opinión
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LA VERDAD DEL CAMPO DE GIBRALTAR · MIÉRCOLES, 2 DE DICIEMBRE DE 2015
El puente
LA VERDAD DEL CAMPO DE GIBRALTAR Diario de Información General
¿Es el Sida una amenaza?
Directores Martín Serrano Juan José González
Martín Serrano
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YER se celebró el Día Mundial de la Lucha contra el Sida y la Junta, por esta efemérides, premió a dos centros ubicados en Algeciras por su acertada participación en el Concurso de Carteles y Soportes Alternativos sobre VIH/Sida: el Centro Marchenilla y la Escuela de Arte. Dos premios que se agradecen por supuesto. Paralelamente, la Consejería de Salud enviaba un extenso informe por el que mostraba datos optimistas sobre la incidencia de la enfermedad en Andalucía, por lo menos en lo que se refiere a la labor preventiva. Pocos días antes, el Comité Antisida del Campo de Gibraltar anunciaba a través de este diario que en marzo cerraba sus puertas ante la imposibilidad de pagar las nóminas de sus dos trabajadores y de seguir desarrollando sus programas. Desde esta ONG, que tan loable papel ha desarrollado desde hace tantos años en la lucha contra esta enfermedad, incluso en los tiempos más difíciles y complicados donde la investigación para combatirla estaba en ciernes, se levanta la voz de alarma sobre un probable ablandamiento en la estrategia de lucha contra esta enfermedad, al advertir que hay que insistir en los programas preventivos entre los más jóvenes para evitar la infección, puesto que el peligro sigue y no está abortado ni mucho menos. ¿En qué grado de alerta debemos estar ante lo que fuera una de las epidemias más tenebrosas y mortales de finales del siglo pasado y principios del presente? Parece evidente que la lucha contra el VIH ha ido ganando batallas, que ya no hablamos de una enfermedad mortal y que la calidad de vida alcanzada por los enfermos es muy superior a la que podían tener hace tan solo unos años. La comprensión de la sociedad no infectada con los individuos de la misma que sí lo están tambíen ha alcanzado un
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L derecho a decidir es una reivindicación ciudadana, que se ha convertido en una reivindicación política. Se considera un derecho constitucional, un derecho genuino de este siglo que estamos viviendo, en la medida que responde a demandas propias del contexto actual de los estados democráticos. Ahora la ciencia política, el derecho comparado, la filosofía del derecho, el derecho constitucional y el derecho internacional analizan y extraen los principios que sustentan este nuevo derecho y los elementos que lo distinguen de otros derechos como el de autodeterminación o los derechos de las minorías. El derecho a decidir se define como un derecho individual de ejercicio colectivo de los miembros de una comunidad territorialmente localizada y democráticamente organizada que permiten expresar y realizar mediante un procedimiento democrático la voluntad de redefinir el estatus político y marco institucional fundamentales de dicha comunidad. Formulado en estos términos también tiene su encaje en la Constitución española y profundiza en el contenido
Edita: Contratas Euroceuta S.L. Editor: José Antonio Muñoz
nivel más alto cuando no podemos olvidar que a estos enfermos, acosados por la degradación física y el aislamiento social, se les trataba con distanciamienti , más o menos como los eran los enfermos de la peste en el medievo. Pero la lucha en tantos frentes ha servido para que la angustia y el miedo de los infectados haya dado paso a una paulatina integración que ha avanzado desde el mismo momento que la información sobre la enfermedad ha llegado con claridad a todos. Los datos ofrecidos por la Junta señalan que en 2014 se notificaron en Andalucía 77 nuevos casos de Sida, de los que cuatro son de la provincia de Cádiz, lo que se traduce en una tasa de incidencia de 0,92 casos por 100.000 habitantes, lo que es 0,32 en el caso gaditano. Esto apunta a una disminución paulatina de los contagios. ‘El azote de diablo’, como llegó a apellidarse a esta maléfica enfermedad, está en horas bajas pero no ha desaparecido, sigue ahí, amenazante, por lo que ahora solo cabe luchar para ganar la última batalla y derribar finalmente al Sida de sus contagiosos efectos. Por ello la Junta no puede olvidar no prescindir del trabajo de las ONG que como el Comité del Campo de Gibraltar ha desarrollado un trabajo tan increible y fenomenal en la lucha contra el Sida. Basta preguntárselo a los enfermos y a todos aquellos a los que se dirige sus acciones siempre tendentes a que sepan sortear los coletazos de un contagio que puede llegar y amagarles la existencia. Mientras no se de por erradicado el Sida la sociedad no puede permitirse el lujo de prescindir de sus armas más eficaces en la lucha contra la misma, como es el caso de esta ONG.
