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LAS COLONIAS E§PACIAtE§

Por MIRIAM RUVINSKIS

Raúl eon

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X v Silvia Son ciudadanos de "lsla Uno", un §¡t¡o con§tru¡do nar no existen eontaminación, por citar con frecuencia neta T¡erra v reqre§an nuevamente a su no es una e§ un ll y que a funcionar en la gran explosión demográfica que existirá. Ní siquiera las más rigurosas medicJas anticonceptivas podrán ser soluciones adecuadas para lograr un acertado control de la natalídacl; por otra parte, tenemos a un lado, como una capa amenazante que nos va consumiendo, el problerna de la contaminación. No hay por qué volver la cara atrás a los acentuados probemas del hom[:re del siglo XX. iPodrá sobrevivir la especie hurnana a este caos desbordante? ta respuesta es predecible, pero nadie. absolutamente nadie, puede determinar categórieamente lo que pasará, aunque Eran número de científicos están trabajando arduamente para alejar al ser humano de su pnopia destrucción.

Gerard O'Neill, un f ísico nortpameriüano, partió precisamente-de la situación que vive en estos día§ el hombre contemporáneo, para llevar a cabo lo que tal vez podría solueionar una serie de factores altamente negativos para el hombre del siglo XX. 0'Neill lleva ocho años en sus trabajos de investigación, que consisten en un sistema que planea conservar vida en el espacio.

Y todas sus teorías se resumen precisamente en el modelo de las eolonias espaciales, En su libro Alta Frantera, O'Neill expone en forma clara y detallada los sistemas que imperarán en el mundo de mañana, fuera de nuestro planeta" Hasta ahora, sus ideas han tenido alcances insospechados, ya que el gohrierno estadunidense estudia con detenimiento todo lo que él ha planteado y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) está ha- ciendo análisis intensivos para poder financiar su gran idea. Pero, en cambio, también ha surgido un grupo de escépticos que de lo menos que califican a O'Neill es de "un tipo con gran imaginación".

El proyecto del f ísico propone en principio una colonia integrada por diez mi I personas, entre hombres y mujeres, que serán seleccionadas por sus aptitudes, destreza, funcionamiento, adaptación pslcológica y juventud. Pero todo esto sólo ha servido para argumentar más los ataques que hacen los detractores de O'Neill: "Su proyecto se trata de una organizaciónelitista..."

Pero a O'Neill no le afectan en lo más mínimo tales opiniones, y cada vez toman más solidez sus teorías. Con su proyecto intenta que el hombre mantenga un fuerte espíritu de exploración que, desafortunadamente, se ha perdido en nuestros días.

Al tratar de alejarse del planeta Tierra, buscando nuevas metas, el hombre tal vez encuentre horizontes más vastos que le permitan liberarse de esa amarga f rustración en que lo ha sumido la vida moderna. Es por esto que, tras el anuncio del f ísico de que planeaba las colonias espaciales, otra serie de científ icos se han interesado en el tópico y formado grupos serios. de estudio para analizar el trasla- do y desplazamiento a otros mundos. También, como consecuencia de las proposiciones de O'Neill, la Universidad de Stanford creó un curso sol¡re el estudio de las colonias espaciales e invitó al mismo f ísico a que lo impartiera, en compañía del doctor Richard Johnson, jefe de vuelos experimentales de vida científica del Centro de Reservas de la NASA, en Mountain View, California. i977:

SE lNlClA LA VIDA EN "ISLA UNO"

Existe otro proyecto que ha quedado estrechamente vinculado al del doctor O'Neill y que f ue propuesto por la propia NASA. Nos referimos al del transbordador espacial Space Shuttle, que tendrá como f in el ir y venir de la Tierra hacia e I lugar en que se instalen las colonlas, y el cual será capaz de' trasladar gente y materiales diversos. Este proyecto ya está muy avanzado y hacia 1979 podremos observar una nueva realidad que los escritores de ciencia ficción se encargaron de darnos a conocer desde mucho tiempo atrás.

Pero, en tales colonias espaciales, ¿cómo transcurrirá nuestra vida diaria? i Respiraremos normalmente? ¿Oué será de nuestro planeta Tierra? Todas las preguntas tlen:'-'a respuesta. O'Nei ll dese: que a c. rT.eJ-a /s/a (como él llame a a pr .¡-e'e colonia espacial), o /-s- la Lt ',: :^lpiece a funcionar er 1971 . ctno tardará 20 años e¡ const.u'si, as obras deberían inr ciarse',,a.

¿Y acasc ra NASA otorgará su autor;zacró. para llevar a cabo la lsla Utc?

N o ccc. ''a contestarse por aho. ra con un sí o un no, pero el mayor irco-',,enlente del proyectc consiste en sus costos, que resu Ltan dernasiaco a ltos. Se han efectuado rnrc.cs estudios al respec- to y se legó a la conclusión de que la obra ,.,a dría mad de cien brllones de dólares, lo que duplica- ría la invers,ón que se realizó en el proyecto Acolo que conquistó la Lu na.

