Poéticas de Hiroshima en “Little Boy” de Raúl Zurita
Antonio Tamez
E
l Pacífico de un extremo, Chile, tiende una línea de diálogo, una línea diagonal, sobre una de las heridas histórico-psíquicas más hondas del Japón: la bomba atómica, que arrasó con la ciudad de Hiroshima la mañana del 6 de agosto de 1945. Esa línea de diálogo entre Chile e Hiroshima se reconoce específicamente en el poema “Little Boy”. Este texto es una escena de “Tu rota noche”, segunda parte del libro Zurita, ese gran sueño que asemeja el Apocalipsis, puesto que San Juan, en la isla de Pathmos, también soñó su libro. En “Tu rota noche”, el Océano Pacífico sirve como canal para encadenar Hiroshima y Santiago, los dos polos de una herida más profunda que pertenece al resto de la humanidad; la herida dejada por la dictadura chilena, en un extremo, y por la bomba atómica, en el otro. Esto es importante. El Pacífico se encuentra partido por un tajo y lo que Zurita divisa del otro lado, en su sueño, es Hiroshima. El motivo de la herida no deja de tener cierta resonancia en el célebre acto poético llevado a cabo por el autor hacia la década de los años setenta, cuando marcó su mejilla con un hierro candente. Un close up de su herida luce en la tapa de [ 43 ]