La Cuco n°5 - Abril -

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abril

AÑO-O2

sumario 3

)editorial(

Elige tu propia violencia )matorrales(

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La violencia nuestra de cada día )test(

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Descubre qué clase de violento eres )efemérides(

Insoportablemente vivo: a 77 años de la muerte física de Antonio Gramsci

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)coyuntura(

Monsanto, más que una semillita )La gorra más peligrosa(

Braian Hernández, otro caso de gatillo fácil )produciendo alternativas(

Ocupar, resistir, producir (el cambio) )especial(

La violencia legítima. Reflexiones a partir del prólogo de Sartre a “Los condenados de la tierra” )4 de abril, dia del maestro(

Carlos Fuentealba. Lo que más me gusta es que seas docente )paginita cultural(

Situación de Rodolfo Walsh

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)24 de marzo(

Rebelión, represión y barbarie: Violencia política durante la década del 70 en Argentina

Revista La Cuco del Colectivo Alegre Rebeldía. 2014 Diseño y diagramación: Un Fantasma Recorre Nuestramérica // ufrnediciones@gmail.com Contacto: www.alegrerebeldia.com.ar contacto@alegrerebeldia.com.ar

Alentamos la reproducción, difusión y creación de obras derivadas.

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editorial ELIGE TU PROPIA VIOLENCIA

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¡Tu eres el héroe en esta NOVELA! Elige entre 8 finales posibles: Sea molidx a golpes por una turba enardecida por portación de cara; Puestx en orden por la fuerza pública (gendarmería, la federal, bonaerense o metropolitana); sea descubiertx por hombres blancos europeos; sea invadidx en nombre de la democracia; sea estereotipadx y cosificada... ¡Incorpore esa violencia como propia!

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donde la coyuntura no permite tanto margen para ajustar variables, el sistema capitalista muestra su faceta fundante: la violencia. Para que una sociedad perdure y se mantenga “estable” necesita un grado de consenso, de valores compartidos, de un sentir común con el cual estemos más o menos de acuerdo para vivir en comunidad. Sin embargo, no todxs compartimos los mismos valores y queremos poner en discusión la normalidad. “Entendés por las buenas o por las malas”, por la violencia. Cuando el Estado necesita recuperar ese orden, utiliza la fuerza pública (la policía, gendarmería, metropolitana, bonaerense o a fines); en última instancia está siempre la violencia para legitimar y preservar el orden. “Lo que está bien” no es casualidad ni el progreso de la humanidad, sino que son las reglas de juego que favorecen a quienes dominan y ayudan a la reproducción del capitalismo. n ciertos momentos

Podríamos decir que la coerción sería el mecanismo excepcional de la dominación: la última carta de la negociación es la violencia. Si la fuerza pública sería el primer mecanismo del sostén de la sociedad estaríamos en presencia de un sistema de gobierno dictatorial. La violencia física se vuelve excepcional, no por la cantidad de veces que aparece, sino por su eficacia inmediata. Hablar de violencia en democracia no se reserva sólo a la fuerza pública en cualquiera de sus jurisdicciones. No siempre deja moretón, hay violencia silenciosa, constante que parece el aire que respiramos, que se nos mete por los

poros y nos convence que somos guadianxs de “lo bueno”. Nos trasformamos en el leviatán que decide quién sigue y quién no. La violencia no es un fin en sí mismo, sino es un medio para conseguir algo, tampoco es algo asible, se ejerce. Podríamos definir a la violencia como el acto en que el y la sujeto son cosificadxs, deshumanizados. Se violenta, se cercena cualquier posibilidad de ser alguien. La violencia discursiva no es menor en esto, la construcción del relato histórico está plagada de violencia. Estos últimos años, tras muchos de lucha, se permitió problematizar conceptos e intentar leer a contrapelo la historia, dos de los casos más evidentes de la violencia histórica son títulos tales como “el descubrimiento de América” o “la campaña del desierto”. Ambos ponen un sujeto de la epopeya de la civilización, de lo bueno, del creador y en el primer caso, se descubre un continente, demasiado grande para haber estado escondido y en el segundo hay un desierto, árido y vacío. No es casualidad que hagan referencia a la geografía y los dos hayan sido grandes genocidios. Estados Unidos es un claro exponente de apropiarse de conceptos para violentar y someter a otros países: democracia, paz, libertad, igualdad y América. Armar cruzadas en pos de los valores más altruistas para justificar violaciones, masacres, fusilamientos y el negocio bélico. Se horro-


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/editorial/ tuertos y sin dientes

rizan por la decisión de Rusia de movilizar tropas a Ucrania, cuando Medio Oriente hace más de una década es una fosa común. Se apropiaron, violentamente del discurso, ya sea con guerras, invasiones, colonias o endeudando a países con el consenso de las clases dirigentes de cada uno. Las balas, los palos, las invasiones son claros ejemplos de la violencia pero hay una violencia constante, cotidiana, naturalizada, incorporada. Los medios de comunicación son mecanismos principales de violentar y hacer que lxs consumidorxs de la información, incorporen esa violencia como propia. La construcción de estereotipos, cosificando y cargando de sentido a lxs sujetxs. Lxs jóvenes son quienes se llevan la peor parte en esto: la única forma de presentarlos es porque alguna cagada se mandaron. Las mujeres tampoco quedan exentas de esto, son cosificadas, se les impone los estándares de belleza, los temas por los cuales deben preocuparse y que sólo serán premiadas por cuán sometidas están al género masculino. Es asombroso tanto como repudiable los homicidios en masa y las cagadas a palos que sufrieron los pibes en Rosario y en Palermo. Dejar un cuerpo sin vida a golpes de ciudadanos, por ser “presuntamente” carterista o punga como mínimo nos exige preguntarnos por qué ocurre. Qué cabeza se cree con la potestad de dar muerte a otra sino otra en la cual se le va construyendo lentamente, con todos los informativos de la mañana que está en peligro

“¡... no son más que un monton de veneno con los que te asesinan la libertad para convertirte en un robot a control remoto diseñado para obedecer las órdenes de una banda de hijos de puta que nos dominaaannnn!!!

y debe eliminar a lo que sea diferente. Y sin darnos cuenta, como sociedad expiamos nuestros males en un pibe que ya había sido olvidado previamente. La historia que nos cuentan, forma un deber ser acorde a las exigencias de la ciudadanía y el mercado y no obstante, para asegurar, los medios de comunicación refuerzan ese sentido y si por su parte el Estado a través de sus instituciones o bien de su brazo represivo no ponen de nuevo en la senda del bien. Violencia no es excluyente de la democracia: lo ocurrido en Malvinas Argentinas, en Córdoba es una muestra de que la voluntad política estuvo puesta en dejar que la policía reprima y cuando ésta no lo pudo hacer por las cámaras, lo hizo la patota impunemente. En Formosa se persigue y amenaza a los QOM e Insfrán hace la vista gorda; en Capital Federal, dejar a miles de niñxs sin vacantes para las escuelas o bien cerrar un aumento con los docentes en un porcentaje y con la policía en otro que casi lo duplica.•


LA VIOLENCIA NUESTRA DE CADA DÍA Un hombre golpea a puño cerrado en la cabeza a un joven sospechado de arrebatar a alguien en Constitución. La ronda de curiosos observa pasiva. Una madre cualquiera, de un barrio cualquiera, sacude a su hijo mientras lo increpa entre gritos para que deje de llorar. Un médico asoma a la sala de espera y llama a Juan. Ella, que hace tiempo, siente, piensa y vive como Mariela, se levanta avergonzada y deja pasar su turno. En un edificio, un departamento del tercer piso recibe tres visitas de la policía por música fuerte. Desde otro departamento, del mismo edificio se escuchan ruidos de golpes y gritos de lo que parece una “pelea conyugal”. Ahí no se reciben visitas de la policía. Nadie consideró necesario hacer la denuncia. Natalia camina a la parada del colectivo. Un auto le toca bocina, desde la obra en construcción recibe variadas propuestas de cosas que “le harían”, en una de las esquinas alguien le silba, más allá otro hombre sólo la saluda con tono seductor.

//Por Comisión Matorrales

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Son estos hechos violentos? ¿Qué es la violencia? ¿Quién define qué es lo violento? ¿Estas definiciones mutan con el tiempo? ¿A quién podemos hacer responsable de este clima? Tal vez coincidamos en algunas reflexiones. Es probable que muchos entendamos que un golpe, un grito, un arrebato, son hechos violentos. Hagamos la prueba de pensar que es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de violencia. Nos arriesgamos a afirmar que lo primero son golpes, sacudones, tiros, guerras, etc. Todas violencias físicas, y tal vez por ahí también asome la idea de

insultos, gritos, menosprecios y cuestiones más verbales. Es cierto, vivimos una realidad plagada de estas violencias. Hora pico en microcentro, un embotellamiento de autos, un conductora que pone tarde el giro o una peatón que cruza la calle sin mirar. Recibe una lluvia de gritos, insultos y bocinazos. Abundan estas reacciones y es que “la gente está cansada, estresada”. Una cancha de fútbol, un mal cálculo (intencionado o no) a la hora de abrir las puertas para que salgan ambas hinchadas. Se encuentran a pocas cuadras del


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/matorrales/ violencia estadio dos grupos de barras, se pudre todo. No nos sorprende. Es esperable que esto ocurra, “es el folklore del fútbol”. Un tachero, la almacenera, cualquier casa de familia… portan armas. “La inseguridad es cada vez más, los asaltos más extremos, los ladrones más desalmados. Por las dudas hay que tener con qué defenderse”. Hasta acá solo algunos ejemplos de situaciones en las que, al unísono, podemos reconocer la presencia de la violencia. Pero si escarbamos un poco en el tema, pronto pueden surgir diferencias en las opiniones. Para entender el porqué de estas discrepancias, necesitamos recurrir a la clasificación de la violencia. Parece algo muy académico y de intelectuales lo de usar categorías, pero si nos ponemos a pensar, vamos a coincidir en que día a día hacemos esto. Casi como un acto involuntario, continuamente estamos encuadrando la violencia que nos rodea en diferentes categorías. Si hacemos el intento podemos encontrar por lo menos dos pares de opuestos. 1) La violencia visible y la invisible, es decir esa que nos eriza la piel vs aquellas violencias que nos pasan por al lado, nos rozan más de cerca o de lejos, pero que decididamente no nos inmutan. Sea porque aprendimos a ver sin mirar, o porque nos han enseñado desde que nacimos que eso está bien, que es necesario o tal vez inevitable. 2) La violencia legítima y la ilegítima. Se diferencian entre sí en función de quién es

el sujeto que la ejerce. Hay casos en los que resulta más simple la distinción, como puede ser la ejercida por un agente de la fuerza policial sobre un sujeto acusado de cometer un delito vs la ejercida por éste contra el uniformado. Otra de las violencias que se encuadran en esta oposición, es la que ejercen los adultas sobre las niños en cualquier institución que estos atraviesan en su socialización, sea la familia, la escuela, el club, o cualquier otra. En el último caso se entrecruzan las categorías, porque estas violencias tan cotidianas, forman parte de aquellas que definimos como invisibles, por ser asumidas como correctas o necesarias para la educación de nuestros niñas. Para romper un poco con estas lógicas, vamos a tratar de deslegitimar lo legítimo y hacer visible lo naturalizado. Les proponemos dejar de lado el texto por un momento, y hacer un repaso de un día en sus vidas buscando detectar alguna de estas situaciones que definíamos como violencia silenciosa, esa que habitualmente no percibimos como tal. Por nuestra parte, encontramos


