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Culiacán, Domingo 16 de septiembre de 2012
Culiacán, Domingo 16 de septiembre de 2012 tonica@debate.com.mx
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Dream Factory Imagination casts a charm De la imaginación de un chico de 16 años ha surgido una tienda de arte con diseños exclusivos para promover la libertad de estilo y ensoñación para todas las edades.
André Fernández
Editando filmes a sus 15 Con dos cortometrajes bajo el brazo a su escasa edad, este joven originario de Puerto Vallarta ha logrado introducirse en el círculo de los creadores de cine local.
David LaChapelle The real american Jesus
Desde la historia del arte hasta la cultura de la calle, este fotógrafo de moda es la quintaesencia de la contemporaneidad en la imagen.
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En portada
Sólo para soñadores
Fragmentos oníricos >En Culiacán hay una tienda de arte portable con diseños exclusivos, en la que los sueños son el hilo conductor del impulso creativo de aquel que sueña
TEXTO: CAROLINA VALVERDE Muy joven, autodidacta y CAROLINA.VALVERDE@DEBATE.COM.MX FOTOS: GLADYSAlecs SERRANO Martínez resuelto, es una prueba más de que el talento hoy viene con pocos años y en la independencia. Así es Dream Factory, la tienda de diversos artículos de arte hechos a mano y con diseños de autor que cada vez está haciendo más ruido en Culiacán. La idea es promover el arte portable de estilo único, que exprese con qué sueñas para decir quién eres.
¿Cómo se inició la Dream Factory? ALECS: Fue hace unos tres años. Mi hermano estaba estudiando diseño gráfico y usaba un material que parecía una pasta (arcilla polimérica), por lo que empecé a hacer figuras para mí, para hacerme collares. Luego la gente me empezó a pedir, y fue cuando empecé a vender. Inicié con unas amigas pero nos separamos hace dos años, así que seguí solo.
veces en que creo algo y tardo en venderlo, y cuando pasa, me cuesta trabajo despegarme de él — ríe—. También me inspiro mucho en la moda, no en la de aquí de Culiacán, sino, como le vendo más a las mujeres, me gusta explorar ideas de tiendas extranjeras, pero jamás copio algo. ¿Por qué Dream Factory? ALECS: Yo quería algo que dijera dream; mi hermano fue el que propuso Dream Factory. Lo dejé en inglés porque en español se escucha un poco extraño. Es una fábrica de sueños porque cada cosa que hago tiene algo mío y está hecha por una razón en específico. Todo sale de mí y de las cosas que me gustan. ¿En qué te ocupas más? ALECS: Lo que más hago son collares, cuadros, anillos, pulseras, algo de ropa, ‘atrapasueños’ y pinturas. También me gusta mucho la foto análoga. ¿Cuál es tu mercado? ALECS: Veo más interesados a los jóvenes de 16 a
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25 años, mujeres.
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todo
¿Te preguntas a dónde van tus piezas una vez que las vendes? ALECS: Claro. Algo que me da risa es pensar en las piezas que hago para parejas: ¿qué pasará con los dijes que se regalan una vez que termina la relación? ¿Qué harán con ellos? ¿Los tiran, los devuelven? También me pongo a pensar en dónde andarán todas las cosas que he hecho. ¿Habrán viajado lejos? Seguro conocen más lugares del mundo que yo —ríe—. El comercio del arte indie está sucediendo a través de las plataformas digitales, como en tu caso, que echas mano de las redes sociales. ¿Qué será de la Dream Factory a futuro? ALECS: Bueno, tengo 16 años y estoy en la ‘prepa’, pero no pienso dejar este proyecto. Mi idea es estudiar diseño industrial y poner una tienda de arte en general, que tenga desde muebles, cuadros, esculturas y ropa, con piezas únicas, no producidas en serie. Me gusta este
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mercado y me encantaría tener una tienda así. Quisiera que estuviera aquí en Culiacán, pero aún no sé si estudiaré en otro lugar. También eres artista de la calle, ¿no? ALECS: Sí, me salgo a dibujar a la calle. Como el día que hice el dibujo que decía “El rico da la orden y el pobre la dispara” y que se hizo muy conocido porque el cantante de Calle 13 (René Pérez) la compartió en su Twitter. Esa fue una pedrada que le aventé a Culiacán y la verdad es que nunca pensé que fuera a recibir tanta atención. Fue muy emocionante leer los comentarios de la gente, sobre todo porque noté que sí les llegó el mensaje. ¿Qué piensas de esta generación que cada vez trae artistas más jóvenes? ALECS: Creo que cada generación tenga lo suyo. Tal vez lo diferente es que hoy hay más libertad de aprender y explorar. <<
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Frank Romero SERIO, Y YA
El director de Vaquita Films señala las construcciones culichis que más le gustan por su contexto de identidad. 1• Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa. 2• Restaurante Los Portales. 3• La residencia de la familia De la Vega. 4• El edificio de la Escuela Libre de Derecho. 5• El mercado Garmendia. 6• Santuario. 7• Catedral. 8• Centro Regional de las Artes Centenario. 9• La Lomita.
