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Perros vs Gatos
Rescato Felino
Los felinos tienen un comportamiento social diferente al de los perros. Son muy territoria les y no está dentro de sus intereses principales andar en manada. Sin embargo, eso no significa que no puedan compartir espacios o crear vínculos con otros de su misma especie. Lo importante es saber ayudarles en el proceso. El éxito depende de muchos factores.
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Si tu primer gato es tranquilo, no lleva mucho tiempo viviendo solo, está castrado y el nuevo felino es del sexo opuesto y de temperamento pasivo, es posible que las cosas salgan muy bien. Por el contrario, si tu gato es huraño, dominante y muy territorial, o si le afectan demasiado los cambios y es nervioso, el proceso puede complicarse. Socializar gatos es un asunto de paciencia y debe hacerse de manera gradual.
Primero, prepara un espacio aparte para el nuevo integrante, sin aislar al gato que ya estaba en casa de sus lugares más concurridos. Es ideal que al comienzo permanezcan separados y que les des la oportunidad de interactuar pasando sus patas por debajo de la puerta que los separa. También puedes intercambiar sus espacios a diario.
Es posible que al principio muestren signos de agresividad, pero cuando dejen de hacerlo sabrás que es el momento ideal para instalar una malla en la puerta y permitir que se vean, siempre bajo tu supervisión. Las interacciones positivas entre ambos son necesarias y para ello puedes alimentarlos o premiarlos en presencia del otro.
VsPerros
Cuando ambos se sientan tranquilos con la malla, puedes dejarlos interactuar libremente por cortos periodos y premiar su buen comportamiento. Si aún después de estos pasos sientes inseguridad o percibes que no avanzan en su re lación, asesórate de un médico veterinario etólogo. Recuerda que no todos los casos son iguales y que algunos procesos de socialización pueden tardar semanas y hasta meses.
Los felinos son curiosos por naturaleza y necesitan largas horas de juego para mantenerse saludables. Lo mejor de todo es que no tienes que gastar mucho dinero en juguetes novedosos para capturar su atención: las cosas más sencillas son sus favoritas.
Gatos
1. Cajas de cartón Sin importar su tamaño o forma, son las preferidas por los mininos. Así lo ha demostrado la ciencia. Aun cuando sean gatitos de casa, una caja les ofrece el lugar ideal para esconderse y esperar el momento perfecto para acechar a su presa, en sintonía con su naturaleza depredadora. También les brinda seguridad para relajarse y disminuir su ansiedad, y les sirve para dormir y protegerse del frío.
2. Rollos de papel higiénico ¡Sorpresa! Llegar a casa y encontrar un desastre de serpentinas blancas es una escena cotidiana para los dueños de gatos. Por su textura y ubicación, siempre colgando a la altura de sus ojos, es uno de los objetos que más los atrae. Para evitar que hagan una travesura, guarda rollos de papel vacíos y conviértelos en atractivos juguetes hechos en casa; por ejemplo, anillos, cilindros con flecos o serpientes de cartón.
Sus jugetes
3. Bolsas de papel sin asas Puedes traerle el juguete más increíble, pero tu gato siempre preferirá el empaque en el que viene. Las bolsas le resultan atractivas porque son un buen lugar para ocultarse y jugar en solitario, una de las actividades preferidas de estas mascotas. Eso sí, evita que jueguen con talegos de plástico, pues pueden quedarse atrapados o morder e ingerir este material.
4. Botellas de plástico Tal como los perros, los felinos también se dejan seducir por las botellas de plástico debido a los ruidos que producen y a la facilidad con que ruedan sobre el suelo. Una buena idea es rellenarlas con piedras para aumentar los sonidos o utilizarlas como un dispensador de golosinas. Coloca dentro una botella snacks o concentrado seco y hazle un pequeño agujero para que la comida salga cuando tu gato la haga girar. Te recomendamos utilizar una de plástico duro para que tu mascota no la estropee con el primer mordisco o arañazo. Además, verifica constantemente que se encuentre en buen estado para evitar que se trague pequeños pedazos.
5. Punteros láser Atrápalo si puedes. Ese es el verdadero juego que encuentran los gatitos detrás de los pequeños puntos de luz en movimiento, pues los asocian con la presencia de un ser vivo e inmediatamente se activa su instinto de caza. Esta actividad es tan divertida para ellos como para sus amos. Eso sí, no enfoques el láser directamente a sus ojos y, de vez en cuando, juégales con otro objeto que sí puedan atrapar para que se sientan victoriosos y no se pongan ansiosos.