/la violencia que genera violencia ejemplos muy claros en la tele. Cualquier programa televisivo (ya no sólo después de las 22hs) en el que aparece una mujer, de cualquier lugar, con cualquier historia de vida, cualquier ideología, gusto musical, interés literario, etc, no importa. Está sutilmente vestida. Sin ser muy curiosos podemos ver la redondez de sus pechos, la firmeza de sus nalgas. Es indistinto lo que está diciendo, nadie la escucha. A nadie le importa qué es lo que opina, pues alcanza con que brinde una bella imagen, que genere deseo. Esa mujer ya no es alguien, es algo. No es ella, es su cuerpo. Es su explícita desnudez vaciada de subjetividad. Y permítannos interpelarlos con esto, entendemos que ese es un acto violento. Para con ella en principio, pero para con todas las otras mujeres luego. Porque estas imágenes sientan bases para mirar alrededor, y si una mujer es sólo su cuerpo, entonces todas las otras mujeres también lo son. Y podemos seguir en esa línea pensando que la imagen de La Mujer que nos venden es también una violencia para con todas

esas otras mujeres que no dan con el target. Que no miden lo que debieran, ni son tan flacas ni lindas, que no están tan fuertes como corresponde. Otro ejemplo en el que pensamos para hablar de violencia silenciosa, es el de la publicidad. No sólo las publicidades en que las mujeres son amas de casa, novias celosas, o seres insoportablemente histéricas en función de su período menstrual, o por el contrario, son divas sexys esperando a ser “levantadas” por hombres seductores, adinerados y mujeriegos. Hablamos también de las publicidades que nos muestran continuamente aquello último, mejor y más a la moda, eso que deberíamos tener para poder ser alguien (tecnología, ropa, autos, o lo que sea, hay productos de consumo para todo el mundo). ¿Qué generan estas publicidades? Más deseo. Quienes tienen medios para satisfacer el deseo, gastan sus sueldos en hacerlo, o bien se endeudan pagando mil cuotas de tarjeta de crédito. ¿Y quienes no cuentan con esos ingresos? ¿Acaso no son

ellos también destinatarias de esas publicidades? ¿Acaso no pueden sentir el mismo impulso de satisfacer el deseo que les es provocado? Creemos que siendo todos tan humanas, es esperable que experimentemos sensaciones similares en relación a esto. El problema es, en todo caso, si todas las estrategias para satisfacer el deseo son toleradas por la sociedad de la misma forma. Vayamos un poco más atrás, ¿Cuál creen que es la sensación que se experimenta cuando, en una sociedad donde sos lo que tenés, te toca no tener nada? Diríamos que cualquiera de nosotros se sentiría violentada por ese mandato de consumo tan difícil de satisfacer. Si a eso le sumamos que saliste a la calle a vender algo en algún transporte público o a pedir una moneda, y te topas con gente que no se digna ni a mirarte o responderte, que deja caer el calendario que apoyaste sobre sus rodillas al piso y no es capaz de levantarlo para devolvértelo en la mano. O supongamos que simplemente saliste a la calle a caminar, andas por ahí paseando y te encontrás con gente que se cruza de vereda, te mira con desconfianza,

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/matorrales/violencia

agarra fuerte su bolso cuando le pasas por al lado. Decididamente, se trata de violencia. Violencia simbólica, invisible, basada en un prejuicio por la imagen que tenemos del otro y que inevitablemente, genera más violencia. La violencia que genera violencia no se expresa sólo desde quienes no cuentan con recursos materiales hacia aquellos que pueden comprar “mejores” estilos de vida, también se puede ver de parte de profesionales, por ejemplo de la salud, hacia los usuarios de este sistema. Médicos obligados a atender post-guardia de 24 horas, saturados de trabajo por ser el recurso humano inferior a la necesidad de la población, traducen las malas condiciones laborales en un trato cada vez más deshumanizado. Dejan de ver al paciente como un individuo biopsico-social, y pasan a tratarlo como una persona con una enfermedad, siendo esta última el único objeto de estudio y no teniendo en cuenta que el entorno en el que se desarrolla puede ser el agente nocivo. ¿Qué otro tipo de relación, que no sea violenta, se puede establecer entre un paciente que padece la violencia de la sociedad que no está dispuesta a integrarlo y un médico que ejerce su profesión en una institución que le brinda condiciones de trabajo caracterizadas por la escases de los recursos y muchas veces en una relación contractual precaria? Carlos se levantó a las 4 a.m. del lunes, llega desde el conurbano al hospital 6 a.m., está trigésimo en

la fila. Llegadas las 9 se entera que atendían los primeros veinte, y que los turnos se dan los martes. Esther tuvo la ‘mala suerte’ de romper bolsa un sábado. Su primer hijo. No dejaron que el marido la acompañe en el parto y ni bien nace su hijo, se lo llevan a hacer estudios, sin ninguna explicación, sin ninguna contención. El ámbito de la salud puede servir como ejemplo para evidenciar que la violencia como fenómeno presente en las sociedades, se hace visible en estructuras sociales específicas y sus instituciones. En Argentina, la cobertura médica abarca al 100% de la población, sin embargo el funcionamiento de la misma, y las relaciones burocráticas reproducen vínculos violentos e injustos. La mamá de Pablo lo lleva a la guardia, otra vez está con broncoespasmos. Lo reciben, lo tratan, pero se va sin los medicamentos preventivos. Se los dieron a Isabella que estaba más grave. Julieta concurre a la salita con su bebe de tres meses en estado grave. Para ser atendido necesita llegar a un centro de mayor complejidad. Después de varias horas, siguen esperando el traslado. La precariedad de la atención, tanto edilicia y de recursos, como del factor humano de la medicina, son

consecuencia de políticas inhumanas, degradantes y humillantes. Volviendo al principio, podemos coincidir en que no vamos a encontrar un responsable material y concreto de la violencia que nos rodea, y hablamos de violencia en singular porque después de mucho darle vueltas al asunto nos pusimos de acuerdo en que hay una violencia: LA VIOLENCIA, que está por encima de todas las que singularmente se ejerzan, y que vendría a ser el origen de todas ellas. Esta violencia es la base de una sociedad construida y sostenida con cimientos de desigualdad, explotación, ventajismo, abuso de poder, injusta distribución de recursos y de los medios de trabajo. Sin ánimos de caer en clichés, tenemos que decir que la violencia es el alma del capitalismo, o al menos uno de sus órganos vitales. Este sistema no podría sostenerse si no fuera reposado sobre esta herramienta, tan a la mano siempre, que es la violencia. Sea física, verbal o simbólica, es el medio más efectivo para doblegar las voluntades de las personas y amoldarlas a vivir en este mundo. Con los ojos y los oídos un poco más atentos el desafío, ahora ineludible, es pensar qué podemos hacer con este aire viciado de agresiones.•


/cosmoviolentan

t s te

clase de

DESCUBRE qué

VIOLENTO/A

eres...

Lea atentamente cada una de las preguntas con sus respectivas opciones. Tache la opción que más le guste, de a cuerdo a su grado de irritabilidad medida que avanza la lectura. Cualquier inconveniente no dude en comunicarse a laconchadelalora@yutaputa.com.

1) Hay 500 personas tomando un terreno, en reclamo de una vivienda. A usted le indigna: a) Que el Estado no garantice el acceso a la vivienda. b) Que el Estado no haya desocupado el terreno inmediatamente con la fuerza pública. c) Que el Estado permita que haya gente que viene a reclamar cosas que no le dan en su país. d) No sabe/no contesta. 2) Los accesos a CABA se encuentran bloqueados por piqueteros que piden que se enjuicie a los responsables de los asesinatos de dos militantes sociales, producto de una represión policial ocurrida hace diez años. A usted le parece que: a) Es una vergüenza que después de tantos años aún no se haya realizado el juicio. b) Es una falta de respeto hacia quienes tienen el derecho de circular por la vía pública para ir a sus casas o trabajos. c) Es un desperdicio que no hayan sido más los reprimidos, para evitar que hoy estuvieran cortando la calle. d) No sabe/no contesta. 3) Detienen a un menor de edad que estaba pidiendo en la calle. Usted cree que: a) Como sociedad estamos dándole la espalda a ese chico y a su familia.

b) Sus padres no están capacitados para ejercer la paternidad. c) Habría que detener a todos esos chicos que están en la calle para evitar que se conviertan en delincuentes. d) No sabe /no contesta. 4) La policía está desalojando a un grupo de vendedores en la vía pública. Usted cree que: a) Deberían dejar a la gente trabajar tranquila. b) Si quieren trabajar deberían pagar impuestos como cualquier comerciante. c) Deberían regular el ingreso de inmigrantes para que no pasen estas cosas. d) No sabe /no contesta. 5) Escucha una conversación entre dos mujeres que se quejan indignadas por los piropos obscenos que reciben en la calle. Usted cree que: a) Es terrible el maltrato cotidiano al que son expuestas las mujeres. b) Las mujeres son demasiado sensibles y siempre se quejan al pedo y de más (seguro estaban indispuestas). c) Seguramente (las muy putitas) salieron con una pollera muy corta y un escote pronunciado y se tienen que bancar la mirada masculina porque lo suyo es una provocación d) No sabe/ No contesta

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10| RESPUESTAS Mayoría de A: Usted es Violencia Rivas. Una persona a la que la indignan las situaciones que cree injustas y traduce esa indignación en odio y violencia. Es probable que crea que existe una especie de “violencia originaria” que despierta otras violencias como reacción, ya que una opresión violenta requiere de una liberación violenta. Hay algo que usted debería tener en cuenta: Las reacciones individuales son más sensibles de ser amedrentadas. Debería intentar alcanzar una mirada más amplia que le facilite hacer alianzas con otros y organizar esa violencia.

vecinos más cercanos sólo buscan hacerle daño y sacar ventaja sobre usted. Si tuviera la posibilidad de tomar alguna decisión respecto de la resolución de los problemas sociales, elegiría entre la deportación, el encierro o el fusilamiento de sus supuestos enemigos. Hay algo que usted debería tener en cuenta: Ese “primer mundo” que usted tanto admira, lo mira con desprecio. Porque aunque usted se vea blanco y refinado, para ellos es un simple “sudaka”. Mejor deje de escupir para arriba. Mayoría de D:

Mayoría de B: Usted es Baby Etchecopar. Un ser que antepone sus derechos y libertades por sobre las de los otros. Piensa que los derechos se consiguen trabajando y pagando impuestos. Hay algo que usted debería tener en cuenta: Los conflictos son mucho más que la punta del ovillo que le muestra el programa con el que usted elige informarse. Lea, busque, investigue antes de repetir como un boludo cualquier cosa que escucha en la TV.

Usted es un tibio. No le interesa ninguna situación que no le afecte de manera directa. Si alguna vez sienta postura, probablemente se asemeje a un Baby Etchecopar. Hay algo que usted debería tener en cuenta: Está eligiendo ser cómplice silencioso.

Mayoría de C: Usted es Micky Vainilla. Reduce cualquier conflicto a un problema de fronteras, y tiene la teoría de que sus

NOTA:

Si le parece un error que cualquier opción lo acuse de violento, le explicamos por qué ocurre esto. Creemos que una sociedad que encuentra su origen en una violenta masacre de pobladores originarios, no puede más que engendrar sujetos violentos. La violencia puede ser ejercida por acción u omisión. Pero no todo está perdido. Después de los ejercicios que hicimos hoy, le proponemos que esté atento a las relaciones que sostiene con su entorno, de manera que podamos, de a poco, cambiar nuestra cotidianeidad y construir otro tipo de vínculos.


/más sexy que nunca

//Por Lautaro Armani

L

as efemérides siempre, no sé porqué, nos llevan a escribir de nuevo algo. Nos gusta conmemorar (hacer memoria) sobre acontecimientos o personajes de nuestra historia, y más en el día de la fecha de tal suceso notable, pero de años anteriores... como si ese día cayera con más peso sobre lo que estamos haciendo.

En términos generales, quizás este afán por recordar una efeméride tiene que ver con alguna herencia de una concepción cíclica de la historia.