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¿Qué te inspira a crear? ALECS: Desde chico pinto y dibujo. Soy muy de internet y son ideas que se me ocurren de repente. Hay
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DREAM FACTORY SHOP
Si había algo bueno que ver en la televisión noventera, ahí estaba Alf, el carismático extraterrestre que huye de su planeta de origen, Melmac, el cual explota luego de que todos sus habitantes encendieran sus secadoras a la vez. Tras viajar en el tiempo y el espacio, Alf aterriza en la cochera de los Tanner, una clásica familia estadounidense de clase media que debe lidiar con el desenfado, la diferencia cultural y la presión de Alf por ser el único ejemplar vivo de su especie. <<
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Pista de Despegue
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Nuevos libros Fragmento
AGUSTÍN GALVÁN duende_callejero@hotmail.com
Intocables ntre los misterios a los que nos podemos enfrentar en el día a día, encontramos el relativo a los criterios que tienen las distribuidoras de América Latina (pues centrarnos en México sería injusto) a la hora de decidir el título de alguna película. Ese pensamiento ocupó mi mente de nueva cuenta mientras los créditos de la cinta europea más exitosa de los últimos 20 años terminaba ¿No se decidirá todo en un volado o de plano sí hay un interés de autosabotaje? Basada en una historia real, dirigida y escrita a cuatro manos por Olivier Nakache y Éric Toledano, la cinta conocida acá con el genérico nombre de Amigos (original en francés: Intouchables), cuenta el relato de un archimillonario tetrapléjico Philippe (François Cluzet), que decide contratar como su cuidador no a uno de los experimentados enfermeros que entrevistó, sino a un inmigrante negro, sin experiencia ni ganas de trabajar llamado Driss (Omar Sy), que no oculta que sólo asistió a la entrevista para asegurarse una temporada más de pensión alimenticia y refugio. Claro, como su título nacional nos adelanta (descuidando completamente la ambigüedad del título original: Intocables), en la hora y cincuenta y tantos minutos de duración, seremos testigos de cómo esos dos personajes que representan arquetípicamente esos dos mundos en conflicto en la crítica Europa moderna (¿dos mundos intocables?), acaban complementándose, queriéndose y, sí, amistándose de forma tan queda y tan cerebralmente trabajada, que a nadie debe darle pena aceptar que un par de lágrimas quizá se le escapen en uno u otro momento. Nakache y Toledano siempre supieron que no estaban inventando el hilo negro, así que en lugar de plagar su guión de innecesarias (o bueno, perdón, rebuscadas y originales) vueltas de tuerca, deciden mejor someterse a las reglas del canon a cuya puerta han tocado: estamos ante un trasatlántico bromance (definiría Wikipedia: relación de acercamiento no sexual entre dos o más hombres, como forma de intimidad homosocial), contada como una correcta buddy movie (Ira Konigsberg en su Diccionario Completo del Cine, define: aquella cinta que enaltece las virtudes de la camaradería masculina y relega la relación hombremujer a una posición secundaria), en el que el blanco, culto y poderoso, pero físicamente inútil personaje, deberá aprender, depender y hasta querer al desgarbado, quisquilloso e irrespetuoso, pero físicamente energético personaje lumpen. Ah, y claro, eso también sucede a la inversa, faltaba más. Lo interesante de la cinta reside en dos situaciones que quizá a más de uno le resulten repulsivas: primero, ante una andanada de mensajes diarios que buscan enarbolar una conciencia sobre las políticamente llamadas personas con capacidades diferentes (que referirse a ellas como discapacitados o lisiados o impedidos ya se toma como insulto), Amigos (o Intocables) se convierte en una consistente protesta ante el racismo que