León Entre bosques y leyendas

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Entre bosques y leyendas

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El rico y extenso patrimonio natural de la provincia de León hace posible esta gran ruta que se combina, dándole un mayor atractivo, con las leyendas y mitos de la cultura popular leonesa.

Isabel Carrasco Lorenzo, Presidenta de la Diputación de León

El turista que recorra la provincia, a través de este gran Camino del Reino de León, podrá admirarse con los increíbles paisajes del Parque Nacional y Regional de Picos de Europa, con los Monumentos Naturales de los lagos de la Baña y Truchillas, recorrerá impresionantes Espacios Naturales como las hoces de Vegacervera o el Valle de San Emiliano y se sorprenderá con la fastuosidad de las seis Reservas de la Biosfera que atesora la provincia de León. Un recorrido entre bosques de hayedos y robledales, altas montañas, praderíos y un sinfín de paisajes cambiantes y sorprendentes que guardan en su interior la esencia de la flora y fauna de la Cordillera Cantábrica. Pero este recorrido es mucho más que paisajes, son siglos de historia y costumbres escritos en los entrañables pueblos y villas de la ruta, son tradiciones y creencias que se hunden en lo más profundo de los siglos pasados, una experiencia única para disfrutar de manera diferente a la habitual, y que dejará emociones y vivencias difíciles de olvidar por el viajero.

Isabel Carrasco Lorenzo Presidenta de la Diputación de León


Tramo 1

Tramo 2

Tramo 3

Conjunto Histórico Artístico

Colegiata

Centro de interpretación

Monasterio

Información turística

Monumento

Otros edificios de interés histórico

Paraje Pintoresco

Catedral

Yacimiento arqueológico

Vista panorámica

Iglesia

Museo

Arquitectura popular

Patrimonio de la Humanidad

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Tramo 4

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Tramo 1 Sahagún-Lugueros Mirador de Piedrafitas Valle de Valdeón Puerto de San Isidro LE-331

LE-332 Lugueros

Tolibia Arintero

LE-321 Valdeteja

Maraña Puebla de Lillo

LE-331

Valdorria

Puerto del Pontón

CL-635 Lario

N-625 N-625 Boca de Huérgano

CL-635

Riaño N-621 Prioro

Boñar La Vecilla

Renedo de Valdetuejar

El Pando Puerto de El Pando

San Martín de Valdetuejar

LE-232 Almanza

CL-611

LE-241

• Sahagún-Cea-Almanza-San Martín de Valdetuejar-Renedo de Valdetuejar-Prioro -Puerto del Pando- Boca de Huérgano-Riaño • Riaño-Mirador de Piedrahita-Valle de Valdeón-Puerto de Pontón-Valle de Sajambre • Riaño-Lario-Maraña-Puerto de San Isidro Isoba-Puebla de Lillo-Pantano de BoñarBoñar -La Vecilla-Hoces de ValdetejaValdorria-Arintero-Tolibia-Lugueros

PUNTOS DE INTERÉS Cea

CL-611 Sahagún

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• Sahagún.- Conjunto Histórico Artístico. Iglesia Mudéjar de San Lorenzo s.XIII. Iglesia Mudéjar de San Tirso s.XIII. Iglesia Mudéjar de La Peregrina s.XIII. Santuario de la Virgen del Puente s.XIII. Monasterio San Facundo y San Primitivo. Iglesia de la Trinidad s.XVI. Capilla de San Mancio. S. Iglesia de San Juan de Sahagún. Arco de San Benito s.XVII. Museo de las Madres Benedictinas. Museo de Semana Santa. Información turística.

• Cea. Castillo siglo XV • Almanza. Recinto amurallado siglo XIII. Molino Museo • San Martín de Valdetuejar. Iglesia parroquial. Románica siglo XII • Renedo Valdetuejar. Palacio Fortaleza siglo XV • Prioro. Arquitectura popular. Horreos. Museo etnográfico • Puerto del Pando. Vista panorámica • Boca de Huérgano. Castillo siglo XV. Arquitectura popular. Horreos. Información Turística • Riaño. Museo Etnográfico. Información Turística • Valle de Valdeón. Parque Nacional. Arquitectura popular. Hórreos. Información Turística • Valle de Sajambre Parque Nacional. Arquitectura popular. Hórreos. Información Turística • Mirador de Piedrafita. Vista panorámica • Puerto de Pontón Vista panorámica • Lario. Casa del Parque • Maraña. Reserva Nacional de Caza de Mampodre • San Isidro. Estación invernal y de montaña • Puebla de Lillo. Torreón siglo XIV. Casa del parque. Información Turística • Pantano de Boñar. Vista panorámica • Valdehuesa. Museo de la Fauna Salvaje • Boñar. Iglesia • La Vecilla. Conjunto Histórico Artístico. Torreón del siglo XIV • Hoces de Valdeteja • Lugueros. Puentes romanos


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El bosque de las lanzas de Sahagún La fértil Tierra de Campos con sus tonos dorados ofrece hoy una imagen tranquila y calida, únicamente alterada por las tareas agrícolas y el caminar de los peregrinos hacia Santiago. Cuenta entre sus atractivos con hábitats únicos, como por ejemplo la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Oteros-Cea, en la que las llanuras de cultivos, las colinas con parameras, encinares y pequeños valles de arroyos con escaso caudal dan cobijo a pequeñas lagunas estacionales en las que es posible contemplar poblaciones de aves esteparias como aguiluchos, avutardas y sisones. Enclaves solitarios, alejados del mundanal ruido, en los que el murmullo suave pero incesante del río Cea recuerda tiempos pasados, épocas de gloria y leyenda en las que la capital leonesa de esta comarca, Sahagún, llegó a ser más importante que León. Y es que, estuvo ligada a linajes reales desde su mismo nacimiento. Así, cuenta la tradición que la chopera cercana a la villa vela por ella desde siempre, porque ambas surgieron juntas tras el enfrentamiento que tuvo lugar en la zona entre las tropas de Carlomagno y las del caudillo agareno Agiolano. Tras días de lucha, la noche antes del combate final las tropas cristianas velaron armas, clavando algunos caballeros sus lanzas en la tierra. Tras pasar toda la noche rezando, al ir a buscar sus lanzas descubrieron que las astas habían echado raíces y tenían hojas en el tallo. Ese milagro fue interpretado como que

su muerte podía estar cercana, como sacrificio para obtener la victoria frente a los infieles. Y así fue, aunque antes de partir hacia la

muerte, los caballeros cortaron las lanzas a ras de suelo, surgiendo de aquellas raíces el actual bosque y a su vera una gran ciudad. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 1

Las Sirenas de Valdetuéjar

Remontando el curso del río Cea, las llanuras van dejando paso a la montaña oriental leonesa. Se trata de un conjunto montañoso muy accidentado, con un tapiz vegetal en el que se alternan los pastizales con los bosques de haya y roble en paisajes modelados durante siglos por los diferentes cursos fluviales que pueblan la zona. En ese sentido, cabe destacar que el propio Cea es conocido por sus numerosos pozos trucheros: el Bustiello en Las Conjas, el de Villaescusa, el del Curro, el de la Pinilla de Morgovejo, el pozo Redondo de Valderrueda, el puerto de La Sota, el de la Calderona entre Puente Almuhey y Carrizal… No obstante, en esta ocasión nuestro recorrido se desvía de su 10

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cauce y, ya con Peñacorada como magnífico telón de fondo a la izquierda, nos desviamos hacia el río Tuéjar, que conduce directamente a nuestra siguiente parada: San Martín y su iglesia románica del siglo XII. El exterior de su torre y su pórtico lucen cuatro sirenas, que dan testimonio de lo que allí ocurrió hace mucho, mucho tiempo. En el valle había una pequeña comunidad de monjes pertenecientes a la orden de San Benito. Tenían un pequeño huerto que les ayudaba a subsistir. Un día, una moza decidió gastar una broma a uno de los monjes e intentó robarle algunos frutos hortícolas delante de sus narices. El monje se percató y consiguió darle alcance. Aunque cuando lo logró se quedó prendado

de su belleza y esa fue su perdición, porque ambos comenzaron a verse a escondidas cada noche, uniéndose pronto a ellos tres amigas de la moza y otros tantos monjes. Como era de esperar, una noche tuvieron un descuido y el Abad se percató de que abandonaban sus aposentos. Decidió seguirlos y, al contemplar en un claro cercano al río que la relación que mantenían con las mujeres era carnal, las maldijo, transformándolas en sirenas y condenándolas a vagar para siempre por las aguas del Tuéjar por haber seducido a los monjes, mientras que a ellos les obligó a tallar en piedra cuatro sirenas para colocarlas en la iglesia y recordar así a todo el mundo lo que allí ocurrió.