La cultura dominante impuso una visión lineal y progresiva del acontecer, pero nosotros seguimos recuperando, trayendo a nuestro presente hechos del pasado. Por ahí esto es porque creemos, desde nuestras raíces, que la historia no es lineal. Las cosas vuelven o no terminan nunca, siguen vivas aquí y ahora. Como si el pasado fuera el espejo del mañana. Antonio “Nino” Gramsci muere un 27 de abril, como el que se viene, pero en 1937. Se están cumpliendo 77 años de su muerte.

Ahora la pregunta es: ¿por qué recuperarlo? Hacer esta pregunta implica creer que es necesario traerlo de manera distinta a la que prima. Mostrarlo de otra forma: “Gramsci el gran teórico, quien inventó los conceptos de hegemonía, bloque histórico, intelectual orgánico, guerra de movimiento y de posición, etcétera”. Gramsci, la cabeza. Gramsci el irrepetible. Pensarlo como el irrepetible nos lo corre del ejemplo. ¿cómo se me puede cruzar por la cabeza ser como el? Si el chabón era un groso!

INSOPORTABLEMENTE

VIVO:

A 77 años de la muerte física de ANTONIO GRAMSCI

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12| /Antonio Gramsci

Nuestra ambición tiene que ser, como militantes, seguir su ejemplo. Y nuestra ambición en este escrito es completar el retrato. Como dice Giuseppe Fiori, al gran intelectual, a la “cabeza”, añadir el Nino, “piernas y cuerpo”, los elementos humanos, y así poder ver el personaje “entero”. En otras palabras, no es más que rescatar su figura humanizada, su coherencia política en sus decisiones cotidianas, y cómo nosotros debemos aspirar a lo mismo.

Al mismo tiempo, reconstruir a Antonio Gramsci, no tiene más que el propósito de entender el pensamiento revolucionario. Para tener esa aproximación, sólo tenemos que acercarnos a la obra íntegra, lo producido y lo actuado: acercarnos a su práctica, integradora de todos los planos del pensamiento y de todos los planos de la conducta. Evidentemente esto no lo podemos hacer en ocho mil caracteres, así que nos conformamos con convencerlos de hacer su propio abordaje a la vida y obra de este militante.

Nino Gramsci, indudablemente además de gran teórico fue un hombre de acción. Tenía en claro que el futuro no cae sobre los hombres como destino, sino que éste es decidible por el trabajo y la acción mediata. Y con fervor. Él decía que “el único entusiasmo justificable es el acompañado por una voluntad inteligente, una laboriosidad inteligente, una riqueza inventiva de iniciativas concretas que modifiquen la realidad existente”. Rechazaba la concepción de la historia como una evolución espontánea y fatal determinada por los simples hechos económicos; contraponía al determinismo de los positivistas la voluntad del hombre, fautor máximo de la historia.

Toda su producción teórica es impensable sin prestar atención a su vida.

Nace y vive su primera infancia en un pueblucho de una provincia pobre de Italia (en la isla de Cerdeña), predominantemente agrícola. Sin embargo, su familia no era de origen campesino; abuelos con carreras militares o funcionarios públicos, padre empleado de la oficina del registro de Ghilarza (pueblo donde Nino pasa toda su niñez). Tenía 7 años cuando detienen a su padre, acusado de falsedad en documentos públicos, y esto hace que ya a los 11 años tenga que buscar junto a su hermano mayor un trabajo para pagar la olla. Nunca contó con buena salud; de muy chico aparecieron signos de deformidad física. Lo acompañó toda su vida una joroba en su espalda y no creció nunca más allá del metro y medio. Además de la “imperfección física” sufría frecuentes malestares. Hemorragias y convulsiones eran cosa común en su vida. Su salud y tener que trabajar, hizo que tuviera que dejar la escuela en más de una oportunidad, atrasándose en sus cursadas, pero recuperando en verano por sus ansias de saber.

Consigue terminar el ciclo elemental con puros dieces, pero al no contar con colegios secundarios en su pueblo y no poder marcharse por la necesidad de trabajar, debe resignar la continuación de sus estudios, por lo menos hasta que el padre saliese de la cárcel. La imposibilidad de estudiar lo exasperaba. El mismo Gramsci, años más tarde recordará a este momento como el primero de los sentimientos de rebelión: “que al principio iba dirigido contra los ricos porque no podía


/a 77 años de su muerte |13 propaganda, folleto, periódico o libro.

Al terminar el secundario, Nino quería seguir estudiando. La única forma posible, debido a los costos, era conseguir una beca. Y así, promediando sus 20 años arribó a la gran metrópoli industrial que era Turín. Es fácil imaginar la cara del pibe Gramsci, provinciano sardo: quedó aturdido. “Siento una especie de horror a andar por la calle, desde que he corrido el peligro de ir a parar bajo las ruedas de no sé cuantos automóviles y tranvías”.

La holgura económica tampoco llegó en esta época para nuestro querido muchacho. La guita que le daba la beca apenas alcanzaba para alquilar una habitación y respetar medianamente las comidas. La primera helada del invierno marcó uno de los momentos más críticos de su vida. Se encontraba solo, en un lugar desconocido, con la preocupación de sostener las notas para no perder la beca, desnutrido, y así, enfermó gravemente. estudiar, yo que tenía un diez en todas las materias...”.

Este lapso duró 2 años, en los que en los tiempos libres que le dejaba el trabajo, los ocupaba estudiando por su cuenta.

Una vez cumplido condena Francesco, su padre, Nino retoma sus estudios. Primero en un pueblo lindante, y luego en una ciudad pequeña, cercana a sus pagos, Cagliari.

Para la familia Gramsci no dejó de ser un esfuerzo, y todo este período para Antonio será recordado con mucha penuria y miseria. Vivirá de pensión en pensión con muy poco metal en sus bolsillos. Un solo traje y un solo par de zapatos, varias veces recauchutados. Pero este también será el tiempo en el que de sus primeros pasos en el periodismo (ya con 19 años), y se acerque a la obra de Marx, “por curiosidad intelectual”.

Su distracción principal seguía siendo la lectura, pero no desde la torre de marfil de un futuro intelectual. En las discusiones solía enojarse mucho con los autores sardos que se mantenían alejados de los temas vivos del momento. Le preocupaba las condiciones concretas de sus pagos y los mineros que trabajaban a centenares de metros bajo el suelo en beneficio del capital belga y francés y no disponían ni siquiera de sanatorios, de escuelas, ni de abrigo, y eran reprimidos a la primera reivindicación. Su hermano Gennaro, con quien vivió parte de este período, ya era militante socialista, y como tesorero de la Cámara de Trabajo y secretario de la sección socialista de Cagliari solía tener varias reuniones con jóvenes dirigentes del socialismo en Cerdeña. Antonio solía acompañarlo y se devoraba todo material de

Los años siguieron transcurriendo de la misma manera, es decir, con problemas de dinero, enfermedades (una neurosis lo lleva a no presentarse a rendir exámenes), devorando libros. Para 1914, Gramsci ya estaba afiliado al PSI (Partido Socialista Italiano). Toda una primera etapa lo tendrá con discusiones políticas dentro del partido, con poca visibilización pública, salvo uno que otro artículo escrito para Il Grido del pópolo, semanario socialista turinés. A la actividad política y al estudio se le había agregado el trabajo para vivir: daba clases particulares. De a poco, la actividad política irá ocupando mayor tiempo en su vida, sus artículos empezarán a publicarse más asiduamente en Il Grido del pópolo y en el Avanti!, y su etapa universitaria cederá espacio hasta abandonarla definitivamente.

El período de la guerra, hace que su actividad política -por la censura y control- se avoque al periodismo. Es, también, en este momento en el cual empieza a trabajar sobre una de sus grandes preocupaciones: la formación de la juventud. Organiza un “club de vida moral”.

Para 1918, Gramsci se volvió director de Il Grido, que pasa de pequeño semanario de propaganda a revista de cultura y pensamiento (serán los que publicarán las primeras traducciones de los escritos revolucionarios rusos). A fines de año, ya trabajará exclusivamente en el Avanti!

La figura de Lenin le fascinaba, así como la de Marx. Pero no el uno por gran líder y conductor o el otro por gran teórico constructor de modelos a aplicar. Para él, Marx era “maestro de vida espiritual y moral, no pastor armado de cayado”; no “un mesías que ha dejado una serie de parábolas llenas de imperativos categóricos, de normas indiscutibles, absolutas, fuera de las ca-


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/nino/el hombre que anda con las piernas tegorías del tiempo y del espacio”. Y Lenin, se le aparecía como “una voluntad heroica de liberación”.

Según Fiori ya tenemos enfrente a un tipo de 28 que no se parece en nada al tímido y retraído que era antes. Aquí nace el Gramsci que pasa a la historia; una historia que nosotros decidimos hacer presente y dejar acá. Nos quedaron afuera varios aspectos que valen la pena seguir rescatando, pero creemos que esto alcanza para dar ganas y, como dice Freire, incentivar las curiosidades. Se convertirá en dirigente, fundará L’Ordine nuovo, “el periódico de los consejos de fábrica”, “el único documento de periodismo revolucionario y marxista”, integrará el Comité Central del partido (siempre en minoría), será designado representante del Partido Comunista Italiano en el Ejecutivo de la Internacional. Incluso, siendo diputado (en el ‘24 es elegido diputado por Venecia) seguirá dedicándole máxima atención a la formación de la juventud (la familia que lo alojaba nunca supo que era diputado). Y seguirá viviendo en pequeñas habitaciones entre pilas de libros y con visitas habituales de obreros, dirigentes políticos y sindicales, comisiones internas, estudiantes universitarios.

Desde sus escritos de juventud, desde su estilo de redacción, ya descubrimos un planteo nuevo. No hay un intento por grandes construcciones teóricas lejanas de la realidad o formas sensacionalistas. Por el contrario, encontramos un lenguaje cuidado, preocupación por la coherencia, la originalidad y la concreción de las propuestas políticas, “iluminadas siempre por el convencimiento de que la teoría que no se puede traducir en actos es una abstracción inútil y que las acciones que no se fundamentan en la teoría son impulsos estériles”. Más adelante, en sus cuadernos de la cárcel, va a proponer una filosofía de la práctica: una filosofía consti-

tuida a partir de las necesidades de la actividad práctica, sujeta a las necesidades de nuestro tiempo. Que rompa con las visiones que quedan en esquemas abstractos y teóricos.

Porque el que no se piensa es pensado, por esta razón necesitamos de la descolonización de las subjetividades. Tenemos que construir nuestras propias formas de conocer. Pero ellas tienen su apoyo en nuestro pasado y presente: la filosofía de la práctica presupone todo el pasado cultural, y se muestra como la coronación de todo el movimiento de reforma intelectual y moral. Es una filosofía que también es política, y una política que también es filosofía.

Es la concepción de un grupo social subalterno: aflora desde la cultura popular, atravesando una fase de transformación , y el metal de una nueva clase se va seleccionando a partir de la ganga popular: el hombre que anda con las piernas (y no con la cabeza). Es la filosofía que se hace desde el pueblo para “procurarle un desarrollo autónomo”.

“La afirmación de que la filosofía de la práctica es una concepción nueva, independiente, original […] es la afirmación de la independencia y la originalidad de una nueva cultura en incubación que se desarrollará con el desarrollo de las relaciones sociales.” Nino muere el 27 de abril. Tenía cuarenta y seis años. El 21 de abril había cumplido condena. Seis días después sufre una hemorragia cerebral y muere. Había sido detenido el 18 de noviembre de 1926. Pasó más de 10 años en prisión. Y eso no hizo quebrar su lucha por la dignidad de los hombres y mujeres.