remarca que una inferioridad física basta para detonar una virulenta condescendencia a la que se le llama, inexplicablemente, como buena voluntad: cuando Philipe comunica su decisión de contratar al inmigrante, alguien de su estirado entorno le advierte que lo piense bien, pues ese tipo de personas no suelen tocarse el corazón muy a menudo. Philipe le responde: eso es lo que quiero, nada de piedad. Y claro que eso es lo que obtiene. Segundo, lejos de la lección didáctica a la que nos han acostumbrado los norteamericanos cuando tratan temas similares (recuérdese Cuando los Hermanos se Encuentran, de 1988, o el remake de Perfume de Mujer, de 1992), los arquetipos genéricos quedan fuera de la ecuación: ni Driss es un condensado existencialista callejero de buen corazón que lentamente se descubre como un sabio, ni Philipe un reprimido ricachón en busca de expiación. Cierto, los personajes cambian conforme su relación evoluciona, sin embargo no estamos ante una fábula redentora pues ni uno ni otro se avergüenza de quién es y qué hace. Y sí, al final cambiarán sus gustos, expandirán sus fronteras sociales y se complementarán, pero sin una sola declamación moralista-chantajista de por medio. Por ello, si algún mensaje habremos de sacar de Amigos, sin duda sería que el cine está para contar historias y presentarnos personajes, no para dar mensajes. Para eso, usen un post-it.
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Quijote Z Capítulo I: Que trata de la zombificación y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de la Mancha n un lugar de la zombificada Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza arrinconada, escudo antiguo, rocín flaco y calgo corredor. Una olla de algo más vaca que carero, salpicón la mayoría de las noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto de ella lo concluían un traje remedado, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mismo, y los días de entre semana se honraban con su vellorí de lo más fino. Tenían en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia entre los autores que de este caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quijana. Pero esto importa poco a este nuestro cuento: basta que en la narración de él no se salga un punto de la verdad. Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer muchos libros, con especial atención a aquellos que contenían entre sus lomos las desventuras de esos no-muertos que no eran de este mundo y que sin embargo caminaban entre los vivos por obra y gracia de su señor Satanás, comandados a veces por otros de escaso pero a fin de cuentas entendimiento que eran aún medio-vivos, y que algunos de aquellos doctos escritores que los habían compuesto daban en llamar ´zombis’ o ‘zombies’, o aún también se referían a ellos con los recios vocablos castellanos de ‘no-muertos’ o también ‘muertos vivientes’ y aún ‘muertos andantes’; y ello hacía con tanta afición y gusto, que olvidó casi del todo el ejercicio de la caza, y aún la administración de su hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas fanegas de tierra de sembradura para comprar de esos libros de zombies en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber de ellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso editor Vicente de Dolmenalto, porque la claridad de su prosa y aquellas intrincadas razones suyas le parecían de perlas para los vericuetos y recovecos por los que vagaba su propio entendimiento, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: “La razón de la muerte y sinra-
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Qué está leyendo Sergio J. Carrasco PIXCOMP GAMEXICO
On Game Design Andrew Rollings y Ernest Adams (Estados Unidos) Ed. New Riders ISBN: 1592730019
Consíguelo Quijote Z Házael G. González
Ed. T. Dolmen Editorial (Océano) ISBN: 978-84-935744-8-8
