Laura Yurisbelt Lima Carias
Carné: 5971-13-11332
In Time (El Precio del Mañana) Año 2161 Los seres humanos han sido modificados genéticamente para dejar de envejecer a los 25 años de edad. A partir de ese momento, un reloj individual bajo la epidermis del antebrazo izquierdo inicia una cuenta regresiva de un año. Al llegar a cero, el reloj se apaga y la persona muere de un ataque cardíaco. La única manera de sobrevivir es conseguir más tiempo ya sea a través del trabajo, el robo o la caridad. Según Niccol (Productor) es un futuro en el que el tiempo ha sustituido al dinero como moneda de cambio y el equilibrio del sistema socioeconómico varía entre el deseo de supervivencia de las clases bajas, puesto que los pobres apenas logran tener 24 horas y a veces menos, deberán negociar o pedir préstamos para cubrir sus necesidades y el deseo de inmortalidad de los grupos minoritarios económicos, los ricos que podrán vivir por siempre. Estos viven en diferentes zonas horarias, dependiendo el estatus social, quiere decir los pobres viven en los guetos de Dayton y los ricos viven en la lujosa Nueva Greenwich. En un período de crisis económica global, como en el que nos encontramos, el planteamiento del productor resulta atractivo como crítico desde la cultura a las desigualdades generadas por el capitalismo financiero. Y si damos un poco más de atención se marca mucho la economía comunista, pues hay ausencia de tiempo (dinero). Las analogías entre el sistema capitalista presente y el que plantea Niccol (Productor) en “In Time” son evidentes. Sin embargo, la introducción del tiempo como moneda de cambio radicaliza todos los preceptos y todas las desigualdades. La principal diferencia reside en la desvinculación entre consumo e intercambio: es decir, el consumo de tiempo es constante, líquido, inexorable y sigue
fluyendo independientemente del intercambio de bienes. En este estadio final del capitalismo líquido se genera una estructura socioeconómica que, aunque se asemeja bastante a la actual, recrudece a los individuos, polariza las clases e incrementa las desigualdades. Un individuo pertenece a una u otra clase en función de una serie de factores: la posición que ocupa en el proceso productivo, el lugar dónde vive, su capital temporal e incluso sus patrones culturales y de conducta. El ascenso social es casi imposible: los que están en la base viven al día, hacinados en el gueto y necesitan ingresar tiempo en sus cuentas personales constantemente. El trabajo asalariado les provee de apenas unas horas de vida. El emprendimiento es casi imposible por la necesidad de ingresos inmediatos. El coste de la vida aumenta día tras día para mantener ese equilibrio. Las financieras se aprovechan de esa desesperación ofreciendo créditos de tiempo a un alto interés, inasumibles por la mayoría. Es tan solo una película de ciencia – ficción, cierto pero, el reloj en el antebrazo, eso nunca sucederá Dios sabe cuándo debes morir y porque razón, pero, es muy buena porque marca aspectos que vivimos a diario, como por ejemplo: Si no trabajamos, no comemos y si no comemos morimos, todo tiene un precio y día a día los precios suben, llegará un tiempo en el que no podremos pagar por nuestras necesidades; serios problemas, tal como se muestra en la película si no tienen dinero (tiempo) morirán. Y esa misma situación vivimos todos los días, el poco dinero que ganamos alcanza para unos cuantos días.