En uno de los traslados de una cárcel a otra, Nino le escribe a su mamá:

“ Para estar tranquilo yo, querría que tú no te asustaras ni te turbaras demasiado, cualquiera que sea la condena que me pongan. Y que comprendas bien, incluso con el sentimiento, que yo soy un detenido político y seré un condenado político, que no tengo ni tendré nunca que avergonzarme de esta situación. Que, en el fondo, la detención y la condena las he querido yo mismo en cierto modo, porque nunca he querido abandonar mis opiniones, por las cuales estaría dispuesto a dar la vida, y no sólo estar en la cárcel. Y que por eso mismo yo no puedo estar sino tranquilo y contento de mí mismo. Querida madre, querría abrazarte muy fuerte para que sintieras cuánto te quiero y cómo me gustaría consolarte de este disgusto que te doy; pero no podía hacer otra cosa. La vida es así, muy dura, los hijos tienen que dar de vez en cuando a sus madres grandes dolores si quieren conservar el honor y la dignidad de los hombres.” A nosotros, nos educaron para la obediencia. Nos enseñaron a bajar la cabeza y no mirar a los ojos. Nos disciplinaron para decir siempre que sí. Figuras como las del Gramsci “entero” nos muestran que el cambio depende de nuestra voluntad. Tenemos la titánica tarea de seguir su ejemplo, continuar su lucha: la de alimentar la llama de la rebelión y conducir los destinos de nuestros pueblos hacia la emancipación.•


Monsanto,

más que una semillita // Por Rodrigo Picó

H

acia fin del año pasado, en el municipio de Malvinas Argentinas ubicado en la provincia de Córdoba, una fuerte movilización se hizo presente en una obra que Monsanto está llevando a cabo en ese lugar. La empresa estadounidense pretende instalar allí la mayor planta industrial de semillas de maíz transgénico de Nuestroamérica; la cual sería la quinta en nuestro país (hay dos más en Rojas, una que produce RundUp en Zárate, y otras dos en Pergamino). La manifestación en cuestión,

conocida como el “Acampe de Malvinas”, frenó la construcción de la planta movilizadxs por una gran preocupación basada en el impacto ambiental que iba a traer aparejado el funcionamiento de la fábrica. Sin embargo, el conflicto excede lo que un edificio genera: Monsanto implica un poco más que una simple semilla que ger-

mina rápidamente sin importar las desventuras de la naturaleza. Remontándonos a la raíz de la cuestión, la primera producción de la empresa radicada en St. Louis en 1901, fue policloruro de bifenilo (PCB), utilizada como aislante en los transformadores. El PCB se manifestó en los empleados que lo manipulaban, creando hepatitis y diferentes tipos de cáncer. Otro de sus productos tristemente célebre es la dioxina, conocido como el “agente naranja” desde que el ejército de EE.UU. lo roció sobre Vietnam en la guerra, no sólo para matar (vegetación y humanos) sino para condenar hasta al día de hoy con la contaminación. Una de sus creaciones más macabras es el dosilac, una hormona que se le aplica a las vacas para producir 20% más de leche y trae entre sus contraindicaciones la esterilidad y mastitis (infección en las mamas, lo que contamina la leche que luego consumimos). Podríamos seguir incursionando en plásticos, químicos y herbicidas, sin embargo lo que ellos producen es biotecnología en todas sus facetas,


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/monsanto siembra muerte no simples semillas. La empresa cuenta además con un entramado político que allana el camino para sus negocios. Lo que está priorizando en nuestro país es contar con la herramienta de una ley que asegure el derecho de propiedad sobre el nuevo tipo de semilla RR2, debate que el Legislativo viene posponiendo gracias al rechazo popular pero se sigue cocinando tras bambalinas. En Washington, la presidenta Cristina Fernández se encargó de invitar a viva voz a las transnacionales a nuestro país, ya que Argentina ofrece un marco jurídico provechoso para las patentes. Luego de esto, Monsanto puso cerca de U$S 2 mil millones para arribar en el Gran Córdoba y para continuar con los estudios que hace en el país sobre las modificaciones genéticas. La nueva semilla exige una nueva ley, que de aprobarse será la sepultura de los pequeños y medianos productores: que cualquier semilla de las que están patentadas por la modificación no puedan ser acopiadas para la próxima siembra, ya que dicha receta pertenece a Monsanto. Esto no promueve la biodiversidad sino que prioriza la privatización, impide el mejoramiento de las semillas y habilita el poder de policía a Monsanto para controlar los campos sembrados. En México se encuentra el mejor maíz del mundo debido a que conservan las técnicas ancestrales en el cuidado de las semillas. A Monsanto le será más difícil poder ingresar al mercado en este caso por una cuestión cultural. Sin embargo al

día de la fecha, son conocidos los casos de plantas transgénicas por contaminación cruzada de semillas por aire, o bien porque esparcen sobre los campos vírgenes. Paraguay, durante la presidencia de Lugo, estuvo reticente a cualquier iniciativa de esta empresa: frenó su ley de semillas, lo que le trajo serios problemas y presiones de parte de los lobistas. Finalmente fue destituido por asesinato de campesinos, tras lo cual estuvo Monsanto según se conoció días posteriores. Una de las primeras leyes que el gobierno de facto de Franco promovió fue la autorización a la utilización transgénicos, sumándose a Argentina y Brasil en la región. Yendo para otros pagos, nos encontramos con el caso de India, en donde las plantaciones de algodón se realizan con semillas transgénicas. Lo realizan vendiendo las semillas a lxs campesinos a un precio alto, lo que asegura que parte de la cosecha irá a manos de Monsanto. El gran problema aparece cuando la cosecha es mala: muchas veces sucede que los campesinos no pueden afrontar las grandes deudas y se suicidan. Entre 2005 y 2006 se dieron más de 600 suicidios en un pueblo algodonero. El negocio es grande y redondo para Monsanto: vende las semillas caras, otros realizan el trabajo y se asegura gran parte de la ganancia si todo se desarrolla de acuerdo con lo esperado. En caso contrario los riesgos lo asumen lxs campesinos. Para que las semillas puedan crecer se necesita que se den una serie de factores: que se desarrolle la biotecnología, que haya sumas de ganancia aseguradas, complicidad de las clases dirigentes, un marco legal oportuno y, un dato ya conocido, la utilización de agroquímicos. La semilla, al ser resistente a un cóctel (dentro del cual se

encuentra el glifosato) es el único ser vivo que quedaba en pie. La fumigación con estos herbicidas implican contaminación del suelo que se filtra a las napas y a la vida humana que se asienta cerca de los campos, provocando cáncer, enfermedades en la piel, malformaciones y cambios hormonales significativos. Las “Madres de Ituzaingo Anexo” de Córdoba fueron el primer caso en nuestro país que llevó al banquillo de los acusados al dueño de un campo y el piloto del avión por contaminación. Como vemos Monsanto es más que una semilla y tiene como consecuencia inmediata lo que se conoce como “el desierto verde”: campos sembrados con colores tan artificiales como sus semillas, y despoblados. La deforestación arrasa con cualquier comunidad arraigada a un lugar, altera sus condiciones geográficas y su biodiversidad desplazando a las comunidades campesinas que deben emigrar a las grandes ciudades. Una agricultura sin agricultor, sin geografía, sin animales. Al final de la cadena de productos de Monsanto, nos encontramos con las góndolas. En muchos países, incluyendo el nuestro, se exige que los alimentos transgénicos tengan una distinción en su envase. Este último tiempo en EE.UU. cobró relevancia este tema y empresas como Monsanto y PepsiCo en pocos días invirtieron más de U$S 28 millones en campañas para frenar cualquier intento de aprobación de dicha normativa. Podríamos abordar este ejemplo desde el derecho a la información que todx consumidor tiene, o bien, para desenmascarar aquellas empresas que no vienen siendo tan cuestionadas.


/tierra para la vida digna |17

A modo de dato de color podemos agregar que recientemente Monsanto compró Academi, antigua Blackwater: la empresa de ejércitos privados más grande del mundo; y adquirió también por la módica suma de U$S 930 millones a Climate Corporation, empresa dedicada a evaluar el riesgo climático para las inversiones.

Mientras tanto en Argentina El acampe de Monsanto pudo detener las obras de la planta, pero tuvo que soportar los palazos de la policía y de patotas sindicales en “defensa del trabajo”, reiteradas amenazas y el desamparo del poder político. El conflicto lleva muchos meses y poco eco tuvo en los grandes medios de comunicación. La empresa presentó varios informes de impacto ambiental para que le permitan continuar la obra, sin embargo no fueron suficientes según los entes reguladores. No obstante esto, el gobierno nacional no tuvo una intervención explícita pero ya son conocidos los intereses a favor de que la firma tenga las mejores condiciones. Por otro lado De la Sota, gobernador de Córdoba, se desliga del asunto responsabilizando a Daniel Arzani, intendente del

distrito de Malvinas Argentinas, quien aún no se pronuncia a favor o en contra del proyecto. La planta estará ubicada a nada más que 400 mts. de la “Escuela la Candelaria”, ubicada sobre la ruta 188, y producirá 60 mil toneladas de semillas de maíz que irán directamente a productores. Este modelo productivo a gran escala prioriza las especulaciones financieras para colocar los granos en los diferentes mercados, no diversifica la matriz productiva y es nulo el valor agregado que la actividad requiere. Esta es una manera fácil de obtener inversiones, pero a un muy alto costo social que ya estamos sintiendo ahora, pero que las generaciones futuras pagarán muy caro. Y ya que Monsanto tiene la entrada vedada en varios países que se preocupan mínimamente por el medio ambiente, es fácil atraer

sus inversiones. No es casualidad que el médico Andrés Carrasco (argentino), investigador de las consecuencias que los transgénicos y sus herbicidas traen aparejadas para la vida, sea reconocido en diversos ámbitos mundiales y aquí sea ignorado, desplazado del ámbito académico y en el peor de los casos, amenazado. Monsanto no se preocupa sólo por vender semillas o poder fumigar tranquilamente; sus acciones apuntan a un monopolio global de alimentos y modos de producción. En ese camino necesita inevitablemente hacerse de extensiones de tierra, de firmas para operar (en el caso de nuestro país lo hace a través de Nidera y Syngenta), de ramas que aseguren la prosperidad de sus divisas y también de invertir en negocios que nunca darán pérdida, como la guerra.•


18| /sección /

La gorra más peligrosa

BRAIAN HERNÁNDEZ

OTRO CASO DE GATILLO FÁCIL

// Por Mechi Martínez y Romina Fernández

B

Hernández tenía 14 años, vivía en un barrio de la provincia de Neuquén con su familia y había terminado la escuela primaria. raian

Hablar en pasado de un pibe de 14 años suena lamentable. Es que a Brian lo mató un policía de un balazo en la nuca. La madrugada del 19 de diciembre de 2012, Braian y un grupo de amigos, todos pebetes de entre 13 y 15 años, sacaron a escondidas un auto y salieron a dar vueltas por el barrio. Hasta acá todo califica como una travesura. A mitad de camino la travesura se complicó porque se les rompió el auto, señal de que sí o sí iban a ser delatados. En eso le piden a un vecino que andaba por ahí, Gabriel “Willy” Gutierrez de 25 años, si los llevaba de vuelta para sus casas. Willy dudó pero aceptó. Seguramente ninguno de ellos imaginó la secuencia que vendría después. En el trayecto se cruzaron con un auto que resultó ser un patrullero de control policial. Según las declaraciones posteriores en el juicio, Willy no paró. A la cuadra, se cruzaron con otro patrullero, bajaron la velocidad pero uno de los policías, Claudio Salas, disparó contra la luneta del auto. El

conductor volvió a apurar la marcha. Persecución. Choque.Willy y algunos de los pibes bajan del auto y empiezan a correr, perseguidos por los policías. Braian no corre. Se queda en el auto con su amigo Kevin. Horas después, Kevin le contaría a la mamá de su amigo que Braian estaba agitado y ahí nomas se dio cuenta de que le salía sangre de la nuca.

