Bosquejo I. Introducción: Saludo y acción de gracias (1:1–9) II. Cuerpo de la carta (1:10 – 16:4) A. Pablo responde a los informes orales sobre la iglesia corintia (1:10–6:20) 1.Divisiones en la iglesia (1:10–4:21) a. El problema: facciones rivales (1:10–17) b. La cruz como necesario centro del evangelio (1:18–2:5) c. La sabiduría cristiana como necesario crecimiento (2:6–3:23) i. Contraste entre personas espirituales y naturales (2:6–16) ii. Contraste entre cristianos espirituales y carnales (3:1–23) d. La correcta actitud hacia los apóstoles (4:1–21) 2. Un caso de incesto (5:1–13) 3. Litigios entre creyentes (6:1–11) 4. La seriedad de la inmoralidad sexual en general (6:12–20) B. Pablo responde a la carta de los corintios (7:1–16:4) 1. Sobre el matrimonio (7:1–40) a. A quienes se casan o están casados (7:1–16) b. Analogías con la circuncisión y la esclavitud (7:17–24) c. A quienes no se han casado o se plantean el matrimonio (7:25–40) 2. Sobre la comida sacrificada a los ídolos (8:1–11:1) A. Introducción al problema y la solución: templar el conocimiento con el amor (8:1–13) b. Una segunda aplicación: dinero para el ministerio (9:1–18) c. El motivo subyacente: salvar a todos los que sea posible (9:19–27)
Primera de Corintios.indb 30
06/10/2012 14:14:34
Bosquejo
31
d. Ejemplos del peligro del libertinaje: la idolatría de Israel y las fiestas idolátricas en Corinto (10:1–22) e. Resumen: equilibrando libertad y moderación (10: 23–11:1) 3. Sobre la adoración (11:2–14:40) a. Velos (11:2–16) b. La Cena del Señor (11:17–34) c. Dones espirituales (12:1–14:40) i. Diversidad dentro de la unidad (12:1–31a) ii. La preeminencia del amor (12:31b.-13:13) iii. Profecía y lenguas: dar preferencia a la inteligibilidad (14:1–25) iv. Profecía y lenguas: dar preferencia al orden (14: 26–40) 4. Sobre la resurrección (15:1–58) a. La certeza de la resurrección (15:1–34) b. La naturaleza de la resurrección (15:35–58) 5. Sobre la colecta para Jerusalén (16:1–4) III. Conclusión: planes de viajes y últimos saludos (16:5–24) A. Los planes de viaje de Pablo y sus colaboradores (16:5–12) B. La despedida formal (16:13–24)
Primera de Corintios.indb 31
06/10/2012 14:14:35
1 Corintios 1:1–9
P
ablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. 3
Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia. 5 Unidos a Cristo ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en palabra como en conocimiento. 6 Así se ha confirmado en ustedes nuestro testimonio acerca de Cristo, 7 de modo que no les falta ningún don espiritual mientras esperan con ansias que se manifieste nuestro Señor Jesucristo. 8 Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. 4
Las cartas convencionales en el mundo grecorromano de la antigüedad comenzaban con una salutación, en la que el autor se identificaba, consignaba sus receptores y daba un breve saludo.1 Esta carta procede de Pablo, el judío fariseo convertido a Cristo (Hch 9:1–31), que llegó a ser el principal fundador de iglesias en el mundo no judío durante la primera generación del cristianismo (Hch 13–28).2 Pablo se identifica como “llamado” (v. 1) o comisionado a ser “apóstol”, no en el sentido en que Lucas utiliza este término para aludir a uno de los doce discípulos de Jesús (Hch 1:21–26), sino denotando a alguien divina-
Sentido Original
1. Quienes deseen considerar un análisis excelente de la redacción de cartas en la antigüedad grecorromana y una valoración de las Epístolas del Nuevo Testamento desde este punto de vista, pueden ver la obra de Stanley K. Stowers, Letter-Writing in GrecoRoman Antiquity (Filadelfia: Westminster, 1986). 2. Richard N. Longenecker nos ofrece una excelente y breve perspectiva general en The Ministry and Message of Paul (Grand Rapids: Zondervan, 1971).
