Errepe

errepé #revista poética #referéndum popular #relaciones públicas

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errepé viene de revista poética, de referéndum popular, de relaciones públicas.

No es más que el ejercicio aplicado del recurso tan utilizado por los de Oulipo como el centón, envuelto en una estética de magazine. Un centón es una pieza literaria compuesta de frases y fragmentos ajenos.

Puede ser en verso o en prosa. Proviene del griego κέντρων (“capisayo formado por retales o trozos remendones de otras desechadas de distinta procedencia”). Tiene finalidad paródica o de homenaje al autor o autores en que se basa.

Este proyecto surge dentro del taller online que llevamos de Escritura no-creativa inspirado en el de Keneth Goldsmith y su objetivo, aparte de la diversión de realizarlo, es un valioso material de trabajo para futuros talleres o proyectos personales.

El método de trabajo fue el siguiente: lo primero fue buscar imágenes sin ningún motivo aparente, en google, en búsqueda de imágenes a tamaño de 4 mb o mayor mediante combinaciones de letras y números voy buscando y descargando las que más me llaman la atención, por lo que sea. Una vez descargadas, maqueto la revista por secciones de una o dos páginas por contenido y páginas de publicidad, colocando las imágenes de manera provisional.

Lo siguiente es buscar en páginas de poesía por autores, poemas que os llamen la atención, para cada contenido o artículo se pueden escoger entre dos y cinco poemas.

Ahora toca combinar versos, crea tus propios patrones para alternar los versos de los distintos poemas. Por ejemplo, en orden normal, cormal cruzado, invertido, saltando pares o impares... La única edición que se ha realizado sobre los textos ha sido la puntuación, minúsculas y mayúsculas al encajar los versos.

Algunas anotaciones. La presentación de los poemas combinados es en prosa. El título es el único caso de creatividad a la hora de unir de alguna manera los títulos de los diferentes poemas. Debajo del título del artículo aparecen los autores y los títulos de donde se extrajeron los versos y al final la url de la web donde se copiaron los poemas.

Cada imagen va anotada sobre negro con el nombre del archivo descargado de internet para interesados y curiosos.

Nada más que contaros, espero le saquéis provecho. quino romero

#revista poética #referéndum popular #relaciones públicas Edita: Libre Configuración y Proyecto Genoma Poético 27 junio 2018 Selección de textos, imágenes y maquetación: quino romero acorazado.org

www.genomapoetico.com

Last Blues

ANILLOS SOBRE LA TUMBA Por Amanecer sobre la tumba de Leopoldo María Panero, Last blues, to be read some day de Cesare Pavese y Anillos de ceniza de Alejandra Pizarnik

Los funestos, los dueños del silencio, en la playa de la noche era un sólo galanteo. Son mis voces cantando.

Mostraba mis ojos a las sirenas, seguramente lo sabías- para que no canten ellos, que jugaban impunemente con mi pene, alguien fue herido, los amordazados grismente en el alba.

Con el falo que en el lecho maloliente hace mucho tiempo,

los vestidos de pájaro desolado en la lluvia, deshacen los sueños y cae la piedra. Todo está igual, hay, en la espera, del pensamiento al suelo el tiempo ha pasado- un rumor a lila rompiéndose. Un día llegaste, y hay, cuando viene el día, un día morirás, una partición de sol en

pequeños soles negros.

Alguien murió y cuando es de noche, siempre, hace mucho tiempo- una tribu de palabras mutiladas, alguien que intentó busca asilo en mi garganta pero no supo para que no canten ellos.

Fuente: http://amediavoz.com ir2_109.jpg

Canta amor urbana Por Oliverio Girondo Petrarca y Jean Arp

Arriba en lo alto desaparecen ¿Surgió de bajo tierra? Arriba en lo alto Amor lloraba, y yo con él gemía, arriba arriba en lo alto y en sus sitios se encuentra huevos humeantes.

¿Se desprendió del cielo? arriba arriba en lo alto del cual mis pasos nunca andan lejanos, el rojo canta una canción.

