Voces de Papel - julio de 2016

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Julio de 2016 | 10.000 ejemplares | DistribuciĂłn gratuita| ISSN 2248-5449

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Voces de Papel Edición 2 de 2016 20 de julio de 2016 ISSN 2248-5449 Dirección y diseño Laura Mesa Múnera

Comité Editorial Abel Anselmo Ríos Carmona Juan Gabriel Medina Gómez 314 738 35 65 vocesdepapel@vocesdepapel.co Calle 21 # 21 - 58 La Ceja, Antioquia

Portada Wilson Rojas

Celebrar la cultura Popular A propósito de nuestras fiestas

Por Abel Anselmo Ríos Carmona

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e acercan las XXXIX Fiestas del Toldo, las Bicicletas y las Flores en nuestro municipio y, por supuesto un debate delicioso, como humo de chocolate caliente, se levanta sobre muchos hogares y rincones cejeños en las conversaciones cotidianas. Y es que la decisión, osada, arriesgada y abierta de que sean unas fiestas de un carácter muy local, en cuanto a la programación artística y festiva, despierta posiciones encontradas, enconadas y acaloradas. Más allá de tomarlas acerca de esta valiente y compleja decisión por parte de la Administración Municipal, liderada por la actual Dirección de Cultura y Turismo, el tema de las fiestas nos aporta mucho sobre la vida cultural de un municipio. En Voces de Papel estamos convencidos de la enorme importancia de estos momentos para celebrar la vida en comunidad, no tomamos posición acerca de cómo deben ser, sin embargo se nos antoja decir que esta experiencia que nos propone la Administración Municipal para 2016 dejará muchos aprendizajes acerca de cómo vivir las fiestas populares. Un primer tema para tratar se aleja del más evidente punto de discordia: las orquestas foráneas de nombre y renombre, eso dejémoslo para el final… Hablando de nombre, es muy válido preguntarnos por qué aquello de “El Toldo”… Más allá del pequeño toldo azul al que Óscar Wilde llama cielo, que es particularmente hermoso en La Ceja, vale la pena recordar que la primera versión de las Fiestas de La Ceja, hacia finales de los años setentas, se limitó –con

Reflexiones a partir de una conversación en el Laboratorio de Periodismo Cultural

la grandeza que aquello implicaba– a una celebración en el que las familias compartían recetas y artesanías en unos toldos ubicados donde actualmente funciona la I.E. María Josefa Marulanda. Este asuntos de los toldos, además, representa una tradición muy antioqueña y colombiana, con especial vida en La Ceja, antes de la llegada de las flores industriales, que colonizaron incluso el nombre de las fiestas posteriormente. En La Ceja, particularmente, el mercado de toldos del fin de semana cambiaba del todo la configuración en vista aérea del parque principal, de lo que dan cuenta las fotos antiguas que todavía pueden consultarse con coleccionistas, o en sitios como Candilejas y La Amistad. Aquel nombre de “el toldo” parece pasar desapercibido, sin embargo no pasa tal en la vida del municipio, pues tanto en las fiestas como cada mes del año, La Ceja se engalana con los Toldos, que ahora, con el liderazgo de la Asociación de Artesanos y Artistas de La Ceja, ASOCIARCE, tienen cita mensual en el parque, respaldada por una política pública aprobada en años anteriores. Es decir: siendo importante la discusión que propició la inclusión de “las bicicletas” en el nombre oficial de nuestras fiestas, es menester recordar que el elemento inicial del nombre de nuestras fiestas mantiene su vigencia, a pesar de haber cambiado su firma de interacción con la vida municipal. Los Toldos merecen hacer parte del patrimonio cultural y así como se logró que los cejeños nos apropiemos de las bicicletas como señal de identidad, vale la pena fomentar nuestro


Voz del Editor

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Plaza de Mercado La Ceja (1974) Carvajal [Tomado de http://www.laceja-antioquia.gov.co/]

aprecio por esta forma de comercio y comunión representada en los toldos. Hay otra cuestión relacionada con las fiestas que debería ser siempre el más importante: La Vida. Lamentablemente en nuestro país, se relaciona con otro término que a veces da lugar a la tergiversación de políticas, pero que sigue siendo esencial: la seguridad. La Ceja, a pesar de malas experiencias en años inmediatamente anteriores, logró erradicar aquella infamia de “fiesta sin muerto no es fiesta” con una seguidilla de años sin asesinatos o heridos de gravedad relacionados directamente con las fiestas. Aunque en los años anteriores estos sucesos terribles regresaron, cambió en algo esa predisposición cultural y ahora la idea de unas fiestas sin violencia ni muerte es la esperada y la que se antoja lógica y necesaria. Ahora, esa decisión de nutrir en su mayoría la programación oficial con artistas locales en una diversa cantidad de espacios para el desarrollo de las fiestas, ha generado visiones pesimistas que defienden como imprescindible la presencia de orquestas de mayor renombre y procedencias, con argumentos como la avidez de los visitantes por orquestas de este tipo. Más allá de variables económicas, las fiestas se convierten en un

escenario ideal para reconocer la diversidad y calidad del trabajo artístico cejeño, sin embargo no deja de ser importante que esta calidad y diversidad puedan mantener diálogos con las propuestas de otros sitios del departamento y del país. Otra apuesta importante se basa en la descentralización de las fiestas, trasladando varias actividades a espacios de reunión urbana diferentes al parque principal. Con esto se promueve una oferta dinámica de actividades para las diversas edades y generaciones que disfrutarán de las festividades. Amanecerá y veremos qué tan enfiestados amanecemos. Por ahora, vale la pena estar atentos a los muchos aspectos positivos que generará la apuesta de la Administración Municipal con estas festividades hechas por cejeños en su gran mayoría. Ante el riesgo de una decisión como estas, se hace necesario aprender a discernir entre lo valioso, lo esencial y lo innecesario. Muchos mitos se promulgan ahora, pero solo hasta vivir este nuevo modelo de fiestas podremos blandir los mejores argumentos, mientras algunos remojan el pandequeso en el chocolate, y otros prefieren masticar, dar un sorbo, y continuar con sus argumentos a favor o en contra de esta propuesta sui generis de la Administración Municipal.


