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7700 A AÑ ÑO OSS D DEE H HO OM MEER RO OA AR RIID DJJIISS ““H HEE VVIIVVIID DOO 7700 AAÑ ÑOOSS D DEE LLIITTEERRAATTUURRAA YY SSUUEEÑ O ÑOSS”” GGuussttaavvoo M Meennddoozzaa LLeem muuss AAN NTTOOLLOOGGÍÍAA PPOOÉÉTTIICCAA,, D DEE H HOOM MEERROO AARRIID DJJIISS H e r n Hernáánn BBrraavvoo VVaarreellaa H HOOM MEERROO AARRIID DJJIISS PPooeem a s mas LLAA AAN NTTOOLLOOGGÍÍAA QQUUEE EESSTTÁÁBBAAM MOOSS EESSPPEERRAAN D O NDO CCrriissttiiáánn GGóóm meezz OOlliivvaarreess JJOOSSÉÉ D DEE JJEESSÚÚSS SSAAM MPPEED DRROO,, VVOOZZ LLIITTEERRAARRIIAA D E L N O R O E DEL NOROESSTTEE D DEE M MÉÉXXIICCOO EEllvviiaa AAllaanniizz OOnnttiivveerrooss CCAARRM MEEN N AALLEEM MAAN NYY BBAAYY:: ““M MIIGGUUEELL H HEERRN NÁÁN ND DEEZZ PPOOSSTTEERRGGÓÓ SSUU BBÚÚSSQQUUEED DAA PPOOÉÉTTIICCAA PPAARRAA EESSCCRRIIBBIIRR PPAARRAA LLAASS TTRRIIN NCCH HEERRAASS”” EElleennaa FFeerrnnáánnddeezz--PPeelllloo Siempre polémico y, podría decirse, hiperactivo, el poeta mexicano Homero Aridjis llega a esta edad emblemática en plena posesión de sus facultades creativas. Lejos ya de los años en que se hablaba de sus “extrañas” posibilidades de acercarse al premio Nóbel, la obra de Aridjis se ha asentado como una de las más sólidas en el ámbito latinoamericano. Calificado por Emmanuel Carballo como “el poeta a-go-gó” de los años sesenta y setenta, lo cierto es que su poesía maduró pronto y muchos de sus libros son ya verdaderos clásicos. Su colaboración crítica en la famosa antología Poesía en movimiento lo situó también en la vorágine de una época que sigue influyendo hasta hoy. Ojos de otro mirar es el título con que reunió la casi totalidad de su trabajo. En este número se suma a la coordinación el poeta Ricardo Hernández Echávarri, colaborador y amigo, quien seguramente contribuirá a que eps dé pasos cada vez más grandes. Bienvenido.


atisbos ““H HEE VVIIVVIID DO O 7700 AAÑ ÑO OSS D DEE LLIITTEERRAATTU URRAA YY SSU UEEÑ ÑO OSS”” GGuussttaavvoo M Meennddoozzaa LLeem muuss

Poeta, ambientalista y diplomático, así se puede definir en pocas palabras la carrera del escritor Homero Aridjis, quien el pasado martes [6 de abril] cumplió 70 años de vida aunque, a decir de su perspectiva, en su vida “literaria” es mucho más joven. Autor de más de 40 libros, el poeta de madre mexicana y padre griego celebró su séptima década de vida en la ciudad de San Francisco, California, en el vecino país del norte, al lado del legendario poeta Lawrence Ferlinghetti, director de la editorial norteamericana City Lights. Para Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940) no hay mejor forma de celebrar su onomástico que leyendo poesía –eso sí, en español– y publicando libros, pues dentro del próximo mes el Fondo de Cultura Económica presentará su novela Los invisibles. En entrevista con Milenio Monterrey, el poeta conversó acerca de su niñez y su llegada a la escritura, de su vocación ambientalista y su malestar por el cierre de la Embajada de México ante la Unesco ocurrida a principios del presente año. Son 70 años de vida, pero también son años de una intensa actividad poética, de actividad política como diplomático mexicano y de una férrea defensa del medio ambiente… Para mí, en lo personal se miden en años de obra creativa, es en lo único en que puedo medir mi vida es a través de la poesía que escrito. El tiempo para mí ha sido un tiempo literario, un tiempo de sueños. Ha manifestado que un penoso accidente en su niñez lo acercó a los libros pero ¿a qué edad se inició usted como poeta, esta “edad literaria” de la que habla? En mi vida tuve un parteaguas que he descrito en mi libro El poeta niño, pues a los 10 años yo sufrí un accidente, me disparé una escopeta en el vientre cuando vivía en Michoacán. Cuando yo estaba en el hospital mi padre me trajo un libro que se llamaba El rey cuervo, de los hermanos Grimm, entonces los libros despertaron en mi el amor por la lectura. Así, mi vida cambió por ese accidente y de esta forma me inicié en la escritura, a los 10 casi 11 años. Yo fui autodidacta, porque en el pueblo donde nací y crecí no había bibliotecas, no había librerías, entonces los únicos libros a los que yo tenía acceso eran los que había en mi casa, los que mis hermanos traían o los que yo pedía por correo, que había en ese tiempo algunas editoriales en donde usted podía pedir libros por correo. Los pagaba pero a veces nunca le llegaban, era culpa del cartero o de la misma editorial. Era muy milagroso tener un libro en las manos. En su obra poética aparecen diversos matices que evocan al pueblo de donde nació pero también lo hemos visto como un poeta con causas, que no sólo escribe sino que también las defiende. Como yo crecí en un pueblo con mucha naturaleza, que es el Santuario de la Mariposa Monarca he estado muy vinculado al destino del cerro, a los árboles, a las mariposas. Ya en mi vida adulta una de las causas que yo abracé con pasión y convicción fue la defensa del medio ambiente, porque yo sentía horror cuando cruzaba al Estado de México y veía que era una naturaleza devastada, horrible, con cerros pelones. eellp pooeem maasseemmiinnaall

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Cuando ya empecé a tener mayor activismo con el Grupo de los Cien me avoqué a la defensa de los Santuarios de la Mariposa Monarca, que ha sido una pelea larguísima porque logramos muchas cosas, que en 1986 se declarara Área Protegida, y ahora que estuve en la UNESCO logré que se declarara Patrimonio Mundial de la Humanidad. El único problema es que después de estos dos logros la tala continúa, es esa la desgracia. En las nuevas generaciones pudiera verse extraño que un poeta defienda con tanta fuerza una causa como la del ambientalismo, como lo es su caso. A mi me tocó crecer en una generación en que los poetas estaban divididas entre la izquierda y la derecha, eran poetas divididos en manos; pero para mi, que vengo después, mi activismo va por el medio ambiente. La izquierda y la derecha, para mí, no tienen importancia porque lo que realmente lo tiene es la posición moral del hombre ante la vida y la naturaleza. Cuál es su opinión sobre esta decisión de cerrar la Embajada de México en la Unesco. México fue país fundador de la Unesco en 1946, y del 48 al 52 Jaime Torres Bodet fue el segundo director general, uno de los más importantes que ha habido en la Unesco desde entonces, porque a él le tocó la promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y para que vea hasta dónde llega la mediocridad mexicana, ahora que se dio todo este debate sobre el cerrar la oficina de México ante la Unesco hubo un editorialista que cuando se hablaba de Torres Bodet él decía: ‘¿Y a final de todo por qué se menciona a ese Torres Bodet, si era una nada?’. Entonces, cuando Bodet ha sido el primer director general de la Unesco a nivel latinoamericano, tiene que venir un mexicano a decir que fue un tipo que no sirve de nada. En materia literaria, ¿se siente satisfecho por lo hecho en su carrera? Precisamente, este martes pasado me lo celebraron en San Franciscos California. La editorial City Lights y ahí, uno de los poetas beatniks sobrevivientes Lawrence Ferlinghetti (director de la editorial con 91 años), presentó mi libro (Solar Poems) en su versión en inglés y tuvimos lleno completo, de hecho se quedaron como 50 personas afuera que no pudieron entrar, entonces para mí fue una gran satisfacción leer en mi aniversario en una de las librerías más emblemáticas de Estados Unidos”. ¿Hay algún proyecto editorial próximo a salir? Va a salir mi novela Los invisibles, que escribí en París durante tres años intensamente y se desarrolla en esta ciudad y ahora será publicada por el Fondo de Cultura Económica el mes próximo. Para mi, esta es una buena manera de celebrarme, publicando un libro. Milenio Diario, 12 de abril de 2010 Homero Aridjis nació en Contepec, Michoacán, México, en 1940. Su obra ha sido traducida a 12

idiomas. Ha publicado 28 libros de poesía y prosa, entre ellos: Los ojos desdoblados (1960); La tumba de Filidor (1961); Antes del reino (1963); Perséfone (1967); Los espacios azules (1969); El poeta niño (1971); El encantador solitario (1973); Quemar las naves (1975) Espectáculo del año dos mil (1981); El último Adán (1986); Memorias del Nuevo Mundo (1988); Gran teatro del fin del mundo (1989); El poeta en peligro de extinción (1992); La leyenda de los soles (1993); Tiempo de ángeles (1994); Apocalipsis con figuras (1997); Ojos de otro mirar (1998) y La montaña de las mariposas (2000). Su obra ha recibido reconocimientos, entre ellos, el Premio Xavier Villaurrutia, en 1964. En 1997 recibió el Premio Roger Callois, por el conjunto de su obra poética y novelística. eellp pooeem maasseemmiinnaall

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Dirigió los festivales internacionales de poesía de Michoacán, Morelia y Ciudad de México. Es presidente internacional del Pen Club. En 1985 fundó el Grupo de los Cien, del cual es presidente, integrado por artistas e intelectuales comprometidos en la lucha contra la contaminación y en favor del medio ambiente. Quien desee conocer lo más representativo de la creación de Homero Aridjis no debe prescindir de Antología poética, libro editado por el Fondo de Cultura Económica, que muestra la voz y sensibilidad de uno de los grandes poetas de la segunda mitad del siglo XX mexicano. En este texto de 388 páginas, el Fondo de Cultura Económica publica una cuidadosa selección de 16 poemarios escritos por el autor entre 1960 y 2006, dentro de los que destacan Los ojos desdoblados (1960), Antes del reino (1963), Los espacios azules (1968), Tiempo de ángeles (1994), Quemar las naves (1975), y Vivir para ver (1977). LLO OSS PPO OEEM MAASS SSO OLLAARREESS D DEE H HO OM MEERRO O AARRIID DJJIISS ((AAU UD DIIO O)):: w w w . r f i . f r / a c t u e s / a r t i c l e s / 1 1 1 / a r t i c l e _ 1 1 2 3 1 . a s p www.rfi.fr/actues/articles/111/article_11231.asp

