SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 445 /// 31 DE AGOSTO DE 2020 /// AÑO 10
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Interior Salón de las Columnas. Zona Arqueológica de Chalchihuites. Del libro A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista.
Manuel Gamio inició su recorrido por Chalchihuites y a mediados del mes de septiembre de 1908, cuando se disponía a seguir sus investigaciones hacia el sur del estado, se enteró de la existencia de vestigios arqueológicos al oeste de Chalchihuites en el rancho de Buenavista o Alta Vista. Al llegar al lugar descubrió una serie de montículos de diversas formas cubiertos con vegetación, por lo que ese mismo día comenzó con la excavación.
[Visionarios en la preservación del patrimonio cultural zacatecano: Genaro García Valdés, por Carlos Augusto Torres Pérez, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 445 /// 31 DE AGOSTO DE 2020 /// AÑO 10
La Gualdra No. 445
Editorial San Juan Bautista, el Patrón, no fue conmemorado este 29 de agosto como en otras ocasiones en Zacatecas. Hace un año nadie imaginaba que la celebración multitudinaria de las Morismas de Bracho sería quizá la última que se llevaría a cabo así, reuniendo a más de 15 mil actores en escena y otros tantos miles de espectadores en un solo lugar para ver esta representación escénica tradicional; debido a la pandemia del Covid-19 posiblemente tenga que pasar mucho tiempo para que las actividades festivas se retomen de esta forma. Las tradiciones, entendidas como prácticas culturales asumidas y repetidas durante un periodo considerable de tiempo, dadoras de identidad y cohesión social, se irán adaptando a esta nueva realidad; algunas probablemente desparecerán para convertirse en otras, pero en el caso de las Morismas, estas pervivirán aun y cuando tengan que transformar sus procedimientos. Decía el historiador Huizinga que las sociedades tienen la necesidad de crear para sí ciertos ideales “que le permitan hacer la vida más bella y hacer soportable la existencia”, en este sentido y dado el peso cultural de esta representación que ha congregado a tantos zacatecanos durante casi dos siglos, cambiará, pero seguirá llevándose a cabo; mientras tanto, la tecnología y los medios de comunicación jugarán un papel fundamental en el registro de estas tradiciones y en su divulgación. El pasado sábado 29, el día en que se conmemora el martirio de San Juan Bautista, los zacatecanos que solían participar en las escenificaciones mencionadas se quedaron en casa; los integrantes de las cofradías improvisaron altares en sus hogares, rezaron y algunos de ellos lanzaron pólvora furtivamente; a lo lejos se escucharon durante el fin de semana algunas detonaciones que no tiene comparación con lo que solía escucharse para estas fechas. Muchos subieron fotos a las redes para recordar la fiesta en años pasados; otros participaron de las misas en línea, porque también esta práctica cultural se ha ido adaptando. Otros, vimos en la televisión el estreno de Bracho, la serie, producida por el Sistema Zacatecano de Radio y Televisión. Qué sorpresa. Bracho, la serie, es una producción documental para televisión conformada por 6 capítulos y se trans-
mitirá a partir del 25 de septiembre en el Canal 24.1 del SIZART; lo que vimos el fin de semana fue solo el pre-estreno de este proyecto que, créame, al margen de cualquier tipo de emoción generada, es realmente un producto de calidad y es zacatecano. Mucho tiene que ver la visión de un equipo de trabajo que ha sabido conformar y dirigir Tere Velázquez, cuyo interés por difundir la cultura es indiscutible. En este primer capítulo se hace una especie de introducción de lo que son las Morismas de Bracho, cuándo y dónde se originaron, quiénes integran la Cofradía de San Juan Bautista, en qué consiste la celebración y cuál es el papel que juegan los participantes de la escenificación. Se ven los ensayos que inician desde el 1 de mayo. Hablan el cronista de las morismas y el mayor de la plaza; pero también aparecen los actores, esos amigos del barrio a quienes les ha tocado pertenecer a bandos contrarios (uno es moro, el otro cristiano) y, sin embargo, han reafirmado en la tradición los valores de la hermandad y la lealtad. Aparecen también los espectadores, los que hacen mandas, los que danzan, los que remozan los campamentos antes de la representación, los integrantes de las bandas de guerra, las reinas de Bracho. Esta serie se filmó durante los últimos tres años -cuando la representación pudo celebrarse-, bajo la dirección de Carlos González García y la producción ejecutiva de Benny Contreras, y con la coordinación general de Tere Velázquez. Ya desde las primeras escenas se puede ver que este producto cultural es de lo más profesional, la fotografía, el sonido y la edición son muy buenos y no exagero al afirmarlo. Si el primer capítulo es la muestra de todo lo que está por venir, auguro que este proyecto tendrá varios premios, ojalá que pueda verse en todos los canales de la RED de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México; por lo pronto, lo invito a estar pendiente de su estreno oficial, recuerde que a partir del 25 de septiembre empezarán a transmitirse semanalmente todos los capítulos. Felicidades a todos quienes participaron en Bracho, la serie. No se la pierda. Que disfrute su lectura.