Voz del Editor

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Una apuesta de periodismo cultural para La Ceja y la Región. A veces los caminos se descubren caminando, a veces caminando se toman los caminos…

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s momento de celebrar la terquedad, y la mejor manera de celebrarla es con otra testaruda edición de esta aventura de 5 años y 13 ediciones (entre locales, regionales y especiales). Continuamos con ustedes, lectores, anunciantes, fotógrafos, escritores y familia, registrando nuestros tiempos y compartiendo nuestra convicción de que, con nuestro aporte, hacemos parte del desarrollo . Creemos con orgullo que empujamos la carreta del bienestar, al lado del campesino, del maestro, del artista, del líder, del que genera empleos y del que hace el trabajo, de todos los que cumplen su rol y vocación en la comunidad que construimos. Este año 2016, desde nuestra primera edición, hemos tomado una decisión que no cambia nuestro proceder, sino que obedece a la lectura de lo que hemos hecho como medio de comunicación alternativa: Voces de Papel se reconoce como un Medio de Comunicación abiertamente Cultural, de manera que, sin necesidad de virajes o transformaciones, hemos comprendido que en el ejercicio del periodismo cultural, entregamos a los lectores, al municipio y a la región una mirada abierta de los fenómenos culturales, desde el enfoque más amplio posible de ese campo diverso, complejo y esencial representado en la cultura. Podríamos regar el cántaro y dedicar una edición completa a la discusión sobre qué es eso del periodismo cultural, pero optaremos por buscar que nuestras ediciones nos definan por sí mismas. Es lo que hemos hecho estos 5 años, dando la vida para que se respeten el derecho a decir y el derecho a lo sublime. Seguiremos

compartiendo la vida artística de la región y del municipio, continuaremos con nuestras propuestas de debate político; celebraremos constantemente los logros científicos, económicos, sociales, deportivos, estéticos, académicos y humanos de los cejeños; promoveremos nuestra convicción de una lectura soberana; expondremos en papel y vía web las miradas y puntos de vista de escritores, fotógrafos y creadores gráficos; difundiremos la creación escrita de todos los géneros, formatos y épocas; procuraremos nuevas ediciones especiales dedicadas a temáticas locales y regionales; prolongaremos la terquedad de un periodismo que se cree esencial para el desarrollo y la vida buena. Pudo haberles parecido que nuestro tono crítico tiene más el matiz de quien subraya lo positivo y en pocas ocasiones denuncia o señala lo negativo o lo menos afortunado. Por ahora creemos en la necesidad de hacer visibles las mejores facetas de la vida cejeña, pues esta es también una forma de hacer periodismo crítico, dando color y luz a lo que a veces permanece invisible ante los ojos. Nos reconocemos entonces como periodismo cultural: una voz para los fenómenos de la cultura de los cejeños, quienes hemos comprendido que la cultura va más allá de las artes, que incluye costumbres, tradiciones, linajes, historia e historias, fiestas, creencias, ciencia, técnicas, economías, y ante todo, personas. Le damos voz a todo esto que hacemos juntos para vivir juntos, en un tono que pretendemos abierto, incluyente y vivo. Salud por estos 5 años, brindamos con ustedes, la razón y el camino de esta jornada, a través de esta edición número 14.


Mis ciclas

J. G. Medina G.

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ablando de deportes, por allá en la infancia, en la casa poco sabíamos de otra cosa que no fuera ciclismo. Si era temporada, doña Gabriela sagradamente combinaba la molida del maíz, la despachada de los muchachos para la escuela o unas costuras pendientes, con el relato de la Vuelta a Colombia o el Clásico. Todo porque Julio Arrastía Bricca o Héctor Urrego podían dedicar parte de su tiempo al aire a mencionar en la radio a Antonio El Tomate Agudelo, su sobrino donmatieño. ¡Cuál Nacional o Medellín o América! Nuestros referentes eran los equipos Varta, Freskola o hasta Teka, de España. Teníamos en la médula la historia del Tomate cuando una vez le cedió la cicla a un pinchado Lucho Herrera o el momento del glorioso llanto de mi mamá el día en que nuestro primo se coronó una etapa en la Vuelta a España. Por eso, más cicla que balón en la casa. Tuve dos bicicletas del alma. Eternacleta fue la primera. Hechiza del todo, cuadro de cross azul rey con manubrio negro de monareta, contra pedal. Que llegara a mis manos fue un generosísimo acto de Jorge Omar (¡cuánta gratitud!). En Eterna iba al colegio, daba la vuelta a Llanogrande con los amigos, llegaba con ellos a la finca de Rafa a jugar con Bubba, el cojín de la brusquedad, y a tragarnos enterito el sábado, reflejo perfecto de nuestra deliciosa falta de oficio. A otro hermano le raparon a Eterna. Esa vez, mi cicla no tuvo el tino de plantarse como lo hizo cuando la olvidé en Salesianos, en el kiosko de abajo, y allí estaba el lunes, fiel, madrugadora, esperándome. La otra fue Berenice (VeryNice, a veces, ¡yo era profesor en un colegio bilingüe!). Soy impreciso cuando digo que era mía. Berenice fue otra concesión familiar que, tal como suena, desapareció, fue abducida de un bicecletero público en solo 30 segundos de descuido. Está en el alma precisamente debido a la época en la que dispuse de ella. La asocio con Laura, con Laura, con Ana y todo lo maravilloso de Funorie, ese gran proyecto, esa ave imperial cuyas alas se desplumaron demasiado rápido. En cicla la vida va distinto. Ahora debo admitir que no soy nada bueno comprándolas pero sí estableciendo un vínculo con ellas. De ruana negra, usé también, para ir a trabajar al nocturno, una paletera destartalada que llegó no sé como a la casa: ¡me faltaba el pito! Recuerdo que mi papá tuvo una cachona roja en la que iba a trabajar al aserrío de Maderos. ¡Cuantos esfuerzos míos para meterme a través del marco y contorsionarme en pro de avanzar un poco! En fin, humildes o sofisticadas (he visto unas que tienen llantas anchas como de moto, otras motorizadas), sea una paletera o la exclusiva Butterfly Trek Madone que se subastó por medio millón de dólares*, nuestras ciclas terminan siendo una de las prendas más valiosas, con las que más empatizamos, de las que más revuelven la memoria. Ahora escribo nuestras y recuerdo, lleno de vergüenza, que todavía le debo VeryNice a mi hermano Pablo. *http://www.bornrich.com/world-s-most-expensive-bicycles-for-eco-luxurious-ride.html


