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Afiliaci贸n .--:;=A v finanzas sindicales ,$,ii
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Estudio de afiliaci贸n y jinanzas sindicales en CMe, 1932 - 1959
Publicaciones INSOR A
@ I N S O R A (Instituto de Organizaci贸n y Administracidn).
1962
Inscripcidn NP 25.007. Talleres d e Editorial Universitaria, S. A., San Francisco 454, Santiago d e Chile. Proyect贸 la edici贸n hfauricio Amster.
Pr oyectos de investigación, p~ogramados o en desarrollo, del Departame~zto de Relaciones Laborales ,
ESTUDIOCOMPARATIVO DE LOS CONFLICTOS COLECTIVOS POR INDUSTRIA ACAECIDOS DURANTE 1959. Alberto Armstrong. DESARROLLO Y ESTRUCTURA DEL MOVIMIENTO OBREROCHILENO. Jorge Barria S. OR~GENES Y DESARROLLO DEL EN CHILE.James O. Morris.
SISTEMA DE
RELACIONES LABORALES
ANALISISCR~TICO DE LAS ENCUESTAS DE TIPO OPINIÓNP~BLICA; ESTABILIDAD E INESTABILIDAD DE LAS RESPUESTAS. Abel A. Toro T. y Henry A. Landsberger. ROL Y MOTIVACIÓN DEL 'DIRIGENTE SINDICAL CHILENO.Manuel Barrera R., Abel A. Toro T . y Henry A. Landsberger. ROL Y MOTIVACIÓN DEL ADMINISTRADOR DE PERSONAL EN CHILE. RaUl Dastres M. y Henry A. Landsberger. MOVIMIENTO SINDICAL CAMPESINO EN MOLINA. Fernando Canitrot M. y H e n y A . Landsberger.
Departamento de Relaciones Laborales Instituto de Organizaci贸n y Administraci贸n
Afiliaci贸n y finanzas sindicales en Chile, J
Por James O. Morris, Roberto Oyaneder C. y los investigadores ayudantes
Alberto Armstrong y Gerardo HempeZ H.
Facz~ltadde Ciencias Econ贸micas / Universidad de Chile
Prefacio
Introducci贸n
El Movimiento del Trabajo: Tendencia hacia la Asociaci贸n, Tama帽o y Poder铆o
11
Ingresos Sindicales
111
Egresos Sindicales
Apendice
Prefacio
s T E E s T u D I o sobre afiliación y finanzas sindicales constituye el primer trabajo de investigación del Departamento de Relaciones Laborales, repartición del Instituto de Organización y administración de Empresas de la Universidad de Chile, que entró en funciones hace dos años. Su creación se llevó a efecto para satisfacer la manifiesta necesidad de contar con un centro que se dedicase al estudio y a la ensefianza en aquel campo de acción conocido corrientemente, pero a menudo en forma incierta, como "relaciones laborales". Se consicleró que un país en desarrollo, como es Chile, podría dedicar parte de sus escasos recursos a los problemas sociales y humanos del desarrollo, aquellos problemas que se producen en torno al lugar de trabajo, que a menudo y en forma considerable afectan la estabilidad politica y que también pueden alterar, tanto en el sentido positivo como negativo, la índole y el ritmo del progreso económico. En esta empresa hemos tenido el apoyo financiero de la Corporación de Fomento y la valiosa colaboración de su Gerente General, Humberto Díaz. E
El programa de investigación del Departamento ya se encuentra en plena actividad, varios cursos laborales están funcionando, o por introducirse, en la Escuela de Economía y miembros profesionales del Departamento se encuentran especializándose en la Escuela de Relaciones Industriales y del Trabajo de la Universidad de Cornell. El éxito a largo plazo del Departamento está decididamente condicionado a la buena voluntad y liberalidad de los sindicatos, de las empresas y del Gobierno en cuanto a hacer accesibles a los investigadores del Departamento su documentación y archivos. El presente estudio sólo ha sido posible gracias a la complaciente y completa cooperación del personal de la Dirección del Trabajo. En este sentido, expresamos a los señores Carlos Gajardo, Director, y Guillermo Pumpin B., ex Director, nuestros sinceros agradecimientos por haber hecho colocar a nuestra disposición los archivos de esa repartición. También debemos mencionar a otros funcionarios de la Dirección del Trabajo, cuyo íntimo conocimiento de los registros sindicales nos fuera de inestimable valor y a quienes, estamos ciertos, a menudo causamos molestias en sus labores. Ellos son el señor Guillermo Aparicio T., Jefe del Departamento de Organizaciones Sociales, y sus colaboradores, señores Luis Toro Méndez y Manuel Herrera
Belmar; el señor Jaime Rodríguez; y el señor Fernando Onfray, Jefe del Departamento Jurídico. En la Inspección Provincial de Santiago, los señores Ginés Donoso, Heriberto Segovia y Hugo Gutiérrez prestaron también muy atenta colaboración. A todos ellos, y a muclios otros que por falta de espacio no hemos podido mencionar, les expresamos toda nuestra gratitud. Varios miembros del Departamento de Relaciones Laborales Iian contribuido en diversas medida a recolectar y analizar los datos de este estudio. Los señores Alberto Armstrong y Gerardo Hempel realizaron el trabajo de recoger y tabular los datos, con la ayuda de los señores Francisco Apodaca y Pedro Menéndez. El Dr. James Morris, Profesor de Relaciones Laborales de la Universidad de Cornell, y el señor Roberto Oyaneder, Jefe del Departamento de Relaciones Laborales, dirigieron y supervisaron el proyecto y redactaron los resultados. El Dr. Morris redactb la Introducción y los Capítulos I y 11 y el señor Oyaneder el Capítulo III. El Dr. John Chipman, Profesor de Estadística de la Universidad de Minnesota, diseñó la muestra de balances sindicales que, en gran parte, fundamenta este estudio. Le agradecemos las muclias horas que invirtió en esta labor. El trabajo en su totalidad ha sido leído y comentado por el Dr. Henry Landsberger y los señores Fernando Onfray y Hernán Troncoso, cuyas valiosas sugerencias fueron consideradas con especial atención en la versión final. 1 9 de diciembre de
1961
ROBERTO OYANEDER Jefe del Departamento de Relaciones Laborales
c.
J U A N I A M P A G L S. IA Director de INSORA
Introducción
L o S M O v I M I E N T O S laborales generalmente deben clasificarse como algunos de tantos factores del proceso del desarrollo económico conjuntamente con la empresa, el capital y el gobierno. Todos ellos son elementos cruciales en dicho proceso y, por ende, cruciales para el destino social y político de la mayoría de los países del mundo. La importancia relativa de un determinado movi. miento laboral y el grado en que contribuya al progreso, o lo obstaculice, dependen de una gran variedad de condiciones: el nivel educacional de los trabajadores; las tradiciones de la sociedad en que actúan los trabajadores y se desenvuelve el movimiento laboral; la política, la estructura legal y la ideología de semejante sociedad y de ciertos grupos claves dentro de ella, tales como los empresarios y dirigentes; el volumen y los recursos económicos del movimiento de los trabajadores y sus dirigentes. Todos estos son factores que no se pueden evaluar fácilmente, ni tampoco pueden todos ellos tratarse en u n solo texto. La presente investigación, en consecuencia, trata solamente de una pequeña parte del vasto problema del trabajo y del desarrollo económico y se concreta a considerar al volumen y al poder financiero de un sector considerable dentro del movimiento de los trabajadores de Chile. El estudio se ha dividido en tres capítulos, el primero de los cuales se refiere a los sindicatos y la afiliación sindical, el segundo considera los ingresos sindicales y el tercero los egresos sindicales. Las finalidades de este estudio son: 1) ofrecer datos acerca de la tendencia al incremento del sinclicalismo legal desde 1932; 2) establecer cifras realistas respecto a la cantidad de sindicatos legales y al número de sus miembros en todo el país, en el momento actual; 3) calcular el poderío del movimiento laboral actual (incluyendo en el cálculo tanto a las asociaciones de servidores públicos como los sindicatos legales) ; 4) ofrecer informaciones en cuanto a las tendencias de las finanzas sindicales (principalmente desde 1940) ; 5) comparar la experiencia financiera del sindicato industrial con aquéllas del profesional y del agrícola, y 6 ) observar si acaso la magnitud de los sindicatos, en función del número de sus miembros, guarda relación con los bienes sindicales (si acaso los sindicatos más grandes son "más ricos" que los menores, sobre una base per &pita).
Respecto a la metodología, el Capítulo 1, que trata de los sindicatos y la afiliación sindical, y la primera parte del Capítulo 11, que se refiere a las tendencias liistóricas del ingreso sindical, se basan enteramente en datos de censos proporcionados por la Dirección del Trabajo. Esta última repartición ha elaborado compendios anuales con informaciones acerca de la cantidad de sindicatos legales, cantidad de sus respectivos miembros, ingresos totales de esos sindicatos, ingresos según su origen (cuotas y participación de utilidades) e ingresos por tipo de sindicatos (industrial, profesional y agrícola). Estos datos son útiles para establecer las tendencias generales en cuanto a la afiliación y a los ingresos sindicales, pero no son tan seguros como sería de desear ni tan elaborados o completos como este estudio lo requiere. Por ejemplo, en lo referente a los sindicatos y sus miembros, la Dirección del Trabajo incluye una cantidad significativa de organizaciones de empleadores en su censo anual de sindicatos profesionales. Además, dado que el Código del Trabajo permite a los trabajadores pertenecer a dos sindicatos simultáneamente, 10s datos de la Dirección del Trabajo se encuentran inevitablemente abultados por la cantidad correspondiente a esta doble afiliación. El Departamento de Relaciones Laborales no ha podido hacer las rectificaciones necesarias en los datos proporcionados por la Dirección del Trabajo respecto a todos los años a partir de 1932. No se dispone de listas básicas de los sindicatos con sus respectivas afiliaciones para todo este período y, por otra parte, la tarea de analizar tales listas sería ímproba. Por estos motivos, hemos presentado los datos sindicales de la Dirección sin ajustes para el periodo que va desde 1932 hasta 1959 inclusive. Afortunadamente, cuando el presente estudio se encontraba en su etapa de proyecto, la Dirección del Trabajo acababa de completar una lista matriz de todos los sindicatos legales existentes en Chile en 1959. El Departamento de Relaciones Laborales ha empleado tal Iista como punto de partida para un cdlculo más preciso de lo que permiten los datos primarios de la Dirección sobre el volumen y poderío del movimiento laboral en 1959. Respecto de los sindicatos y sus miembros, el Capítulo I señala las tendencias en ambas áreas a partir de 1932, finaliza con un análisis detallado del volumen absoluto y poderío del movimiento laboral en 1959 y se basa en datos de censo. En lo referente a ingresos, nuestro método ha sido más complejo ya que incluye informaciones de muestras al azar así como datos aportados por tensos. Las series anuales de datos de la Dirección del Trabajo no comtemplan informaciones sobre ingresos según el volumen de los sindicatos. Tampoco menciona otras fuentes de ingreso fuera de la participación de utilidades y las cuotas. Puesto que el Código del Trabajo permite a los sindicatos recibir ingresos cle fuentes adicionales (taIes como donaciones y multas), el Departamento de Relaciones Laborales consideró posible que algunos sindicatos recibiesen de hecho tales ingresos. Por tal motivo, no nos hemos conformado con detenernos en el Capítulo 11 en un análisis de la tendencia en los ingresos de acuerdo a los clatos proporcionados por los censos de la Dirección del Trabajo, sino que hemos seguido adelante, procediendo a tomar una muestra estratificada de los balances sindicales para 1959 (basando la muestra en la lista ajustada de los sindicatos que ya se Iia mencionado), y sobre la base de esta muestra, iiemos presentado, en la segunda mitad del Capítulo 11, un análisis intensivo de los ingresos sindicales según volumen y tipo de sindicatos así como según su fuente de ingreso. Finalmente, en cuanto a los egresos sindicales, hemos empleado so-
lamente el método de muestras, ya que la ,Dirección del Trabajo no recopila informaciones útiles respecto a este capítulo. En consecuencia, las tablas del Capítulo 111 sobre egresos sindicales se basan en la misma muestra estratificada de los balances sindicales que ya se ha mencionado. Si bien los capítulos relativos a afiliación sindical y finanzas sindicales se han explicado hasta este momento.separadamente, puesto que cada uno d e ellos podría ciertamente considerarse por sí solo como una materia independiente de investigación, ellos se encuentran no obstante íntimamente relacionados en el nivel metodológico en el presente estudio. En otras palabras, el suministro de datos respecto a la cantidad de sindicatos y de miembros sindicales según tipo de sindicato fue un requisito previo para el análisis cle los datos financieros sobre la base per cápita y por sindicato. El mismo resultado podría también haberse logrado subordinando el contenido al método (esto es, incluyendo los datos relativos a sindicatos y a miembros sindicales en los capítulos sobre ingresos y egresos) . Sin embargo, hemos preferido la secuencia de capítulo actual por cuanto creemos que nuestras deducciones respecto de los sindicatos y sus miembros son significativas de por sí, así como iiidispensables para nuestro análisis de los ingresos y egresos. Antes de presentar los resultados de nuestras investigaciones debemos explicar brevemente la estructura del movimiento de los trabajadores en Chile y los motivos que nos han llevado a limitar este estudio, tanto en sus aspectos de afiliación como financiero, a los sindicatos de primer grado reconocidos por el Gobierno. Los sindicatos existen en Chile tanto con el carácter de entidades legales, que se constituyen según la ley, como con el carácter de cuerpos "libres" o alegales. Se dice que estos últimos son mucho menos numerosos que los primeros, aun cuando su cantidad no se conoce. Los sindicatos legales se autorizaron por primera vez en 1924, y el sistema legal sindical no ha cambiado mucho en el curso de los años. La legislación permitía formar sindicatos industriales solamente en las empresas con más de veinticinco operarios (y todos los trabajadores de la empresa debían ingresar al sindicato si la mayoría votaba en tal sentido). También se podían constituir sindicatos profesionales (del mismo oficio o de oficios similares o conexos), requiriéndose igualmente un mínimo de veinticinco miembrosl. Una legislación de excepción de 1947 permitía a los trabajadores agrícolas, que no habían podido establecer sindicatos industriales, organizarse en sindicatos agrícolas. Con excepción de los sindicatos agrícolas, los sindicatos legales pueden organizarse y afiliarse a federaciones o confederaciones, y se han establecido muchas de ellas, de las cuales sólo unas pocas se han preocupado de lograr la condición legal. Aunque son económicamente débiles y ejercen poco control reglamentario sobre sus afiliados, algunas ejercen influencia política efectiva. Existen también en el país varios centros sindicales que pretenden agrupar a los trabajadores sin distinción de industria o actividad. Entre estos están la Central Unica de Trabajadores, la Confederación de Empleados Particulares de Chile, la Confederación 'La afiliación en e l sindicato profesional era y sigue siendo voluntaria. Esto a menudo constituye una debilidad táctica de este tipo de sindicato frente al ernpleador. Sobre este punto es interesante saber que los trabajadores d e la gran minería del cobre han solicitado, en la Comisión recién nombrada por el Suprenlo Gobierno para modificar el Estatuto de los Trabajadores del Cobre, q u e sea obligatoria la sindicalización para los empleados particulares.