Contenido “Cuenta la historia”, de Lucía Rivadeneyra Por Rafael Calderón
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Visionarios en la preservación del patrimonio cultural zacatecano Parte 2: Genaro García Valdés Por Carlos Augusto Torres Pérez
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Los programas de fiesta en Tultepec La función del oficio gráfico, su transformación en la era tecnológica y su importancia simbólico-social [Primera parte] Por Ángel Solano
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La filosofía como “brujería mayor” Por Francisco Tomás González Cabañas Carnita Por Pilar Alba
Desayuno en Tiffany’s, mon ku La Distance y Tzompantli, dos cortos con Dana Karvelas Por Carlos Belmonte Grey First cow, de Kelly Reichardt: la pérdida del sueño americano Por Adolfo Nuñez J.
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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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“Cuenta la historia”, de Lucía Rivadeneyra 6 Por Rafael Calderón
/// Lucía Rivadeneyra en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. 2019.
revista Diturna en 2004- y explorar que ese periodo se consagra magistralmente con los siguientes poemas de Robo calificado (2004). Rivadeneyra confirma la búsqueda de una voz madura que consagra su espléndida realidad lírica y entrega su primera antología personal de poemas como resumen exacto de su condición de poeta, titulada Rumor de tiempos (2007) que, dos años más tarde, reinventa secretamente ese estilo bajo el título Fiebre en agujas (2009), una antología personal de poemas eróticos. Hay que seguir la senda de su vida literaria pero reconociendo que queda determinada esa fuerza que indaga con el verso: ama las palabras y su sonido. Tiene una relación lúdica con estas: las busca, se le esconden, las encuentra y las descubre como una imagen renovada cada vez que las escribe. Algunas se le aparecen –ha declarado– como un orgasmo inesperado. En el proceso de la creación, surgen de pronto, empieza un juego que no imagina hacer con ciertas letras, con ciertos vocablos. Dice que el lenguaje siempre le sorprende y “la poesía acecha todos los días, hay que dejar que nos atrape”: el sonido del verso, la minucia del leguaje, esa pasión que desentraña el erotismo y la seducción al mismo tiempo, se vuelva un testimonio de una realidad con la vida, el
amor y el desamor. En 2017 lanza el acometido de una escritura que le permite romper el silencio que ya acumulaba una década; está presente con De culpa y expiación. Este puñado de poemas determina una vez más la travesía de un periodo que permite celebrar su existencia: el descubrimiento constante, un buscar la estética del dolor, de la pasión, de la cotidianidad. Por eso ella misma afirma: “No creo que el gran escritor tenga que estar publicando todo el tiempo”. Pero cree que hay que leer todo el tiempo y vivir, es decir, viajar, beber, comer, observar, tocar la vida. Para celebrar la poesía –en su caso– hay que subir o bajar, según la posición en que se encuentre para decir la voz colmada o calmada, la voluntad, la suerte de una amistad que nutre el lenguaje con temas que permanentemente la obsesionan. En sus poemas naturalmente está presente la importancia del ritmo, el sonido, la sonoridad profunda y perdurable, el efecto de imágenes irradia por su vida o por las ciudades que ha visto. Es un tema tan añejo como hacerse responsable de lo que dice y del cómo lo expresa, visualiza con pasión el erotismo, dicho sea nuevamente, encarnan sus versos pasión y revelan la presencia de los contrarios entre hombre y mujer. Lucía Rivadeneyra es el tipo de poeta
Literatura
“C
uenta la histora”, a la manera de los clásicos castellanos, con la relación de hechos, porque es importante hacer hincapié sobre un tema que muy poco se habla pero cuando se ventila es parte de las respuestas al tiempo transcurrido y en este caso particular, hay que recordar que Lucía Rivadeneyra registra la búsqueda de una obra literaria brillante: labra un camino dividido entre la poesía y el periodismo, la vida cultural y la presencia académica desde la Universidad Nacional Autónoma de México y reconocer que ha publicado su Obra poética en un periodo que suma treinta y cinco años al año 2020. Por esto, he elegido “cuenta la historia” para rememorar a la manera de Cantar de mío Cid, que tiene siete títulos de poesía publicados con los cuales tiene ganado un lugar en la tradición de la poesía mexicana entre el fin de siglo XX y estos años transcurridos del XXI. Pero, en este asombro que representa la poesía como género literario y que exige disciplina y larga paciencia para que un día se puede resumir como ejemplo de toda su biografía; en el caso de ella recordemos que sus primeros poemas fueron publicados el mes de septiembre de 1983, acompañados de un comentario a los mismos por Germán Pardo García en la gaceta cultural Nivel. Aquellos poemas son punto de partida, registran el encuentro con una travesía que se puede resumir en gestos logrados porque alcanza con el tiempo eco en la lengua italiana por la traducción de poemas que realiza el también poeta Emilio Coco; la trayectoria de Lucía es emblemática, plenamente registra su nombre en la tradición lírica, desde entonces y para estos tiempos, los años del siglo XXI. Con el siguiente poemario que lanza desde la capital del país, queda refrendada su presencia en el momento mismo que lo publica bajo el título de Rescoldos (1989); entonces, jovencísima, registra con acierto que, en