o ñ e u s n u , a c o C El con alma ribereña
Un relato de Carlos Miguel Sanmiguel Gutiérrez
Foto archivo: Febrero 2011
El Coca, un sueño con alma ribereña
Un relato de Carlos Miguel Sanmiguel Gutiérrez
Texto Narrativo Sr. Carlos Sanmiguel Gutierrez Textos Ing. Patricio Quinga Araujo Lic. Nelson Muñoz Levantamiento de texto y asistencia editorial Ing. Patricio Quinga Araujo Lic. Nelson Muñoz Ing. Irma Zambrano Fotos Sr. Carlos Sanmiguel Gutierrez Ing. Patricio Quinga Araujo Sr. Marco Antonio López Archivos particulares Diseño, diagramación y edición Daniel Martínez R. O2 Creative Impresión Primera Edición © El Coca - Ecuador 2012
Índice de Contenidos En busca de nuestra identidad Introducción
5 7
PARTE I
9
PARTE II
25
PARTE III
37
Antecedentes 11 El Coca emergió del corazón de los ribereños 14 La expedición, el sueño comienza a tomar cuerpo 16 El Coca emergió de la pujanza ribereña 20 Confirmación de la fundación de El Coca 23 Inauguración 23 Gestiones para el desarrollo de El Coca 27 Vicariato 28 Desaparición de El Coca fundado en 1948 29
La Reubicación de El Coca Primeros habitantes que se asentaron en El Coca actual Traslado de la escuela fiscal mixta Presidente Luis Tamayo N° 12
39 45 48
PARTE IV
53
PARTE IV
63
Testimonios de los Ribereños 55 Fallecimiento del líder de Los Intrépidos Ribereños del Napo 57 Protesta 62 Por las huellas de los fundadores de El Coca
65
PARTE VI
73
PARTE VII
91
El Coca, el nombre de un pueblo que se niega a morir 75 Primera parroquialización de Francisco de Orellana 77 Parroquialización de Francisco de Orellana después de la guerra de 1941 78 Cantonización 79 Resumen 84 El Coca un nombre, una historia que se niega a morir… 93 El nombre y la nacionalidad, como señas de identidad 94 El Coca, como símbolo de identidad y pertenencia 97 ¿Puerto Francisco de Orellana o El Coca… ¿usted qué dice? 98 Ya el pueblo de El Coca dijo: ¡¡SÍ A LA CONSULTA POPULAR!! 99 ¿Qué dicen las leyes? 100
El Coca, un sueño con alma ribereña
9
En busca de nuestra identidad “El desarrollo de los pueblos tiene que ir abrazado con la búsqueda, afirmación y desarrollo de sus identidades. Un pueblo sin identidad o con identidad débil, es presa fácil de la ingratitud de sus hijos y de la codicia de sus predadores. A nadie le dolerá que se le lleven sus recursos o que se deprede su entorno, pues habrá perdido aquel amor propio, telúrico y ancestral que es el que nos hace sentir uno con nuestra historia y nuestra geografía; con nuestra lengua y nuestra gente; con nuestras costumbres, recuerdos y utopías. La identidad no es solo una palabra, es la razón de ser de nuestra especie, nuestra alma, nuestro meollo. Pensar y luchar por la identidad es hacerlo por la sobrevivencia como pueblos. Caso contrario, nos convertiríamos en trashumantes sin patria y sin destino, a los que les dará lo mismo estar vivos que muertos” Juan F. Ruales
El Coca, un sueño con alma ribereña
11
Introducción “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. El citado pensamiento del escritor alemán Bertolt Brecht, es quizás el mejor que se ajusta a este relato lleno de coraje, lucha y por sobre todo el sueño de hombres y mujeres instalados en las riberas del Napo para por medio de él ir conquistando poco a poco la espesa y maravillosa selva amazónica, para ir visualizando en el horizonte una utopía impensada hace más de seis décadas, la ciudad de El Coca, nervio y corazón de este sector de la patria que alguna vez fue señalado como un mito por un ex presidente. Intentar en estas líneas sintetizar toda esa gesta, pretende convertirse en un justo homenaje a esos primeros pobladores, aquellos que cimentaron el nacimiento, forjaron su crecimiento y sustentaron el desarrollo; lucharon contra todo tipo de adversidades e inclemencias de la naturaleza y aún a la gran defensa de los pueblos originarios, esos que aún aspiran vivir en sus tierras ancestrales, su Pacha Mama, la fuente de vida… su razón de ser.
