Prólogo
L
a herida, la ruina, la guerra, lo roto y la violencia son algunos de los tópicos que reúnen este mapa de la poética del chileno Raúl Zurita. No en vano se trata de asuntos que convocan a la zozobra o al desasosiego. La lectura atenta y detenida de la poesía de Zurita conduce a la desazón: buena parte de la obra de este poeta versa sobre la dictadura militar chilena, los desaparecidos, el genocidio o la guerra, la persecusión, la tortura que no distingue temporalidad o nacionalidad. Sin embargo, e incluso en esas condiciones adversas, el verso —la poesía— encalla en un asidero donde el envés del desasogiego asoma: la quietud, la apacilbilidad que, en el caso de la escritura zuritiana, quiere decir la presentez 1 de la poesía. El mapa poético que se pretende trazar aquí sobre la obra zuritiana convoca a la herida, pero también a la caricia, a la ruina, a la plenitud, a la guerra y al amor, a lo roto y lo reunido, a la violencia y a la ternura, a la memoria y a su terrible contracara, el olvido. En este tenor, consideramos que el mapa, que sólo enuncia una idea de la escritura zuritiana, no su realidad, es un atlas-lector que emprende acercamientos detenidos, demorados, sobre algunos momentos de la obra del chileno. El artículo que abre el libro, titulado “La herida como inscripción mística y poética: Purgatorio y Anteparaiso, de R. Zurita”, Jacqueline Guzmán
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Aludimos a la “presencia”, idea derivada del pensamiento del filósofo de origen catalán Ramón Xirau. La poesía presenta, desvela o, para decirlo en otras palabras, muestra y exterioriza uno de los muchos sentidos o significados ocultos en el lenguaje.
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