adelante, sus poemas los firmará como Lucía Rivadeneyra. No es propiamente un heterónimo: con el reacomodo desde un inicio de su nombre inventa o reinventa su literatura, determina su presencia en las letras y permite reconocer con este su lírica. Con este acto y por su condición de poeta, suma su obra a esa legión de autores mexicanos y latinoamericanos que firmaran con la reinvención de su nombre la creación literaria y por los títulos de su poesía se le reconoce alrededor de un idioma como es la lengua española. Un par de años antes de que terminara el siglo XX, publicó el segundo poemario, En cada cicatriz cabe la vida (1999); con este se convierte en una de las voces más atractivas de su generación, por aportar con el verso una propuesta diferente entre el tono y las imágenes frescas o renovadas. Su trabajo continuó, un lustro más tarde, para volver al rodeo y el acto de su palabra, al dar a conocer en exclusiva a los lectores de Morelia, “Herir con la mirada” -separata de poemas inéditos que apareció en la
que exige ir al encuentro de su metáfora, reconocer el significado de lo que su voz expresa y precisa al oyente, y su particularidad por el verso libre y por el verso blanco, sin rima, pero con ritmo. Así hasta percibir lo que su escritura trasmite. Aprovecha las minucias de la comunicación activa; sorprende a la menor provocación. Su condición de poeta es exigente y publica pocos poemas: en el género de la poesía suma cinco poemarios y dos antologías y al contar los poemas son un centenar y juntos no rebasan 300 páginas, pero son los que le permiten estar presente en las antologías más importantes de la poesía mexicana y en la ciudad donde nació es entrañablemente única para un grupo de sus lectores activos que enlazan y están atentos a las diversas propuestas poéticas que da a conocer con cierta regularidad. El resumen finalmente es identidad o suma de señales particulares: nació bajo el signo de virgo, en la calle de la Amargura contra esquina de la calle el Suspiro del centro histórico de Morelia. Vive desde hace varias décadas en la Ciudad de México. Por eso, cada que puede, amenaza con retornar a Morelia de donde, en realidad, nunca se ha ido. Para 1987, con tres décadas de vida y los primeros poemas, asocia su nombre con el poeta Elías Nandino; en 1998, consagra su lugar excepcional al hermanar su identidad con Enriqueta Ochoa y todo lo anterior lo reafirma al acercar su nombre, el año del 2003, con el cocodrilo poeta Efraín Huerta. Así la vida, así su poesía; hay que celebrar y recordar que entre los autores de su generación es de las poetas más sobresalientes para la poesía mexicana y revela entre dos siglos formas y tentativas y resguarda el secreto que coquetea con su nombre que literariamente es definido como Lucía Rivadeneyra. Para llegar a esta conclusión, provisional, es importante decir que al menos en el terreno de su poesía es resultado del tiempo transcurrido y visible desde su primera colección de poemas que prometía un camino en subida y ahora por el conjunto de los poemarios publicados es visible ese acierto. Para cerrar, toda tentativa de lectura, relectura y revisión es un ejemplo que permite contribuir para que el verbo poético de su voz suceda más por la visión de sus lectores y por un resumen digno de su travesía. Los los últimos poemas publicados de ella salieron el mes de septiembre del 2019, bajo el título “Cinco poemas” en la revista digital Carruaje de Pájaros; estos permiten, una vez más, compenetrar la esencia de su voz y con ellos representa el umbral de un destino que sigue el camino de subida; el más reciente de sus poemas inéditos que ha titulado “La tierra” (suplemento Laberinto, septiembre de 2018), evoca el sismo del 19 de septiembre de 1985, forma parte de un libro en preparación y un fragmento del poema se lee así: “Nunca antes de septiembre,/ de mil novecientos ochenta y cinco,/ había soñado que yo temblaba/ de miedo, al escuchar el movimiento/ de la tierra; pero germina el ruido/ y angustia causa en el profundo sueño”.
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LA GUALDRA NO. 445
Visionarios en la preservación del patrimonio cultural zacatecano Ollin: Memoria en Movimiento
Parte 2: Genaro García Valdés
6 Por Carlos Augusto
Torres Pérez
E
l erudito historiador Genaro García nació el 17 de agosto de 1867 en Fresnillo, Zacatecas; hijo de doña Luz Ceferina Valdés de García y don Trinidad García, quien fuera Ministro de Gobernación (18771879) y Secretario de Hacienda (1879-1880) dentro del gobierno del General Porfirio Díaz.1 Proveniente de una familia ligada a la minería, se trasladó en 1877 a la Ciudad de México, donde recibió el título de abogado en 1891 de la Escuela Nacional de Jurisprudencia. A pesar de su formación como jurista, los intereses de García se acercaban más al ámbito cultural que al litigio. En 1899 ingresó al Conservatorio Nacional de Música donde fue maestro de literatura española y ocupó el cargo como subdirector del Museo Nacional. Es el 19 de abril de 1907, cuando el general Porfirio Díaz lo nombra director del Museo Nacional y durante ese periodo reestructuró su operación y organización y escribió el reglamento que giraba en torno a “Recolectar, conservar y exhibir los objetos relativos a la historia, arqueología, etnología y arte industrial retrospectivo de México y el estudio y la enseñanza de estas materias”.2 Desde ese cargo, Genaro García instrumentó una serie de acciones de gran trascendencia para el rescate y conservación del patrimonio arqueológico de Zacatecas.