de Trabajadores de la Industria y del Comercio de Chile, la Federación Gremial de Chile, la Acción Sindical Chilena y la Confederación Nacional de Trabajadores. Las leyes del trabajo no permiten a los trabajadores fiscales y semifiscales organizar sindicatos (ni declararse en huelga, ni recurrir a los sistemas conciliatorios del Gobierno), pero les concede el derecho de constituir "asociaciones", y ellos se encuentran actualmente relativamente bien organizados en tales entidades. Solamente lo sindicatos legales (industriales, profesionales y agrícolas) presentan informes financieros (presupuestos y balances anuales) y de afiliación a la Dirección del Trabajo y ésta es la principal razón por la que hemos limitado esta monografía, con una sola excepción, a los sindicatos legales. La excepción es en cuanto a los socios organizados, sobre lo cual hemos podido obtener datos respecto de la afiliación actual de las asociaciones de servidores públicos (fiscales y semifiscales), información que se incluye en los cálculos del poderío sindical que aparecen al final del Capítulo I . Los datos financieros disponibles para los sindicatos legales no son completos; ello constituye un factor limitativo d e cierta importancia, en una medida que no se puede establecer o determinar exactamente. La ley generalmente no permite a los sindicatos pagar salarios a sus dirigentes2 ni invertir los ingresos sindicales en huelgas u otros fines que no contemple la ley misma. Es ampliamente sabido, sin embargo, que los sindicatos burlan estas restricciones de diversas maneras. Por ejemplo, perciben contribuciones voluntarias de sus miembros para uso en huelgas y regularmente se efectúan donaciones voluntarias para ayudar a los huelguistas de otros sindicatos. También, se sabe de por lo menos un sindicato que llegó a u n acuerdo con el empleador en cuanto al pago continuado de sueldos o salarios a los dirigentes a cargo del funcionamiento del sindicato. Forzosamente habrá de argumentarse que deberían haberse contemplado y analizado todos estos ingresos en cualquier trabajo que pretendiera ser completo. Esta es una limitación del presente estudio, tal vez una restricci6n seria, que ha sido imposible evitar. No obstante, se han examinado todos los datos disponibles acerca de los sindicatos legales y se sustenta la esperanza de que esto se considere como u n aporte útil.
aExcepcioiies a esta regla general rigen en la marina mercante nacional y en la industria cuprera. Vease la Ley NQ 14.628, de 16 de noviembre de 1961 y Decreto 313, 15 de mayo de 1956.
El movimiento del trabajo: Tendencias hacia la asociación, tamaño y poderio A. Tendencias hacia la asociación L A H I S T O R I A del establecimiento de sindicatos legales en Chile comienza en 1926, sólo dos años después de dictarse la ley sindical, cuando el sindicato industrial de los trabajadores carboníferos de Lota obtuvo el reconocimiento como organización por parte del Gobierno. La Dirección del Trabajo no COmenzó, sin embargo, a llevar registros completos de los sindicatos legales y de sus miembros hasta 1932. A partir de esa fecha y hasta el presente se ha cantad o regularmente con informaciones anuales. Tales informaciones señalan que, hasta el momento, el período 1930-1940 representa la gran dkcada de la organización del movimiento de los trabajadores. En 1932 tenemos 421 sindicatos y 54.801 afiliados y en 1940 llegamos a 1.888 sindicatos con u n total de 162.297 miembros (Tablas r y 1 1 ) . El número de sindicatos disminuyó considerablemente entre 1941 y 1945, año este último en el que se manifiesta una tendencia gradual d e incremento la que se prolonga hasta 1956. Desde 1956 se ha producido un agudo descenso en el nivel de sindicalización, debido en parte a la política del Gobierno de eliminar los sindicatos inactivos, de tal manera que en 1959 existían menos sindicatos que en 1940 (1.752 en comparación con 1.888: véase Tabla I y Grálfico 1) . Respecto a los afiliados, el cuadro se presenta u n tanto diferente. Con excepción de tres años, se registraron aumentos durante todo el período 1932-1947. Entre este último año y 1951 la afiliación se mantuvo bastante estable en un nivel de 260.000 sindicalizados. La pronunciada tendencia al aumento se restableció luego y alcanzó el clímax en 1956, aíío en el que las filas gremiales contaban con 317.352 miembros. Al igual en el caso de los sindicatos, el número de los miembros sindicalizaclos declinó entre 1956 y 1959 pero en una proporción u n tanto menor. Mientras el número de sindicatos disminuyó en u n 26 por ciento entre 1956 y 1959, el número de miembros disminuyó sólo el 17 por ciento. Una explicación que podemos dar a este fenómeno es que los sindicatos legalmente disueltos durante el período en cuestión eran generalmente pequeños. Debido al hecho, entre otros factores, que el porcentaje de dismi-
NUMERO DE SINDICATOS, ABSOLUTO Y RELATIVO POR
ARO, POR TIPO
DE SINDICATO,
1932-1959
INDVBTRIAL
PROFESIONAL
AQRICOLA
TOTALEB
ARO
N
0
--
%
N.o
%
N
-
1932
168
40
253
60
33
243
39
376
61
34
266
39
4 14
61
35
255
38
4 14
62
36
275
41
395
59
37
316
39
496
61
38
333
36
599
64
39
593
35
1 .O94
1940
629
33
41
677
34
42
602
43
a
%
-
N .o
-421
-
-
812
65
-
-
1.687
1.259
07
-
-
1.888
1.300
00
-
38
991
62
575
36
1.043
64
44
596
36
1.056
64
45
558
35
1 023
65
46
591
35
1.115
65
47
603
33
1.228
67
48
607
33
1.250
49
613
33
1950
626
51
633
52 53
-
-
619 680 669 670
932
1.977 1.595
1.581
-
1.706
67
-
-
1.234
67
8
0,43
33
1.270
67
11
0,58
1.907
33
1.282
66
15
0,7S
1.930
639
32
1.343
67
15
0.75
1.997
665
32
1.387
67
15
0,73
2.067
54
677
33
1.372
66
19
0,92
2 .O68
55
660
30
1.495
69
22
1
2.177
56
788
33
1.563
66
31
1
2.382
57
723
34
1.367
64
31
1
2.121
58
641
34
1.225
65
28
1
1.894
59
616
35
1.116
64
20
1
1.752
-
1.618 1.652
1.831 1.857 1.855
nución de los miembros sindicales es inferior a la disminución del porcentaje de sindicatos, resulta que el número de miembros sindicales no baja en 1959 al nivel existente en 1940 (162.297) sino, más bien, se estabilizó bastante por encima de Cl (262.300). No obstante, se observa claramente que el volumen de afiliación no ha crecido regularmente desde mediados de la decada de 1940-1950 y que en 1959 cae al mismo nivel del período 1947-1950 que, como ya lo hemos expresado, constituye un período de estabilización. VCase Tabla II y Gráfico 2. Si establecemos una relación porcentual con la población económicamente activa, la afiliación sindical legal total fluctúa entre el 9 y el 12 por ciento de 6 t a durante el lapso 1940-1959 (Tabla 111) y no se advierte tendencia alguna a su incremento, al ser calculada sobre la base referida. En realidad, du-
railte los últimos tres años del periodo se observa, más bien, una declinación. Probablemente este descenso no signifique tanto una disminución efectiva del número de miembros sindicalizados como sea la consecuencia de la eliminación de los registros oficiales de muchos sindicatos que en realidad habian dejado de actuar y que habian estado engrosando ficticiamente el poderio sindical durante años. La significación de la Tabla 111 es, en consecuencia, y en primer lugar, que ella señala la estabilización relativa de la afiliacihn sindical legal durante un largo lapso. No se debe, sin embargo, tomar el porcentaje de afiliación sindical en relación al total del contingente de la fuerza del trabajo en cualquier aíío dado como índice de la fuerza de todo el trabajo organizado durante aquel año. Esta Última cuestión del poderío del trabajo organizado será considerada en forma separada y a continuación. En segundo lugar, podemos inferir, basándonos en los datos de la Tabla 111, que en Chile los sectores fácilmente organizables de la economía ya se encuentran estructurados, y lo han estado durante algún tiempo, y que s610 un nuevo avance orientado en una dirección diferente puede conducir a otro incremento significativo del sindicalismo legal. Entre las esferas actualmente no penetradas y que podrían originar un nuevo incremento del sindicalismo, podemos mencionar el sector público, la agricultura y las pequeñas empresas (con menos de venticinco operarios) . En cuanto a éstas, se debe señalar que sus trabajadores,
NUMERO DE SOCIOS, ABSOLUTO Y RELATIVO POR
ANO. POR TIPO DE SINDICATO Y POR
TODOS
LOS SINDICATOS. 1932-1959
mientras no pueden formar sindicatos industriales, tienen derecho de organizarse en sindicatos profesionales si ejercen el mismo oficio o profesibn. Sin embargo, por su alcance limitado, este derecho no se aprovecha mucho, siendo el caso más conocido el de los panificadores.
El progreso sindical en cualquiera de las tres direcciones mencionadas requeriría modificaciones del CGdigo del Trabajo. Tales cambios acarrearían probablemente rápidos avances de la sindicalización de los organismos del Estado y de las empresas privadas pequeñas, pero en la agricultura quizás no se producirían tan fácilmente. Como explicaremos en mayor detalle a fin de este capítulo, en la actualidad se permiten los sindicatos en la agricultura, aunque
en condiciones muy desventajosas si las comparamos con la relativa libertad de los sindicatos industriales y profesionales. La supresión de las restricciones legales no alteraría, sin embargo, los factores de distancia y de aislamiento geográfico o la naturaleza de la fuerza de trabajo agrícola, todo lo cual ha influido en forma importante en la pasividad del sector agrícola al sindicalismo. Fundamentalmente, a lo largo de todo el período 1932-1959, el sindicato industrial representa, groso modo, un tercio del total de los sindicatos legales y un 55-60 por ciento de toda la población sindical legal. A la inversa, el sindicato profesional alcanza a los dos tercios del total de los sindicatos, pero sólo a 40-45 por ciento de todos los miembros sindicalizados (Tablas I y 11) . Obviamente, el sindicato industrial es en promedio mucho más grande que el sindicato profesional. Es cierto que la Tabla iv señala que el sindicato industrial medio es alrededor de dos veces y media mayor que el sindicato profesional medio (250 miembros contra 100). Puesto que la afiliación ha sido siempre obligatoria en el sindicato industrial (una vez que el sindicato ha sido aprobado
POBLACION ACTIVA TOTAL Y SOCIOS SINDICALES TOTALES, 1940-1959 *
POBLACION ACTIVA TOTAL
TOTAL
DE BOCIOB SlNDICdLEB
* ~ s t o adatos fueron obtenidos de la Sección Andlisis y C&lculos del Departamento de Estadísticas Demográfirns en la Dircccibn de Estadísticas y Censos. Por población económicamente activa se entiende a aquellas personas que tengan 12 niios y más, cuyo trabajo se remunera, ya sea en dinero o en especies. Tambien se incluirfin dentro de este grupo a aquellas personas dedicadas a los quchacercs de1 hogar y a los estudiantes que ejercen una ocupación remunerada, y por Úitimo,se considerar& tnnibieu como integrantes de la poblaciln activa a los desocupados o cesantes Izas cifras contenidas cn este cundro son estimnciones hechas al 30 de junio de cada año y est6n b~isndnsen los censos d e los anos 1930, 1940 y 1962. Dicha estimación fue realizada como porrentaje d e la población total existente en la fecha de loe censos, haciPndose las interpolaciones y extrapolaciones correspondientes con las correcciones necesarias.
por la mayoría de los operarios de la industria) a la par que no lo es en el profesional, pudiera esperarse que la historia de los últimos treinta años favoreciese al sindicato industrial. Empero, como ya se ha expuesto, no ha sido así, y la fuerza relativa de los dos tipos de asociaciones se ha mantenido sorprendentemente estable.
