CRÓNICAS

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EDICIONES MOTIVA2 EN ACCIÓN

CRÓNICAS MOTIVADAS Cuentos, relatos, poemas y sucesos varios

11/06/2012


Ya te habrá llegado alguna noticia de nuestra expedición. Podríamos decir que en aquella ciudad eran, cuanto menos, curiosisimos, y tanto que aquí es normal lo que en nuestras tierras se disimula: estos habitantes se asoman a todas las puertas entreabiertas, leen todo papel que se encuentran por el suelo, a todo el mundo preguntan lugar, origen, destino, linaje e intereses. Todo es tan exagerado que estoy escribiendo ahora un libro sobre sus costumbres. para que te hagas a la idea, tienen cojines en los alféizares de las ventanas para apoyar los codos. La cosa va más allá, y en una vuelta de tuerca, eran las propias víctimas de la indiscreción y marujeo (esto es, todos los habitantes) las que abiertamente lo ponen todo a la vista: abren todas puertas y ventanas, en tablillas colgando del cuello escriben qué enfermedades padecen, etc... ya te pasaré una copia de lo que escriba. Puede parecer, al menos así me lo parecía a mí cuando llegué ya casi hace siete meses, que pese a todo lo extravagante que nos pueda parecer a los emisarios, lo gracioso del juego se pierde cuando ya no se esconde nada; pero no es así, pues ellos lo solucionan creando objetos de curiosidad falsa que ocultan intimidades. En las puertas de las casas hay varios diarios colgando de cordeles. En ellos se supone que los que en ellas viven exponen sus vidas, y antes de dormir escriben en ellos sus días. estos diarios sin embargo no son tan solicitados como pudiera parecer y sólo unos pocos los leen, pues la opinión general es que son falsos, por lo que la gente se sigue colando en las cosas para remover entera hasta que encuentran los auténticos. Por lo visto no es nada raro que la gente tenga varios diarios secretos, escondidos en lugares extraños. el otro dia mujer se cayó de un tejado donde escondía el suyo. para terminar contaré algo que nos llamó mucho la atención. Habíamos conseguido que nadie curoseara en nuestras cosas, pero ya cansados dejamos entrar a un muchacho que insistía demasiado. Rebuscó todo hasta que cogió entre sus manos un catalejo, objeto desconocido para esta gente. le enseñamos sus uso y con la sonrisa más radiante del mundo salió corriendo y se perdió entre las callejuelas. Al día siguiente nos enteramos de que el consejo de ancianos lo había condenado a muerte.



Su pequeño logro Era diminuta, rosa y brillaba bajo los primeros rayos de sol matutinos que brindaba el alba. Emocionada, la miraba embriagada de satisfacción por el esfuerzo correspondido. Nadie había creído en ella, todos se burlaban y hasta hacían apuesta de cuando tiraría la toalla, pero ahí estaba esa pequeña delicia de la naturaleza demostrando que se equivocaban. La cogió, se la acercó a la boca y la masticó cerrando los ojos para concentrarse en las sensaciones que le transmitía su pequeña creación.


Burbujas de amor

Era una tarde de primavera. Estaba yo bajo la sombra de una chaparra tocando la bandurria, cuando vi a una pequeña mariposa bailando alrededor de un ababol. Me quedé embobado como un papanatas observando semejante belleza, tanto que no me di cuenta de que había un enorme ñu a escasos metros de mí intentando cortejar a una sexy compañera de especie. Había burbujas de amor en el ambiente. El gran macho contraía su escroto intentando montar a su compañera mientras ella se hacía la longaniza dejando con cara de tontolaba al pobre ñu. De repente otro ñu apareció en escena, jugando un papel protagonista y echando al primero, que se fue llorando como una magdalena


RÁPIDO (Cuento interactivo: una persona recita, la otra realiza los coros cardiovasculares) (Pa-púm) (Pa-púm) …Inspira …Espira (Pa-púm) No te detengas (Pa-púm) No pienses… Tan solo…siente (Pa-púm) Siente el suelo bajo tus pies… (Pa-púm) Siente el viento sobre tu rostro… (Pa-púm) …arrancando de tu cabeza hasta el mas profundo de tus recuerdos. (Pa-púm) Recuerdos…flashes fragmentados de la noche de ayer: …miradas que buscan… …labios que encuentran… …lenguas que luchan… …uñas que acunan… Pa-pum!-Pa-púm!-Pa-púm!-Pa-púm!...