El disparo de Salas había impactado en la cabeza de Braian, que murió al día siguiente en el hospital. Once meses después, algo casi inédito para la justicia de Neuquén (bueno, para la justicia en general), se lleva a juicio a los policías involucrados. Los testimonios apuntan directamente

a Claudio Salas. El policía no niega el disparo, pero le da unos toques a la historia buscando justificar su accionar. Dice que creyó ver del auto donde iban los chicos, un fogonazo que parecía el disparo de un arma. De hecho se encontró un arma (que no servía para disparar), que según el relato de los amigos de Braian, no estaba en el auto cuando se subieron. No sería la primera vez que los policías cómplices de su compañero, plantan armas. En el manual del buen gatillo fácil las reglas dicen: simular enfrentamiento, plantar armas a la víctima, intimidar a los testigos, corromper la escena del crimen, entorpecer las pericias. En el caso Braian Hernandez, hubo arma plantada, irregularidades en los peritajes (rompieron la luneta del auto para que no se vea el disparo), amenazas a los adolescentes que sobrevivieron quienes declararon que mientras estaban alojados en la comisaria del menor de Neuquén, fueron presionados para decir que Braian ya estaba muerto cuando los paró el patrullero y que el arma era de ellos. Todo eso se animaron a contar frente al tribunal que finalmente, condenó a Claudio Salas a cadena perpetua por homicidio


calificado, agravado por su condición de miembro de una fuerza policial; y a sus compañeros procesarlos por falso testimonio. Otro que declaró en el juicio, a pesar de las amenazas, fue Willy Gutierrez. Sorpresivamente Willy fue asesinado el día después de sus declaraciones. El sábado a la mañana Willy llegó hasta la casa de sus suegros para buscar a sus hijos ya que les tocaba pasar juntos el fin de semana. Pero no llegaron a encontrarse, porque detrás de la moto de Willy estacionó un Gol gris del que se bajó Sebastián “el gordo” González y disparó a quemarropa seis veces la nueve milímetros que llevaba. Respecto de este hecho hay dos versiones. La “oficial”, sostenida por el fiscal Maximiliano Breide Obeid desde el mismo día del asesinato, es que el gordo Seba estaba buscando a Willy para “ajustar cuentas” porque meses atrás había sido atacado por él en relación a “un tema de drogas”. La versión “no oficial”, sostenida por la familia de Willy, y la de Braian, cuenta que Willy tenía miedo de declarar porque había recibido amenazas para que no lo hiciera. Incluso él mismo cuando finalmente tuvo el coraje de presentarse en el juicio, relató cómo la policía de su barrio lo hostigaba y golpeaba cuando lo encontraban en la calle. Pero eso no es todo. Una vez fusilado el testigo, su hermana Natalia recibió otro mensaje: “Lo que le pasó a tu her-

mano, así van a ir pagando vos y tus otras cagadas de hermanos, y agradecé que te estamos avisando así que sería bueno que se vayan despidiendo”. Por otra parte, uno de los hermanos de Willy sostuvo que “El gordo Seba andaba con la policía y le debía un favor a Salas. El favor se lo cobró”. Actualmente el acusado de acribillar a Willy está detenido con prisión preventiva a la espera de un juicio que en principio no estaría vinculando con el juicio de Braian. Braian Hernández de 14 años fue asesinado por la policía. Su mamá dice que con lo que le pasó a su hijo terminó de entender que cuando vivís en un barrio humilde, la policía no te cuida, te persigue y por las dudas te dispara. El caso de Braian se convirtió en ejemplo de lucha y organización en la provincia. Los tiempos y la condena logrados en el juicio gracias a la presión de la familia y de la Multisectorial de Neuquén, sentaron base en una provincia que alberga en su memoria varios casos de abuso de

las fuerzas policiales. Desde el fusilamiento del docente Carlos Fuentealba, hasta otros casos de pibes asesinados por la policía. Con la misma fuerza, siguen exigiendo justicia por Willy. Mientras tanto, no olvidamos que mataron a un pibe de 14 años que salió una madrugada de su casa a mandarse una travesura, que la primer versión en los medios siempre es que hubo un enfrentamiento con la policía, y que cuando finalmente se logra la justa sentencia del uniformado que disparó, la lectura “oficial” es que se trata de un policía que actuó por su cuenta, como si fuera un hecho aislado y desvinculado del funcionamiento y la lógica de la institución policial y la política de gobierno.•


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/produciendo alternativas/de violencia desesperada a potencia creadora

Nos molesta la quietud, y de hecho dudamos que tal cosa exista. Hasta nuestro propio cuerpo no para de modificarse. Somos seres en movimiento, impulsados a la creación y la transformación de lo que nos rodea. Estar en movimiento implica romper con la inercia de la vida que nos invitan a vivir para proponernos nuevas formas de andar. Esto es justamente lo que caracteriza a los MOVIMIENTOS SOCIALES, la búsqueda de nuevas formas de ser haciendo. En esta Cuco venimos hablando de violencia. De violencias en plural en realidad, porque las hay de muchos tipos. Todas ellas forman parte de la inercia propuesta por la sociedad. ¿Cómo romper con años de obediencia violenta para hacerte cargo del producto de tus propias manos? ¿Cómo convertir la violencia desesperada del desempleo en potencia creadora de nuevos lazos con los otros? Esta vez entremos en el mundo de lxs que ocuparon fábricas y empresas para enfrentar la violencia del hambre y se encontraron con la dignidad de la lucha.

“Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan” Nicolás Guillén

OCUPAR, RESISTIR, PRODUCIR (EL CAMBIO)


/produciendo alternativas/ mos decir al pasar, de esas inscriptas en una suerte de saberes tradicionales que vamos repitiendo sin ponernos a pensar qué dicen cuando dicen. Frases que parecieran añorar tiempos pasados que siempre en el recuerdo nos engañan diciendo que fueron mejores. Habría que preguntarle a uno de los jóvenes de Florencio Varela que en una charla informal nos contaba que había estado trabajando como bachero 12 horas diarias distribuidas en dos turnos de 6 horas cada día por $90 el turno. ¿Ese trabajo te vuelve más digno? Este joven estaba seguro que no. Lxs que dignificaron al trabajo // Por Marcos Mattarazzi

La violencia del des y del empleo En las paredes del local de la “Asamblea Plaza Dorrego”1 - una de las tantas paridas en la crisis del 2001, una de las pocas que supo re-inventarse constantemente para sostenerse en el tiempo hay diversos murales y frases. Una de ellas avisa: “La desigualdad y la exclusión son y producen violencias”. Seguramente estas son de las violencias más duras y pocas veces las incluimos en esa categoría; madres de todas aquellas otras que comúnmente solemos identificar rápidamente como algo “violento”. ¿Qué sienten el hombre y la mujer que ofrecen sus manos, su cabeza, su tiempo a un mercado que sólo les ofrece negaciones o, en el mejor de los casos, migajas y miserias, trabajo precario o informal? ¿Y quién trabaja cantidades de horas diarias y su salario no le alcanza para cubrir sus necesidades? El mercado laboral te pregunta de dónde venís antes de ofrecerte trabajo y más vale que no contestes una dirección sin numeración, manzana tal de algún asentamiento o barriada popular, porque no importa tu experiencia en el rubro, esa dirección te vuelve alguien no recomendable para ser empleado. Y ni hablar si contás con más de cuarenta años... el mercado te necesita flexible para que te adaptes a las condiciones de trabajo tan flexibilizadas gracias a años de neoliberalismo y pareciera que la edad te torna incapaz de nuevos aprendizajes. El modo en que el mercado define tu capacidad o no de obtener un puesto es sumamente discriminatorio, y mal que les pese a sus defensores, no depende de ninguna mano invisible. Se funda en imaginarios y construcciones sociales, histórica y políticamente determinadas. La exclusión del mercado es sumamente violenta.... ¿Y la inclusión? “El trabajo dignifica” es una de esas frases que sole1 https://www.facebook.com/asambleaplazadorrego. santelmo

Decir que el trabajo no siempre dignifica no es apología de la vagancia. Es reconocer que cuando no se compromete el cuerpo y la cabeza con el proceso creativo que implica el trabajo sino que sólo se obedecen órdenes, sin poder ver el producto social del trabajo individual y el salario no alcanza a cubrir las necesidades básicas mientras un tercero se enriquece a costa tuya lo que tenemos enfrente tiene un nombre, y es explotación. Los avances técnicos y el desarrollo de las capacidades productivas en la historia del capitalismo constituyen la historia del despojo de lxs trabajadorxs de su participación en el proceso productivo. El fordismo y el taylorismo, que intensificaron la productividad en las fábricas a través de la “organización científica del trabajo”, de modo tal que “todo posible trabajo (sea) retirado del taller y centralizado en el departamento de planificación” (Taylor, 1945: 101), buscaron expropiar el saber del trabajador, reduciéndolo a un soldado de la producción (Raúl Zibechi2). Los dueños de las fábricas buscaban realizar su sueño de tener trabajadorxs amaestradxs que se limitaran a responder órdenes sencillas cual robots Sucede que aqullxs obrerxs lograron reencauzar esa creatividad que intentaban extirparle para pensar los modos de organizarse frente al patrón, avanzando en la conquista de derechos laborales, favorecidos por el contexto de la fábrica que lxs aunaba a todxs en un mismo espacio. Pero el capital nunca se queda tranquilo y ante los avances de lxs de abajo siempre tiene su contraofensiva. El cambio de estrategia en el modo de acumulación, con la financierización y reprimarización de la economía (volcar el capital a la especulación financiera y la extracción de materias primas) llevó al cierre de montones de fábricas e industrias. Algo que en nuestro país se fue intensificando desde el comienzo de la última dictadura cívico militar, pasando por el neoliberalismo feroz de los '90 hasta llegar al estallido social del 2001. 2 Zibechi analiza este proceso en su libro “Política y Miseria”, más específicamente en el Capítulo 4 “El desborde Obrero de los 60: las lecciones de un castigo”

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/produciendo alternativas Hubo centenares de trabajadorxs que en el cierre de las fábricas en las que se desempeñaban veían desmoronar sus vidas. Pero no quisieron conformarse y hoy constituyen el ejemplo de que vale la pena animarse a salir de la lógica capitalista para probar otros modos. Ellxs lograron devolverle al trabajo la capacidad creadora e innovadora, la capacidad de construir vínculos fraternos y horizontales y la sensación de contribuir al crecimiento de una sociedad, en vez de estar colaborando con la acumulación de dinero. En el peor de los momentos, cuando las fábricas y empresas en las cuales trabajaban parecían dar pérdida y estaban destinadas a la quiebra (o ya la habían quebrado), decidieron no sólo defender su puesto de trabajo, sino reinventarlo. Producir en comunidad Era junio del 2002, todavía resonaban los ecos del estallido social del 2001, y la patronal acababa de anunciar el cierre de Grissinopoli cuando lxs obrerxs recuperando años de historia de luchas de aquí y del mundo respondieron ante una empresa que había dejado de pagarles el sueldo hacía meses: se instalaron allí y la tomaron. Pocos días después, en cuanto la organización interna fue posible, fueron descubriendo las verdaderas dimensiones del conflicto al que empezaban a enfrentar: no eran solamente salarios lo adeudado, sino que también se debían aportes jubilatorios. “Los obreros y compañeros lucharemos por Grissinopoli hasta las últimas consecuencias”, desafiaba una sábana pintada con aerosol. Esos meses de ocupación y resistencia no fueron para nada fáciles. Alejados de sus familiares, sin dinero, con hambre y frío lxs trabajadorxs relatan que pudieron seguir adelante gracias al apoyo de lxs vecinos y organizaciones del barrio que inmediatamente se sumaron a poner el cuerpo, las ganas, algo para comer o lo que pudieran aportar. Otro de los factores fundamentales para aguantar esta situación fue el trabajo conjunto con trabajadorxs de otras fábricas y empresas recuperadas, intercambiando experiencias, saberes y acompañándose en cada conflicto. Estos lazos que fueron tejiendose con paciencia y desde abajo dieron lugar a los dos frentes que nuclean a estas organizaciones hoy en día (Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas y Empresas Recuperadas)