Primera de Corintios.indb 37
06/10/2012 14:14:35
38
1 Corintios 1:1–9
mente enviado con la misión de establecer iglesias. Más adelante, Pablo identificará el apostolado como un don espiritual (1Co 12:29). Este llamamiento no fue algo que escogiera Pablo, como queda claro en su experiencia del camino de Damasco, sino algo debido por completo a “la voluntad de Dios”. Se dice que la carta procede también de “nuestro hermano” Sóstenes, posiblemente el jefe de la sinagoga de Hechos 18:17, si se convirtió más adelante. Esta expresión no parece indicar su participación en la redacción de la carta, solo el acompañamiento de Pablo en el momento de su composición.3 Los receptores de la carta son los cristianos corintios. Estos están probablemente repartidos en varias congregaciones domésticas, pero Pablo se dirige a ellos como un todo colectivo: “la iglesia” o comunidad cristiana de aquellos que Dios ha salvado. La palabra “santificados” del versículo 2 no significa “hechos santos”, como denota muchas veces en los escritos de Pablo, sino separados para Dios. Es prácticamente sinónimo de la siguiente expresión: “llamados a ser su santo pueblo”. Pablo está recordando a los corintios el propósito general de la vida cristiana. A continuación generaliza e incluye a todos los cristianos de cualquier lugar, aunque obviamente no todos leerán inmediatamente su carta. La expresión “Señor de ellos y de nosotros” subraya la unidad espiritual que todos los creyentes comparten en Jesucristo. El término “gracia” (v. 3) refleja la forma grecorromana convencional de saludo, mientras que “paz” es la típica salutación judía. Sin embargo, ambas palabras sugieren también connotaciones teológicas. La gracia es un don gratuito; la paz es integridad en cada aspecto de la vida. Pablo cristianiza estos saludos convencionales añadiendo una referencia al origen de la gracia y la paz, a saber, el Dios vivo, único y verdadero que se ha revelado en Jesucristo. La segunda sección de las antiguas cartas grecorromanas eran una oración o una acción de gracias. Generalmente se daba gracias a Dios o a los dioses por saber que el receptor estaba bien de salud o que su familia había prosperado. Pablo adopta también esta convención en la mayoría de sus cartas, pero se centra principalmente en las bendicio3. Así lo entienden la mayoría de comentaristas, puesto que la utilización que hace Pablo de la primera persona del plural implica, por regla general “yo y otros apóstoles”, “yo y otros cristianos” o se trata sencillamente de un “nosotros” de carácter editorial. Jerome Murphy-O’Connor, “Co-Authorship in the Corinthian Correspondence”, RB 100 (1993): 562–79, cree que tras el uso de la primera persona del plural en 1:18–31 y 2:6–16 subyace la aportación de Sóstenes.
Primera de Corintios.indb 38
06/10/2012 14:14:35
1 Corintios 1:1–9
39
nes espirituales.4 Cuando Pablo dice que “siempre” da gracias a Dios (v. 4a), quiere significar “repetidamente” o “siempre que oro”. Su gratitud por la “gracia” de Dios (v. 4b; de la misma raíz que la palabra “don”) prepara el camino para sus alusiones, en los versículos 5–7, a los dones espirituales. Pablo está agradecido de que los cristianos corintios hayan sido enriquecidos o llenados “de toda riqueza” (v. 5), específicamente en relación con los dones espirituales de palabra y conocimiento, en especial palabras de conocimiento y sabiduría, profecía y lenguas (12:8–10). Esto sucedió cuando respondieron a su predicación con fe y arrepentimiento y recibieron con ello al Espíritu, quien comenzó a distribuir sus dones entre ellos. La verdad del mensaje de Pablo fue así confirmada (vv. 6–7). La expresión “no les falta ningún don espiritual” (v. 7) puede también significar “no son deficientes en el ejercicio de ningún don”. ¿Cómo puede Pablo estar tan agradecido y ser tan positivo acerca de una iglesia plagada de divisiones y excesos aun en el uso de estos mismos dones? Los versículos 8–9 nos dan la respuesta: el carácter de Dios es la garantía. Él seguirá siendo fiel a sus promesas para, en última instancia, perfeccionar a su pueblo, por inmaduro que en ocasiones parezca ser (vv. 8a, 9). Cuando él regrese, cuando llegue el tiempo del cumplimiento de todas las promesas bíblicas, entonces los creyentes serán hechos completamente irreprensibles (v. 8b). Absueltos de sus pecados pasados, estarán completamente preparados para la vida futura. En este momento, iniciando una relación personal con Jesús, su pueblo está en un proceso de remodelación, que avanza aunque sea de forma arrítmica. Cuando intentamos aplicar todos los aspectos de los libros bíblicos, es fácil subrayar algunos relativamente periféricos concediéndoles más valor del que tienen en realidad. Esta tentación demuestra ser especialmente fuerte para aquellos predicadores que quieren comenzar una serie de sermones sobre una determinada carta con un golpe de efecto, en la exposición de los primeros versículos. La solución a este problema consiste en determinar lo que en un saludo y acción de gracias determinado
Construyendo Puentes
4. Ver especialmente, Peter T. O’Brien, Introductory Thanksgivings in the Letters of Paul (Leiden: Brill, 1977); hay una incisiva y popular exposición en la obra de D. A. Carson, A Call to Spiritual Reformation: Priorities from Paul and His Prayers (Grand Rapids: Baker, 1992).