PARTE I
El Coca, un sueño con alma ribereña
Antecedentes ¡¡Peruano jamás… Ecuatoriano hasta la muerte!!1
H
ace más de ocho décadas vivir en Rocafuerte era estar tan lejos, como hoy nuestros migrantes en España. La necesidad de aferrarse a su terruño era la misma, los unos lo hacen por el internet, el celular, se agrupan; en tanto, las pocas familias situadas en la frontera arrancaban,
1 Frase pronunciada por el Sr. Carlos Sanmiguel Román, dueño de la hacienda Arcadia
15
devoraban metro a metro al río Napo como recogiendo los pasos del Capitán Francisco de Orellana en la ruta Quito - El Coca para llegar a la capital del país. Un Ecuador que sucumbía en la vorágine del interés politiquero, sumido en disputas internas mientras el enemigo del sur, agazapado cual tigre esperaba dar el zarpazo letal a la dignidad, no de los politiqueros, sino de esos héroes anónimos, fronteras vivas olvidadas a su merced, aunque con un fervor patrio y un corazón henchido de decoro.
En la foto constan parte de los Intrépidos Ribereños del Napo. Dos oficiales del Ejército Ecuatoriano: Carlos y Sergio Sanmiguel con Jorge Rodríguez. Hacienda Arcadia, 1939
Este y otros libros los puede disfrutar en nuestra librerĂa www.libreriadelacasa.gob.ec
Nací en el cantón Aguarico, parroquia Rocafuerte, en la hacienda Arcadia, hoy en poder del Perú, el 6 de noviembre de 1932. Mis padres fueron el señor Carlos Fernando Sanmiguel Román y doña Ana Gutiérrez. Mis estudios primarios y secundarios los realicé en el Tena. El 23 de abril de 1958 contraje matrimonio civil y eclesiástico con la señorita Bertha Emilia Rodríguez Rivadeneira, con quien procreamos seis hijos. En 1962 tuve el honor de servir al Gobierno del Dr. José María Velasco Ibarra como Teniente Político de la parroquia Francisco de Orellana; luego, en el año1971, fui Tesorero del I. Municipio del cantón Francisco de Orellana por espacio de un año, además, trabajé en diferentes compañías petroleras en nuestro nororiente ecuatoriano.
Carlos Sanmiguel Gutiérrez (1932 -2013)
“Hoy sigo en mi lucha por dejar una memoria histórica a través de este libro, que contiene narraciones, historias y leyendas sustentadas con documentos y fotografías de esa época. Texto que servirá para que las autoridades aprendan y repliquen la verdadera fundación del Coca por parte de los invencibles ribereños, y así las nuevas generaciones conozcan sus raíces y empiecen a amar la tierra que los cobija y se fortalezca la identidad de coqueños, de orellanenses y de amazónicos”.
Nací en la parroquia de Uyumbicho, cantón Mejía, el 27 de noviembre de 1965. Mis padres son José Julio Quinga y Mercedes Araujo. Soy bachiller Técnico en Electromecánica, Técnico Superior en Locución, Guía Nacional de Turismo e Ingeniero en Empresas de Ecoturismo. Comunicador Social desde el año 1985, en las Radios Ecos de Orellana, Onda Azul, El Cisne, Cumandá, Cocavisión. Servidor Público en el GADMFO como Jefe de Promoción Turística. Soy miembro fundador y ex Presidente de la CCE BC NO. Mi convicción de servicio social me ha permitido ser parte de hechos transcendentales para el cantón y la provincia de Orellana, que me acogió en su terruño y me proporciona el sustento diario. Esta investigación es mi aporte a la historia de El Coca y un homenaje sincero a don Carlos Miguel Sanmiguel Gutiérrez (QEPD), autor del libro.
Ing. Patricio Quinga Araujo
Un relato que recoge hechos olvidados y perdidos en la memoria colectiva, acercándonos a nuestras verdaderas raíces, que son las que nos definen; de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos.