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Presentación
PresentaCión
Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) se ha convertido en una de las voces más destacadas de la narrativa mexicana actual. Cuenta la leyenda como una tarde del 2004, Jorge Herralde estaba organizando su biblioteca cuando un manuscrito de El huésped cayó al suelo. Al levantarlo lo inspeccionó con detenimiento y días después lo leyó. En seguida escribió a la autora manifestando su deseo de publicarlo en Anagrama, pero no le dijo que lo postularía al Premio Herralde 2005, el cual otorga reconocimiento a la mejor novela inédita en español con un premio de 18.000 euros. Para sorpresa de todos, y más de la propia autora, El huésped quedó como tercera finalista. Nettel conseguiría el premio años después, en 2014, con Después del invierno. Considerando que el manuscrito de El huésped había sido rechazado por 59 editoriales antes de que Herralde lo encontrara, es indudable que tanto él como su editorial jugaron un papel indispensable en el éxito y promoción de Guadalupe Nettel, pero igual de importante han sido su propia perseverancia, formación, trabajo y trayectoria. La debutante de Herralde era una joven de treinta y pocos años, había estudiado Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), publicado cuentos en español y en francés, era traductora y vivía en París, donde estudiaba un doctorado en literatura. Tenía todas las herramientas para destacar, y desde el inicio Nettel fue desarrollando una brillante carrera como estudiante, editora, autora traducida a casi veinte lenguas y premiada en México, España, Francia y Alemania. Desde mediados de 2017, por encomienda de Jorge Volpi, Nettel tomó la dirección de la Revista de la Universidad de México. El trabajo realizado hasta la fecha en este cargo ha terminado por consagrarla
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en el ámbito académico y editorial. En 2018 anunció que tenía entre manos un nuevo proyecto de ficción sobre maternidades, se llama La hija única, y se prevé que salga este mismo año. La narrativa de Nettel posee un sello singular y distintivo. En El huésped se desdoblan las mismas obsesiones de Les jours fossiles (2003), una colección de cuentos publicada sólo en Francia, y al igual que el libro de relatos anterior, Juegos de artificio (1993), es difícil o imposible de conseguir. La insistencia en las anomalías físicas, en los sujetos disfuncionales, outsiders y freaks, en los peculiares modos de concebir el mundo y a uno mismo, se repite en su segunda novela, El cuerpo en que nací (2011), y en su colección de cuentos más comentada, Pétalos y otras historias incómodas (2008). Todas estas historias hablan de personajes solitarios, liminales y enfermos que seguirán apareciendo en su última colección de relatos, El matrimonio de los peces rojos (2013). Dada la dificultad de adquirir las dos colecciones de relatos anteriores a El huésped, y considerando que no existe ninguna manifestación crítica sobre ellas, nunca pensé incluir artículos sobre dichos relatos en este volumen. Lo que sí consideré, y al final debo anunciar como una ausencia en este libro, es un artículo sobre Después del invierno. Es una carencia que me aflige, aunque no pudo incluirse por causas de fuerza mayor. Exceptuando esta novela, el volumen recoge reflexiones críticas sobre el resto de la obra de la autora mexicana. En la mayor parte de las entrevistas, la autora menciona siempre entre sus autores preferidos a Issac Bashevis Singer, George Perec, Annie Ernaux, Emanuel Carrère, entre otros. No obstante, no es difícil relacionar su poética con nombres importantes de la literatura hispanoamericana y mexicana, como Julio Cortázar, Ernesto Sábato, Amparo Dávila o Guadalupe Dueñas. De cualquier forma, lo más perceptible es la huella de la narrativa fantástica europea, en especial la decimonónica. Sus inquietudes se repiten de novela en novela, de cuento en cuento, utilizando fórmulas narrativas análogas y empleando los mismos símbolos. A riesgo de ser cansino, esta perseverancia acaba conformando un microcosmos literario muy bien estructurado que dota a su obra de una coherencia indiscutible.