B. Tamaño del movimiento del trabajo H A S T A este punto nuestro análisis se ha desenvuelto fundamentalmente en términos de la significación relativa y reveladora de las tendencias de los datos de la Dirección del Trabajo en cuanto a sindicatos y afiliados. Es igualmente importante poseer datos precisos sobre el voluinen absoluto del movimiento sindical legal y, según se hiciera presente en la Introducción, las estadísticas de
TABLA
IV
NUMERO MEDIO D E SOCIOS POR TODOS LOS SINDICATOS Y POR TIPO DE SINDICATO, 1932-1959
A ~ O
INDUSTRIAL
PROPEBIONAL
AGRICOLA
TOTALES
1932
175
100
33
164
94
-
130
34
160
93
-
119
35
186
87
-
124
36
186
90
-
219
95
-
129
37 38
237
78
39
178
62
-
1940
146
56
41
184
65
42
203
72
43
248
68
44
24 1
98
45
250
91
46
251
93
47
250
48
2SO
49
121
143 135 103
-
92
-
148
90
-
142
241
88
96
139
1950
235
88
77
136
51
238
88
70
137
52
24 3
96
69
142
53
247
96
69
144
54
156
96
55
247
56 57
1
86 106 122 132 150 147
144
G9
116
94
85
140
217
92
77
133
224
99
77
141
58
241
98
73
146
59
243
99
83
150
la Dirección del Trabajo incluyen sindicatos patronales en el total d e sindicatos, a la vez que contabilizan dos veces aquellos miembros sindicales que ostentan doble afiliación. AdemAs, en Chile, al igual que en cualquier otro país, existe tanto el sindicato activo como el inactivo, y debiera elaborarse y aplicarse u n criterio tendiente a mantener una separación lo más clara posible entre uno y otro. Por estas razones, y también como un paso preliminar necesario para la confección de nuestra muestra de balance sindical, hemos realizado nuestro propio tenso de la población sindical en el año 1959, basándonos en la lista básica de sindicatos de la Dirección del Trabajo, que se menciona en la Introducción, así como en otros registros llevados por esa repartición respecto de la mayoría de los sindicatos legales del país. Se realizaron visitas a dieciocho de los veinticinco Inspec-
231
torías Provinciales del Trabajo y en la propia Dirección. Estas visitas fueron fructíferas y nos permitieron completar el trabajo de clasificaciónl. La Tabla v contiene los resultados generales o preliminares de nuestro inventario sindical para el año 1959. Se señala allí que 2.221 sindicatos gozaban de personalidad jurídica, y en consecuencia existían legalmente, durante todo o parte del año y que estos sindicatos contaban con un total de 303.595 miembros. Sin embargo, estas cifras no constituyen índices realistas del poderío del sindicalismo legal en Chile porque ellas incluyen un subido porcentaje de sindicatos y afiliaciones que existían sólo en el papel y también una cantidad significativa de sindicatos de empleadores. Estos últimos sindicatos fueron fáciles de identificar y eliminar, pero la interrogante en cuanto a si un sindicato era activo o inactivo significó difíciles problemas de clasificación. Antes de dar a conocer los resultados de nuestra clasificación de los sindicatos legales en activos e inactivos, debe decirse algo acerca del modo en que opera el sistema de clasificación de la Dirección del Trabajo y de cómo hemos refinado tal sistema para nuestros fines. Desde el punto de vista estrictamente legal, un sindicato mantiene su calidad de tal hasta que su personería jurídica o condición de corporación legal se cancela por medio del procedimiento y en la forma que determinan las leyes del trabajo2. Sin embargo, la Dirección, para u n más eficiente control, ha creado una clasificación, de carácter extralegal, de sindicato "en receso", lo que constituye
POBLACION SINDICAL TOTAL: TOTAL DE SINDICATOS Y SOCIOS POR TIPO DE SINDICATO E N NUMEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
8INDICAT08 TIPO DE
80CI08
GISDICATO N.o
%
N.o
%
-
...........................
761
34
162.274
53
.......................... Patronal ............................ Agrtcoln ............................
1.182
53
118.332
39
251
11
20.858
7
27
1
2.131
1
........................
2.221
100
303.595
100
Industrial Profesional
Totales..
=Las provincias del extremo sur, Chilok, AisCn y Magallanes, n o se visitaron por razones económicas y también debido a que habían muy pocos sindicatos de estas provincias acerca d e los cuales faltase informaci6n. No fue necesario visitar Colchagua, Maule, Suble y Cautín porque los datos de los registros de la Dirección del Trabajo eran completos o casi completos en relación con los sindicatos correspondientes. De 737 sindicatos acerca de los cuales rio se disponía de datos o cuyos datos que registraba la Dirección del Trabajo eran inadecuados, 247 estaban situados en inspectorías provinciales, departamentales o comunales, donde se ha podido encontrar datos Útiles respecto a ellos. El resto se clasificó como sindicatos inactivos. aLos sindicatos se pueden disolver por infracciones a determinados artículos del C6digo del Trabajo, por infringir la libertad individual, el derecho al trabajo o los derechos de la industria, fuera de otras causas.
.
una etapa intermedia entre la condición activa y la disolución. La causa más común para que la Dirección del Trabajo clasifique a u n sindicato en receso. es la de no haber renovado su directorio. Este último se mantiene en funciones durante u n año, según la legislación vigente, y debe renovarse en una asamblea general de socios con asistencia del inspector del trabajo correspondiente. Si no se renueva el directorio, la dirección del Trabajo puede considerar que el sindicato se encuentra inactivo o por lo menos que no se cumple la ley, y corresponde en consecuencia declararlo en receso, lo que constituye una especie d e estado condicional. Si el sindicato continuase en receso durante un segundo año o más, la Dirección del Trabajo puede dar comienzo al a menudo lento proceso de disolución y, mientras no se cancela oficialmente la condición de corporación mediante u n decreto especial, el sindicato puede clasificarse, también extralegalmente, como "en disolución". Como ya se ha dicho, el Gobierno actual h a estado eliminando de los registros a muchos sindicatos que en realidad no son organizaciones activas; algunos de ellos están en receso desde hace 10 ó 15 años y probablemente han estado totalmente inoperantes durante la mayor parte de este tiempo. Para los fines de este estudio ha sido necesario establecer normas precisas para la medición e identificación de la población sindical activa. Puesto a todos aquellos sinclicatos que que el objetivo ha sido incluir exclusivame~~te daban muestras de vida en 1959, algunos que aquí se consideran activos pueden haber estado en receso cle acuerdo con los registros de la Dirección del Trabajo. No obstante, nuestro sistema de clasificación ha seguido y hecho uso de la misma terminología de la Dirección. En otras palabras, el sindicato no activo se clasifica como "en receso", "en disolución" o "cancelado", según sea el caso. Dos pruebas fundamentales en relación con la actividad sindical en Chile son la realización de elecciones de directorio y la presentación de balances a la Dirección del Trabajo. Sobre la base de estos criterios generales, hemos elaborado tres pruebas específicas de activiclad, clasificando a los sindicatos corno activos si cumplen las concliciones de cualquiera de estas pruebas. Se ha clasificado como activo a u n sindicato ya sea si: 1) renovó su directorio e n 1959; 2) renovó su directorio en 1958 y en 1960, pero no en 1959, o 3) renovó su directorio en 1958, pero no en 1960 y presentó a la Dirección del Trabajo u n balance del año 1959. Mediante la aplicación de tal criterio es posible que se haya considerado activo algún sindicato aun cuando éste no haya sido reconocido sino en 1960. Tenemos constancia que esto sucedió en un caso. Igualmente, algunos sindicatos que estaban en receso en 1959, según los registros de la Dirección, presentaron balances para el año o renovaron sus directorios en 1960 y, en consecuencia, se clasifican aquí como activos en 1959. Nuestro sindicato en receso es aquél cuya Última renovación de directorio se efectuó en 1958 o antes y no presentó balance para el año 1959. Un sindicato en disolución es uno que gozó del estado de asociación durante 1959 pero cuya disolución ya se había iniciado por procedimientos legales. Un sindicato cancelado es uno que existió legalmente durante parte de 1959 pero cuya personalidad jurídica le fue suprimida durante el año. En nuestro estudio no se presentó el caso de u n sindicato cancelado que estuviese activo en 1959, según nuestra definición, d e modo que no hay deficiencia en los datos por este capítulo. Se puede considerar
que nuestros sindicatos activos son aqu6llos que se encontraban efectivamente en operación a fines del año 1959. La clasificación sobre la base anterior da una población sindical activa de 1.660 sindicatos y 257.712 sindicalizados en 1959 (Tabla VI). Expresado en porcentajes, esto significa que un 25 por ciento de los sindicatos, y un 15 por ciento de los miembros, que legalmente existieron durante todo o parte
POBLACION SINDICAL ACTIVA E INACTIVA: SINDICATOS Y SOCIOS ACTIVOS E INACTIVOS
POR TIPO E N NUMEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
A C T I V O 0
I N A C T I V O S
TIPO BOCIOB
~IPFDICAWB
DE BINDICATO
BINDICAMB
BOCIO8
p p p
N.o
%
N .o
%
N .e
%
N.o
%
P p p p -
....... P r o f e s i o n a l ... . . .
603
36
147.633
57
158
28
14.641
32
857
52
91.629
36
325
58
26.703
58
P ~ t r o n u l........
188
11
17.623
7
63
11
3.235
7
. .. . . .. .
12
0,32
15
3
1.304
3
561
100
46.883
100
Industrial
Agrícola
0,72
~
Totales... . . .
1.660
100
827
257.712
100
~
del año 1959, estaban realmente inactivos (Tabla VII). El peor record a este respecto correspondió a los sindicatos agrícolas (con el 61 por ciento de sus miembros inactivos) y les siguieron, en este mismo orden, sindicatos profesionales, patronales e industriales. De aquellos sindicatos y miembros que figuran en el rubro general de inactivos en 1959, la gran mayoría (entre 60 y 80 por ciento) fueron cancelados en el curso del año y son los sindicatos agrícolas los únicos que evidenciaron mayores porcentajes en receso que cancelados (Tablas VIII y IX) Como ya hemos señalado, el sindicato industrial tiene menos socios inactivos que los otros tipos de sindicatos, y por eso su proporción de los socios activos (57 por ciento) es mayor que su proporción de todos los socios, activos e inactivos (53 por ciento). Compárese Tablas v y VI. Al sindicato industrial le correspondía en 1959 el 57 por ciento de todos los miembros sindicales activos, al sindicato profesional el 355 por ciento, al sindicato patronal el 7 por ciento y al sindicato agrícola el 0,3 por ciento. Sin embargo, como nos interesamos solamente en sindicatos que están realmente formados por los trabajadores, aun la información cle la Tabla VI es un tanto abultada; debemos restar los sindicatos patronales y sus afiliados3, lo que deja una fuerza sindical genuina de 1.472
.
=Las organizaciones de empleadores eliminadas del presente estudio son del siguiente tipo: propietarios de carnicerías, panaderías y peluquerías; dueños de autom6viles d e alquiler, biises y camiones de arriendo; pequeilos comerciantes y tenderos; dueños de hilande-
POnLACION
SINDICAL ACTIVA E INACTIVA: PORCENTAJE DE SINDICATOS Y SOCIOS ACTIVOS E INACTIVOS POR TIPO
TIPO DE SINDICATO
TOTALES
ACTIVOB
INACTIVOS
Sindicatos....................
78
21
100
Socioe........................
01
9
100
....................
72
28
100
Socios........................
77
23
100
Sindicatos....................
75
25
100
Socios. ......................
84
16
100
Sindicn tos. ...................
44
56
100
Socios.. ......................
30
61
100
Sindicatos. ...................
75
25
100
Socios........................
85
15
100
Industrinl
Sindicntos
-
Profesional
-
-
Patronal
Agricola
Totnlea
sindicatos y 240.089 miembros. Entonces, a la categoría industrial corresponde el 41 por ciento de todos los sindicatos y el 61 por ciento de todos los miembros sindicales, a Ia categoría profesional el 58 y 38 por ciento, respectivamente, y a la categoría agrícola el 0,82 por ciento de los sindicatos y 0,35 por ciento de los miembros (Tabla x) . Debe hacerse presente que existe una cantidad indeterininable de miembros repetidos en la cifra de 240.089. Alg~inosobreros pertenecen a un sindicato profesional y a uno industrial simultáneamente y algunos empleados pertenecen a dos sindicatos profesionales. No existe manera fácil de averiguar cuántos se encuentran en estos casos. Reduciendo en forma estimada la cantidad anterior, se podría establecer en 200.000 militantes el potencial neto y genuino del sindicalismo legal en Chile4. Nuestra afiliación sindical activa total (257.712) es casi la misma que la de la !Dirección del Trabajo (262.300), pero existe una diferencia subsrias; firmas distribuidoras de leche y licores. De los 188 sindicatos patronales eliminados 7 eran en realidad "sindicatos mixtos", o sea, compuestos de patrones y trabajadores. El sindicato mixto se permite por la ley, pero no figura importantemente en la fuerza sindical total. 'Un autor ha calculado que la doble afiliacibn alcanza a un tercio del total d e la afiliacibn sindical de miembros no empleadores. Hernán Troncoso, "Situacibn Sindical e n Chile", Polilica y Espiritu, 15 de septiembre de 1958, p. 33. Aun cuando este cAlculo es estimado, no existe manera de llegar a una cifra más segura, excepto mediante un estudio especial d e muestras. No obstante, consideramos que este cálculo, que la doble afiliación alcanza a un tercio del total, puede significar una sobrevaloracibn y, dado que preferimos quedar cortos en e l cálculo, antes que sobrepasarnos, consideramos que es igual a un sexto.
TABLA VI11 SINDICATOS Y SOCIOS INACTIVOS Y CANCELPiDOS POR TIPO EN NUMEROS ABSOLU'I'OY
I N A C T I V O 8
TOTAL
TIPO D E RINDICATO TOTAL
RECEBO
DIBOLUCIOIF
TOTAL
IXACTIVOS
CANCELADOS
Y CANCELADOS
INACTIVO8
---
Sindicatos........
10
18
28
130
158
..........
1 .O09
1.793
2.802
11.839
14.641
Sindiratos........
40
42
82
243
325
..........
2.873
2.145
5.018
21.685
26.703
Industrial
Socios..
Profesional Socios..
Sincljcntos. .......
15
12
Socios............
561
458
27
36
63
1 .O19
2.216
8.235
2
13
2
15
130
1.103
201
1 304
Patronal
Sindicatos. .......
11
............
973
Agricol;~ Socios.
--
--
Siridicatos. .......
76
74
150
411
561
Socios ............