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La Virgen de La Ceja

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o es necesario ser católico, cristiano, religioso o creyente para reconocer, con fe tranquila o con objetividad escéptica, la hermosa herencia que la devoción por la Virgen del Carmen ha dejado a La Ceja desde sus mismos orígenes. En medio de las discusiones sobre los alcances de la libertad de cultos, que seguimos reclamando en justicia desde la Constitución Política del 91, no se nos debe olvidar –Dios nos guarde- que la vida religiosa de una comunidad, sea cual fuere, constituye uno de las mayores fuentes de riqueza cultural. Un simple vistazo al patrimonio cultural mundial, ahora desde la diversidad de creencias, demuestra cómo las religiones son también grandes canteras de creación estética y manifestaciones culturales invaluables. Voces de Papel es, a Dios gracias, un periódico laico, ahora embelesado en deshojar con asombro las capas de la vida cultural de La Ceja del Tambo; sin embargo, el azar, la fortuna –imperatrix mundi- o la divina providencia, hacen coincidir nuestro aniversario con las festividades de la Virgen del Carmen. De hecho uno de nuestros primeros reportajes fue dedicado a los orígenes e importancia de la advocación del Monte Carmelo en nuestra villa.


Con tranquilidad escéptica dedicamos unos párrafos a la Virgen del Carmen, con esta mirada de los cinco años después, atraídos por las anécdotas que alrededor de esta devoción se alimentan. Usted, querido lector, probablemente atrapado en el tradicional trancón de bocinas de los conductores de la región, deberá proporcionar a su paciencia la comprensión de que es la virgen de los conductores y prácticamente de toda la cadena de valor alrededor del transporte; tanto como para que las empresas de transportes hayan decidido en ocasiones ser los alféreces o patrocinadores de las Fiestas Patronales. Usted, querida lectora que nos hojea mientras espera la Retreta del Parque, coincidencialmente de la Banda Parroquial Nuestra Señora del Carmen, recordará cómo la Banda de Payuco, ésta parroquial, algunas bandas marciales, el órgano y los coros de la parroquia central han estado siempre dedicados a esta devoción, tanto como para que se hayan animado a ser también alféreces en otros momentos. Como anécdota de un devoto célebre, déjenos compartirle la imagen de Luciano Bravo, tesoro de la música Nacional, (el mismo del dueto Luciano y Conchalón, el mismo que propagó desde su Banda de El Retiro la fuerza de las bandas de vientos tradicionales en el Oriente), lanzando los más cariñosos improperios a su virgencita, a la que amaba tanto que no le importaba manifestarle a voz viva, con unos tragos encima y en medio de las procesiones que era h$%&$mente hermosa, m&$#¿* tan linda. Un amor tan sincero, abierto y ebrio que le valió algunas horas en un calabozo mientras otros músicos trataban de explicar que era su manifestación de amor a la virgen, y no de irrespeto… En muchos de ustedes, queridos lectores, habrá empezado a crecer en este momento un sentimiento de orgullo, como una rama nueva

en un árbol centenario. Usted que hace parte de una de las tantas familias que han sido alféreces de las fiestas, usted que trabaja en alguna de las tantas empresas que han elegido algún año para portar la bandera que les encarga la festividad, o usted que ha comprado el cirio, la novena, el escapulario, la imagen, para sentirse protegido y con la idea de entregar su granito de arena para que a mediados de julio, y durante 10 días, La Ceja reitere sus encomiendas a la Virgen, en la iglesia sentirá la satisfacción de haber contribuido a alguna reforma o haber aportado para el cambio del vestido de La Reina o la renovación de instrumentos litúrgicos… Usted, entonces, hace parte de una tradición que en La Ceja inició en 1797 cuando José Pablo de Villa celebró por primera vez en nuestro suelo las Fiestas a La Virgen del Carmen y lo hizo con alférez. Una palabra de ajedrez impreciso, venida de términos militares y que se remonta al mundo árabe: el que está al lado del Rey –o La Reina en este caso-, el jinete que porta las banderas, la mano derecha del superior a cargo. Otros de ustedes sentirán alguna nostalgia o sospecharán una sonrisa recordándose en uniforme desfilando mientras algún familiar, vecino o compañero convenientemente enfermo los saluda desde la acera o el balcón. Recordarán el sabor de alguna comida de calle y el justo dolor de cuello que deja atisbar los fuegos pirotécnicos, al ritmo de las bandas de pueblo que amenizan la noche de vísperas. Esta tradición de la Virgen del Carmen (palabra insospechadamente apropiada para La Ceja en cuanto que significa huerto o jardín) nos hace parte de una realidad cultural que también a usted, querido lector no creyente, a los católicos, a los cristianos en general, a miembros de otra religión y a nosotros no creyentes, nos ampara y nos favorece.