Házael G. González ESCRITOR (ESPAÑA, 1976)
Asturiano de nacimiento y mediterráneo por adopción, se dedica a actividades como la lectura de cómics, el visionando de películas, la audición de bandas sonoras originales, la pintura o la escritura de libros. También estudia la obra de Alejandro Jodorowsky. Extracto tomado del libro El Ingenioso Hidalgo Zombi don Quijote de la Mancha, con la autorización de editorial Océano. zón que a mi razón zombificada se hace, de tal manera mi razón de zombi enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra hermosura de muerte viviente”. Y también cuando leía: “... las altas sangres que de vuestros infernales Infiernos con las estrellas os fortifican y, os hacen merecedora de merecimiento que merece la vuestra podrida grandeza”. Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio sin distinguir entre aquellos zombis escritos que nada más vivían entre las páginas y los que eran de carnes y huesos y caminaban por la Tierra persiguiendo y destrozando a los sobrevivientes que todavía estaban vivos, y mientras tanto se desvelaba por entenderlas y desentrañarles el sentido, que ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello (...) En efecto, rematado ya su juicio, y viéndose inevitablemente rodeado por pútridas legiones de muertos andantes que se arrastraban por la Mancha y por las demás tierras en una época en la que hacía demasiado que no existía ya ni orden ni ley, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo; y fue que le pareció conveniblemente inevitable y necesario, así para el aumento de su obra como para el servicio de su república, seguir los pasos que se indicaba en aquella tan celebrada guía y hacerse perseguidor y cazador de muertos andantes y endemoniados, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse contra los zombificados en todo aquello que él había leído que los matadores de no-muertos andantes se ejercitaban, limpiando las tierras de aquella plaga infernal, deshaciendo todo género de agravio que se hubiese hecho a los sobrevivientes, y poniéndose en ocasiones y peligros donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama, igual que tantos y tantos que habían conseguido combatir la plaga de comandados por el mismo Satán habían hecho a su vez en un pasado no tan lejano.
On Game Design es una lectura obligada para quien desee conocer el proceso de creación de los videojuegos. Aunque tiene unos nueve años en el mercado, este libro es la base de toda la documentación que hay sobre diseño de videojuegos. ¿Qué vas a encontrar en él? Andrew Rollings empieza explicándote la historia y evolución de los videojuegos, desde las primeras consolas hasta los gráficos 3D, además de los diferentes géneros, plataformas y estilos existentes. En los siguientes capítulos se aprende a crear personajes, niveles, mundos, definir reglas, mecánicas, retos y todo lo que necesites para diseñar el videojuego de tus sueños. Después de eso, sólo Nintendo, que para aquellos que no lo sabían, esta palabra significa “dejar la suerte al cielo” o, como diríamos en nuestro querido Culiacán, “que sea lo que Dios quiera”.
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Surrealismo
Intro: David LaChapelle
crudo
Entre el barroco y la ostentación visual, este fotógrafo y director nacido en Connecticut es considerado uno de los artistas visuales con más simbología contemporánea, lo que lo conduce a erigir un estilo propio, único e inconfundiblemente sórdido. Sus imágenes evocan el glamour hollywoodense combinado con algunas escenas divinas como La Última Cena o El Diluvio Universal, todo desde una perspectiva hiperrealista que cohesiona los símbolos y juega casi vulgarmente con el drama. Nacido en una típica familia americana de clase media, LaChapelle estuvo cerca de morir de sida durante su primera juventud, pues tanto su pareja como varios de sus amigos homosexuales perecieron por aquellos años. Está por demás decir que hoy, este fotógrafo tiene un estatus de celebrity y es amigo íntimo de artistas que le guardan seria devoción, entre ellos Elthon John, Lady Gaga, Amanda Lepore, Gwen Stefani y Uma Thurman. También ha sido elegido para dirigir los videos musicales de una larga lista de intérpretes y sus fotos circulan en las grandes revistas de moda a nivel globo. <<