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Pensemos en un lugar común que funcione como axioma y prejuicio. Nada más infortunado, entonces, que una obra poética escrita desde hace medio siglo reducida en su totalidad a los axiomas y prejuicios que se desprenden de ella, indistinguibles entre sí. En el caso de la poesía de Homero Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940), el prejuicio mayor que rodea su lectura –el chisme canónico de pasillo, la sentencia lapidaria que surge de una charla entre escritores, la “cosa ya sabida” que se desvanece antes de rozar la cuartilla o el micrófono– es el mismo desde hace mucho tiempo: los títulos escritos antes de cumplir los treinta años son los únicos merecedores de su justa mención: Los ojos desdoblados (1960), Antes del reino (1963), Mirándola dormir (1964) y Perséfone (1967). Alguien menos intransigente incluiría Los espacios azules y Ajedrez-Navegaciones, ambos publicados en 1969. Otro más, generoso o permisivo, seleccionaría un puñado de poemas posteriores como “Asombro del tiempo” (1986), elegía a la muerte de la madre, y algún autorretrato contenido en Ojos de otro mirar (1998), en especial “Autorretrato a los diez años”. Así, la magra recepción que ha cosechado entre los críticos la obra reciente de Aridjis coincide con aquel prejuicio señalado al comienzo de este párrafo: la madurez del poeta se encuentra en sus libros más tempranos, mientras que los últimos parecen haber sido escritos por un adolescente que pretendía suplir con buenas intenciones morales, sentimentales y ecológicas la falta de una aventura poética –e incluso la falta de malicia retórica ante el reblandecimiento del oficio–; la falta, en suma, de dicción profética, avidez por el mito y arrebato amoroso como formas salvajes del conocimiento que caracterizara a su precoz plenitud. Ya Octavio Paz, en su prólogo a Poesía en movimiento (1966) –realizada junto con un Aridjis de apenas veintiséis años–, parecía advertir la fuga de capitales poéticos en nuestro autor. No en balde Paz, en su lectura esotérica de la nueva edad (New Age) de la poesía mexicana, vincula a Aridjis con el fuego, “siempre lanzado hacia afuera, ávido de tocar la realidad y siempre llenas de humo las manos rojas”. En Aridjis, “el fuego que vivía en la belleza” (Pablo Neruda) mostraba a un poeta enamorado de sus irradiaciones que luego rechazó por los espejismos que producían –espejismos de una imaginación solar, herencia de un nuevo amor cortés exaltado por el surrealismo en Francia, que si bien impedían a Aridjis contemplar la realidad concreta, también lo salvaban de predicar en un desierto sin tormentas ni dunas ni oasis. eellp pooeem maasseemmiinnaall

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Suponiendo que el fuego arrasaría con sus dominios, el poeta sofocó el incendio que avivaba su obra. Aridjis se conformó con mandar las señales de humo de una zarza sofocada; es decir, poemas gaseosos que antes fueron sólidos, enrarecidos al contacto con el aire de la realidad. Hubiera sido preferible, en todo caso, que nuestro autor cayera en el peligro que Paz veía en el fuego: “destruir aquello que ama”. Para resumir esta parábola del fuego, el “punto de ignición” del primer Aridjis fue sustituido por un mero “punto de inflamación” en la poesía escrita a partir de la década de los setenta –“punto de inflamación” entendido como la temperatura mínima que requieren los vapores desprendidos por un objeto para inflamarse al contacto con una fuente ígnea. Baste contrastar dos ejemplos provenientes de la recién editada Antología poética de Aridjis. El primero, contenido en uno de sus mejores títulos (Antes del reino, publicado a los 23 años), es la contemplación de un cuerpo desnudo y su obsequiosa infidelidad de símbolos, su vertiginosa fuente de imágenes; la interpretación de la música reiterativa de ese cuerpo a través de la anáfora (reiteración ortodoxa de elementos estables) y la enumeración (suma inestable de elementos heterodoxos): A veces uno toca un cuerpo y lo despierta por él pasamos la noche que se abre la pulsación sensible de los brazos marinos y como al mar lo amamos como a un canto desnudo como al solo verano Le decimos luz como se dice ahora le decimos ayer y otras partes lo llenamos de cuerpos y de cuerpos de gaviotas que son nuestras gaviotas Lo vamos escalando punta a punta con orillas y techos y aldabas con hoteles y cauces y memoria y paisajes y tiempo y asteroides [...]

El segundo ejemplo, coleccionado en Construir la muerte (1982), es en contraste una postal involuntariamente humorística de Emiliano Zapata, cortinilla en verso de telenovela histórica. El poema detalla a plenitud la “ideología de la composición” del segundo Aridjis: la escritura como cabildeo para negociar la corrección poética a cambio de adquirir una plena corrección política, opuesta a la profundidad de campo: Lo volvieron calle lo hicieron piedra lo volvieron tarjeta postal discurso de político lo hicieron película ingenio azucarero lo volvieron bigote traje charro

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él ve nada oye nada

“El poema hecho, como el momento vivido –sentenció nuestro autor–, entra en una forma inalterable, en una condición irreversible.” En efecto: los torrentes de lava que corrían libremente en la primera poesía de Aridjis se petrificaron sin remedio, dejando en su lugar una montaña gris e inhóspita, un paisaje fuera de este mundo. Se dice que allí hubo vida hace más de cuarenta años. Todo escéptico podría leer las primeras 96 páginas de esta antología y descartar las 286 restantes para tener la última palabra. Letras Libres, núm. 129, septiembre de 2009 ***

testimonios DE LOS OJOS DESDOBLADOS (1960)

CIRABEL llego siempre a tu aposento con una confusión de bocas y una zozobra de hombre a traerte la ofrenda cotidiana de mis manos huecas Más o menos cuando la ceniza de la noche se derrama sobre tus pupilas como ante una ciudad inerme anudado tu grito de silencio no me dices nada y nos contemplamos como si no existieran nuestros cuerpos Elle a la forme de mes mains elle a la couleur de mes yeux… PAUL ÉLUARD

TIENE LA MEDIDA DE MI SUEÑO los ojos de mi infancia ama lo que yo amo lo que no retorna lo que no llega todavía se levanta en mis párpados eellp pooeem maasseemmiinnaall

y de ahí hace volar sus sueños Se desplaza y permanece siempre es ella en todas partes saludando al universo Llena todos los días del mundo y aún no nace porque no tiene fin La encuentro en el silencio en la absolución pero ella está dispersa respirando en todo Si algún día llego a penetrar su alma le daré vendimias de su cuerpo el hombre el pasto la niebla.

DE ANTES DEL REINO (1963)

TE AMO AHÍ CONTRA EL MURO DESTRUIDO contra la ciudad y contra el sol y contra el viento contra lo otro que yo amo y se ha quedado como un guerrero entrampado en los recuerdos Te amo contra tus ojos que se apagan y sufren adentro esta superficie vana y sospechan venganzas y muertes por desolación o por fastidio Te amo más allá de puertas y esquinas de trenes que se han ido sin llevarnos de amigos que se hundieron ascendiendo ventanas periódicas y estrellas Te amo contra tu alegría y tu regreso contra el dolor que astilla tus seres más amados 114411// aabbrriill22001100//66


contra lo que puede ser y lo que fuiste ceremonia nocturna por lugares fantásticos Te amo contra la noche y el verano contra la luz y tu semejanza silenciosa contra el mar y septiembre y los labios que te expresan contra el humo invencible de los muertos ***

A VECES UNO TOCA UN CUERPO Y LO DESPIERTA por él pasamos la noche que se abre la pulsación sensible de los brazos marinos y como al mar lo amamos como a un canto desnudo como al solo verano

Construyo tu alabanza en la fuente de vida donde accionas en el ave sucia en los ojos que te sobreviven en la soledad del junco y del asfodelo en las paredes juntas y distantes. Construyo tu alabanza en el rostro de los tránsfugas en los que murieron antes de alcanzar un rostro en los asesinos de seres posibles. Construyo tu alabanza en palabras como puertas en ventanas y símbolos y desafecciones en la noche que se prolonga para conceder el alba

DE LOS ESPACIOS AZULES (1969) Le decimos luz como se dice ahora le decimos ayer y otras partes

MÁS RÁPIDO QUE EL PENSAMIENTO VA LA IMAGEN

lo llenamos de cuerpos y de cuerpos de gaviotas que son nuestras gaviotas

subiendo en espiral en torno adentro de tu cuerpo como savia o túnica o hiedra de sonidos

Lo vamos escalando punta a punta con orillas y techos y aldabas con hoteles y cauces y memorias y paisajes y tiempo y asteroides Lo colmamos de nosotros y de alma de collares de islas y de alma Lo sentimos vivir y cotidiano lo sentimos hermoso pero sombra.

Más rápido que el día va tu mirada arrinconando horas y dejando ecos nidos y palabras de la creación meciéndose Más rápido que la imagen va la imagen que te busca en el abismo de la luz que es sombra y te halla visible en lo invisible como alguien que viviendo brilla Atrás y adelante del tiempo va la imagen Adentro de la imagen va otra imagen Más rápido que la velocidad va el pensamiento

***

CONSTRUYO TU ALABANZA en la sequedad de mi costado en la cabeza inútil del bárbaro en mis manos en los trigos y en las distancias en las riberas donde la Segunda Persona te cumple y te promete.

DE AJEDREZ/NAVEGACIONES (1969) MI SER VA AL CANTO CADA DÍA como a una casa de deseo que va siendo cada día más su casa

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junto al fuego cantamos a nuestros huesos

AL FONDO DE LA MUJER ABIERTA ESTÁ EL SER esperándonos sin nombre sin género caliente y un suspiro un sollozo un arañazo una dicha fugitiva lo arrancan de sí mismo lo despiertan y lo traen hacia nosotros hacia el aire

afilamos nuestros puños los hacemos puñales

*** ya casi muertos nos asesinamos

ERA TAN VASTA LA MUJER DE MI SUEÑO QUE tenía en la espalda una puerta de la cual yo tenía la llave y hacía entrar mi amor por ella y sobre su escalón único nos sentábamos y conversábamos y nos amábamos mientras ella dormía

ya casi nada nos sacamos los ojos sangre y palabras nos dejaron los viejos

***

HEREDAMOS EL DOLOR Y LO TRANSMITIMOS

SANGRE Y PALABRAS nos dejaron los viejos

sangre y palabras dejamos a nuestros hijos Vivir para ver (1977)

sangre y palabras dejamos a nuestros hijos

zonas LLAA AAN NTTO OLLO OGGÍÍAA Q QU UEE EESSTTÁÁBBAAM MO OSS EESSPPEERRAAN ND DO O CCrriissttiiáánn GGóóm meezz O Olliivvaarreess ¿Cómo se desliza la América Latina en los Estados Unidos de Norteamérica? ¿Desde dónde se escribe la nueva literatura de los latinos que radican en USA? No sólo el chile, el mate o el aguardentico rigen en los States, la nueva poesía de autores eellp pooeem maasseemmiinnaall

latinos que escriben desde el otro lado del río Bravo está cambiando la forma en que podemos y debemos entender la poesía contemporánea de Iberoamérica. Un libro que asombrará a propios y extraños. Una joya a decir verdad. Como ya está anunciado en el sitio de la editorial, no veo por qué no darlo a conocer aquí con bombos y platillos. Por fin, por fin ya está saliendo la antología que Mónica de La Torre y este servidor preparamos durante todo este año (aunque los planes comenzaran desde antes). Malditos latinos, malditos sudacas: poesía iberoamericana made in USA, es el título que en honor a Los prisioneros le pusimos a esta selección de poesía que si bien no es la primera en su terreno, sí busca recoger un corpus de autores o 114411// aabbrriill22001100//88


escirturas cada vez más acendrado en el país del norte. Malditos latinos, malditos sudacas reúne a unos catorce autores de distinta proveniencia y trayectoria, pero que cuentan con el denominador común de vivir (o de haber vivido por largo tiempo) en Estados Unidos. Mónica y yo queríamos, por sobre todo, averiguar si la experiencia de tener raíces latinas en contacto con la cultura norteamericana había tenido algún efecto (de la índole que fuera) en la escritura de estos poetas. Con eso en mente, pronto nos dimos cuenta que teníamos muchísimo paño que cortar. Lo primero que teníamos por delante: definir qué es ser latino en USA, para recién entonces abocarnos a la tarea de delimitar ese concepto de latino habitando en este país. Aclaro desde ya que no pudimos con ninguna de las dos tareas. A lo más, en nuestro largo intercambio digital-epistolar, Mónica y yo nos atuvimos a ciertos criterios operativos, definiciones provisorias que nos permitieran movernos en el amplio que enfrentábamos. La idea de poeta latino con trabajamos fue de por sí amplia. Se incluían en ella: de partida aquellos que habiendo nacido en países de habla hispana, se hubieran venido a estas tierras por motivos laborales o políticos o ambos a la vez. O motivos sentimentales, si los hubiera. O el hubiera tenido a bien cada uno de los poetas, pero que estuviera viviendo aquí, con cara de permanencia. Aquí entraban poetas como Román Luján, José Pepe Molina, Marcelo Pellegrini, Francisco Leal, Jorge Frisancho, entre otros. Otra categoría es la de aquellos y aquellas que siendo norteamericanos, tenían raíces de distinto tipo en la cultura latina (concepto, este último, también bastante amplio). Aquí entraban autores como Andrés Fisher, Rodrigo Toscano y Urayoán Noel. Fisher representa, creo, la quintaesencia de esta categoría. Nació en Chile, hijo de padres chilenos, pero ha pasado largas temporadas de su vida entre España y, desde hace algunos años, en algún lugar del estado de North Carolina, donde hace clases de español y sociología. Pero también habían, para agregarle un poquito más de diversidad a este panorama de por sí diverso, aquellos poetas eellp pooeem maasseemmiinnaall