Cuidados
•Bolas de lana o cintas
Aunque la imagen de un minino jugueteando con hilos es un clá sico, esta es una actividad que requiere de supervisión, pues existe el riesgo de que los ingiera o de que sus uñas se quedan atrapadas o enredadas en ellos. Si un gato llegase a tragar una cantidad con siderable, podría ahogarse o sufrir de una obstrucción intestinal, tal como sucede con las bolas de pelo.
•Cables
La curiosidad gatuna puede llevar a tu mascota a explorar las conexiones eléctricas, por lo que debes tomar todas las precauciones. Ubica los cables fuera de su alcance y fija a la pared o al techo aquellos que cuelgan, pues por lo general son los más atractivos para los felinos.
•Juguetes inseguros
Durante el periodo de socialización de los gatos, que va hasta las siete u ocho semanas de vida, es fundamental que la mascota tenga contacto con ruidos, personas y otros anima les. Si este es el caso y las salidas siempre han estado asociadas con experiencias positivas, será más fácil que disfrute del paseo cuando sea mayor. Si por el contrario nunca lo sacaste, lo mejor es que reconsideres esta opción.
Aún cuando sean diseñados especialmente para gatos, es importante verificar su calidad. Aquellos que contienen partes muy pequeñas (como los ojos de plástico de los ratones de felpa) o que se rompen fácilmente, pueden representar un riesgo para tu mascota.
En segundo lugar, revisa el temperamento de tu gato. Si es miedoso o huraño es preferible proveerle mucho enriquecimiento ambiental dentro de casa y no obligarlo a tener una mala experiencia afuera. Si es más tranquilo, explorador o activo, podría ser un buen candidato para salir.
El origen de la personalidad gatuna Todo comienza al lado de la madre, cuya cercanía debe permitirse al menos hasta la décima semana de vida. De acuerdo con Paola Cardona, médica veterinaria especialista en medicina interna felina y etología, “su mamá les transmite tranquilidad con respecto a las cosas nuevas que van conociendo desde el momento en que empiezan a jugar y a explorar su entorno. Ella les indica si se deben asustar o no con respecto a algo y les brinda calma, para que entre ellos aprendan a interactuar y a comportarse”. De igual manera, permanecer en compañía de sus hermanos le permite a cada gato reforzar su aprendizaje social. Además de la importancia del tiempo inicial con la camada, también debe tenerse en cuenta el papel del entorno. Cardona menciona el enriquecimiento ambiental como otro punto relevante en la estimulación sensorial de los gatos, para promover una actitud más flexible ante posibles cambios. “Es importante fomentar la interacción con personas, sonidos o ventanas –que para ellos es como ver televisión, pues entre más elementos conozcan durante los primeros meses, estarán mejor preparados para adaptarse en las siguientes etapas de vida”, explica la especialista.
Aunque el temperamento de cada animal no está dictado por su raza, esta sí nos da pistas de su carácter. Por ejemplo, el siamés y el bengalí son conocidos por ser gatos activos, mientras que el angora y el persa son más tranquilos y prefieren permanecer en un espacio interior. Al maine coon le gusta la calle, aunque es perezoso; el sphinx prefiere estar donde su dueño esté, y los criollos, generalmente más activos e intrépidos, dependen de sus experiencias anteriores a la hora de disfrutar o no de una salida.
Si tienes un gatito y quieres acostumbrarlo a salir desde pequeño, hazlo con todas las medidas de seguridad: usa siempre un arnés y una correa, ponle una medalla de identificación, ten sus vacunas al día y desparasítalo. Si aún no tiene todas las vacunas, sácalo en un morral diseñado para gatos o en un guacal de tela para que empiece a conocer el mundo. Bajo ninguna razón recomiendo dejarlo salir solo, pues podría ser víctima de maltrato, contagiarse de enfermedades mortales o perderse.
Algunos de los grandes interrogantes cuando quieres adoptar o adquirir un nuevo perro, pero ya tienes uno en casa son: ¿Qué hago con los celos? ¿Cómo evito una pelea? ¿Y si es un cachorro al que le faltan las vacunas entonces no se deben juntar? Estas preguntas son normales; sin embargo, no podemos quedarnos sin respuesta solo por miedo o falta de información. Para responder estas preguntas hablamos con la etóloga Carolina Alaguna quien nos compartió los siguientes consejos.