Tramo 1

El rapto de Europa Los rastros mitológicos nos llevan ahora a adentrarnos en la vertiente leonesa de los Picos de Europa, cuyo nombre proviene, según la leyenda hispana, de la historia de amor vivida por el Príncipe Astur y Europa, hija del Rey Agenor de Fenicia. El Príncipe Astur se quedó tan prendado de su belleza que decidió raptarla y, para evitar que su padre y hermanos les encontraran, se refugiaron en

la zona más escarpada de lo que en su honor hoy se conoce como Picos de Europa, donde se desposaron. Y es que, tanto hace miles de años como hoy en día, este enclave es un paraíso en la tierra, un lugar donde perderse solo o bien acompañado. Así, incluido dentro del Parque Nacional, el Parque Regional Picos de Europa posee un incalculable valor ecológico, siendo morada de numerosas

especies animales y vegetales en sus praderas, bosques y montañas. Entre sus moles calizas con más de 300 millones de años de antigüedad se esconden lagos glaciares y surgen ríos como el Porma, el Esla y el Cea, fuentes de vida para los corzos, cabras montesas, venados, lobos, jabalíes y el resto de la fauna y flora que puebla este enclave de la Cordillera Cantábrica.

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Tramo 1

El Busgosu La montaña oriental leonesa se alza ya en todo su esplendor. Estamos en municipios como Riaño, Boca de Huérgano o Burón, en los que la naturaleza se muestra vigorosa, con cumbres como el Coriscao (2.234 m.), el Mojón Tres Provincias (2.499 m.), el Pico

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Murcia (2.346 m.), el Burín o Yordas (1.963 m.) o el Espigüete (2.450 m.). En esta zona el tejo es el monarca y el hayedo la norma forestal, destacando el acebo por su vigor invernal y los robledales por sus extensísimas masas. Las montañas de Riaño se ofrecen

como un relicario botánico, el más completo sin lugar a dudas del noroeste español, tanto en especies arbóreas como en arbustos y herbáceas. La vida surge a borbotones, dando lugar a grandes extensiones de bosques mixtos formado por robles, cajigos, fresnos, castaños, tilos, chopos, abedules, avellanos... a cuyos pies nacen una amplia variedad de helechos, zarzas, escobas y salgueras, arándanos, hiedras, brezo... y toda clase de setas. Una lista que se hace interminable si incluimos en ella plantas aromáticas y medicinales como la genciana, té de peña, tomillo, manzanilla, orégano, cola de caballo... Y qué decir de las flores, entre las que reina el narciso en su variedad de montaña, aquí llamado Capilote. Un ecosistema en el que conviven osos pardos, lobos, cabras hispánicas, corzos, venados, jabalíes, hurones, ginetas, rebecos, águilas reales, buitres leonados, halcones… que, según los cuentos más antiguos, rinden pleitesía al Señor de los Bosques, también conocido como Busgosu. Entre el mito y la leyenda, este personaje de aspecto semihumano está cubierto de pelo y tiene patas y cuernos de cabra, correspondiéndose su figura con la de los faunos, silvanos y sátiros de la mitología clásica grecolatina. Se dice que rapta a las mujeres para gozar de ellas en su guarida y que siente gran aversión por los cazadores y los leñadores, a los que trata de espantar o extraviar si se adentran en sus dominios.


Tramo 1

La Virgen de Riosol

En Maraña, en pleno Parque Regional de Picos de Europa, la Virgen de Riosol se apareció a unos pastores, a los que pidió que edificaran una ermita en su nombre. Así se hizo hallándose el santuario a unos 4 kilómetros del pueblo. En su advocación se celebra todos los años una entrañable romería a la que acuden gentes de toda la provincia. La fiesta ensalza además los tiempos en los que los reyes leoneses acudían en agosto a los hermosos valles de Maraña para elegir a los

caballos de sus caballerizas. Los lugareños probaban ante el rey y los nobles los potros que habían pasado su infancia pastando entre las finas hierbas de las praderías, y lo hacían montándoles “a pelo”, sin bridas ni silla. En medio de este ambiente es imposible no regocijarse con la naturaleza del Parque Regional de Picos de Europa. Su perfil se antoja veleidoso con moles calizas de gran permeabilidad que favorecen la formación de angostas gargantas y caño-

nes. Especial valor ecológico tiene el bosque atlántico que domina todo el Parque. El color cambiante de la vegetación a medida que desciende la altitud ofrece unas cumbres casi desnudas y unas laderas intensamente verdes con los densos bosques de hayas, auténticas reinas del lugar. No debemos olvidar la presencia del mítico tejo, robles, avellanos, nogales, brezos y numerosos arbustos que conforman una escena de intensa pigmentación. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 1

Lago de Isoba y Lago Ausente

Entre las cumbres heladas del Parque Regional de Picos de Europa se han formado lagos glaciares que permanecen cubiertos de hielo durante el invierno y abren sus aguas en primavera y verano. El lago de Isoba se encuentra cercano a la localidad de Puebla de Lillo, a 6 kilómetros a pie. Atravesando una ruta de montaña muy agradable que nos conduce por robledales y praderas de color esmeralda, llegamos al lago, rodeado de montañas donde pastan tranquilamente algunas vacas y caballos. Hay tiempo para detenerse a escuchar los sonidos de la naturaleza. Pueden oírse anfibios como la rana o la salamandra, aves como el petirrojo, carbonero, reyezuelo 14

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o trepador y mamíferos como liebres, lobos, zorros, jabalíes y algún que otro venado. Cuentan que bajo el lago hay anegado un pueblo. Al parecer un peregrino que visitó aquellas tierras pidió agua puerta por puerta para calmar su sed pero solo encontró portazos. Ante la falta de hospitalidad maldijo al poblado que quedó sumergido bajo las aguas torrenciales que bajaron de las laderas. No muy lejos, en la estación invernal de San Isidro, nos encontramos con otro lago de origen glaciar. Se llama Ausente y ya sólo el nombre inspira leyendas enigmáticas. La estación ofrece excelentes condiciones para los deportes de nieve y cuenta con 33 kilómetros de pistas aptos para cual-

quier nivel de esquí. Al lago Ausente se puede llegar a pie a través de un camino pedregoso. A lo lejos se reconocen las montañas de Mampodre que cuentan historias de luchas entre cántabros y romanos, hoy refugio de corzos, jabalíes y otras especies cinegéticas. La historia popular dice que en estas cumbres vivía una mujer muy avara y egoísta. Los vecinos, cansados de tanta cicatería, la abandonaron en la montaña a merced de los elementos, siendo sorprendida por una tormenta de nieve que la dejó sepultada en el fondo del valle. Cuentan que en las frías noches de invierno se escuchan los gritos aterrados de la vieja que salen de las profundidades del lago Ausente.


Tramo 1

El lobo de San Froilán Nos desplazamos hasta Valdepiégo, a la estela del río Curueño. La naturaleza tiene aquí querencia de montaña aunque no se desprende fácilmente de los praderíos de ribera, entre los que crecen plantas aromáticas como el té, tomillo u orégano. Entre tanto encanto, no es de extrañar que San Froilán eligiera los paisajes de Valdorria para retirarse como ermitaño. El santo vivió en una gruta transformada en ermita en la que seguramente fue testigo del espectáculo natural que contemplamos ahora, con los abedules, fresnos y salgueras perfumando los sentidos. Tanto tiempo ha insistido el agua sobre la roca que ha creado auténticos escorzos naturales fruto del proceso kárstico como las hoces de Valdeteja. Muy cerca, entre paredes vertiginosas, se encuentra la cascada de Valdorria, a la que llaman Cola de Caballo, y en la que el río se despeña para entregarse rendido al Curueño. La zona se ha habilitado para lograr un fácil acceso y contemplar el desplome del agua que forma un halo multicolor de agua y espuma. Al amparo de esta escena construyó el santo su ermita. Para ello se afanaba cada día en acarrear piedras hasta el alto monte, tarea en la que era ayudado por un borrico. Pero por esas latitudes campan lobos y uno de ellos mató al burro. Poco le importaba a la feroz criatura el ayuno que con tanta obstinación practicaba el eremita. Pero como el santo no estaba dispuesto a darse por vencido, recriminó al lobo y lo puso a trabajar cargando con las piedras que tenía que haber transportado el pobre borrico. Y así, finalizó San Froilán su empresa. Esta leyenda está cincelada en bronce en una de las puertas del santuario de la Virgen del Camino, donde se aprecia el relieve del lobo, el santo y la ermita. Es encantadora la romería que se celebra en Valdorria a principios de mayo en honor al santo. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 1

