“Caroline” LEYDY CAICEDO C.
“Caroline” Siendo una niña de tan solo 12 años, debe reflexionar sobre aspectos de su vida, en donde un accidente le hace cambiar su modo de actuar tan caprichosa, y valorar a las personas que la rodean, su madre aprende junto con ella la lección que se les estaba presentando y darse cuenta que los lujos no son todo en la vida que el amor y compartir en familia es lo que nos ayuda a afianzarnos como seres humanos, reciben el gran apoyo de su fiel y amada nana Eva.
25-4-2014
CAROLINE
Caroline, duerme en una hermosa cama con edredones de seda y algodón, muchos muñecos de peluche, con numerosos vestidos, zapatos por montón, pero su mayor pasatiempo coleccionar las muñecas “barbies”, con ellas se entretiene peinándolas y vistiéndolas.
La nana Eva es con quien comparte todo el tiempo; ella la conoce perfectamente sabe lo que le gusta y lo que no, como por ejemplo: su materia favorita, sus clases de inglĂŠs y francĂŠs, le encanta el pie de limĂłn, no le gusta levantarse temprano, pero su nana la levanta a diario con un dulce beso.
Estudia en el mejor colegio de la ciudad; la ruta la recoge y la trae. Su comportamiento en el colegio no es el mejor, es un poco antipática y engreída; pero académicamente es la mejor. Su única amiga es Gabriela, aunque ella no es así de agresiva saben congeniar. Sus padres son separados; su papá Juan José es un distinguido abogado vive con otra mujer con la que tiene dos hijos, su madre la señora Jennifer es una reconocida diseñadora de modas, quien se preocupa por que a Caroline no le falte nada y satisfacer sus más mínimos caprichos; se la pasa viajando por muchos países, por eso casi no ve a Caroline.
Se la pasa molestando a sus compañeros de colegio, disfruta verlos llorar.
Gabriela intenta siempre remediar y conciliar con los demás, la disculpa por mantener ella tan sola y que lo que quiere es hacerse notar…
…Un día salió a la calle sin permiso de su nana, cuando de repente paso un carro y la atropello, quedo en un coma profundo.
Su madre vino prontamente a estar con ella y ya no tuvo paz, despidió a la nana Eva porque ella pensaba que tuvo negligencia en el cuidado de su hija, su padre también la acompaño en algunos momentos, pero la niña no despertaba. .
La nana la ha criado desde bebé, se trasnochaba cuando estaba enferma, la acompaña en sus presentaciones, y su amiga también es, ya que la aconseja y regaña cuando no hace algo bien, la ama como a una hija, es con quién compartía todo, por eso sufre ella también al verla postrada a una cama quisiera ella poderla consolar, nunca dijo que había pasado en realidad ese día, la señora Jennifer no la dejó hablar.
A pesar de su comportamiento con sus compañeros, ellos iban a verla, le llevaban flores y carteleras de aliento para que volviera a estar con ellos…
… Paso un mes, y la Nana Eva no aguanta más, se las ingenió para verla, se disfrazó de enfermera y se metió a su cuarto; en ese momento la madre estaba en la cafetería tomándose un té; así que Eva aprovecha y comienza a hablarle, y a besarla y a decirle que la ama mucho y que la perdone por estar ella así,
caen unas tibias lágrimas en el rostro de Caroline y ese murmullo que logra reconocer la hacen despertar, sonríen ambas y se miran tiernamente; cuando de repente abren la puerta y es la señora Jennifer iracunda le dice a Eva que se marche, pero ve que su hija a despertado y lo que hace más bien es agradecer. La nana Eva y la señora Jennifer juntas hacen que Caroline vuelva a rehabilitarse y comience a caminar y a hablar… Pasan varios días y Caroline ya en su casa le cuenta a su madre lo que ese día ocurrió que su nana no le había dado permiso de salir, ya que estaba ocupada y no le podía prestar atención en el jardín. Su madre se disculpó con ella, y Caroline también, aprendió que el desobedecer puede tener consecuencias, y que lo que quería la nana siempre es su bienestar, también fueron sus compañeros a verla, y asombrada se disculpó por molestarlos y que no lo volvería a hacer. Su amiga Gabriela siempre con ella estaba y la ayudo para que volviera al colegio haciendo con ella los trabajos de nivelación.
Su padre muy poco iba a verla. “Pero en realidad lo que le gustaba más era que su madre dejó de viajar y ahora pasa todo el tiempo con ella y ahora disfrutan mucho más. La nana Eva feliz esta ya que su capullo florece de felicidad”.