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La estructura: el muro que lo es todo

A contramarcha del devenir histórico de la arquitectura (el paso desde lo estereotómico a lo tectónico) el criterio estructural adoptado por los arquitectos es totalmente estereotómico: es una estructura muraría que remite a la muralla antigua de la ciudad, sólida y maciza, donde la fuerza de la gravedad se transmite de una manera continua e indiferenciada, entre techo, muro y piso. Es una arquitectura pesada, completamente desarrollada en hormigón armado. Es masa horadada, es roca de la misma montaña, que se perfora de forma continua y lineal, paralela a la pendiente, permitiendo el ingreso de luz y la relación constante con el paisaje.

Es la vuelta atrás a la modernidad clásica (ossature, armazón, esqueleto) en la que la superación de la estructura muraría por un esqueleto de columnas y vigas de hormigón o acero resolvían de forma independiente la función portante.

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Acá, el muro aúna el fundament, el herd, el wand y el dach de Semper, el muro es piso, cobijo, camino, visera, baranda, rampa, escalones, etc. Las escaleras de la granja son un despliegue de la propia muralla y construidas a su imagen, casi, con sus mismas piedras. No existen nudos, juntas ni articulaciones entre los elementos estructurales, no hay rasgos tectónicos (con excepción a los propios de las escaleras mecánicas y a unas columnas metálicas eventuales) la forma es estructura y la estructura genera la forma. En este sentido, los conceptos estructurales de las escaleras de la granja fusionan un poco las ideas de Eugène Viollet Le Duc cuando habla que es la estructura el principio generador de la forma arquitectónica con la cualidad plástica del hormigón armado a la vieja usanza de Le Corbusier.

Las escaleras mecánicas, parte fundamental del proyecto, se apoyan sobre una cimentación de hormigón a 30 m de profundidad y están acompañadas en una de sus caras por un muro de contención de tierras, paralelo al plano inclinado de la ladera, que a su vez soporta una cubierta inclinada. Este techo no respeta la pendiente de la ladera sino que se levanta ligeramente, como una visera, para hacer aparecer una larga y continua abertura, un tajo en el suelo, que acompaña el zigzag de las escaleras, desde en el que se puede observar a medida que se asciende la rivera del rio Tajo y la nueva ciudad de Toledo, acabando el recorrido en un mirador cubierto.

Esta grieta de luz, este corte de la montaña es el elemento más representativo de la obra. La solución estructural que lo permite es un conjunto o una serie de secciones en voladizos de hormigón armado que se cubren superiormente mediante terrazas verdes. Toda la obra se construyo con un mismo material monolítico y continuo, hormigón armado.

La envolvente: muralla plegada

Esta constituida casi en su totalidad por cubiertas y paredes de hormigón sobre el cual se marcan las betas del encofrado y un suelo de hormigón pulido. El límite del suelo solo está interrumpido por el adoquinado de la calle en los ingresos y el metal propio de las escaleras mecánicas.

La palabra hormigón deriva del término formicō (o formáceo) del latín, que representa las características de ser moldeable o dar forma. La forma de la envolvente es el resultado de este moldeado, de este repliegue sobre la ladera, de esta incrustación en la ladera. Aparece la visera como elemento de protección a las inclemencias del tiempo, y de sistema de recolección y canalización de aguas pluviales que también es definida y moldead por el hormigón.

Dos detalles en los que el proyecto se desarrolla, son de un interés importante y definen la composición de la envolvente interior, como es la recogida y evacuación de agua de lluvia y la baranda o pasamanos. Este último elemento surge de la relación con la topografía, la forma y el concepto de grieta, apareciendo un elemento metálico que recorre en toda su longitud a una cota constante de 90 cm. El otro detalle es la recolección del agua de lluvias mediante una operación geométrica de separar las escaleras 8 cm de los bordes, pudiendo dirigir el agua que se pueda filtrar al interior actuando de canaleta continua.

Si bien la solución constructiva realizada casi en su totalidad con hormigón armado posibilito la superación de las dificultades del proyecto, también supuso un desarrollo de obra muy complejo por los problemas de cimentación a gran profundidad, por la localización en un terreno inclinado y la dificultad de trabajo y por su relación con elementos históricos existentes.

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