/// Retrato de Genaro García. Fototeca Nacional-INAH. Número de Inventario: 363240.
/// Publicación (Periódico El Imparcial, 25 de octubre de 1908, p. 3) por el gran descubrimiento de los hallazgos arqueológicos en Zacatecas. Ref. véase pág. 32, en: A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista, arqueólogos José Humberto Medina González y Baudelina L. García Uranga, Gob. del Edo. de Zac. 2010.
Para dar seguimiento a sus exploraciones realizadas entre 1881 y 1882, las cuales arrojaron una serie de hallazgos arqueológicos publicados en los periódicos El Demócrata de Zacatecas (7 de mayo de 1892) y El Monitor Republicano (19 de mayo de 1892) de la Ciudad de México así como en los Anales del Museo Nacional de México,3 el Lic. Genaro García, comisionó a Manuel Gamio, entonces estudiante de arqueología del mismo museo, para realizar una excursión y estudiar los monumentos arqueológicos de Zacatecas.4 El 4 de agosto de 1908, Manuel Gamio presentó a Genaro García un programa de 12 días para la visita de algunas ruinas en el estado de Zacatecas como las de Juchipila, el Cerro del Mixtón, el Teúl, La Quemada, Sombrerete y Chalchihuites.5 Cuatro días después, la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes autorizó a Genaro García la cantidad de 400 pesos para que el joven Gamio realizara la expedición. Gamio inició su recorrido por Chalchihuites y a mediados del mes de septiembre, cuando se disponía a seguir sus investigaciones hacia el sur del estado, se enteró de la existencia de vestigios arqueológicos al oeste de Chalchihuites en el rancho de Buenavista o Alta Vista. Al llegar al lugar descubrió una serie de montículos de diversas formas cubiertos con vegetación, por lo que ese mismo día comenzó con la excavación. El 14 de septiembre, Gamio envía un te-
/// Gran descubrimiento en Zacatecas. (Periódico El Imparcial, 9 de noviembre de 1908, p. 2). Ref. véase pág. 32 en: A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista, arqueólogos José Humberto Medina González y Baudelina L. García Uranga, Gob. del Edo. de Zac. 2010.
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legrama al entonces Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, el Lic. Justo Sierra, informándole sobre el descubrimiento de importantes monumentos arqueológicos desconocidos hasta ese momento.6 Así el 25 de octubre de 1908, el periódico El Imparcial, de la Ciudad de México, hace público el descubrimiento de las ruinas de Alta Vista en Chalchihuites, Zacatecas. Sin duda alguna, estas acciones encabezadas por el Lic. Genaro García se constituyen como uno de los más grandes logros en materia de rescate del legado patrimonial arqueológico del estado de Zacatecas. Como es lógico suponer, todos los esfuerzos que en materia de protección de patrimonio se habían llevado a cabo hasta esa época estaban encaminados a los bienes de carácter arqueológico, el objetivo de fortalecer nuestra identidad nacional se acrecentó durante el gobierno del Gral. Porfirio Díaz. Para 1908, el propio Genaro García propuso a Justo Sierra convertir los templos coloniales expropiados por el gobierno en monumentos históricos y artísticos, produciendo en ellos alternativas para su conservación.7 En Zacatecas quizá uno de los primeros antecedentes para la conservación del patrimonio histórico se remonta hacia 1904, año en el que el gobernador Eduardo G. Pankhurst recibe el proyecto del reconocido alarife Dámaso Muñetón para edificar la torre norte de la catedral basílica de Zacatecas, portentosa obra del arte barroco novohispa-
rranza hizo 3 nombramientos de este tipo: al pintor Xavier Guerrero como Inspector en Tonalá Jalisco, en 1917; al ingeniero David Uribe Pevedilla como Inspector en Tulancingo, en 1918; y al pintor Manuel Pastrana González como Inspector en el Estado de Zacatecas, el 13 de junio de 1917.9
/// Foto del Interior Salón de las Columnas. ATA: Departamento de Monumentos Prehispánicos. Ref.:B/311.32(Z41-2)/1, F.65. Chalchihuites, Zacatecas Zona Arqueológica de. Asunto: Exploraciones y conservación de la... Ref. Véase pág. 48 del libro: A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista, arqueólogos José Humberto Medina González y Baudelina L. García Uranga, Gob. del Edo. de Zac. 2010.