latinos que escriben en inglés, o en spanglish, y que son por derecho propio tan latinos como cualquiera. Daniel Borzutsky, sin ir más lejos, es chileno, si se entiende por chileno alguien que nació en Chile, hijo de padres chilenos, es fanatico de los Cubs y creció en Pittsburgh. Es, además, traductor de Juan Emar y Jaime Huenún, como para que no queden dudas de sus credenciales patrias. Rosa Alcalá escribe en inglés, enseña Literatura Creativa en El Paso, Texas y es traductora. Muchos de ellos son profesores universitarios, incluso en universidades privadas, lo cual en Chile dicen que es pescado. Subyacen a la selección que hicimos Mónica y yo, esas zonas fronterizas y aún no delimitadas (tal vez nunca lo sean, tal vez no sea necesario) entre la poesía latina en USA, la poesía hispanoamericana escrita en USA y la poesía chicana, ninguna de las cuales es equivalente a ninguna de las otras, pero tampoco se encuentran plenamente divorciadas. Están, por el contrario, íntimamente intertwined. Los vasos comunicantes son múltiples y no sería difícil tentarse con la figura del rizoma para explicar los movimientos sin retorno que marcan la relación entre estos discursos. La minoría étnica de los latinos en USA tiene una larga lista de implicaciones sociológicas. Sin embargo, como concepto para discriminar cuestiones literarias, se queda corto. Ni todos los latinos son mexicanos ni es lo mismo ser chicano de primera generación que un inmigrante recién llegado. Ni es lo mismo lo que escriben Pepe Molina y Rodrigo Toscano. Ni tampoco el camino de vuelta está muy bien definido. Poco se sabe, muchas veces, en nuestros propios países, de la poesía hispana escrita en Yanquilandia. Ni tampoco tiene un lugar que haya sido establecido en la historia de esas literaturas. Por poner un caso que me toca: podríamos decir que los chilenos que vivimos en el exterior no tenemos derecho a voto ni lectores. Sobra decir que la antología no podría salir sin el esfuerzo y la dedicación de los editores del Billar, Rocío Jazmín Cerón Flores y el nunca bien ponderado Rodrigo Castillo. Nunca me había escrito tantos correos como los que intercambiamos con Mónica, Rocío y Rodrigo. La 114411// aabbrriill22001100//99


corrección de pruebas fue tan tediosa y satisfactoria como lo suele ser ese oficio siempre mal pagado e incomprendido (lo digo con conocimiento de causa, ya que a mí me tocó aprender en la escuela de Silvia Aguilera y LOM ediciones, cuando aquella querida editorial aún estaba empezando y a veces había que corregir un libro al día). A esta antología la anteceden otros trabajos semejantes, como la antología de poetas latinos que hiciera el poeta colombiano Carlos Aguasaco (Encuentro: 10 poetas latinos en USA) y The Wind Shfts: New Latino Poetry, de Francisco Aragón, entre muchas otras. También la anteceden la obra de amigos y autores como Miguel Ángel Zapata, Róger Santiváñez, Eduardo Espina, Carlota Caulfield, Lila Zemborain. José Kozer. Y antes que ellos Pedro Lastra, Armando Romero, Enrique Fierro, libros como A partir de Manhattan y, aún más lejos, el Poeta en Nueva York, de Lorca. Malditos latinos, malditos sudacas se suma con alegría a esos esfuerzos. http://alud.blogspot.com/.../presentaciones-demalditos-latinos.html ***

RREECCIIBBEE SSAAM MPPEED DRRO O RREECCO ON NO OCCIIM MIIEEN NTTO O AALL M MÉÉRRIITTO OU UN NIIVVEERRSSIITTAARRIIO O

Al recibir el reconocimiento al Mérito Universitario y Presea “José Árbol y Bonilla”, el poeta José de Jesús Sampedro Martínez afirmó que sólo una universidad sensible y crítica puede contribuir al surgimiento de una sociedad igualmente sensible y crítica. El rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), eellp pooeem maasseemmiinnaall

Francisco Javier Domínguez Garay, expresó que el galardonado -al que se refirió como “figura entrañable en la UAZ”- “es un valor de los universitarios y de los zacatecanos”. En sesión solemne del Consejo Universitario, celebrada en el Auditorio Miguel de Cervantes Saavedra de la Preparatoria 1, el rector manifestó su satisfacción por otorgar esta distinción a quienes, como el maestro Sampedro, se han destacado por su trayectoria académica, sus aportaciones a las ciencias y a las humanidades, a la docencia y a la investigación. “Figura entrañable en la UAZ, es conocido por una gran cantidad de universitarios por su trayectoria en la docencia, en la investigación y en la promoción de la cultura, dentro y fuera de la institución”, afirmó Domínguez Garay al hablar de José de Jesús Sampedro. Durante el acto, destacó la significación que tiene para la UAZ el papel que ha tenido este universitario desde que fuera estudiante preparatoriano y luego como profesor del área de Lenguaje y Literatura, donde impulsó la elaboración de antologías temáticas y la investigación. Aunado a esto, el importante papel que como responsable del Departamento Editorial de la UAZ tuvo para impulsar la publicación de trabajos de profesores e investigadores. “Además de excelente profesor, reconocido por sus alumnos y compañeros -continuó el rector- Sampedro acentuaría su participación cultural en la universidad en dos vertientes fundamentales: en la promoción de actividades culturales y en la creación artística”. Sobre la vida de Sampedro ligada a la literatura, Domínguez Garay reseñó el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes que en 1975 recibió a sus 25 años de edad, sus publicaciones y la promoción como empresario cultural de los festivales poéticos que perduran hasta nuestros días. “Su trabajo y trayectoria, además han sido reconocidos con el Premio al Mérito Editorial” y sus textos se publican en diversas revistas, periódicos y libros colectivos, precisó al respecto el Rector, quien concluyó que por todo lo anterior: “José de Jesús Sampedro es un valor de los universitarios y de los zacatecanos”. 114411// aabbrriill22001100//1100


Por una Universidad sensible y crítica: Sampedro Luego de externar su agradecimiento por recibir esta presea “quizá de inmerecida manera”, Sampedro hizo una serie de reflexiones en torno a las transformaciones en la universidad, indicando que su generación, impregnada de una fe en un mejor y superior futuro, “modificamos, descartamos o matizamos ciertas concepciones alusivas a la función social específica de la universidad y de los universitarios, e intentamos la construcción de una Universidad al servicio de una más humana de nosotros y de los otros”. Deseo creer –añadió- que la moneda que lanzamos en aquel momento, “en pro de un mundo solidario y equitativo y veraz se encuentre aún en el aire”. Si es así, “la universidad de hoy, de ahora, debe contribuir a que caiga correctamente y a que ganemos (de rebote al menos) la apuesta”, apuntó el poeta. Para tal efecto, “la universidad debe de recuperar para sí dos tradiciones: el ejercicio creativo de la crítica social y la difusión de una cultura que presuponga y que fomente la crítica”, aseguró Sampedro, para concluir: “Únicamente una sensible, crítica, puede contribuir verdaderamente al surgimiento futuro de una sociedad también sensible, crítica”.

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JJO OSSÉÉ D DEE JJEESSÚ ÚSS SSAAM MPPEED DRRO O,, VVO OZZ LLIITTEERRAARRIIAA D DEELL N NO ORRO OEESSTTEE D DEE M MÉÉXXIICCO O EEllvviiaa AAllaanniizz O Onnttiivveerrooss José de Jesús Sampedro nació en la ciudad de Zacatecas el 2 de noviembre de 1950. Realizó estudios de licenciatura en Economía. Fue militante del partido comunista mexicano, miembro del taller literario San Luis PotosíAguascalientes y coordinador del taller literario de La Laguna en Gómez Palacio, Durango y Torreón, Coahuila (1976-1986). Es profesor de tiempo completo en las áreas de Lenguaje y Literatura en la Escuela Preparatoria eellp pooeem maasseemmiinnaall

de la Universidad Autónoma de Zacatecas y fue jefe del Departamento Editorial de la misma Universidad (19881996). Actualmente ocupa la Presidencia del Consejo de Administración de la revista Dosfilos y coordina y edita el suplemento mensual Corre, Conejo. Ha colaborado en revistas, periódicos y suplementos como Crisis, Xilote, Los Universitarios, Punto y Aparte, Encuentro, El Buscón, Cambio, Casa del Tiempo, Universidad de México, El Sol de Zacatecas, El Porvenir, Sicoseo, El Gallo Ilustrado, Sábado y La Cultura en México. Obtuvo mención honorífica de la revista Punto de Partida (1974) y el premio nacional de poesía de Aguascalientes (1975) por Un (ejemplo) salto del gato pinto. José de Jesús Sampedro Martínez ha encaminado su quehacer literario hacia la promoción de la cultura, ejerciendo la docencia o dirigiendo varios talleres literarios y ha realizado un extenso trabajo editorial. La lírica de Sampedro, influida por los surrealistas y el psicoanálisis, se concibe como una poesía visionaria en la que alude a un tiempo provisto de catástrofes donde analiza momentos históricos y la condición humana en todas las épocas. Como sucede en Un (ejemplo) salto del gato pinto. En su poemario Si entra él yo entro logra una voz más personal, empleando como referentes el cine, el rock, los productos industriales o algunas canción es, y, con ironía, alude a amores y frustraciones, donde encontramos cierto contenido político. Es autor de Un (ejemplo) salto de gato pinto (1976), Si entra él yo entro (1978) y La estrella el tonto los amantes (ensayo, poesía, narrativa) (1982). Textos suyos aparecen en las siguientes antologías y libros colectivos: “Estación 114411// aabbrriill22001100//1111


Juanacatlán”, en Andar en la palabra, Ediciones de la Revista Punto de Partida, UNAM, México, 1974; «Para la última», en Gabriel Zaid (presentación), Asamblea de poetas jóvenes de México, Siglo XXI editores, México, 1980; “Notas sobre la narrativa mexicana (1965-1976)”, en Aurora M. Ocampo (antologadora). También es autor de La crítica de la novela mexicana contemporánea, UNAM, México, 1981; «Hey oiga señor ése de ahí soy yo en la sinfonola»; «Alan Watts o el sofisma del blanco debe ganar», en Carlos Chimal (compilador), Crines, lecturas de rock, Penélope, México, 1984; “Poemas”, en Linda Scheer y Miguel Flores Ramírez, Mexican Poetry 1960s & 1970s, Translation Press, Ann Arbor, Michigan, 1984. Ha escrito también “Poemas”, en Evodio Escalante (compilador), Poetas de una generación 1950-1959, Premià Editora/UNAM, México, 1988; “André Breton: en el corazón de un bosque lleno de lobos”, en Carlos Chimal (compilador), Crines, otras lecturas de rock, Era, México, 1994; «Poemas», en Susana González Aktories (antologadora), Poesía joven de México, Arandura editorial, Asunción, Paraguay, 1995; Un (ejemplo) salto de gato pinto, en Premio de Poesía Aguascalientes: 30 años, 1968-1997, Joaquín Mortiz, México, 1997; “Poemas”, en Poesía de México, Ave del Paraíso, Madrid, 1997. Es autor de “Teo y grafo (aspectus): Klossowski”», en Juan García Ponce y la generación del medio siglo, Universidad Veracruzana, México, 1998; “Presley, Morrison, Browne”, en Sergio Monsalvo (compilador), Corrientes de lo alterno, volumen I/II, Editorial Ponciano Arriaga, Instituto de Cultura de San Luis Potosí, San Luis Potosí, México, 1998; “Poemas”, en Benjamín Valdivia y Demetrio Vázquez Apolinar (compiladores), De vario México. Antología poética, Ediciones La Rana, Instituto de la Cultura del Estado de Guanajuato, México, 1998; “Tres poemas”, en Encuentro de poetas Oaxaca 2000, Ediciones del Ermitaño/ Seminario de Cultura Mexicana/ Instituto Oaxaqueño de las Culturas, México, 2001. “Fatamorgana” (prólogo), en O. Henry, Trece cuentos, Premià editora, México, 1988. eellp pooeem maasseemmiinnaall

Ha colaborado en casi todas las revistas y suplementos culturales de México y en diversas revistas de América Latina. El 19 de junio recibió el Premio Joaquín Antonio Peñalosa al Mérito Editorial durante el IV Festival Internacional “Letras en San Luis”.

