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EDICIÓN 1.218 DOMINGO 27 DE MARZO DE 2016 MANIZALES - COLOMBIA

creación y vida

La planificación urbana Deterioro de la ciudad en el obturador Un siglo de la desaparición Enrique Granados y Campiña La culpa fue del torpedo Los ciudadanos regalaron sus joyas para comprar armas La ocupación peruana de Puerto Leticia Nostalgia de la barriada Melodía de arrabal

FOTO/SIMÓN BAENA HOYOS/PAPEL SALMÓN

Portada del libro Relatos de la cocina caldense

Relatos de la cocina caldense

Secretos y tradiciones de las cocinas


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DOMINGO 27 DE MARZO DE 2016

DOMINGO 27 DE MARZO DE 2016

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LA PLANIFICACIÓN URBANA

Deterioro de la ciudad en el obturador Una ciudad debe estar atenta a cambios que permitan adaptarla a nuevos paradigmas. Dividir, separar, fragmentar los espacios que en su origen fueron integradores de sus habitantes. Transformación.

modificar o alterar la composición forma o armonía original de los elementos que la integran”. (1) Un marco visual de deterioro es dejado tras la devastación de la infraestructura. La rehechura de las ciudades va recreando la “esquizosemia”, término que, según Rivillas (2), significa dividir, separar, fragmentar los espacios que en su origen fueron integradores de sus habitantes en un lugar común lleno de significados. Pero, en su proceso de existencia altamente trágico es escindido, empujado por el devenir urbano hacia la renovación y la penumbra. Para este arquitecto, la supervivencia en la ciudad trae consigo adaptabilidad y cambios, como una condición inherente al sujeto que habita en ella.

Angela Montes Bolívar* Papel Salmón

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l avance o desarrollo de las colectividades, su crecimiento con respecto a las ciudades y los proyectos que estás acarrean en cuanto a renovaciones urbanas, amplias avenidas, túneles, glorietas, puentes, bulevares, todas estas con el fin de darle a la urbe una mejor movilidad no son, en su defecto, obras perfectas de progreso y holgura, sino que, en algunos casos, traen consigo diferentes desventajas en el aspecto del medio ambiente, afectando de paso el tejido social, urbano e histórico, construido por los habitantes en el trasegar de sus vivencias en estos lugares. El alejamiento de personas de sus propios territorios, terrenos, hogares, sometidos y reformados por diferentes fuerzas que reajustaron sus espacios, irrumpieron a su vez en los incomparables

ADAPTARSE A LOS CAMBIOS

FOTOS/ANGELA MONTES BOLÍVAR

Iglesia nuestra señora del barrio Estrada en Manizales, patrimonio arquitectónico, arrasada por la renovación.

signos y símbolos que contiene la ciudad y los cuales dibujan, en estos espacios habitados, el rostro de la identidad de

los urbanitas. “El deterioro de la imagen urbana se refiere, a la afectación visual negativa de un determinado espacio, al

Para Kevin Lynch (3), teórico de la ciudad, el declive en las áreas urbanas está apoyado por la movilidad del capital y ésta movilidad significa libertad y eficiencia. Una ciudad debe estar atenta a cambios que permitan adaptarla a nuevos paradigmas, de lo contrario el declive y la permanencia allí impedirán un desarrollo bien distribuido entre los sectores de la población y las estructuras

Reflejo de lo que fue. Barrio Estrada, Manizales.

La montaña roja, panorama sobre la ruina. Comuna San José, Manizales.

urbanas. Un ejemplo sería la imposibilidad de pagar elevados costos en los servicios públicos. Para este autor no existe un carácter ecológico en cuanto a los residuos que deja la planificación urbana, nos posiciona como fabricantes de basura, creadores de toneladas de desechos a los que muy poco nos importa la armonía con el medio ambiente, lo hace como un llamado a los planificadores para que gestionen “los procesos de deterioro y las consecuencias de los desastres relacionados con la contaminación”. Mirar la ciudad desde el deterioro o la inevitable ruina de lugares que se transforman, modificaciones por lo general realizadas en zonas georreferenciadas y marginalizadas, como los antiguos centros, zonas industriales agónicas, barrios populares, todos estos, nichos de las diferentes atmósferas citadinas.

que, por medio de las imágenes, se pueden construir significados de los objetos visuales y a partir de estos, entidades discursivas y narrativas. (5) *** Según Morayo & Aristizábal (2013) “Los proyectos de renovación se han convertido en acciones que se legitiman en el poder político y en los intereses particulares de grupos e individuos, desde los cuales destruyen y aniquilan los espacios que han sido construidos por sus moradores” (2013, p. 232). (6)

EJEMPLOS DEL DETERIORO

Últimos estertores de un barrio. Barrio Estrada, Manizales.