Estaba entre los ruidos, el rojo canta una canción viendo, por los efectos inhumanos, canta canta el rojo canta herido, canta canta que vuestra alma sus nudos deshacía.

Canta canta malherido, y el tiempo pasa ahora que al buen camino dios os guía, yo sueño y escribo inmóvil. Yo sueño y escribo con fervor, alzo al cielo mis dos manos, yo bebo y canto en silencio, hete aquí que me acuerdo de los pintores y los escultores lloraba, y yo con él gemía... pcb-top-large.jpg

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Y el tiempo pasa hincado ante la tarde, que vi hace veinte años y doy gracias al ver que los humanos, el rojo canta ante lo inevitable, en zurich en el café odeón ruegos justos, escucha, y gracia envía.

Canta canta las venas adheridas como leños y si, tornando a la amorosa vida, todo canta y flota al espanto, como pesados troncos por alejaros del deseo hermoso, en la luz al asfalto, como bloques foso o lomas halláis en el sendero.

Un día desaparecemos con un leve roce con sus crenchas caídas, como montones groseros y macizos, es para demostrar que es espinoso, como hojas muertas con sus ojos de santo, están acuclillados en bancos y que es alpestre y dura la subida.

Y nos transformamos en polvo todo, todo desnudo, y se entregan al desagradable proceso de la sublimación que conduce hacia el bien más verdadero y nos convertimos en chispas de estrellas casi azul, de tan blanco, luchan y gruñen contra sí mismos y cantamos y flotamos. Hablaban de un caballo, pero hete aquí que estos señores desaparecen felices con abrigos de fuego. Yo creo que era un ángel. Se evaporan.

■ Fuente: http://amediavoz.com

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Nadie leyó los años Por No leíste los cuentos de Alfonso Breznes, Después de tantos años de Vicente Muñoz Álvarez, Ni nadie Inma Luna y Otear de Gonzalo Escarpa.

Y así te va. Les vi después de tantos años Nadie me conoce, sobre aquellos tejados sin curtirse luego en el olvido.

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Ya es tarde para lamentos: hablando de incesto y fin de raza ni mi psiquiatra, más lejos todavía y réquiem por los santos. Se hace tarde con ojos cansados de niños. Ni la alcachofa de la ducha, mucho más y pronto todo estará oscuro, que no quieren dormir ni mi taza de café levanta la mirada.

Leopoldo Michi y Juan Luis, ni mis pestañas sube. Está hecha a la medida de tus sueños.

Ni mis bragas, la belleza está ahí tendré que comerte como un aura de ensueño.

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¿Ves esta boca, amor? Castrillo de las Piedras, nadie sabe nada de mí. Ven No hay tiempo ya: cierra los ojos y el presentimiento ya inequívoco. Nadie me ha descubierto todavía detrás de las antenas. No leíste los cuentos ______de la locura ni mis sujetadores, más allá y ahora yo -así es la historia- que había en aquella casa. Ni mis bragas, la belleza está ahí tendré que comerte como un aura de ensueño. Ni mi pinza de depilar donde no alcanza mientras ellos fumaban y bebían nadie se asoma a mis zonas estrechas.

El ojo conjurando a sus fantasmas, nadie sabe encontrarlas y entonando obscenos nada me araña. Más lejos mantras de inquietud ni mi cepillo de dientes, mírala y allí estaban los tres. Ni los chicles. ya se está yendo que presagiaban la demencia ni los vasos de leche desnatada. de un futuro que al llegar aún fue peor.

Más lejos mantras de inquietud ni mi cepillo de dientes, mírala y allí estaban los tres.

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Nada entra en mi cuerpo y yo les miraba o admiraba, todo lo cruza y comprendía de sus lágrimas, todo pasa de largo. Que jugar a ser maldito como el viento en las casas con dos puertas es tan hermoso y arriesgado, nada se lleva nada porque nadie hay capaz, nadie de confundir al tiempo.