no. El Gral. Pankhurst, turna dicha solicitud a la Secretaría de Hacienda Federal y recibe respuesta por parte del Secretario de Estado, Ives Limantour, solicitando se le haga llegar el proyecto para su valoración y autorización por tratarse de un monumento relevante. Bajo el régimen de Victoriano Huerta, el 6 de abril de 1914 se expidió la primera Ley de Conservación de Monumentos Históricos y Artísticos y Bellezas Naturales; en esa misma
Ley se decretó la creación de la Inspección de Monumentos Históricos y Artísticos, la cual tenía a su cargo la vigilancia inmediata de los monumentos, su conservación y la aprobación de proyectos sobre cualquier reparación, decoración o ampliación.8 Derivado de esto, surgió en los estados la figura de Inspector Local, Honorario y Conservador de Monumentos Artísticos. Entre 1917 y 1918 el Presidente Venustiano Ca-
1 Ramos Escandón, Carmen. Genaro García, Historiador Feminista de Fin de Siglo. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. México, 2001. 2 Rico, Luisa Fernanda. Exhibir para educar (objetos, colecciones y museos de la Ciudad de México, 1790 – 1910). Tomado de: Experiencias en Torno al Patrimonio Cultural Zacatecano: Tavizón Mondragón, Violeta, Manuel Pastrana: Guardián del Patrimonio Cultural. INAH. México, 2014. p. 111. 3 Medina González, José Humberto y García Uranga, Baudelina. Op. Cit., p. 25. 4 Ibídem, p. 29. 5 Idem. 6 Medina González, José Humberto y García Uranga, Baudelina. Op. Cit., p. 31. 7 Tavizón Mondragón, Violeta. Manuel Pastrana: Guardián del Patrimonio Cultural. Experiencias en Torno al Patrimonio Cultural Zacatecano, 2014, México, INAH, p. 110. 8 Ramírez Morales, Leopoldo. Ley sobre la Conservación de Monumentos Históricos y Artísticos y Bellezas Naturales promulgada el 6 de abril de 1914, boletín – CNMH INAH. gob.mx 9 Tavizón Mondragón, Violeta. Manuel Pastrana: Guardián del Patrimonio Cultural. Experiencias en
Torno al Patrimonio Cultural Zacatecano, 2014, México, INAH, p. 111.
Ollin: Memoria en Movimiento
/// Retrato de Manuel Gamio, extraído del libro A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista, arqueólogos José Humberto Medina González y Baudelina L. García Uranga, Gob. del Edo. de Zac. 2010.
/// Ruinas históricas de Alta Vista, Zacatecas. Recibí de Emiliano Montoya en el Estado que las tenía. Chalchihuites, 25 de junio de 1920. El conserje Buenaventura Ríos. ATA: Ref. B/311.32(Z41-2)/1, Chalchihuites, Zacatecas Zona Arqueológica de. Asunto Exploraciones y conservación de la... Véase pág. 40 del libro A 100 años de su descubrimiento, Alta Vista, arqueólogos José Humberto Medina González y Baudelina L. García Uranga, Gob. del Edo. de Zac. 2010.
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Tradiciones
Los programas de fiesta en Tultepec La función del oficio gráfico, su transformación en la era tecnológica y su importancia simbólico-social [Primera parte] 6 Por Ángel Solano*
A
finales del 2017 encontré un cartel dentro de mis pertenencias, se trataba de un programa festivo; posteriormente, con el apoyo de la cronista municipal, Juana Antonieta Zúñiga, contacté a dos personajes relacionados con la elaboración de este tipo de carteles. La recolección de documentos fue compleja ya que estos programas suelen ser pegados, previo a las festividades, en los espacios públicos y desechados posteriormente. Por otro, los herederos del primer impresor del pueblo han tirado los ejemplares al considerarlos inservibles. Como consecuencia, no existe un archivo que dé testimonio de la evolución constante de los programas, ni del impacto en la vida cotidiana de Tultepec, tampoco de las relaciones y sistemas que gestan sus celebraciones. Estas líneas son el inicio del intento por revalorar la importancia de los programas de fiesta como documentos históricos, antropológicos y artísticos. La serie de imágenes que se presenta a lo largo de este texto es el registro de piezas pertenecientes a mi acervo recolectado a través de donaciones de ejemplares que pertenecieron a diferentes familias del pueblo. La imprenta SAM La historia de Tultepec relacionada con la fe, lo popular y su vínculo con la fiesta está inscrita en las series de papeles en tamaño “cuatro cartas” (56 x 43 cm.) que se han generado a lo largo de varios siglos de su cotidiano festivo. Los programas de fiesta son encomendados, por los mayordomos de la fiesta, a su impresor de confianza con antelación de varios meses. Cada grupo o asociación religiosa tiene una mesa directiva encargada de recolectar el dinero con sus miembros adscritos a la devoción que corresponda (San Rafael, la Virgen de la Piedad, la Virgen de Guadalupe, entre otros); con esos recursos se pagan el diseño y las impresiones de los carteles. Según el impresor Rodolfo Torices Ramírez, para cada celebración se imprimen doscientos ejemplares con un precio de mil doscientos pesos que él ha mantenido por varios años. Él tiene desde hace más de 25 años, en la calle
5 de mayo, una de las imprentas más importantes en el municipio [ver Fig. 1 y 2]; en ella se diseñan e imprimen los programas.