La dama de Arintero No nos separamos del cordón umbilical que es el río Curueño para llegar hasta Arintero. Es gratificante para la vista tanta caliza de tamaño colosal. Como también lo son las numerosas hayas que dominan la zona y las misteriosas cuevas formadas por la erosión del agua. A medio kilómetro está el pueblo de La Braña, un nombre que delata su origen pastoril y aparece rodeado de tapices verdes. Para conocer la leyenda de la Dama de Arintero es necesario poner en antecedentes el trasfondo histórico que precedió a tanta valentía. Ocurrió tras la muerte del monarca Enrique IV en 1474, quien se quedó sin heredero. Las Cortes habían jurado como reyes a la Princesa Isabel, hermana del difunto rey, y a su esposo, el príncipe Fernando, heredero del trono de Aragón. Algunos nobles y ciudades apoyaron a la infanta doña Juana, hija del difunto rey y al parecer ilegítima, para tal mérito. El prometido de Juana la Beltraneja y rey de Portugal, Alfonso V, estaba ansioso por agrandar su reino con Castilla y tramó la sublevación mientras otros tantos vasallos y caballeros se mantuvieron leales a los Reyes Católicos. En el pueblo donde ubicamos esta valerosa leyenda, Arintero, los habitantes se unieron a Isabel y Fernando. El conde García de Arintero, sin heredero varón y padre de siete hijas, había demostrado su valor en diversas campañas pero en esta ocasión su avanzada edad le impedía unirse a la guerra. Una de sus hijas, Juana, conmovida por la desesperación de su padre, se ofreció para ir a la guerra en defensa de su linaje. Tras muchos intentos por convencerle, el padre cedió y la mujer se convirtió en el noble Caballero Oliveros, pseudónimo de la Dama de Arintero. Oliveros se ganó la fama de valiente pero en una batalla, un golpe dejó al descubierto su figura femenina. A pesar de lo que se pudiera creer, el rey, admirado por sus hazañas, no sólo no le condenó sino que la concedió numerosos privilegios que ella pidió para Arintero. En su regreso a casa, Juana murió a manos de unos traidores. Algunas fuentes dicen que fue la propia Isabel quien la mandó matar llevada por los celos. 16

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Tramo 1

El duende de Tolibia Seguimos al arrullo del Curueño para llegar a Tolibia de Abajo, ensombrecida en los atardeceres por la cresta del monte Bodón, que rasca casi los 2.000 metros. Por estos terruños irrumpen cuevas que agujerean la roca caliza, fenómeno característico en toda la Cordillera Cantábrica. Habita los alrededores de estos picachos calizos una fauna heterogénea formada por lobos, corzos y jabalíes que acompañan a variadas aves rapaces. Tolibia es un pueblo con abolengo colocado en una pradería llana. Por estos lugares corrieron las más dispares habladurías sobre la existencia de un duende que traía de cabeza a los vecinos. Cuentan que las longanizas de la matanza desaparecían, que se oían pisadas en las cuadras sin que hubiera entrado nadie, que los terneros aparecían atados de dos en dos, que el vino se desparramaba de los pellejos que lo guardaban y un sinfín de perrerías más que no dejaban vivir tranquilas a las gentes de Tolibia.

El fantasma del canto de la forca No abandonamos el paradisiaco entorno del Curueño, avanzando hasta casi tocar su nacimiento. La vista goza con el brillo de los álamos blancos, el fluir de agua limpia y transparente y la angostura de las hoces labradas en la roca. Continuamos con los farallones calizos que han creado talentos como la cueva de Llamazares, un paraíso de corales más propio de las profundidades del mar que de la montaña. Entre tanta naturaleza afortunada encontramos Lugueros donde en una época muy lejana uno de sus vecinos fue acusado de ejercer la brujería. Llevados por el miedo y la superstición, los Jueces de los Argüellos, que se reunían en Concejo en la Collada del Coto, y los “hombres buenos” de las Tres Tercias (Lugueros, La Mediana y La Tercia), decidieron condenarle a la hoguera. Pero el destino quiso que no muriera en ella y que por la noche un alma caritativa se apiadara de él, escondiéndolo por un tiempo. Aunque no volvió a ser el mismo. Sus graves quemaduras y facciones desfiguradas causaban pavor a quienes las contemplaban, por lo que huyó a los montes cercanos. Allí vivió el resto de sus días. Tal figura espectral dio lugar a múltiples historias sobre el Fantasma de la Forca, también llamado así porque, según la leyenda, su cuerpo apareció ahogado en el río, cerca de la Forca del Curueño. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2 Lugueros-Los Barrios de Luna • Lugueros-Genicera-Gete-Getino -Cármenes-Villamanín • Villamanín-Arbas del Puerto • Villamanín-Pobladura de la Tercia • Villamanín-La Vid- Santa Lucía-Pola de Gordón-Huergas de Gordón-La RoblaLa Magdalena • La Magadalena-Tapia de la Ribera-Santa María de Ordas-Villaviciosa de la RiberaCarrizo de la Ribera-Santa Marina del Rey • La Magdalena-Los Barrios de Luna

PUNTOS DE INTERÉS • Cármenes • Arbas del Puerto. Colegiata de Santa María, románica siglo XIII • Villamanín. Museo Etnográfico • La Vid. Torreón siglo XV • Ayuntamiento de Pola de Gordón. Arquitectura industrial minera. • Huergas de Gordón. Santuario del Buen Suceso, siglo XVIII • Santa María de Ordás. Torre del siglo XIV

• Tapia de la Ribera. Castillo siglo XIV • Carrizo de la Ribera. Monasterio Cisterciense de Santa María siglo XII • Los Barrios de Luna. Museo del Pastor

Arbas del Puerto N-630 Lugueros Cármenes Genicera Pobladura de la Tercia Villamanín La Vid

Los Barrios de Luna

Pola de Gordón

CL-623

CL-626

La Magdalena Santa María de Ordás Villaviciosa de la Ribera

CV-128

Carrizo de la Ribera CV-161

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Getino

Santa Lucía Huergas de Gordón N-630 La Robla

Tapia de la Ribera

CV-161

Santa Marina del Rey

Gete


Tramo 2

El Diablo Burlón de Genicera Nuestra vista sigue atenta a la montaña y su paisaje calcáreo. Nos acercamos al río Torío aprovechando uno de los arroyos que le engordan en su descenso. Los brezos aparecen de forma muy insistente intentando dominar algunos bosques de hayas, la gran protagonista de toda la Cordillera Cantábrica. Nos detenemos para escuchar el silbido del viento que se mete entre las oquedades de la piedra componiendo siluetas misteriosas. Tal parecen ser las espectrales formas que resulta difícil discernir si lo que cuentan en Genicera es leyenda o realidad. Dicen que allí un espíritu se divierte haciendo travesuras y burlándose de las personas. Este diablo burlón toma la forma de algunos animales domésticos o de una figura humana. Dicen que sus diabluras son más bien travesuras, mostrándose piadoso con sus víctimas sin llegar a causar daños de consideración. Si el viajero se topa en su camino con un burro, un asno o un cabrito que monta escenas cómicas, más vale que diga “Jesús”, pues como asegura el mito, sólo así desaparece.

La Jana encantada de la Fuente de la Vallina Cerca de Genicera nos topamos con Gete. Muy próxima localizamos la grandiosa cueva de Valporquero, una proeza en las entrañas de la tierra que hospeda un museo de estalagtitas y estalagamitas de formas inverosímiles. Persisten las hayas y los robles perturbados por praderías verdes que en ocasiones lanzan algunos chopos de considerable altura. Es aquí, a poco más de un kilómetro del pueblo donde se esconde el gran secreto de la Fuente de la Vallina. Cuentan que en ella vive una Jana que vaga por el lugar expiando un pecado de amores. Unos dicen que si se escucha con atención, entre el murmullo del viento que se desliza por las ramas de los abedules y hayas cercanas, pueden escucharse sus lamentos, otros que es bellísima y puede llenarte de riquezas si sigues sus indicaciones. Aunque su mayor tesoro es su corazón que, según el saber popular, entregará a aquel que la desencante dándole de beber en el cuenco de la mano. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2

El Cuélebre de Getino A un tiro de piedra alcanzamos Getino. Sus parajes son agrestes y dominio de chopos, avellanos, negrillos y abedules. El paisaje muestra propensión por los recovecos montañosos y las cuevas, antojo que será habitual a lo largo de la cuenca del Torío, sobre todo en las zonas más altas donde el río todavía es un chiquillo joven que discurre como exaltado y nervioso. Corzos, rebecos, liebres y aves rapaces pueblan estos terruños agujereados por cavidades rocosas. Cuenta la leyenda que en una de estas grutas habitó el conocido como Cuélebre de Getino, que aterrorizó durante largo tiempo a toda la comarca hasta que, según recuerda la tradición oral, un pastorcillo logró calmarlo entregándole a diario una botella de leche fresca. Sin embargo, el valiente pastorcillo cometió un error fatal, ya que un día olvidó el tributo, y lo pagó con su vida. El Cuélebre volvió entonces a las andadas hasta que, como si de un castigo divino se tratara, una fuerte tormenta provocó un gran torrente, arrastrando a la bestia contra una montaña cercana, que se convirtió en su tumba.