EELL TTRRAABBAAJJO O PPO OÉÉTTIICCO O ((FFRRAAGGM MEEN NTTO OD DEE EEN NTTRREEVVIISSTTAA)) ¿Cómo inicia el trabajo poético? Se inicia con una línea, que poco a poco se va complicando de manera infinita, cada poema es una aventura interminable. Cada poema es una unidad perfecta, una unidad compacta cerrada, que permite todo el juego imaginable dentro de él. No hay poema perfecto, me duele admitirlo, me duele más de lo que sería normal que me doliera, porque estamos en un oficio defectuoso. Me agradaría escribir un poema perfecto, ese es uno de mis objetivos como poeta, pero que sea perfecto, sé que es algo utópico. Cuando empiezo a escribir un poema tengo la idea o tengo la idea, tengo una línea por lo menos, y esa línea define un rumbo totalmente incierto. Incluso cuando alguien piensa que va a escribir un texto con una idea preconcebida, el texto termina siendo otro muy diferente. Es un trabajo muy angustioso, placentero, estimulante, amoroso, pero sobre todo lo más humano que alguien puede experimentar. La poesía no es reductible a lo que se llama literatura, la poesía es algo más allá, es frágil y al mismo tiempo tan férreo que necesita una atención muy especial. Se necesita que el poeta esté dispuesto a sacrificar prácticamente todo, ese es el motivo por el que he tenido largos periodos sin publicar nada, porque no quiero luego tener la sensación de que me arrepiento, cuando la he tenido ha sido penosa y muy dolida, es como una terapia, un shock y 114411// aabbrriill22001100//1122


quiero experimentarlo lo menos posible, de manera que cuando publico o publique un texto aislado, o un conjunto de poemas sabré que son poemas que están perfectamente, por lo menos a nivel de publicación. Hay millones de poetas en el mundo de los cuales un millón no sirve para nada. Creo que todos los poetas deberíamos cultivar la autocrítica creadora, pero con una política radical honesta. Leo mucha de la poesía que aparece en los suplementos culturales y el 70 por ciento me parece totalmente fallida, es una retórica totalmente avejentada que ya no funciona, un artificio falso. La poesía en México está en vísperas de un cambio importante, los poetas debemos contribuir a que la poesía mexicana entre al siglo XXI, en términos no de tiempos, sino de de ánimos, de espíritus, de audacias, de búsquedas, de temas, de explosividad del lenguaje, más allá incluso del propio lenguaje. El poeta mexicano debe dejar de ser medroso, calculador, cursi, para reiniciar la búsqueda que siempre han distinguido a la poesía mexicana, desde los modernistas hacia acá. Aunque no publique poesía ¿la escribe? Sí, por supuesto. De manera permanente. A veces más que escribir, reescribo. Sería muy pedante si detallara cómo lo hago. Me esfuerzo, para que cuando diga que un poema está finalizado, lo esté en el ánimo de decir, es un poema en el que intenté todo lo que podía intentar, más allá, ya no es posible. La reescritura me lleva más tiempo que la escritura, antes escribía más. Ahora escribo menos, pero creo que lo hago mejor. EL PROCESO CREATIVO ¿Cuál es el mejor taller de corrección o reescritura? La relectura. Pero yo no puedo postular esto como un remedio para todo poeta, porque son experiencias sumamente individuales y mi experiencia es que un poema es noventa por ciento es una reescritura y diez por ciento una escritura, aquí lo importante reside en que esa reescritura debe hacerse sin que el poema pierda las intenciones originales por las que fue escrito, debe tener la misma frescura del principio, reescribir no quiere decir acartonarse, forzar el poema, eellp pooeem maasseemmiinnaall

rellenarlo o solemnizarlo, quiere decir escribirlo bien. Ahora que habla sobre sus procesos de creación ¿cómo opera en usted la inspiración o es sólo trabajo poético? Yo creo en ambas cosas, por supuesto que la inspiración existe, eso lo pensaban los surrealistas de manera inminente, determinante. La frase que llega de improviso, el juego que vislumbra un poema, el símbolo en la calle, el encuentro inesperado., todo eso forma parte del mundo poético. Luego viene la segunda parte que es el oficio, porque si no hay oficio, no hay comprensión total del proceso poético, yo creo que eso es fundamental para todo poeta. ¿Existen las musas? En mi caso sí, tengo como más de 100. Algún día sería bueno hacer el recuento de las musas, me lo prometo desde estas páginas, hacer una lista de las musas de verdad. Es buen tema para un poema, lo voy a escribir. EL BINOMIO ROCK AND ROLL Y POESÍA ¿Cómo se da esa unión del rock con su poesía? Cuando escuché el rock and roll en mi niñez y adolescencia me dividió la vida. Al principio no lo supe, lo supe después, pero cuando oí por primera vez a Elvis Presley para mí ese día fue inolvidable, porque aún sin entender ni remotamente lo que decían, porque era un niño, eso importó nunca. Todo el sentimiento que transmitía, todo ese ritmo, todas esas modulaciones vocales, todo ese estruendo, o toda esa ternura me deslumbraba. Después toda mi vida he estado oyendo música. Vengo de una familia en la que se escuchaba música por todos lados, crecí oyendo música de diversa naturaleza y sigo oyendo música, ahora sólo escucho rock and roll. Toda mi poesía tiene que ver absolutamente con el rock and roll, en el libro que estoy terminando, hay no pocos en los que incluyo paráfrasis de letras de rock, alusiones, incluso estructuras que se pueden asemejar a una canción y en retrospectiva, puedo decir que el rock and roll me llevó primero, a la comprensión de lo que es la estética contemporánea, porque cuando escuchaba esa música me daba cuenta de todas las posibilidades temáticas, incluso fonéticas que 114411// aabbrriill22001100//1133


tenía el lenguaje. El rock and roll me educó el oído. Ahora cuando escribo siento que tengo una buena noción del ritmo como para escribir una línea y leerla y saber si ahí hay o no hay ritmo. Mi oído se educó por la lectura, pero más por la música. ¿Eso quiere decir que su poesía está hecha para leerse en voz alta? Y para cantarse. Incluso estaba pensando en poemas para ser leídos por un grupo de raperos, aunque no me gusta el rap, pero se puede hacer el experimento. Muchos de mis poemas son para ser leídos con música, son como letras de canciones susurradas. Estoy interesado en explorar esas posibilidades. EL VALOR DE LA POESÍA ¿Usted tiene la experiencia de haber dejado inconcluso un poema? Sí pero espero que la vida me aguante para dejar el último concluido. Lo dejo inconcluso u rato hasta tres o cuatro años, pero es seguro que volveré sobre él. No va a escapar ninguno. Sólo que la vida es limitada y para escribir 50 buenos poemas se necesita ser longevo y además saber cómo hacerlo. Decía Borges que él se conformaba con salvar unas cuantas páginas, todo el mundo lo ve como una modestia. Pero no era modesto, era sincero. Era consciente de lo que estaba haciendo, y en eso estoy de acuerdo con él. Si él se preocupa porque le sobrevivan cinco páginas, yo me preocupo porque me sobrevivan cinco líneas. ¿Cuál es el valor de la poesía? Hay una definición que ya no recuerdo de quién es, y dice la poesía tiene un solo valor: hacer que lo imposible, sea posible. Yo diría que tiene otro valor que consiste en volver a una persona por un momento, en infinitas personas. El valor de la poesía reside en su reinvención del lenguaje. Un poeta debe tener la preocupación básica de transformar el lenguaje, llevarlo a un nivel de excelencia. Si no, la poesía sería como cualquier otro género u otra actividad, y no tendría sentido escribir. Se escribe porque se lleva a cabo una segunda o tercera operación con el lenguaje. Tiene que ser un lenguaje absolutamente bien expresado en términos no de formalidad gramatical, sino en términos de una exploración lingüística. Mi poesía eellp pooeem maasseemmiinnaall

explora lo lingüístico, lo fonético, lo semántico. Me agrada introducir onomatopeyas, ruidos que hagan contrapeso con las palabras. Me gusta también repetir una línea de manera múltiple para ver cómo afecta al oído la repetición de esa línea. Me interesa la poesía en su aspecto experimental, de juego, de cálculo. Para mí el valor de la poesía reside en que libera el lenguaje y lo vuelve un universo aparte con sus propias leyes. Uno de esos momentos es el que yo deseo capturar y plasmar en una hoja, es el gran riego y el gran desafío. LOS RECURSOS POÉTICOS ¿Qué papel juegan los sueños en su poesía? ¿Tienen cabida? Sí. Volví a la escritura automática, que había practicado. Ahora ese ejercicio me parece mejor y más fundamental. Es más fascinante, no sé si es por la edad o hay otra razón. Pero creo que ahora lo hago mejor. ¿Escribe poesía dentro o fuera del mundo? Es una buena disyuntiva, iba a decir fuera del mundo, pero me equivocaría. Escribir, enfrentarse a la aventura. ¿Quién es su primer lector? Yo mismo, luego yo mismo y por último yo mismo. Hasta el momento de publicar leo y releo el poema. Yo releo de todas las maneras habidas y por haber desde mi opinión. Cuando me suena bien. Decido que el poema está bien. Soy un lector celoso de lo que escribe y por lo tanto avaro para compartir. ¿Existe en el poeta una parte femenina? Sí existe. La poesía no tiene género, cuando mucho tiene temas. Creo que hay algo de mujer en el poeta. No lo había pensado realmente, pero creo que así es, es un gran enigma. Supongo que las mujeres que alguien ha conocido a través del tiempo tienen el poder de la evocación de la conformación espiritual de un poeta. Hay resonancias de todo ese tipo dentro de la poesía de cualquier poeta.

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CCAARRM MEEN N AALLEEM MAAN NYY BBAAYY:: ““M MIIGGU UEELL H E R N Á N D E Z P O S T E R G Ó S U HERNÁNDEZ POSTERGÓ SU BBÚ ÚSSQ QU UEED DAA PPO OÉÉTTIICCAA PPAARRAA EESSCCRRIIBBIIRR PPAARRAA LLAASS TTRRIIN NCCH HEERRAASS”” EElleennaa FFeerrnnáánnddeezz--PPeelllloo

que postergara esa búsqueda para escribir poesía para las trincheras. Hernández recorrió trece cárceles hasta llegar a Alicante, para entonces se había desligado de toda referencia literaria y escribía desde el sentimiento y la entraña.

“La vida durísima del poeta la tuvieron miles de españoles, lo importante es cómo él trasladó aquello a su obra”

La Guerra Civil determinó su poesía. acia 1935 o 1936 empezó a escribir verso libre. Hasta entonces sólo escribía octavas, sonetos... siempre con rima. Neruda y Aleixandre no sólo le influyeron desde el punto de vista político, le descubrieron la libertad del verso y la impureza de la poesía. Estalla la guerra, también por esa época nace su primer hijo y fallece a los 10 meses. Todo eso va marcando al poeta. Su segundo hijo nace en 1939 y trae una nueva ilusión.