Fueron estos lazos con vecinxs y organizaciones los que les permitieron resistir y combatir la violencia de la (in)justicia que siempre juega para los dueños y las embestidas de la policía que defiende los patrimonios. Varias veces intentaron desalojar a lxs trabajadorxs y esto es algo que se repite en todos los casos. Y en cada una de esas situaciones estuvieron resistiendo junto con la comunidad. Es por eso que hoy estas fábricas y empresas no sólo se dedican a producir sino que cuentan en sus instalaciones con centros de salud algunas, otras con bachilleratos populares o centros culturales como un modo de devolver al barrio el apoyo recibido. Cada uno de estos procesos es diferente, tiene sus complejidades, potencias y obstáculos, desafíos nuevos que enfrentar cada día. Pero si hay algo en común en todas las experiencias es que lxs trabajadorxs decidieron adueñarse de lo que nunca les deberían haber sacado, su propio trabajo. Y este no es un camino fácil de recorrer ya que implica nuevas responsabilidades y montones de conflictos, porque ya no existe una voz mas autorizada que las del resto, porque ahora las cosas se definen en asambleas (la rotación de las tareas, la distribución de los salarios, en qué invertir, etc.), todo se debate y hay que desaprender años de individualismo y mezquindad para aprender a hablar el idioma de lo colectivo. Es por eso que estas fábricas y empresas ya no sólo producen alimentos o prendas textiles, ya no son solamente imprentas o frigoríficos; lo mas interesante es que hoy se dedican tiempo completo a producir alternativas.•


LA VIOLENCIA LEGITIMA REFLEXIONES A PARTIR DEL PROLOGO DE SARTRE A "LOS CONDENADOS DE LA TIERRA"

//Por Marcos Mattarazzi

Poniendo como excusa el aniversario de la muerte de Jean Paul Sartre (15 de Abril de 1980) nos proponemos reflexionar sobre la violencia a partir de algunos postulados de este filósofo de la praxis. Ese que supo estar entre estudiantes y obrerxs en el Mayo Francés, apoyando la revolución cubana y demostrando que un filósofo comprometido con las causas populares tiene que estar entre la gente, en el barro de la historia.

La libertad como fundamento

S

artre fue un marxista crítico del marxismo más ortodoxo, supo polemizar con las posiciones que veían en la historia un camino trazado de antemano: un encadenado de causas y efectos que se podían leer a través de la ciencia, como si la cosa ya estuviera escrita. También supo discutir con quienes pensaban que éramos seres acabados, o sea definidos de una vez y para siempre por el lugar que nos toco en el mundo. Jean Paul fue también un humanista, crítico del humanismo. De ese humanismo burgués que había corrido a dios para colocar al hombre en el centro de la historia, pero no a cualquier hombre. Era un humanismo de hombres blancos y propietarios, que no se interesaba por las situaciones de injusticia sufridas por las mujeres, por los esclavos negros de las colonias o por la explotación a lxs trabajadorxs en las fábricas.

Pero fue ante todo un filósofo de la libertad. Para él esta es el fundamento de nuestra existencia, de hecho sostenía que si existe la alienación es porque debajo de la misma subyace la libertad. Es que solo un ser libre puede ser enajenado; y estas palabras nos llenan de esperanza. Si la libertad es lo que nos constituye como seres humanos entonces siempre nos va a quedar la posibilidad de decidir, de intentar modificar aquello que nos rodea, de ser distintos. “Somos lo que que hacemos con lo que han hecho de nosotros”, es una de sus frases más celebres. Pero no era ingenuo, supo estar junto a lxs oprimidxs y entender que lo que hacen de nosotros pueden ser cosas terribles, y no siempre es fácil correrse del lugar que nos asignan socialmente, sobre todo cuando para mantenernos allí se utilizan los métodos más violentos.


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/violencia legítima

La libertad que nos parió Frantz Fanon (filósofo y psicólogo) nace en Francia, pero es en Argelia donde asiste al parto del hombre nuevo: junto al Frente de Liberación Nacional en la Guerra de Independencia Argelina vuelve a nacer. “Los Condenados de la tierra” es el último libro que escribe, donde refleja las consecuencias de la colonización Europea sobre los colonizados, las graves lesiones para sus psiquis, el desprecio por sus culturas, la adaptación y alianza de las burguesías nacionales de los países africanos a los colonos. Pero por sobre todas las cosas el libro se refiere al proceso de descolonización. Proceso que consiste en “...simplemente la sustitución de una especie de hombres por otra especie de hombres” y que, según el autor, siempre es un fenómeno violento. Fanon escribe un libro para todxs lxs habitantes de las colonias y del tercer mundo, ya sea en Africa, América Latina o Asia. Avisa con firmeza que “El bienestar y el progreso de Europa

han sido construidos con el sudor y los cadáveres de los negros, los árabes, los indios y los amarillos” e invita a la lucha por modificar la situación. Sartre prologa este libro con un mensaje que está dirigido a los Europeos, pero también realiza una invitación: “ Abandonemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina por dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.” Y MORIR QUERIENDO SER LIBRE.... Las sociedades capitalistas han logrado un gran desarrollo en diversidad de mecanismos de consenso. Nos han acostumbrado a la explotación, nos enseñaron a naturalizar la injusticia y el dolor. Y todo esto facilita notablemente la tarea de las fuerzas de seguridad.


/violencia es mentir|25 En la situación colonial que describe Fanon la violencia está al desnudo. Los colonos nacen, viven y mueren con un fusil apuntándoles, obligándolos a trabajar, imponiéndoles la cultura occidental. Las colonias son la fuente de riqueza que alimenta al Capitalismo: debajo del sistema de los hombres libres e iguales hay montones de esclavos muriendo para sostenerlo. Ese es el mensaje contundente que nos deja. Juan Gelman decía en un poema fantástico: “Europa fue la cuna del capitalismo y al niño ése, en la cuna, lo alimentaron con oro y plata del Perú, de México, Bolivia. Millones de americanos tuvieron que morir para engordar al niño, que creció vigoroso...”. Nadie mejor para hablar del supuesto humanismo occidental que los colonizados. “Nuestras víctimas nos conocen por sus heridas y por sus cadenas: eso hace irrefutable su testimonio” lanza Sartre desde su prólogo. Es así como en 1961 les avisa a los europeos que ya no son los “señores de la historia”, sino que ahora esta última se construye en el Tercer Mundo. La historia se hace en Argelia, en Cuba y en todos los territorios en lucha del mundo. Sólo lxs oprimidxs podrán salvar a la humanidad “Basta que nos muestren lo que hemos hecho de ellxs para que conozcamos lo que hemos hecho de nosotros mismos.” Ahora bien... ¿cómo salir de ese contexto de opresión tan violento? Lo que el filósofo se esfuerza por resaltar es que en una situación sostenida desde la violencia, no existe una salida por fuera de ella. La pasividad deja a los colonizados del lado de los opresores. Y nos permitimos realizar muchas citas, porque el texto es realmente muy claro: “la agresión colonial se interioriza como Terror en los colonizados. No me refiero sólo al miedo que experimentan frente a nuestros inagotables medios de represión, sino también al que les inspira su propio furor. Se encuentran acorralados entre nuestras armas que les apuntan y esos tremendos impulsos, esos deseos de matar que surgen del fondo de su corazón y que no siempre reconocen porque no es en principio su violencia, es la nuestra, invertida, que crece y los desgarra” La conclusión a la que arriba Sartre, reflexionando con el texto de Fanon, es que es en la violencia que los colonizados se reencuentran su humanidad, y es desde la misma violencia que destruyen aquello que les fue impuesto a través de un acto de liberación: “Hijo de la violencia, en ella encuentra a cada instante su humanidad: éramos hombres a sus expensas, él se hace hombre a expensas

nuestras. Otro hombre: de mejor calidad.” ¿Constituyen estas ideas una apología a la violencia? Entendemos que lo que Sartre plantea es un análisis profundo sobre la necesidad de la violencia para destruir un sistema que se apoya y se sostiene en ella. No son justamente lxs oprimidxs los que eligen el camino de la violencia. Y en el contexto particular que analiza Sartre, la violencia es contundente, grosera. Nos queda realizarnos algunas preguntas incómodas. Si bien la violencia de las colonias en una primera impresión parece algo muy lejano... ¿que sienten lxs pibxs que se crían en barrios militarizados, que conviven con policías, gendarmes y mafias vinculadas al narcotráfico donde las balaceras se vuelven algo cotidiano? ¿Cómo piensan la violencia lxs familiares de víctimas de gatillo fácil? ¿Que nos pueden enseñar sobre nuestras sociedades lxs trabajadorxs reprimidxs por reclamar sus derechos?


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/elaltillo/carlos presente

CARLOS FUENTEALBA Lo que más me gusta es que seas docente //Por Romina Fernández

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armiento decía que en la sociedad estaban los civilizados y los bárbaros. Entendía la enseñanza más bien como un adoctrinamiento. Y por su modelo esquemático de escuela, mirando siempre pal norte más norte, le dimos una fecha patria, una canción y el título de prócer. Ese hombre es, según la historia oficial, la síntesis de todos los maestros. Carlos Fuentealba era docente en escuelas de la provincia de Neuquén. Creía en la enseñanza como una herramienta de lucha y liberación. Y en la capacidad de crítica y creación de los estudiantes. Y por cortar la ruta con sus compañeros, exigiendo mejoras salariares para su tarea de todos los días, le dimos represión y muerte. Sarmiento y Fuentealba eran dos defensores de la escuela pública. Pero desde lugares muy distintos. Para Sarmiento era una ventaja tener escuelas gratuitas donde disciplinar a antojo de la clase burócrata. Para Fuentealba era un derecho el acceso a la educación y

una necesidad imperiosa la formación de un pensamiento crítico. A Carlos Fuentealba lo mataron el 4 de abril de 2007. Él y sus compañeros del gremio docente ATEN, habían decidido en asamblea cortar la ruta 22 en Arroyito (Neuquén). Era un lugar estratégico porque cortar esa ruta era dejar a la provincia incomunicada y molestar tanto que todos iban a conocer la lucha que venían sosteniendo. La movida exigía abrir diálogo con el gobierno provincial por entonces a cargo de Jorge Sobisch. Venían de varios días de lucha, marchas, huelgas. Y años de arrastre de promesas incumplidas, salarios bajitos, condiciones edilicias precarias en las escuelas, y otras miserias. Al llegar a la ruta vieron que eran varios. Hombres y mujeres, todos docentes. Estaba Carlos pero faltaba su compañera Sandra, que ese día se tuvo que quedar en casa para que (paradójicamente) una de sus hijas asista a clase. Sandra seguía el corte a través del relato que por teléfono y a ratitos le contaba su compañero. No hubo mucho tiempo. A la presencia docente y al pedido de diálogo, el gobernador Sobisch respondió con un increíble despliegue policial que no dudó en iniciar

una feroz represión, pesimamente calificada días después por el funcionario como un enfrentamiento. Arrancó con un gas lacrimógeno, dos, tres gases, siguió con balas, camiones hidrantes y corridas. Los docentes, dispersados por el accionar policial, decidieron levantar campamento y volverse. Todos en sus autos. Carlos también. Cuenta Sandra que en el último llamado él decía que estaban volviendo, que lo peor ya había pasado. La escena próxima fue Carlos en el piso, con la cabeza en sangre. Un uniformado se salió de su fila y disparó una granada de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza de Carlos provocándole una herida grave. Un charco de sangre en el cemento rutero y la escena última: el parte médico anunciando que Carlos tenía muerte cerebral. En ningún momento hubo dudas sobre los responsables de la muerte de Carlos. Sus compañeros se encargaron de dejar en claro que lo de Fuentealba fue un Fusilamiento. Un fusilamiento con un policía que concretó la acción de tirar el gas que impactó en la cabeza de Carlos. Y un poder político, con Sobisch como principal cara, que ordenó y avaló la represión y masacre. Represión que, como siempre, intenta obrar como una suerte de escarmiento y disciplinamiento para el trabajador que lucha. La muerte de Carlos, más por