El Diablo burlón de Cármenes y Almuzara Seguimos el trascurrir del río Torío, que ya desde su nacimiento, lucha entre rocas calizas por salir a la luz, trazando impresionantes hoces y despeñaderos. La vegetación está dominada por pastizales que reflejan el uso ganadero de estos parajes. Sobreviven con tenacidad bosques excepcionales de hayas y robles acompañados por brezales cada vez más abundantes. Este territorio parece estar habitado por el diablo burlón, un personaje que toma diferentes formas y es común también en otras zonas de montaña. Este espíritu bromista se divierte mofándose de las personas adquiriendo forma de animales domésticos o incluso de figura humana. En la localidad de Almuzara relatan que un mozo de gran estampa venía de la fiesta de Genicera y se encontró con un burro sobre el que se montó para que le llevara a casa. Cuando llegó, el burro tiró al mozo al suelo y se marchó aullando convirtiéndose en un lobo. En Cármenes dicen que una anciana se encontró un cabrito que se había extraviado y lo llevó a casa envuelto en su mandil. Luego acostó al cabrito junto al fuego y le dio de comer sopas de ajo, mientras ella se desvistió y se santiguó para irse a dormir. El cabrito, al oír la palabra Jesús, se marchó corriendo burlándose de la anciana. 20

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Tramo 2

La fuente de Faya Avanzamos por las Hoces de Vegacervera, impresionantes desfiladeros creados por la erosión del agua sobre los peñascos calizos. Las cruzaremos para apreciar con ejemplaridad el proceso de disolución de la caliza o karst. La acción del agua ha provocado también otros fenómenos singulares como las denominadas “marmitas de gigante” engendradas por cantos erosionados en el lecho del río que adoptan formas curiosas. Las hoces son sin duda una de las estructuras geomorfológicas más impresionantes de la Cordillera Cantábrica. Continuamos nuestro peculiar viaje deteniendo la vista exhausta en el Faedo de Ciñera, muy cercano a Santa Lucía, la localidad donde se

emplaza esta leyenda. En el Faedo conviven dos especies casi antagónicas pero bien avenidas. Entre la espesura arbórea se sucede el hayedo, que siente escasa querencia por el sol, y la encina, que precisa de la calidez solar. El efecto de la caliza y la exposición de las laderas han determinado que estas dos especies tan diferentes convivan formando uno de los bosques mejor conservados de la Cordillera Cantábrica. Ya llegamos a Santa Lucía donde la leyenda se muestra más singular que nunca pues habla de un jano, no de una jana. Aseveran que una pastora tenía por costumbre acudir a la fuente de Faya a calmar su sed y descansar en una cueva que había un

poco más arriba. Un día, entre las rocas de la fuente, apareció un hilo de oro. La pastora cogió un palo y empezó a bobinar el hilo dorado. Cansada de no encontrar el final del hilo, lo cortó y éste se convirtió de repente en un sencillo hilo de bramante. Entonces una voz salió del fondo de la cueva lamentándose por haber cortado el hilo porque si hubiera tirado más, éste habría sido de oro. Cuentan, y de ahí lo peculiar, que la voz era masculina y que pertenecía a un príncipe musulmán que se había quedado encantado. El tiempo pasó y la leyenda quedó. Ahora, las mozas movidas por la esperanza de encontrarse con el apuesto príncipe acuden a la fuente a beber agua. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2

La Odalisca encantada del castillo de los Barrios Cruzamos a la ribera del río Bernesga, una amplia cuenca que nace montañosa en el norte y se aplana para convertirse casi en llanura al sur. El paisaje aparece dominado por pastizales en las zonas más altas y se tranquiliza con extensas praderías en los fondos de valle. Hay manchas boscosas de hayas y robles y sorprendentes encinares más propios de climas mediterráneos que de estas gélidas altitudes. Por estas tierras de la comarca de Gordón narran que el rey Alfonso III se enamoró de la odalisca que los primeros reyes leoneses, García I y Ordoño II, tenían

guardada en el castillo de Barrios con promesa de amores. La reina Jimena, avisada de esta deslealtad y presa de los celos, la despeñó por la sima existente en lo alto del castillo, de la que precisamente manaba la fuente. El rey, embargado por la pena, perdió la alegría de vivir mientras sus hijos y la celosa Jimena se hicieron con el reino. En la noche de San Juan, si coincide con luna llena, sale a flote en la fuente de La Rebanguilla una perla perteneciente al collar que lucía en su cuello la bella odalisca, para que alguien tire de ella y la desencante.

El dragón de la Gotera Un bosquecillo de robles anuncia el lugar de esta leyenda orientada en La Vid, en la peña de San Lorenzo, desde la que se atisba toda la comarca de Gordón. Casi a la altura del vuelo de los pájaros se puede observar, aunque no es fácil, algunas especies protegidas como el milano real y el alimoche, acompañados por las acrobacias de los halcones, chovas, roqueros y algunas cigüeñas que compiten en blanco y negro con el estampado de las vacas. Alternan estos parajes otras especies de mamíferos como murciélagos, lobos, corzos, jabalíes y liebres. Robledales y hayedos completan un panorama cautivador. En la Vid, donde su nombre nada tiene que ver con la existencia de viñedos, narra la leyenda que vivía un cuélebre en la garganta de La Gotera que exigía una oveja diaria 22

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para alimentarse. Si los vecinos no se la daban soltaba el agua remansada e inundaba las tierras. En una ocasión le tocó el turno a un vecino que no tenía ovejas por lo que se le ordenó entregar a su hija. La joven temerosa pidió ayuda a San Lorenzo, el cual vino con sus dos hermanos, Vicente y Pelayo. Dicen que San Lorenzo hizo una torta con tierra, cobre y unto, del que se usaba para engrasar los carros, y se la dio al cuélebre que acabó con una indigestión, momento que aprovechó el santo para atacarle y darle muerte con su lanza, aunque antes acabó cruelmente con la vida de sus hermanos. Dicen que San Lorenzo utilizó las costillas del monstruo para construir el armazón de una ermita, por eso explican en el pueblo que antes tenía arcos como los de los monasterios.


Tramo 2

El oso de Arbas del Puerto

Subimos hasta Arbas del Puerto, dando la mano al puerto de Pajares. Son pedregales de historia, de ruta jacobea, por aquí pasa el camino primitivo que atraviesa el norte de la provincia hasta alcanzar Asturias. Contemplamos embelesados el corazón de la Cordillera Cantábrica, el cromatismo de especies vegetales de alta montaña, como las hayas, los abedules, las urces rojas, los piornos y un universo de orquídeas, anémonas y otras flores silvestres. Son tierras de abundancia ganadera heredera de la ancestral trashumancia y de truchas, águilas, osos, rebecos y

especies cinegéticas. En Arbas, la estratégica ubicación propició la edificación de un hospital para atender a los peregrinos y viajeros que iban a San Salvador de Oviedo y debían cruzar el temible puerto de Pajares. La impresionante colegiata logró su mayor esplendor en el siglo XII y XIII y es única en su género en la provincia pues es unión del románico asturiano con el zamorano y salmantino. Al flanquear la puerta de acceso, -protegida posteriormente por un pórtico del XVIII-, hay dos modillones de piedra que representan a un oso y un buey, el oso y el buey de la leyenda de Arbas. Para

construir el hospital, los canónigos agustinos acarreaban la piedra de los montes próximos empleando una carreta de la que tiraba una pareja de bueyes. Por aquel entonces el sonido de las ruedas en el valle seguramente sería música celestial. Un día, un oso sorprendió a un fraile dormido con el carro y los bueyes, y no dudó en zamparse a uno de ellos. El canónigo, hecho un basilisco y tozudo en su empeño, agarró al oso y le hizo acarrear la piedra para conseguir así culminar la construcción. Tal hazaña quedó plasmada en la puerta con la figura del buey y el oso. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2

La bruja de Pobladura de la Tercia No nos separamos de los parajes cantábricos y de la ruta jacobea por el camino primitivo a San Salvador. Continúa en la retina el decorado montañoso con pastizales que abrigan la montaña y prados de verde esmeralda en los valles. Los bosques de hayedos siguen sometiendo al territorio junto a los piornos y las urces. Cuentan que por estas latitudes habitaba alguna que otra bruja. Presisamente, en Pobladura de 24

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la Tercia está una fuente denominada de las brujas. Ahora, el pueblo la ha canalizado para abastecerse de agua. En la citada fuente una bruja devanó un ovillo de lana para coger a una jana encantada que vivía en el fondo del pozo. Cuando la bruja ya casi podía alcanzar a la jana, maliciosamente cortó el hilo y cayó, dejándola nuevamente encantada.


Tramo 2

La leyenda de Bernardo del Carpio Saltamos al valle de Luna, un nombre precioso, sede de una de las familias más importantes de León, los Quiñones. Es una tierra de tradiciones construidas sobre una imborrable historia geológica. El río Luna, al que alimentan numerosos arroyos, crece puro engendrando truchas y abriéndose curso hacia una amplia vega. Sus aguas son aprovechadas también para el regadío con el embalse de Luna que sofoca extensas áreas del sur de León. A primera vista el paisaje parece subyugado por hayas, robles y pastizales. Pero sin duda, sobresale entre todas una especie excepcional para estas tierras norteñas, la sabina de Mirantes de Luna, auténtico relicto del periodo tardiglaciar, que aprovecha las propie-

dades térmicas de la caliza para sobrevivir. Es por estas lides donde se ubica la leyenda de Bernardo del Carpio, dicen que hijo extramatrimonial de Jimena, hermana del rey asturiano Alfonso II, y del conde de Saldaña, Sancho Díaz. Bernardo del Carpio es el protagonista de una larga serie de romances que pudieron tener como objeto ensombrecer a la épica francesa que se había introducido en España. Su historia consiste en lograr del rey Alfonso el Casto que libere a su padre, encarcelado a causa de haber deshonrado a la infanta en el castillo de Luna, y a quien el rey mandó sacar los ojos. Para ello el héroe logra numerosas hazañas, entre ellas la derrota de los franceses en Roncesvalles.