Oviedo. Pocos conocen mejor que Carmen Alemany los versos de Miguel Hernández. Con la figura del poeta de Orihuela comenzó su carrera como investigadora, con su tesis doctoral, y, aunque luego volvió su atención hacia la poesía latinoamericana, nunca dejó de indagar sobre Hernández. Ha sido su antóloga y la editora de su obra completa, así que no es extraño que haya acabado presidiendo el III Congreso Internacional Miguel Hernández, que se celebrará en Orihuela en octubre. Alemany visitó Oviedo la semana pasada, invitada por el departamento de Filología Española de la Universidad, para ofrecer una conferencia sobre la historia de su «superación poética”. Cien años del nacimiento de Hernández: buen momento para revisar su obra, su vida? Sobre todo su obra. La vida durísima de Miguel Hernández la tuvieron miles de españoles, lo importante es cómo supo trascender y trasladar aquello a su obra. Si tuvo tantas amantes, los ojos verdes o marrones? Todo depende de quién lo cuente. Hay que rescatar lo que sigue vigente de su obra, verla en conjunto, su evolución y cómo poco a poco encontró su propia voz, algo que, bajo mi punto de vista, logró en la cárcel. Su primera obra, «Perito en lunas», seguía la estela de los poetas del 27; gracias a la influencia de Neruda y Aleixandre empezó a crear su propia voz. La Guerra Civil hizo eellp pooeem maasseemmiinnaall

¿El mito de Miguel Hernández ha oscurecido su obra? Gran parte de su obra es desconocida. ¿Qué conocemos? Lo que cantó Joan Manuel Serrat. ¿Qué sabemos de «Perito en lunas»? De su obra lo que llega es lo más sentimental, «Aceituneros de Jaén», las «Nanas de la cebolla», «Ceniciento Mussolini»? Su mito hace que no tengamos una idea más amplia de su poética. Sus biografías se detienen en elementos totalmente intrascendentes. Espero que este centenario sirva para tener una imagen más nítida del poeta, no del hombre. ¿Quién sabe que Miguel Hernández escribió obras de teatro y prosas? Quería imitar a García Lorca, pero personalmente opino que no tiene la capacidad de escribir obras originales. ¿Era Hernández totalmente autodidacta? Él nace en una familia no humilde sino modesta. En un tiempo en el que los niños salían del colegio a los 9 o los 10 años él estuvo hasta los 15 en el Colegio de Santo Domingo, de los Jesuitas, hasta 1925. A partir de ese año va al monte con las cabras, pero siempre con un libro. Poco después conoció al grupo liderado por Ramón Sijé. Miguel Hernández se estaba formando, aunque fuera de una manera un tanto provinciana.

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Y después viaja a Madrid. En el 31 cree que va a conocer a los poetas del 27, pero no es así. Es un grupo elitista, le hacen un par de entrevistas y ahí empieza la leyenda del «poeta cabrero». Él se da cuenta del rumbo que está tomando la poesía española y de su inferioridad. ¿Qué hace? Copia palabras del Diccionario, rimas, traduce poemas franceses de Cocteau, de Verlaine? También copiaba décimas del «Cántico» de Guillén. Fue un ejercicio intensísimo. Los manuscritos muestran que elaboraba al máximo la poesía: «Hijo de la luz» tiene seis esbozos preparatorios, incluso en «Viento del pueblo», que escribió con mucha premura, de noche para leerse de mañana en las trincheras, había un proceso de elaboración. Entonces, ¿es correcto incluirlo en la Generación del 27? En el 34 hace su segundo viaje a Madrid. Su acercamiento al grupo se lo debe, sobre todo, a Pablo Neruda, agregado cultural en Barcelona hasta que se asienta en Madrid, en la Casa de las Flores. Neruda procedía de un extracto social similar y lo admira, es el quien lo introduce en el grupo, lo lleva todos los días a la cervecería de Correos y Miguel Hernández se convierte en un intocable porque el maestro «ha puesto la mano en su pecho». A Aleixandre le unió una gran amistad, él le llevaba naranjas cuando volvía del pueblo, Aleixandre le regaló un reloj cuando Miguel se casó y cuando murió pasaba una pensión a Josefina Manresa. ¿Y García Lorca? Cuando Miguel Hernández publicó «Perito en lunas» lo había conocido fugazmente, en Cartagena. Le mandó un libro y varias cartas, en una se quejaba de que el libro no se vendía porque en la portada llevaba el nombre de un desconocido. García Lorca le responde con una única carta, le dice: eres muy joven, y le hace una recomendación: lucha, lucha, lucha. A García Lorca no le gustaba Miguel Hernández, seguramente por sus modales. García Lorca era el señorito refinado, y Miguel Hernández, el hombre del campo, y parece ser que Miguel Hernández gastó algunas bromas sobre la homosexualidad de Lorca. eellp pooeem maasseemmiinnaall

Hernández era primero conservador y católico. Nace en una Orihuela muy conservadora. Neruda decía aquello de «Orihuela satánica y sotánica». Ramón Sijé era muy, muy tradicional, hay quien habla de fascismo literario en la revista «Gallo» y Hernández escribe poesías a María Santísima. Cuando se va a Madrid se da cuenta de que el mundo es más amplio y que se mueve a otro ritmo, y se distancia de Sijé. ¿Por qué esa elegía tan sentida que incluye en «El rayo que no cesa»? Porque no pudo despedirse del amigo, se habían distanciado y ya no compartían los mismos horizontes. Lorca es reconocido internacionalmente, no ocurre lo mismo con Hernández. La internacionalización se la gestó el mismo García Lorca viajando a Nueva York, a Argentina. Era un hombre de mundo. Hernández sólo salió una vez de España para ir a la ex república soviética, a un festival de teatro, y pasó por París. Viajaba hacia Portugal cuando lo detuvieron en la frontera. Además, García Lorca murió asesinado, en cambio Miguel Hernández murió en la cárcel, y en eso hay una diferencia sustancial. García Lorca era un bohemio más completo. Miguel Hernández no da esa imagen. Lorca era el donaire, la iluminación, su nivel cultural provocó que en su poesía asumiera muchas corrientes europeas, que en Miguel Hernández aparecen muy mermadas. Federico García Lorca ya era muy conocido en vida fuera de España. ¿Hernández era libre para escribir en la cárcel? En algunos momentos tuvo muchos problemas. La familia conserva la lechera en la que Josefina le llevaba el alimento a la cárcel -el caldito, decía ella, en la tapa, en la parte interior, escondía los manuscritos. Es algo realmente emocionante, y hay poemas escritos en papel de baño? ¿La escritura le consolaba? La escritura siempre ayuda, reflejas tu angustia y tus sentimientos. Las «Nanas de la cebolla» fueron escritas después de que su mujer le contara que sólo tenía para comer agua con cebolla. ¡Imagínese la angustia que él allí, en la cárcel, debió sentir! 114411// aabbrriill22001100//1166


¿Fue un hombre triste? Tiene poemas graciosísimos, pero no se conocen. Era muy entrañable, muy querido. Hacía cosas que en Madrid llamaban la atención. Cuentan que fueron al Manzanares y él se subía por los árboles, gritaba y silbaba a los pájaros. En el proceso de creación, en algunos de sus manuscritos, deja entrever la influencia de Gómez de la Serna y sus greguerías. Apunta cosas como «los zapatos son como los guardias civiles, siempre van de dos en dos». Como tuvo tantos momentos amargos su poesía se tiñó de tristeza, que él intenta balancear con ciertas notas de esperanza. Perfil Carmen Alemany Profesora de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Alicante. Directora del Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti. Autora de la antología y editora de la obra completa de Miguel Hernández. Preside el III Congreso Internacional Miguel Hernández (Orihuela, del 26 al 30 de octubre), uno de los actos programados dentro de las conmemoraciones del centenario del poeta. www.lne.es/asturias/2010/04/13/miguelhernandez-postergo-busqueda-poetica-escribirtrincheras/899786.html ***

GGAAN NAAD DO ORRAA D DEELL N NO OBBEELL LLAAN NZZAARRÁÁ FFEESSTTIIVVAALL D DEE PPO OEESSÍÍAA EEN N GGRRAAN NAAD DAA Herta Müller será la gran invitada del encuentro que celebra el Bicentenario en América. Oscar Hahn representará a Chile. La VII edición del Festival Internacional de Poesía (FIP) de Granada conmemorará el bicentenario de la independencia de los paísese latinoamericanos con una gala en la que participarán 20 autores hispanoamericanos y un ciclo en el que intervendrán los premios Nobel Herta Müller y Derek Walcott. El FIP 2010 se celebrará del 10 al 15 de mayo con la intención de convertirse en la "mayor fiesta eellp pooeem maasseemmiinnaall

poética" en lengua española, según han señalado hoy los directores del festival, Daniel Rodríguez Moya y Fernando Valverde. A la gala central asistirán, entre otros, el nicaragüense Ernesto Cardenal, la salvadoreña Claribel Alegría, el argentino Jorge Boccanera o el colombiano Juan Manuel Roca, el chileno Oscar Hahn, el ecuatoriano Edwin Madrid y el peruano Eduard Chirinos. La rumano-alemana Herta Müller, última ganadora del Premio Nobel de Literatura, será la encargada de abrir el Festival Internacional de Poesía granadino con una lectura de sus poemas en la Huerta de San Vicente, la casa donde vivió Federico García Lorca, en la que será la primera visita a España de la autora de La bestia del corazón. En la jornada inaugural también está prevista la participación del también Premio Nobel Derek Walcott, que leerá una selección de sus poemas en el Patio Elíptico del Centro Cultural CajaGranada Memoria de Andalucía. El día 14 se ha programado la entrega del Premio Internacional de Poesía Ciudad de GranadaFederico García Lorca, que este año ha recaído en José Manuel Caballero Bonald, cuya obra será analizada en unas jornadas académicas durante el FIP y que participará en un homenaje a Luis Rosales, autor del año en 2010 en Andalucía. El jurado del Premio Casa de América volverá a fallar en Granada, por segundo año consecutivo, el ganador del certamen, en otro de los actos incluidos en el festival, que será clausurado por Ernesto Cardenal. La Tercera, 13 de abril de 2010 www.latercera.com/contenido/1453_250850_9. shtml