/cuatro de abril, día del maestro

su condición docente que militante, conmovió a todo el país. A los ojos de todo el mundo no fue una represión cualquiera, porque nadie se esperaba (en ese entonces) represión a los maestros, en un pueblo chico donde además seguramente algún pibe o piba de Neuquén, además de ser hijo de uno de esos policías, era también estudiante de algún manifestantedocente. La odisea inicia con el maestro muerto y continúa con el desplante del poder judicial, la caradurez del gobernador Sobisch y sus amigos. El caso llegó a los medios y llegó a juicio, pero en dos partes. La Causa Fuentealba I condenó a Dario Poblete policía autor del asesinato. La causa Fuentealba II se abrió para buscar a los responsables políticos. Sin embargo, y a pesar del constante pedido de los familiares y compañeros de Fuentealba, Sobisch sigue zafando. Quienes conocieron a Carlos Fuentealba lo recuerdan como un tipo sencillo y terrenal. Cálido. Para sus colegas, un docente dedicado, comprometido y con una ex-

celente pedagogía. Para su mitad, Sandra, un compañero amoroso. Un compañero en todos los ámbitos. De la vida y de la militancia. De las ideas y los sueños. No por nada, Sandra menciona en cuanta entrevista se le hace, aquella vez que Carlos le dijo “lo que más me gusta de vos es que seas maestra”. Lo dice con ojos de brillo. Las calles y la ruta 22 no fue el primer escenario de lucha del docente. Carlos inició su militancia desde la UOCRA y en el MAS. Pero sin duda su lugar lo encontró, ya de más grande, en la docencia. Por eso el aula también fue un espacio de militancia. El profe no solo ensañaba cálculos y fórmulas, también dedicaba su tiempo de clase a enseñar a no conformarse. A pensar en lo que nos rodea y cambiar aquello que nos parece injusto. Carlos les enseñó a sus estudiantes que era consecuente con lo que profesaba en el aula, y salió a la calle a pelear por eso. Su historia se enmarca en una pelea más grande: la lucha por una educación pública, accesible y de calidad. En un país donde

seguimos creyendo que la mejor opción es mandar a tu pibe a una escuela privada. Donde conseguir una beca es un trámite engorroso y el asiento asignado puede ser en un container en vez de un aula de verdad. Y una historieta todavía mayor, es la lucha de los trabajadores. Particularmente hoy tenemos la tarea de acompañar a los docentes que todavía tienen que recurrir a medidas de fuerza para alcanzar una paritaria justa. Cualquiera sea la actividad laboral, el trabajador que lucha no solo sufre la represión, también le cae el peso de la condena social que no quiere reclamos, ni cortes ni piquetes, ni marchas ni paros. El asesinato de Fuentealba nos recuerda el costo de cortar una ruta, la impunidad policial, la complicidad gubernamental. Sus familiares, amigos y compañeros, nos recuerdan que con lucha y organización se combate el olvido y se logra justicia. El docente que lucha también está enseñando.

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/paginita cultural

Diciembre 31, 68 SITUACIÓN

Terminar el año con el zapato izquierdo visiblemente roto, mil quinientos pesos en el bolsillo, incapacitado para hacer regalos y desganado para recibirlos; con mil cosas pendientes, postergadas o mal hechas; en un estado casi permanente de mal humor o de abulia. Es posible que haya “mejorado” algo. Que esa mejoría sea lo que me pone de tan pésimo humor. La política se ha reimplantado violentamente en mi vida. Pero eso destruye en gran parte mi proyecto anterior, el ascético gozo de la creación literaria aislada; el status; la situación económica; la mayoría de los compromisos; muchas amistades, etc. Es posible que, al fin, me convierta en un revolucionario. Pero eso tiene un comienzo muy poco noble, casi grosero. Es fácil trazar el proyecto de un arte agitativo, virulento, sin concesiones. Pero es duro llevarlo a cabo. Exige una capacidad de trabajo que todavía no poseo. Me refiero principalmente a métodos de trabajo. Hace años que vengo luchando por eliminar cosas que formaban una “infraestructura” errónea, la bebida, el cigarrillo, los malos horarios, la pereza y las postergaciones consiguientes, la autolástima, el desorden, la falta de disciplina; la consiguiente falta de alegría y de confianza; todo eso ensamblado en una estructura mental que seguía siendo burguesa. Este año sólo he progresado en dos cosas. No bebo, lo que ha mejorado mi salud, o por lo menos compensado el “deterioro”.

Empiezo a asimilar lo básico del marxismo, y mi “nivel de conciencia” es hoy bastante mayor. Estoy mucho más jugado. No aceptaría hoy incluir una cita de un bufón como Manucho en la contratapa de un libro, ni vacilaría en rechazar una beca en USA, etc. Me he pasado “casi” enteramente al campo del pueblo que además –y de eso sí estoy convencido- me brinda las mejores posibilidades literarias. Quiero decir que prefiero toda la vida ser un Eduardo Gutiérrez y no un Groussac; un Artl y no un Cortázar. Pero decir estas cosas, escribirlas, me desalienta, me da sueño; eso significa que hay un duro núcleo de resistencia que rechaza todo esto como una banalidad; que preferiría mantener la fachada inescrutable sobre mis verdaderas contradicciones; suspender el análisis y seguir proponiéndome al mundo como un figurón, ligeramente martirizado por las circunstancias. Me está faltando coraje. Lo que sucede es que me paso al campo del pueblo, pero no creo que vamos a ganar: en vida mía, por lo menos. ¡En vida mía! Porque esa es la clave: lo que pase después no me importa mucho, y entonces sigo siendo un burgués, más recalcitrante aún. La película de Solanas - Getino (La hora de los hornos) nos mostraba ayer, con insuperable claridad, cómo no se puede ganar con clavos miguelito contra los tanques; con manifestaciones callejeras contra las ametralladoras, etc. ¿Cómo pelear, entonces?


También lo dice la película: la revolución se hace primero en la cabeza de la gente. Conseguir que el oprimido quiera pelear y ame la revolución; pero conseguir también que el opresor se deteste a sí mismo y no quiera pelear. Pero yo soy el primero a convencer de que la revolución es posible. Y esto es difícil en un momento de reflujo total, en que se me han acumulado catastróficamente el proyecto “burgués” (la novela) y el proyecto revolucionario (la política, el periódico, etc.). Si distingo con claridad, si analizo bien, si creo métodos aptos de trabajo: todo eso tiene solución. Lo que no soporto en realidad son las contradicciones internas. Las normas de arte que he aceptado –un arte minoritario, refinado, etc.- son burguesas; tengo capa-

cidad para pasar a un arte revolucionario, aunque no sea reconocido como tal por las revistas de moda. Debo hacerlo. La película de Getino - Solanas señala una ruta, que yo empecé a transitar hace diez años. Pero es indudable que debo continuar con mi proyecto “burgués”, radicalizándolo en lo posible, para quitarme la soga del cuello; volver a ser libre; planificar rigurosamente mi vida; desalinearme. Así sea. RODOLFO WALSH

*Texto que forma parte de la compilación Ese hombre y otros papeles personales, reeditado en el 2007.


REBELIÓN, REPRESIÓN Y BARBARIE: Violencia política durante la década del 70’ en Argentina

//Por Pablo Morán

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24 de marzo, y de nuevo se realizaron las marchas de memoria y repudio para lo que fue el episodio más desmesuradamente violento y tétrico de nuestro país. La dictadura que se instauraría en esa fecha en 1976 llevaría adelante, de la forma más cruda y deshumanizada, el terrorismo de estado terminando con ello con los movimientos políticos armados que se organizaron desde el final de la década del 60’. Su caída en 1983 marcaría el final de lo que se conoce como la violencia política armada en la Argentina. asó otro

Es imposible poder separar las subjetividades ideológicas al momento de analizar ese período dado el fuerte contenido político de los acontecimientos y su proximidad temporal. No es la intención de este espacio intentar mostrar una objetividad inexistente, pero sí tratar de dar un sentido a los fenómenos ocurridos dentro de un marco de conceptos teóricos. Donde no se trate de ver “ingenuidad ideológica” en las buenas intenciones de los movimientos armados y sus resultados (ya que también sería quitarles la dignidad del sentido de su lucha), ni justificar con la tan nefasta “teoría de los dos demonios” el terrorismo llevado a cabo por el Estado.

La violencia política es una constante latente dentro de los Estados a través de la historia. Dado que, como afirma la teoría marxista, los mismos son construcciones institucionales, religiosas o político-ideológicas, que buscan dar legitimidad a la dominación que las clases jerárquicas ejercen sobre las subalternas y mantener las relaciones de producción a través de las instituciones de coerción. Siendo el más complejo de estas estructuras institucionales el Estado Moderno que surge con el capitalismo. Por lo tanto el conflicto político entre las clases está siempre latente y puede tomar distintas formas y niveles cuando aparece el cuestionamiento de las clases dominadas a ese orden impuesto, ya sea para resistirlo o intentar subvertirlo de un lado, o para conservarlo y mantener el orden del otro. Siguiendo a Gramsci, el Estado no es una herramienta que se sitúa por fuera de la sociedad y que la clase dominante utiliza para mantener las relaciones de producción a través del monopolio de la violencia. Sino que el Estado es una construcción de esta clase que se unifica y cons-


/violencia en los 70’s tituye en él para materializar su dominación. La burguesía no es una clase homogénea, sino que posee distintos sectores con intereses contrapuestos. Es en el Estado, que le da un orden jurídico consensuado, donde logra su unificación como clase llegando a cierto nivel de homogeneidad político-ideológico. Continuando con el análisis de Gramsci, en el Estado Moderno no es el uso de sus instrumentos coercitivos lo que garantiza a priori el orden impuesto. Sino que existen toda una red de instituciones y organismos dentro del Estado y la sociedad civil (la iglesia, los partidos políticos, los sindicatos, etcétera) que organizan el consenso de las clases subalternas para la reproducción del sistema de dominación. Siendo los aparatos represivos la última instancia del mantenimiento de ese orden. Esto forma un complejo entramado ideológico que hace mucho más difícil que las contradicciones del sistema de dominación lleven a acciones directas de cuestionamiento por parte de las clases subalternas. La idea que planteamos es que la violencia política en Argentina de este período se engendró dentro de un contexto histórico-político donde esta red de organizaciones e instituciones estatales y de la sociedad civil que generan el consenso social que legitima el sistema de dominación son dejados de lado por la élite. Puesto que habían sido cooptadas en su mayoría por el peronismo que, según su entendimiento, las utilizó para colocar a las clases

dominadas en su contra en forma abierta. Sin la capacidad de reconstruir ese complejo mecanismo de legitimación en el corto plazo, las clases dominantes se vieron obligadas a utilizar cada vez con más frecuencia su facción más violenta: las Fuerzas Armadas. Estas se erigieron como árbitros de la política nacional, hasta que comenzaron a verse a sí mismas como el único sector capaz de gobernar. Es en ese contexto donde se empieza a cuestionar cada vez más abiertamente el sistema de dominación desde varios sectores de la sociedad. Sin esa red de consenso ideológica, la herramienta más efectiva que podía usar las clases dominantes eran los instrumentos de coerción, aumentando significativamente el nivel de violencia. Ese ambiente, sumado a otros factores que pasaremos a analizar, es el que lleva a una reacción de los sectores de la izquierda peronista y marxista que comienzan a