■ Fuente: http://amediavoz.com

CUENTO ENEMIGO

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Cuento de hadas de Begoña Abad, Enemigos de Juanjo de Álvarez Galán, Ya ha llegado el tiempo de los hachisinos de Victor Blanc, Arrasar a los otros de Arturo Borra

La espuma blanca sobre el agua, el tiempo en que la urgencia es un vocablo, la otra humanidad, la que no somos. Que hacen sangrar su corazón, convertir el mundo en un páramo, pequeño pozo diario, chispeante.

Con toda una eternidad para matar ocupa nuestros sueños nuestro odio, para verter la sangre de otros miles, recluirse en paraísos vallados y que los disparos aplaquen lo naciente.

Comienza un baile la cenicienta, ya ha llegado el tiempo de la guerra en forma de cuchilla y concertina, y qué puedo hacer yo sino convertirme, cultivar desiertos recónditos y que se ahoguen en el

Meter la cabeza donde perderla y no puedan imaginar otra tierra para sus huesos que no se pudra.

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todo. Maldita sea y sangrantes los brazos, mi sangre débil y deleble, asesinar los espectros de la revuelta. Camarera será entonces y vestidora de príncipes, la guerra. Y tengo la paz íntegra las palabras, seguíamos el odio de los nuestros mientras la vuestra es indeleble; golpear en la boca a los que no aceptan callar y anestesiar a los que callan para que no puedan hablar, contadora de historias con galletas .

Ya ha llegado el tiempo de los Bataclanes, los padres de los padres lo criaron, un nombre de tambores y de botas; dispararles desde la altura que tendrán ∞ al_sip_plakat_ohne_ Druckrand_klein.jpg

océano los que no se conforman con la sequía. Miles de cenicientas se suman, resucitada, la muerte me consume de ensoñación y atormentado lazo. Dejar que se mueran, hacinados, desahuciados cada madrugada, antes de que atónitos los ojos y dolientes, en sangre de tinta, encerrarlos en campos propagados como el hambre,el hijo despierte, limpio

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vida propia y contra el niño Daesh de nuestras costas como insectos innúmeros, Bataclán Bataclán Bataclán, torturar a sus hijos para que confiesen estragos que desconocen,disfrazada de hada, campanilla contra nuestros Imperatores, por encima de rastros que podríamos... y el tiempo no espera: reventarles la esperanza los hará llegar a la puerta.

Arrancado, podríamos amar pero ese odio pasa y nos deja aturdidos, echarlos a las perreras, meterles un bozal y pegarles hasta que, furibundos, despedacen a otros perros inermes del paraíso azul donde aprender a ser…

Es nuestro odio, fue nuestro odio, qué puedo hacer sino gritar, inocularles sobredosis de miedo hasta que imploren la protección de sus verdugos. ¿Qué

serán cuando crezcan? piensa, sigue siendo todos los Bataclanes de la Tierra, inyectarlos con morfina mientras cuenta baldosas calle abajo el odio el odio el odio. Ya ha llegado el tiempo en que la mentira... convertirlos en causas del daño antes que en esquirlas, justo antes de volver otra vez al principio, miedo antiguo recubre las palabras humanas que se destrocen la espuma blanca sobre el agua, nos dicen que el Infierno... Se arrastren suplicando algo a cambio de nada y sonrían sumisos sin mostrar los dientes y se arrojen al vacío pequeño pozo diario, chispeante. Es un Paraíso de verdad, coloquen un revólver en su nuca y disparen contra sí mismos, hoy es fin de mes y habrán ingresado, que un país que financia al enemigo mientras el infierno, cada vez más frío, se extiende en el submundo planetario: un salario que conserva, como la sal, es un país amigo donde y mueran como moscas, rociados por lluvias tóxicas, la esperanza a raya. Meter la cabeza donde

Ya ha llegado el tiempo de las cerbatanas y la sobrevida no quede expuesta por la promesa. meramec_dam_abutment_xsect.jpg

perderla y no puedan imaginar otra tierra para sus huesos que no se pudra. Ya ha llegado el tiempo de las cerbatanas y la sobrevida no quede expuesta por la promesa.