¿ADÓNDE VAS? PATATAS TRAIGO: El Sr. Escroto quedó para merendar con su amigo, el Sr. Ñu. Éste, que era un tontol´haba y un papanatas integral, sacó una madalena de su bolsillo, le quitó el papel lenta y delicadamente y procedió a degustarla suave y cadenciosamente, recorriendo con su lengua todos los intrincados caminos de su complejo sabor. El Sr. Escroto, mientras tanto, veía como disfrutaba su amigo y, ávido de deseo y sin poder aguantarse mas, le dijo: “Sr. Ñu: si se queda con hambre después de la madalena, aquí le tengo guardada una buena longaniza casera para Ud.” De modo que el Sr. Ñu comenzó a comerle toda la longaniza al Sr. Escroto pero, al cabo del rato, salió repentinamente de su burbuja y se dio cuenta de lo que realmente estaba haciendo y, encolerizado, gritó: “Oye, tú! Mariposón! Que sepas que no soy ningún ababol! Ya no quiero seguir comiéndote la longaniza. En lugar de eso, ¿por qué no me tocas ahora tu un rato la bandurria?” ¿Fin?


Día de nubes Y por fin llegó el gran día. Aquella mañana Blanca se despertó muy pronto y rápidamente fue a levantar a su hermano Manu. Salieron al jardín y allí estaba esperándolos. Su tía Pilar les había regalado un globo muy particular que cosió pedazo a pedazo con telas muy coloridas ayudada por su cariñosa vecina Eli. Teresa les miraba desde su ventana junto al señor Fer y la señora Laly. Estaban tan nerviosos y entusiasmados que avisaron a su amiga Noelia, ella no se lo podía perder, ni Cris que acababa de despertarse. Todos les miraban con gran expectación. Blanca y Manu cogieron sus manos y se montaron en él de un gran salto. Con la emoción olvidaron decírselo a su papá Pedro que dormía tranquilo ajeno a lo que iba a ocurrir. Mamá Helena había salido a recoger amapolas. Al grito de tres comenzó a subir, a subir, a subir …hasta tocar las nubes.


Los Bandurria La familia Bandurria tenía cinco hijos. El hermano mayor, Ñú, era el más pequeño de estatura. Su pelo era castaño y llevaba una longaniza colgada a modo de collar. Un día la probó y tanto le gustó que nunca quiere separarse de una. El segundo, Ababol, es pelirrojo y siempre huele muy bien. Tiene una mariposa como amiga. Madalena es la niña de la casa, le encanta hacer burbujas en la bañera y dormirse imaginando que flota sobre una de ellas. El pequeño es un niño tontolaba de nombre papanatas que se disfrazaba con su inseparable amigo Escroto para ser gigantes de papel.


EL GRANJERO WALTER. En la granja de animalandia, Walter era una granjero papanatas de unos 45 años, alto y delgado al cual le gustaba mucho tocar la bandurria los domingos por la mañana después de desayunar chocolate con madalenas. Aunque una de sus grandes aficiones que todos los días realizaba, era la de comerse un buen bocadillo de longaniza con un buen trago de vino de la bota. Walter era tan bueno, amable y simpático que, a veces parecía un tontolaba y un ababol porque se dejaba tocar mucho el escotro por los demás habitantes del pueblo. Hasta que una mañana, a Walter se le estalló la burbuja y con papel en mano fue por todo el pueblo poniendo verdes a cada uno de ellos. De este modo, dejaron de molestarle. En la granja, Walter tenía muchos animales como perros, caballos, vacas, cerdos, etc. a los cuales les daba de comer y de beber e incluso, la leche de la vaca, la vendía en la propia granja a los vecinos. En un rincón del establo, tenía a un pequeño ñu proveniente de la selva africana que un tío suyo le había traído como obsequio. Aparte del ñu, Walter sentía una gran admiración por las mariposas y le encantaba verlas revolotear por la granja mientras estaba tumbado a la sombra de un roble.


DESCUBRIENDO UNA NUEVA CIUDAD. En un poblado al norte de Mexico, donde los hombres iban vestidos con jarapas bailaban al ritmo del fuego, celebraban durante días y días juegos olímpicos sacrificando al mejor de los mejores, un día de la noche a la mañana, todo desapareció. Pasaron siglos y siglos y una tarde de verano de 1875, un joven paleontólogo y arqueólogo llamado Indiana Jones, paseando por la inmensa selva mejicana en busca de fósiles , se topó con una gigantesca piedra, la cual empezó a escarbar y escarbar y como vió que debajo había más piedras que no se podían mover, llegó a la conclusión de que allí había algo misterioso y enigmático. Un par de semanas más tarde, Indiana, volvió a España para buscar recursos, materiales y gente que le ayudara con la excavación y cuando consiguió todo lo que necesitaba, volvió a montar en el barco y puso rumbo a México. Junto con su equipo, Indiana, excavó y excavó y descubrió poco a poco y a lo largo de muchos años y décadas una de las pirámides mayas más importantes llamada Kukulcán (Serpiente emplumada), El Juego de Pelota ("Pok Ta Pok" en lengua maya) con 166 metros de largo, siendo uno de los campos más grandes donde en los muros laterales se representan sacrificios humanos. El Observatorio "El Caracol", el Templo del Dios Descendiente, el Templo del Jaguar, el Templo de los Guerreros y El Cenote Sagrado en este cenote, de 60 metros de diámetro, se realizaban ofrendas al dios Chaac, señor de las lluvias, que consistían en objetos valiosos y la tradición dice que también sacrificios humanos, generalmente de doncellas nobles, ataviadas con ropas ceremoniales y enjoyadas. En el cenote también se sacrificaban prisioneros de alto rango, también como ofrenda religiosa. Así pues, la ciudad de Chichén Itzá, es una de las ciudades mayas más visitadas actualmente.