5.416
4.526
9.942
33.941
45.883
Totalce
tancial entre nuestro total para los sindicatos activos (1.660) y el de la Dirección (1.752). Además, nuestra eliminación, del total, de la afiliación patronal y filiación duplicada deja una afiliación neta de 24 por ciento inferior a aquélla señalada por la Dirección (262.300 frente a nuestra cifra de 200.000). Nuestras cifras señalan 603 sindicatos industriales, 857 sindicatos profesionales y sólo 12 sindicatos agrícolas, mientras que las cifras respectivas de la Dirección son de 616, 1.116 y 20. Respecto al promedio de afiliación sindical, nuestras cifras son de 245 para sindicatos industriales, 107 para los profesionales y 69 para los agrícolas, mientras que la Dirección señala las cifras de 243, 99 y 83, respectivamentes. Compárense las tablas anteriores con las Tablas I, 11 y IV. Es sumamente interesante el hecho de que mientras el tamaño promedio del sindicato industrial es de cerca de 245 miembros, el 40 por ciento de todos los miembros de los sindicatos industriales se distribuye entre los 26 sindicatos más grandes (de 1.025 o más miembros). Además, el 83 por ciento de todos los sindicatos industriales poseen menos de 325 miembros, que representan sólo el 35 por ciento de la afiliación total de los sindicatos industriales. 6Nuestras cifras de afiliaci6n promedio para cada tipo de sindicato se basan en el total de 240.089 miembros sindicales no empleadores y no en la de 200.000. Parece que no habría un criterio objetivo que permitiese distribuir la deducción o perdida arbitraria de 40.089 miembros entre los sindicatos profesionales e industriales.
SINDICATOS INACTIVOS Y CANCELADOS POR TIPO EN NUMEROS RELATIVOS
I N A C T I V O 8
--
TIPO DE SINDICATO
DISOLWCTON
RECEBO
-
-Sindicatos................
6
11
7
12
Sindicatos.. . . . . . . . . . . . . . .
12
13
Socios....................
11
8
Sindicatos. ...............
24
19
Socios.. ..................
17
14
73
13
75
10
Sindi(8atos.
14
13
So-ios....................
12
10
Industrial Soiioe..
..................
Profesional
Patronal
Sindicatos.
...............
Agrícola socios..
..................
...............
Totales
POBLACION SINDICAL ACTIVA NO PATRONAL POR TIPO DE SINDICATO EN NUMEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
B I N D I c A T O S TIPO D E RINDICATO
N. 0
Iiidustrisl
..........................
Profesional..................... . ...
*
603
41
S57
58
............................
12
Totales..........................
1.472
Agricola
I
0,82
100
Por otra parte, el 49 por ciento de todos los sindicatos industriales tienen menos de 100 miembros, que representa sólo el 11 por ciento de toda la afiliación sindical industrial. Sucede, en consecuencia, que la mayoría de los sindicatos industriales son muy pequeños y que un grupo de algunos sindicatos muy grandes (fundamentalmente de las industrias minera y textil) abulta extremadamente el promedio de la afiliación sindical industrial.
Respecto de los sindicatos profesionales, existen sólo cinco que tienen 1.025 o más miembros y ellos corresponden al 8 por ciento de la afiliación sindical profesional total. El 94 por ciento de todos los sindicatos proEesionales tiene menos de 325 miembros y e1 68 por ciento de todos los miembros de los sindicatos de este tipo; el 74 por ciento posee menos de 100 miembros y el 35 por ciento del total de los miembros; y el 44 por ciento de ellos tiene menos de 50 miembros y el 15 por ciento de todos los miembros de los sindicatos profesionales. De este modo, la gran mayoría de los sindicatos profesionales son extremadamente pequeños, mucho más aún que los sindicatos industriales, y no existen sindicatos lo suficientemente grandes para elevar apreciablemente el volumen promedio d e miembros de este tipo de sindicatos. Véase Tabla XI, Capitulo 11.
C. Poderio del movimiento del trabajo Y A H E M O S tenido ocasión de distinguir entre el "volumen" y el "poderío" del movimiento laboral. El volumen se refiere a la cantidad absoluta de miembros sindicales, mientras que el poderío es una relación entre el volumen alcanzado y la fuerza de trabajo potencialmente organizable. Para medir el poderío, en consecuencia, se necesita la cifra del total de trabajadores organizados y otra que nos dé la fuerza de trabajo susceptible de ser organizada. La Tabla 111 compara solamente la afiliación sindical legal con el total de la fuerza de trabajo y es más bien una medida de la tendencia al incremento del sindicalismo legal que una medida del poderío d e todos los trabajadores organizados. Para llegar a u n índice apropiado de medición, debemos agregar a nuestros 200.000 miembros de sindicatos legales toda otra cantidad conocida de trabajadores organizados, legal o alegalmente y, al mismo tiempo, debemos substraer del total de la fuerza de trabajo todos aquellos miembros que no pueden estar organizados por una u otra razón. Primero debe destacarse que una parte apreciable d e los trabajadores susceptible de organizarse no tiene derecho a formar sindicatos. Algunos de los trabajadores afectados por esta prohibición (empleados públicos) tienen el derecho, sin embargo, de formar asociaciones, y lo han liecho así la mayor parte. Consecuentemente, deben contarse en el sector organizado. Otros trabajadores a los que se ha negado, efectiva pero indirectamente, el derecho a organizar sindicatos (los que laboran en empresas de menos de veinticinco operarios y que no pueden clasificarse en el mismo oficio o profesión) no tienen la alternativa de formar asociaciones. Por lo tanto, permanecen sin organizarse y n o deben considerarse entre los trabajadores susceptibles de hacerlo. Es obvio que muchas otras personas de la fuerza de trabajo tampoco pueden organizarse en sindicatos geniiinamente obreros y no debiera dejarse que abulten Ia cifra en función de la cual se mide el potencial del trabajo organizado. Entre tales personas se cuentan los industriales, los agricultores, los comerciantes, los profesionales y los militares. Puesto que ellos no constituyen fuentes de reclutamiento para los sindicatos, no deben influir en que aparezca mayormente débil o ineficaz al movimiento del trabajo por no haberse ellos organizado. Por otra parte, hay algunos trabajadores que se han organizado libre o alegalmente y ellos se deberían contar en el sector sindical.
Desgraciadamente, como ya se ha liecho presente, nuestra búsqueda de datos estadísticos sobre 10s puntos que se viene de mencionar no ha sido del todo exitosa. Hemos encontrado cifras respecto al volumen de empleados públicos organizados en asociaciones (136.530) O y al número de industriales, agricultores, comerciantes y profesionales del país (613.874) Agregando los empleados públicos asociados a los trabajadores organizados, obtenemos u n contingente total de 336.530 personas y restando los industriales, agricultores, comerciantes y profesionales a Ia fuerza del trabajo queda un potencial organizable neto de 2.125.824 personas. Un cálculo basado en estos nuevos totales señala que los trabajadores organizados constituían el 16 por ciento del potencial organizable de trabajadores en 1959 (en lugar del 10 por ciento que señala la Tabla 111). Como el contingente de 2.125.824 personas aún incluye los militares que no pueden organizarse en sindicatos declarados y como el contingente sindical de 336.530 trabajadores no incluye los que militan en sindicatos libres, la cifra d e 16 por ciento todavía subestima el poderío de los trabajadores. En algunos países los trabajadores agrícolas no se cuentan entre los potencialmente organizables, debido a que en el devenir histórico estos trabajadores han sido muy difíciles de organizar. Si los restamos (302.815)a de la fuerza de trabajo, substrayendo tambiCn los pocos campesinos organizados (827) del total de los trabajadores organizados y luego recalculamos la relación porcentual, encontraremos que los trabajadores organizaclos constituían el 18 por ciento de la fuerza de trabajo organizable no agrícola durante 1959. Además, en cualquier cálculo del poderío sindical en Chile debemos reconocer el hecho que en algunas de las industrias básicas el sindicalismo es muy poderoso y probablemente abarque entre el 50 y el 90 por ciento de los trabajadores organizables en estas industrias (por ejemplo: las industrias del acero, el carbón, el cobre y marítima). El análisis del poderío sindical que antecede se resume en la Tabla xr. ODatos recogidos por Jorge Barría y que se encuentran disponibles en e l Departamento de Relaciones Laborales d e
INSORA.
7Esta cifra se compone de 329.262 agricultores: 137.616 gerentes, administradores
y funcionarios de categoria directiva; 92.195 profesionales, técnicos y trabajadores afines, y 54.801 vendedores y similares. La cifra sobre agricultores corresponde al año 1955 y las demás al año 1952. No hay proyecciones de estos datos para 1939, el año al cual corresponde la cifra d e 2.739.698 que usamos para la población activa total, y por cso probablemente subestiman el volumen real de estos sectores de la población activa en 1959. La cifra para los agricultores incluye a los patrones y sus familiares y los administradores que trabajaban e n las explotaciones agrícolas en 1955 según el censo del mismo año. República de Chile, Servicio Nacional de Estadistica y Censos, XII Censo General de Poblacidn y I de Vivienda, T o m o 1, Resumen del Pais, Cuadro N'? 28, p. 231; República de Chile, Ministerio de Economía, Dirección de Estadistica y Censos, 111 Censo Nacional Agricola Ganadero, Tonio VI, Resumen General del País, Cuadros N.os 10 y 11, pp. 16, 19. cuentan en este total los peones y afuerinos, los inquilinos e inquilinos medieros, los medieros y los obreros especializados. Véase Tabla x I r . Hay 22.069 trabajadores (Lbcnicos, oficinistas y personal de vigilancia) que no hemos contado ni en el total patronal ni e n el obrero, por falta de elementos de juicio. República de Chile, Ministerio de Economía, Dirección de Estadística y Censos, III Censo Nacional Agrícola Ganadero, T o m o VI, Resumen General del Paz's, Cuadro NP 11, p. 19.
TABLAXI FUERZA D E L SECTOR TRABAJADOR ORGANIZADO, 1959
TRARAJ.4DORES OR(IAN1ZADOS
POBLACION
1)
2)
Activa No-Patronal: 2.125.824
%
--
Socios Sindicales y Asociados: 336.630
Activa No-Patronal y h'o-Agricoln: 1 .823.009
Socios Sindiralcs No-Agrícolas y Asoriados: 335.703
3)
16
Activa No-Patronal
18
de Principales
Industrias (Acero, Carbón, Cobre, hlnritima)
Socios Sindicales
50-90
Al concluir este capítulo, debe hacerse u n especial llamado de atención hacia el pie del sindicalismo legal en la agricultura. Si existen 300.000 trabajadores en la fuerza de trabajo agrícola organizable, de los cuales solamente 827 se encuentran organizados, resulta evidente que el sindicalismo de los campos es extremadamente débil y debe aún recorrer u n largo camino antes d e llegar a ser estimado una fuerza considerable. Algunos de los importantes obstáculos que conspiran contra cualquier incremento rápido del sindicalismo campesino son: 1) las grandes distancias entre los fundos; 2) el aislamiento geográfico de las comunidades rurales respecto de los sectores industriales; y 3) la naturaleza de la fuerza del trabajo agrícola. En relaciGn con la fuerza del trabajo agrícola organizable es imporTABLAXII
FUERZA DlfL TRABAJO AGRICOLA ORGANIZABLE
TIPO DE
Peonesy Afuerinos
TRABAJADOR
...........................................
.............................. Medieros ....................................................
Inquilinos e Inquilinos Medieros..
....................................... Totales ................................................
Obreros Especializados.
N.O
*
%
179.779
59
82.367
27
26.861
9
13.808
5
302.815
100
*Estos dato^ acerca de la fuerza del trabajo agrícola que se encuentran e n el I I I Censo Nacional Agrícola G a n a d e r o no incluyen iiienciúii específica deld'voluntario" que se describe en el Código del T r a b a j o como "el obrero a g r i c ~ l aque reaide en el fundo y que trabaja ocasional o permanentemente por un ealnrio y ración dc coinida, en su caso". Tampoco se menciona en el Censo el "reemplazante" que ea, segdn el Código del T r a b a j o , "el obrero aprícola que trabaie en el fuiido por cuenta y cargo del inquilino a quien reemplaza". Véase I i b r o 111 .Título I V , Art.432 del Cbdibo del T r a b a j o . Ee probable que los voluntnrios Y lcs reemplneantes se incluyan en el Censo entre los peones.
tante conocer a los distintos tipos de trabajador campesino, y la proporción en que figura cada uno en la fuerza del trabajo total organizable, porque u n tipo presenta u n problema de organización diferente que otro. Según el censo agrícola de 1955, hay cuatro tipos de trabajador campesino en el país: el peón y el afuerino, el inquilino y el inquilino mediero, el mediero, y el obrero especializado (véase Tabla XII) . Los peones y afuerinos son los más numerosos y constituyen u n 59 por ciento de la fuerza del trabajo agrícola organizable, los inquilinos e inquilinos medieros siguen con el 27 por ciento de ella, los medieros cuentan con u n 9 por ciento y los obreros especializados con el 5 por ciento. En el mismo censo se define el afuerino como "el peón, generalmente sin tierra, que ofrece su trabajo, por lo común en ciertas épocas del año, en especial las de coseclia, a la explotación agríc~la". El inquilino es "una categoría de obrero de la explotación agrícola que vive dentro de ella y recibe su retribución en casa, porción de tierra u otras regalías y parte en dinero". Al mediei-o se le conoce coino el trabajador a quien "le es suministrada una extensión de tierra para su cultivo, mediante acuerdo; que no siempre vive en ella y cuya producción se reparte a medias con el productor o dueño de la explotación"9. El grado de independencia personal, regularidad de trabajo y movilidad de estos tipos de trabajadores son algunos de los factores que influyen importantemente en facilitar o dificultar su sindicalización. El inquilino vive físicamente en el fundo y trabaja en él durante todo el año, su relación con el hacendado es íntima, lo que dificulta su sindicalización. Los peones y afuerinos son más independientes respecto a esta modalidad, pero, por otro lado, muchos de ellos son trabajadores ocasionales o trasliuinantes y esto complica el problema de su organización. Los medieros también viven más independientemente del dueño de la tierra que los inquilinos, pero esta ventaja es probablemente, en alguiios casos, contrabalanceada por una psicología de pequeño agricultor. Los obreros especializados constituyen sólo un pequeño porcentaje del total de trabajadores campesinos y no aportarían u n aumento considerable, aun si todos se sindicalizaran. El efecto combinado de los tres obstáculos mencionados (las distancias entre fundos, el aislamiento geográfico del sector rural y la naturaleza de la fuerza del trabajo agrícola) es el de Iiacer extremadamente difícil en lo físico y económicamente costoso tanto la organización como el mantenimiento de sindicatos entre los campesinos. Un cuarto factor que debe tenerse presente al evaluar el sindicalismo campesino es el dE las limitaciones que el Código del Trabajo pone al establecimiento de los sindicatos agrícolas. Cada sindicato requiere u n mínimo de veinte miembros, todos los cuales deben tener más de u n año de servicio consecutivo en el mismo predio. Este precepto, que por sí solo priva a muchos trabajadores del derecho a organizarse (todos los inquilinos y voluntarios que trabajan en pequeños fundos, todos los afuerinos y probablemente la gran mayoría de los medieros), se complementa con otro que exige que por lo menos diez de los trabajadores que deseen constituir un sindicato sepan leer y escribir. Dado que el analfabetismo en la población rural total alcanza a aproximada-
mente 42 por cientolo, el efecto de este último requisito es probablemente decisivo en prohibir la formaci6n de sindicatos en algunos casos. Estas cortapisas legales, y otras no mencionadas, han liecho que algunos trabajadores agrícolas formen sindicatos alegales o libres. Sin embargo, las trabas de origen legal pueden fácilmente ser objeto de una excesiva sobreestimación, mientras que no se otorga el debido valor a los otros obstáculos fundamentales ya señalados.