Alféreces

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El Capiro no es un volcán…

Miradas

Por Abel Anselmo Ríos Carmona - Fotografías Sergio López Díaz

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sí es queridos lectores, para sorpresa de muchos, decepción de otros o la evidente aprobación de los científicos, el Cerro Capiro, nuestro paisaje tutelar, no es un volcán. No es necesario ni pertinente pataliar, no es válido insistir en que tiene la forma de un volcán ideal y cercano, no es tampoco cierto que ese detalle le arrebate interés o belleza a nuestros valles, a este rincón privilegiado de la vía láctea. Lamentablemente El Capiro es un tipo de Inselberg, una palabreja alemana que significa isla de tierra, que fue quedando luego de que un cuerpo metamórfico, entrometido en la masa rocosa llamada Batolito Antioqueño, viera descender al nivel de los ríos y quebradas, con lo que iba debilitándose, deteriorándose, meteorizándose. Lo que sí es cierto es que desde el cráter, perdón, de la cima de El Capiro, se puede divisar todo el altiplano del Oriente y las cejas o cadenas de montañas que lo rodean, incluso puede verse la piedra de El Peñol. Lo que tampoco es cierto es que ese peñón imponente de Guatapé y El Peñol sea un meteorito. De haber sido un meteorito, con semejante tamaño, se habrían extinguido los dinosaurios hace unos 100 millones de años... Ese Peñón, y otros peñones de Guatapé, El Peñol, San Vicente, e incluso San Carlos y La Unión, son otros tipos de inselbergs, solo que estos hacen parte del mismo cuerpo intrusivo, ígneo, al que mencionamos hace unas líneas como Batolito Antioqueño, que está regado literalmente desde La Ceja, Rionegro, Guarne, Parte de El Carmen, Marinilla, El Santuario, El Peñol, Guatapé, Granada, y encaramado en el Valle de La Unión, y descendiendo hacia el Magdalena en San Carlos y

San Rafael… Pero ese es otro paseo; un pequeño e ineficiente cambio de tema para evitar volver a la decepción de que El Capiro no sea un volcán. Ahora, el hecho de que no sea un volcán, no le ha impedido hacer erupciones fotográficas la gran mayoría de las mañanas y las tardes cejeñas, desde Payuco, desde El Tambo, desde El Alto de Nano, desde San Nicolás y Pontezuela, desde las laderas orientales de El Carmen, desde Rionegro, Marinilla… El Capiro parece adueñarse de los paisajes, dirigiéndolos a su antojo, asfixiándolos con el azul gaseoso de estos cielos, expulsando de sus entrañas toneladas de ocres, naranjas, rojos y hasta verdes, oscureciendo con nubes blancas y plateadas su diestra y siniestra. Desde El Capiro se fabrica de manera incansable un magnetismo terrible hacia este paraíso del altiplano del Oriente Antioqueño, con su dosis de serpientes, pero sin su dosis de volcán. A cuántos no los ha alcanzado un fragmento mortal de vidrio volcánico que se incrusta en la cámara fotográfica y parece tallar en obsidiana postales protagonizadas por la erupción de un cerro que, debe insistirse, no es un volcán. Sea momento para compartir las erupciones de mañanas y tardes que el fotógrafo Sergio López ha atestiguado de El Capiro en rincones celestes de El Tambo y Payuco. Una manera de saludar a El Capiro y a Sergio, que también es una montaña. Una coquetería de nostalgia para este periódico, cuya primera imagen incluía una línea dibujada por El Capiro. Así es, queridos lectores. Esa línea es El Capiro, no es un elefante engullido por una Boa, no insista, ese es otro paseo, otro paisaje.


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Recordando

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Nuestra primera edición entregada el 16 de julio de 2011. La portada es del fotógrafo Esteban Valencia Patiño, retrato de Alejandro Rochat, cuya historia fue narrada en la tercera edición en la crónica de Eisen Hawer López Ch.

Nuestra segunda entrega hizo homenaje al payaso de la infancia de una generación entera de cejeños: Chelín.

Fotografía ganadora del Concurso El Alma de La Ceja, tomada por Alejandra Villegas.

Fotografía de Juan Camilo Areiza

Sebastián Osorio Campuzano es el fotográfo de la portada para esta tercera edición: Festival de Danza por Pareja, septiembre de 2011.

En 2015 entregamos nuestra edición espec “El Debate” donde divulgamos propuesta políticas de los aspirantes en las eleccione locales. Fotografía de AC Del Valle.

Nuestra décima entrega fue una edición especial de literatura cejeña, una propuesta ganadora de la Convocatoria de Estímulos del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia

Voces de Papel en 2016. Fotos de Wilson Rojas


Marga López Díaz, poeta cejeña, es homenajeada en esta portada de la edición número 4.

Esta edición nos hizo ganadores del Premio Nacional Celebra la Música al uso creativo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. otorgado por el Ministerio de Cultura. Fotografía de Esteban Valencia.

Fotografía de Ernesto L. Uribe. El aviario de La Ceja

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En 2015 publicamos 2 ediciones -una de ellas cara y cruz- de Voces de Papel regionales, gracias al proyecto concertado con el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia. Creamos lazos, hicimos amigos y formamos redes en municipios del Oriente Antioqueño. Fotografías de AC del Valle y Jacobo Hincapié.


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Escuela Sonora en Barcelona

Sonoras

Por: Mauricio Castro Salazar

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uestra experiencia en Barcelona estuvo cargada de emociones y mucha satisfacción, ya que, en primer lugar, pudimos exponer el proyecto que realizamos en nuestra Institución Educativa donde los estudiantes buscaron diferentes formas de acercarse al sonido y experimentar con él. Es muy gratificante poder escuchar de palabras de los jurados que calificaron esta investigación cómo les encantaría que sus hijos tuvieran experiencias de este tipo. Por fortuna, todo salió como se esperaba y el trabajo y esfuerzo que tuvimos en los meses anteriores al viaje se vieron reflejados al ser el mejor trabajo final de máster presentado en esta ocasión; Es más, se busca la posibilidad de implementarlo en algunas escuelas de Barcelona. Otra de las experiencias importantes, posible gracias a la dedicación de Jhonatan Andrés López (Chana), fue haber dado a conocer nuestro folclor colombiano realizando una muestra de 9 de los ritmos más representativos del país en varios sitios en la ciudad catalana, como la Sala Fénix en el Barrio El Raval y la plaza del centro cívico Can Basté. Fue mucha la alegría de poder sonar nuestra música en el viejo continente y recibir solamente cometarios de admiración. Fueron momentos bonitos y significativos los que vivimos en este tiempo ya que hicimos diferentes recorridos en los que pudimos conocer varios de los lugares más destacados de la ciudad como museos, el Camp Nou, la torre Agbar, la Sagrada Familia y, por supuesto, la playa del Mediterráneo, donde pasamos delicioso, particularmente la noche del 21 de junio cuando los barceloneces celebran la fiesta de Sant Joan por medio de un ritual muy especial que incluye el fuego como elemento central. En general, fue muy grata la experiencia de conocer la historia de Cataluña, sus paisajes, su arquitectura, sus comidas, su cultura y su gente. Las personas con las que compartimos fueron muy amables y gentiles, en especial Bárbara Held, quien fue la tutora de nuestro proyecto y que nos acogió en su hogar, nos brindó demasiado cariño e hizo lo mejor para que nos sintiéramos como si estuviéramos en casa. De este viaje lo que quedan son buenos recuerdos porque fue algo genial y mágico para todos nosotros. Lo único duro fue estar tanto tiempo lejos de casa pues, en mi caso, lo que más extrañaba era la comida de mi abuela y los abrazos de mi mamá. Solo queda darles gracias al profe Uriel, a Chana y a todas las personas que de una u otra forma se vincularon con este proyecto, una oportunidad de cumplir el sueño tan anhelado de conocer Europa a tan corta edad.