Las lavanderas de los ríos de Luna El transcurrir del río Luna susurra historias contadas por las aguas cristalinas. Puebla su vegetación riparia un nutrido grupo de habitantes como la nutria y aves acuáticas como el porrón común y la focha común. Avistamos, aunque en menor número, una comunidad más delicada formada por alimoches, perdiz pardilla y roqueros rojos, que sobrevuelan estas tierras del Luna, ricas en atrevidos peñascos calizos. Dicen que pueblan estas fincas otros personajes menos amables en apariencia y espíritu. Las lavanderas de los ríos de Luna son ancianas de rostro arrugado, mal

encaradas, con desgreñada cabellera blanca, de voz desagradable y chillona, que lavan sus ropas raídas en la orilla de los ríos golpeándolas con palas. Estas viejas, cuando oyen ruidos sospechosos huyen despavoridas a sus cuevas donde se esconden hasta que reina de nuevo el silencio. Si son descubiertas mientras están lavando, mascullan su cruel venganza y se comportan como seres malignos, que es la mayoría de las veces. En cambio, dicen que a veces son seres bondadosos, pues en ocasiones han ayudado a ancianos y niños cuando están en peligro. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2

La leyenda de Ares de Omaña Mil rincones nos aguardan en la tierra de Luna. Rincones que están empapados por la historia, el paisaje y las tradiciones. La montaña do­minante en las zonas más norteñas languidece en su descenso hacia formas más modeladas, con llanuras extensas donde crecen abedules y robles. Corzos, jabalíes, garduñas y zorros son habituales en estas tierras en las que se divisan cultivos de cereal. A la vera del Luna, en un recorrido panorámico, se divisa la torre de Ordás, figura cilíndrica e inhiesta que domina la planicie, construida por don Pedro Suárez de Quiñones sobre una antigua fortaleza de origen desconocido. Una sangrienta tragedia reviste sus paredes. Según cuentan, Don Ares era un guapo mozo omañés que se opuso a que su tío el adelantado del reino, Don Pedro Suárez de Quiñones, construyera un torreón sobre los lienzos de la muralla de León. El todopoderoso Quiñones concibió un odio tal hacia su sobrino que el destino hacía presagiar lo peor. El malévolo adelantado convenció a la madre de Don Ares para que acudiera a visitarle y agasajarle como se merecía. La linda y enamorada Rosana,que guardaba los rebaños de Don Ares, intentó presagiar a su señor del peligro que se cernía sobre él si acudía a ver a su tío. Desoyendo los consejos, el adelantado culmina su venganza. A altas horas de la noche la sangre de Don Ares regó la tierra y por lo alto de las almenas se lanzó un bulto sangriento envuelto en un saco. 26

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Tramo 2

Las Médulas de Villaviciosa de la Ribera Siguiendo la carretera que nos lleva a Carrizo, casi alcanzando la confluencia del río Omaña y Luna, se encuentra la localidad de Villaviciosa de la Ribera. Ya puede entreverse el paisaje de tono rojizo que reina en estas tierras, abrazadas por dos ríos trucheros que en tiempos del imperio romano fueron también fuente de riqueza aurífera. A diferencia de Las Médulas bercianas, en las de Villaviciosa se explotaba el oro sin ruina montium, formándose multitud de arroyuelos en los que se lavaba el preciado mineral. Dicen que bajo el arroyo mayor, el que llega directamente a la gravera, se encuentra soterrado un edículo de oro que está consagrado a una divinidad romana. También hay a la entrada de esta encantadora localidad unos castaños milenarios, tan enormes, que en su interior caben una mesa y cuatro sillas. Una leyenda cuenta que debajo de uno de estos árboles hay escondida una cesta llena de pepitas de oro. Al parecer, la hija de un centurión romano se enamoró de uno de los esclavos que trabajaban en la mina y él como muestra de amor le regaló este tesoro, que la mujer escondió bajo tierra plantando encima un imponente castaño. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 2

La Presa cerrajera No nos separamos del Órbigo para llegar a Santa Marina del Rey donde se funde el paisaje de ribera y del páramo leonés. Al amparo del río se han moldeado terrenos de regadío que esconden su verdadero encanto en la sensación de hallarse en un terreno infinito, tan solo salpicado por aislados grupos de pinares, encinares y robledales. La mano del hombre ha dejado constancia también en presas y canales que dieron de beber a estas sedientas tierras, como el histórico cauce

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de la Presa Cerrajera, recuerdo de la presencia árabe en España. Dicen que esta presa se abrió por los amores de Zulima, una bellísima mora cristianizada que había comprado una gran finca en estos parajes. Detallan que un moro rico se quedó prendado de su hermosura y la mujer le impuso como condición para lograr su amor traer agua a las tierras secas del páramo. Para este propósito el moro abencerraje empleó su dinero en construir un canal desde Santa Marina del Rey a Villazala. Finalmente, a la joven se le ablandó el corazón y le correspondió con su dicha, conociéndose desde entonces la obra como Presa del Abencerraje o Presa Cerrajera.



PUNTOS DE INTERÉS • San Emiliano. Paraje Pintoresco • Riolago de Babia. Conjunto Histórico Artístico. Casa Palacio de los Quiñones, siglo XVI • Cabrillanes. Paraje Pintoresco • Robles de Laciana. Iglesia siglo X • Ayto Villablino. Arquitectura industrial minera. Información Turística • Caboalles de Arriba. Centro de Interpetación del Urogallo

Tramo 3 Los Barrios de Luna-Leitariegos • Los Barrios de Luna-San Emiliano-Torrestio • San Emiliano-Riolago de Babia-Cabrillanes-Robles de Laciana-Villablino • Villablino-Caboalles de Arriba-Leitariegos • Villablino-Palacios del Sil

Torrestío

Leitariegos Caboalles de Arriba

Villablino

Palacios del Sil

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Cabrilanes

Robles de Laciana

San Emiliano

Riolago de Babia

Los Barrios de Luna


Tramo 3

La leyenda de Babieca Continuamos nuestro camino hasta los parajes de Babia donde crecen hayas, robles y abedules entre bellas praderas propias de un cuento de hadas. Cuentan que los reyes leoneses iban a Babia a cazar y disfrutar con los encantos del entorno para alejarse así de las intrigas de la corte. De ahí viene el dicho “estar en Babia”, una expresión que ha llegado a nuestros días, queriendo decir de alguien que está ensimismado o es ajeno a los problemas. Este enclave leonés es también tierra de pastoreo, de historias de trashumancia contadas a

la luz de la lumbre, de tradiciones y perros fieles como el mastín. Entre las montañas y los canchales de Babia asienta la leyenda el origen de Babieca, el caballo que El Cid le regaló a su esposa Doña Jimena como presente de boda. Parece ser que su origen es de raza asturcón y se le sitúa en la zona de Babia, -de ahí el nombre Babieca-, donde debió de pastar las deliciosas hierbas de los puertos leoneses. Sin embargo, otras teorías echan por tierra esta historia que la imaginación popular ha transformado en leyenda. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 3

El lago Cerveril

Seguimos en Babia, embobados por los paisajes de alta montaña, los valles, praderas y lagos de origen glaciar. La flora parece como detenida en el tiempo, capaz de desarrollar su propia personalidad, con especies endémicas como la saxifraga babiana que convive con liebres, perdices, buitres, corzos y rebecos. Por los puertos leoneses que lindan con Asturias vivieron en otras épocas los vaqueiros de alzada que habitaban las brañas desde abril a noviembre. Este pueblo vivía del ganado que pastaba en la montaña y estaba discriminado socialmente, hasta el punto de que no podían tener amoríos con los 32

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xaldos puros, los labradores y ganaderos asturianos. Pero como el amor no entiende de leyes, hubo un día en el que un xaldo se enamoró de una vaqueira y le entregó una argolla de perlas y oro en promesa de boda. Pero la venganza acabó con el amor de la pareja y con el cuerpo de la vaqueira ahogado en el lago de Covalacho. Desde entonces, todas las noches de San Juan aparece la ajorca de perlas flotando en las aguas remansadas y cuentan que se oyen los sonidos lastimeros que murmullan la incomprensión de xaldos y vaqueiros por el amor verdadero.