'"En el censo de 1952 se define a la poblacibn rural como aquella que "vive en zonas carente5 de servicios públicos y municipales y que depende fundamentalmente de la producción primaria." En esta poblacibn, que obviamente incluye a otras personas fuera de los trabajadores de la agricultura y sus familias, la tasa de analfabetismo en 1952 era de 42 por ciento. Dado que los trabajadores agrícolas se encuentran e n el peldaño inferior de la escala social, la tasa de analfabetismo entre ellos es indudablemente m i s elevada que entre la poblacibn rural considerada como un todo. República de Chile, Servicio Nacional de Estadística y Censos, XII Censo General de Población y I de Vivienda, Tomo 1, Resumen del Pais, p. 67. La tasa de analfabetismo de 42 por ciento se calculd a partir de cifras absolutas sobre analfabetismo
y alfabetismo que se encuentra en la Tabla
XI
(p. 164) de este volumen.
A. Análisis de las tendencias e n los ingresos INTRODUCCION más de treinta años la Dirección del Trabajo ha dado a conocer datos relativos a los ingresos sindicales por concepto de participación de utilidades y por cuotas. En el análisis de los ingresos sindicales que hemos efectuado, para el año 1959, que se incluye en la segunda parte del presente capítulo, identificamos cuatro fuentes adicionales de ingreso. No hemos podido establecer si los datos de la Dirección del Trabajo son simplemente incompletos o si, por ejemplo, los ingresos que se califican como cuotas también incluyen ingresos de otro origen y así, al agregarse a la renta proveniente de la participacidn de utilidades, dan una cifra total de ingresos. Para el año 1944, sin embargo, el informe de la Dirección del Trabajo explica que su cifra de cuotas para aquel año incluye "otros ingresos", pudiendo ser éste el procedimiento seguido en los otros años. En todo caso, en las tablas de ingreso que siguen hemos agregado, a aquéllos que provienen de cuotas, los que tienen su origen en participación de utilidades, presentando una cifra del ingreso total. Sin embargo, si para algunos años (o la mayoría de los años) los datos de la Dirección del Trabajo relativos a ingresos estuvieran limitados estrictamente a cuotas y no incluyeran otros ingresos, entonces nuestras cifras del ingreso total para estos años de hecho subestimarían en una cantidad desconocida el ingreso total. D U RA N TE
Respecto a la seguridad de los datos sobre ingresos de los sindicatos legales, debe hacerse una distinción entre los datos de participación de utilidades y aquéllos de cuotas. Dado que los datos sobre participación de utilidades, según los proporciona la Dirección del Trabajo, se basan en registros tributarios oficiales, generalmente son dignos de confianza. Se han encontrado cifras contradictorias solamente en el caso de tres años (1932, 1933 y 1934) ; en tales casos se ha preferido las cifras más recientes. La seguridad de los datos sobre cuotas, por otra parte, está sujeta a interrogantes más serias. En cuanto a la cantidad, ya se ha señalado que estos datos pueden incluir otros ingresos fuera de las cuotas. En cuanto a la fuente de información, la Dirección del Trabajo ha basado sus cálculos de cuotas en los presupuestos sindicales en lugar de los balances. Los sindicatos deben presentar presupuestos nuevos a la Dirección del
Trabajo cada vez que ocurren cambios en los ingresos presupuestados o en los gastos contemplados. No obstante, los presupuestos deben ser considerados, por norma, inferiores a los balances en cuanto a fuente de información sobre ingresos sindicales. Respecto al procedimiento para elaborar la información sobre cuotas, la Dirección del Trabajo recientemente ha adoptado un procedimiento standard, pero en la mayor parte de los años que se estudian los datos rel~tivosa cuotas han sido difíciles de recolectar y analizar. Durante algunos años la Dirección ha emitido cifras separadas para cuotas de sindicatos inclustriales y profesionales; en otros años existe sólo una cifra total de cuotas y otra para cuotas de sindicatos industriales; y todavía en otros años se proporciona una cifra de cuotas total que es la misma cifra de cuotas de los sinciicatos industriales. Se Iian analizado cuidadosamente los informes anuales, las tablas acumulativas y las comunicaciones respecto a cuotas, cotejando estos datos con los publicados por la Dirección General de Estadística, y procediéndose a resolver las coiitradicciones en la mejor forma que lo permite la información misma. En 1956 la Dirección del Trabajo agregó a los sindicatos agrícolas a sus datos sobre ingresos y a partir de 1958 ha hecho una clara distinción entre cuotas de sindicatos profesionales y de sindicatos industriales. Se espera que esto último se continúe. Los datos de la Dirección sobre el ingreso proveniente de participaci6n de utilidades de los sindicatos industriales se' hallan disponibles para todos los años menos uno desde 1926, mientras que existen cifras para ingresos por cuotas de estos mismos sindicatos para todos los años a partir de 1932. Los sindicatos profesionales no tienen ingresos por participación de utiliclades, y liemos encontrado datos sobre sus cuotas solamente para los años transcurridos desde 1940. Las cifras de nuestra primera tabla de ingresos se limitan en consecuencia a los ingresos de sindicatos industriales para el período 1926-1939, ambos años inclusive; comprenden los ingresos de los sindicatos profesionales e industriales para los años 1940-1959 y de los sindicatos agrícolas para los últimos cuatro años (1956-1959) del período que se, estudia. Todas las cantidades en esta tabla y en las tablas subsiguientes para ingresos y egresos se expresan en escudos.
TENDENCIAS BASICAS EN LOS INGRESOS SEGUN FUENTES de la Tabla I revela que solamente en cuatro ocasiones desde 1926 el ingreso total ha dejado de aumentar (1931, 1939, 1944, 1946) . La falta de aumento de los ingresos se debió en tres ocasiones a reducciones en la participación de utilidades (1931, 1939, 1944) y sólo una vez a una disminución en las cuotas (1946). Los ingresos por participación de utilidades también bajaron en 1951, pero, dacio que se produjo u n aumento absoluto todavía mayor en los ingresos por cuotas, en realidad los ingresos totales del año aumentaron. La Tabla I también indica que los ingresos sindicales totales en 1959 (el año mhs reciente de aquéllos para lus cuales tenemos datos) ascendió a cerca de 1,5 millón de escudos, y ésta es en verdad una suma moclestísima si se considera que la renta nacional total para el año 1959 fue de 4.100 millones de escudos. Desde 1940 (año en que las informaciones de la Tabla I se tornan más completas) la participación de utilidades Iia sido evidentemente la fuente E L
A N A L I S I S
INGRESOS SINDICALES E N TOTAL Y POR FUENTE, 1926-1959 (EN ESCUDOS)
principal de los ingresos sindicales totales. Las cuotas han sobrepasado a la participación de utilidades como porcentaje del ingreso total solamente una vez (1944) en el curso de los últimos veinte años. Se deduce que no existe una tendencia para que se produzcan cambios considerables en la importancia relativa de estas dos fuentes de ingresos. Generalmente, las cuotas han fluctuado entre el 33 y el 51 por ciento de las entradas totales y la participación de utilidades entre el 49 y el 67 por ciento, Compárese la información de la Tabla I con los Gráficos 1 y 2.
Si bien las cifras nominales sobre ingresos sindicales que hemos considerado hasta este momento muestran aumentos constantes y considerables del ingreso total, tanto de la participación de utilidades como de las cuotas, esto no nos indica si tal ingreso aumentó más rápida o más lentamente que el ritmo de la inflación misma y, en consecuencia, si los sindicatos se encuentran mejor o peor en la actualidad de lo que se encontraban en 1940. Ni tampoco
nos indican si el ingreso sindical efectivo fluctúa desordenadamente de año en año o si los cambios se presentan moderada y regularmente, ni si existen diferencias entre el sindicato profesional y el industrial en estas materias. En términos generales, no existen dudas de que el ingreso sindical total real ha declinado drásticamente durante los últimos veinte años (Tabla 11, Gráfico 3 ) . Es también evidente que existen fluctuaciones más agudas en el ingreso por participación de utilidades que en el proveniente de cuotas. Han existido cuatro ascensos y descensos básicos en el ingreso total real, todos los cuales menos uno hicieron descender tal ingreso a un nivel cada vez más bajo. Así, entre 1940 y 1944 el ingreso efectivo bajó desde E0 2.069.379 a E0 1.515.083. El siguiente cambio en 1947 lo dejó en E0 1.441.979, nivel desde el cual experimentó un alza durante dos años. Entre 1949 y 1956 el descenso fue constante, con excepción de un solo año, y se detiene en E0 1.180.447, que constituye el punto inferior del ingreso sindical total del periodo de veinte años que se estudia. Al comparar el promedio de la renta real total de los primeros cinco años del periodo con el promedio de la renta real de los últimos cinco años, se obtiene un 27 por ciento de disminucibn.
INGRESOS REALES SINDICALES EN TOTAL Y POR FUENTE, 1940-1959 (EN ESCUDOS)*
TOTALEB
*
PABTICIPbCIONEU
CUOTAS
Indice empalmado sobre la base de 1 9 5 9 100 ~ y obtenido del "Indice de Pre~~ioa al Consumidor," e o l e t f n
Meniidal del Banco Central de C l ~ i l e N.o , 381, noviembre 1959, pAg. 757.
La situación en relación con las entradas por participación de utilidades es casi la misma que con el ingreso total, pero, respecto a las cuotas, es un tanto diferente. Las cuotas lian fluctuado en tres niveles diferentes, y cada uno muestra una disminución substancial del ingreso real (1940-1945, 1946-1952, 1952-1957). Comparando nuevamente los primeros cinco años can los últimos cinco, las entradas por participación de utilidades han descendido en un 27 por ciento y las cuotas en un 28 por ciento.
TENDENCIAS EN LOS INGRESOS T I P O D E S I N D I C A T O
SEGUN
L A D I v I S I 6 N d e estos ingresos reales entre los tres tipos de sindicatos favorece claramente al sindicato industrial (Tabla 111). Siempre ha tenido no menos del 74 por ciento del ingreso real total y en doce de los veinte años que van de 1940 a 1959 tuvo entre el 87 y 91 por ciento de él. Esto se explica parcialmente por el hecho de que existen más miembros y, en consecuencia, más aportadores de cuotas en los sindicatos industriales, asf como por el hecho adicional y aún más importante, que sólo el sindicato industrial goza del derecho a la partici-
pación de utilidades'. Si a estas ventajas agregamos la circunstancia del mayor tamaño promedio del sindicato industrial, no resulta sorprendente que corresponda a tste una mayor renta media y una mayor renta por miembro que 'El C6digo del Trabajo estipula que las firmas privadas deben compartir con sus operarios el 10 por ciento de las utilidades netas (menos un 10 por ciento que se puede restar por razones estipuladas en la ley), pero en ningdn caso más del 6 por ciento de la suma total de su planilla de pago, y que el 50 por ciento de la cantidad compartida debe entregarse al respectivo sindicato industrial. Las compañías pueden eludir esta obligación dando al sindicato acciones equivalentes en valor al 6 por ciento del capital pagado. Hay dos excepciones a esta política general. En los sindicatos industriales constituidos en empresas que tienen a su cargo servicios de utilidad pública, que estCn sujetas al cobro de tarifas por dichos servicios y que cuenten con un capital pagado superior a ochenta mil escudos, el total de la participacibn se paga a los obreros y, por lo tanto, nada le corresponde por este capítulo al sindicato. Los trabajadores de la gran minería del cobre están sujetos a un sistema especial de participación en las utilidades de la empresa. A estos obreros les corresponde, a titulo de participación sindical, el 20 por ciento del salario base por dia trabajado, hasta un máximo de seis sueldos vitales, sobre la base del sueldo vital de la minería e n el Departamento de Santiago. De la participación que corresponde a cada obrero se descuenta un 5 por ciento que se entrega al respectivo sindicato.
en el caso del sindicato profesional (Tablas rv y v) . La renta media del sindicato profesional nunca ha sido superior a la quinta parte de las entradas promedio del sindicato industrial y la renta media por miembro del sindicato profesional nunca ha llegado al cincuenta por ciento del ingreso medio per cápita del sindicato industrial. El ingreso de los sindicatos agrícolas, al igual que la correspondiente afiliación, es insignificante y nunca ha constituido más de dos décimas por ciento del ingreso sindical total. Del mismo modo, los promedios de ingreso real de los sindicatos agrícolas y del ingreso por miembro de estos mismos sindicatos son muy inferiores a las cifras correspondientes de los sindicatos industriales y profesionales (Tablas III, IV y v)
.