Regionales

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XXI Festival Internacional de Teatro

El Gesto Noble

Un escenario posible para imaginar la vida La República Análoga, Malayerba, Ecuador. XX Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble, 2015. Foto J. David Bedoya

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o nos cansamos de vitorear la hazaña que representa El Gesto Noble, el festival de teatro más amable y en el que, en palabras de Octavio Gómez, todo un pueblo y parte de la región se ponen en escena. En su versión número 21, El Gesto Noble hace una serie de apuestas que confirman el compromiso del festival para hacer posible que a la vida la siga visitando el teatro. A su impresionante programación de teatro de sala, teatro de calle, talleres, exposiciones de artes visuales, charlas y encuentros con los maestros del teatro colombiano, publicaciones y presencia de críticos teatrales y otros ácidos y enzimas, se le suman este año varios elementos nuevos que queremos resaltar. Este año el Festival conducirá al teatro por caminos de herradura, hasta el cañón del Río Melcocho, un paraíso bastante distante de la cabecera municipal –razón de días y trayectos en mula– donde confluyen varias veredas del municipio. Una tarea verdaderamente titánica, digna de Prometeos, Quijotes y Melquíades, a la que naturalmente Teatro Tespys, el Instituto de Cultura de El Carmen y la Administración Municipal, se le miden como si fuera la cosa más natural. A ese paraíso rural el festival llevará a los locos Pantolocos –los mismos de nuestra portada de la primera edición del año 2015–, al titiritero italiano Gaspare Nasuto con su Pulcinella napolitano y universal, al maestro ecuatoriano Patricio Estrella, director del grupo ecuatoriano La Espada de

Madera y, por supuesto, a Teatro Tespys con su hermoso montaje El Jardín de las Vïboras, con historias de El Carmen, algunas precisamente aprendidas de la zona rural. Con esta hazaña el festival complementa desde el amor por el ser humano su compromiso con la paz y la reflexión sobre el conflicto, a través de los montajes nacionales e internacionales invitados. Precisamente con su gesto noble rendirá homenaje a la maestra Patricia Ariza, del Teatro La Candelaria, sobreviviente muy viva de la Unión Patriótica, activista verdaderamente activa y amorosa, quien además representa lo necesarios que son que el arte, la mujer y el sueño de las revoluciones por la justicia y la alegría, en el tejido de la paz. Así que no se gaste mal la platica, en El Carmen de Viboral estamos de fiesta teatral, una fiesta que pone al ser humano frente a sí mismo. El coctel incluye: Grupo Malayerba, grupo Uña de gato y La Espada de Madera (Quito, Ecuador), Teatro Rodante (Colima, México), Azar Teatro (Valladolid, España), Teatro Línea de Sombra (México D. F., México), Vagamundo (Santa María, Brasil), Juan Andrade Polo (Cuenca, Ecuador), Gaspare Nasuto (Nápoles, Italia), Mauricio Lima (Montevideo, Uruguay) y Deivi Tuppits (Tartu, Estonia), Pequeños Farzantes, y Teatro Tespys (El Carmen de Viboral), Teatro Bitácoras (La Ceja del Tambo), El Trueque, la Oficina Central de los Sueños y Agité (Medellín), Ensamblaje, La Maldita Vanidad, T de Teatro, DC– Arte y Tecal (Bogotá) y Teatro Inverso (Manizales).


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Teatro

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ace ya 5 años, precisamente el 27 de marzo de 2011, día internacional del teatro, los Campos Elíseos del siglo XIX visitaron La Ceja, a través del Performance Desayuno sobre la Hierba, el primer riesgo creativo de Teatro Bitácoras. En estos 5 años el riesgo ha sido la constante, intentando mantener siempre una línea de creación amplia, Teatro Bitácoras no es un grupo de teatro, entre nuestras consignas está huir despavoridamente del teatro. Nos denominamos un grupo de creación poética, principalmente escénica, pero que indaga en todos los campos del arte: música, artes visuales y audiovisuales, danza, literatura: poesía. Desde ese primer montaje hemos contado con la fortuna de que varios fotógrafos nos han compartido su trabajo realizado alrededor de nuestros montajes. En la presente edición de este periódico amigo y familiar, compartimos una selección de fotografías de varios de nuestros montajes. Esta vez damos las gracias a los fotógrafos que crean desde su lente y sus ojos a partir de nuestras creaciones: Gracias Wilson Alarcón, Juan Guillermo Villa, Wilson Rojas, Jesús David Bedoya, AC del Valle, Esteban Valencia, Katherine Villada, Laura Mesa, Daniel González, Alejandro Duque, Felipe Alarcón, Crisman Carmona, Juan Pablo Tobón y fotógrafos de todos los colectivos e instituciones que han compartido esos instantes fugaces del trabajo efímero del teatro. Estos 5 años de poesía quedan registrados desde su poética de luz.

