Motivos
Quino Romero
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Edita: Libre Configuración y Proyecto Genoma Poético
acorazado.org
Ilustraciones y maquetación: Quino Romero Ruiz
www.genomapoetico.com
Motivos
(bocetos para un futuro poemario) Fase I Estas ilustraciones se realizaron a partir de una explicación gráfica en un taller para adolescentes sobre el fanzine, a la hora de ilustrar la maquetación y paginación en un A4 doblado, cortado y grapado. En otro momento del taller usamos tinta china y para limpiar los pinceles utilicé esta minipublicación. Luego el tiempo y el uso de rotuladores negros y blancos y tippex, hicieron de esas manchas al estilo Rorschach unas ilustraciones abstractas con cierto aspecto inquietante. La primera parte de este proyecto termina con la creación de un título para cada dibujo, abriendo para un futuro no lejano la posibilidad de que cada imagen y título inspiren un poema. Espero no les disgusten en demasía. Fase II Creación de poemario inspirado en las ilustraciones y sus títulos. Método utilizado. 1. Recogida de materiales, de diferentes libros de poesía. Selección rápida, intuitiva de fragmentos o palabras que te llamen la atención. 2. Teniendo siempre presente el recurso del azar para decidir se maquetan indiferentemente emparejadas tres o cuatro fragmentos por página. 3. Se imprime. 4. De los fragmentos se seleccionan diferentes palabras y se crean asociaciones nuevas y desarrollos más o menos inspirados, sobre todo, en el título. 5. Después de una revisión se reposa y al cabo de unos meses, se le añaden textos de contraste, para el inicio, desarrollo o final. 6. Al pasar al ardenador los aportes, se crean nuevas variaciones y añadidos. Quino Romero
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La gran fisura Entre tú y el clamor de la evidencia una frontera nos abisma en un canal de sigilo retador. El espacio no está quebrado en abusos de mayor y menor medida. Es como es, lo torturarán y mimarán hasta el extremo, rumor que edifica la obra. Vértigos y plenitud.
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La cerradura sentimental De rodillas estás mirando por el hueco y entre los fragmentos hay color, monedas, ruina, refugios, nostalgia, fraudes, certidumbre, vergüenzas, fulgor, pánicos, pretexto, abandonos, audacia, carencias, gozo... Ya me lo dije. Del otro lado no esperes más que los pedazos de un espejo.
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Hostiga la nobleza Mientras los arraigados intercambian postales de colores blancos y nimias líneas bajo la sombra perpetua del suspiro, como puñaladas vacantes se atraviesan nuestras miradas. En la frecuencia lo miserable, redundante jalea: el asedio no erradica la sed y tu mejor amigo no eres tú. Cuando el afilado errar o la raíz funesta, sin aviso, escapan al encuadre.
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En la mecánica deriva Si yo supiera, cariño, de qué viven los guijarros caprichosos del río, traduciría ofertas en larvas de olvido. El llanto, mejor vital, sería, que testimonie pasatiempos y pozos, que muchos rápidos slogans de reclamo fácil no disipan, no convirten tanta velada gravedad. Luciérnaga mayor, si yo supiera cómo, no querer tu suficiencia, solo soltar algo de lastre de mi ahíto y desdén áspero, atónito cúmulo orquestado.
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La marca iluminada Y entonces muere su extravío junto la voz y la desmesura ingrata del público, como todos en alguna ocasión, en algún descampado, muy lejos, a las afueras de la proporción. La huella, la diferencia equidistante que nos ampara en el afán. Con los brazos cruzados, dejó pasar los lentos dientes hasta que, por fin, los indicios de un camino ignorado le llevaron a otro punto de partida, como siempre, equívoco, sinónimo y diferido. Ha atravesado tantas veces ese puente que ya no sé por qué.
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Símbolo amigo Coherente y propicio de las apariencias se rompe el equilibrio. La luz acumula ruina en los rincones. Hasta ahí todo correcto. Brota la sangre de la roca, caliente y con ritmo trágico de tambor violento. El gallo no canta. Y el viento que no te lleva... Después, sonará o no la flauta.
