ARQUITECTURA/ MEXICO
NOVIEMBRE/DICIEMBRE
1976
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FUNDIDORA MONTERREY. S. A. El acelerado crecimiento dn n11cs1ras rndustrlns (lu II anslo,mación, cons1,ucción, automotriz, petrolera y rrnnc, a. requiere lni:vitablementc d,: ACERO, comn elemento insustituible y materia pnm,, en sus procesos rlc producción. fundidora Mon rerwy pone a disposición rle sus clientes, productos de ACERO (le alto cal,d,,d elaborados con las m(,s avanzadas 1écmcas de fabnc.,c,ón. lo que aunado a un coostan1e co,11rol de calidad, as1:9uran un ollo rendimion10 en los procesos postonorcs a que son some11dos. MEXI CO. D.~. MONTEBRH. N.l. GUAOALA.IAR/1, JAL. 1\,. 11 d 1111!11 ' /','! 11,, 1,.,,.IJ, , \ iH ,,, ,.,,,,,. ,',,¡¡ M,, 111\)P ', 111 11 1,,i
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SUMARIO SECCION EDITORIAL
Fundadores lng. Arturo Pani ( 1938-1962) Arq. Mario Pani
Decíamos ayer Editorial Encuentro
Di rector
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RESEl'ilA ARQUITECTONICA
Arq. Mario Pani
Iglesia en Bosques de las Lomas
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Juan Cortina Arquitecto
Consejo Editor ial
Delegación Venustiano Carranza
Arq. Alberto González Pozo Arq. Francisco Treviño Arq. Félix Sánchez Louise G. de Mereles. Secretaria
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Enrique de la Mora, Juan José Díaz Infante, Eduardo Echeverría Arquitectos
Centro Comercial de Bosques de las Lomas
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Juan Sordo Madaleno, José A . Wiechers Arquitectos
Sección de Arte
ENSAYOS
Doctor Mathías Goeritz
Russell L. Ackoff
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Por Fél ix Sánchez
Consejo Directivo
Un Ensayo de Arquitectura Orgánica
Arq . Augusto H. Alvarez Arq . Luis Barragán Arq. Enrique Carral Arq. Raúl Cacho Dr. Mathías Goeritz Arq. A.gustín Hernández Arq. Ricardo Legorreta Arq. Enrique del Moral Arq. Juan O'Gorman Arq . Ricardo de Rob'in'a Dr. Emilio Rosenblueth lng. David Serur Arq. Ramón Torres Arq. Enrique Yáñez
92
Por Juan O'Gorman
Edificios en contrapunto
100
Por Félix Sánchez
Los complejos sociales y Disneylandia
l 07
Po r ·Rica rdo legorreta
Los colegios de profesionales y sus posibilidades de acción
113
Por Alberto González Pozo
SECCION DE ARTE
Helen Escobedo
129
Por Mathías Goeritz
INFORMACION GENERAL
Bibliografía Noticias Mosaico
Editores
Arturo K. Pani Louise G. de Mereles
Una publicación de Editorial Arquitectura , S. A . Paseo de la Reforma 369-1 México 5, D. F. Tel. 533-61-20 Suscripción un año (6 números) México $ 150.00 Extranjero 15.00 dos años 112 números) $ 270.00 Extranjero 27.00 México Ejemplar $ 30.00 Extranjero 3.00 México Número Atrasado Extranjero 5 .00 México $ 50.00
u.s. u.s. u.s. u.s.
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Los artículos son de la exclusiva re~onsabilidad de los autores, así como el material gráfico que los acom• pañe, y no expresan necesariamente el punto de vistade ARQUITECTURA/MEXICO. No se devuelven originales aun cuando no se publ iquen los artículos respectivos. La colaboración que se envíe a la Revista será publicada a juicio del Consejo Ed itorial y cuando éste lo estime con• veniente. Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido de esta revista, sin previa autorización por es• crito del Consejo Editorial.
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LOS COMPLEJOS SOCIALES Y DISNEYLANDIA POR: RICARDO LEGORRETA
No cabe duda que los mexicanos somos un pueblo muy complicado y de reacciones insospechadas; un ejemplo de ello, que ha despertado nuestra curiosidad, son las reacciones y manifestaciones de la " moda arquitectónico de los últimos años; no sabemos si reirnos o avergonzarnos, pero cuando menos no resistimos la tentación de comentarla. Durante la década que se inicia con el medio siglo aparece el "milagro mexicano" (no hablamos de la Virgen de Guadalupet en que nuestra .economía y nuestra industria parecen cimentarse defin itivamente y México empieza a forjar una imagen internacional; los arquitectos, para no quedarnos atrás, nos lanzamos por los caminos de la "arquitectura internacional" tratando d e demostrarle a Mies Van Rohe cómo usar el módulo; como siempre sucede, solamente un porcentaje muy bajo1 resultó• de primera calidad, pero el resto sirvió para desprestigiarnos y provocar una fuerte reacción tanto del público como de los mismos arquitectos, en contra de dicha corriente. 168
Foto de E. Bordes Mangel .