Renovación equivalente a devastación, destrucción y contaminación. Comuna San José, Manizales.

En la secuencia fotográfica se exponen las imágenes de un representativo barrio popular manizaleño inmerso en un proceso de modificación urbana, discriminado y marginalizado por su condición de comuna, defendido por muchos, usurpado y usufructuado por otros, pero inevitablemente destruido y sin vuelta atrás. Se rescata la postura de Belting (2007) con respecto a las imágenes, las cuales rememoran un tiempo en la historia, después de que los lugares se han perdido en el mundo. Se refugian en imágenes que les pueden otorgar nuevamente un status alternativo como lugar, reclamando su recuerdo, lugares que son dignos de recordar, lugares a los que podemos acudir por medio de una imagen que ha sobrepasado las fronteras y el tiempo. (4) El deterioro, la destrucción, la

devastación, capturada a través de una fotografía, nos permite mirar de cerca esos procesos aplastantes sobre los espacios demolidos por renovaciones urbanas, lugares grotescos, frente a zonas urbanizadas y excluyentes estéticamente bellas; nos aproximan a la posibilidad que se refleja en las acciones de resistencia al plasmar en una imagen lo que somos o lo que representamos, en la enorme conflagración de la ciudad. Estas fotografías, dentro del tema de la representación urbana contribuyen a la reflexión y a los temas de la cultura de la ciudad, a la producción de esta y a la crítica de aquellos entornos más notorios, pertinentes para comprender nuestro propio contexto. De acuerdo a estudiosos de la imagen, lo visual interpela discursos, subjetividades, memorias colectivas, identidades políticas, es una manera particular y complementaria al lenguaje verbal que, permite comunicarnos y comprender

Antropóloga Universidad de Caldas. angelamontes11@hotmail.com angelawoolf11@gmail.com Notas 1-. LYNCH, Kevin/SOUTHWORTH, Michael. Echar a perder un análisis del deterioro. Barcelona. Gustavo Gili. 2005. España. 2-. RIVILLAS, Omar. “De la esquizosemia

Espacios vividos y fenecidos. Comuna San José, Manizales.

a la metonimia urbana”. Un análisis desde la semiótica a la arquitectura y el urbanismo, en los lugares del deterioro en San José Costa. Rica. pág. 32. http://www.bienalcostarica.com/ uploads/2/0/4/5/20451661/texto_bienal_ de_la_esquizosemia_a_la_metonimia_ urbana_urbana.pdf. 3-. LYNCH, Kevin/SOUTHWORTH, Michael. (2005). Echar a perder un análisis del deterioro. 4-. BELTING, Hans. Traducción Gonzalo María Vélez Espinosa (2007). Antropología de la imagen (Vol. 3032). Katz Editores. (2007, P: 75-77). 5-. HERNÁNDEZ, Rafael. (2006). Argumentos para una epistemología del dato visual. Cinta de Moebio. Revista de Epistemología de Ciencias Sociales, (26). 6-. SERRANO MORAYO, Edgar David/ VALLEJO ARISTIZÁBAL, Valentina. (2013). La renovación urbana en la comuna San José: Un paso atrás en el desarrollo urbano de la ciudad de Manizales. Virajes, 15(2), 1-34.

Hogares que resisten a la ignominia de la transformación. Comuna San José, Manizales.


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Tamal

Octavio Hernández Jiménez* Papel Salmón

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l Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje), regional Caldas, va a la vanguardia de las seccionales que, con enfoque académico, investigan el tema de la gastronomía popular en distintas áreas del país y, por qué no decirlo, a la vanguardia con respecto a algunos centros universitarios que ofrecen dicho programa. El enfoque con que el Sena imparte su enseñanza no se limita a peroratas, fotocopias de conferencias y revistas, libros por Internet, una cocina y un laboratorio organizados a un lado de las aulas pero aislados del contexto geográfico, cultural y social característico. El profesor Jaime Alberto Franco (Yimmy) llevaba varios años compartiendo sus saberes,

asistiendo a cursos y talleres y, fuera de eso, tocando las puertas en distintas instancias de su institución, a nivel nacional y regional, como el Sennova (Sistema de investigación, desarrollo tecnológico e innovación del Sena), hasta encontrar financiación para un proyecto que era costoso y complejo. Diseñaron, como estrategia, salir a untarse de pueblo y escrutar en cocinas particulares pues estas siempre han guardado secretos, en forma discreta y, muchas veces, sin percatarse de la tradición que está a punto de extinguirse ante la arremetida de otras formas gastronómicas, sociales y económicas.