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Ridículos vinculantes Olvídate del mar marinero cuando pises sueño firme. Desviste el deseo cuanto puedas. Se concatenan los grisáceos en el espacio olvidado pero cuando hablas tus voces dicen lo contrario. Desviste el tesoro de las cenizas humanas. Tus pies son de un dios prisionero. Se amontonan los fracasos. La marea te devolverá el cambio y un gracias por su visita. Imagino cuál es el punto de fuga.
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Obligaciones comestibles Son sones sin sonido, órbitas sin recorrido, pero volvemos a correr inevitables, una y otra, cerca del canto, mismo y sordo, cruce de vías lentas donde ella amamanta las noches nuevas. Quiera o no quiera debo aceptar las inercias, tentaciones, desiertos... ¿Y cuanto antes, mejor? Lo contrario sería nocivo.
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Como azulejos y generalizaciones Vagando por la habitaciรณn sin decir nada la nada con pretensiones nos convida a acatar su vigor. Es la fugacidad de los nombres sobre el mapa. Es el viento soberano que descalza de maneras la vida... Un rubor que delata nuestros lunares.
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La letrina Zona inferior, mínima donde restan las máximas, lugar sobrante, fuera de sitio. Área restringida, solo personal autorizado. Intersección triangular donde confluyen los números y las bestias. Somos verdes y blancos y con rasguños en la calma que permanece. Allí estacionamos ofertas, puñales, abandonos.
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A golpes gratis Persiguiendo bocados invencibles sin mĂŠrito ni rencor ninguno, de nadie, el levante cruza ciudadanos y alfileres, clavos y esperanzas. La noche, bella, y el perro ladra como un deber sin compromiso que nace del sol fĂĄcil para apuntalar tu hermosura.
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Tendida al sol de la injusticia Plácida, cogiendo energías, en la playa de los galgos ciegos descansa su desgana. Preguntar qué pasa. Una idea flota en lo caliente, un vacío, una imagen ausente que dice no. No merecemos tanto de tanto, tanta generosidad. La crema bronceadora no es suficiente.
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Colmado de beneficios Hechos de posibilidad. Del cuerpo nacen plumas y de las plumas, alas y de las alas nacen palabras. En lo mĂĄs hondo de la lucha el coro respira como si la rima desvelara lo inmedidato. Un bosque despierta cuando sonrĂes y desaparecen en ĂŠl miles de rumbos.
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La hendidura encarnada Vaivén eres, accidente de sangre y venas. Las patatas se duelen al freír y los recuerdos se vacían al contacto con la herida. El humo gris sufre como un niño con el corazón solo. Eres patata y humo. Almidón tejido, quejido en combustión.
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Querencia racional Mamíferos, mamíferos ridículos alimañas, fieras de sangre fría, zotes, grotescos, infames. No hay sol que salve tanta estupidez. Ni en los mejores poemas donde el malo más malo se sale con la suya, tierra adentro una fuerza inapelable nos empuja hacia el abismo. Yo que tú no haría lo mismo pero yo soy otro animal corriente en esta patética manada a la deriva.
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Sombras interpretadas Gracias al contraste traduces la noche en cepas y planos de especies utĂłpicas. El superhĂŠroe lo sabe, su hocico le dice donde acaba nuestro sueĂąo, cuento feliz a pesar del lodo. Las apariencias huelen y la luz desvela el contorno de tu mano sobre mi lomo.
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Zafio zócalo Embestimos tormentas y nos investimos, descolocados, erróneamente dispuestos. La familia, la lengua, el tacto, te visten de persona. Ya vendrá después don limpio a tirar de la alfombra con la prueba del algodón. Los versos no engañan y si lo hacen es sin querer. A veces la cosas no salen sin motivo.
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Lista ignorante Ser hombre. Viajar a la velocidad de la luz. Comer. Cumplir objetivos. Descansar, dormir. Perseguir su mirada. Pagar lo que se debe. Digerir lo incomestible. Fabricar materia. Andar todos los días un rato. Vivir como se puede. Soñar. Contar lo incontable. Negar la explicación. No creer del todo. Amar.
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Injurias y negligencias Enumeraciones, cajones y servilletas, dimes y diretes, enana marrĂłn, viernes trece, vĂrgenes suicidas... Piedra tras tierra, erre que erre, rodando tierra tras piedra, erre que erre, rodando. El idioma de los rincones. Donde no pasa nada y cabe todo.