El pozo mágico de la sabiduría (By Noelia) Érase una vez, en un lejano país de Noruega, existía un pozo mágico dónde todo el mundo iba allí para aprender. Era el pozo de la sabiduría, si tu tirabas una moneda, el pozo te respondía con una burbuja que contenía en su interior un animal, por ejemplo, un ñú o cualquier otra cosa como una bandurria. Día tras día, los chicos del pueblo iban a tirar sus monedas al pozo para ver aquellas maravillas que salían de las profundidades. Salían mariposas, madalenas, papeles, longanizas, ababoles, … Los más ancianos del lugar decían que allí vivía un papanatas que hace tiempo se cayó al pozo y se rompió su escroto. Y que tuvieran cuidado porque un día dejarían de salir aquellas pequeñas cosas que les hacían tanta gracia a los niños. Los niños no hicieron caso a los más mayores y siguieron tirando sus monedas al pozo hasta que un día el pozo se cerró y tuvieron que regresar al pueblo con sus caras tristes, pero al llegar vieron un inmenso castillo lleno de ababoles y mariposas revoloteando alrededor. “¿Qué había pasado allí?”, se preguntó el tontolaba del alcalde. Resulta que gracias a los deseos de los niños y sobre todo gracias a las monedas que ellos arrojaban, aquel papanatas que hace tiempo se cayó al pozo resultó ser un gran mago que con el paso de los años recogió tantas monedas que recompensó a los niños con un magnífico castillo. Y aquel lejano país se convirtió en el mejor país mágico que todo el mundo desea visitar y descubrir. Y todo porque la imaginación siga viva.

Ornitorrinco (By Noelia) Esta es la historia de Francisco, el pequeño ornitorrinco. Francisco vive en la ciudad junto con su amigo Jorge, un periquito verde al que le gusta ir de compras por la Gran Vía madrileña. Juntos viven mil aventuras porque cada día tienen que viajar hasta la granja para ir a trabajar, ellos son los pastores de un gran rebaño de ovejas. Un día, Francisco ordeño a sus ovejas y obtuvo tanta leche que se le ocurrió que podría hacer queso. Su amigo Jorge le ayudó y ambos crearon una receta riquísima de queso. Como vieron que a la gente de la ciudad les encantaba, empezaron a crear nuevas recetas de queso de distintos sabores y así llegaron a ser los mejores queseros de Madrid. Su queso “Ornitorrinco-rico” es el mayor manjar que podrás comen en el mundo y todo gracias a un ingrediente especial que es la amistad.


Personajes: Pepe María El encargado de repartir las longanizas Personas en la plaza del Pilar de Zaragoza

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Todo sucede en la ciudad de Zaragoza (suena de fondo un instrumento muy típico de aquí, no es una guitarra aunque también es de cuerda), es una bandurria. Estamos en la Plaza del Pilar celebrando el jueves lardero y como no puede ser de otra manera todos los zaragozanos vamos a buscar nuestro trozo de longaniza. Pero, ¡Qué asco! Dice Pepe: Este año nos la dan envuelta en un papel y cruda. Que veo, encima la longaniza tiene una burbuja de grasa (aghhhh). Pepe ya del todo cabreado y trajeado (Pepe viste un traje de color gris y en el bolsillo de la chaqueta lleva un pañuelo con el dibujo de una mariposa y tiene además un ababol). Pepe le dice al encargado que está repartiendo las longanizas: Tontolaba, eres un Ñú, más que Ñu. Esto te lo cas a comer tú o te lo metes por el escroto o por dónde tú quieras. ¡QUÉ! Le dice el encargado (que parece no haberle oído). (Pero sí que le había escuchado) y éste le dice: ¡Papanatas que quieres!, no hay presupuesto para cocinarlas (akkkkk). Paparrucho le dice Pepe. De repente aparece María, (la mujer de Pepe comiéndose una madalena. Uhmmm que rica dice María. Esta llega y ve a su marido y le pregunta: ¿Qué sucede? Le pregunta a Pepe. (Pepe tiene toda la cara colorada y se termina de comer la madalena de María). Elisabet de Buen Mi amigo el Ñu Conozco un ñu que come ababoles de papel pues si comiese longaniza su cerebro podría volverse espongiforme. Si, lo conozco bien. Es un papanata al que le cuesta salir de su burbuja para ir a cazar mariposas, y que se queja de un dolor en el escroto. El otro día estaba yo haciendo madalenas con los moldes de mi bisabuela, cuando oí a Ñu tocando la bandurria bajo mi ventana. Me pareció una cursilada. Además no me gusta, así que le grité: ¡Tontolaba! Y le arrojé un cubo de agua fría. Ya no nos hablamos


