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Lunes 30 de octubre de 2017
Cultura BOGOSHORTS LLEGA A TAIWÁN Trece cortos de directores colombianos serán proyectados en el Kaohsiung Film Festival, en Taiwán, hasta el 5 de noviembre. Luego se verá una selección de cortos asiáticos en Colombia.
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Esa línea difusa entre el arte y la arquitectura
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Detalles y texturas de fachadas y techos de algunos edificios emblemáticos que se encuentran en Bogotá: 1. Iglesia de San Francisco. 2. Plaza de toros de Santamaría. 3. Edificio condominio Parque Santander. 4. Sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. 5. Casa de Rosario López. Esquina Gorda.
Una mirada a la relación de estas dos expresiones en la ciudad, de la que se conoce muy poco en nuestro país.
FOTOS: CORTESÍA DE ARTBO Y ESTUDIO MANZANA K
LAURA GUZMÁN DÍAZ - EL TIEMPO
@The_uptowngirl
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iempre, a su manera, el artista estadounidense Gordon MattaClark, de origen chileno, encontraba vida en la forma peculiar como destruía los edificios: cortaba y extraía pedazos de ellos, los perforaba y jugaba con sus formas, creando así intervenciones escultóricas. En los años 70, obras como Splitting causaban impacto, pues no era usual ver, literalmente, una casa cortada por la mitad e inclinada hacia un lado. En esa época se empezó a ver la relación fuerte entre arte y arquitectura. Las esculturas dejaron de tener pedestales y comenzaron a explorar el piso y las paredes del espacio. Así como Matta-Clark, otros se dieron a la tarea de tratar de generar una transformación del espacio mismo y una experiencia diferente del cuerpo en este. Para el artista colombiano Pablo Gómez Uribe, tanto el arte como la arquitectura han tenido formas distintas de operar, con varias similitudes. “Desde el arte y, específicamente, en el conceptualismo, hay unas reflexiones del espacio muy im-
portantes. Artistas como MattaClark han sido relevantes en el urbanismo”, dice, y pone otro ejemplo: el grupo italiano Superstudio, que en la misma época usaba la arquitectura como manifiesto social y político. Jaime Cerón, curador y crítico de arte, cuenta que ese cruce arte-arquitectura determinó en gran medida la plática de la instalación como medio artístico. “Los primeros artistas son de, más o menos, 1913 y 1920. En Rusia, Vladimir Tatlin hacía piezas que eran ensamblajes que armaba sobre esquinas de edificios reales: ponía un cable, una puntilla, piezas de madera y latas. Hacía una composición que se anclaba a esa esquina, como si fuera un complemento de la pared”, explica Cerón. En Colombia, las primeras piezas radicales se vieron desde los años 80. “Cuando uno veía la obra, no se sabía cuál era el espacio y cuál era la obra. Un ejemplo es la instalación Subjetivo, de Miguel Ángel Rojas”, recuerda Cerón. Así como el arte se veía dentro de los edificios, desde finales del siglo XX y comienzos del XXI, los artistas han trabajado con más frecuencia en relación
con el espacio en sí mismo, con el fin de alterarlo y redefinirlo. El Premio Luis Caballero (creado hace 20 años) es una prueba: se trata de un proyecto de intervención de sitio específico pensado para motivar el proceso creativo en el que la obra entra en diálogo con la historia del lugar. Ahora se pueden ver varios casos, como el del artista Nicolás Consuegra, que este año llevó el Museo de Arte de la Universidad Nacional al interior de NCarte, con la muestra ‘El espacio del lugar. El lugar del espacio’. El arquitecto Camilo Restrepo, quien lideró ArqBo, eje temático de la sección Foro de la Feria Internacional de Arte de Bogotá, manifiesta que se debe resaltar esa relación entre ambas disciplinas, que el país no conoce: “Desde ese interés borroso entre cultura y arquitectura se termina construyendo un bienestar público que se verá revertido en calidad de vida de las ciudades y de la ruralidad”, explica Restrepo.
Fotografía como canal Esa relación entre arte y arquitectura en la ciudad no solo se puede ver desde la materiali-
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Los tres artistas jóvenes premiados por Artecámara, en ArtBo Las promesas del arte colombiano son las llamadas cada año a conformar la muestra de Artecámara, exhibición que forma parte de la Feria Internacional de Arte de Bogotá, ArtBo. Este año, el jurado premió tres de las 30 obras que formaron parte de la convocatoria del Premio Artecámara. El reconocimiento, que se ha entregado a lo largo de cinco años, les permitirá a cada uno de los ganadores participar en las residencias artísticas nombradas en sus respectivos galardones.
Una de las obras premiadas muestra a su autor, el artista Sergio Ramírez (de 23 años) hablando en cuatro pantallas. Solo al usar audífonos, el público descubre que la voz en los videos no es la suya, sino la de Fernando Botero o la de Shakira, Doris Salcedo o Álvaro Barrios, según lo que esté observando. La obra obtuvo el Premio Artecámara en el espacio Lugar a Dudas (donde Ramírez hará la residencia artística). Ramírez explica así su obra: “Ves mi cara, pero oyes a cada
Sergio Ramírez ganó con una obra sin título que fue su trabajo de grado como artista visual. FOTOS: CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ
uno de estos artistas en discursos en los que reflexionan sobre el arte y el hecho de ser colombiano. Eran discursos que tomé de material de archivo de entrevistas en YouTube. La idea era
repensar esos discursos dominantes y cuestionarlos por medio de estas acciones”. Otra ganadora fue Río seco, una instalación del artista Fredy Clavijo, en la que diferentes ra-
zación: la fotografía también ha sido clave. En el 2000, el trabajo ‘Esquinas gordas’ ganó la Bienal de Arte de Bogotá, en el Museo de Arte Moderno. Mostraba cómo los habitantes de La Candelaria intervenían con cemento las esquinas de las casas, que daban hacía el exterior, para evitar que allí durmieran indigentes. “La fotografía construye un puente entre lo que ocurre en la arquitectura y en la propuesta escultórica. Por ejemplo, el arquitecto Germán Samper también era fotógrafo e involucraba su ojo y esa sensibilidad para entender las formas”, manifiesta Rosario López. Para la artista, no se puede negar que también es un recurso universal y democrático que permite que la gente tenga más acceso a la arquitectura. Por eso, no resulta raro que en redes sociales existan grupos para compartir, específicamente, fotografías de fachadas. En Instagram es tendencia que los usuarios compartan sus mejores instantáneas sobre el encanto de las edificaciones y de los detalles que observan. Y sin ir más lejos, la campaña de promoción de ArtBo de este año.
mas de árbol secas forman un camino que atraviesa un conjunto de vasos vacíos. La pieza obtuvo el Premio Artecámara en el espacio Flora ARS + Natura de Bogotá. Por su parte, la instalación de Valeria Giraldo, titulada Sirena de montaña, se llevó el premio Artecámara en La Usurpadora, en Puerto Colombia, Atlántico. El jurado estuvo conformado por el colectivo La Usurpadora, de María Isabel Rueda y Mario Llanos (curadores de Artecámara), José Ignacio Roca (director de la Fundación Flora ARS + Natura), Víctor Albarracín (curador de Lugar a Dudas) y Silvia Suárez, curadora de la sección Referentes. El premio, otorgado por la Cámara de Comercio de Bogotá, se creó para incentivar talentos que comienzan su carrera.