/// Vista de una parte del taller que muestra la imprenta en donde aún se realizan trabajos relacionados con diversos eventos festivos de Tultepec.
a cuatro metros por lado, Torices Ramírez mantiene bajo resguardo la historia de lo que ha sido su vida como generador de testimonios visuales, relacionados con diversas celebraciones populares y cotidianas; entre ellos los primeros impresos que hizo con su padre, los cuales guarda celosamente y nunca muestra por considerarlos “de gran valor sentimental”. En los muros y estantes de su taller se pueden observar, desde invitaciones para bodas, XV años y esquelas (convocatorias a funerales), hasta su colección de ejemplos de los, ya mencionados, programas de fiesta [Fig. 4]. Al entrar, en la parte superior derecha, se encuentra un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe [Fig. 3], mismo que está invadido por objetos y polvo de varios años como una metáfora de lo que ha significado el paso del tiempo, como un testimonio de aquella antigüedad que sigue presente para Rodolfo y como símbolo relacionado con el impulso que mantiene su trabajo: la fe. Él explica que, actualmente, durante un año lo visitan aproximadamente ocho mayordomos para solicitar sus servicios; en ocasiones ellos le llevan una hoja con los datos y el diseño que necesitan para su programa y en otras, recurren a un impreso de celebraciones anteriores en donde, de forma manual, se adaptan las nuevas condiciones y fechas [Fig. 5] para su posterior reimpresión.
por derivación de los avances tecnológicos. Cuenta también que se resistía a dejar de lado los procesos tradicionales, pero, al percatarse que era necesario para seguir teniendo su negocio en condiciones adecuadas, incorporó los desarrollos computacionales al trabajo de su imprenta. A partir del año 2000 todos los diseños se elaboran con ayuda de dichos métodos, iniciando siempre de una idea manual.
/// Colección de programas anteriores que se utilizan como muestrario para que los mayordomos elijan el diseño que más les agrade.
/// El señor Rodolfo Torices Ramírez explicando el proceso de impresión tipográfica con las herramientas que conserva en su taller.
Torices Ramírez narra que aprendió el oficio de su padre quien adquirió una imprenta alemana en la Ciudad de México que data del siglo XIX (1840 aproximadamente) y que ahora conserva su hermano. Él trabajó en los locales de Santo Domingo del centro de la Ciudad de México por dedicarse en su totalidad a trabajos relacionados con la imprenta. Posteriormente a su salida de aquel empleo se estableció en Cuautitlán, municipio vecino, para radicar finalmente en Tultepec desde inicios de la década de los años 90. En un pequeño espacio, no mayor
/// Imagen que muestra un programa intervenido por anotaciones como boceto para realizar el nuevo tiraje. Colección Ángel Solano.
/// El altar del taller muestra diversos objetos relacionados con el pensamiento mágico entre ellos la figura principal, la Virgen de Guadalupe.
Actualmente el proceso de diseño, como lo explica Torices, ha cambiado
La siguiente semana, continuaremos hablando de las características físicas y estéticas de estos programas impresos. * Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2018)
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La filosofía como “brujería mayor” 6 Por Francisco Tomás
González Cabañas
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uántas veces ha querido adelgazar hasta desaparecer. Miles de dietas han dejado huella en su sistema metabólico que ha resistido estoicamente los rebotes. La presión arterial, la elevación en los niveles de colesterol y el azúcar. Lo llama así, “el azúcar”, no diabetes, para dulcificar los impactos que este padecimiento ha dejado en su cuerpo. Bebidas macrobióticas, en-
por la fuerza (en verdad casi siempre concluía aquí) facciones “cívico-militares-clericales” gobernaron a sangre de ley distintas comunidades del globo. Párrafo aparte merecería la historia de las que en pleno apogeo de esta concepción, sufrieron y padecieron la caracterización de “brujas”. Enviadas a la hoguera (la condición femenina, como en tantos casos de la historia, fue un agravante por la concepción patriarcal de un dios varón, cuyos hombres más cercanos debían y aún siglos después se mantiene la varonil jerarquía, ser no mujeres para comunicarse más estrechamente con ese dios-padre), todo
acto de indisciplina o desobediencia era previamente anunciado bajo tal figura para más luego ejecutar la orden, en un sistema punitivo que la narrativa presentaría con el épico nombre de “Santa Inquisición”. El conocimiento, es decir, el paso de la humanidad a una visión o cosmovisión lógico-racional, mediante el método científico, determinó que algunos más podían conocer esas reglas de juego a las que se accedía a través de un método, en el que -no necesariamente- solo podían participar los elegidos. Y no necesariamente quienes participaran terminarían siendo fusila-
Carnita dulzantes artificiales, batidos y barras energéticas llenaban su alacena mientras en su refrigerador se echaban a perder las frutas y las verduras. Salía a correr por las mañanas o al gimnasio por las tardes; hubo un tiempo en que hacía incluso las dos actividades en un mismo día, pero
regresaba agotada, casi muerta, tanto que algunas veces sufrió vahídos y desmayos. En fin, su necesidad por modificar la anatomía heredada por sus rubicundos ancestros se volvía cada vez más imperiosa amenazando con hacer realidad su sueño de desaparecer por completo volvién-
dose esqueleto en una tumba. Efectivamente, así hubiera sido si sus ojos no se hubieran cruzado con los míos, si nuestros corazones primero y luego, nuestros cuerpos y estómagos no hubieran coincidido. ¿Para qué dejar de comer chaparrita?, ¿para qué quieres estar como calaca? Lo que me importa de ti son tus curvas, no la carne pegada a los huesos. Le digo mientras veo el brillo de sus ojos cuando se lleva a la boca su oloroso taco de carnitas.