Sus hijos vivirán mejor. Donde los tiradores discuten entre sí no detenerse hasta que se coman el corazón del enemigo y así poder seguir rezando, hasta que no quede nadie, este extraño credo del exterminio. La espuma blanca desaparece en términos de balística Enoch_Powell_in_garden_Allan_Warren.jpg

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a medida que recoge la miseria para saber quién disparó que todos vamos dejando atrás el primero a la mina con la suela de los zapatos.

■ Fuente: cajaderesistencia.cc

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La marcha de las vigilias y el trazado de la marea Por Vigilia de Laura Giordani, La marcha de 150.000.000 (canto xix) de Enrique Falcón, Marea alta de Antonio Orihuela, Un economista de Alberto García-Teresa y De trazado de la periferia de María Ángeles Maeso.

Se extiende otra vez tu geometría insomne, ya han venido los niños, los y dejarse investir los restos del galeón hundido en la ciénaga del las vacas.

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Un economista no sabe qué hacer con un arco iris, pero la noche es una rueda orante inacabada, 150.000.000 de piel deshabitada. Tu foto en el parque con un gorro de lana, no entiende el aleteo de una abeja que chirría en la jaula de un ratón y esta noche todo es invitación a partir con sus cabelleras de risa y su pánico de luces, con el tiempo picoteándote la cabeza y las manos por qué trinan escandalosamente las gaviotas, anaranjado, en tus almadías despiertas, ascos de vientre en las matanzas públicas y será recitar tu orografía roma entrelazadas en el último tranvía frente al Sado. Qué guarda una camada en su madriguera. Es un remirar de serpiente hartada Vigilia, dame a este niño con ∞

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crines del secuestro oh sí los niños o clavarse a tu cielo de obsidiana; el sol cayendo y llenando de sombras las piedras del dolmen se inquieta ante un caracol que, por las arenas venideras, mientras vertical lecho vienen sembrando algas y hambres de rastrojo. Será planear sobre tus cúpulas que estábamos excavando, sobre una brizna empapada de rocío, los niños, abrazados a los osos, sobre el que tumbarse con arpones infinitos en sus bocas hasta que llegue el día. Una bolsa de malacofauna de la cueva de los Azules indiferente se despereza, duermen.

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A anudar las sábanas, remanentes sábanas danzan, viento nuclear, con los heridos y en el claustro de San Bartolomé de Puelles. Ante el

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con la convicción ausente de la amante muerta. Un economista aún busca con vehemencia desnudar lo que ya está desnudo, con qué moneda comprar la vida.

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Todo, todo lo que se fue alejando agita desconcertado su cabeza, para trepar hasta tus atalayas tuertas, y tu voz, madre.

murmullo chispeante de un río, A veces, huele a gas, creedme. que en su laxitud se resuelven cuerda, hierro de ondas-luz sobre el refugio: —da- La primera vez la nieve, ante un eclipse inundado de estrellas, y todo es clamor bajo la luna.

Tutelaje de harapos me un niño que se sepa cumbre los días iguales ante tu sonrisa o una mano abierta, tendido en el octavo vértice del desvelo y asco de pesebre, mi revolución del día. Todo, todo lo que se fue alejando agita desconcertado su cabeza, para trepar hasta tus atalayas tuertas, y tu voz, madre. Un economista no escucha la memoria, vigilia, secreto hilo de este cuerpo mal cosido, ni atiende al compás de los latidos, quizás algunos temblores, no sabe buscar tanteando en silencio la belleza en tus cuencas encuentren amparo, en toda palpitación dichosamente tendida luego será desnudarse a la luz, al viento, a la alegría

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Por Al oído de una muchacha de Federico García Lorca, Gnomo de Samuel Beckett y El espejo de Aldous Huxley.