Tramo 3

El monstruo de Leitariegos Avanzamos por la Cantábrica leonesa hacia el Puerto de Leitariegos. Sobre la base del Cueto Arbas, el primer 2.000 de la Cordillera Cantábrica, se ubica la estación invernal de Leitariegos. Rodeada por un entorno excepcional resulta ideal para la práctica del esquí y los deportes de invierno en un ambiente muy agradable. Estas montañas son también el último refugio del oso y el urogallo que comparten su espacio con liebres, perdices, corzos y jabalíes. Aquí el frío dispone la presencia de la vegetación que se hace más abundante a medida que se desciende la montaña, propiciando hayedos, castaños y finalmente praderíos. Precisamente, al calor de la lumbre se desarrolla esta horripilante leyenda. Narran las gentes de un pueblecito de Laciana que durante una noche de invierno, cuando todo el mundo se resguardaba en las casas del intenso frío, llegó

un humilde caminante pidiendo refugio. Desatendiendo la hospitalidad que caracteriza a los lugareños, los habitantes del pueblo no abrieron al hombre y éste abandonó el pueblo en medio de una heladora tempestad. Cuando los vecinos se dieron cuenta del error que habían cometido corrieron en su auxilio pero le encontraron ya medio muerto, sepultado en la nieve. Sin embargo, el anciano aún tuvo tiempo de lanzar una maldición: “un monstruo os visitará cada año y sólo aplacará su furia el sacrificio de una doncella”. Así, obligados por la maldición, cada año los habitantes de este pueblecito ofrecían una doncella para calmar a la bestia. Pero un año le llegó el turno a la chica más piadosa del lugar. La joven, sabedora de su cruel destino, pidió como último deseo pasar la noche en la ermita con la Virgen, quien le dijo a la niña que cogiera un rosario y lo lanzara al cuello de la bestia. Cuando el monstruo apareció reclamando a su víctima, la joven le lanzó el rosario y éste se convirtió en una fuerte cadena que ahogó al engendro y lo hundió en el fondo de La Laguna donde vivía. Desde entonces, cuenta la leyenda que la noche del 24 de junio se oye el sonido de unas cadenas. Es el monstruo que viene cada año a reclamar su sacrificio.

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Tramo 3

El busgosu de los montes y bosques de Laciana Quizás llevados por la espectacular belleza de los bosques donde continuamos nuestro peculiar viaje, quizás por los sonidos de la fauna que la habita, el caso es que en Laciana el portento de la imaginación ha inventado algunos personajes mágicos que dicen habitan estos espesos bosques desde no se sabe cuándo. El valle de Laciana está declarado, junto a Ancares, el Alto Bernesga, Babia, Los Argüellos, los valles de Omaña y Luna y los Picos de Europa, Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Un tesoro natural que convierte a León en la provincia con mayor concentración de Reservas de la Biosfera del territorio nacional. Este hito sin precedentes se 34

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ha logrado gracias al incalculable valor ecológico, la existencia de una fauna única, con el oso y el urogallo como mejores exponentes, y el desarrollo de una actividad humana compatible con el medio ambiente. Pues bien, cobijado entre los bosques lacianiegos se ubica la leyenda del busgosu, mitad humano, mitad caprino, con enormes cuernos de cabra y ojos muy ardientes que tiene como pasatiempo atacar a los cazadores, leñadores y las mozas. Pero, bajo esa temible apariencia, sus fechorías no resultan demasiado dañinas y algunos lo relacionan con el pacífico Fauno de la mitología grecorromana.



Tramo 4 Villablino-Ponferrada-Carucedo • Villablino-Palacios del Sil-Lillo del Bierzo-Fabero-Vega de Espinareda • Vega de Espinareda-Sésamo-Candín-Pereda de Ancares-Balouta • Vega de Espinareda-Ponferrada-Borrenes-Santalla-Villavieja-Carucedo

PUNTOS DE INTERÉS • Villablino • Palacios del Sil. Centro de Interpretación de la Naturaleza • Ayuntamiento de Fabero. Arquitectura industrial minera. Información Turística • Vega de Espinareda. Monasterio e Iglesia de San Andrés siglo XVIII • Sésamo. Arte rupestre de Peña Piñera • Candín. Paraje Pintoresco • Balouta. Paraje Pintoresco. Arquitectura popular. Pallozas • Tejeira. Paraje Pintoresco. Arquitectura popular. Pallozas • Ponferrada. Conjunto histórico artístico. Castillo Templario siglo XIII. Basílica de la Encina siglo XVI. Museo de la Radio. Museo de las Cofradías de Semana Santa. Museo de El Bierzo. Museo del Ferrocarril. Castro romano. Información turística • Santalla. Vista Panorámica • Villavieja. Castillo de Cornatel siglo XIII • Carucedo. Las Médulas Patrimonio de la Humanidad 36

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Villablino Balouta

CL-631 LE-712

Pereda de Ancares

Palacios del Sil

Candín Tejeira

Sésamo

Lillo del Bierzo Fabero Vega de Espinareda

LE-712

LE-711 Villavieja Carucedo Santalla

Ponferrada CL-536 Borrenes

Las Médulas


Tramo 4

La Señora Nos desplazamos hasta las abruptas latitudes de Ancares. Una sucesión de valles y montañas en las que predomina la pizarra, caliza y arenisca, acompañan nuestro camino. Prolifera por estos terruños una flora acostumbrada a fríos intensos, como los brezales y los acebos que dan de comer al vulnerable urogallo. Robles centenarios, castaños y carballeiras, propias de Galicia pero de las que podemos disfrutar también en estos lares, crecen entre un suelo robusto donde la acción del hielo ha dado lugar a valles, glaciares, circos y lagunas. No escapan a la vista la presencia de construcciones propiciadas por la difícil orografía y el clima, como las pallozas y los hórreos. Entre este espectáculo visual localizamos la leyenda de las Señoras, personajes míticos que suelen definirse como espíritus de naturaleza femenina vinculados a las flores, los ríos, las fuentes y los bosques. Tienen la apariencia de hermosas mujeres de ojos verdes y cabellos de oro que enamoran a los humanos. En algunos cuentos se

relaciona la leyenda de la Señora con algunas mujeres musulmanas a las que se creía Señoras encantadas. La fábula de Teixeira cita como en el bosque un hombre entra en una casa con siete camas donde cada noche duerme en una diferente porque siempre tiene frío. Cuando regresa a su casa, le cuenta el suceso a su madre y ésta le dice que encienda una cerilla. Así lo hace, apareciéndole una bella Señora. Otras leyendas dicen que las Señoras ofrecen un regalo a los humanos con la condición de que no lo abran hasta llegar a casa. La curiosidad les impide cumplir la promesa y se encuentran con que el regalo no es más que trozos de carbón o boñigas. Dicen que en Candín una mujer se encontró con una Señora que le dio un regalo, pero ésta al ver que era carbón lo arrojó al camino. Cuando llegó a casa comprobó que en los pliegues del mandil el polvo del carbón se había convertido en oro. Loca de rabia, volvió a buscar los carbones pero ya no encontró ninguno.

Lago Cuiña Seguimos en los Ancares, en el enclave glaciar de la Peña Cuiña, a 2.000 metros de altitud. Debemos estar atentos para contemplar a los corzos que gustan de abrevar en estas aguas. Desde lo alto las vistas son fantásticas, con la espectacularidad del valle de Tejedo y Candín y al otro lado Balouta con sus pallozas y la localidad de Suárbol. Seguimos presenciando ese grandioso entorno natural de montañas en las que se refugian jaba-

líes, tejones, ciervos, conejos, liebres y ardillas. Narran que en Candín hubo una ceca musulmana, una casa donde se labraba moneda, se acuñaba y se cambiaba dinero. Un día robaron las piezas de oro y raptaron a los musulmanes haciéndoles desaparecer en las aguas del lago Candín, donde nunca más se supo de ellos. Aseguran que en este lugar, en la época del Ramadán, se oye un recital de versículos del Corán. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 4

El diablo burlón o cochino chico En Balouta y Pereda de Ancares se emplaza el mito del diablo burlón o el cochino chico. Los Ancares están majestuosos e invitan a dar un buen paseo por los caminos que acompañan el desfile de robles y hayas. Puede que aquí se aparezca este ser, al que no hay que temer demasiado pues sus actos no son maléficos sino más bien trastadas bromistas. Este cochino actúa en los caminos haciendo que la gente forastera se extravíe con algún sagaz procedimiento para hacerle perder la orientación. Como relatan en Balouta o Pereda de Ancares, parece ser que este diablo es además un mujeriego empedernido, teniendo entre sus aficiones ver desnudas a las mujeres, tarea para lo que se convierte en diferentes animales como un burro, vaca u oveja.

