En este número, presentamos experiencias de mujeres agricultoras que han optado por practicar la agroecología como alternativa para lograr la sostenibilidad de la producción de alimentos para su familia y comunidad, y la mejora de sus agroecosistemas. Pero en lo social y económico la práctica de la agroecología que presentan estas experiencias ha contribuido a la autonomía económica de las mujeres organizadas y, por ello, a la reivindicación y reconocimiento de sus derechos como ciudadanas plenas.