Inolvidables maravillas, no quise, pasa tus años de aprendiz derrochando a cámara lenta, la luz de la luna una vez atravesó, no quise decirte nada.

Pero ahora polvorientas telarañas se entrelazan de la torpeza de aprender se libra y olvidados sus secretos, nunca dichos. No quise decirte nada. por el espejo, el que antaño Valor por tantos años de ir vagando el soñador espejo, No quise. A través de un mundo que con cortesía y las profundidades son cegadas

a la luna, Vi en tus ojos donde, hincados, inviolablemente hondos, Se meneaban. de una despreocupada frente; dos arbolitos locos. viejos secretos no olvidados albergan De brisa, de risa y de oro. viera los dedos que retiraban el oro Fuente: http://amediavoz.com Kinder-Friesennerz-86234-002.jpg

DONDE DUERMEN LOS CUERVOS AR-170419891.jpg

De Donde duermen los niños de Diana García Bujarrabal, Cuervo de Rebeca Álvarez Casal del Rey y Señoras de Cristina Morano

A veces sueñan, de momento el cuervo no es más que un pájaro en la cola del supermercado.

Porque los niños sueñan, pero la niña duerme, las imito, finjo que soy respetable.

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Hay un resto de noche junto al día que empieza mientras están soñando. Tal vez (si le dejara) besaría sus ojos, las sigo y compro el Marie Claire, y otros nombres dibujan su reposo en sus labios y hay un resto de noche de perfil, enhebrando palabras, ni átomos, ni perlas. Donde duermen los niños aún se tiende el descanso, está tumbada al sol, sobre la hierba, sus cerebros no se deshacen. ghislaine_et_claude_1.jpg

Y, ¿qué le importa a nadie si mascan sus despojos?

También hay una niña, sus ojos no contienen desamparo, ruidos como de basura y callan las chicharras un instante, hacen planes para pintarse las uñas, comen ruidos malolientes, el aire que lo encierra son admiradas por ejecutivos. Muchos niños comen ruidos desde primera hora, Y de pronto abanica se llaman por teléfono, en el desayuno! cerca del mediodía las dueñas de las tiendas de mi barrio; ¡Qué lejos, al galope, los ruidos de la basura despeinando muñecas, conversan las señoras, ¡Y qué saltos entonces por el cielo estrellado! Hay un resto de noche de perfil al otro lado de la barra beben siempre en el cuenco de las lágrimas secas que el reflejo del agua hace temblar sobre su propio desayuno. Los caballos con alas que relinchan de noche enjaulada por verjas entre las limpiadoras que se duermen donde duermen los niños su silueta forma sombras chinas sobre el muro, me tomo dos cafés –uno contra mi espalda– siempre abiertos para espantar el miedo, es el punto de fuga del jardín, a pasar por la cafetería, y unos ojos redondos, próximo a la piscina. Su ojo por las mañanas acostumbro, hay un baúl de agravios que aún carecen de nombre, hay un resto de noche de perfil.

■ Fuente: http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com.es

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LOS JODIDOS AMANTES DE LA CITA

La cita de David Trashumante, Que se jodan! de Uberto Stabile y Se aman de Marcelo Díaz

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No apagaré mi cigarro sobre el cenicero impoluto, que se jodan, desde el tallo, la flor, no correré la silla ni soplaré el polvo del escritorio, que se jodan quienes no saben cuanto cuesta un café, pináculo en cielo.

Siéntate ya a contemplar la muerte, una barra de pan, un billete de bús, en el ábside, abrazo.

No tocaré la comida humeante del plato, una hora muerta, una letra devuelta, la luz seminal.

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Ni pulsaré el botón del spray del desodorante, que se jodan todos los diputados, senadores, alcaldes y presidentes, cadena donde no cabe otra escritura. No doblaré la ropa ni ordenaré mi cuarto ni los libros, los banqueros, los magistrados, y las agencias de calificación, ignorancia insertada. Siquiera abriré o cerraré los cajones del dormitorio, que se jodan los reyes y reyezuelos, los caciques y los secuaces, así cabrá en mi mano el puente de tu cuerpo. no haré la cama, no buscaré bajo ella los zapatos, que se jodan los príncipes azules, las princesas y los sapos, la línea de magia que dibujas con tu aliento.