Río de Palabras
6 Por Pilar Alba
/// Francisco de Goya y Lucientes. El Aquelarre. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.
Filosofía
E
l término “magia” proviene de una raíz persa que significa “tener poder”. Esta acepción se constituyó, no casualmente, en la piedra basal, de una forma de interpretar el mundo, que se dio en llamar “mágicoanimista”. Los hechos de la naturaleza (condiciones meteorológicas, tiempos de oportunos de siembra y cosecha) como los que afectaban al hombre en su ser más íntimo (salud, reproducción, muerte) eran decodificados, interpretados o leídos, por unos pocos, por quienes conocían, mágicamente, los sucesos acaecidos. Chamanes o magos eran los seres que escogidos por un demiurgo (no casualmente es una acepción platónica, que referencia al creador o hacedor), un prestidigitador, o hasta un genio maligno, depositaban arbitrariamente, casi dinásticamente, el poder en unos pocos a los que la comunidad les debía responder, social y políticamente. Esta concepción de la humanidad generaba este acto mágico que se traducía en el poder en unos pocos, en que lisa y llanamente, las reglas de juego eran solo conocidas por estos y los demás estaban subsumidos a este poder, a este conocimiento. Sobrevino, con la llegada del cristianismo una disputa entre quiénes podían detentar la oficialidad de la relación con los seres superiores o mágicos. En la figura de Simón el Mago, recae simbólicamente la disputa que más que religiosa se constituiría en una de orden del poder político-social. En el Nuevo Testamento se reconoce la figura citada, en Hechos 8:9-24 “usaba la hechicería” para diferenciarlo de la curia instituyente y constituyente que se terminaría de amalgamar para consolidar durante siglos la estructura occidental teocentrista, que dominaría las relaciones de poder hasta la llegada, o el acuerdo con los sectores militares o tuteladores del dominio exclusivo y excluyente, de la fuerza pública. Este proceso, se observó hasta bien entrado el siglo XX donde por la razón (la del poder vinculado a esa magia, oficializada en fe, dogma o religiosidad) o
dos o desaparecidos, como muchos lo fueron, por el pecado capital de querer profanar aquella tutela o patrimonio de la verdad. Esa verdad, insistimos, estaba vinculada al poder sobrenatural de que solo mediante la disciplina eclesial se podría mantener una relación con Dios, para a partir de este vínculo, gobernar sobre los cuerpos (con el consabido apoyo de las armas) y sobre las cabezas como las almas. Así como Sócrates hubo de ser condenado a muerte, por preguntar, la simonía política y social es alteradora del orden establecido. Pretender conjeturar, es decir, pensar, reflexionar, razonar y filosofar, por fuera de los cánones determinados, más allá del ejercicio disciplinar y académico (el título habilitante para que te reconozcan como autorizado, la licencia para doctorar de acuerdo a los términos con los que te gobernaron previamente para que sin darte cuenta, seas pensado por tales opresores) solo será difundido y comunicado por las cadenas de medios que se avienen a replicar, solamente esos discursos que no salen de la norma. En caso de que, por el misterio de la vida (el inescrutable que ningún mago, es decir, que ningún poderoso tiene ni podrá tener) cada tanto surjan hechiceros que obren el milagro que se puedan ver, pensar y leer, conceptos que brinden la libertad necesaria e indispensable de la existencia de otras opciones, bienvenida sea la caracterización, que brutalidad mediante, pretenden consagrar como maliciosa y perniciosa, por parte de seres temerosos que aferrados a posiciones privilegiadas y de poder, vía la temeridad, imputan todavía a ciertos pensantes, bajo los significantes de hechiceros, gurúes o nigromantes. La filosofía como dinámica es el obrar precisamente de brujas que barren con lo absoluto de una verdad única e insoslayable. Tal vez la condición monoteísta de ciertas populosas religiones, habilite menos la posibilidad de que pensemos en lo múltiple, a riesgo de que no necesariamente los cultos politeístas lo hagan. De todas maneras se vuelve sobre el mismo punto, la hechicería, en esta resignificación que se propone es la práctica del filosofar.