CAMISETA

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Laly pregunta a la clase qué quieren hacer hoy: ¿Cogemos los ordenadores o hacemos manualidades? La respuesta es unánime: ¡¡¡¡¡¡¡MANUALIDADES!!!!!!! Blankichurry es la primera en ponerse manos a la obra. Cada uno de los motivados pone su camiseta encima de la mesa, la estira y le pone cinta de carrocero para dibujar unas líneas horizontales y una línea vertical. Hay que hacer como si fuera la hoja de una libreta. Explica Laly. Parece que Bea tiene problemas cortando la cinta de carrocero, pero Eli acude solícita a ayudarle. A su lado, Pilar se ríe sin motivo aparente. Unas mesas más atrás Pedro, Manuel y Helena discuten sobre el diseño de sus camisetas. Entonces entra Cris (llega tarde) que corre a sentarse en su sitio. Noelia y Fernando ya han acabado sus camisetas, ¡Qué chulis! Exclama Teresa. Teresa Seco Subías LAGARTO Hace mucho, pero mucho tiempo, en un charco siciliano vivía un pequeño y estirado lagarto, que se pasaba las horas tratando de saltar de charco en charco hasta que un día fue a parar a un charco mayor, que digo charco, eso era ¡un lago!, qué digo lago, aquello era ¡un océano! Cuando veía que el océano se alejaba el lagarto se aproximaba mientras que, en el momento en que éste se acercaba el lagarto se alejaba. (Vamos lo que viene a llamarse movimientos del mar: pleamar y bajamar). En un descuido del lagarto, la mar no siguió el curso normalmente, con lo que el pequeño lagarto fue arrastrado por la corriente mar adentro. A pesar de todos sus esfuerzos no conseguía salir de aquella cortina de agua. El lagarto encontró en las profundidades del mar unas gafas de bucear adecuadas a su tamaño por casualidad. Poco después encontró un flotador con lo que finalmente consiguió aproximarse a la orilla pero esta vez había aprendido la lección y se fue bastante más lejos del mar poco a poco acercándose a la orilla donde la arena quema y el sol abrasa.


Otro LAGARTO Con este nombre y el adjetivo “amarillo” se dio a conocer este grupo español dónde a día de hoy está claramente consolidado. Uno de sus grandes éxitos es “Hoy” en el que trata de restar relevancia a lo que nos puede pasar en un momento determinado y seguir adelante dejando que los malos momentos se pasen. El último éxito de este grupo salió a la venta el pasado año 2011, con el nombre de “Dejarse la piel”. Lagarto Amarillo ha tenido en cuenta para realizar algunas de sus canciones y videoclips de la colaboración de algunos grupos como Maldita Nerea en la que ambos cantan juntos la canción de “K/Cantamelade” o también titulado “Por eso” ó con otro grupo como los Despistaos en “Cuanto te despiertas”. En mi opinión es uno de los grupos actuales que con sus canciones más me han llegado y toca esa vena sensible, quizá por la melodía, por el uso de la guitarra española y otros instrumentos que hacen que en su conjunto suene tan bien como suena y también por la letra de sus canciones.

Elisabet de Buen


RARO, RARO, RARO... Esternocleidomastoideo. Así se llama la tortuga de mi abuela, aunque todos la llamamos “Pituti”, porque su nombre original hace que se nos trabe la lengua. Pituti hace cosas raras (creo que todos los que tienen un nombre raro, por algún raro proceso interno, también hacen cosas raras... como mi tía Hermenegilda, que pinta con los pies, o mi amigo Pancracio, que come lentejas con chocolate...). Bueno, a lo que iba, que Pituti va detrás de mi abuela cuando le llama, la sigue por toda la casa y hasta se pone en sus pies como si fuese un perro. En fin, no me he presentado, me llamo “Adoración”, y como no tengo un nombre raro, tampoco sé qué es hacer cosas raras... Versión de caperucita - Fer La madre manda a Caperucita a casa de su abuela con una cesta llena de comida. Le dice que no se vaya con nadie más y no se fíe de extraños. Por el camino el lobo intenta engañarla pero ella no se fía y no entra en sus juegos. Al final el lobo entra a casa de la abuela donde se la come y se hace pasar por ella. Entra Caperucita y comienza lo de “pero que orejas más grandes tiene” etc. Al final Caperucita le tira agua hirviendo. Entra el cazador, lo mata y sale la abuelita de dentro.