LOS PORTADORES DE LOS SABERES

Los cocineros seleccionados se movilizaron por los 27 municipios del departamento, entraron en comunicación con

Cordón de cerdo mojojoy, propio de Salamina

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cocineras y cocineros tradicionales a los animaron para que, en sus fogones, por lo general desprovistos de sofisticados avances técnicos, mostraran aquellos platos y platillos que, con solo anunciarlos, vuelven agua las bocas de muchos paisanos que, por vivir lejos de su pueblo, con frecuencia, aplazan indefinidamente la añorada oportunidad de saborearlos. Por eso viven con la nostalgia del regreso. Por eso, se congregaron alrededor de un propósito común, como relatores, Jaime Alberto Franco, Lina María Gómez Eastman, María Rocío Chica de Espinosa, Isabel Cristina Montoya Benítez, Roy King, David Camilo Corrales Meza, Edith Johana Castaño Mejía, Alexánder Giraldo Gallego, Luz Angélica López Gil y Cristian Camilo Mejía Vallejo. Estos cocineros del Sena regional Caldas, como viejos amigos, conversaron con los llamados portadores de saberes, al estilo de Isabel Bernal, en Salamina, y Ana Lucía Bañol, indígena del resguardo de Nuestra Señora de la Candelaria, en Riosucio. Ana Lucía se denomina guardiana de semillas pues su vocación y profesión es cultivarlas, amorosamente, sobre todo las de alimentos y distribuirlas entre los integrantes de su etnia y demás campesinos de la región; de esta forma, los cultivadores no tienen que comprarlas a precios exagerados, producidas en otras regiones con el agravante de los químicos y métodos utilizados en la preparación transgénica de esas variedades. Los fríjoles (o frisoles) primaban entre el muestrario de semillas de Ana Lucía. Hay personas que desprecian la palabra frijol, y más la voz frisol, por no saber que tiene clásico abolengo. Del griego pasó al latín y luego reapareció en el gallego freixó y en el sur de España como fríjol o fréjol. Así, transmigró a América en donde, a través de quinientos años, la palabra ha asumido variantes tan difundidas y aceptadas como frisol, fríjol y fréjol. Veamos: el inmenso poeta Juan de Castellanos, en las Elegías de Varones Ilustres de Indias, menciona la forma utilizada en territorio de la actual Colombia: “Entre verdes

maíces y frisoles/ estaban todos puestos en acecho”. El peruano Garcilaso, por su parte, lo confirma, con respecto a la misma forma utilizada en su patria: “Tienen los indios del Perú tres o cuatro maneras de frisoles… Con los frisoles de comer tienen otros frisoles que no son de comer. (Comentarios Reales, 1, VIII, c IX)

UN MENÚ DE LA REGIÓN

FOTOS/SIMÓN BAENA HOYOS/PAPEL SALMÓN

Sancocho de espinazo de cerdo

RELATOS DE LA COCINA CALDENSE

Secretos y tradiciones de las cocinas Los cocineros del Sena regional Caldas conversaron con los llamados portadores de saberes. Las casas de familia, como las cocinas hogareñas se han puesto de moda. Costumbre.

A finales del año anterior, en el confortable edificio del Sena, en Manizales, se hizo la presentación de la obra Relatos de la Cocina Caldense, de la cual editaron 300 ejemplares, en magnífica edición. Los volúmenes son de forma alargada, 205 páginas, en papel fino, deslumbrantes fotografías captadas por Simón Baena Hoyos y ágiles textos redactados por los citados estudiantes de la carrera de gastronomía. Los organizadores distribuyeron el día en distintas actividades desarrolladas en medio de amena y entusiasta asistencia de alumnos del programa, profesores, directivas de la regional del Sena, personas con trayectoria en estos menesteres, además de la presencia de las cocineras y los cocineros que aparecen en esa obra que evoca las sombras tutelares y sensaciones de la cocina familiar. En la primera parte de la programación, ofrecieron una mediamañana con chorizos de Villamaría, chocolate, buñuelos, hojuelas (infaltables en las fiestas hogareñas de Caldas y

más en nochebuena), y otros productos de harina arraigados en la región. La mesa estaba adornada con hojas y flores de nuestro entorno. Luego de los actos protocolarios y las palabras de las directivas de la institución acompañadas del video previsto para el acto, ofrecieron en los jardines del Sena, un almuerzo con platos seleccionados dentro de los parámetros que guiaron la investigación y el programa. El menú fue suculento. Entrada: sopa de cuchuco, costilla de cerdo, arveja (del lat. ervillia), y auyama, con abundante guiso caldense y tortilla también conocida como orejitas o crespitos de huevo; un poquito de ají y un tris de comino. El cuchuco más común es el de maíz o trigo y se consigue en tiendas de barrio y supermercados. El de maíz se pone a remojar desde el día anterior y, cuando se pone al fogón, al otro día, se deja que la olla a presión pite una vez. La sopa de cuchuco es una de las que más se preparan en el departamento por lo que bien le cabe el apelativo de sopa caldense. El plato principal constaba de tres partes: la primera era una tajada de cordón de cerdo, relleno, al estilo mojojoy, propio de Salamina. En el estilo mojojoy se rellena el cordón con huevo duro, ciruelas, habichuelas, pimentón asado y sin piel. Se enrolla en tela y se aprieta con una cuerda. Se unen los dos extremos y queda curvado. Se