Ni usaré los cubiertos, mucho menos quienes dicen que vivir dignamente así el tiempo cabalga sobre el músculo terso, el lavabo para lavarme las manos es vivir por encima de nuestras posibilidades, domina la carne en su mandato sin tregua, ni miraré por la ventana para apreciar las vistas, quienes jalean con sorna y sarna la pobreza que desconocen y perpetúa los cuerpos en su instante sin reposo.

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No me miraré en el espejo de la entrada, que se jodan los Cien Mil Hijos de San Luis, la niña de Rajoy y la División Azul, el salto que pones en mi vientre, no abriré la puerta ni bajaré las escaleras, que se jodan quienes especulan con la memoria y de súbito ya es viaje, no moveré un dedo, no daré un solo paso, quienes negocian con la muerte a la tierra ilimitada que siempre presentimos. Y, aún así, no llegaré tarde a, que se jodan en el Vaticano, en la Casa Blanca y en la Moncloa, el tiempo de la cima es vuelo con nosotros.

■ Fuente: vocesdelextremopoesia.blogspot.com.es

Pero no.

Inútilmente yo te llamo, acaso hay algo mejor que haber amado blanco la parte que sale más.

Me pinto las cejas muy donde los tuyos la mañana aquella.

Impusieron sus huellas amargas, me arranco los bigotes de crepé. Me borro el negro de las Oh, qué encendida el alma y tú, a quien yo de nuevo he desgarrado sobre la mesa, la peluca y las patillas junto.

Por Algo en mi sangre espera todavía... de Carlos Bousoño, Acepto todo lo que hubo...de Aleksandr Blok y A todos de Joan Brossa Fuente: http://amediavoz.com UWAL0011146.jpg

EL CÁLIDO LAMENTO DEL CORAZÓN Lamento por el sur de Salvatore Quasimodo, Diotima de Friedrich Hölderlin, Este corazón que late junto a mi corazón... de James Joyce y Cálidas nalgas de Charles Bukowski.

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¡Oh noble espíritu!

Miras abajo y callas es mi esperanza y toda mi fortuna, las muchachas mejicanas en el carnaval católico, mi corazón está ya en estas praderas, al claro día, pues vanamente, desdichado cuando nos separarnos parecen muy buenas en estas aguas anubladas por la niebla, bajo el sol buscas los tuyos, hijos, y feliz entre beso y beso; sus maridos andan en los bares, he olvidado el mar, la grave de reyes, que antes como hermanos, mi esperanza y toda VISTA’s_infrared_view_of_the_ Orion_Nebula.jpg

La luna roja, el viento, tu color, callas y sufres, no te comprenden, este corazón que late junto a mi corazón, este Viernes por la noche de mujer del Norte, la llanura de nieve...

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mi fortuna -¡si!- y las muchachas mejicanas lucen jóvenes, caracola que soplan los pastores sicilianos, como en los bosques las cimas gemelas, y toda mi ventura. Nariz aguileña con tremendos ojazos, las cantilenas de los carros a lo largo de los caminos de amor y patria jubilosos pues allí, al igual que en nidos musgosos cálidas nalgas en apretados bluyines donde el algarrobo tiembla en el humo de los rastrojos, gozaban al recuerdo de su origen. Los reyezuelos amontonan múltiples tesoros, han sido agarradas de algún modo, he olvidado el paso de las garzas y las grullas bajo el abrazo infinito del cielo; deposité los caudales que yo tenia sus maridos andan cansados de esos culos calientes en el aire de las verdes altiplanicies fieles y gratos llevaron sin duda antes de que ∞ JPEG-for-portal-link.jpg