Palabras y Tambores (2011) Foto Wilson Alarcón

Teatro Bitácoras

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Las Zapatillas Rojas (2015) Foto Wilson Alarcón Comparsa Momo, Casiopea y los Hombres Grises (2016)


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Desayuno sobre la hierba (2011) Foto Wilson Alarcón

Batman: Un Motivo para Reír (2013) Foto Juan Guillermo Villa

La República de Débora Arango (2014) Foto Katherine Villada Medea Madre (2014) Foto Crisman Carmona.

Momo, Casiopea y los Hombres Grises (2015) Foto Laura Mesa San Jorge y el Dragón (2012) Foto Esteban Valencia


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De fiesta con la música local Por José Fernando Orozco Bedoya. Coordinador de la REMIC

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l próximo mes de agosto llega la celebración de las XXXIX Fiestas del Toldo, las Bicicletas y las Flores de La Ceja. Para este año, debido a múltiples factores, las fiestas tendrán un carácter cultural y deportivo, escenario en el que se beneficiarán especialmente los músicos locales, ya que serán ellos los protagonistas de los conciertos programados para la familia cejeña. Este nuevo enfoque de las festividades tradicionales ha empezado a generar comentarios, nuevamente algo polarizados, de quienes están de acuerdo y ven de forma positiva la iniciativa de la Administración Municipal y, de otro lado, de quienes opinan que se baja de categoría el espectáculo que se venía consolidando desde hace algunos años. En este sentido, el hecho de que las fiestas las musicalicen los artistas locales lleva a proponer algunas reflexiones acerca de la escena musical local. La Red de músicos Independientes de La Ceja en la actualidad cuenta con un inventario de alrededor de 60 proyectos musicales de diversos géneros y formatos, dato sorprendente y que da cuenta de la prolijidad musical de los cejeños. Es decir, músicos y bandas musicales ¡sí hay! Sin embargo, se pone en tela de juicio la calidad de las propuestas.

A modo de opinión, creo que es un poco prejuiciosa y apresurada la evaluación que hacen algunas personas (a través de redes sociales y otros medios) acerca de la calidad de los proyectos musicales del municipio. Es algo frustrante, para los músicos y, en general, para quienes trabajamos alrededor de las artes y la cultura, que muchas de las agrupaciones locales tengan más espacios para tocar y reconocimiento en otros municipios que en La Ceja. La escena musical local está creciendo y cada día se ve y suena más sólida. Sin embargo, para que la música se transforme en patrimonio del municipio y en una marca de ciudad, es necesario que sus habitantes escuchemos y apoyemos el quehacer musical local. Este año celebramos que la Administración Municipal haga esa apuesta, ya que este gesto motiva y fortalece el trabajo de los artistas y agrupaciones musicales y se avanza en el objetivo de que La Ceja se convierta en un eje musical para la región y el país; una escena caracterizada por su calidad y organización. Queda la invitación a que descubramos nuestro patrimonio musical, que escuchemos y apoyemos los artistas locales que trabajan duro por generarse un espacio en el municipio.


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mptremic.com 2016 avanza y trae consigo buenas noticias para la escena musical local, fruto del trabajo duro, la persistencia y las ganas que le están poniendo los músicos a sus proyectos. ¡Comparte tu noticias musicales! Escríbenos a remiclaceja@gmail.com

La agrupación Mar es, agremiada de la Red de Músicos Independientes, lanza su primer EP titulado Fluir un disco cargado de bonitas canciones para reflexionar y pensar-nos un poco nuestro país. También nos presentan su videoclip La memoria, grabado en la Comuna 13 de Medellín que nos invita a no olvidar… “que crezca alto y fuerte” este proyecto. ¡Felicidades Mariana y Mario!

La Reforma lanzo su videoclip Salud y Respeto, con la producción de Secuencia Uno. En un concierto íntimo, nos compartieron su trabajo y nos invitaron a generar encuentros y a construir sociedad desde el respeto y la solidaridad. El video lo pueden encontrar en su canal de YouTube: La Reforma Salud y Respeto.

La REMIC se prepara para participar de las ruedas de negocios del Bogotá Music Market - Bomm, entre el 3 al 16 de septiembre de 2016, organizadas por la Cámara de Comercio de Bogotá. Este es un evento de apoyo a las industrias creativas y culturales. Espacio diseñado para que músicos, compositores, productores, agencias, empresarios, marcas, disqueras y editoras, descubran nuevas oportunidades de negocio y aprendan sobre las últimas tendencias de la industria de la música.


De viva voz

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ace un tiempo, Voces de Papel recibió, de parte de Luis Fernando Peña, hijo de su fundador Óscar Peña Alzate, la colección de los 150 primeras ediciones de Opinión Cejeña. Este periódico circuló a finales del siglo pasado y forma parte del patrimonio documental de La Ceja. Opinión, en su diario narrar de la cotidianidad cejeña, aun hoy deja ver como se iría forjando el carácter de nuestro municipio. Conversamos con Mario Arango*, uno de sus directores. Voces de Papel: ¿Cómo fue el nacimiento de Opinión Cejeña? Mario Arango: En alguna época donde estaba muy activo el doctor Óscar Peña, hicimos parte de esta tarea que era un poco quijotesca. Fueron más de 150 ediciones. Hubo continuidad hasta que, por sustracción de materia, ya no había con quien discutir en la mesa las políticas editoriales, y dejó de circular. Yo no soy cejeño de nacimiento pero estoy vinculado a La Ceja desde agosto de 1972. Conocí al doctor Óscar Peña Alzate cuando yo era concejal (1988 y 1990) y ahí se gestó la amistad con él, un hombre muy dinámico, muy activo, un excelente escritor, muy trabajador, incansable; no daba su brazo a torcer en cuanto a que había que hacer las cosas; de una ética manifiesta en todos los sentidos; no le conocí que tuviera discusión en sus maneras de proceder o de actuar, nunca. V. de P.: ¿Quiénes realizaban el trabajo periodístico y editorial del medio? M. A.: Por un tiempo el doctor Peña dirigió el periódico, luego Luis Yesid Neira y finalmente, yo. Con Jaime Vallejo Tobón asumimos la responsabilidad civil del periódico. Mi ex suegro, ya fallecido, el doctor Demetrio Chica Garcés, fue también escritor de Opinión Cejeña. Demetrio, además de médico, fue concejal de La Ceja, tuvo un programa en Radio Capiro muy interesante, fue uno de los mejores y más reconocidos coleccionistas de música antigua. Tenía en Opinión Cejeña una columna sobre la música colombiana andina. También hizo parte del equipo de trabajo el doctor Evelio Ramírez Martínez, conocedor del idioma francés y traductor de Baudelaire. Martha Lucía Ángel y María Isabel García también lideraron el medio, y otros colaboradores y escritores de renombre también tuvieron sus páginas. Así que, sacándome a mí aparte, el grupo de trabajo era excelente, de una alcurnia y un bagaje literario impresionantes.