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/rebelión, represión y barbarie organizarse en movimientos armados. Ahora bien, la violencia no se presenta como una homogeneidad que invade la sociedad. Expresa posiciones antagónicas y supone una definición ideológica. Cada época contiene distintas maneras de comprender, utilizar y evaluar la violencia. Por ello el análisis del contexto históricoideológico que da sentido a las acciones de los que llevan adelante la violencia política es igual de importante que el contexto de las estructuras institucionales antes realizado. Empezaremos el análisis de la conformación de las estructuras ideológicas de los grupos que llevaron adelante la violencia política durante este período en el derrocamiento del gobierno peronista de 1955. Al poco tiempo de este hecho y ante las actitudes de los “libertadores” de eliminar autoritariamente las fuentes simbólicas del peronismo, incluyendo la represión a los trabajadores que mantenían las bases sindicales peronistas, ocurrieron nuevos posicionamientos en la izquierda, sobre todo en sus sectores juveniles. Estos cuestionaban la ceguera de sus antecesores ante este movimiento y su indiferencia a la caída del mismo, permitiendo la llegada del sector militar. Este sector de la militancia protagonizará una verdadera ruptura generacional que despreciará la antigua relación (aunque débil) de la izquierda con las democracias liberales, a la que se la consideraba ligada a los intereses de las clases dominantes. También el contexto internacional jugó de manera decisiva en la conformación del ideario de la izquierda. El poderoso trasfondo de la revolución cubana que influenciaba toda Latinoamérica y mostraba una revolución armada posible. Este hecho, junto con una singular relectura del peronismo puso al marxismo en un lugar central del pensamiento de la izquierda argentina. Otro hecho de singular importancia, será la influencia del Concilio Vaticano II, de donde emanará la Teología de la Liberación. Luego más tarde llegaría el Mayo Francés marcando un período donde la rebelión parecía hacerse mundial. Pero para el mismo momento habría un ascenso de la intervención de las fuerzas conservadoras y reaccionarias desde el Estado y la sociedad. El partido militar promoverá la implantación de valores nacionalistas, tradicionalistas y de familia, apelando a un gran acervo antimodernista que venía teniendo creciente influencia en las cúpulas del Ejército. Con un contexto internacional de Guerra Fría, y con gran influencia norteamericana, se impondría la teoría de las

fronteras ideológicas interiores vasado en el eje comunismo-anticomunismo. Con el golpe de 1966 que pondría a Onganía en el poder, se materializará esta influencia reaccionaria de los sectores conservadores, con un fuerte crecimiento del autoritarismo. Donde se cerraron muchas vías institucionales democráticas, y los militares se pondrán como objetivo llevar adelante un gobierno de larga duración. Tratando de controlar de forma violenta a los sectores que eran más contestatarios a la promoción de sus valores y sus medidas. Es en este contexto que tanto desde la izquierda peronista como marxista comenzó a imperar la idea de la transformación social por vía de la violencia armada. Donde un imaginario revolucionario se impuso y simplificó el panorama para este sector de la militancia que comenzó a apreciar cada vez más la acción por sobre la contemplación. De este modo, se fueron formando movimientos políticos revolucionarios con brazos armados que comenzarían a actuar para lograr una revolución socialista. Al comienzo, el accionar de la guerrilla se centró en el asesinato de integrantes de las fuerzas armadas, de los cuales el más simbólico fue la ejecución de Pedro E. Aramburu por parte de Montoneros. Con la salida de Onganía del poder la conflictividad política armada fue en crecimiento, y luego de que dieciséis guerrilleros que estaban prisioneros en la cárcel de Trelew fueran asesinados, el conflicto tomó carácter de enfrentamiento sin retorno. Los movimientos revolucionarios pudieron contar con varios éxitos hasta 1973. Siendo parte del clima de movilización que de una parte de la sociedad civil se levantaba contra la dictadura (sobre todo de una parte del sindicalismo que surgía en Córdoba). Desde esos sectores se escuchaban discursos en contra de los poderes políticos y económicos establecidos, que sumado al aumento de las demandas se fusionaron en movilizaciones y levantamientos desafiantes como el Cordobazo. Debido a la presión de estos sectores, los militares se vieron obligados a cambios recurrentes de gobiernos. Siendo el punto más alto el 25 de mayo de 1973 (sobre todo para la izquierda peronista), día de la asunción de Cámpora como presidente. Donde los movimientos de izquierda reclamaron la liberación de sus detenidos políticos, lo que sucedió durante esa noche. Esa fue una “fiesta revolucionaria”, que mostró una autentica subversión


/24 de marzo de los órdenes subjetivos de poder y jerarquías. El accionar de la guerrilla y los levantamientos de sectores populares obligó a los sectores conservadores a convocar elecciones con la participación de todas las fuerzas políticas. A pesar de los intentos de los militares por evitarlo, esto produjo el regreso de Perón al país y su inmediato triunfo en las urnas. Este hecho, tan esperado por la izquierda peronista, marcará un punto de inflexión en los movimientos armados, ya que se produciría un desfasaje entre contexto político-social y el accionar revolucionario armado. La situación había cambiado radicalmente, dado que ya no había más una dictadura que bloqueara los organismos e instituciones que articulaban la legitimación del sistema de dominación. Otra vez los órganos de la sociedad civil, como los sindicatos y partidos políticos, tenían plena participación. También, las instituciones democráticas del Estado volvían a funcionar con un ejecutivo elegido por un 60 % del electorado. En este contexto, las acciones armadas de las guerrillas se ganarían el rechazo de gran parte de la sociedad, de la que comenzarían a aislarse. Pero estos movimientos se habían forjado bajo la idea de la revolución armada, impugnando la democracia burguesa y con una lógica militarista que poseía rasgos totalizantes. Venían motivados por el clima de movilización que existía hasta 1973 y lo potenciaron con ilusiones triunfalistas de lo que podrían afrontar en el futuro. Ninguno de estos grupos declinó las armas. Para la izquierda marxista el regreso de Perón no era de significativo y su muerte se vio como la oportunidad de la autonomía obrera. Montoneros, se separó de Perón cuando descubrieron que éste no les daría el lugar que pretendían y se mostró opositor a sus acciones, dado que el líder político nunca había abrazado realmente la idea de una revolución socialista. Sin embargo, la articulación de la concepción de la revolución armada como absoluto dador de sentido de sus vidas, junto con una lógica militar verticalista y el impulso dado por los éxitos conseguidos hasta entonces, produjo un alto grado de autoritarismo en los altos cuadros, donde no se permitía la discusión interna y el disenso. Esta configuración llevó a un cierre sectario que dio las bases de una autonomización de la sociedad. De esta manera se creó una ceguera sobre las condiciones reales en que desencadenaba la lucha. Donde se pensaba que el pueblo continuaba

con el clima de movilización creado hasta el 73’, y que se levantaría en rebelión por sus acciones. Siendo ésta incapacidad de mirar alrededor una de las mayores responsabilidades de la izquierda armada, dados sus trágicos resultados. El Ejército Revolucionario de Pueblo (ERP) decidió la instalación de contingentes armados en los montes tucumanos. El llamado “Operativo Independencia” llevado a cabo por el ejército los derrotó anticipando las brutales prácticas que se utilizarían poco tiempo después. Por su parte, los Montoneros comenzaron una lucha interna en el peronismo por ocupar el vacío de poder provocado con la muerte de Perón. Los grupos paramilitares formados por este gobierno fueron diezmando a la guerrilla utilizando, ya en estos años, el método de la tortura y la desaparición de personas. Así los grupos armados entraron en franco retroceso, siendo su última acción de importancia relevante el intento conjunto de la toma del cuartel de Monte Chingolo, donde su derrota marcaría el fin de sus posibilidades militares. En estas circunstancias, de violencia política y vacío de poder, llegaría el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que fue recibido con cierta expectativa por una gran parte de la sociedad. La dictadura daría los golpes de gracia a los movimientos políticos militarmente diezmados, utilizando el terrorismo de Estado, con inusitada crueldad, represión y un redisciplinamiento social y cultural destinado a desterrar todos los elementos que, a su entender, alteraban el orden de la sociedad. Retomando parte del repertorio ideológico del período del onganiato donde se instalaba la idea de fronteras ideológicas internas, pero animado por un impuso de cruzada religiosa. Su ideología tomaba piezas del catolicismo integrista y antimodernista, que se articulaba dentro de un discurso nacionalista, autoritario, haterofóbico y familiarista. Su modo de operar se basó en los esquemas de la escuela francesa de guerra contrarrevolucionaria. Se planificó un sistema de detención y confinamientos ilegales, donde la tortura, la desaparición de personas y el secuestro de bebés nacidos en cautiverio fueron sus mayores y más tenebrosas armas de disciplinamiento social a través del terror. Con la excusa de estar en una guerra “justa” contra unos movimientos armados ya en dispersión, persiguieron a todos los sectores sociales que ellos consideraban “ajenos al pensamiento nacional, católico y occidental”. Esto lo utilizarían para imponer un sistema económico favorable a los sectores concentrados

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de la economía nacional e internacional, con gran apoyo de los grandes medios de comunicación y las organizaciones civiles de la clase alta, como la Sociedad Rural Argentina, o la Unión Industrial Argentina. El resultado fue la nefasta cifra de 30.000 desaparecidos, alrededor de 500 bebés expropiados, una economía endeudada y empobrecida, y la destrucción de contingentes de militantes políticos, sindicales y de otros sectores de la sociedad. Como intentamos analizar en este espacio, la violencia política está latente constantemente en los Estados. El aumento del autoritarismo de las clases dominantes por la proscripción del peronismo y el contexto ideológico internacional dio nacimiento a movimientos contestatarios que se levantaron ante el cierre de las vías institucionales que legitiman el sistema. Algunos de estos movimientos eran armados y fueron realmente revolucionarios. Soñaban con la idea de lograr un mundo más justo a través de la toma del poder. Tuvieron aciertos, equivocaciones y excesos. Pero su más trágico error, tal vez por la matriz que los constituyó, fue el no poder diferenciar el cambio de contexto y

actuar bajo una lectura equivocada que les quitó legitimidad, alejándolos de los sectores que pretendían liberar y costándoles la vida de una gran cantidad de militantes. Cuando en el 76’ el autoritarismo se recrudeció nuevamente, en su forma más violenta y terrorífica, ya no poseían la estructura para resistir ni proteger del reflujo represivo lo que quedaba de sus militantes. Por su lado, los sectores dominantes demostraron de la barbarie que son capaces cuando temen que sus intereses puedan correr algún riesgo. Si al inicio del período, las ejecuciones de ambos lados y las brutales represiones que sufrieron los movimientos armados luego del 73’ habían llevado la violencia política a un extremo, la dictadura daría el último paso hacia lo tétrico. El nivel de la represión a los sectores populares, de las torturas realizadas y de los métodos de desaparición de personas, que funcionaron en un sistema planificado y ejecutado con la mayor perversión, hace que sólo intentar hablar de una teoría de “los dos demonios” sea una burla a la intelectualidad y a la sensibilidad humana que no resiste el menor análisis.•


www.alegrerebeldia.com.ar

comisiones de

trabajo» » matorrales )trabajo territorial( /Villa Hudson, Varela. /Beccar, San Isidro.

» todo al rojo /FM Reconquista. Radio Comunitaria José León Suárez Miércoles 22hs


fuentealba presente!!!


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