Lento proceso JosĂŠ Luis Cancho
La literatura es una experiencia turbia, donde se triunfa fracasando, donde fracasar no significa nada, donde los mayores escrĂşpulos son sospechosos, donde la sinceridad pasa a ser comedia, y todo esto es lo que produce su valor. J.L. Cancho
Hernani, Udal Liburutegia, 2013 urria Biblioteca Municipal, octubre 2013
José Luis Cancho1 (Valladolid, 1952) Jose Luis Cancho nació en Valladolid en 1952. Desde finales de la década de los setenta del siglo XX está relacionado con el País Vasco, donde se dedicó durante un tiempo a la enseñanza, profesando como maestro en Hondarribia, Irun y Errenteria. A mediados de la década de los ochenta dejó la enseñanza para dedicarse a la literatura. Ha sido cofundador y promotor de las revistas de literatura Caballo Canalla a la Calle, editada en San Sebastián, entre 1979 y 1980, y Los Infolios (1981-83). Esta última revista se publicó indistintamente en Hondarribia (Gipuzkoa) y Valladolid, en colaboración con poetas y críticos como Miguel Casado y Olvido García-Valdés, entre otros. En ambas revistas se promovió con especial interés la poesía, aunque también se incorporó la narrativa, las artes plásticas o la fotografía. Como novelista, Cancho es autor de una trilogía sobre la memoria: El viajero junto al mar (Editorial Dossoles; Burgos, 1999), Grietas (DVD ediciones; Barcelona, 2001) e Indicios (DVD ediciones; Barcelona, 2004). En 2013 acaba de publicar su cuarto libro, Lento proceso. Su poesía se ha publicado intermitentemente en distintas revistas (…) Tras la publicación de la novela, Indicios, cuyo escenario se sitúa en Argentina, al final de la dictadura militar, el escritor confesó sus preferencias por algunos autores, cuya influencia en la novela es visible y buscada. Además de Hume, el novelista asegura que en Indicios se advierten ecos de algunas obras de la literatura universal, como El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati, así como de Peter Handke en sus ensayos breves: Ensayo sobre el cansancio, Ensayo sobre el día logrado. También, Virginia Woolf (Al faro ) y algunos autores de novela negra, como Raymond Chandler o Georges Simenon, libros y autores todos ellos que el novelista considera determinantes y que planean como una sombra sobre la novela citada.
Su obra • • • •
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El viajero junto al mar. Dossoles, 1999 Grietas. DVD ediciones, 2001 Indicios. DVD ediciones, 2004 Lento proceso. Papeles mínimos, 2013
[2013-09-19]: http://www.euskomedia.org/aunamendi/32787
¿Qúe es literatura? ... para Jose Luis Cancho2 La literatura no tiene nada que ver con la honradez: hace trampas y sólo existe haciendo trampas. En la literatura el engaño y la mistificación no solamente son inevitables sino que conforman las herramientas esenciales del escritor. En la literatura, las palabras generan una transformación continua de lo real en irreal y de lo irreal en real. La literatura es una experiencia turbia, donde se triunfa fracasando, donde fracasar no significa nada, donde los mayores escrúpulos son sospechosos, donde la sinceridad pasa a ser comedia, y todo esto es lo que produce su valor. Una novela es una urdimbre, un entretejido de texturas y de tonos. Esto no significa afirmar que un personaje de ficción sea una mera creación verbal y no guarde relación con el mundo conocido. Se trata más bien de señalar que la función de un personaje en una novela no debe juzgarse como juzgaríamos a una persona real. Una novela es un conjunto de estrategias, está más cerca de un concepto de las matemáticas o de la física cuántica que de un concepto ético o sociológico. La novela no es una fábula moral ni un relato bíblico. Aun así la sombra de la moral pesa siempre de manera peligrosa sobre las obras de ficción. (El problema de la moral es que, al basarse en la desconfianza del sujeto, carece de sentido del humor. La moral equipara la solemnidad a la profundidad y la profundidad a la verdad. A quienes instintivamente sienten que ahí hay algo que no cuadra no les queda otra opción que recurrir a la ironía.) En cualquier caso la novela tiene su moral propia, que es la ambigüedad y el equívoco. Tiene su realidad propia, que es el poder descubrir el mundo en lo irreal y lo imaginario. Y tiene asimismo su verdad propia, que la obliga a no afirmar nada sin intentar corregirlo y a no lograr nada sin preparar su fracaso. Dicho esto, no podemos dejar de exigirle a la literatura que sea algo más que literatura: una experiencia vital, un instrumento de exploración, un medio para el ser humano de experimentarse, de probarse, y en esa tentativa, de intentar superar sus límites, nuestros límites. José Luis Cancho Bibliografía: -La parte del fuego, de Maurice Blanchot. -Moo Pak, de Gabriel Josipovici. -Nuevas maneras de matar a tu madre, de Colm Tóibin.
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Donostiako KoldoMitxelena liburutegian egileak berak irakurritako testua Texto leído en la presentación de Lento proceso en la biblioteca Koldo Mitxelena de Donostia
Lento proceso Un escritor en crisis busca lejos de su medio habitual la inspiración perdida. Retirado en un hotel vacío frente a una playa desierta, terminará comprobando que el mundo se ha reducido a su pequeña habitación, donde pasa las horas contemplando el mar, reflexionando y esforzándose en escribir. Se desvela el vínculo que conecta el pasado y el presente, el conocimiento de uno mismo y el empeño literario de construir una nueva obra.
Crítica en Babelia3 Jon Kortazar Esta nueva editorial comienza su andadura en narrativa (mantiene también colecciones de poesía y arte) con la publicación de Lento Proceso, de José Luis Cancho, que se había dado a conocer en la recordada casa DVD Ediciones con las novelas Grietas e Indicios. El título hace referencia a un pausado proceso de escritura que se narra en la primera parte de la obra. Luz de invierno cuenta el viaje de un escritor en busca de un lugar propicio para comenzar su obra. La narración atiende a tres ejes: la reflexión sobre una obra en marcha que atiende al tema de “como se escribe una novela”; la descripción de una cambiante luz de invierno que enmarca lo que sin duda es el tema vertebrador de la novela: la configuración de las relaciones del personaje con las mujeres, las del pasado y las del presente, ideales y reales, en un juego de desvelamientos que se combinan en paralelo, hasta dibujar la personalidad del personaje, no tan esteta como se perfilaba. La violenta y bronca última escena de esta sección crea un dramático elemento final. El carácter metanarrativo se subraya con la inclusión de dos relatos de uno de los personajes. Pero el proceso que traza el autor es también existencial y aparece en el juego de las voces de los narradores. La tercera persona de la primera parte se convierte en “tú” en la segunda, para desembocar con el uso del yo en una franca autobiografía en la última sección. Lento proceso se configura como una obra que va desde la conciencia de la escritura hasta la confesión biográfica de dos secretos, el del padre y el de la madre del narrador, que desde una escritura personal implica al lector en una peripecia de descubrimiento de la personalidad del narrador. ___________________________________________________
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Babelia-tik kopiatutako testua; texto copiado de Babelia, El País, 31 de agosto de 2013-09-18
José Luis Cancho en la Red de Lectura Pública de Euskadi4
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Cancho, José Luis
Grietas / José Luis Cancho
(2001)
Cancho, José Luis
Lento proceso / José Luis Cancho
(2013)
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