VERSIONES Y FINALES MOTIVADAS DE CAPERUCITA Caperucita y el lobo Caperucita iba con su cestita por el bosque, donde llevaba la merienda para su abuelita. Caperucita saltaba y cantaba mientras recogía flores para su abuelita. Todo iba bien, todo era perfecto aunque un peligro acechaba a caperucita, el Lobo Feroz. El Lobo al percartarse de que caperucita iba a ver a su abuelita fue hasta su casa y la ató de pies y manos y se disfrazó con sus ropas. Cuando llegó caperucita le abrió la puerta el lobo y entró. Caperucita le dijo a su abuelita: C- Abuelita, abuelita ¿por qué tienes unos ojos tan grandes? L- Para verte mejor Caperucita C- Abuelita, abuelita ¿por qué tienes unas orejas tan grandes? L- Para oírte mejor Caperucita C- Abuelita, abuelita ¿por qué tienes una nariz tan grande? L- Para olerte mejor Caperucita C- Abuelita, abuelita ¿por qué tienes una boca tan grande? L- Para comerte mejor Caperucita ¡¡¡aaaarrrggg!!!!! El lobo se abalanzó sobre Caperucita justo en el momento en el que entraba el señor cazador y mataba al lobo. Junto liberaron a la abuelita y fueron felices y comieron pata de lobo! Manuel Joven Uriel.


CAPERUCITA FEROZ: (Versión con final alternativo del clásico cuento popular) (entonces Caperucita se adentró en el bosque, cuando de repente…) ….se encontró con Javier Gurruchaga, quien se dirigió hacia ella con estas simples palabras: “Hola mi amor, yo soy tu lobo”. Caperucita, ante esta declaración, cayo inmediatamente rendida a sus pies y le dijo tan sólo “Llévame contigo”. Así, Caperucita se fue con Javier y se unió a la Orquesta Mondragón como corista en sus espectáculos, viajando por toda España y parte del extranjero y nunca, nunca, nunca volvió a preocuparse de abuelitas, lobos feroces, ni la madre que los parió. Y cuanto contau, de la ventana al tejau, del tejau a la calle del Coso, para que no lo cuente mal ningún mocoso. CUENTO DE CAPERUCITA ROJA … Desde que se va a ver a su abuelita Caperucita va caminando por el bosque cantando hacia casa de su abuelita mientras a lo lejos y escondiéndose detrás de los árboles se observa a un lobo feroz. El lobo poco a poco se acerca más y más a casa de la abuelita y mientras tanto caperucita vestida con un bonito vestido y una caperuza roja va saltando, cantando y recogiendo en su cestita flores y setas para llevárselas a su abuelita. Poco después Caperucita llega a casa de su abuelita y abre la puerta y le llama: abuelita, abuelita… La abuelita no responde, así que Caperucita entra en su cuarto y allí encuentra a “su abuelita” acostada en la cama. La niña se acerca y le dice (mientras a la verdadera abuelita se la ha comido el lobo) -

Oh! Abuelita, abuelita ¡ Qué ojos más grandes tienes! Es para verte mejor, responde el lobo. Abuelita abuelita, ¡qué naríz más grande tienes! Es para olerte mejor responde el lobo. Abuelita, abuelita ¡Qué boca más grande tienes! Es para comerte mejorrrrr. Dice el lobo. Y hace como que le va a coger sin éxito.

La niña asustada sale corriendo y busca a su abuelita. Cómo no la encuentra decide salir al bosque y por casualidad encuentra a un cazador que pasaba por allí y acuden a por el lobo. Lo atan y entre los dos le abren la tripa, sacan a la abuelita y le meten piedras en la barriga, lo cosen y lo tiran a un pozo cercano. Elisabet de Buen


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Caperucita se despide de su madre y toma el camino que se interna en el bosque para ir a ver a su abuelita enferma. Mientras camina, va cantando una cancioncilla. Tralará, tralarito… Los animalillos van saliendo de la espesura del bosque al oir cantar a Caperucita. La niña se detenía y les daba un besito. Así, la atolondrada Caperucita se alejó del camino. De repente, sale el Lobo Feroz de entre los árboles y se acerca a la niña. Caperucita, Caperucita, ¿qué llevas en esa cesta? Le pregunta con una gran sonrisa. Llevo mermelada y bollos que ha hecho mi madre para mi abuelita que está enferma y vive al otro lado del bosque. Responde Caperucita. Demuestras ser una niña muy buena al preocuparte por tu abuelita. Y dime, ¿por qué camino irás? ¿por el de Samanes o por el de Cunchillos? Por el de Samanes. Dijo la niña Pero el otro camino es más corto. Dijo relamiéndose el lobo malvado. Caperucita medita un momento y decide hacer caso al lobo. Éste observa como ella se aleja y se ríe entre dientes. ¡Qué niña más tonta! El camino de Samanes es más corto, así que llegaré antes y me comeré primero a la abuelita y después a Caperucita. Mientras Caperucita va saltando y cantando, todavía a mitad de su camino, el Lobo llega a casa de la abuelita y haciéndose pasar por Caperucita entra en la casa y se la come de un bocado. Ahora me vestiré con la ropa de la abuelita y esperaré a la tierna Caperucita. Piensa en voz alta el Lobo. Poco después, llega, al fin, Caperucita a casa de la abuelita y llama a la puerta. Adelante, adelante. Dice el lobo imitando la voz de la abuelita. La casa está en penumbra. Caperucita se acerca a la cama de su abuelita. Abuelita, abuelita, que ojos tan grandes tienes ¡Son para verte mejor! Abuelita, abuelita, que boca tan grande tienes ¡Es para masticarte mejor! Horrorizada, la niña comienza a gritar y corre a la puerta, pero no logra escapar y el lobo se la come también. Menos mal que un cazador que andaba por allí ha oído el grito de la niña y se acerca a la casa. Mira por la ventana y ve al lobo durmiendo en la cama con las ropas de la abuelita con una gran tripa. Entonces lo entiende todo y traza un plan. El cazador entra en la casa, abre la tripa del lobo, saca a la abuelita y a Caperucita, y en su lugar mete unas piedras y le cose. Cuando el lobo se despierta, va a beber al río, y por el peso de su tripa cae al agua y se ahoga. Teresa Seco Subías