Resulta dificil, considerando la situación actual de la Tierra, que una cantidad semelante pueda ser invertida en e1 orograma, pero al parecer esto no significa un gran obstáculo, ya que la idea crece vertiginosamente y hay tantos interesados en que prosiga hasta sus últimas consecuencias, que mañana mismo podrían estarse erigiendo las primeras fases de las colonias espaciales. Y a partir de ellas, podrían irse extendiendo las jslas.

Actualmente, se ha pensado que los primeros seres que habiten /s/a Uno deben ser los propios trabajadores que la construyan, junto con sus familiares. Después de haber firmado un contrato, podrán perrnanecer en la colonja por espacio de cinco años, y si lo desean. regresar a su lugar de origen o bien quedarse. El viejo rh.ito de que al salir de la Tierra se'perderá definitivamente la comunicación con el planeta, ha quedado descartado. La comu nicación será constante, el homLire no tendrá por qué permanecer aislado, perdi, do o flotante, sino que llevará una vida fácilmente adaptable a sus necesidades, en cualquier punto elegido.

Para la construcción de lila l.Jna se usará material lunar, la isla estará ubicada en un punto medio entre la Tierra y la Luna, y para ser más presisos, en el Punto L-5 (referencia con la que tamb ién se conoce el proyecto). Respecto al material lunar, se pensó usarlo porque facilita notablemente la operación, por la diferencia de gravedad que existe entre la Luna y la Tierra. Resulta mucho rnás fácil, cómodo y sencillo trasladar piedra lunar. además de que es menos ca ro.

LA ENERGIA, LOS SATELITES Y LAS MICROONDAS

El traslado se efectuará por medio del Space Shuttleo transbordador, que hará viajes redondos durante un año, ininterrumpidamente, y el total del equipo que se necesitará llevar será de mil toneladas.

Otro de los enormes beneficios que traerá consigo este t¡po de colonias será el de proveer al planeta Tierra de energía; de esta manera, habrá un considerable ahorro de los recursos naturales terrestres, que cada día disminuyen más. Para poder trasladar dicha energ ía a nuestro planeta se construirá una serie de satélites, los cuales, a través de microondas, enviarán la energía atravesando las capas de la atmósfera.

Algunos científicos abrigan el temor de que esta transmisión pueda afectar genéticamente al ser humano, mas tal posibilidad es un pánico infundado, pero no se podrá comprobar sino hasta que se haya realizado el experimento de la energ ía.

Por otra parte, las ciudades que tienen un bajo desarrollo industrial resultarían favorecidas con las colonias espaciales, pues su energía y su nivel se elevarían notablemente. Se cree que la Tierra es transparente a las microondas y los científicos anhelan despejar antes de 1977.

i Y cómo sería la lsla Uno? Una esfera enorme con una gravedad semejante a la Tierra, por lo que su ritmo de rotación seró de 1.9 veces por minuto.

En muchos aspectos será similar a nuestro planeta: si se quiere gozar de un paisaje maravilloso, a distancias sorprendentemente cortas se podrán encontrar montañas, bosques, ríos. . . La gente podrá disfrutar de paseos al igual que en la Tierra, y con una ventaja superior: el aire, definitivamente, no estará contaminado.

Las comunidades serán autosuficientes en toda la extensión de la palabra, y producirán tanto sus propios productos como la alimentación diaria que resultará más econémica que en la Tierra.

Y en esta sociedad tan armónica, iestaremos exentos de peligros? No, pues existe el de las reacciones cósmicas, pero se ha pensado ya en la solución: en el interior del anillo se colocará una serie de espejos que además servirán de protectores contra los rayos. Con dichos espejos, también se captará la luz y podrá manejarse el día o la noche a elección. Tal vez así se logrará igualar el horario, que tendrá elementos en común con el nuestro.

Según el propio doctor O'Neill, la vida tenderá a ser muy apacible y tranquila; las personas podrán practicar los deportes que acostumbran, habrá clentíficos e intelectuales y las mujeres participarán de todas las actividades. Los vehículos que existan serán movidos por la energía solar, así que seguramente se usarán bicicletas o móviles semejantes para desplazarse en distancias cortas.

En cuanto a la agricirltura, ésta tendrá la constante de la luz y no .habrá problemas de que una cosecha se pierda por mal tiempo, por lo que los alimentos resulta- rán sumamente baratos. Dicha luz será recogida por los espejos, que estarán programados por turnos y con un sistema de rotación que cubra a las colonias que necesiten de mayor abastecimiento.

La Creacion De Un Nuevo Universo

El proyecto de las colonias espaciales ya está en marcha; O'Neill opina que de ninguna manera podría resultar negativo en el sentido de que fuesen usadas como islas bélicas. El lo considera como una opción que tiene el hombre de alcanzar una nueva forma de vida, de crear una nueva oportunidad de convivir fuera de una atmósfera destructiva, como sucede actualmente en la Tierra.

También, plantea la posibilidad de lograr un contacto más inmediato con inteligencias extraterrestres, al existir una pluralidad de puntos f ísicos f uera de este planeta.

Muy pronto, con una velocidad imperceptible que puede irse metiendo de manera inadvertida en nuestra piel, tendremos oportunidad, como seres terrestres, de poder escoger el traslado a una determinada zona del espacio y modelar con nuestras propias manos, como si se tratara de arcilla dúctil, un nuevo Universo. ,

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