La Galería Santa Fe resurgió bajo una plaza de mercado

La sala pública de artes plásticas más grande del país, que cerró en 2010 su sede original en el Planetario de Bogotá, abrirá su nuevo espacio este miércoles, en el Centro.

Cuando la Galería Santa Fe perdió en 2010 su tradicional espacio en el segundo piso del Planetario de Bogotá, lugar en el que estuvo desde 1981, se empezó agestar la idea de construir una sede propia en la que se pudiera mostrar la producción artística de los creadores locales.El PalaciodeSan FranciscoyelMonumento alos Héroesfueronalgunosdeloscandidatos para alojar este espacio emblemático.
Un año antes, la Administración Distrital barajó la posibilidad de combinar usos del suelo en los equipamientos culturales, como lasplazas de mercado: así fue como la de La Concordia,declaradapatrimonio arquitectónico de Bogotá, se volvió la ubicación más atractiva.
“En esa época, los estudiantes de arte la reconocían como un espacio al que todos podíamos acceder, llegar ydecir ‘quiero hacer esta exposición’,y,comofuera,elproyecto se llevaba acabo, aunque no se tuvieran todos los recursoseconómicos”,cuentaCatalina Rodríguez, gerente de Artes Plásticas de Idartes.
Ese reconocimiento en el sectorhizoquefueraclavepreservar su existencia. Entonces, mientras se desarrollaba el proyecto de construcción de la nueva sede, se abrió el Instituto Distrital de las Artes

(Idartes), entidad que en 2011 creó una nueva sede temporal en Teusaquillo.
Este cambio puso aprueba la estabilidad de proyectos como el premio Luis Caballero, creado en 1996, como un experimento para que los artistashabitaran la sala semicircular del Planetario, cuya arquitectura era particular.
“Cuando salimos de allá no acabamos el premio, sino que en 2013 ampliamos la idea de intervención de sitio específico aespacios de la ciudad con carga simbólica, histórica y cultural, como el Monumento alos Héroes, entre otros”, explica Rodríguez.
Sin pensarlo, esta fue la formadedescentralizarelfuncionamiento de la galería en Teusaquillo yconvertirla en una nave nodriza desde la que pasaba todo. Luego, tras su auge, se creó una beca para realizar exposiciones, hechas en alianza con facultades de arte, museos de arte moderno de otras ciudades yestablecimientos internacionales.
Justo cuando la galería estabaalzandosusalasnuevamente, afinales de 2013, tuvo que mudarseaotra casa enLa Candelaria, en donde funcionó hasta 2014, lugar que también debió abandonar por el alza en los precios de alquiler.

“Convertimos los recursos en bolsas de trabajo para fomentar la programación de los espacios independientes”,







recuerda Rodríguez. Entonces,se creólabecaRedGalería Santa Fe, que en su primera edición entregó 280 millones de pesos.

Ahora,lanuevasede–decerca de 1.200 metros cuadrados–abriráestemiércoles con una muestra de Juan David Laserna, ganador del IX Luis Caballero, yotra de la Bie-
nal Internacional de Performance, ganadora de la beca Red Galería Santa Fe 2018.


“Se pensó como un espacio que permitiera la concepción de proyectos de gran escala, así que el diseño deja que el lugar se modifique (literalmente)alasnecesidadesdelosproyectos ynoalrevés”, explica Rodríguez.

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Su construcción bajo la Plaza de la Concordia, cuyo costo fue de 6.317’314.563, supuso todounreto,peroelmayordesafío fue demostrar que no era necesario un lugar físico para que la galería existiera.
“Creíamos que estábamos perdiéndolo todo, pero con la beca Red Galería Santa Fe yel Luis Caballero logramos darle una salida aladesesperanza de ese momento”, dice Rodríguez con emoción.
Ahora, con su apertura, espera seguir siendo ese emblemadelaciudadporelquecualquier bogotano puede pasar.
“Tiene la ventaja de que estamos auna cuadra del Chorro de Quevedo yacuatro de la nueva Cinemateca de Bogotá, rodeados por instituciones educativasycercaaotrosespacios para las artes como el Museo de Arte Miguel Urrutia del Banco de la República, Fragmentos, Espacio de Arte yMemoria”,diceJaimeCerón,subdirector de ArtesdeIdartes.