•Antes de comprar o adoptar, analiza el comportamiento
¿Qué tanto conoces a tu perro? Esto es lo primero que debes saber, nadie más que tú conoce tan bien a su animal de compañía, por eso debes analizar con anterioridad qué tan sociable es el perro que ya tienes en casa, ¿será que es dominante o agresivo? Si la respuesta es que no, adelante. Ahora, este mismo análisis lo debes hacer con el nuevo que quieres (sea adoptado o sea comprado), pero debes averiguar cómo era su comportamiento con otros perros. Carolina les aconseja a las personas que si tienen un perro con problemas de comportamiento, que además es muy territorial, no adopten mientras se tratan estas situaciones.
•¿El sexo importa?
Claro, lo mejor es que sean de sexo diferente porque cuando son del mismo y sobre pasan la edad de la pubertad, que es después de los seis meses, habrá problemas de jerarquía y dominio sobre la casa. Aunque, si de igual manera, quieren que sea macho- macho o hembra-hembra, lo importante es siempre conocer muy bien el temperamento de cada uno; uno debe ser dominante y el otro debe ser más pasivo. Alguien tiene que ceder.
•La salud y las vacunas
Los perros deben estar vacunados y desparasitados. Tú sabes en qué condiciones está el que tienes en casa, pero ¿qué pasa con el nuevo? Por lo tanto, antes de llevarlo a casa aplícale las vacunas. En caso de que sea cachorro, podrás juntarlos siempre y cuando sepas que el otro está en buenas condiciones de salud, todo en un territorio controlado. De esta manera, el cachorro aprenderá desde pequeño a socializar con el que ya estaba, entenderá mejor a los de su especie y evitarás problemas de comportamiento.
•¿Cómo debe ser el primer encuentro?
La experta asegura que debe ser de día y no de noche. El mejor lugar, un espacio abierto como un parque o jardín para que puedan interactuar mejor; ambos deben estar sujetado con correa, especialmente el nuevo porque aún no ha creado vínculos con la familia, entonces si se siente amenazado saldrá a correr. Analiza muy bien el lenguaje corporal de ambos; déjalos que se olfateen y que interactúen.
Cerciórate que se inviten al juego y que no se muestren agresivos o miedosos.
La primera vez en la casa
Ya se conocieron a campo abierto, ya pasamos la primera impresión. Pero la verdadera prueba es en la casa porque es allí donde se pueden presentar problemas de territorialidad. No deben compartir cama o recipientes de comida. Cada uno deberá tener su propio espacio. De todas maneras, debes entender que es un proceso que puede llevar tiempo y que no es fácil para ninguno. Es clave que no consientas más a uno que al otro porque será un detonante de agresiones.
Muchos giros de la vida son normales y hasta predecibles. Estos son algunos de los más comunes y los consejos para que las mascotas sepan cómo aceptarlos.
Salida de un miembro de la familia
ya sea por viaje, estudios o incluso la muerte, la salida de un miembro del hogar causa, usualmente, que el perro entre en estado de depresión. Cuando la situación es predecible, debemos prepararlo con vínculos afectivos nuevos; cuando no, es inevitable que viva un duelo, igual a como les sucede a los humanos. Algo que puede ayudarle es que le agregues a su rutina actividades que le gusten, como caminatas y juegos, que lo hagas sentir acompañado. En casos graves de inapetencia y depresión, puedes aumentar los sabores del alimento o, si es necesario, recurrir a la medicación.
Llegada de nuevos miembros a la casa
el arribo de un bebé, de personas o de otros animales, causa un impacto en los perros. En estos casos debemos evitar que se sientan desplazados e involucrarlos en las nuevas rutinas. Si el animal es muy apegado a su dueña y ella está en embarazo, por ejemplo, es necesario encontrar otra persona con la que pueda fortalecer el vínculo, sobre todo los meses previos al nacimiento. Usar muñecos que se asemejen al bebé (o que repliquen llantos y olores), es una práctica recomendada desde la etología clínica.
Menos tiempo de compañía
después de vacaciones, cuando regresa la carga laboral, es común que los perros sientan ansiedad por separación. Los síntomas más comunes son: ladridos excesivos, micciones inadecuadas o destrozos. Para evitarlos es importante enseñarles a quedarse solos en casa por tiempos cortos y evitar que su sensación de seguridad dependa de estar siempre acompañados.
Cambios de territorio
comparados con los gatos, los perros no se estresan tanto al mudarse de casa o de país. Sin embargo, es de gran ayuda que su cama, juguetes y familia también estén presentes en el nuevo hogar. Después de una mudanza, es ideal que los primeros días no se quede mucho tiempo solo, ya que debe generar confianza en un nuevo territorio y esto toma tiempo.