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Bola deslumbrante Una bola deslumbrante cegadora llena de confusiรณn y mentira una gran bola de fuego cegadora quiere hacerse con todo por la fuerza hacerse con lo afable llena de confusiรณn y mentira hacerse con lo inefable una gran bola de fuego quiere hacerse con todo sin compasiรณn cegadora y sin mรกs causas que las de seguir siendo una bola deslumbrante.
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La quemadura El ardor, las Ăłrdenes de primer grado. El calor no retiene el hincapiĂŠ de nuestro gesto. La era rota nos lleva al matadero, hoguera, omisiĂłn... Arde el cuerpo, en llamas la lengua del amor que todo lo puede.
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Jerga de ferrocarril Raíles, umbrales, cruces de vías, aceleraciones, cambios de aguja, agentes de circulación, ejes, apartaderos, altas velocidades, anchos y andenes, locomotoras, apeos, empalmes, eslabones, enganches, lagunas del corazón más madera, unidades de medida, encarrilamientos siguiente estación. Y nace lo imposible sin saber de itinerarios. El poema espera en el andén.
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El turno habitual Espere aquí. El último, por favor. Pacientes en el pasillo aguardamos una oportunidad como huérfanos buitres. Se adormecen las líneas de los versos pero en las trincheras graves de la voz todavía se escucha el rugir del espíritu.
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El oleaje vacío Lugares muertos en las naves del sentir. Desocupado. Como un ciclo de lavado vuelven y vuelven a beber las paces en el río, como una ola de silencios alados, viajan en las manos. En el día a día las ausencias se buscan se buscan sus postales, sus otras caras. La escritura se acusa.
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Red de embestidas Plantaciones flotantes en la mano de un niño oscuro, dispuestas, se ofrecen. Los rituales no evitarán el excremento. Tela de araña. Mariposas presas. El que os habla es un irresponsable. “Huye del compás de la sinrazón y atente a sus causas”.
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Un odio agudo ¡Alfiler! ¡Aguja! Enquistado como el juicio herido sin alegría sin respuesta ni remedio ético expiatorio. ¡Afilado!
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El sabor de la telaraĂąa ÂżSabes cĂłmo? Lees la corriente, las curvas y rectas de los nombres, los racimos, las caricias las constelaciones. En el medio del lago, desnudo, atrapado y aterido de frĂo sabes como nadie el valor de lo distante.
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Nutritivo cristal El cohete insolente partiĂł en dos el cielo y las miradas explotaron. Desde antonces. Hace ya. El vidrio nos estimula, nos vigoriza, nutre abrazos y penas. Nos hace fuertes con alto valor energĂŠtico y utĂłpico. Nos estrellamos. Y seguimos sin ser mejores.
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Desarrollo El proceso seguía su curso. Neotenia, la mandíbula, las extremidades inferiores, el hueso frontal, grandes cambios en el esqueleto, la dentición, el cráneo, el aumento de la capacidad craneal, la pérdida del vello corporal, el canal del parto, el desarrollo del lenguaje, los arcos supraciliares, la pelvis, el fuego, las extremidades superiores, la monogamia. Los colmillos de los vivos se debatían descarnadamente. No sabíamos volar.
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Cafeína rápida Alerta, despierto. Droga: compuesto fugaz. El tiempo no comparte velas por lo general. El ojo del amor te dará su parecer. Te aconsejará pero las letras pasan y a ti, solo te consuela el brillo de sus ojos.
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Los fantasmas del carnaval Ahora se arrepiente después de mucho la evidencia de tanta luz y blancura y finales perdices. “Que la vida es un carnaval...” Celia Cruz Más tarde, en callejas y descampados nos persigue, nos acusa, nos delata la sombra. El juramento se rompe. “Fiebre, pólvora y canción”.
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El fértil dulzor Puede que no dé resultado pero a mí me funciona uno de cada cien versos. Recoger materiales de toda índole y apariencia, colocarlos sobre una promesa y contar la historia de cada uno de ellos. Pedacitos de raíz, espejos rotos atados y tres piezas de infamia por ejemplo, a la hora de merendar me ayudan mucho a no pensar.
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