Caperucita versión actual. Caperucita salió de su casa, con una cestita de mimbre con pan de maíz y miel para llevárselo a su abuelita que vivía al otro lado del bosque. Su madre, le había dicho que fuera por el camino que rodea el bosque porque en él había muchos peligros, pero Cape estaba de resaca y pasaba de dar una vuelta de la leche. Así que dijo “habiendo un camino directo por el medio del bosque, y encima con sombra, no voy a ser LOL”. Además Cape se había dejado las gafas de sol en casa, y con el dolor de cabeza que llevaba ¡lo que le faltaba es que le diera todo el sol de mañaneo! Así que se fue por el Bronx del bosque con su cestita recordando y tarareando los temazos de la noche anterior, dándose cuenta de que tenía algunas lagunas. Llegó a casa de su abu, pensando que su madre era una exagerada, ya que sólo había tenido que darle un par de cigarros a unos yonkis y un euro a una señora que iba con un carrito y 5 gatos. Entró a la casa y no vio a nadie. Entonces oyó ruidos en la habitación y llamó a su abuela. - ¡Yaya, yaya! ¿Estás ahí? - Sí hija mía, espera un poco cariño - Pero ¿qué haces yaya? Oigo mucho ruido ¿Estás bien? - ¡Qué sí coñe! ¡Que te he dicho que ahora salgo! Caperucita, mosqueada y pensando que algún yonki podría haber entrado y amenazado a su abu, abrió la puerta de un golpe. Y cual fue su sorpresa cuando vió a su abuela en camisón ¡y al señor que le trae la leña en la cama! Shockeada, Cape fué a la cocina a comer un poco de pan con miel mientras su abuela se vestía y salió a hablar con ella. Le contó que de vez en cuando ella también tenía sus necesidades y que llevaba quedando con el leñador todos los sábados desde que su abuelo murió y por eso no la esperaba (Cape solía ir los domingos). Así que Cape se fué a su casa guardando el secreto de su abuela (ya que su madre no sabía nada del temita escabroso). Por el camino, se le acercó un tipo con mala pinta (con sudadera y capucha) y Cape se asustó y echó a correr y él empezó a seguirla. En ese momento a ella le vino a la cabeza el consejo de su madre y deseó haberle hecho caso. En ese momento el chico alcanzó a Cape y cuando pensaba que le iba a matar, él se quitó la capucha y le dijo “Ey nena, ¿no me reconoces?” Cape se quedó pensando, todavía asustada y de repente cayó. Era el chico con el que había quedado la noche anterior en que se verían al salir de casa de la abu. Finalmente le acompañó hasta casa, ese día y todos los días de su vida. Helena Ayala Vallejo


CAPERUCITA: Caperucita- “¡Adiós mami! Vendré pronto, voy a ver a la abuelita” Caperucita salió de su casa con una cesta para recoger flores poamino. El lobo se había disfrazado con la ropa de su abuelita pero Caperucita no se había dado cuenta. Caperucita llegó a casa de su abuelita y llamó a la puerta r el camino y cuando iba caminando se encontró con un cazador. Caperucita- “Buenos días señor”, dijo Caperucita. Cazador: “Hola niña, ¿dónde vas con esa cesta?” Caperucita: Voy a casa de mi abuelita, me ha preparado una gran merienda riquísima. Cazador: “Muy bien niña, ten cuidado por el camino, hay lobos que podrían dañarte” Caperucita: Gracias. Caperucita siguió su camino y de pronto se encontró con una humilde viejecita. Lobo: “Hola niña, ¿cómo te llamas?” Caperucita: Hola, soy Caperucita. Lobo: “¿Y dónde vas?” Caperucita: Voy a casa de mi abuelita. Lobo: Te acompañaré a su casa. Caperucita: “No hace falta. Gracias Señora”. Y Caperucita siguió su como hacía todas las tardes. Caperucita llegó a casa de su abuelita y llamó a la puerta como hacía todas las tardes. Caperucita: “¡Abuelita!, ¡abuelita!” llamaba Caperucita a la puerta pero nadie le habría. De repente se escuchó: “pasa hija, pasa” y Caperucita entró y vio a su abuelita de espaldas. Caperucita: “Hola abuelita”, he traído miel para merendar. Caperucita se dio cuenta que algo pasaba y le dijo: “Abuelita, abuelita, que ojos tan grandes tienes”, el lobo contestó: “son para verte mejor”. Caperucita: “Abuelita, abuelita que nariz tan grande tienes”, Lobo: “es para olerte mejor” Caperucita: “Abuelita, abuelita, que orejas tan grandes tienes”, Lobo: “Son para oírte mejor” Caperucita: “Abuelita, abuelita, que boca tan grandes tienes” Lobo: “Son para comerte mejorrrrr” El lobo se abalanzó sobre ella y Caperucita salió corriendo, dándole antes una patada en sus partes.


Caperucita (By Noelia) Érase una vez una joven muchacha que vivía con su madre y que tenía que ir a casa de su abuelita a llevarle unos bollitos. Caperucita tenía una capucha roja y una cestita para llevar la merienda a su abuelita. Iba Caperucita por el bosque a casa de su abuelita y se encontró con un lobo: “Caperucita, Caperucita, ¿dónde vas tú tan bonita?”. Caperucita: “Voy a casa de mi abuelita, le voy a llevar bollitos y mermelada”. Lobo: “Yo conozco un camino que es más corto y llegará antes a casa de tu abuelita”. Así que Caperucita escogió el camino que el lobo le dijo y resultó ser el camino más largo. En cambio, el lobo que era muy listo cogió el camino más corto y llegó antes a casa de la abuelita. “Toc, toc”, llamó a la puerta. Abuelita: “¿Quién es?”. Lobo: “Soy yo, Caperucita, ¿puedo pasar?”, le dijo el lobo con voz dulce y melodiosa. Abuelita: “Si claro niña, pasa, pasa”. El lobo pasó y se comió a la pobre abuelita. Como sabía que iba a llegar Caperucita de un momento a otro, cogió el camisón y el gorro de dormir de la abuela y se lo puso. Después se metió en la cama y esperó a Caperucita. “Toc, toc”, llamó a la puerta. Lobo: “¿Quien es?”. Caperucita: “Soy yo, abuelita, soy Caperucita”. Lobo: “Pasa niñita”. Caperucita: “Te he traido unos bollitos y mermelada para que te pongas buena”. Lobo: “Gracias buena niña”. Caperucita: “Oh, abuelita, ¿qué orejas tan grandes tienes?”. Lobo: “Son para oírte mejor”. Caperucita: “Abuelita, ¿qué nariz más grande tienes?”. Lobo: “Es para olerte mejor”. Caperucita: “Abuelita, ¿qué ojos más grandes tienes?”. Lobo: “Son para verte mejor”. Caperucita: “Abuelita, ¿qué boca más grande tienes?”. Lobo: “Es para comerte mejor, grrrrrrr”.


Y el lobo se comió a Caperucita también, pero en ese momento llegó un cazador y mató al lobo, sacó a la abuelita y a Caperucita de la tripa de lobo. Caperucita agradeció al Cazador por haberlas ayudado y el Cazador se quedó allí con ellas. Y vivieron felices todos juntos para siempre.

CUENTO DE CAPERUCITA ROJA. … Desde que se va a ver a su abuelita Caperucita va caminando por el bosque cantando hacia casa de su abuelita mientras a lo lejos y escondiéndose detrás de los árboles se observa a un lobo feroz. El lobo poco a poco se acerca más y más a casa de la abuelita y mientras tanto caperucita vestida con un bonito vestido y una caperuza roja va saltando, cantando y recogiendo en su cestita flores y setas para llevárselas a su abuelita. Poco después Caperucita llega a casa de su abuelita y abre la puerta y le llama: abuelita, abuelita… La abuelita no responde, así que Caperucita entra en su cuarto y allí encuentra a “su abuelita” acostada en la cama. La niña se acerca y le dice (mientras a la verdadera abuelita se la ha comido el lobo) -

Oh! Abuelita, abuelita ¡ Qué ojos más grandes tienes! Es para verte mejor, responde el lobo. Abuelita abuelita, ¡qué naríz más grande tienes! Es para olerte mejor responde el lobo. Abuelita, abuelita ¡Qué boca más grande tienes! Es para comerte mejorrrrr. Dice el lobo. Y hace como que le va a coger sin éxito.

La niña asustada sale corriendo y busca a su abuelita. Cómo no la encuentran decide salir al bosque y por casualidad encuentra a un cazador que pasaba por allí y acuden a por el lobo. Lo atan y entre los dos le abren la tripa, sacan a la abuelita y le meten piedras en la barriga, lo cosen y lo tiran a un pozo cercano. Caperucita se despide de su madre y toma el camino que se interna en el bosque para ir a ver a su abuelita enferma. Mientras camina, va cantando una cancioncilla.