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““LLAA PPO OEESSÍÍAA SSAABBEE H HAACCEERRSSEE CCAARRGGO OD DEE SSÍÍ M I S M A ” : M I C H A E L M C C L U R E MISMA”: MICHAEL MCCLURE RR.. GGaarrcciiaa LLooppeess Poeta, dramaturgo, actor y compositor, Michael McClure (1932, Marysville, Kansas) es uno de los intelectuales más alternativos y activos de la escena artística estadunidense. Catorce libros de poesía, ocho obras de teatro algunas auténticos clásicos modernos- y su papel de mentor de Jim Morrison lo confirman. Decisivo como punto de enlace entre músicos, pintores, poetas y aun científicos como Francis Crick, el pensamiento poético de Michael McClure (Kansas, 1932) es uno de los más vigorosos de la lírica estadounidense. En su trayectoria se cruzan nombres de diferentes disciplinas como Jack Kerouac, Bob Dylan, Jim Morrison -fue amigo suyo y se le considera como el responsable del reconocimiento del cantante de The Doors como poeta-, Norman Mailer, Martin Scorsese o el teclista Ray Mazarek (The Doors), con quien todavía hoy en día continúa ofreciendo conciertos poéticos por toda la geografía de su país. ¿Aún hoy se consideran un poeta beat? ¿A qué cree que se debe? Me di a conocer en aquel primer encuentro de los beats en San Francisco, en la lectura de la Six Gallery, en 1955. Allen Ginsberg estaba ahí y leyó «Aullido» por primera vez. Gary Snyder, Philip Whalen y yo leímos nuestros poemas, y el poeta Kenneth Rexroth moderó las lecturas. Fue la primera vez que vi a Kerouac, aunque él no leyó. Para mí es difícil definir la palabra beat porque arrastra cosas diferentes para cada uno. Para algunos, como los medios, los beats eran vistos como unos vividores y locos, con sandalias y tocando el bongó. Para nosotros, la palabra estaba asociada a un interés común por la naturaleza, por la ecología, por la exploración de la mente, por una eellp pooeem maasseemmiinnaall

inmersión profunda en la experiencia, lo que es ya una tradición antigua, si recordamos a alguien como Thoreau. Por otro lado, el jazz, el blues y el bebop nos dieron la certeza de que la poesía también tenía que manifestarse a través de la música, de la presión nerviosa. Se despertó un gran interés por la importancia de la cultura negra. La mayoría de las letras de canciones de esa época eran muy pobres. Creo que la poesía beat fue importante también por esa voluntad de hablar de otras cosas, de manifestarse respecto a la libertad individual, contra la guerra o contra la pobreza espiritual. Varios músicos, como el propio Jim Morrison, Bob Dylan y los Beatles, se fijaron en nuestra poesía para darle un sentido y una profundidad mayor a sus letras. Se dieron cuenta de que no tenían que escribir música de chicles o de decepción amorosa, que podían escribir sobre lo que realmente estaba aconteciendo. ¿Cuáles eran sus referencias literarias cuando comenzó a escribir? Empecé a escribir influido por el verso libre, por el imagismo de Williams, por Cummings y Pound. Pero antes había experimentado mucho con formas tradicionales como la balada y el soneto. A cierta altura, me di cuenta de que tanto el verso libre como el tradicional estaban limitando mi libertad creativa. Yo confiaba en que la conciencia poética era más física, fisiológica, atlética. Que se movía, danzaba. Entonces advertí que esa conciencia era parte del cuerpo fisiológico y que no estaba separada del resto de la naturaleza. Frecuentemente sus poemas han sido llamados «poesía de acción», aludiendo a la «pintura de acción» de Jackson Pollock. ¿Comparte esa idea? Sí, pero yo preferiría llamarla poesía gestual. Sería la manifestación de un mismo impulso que encuentro en Jack Kerouac, Thelonious Monk, Bud Powell, Charlie Parker. Todos se hallaban envueltos en la construcción de una autobiografía del espíritu. Todos ellos querían, a través de su trabajo, manifestar los niveles más profundos de la imaginación, y eso es una actitud universal. Siempre se ha referido a sus poemas como extensiones de su propio cuerpo, más que 114411// aabbrriill22001100//1188


como un objeto aislado, con un sentido en sí mismo. Todo lo que hago se vuelve una extensión de mí, y eso también ocurre en el expresionismo abstracto en la pintura, en el jazz o incluso en Artaud. Para mí, métrica, técnica, todo eso es algo interior que se manifiesta de un modo exterior. No es algo preconcebido sino inmediato. Siempre me gustó explorar la «fisicalidad» del pensamiento, buscando una cierta cualidad física o verbal y un vigor de expresión donde la poesía pudiera ser alcanzada. Pero esa poesía de la que hablo no es tanto una novedad: es una poesía de la experiencia, que investiga la conciencia, los sentidos. En el prefacio de su libro Jaguar Skies (1951) menciona que la poesía es un principio muscular. ¿Podría abundar sobre este tema? Siempre me interesó encarar la poesía de ese modo. Para mí, la experiencia poética no es un proceso puramente intelectual, sino un proceso que viene del cuerpo, y donde el intelecto es sólo una parte importante. Creo que la poesía occidental siempre ha puesto más atención en la mente que en el cuerpo. Incluso cuando alguien estudia su estructura, casi nunca la ve como una extensión de la fisiología. Para mí la poesía es un proceso natural, como ocurre con los animales: para un gatito es natural comenzar a buscar ratones y cazarlos, al igual que un aguilucho empieza a extender las alas junto al nido, hasta que en algún momento aprenda a volar. Del mismo modo, era natural para un músico como Monk, o un novelista como Kerouac, sentarse y tocar o escribir frases, algo totalmente espontáneo y muscular en cuanto a que viene del cuerpo. ¿Se opone a una poesía intelectual, que está sólo pensada pero no vivida? No me opongo totalmente al intelecto, precisamente porque no veo una separación entre cuerpo y mente. Me siento incómodo con la tradición modernista europea e incluso con la estadunidense: creo que cuando el arte o la imaginación están dirigidos más al universo del discurso que al de las percepciones, de las eellp pooeem maasseemmiinnaall

sensaciones, del sentimiento, desemboca en una especie de metafísica que se aleja de la experiencia humana y se vuelve un producto, una parte de la gran maquinaria de la educación o de la civilización. En esos casos, la poesía puede ser un veneno, pues se ve reducida en cuanto experiencia, se torna estéril. La poesía se vuelve un veneno, más que un arte que conduzca a la liberación, o al cultivo de la libertad de la imaginación, del placer, a la profundización de la conciencia. Diane di Prima escribió una vez que «la única guerra que nos importa es la guerra contra la imaginación». ¿Qué consejo daría a los poetas jóvenes de hoy? Bueno, la función de los poetas es hacerse cargo de la poesía. Pero eso no es necesario. La poesía sabe hacerse cargo de sí misma. GENERACIÓN BEAT «Para nosotros, la palabra beat estaba asociada a un interés común por la naturaleza, por la ecología, por la exploración de la mente, por una inmersión profunda en la experiencia». Un clásico censurado por «conducta lasciva» Miembro importante de la contracultura hippie, McClure es también dramaturgo y protagonizó en 1965 una intensa lucha contra la censura, con el estreno de The Beard en el Actor's Theatre de San Francisco. La obra fue prohibida, sus protagonistas detenidos y acusados de «conducta lasciva en lugar público». Se fueron con el montaje a otra parte, a Berkeley, donde se repitió el éxito de público y la censura. De ahí a Los Ángeles, con la misma trayectoria, y luego a Nueva York, donde en 1968 ganó el premio al mejor director y mejor actriz. Desde entonces The Beard se ha representado en todo el mundo y es el favorito de los grupos universitarios estadunidenses. McClure, que continúa ofreciendo recitales y componiendo canciones ―«Mercedes Benz», de Janis Joplin, es una composición del propio McClure―, no para. En el Festival de Cannes que se celebrará en mayo se presenta Curses and Sermons, de Nick Saunders, basado en una obra teatral suya. La Jornada Semanal, 28 de marzo de 2010, núm. 786 www.jornada.unam.mx/2010/03/28/semrodrigo.html 114411// aabbrriill22001100//1199


JJU UAAN N GGEELLM MAAN N:: ""N NO ON NEECCEESSAARRIIAAM MEEN NTTEE EELL D O L O R E S E L M O T O R D E L A DOLOR ES EL MOTOR DE LA PPO OEESSÍÍAA"" Gelman, que habló hoy en el Instituto Cervantes de Lisboa con la prensa y un grupo de seguidores de su obra, opina que a través del acto de escribir "se vive a los demás y se vive el mundo". Para el autor el proceso poético es comparable a experiencias místicas porque, en él, "el individuo sale de sí mismo". "Hay que internarse en uno mismo y limpiar mucha maleza para llegar a la posibilidad de una expresión más verdadera de uno mismo y del mundo", juzga el autor de libros como "Bajo la lluvia ajena" -publicado el pasado año con ilustraciones de Carlos Alonso-, o "Traducciones III. Los poemas de Sidney West" (1969). Actualmente residente en Ciudad de México, el estilo y el contenido de la obra de Gelman ha evolucionado, según los especialistas, desde el inconformismo de su juventud, ligada a la izquierda radical y después al peronismo, hasta el dolor y el desgarro interno del exilio provocado por la dictadura argentina. Perseguido durante años por el régimen militar, perdió a su hijo de 20 años y a su nuera embarazada aunque logró recuperar a su nieta tras una intensa búsqueda durante años. "No estoy muy reconciliado (...) Cuando se habla del perdón, no conozco a ninguna víctima que le haya encargado a nadie pedir perdón en su nombre. Lo que busco es Justicia", afirma Gelman, que desde "hace años" no milita en la política pero sigue atentamente los asuntos internacionales. A sus 79 años, su carrera ha estado marcada también por la actividad periodística -que ejerce desde hace más de 50 años- y, para él, literatura y periodismo "son buenos vecinos que viven en departamentos diferentes". Pero "es un mito que el periodismo no te deja escribir poesía", defiende el escritor, que en su charla de Lisboa reconoció que continúa escribiendo aunque sin saber lo qué podrá resultar. Parafraseando a una poetisa rusa, Gelman opina que "el poeta no vive para escribir, escribe eellp pooeem maasseemmiinnaall

para vivir" y la inspiración "no se sabe" cuándo viene: "¿Qué es la poesía? Nadie lo sabe", concluye. Gelman, también ganador del premio Reina Sofía de Poesía en 2005, se reúne mañana jueves en la capital lusa con el novelista y premio Nobel portugués José Saramago, para compartir una tarde literaria. El escritor argentino, también autor de Carta a mi madre (1989) y Mundar (2007), está considerado uno de los mayores poetas vivos de habla hispana y sus obras han merecido ya varias antologías. www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=3459 35, 14 de abril de 2010

U UN N PPO OEETTAA D DEELL TTIIEEM MPPO O LLuuiiss M u ñ o z Muñoz Tarde o temprano (Poemas 1958-2009). Barcelona, Tusquets, 2010. José Emilio Pacheco combina un entusiasmo genuino por la actualidad con una inmersión gozosa en los espejos de la historia. Nuevas ediciones celebran la obra del escritor mexicano, que recogerá el próximo viernes el Premio Cervantes En su poema “La mosca juzga a Miss Universo”, José Emilio Pacheco plantea, en forma de monólogo dramático, la repugnancia de una mosca por la supuesta belleza de una hermosa mujer cuyas piernas "no se curvan ni se erizan de vello" y cuyo vientre "no es inmenso ni está abombado". En otro poema, escrito muchos años antes, 'Escolio a Jorge Manrique', replica a modo de epigrama que "La mar no es el morir / sino la eterna / circulación de las transformaciones". En 'Tal por cual', advierte que esa expresión era un insulto gravísimo durante su infancia, por el que la gente se pegaba nada más oírlo, y propone, en vista de lo cambiante y misteriosa que es la gramática, 114411// aabbrriill22001100//2200


convertir en insulto palabras igualmente inocentes: "lontananza, arabesco, rada, / erial, relieve, barbecho". En 'Carta a George B. Moore en defensa del anonimato' le dice a su corresponsal quien, según el poema, le ha llamado para pedirle una entrevista- que si le han gustado sus versos "qué más da que sean míos / de otros / de nadie /. En realidad los poemas que leyó son de usted: / Usted, su autor, que los inventa al leerlos". En el 'Rap del salmón', que pertenece a su libro Como la lluvia, publicado el año pasado, escribe y casi canta: "Qué esfuerzo inútil: cada minuto / Pienso en la cuna, para mi luto" o "Roto y exhausto, muy malherido, / Llego a la poza que es meta y nido". Son solamente algunos ejemplos de la rutilante variedad temática y formal de la poesía de José Emilio Pacheco y a la vez, de la fina constancia de su pensamiento. El sistema poético de José Emilio Pacheco está particularmente alerta ante cualquier ocasión, del tipo que sea -literaria, cultural, vivencial, imaginativa, especulativa-, para constatar, casi siempre con una ironía que suele ir acompañada de un rebufo impagable de ternura, la pequeñez del ser humano y la temporalidad de todas sus obras. A su poesía reunida, de la que acaba de aparecer en España una nueva edición (Tusquets) que incluye sus 14 libros de poemas publicados hasta la fecha, la ha titulado, ya desde la edición del año 2000, Tarde o temprano, un nombre que parece tener insertado, como tantos de sus poemas, el tictac amenazante de un reloj y que une en un segmento común el destino irremediable de vida y poesía, es decir, la muerte y el olvido. José Emilio Pacheco es uno de los grandes poetas del tiempo en lengua española y uno de los que mejor ha sabido poner las sílabas de nuestra época. La realidad en sus poemas es una sucesión de sobresaltos sensoriales, emocionales,

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intelectuales que retan con sus asedios al poeta. La poesía, tal y como se desprende de su trato con ella, es, antes que nada, clarificación, es decir, reposo e iluminación de alguna cosa, supresión de los impedimentos que hacen difícil comprenderla. En toda esa tarea hay una vigorosa voluntad de servicio a la cual la poesía se entrega con placer aportando sus combinaciones sensoriales, sus músicas particulares, su capacidad de poner, una vez y otra, el dedo en la llaga. El principal enemigo visible, o invisible, del poeta habita tanto las máscaras de la realidad como los perezosos lugares comunes del pensamiento, contra los que José Emilio Pacheco lanza la sutileza de su percepción, un sentido del humor infalible y una inteligencia golosa y trepidante que parece atreverse con todo. Hay en sus poemas, al mismo tiempo, un entusiasmo genuino, a flor de piel, por los últimos elementos de la actualidad, de la que no desdeña los avances tecnológicos, ni los sucesos políticos, ni la velocidad de las modas, y una inmersión gozosa y seria hasta los espejos de la historia donde todo encuentra, al fin, la distancia adecuada, que es también, sin lugar a dudas, la forma más penetrante de acercamiento.