INGRESOS REAIZS E N TOTAL Y POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959 (EN ESCUDOS)
%
90
ACIRICOLA
188.690
9
-
190.121
9
90
181.916
10
1.692.902
90
181.923
10
44
1.322.330
87
192.753
13
-
45
1.805.002
89
213.578
11
-
46
1.553.634
90
173.869
10
-
47
1.305.342
91
136.637
9
-
1.521.828
90
171.893
10
-
49
1.646.726
91
165.266
9
-
-
1950
1.614.055
92
144.649
8
-
-
51
1.246.006
87
193.291
13
52
1.144.923
81
262.489
19
53
1.305.617
85
234.778
15
-
-
54
1.111.611
84
205.206
16
-
55
943.958
78
272.727
22
-
56
929.396
79
250.830
21
22 1
0,02
1.180.447
57
930.691
80
248.909
20
178
0.01
1.229.775
58
1.349.635
79
353.787
21
2.356
0,14
1.705.778
59
1.113.670
74
390.676
26
2.600
0,17
1.506.946
ARO
1940 41 42 43
48
INDUBTRIAL
%
1.880.689
91
1.850.357
91
1.691.286
PROFESIONAL
TOTALES
2.069.379
-
-
2.010.478 1.873.202 1.874.825 1.515.083 2.018.580 1.727.503 1.441.979 1,693,722 1.811.992
1.758.704 1.430.297 1.407.412 1.540.395 1.316.817 1.216.685
Se debe considerar, sin embargo, que a pesar del tipo de sindicato que analizamos el ingreso absoluto es pequeño. Así en 1959 el ingreso medio del sindicato industrial fue E0 1.794 y el del sindicato profesional sólo E0 350. Sobre una base mensual, estos promedios serían E0 149 y E0 29 respectivamente, y, sobre una base mensual per cápita, serían sólo E0 0,62 y E0 0,29 (Tabla IV). Un factor adicional que debe tenerse en consideración al analizar los ingresos promedios de los sindicatos industriales es que menos de la mitad de estos sindicatos reciben ingresos por participación de utilidades. El ingreso promedio de los sindicatos industriales que reciben participación de utilidades es, en consecuencia, mayor que el ingreso medio de todos los sindicatos industriales
INGRESO MEDIO REAL DE TODOS LOS SINDICATOS Y POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959
(EN ESCUDOS)
ANO
INDIIBTRIAL
PROFRBIOXAL
U/O D E IND.
AGRICOL4
O/o D E I N D .
8INDICAT08
---
1940
2.990
150
5
-
-
41
2.733
146
5
-
42
2.809
184
7
-.
43
2 944
174
6
44
2.219
183
8
45
3.236
209
6
46
2.629
156
6
47
2.165
111
5
48
2.507
138
5
49
2.686
134
5
1950
2.5i8
114
4
51
1.968
151
8
52
1.792
196
11
53
1.963
169
9
54
1.642
150
9
55
1.430
182
13
56
1.179
160
14
'
TODO8 LO8
-
-
1 .O96 1 .O32 1.174 1.159 917
-
1.277
-
788
'.O13
-
-
977
-
-
922
-
7
-
0,6
912
746 705 745 637 559 496
57
1.356
182
13
6
084
5fO
58
2.106
289
14
84
4
901
59
1.608
350
19
130
7
860
y obviamente muy superior al ingreso medio de aquellos sindicatos industriales que no reciben renta en absoluto por participación de utilidades. La información de la Tabla VI señala que desde 1926 entre el 10 y el 54 por ciento de los sindicatos industriales han recibido ingresos anuales por participación de utilidades y que desde 1940 ha habido una tendencia más bien firme a que este porcentaje aumente. El 24 por ciento de los sindicatos industriales recibieron participación de las utilidades de las compañías en 1940 y el 54 por ciento recibió tales ingresos en 1959. El ingreso promedio que estos sindicatos han recibido por participación de utilidades ha sido casi regularmente el doble, por lo menos, del ingreso promedio total de todos los sindicatos industriales (compárese la Tabla VI con la Tabla IV) Si el ingreso por cuotas de los sindicatos industriales con ingreso por participación de utilidades pudiera separarse del ingreso total por cuotas de todos los sindicatos industriales y agregarse al ingreso por participación de utilidades de estos sindicatos, su ingreso promedio obviamente sería aun mayor de lo que señala la Tabla VI. La significación de este análisis es, en consecuencia, que existen dos niveles de ingreso promedio entre los sindicatos industriales. Aquellos sindicatos industriales con ingresos por utilidades poseen el ingreso promedio más elevado de todos los sindicatos del país. Aquellos sindicatos industriales (50 por ciento del total) que no cuentan con ingre-
.
INGRESO MEDIO REAL DE TODOS LOS SOCIOS POR TIPO DE SOCIO, 1940-1959 (EN ESCUDOS)
sos por participación de utilidades probablemente tengan ingresos promedio al nivel de, o no muy superiores a, los ingresos promedio de los sindicatas profesionales. Se debería emprender otro estudio para determinar por qué una proporción tan elevada de sindicatos industriales no recibe ingresos por concepto de utilidades. III, IV
Un mayor análisis de los datos sobre ingresos reales de las Tablas y v revela una tendencia claramente favorable a los sindicatos profesiona-
les. El ingreso total de los sindicatos industriales ha fluctuado desordenadamente, tanto en tdrininos absolutos como relativos, con una definida tendencia descendente durante el lapso 1940-1959. En cambio, los ingresos totales de los sindicatos profesionales, con seria fluctuación en cuanto a porcentaje, pero no asf en términos absolutos, denotan una tendencia genera1 ascendente (Tablas 1x1 y VII, Gráficos 4 y 5) . Tomando promedios de los primeros cinco y de los últimos cinco años, los ingresos totales reales de los sindicatos industriales declinaron un 37 por ciento mientras los ingresos totales reales de los sindicatos profesionales han aumentado en 62 por ciento. Si calculamos los ingresos de los sindicatos profesionales en forma de porcentaje de los ingresos sindicales totales, encontramos que la participación correspondiente a los sindicatos profesionales en este total se duplicó en el curso de los mismos periodos quinquenales (aumentó desde el 11 al 22 por ciento), mientras los sindicatos industriales sufrieron una pérdida correspondiente (su participación descendió desde el 89 al 78 por ciento). Igual-
SINDICATOS INDUSTRIALES BENEFICIADOS CON PARTICIPACION EN LAS UTILIDADES, 1926-1959
INGRESO PROMEDIO REAL DE SINDICATOS
A k0
N . 0 D E SINDICATOS
TOTAL DQ
BENEBICIADOEJ
SINDICATOS
%
DE SINDICATOS
BENEFICIADOS
BENEFICIADOS
(EN ESCUDOS)
-
-
-
-
-
-
-
--1926
3
27
5
28
18
-
-
-
29
30
61
49
1930
-
-
31
17
-
-
32
33
168
20
33
35
243
14
34
-
266
-
35
99
255
39
36
119
275
43
37
115
316
36
-
38
99
333
30
-
39
62
593
10
-
1940
149
629
24
8.800
41
163
677
24
7.413
42
-
602
-
-
43
-
44
-
45
696
-
558
-
575
-
-
-
46
187
591
32
5.504
47
20 1
603
32
4.465
48
213
607
35
4.720
49
215
613
35
5.348
19BO
231
629
37
5.117
51
235
633
37
3.738
52
207
639
32
4.105
53
24 2
665
36
4.275
54
247
677
36
3.535
55
290
660
44
2.568
56
316
788
40
2.393
57
298
723
41
2.653
58
354
641
55
2.836
59
330
616
54
2.385
.
I mente, el ingreso promedio de los sindicatos industriales declinó un 40 por ciento durante estos años mientras el promedio de los ingresos de los sindicatos profesionales aumentó en un 27 por ciento (Tabla IV, Gráfico 6 ) . Dado que la fuerza relativa de la afiliación de los sindicatos profesionales y de los industriales y el tamaño promedio de cada uno de estos tipos
de sindicatos no han variado apreciablemente en el curso de los años, sería de esperar que, a través de u n análisis de las cifras comparativas de los ingresos per cápita, se encontrara una explicación para la variación de los ingresos relativos entre estos dos tipos. T a l es por cierto el caso, y la Tabla v señala que el ingreso real per cápita del sindicato industrial ha descendido vertiginosamente y con grandes fluctuaciones desde 1940, mientras que el ingreso real per cápita del sindicato profesional ha permanecido más o menos estable (en términos absolutos) con una declinación al comienzo y una eIevación al termino de1 período
2 100
?
2000
-
1600
-
1500 1400
'
-
INDUSTRIALES
1200 Iloli 1000 1300
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-
RII(I
-
700
-
w
500 600
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1940
/
,-+--
yo0 c ~ ~ - , , , , - - ~ * , 100
/ /
,-\
300 -
I
I
I
I
41
42
13
44
45
1
1
1
1
1
1
1
1
1
l
1
1
\
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
(véase también Gráfico 7). Los promedios para los períodos correspondientes a los primeros y Últimos cinco años señalan que el ingreso real per cápita de los sindicatos profesionales experimentó un leve descenso (3 por ciento) y que el ingreso real per cápita de los sindicatos industriales descendió verticalmente en un 50 por ciento. Esto ha significado que, al calcularse como porcentaje del ingreso per cápita del sindicato industrial, el ingreso per cápita del sindicato profesional aparece experimentando un aumento desde el 17 al 36 por ciento en el curso de estos mismos períodos.
-25
-
-30
,
-35
,
-40
,
-45
INDUSTRIALES
1 1 1 1 l 1 1 1 1 1 1 1 1 1 l 1 1 1
1940 41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
El hecho que el ingreso real total del sindicato profesional aumentó 62 por ciento mientras el ingreso real per cápita del mismo tipo de sindicato permaneció más o menos estable se explica porque el contingente promedio de afiliados al sindicato profesional aumentó también aproximadamente en la misma relación que el ingreso total (63 por ciento) durante los mismos periodos de cinco años en discusión. Esto significa, además, que los sindicatos profesionales, en termino medio, han alzado las cuotas aproximadamente en la misma proporción del aumento del costo de la vida. A la inversa, el hecho que el ingreso real total de los sindicatos industriales descendiese u n 37 por ciento, mientras los ingresos por participación en utilidades descendiesen u n 27 por ciento y el ingreso per cápita disminuyera u n 50 por ciento, sólo puede significar que las cuotas per cápita de los sindicatos industriales se han reducido extremadamente durante estos mismos periodos de cinco alios. La hipótesis es, entonces, que la divergencia profesional-industrial es el resultado de u n distanciamiento creciente entre el ingreso por cuotas (principalmente un brusco descenso en las cuotas de los sindicatos industriales y más o menos estabilidad en las cuotas de los sindicatos profesionales) y el persistente descenso de los ingresos por participación de utilidades. Esta presunción se verifica en la Tabla VIII y el Gráfico 8. Las cuotas reales per cápita de los sindicatos profesionales han permanecido más o menos estables a lo largo del período y han descendido sólo u n 3 por ciento durante los últimos cinco años en relación con
INGRESOS TOTALES REALES POR
TIPO DE SINDICATO, 1340-1959:
VARIACION ANUAL PORCENTUAL EN RELACION AL
ARO ANTERIOR
PROFESIONAL
los primeros cinco. Por otra parte, las cuotas reales per cápita de los sindicatos industriales bajaron en u n 66 por ciento en los mismos períodos de cinco años (acusando una tasa de descenso substancialmente mayor que la del ingreso per cápita por participaciones, ya que el descenso clel ingreso total per cápita fue de un 50 por ciento) En relación al sindicato profesional, el sindicato industrial ha perdido claramente terreno en cuanto al ingreso por cuotas. Mientras percibió el doble d e cuotas per cápita que el sindicato profesional durante el lapso 1940-1944, en el lapso 1955-1959 percibió u n tercio menos que el sindicato profesional.
.
En otras palabras, el análisis de los datos de la Dirección del Trabajo muestra que prácticamente el total de la pérdida de ingreso real desde 1940 ha sido sufrido por el sindicato industrial. El sindicato profesional se encuentra hoy en situación aproximadamente igual a la que existía en la primera mitad de la decada de 1940. Dos hipótesis pueden plantearse para explicar la enorme diEerencia entre el sindicato industrial y el profesional en el aspecto del ingreso per c á p i ~ proveniente de cuotas. En primer término, puede ser que, como el sindicato industrial depende en gran parte de una participación en las utilidades anuales d e la empresa en lo relativo a sus ingresos, realiza pocos esfuerzos para obtener u n aumento de índole reglamentaria en sus cuotas de socios sindicalizados o
para elevar los ingresos mediante el cobro de cuotas especiales. El sindicato profesional, por su parte, casi totalmente dependiente de sus miembros en cuanto a su financiamiento, se preocupa del monto de las cuotas, y estas se han manteni-
do no muy lejos del alza del costo de la vida y del aumento paralelo del costo de las actividades sindicales. Una segunda hipótesis se referiría a que tambiCn existe una correlación significativa entre los salarios de los miembros del sindicato industrial y sus cuotas en descenso y una igualmente significativa correlación entre los sueldos y salarios de los miembros del sindicato profesional y sus cuotas estables. No hay datos fácilmente disponibles cuyo análisis nos permitiese aceptar o rechazar estas hipótesis y, en consecuencia, ellas quedan para una inves tigación futura.