-

Tralará, tralarito…

Los animalillos van saliendo de la espesura del bosque al oir cantar a Caperucita. La niña se detenía y les daba un besito. Así, la atolondrada Caperucita se alejó del camino. De repente, sale el Lobo Feroz de entre los árboles y se acerca a la niña. - Caperucita, Caperucita, ¿qué llevas en esa cesta? Le pregunta con una gran sonrisa. - Llevo mermelada y bollos que ha hecho mi madre para mi abuelita que está enferma y vive al otro lado del bosque. Responde Caperucita. - Demuestras ser una niña muy buena al preocuparte por tu abuelita. Y dime, ¿por qué camino irás? ¿por el de Samanes o por el de Cunchillos? Por el de Samanes. Dijo la niña Pero el otro camino es más corto. Dijo relamiéndose el lobo malvado. Caperucita medita un momento y decide hacer caso al lobo. Éste observa como ella se aleja y se ríe entre dientes. -

¡Qué niña más tonta! El camino de Samanes es más corto, así que llegaré antes y me comeré primero a la abuelita y después a Caperucita.

Mientras Caperucita va saltando y cantando, todavía a mitad de su camino, el Lobo llega a casa de la abuelita y haciéndose pasar por Caperucita entra en la casa y se la come de un bocado. -

Ahora me vestiré con la ropa de la abuelita y esperaré a la tierna Caperucita. Piensa en voz alta el Lobo.

Poco después, llega, al fin, Caperucita a casa de la abuelita y llama a la puerta. -

Adelante, adelante. Dice el lobo imitando la voz de la abuelita.

La casa está en penumbra. Caperucita se acerca a la cama de su abuelita. Abuelita, abuelita, que ojos tan grandes tienes ¡Son para verte mejor! Abuelita, abuelita, que boca tan grande tienes ¡Es para masticarte mejor! Horrorizada, la niña comienza a gritar y corre a la puerta, pero no logra escapar y el lobo se la come también. Menos mal que un cazador que andaba por allí ha oído el grito de la niña y se acerca a la casa. Mira por la ventana y ve al lobo durmiendo en la cama con las ropas de la abuelita con una gran tripa. Entonces lo entiende todo y traza un plan. El cazador entra en la casa, abre la tripa del lobo, saca a la abuelita y a Caperucita, y en su lugar mete unas piedras y le cose. Cuando el lobo se despierta, va a beber al río, y por el peso de su tripa cae al agua y se ahoga.


CAPERUCITA ROJA (Por Pilar Montero)

… Desde que ve a su abuela. Entonces entra en casa de la abuelita y la ve tumbada en la cama y tapada hasta arriba y le dice: - Caperucita: ¡Buenos días abuelita! La abuelita le contesta: - Abuela: ¡Buenos días hija mía! Caperucita le dice a la abuela: - Abuelita, te he traído una cestita llena de rica comida que me manda mi madre. Y la abuela le dice: - ¡ Qué bien! Déjala en la mesita. Caperucita, ve muy rara a su abuelita y le dice: - Abuelita, qué rara te veo. A lo que le contesta: - ¡ No! hija mía, será que me ves con otros ojos. Pero Caperucita sigue sin fiarse y empieza a preguntarle cosas a tu abuela: - Caperucita: Abuelita, qué ojos más grandes tienes. - Abuelita: Son para verte mejor. - Caperucita: Abuelita, qué orejas más grandes tienes. - Abuelita: son para oírte mejor. - Caperucita: Abuelita, qué brazos más largos tienes. - Abuelita: son para abrazarte mejor. - Caperucita: abuelita, y qué ojos más grandes tienes. - Abuelita: pues son para verte mejor, mi niño. - Caperucita: pero abuelita, y qué boca más grande tienes.


- Abuelita: ¡¡es para comerte mejor!!! Y se quita la ropa de la abuela y aparece el lobo. A lo que el lobo se abalanza sobre la niña, ésta pega un fuerte chillido y rápidamente se esconde dentro del armario. El fuerte chillido fue escuchado por un leñador que talaba un árbol cerca de casa de la abuelita quien corrió rápidamente a casa de la anciana. Con cuidado y sigilosamente, derribó la puerta y encontró al lobo golpeando la puerta del armario al cual se lanzó contra él y le clavó en la tripa un hacha haciéndole una abertura de arriba a abajo saliéndole de allí la abuela sana y salva. Al ver la abuelita la capa roja de la niña colgada en el perchero de la casa, se asusta porque cree que el lobo le ha hecho algo por lo que empieza a llamarla: - ¡Caperucita, Caperucita! Y la niña, al oír la voces de la abuelita, sale del armario y abraza a su abuela. Después del susto, la abuela, junto con el leñador y la niña hacen una gran merendola con la cesta que había traído Caperucita y ríen y cuentan la historia. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


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