Postre de brevas y papayuela

cocina en agualeche, por 20 o 30 minutos Se termina la cocción en el horno. El líquido que queda se usa como salsa, con un poquito de nuez moscada. Al organizarse en una bandeja, antes de atasajarlo, se le pone una ciruela en una esquina y, aquellos a los que les mataba la intriga, ahí tienen al mojojoy. A un lado del cordón sobre la respectiva salsa, iba la ensalada de brotes y cogollos: zanahoria partida en trocitos cuadrados pequeñitos y escaldada o pasada por agua caliente, fríjoles verdes, cantumos (un fríjol más pequeño), cachas (otro fríjol) y bugueño (una semilla), acelgas cortadas en tiras como julianas. Antes de preparar la ensalada, se meten las acelgas en hielo para que conserven la crocancia. Por los lados de la ensalada se colocan brotes pequeños de sidra y auyama. Se reparten semillas de auyama tostadas y, encima, medio huevo de codorniz duro. Se utiliza vinagreta de limón y aceite. Al lado, una torta tradiconal de chócolo (o choclo). De postre, como para la navidad que se venía encima, brevas con almíbar de crema de leche. La bebida: sirope con finas hierbas: anís estrellado, limón y limoncillo. Y, como siempre, el secreto de las abuelas para adobar sus recetas: ¡demasiado Amor!

LAS COCINAS HOGAREÑAS

Hojuelas

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En la tarde, se llevó a cabo un conversatorio sobre distintos aspectos de la cocina caldense. Uno de los temas expuestos fue la conveniencia de que, en los

pueblos que integran el Paisaje Cultural Cafetero, a ciertas personas como las que aparecen en Relatos de la Cocina Caldense, se preparen en aspectos básicos de la cocina como las maneras de preparación y presentación de los alimentos. Que sus hogares y otros más sean tenidos en cuenta para atender los visitantes que lleguen al pueblo con el propósito de conocer el alma de la cultura cafetera. Tal vez un restaurante con los espacios, herramientas, amueblamiento y personal de un prestigioso restaurante de ciudad resulte demasiado costoso en varios pueblos del departamento pero las casas de familia, como las cocinas hogareñas que se han puesto de moda en Italia, sean los sitios más adecuados para satisfacer los paladares de quienes llegan interesados en escudriñar las costumbres gastronómicas por las que nuestra tierra fue seleccionada como Patrimonio de la Humanidad. No olvidemos que la única receta de las personas matriculadas en la Asociación Italiana de Cocina Casera es: Tradiciones familiares más ingredientes frescos más amabilidad. Cuando un invitado pregunta: - Y, ¿desde cuándo hacen esto?, la respuesta es: - ¡Desde siempre! Y, la señora de la casa les confiesa: ‘Yo no soy chef; soy la mamma que cocina’. No solo comida. A nivel nacional se ha hablado de que, en general, los caldenses son cajas de música cuando atienden y conversan con sus interlocutores *www.espaciosvecinos.com


6 | MÚSICA|

DOMINGO 27 DE MARZO DE 2016

DOMINGO 27 DE MARZO DE 2016

UN SIGLO DE LA DESAPARICIÓN ENRIQUE GRANADOS Y CAMPIÑA

La culpa fue del torpedo Un siglo de su muerte en el Canal de la Mancha. Éxito de la ópera María del Carmen de 1898. Una obra amplia. Músico y pintor.

ser recogido por un bote salvavidas, Enrique se arroja al agua para intentar salvar a su esposa, pero sólo consigue llegar hasta a ella para hundirse los dos; como quien dice, unidos hasta en la muerte.

TONADILLAS, DANZAS Y GOYESCAS

Luis Felipe Tabares Tabares* Papel Salmón

L

a música clásica conmemora este año un siglo de la muerte del compositor español Enrique Granados, ocurrida el 24 de marzo de 1916 en el mar, y más concretamente en el Canal de la Mancha. Este gran compositor había nacido en Lérida, Cataluña, un 27 de julio de 1867. Fue hijo de padre cubano y madre española nacida en Santander. El feudo musical de Granados comprendió una dilatada y compleja matización racial, pues no fue un músico intrínsecamente catalán como Pedrell, ni de una intensa vocación hispánica como la de Albéniz, ni se encuentran en su música las reminiscencias vascas encontradas en Guridi, Usandizaga o en Donostia. Granados, catalán de nacimiento, enriqueció en cambio, el tesoro musical de Castilla y Aragón, sin llegar a ser un músico castellano o aragonés. Enrique Granados fue alumno de Pedrell y de Bériot en París, entre 1887 y 1889. Su gran obra las Danzas Españolas de 1892 hizo que cayera sobre él la atención de compositores europeos como Massenet, SaintSaëns, Grieg, Cui, y le aseguró una destacada posición entre los músicos españoles. Fue además el fundador del Conservatorio de Barcelona en 1901.