Xanas y ondinas A medida que descendemos, el paisaje se va suavizando anunciando a lo lejos El Bierzo. Esta tierra presume orgullosa de sus fértiles valles, de un micro-clima mediterráneo peculiar, de los prósperos cultivos que tanta fama le han dado y de sus tradiciones ancestrales. Castaños y robles cubren las laderas de las montañas creando un manto multicolor lleno de matices que cambian con cada estación. Muchos han envidiado este trozo de tierra. Los romanos supieron ya de su riqueza geológica y las explotaciones mineras convirtieron al Bierzo en una de las zonas más industriosas de la provincia. Antes de llegar a Fabero, en la localidad de Lillo del Bierzo, detenemos el viaje para escuchar el canto de las xanas y ondinas. La leyenda dice que suelen ser mujeres muy hermosas, seres mitológicos de largos cabellos dorados, que se hacen visibles en San Juan cuando salen a la orilla de las fuentes y lagos a peinar con peines de oro su precioso pelo. 38

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Tramo 4

Árboles que hablan Ya dentro de la hoya berciana nos encontramos con apuestos árboles que retuercen sus troncos centenarios. La naturaleza ha sido espléndida en el Bierzo y aún más agradecida su huerta con las fabulosas manzanas reinetas, pimientos, cerezas, peras y demás caprichos nacidos de la fertilidad de esta tierra portentosa también en vinos. Los castaños y robles animan el entorno y parecen recobrar vida cuando aves como el aguilucho, la perdiz, la chova o el halcón, entre otros curiosos habitantes, se posan en sus ramas o faldas. La relación del hombre con la naturaleza, la idea del agradecimiento por tanta fecundidad, ha quedado también prendida en la imaginación popular. Se dice que aquí hay árboles dotados con el poder de hablar. Los árboles son seres maravillosos que tienen mucho tiempo para pensar y observar y aceptan sabiamente su destino que es ser útiles para las criaturas del mundo como los hombres y los pájaros. A veces los árboles hablan a quienes necesitan ayuda y en otras ocasiones es el espíritu que habita dentro de ellos quien se dirige a las personas. Dicen que su voz es una combinación de suspiros, murmullos y gruñidos, sólo hay que saber escucharles porque siempre dan sabios consejos. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 4

La Xana Carisia Nos acercamos a uno de los espacios más emblemáticos de la provincia, Las Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Fueron la mayor mina a cielo abierto del Imperio Romano y el resultado de una sofisticada red de canales que aún hoy sorprende a los ingenieros. Mediante estos canales, los romanos traían agua desde 40 Km, la embalsaban y luego la liberaban sobre la red de galerías que de esta manera iban desmoronando la montaña hasta crear el paisaje único y rojizo que contemplamos en la actualidad. Muy cerca, en el lago de Carucedo, se emplaza la leyenda de la xana Carisia. Como la imaginación popular es dada a la ensoñación, ha preferido que la formación del lago se deba a un bello cuento, en vez de a la acumulación de materiales sedimentados procedentes de las minas. En el lago habitan ahora diversas especies de patos y es un humedal protegido por la singularidad de su fauna y vegetación. Pues bien, la leyenda narra que el lago se creó por las lágrimas de la xana Carisia, perdidamente enamorada del general romano Tito Carissio, quien conquistó Lancia y dominó todo El Bierzo. La xana, que vivía en la mítica Lucerna, era astur y fue despreciada por esta razón por el apuesto general. Al no sentirse correspondida, Carissia lloró tanto que sus lágrimas formaron este lago e inundaron la ciudad de Lucerna. Cuentan que en la noche de San Juan, la xana sale de las aguas en busca de un mozo que aplaque su desgracia de amor y que incluso puede verse el peine de cuerno con algún cabello de oro que la xana ha olvidado en la orilla. Al amanecer, algunos cuentan que se aprecian los restos de la ciudad de Lucerna hundida bajo las aguas. Además, nuestra vista se sorprenderá con los cultivos introducidos en la época romana, como los castaños que han pervivido hasta ahora como testigos de un tiempo legendario. 40

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Tramo 5 Ponferrada-Peñalba-Foncebadón-Cabrera • Ponferrada-Otero-Villanueva de Valdueza-Montes de Valdueza-Peñalba de Santiago • Ponferrada-Molinaseca-El Acebo-Compludo • El Acebo-Foncebadón • Ponferrada-Salas, Villar y Lombillo de los Barrios-Sierra del Teleno-Corporales-Truchas • Truchas-La Baña • Truchas-Lago Truchillas

PUNTOS DE INTERÉS • Otero. Iglesia siglo XI • Villanueva de Valdueza. Iglesia siglo IX. Museo • Montes de Valdueza. Monasterio • Peñalba de Santiago. Conjunto histórico artístico. Iglesia mozárabe siglo X. Cueva de San Genadio • Molinaseca. Conjunto Histórico Artístico. Santuario de Nuestra Señora de las Angustias s.XVII, Iglesia San Nicolás de Bari s.XVII. Calle Real • El Acebo. Arquitectura popular • Compludo. Herrería siglo XIX • Cruz de Ferro. Paraje Pintoresco • Foncebadón. Paraje Pintoresco • Salas,Villar y Lombillo de los Barrios. Conjunto Histórico Artístico • Sierra del Teleno. Paraje Pintoresco • Encinedo. Museo de la Cabrera. Arquitectura popular • Truchas. Paraje Pintoresco • La Baña. Lago La Baña. Monumento Natural. Paraje Pintoresco • Lago truchillas. Monumento Natural. Paraje Pintoresco

Ponferrada Molinaseca Otero LE-142 Salas, Villar y Lombillo El Acebo de los Barrios Foncebadón Villanueva de Valdueza Compludo Montes de Valdueza CL-536 Peñalba de Santiago

La Baña

Corporales Encinedo

CV-191

Sierra del Teleno Truchas

Truchillas

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Tramo 5

El trasgo Avanzamos por El Bierzo, sin despedirnos de Carucedo y abarcando también Borrenes. Los castaños, nogales y un rebelde monte bajo animan nuestra ruta. El agradable clima mediterráneo con influencia atlántica ha prodigado la existencia de diversas familias de aguiluchos, halcones, águilas, chovas y vencejos. Este encantador escenario es compartido por un personajillo travieso que explican abunda en Carucedo y Borrenes. El trasgo, cuyo origen parte de la mitología celta, es como un duendecillo, no es bueno ni malo, es diminuto y simpático, viste una blusa de bayeta roja y cubre su cabeza con un gorro del mismo color. Nadie sabe todavía si lleva zapatos o anda descalzo. Entre sus habilidades está la de penetrar en las casas por la noche cuando sus moradores duermen y entretenerse en hacer calceta u otras labores domésticas. Eso si está de buen humor. Pero si está enfadado, la criatura se dedica a hacer dispares diabluras, como romper los cacharros, revolver la ropa, sacar al ganado del establo a gritos y quitar la hierba de los pesebres. Dicen los vecinos que cuando ha estado un trasgo se despiertan por la mañana con toda la casa patas arriba.

Campo de las danzas A escasa distancia de Ponferrada nos topamos con Villanueva de Valdueza donde tenemos que coger la carretera que nos lleva hasta el Campo de las Danzas. Merece la pena desviarse al alto de La Guiana (1850 m.) desde donde se divisa toda la Cabrera y todo El Bierzo. La sierra de La Cabrera es especialmente singular en sus formaciones geológicas. En su parte más septentrional asemeja una forma dentada o aserrada debido a la armazón de pizarras y cuarcitas que aparecen matizadas con valles originados por la acción fluvial. En medio de esta visión magnífica emplazamos el mito del Campo de las Danzas. Afirman que allí bailaban desnudas las mujeres astures-bergidenses. Lo hacían para que los varones se animaran a la procreación y que de esa manera no se agotara la población. 42

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Tramo 5

La sierpe rupiana Avanzamos hasta Montes de Valdueza donde nos encontramos el magnífico monasterio de San Pedro de Montes, fundado por San Fructuoso en el siglo VII. La vista nos regala las alturas de los cercanos Montes Aquilanos cubiertos por pastizales y matorrales atravesados por algún que otro roquedo y canchal. Las zonas más bajas aparecen dominadas por intensos bosques de robledales entrecortados por prados de siega y fértiles huertas. Aquí también se halla la ermita de Santa Cruz, reedificada sobre unas ruinas visigóticas que ya solo conserva tres piezas coetáneas a San Fructuoso, el protagonista de esta leyenda. Desde la ermita se contempla la entrada a una cueva donde ubicamos la temible historia del culebro de La Rupiana. Afirman que el bicho era tan grande que mientras su cabeza se zampaba a los hombres y al ganado, su cola todavía quedaba metida en la cueva. San Fructuoso liberó a las gentes del lugar de esta espantosa criatura a quien emborrachó con un pan de harina de castañas amasado con apio y jugo del mítico árbol de tejo. Dicen que cuando la bestia estaba aturdida le metió por el ojo un madero ardiente que le abrasó el cerebro, dando así muerte a este horrendo ser. Al parecer los alaridos del monstruo fueron tan fuertes que se oyeron en Compludo y de allá acudieron los monjes a defender a San Fructuoso al que se llevaron de nuevo a Compludo y a su Ferrería. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 5

La leyenda de San Genadio

Nos encaminamos al Valle del Silencio, un nombre evocador de la tranquilidad y ensoñación que campa entre estos parajes. La Peña Alba posa como un vigía ante la bellísima localidad de Peñalba de Santiago, ejemplo de conservación de arquitectura popular, con sus pequeñas casas de pizarra y piedra que esconden uno de los mejores tesoros arquitectónicos de la provincia: la iglesia mozárabe de Santiago. Entre robles, castaños y nogales, oyendo como ruido el silencio, descendemos desde Peñalba a la cueva de San Genadio, donde dicen que el santo se recogió como anacoreta dedicando su vida a la oración. San Genadio vivió en el desaparecido monasterio, del que ya sólo queda la 44

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iglesia, y tenía que compartir estancia con otros monjes. Dicen que al santo le molestaban los cánticos de sus compañeros por lo que decidió alejarse de la vida comunal y retirarse a esta pequeña cueva. Un día, estaba intentando concentrarse en sus oraciones cuando escuchó un ruido que le molestó. El ruido resultó ser el río que hacía su recorrido ajeno a la concentración del santo. Sin dudarlo, San Genadio le gritó: ¡Cállate! Ante lo que sorprendentemente el río desapareció en aquel tramo bajo las piedras, para permitir que el santo siguiera rezando. De esta manera, entre los caprichos rocosos, el silencio invita a embelesarse con la visión de la paz reinante.