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Foto de E. Bordes Mangsl.
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Foto de E. Bordes Mangel.
Así pues, la década de los sesenta se presenta can un movimiento de ser orgullosamente mexicanos, no sólo en la política y en la sociedad, · si no tam bién en la arquitectura; pero como al mismo tiempo deseamos mostrar nuestro progreso económico, las corrientes arquitectónicas san muy diversas, destacándose dos de ellas que ana lizaremos de malas a peores: Los que quieren " mexicaniza rse" y no teniendo ni aprecia ni respeto por nuestra época y la obra arquitectónica de este _siglo, se -remontan a la época colonial que es la último man ifestación .arquitectónica· que les enorgullece; desgraciadamente no lo interpretan como uno fuente de inspi ración, sino q ue solamente copian la cáscara· y con usar techos de vigas, puertos de demolición, aplanados de mezcla y pavimentos de bo rro se sienten mexicanos. Si bien este camino es equivocado, cuando menos se " inspira" en raíces nuestras, pero hay otro que nos hace dudar del buen juicio de algunos compatriotas: de nuestros padres y abuelos heredamos la creencia de que la buena vida y el buen g usto sólo venían de Francia y el movimiento cvltural y arquitectónico de principios de siglo lo confirmo; así pues, ·un grupo ¡ Dios mío! cada vez más numeroso, cree que ha descubierto el camino a l Paraíso Terrena l: ¡volver a esos "hermosos tiempos"! Y qué mejor que empezar por la arquitectura. Algunos familias pudientes, ayudadas por arquitectos I?) especialistas en lo materia, se construyen palacios con mansardas, balaustradas, puertas entableradas y mobilia rio de inspiración francesa. A pesar de su buena condición económica, tienen problemas con la extensión de terreno, el impuesto pred·a 1 ha subido un poco, y se ven residencias que deberían estar en e l centro de grandes jardines, metidas con un calzador en terrenos de barrancas. 171
Foto de E. Bordes Mangel.
Pero el asunto no para ahí, pues los seguidores, con menos d inero pero con mós empeño, irresponsabi lidad y mal gusto, se lanzan a crear en todos los campos y ambientes arquitectura francesoide, digna de que ¡ahora sí, en serio, Francia nos declare la guerra, y no como lo hizo en tiempos pasados, por motivos sin importancia como los que motivaron la guerra de los pasteles! Así pues, aparecen edificios de catorce y mós pisos con balcones con balaustra·d as, que por ser tantas ya· no se hacen de piedra sino de concreto y hasta de yeso, y se rematarán en las alturas con bellas mansardas que ocultan nuestros tradicionales tendederos. No fa ltan centros comerdales a la francesa y entre más se quiere impresionar más franceses 1'?11 son los edificios y sus interiores. El producto de este "movimiento a rquitectónico" es tan ridículo y corriente, que si no fuera porque se ha extendido a límites -inaceptables y porque se están tomando tan en serio sus arquitectos creadores, no nos tomaríamos la molestia de escribir estas líneas, mostrar elocuentes fotografías y valorizar aún más a Disneylandia. Walt Disney no oculta, sino por el contrario se enorgullece, de que todo en Disneylandia es falso y artificial y' maneja o las multitudes dentro de esa filosofía con un gran profesionalismo y dedicación al detalle y a la' perfección; por el otro lado nuestros francesoides, haciendo honor a nuestrá época de falta de valores y superficialidad, construyen mansardas sostenidas por alam.,res, escalinatas que desembocan en las banquetas, tejas de todos colores, molduras de concreto y no se cuóntas ba rbaridades. 172
Foto de E. Bordes Mangel.
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Foto de E. Bordes Mangel.
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Foto de E. Bordes. Manget. 111
Es muy lamentable que exista en México un público que acepte esta arquitectura, pero lo que no podemos permitir es que tengamos arquitectos que la produzcan. Si nuestro gremio ha tenido problemas de desunión por 01ras razones, creo que aquí tenemos una oportunidad de unirnos y combatir a todos estos profesionista·s que nos deshonran. Para solucionar problemas no basta hablar y deseamos hacer proposiciones concretas; después de serios estudios prooonemos hacer una colecta pública a fin de que tanto propietarios como -arquitectos de estas tan singulares construcciones hagan un via je a Disneylandia para lograr así colmar sus ansias de novillero, y si no se quedan a vivir por esos lugares, regresen más calmados y todos juntos dejemos de ridicul izar a un país tan querido y respetado como Francia y nos dediquemos a dignificar a nuestra querida y sufrida patria.
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Un futuro .......u1Wnte franm. foto ele E. Borde, Mangel.