son rastreadas para asegurarse que tienen distribuidor y en seguida exibición durante el año. La otra forma de seleccionar es gracias a las invitaciones de productoras y distribuidoras francesas, quienes envían regularmente los
Un pequeño virus
Coproducción internacional Bacurau, de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles. It must be heaven, de Elia Suleiman. Le jeune Ahmed, de Luc y Jean-Pierre Dardenne. Lola vers la mer, de Laurent Micheli. Papicha, de Mounia Meddour. Animación La Fameuse invasion des ours en Sicile, de Lorenzo Mattotti. Funan, de Denis Do. Les hirondelles de Kabou, de Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec. J’ai perdu mon corps, de Jérémy Clapin. Wardi, de Mats Grorud.
/// J’accuse, de Roman Polanski.
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Por Edgar Khonde
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l virus era terrible, bueno no, no tanto. Lo que sucedía es que era desconocido pero no por ser un virus recién inventado sino que había estado dormido millones de siglos. Una mañana despertó, se espabiló. Salió al mundo. Un mundo que era diferentísimo a como lo recordaba. Este planeta nuevo ya no era ni tan caliente ni tan frío, la temperatura era placentera, amena, casi tierna. Oteó y vio árboles de un tamaño ridículo y animales que parecían de juguete. Se extrañó de no ser saludado por ningún saurio, pero tuvo paciencia; una paciencia que al cabo de un par de días desechó. Se dijo para sí mismo “estoy aburrido”. Parece que al virus le gustaba el jolgorio, la peli-
grosidad, las catástrofes; la realidad le parecía tan perfecta que no encontraba dónde encajar; incluso pensó que hubiera sido mejor permanecer dormido, inanimado, alejado del presente. No le atraía ni la flora ni la fauna ni el agua ni las piedras, pensó que tendría que lidiar con el hastío de saberse inútil. Se le ocurrió darle una vuelta al planeta, solo una, para comprobar que esa era una Tierra que ya no le interesaba. Podría luego subirse a un cometa, un meteoro, conocer otros astros. Pronto se había percatado que el mejor vehículo era aquel simio pelón que acostumbraba disfrazarse de cualquier cosa y vivir pegado a un aparato de comunicación pequeño que lo hacía reír y llorar. Pasó uno de esos monos cerca del virus y este se le trepó. Inevitablemente se comenzó a multiplicar, cosa que le
pareció desagradable y que no había calculado. Le parecía desagradable porque si convivir consigo mismo le parecía insoportable, convivir con cientos, miles o millones de sí mismo, era una condena. Sin embargo, a las pocas horas se dio cuenta que podía pasar de un individuo a otro con facilidad y que podía transformarse indefinidamente. Pero lo que más le llamó la atención fue que los simios estaban aterrados con la idea de transportar un virus; un virus que por una parte desconocían y que por otra, consideraban mortal. Estuvo analizando la idea tres o cuatro horas hasta que la entendió: tenía el poder de acabar con el simio pelón y reconfigurar la vida en el planeta. Decidió que sí, que si la Tierra no era como la recordaba y añoraba, esta vez iba a ser él el factor de cambio; construiría una nueva sociedad a su antojo y expulsaría a ese bípedo sin plumas que se creía dios (con minúscula como se debe escribir siempre). El virus se expandió por el lugar llamado China y pronto arribaría a USA; ahora tenía un plan y le gustaba saberse peligroso.
Río de palabras
Mejor Primer Película Atlantique, de Mati Diop. Une intime conviction, d’Antoine Raimbault. Les Misérables, de Ladj Ly. Nevada, de Laure de Clermont-Tonnerre. Perdrix, de Erwan Le Duc.
/// Grâce à Dieu, de François Ozon.
Río de palabras
Cine
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LA GUALDRA NO. 417 /// 27 DE ENERO DE 2020
1917 de Sam Mendes: las virtudes del artificio fílmico t
Por Adolfo Nuñez J.
