jugar al bus
las imágenes que siguen son fragmentos de la película “"somers town"” , de Shane Meadows , 2008
cuando era adolescente y vivía en una ciudad mucho más pequeña que Madrid, me gustaba jugar al bus . algunas tardes de viernes, después del colegio, me dedicaba a caminar hasta una nueva marquesina y subirme a un autobús . no podía saber a dónde iba a llevarme ni cuánto tiempo duraría el trayecto, esas eran la únicas condiciones . cada día que jugase al bus tomaría una línea diferente y estos serían, pensaba, mis viajes secretos .
mira la estación, es increíble.
recuerdo que en una de estas incursiones a lo desconocido no encontré la forma de volver . el último bus salía a las 23h de cada c en vete tú a saber dónde, sin blackberry ni mapas , ah pero con el mp3 ;
no estam ni a dos minuto de la estació
cabecera y yo ya había perdido toda posibilidad de regresar . se me había hecho de noche-noche
mos
os
se me había hecho de noche .
a veces ni siquiera bajaba del autobús , llovía detrás de la ventana y nada más .
ón
la ciudad no era tan grande, pero la periferia se extendía y subía por los montes ; llegaba hasta las playas, el aeropuerto, las casas con huertas propias, el hospital meixoeiro, el cementerio musulmán, los barrios de los polígonos . quería ir con el bus tan a las afueras que lxs vecinxs del bar que me encontrase dijesen: “mañana voy a V***”, como si ellxs únicamente perteneciesen a su parroquia y no formasen parte de nada que me incluyese, aunque cualquier centro que les diese identidad por oposición también estaba lejos de mi idea de la palabra casa ; yo también percibía la ciudad como algo ajeno, lejano. eran las luces naranjas del alumbrado que astillaban el valle en la noche .
en Madrid seguí jugando al bus en formato tren. y esas periferias terribles , o terriblemente atractivas , como diría un amigo , se fueron revelando y me fueron acompañando en viajes todavía secretos pero nunca solitarios , porque de la vasallo aprendí que “ para pensar que no podemos sobrevivir solas debemos creer que <<estar solas>> existe , que es posible estar sola más allá de creerse sola ”
estos paseos me sacaban del ensimismamiento, me hacían comprender que teníamos la estación a dos minutos en el sentido menos figurativo de la expresión ; que había otredad , existiendo sin mí , que había suavidad en el no saber nada , en el dejarse ir donde igual de importante como el lugar al que llegas es el recorrido que haces , a otra velocidad .
improvisar una tarde , observar , llorar en el transporte público , resignificar el tiempo , los viajes , la pena y la alegría .
jugue
emos !
laura @lauravvaldivieso