CONSAGRACIÓN, ÉXITO Y TRAGEDIA

Dos principales acontecimientos tienen importancia en

FOTO/TOMADA DE HTTPS://GOO.GL/GILMFR//PAPEL SALMÓN

El músico español Enrique Granados estudió los primeros elementos de solfeo y teoría en Lerida, España, con José Junceda.

la vida de Granados, la cual fue dedicada especialmente a la enseñanza. En primer lugar, su consagración como compositor, la que se debió al éxito de su ópera María del Carmen de 1898, y que le valió una condecoración real; en segundo lugar, y definitivo, su éxito en París cuando interpretó su otra gran obra, Goyescas para piano, en la sala Pleyel en 1914; la primera audición se había dado el 9 de marzo de 1911 en el Palacio de Música de Barcelona. Delante de esta consagración unánime, la Ópera le propone montar el drama lírico en el que se encuentra trabajando y donde busca incorporar las dos suites Goyescas y algunas de sus tonadillas vocales. Luego parte para Suiza para terminar su partitura y allí le sorprenderá la guerra. Habiendo perdido la esperanza de ver interpretar su ópera en París, acepta la invitación a estrenarla en el Metropolitan de Nueva York y decide trasladarse a América

en compañía de su esposa para asistir al estreno de sus Goyescas, que se efectúa el 26 de enero de 1916 con inmediato y rotundo éxito. A raíz de ello, Granados escribió a Ricardo Viñes expresándole: “Por fin he visto realizado mi sueño… es verdad que mi cabeza está llena de canas y que apenas comienzo mi obra, pero tengo confianza y trabajo con entusiasmo… toda mi alegría actual la siento más por todo lo que vendrá que por lo que he hecho hasta ahora. Pienso en París y alimento todo un mundo de proyectos”. Más el destino, infame, tenía otras intenciones. Un concierto en la Casa Blanca, encargado por el presidente Wilson, le hace perder el barco directo que debía llevarlo de regreso a Europa; se embarca pues, hacia Inglaterra y sube en Liverpool al Sussex, que debía conducirlo a Dieppe, pero éste fue impactado por un torpedo lanzado por un submarino alemán en el centro de la Mancha el 24 de marzo de 1916. Al

En cuanto a su obra, ésta es bastante amplia; comprende toda una parte, piezas para piano y melodías, y donde su autor se sacrifica al gusto, o más bien, a la moda de su época. Es música de salón o de circunstancias. Debemos retener dos series de composiciones, las que bastan para situar a Granados entre los músicos grandes de España e incluso de la época: la primera la conforman sus mencionadas y famosas Danzas Españolas, compuestas para piano, las cuales se pueden comparar con las Danzas Noruegas compuestas por Grieg, y con buena parte de las composiciones de Brahms. Hay que recordar por supuesto, que los músicos españoles de su época, al igual que los músicos rusos y los músicos centroeuropeos, debían forjarse una tradición musical para recomenzar con las escuelas del pasado; como quien dice, nada mejor que retornar a la música popular para aprovechar de nuevo sus ricos giros que fueron heredados de las escuelas nacionales antiguas. El otro grupo de composiciones exitosas de Granados lo constituye Goyescas para piano y las Tonadillas para voz y piano; obras estas inspiradas, a través de Goya, en la España popular del siglo XVIII, haciendo de la tonadilla escénica un baluarte contra la invasión musical italiana.

NO SOLO MÚSICO

Al talento de gran músico, Granados unía ricas disposiciones para otras artes, sobre todo