V. de P.: ¿Cómo trabajaban y sobre qué hablaba Opinión Cejeña? M. A.: Nuestra oficina y sede la teníamos en comodato, ahí donde está la entrada para las mercancías de lo que antes era Comfama. Cuando nos lográbamos reunir un sábado era muy interesante, se fijaban los textos: escribamos este mes sobre tal tema… opinábamos sobre cuál debía ser la línea editorial del periódico... Con Opinión Cejeña iniciamos un movimiento de veeduría en cuanto a lo ambiental, la movilidad, sobre todo; vislumbramos desde esa época la delincuencia y otros problemas sociales. ¿Por qué éramos tan inquietos con eso? Reflejo de la radicación de las empresas de flores aquí en el municipio. Cuando absorbimos toda la mano de obra cejeña y la industria requería mucha más mano de obra, invitamos a la gente de La Unión, de Abejorral y de municipios circunvecinos a que vinieran a trabajar. Entonces generamos un problema muy complicado. Aunque había mucha mano de obra, eso aparejado, requería soluciones de vivienda, de agua, de salud, de servicios sociales. Por esa época, año 1972 o 74, la zona de tolerancia era una calle, se llamaba Palenque, pero era una calle, de aquella esquina a la otra y pare de contar. Después por los años 75 ya era una manzana. Después eso se desdibujó… La salud, la educación, el medio ambiente y otras problemáticas sociales estaban dentro de los puntos de enfoque que motivaban a hacer campañas... V. de P.: ¿Por qué lo llamaron Opinión Cejeña? M. A.: Por razones de la diversidad política de los que estábamos ahí, tratábamos de no meternos mucho con el asunto político puntual, sino más bien de orden general, para que el periódico no se identificara con una corriente política, sino que más bien conservara el carácter cívico. Ni político y ni como una expresión de un movimiento en particular. Se llamaba Opinión Cejeña justamente porque a él tenía acceso la gente con sus opiniones. En lo posible tratamos de que el periódico correspondiera a su nombre. Como éramos hombres públicos y con un compromiso con la sociedad, queríamos tener una manifestación y la manera más idónea para difundir ideas, de promover campañas y de combinar voluntades, era con un periódico. * Doctor en historia -tesis Cum Laude-, ingeniero agrónomo que inició su carrera en Bochica, docente de la Universidad Nacional, con maestría en plantas medicinales y ornamentales.


Astronomía

en la Casa del Árbol

E

l colectivo IDEO, en su deseo de divulgar la ciencia, inició el semillero de astronomía “Nuestro lugar en el universo” con el objetivo de cultivar en los jóvenes la capacidad de descubrir, aprender y cuestionarse acerca de lo que nos rodea. Este programa busca abordar aspectos generales de la astronomía con el desarrollo de herramientas como el nocturlabio -que nos permite saber en qué momento podemos tener una estrella en particular frente a nosotros y parados en nuestro municipio-, el astrolabio, la brújula, la carta astral, y con observaciones nocturnas de la bóveda celeste por medio del telescopio, así como tratar de comprender las posibilidades de la vida fuera de la tierra en el magno universo que habitamos, comprender qué es una estrella y qué tantas diferencias hay entre ellas, la importancia de la luna, el sol, los planetas, la formación del universo y las galaxias, entre otros. La exploración del universo ha despertado en los jóvenes participantes el interés por conocer la relación de las cosas, por explorar el conocimiento que tenemos hasta ahora sobre la astronomía y por qué no, hacerse preguntas sobre el planeta que habitamos y el universo y buscar, a través de su capacidad investigativa, cómo responderlas. Ya finaliza el primer ciclo del semillero, pronto estaremos abriendo el segundo, además de otros programas de formación relacionados con ciencia, tecnología e innovación, como ejes fundamentales para el desarrollo de conocimiento básico y aplicado, la base para el desarrollo de nuestro municipio y país.

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Buenas nuevas

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Nuestra Sala Concertada Teatro Municipal Juan de Dios Aranzazu Foto tomada de laceja-antioquia.gov.co

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ste 2016, nuevamente el Teatro Municipal Juan de Dios Aranzazu se une a la selecta lista de salas del país que cuentan con el respaldo económico del Ministerio de Cultura para su gestión y programación artística.

La Dirección de Cultura y Turismo, gestora de este presupuesto que permitirá sostener una excelente programación durante este segundo semestre, ejecutará el proyecto con el objetivo de fortalecer las artes escénicas en nuestra localidad, especialmente el teatro. La programación relacionada directamente con la concertación de la sala incluye alrededor de 25 funciones entre los meses de julio y octubre, con teatro internacional, nacional, regional y mucho teatro cejeño. El Movimiento Gato con Teatro Tespys de El Carmen de Viboral y los grupos Teatro y Títeres La Carreta y Teatro Bitácoras, apoyarán la programación y circulación de grupos locales y regionales en el Teatro Municipal Juan de Dios Aranzazu, corazón de la vida cultural de La Ceja. En Voces de Papel estaremos compartiendo la programación constante de la sala. Para agendarse: Domingos de Tïteres, Jueves en Escena, festival de Teatro entre el 4 y el 11 de octubre y otras sorpresas teatrales.