MI OPINIÓN
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Editorial
Zona Franca a debate
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L cabeza de lista al Congreso de los Diputados por el PSOE, Salvador de la Encina, ha puesto en duda la política expansionista que ha abordado Zona Franca desde que es titular de la misma el delegado especial Jorge Ramos. Por ello propone la realización de una doble auditoría que aclare cuáles son los niveles de enduedamiento y de riesgo que asume al haber apostado fuertemente por el sector inmobiliario, en contra de la política de otras zonas francas como las de Vigo o Barcelona que invierten más en desarrollo industrial, tecnológico o en comercio internacional. A nadie se le escapa que estamos ante una intervención electoral en la que un partido intenta exponer con sus legítimas razones lo que ellos harían si el delegado de la Zona Franca fuera un socialista y no un dirigente popular. Por las palabras de De la Encina no parece que su partido comulgue demasiado con una política de la que se están beneficiando varias ciudades del Campo de Gibraltar como Algeciras, La Línea, Castellar o Los Barrios, donde precisamente hace tan solo unos días el propio Jorge Ramos anunciaba la llegada de una primera empresa interesada en instalar una zona logística con una fuerte inversión que va a generar riqueza y, por lo tanto, empleo. La comarca, por primera vez, se está beneficiando de Zona Franca gracias al concepto intervencionista y emprendedor de su delegado y el equipo que lo respalda y que, obras son amores, se está traduciendo en ellos visibles y palpables que no merecen discusión, por lo que resulta desazonador intuir que con el PSOE no dispondríamos de las garantías de que sigan apoyando los proyectos hechos realidad o los que se vislumbran en el horizonte con las mismas garantias que nos viene ofreciendo la labor de Ramos desde que ejerce como delegado especial del Gobierno de Zona Franca para toda la provincia.
El derecho a decidir
Ángel Luis Jiménez
del derecho, poniendo de relieve el doble haz de facultades que del mismo se derivan y las correlativas obligaciones que comportan para los poderes públicos, así como las posibles vías para su protección en sede jurisdiccional. Pues bien, el pueblo andaluz ya ejerció este derecho el 4 de diciembre de 1977, con una manifestación multitudinaria. Más de un millón y medio de andaluces alarmados por la información de que los constituyentes sólo reconocían y garantizaban la plena autonomía de Cataluña, Galicia y Euskadi mediante el artículo 2 de la Constitución, exigieron ser “cómo la que más” de las comunidades autónomas. Así que los andaluces reivindicamos el derecho a decidir el 4 de diciembre de 1977, y ejercimos ese derecho el 28 de febrero de 1980. Andalucía es la única
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comunidad que ganó ese derecho en las calles y lo ejerció mediante referéndum, haciendo historia y convirtiéndose en sujeto federable como las nacionalidades históricas previstas en el citado artículo 2 de la Constitución española. Pero no solo eso, sino que el pueblo andaluz se situó a la vanguardia de las aspiraciones de autogobierno de máximo nivel en el conjunto de los pueblos de España. Desde Andalucía se dio un ejemplo extraordinario de unidad a la hora de expresar una voluntad inequívoca por la autonomía plena frente a los que no aceptaban que fuéramos una nacionalidad en el mismo plano que las que se acogían al infame y desigual artículo 151 de la Constitución. Andalucía es la única Comunidad española que ha tenido una fuente de legitimidad especifica en su vía de ac-
ceso a la autonomía, expresada en las urnas mediante referéndum un 28 de febrero, lo que le otorga una identidad propia y una posición incontestable en la configuración territorial del Estado español. Hoy, como ayer, partimos de un principio básico, el que planteó Andalucía hace 35 años, un 28 de febrero, y que mantiene plenamente su vigencia: igualdad no significa uniformidad. En España existen singularidades y hechos diferenciales. Andalucía los respeta y reconoce sin duda alguna. Pero con la misma rotundidad no puede consentir que esas diferencias sirvan como excusas para alcanzar determinados privilegios. Y no quiero señalar. Andalucía y los andaluces respetan y respetaran la diversidad pero no permitirán la desigualdad, ya que la propia Constitución Española se encarga de señalar en su artículo 139.1 que todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado español. Pero eso hay que garantizarlo con una justicia independiente, una ley electoral justa y un país unido en su diversidad. Tenedlo en cuenta el 20-D.