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Desayuno en Tiffany’s, mon ku José María Riba apasionado impulsor del cine en español
Cine
Desayuno en Tiffany’s, mon ku José María Riba apasionado impulsor del cine en español
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6 Por Nancy Berthier, Vé-
ronique Pugibet, Sergi Ra- mos, Alejandro Izquierdo, y Carlos Belmonte Grey
El 1 de mayo falleció José María Riba. Quizás el nombre así de golpe y a pri mera vista no diga o suene mucho. No es como decir que murió Gael García Bernal o Jaime Rosales; y, sin embargo, sin Riba esos dos nombres no delinearían la ci nematografía hispanoamericana en el mundo.
José María Riba era el artífice de la pro yección del cine español y latinoamericano tanto en Francia como en varios países his panohablantes. Fue programador del Festival de San Sebastián y fundador de la plataforma Cine en Construcción, entre dicho festival y el de CineLatino de Toulouse. Fue Delegado General de Semana de la Crítica en Cannes. Era el asesor de programación latino y español en el Festival de Cannes. Fue asesor también de los festivales de Morelia y Ventanas Sur (Argentina). Además, fundador -junto con Laura del Sol- de la asociación Españolas en París (para la difusión del cine ibero) y del Festival Different! El otro cine es pañol; así como colaborador de encuentros académicos en el seno del Instituto de Es tudios Hispanoamericanos de la Sorbona. Y es aquí en donde entramos. Nos reunimos cinco colegas para escribir unas notas en su memoria.
José María Riba y la Sorbona: cariñoso, eficaz y fiel aliado para la defensa del cine español en París 1
Nos conocimos en París al principio de los 2010 en una de las alegres fiestas que solía organizar Españolas en París después de los pases de películas. Una amiga común, Véro nique Pugibet, quien conocía nuestras pasiones respectivas por el cine, nos presentó y quedamos en volver a vernos.
Hacía algún tiempo que yo frecuentaba los eventos que José María organizaba en torno al cine español. Era un auténtico lujo poder asistir en la capital al estreno de las películas con sus equipos. Fascinaba su ca pacidad para conectar con el público en las presentaciones de películas que transforma ba en auténticos performances. Moderaba los debates con un sentido extraordinario del ritmo, pasando con una impresionante faci lidad del francés al español, traduciendo con una calidad exquisita las sutilezas de ambos idiomas, sin dejar de hacer comentarios tan inteligentes como jocosos. Los invitados lo pasaban muy bien y el público quedaba con quistado; yo la primera.
A los pocos días de habernos conocido, vino a verme en la Sorbona, con su moto y su sonrisa. Nada tardamos en decidir que íbamos a cooperar en la promoción parisi
/// Chema Prado y José María Riba.
na del cine español; él desde la profesión y yo desde la universidad. Ambos obviamente desde la pasión.
Me acuerdo de lo importante que fue para él uno de los primeros eventos, con Alex de la Iglesia. Invitado por Españolas en París para el estreno de Las brujas de Zugarramurdi, el cineasta dio una brillante master class en el anfiteatro Richelieu abarrotado, en donde se codeaban colegas y estudiantes nuestros, jóvenes alumnos de institutos, cinéfilos, hispanófilos y fans. Eso le encantaba a José María, que se mezclaran los públicos; tam bién que el cine español fuera estudiado y valorado, no solamente visto.
Con los años, desarrollamos una coope ración regular, concretada en particular por una colaboración anual con el Festival Diffe rent! El otro cine español, la gran fiesta de fin de año del Festival Españolas en París. Con los colegas, organizábamos eventos sobre te mas relevantes para el cine contemporáneo. Celebrados en el salón de actos de la Sorbo na, eran abiertos al gran público mientras nuestros investigadores iban a ver las pelí culas de Different! El intercambio resultaba apasionante. El primero de ellos reunió a profesionales del cine y académicos sobre el tema de la resistencia, clave de ese cine “di ferente” que promovía la asociación.
El mismo José María era un resistente. No era nada fácil defender la diferencia y darle un lugar al cine español en París donde te nía que competir con tanta oferta cultural. No era fácil hacerlo desde una asociación sin afán de lucro que cada año tenía que buscar
los apoyos económicos para hacerlo. No era fácil con unos presupuestos escasos, hacerlo a lo grande. Pero lo conseguía. Rodeado de un equipo entusiasta, con Laura del Sol, la presidenta; Eva, su esposa; Luna, su hija; e Isabelle Burón, periodista, hacían milagros. Y cada evento se planteaba con un fundamen tal sentido de la fiesta: vino español, chorizo, tortillas, alegraban las proyecciones en ape ritivos gigantes en los cuales el público convivía con cineastas, actrices y actores.
Para el centenario del Instituto de Estu dios Hispánicos en 2017, dimos un paso más organizando la celebración de un premio excepcional de cine Sorbona en el marco de Different!, otorgado por un jurado compuesto por estudiantes y colegas. Lo recibió Carla Si món para su película Verano 93. Gustó tanto la fórmula que se repitió en 2018 y 2019.
El último evento que coorganizamos fue con Oliver Laxe, ganador del premio de la edición 2019, para O que arde, y pronunció una deslumbrante master class en febrero de 2020 en el Instituto de Estudios Hispánicos delante de un público fascinado y numeroso. 2020 iba a ser un gran año para nuestra coo peración ya que en el marco de la invitación de la Sorbona a Pedro Almodóvar para en tregarle el Doctorado Honoris Causa, José María tenía prevista una proyección al margen del acto oficial, para que “su” público, el gran público, pudiera beneficiarse de tan impor tante evento. Luego, en noviembre de 2020, para el homenaje a Carlos Saura que nuestro equipo de investigación había previsto ce lebrar con un congreso internacional, José María iba a cooperar con la organización de una mesa redonda de actrices. El destino no quiso que presenciara estos dos homenajes al cine español a través de dos de sus gran des figuras... Le echamos de menos, tremendamente.
Por todo eso, y todavía más, le agradezco de todo corazón, en mi nombre y el de nues tros colegas y estudiantes por su presencia sonriente y acogedora, por su sentido del hu mor, por su increíble humildad, por su capacidad mágica para lograr que las cosas se hicieran, costara lo que costara; pero, sabemos que nos seguirá apoyando desde donde esté.
Querido José María: 2
Permíteme escribirte una carta en primera persona porque me hace ilusión pensar que muy pronto vas a contestar o incluso acudir a una mesa redonda, un encuentro. Nos cono cimos en los años setenta junto con un grupo de amigos latinos aficionados al cine. Luego nos perdimos de vista, pero gracias a los aza res de la vida nuestros caminos se volvieron a cruzar.
Tus calidades profesionales eran des lumbrantes. Tenías un talento de traductor-intérprete fuera de serie. En tu libreta apuntabas quién sabe qué de las largas in tervenciones de los oradores sin interrumpirlos, proporcionando luego en tu restitución uno que otro chiste, un complemento de información para que el público pudiera saborear plenamente la aportación de los lo cutores. Tenías ese don de la comunicación y te preocupaba transmitir. Así me explico la