mis ojos hubieran aprendido a llorar. Y las muchachas mejicanas caminan con sus hijos por las tierras y los ríos de Lombardía, aun a la sima del Tártaro la alegría, ¿no seremos de su misma sensatez libres criaturas, hijos de los dioses, pero el hombre grita en cualquier parte la suerte de una patria, almas henchidas de gracia, y ya extintas; aunque el amor no viva sino un

ya nadie me llevará al sur y al cotidiano clamor BUCHANAN,_James-President_(BEP_ engraved_portrait).jpg

día? Existe una tristeza real en sus ojazos. Oh, el Sur está cansado de arrastrar muertos, a ellas en estos años luctuosos como si recordaran noches cuando sus bien parecidos hombres- ya nadie me llevará al sur y al cotidiano clamor

está cansado en su boca mas el tiempo sana 0022.jpg

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de estrellas les dijeron tantas cosas bellas a la orilla de las ciénagas de malaria, que fueron, llora nuestro corazón, cosas bellas que ellas nunca escucharán de nuevo, está cansado de soledad, cansado de cadenas y este fúnebre trueno nunca fin habrá, y bajo la luna y en los relampagueos de las... está cansado en su boca mas el tiempo sana. Los seres divinos son fuertes luces del carnaval de las blasfemias de todas las razas y raudos.

Recobra la naturaleza, lo veo todo y me paro silencioso y lo lamento por ellas, que han gritado muerte con el eco de sus pozos, su antiguo y alegre dominio ellas me ven observando- que han bebido la sangre de su corazón. ¡Mira, amor! Aun antes de que nuestra colina el viejo chivo

nos está mirando, por eso sus hijos vuelven a los montes, se hunda, un canto mortal ha de ver ,está mirando a nuestros ojos; sujetan los caballos bajo mantas de estrellas, el día, oh Diotima, que en pos de los dioses ellas sonríen una a otra, hablan, salen juntas, comen flores de acacia a lo largo de las pistas y en pos de los héroes te nombre su igual.

Ríen, me miran por encima de sus hombros, nuevamente rojas, aun rojas, aun rojas camino hacia una caseta ya nadie me llevará al Sur. ■ Fuente: http://amediavoz.com

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El deseo pasajero de un poeta ¡Tengo rota la vida! En el combate deseé alguna vez que un poeta me amase.

Por El pasajero de Ramón del Valle Inclán y Deseé alguna vez que un poeta me amase... de Chantal Maillard

De tantos años ya mi aliento cede, ahora duelen sus poemas en mi cuerpo‚ y al orgulloso pensamiento abate algo de mí que en él se reconoce hasta quebrar la imagen la idea de la muerte, que lo obsede de todo lo que fui.

Quisiera entrar en mí, vivir conmigo, ahora deseo que me amase tanto que dejara de amarme, poder hacer la cruz sobre mi frente, y sus palabras fuesen nieve y sin saber de amigo ni enemigo que el sol de junio fundiese entre mis pechos.

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Fuente: http://amediavoz.com

El miedo de los que tu ya sabes Por Ya sabes de Diana García Bujarrabal, Los que viven ahí de Nuria Ruiz de Viñaspre y Qué miedo de María Castrejón

Ya sabes, un rumano. Lo que viven ahí. Sobre un puente.

Qué egoísta soy con la muerte para que todo encaje, los que viven ahí. Cuando el ahí es un bocado en mi ventana Muchos se están y un despliegue de máscaras posible, es frío, uña, témpano, pasarela y túnel, algo de chocolate en el armario.

No se pregunta a la intemperie, menos miedo Si los muertos por las mañanas, como si fueran cuerpos colgados de un gancho y después tumbados. de mediana edad si son de Yemen las manos cuarteadas, desprecio de sociedad de los otros Qué miedo.

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Fuente: cajaderesistencia.cc

ALGUIEN MADURA DELICIA MIRARTE Alguien que despierta de Aldo Pellegrini, Casi se ve cómo madura el día... de Carlos Pujol Cima de la delicia de Jorge Guillen Volver a mirarte ha sido de Pedro Casariego

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Abre tus ojos de barro que al fin nos hace ser tal como somos. ¡Cima de la delicia!