C
orre el año de 1917 en el norte de Francia, cuando los soldados británicos Blake (Dean Charles Chapman) y Schofield (George MacKay) son llamados al campamento del general Erinmore (Colin Firth). El militar les informa a los dos cabos de primera clase que hay una trampa alemana para emboscar a un batallón de 1,600 hombres, entre los cuales se encuentra el hermano de Blake, y no hay ninguna manera de advertirles de la muerte inminente que les aguarda. Las órdenes de ambos soldados son salir del frente británico y viajar hacia tierra de nadie para entregar el mensaje de advertencia en menos de un día. Así pues, entre trincheras miserables, túneles llenos de explosivos y ciudades destruidas, Blake y Schofield emprenden una misión donde el peligro y la presencia de las tropas enemigas se encuentra en cada lugar por el que caminan. Después de haber hurgado en la condición humana en cintas como American Beauty (1999) y Road to Perdition (2002), así como renovar la mitología del Agente 007 en Skyfall (2012) y Spectre (2015), en su más reciente filme el director británico Sam Mendes cambia por completo de género y confecciona una épica de guerra repleta de adrenalina y de una tensión insostenible que se mantiene desde que la película inicia y hasta que los créditos corren. De una concentración y maestría técnica notable, 1917 (2019) sigue, paso por paso, la odisea de dos soldados británicos que cruzan parajes desolados y terrenos
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/// 1917, una película de Sam Mendes.
peligrosos durante la Primera Guerra Mundial. Montada como si fuera una sola toma larga sin cortes en tiempo real, el principal objetivo de la cinta es provocar en el espectador un sentido de inmersión constante que emule a la realidad, mientras seguimos a ambos personajes en su travesía, la cual sirve como excusa para hacer uso de elegantes tomas y hábiles juegos de cámara que nos hacen adentrarnos en la carrera contra el tiempo y el conflicto interno de ambos soldados. El verdadero protagonista del filme es Roger Deakins quien, con un titánico trabajo de fotografía, juega con la luz natural en exteriores, así como con las siluetas, las sombras y las luces, y termina por crear un evento visual
Por Pilar Alba
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odas las personas tenemos una marca que nos identifica desde nuestro nacimiento. Para algunos es un lunar, otros tienen un ojo ligera o exageradamente más grande que el otro; otras marcas tienen que ver con el color de la piel o el tono de cabello. Esas marcas que nos acompañan desde el nacimiento forman parte de nuestra personalidad; de, por decirlo de algún modo, nuestro espíritu. Mi marca de nacimiento no tiene que ver con algo meramente físico, no es algo que tenga que ver
hipnótico y onírico, que junto con la música de Thomas Newman, nos otorga momentos impactantes como aquel en el que, en medio de una ciudad francesa derruida, uno de los soldados huye de los enemigos entre la penumbra, los tiros y las luces de bengala que iluminan su camino. Aunque limitada en el desarrollo argumental y de personajes, es claro que otro de los puntos focales de la película es representar los horrores de la guerra de primera mano de sus protagonistas. En lugar de hacer una reflexión condenatoria, el discurso antibélico está escondido en la escenografía, en los incontables cadáveres podridos que los dos soldados encuentran en su camino y que ya se han integrado al paisaje, así como
en el hastío que las tropas británicas viven entre trincheras, cuarteles y que con el correr de los días les ha hecho perder la noción del tiempo y de lo que los rodea. En medio de las trincheras lodosas, el desgaste y la claustrofobia de una guerra que no tuvo nada de glorioso, el director señala el sinsentido de esta, así como de cualquier otro conflicto bélico. Entregándose por completo a los trucos del artificio fílmico, Mendes comprende las reglas del cine a gran escala y deslumbra con una película hecha para verse en la pantalla más grande que se encuentre, y con una historia donde todo acto de odio irracional tiene que ser erradicado con una enorme valentía como primer y último recurso.
Espíritu con algún lunar o un extraño tono de piel o de cabello. No, yo simple y sencillamente tengo cara de buena gente. Sí, cara de buena gente de esas que no rompen un plato, no se estresan, no se ofenden, que están dispuestas a ayudar, hacer de este mundo un mejor lugar. Debo confesar que lo anterior puede llegar a ser un problema, porque nadie me
cree cuando les confío mi oscuro secreto: a mí mientras manejo me posee el espíritu de un camionero. Les juro que es cierto, la transformación es similar a la de un lobo en luna llena y se acelera en las horas de tráfico cuando aún no he comido, o cuando se hace tarde para llegar a la escuela. Mis brazos se ensanchan, mi panza se bota, me
crecen vellos de bigote y barba; mi cara, la que todos dicen que es tan tierna se transforma. Entonces de mi boca salen culebras, blasfemias e insultos para todos aquellos que osan cruzarse en mi camino; desafío los límites de velocidad y las señales de tránsito me las paso por el arco del triunfo. Esto pasa cuando voy sola al volante de mi Volkswagen, por eso es difícil que me crean, porque cuando me bajo del carro mi cuerpo vuelve a esta forma, se esconden las malas palabras y de mi boca solo salen bendiciones y esta sonrisa de buena gente que ahora me brota.