B. Análisis de la muestra de ingresos sindicales según tamaño de sindicatos y fuentes de ingresos P R O B A B L E M E N T E sea cierto que los sinclicatos más grandes tiendan a tener ingresos totales más elevados que los sindicatos menores. Esta diferencia en ingreso total según tamaño probablemente se deba en parte al simple hecho de que mientras más miembros existen en un sindicato, mayor es el volumen de
INGRESO REAL PER CAPITA POR CONCEPTO DE CUOTAS POR TIPO DE SINDICATO, 1940-1959 (EN ESCUDOS)
A ÑO
INDUSTRIAL
PROFESIONAL
AQRICOLA
---1940
6,14
2,68
41
5,20
2,26
42
4,45
2,54 2,56
43
332
44
4,02
1,87
45
4,58
2,30
46
3.52
1,68
-
-
47
2,72
1,21
48
3,40
1.53
40
3,35
1.51
1950
2.95
1.29
51
2,45
1.72
52
1,91
2,05
53
1.65
1.76
54
1,44
1.55
-
55
1,22
1,94
-
56
1,02
1,74
0,09
57
1,17
1,84
0.09
58
2.23
2,96
1,16
50
2.18
3,52
1.57
-
-
ingresos por cuotas. Respecto a los sindicatos industriales, que también reciben ingresos por participación de utilidades, los más grandes pueden tener u n mayor volumen de ingresos que los más pequeños debido a la razón adicional que el volumen de las utilidades puede aumentar a parejas con el tamaño d e la firma. Los sindicatos más grandes pueden recibir aun ingresos de otros orígenes, sean intereses o donaciones, lo que no está al alcance de los sindicatos más pequeños por falta de influencia, cle poder económico o de u n superávit susceptible de invertirse. También es posible que, sobre una base per cápita, los ingresos provenientes de algunas fuentes aumenten conjuntamente con el tamaño del sindicato, mientras que los provenientes de otras fuentes no. Las tablas de ingresos que se incluyen a continuación nos permiten realizar observaciones respecto a todos estos puntos. Incidentalmente, compararemos también las entradas per cápita provenientes de cuotas con las cuotas establecidas en los estatutos sindicales con
el objeto de determinar si los sindicatos reciben más (y de ser así, ¿por qué?) o menos cuotas que la cantidad establecida.
INGRESO REAL PER CAPITA POR CONCEPTO DE CUOTAS POR TIPO DE SINDICATO,
1940-1959
(EN ESCUDOS)
LA MUESTRA E N E L c A P I T U L O que antecede, sefialamos que en 1959 existían en actividad 1.472 sindicatos no-patronales en el país. Como no todos los sindicatos activos tienen balances, antes de tomar nuestra muestra tuvimos que determinar con exactitud, primeramente, cuántos de los sindicatos activos entregaron balances para 1959 a la Dirección del ~ r a b a j o .En realidad, decidimos ampliar el recuento y clasificar los resultados de tal manera que se ob~uvieseu n índice aproximado de la responsabilidad financiera de los sindicatos activos. La Tabla IX en consecuencia señala no solamente cuántos sindicatos de cada tipo presentaron balances para 1959 ( y presupuestos también, dado que se determinó que todos los sindicatos con balances también habían presentado presupuestos), sino además cuántos presentaron sólo presupuestos y cuántos no presentaron información financiera alguna a la dirección del Trabajo. El sindicato industrial tiene los mejores antecedentes al medírsele con este patrón de responsabilidad financiera, y es seguido por el profesional y elagrícola, respectivamente. Los archivos del Gobierno contenían balances solamente para el 42 por ciento de los sindicatos agrícolas activos, el 72 por ciento de las organizaciones profesionales y el 82 por ciento de los sindicatos industriales (Tablas IX y x) . En general, los sindicatos tienen más presupuestos que
RESPONSABILIDAD FINANCIERA DE LOS SINDICATOS ACTIi'OS POR TIPO E N NUMEHOS ABSOLUTOS
TIPO D E SINDICATO
Industrial
BOLO CON
SIN
PRESUPUESTO
INPORMACION
...........................
Profesional Agrícola
CON BALANCE
Y PRESUPUESTO
..........................
494
53
56
603
618
64
175
S57
5
1
6
12
1.117
118
237
1.472
............................
Totales..........................
TOTALES
RESPONSABILIDAD FINANCIERA DE LOS SINDICATOS ACTIVOS POR TIPO E N NUMEROS RELATIVOS
TIPO DE S I ~ D I C A T O
Industrial
CON BALANCE
SOLO CON
Y PRESUPUESTO
PRESUPUEBTO
........................... ..........................
SIN
INPOBMACION
TOTALES
62
9
9
100
72
7
21
100
............................
42
S
50
100
Totales.. ........................
76
8
16
100
i'rofesionnl AgrIcola
balances (por ejemplo, 91 por ciento de los sindicatos industriales tenia presupuestos mientras que el 82 por ciento tenía balances). Este hecho se debe probablemente a que la Dirección del Trabajo ha encontrado preferible dedicar una mayor parte de sus limitados recursos a revisar presupuestos que a revisar balances. Se observa, en consecuencia, una mayor presión sobre los sindicatos para que presenten presupuestos con preferencia a los balances. La omisión en el cumplimiento de ambos requisitos se origina indudablemente en: 1) el desconocimiento de la legislación del trabajo (la validez de esta observación tiende a ser mayor en el caso de los sindicatos agricolas, muchos de cuyos miembros son iletrados) ; 2) el Iionorario de un contador (que en algunos casos significa el gasto de todo o casi todo el ingreso del sindicato), y 3) el simple rechazo de cumplir el requisito por razones ajenas a las financieras. Puesto que se encontraron sólo cinco sindicatos agrícolas con balances, fue imposible considerarlos dentro de la población estratificada a muestrearse, siendo en consecuencia eliminados. La población estratificada quedó reducida entonces a 1.112 sindicatos industriales y profesionales con una afiliación total de 191.095 miembros (Tabla XI) . Como había una doble finalidad
POBLACION ESTRATIFICADA A AIUESTREARSE E N NUhIEROS ABSOLUTOS Y RELATIVOS
I N D U S T R I A L
P R O F E S I O N A L
T O T A L E S
ESTRATOS
DE 80C108
BINDICATOB
N.o
%
SOCIO8
No
SINDICATO8
%
N.o
%
SOCIO8
N .
8INDICATO8
%
N.O
%
--
--- ----
BOCIOS
y,
N.O
-
1.
25-
49
99
20
3.605
3
271
44
9.967
15
370
33
13.572
7
2.
50-
74
94
19
5.709
5
116
19
7.091
11
210
19
12.800
7
3.
75-
99
48
10
4.211
3
70
11
5.944
9
118
11
10.155
5
100- 174
101
20
13.616
11
76
12
9.851
15
177
16
23.467
12
5.
175- 324
71
14
17.034
13
51
8
11.781
18
122
11
28.815
15
6.
325- 524
27
5
11.297
9
20
3
8.041
12
47
4
19.338
10
4.
7.
625-1.024
28
6
19.928
1G
9
1
6.483
10
37
3
26.413
14
8.
1.025 y m6s
26
5
51.058
40
5
0,80
5.477
8
31
3
56.535
30
494
100
126.451 100
618
64.637
100
1.112
100
191.095
100
Totales
100
I básica, que consistía en el análisis de los datos financieros sindicales en función del tamaíío y del tipo de sindicato, se procedió entonces a dividir a los sinclicatos por categorías y separarlos arbitrariamente en ocho estratos según el número d e sus asociados. La ley fija la cantidad de veinticinco miembros como afiliación mínima aceptable para el establecimiento y existencia legal continuada de un sindicato. En consecuencia, el primer estrato tiene esta cantidad como limite inferior. Después de serio estudio sobre la conveniencia cle tomar o una muestra proporcional o cuotas de un mismo número de sinclicatos de cada es-
trato industrial y profesional, se decidió en favor del último procedimiento. El objetivo específico del estudio era efectuar comparaciones entre los estratos y entre los tipos de sindicatos, en lugar de sacar conclusiones acerca de todo el universo por muestrearse y una muestra del tipo elegido cumplía perfectamente bien con éste. Además, con tan pocos sindicatos en los estratos más grandes de la población (sólo entre 5 y 27 en los estratos 6, 7 y 8) habría sido imposible tomar una muestra porcentual efectiva y razonable. Por estos motivos, se eligieron cinco sindicatos de cada tipo (a través de la tabla de dígitos al azar) en cada uno de los ocho estratos. Estos ochenta sindicatos (cuarenta industriales y cuarenta profesionales) tenían un total de 34.323 miembros en 1959 (Tabla XII). TABLA XII LA MUESTRA: SINDICATOS Y SOCIOS E N NUMERO8 ABSOLUTOS Y RELATIVOS POR TIPO
DE SINDICATO Y E N TOTAL
I N D U S T R I A L
P R O F E S I O N A L
T O T A L E S
ESTRATOS DE SINDI-
SINDI80C108
80CIOS
N.a
SINDISOCIOS
CATOS
SOCIOS
CATOS
N.o
%
N.o
CATOS
N.o
N.O
%
N.o
%
--------1.
25-
49
5
188
1
5
177
1
10
365
1
2.
50-
74
5
294
2
5
295
2
10
589
2
75-
3.
99
5
436
3
5
420
2
10
856
2
4.
100- 174
5
613
4
5
680
4
10
1.293
4
5.
175- 324
5
1.243
7
5
1.327
8
10
2.570
7
6.
325- 524
5
2.377
14
5
1.963
11
10
4.340
13
7.
525-1.024
5
3 .O40
18
5
3.567
21
10
6.607
19
5
8.930
52
5
8.764
51
10
17.703
52
40
17.193
100
80
34.323
100
8. 1.025 y m i s
--Totales
40
17.130
100
La información acerca de ingresos y egresos contenida en los ochenta balances muestreados no se presentaba de un modo uniforme sino que difería en función de los procedimientos y capacidades profesionales de los diversos contadores que los habían hecho. Estos a su vez habían estado limitados en su trabajo por la calidad de la teneduría de libros de sus clientes sindicales. Algunos balances eran fáciles de leer y de comprender, otros presentaron dificiles problemas de interpretación y de clasificación. Algunos eran detallados y precisos, otros eran vagos y de carácter general. Dacla esta variedad de calidad y de contenido, fue necesario analizar cuidadosamente cada uno de los balances individuales y elaborar un esquema significativo para el estudio y presentación de los datos financieros sindicales. Por desgracia, a menudo resultó necesario en el curso de este proceso de clasificación sacrificar calidad y minuciosidad para ajustar.se al más bajo denominador común de la información disponible. Nuestra experiencia en este sentido demostró la urgente necesidad de disponer de procedi-
micntm sundsrd 11.ir;i la prucntaci<in ilc informa sindicoles. Por c5tc motivo, el Dcpnrtamrrita rle Re1;iciuiits 1;ibornla dc INSC>KA ha ciabnrario y p r o p n c un bnlaticc nw~lclo11rirr el 11.w tlr Ion sintlicator. cl qiic se ~ ~ ~ c s c n tCIa ct\pdi~ili~t. ~i
I N G R E S O S S E G U N TII'O Y * l w ~ \ ~ f ~ l i Q O DE SINDICtlTO
Los
I N c R e s o r por tipo y famafío de sitidic-iito se pcwlitan en la 'I'nLla 1 2 variacihn cid inpcso m d i o atiual de siniliatos inclustrialcr cr d m l c EO ,112 3 E0 25.867 7 para cl caro rle los sintlicator profcsionslc~dc E0 8.1 3 E0 13.078. Con la cxccpcibn d c los siidicstm i i i i r gnnclcr, cl ingreso sindical yroiridio cn Cliilc cr miay pqucíio y drlrmaj r c m d i r a l e hwho tscncial a XIII.
travQ dr todo el ariilirir siilnigiiicntc. Exiric u113 deíiiiitl;~tczt<lcncii z quc el ingifso mcrlio auiiimiic coiijiininrncntc con cl utnslio del siiiiliato, pcro cllo no n<n indica ai el aiiincnto M: dcbc simplciiierite a qiic cxistnn mSs micmbms o ti11 vcr un ma)w ingreso pcr ciípita cn 10s siiiiliutos i i l a ~ u m .El ingrno proniedio del sindicsio iiidustiirl ~ 3 eii e loa esiratar 4 y 7 y lo mismo cs valcilcm p:im cl sinilicatn ~irofesian:ileii hrr estratos 3 y 5. Atin criando cl ingreso promcrlio clcl simiic~to~ ~ r u í ~ i v icri arii l o l l a mir;iia snl;inientc riipcrior cii iiiio (1) a nqiiel rlcl sindicato imluítrial. I:i rchcirin de p r c c n i a j c no conciicida sitio qiic Ili~crfia consk!crnl~lcmcntc. 1m xinrlimior pofcsionala con iin ndmcro dc niicmbros entre 525 y 1.024 ticiicn, cn ~ m m d i o cl , doblc d c ingicm quc lm sii~dicarosindustri:ilcs rlcl mismo tnmat'io. Eii 1i1 sigiiicntc ubla, relativa a iiigcro anual pronidio pcr c;ll>iu scgiln t i p y iamailo (Tabla xiv) ,rc p\icrlc observar qtic los sindicatos profcsie 11;ilcr n i b gantlcs rccibcn más i n p w pcr d p i t a que loe rindicatos profcsionales iiiciiorn Así, los rrcs otrator con los mds alto6 i n g m pcr d p i t a son prcciwri:etiic 1- iids gnndcr =tratos d e la rnucrua (6.7 y 8). Al i n i ~ m otiempo, d a
d c los i r a mQ peqiieñw citrrtos (1 y 3) t;iinbi&n coriticiim dos clc los t r a m h p q u c n ~i n g m pcr dpita. h i ü oluilrv;icibii IH> proccdc icrpccto n los ingrcsos 11" chpitn d c loe sintlintos indusiri;ila. La vai.iacibn clc ingreso promedio anual pcr cdpita cs d e Eo 5 a EQ 41,25 para el sitidicato industrial y d c EO 135 a E0 9,G p r a cl profesional. El ingrcm promedio pa d p i u dcl siridicato prolcsionnl cr, conscciicntcmmtc, inferior a aqii6l rlcl siriiliata i ~ ~ i l u ~coli ~ i acxccl)ci61i l de los sindicatos dcl atrato 7. ,-\lll cl pmiiidio p a n el siiidicato proferional a 1.75 wccr mayor quc el del siiiiliuito indusiriul. Loa ~ a i i l t n t l ~iiidicaii s que bs sindicnios iiidustrialcr con 7599 micmbrm (cstrrtr, 3) iierieri el rixiyur iiigrtxr pi.&pita ilc todos los sinilimtur (E0 21,S) S) que Ion riiidic~ios~ ~ r o f m i o i i s cuii l a 3%-Y24 micnihos {estrato 6) iiciicn m& ingcro pcr d p i t a ~ ~ I Ilos C sidicat(~ pmleiaiiales d e cualquier otro &irato. h r sindicata ptofcsionnlrs tic1 gnipn inrnaiiabmenlr irifcrhr (17532.1 iniemhoi, cruato 5) ticncn cI mcnor ingreso DCY d p i t a c!e t a l m los sinrlimtrn, y los siiidiatos induruiale del giip inme<liatamentc mayor (5'31.021 micrnlircm. e w a i o 7) ciciicn cl nietior ingcso p d p í u d c todos los s i d i c a t a indilstrialm. Cnr cifrar en la Tabla xiv iriclu)wn una importante cantidacl ilc cx. ccdcnca dcl afío anterior. Si Iü psrtc pcr d p i t a (le este origeii se elirnina y l a Trnu XIP
I I D V # T l l A L
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cálculor total- pcr dpita sc basati solamciite en 103 iiuerm iinpesc~srcdbidú, cliirantc cl ano fiscal 1959. las reaultadm sor1 iwt;ib!etiieriir diwwxi (I'sbla rv). F1. matgcn dcl p r o m d i o anual d e iiigesu pd p i t s tle Im siridiatur i i i t l u s ~ i s l ~ fliict.11a m t o n c a eiilre E* 325 y 1Y,95 y en los sindic;it<n profesianulei d e Eo 120 a E0 9.00. El i i i ~ e w~ ~ m i e d pa i o r i p i t i de las sindicatos iniluílrialeí aiin ma)or que el i n l p promerlio ~ pcr d p i i a tlc l a rindimtnr p n f a i o n a l u c n todo la, eu3ta.s excepto cn cl niinicro 7. Fo<lcmoa obacrnr, sin embargo, que cl i i i p m per c5pita d c los sindicatos pmfcsionalcs manticnc una m c j w
INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO POR TIPO DE SINDICATO E N CADA ESTRATO (EN ESCUDOS)
RELACION PORCENTUAL DEL ESTRATO8
INDUSTRIAL
PROFE810NAL
D E SOCIOS
INGRESO PROFESIONAL SOBRE E L INGRESO INDUSTRIAL
1.