Tramo 5

La fragua de los dioses Desde el Acebo recorremos cinco sinuosos kilómetros rodeados por sombras de nogales y fresnos que conducen hasta un sendero paralelo a la vera de un arroyo. Lo inaudito del trayecto es llegar a un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, tal es la seducción de esta obra inverosímil que parece sacada de una leyenda de la mitología romana, con el mismísimo Vulcano, dios del fuego, forjando el metal en este entorno mágico. La construcción de la ferrería se debió durante mucho tiempo a la fundación del Monasterio de Compludo por San Fructuoso en el siglo VII. Sin embargo,

los últimos estudios la sitúan en el siglo XIX desechando las teorías de un posible origen medieval. El cercano río Meruelo, generoso en truchas y de cauce ruidoso, proporciona el agua necesaria para el funcionamiento de la ferrería, calificada como la forma de aprovechamiento de agua más primitiva y rudimentaria que se conoce a través de la historia. Calentar, machacar, mover el agua, refrigerar, tratar el metal, todo ello podía ser realizado por una sola persona, una construcción que más bien podría haber sido obra de los dioses y no de los hombres.

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Tramo 5

El lago de los dioses Entramos en la tierra de las montañas del Teleno, de los arrieros que con tanto esfuerzo transportaban las mercancías desde Galicia hasta la meseta, de los pueblos de piedra de la Maragatería y los paisajes de perfiles suaves que tienen como cota máxima el Teleno con 2.188 metros de altura. Desde su cumbre se avista la Maragatería y la Cabrera y en sus estribaciones encontramos las tierras de la Valdería, Valduerna, el Jamuz y las vegas de los ríos Tuerto y Turienzo. En las zonas altas surgen pastizales y matorrales que van cambiando hacia una mayor frondosidad con bosques de robles y algunos pinares de

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Guía Entre bosques y leyendas

repoblación. Esta tierra da cobijo a importantes poblaciones de aves como el aguilucho pálido, el aguilucho cenizo, águila culebrera, halcón peregrino y perdiz pardilla. En la cima del viejo monte Teleno asentamos esta bonita fábula. La montaña fue considerada un dios tanto por los astures como por los romanos y se creía que era la mansión del dios Mars-Tilenus, que apagaba sus rayos al finalizar las tormentas en un pozo subterráneo de Corporales de Cabrera. En la cima hay un precioso lago que dicen tiene el suelo de mármol en el que se bañaban los dioses con aguas perfumadas por hierbas silvestres.


Tramo 5

Lago Truchillas Descendemos hasta el entorno de la Cabrera donde los fenómenos glaciares han dejado con tozudez de milenios, circos, lagunas y valles con rocas aborregadas. Avanzamos en busca del lago Truchillas, decorado de esta nueva leyenda. El lago está declarado Monumento Natural y es del tipo de cabeza de glaciar, es decir, se sitúa al inicio del mismo. Las paredes que lo rodean forman lo que se conoce como circo glaciar, mientras que las enormes piedras sueltas existentes a lo largo de todo el valle son las morrenas, rocas que erosionaban la lengua del glaciar en su movimiento. El entorno merece una obser-

vación al detalle con bosques de abedules, acebos, pinos, álamos negros, chopos, serbales, tejos y en menor medida robles, manzanos, brezos, castaños, enebros e incluso arándanos en la última ascensión del lago. Los habitantes son tan variados como su flora. Lobos, zorros, corzos, jabalíes, conejos, comadrejas, perdices, desmán de los pirineos, sapos y ranas conforman un universo de lo más variopinto. Cuentan que a la orilla del lago Truchillas los druidas, sacerdotes depositarios del saber sagrado y profano, celebraban los cultos al dios Pan. Incluso cuentan con horror que incluían sacrificios humanos. Guía Entre bosques y leyendas

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Tramo 5

Brujas y aquelarres Foncebadón pone el límite entre la Maragatería y el Bierzo. Desde las tierras más llanas se anuncian los paisajes más verdes y ondulados del Bierzo. El pueblo es paso obligado del Camino de Santiago, es suelo de mitos ancestrales que se fusionan con un paisaje de marcada personalidad, donde la mayor parte del terreno está dominado por cultivos de secano y matorrales que se airean con pequeñas áreas de encinar y pinares dispersos. Transitar por la calle Real de Foncebadón es recorrer siglos de historia latentes entre los restos de su empedrado original. Resulta una paradoja que estos terruños tan devotos 48

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hayan hospedado hace siglos a brujas abominables. Las brujas tenían su aquelarre anual en el monte Trago de Foncebadón, en la noche del 30 de abril a 1 de mayo, donde practicaban espantosas ceremonias rituales. Allí bailaban al son de una chifla en presencia del mismísimo diablo que tomaba forma de macho cabrío, y cabalgaban sobre escobas con su señor a la cabeza. Envuelta por este paisaje enigmático, a un kilómetro de Foncebadón, se encuentra la Cruz de Ferro, monumento emblemático donde los peregrinos a través de los tiempos han ido depositando una piedra en la peana de la cruz.


Información útil

Información útil • Consorcio Provincial de Turismo 987 292 267. www.turisleon.com • Patronato de turismo de El Bierzo 987 409 670. www.ccbierzo.com • Turismo Castilla y León www.turismocastillayleon.com • Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León www.patrimonionaturla.org • Grupos de Acción Local www.adescas.org www.montanariano.com www.cuatrovalles.com www.asodebi.org www.poeda.com www.adescas.org • Estación Invernal y de Montaña de San Isidro 987 73 11 15. www.nieveleon.com • Estación Invernal y de Montaña de Leitariegos 987 68 81 04. www.nieveleon.com

INFORMACIÓN TURÍSTICA

• Sahagún.......................... 987 78 21 17 • Boca de Huérgano. ......... 987 74 01 03 • Riaño .............................. 987 74 06 13 • Posada de Valdeón ......... 987 74 05 49 • Oseja de Sajambre ......... 987 74 03 04 • Puebla de Lillo ................ 987 73 10 91 • Vegacervera . .................. 987 59 13 87 • Los Barrios de Luna . ...... 987 58 14 92 • Villablino ......................... 987 47 19 84

• Fabero ............................ 987 55 21 58 • Vega de Espinareda ........ 987 56 47 47 • Ponferrada . .................... 987 42 42 36 • Molinaseca ..................... 987 45 30 85

MUSEOS

• Sahagún Museo madres Benedictinas.................... 987 78 00 78 Museo de Semana Santa .661 87 41 46 • Museo del Molino de Almanza...................... 987 71 00 03 • Museo Etnográfico de Prioro ......................... 987 71 53 03 • Museo Etnográfico de Riaño ......................... 987 74 06 65 • Museo Etnográfico de Villamanín .................. 987 59 82 49 • Museo del Pastor de Barrios de Luna .......... 987 58 14 92 • Ponferrada Museo de la Radio .......... 987 45 62 62 Museo de las cofradías de Semana Santa............ 637 12 59 80 Museo de El Bierzo . ....... 987 41 41 41 Museo del Ferrocarril ..... 987 40 57 38 • Museo del Carro de Villanueva de Valdueza..................... 636 48 47 67 • Encinedo Museo de la Cabrera ...... 987 66 40 69 • Valdehuesa Museo de la Fauna Salvaje ............................ 987 73 45 00

CENTROS DE INTERPRETACIÓN

• Casas del Parque Regional de Picos de Europa Valdeburón-Lario ............ 987 74 22 15 Puebla de Lillo ................ 987 73 13 33 • CI del Urogallo de Caboalles de Arriba.......................... 987 49 20 54 • CI de la Naturaleza de Palacios del Sil........... 987 48 72 96

ASISTENCIA SANITARIA

• Urgencias Sanitarias ..................... 112 • Urgencias Cruz roja ........ 987 22 22 22

HOSPITALES

• Villablino. Hospital Valle de Laciana....................... 987 47 09 33 • Ponferrada. Hospital del Bierzo ....................... 987 45 52 00

SEGURIDAD

• Guardia Civil .................................. 062

CUERPOS ESPECIALES

• GREIM (Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil) . .......... 987 71 80 04 • Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil). 062

INFORMACIÓN GENERAL DE TRÁFICO 900 12 35 05 INFORMACIÓN METEOROLÓGICA 987 30 03 26

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