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Relatos coloniales de la Virgen de El Cisne
from GACETA CULTURAL 24
by lanc nocr
Benjamín Pinza Suárez
ARTICULISTA LOJANO
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C¿ uál es el origen de la Advocación a Nuestra Señora de El Cisne? Esta interrogante no la han podido responder de manera categórica los investigadores. El doctor Pío Jaramillo Alvarado en su libro Historia de Loja y su Provincia, responde a esta interrogante, con otra pregunta: “¿Cómo se explica que en
América, en la fragosidad de la orografía andina, en la provincia ecuatoriana de
Loja, se denomine uno de los altos cerros de sus cordilleras “del Cisne”, cuando esta ave no es oriunda de América? Y sin embargo, con este mismo nombre se conoce hoy una aldea de indios quichuas, y se ha establecido allí, hace más de tres siglos el culto de María, con la Advocación de Nuestra Señora de El Cisne. El doctor Javier Riofrío, también se plantea la siguiente interrogante: ¿será este nombre de origen quichua o netamente castellano? Y agrega: “…por más prolija investigación que hemos practicado, no hemos podido rastrear cosa evidente sobre esta materia; por consiguiente, lo que dijéramos no tiene más fundamento que una probabilidad mayor o menor…
Lo primero que se debe advertir es que en el vocabulario quichua se encuentra la voz “Cuizne”, aplicable a un lugar cualquiera y nada inverosímil que éste haya sido originariamente el nombre de esta aldea, y que por alteración idiomática, los españoles le hayan convertido en la voz “Cisne”. De manera que pudo haber sido una imposición de los conquistadores, lo cual lo corrobora el Anónimo Adicionador de los Anales de Montesinos, que reafirma que “…el nombre “cisne” impusiéronlo al pueblecito y a la Sagrada Imagen, colocándola en la capillita que edificaron para el efecto” (pp. 263). No olvidemos que el cisne es el nombre de un ave palmípeda anseriforme, de cuello largo y flexible, que vive en las aguas dulces y se nutre de vegetales y animales acuáticos.
Don Agustín Carrión, escritor místico, comenta que “Los indios jamás pudieron inventarlo, porque el ave Cisne era enteramente desconocida para ellos, ni en su lengua había algo que se le parezca” Para tratar tan interesante tema, Pío Jaramillo Alvarado se base en el libro escrito por el doctor Riofrío, así como en los Anales de Montesinos de 1596, y la de Fray José Lucero de 1647. En estos documentos se afirma que 1596 es el año de los sucesos que determinaron la fundación del culto de María; que el nombre del pueblo aparece simultáneo con el culto de la Advocación de El Cisne, hecha realidad con la construcción de la primera capilla. Que la imagen de El Cisne es similar a la Virgen de Guadalupe. Y finalmente, que la advocación de El Cisne se inicia a mediados del siglo XVI, no antes de 1596. Y como la fundación de la ciudad de Loja es en 1548, quiere decir que solo había transcurrido cuarenta y ocho años entre la fundación de la ciudad y la del culto a la Virgen de El Cisne.