Cuerpos rotos en el poemario Zurita de Raúl Zurita
Carlos Escobar Guzmán
Introducción
L
a poesía de Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) se inaugura simbólicamente con una autoagresión: en 1975, encerrado en la intimidad del baño de su casa en Santiago, se lacera la mejilla con un hierro ardiente. El acto, debido a su carácter solitario, no pasaría de una simple anécdota autobiográfica del autor, de no ser por las referencias a él en Purgatorio (1979). Ahí, la lesión en el cuerpo propio se reviste de un carácter inaugural, provocando que la mejilla quemada se convierta en el lugar desde donde se origina la poesía. Así, no sólo una fotografía de un acercamiento de la herida se convierte en la portada del libro, sino también está presente en el poema que abre el poemario: “mis amigos creen que / estoy muy mala / porque quemé mi mejilla” (Zurita, 1979: 11). En este gesto pueden intuirse dos características de la poética de Zurita que, como se verá más adelante, estarán presentes a lo largo de sus posteriores obras. Por un lado, la inclusión de hechos autobiográficos del poeta en su poesía, los cuales serán resignificados, confiriéndoles una dimensión trascendental al interior mismo de la obra. Por lo que una herida autoinfligida en la mejilla se transforma, al interior del texto, en el punto de partida de [ 61 ]