La disposición de los artículos incluidos en este volumen ha tratado de mantener esta coherencia. El orden de los capítulos coincide con la cronología de la publicación de las obras de Nettel y, en este tenor, se registra la formación, repetición, reescritura y transformación de las temáticas y recursos literarios que configuran el microcosmos netteliano a medida que evolucionan en su ficción. Los artículos se comunican al señalar hacia esas mismas inquietudes repetidas a lo largo de su narrativa y que, por ende, terminan conformando su poética. Así, sin que hubiera una unidad temática preestablecida para este volumen, una rotunda relación se dio por sí misma. Los capítulos rastrean las peculiares posturas que la autora profesa hacia la belleza, el cuerpo, las anomalías psíquicas y corporales, la integración del individuo en sociedad, los espacios sociales y personales, la enfermedad y la abyección, la mirada y su reversibilidad, las relaciones afectivas y las reflexiones sobre el mundo animal y vegetal en tanto símbolos que encarnan al monstruo, el lado perverso y pervertido de la conducta humana. A su vez, todo este carnaval de cuerpos deformes, marginados, bestializados, y en su mayor parte dotados de severas taras psíquicas, le sirve de trampolín a su creadora para desatar una crítica social mordaz y acertada. El título escogido para este volumen crítico ha tratado de englobar todos estos aspectos. El concepto de visión o mirada será tratado por la totalidad de los estudios aquí reunidos. El carácter de reversibilidad, de asimetría y de otredad que carga esta noción dentro de la obra de la autora es, en esencia, lo que conforma su microcosmos literario. Finalmente, la crítica social está marcada en la idea de una mirada diferente, en los otros modos de ver planteados para y por sus sujetos literarios y en la forma que tienen de insertarse en sociedad, siempre anómala o subversiva. El primer capítulo, “Cartografías paralelas: cuerpo y ciudad en El huésped”, escrito por Inés Ferrero Cándenas y Rogelio Castro Rocha, es la reescritura de un artículo ya publicado en 2008 por la Revista Mexicana de Literatura sobre El huésped. El artículo ha adoptado un carácter muy diferente, pero esa primera publicación ha sido de gran inspiración para concretar la idea de dos cartografías paralelas, una corporal y otra urbana, en esta primera nove-
la. La figura del doble, la transformación del cuerpo, el impacto o integración del individuo con el entorno, son algunos de los aspectos claves de análisis. El segundo capítulo, “La belleza incómoda”, escrito por Ezra Gibrán Guzmán Magaña, retoma algunos asuntos centrales sobre la belleza y plantea el carácter anómalo que esta noción adopta en El huésped como antecedente de la propuesta de belleza incómoda desarrollada en los cuentos de Pétalos y otras historias incómodas. El tercer capítulo, “‘Ahí estaba todo y yo no sabía entenderlo’: (des) enfoques narrativos e ideológicos en Pétalos y otras historias incómodas”, está a cargo de Felipe A. Ríos Baeza, quien aborda las seis historias de este libro, escritas bajo la noción de ideología y fantasía de Slavoj Žižek. A lo largo de su estudio, Ríos Baeza revela la estructuración de un modo de pensar o ideología que permite entender el devenir de las acciones y pensamientos de los personajes nettelianos. El cuarto capítulo, titulado “La mirada asimétrica. El cuerpo en que nací: de la autobiografía a la novela”, de Claudia L. Gutiérrez Piña y Elba Sánchez Rolón, plantea una propuesta de lectura de El cuerpo en que nací desde la autobiografía como un discurso eminentemente postural, donde podemos entender el posicionamiento de Nettel dentro de la relación biografía-escritura. El quinto capítulo, “Del bonsái al pez. Apropiaciones orientalistas y feminismo en dos cuentos de Guadalupe Nettel”, escrito por Berenice Ramos Romero, tiende un puente temático e ideológico entre Pétalos y otras historias incómodas y El matrimonio de los peces rojos. La autora examina el modo como Nettel se apropia y reescribe ciertos motivos presentes en la literatura japonesa agregando una postura feminista como parte de dicha reapropiación. Por su parte, Carmen Dolores Carrillo Juárez, en el sexto capítulo, “El espejo de la modernidad líquida: relaciones humano-animales en El matrimonio de los peces rojos”, hace una lectura de los cinco cuentos de este volumen, donde se articulan las relaciones humano-animales como punto de quiebre en la configuración de una realidad moderna que Carrillo plantea como líquida en términos de Zygmunt Bauman.
Los siguientes dos capítulos otorgan profundidad analítica sobre un único cuento, ambos pertenecientes a la colección El matrimonio de los peces rojos. En el capítulo séptimo, “Una historia natural sobre la animalidad: ‘La serpiente de Beijín’, de Guadalupe Nettel”, Jazmín G. Tapia Vázquez analiza este cuento para destacar cómo mediante el empleo de estrategias narrativas como la personificación, la animalización y la analogía, Nettel construye una historia que escenifica el conflicto interno de seres que se debaten entre el instinto y la razón. El octavo y último capítulo, “Felina: gatos y otras maternidades”, de Mara Itzel Medel Villar, propone una revisión crítica de la maternidad en el cuento “Felina”, problematizándola desde dos aristas: como impedimento para el éxito social y profesional y como propósito biológico femenino articulado desde la animalidad. Finalmente, quiero agradecer la sencillez en la gestación y después culminación de este proyecto, registrado en abril de 2019 en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guanajuato, quien financió su conversión en libro a través de los apoyos para Cuerpos Académicos. Agradezco a estas instancias, pero sobre todo al trabajo y dedicación de los autores que han hecho posible este volumen.
Inés Ferrero Cándenas