Cuando el Dr. Charles Stanley era adolescente, pasó una semana con su abuelo, lo que cambió su vida para siempre. George Washington Stanley era un pastor que amaba al Señor sinceramente y le servía con fervorosa obediencia y perseverancia. Aunque no tuvo educación formal, era muy sabio y un estudiante apasionado de la Biblia. Aprovechó con alegría la visita que le hizó su nieto, para enseñarle los grandes principios que Dios había revelado en su Palabra. El conocimiento que adquirió el Dr. Stanley en esa semana, ha moldeado su vida desde entonces.