JAVIER ANGULO javier.angulo@debate.com.mx
Box y bits en Culiacán a gente de Gamexico realiza una excelente labor al convertir a Culiacán en un videojuego. Ojalá pronto podamos interactuar con la versión pixelada de don Cachito mientras salvamos a la ciudad de un ataque de monstruos. Como dato curioso, esta no será la primera vez que un personaje de Culiacán es trasladado al mundo de los bits y los chicos sin novia. Quienes vivimos a tope los gloriosos y noventeros años del Súper Nintendo, recordamos el día que nos pusieron en frente al mismísimo Julio César Chávez, listo para derrotar a sus rivales en un juego que se llamó (cómo iba a ser si no) “Chávez”. La verdad es que el juego era malo, pero invitaría a cualquiera que lo tenga a jugar a mi casa (tengo Súper Nintendo y cerveza). Bueno, no a cualquiera. El punto es que era malo, y más cuando teníamos tan presente el Punch Out!, ese juego legendario donde salía Mike Tyson antes de volverse loco. Lo divertido del “Chávez” era que si te quedabas un rato sin moverte, los monos te hablaban. Decían “ven”, “pégame”, “te voy a matar”. También tenía la opción de crear a tu propio peleador. Mis amigos y yo creábamos los boxeadores más ridículos a propósito, les poníamos shorts color rosa (sí, éramos unos geniecillos). Después salió el “Chávez II”, pero no conozco a nadie que le haya interesado. Por cierto, a estas alturas ya se sabe si Chávez hijo ganó o perdió la pelea de anoche contra “Maravilla”. En YouTube hay un duelo verbal (Face Off) entre estos boxeadores que, si a como hablaron se pegaron, tampoco sería la primera vez que un personaje de Culiacán queda con el rostro desfigurado.
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Medicinas contra el Aburrimiento Cine
Música
Libros
Web
Cartelera
Nombre: Fin. Fórmula: Jorge Torregrossa trae un thriller de corte post-apocalíptico en el que un grupo busca sobrevivir al final de la vida. Dosis: De cara al precipicio.
Nombre: América, de Dan Deacon. Fórmula: Canciones sueltas, con sentido del humor y sonidos eléctricos que remiten a la infancia. Dosis: Sin madurar.
Nombre: Todos los hombres, de Ethel Krauze. Fórmula: Aurora narra su vida personal, la de los detalles hogareños, infantiles, hasta su vejez. Dosis: Con paciencia.
Nombre: funnyordie.com Fórmula: Épica colección de videos, comerciales de humor involuntario y ácidos sketches realizados por celebrities. Dosis: Riendo al último.
Nombre: Obra Romeo y Julieta Fórmula: Grupo Del tango al tingo monta la obra en este lunes de ‘Teatro para todos’ en el Óscar Liera del IMSS. Dosis:Mañana, 20:00 horas.
Nombre: Las alas del deseo. Fórmula: Wenders filmó a un par de ángeles que ven el Berlín de la posguerra con cierto amor a la humanidad. Dosis: Tómese en DVD.
Nombre: Ultraviolet Catastrophe, de Hola a Todo el Mundo. Fórmula: Los españoles traen un ritmo que incursiona en el synthpop con toques de chill-wave. Dosis: Con protector solar.
Nombre: Vida digital, de Fabrizio Mejía Madrid. Fórmula:Un cuarentón siente que vio pasar la vida demasiado rápido y todavía no sabe qué fue. Dosis: Entre ser y no ser.
Nombre: incredibox.com Fórmula: Entretenida web con una aplicación flash que te deja conducir tu propia beatbox o una banda a cappella. Dosis: Con buen gusto.
Nombre: Sinaloa, siglo XIX: Memoria e identidad. Fórmula: Exposición documental sobre vestigios de historia local del Archivo Histórico. Dosis:Masin, horario de atención.