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entender la poesía como una aventura de clarificaciones personales que se desean trasmitir al invisible lector a través de una comunicación íntima. Las batallas en el desierto, la deliciosa novela corta que se reedita ahora en España, publicada también por Tusquets, comparte con su poesía la emoción, el humor, la profundidad sin trascendentalismo, la contención sin estreñimiento verbal, la plasticidad sin empalago y un sentido melancólico del tiempo, del tiempo histórico y del tiempo individual, que cruza la escena arrastrando lo que encuentra a su paso y que lleva al autor a colocar los diques preciosos de su imaginación y su memoria. Babelia, 17 de abril de 2010 Aunque no pierde de vista las coordenadas mexicanas en las que se formó intelectual y emocionalmente y en las que vive (ha escrito extraordinarios poemas sobre la matanza de Tlatelolco, el terrible terremoto que asoló México en 1985 o el monstruoso crecimiento de Ciudad de México), la sustancia de su obra es inconfundiblemente universal. Una universalidad que tiene, por cierto, luminosos antecedentes y desarrollos mexicanos. En su poema 'Contra Harold Bloom' realiza un homenaje a cuatro poetas de su país, sin los que -confiesa- no sabría escribir ni qué hacer: Ramón López Velarde, José Gorostiza, Octavio Paz y Jaime Sabines, que son, en el sentido de lo universal, ejemplos paradigmáticos. La universalidad que resulta de la poesía de José Emilio Pacheco es obra de la profundidad, del buceo sistemático, de la búsqueda incansable de las piedras de toque de la realidad y de poner en un contexto humano, general, las miserias, los sufrimientos, los gozos particulares. El lenguaje de los poemas de José Emilio Pacheco es de una sencillez y una claridad impecables. Se adentra en cuestiones complejas, en zonas turbulentas del pensamiento y la expresión, y obtiene siempre una naturalidad discreta, sin aspavientos, que por no subrayar no subraya siquiera su acento natural. No se trata de hacer asequible lo que es complicado sino de eellp pooeem maasseemmiinnaall

""D DEED DIICCAARRÉÉ EELL D DIIN NEERRO OD DEELL PPRREEM MIIO O CCEERRVVAAN NTTEESS AA GGAASSTTO OSS D DEE H HO OSSPPIITTAALL"":: JJEEPP JJaavviieerr RRooddrríígguueezz M Maarrccooss José Emilio Pacheco, que el viernes recibe el galardón más importante de la lengua española, repasa las claves de su obra en un encuentro con la ministra de Cultura "Yo pensaba que esto sólo les pasaba a los actores", dijo esta mañana el mexicano José Emilio Pacheco al ver la nube de fotógrafos que le recibió en el auditorio del Ministerio de Cultura. Entró acompañado de la titular de la casa, Ángeles González-Sinde, para participar en un encuentro en el que hubo preguntas de la prensa, lectura de poemas a cargo del último Premio Cervantes y charla distendida y de altura entre el galardonado, la ministra y el presentador del acto, Ignacio Elguero, poeta y director de Radio Nacional. Pacheco empezó anunciando que no tenía mucho que decir pero terminó hablando de todo: de sus libros más recientes -Tarde o temprano, que reúne su poesía completa, y la novela corta Las batallas en el desierto (ambos en Tusquets)-, de su abuela, de su preocupación por la violencia en México y por la salud de sus amigos Sergio Pitol y Carlos Monsiváis. También de su admiración por Miguel Delibes: "La literatura sirve para imaginar las 114411// aabbrriill22001100//2222


vidas que no vivimos. Admiro mucho a Delibes. Sólo una adversidad: él era cazador y yo, anticaza. Pero la belleza de su escritura hace que uno venza los prejuicios". Así, poco a poco fue desgranando algunas de las claves de una obra que le valió el premio más importante de las letras en español. El próximo viernes se le entregarán los Reyes en Alcalá de Henares. Poeta no es una profesión. "Que alguien escriba poesía es un absoluto misterio porque todo está en contra. Cuando uno tiene 14 años tiene tanta vergüenza de escribir que no se atreve a decírselo a sus compañeros de clase. Luego tampoco puede. No parece serio. Una vez al hacerme un carnet dije que era escritor y la funcionaria me dijo: "¡Eso no es profesión!" Y puso: "Trabaja por su cuenta". Privilegios y esperanzas. "No quiero quejarme y decir que la situación de la poesía es terrible porque miren todos estos privilegios que tengo ahora. Pero la verdad es que, usando un verbo tecnocrático que detesto, esto no estaba contemplado. Cuando empecé a escribir no pensaba en publicar en Tusquets, ni en recibir el premio Reina Sofía, ni el Cervantes. Por eso actuaba con gran libertad, porque no tenía ninguna esperanza más que la de seguir escribiendo". Enemigo de sí mismo. "Ya somos todo aquello / contra lo que luchamos a los 20 años". Mucha gente me ha recordado ahora, sí, estos versos del poema ‘Antiguos compañeros se reúnen’. Por suerte nunca satanicé los premios literarios". eellp pooeem maasseemmiinnaall

Discurso secreto. "¿Que qué puedo avanzar del discurso del viernes? ¡Nada! Llevo seis meses repitiendo las mismas cosas. Agradezco la atención, pero si digo algo es que no lo voy a escribir. Nabokov decía: "Si hablo soy un niño de siete año. Si escribo, soy un gran autor". Tenía razón. Yo necesito ver lo que escribo, para corregir. Y hablando no le puedes decir a la gente: "Borra eso, que te lo digo mejor". Los 15 minutos de Andy Warhol. "Me temo que a la edad que tengo voy a tener que guardar el dinero del Cervantes para gastos de hospital. Veo enfermo a mi amigo Carlos Monsiváis y me doy cuenta de que ese es mi porvenir inmediato. Ojalá se recupere pronto. Sin Monsiváis no se entiende la cultura mexicana de los últimos 50 años. A mí, me llegaron los 15 minutos de fama de los que hablaba Andy Warhol, pero me llegaron a un cuarto para las 12. O sea, que tengo un cuarto de hora de provecho". Versos para el teléfono móvil. "Yo ya no pertenezco al mundo de ustedes, llego tarde, con la tecnología es como tratar de aprender un idioma de mayor: puedes hablarlo, pero siempre con acento. No obstante, los nuevos medios pueden ayudar a propagar un género breve como la poesía. Hasta el móvil puede ser un instrumento de poesía. Pero no perdamos de vista la obsolescencia de los aparatos. Todavía recuerdo cómo hace 20 años me quedé asombrado al ver salir un fax del teléfono. Hoy es tan antiguo como una locomotora de vapor". Desastre de mundo. "¿Cómo veo el mundo de hoy? ¡Desastroso! Cuando a finales del año pasado publiqué el libro de poemas Como la lluvia [editado en España por Visor] mucha gente me dijo que era muy pesimista, pero si uno mira todo lo que ha pasado en este trimestre -los terremotos de Haití y Chile, la violencia de México...- se da cuenta de que todo lo escribí parece de color de rosa, cosas de un optimista absoluto. Alguna vez dije que el siglo XX se podía situar entre un título de Dickens y otro de Balzac, entre grandes esperanzas y las ilusiones perdidas". 114411// aabbrriill22001100//2233


México: la eterna violencia. "La nube de ceniza que se cierne sobre Europa me tuvo sin saber si podría venir, pero eso no es nada al lado de la violencia que sufre México. Lo terrible es que va ocupando hasta los oasis. Piensen en Cuernavaca, un lugar al que la gente iba a descansar. Siempre se decía que era la ciudad de la eterna primavera. Hoy se dice que es la ciudad de la eterna balacera. Se ha vuelto tan terrible como Ciudad Juárez". Poesía para los sicarios. "No creo haber influido en la historia de la literatura mexicana. En la sociedad, seguro que no, aunque me hubiera gustado escribir un poema que sirviera para parar la violencia. La sensibilidad por la poesía, como por la música, se tiene o no se tiene. Yo conozco a grandes intelectuales que no la tienen, pero cuando fui al festival de poesía se Medellín, en Colombia, me llevaron, primero a un estadio con 12.000 personas y luego, a una escuela secundaria en la que los chicos eran sicarios (deben de estar todos muertos), y tenían una gran sensibilidad poética. ¿Una definición de poesía? No tengo, lo siento. Yo escribo porque me pasa algo. Un epigrama griego dice que la poesía es pintura que habla y la pintura, poesía del silencio. Antes decía yo que todo conspira contra ella, pero la poesía está en el propio lenguaje. Basta pensar en lo que preguntan los niños. Cosas como: ¿A dónde van los días que pasan?" La pregunta quedó ahí, flotando, sólo la ministra de cultura aventuró una respuesta: "A la poesía de José Emilio Pacheco". El País, 20 de abril de 2010

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RRAAÚ ÚLL ZZU URRIITTAA:: ““LLAA PPO OEESSÍÍAA EEM MEERRGGEE D DEE D I O S ” DIOS” JJaavviieerr GGaarrccííaa

Me aburría como ostra”, dice Raúl Zurita sobre las veces que fue a la iglesia cuando niño. Sin embargo, vinieron los casamientos y los bautizos. En uno de ellos cuenta que “escuché la Epístola a los Corintios, y dije ¡Chucha, esto es poesía de la puta madre!”, luego conoció a alguien que estudiaba los vínculos entre el judaísmo y el catolicismo, y ahí leyó a Isaías, ¡de una fuerza, de una intensidad inexistente!”. Raúl Zurita, poeta, es autor de los libros “Purgatorio”, “Anteparaíso” y “El amor de Chile”, y en Semana Santa Dios sale al ruedo, de la palabra al abismo. “Si sacas la figura de Dios de la lengua castellana te queda un cráter más grande que el océano Pacífico, porque el castellano es la lengua de la Contrarreforma”, comenta con su barba larga y los ojos abiertos como dos lunas llenas en el living de su casa, ubicada hacia el norte de Santiago. Y asegura que los libros sagrados, como el Corán, son terribles, “porque son dictados por Dios, y como Dios no se equivoca ni miente, en nombre de un libro sagrado se puede matar a miles de personas con una bomba o mandar ¡a ocho mil personas a la hoguera!”, en cambio la poesía “no se juega la verdad”. “La poesía emerge de Dios, por ejemplo, en poetas radicalmente ateos, como Pablo Neruda y De Rokha”, cree y recita de memoria un texto del poeta furioso dedicado a su hijo: “Adiós Carlos de Rokha hasta la hora en que no nos volvamos a encontrar jamás, en todos los siglos de los siglos…”, y Zurita concluye que “él ahí da vuelta una fórmula religiosa”. En su casa no hay crucifijos, y sólo el rostro de Kafka trazado por la pintura de Roser Bru cuelga