la pintura, llegando a escribir con justicia sobre sí mismo: “no soy un músico, sino un artista”, y esbozó o diseñó su retrato de majo de Goya, su pintor predilecto y del que tenía algunas telas escogidas. Goyescas y las tonadillas fueron el producto de su admiración por Goya. Granados emprendió la transposición a ellas de los juegos y pasiones de los majos y majas del siglo XVIII, que fueron llevados a la inmortalidad por el pincel del nombrado pintor. El tránsito de las Goyescas escritas en piano a la escena lírica no es casual ni una forma de aprovechar el éxito de dichas composiciones. Granados siempre tuvo atracción por el teatro musical, escribió un buen número de obras líricas, que en su mayor parte han permanecido inéditas y, de otro lado, estas piezas para piano al igual que las tonadillas llevan en sí la semilla del lirismo. Nacidas de la tonadilla escénica, regresan a ella, lo que no obstaculiza que algunos de estos fragmentos aislados, no se resientan de la pobreza del texto literario y no engañen algunas ocasiones su carácter de “transcripción vocal”, más que por la división, a veces poco afortunada de su línea melódica entre la voz y la orquesta. Más como obras de gran valor musical, en su versión original -y varias veces bajo la caracterización dada por la orquesta- constituyen uno de los más esculturales y elegantes títulos de la gloria de este autor. Cabe destacar que la música granadina tuvo la característica de ser sencilla en su forma, casi simplista, con alguna ornamentación algo extensa, pero eso sí, marcada por encantadoras líneas melódicas. También se destacó por su talento improvisativo, lo que llevó a que fuera admirado en ello por personas cercanas como los amigos. Hay que mencionar eso sí, que su música es evocadora de España. *Historia de la música y apreciación musical felipe-tabares@hotmail.com

Con el Tratado Suarez- Muñoz Vernaza Perú cedió a Colombia un territorio en forma de trapecio. En 1930 la bandera de Colombia ondeó por primera vez en Leticia. Hecho anunciado. Alfredo Cardona Tobón* Papel Salmón

L

os españoles no delimitaron las enormes extensiones deshabitadas del Amazonas, donde los portugueses se adentraron por ríos y caños extendiendo su dominio sin respetar el Tratado de San Ildefonso que solamente concedía una faja costera a la colonia brasileña. Durante el dominio español el virreinato de la Nueva Granada se extendía nominalmente hasta el río Amazonas; sin embargo era nula su presencia en ese territorio, adonde llegaron por primera vez los hermanos Reyes a fines del siglo XIX. En mapas confusos no se sabía hasta dónde llegaban las fronteras: los colombianos pretendían un territorio difuso, en tanto que los peruanos ocupaban de hecho una vasta zona que iba desde Iquitos hasta el río Caquetá. Tanto Ecuador como Colombia y el Perú reclamaban derechos sobre parte de la Amazonia; en 1916, mediante el tratado Lozano- Salomón se fijaron límites con Ecuador tomando como base el divorcio de aguas entre los ríos Putumayo y Napo; esto daba a Colombia una amplia faja al sur del río Putumayo y en contraprestación para Ecuador se quitaba la presión del Perú sobre su territorio. Pero en el año 1922, en un acuerdo traicionero, Colombia entregó al Perú el territorio que cedió Ecuador recibiendo a cambio el trapecio amazónico.

EL CASERÍO DE LETICIA

En 1867 el gobierno de Brasil había montado una batería de cañones en el punto de Tabatinga en vista de lo cual los peruanos instalaron una base militar en un punto cercano que el ingeniero Manuel Charón denominó Puerto Leticia, en memoria de la bella loretana Leticia Smith Buitrón, que Charón cortejó sin esperanzas. Los comunicados oficiales identificaban la instalación militar con el nombre de General Castilla, pero el caserío aledaño, fundado por dos comerciantes y varias familias peruanas, continuó conociéndose como Puerto Leticia. A las cinco de la tarde del 24 de marzo de1922 con la firma del Tratado SuarezMuñoz Vernaza, Perú cedió a Colombia un territorio en forma de trapecio que conectaba esta nación con el río Amazonas, en tanto que el Putumayo marcaría la frontera común a lo largo de 1.626

La ocupación peruana de Puerto Leticia

FOTO/CORTESÍA ALFREDO CARDONA/PAPEL SALMÓN

Ubicación de Puerto Leticia en la zona amazónica.

kilómetros. Aquí empezó un enredado proceso, pues habitantes de la provincia de Loreto, con capital en Iquitos, no estaban de acuerdo con el recorte de su territorio; los habitantes de Leticia no querían cambiar de nacionalidad y un gran número de peruanos se oponían a que otro país conformara con Perú y Brasil el condominio del Amazonas. En el año 1927 el Senado del Perú aprobó finalmente el Tratado SuárezMuñoz Vernaza y en agosto de 1930 la bandera de Colombia ondeó por primera vez en Leticia, que por ese tiempo era un rancherío miserable sin edificios de gobierno, sin hospital ni escuelas. Cerca de Leticia el ciudadano peruano Enrique Vigil había establecido la estancia “Victoria” que surtía de azúcar y mieles a Iquitos; con el cambio de nacionalidad sus finanzas se resintieron notablemente al pagar derecho de aduana por sus productos. En vista de ello, ofreció la hacienda al gobierno colombiano, pero no obtuvo respuesta; esta inversión de 80.000 dólares que no se

hizo, representaría a Colombia el gasto de millones de dólares en armamento y en suministros de guerra, porque fue en “La Victoria” donde se fraguó la ocupación peruana de Leticia.