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EL DEBATE FOTO: DULCE MERCADO
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Dímelo en la mesa Arturo André Fernández Velasco. Tiene 15 años y es uno de los más buscados a la hora de editar material fílmico de producción local
«Quiero hacer películas estilo Hollywood» CAROLINA VALVERDE carolina.valverde@debate.com.mx
Tenía unos 5 años cuando, con una cámara de video de las que grababan en casete, se divertía haciendo videos en stop-motion con sus juguetes favoritos. A los doce ya había escrito su primer guion, que más tarde daría lugar al cortometraje Bomba, que dirigió él mismo. Para ese entonces el cine ya se había convertido en algo más que un pasatiempo para André Fernández, el hijo pródigo de los creadores de cortos y largometrajes de la región. Los primeros contactos que lo ayudaron a introducirse en el círculo de los creadores locales fueron Mario Siordia —quien le dio un papel en La cueva del diablo— y Miguel Estrada —
En Twitter GerardoyCostilla
quien lo asesoró en la creación de guion—. A través de este último pudo tomar un taller de creación y dirección de cortometraje con Miguel Ángel Vega, quien hizo una excepción en la edad estipulada para tomar el curso para recibir a un niño de 12 años. “Al final del taller teníamos que salir con un cortometraje; empezamos unos veinte, pero sólo tres hicimos el corto, que en mi caso fue Bomba”, cuenta en el Alberto’s, donde pide un fettuccine Alfredo y un té de limón para amenizar con su plática. Luego siguió Yo mimo, un corto mudo que envió a un concurso en el DF y que contó con música de piano compuesta por Eduardo Parra, el mismo que lo apoyó cuando grabó Bomba. Ciertamente,
André es apenas un púber con una curiosidad insaciable y un talento congénito que no puede negarse. Así lo reconocen los artistas que lo han apadrinado desde sus pequeños pasos en el medio, y es por eso que le confían sus grabaciones para que él haga lo suyo en la edición. “Yo sólo aprendí, nomás así, porque un tío me regaló unos programas para editar y, buscando en internet, fui aprendiendo cómo hacerlo”, explica. “Entonces tenía una ‘compu’ Windows con la que batallaba mucho para exportar el material, así que mis papás me compraron una Mac para que pudiera seguir trabajando”, cuenta. Además de sus cualidades, André tiene como segunda fortaleza que su talento
coincide con su vocación. “Sí quiero estudiar cine y hacer películas estilo Hollywood. Me gusta la ciencia ficción con trama y también con un poco de acción”, señala. Por eso admira a creadores como Steven Spielberg o Martin Scorsese; por lo mismo disfrutó tanto Inception, de Christopher Nolan. Y no tiene qué le cuenten: hace poco estuvo en el set de grabación de la película I brake for gringos, que Fernando Lebrija filmó en Puerto Vallarta, y conoció de cerca la producción de una película profesional y el trabajo toda la gente detrás de este filme mexicanoestadounidense; hasta tiene su foto con Camilla Belle. Nada mal para ir empezando. K
André Fernández (PUERTO VALLARTA, 1997)
Escribió su primer guión, Bomba, cuando tenía 12 años. Actuó en la película documental La cueva del diablo y ha edi-
tado el trabajo de creadores de cortos y cine de la localidad (léase Miguel Ángel Vega, Mario Siordia y Esli Olivas, entre otros). Tiene cinco años viviendo en Culiacán y estudia la preparatoria en el Tecnológico de Monterrey.
Viviendo en un cómic
@ELGERAMACHO
No ma... no me van a creer pero soy un gato y acabo de beber una poción que me deja escribir por 40 segundos miau miau miau miau. Soy Dios. Siempre que trato de hablar con él, termino hablando conmigo mismo. —Ay, mi amor, yo sí te como enterito. —Ya Adele, no me gusta que hagas esa broma. Está relación va a seguir siendo muy difícil si sigues pretendiendo que no me conoces y cada vez que peleamos sólo pides que no te mate. Me dieron ganas de vomitar sin estar ebrio y tuve que ponerme pedo para luego vomitar por borracho y mantener el status quo.
Contigo aprendí
• Que del Quijote caballero andante al perseguidor de no-muertos hay sólo una página • Que no todos tenemos sueños tan productivos como los de Alecs Martínez • Que LaChapelle es todo un culto • Que desde ahorita la vida de André se mide en 24 por segundo.