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EL CORREO ESPAÑOL-EL PUEBLO VASCO
domingo, 15 de octubre 198
TEMAS
El equipo de Gobierno y la oposición del Ayuntamiento de León mantienen un duro litigio a causa de un `fantasma'. Con este apelativo es conocido el desconocido Cándido Contreras Bravo, una identidad inexistente que sirvió para presentar el pasado mes de junio una modificación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, por la que se pedía la recalificación de una importante superficie de terrenos rústicos. La oposición socialista, que denunció el caso judicialmente, mantiene que la irregularidad responde a una ambiciosa operación especulativa por valor de 35.000 millones de pesetas y ha acusado al gobierno municipal de un presunto «proceso de prevaricación». El PSOE asegura que debajo del fantasma se esconde Juan Morano Maza, ex-alcade y número uno en la lista leonesa del PP al Congreso. Los `detectives' socialistas basan esta última acusación en unos errores mecanográficos detectados en la solicitud, idénticos a los registrados en una moción de censura presentada por Morano en 1988.
Angel Villalba, portavoz del PSOE.
Vista de la fachada principal de/Ayuntamiento de León.
Una identidad ficticia podría esconder un escándalo urbanístico en León
El
`fantasma
escribe
Miguel Pérez LEON. Enviado especial os tribunales tienen por delante el reto de desentrañar el enigma planteado en el Ayuntamiento de León por el fantasma CándiL do. Al juzgado encargado del caso le esperan las acusaciones de prevaricación vertidas por la oposición socialista contra el equipo de Gobierno, integrado por el PP y un grupo independiente, las sospechas de un escándalo ionmobiliario y las conjeturas sobre una posible maniobra política, surgidas bajo un nombre común: Cándido Contreras Bravo, una identidad ficticia que firmó una ambiciosa modificación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. El caso salió a la luz el pasado 24 de junio, día en que a la comisión informativa de Urbanismo se presentaron 16 modificaciones al Plan General y cuya aprobación debía ser debatida en un pleno tres días después. Angel Villalba, portavoz socialista en el Ayuntamiento e impulsor de la denuncia del caso Cándido, recuerda que «nos pareció rara tanta premura. En el pleno todos los partidos estuvimos de acuerdo en dejar el asunto sobre la mesa». Chalets de lujo Fue en el estudio posterior que cada grupo hizo sobre las modificaciones cuando surgió la sospecha, bajo el nombre de Cándido Contreras Bravo. Un escrito firmado con los apellidos Contreras Bravo pedía la recalificación de un terreno rústico en urbanizable, solar enclavado en la zona norte de León, entre las urbanizaciones de lujo El Montisco y Los Rosales. «La modificación presentada por esta persona -explica Villalba- aparentaba afectar a 300.000 metros cuadrados de terreno, aunque realmente se Tejería a un millón. Estaba mal descrita y nos pusimos a buscar al solicitante para hacérselo saber, pero miramos en el registro de
con
Cándido'
errores
propiedad y esta persona no aparecía. Más tarde, consultamos en la oficina del DNI y nos percatamos de que no existía nadie con esa identidad en todo el país». Tres meses después de la aparición del fantasma, los socialistas leoneses creen que la ubicación del terreno, en área residencial, y las irregularidades detectadas en la petición son demasiadas coincidencias. Esta apreciación les llevó a denunciar públicamente la posibilidad de que se hubiera puesto en marcha una operación especulativa en los terrenos susceptibles de modificación. La maniobra tendría por objeto, según los concejales socialistas, abrir las puertas a la construcción de una nueva urbanización con un beneficio potencial de 35.000 millones de pesetas, a razón de 15 chalets de lujo por hectárea. En este sentido, Angel Villalba insinua que el asunto se ha cocido en el seno de la mayoría municipal. «Mientras no se diga que alguien actuó por su cuenta, todo hace pensar que el equipo de gobierno ha intervenido en un proceso de prevaricación». El alcalde de León, Luis