Primera de Corintios.indb 39
06/10/2012 14:14:35
40
1 Corintios 1:1–9
el autor de la epístola estaba subrayando y lo que era meramente convencional. Como ya hemos visto, el nombre del autor, el de los receptores y una breve salutación eran elementos convencionales de la correspondencia antigua. En esta etapa inicial de la carta no hemos, pues, de atribuir un contenido teológico excesivo a palabras como “gracia” y “paz”, como tampoco, en nuestro tiempo, pensamos que alguien esté diciendo conscientemente “que Dios esté contigo” cuando nos dice “adiós”, aunque esta sea la etimología del término. Tampoco deberíamos cargar demasiado las tintas en el saludo de Pablo a “la iglesia de Dios que está en Corinto”, como si esta declaración demostrara algo sobre la plenitud de la iglesia en cada una de sus manifestaciones locales. Hemos más bien de buscar aquellas formas en que Pablo rompe con las convenciones y subraya estos aspectos. Al hacer esto, percibimos el interés de Pablo por acentuar su autoridad en el versículo 1, por la conjunción de los términos “llamado”, “apóstol” y “la voluntad de Dios”. No sería nada convencional añadir todas estas descripciones a la identidad de un autor. Pero muchos de los corintios han rechazado su autoridad (1:12) y, por ello, ya en el comienzo de su carta, el apóstol comienza a buscar maneras de reafirmarla. Su utilización del término “llamado” es relativamente rara. Por regla general, Pablo aplica esta palabra a lo que Dios hace con todos los creyentes cuando son salvos, designándolos como propiedad suya.5 No hay evidencia bíblica de que, en su conversión, todos los cristianos reciban un llamamiento o comisión singular que hayan de esforzarse en descubrir, aunque este sí pueda ser el caso de algunos como Pablo. Pablo mostrará brevemente en el capítulo 12 que cada creyente recibe al menos un don espiritual. Descubrir nuestros dones es la forma apropiada de determinar nuestra singular forma de servicio o “función específica” en el reino. Los singulares añadidos de Pablo en el versículo 1 subrayan más su autoridad, pero lo hacen con suavidad, una estrategia que Pablo sigue con solo ocasionales desviaciones a lo largo de sus cartas. Otro elemento que es también poco corriente en este saludo son las declaraciones de Pablo sobre el estado espiritual de los corintios y los propósitos de Dios para ellos, especialmente cuando sabemos más sobre 5. Ver especialmente, William W. Klein, “Paul’s Use of Kalein : A Proposal”, JETS 27 (1984): 53–64; ídem, The New Chosen People (Grand Rapids: Zondervan, 1990), 199– 209.
Primera de Corintios.indb 40
06/10/2012 14:14:36
1 Corintios 1:1–9
41
ellos queda claro que parecen lejos de ser santos o “santificados” en el sentido más tradicional de esta palabra. Pablo insinúa aquí una parte de la solución: reconocer que la iglesia es “de Dios” (v. 2) y no pertenece a un dirigente o congregación específicos. Los corintios deben también reconocer que no son el centro de su universo religioso, sino simplemente una pieza en el gran engranaje de “todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. El mismo Señor es Señor sobre todas las cosas, lo cual ha de inspirar a los cristianos en todos los tiempos y lugares a buscar la unidad y no las divisiones. Las acciones de gracias de Pablo son generalmente más largas y teológicas de lo que era habitual en su tiempo. Evidentemente, estas le ofrecen al apóstol una oportunidad de alabar a Dios por sus muchas bendiciones y de preparar el terreno y el tono para los temas que desarrollará en la carta. Como en el caso de sus saludos, hemos de buscar de nuevo lo poco convencional o inesperado para ver dónde están los acentos de Pablo y saber lo que debemos subrayar en la aplicación contemporánea. El rasgo más sorprendente de esta acción de gracias es, sin duda, lo positivo que Pablo puede ser al dirigirse a una iglesia dividida por las disputas y los excesos de los mismos dones por los que da gracias de que Dios los haya impartido a sus miembros. Las sorpresas se extienden a las propias palabras que utiliza Pablo. La expresión “siendo enriquecidos” (v. 5 niv) reaparecerá en 4:8 en un pasaje que rezuma sarcasmo: “¡Ya se han enriquecido!”