Juana volver a mirarte ha sido. Tus ojos de cielo y de noche interrumpida como si se cumpliese una promesa todo en el aire es pájaro.

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Sobrevive lo contiguo y luchan los balcones a lo lejos. Tus ojos de alfombra, tus ojos pisoteados para su plenitud. Se cierne lo inmediato, amenazan las promesas sinceras de la nada. Ábrete a la luz y a la sombra y a los vientos que la plaza esperaba ansiosamente resuelto en lejanía.

Lentamente protegen tejados de escarcha a la sombra negra que arrojan los cuerpos, que es el último toque. ¡Hueste de esbeltas fuerzas! Cirujanos y pena más altos que el trigo y los muros. ∞

Sobrevive lo contiguo y luchan los balcones a lo lejos. Tus ojos de alfombra, tus ojos pisoteados para su plenitud.

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Árbol de la ceguera, de las muertes, amarillo de sol, ¡Qué alacridad de mozo, destierros sagrados que curan sin descanso, camino de las desapariciones, con fruteros, floristas v tahonas, en el espacio airoso, es vuelo de pájaros tibios lo que repite el aire.

Marchas hacia los ojos abiertos del tiempo, éste es un universo en miniatura henchido de presencia! La pregunta de una llama y en el fuego una llamada hacia el agua pura del instante que corre algo ásperos tal vez. El mundo tiene cándida antes una plaga de horas tristes ha labrado el alma cuando te detienes te tornas invisible, es un buen compañero de modales, profundidad de espejo.

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Los días del suicidio son días de un azul derramado cuando andas te destruyes, que no podemos entender, el frío, las más claras distancias, una vejez torpemente nueva irrumpe en los canales del espacio. Sólo eres la sombra de la idea de ser, conjuros las palabras sueñan lo verdadero.

En valles de savia la frialdad terrible de la fatiga, pero con el hueco de tu mano ves todo, suenan como gozosos. ¡Dulzura de los años, quizá ojos y acueductos fundidos por la memoria!

Por el hueco de tu mano te derramas el punto de sazón que logra el tiempo. ¡irreparables! ¡Bodas! Un alivio de flores se subleva como una tormenta.

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En valles de savia la frialdad terrible de la fatiga, pero con el hueco de tu mano ves todo, suenan como gozosos.

Cuerpo ávido de caricias de atmósferas, paseando se intuye tardías con la historia. Algo estremece la edad definitiva de aquel tiempo en los cristales, mil veces impasible, mil veces tierno y la piedra se dora igual que el pan, que desamé a diario. Brotan rm-243846.jpg

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piedras amarillas de la sangre extraviada, pero finalmente absorbido por la nada casi se ve cómo madura el día, más, todavía más. Cantos claros acallados por el rayo del instinto que corroe lentamente el agua del tiempo hacia el sol, en volandas, sombras nítidas si es posible en los campanarios.

■ Fuente: http://amediavoz.com

Se transforma en cuadro terminado anterior a tu cuerpo es esta historia donde el estudio que de desnudo hago que hemos vivido juntos camino y sello de la puerta de tu cuerpo en la noche inconsciente.

Estudio Anterior

Estudio de desnudo de Jose saramago y Anterior a tu cuerpo es esta historia... de José Manuel Caballero Bonald

Ese triángulo oscuro que fulgura, tercas simulaciones desocupan sobre tu vientre un arco reposado, el espacio en que a tientas nos, esa curva tan suave que dibuja, buscamos, torneada espiral que no se extingue.

Dejan en las proximidades tibios muslos de líneas envolventes de la luz un barrunto al trazo de las columnas invertidas, de sombras de preguntas nunca, las calipigias cicloides superpuestas hechas en el quebrar ondulado de cintura.

En vano recorremos Esas dos parábolas que te encierran, la distancia que queda entre las últimas, que ansiosos de los tuyos se desprenden, sospechas de estar solos.

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