VUELVEN LOS PERUANOS

A las cinco y cuarenta minutos de la mañana del primero de septiembre de 1932, el secretario de la alcaldía de Leticia oyó el paso acelerado de varias personas; abrió la puerta, se asomó a la calle y vio 12 civiles armados de carabinas. Al preguntar que sucedía le contestaron: “Somos peruanos que venimos a tomarnos a Leticia.” Al descubrir que era funcionario colombiano lo llevaron detenido al Resguardo de la Aduana junto con el intendente, el administrador de Aduanas, 18 policías, al telegrafista, un mecánico y varios maestros. Los invasores contaban con carabinas Winchester, fusiles máuser, una ametralladora y dos cañones. Hubo un profuso tiroteo pero no hubo heridos ni muertos; a los retenidos los expulsaron a la

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localidad brasileña de Benjamín Constant, sin que se sepa de otros atropellos y maltratos. Entre los promotores del asalto figuran el ingeniero Oscar H. Ordoñez, el alférez Juan F. de la Rosa y Enrique Vigil. La toma de Leticia fue un hecho anunciado, hasta los niños de la escuela estaban al tanto de la incursión, de tal modo que días antes pintaban la bandera peruana y decían a los maestros que no les enseñaran geografía de Colombia porque pronto volverían a ser peruanos. Las autoridades bogotanas también lo sabían, pero nada hicieron para prevenirlo, ni reforzaron la guarnición porque se sentían incapaces de hacer frente a un ataque peruano en esa zona tan lejana de cualquier base colombiana. De inmediato la gente de Iquitos desconoció el Tratado de 1922 y respaldó a los invasores. El 3 de septiembre llegó a Leticia un hidroavión peruano y la lancha cañonera “América” con lo cual se reforzaron las fuerzas loretanas y se empezó a oficializar la ocupación. Los sucesos de Leticia se conocieron al día siguiente en Bogotá: el presidente Olaya Herrera los consideró como un asunto de policía, mientras el presidente peruano, Sánchez Cerro inculpó a los comunistas y The New York Times anotó en tono jocoso, pero realista, que las hostilidades empezarían cuando los gobiernos de Colombia y el Perú supieran dónde quedaba Leticia. Mientras el gobierno de Lima apoyaba a los loretanos y trataba de engañar al gobierno de Colombia que inútilmente trataba de conseguir que Lima desautorizara a los invasores, el 18 de septiembre unas 60.000 personas se concentraron en la Plaza Bolívar de Bogotá mientras miles de colombianos marchaban por las calles de las capitales y poblaciones del país con carteles que decían “Queremos la guerra”, “Vamos a Lima”: Estaba fresco el recuerdo de la separación de Panamá y no se quería otro recorte del suelo patrio. En Manizales se conformaron escuadrones de caballería, en todas partes los ciudadanos regalaron sus joyas y hasta sus anillos de bodas para comprar armas; en Pereira donaron mulas y se compraron otras y hasta la parcialidad de Naranjal, en el Resguardo de Quinchía, se sumó al esfuerzo bélico y se puso a las órdenes del presidente Olaya Herrera en la carta donde se lee: “Su Excelencia en el Capitolio o en el Palacio de la Carrera, tomando medidas de hir abante diacuerdo con todos sus ministros; y nosotros en las selvas del Caquetá brindándole proyectiles peruanos”. (sic) *http://www.historiayregion.blogspot.com


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8|PU BL ICAC ION E S|

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EN ESTANTERÍA

CONVOCATORIA

EVA

IMPULSO AL SECTOR MUSICAL

En las costas de una isla encalla el container de una embarcación donde se encuentran varios cadáveres y una joven a punto de morir. John descubre que el código genético de la mujer la conecta con todas las razas conocidas. Nadie se imagina lo que significa realmente su supervivencia. Nadie, excepto Eva, la Madre de los Vivos, que la llama hija y la invita a ser Testigo de la verdad de su historia... de nuestra propia historia. Eva es una exploración reveladora sobre la Creación. Aunque fiel a los textos bíblicos, propone un desafío a las creencias tradicionales sobre quiénes somos y de dónde venimos.

A través de 22 convocatorias el Ministerio de Cultura entrega 120 estímulos para los músicos colombianos. Las últimas estarán abiertas hasta julio de este año. Entre otras están las becas de circulación internacional y nacional que en su segundo ciclo cierra el 13 de mayo. Premio en composición para coro y formato de cámara, que cierra

RECOMENDADO NOSTALGIA DE LA BARRIADA

Melodía de arrabal

YOUNG, William Paul. Eva. Editorial Diana. Bogotá. 2016. Pp. 296. $39.000.