. En este texto, Pablo arremete contra sus descaminadas ideas sobre su propia madurez, aunque aquí alaba genuinamente a Dios por el multiforme enriquecimiento de los corintios. Los capítulos 12–14 dejan claro que los dones de palabra y conocimiento forman una parte fundamental del problema de los corintios con los dones espirituales, sin embargo, aquí está agradecido de que los hayan recibido. El “conocimiento” está estrechamente relacionado con la “sabiduría”, que algunos dentro de la iglesia definen de modo un tanto elitista y esotérico, anticipando el desarrollo de un gnosticismo completo. No obstante, Pablo puede dar gracias por cuanto los dones espirituales son señal de la presencia del Espíritu. No es cristianismo nominal: profesión sin realidad; tampoco es ortodoxia muerta. El Espíritu está activo entre los corintios, aunque estén empleando sus dones de un modo hasta cierto punto caótico. El versículo 7b es crucial en tres sentidos. En primer lugar, la escatología excesivamente consumada en Corinto (ver Introducción, p. 27)
Primera de Corintios.indb 41
06/10/2012 14:14:36
42
1 Corintios 1:1–9
significaba probablemente que la mayoría de los creyentes no estaba “esperando con expectación” el regreso de Cristo. Es posible que la afirmación de Pablo refleje lo que una minoría estaba haciendo fielmente o que se refiera a su estado objetivo más que a su conducta subjetiva. De nuevo, pues, Pablo habla de lo que deberían estar haciendo más que de lo que está haciendo la mayoría, intentando encaminarles en una dirección positiva. En segundo lugar, esta cláusula sugiere fuertemente que todos los dones espirituales durarán hasta que regrese. La ocupación de los cristianos hasta que su Señor regrese ha de ser el fiel ejercicio de sus dones; esta es la forma característica que adopta el ministerio de los creyentes en esta era.6 En tercer lugar, al recordarles la Segunda Venida de Cristo, Pablo prepara el camino para lo que el versículo 8 implica aún más claramente: la iglesia en general no ha sido todavía perfeccionada y esta en particular tiene un largo camino aún por recorrer. Nuestro enfoque en la fuerza de Dios más que en las flaquezas humanas y en lo que va bien más que en lo que va mal ha de producir reacciones de alabanza a Dios por su gracia y fidelidad. Esta alabanza ha de producirse en privado, pero también en público, a fin de que aquellas personas por las que damos gracias a Dios puedan ser fortalecidas al escucharnos y al saber que estamos hablando bien de ellas delante del Señor. “Deleitarse en Dios por su obra en las vidas de otros, incluso en las de aquellos con quienes nos sentimos obligados a disentir, es segura evidencia de nuestra percepción de ser receptores de las misericordias de Dios”.7 Haciendo esto, no abdicamos de nuestra responsabilidad de corregir amablemente a otros (Gá 6:1), especialmente a aquellos que están bajo nuestra autoridad y responsabilidad espiritual. Sin embargo, es de esperar que, por nuestra parte, preparemos el camino para que nuestra corrección sea recibida de la mejor manera, aunque la libertad humana para rechazar nuestras propuestas hace que nunca podamos garantizar el éxito. El principio transcultural esencial que surge del saludo y acción de gracias de Pablo es que, antes de tratar los problemas que requieren atención, hemos de hablar de las cosas que van bien. Esto es posible cuando ponemos la mirada en la fidelidad de Dios más que en la ligereza de los seres humanos, incluyendo a los cristianos que todavía esperan ser perfeccionados. Los dirigentes cristianos de todas las épocas han de imitar la combinación de autoridad y tacto que vemos en Pablo (ver su 6. E. Earle Ellis, Pauline Theology: Ministry and Society (Grand Rapids: Eerdmans, 1989), 26–52. 7. Fee, First Corinthians, 37.
Primera de Corintios.indb 42
06/10/2012 14:14:36
1 Corintios 1:1–9
43
clásica carta a Filemón), evitando el autoritarismo de mano dura, por un lado, y un despreocupado laissez faire por otro. Todos los acentos teológicos del saludo de Pablo (vv. 1–3) se repiten de nuevo, de forma más explícita e intencionada, a medida que el apóstol va desarrollando su carta, de manera que es mejor reservar las aplicaciones detalladas para comentarios posteriores. Podemos, sin embargo, hacer aquí algunas observaciones generales y comentar algunas aplicaciones específicas de la acción de gracias (vv. 4–9).
