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EAT ME! ¡Mamá quiero ser cocinero

¡Mamá quiero ser cocinero!

Una de las grandes decisiones en nuestra vida es saber qué queremos estudiar o a qué nos queremos dedicar. Por lo que dar este gran paso requiere una gran convicción y conocer nuestras aptitudes y competencias. Siempre nos tendremos que preguntar:

1. ¿En qué soy bueno? 2. ¿Qué me gusta hacer? 3. ¿Qué no me gusta hacer? 4. Con algo de preparación, ¿Seré bueno en esto?

Quiero contarte mi experiencia como estudiante y profesional en el maravilloso mundo del vino y la comida.

En mi caso yo no sabía que estudiar, me interesaba la industria del vino y la producción de uvas, por la idea de viajar a otro país a prepararme, pero era un gusto muy nuevo y del cual no sabía casi nada. Comencé a buscar y descubrí una carrera, que dentro de la plan de estudios incluía Vinicultura y Enología, por lo que en ese momento me brillaron los ojos y dije, aquí, quiero estudiar esto. Me comentaron que iba a tener materias de cocina y talleres, pero, yo no sabía cocinar, NADA, no tenía idea de cómo agarrar un sartén, pero, siempre me había gustado el servicio, atender a los amigos y ser buen anfitrión, por lo que ese reto, no me detuvo.

Una vez que comencé a estudiar, me enamoré de la cocina, me siguió gustando el vino y todo lo referente a la experiencia que puede tener un comensal dentro de un restaurante. Viví dos años en la CDMX y dos años en Tijuana, cada día me preparaba más y conocía más estilos de cocina. A la vez, el amor por mi profesión crecía más y más.

Regresé a Aguascalientes, trabajé en un par de proyectos más y después nació Casa Ciento28, un sueño y un anhelo personal que poco a poco se fue cristalizando. Hasta el día de hoy sigue siendo mi motor para crear más cosas y compartir más acerca de mí y de nuestro estilo con los comensales.

Ser cocinero es increíble, trabajas catorce horas de pie, pero ves sonreír a tus clientes mientras comen. Te quemarás con sartenes y aceite, pero valdrá la pena cuando las personas se asombren con el sabor de tu comida. Te perderás de algunas fiestas importantes, pero serás el encargado de hacer que otros celebren fechas especiales. Tal vez no veas mucho a tu familia, pero crearás una familia interna en el trabajo. Trabajarás bajo mucho estrés, pero hay un pequeño momento al final del día en que te llenas de satisfacción y te das cuenta que todo ha valido la pena. Ser cocinero es una profesión increíble, creas lazos con tus clientes y tu staff, verás a muchas personas crecer a lo largo de tu carrera, te equivocarás y tendrás la oportunidad de mejorar al día siguiente. Y lo más importante, en tus manos estará el ofrecer una comida que despierte cada sentido de tus comensales. Creo, que ese es el regalo más grande que te dejará ser cocinero.

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