FULGOR

La vida de Casandra es casi perfecta hasta el día en que sufre un extraño accidente de tráfico que la deja en coma. A las pocas semanas, y tras una recuperación milagrosa, Casandra descubre que todo su mundo ha cambiado por completo: alguien ha empezado a acechar su casa y a su familia, y además sufre una secuela inquietante que no puede controlar. Atrapada en una espiral de violencia y asesinatos a su pesar, perseguida por las autoridades y por algo más que no es capaz de entender, Casandra inicia una huida desesperada que se puede cobrar un precio enorme: su cordura y su alma. LOUREIRO, Manel. Fulgor. Bogotá. 2016. Pp. 488. $49.000.

EL PODER DE LA PALABRA

¿Qué tan cierto es que Juan Manuel Santos ocultó sus verdaderos propósitos políticos para llegar a la Presidencia de Colombia? ¿Qué tanto compartió el actual gobernante del país las ideas del uribismo? ¿Existieron similitudes en la forma de llegarle al pueblo entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe? ¿Por qué los dos definieron un enemigo interno y otro externo a la hora de gobernar? La autora, mediante análisis textuales y metodologías rigurosas, estudió los discursos de los mandatarios mencionados y los del grupo guerrillero colombiano para encontrar conclusiones reveladoras. GONZÁLEZ BINETTI, María Fernanda. El poder de la palabra: Chávez, Uribe, Santos y las Farc. Semana Libros. Bogotá. 2016. Pp. 368. $45.000.

el 31 de mayo. Publicación de materiales pedagógicos o musicales para procesos de formación, que cierra el 29 de abril, al igual que el reconocimiento para producción musical y a la puesta en escena de diversas agrupaciones y la apropiación de espacios en el concierto Celebra la Música. Informes en http://goo.gl/EheZU1

Juan Manuel Roca* Papel Salmón

C

on la lectura de Nostalgia de barriada, el libro de Óscar Bustos, un libro de cuentos que son crónicas o de crónicas que son cuentos, es bueno hacer un llamado, una señal a un posible lector, al “ilustre desconocido” del que hablaba Aldo Pellegrini y proponerle que no postergue su lectura. Esa señal quisiera ir escuetamente advirtiendo que muy rara vez en nuestro medio se da una pequeña y gran obra maestra de las características de este volumen. Moderación en el despliegue de recursos literarios innecesarios, pero también huida del facilismo y de la pobreza en la lengua con la que habitualmente se expresa el periodismo literario. Bustos no se regodea en el argot, aunque narra desde un lenguaje de cosa hablada y de gran eficacia en el relato. No se explaya en una jerga que muchas veces escuda la falta de hondura, y que entonces se ampara en el código barrial, como se implementa en buena parte del cine o de una narrativa epidérmica, de superficie. El lenguaje vivo nacido en lo popular y muchas veces de origen patibulario, la germanía que tanto festejó Villon, tiene la propiedad de la mutación, del cambio de piel lingüístico. Resulta entonces efímero el código y lo que ayer significó una cosa, hoy ya no existe como significado aunque el objeto persista. Bustos sabe con Passolini que “no existe un conflicto real entre la escritura literaria y la escritura periodística” y eso fue algo que distinguió al poeta y cineasta italiano cuando escribía de fútbol. Le basta al autor de Nostalgia de barriada con reunir

diez cuentos desde el carácter anfibio y libre de su escritura para mostrarse como un narrador purasangre, de los que saben poner el ojo en el blanco, que escriben como piensan y tienen, además del don de una aguda observación, una gran destreza para exaltar lo cotidiano al plano estético, aún en sus episodios más violentos. El alma popular, briosa y explosiva, el alma del niño proletario, las emboscadas del miedo, las batidas callejeras a nombre de nada, el conocimiento de un autor que sabe que todas sus historias nacen en la calle antes de desembocar en el papel, tienen en Bustos un registro que es algo más que notarial. Parece jugado en cada expresión, en cada lance, en cada historia a la que se asoma más como un relator-habitante de una ciudad que como un voyer o un paseante. Sabe sin duda de lo que está hablando y de lo que está hablando no es otra cosa que de una ciudad, Bogotá, milagrosa y mezquina a la vez, una ciudad de esquinas donde puede estar esperándonos el beso o la puñalada. Una legión de sombras, de seres orilleros, habitan en la ciudad invasora que se ha ruralizado con los desplazamientos humanos antes de urbanizarse, unas barriadas del talión, erizadas y vivas, tiernas y complejas, aparecen en cada cuento del libro. Son gentes que otra parte de la ciudad invisibiliza. Gentes tras un telón de niebla y de olvido de las que solamente se habla en los rotativos por el número de sus desgracias. A veces encontramos una botella de náufrago con una carta ilegible o escrita en una lengua extinguida. Óscar Bustos logra traducirla en un lenguaje claro, sutil y coherente. BUSTOS, Óscar. Nostalgia de la barriada. Simón Editor. 2016.


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