Significado Contemporáneo
Las palabras de Pablo en el versículo 7 nos presentan importantes reflexiones para el debate actual sobre los dones espirituales. Para comenzar, puesto que hasta los creyentes más inmaduros han sido, de algún modo, dotados, cada cristiano es inmediatamente útil a Cristo y a su iglesia con oportunidades únicas de ministrar. No es necesario que busquemos otros dones o experiencias, como hacen muchos en nuestro tiempo, aunque sí puede que necesitemos formación en el uso de los dones que ya tenemos. Y es posible que Dios decida, generosamente, concedernos otros a medida que crecemos espiritualmente. Sin embargo, nuestra tarea principal es la de vivir en fiel obediencia a Dios y servicio a su pueblo con lo que ya se nos ha dado. En segundo lugar, lo que es cierto de manera individual lo es también en el plano colectivo. Por una parte, “por lo que se refiere al conocimiento, la iglesia como cuerpo tiene acceso a toda la sabiduría, profundidad, discernimiento y verdad que necesita; no precisa de ningún gurú especial que le proporcione estas cosas”.8 Por otro lado, si todos los dones son para la era cristiana en su totalidad, hay que hacerse entonces serias preguntas sobre las congregaciones actuales que están cerradas a algunos de los que se ha dado en llamar dones de señales. Parecen correr el serio riesgo de perder bendiciones que el Espíritu quiere impartirles. Naturalmente, este tipo de conclusiones siguen siendo polémicas. Probablemente estoy más de acuerdo con quienes opinan que, sean o no carismáticas, las congregaciones que yerran por un ejercicio abusivo de sus dones y talentos y una mala utilización de ellos desagradan menos a Dios que las que yerran en sentido contrario. Los niños que, aunque 8. David Prior, The Message of 1 Corinthians (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1985), 24–25.
Primera de Corintios.indb 43
06/10/2012 14:14:36
44
1 Corintios 1:1–9
inmaduros, crecen deleitan a sus padres mucho más que aquellos que se niegan a madurar en algunas áreas de sus vidas.9 Por otra parte, hemos de velar y guardarnos de falsas afirmaciones de madurez, en el sentido de haber llegado, o conseguido una perfección libre de pecado durante un periodo sustancial de tiempo, como pretenden algunos modernos descendientes de los movimientos wesleyano y de santidad.10 Esto solo se producirá cuando Cristo regrese (v. 8b). A la mayoría de nosotros, este recordatorio debería ofrecernos un gran ánimo y consuelo teniendo en cuenta que, en nuestro complejo mundo, tan lleno de presiones, es más normal que los cristianos se enfrenten a una persistente conciencia de pecado en sus vidas y a sentimientos de inadecuación e inmadurez. No obstante, Dios sigue siendo fiel: “el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús” (Fil 1:6). Los versículos 8–9 tienen también importantes implicaciones para el llamado debate de “la seguridad eterna”. Aquellos en quienes habita genuinamente el Espíritu experimentarán transformación. Quienes comienzan este proceso pueden tener la seguridad de que Dios será fiel en completarlo. Por supuesto, este tipo de versículos no ofrecen ninguna certeza para aquellos que, aunque profesan ser creyentes, nunca han mostrado ninguna evidencia de los dones del Espíritu. La doctrina de la seguridad eterna no debe aplicarse con ligereza a todos los que pretenden ser cristianos aunque su compromiso haya demostrado ser muy superficial. Es también importante observar que Pablo se dirige a la iglesia como colectivo. En nuestro tiempo en que hay tantos cristianos que van por libre, es importante recordar que ni aquí ni en ningún otro pasaje contempla la Escritura la posibilidad de cristianos desvinculados de una iglesia local. Dios está, pues, en proceso de perfeccionar a su pueblo, tanto de manera individual como colectiva.
9. Quienes estén interesados en una exposición reciente y razonablemente equilibrada de algunos de estos temas, pueden ver la obra de Jack Deere, Surprised by the Power of the Spirit (Grand Rapids: Zondervan, 1993). 10. De hecho, está afirmación se refuta prácticamente a sí misma, puesto que, como dice Dale Moody (The Word of Truth [Grand Rapids: Eerdmans, 1981], 324), “Es bueno esforzarse por una santificación perfecta, pero es seguro que la petulancia acompañará a cualquiera que afirme haberla logrado”.
Primera de Corintios.indb 44
06/10/2012 14:14:36