Es ateo, pero raya con los personajes de la Biblia. El autor de Purgatorio y Anteparaíso, que en 1982 escribió en el cielo de Nueva York 15 frases que tenían a Dios como protagonista, se la juega por la resurrección. Cree que “morirse debe ser alucinante”, y detalla Zurita, volumen de casi 800 páginas, que este año publica Ediciones UDP. eellp pooeem maasseemmiinnaall

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de una pared. El Premio Nacional agrega que “no conozco ninguna poesía atea, quizá la más cercana sería la de Octavio Paz”, y de los poetas chilenos dice que Eduardo Anguita es un “gran poeta católico”, y Nicanor Parra es “un poeta católico, pero al revés”. Partes de Chile Hay unos versos de “Anteparaíso”, donde se lee: “Por eso los muertos subían el nivel de las aguas”, y sólo basta mirar un poco los noticiarios para intuir la cercana profecía del poeta. Raúl Zurita estaba en el aeropuerto de Ciudad de México rumbo a Inglaterra cuando ocurrió el terremoto. Luego, ya en Inglaterra, cuenta que “a la gente en la embajada lo que más le afectaba era que se dañara la imagen de Chile” y del país piensa que “está recubierto de una frágil capa de democracia, de progreso, que esconde una violencia, una injusticia, que afloran a la primera, como los saqueos, que no es sino una manifestación de cosas profundamente irresueltas, pero prefiero a un saqueador vivo a un plasma en su lugar”, arremete sobre los hechos ocurridos en Concepción posterremoto. Zurita no para. Estuvo hace un par de semanas en España dando dos talleres literarios, los próximos días viaja a Estados Unidos para recorrer diferentes ciudades dando recitales durante tres semanas, y luego aterrizará en Berlín para leer en un importante festival de poesía. Ahora, se levanta de su silla y se acerca a su estante de libros, donde sobresale un volumen grande con empaste negro que en la tapa dice “ZURITA”, de 733 páginas, al final el índice cierra el libro (único ejemplar que mandó a hacer), el que se llamaría “Mein kampf”, pero desistió por las innumerables interpretaciones negativas que se harían. “Ya está terminado, se divide en tres partes”, cuenta y dice que no incluye formalmente los libros que venía publicando por entrega por Ediciones Tácitas, como “Los países muertos”, “In memoriam” y “Cuadernos de guerra”. “Estos libros están desparramos en ‘ZURITA’, y es distinto a los otros porque tiene otra estructura. Se divide en tres partes. La primera es el atardecer del 10 de eellp pooeem maasseemmiinnaall

septiembre de 1973; la segunda parte es la noche del 10 de septiembre de 1973; y la tercera es el amanecer del día del golpe militar”. La autobiografía del poeta va más allá, porque Zurita es también la historia de un niño que le habla a su papá, pero que nunca le contesta. “Es un registro de la historia del golpe de Estado, de la vida del que escribe, y que se funden con imágenes de la humanidad”, y pasa a citar un epígrafe de Elias Canetti que está en el libro. “Y la vejez mece mi corazón como una loca a su niño muerto”. El libro saldrá próximamente en México, por Editorial Aldvs, luego en España (Visor) y en noviembre por Ediciones Universidad Diego Portales. A la pregunta ¿Qué viene después? Contesta: “Sepa Moya”. Anticristo y Dante En 1982 Zurita escribió en el cielo de Nueva York quince frases que tenían a Dios como protagonista. “Mi Dios es hambre”, “Mi Dios es vacío”, “Mi amor de Dios”… “Creo que lo hice por una situación anímica, social y política que estaba viviendo Latinoamérica por ese entonces. Pero antes de hacerlas, esas frases convivieron conmigo durante ocho años, por eso para mí era algo muy íntimo”, cuenta y agrega que se define como ateo, “pero la capa de ateísmo es muy superficial, porque lo que uno controla es muy poco”. Zonas fantasmas en las que Nietzsche buceó. “El Anticristo dice que ahora ya no habrá más arriba ni abajo, quién podrá suscribir esta tremenda falta”, y se toma la cabeza ante la pregunta del millón. Pero Zurita va una alternativa e imagina que “si sumas todos los libros griegos construyes otra Biblia”. Y ante el final asegura con fuerza que “morirse debe ser una experiencia alucinante”, y arremete contra la muerte al opinar sobre la trascendencia, “creo que mi abuelo, que mi bisabuelo, están acá, es una cadena donde cada ser que está sorteó una cadena de las más alucinantes, a pesar de los ¡cataclismos, genocidios, matanzas, pestes!”. Pero el final de la conversa se acerca y uno de los poetas más traducidos de Chile saca su libro de cabecera. “La divina comedia”, de Dante Alighieri, que viene de la abuela, quien se la leía. “Tengo una 114411// aabbrriill22001100//2255


divina comedia que es personal, y que discute con todas las divinas comedias que leo, pero lo más impresionante es el final de Dante. Se dice que ve a Dios, pero lo cierto es que ve un círculo, que tiene los colores del semblante humano, y yo creo que sólo está describiendo su propia cara”. Tres tristes tópicos PARKINSON. Zurita padece de Parkinson y recuerda la fórmula de Roberto Bolaño: “Literatura + enfermedad = Enfermedad”. Comenta que “es súper linda, pero está equivocado, porque literatura + enfermedad es igual muerte, porque no hay metáfora para la enfermedad. Ahora al hacerla presente, dialogante, al reírte de ella, la hace ligeramente más soportable”, dice sobre los poemas en los que se refiere al “Parkinson Zurita” o al “Hepático Bolaño”. ARTISTAS. “Nerval se mata en el siglo XIX, dice O.K. me mato, pero algún día mi obra me resarcirá, y después en el siglo XX se suicida, por ejemplo, Rodrigo Lira y sabe que no hay posteridad, y el suicidio hoy es mucho más suicidio que el del siglo pasado. ¿Y qué es lo que quiere el artista contemporáneo? No le interesa lo que va a pasar después, porque le interesa el espacio y no el tiempo”. LEGIONARIOS DE CRISTO. “Recién ahora reconocieron los abusos a menores de su fundador Marcial Maciel. No entiendo su arrogancia a lo correcto. Yo he visto los dobles estándares, ¡pero más impresionantes!, de tipos haciendo gárgaras con agua bendita, los mismo que dieron su apoyo irrefutable a la dictadura. Ojalá que ese reconocimiento haga a esas momias vivientes un poco más sensatas”. ***

FFEESSTTIIVVAALL D DEE PPO OEESSÍÍAA RREEÚ ÚN NEE LLO OSS M MEEJJO ORREESS PPO OEEM MAASS D DEE SSU USS Ú ÚLLTTIIM MO OSS SSEEIISS AAÑ O S E N L A E D I T O R I A L ÑOS EN LA EDITORIAL ““BBIIBBLLIIO OTTEECCAA FFIIPP”” El Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP) ha puesto en marcha una editorial que, con el nombre 'Biblioteca FIP', reúne los mejores poemas eellp pooeem maasseemmiinnaall

que se han leído en sus seis ediciones anteriores. La colección, con el título 'La herida y el relámpago', se estrena con cinco libros, que han sido presentados hoy por los directores, los poetas Fernando Valverde y Daniel Rodríguez Moya. El número uno de la colección es una Antología que recopila los mejores versos leídos por los poetas invitados por el FIP desde . "Hemos tratado de escoger los más populares, los que más sensaciones provocaron en la gente que acudió a las lecturas", explicaron sus directores. Tres poemas por autor elegido, entre los que se encuentran Ángel González, Gonzalo Rojas, Claribel Alegría, Gioconda Belli, Juan Gelman, Waldo Leyva, Rafael Cadenas, José Manuel Caballero Bonald, Francisco Brines o Pablo García Baena. Otro de los libros más sorprendentes de la colección es 'Los poemas del autobús', en los que se han incluido todos los poemas que los usuarios del transporte urbano han podido leer en los últimos tres años pegados a las ventanillas de los autobuses granadinos. "Es un libro que nos había pedido mucha gente. Había incluso quien llamaba a la concejalía de Cultura preguntando cómo podían conseguirse los poemas del autobús. Por eso hemos elegido ese nombre, porque la gente ya los conoce de ese modo", comentaron. Además, se han publicado otros tres libros de tres autores que estarán este año en el FIP. Se trata de una antología de la poeta Claribel Alegría, otra de Ernesto Cardenal y por último una antología bilingüe del Premio Nobel de Literatura Derek Walcott. "Queremos agradecer tanto la generosidad de Walcott como la de la editorial Comares, que han hecho lo posible y lo imposible para que este libro pueda formar parte de la 114411// aabbrriill22001100//2266


biblioteca del FIP", explicaron Valverde y Rodríguez Moya. El diseño de la colección ha sido obra del arquitecto Francisco del Corral, con el que ha colaborado Luis Fernández Lao. Los dos se han inspirado en las hojas de los diferentes árboles que hay en Granada (tilos, castaños, arces, ginkgos, álamos) formando diferentes caligramas en distintos colores para cada una de las portadas. "Un libro de poemas es una sucesión de hojas escritas que transforma nuestra realidad. Hemos tratado de dibujar la naturaleza de Granada", explicó del Corral. El relámpago de Gonzalo Rojas Sobre el título de la colección, los directores del FIP recordaron que las primeras palabras que acariciaron el aire en el Festival Internacional de Poesía de Granada fueron "herida" y "relámpago". El chileno Gonzalo Rojas, en su primer acto público tras recibir el prestigioso Premio Cervantes, ofreció una multitudinaria lectura de sus poemas en el lugar en el que San Juan de la Cruz había escrito varios siglos antes su 'Cántico Espiritual', el granadino Carmen de los Mártires. Allí leyó su poema 'Desocupado lector', una de las más altas composiciones de la lírica hispanoamericana del siglo XX, que abre la antología del FIP: "Cumplo entonces con informar a usted que últimamente todo es herida". Rojas escuchó de niño la palabra relámpago y quiso ser poeta para descubrir los motivos por los que al escuchar un relámpago oía su transformación en lenguaje y viceversa, sin que tras varias décadas hubiera sido capaz de adivinar qué era primero, qué magia comunicaba aquel fenómeno atmosférico con su palabra, en lo que Baudelaire no habría dudado en llamar "correspondencia", explicó Valverde. Desde aquel día, más de doscientos poetas de todo el mundo han ido trazando correspondencias

entre Granada y la poesía a lo largo de las seis ediciones del festival, que este mes de mayo celebrará la séptima convertido en uno de los eventos literarios más importantes del mundo. Por Granada han pasado los mejores poetas en lengua española de los últimos años. En la primera edición, además de Gonzalo Rojas, el gran protagonista fue Ángel González, que de alguna manera ha sido el faro de este festival. Junto con Pedro Guerra ofreció un espectáculo inolvidable titulado 'La palabra en el aire', en el que recitó sus más famosos poemas. Gracias a poetas como Gonzalo Rojas y Ángel González, el festival "ha logrado despojar a la poesía de ese velo que le confería una impresión de género complicado", reservado para una élite intelectual con una sensibilidad diferente, entre la que se encontraban los poetas. A fuerza de convivir con ellos, de escuchar sus historias y sus anécdotas, sus versos llenos de vida, en Granada "la poesía se empieza a ver como un género cercano, como un síntoma de alegría que en primavera toma las calles de la ciudad de forma casi literal". Entre los autores más celebrados que han participado en las seis primeras ediciones del festival se encuentra la poeta nicaragüense Claribel Alegría, que sorprendió al público con una abarrotada lectura de sus versos en el barrio del Sacromonte. Junto a ella, otros grandes poetas hispanoamericanos de su generación, como Juan Gelman, Rafael Cadenas o Ida Vitale han protagonizado las ediciones del festival, que también ha contado con autores en lengua extranjera como Sholomo Avayou, Ana Blandiana o Wole Soyinka, el primer hombre negro que consiguió ganar el Premio Nobel de Literatura. Europa Press, 21 de abril de 2010

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