Diego Polo, ha negado cualquier veracidad a las acusaciones de la oposición. Polo, afiliado al PP y anteriormente número l0 en las listas del grupo independiente, ejerce el cargo desde el 3 de octubre de 1988, después de que una moción de censura rompiera el pacto entre PP, CDS y PSOE y relegara a estos dos últimos partidos a la oposición, bando que hasta ese momento ocupaban los independientes. «Se presentó -dice el alcalde- un escrito con unos datos presuntamente falsos por parte de una persona desconocida, que el juez investiga. Deseo que el magistrado esclarezca el asunto que, desde el punto de vista urbanístico, está ya cerrado, puesto que esa modificación del planeamiento de la ciudad no se va a tramitar». Fuentes próximas al PP creen que el caso del ,fantasma Cándido pudiera responder a un supuesto «montaje» de la oposición. En principio, Luis Diego Polo rechaza la idea de una operación especulativa. «Es totalmente falso. La .forma en que se ha querido
Una tecla mecanográfica en mal estado lleva al PSOE a identificar al `fantasma' con un ex-alcalde
presentar el tema, como especulación sobre unos terrenos, obedece sin duda a una maniobra política. En este sentido, debo decir que no soy propietario de un solo metro cuadrado de León ni tengo intereses en empresas inmobiliarias». Un acento y una tecla Al margen de la polémica urbanística, el asunto del fantasma adquirió tintes detectivescos cuando la oposición comenzó a investigar quién se escondía tras del nombre de Cándido Contreras. Numerosas horas de inspección en los archivos municipales dieron la pista; un acento curvo y peculiar, muy distinto al que queda grabado en el papel tras pulsar la tecla correspondiente de una máquina de escribir estándar, se repetía numerosas veces en la solicitud de modificación firmada por el fantasma. Los tenaces investigadores socialistas descubrieron que el mismo y extraño acento curvo salía de una máquina propiedad del Ayuntamiento leonés. Más horas derrochadas en el estudio y análisis de la escritura utilizada en cientos de documentos municipales llevaron al PSOE a dotar de una posible identidad al fantasma: Juan Morano Maza, alcalde de
Luis Diego Polo, alcalde de Leór.
León durante el período 1979-1987 y núme ro uno de la lista provincial del PP al Con greco. Juan Morano fue el encargado de presen tar en 1988 la moción de censura para disol ver el gobierno de coalición entre populares socialistas y centristas. Precisamente, ese es crito le ha valido al ex-alcalde servir d( blanco al dedo acusador socialista. «La ¡no dificación salió de la máquina que usó Mo rano o sus concejales para la ¡noción y otro: informes. Varios errores -afirma Angel Villalba- atestiguan que la moción y la solici tud del fantasma 'fueron escritas con la mis ma máquina y por el mismo autor. Ademá: de la peculiaridad de la tecla, la persona que redactó los dos documentos tiene la costumbre de que los puntos y aparte los hace continuar siempre con un guión. Desconocemos si fue él u otra persona de su grupo quiér, redactó la moción, pero sabemos que Juar, Morano la presentó». La pasada semana, el PSOE hizo públicos cuatro estudios periciales, realizados sobre éstos y otros documentos municipales. que habían sido encargados a reputados especialistas paleográficos de Oviedo, Barcelona y Madrid. Según los corporativos socialistas, todos los análisis coinciden en afirmar que el «redactor de la moción es el mismo individuo que escribió la solicitud de Cándido Contreras». Morano, a quien se le recuerda como hombre decidido y de recursos, dio un golpe de efecto que distrajo la atención preelectoral de los leoneses el mismo día en que los socialistas exponían los resultados de su laboriosa investigación. El ex-alcalde, que siempre ha negado su participación en el escándalo, interpuso una querella criminal contra el portavoz del PSOE. La denuncia, por un presunto delito de «calumnias y falsas acusaciones», exige a Angel Villalba 10 millones de pesetas en concepto de indemnización y solicita penas que podrían llegar a seis años de cárcel. El fantasma Cándido sigue suelto.