Resonancias Audio Cartilla Narrativa Campesina

V

oces de Papel emprende el desarrollo de un nuevo proyecto de registro de la tradición oral de la región: Resonancias. Audio Cartilla Narrativa Campesina, propuesta ganadora de la Convocatoria de Estímulos del Ministerio de Cultura 2016 en el área de Bibliotecas: Becas para el desarrollo y divulgación de contenidos culturales locales en medios digitales. Resonancias será implementada en la Biblioteca Pública Municipal Gregorio Gutiérrez González de La Ceja del Tambo como aporte al cumplimiento de su misión de conservación y transmisión del patrimonio de la región. El equipo de trabajo, encabezado por Laura Mesa y Héctor Julio Álvarez, con la producción audiovisual de Secuencia Uno, trabajará durante este semestre en el desarrollo de contenidos multimedia para registrar, transmitir y divulgar las expresiones y tradiciones orales (cuentos, remedios y recetas tradicionales, refranes, relatos originarios –mitos y leyendas–, cantos) que reflejan los imaginarios y las relaciones sociales y con el entorno de las familias campesinas de nuestra región.

La oralidad es la primera forma del lenguaje, que a su vez es la primera forma de existencia y transmisión de la cultura. La cultura como saber de una nación. Una nación como grupo humano que se relaciona simbólicamente con un territorio. Una comunidad que crea relaciones con los otros y con el medio, y transmite significados y saberes.


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S

alís a la calle y te encontrás con La Ceja del Tambo, ¡pueblo hermoso, para qué! Si caminás un poco, sobre todo hacia el parque, fijo te topás con él. Huele maluco (eso creés, pero no tenés idea porque te aguantás la respiración), está sucio, es feo. Vos pensás que por ser Navidad es bueno darle algo. Él te dice, así como entre dientes: ‘No, hágale, puede que usted los necesite más’. Y te devuelve los dos mil. Vos quedás perplejo. ‘Ese qué se cree’, pensás. No sabés, por ejemplo, que por esos días ha estado nostálgico, que se acercó a una de sus vecinas a preguntar dónde estaba su hermano; ni te imaginás que le había dicho a la señora, con la voz cortada del todo, que era que el pequeño hombre le hacía mucha falta. Lo que sí sabés es que el enano también era uno de los llamados personajes del pueblo. Recordás que un día él mismo te dijo, mientras te embolaba, que hacía muchos años lo habían vendido a un circo pero que se les había volado a sus dueños, y que luego otra gente lo había contratado para una película pero, por desjuiciado, no siguieron el proyecto con él. En medio de la piedra que tenés por el desplante, recordás a otros: al que venía desde Guamito, costal en la espalda, se metía al patio central de la escuela de San Cayetano o se plantaba en el atrio parroquial y empezaba a dar vueltacanelas y a persignarse y a mirar al cielo; o al otro, el pálido, el que tiene familia conocida y que muchas veces era morboseado hasta el cansancio por algunos de tus coterráneos; lo viste hace poco: está todo gordo y viejo pero tiene la misma mirada de niño perdido; o al de Payuco, el que no habla siquiera, el que en verdad hiede y asusta un poco si te lo encontrás de frente. Se te viene a la memoria el de los pitos y los perros, del que has dicho que es un político de tu confianza; no los has vuelto a ver y eso poco te importa, la verdad; y la loca aquella, la que iba a la misa carismática de los sábados en la Ciudadela de Jesús, a la que le daban ataques y comenzaba a hablar sola en una charla interminable con sus demonios. Son muchos, pensás. Seguís caminando. Volvés a caer en la cuenta de tu Ceja del Tambo y en lo bella que es, con sus calles tan parejas, tan bacanas. Eso sí, no ves ni media flor por ningún lado. ‘Todas están bajo los efectos

de sus invernaderos’, deducís. Dos cuadras más adelante está ella. El sol acentúa la borracherra que la trae apenas caminando. Sabés que te saludó porque te arrojó la misma disritmia con la que te saluda cada que te la encontrás, pero no le entendés sus balbuceos. Ahí mismo le mentís: ‘tranquila que ya te tengo impresa la foto que nos tomamos juntos en el parque, ¡cuál de los dos más prendo ese día, mujer!’, te reís, se ríen los dos. La despachás con dos mil. Caés en la cuenta de que se te olvidó decirle algo por el cumpleaños en octubre; sabés la fecha porque ella te contó su historia a medias (incluido lo de la muerte de su muchacho) esa vez que se tomaron un par de rones en la esquina de siempre. Pensás que está muy acabada pero que guarda el sentido de la exquisités para vestirse que muchas envidiarían. ‘Es que proviene de buena familia’, la tratás de entender. Volvés a lo mismo. Ves a esa pobre anciana, ciega y orejona, enlutada totalmente y metida en un par de zapatos inmensos, siendo arrastrada por su hijo para cruzar la esquina de Camilito. Ves al hijo, el mismo que cada rato expone su gangrena y a veces, plenamente uniformado, está en un coro o una banda, no lo tenés claro. Por supuesto, no sabés bien porque no te importan. Es tu pueblo, son sus personajes, pero no tenés ni medio idea de quiénes son ellos o de qué tierra los parió; solo te quedás viendo sus máscaras, sus caricaturas, sus cuadros en el billar (hermosa antología de dibujos del maestro Oscar Cardona, de la que incluso tenés un cuadro), que finalmente es lo más atractivo. Dejás de regañarte porque pasan veloces por tu mente el travesti ese que fue candidato al Concejo y la otra loca que, contra todo, se casó un sábado por la tarde en la Basílica. Las dos muertas ya. Ahí sí detenés el caudal de recuerdos, ahí sí te ponés serio. Como vos le tenés mucho miedo a morirte (no a la Muerte), pensás en todos ellos, en sus gentes, en sus ausencias. Vano ejercicio porque finalmente nada de eso te importa o te importa fugazmente. Regresás a tu casa, a los tuyos, tus verdaderos personajes. Sos privilegiado porque sabés que ya hay algo de vos en ellos y que con eso le ganás el pulso a tu temida parca.

Foto Wilson Rojas

Personajes sí, pero no del pueblo



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