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LA GUALDRA NO. 445 // 31 DE AGOSTO DE 2020
Desayuno en Tiffany’s, mon ku
La Distance y Tzompantli, dos cortos con Dana Karvelas Cine
6 Por Carlos Belmonte
Grey
H
ace ya cinco años que conocí a la actriz Dana Karvelas, fue cuando estuvo en París en el Festival Chéries-Chéris acompañando la película Estrellas solitarias. Al año, de la Universidad de Aviñón se le invitó para que llevara la película y diera una plática a los estudiantes. Desde entonces en varios eventos la he encontrado y mantenemos una buena amistad. Ahora, durante el confinamiento se lanzó en un proyecto nuevo, realizar su primer cortometraje, La Distancia. Filmado en su propia casa en el Estado de México y en donde se muestra en la intimidad de su cuarto y en su intimidad de transformación de un “chico” -como a ella le gusta llamarse cuando “está de varón”- a la una chica, a la femenina Dana Karvelas. En entrevista, la actriz transgénero explicó: “La idea vino de una convocatoria de canal 22 de hacer un cortometraje sobre cómo se vive en el confinamiento, yo venía regresando de Francia y un amigo me dijo que por qué no hacía un corto en mi recámara sobre algún tema y en eso sale la convocatoria de canal 22. Y pues me dije, sí, hagámoslo sobre el tema del confinamiento y sobre cómo lo estaba viviendo, la idea de hablar sobre la feminidad trans me vino a la mente justo porque estando en casa redescubrí otra parte de mí, más femenina, más yo, y eso
/// Dana Karvelas
quise plasmarlo en el corto, lo titulé La Distance porque en ese viaje a Francia conocí un amor y
en esos días sentí la distancia y cómo viví la parte de extrañar a esa persona. Todo esto es La Dis-
tance, Amor y Feminidad Trans”. Pero la semana pasada, la última de agosto, fue movida para Dana porque no solo empezó a promocionar La Distance, sino que también se proyectó Dana, Carnavala y Tzompantli del director Fernando Colin Roque en el marco del Ciclo “Corto, corto. Largo, Largo” del Festival Cultural de Diversidad Sexual y Género del Estado de Morelos: “Esta idea empezó cuando el director Fernando Colin Roque, quien vive en el norte de Francia (Roubaix) entró a una estadía en la escuela de artes Le Fresnoy y como parte de tal estadía tenía que hacer un proyecto ese mismo año 2019, yo lo conocía a él pues teníamos en mente otro proyecto que acabó realizándose después de Tzompantli; un día me habla por teléfono vía whats desde Francia y me dice: Dana, escribí un guion para ti. La historia va de la muerte de mi madre y de cómo enfrento esto a partir de que decido hacer un viaje a Chiapa de Corzo y al norte de Francia para reencontrarme y llevar mi duelo; es una mezcla entre documental y ficción que muestra la melancolía, el dolor de una pérdida y la búsqueda fallida del amor, el enfrentarse a la transfobia en un país lejano y un final inesperado; todo eso de la mano de una fotografía exquisita, llena de alegorías y belleza natural”. Sin duda, estos cortometrajes serán pronto accesibles a todo el público.
First cow, de Kelly Reichardt: la pérdida del sueño americano 6 Por Adolfo Nuñez J.
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s el año 1820, en Estados Unidos. Un grupo de tramperos recorre la zona boscosa de Oregon. Con ellos viaja Figowitz (John Magaro), el cocinero del grupo y un individuo de actitud apacible y empática. Una noche, mientras recorre los alrededores en busca de comida, el cocinero se topa con un extraño, al que inicialmente confunde con un indio nativo. Su nombre es King Lu (Orion Lee), un hombre de origen chino que se dio a la fuga tras haber cometido un crimen. A lo largo del relato estos dos personajes irán entablando una profunda amistad, que se consolidará cuando ambos decidan llevar a cabo una empresa, que
muchos podrían considerar peligrosa, y que involucra a la primera vaca lechera de la región, propiedad de uno de los británicos más acaudalados de la zona. Dicha amistad es el eje central de First cow (2020), filme dirigido con enorme delicadeza y detalle por Kelly Reichardt -adaptado de la novela The half life de Jon Raymond- y cuya premisa, si bien se desarrolla en épocas pasadas, analiza algunas temáticas de enorme relevancia dentro de la cultura estadounidense moderna. Por una parte, la cinta se enfoca en la atípica relación entre ambos protagonistas, los dos hombres afectuosos y considerados, cuyas personalidades contrastan con los territorios salvajes y brutales donde viven. Estos lugares son
habitados de igual manera y en su mayoría, por hombres de carácter tosco y poco amigable. En un segundo plano, el negocio entre Figowitz y King Lu sirve como una representación de la naturaleza capitalista bajo la cual, todavía hasta el día de hoy, se rige el país vecino. Es así como el filme de Reichardt simboliza las falsas promesas del sueño americano, encarnadas en los colonizadores de la época, que marginan a minorías y resguardan todos los recursos, en un contexto donde sentimientos como la empatía y el afecto no tienen lugar. First cow resulta ser una película poco convencional, de una sensibilidad que apela a los sentidos, y que se vuelve inusual en historias de este tipo. También
es un relato que busca romper con algunas convenciones que se tienen respecto a la masculinidad, demostrando que en una amistad sincera (tal y como la que narra la cinta), la gentileza y el cariño genuino se mantienen hasta el final.