25-
49
8,25
1,65
20
2.
50-
74
10.10
4,20
42
3.
75-
99
12,35
1,90
15
4.
100-
174
8,85
3,05
35
5.
175- 324
7.50
1, 0
16
O.
325- 524
13.15
9,OO
69
7.
525-1.024
3,25
7,80
240
8.
1.025ym.4a
13,95
6,65
48
relación percentual frente al ingreso per cápita de los sindicatos industriales en los estratos 2 y 6. En seguida, anotamos que los sindicatos industriales tienen el mayor ingreso per cápita en el estrato 8; pero los demás índices del ingreso miiximo y mínimo per cápita se mantienen en los mismos estratos que los anotados en la Tabla x ~ v(estratos 5, 6 y 7). TambiCn es importante anotar que los sindicatos profesionales más grandes tienen aún ingresos per cápita considerablemente superiores a los de los sindicatos profesionales más pequeños. Sin embargo, no procede la misma observación respecto de los sindicatos industriales. El notablemente bajo ingreso per cápita de los sindicatos industriales del estrato 7 se explica en gran parte por el hecho que solamente dos de los cinco sindicatos analizados en este estrato dieron información de ingreso proveniente de participación de utilidades y, además, tal ingreso no era grande. Dentro de los siete estratos restantes, cuatro incluyen a tres sindicatos con ingresos por participación de utilidades (1, 5, 6 y 8), dos incluyen a cuatro sindicatos con ingresos por este mismo capítulo (3 y 4) y en uno la totalidad de los cinco sindicatos que incluye anotaron ingresos por participación de utilidades2.
FUENTES DE INGRESOS A N T E s D E c O N S I D E R A R nuestras tablas relativas a ingresos sindicales según origen, debemos primeramente explicar que en nuestro análisis de los balances de la muestra identificamos seis fuentes de ingreso y establecimos dos categorías adicionales, una para el saldo líquido disponible a comienzos del año y la otra para los ingresos sin explicar. Cada una de estas fuentes y categorías de ingresos se expone a continuación, acompañada de comentarios aclaratorios cuando es necesario: 1. Participación d e utilidades. No hubo dificultad en identificar OLos datos de ingresos y egresos que corresponden a cada uno de los ochenta sindicatos de la muestra están disponibles en el Departamento de Relaciones Laborales de INSORA y se facilitarán con agrado a cualquiera persona que los solicite.
esta fuente de ingresos puesto que siempre se la señaló con la misma terminología; 2. Donaciones. Los ingresos clasificados como donaciones fueron alternativamente denominados donaciones, donaciones de la firma, subvenciones o bonificaciones. Se estima que la mayor parte si no la totalidad de estos ingresos provenían de la empresa. No obstante, no se deben confundir con ingresos provenientes de participación de utilidades porque son una fuente de ingresos adicional y distinta; 3. Cuotas. La categoría cuotas ofrece complicaciones en cuanto a las modalidades seguidas en los informes sindicales que se muestrearon. Los balances investigados en este estudio revelan tres tipos diferentes de cuotas según la costumbre. Primero existe el pago inicial o de ingreso (que en la terminología local se considera como una cuota). Luego, existen las cuotas mensuales ordinarias que se emplean en la administración general y otros fines y, en último término, las cuotas especiales (ordinarias y extraordinarias) fijadas para diversos servicios o proyectos en beneficio de los asociados, algunas de las cuales son de naturaleza transitoria. En la categoría de cuotas especiales se mencionan, por ejemplo, cobros por enfermedad, fallecimiento, cesantía, servicios médicos y dentales, obsequios o fiestas de navidad, construcción de locales, actividades deportivas y gastos generales de asistencia social. Algunas de a t a s cuotas se cobran regularmente (tales como las correspondientes a atención mkdica y dental), otras se deben pagar irregularmente (tales como la cuota mortuoria, que a menudo se cobra sólo hasta que se reúne un fondo de cierto nivel y que se restablece sólo una vez que tal fondo se ha agotado) y otras, por último, que se cancelan en una sola oportunidad (cuotas para construcciones) . Sin embargo, en los balances sometidos a muestra, estos diferentes tipos no son siempre claramente distinguibles. En un extremo se sitúan los sindicatos que anotan las cuotas simplemente bajo denominación "cuotas mensuales" o solamente "cuotas". En el otro extremo se encuentran los sindicatos que ofrecen un desglosamiento detallado de las cuotas de acuerdo al destino que se les haya dado. Sin embargo, tanto en uno como en otro caso, las cuotas se invierten a menudo en servicios muy determinados y, además, el ingreso per cápita por concepto de cuotas no varia mucho en los dos casos. Por los motivos señalados, fue imposible clasificar las cuotas según su tipo o finalidad y, en todo caso, tal clasificación habría sido de un valor muy limitado. Sería útil, sin embargo, poder distinguir entre cuota de incorporación y cuotas propiamente tales. T a l clase de información contribuiría a los estudios sobre las fluctuaciones de la afiliación sindical y los problemas de organización;
4. Multas. Multas cobradas a los miembros por infracciones a reglamentos sindicales o preceptos legales;
5. RentasJ. Esta fuente de ingreso incluye ganancias, intereses, dividendos y arriendos, pero los balances estudiados no fueron suficientemente de=Cabe advertir que n o son legales las entradas provenientes de actividades n o específicamente sindicales y que el C6digo del Trabajo señala taxativamente cuáles son las finalidades de los sindicatos. Entre estas no se encuentran las actividades industriales o comerciales y, por lo tanto, los ingresos provenientes de tales fuentes deben considerarse como ilegales, segiin la ley actual.
tallados para permitir un desglose por tipo de renta. Presentamos, entonces, una sola columna denominada "Rentas"; 6. Ingresos por préstamos ca?zcelados o controladosJ. No ha sido posible subdividir esta categoría a fin de distinguir entre los ingresos obtenidos de préstamos hechos al sindicato y las devoluciones de prestamos concedidos por el sindicato. En algunos casos los ingresos de este tipo se describían como "pago de letras" o "pago de préstamos"; pero en otros casos se usaba sólo un término general como "préstamos" o "cuentas pendientes"; 7. Excedentes. Esta fuente de ingresos es casi exclusivamente el saldo bancario o de tesorería con que el sindicato comenzó el año fiscal. Sin embargo, se han incluido también algunas rentas provenientes de la venta de haberes; 8. Ingresos no explicados. Son aquéllos inadecuadamente identificados por los sindicatos o que no hemos podido definir al examinar el balance. Los resultados de la clasificación de ingresos sindicales sobre la base precedente y también según tipo y tamaño de sindicato se presentan en las Tablas XVI y XVII. También ya hemos hecho presente que el sindicato profesional no tiene ingresos por participación de utilidades, siendo ésta una de las diferencias obvias en las tablas de ingresos que se discuten. No puede establecerse sobre la base de los datos de la Tabla XVI que los sindicatos industriales mayores reciben más ingresos per cápita por participación de utilidades que los menores. Los sindicatos industriales del estrato 3 tienen el más alto ingreso medio per cápita por participación de utilidades y aquéllos del estrato 7 el más bajo de este mismo origen. El margen de variación va de E0 1,40 a E0 10,85 y en cinco de los ocho estratos el ingreso per cápita medio anual por concepto de participación de utilidades está entre E0 7,00 y E0 8,75. TABLA XVI
INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR FUENTE Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
'La ley prohibe destinar los fondos sindicales a préstamos a los socios. Legalmente sblo pueden aceptarse los préstamos hechos al sindicato.
T ~ n n XVII INGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FüENTE
Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
1 ESTRATO8 D E BOCIOS
2
PARTI-
DONA-
CIPA-
CIONES
3 CUOTAS
4 BIULTAS
5 RENTAS
G
7
8
PRESTA-
EXCE-
INQRE-
MOS
DENTES
8 0 9 NO
CION D E
EXPLI-
UTILI-
CADOS
TOTALES
DADE8
---------
1.
25-
49
2.
50-
74
3.
75-
99
-
4.
100- 174
5.
175- 324
-
6.
325- 524
-
7.
525-1.024
-
8.
1.025y m68
*
No se a p r o x i m ó nl
-
-
-
-
1,65
2.60
-
1,8G
-
2,94
-
1,19
-
0,ol
8,60
-
-
7.80
-
5,94
-
0.34
centEsimo auperior
por encontrarse bajo el
0.01 1.24 0.01
0,12 0,00* O.OO*
O,OO*
-
0,70
-
1,13
0,37
5,35
0,038
2,30 4,lO
0,41
.
2.35
1,02
0.01
0,32
0,02
1,55
0,28
0,62
0.12
9,65
-
0,SG
0,Ol
8.65
0,33
0,Sl
0,04
7,45
medio centésimo.
Sólo los sindicatos más grandes de ambos tipos tienen ingresos por donaciones y sólo los sindicatos mayores toman y dan dinero en préstamo. Los sindicatos industriales tienen mayor participación en ambos tipos de ingreso que los sindicatos profesionales. Así, por ejemplo, cuatro estratos de los sindicatos industriales presentan ingresos por préstamos y cuentas por cobrar mientras que sblo dos estratos de los sindicatos profesionales anotan tales ingresos. Es u n hecho natural que los sindicatos que disponen de un mayor volumen total de ingresos sean aquéllos que operan en prestamos. El hecho que los mayores sindicatos industriales tengan ingresos superiores que los mayores sindicatos profesionales puede también explicar la diferencia entre ellos en el tomar y conceder en préstamo. La renta media per cápita relativamente grande por este concepto. en los sindicatos industriales mayores se debe principalmente al hecho que uno de los cinco sindicatos analizados en este estrato (8) tomó en préstamo E0 22.800 del empleador (a cuenta de sus futuras entradas por participación de utilidades en 1960) para pagar subsidios de cesantía a varios cientos de miembros clespedidos. Respecto a las cuotas de los sindicatos profesionales tanto como de los industriales, parece existir una tendencia a que los sindicatos más grandes tengan mayores ingresos per cápita de esta fuente que los más pequeííos. Considerando en primer término a los sindicatos industriales, los cuatro estratos más grandes son aquéllos con el más elevado ingreso per cápita proveniente de cuotas (aunque no en orden ascendente) y los cuatro estratos más pequeííos son aquéllos con el más bajo ingreso per cápita proveniente de cuotas (en orden ascendente) . En cuanto a los sindicatos profesionales, los tres estratos más grandes tienen el ingreso per cápita, proveniente de cuotas, más elevado y el ingreso per cápita de cualquiera de estos estratos es por lo menos el doble del ingreso per cápita de cualquiera de los otros cinco estratos de este tipo de sindicatos.
Las cuotas de los sindicatos profesionales son muy superiores a las de los sindicatos industriales en todos los estratos, menos en uno (5), excediendolas generalmente de 100 a 600 por ciento. El margen de ingreso promedio per cápita por concepto de cuotas es notable, y no se puede explicar solamente por probables diferencias entre las rentas, sino que también se debe atribuir a que algunos miembros dan a su sindicato u n mayor y más generoso apoyo financiero que otros miembros. Si se incluyen ambos tipos de sindicatos, el rango d e los ingresos anuales promedio per cápita provenientes de cuotas va desde E0 0,55 (estrato 1, sindicatos industriales) a E0 8,60 (estrato 6, sindicatos profesionales). En otros términos, los miembros de los sindicatos profesionales del estrato 6 pagan 16 veces más en cuotas en u n año que los miembros de los sindicatos industriales del estrato l. Esta no es u n a comparación totalmente justa, sin embargo, ya que aparte de probables diferencias en ingresos de sueldos o salarios de los afiliados en cuestión, debe admitirse una vez más que el ingreso por participación de utilidades libera a los miembros de sindicatos industriales de sentir el mismo grado de obligación personal de prestar respaldo a sus organizaciones en la forma que la sienten los miembros de los sindicatos profesionales. Sin embargo, aunque limitáramos el análisis a los sindicatos profesionales se encuentran miembros en algunos estratos que pagan en promedio de 2 a 5 veces más en cuotas per cápita que los miembros de otros estratos. Probablemente sea acertado concluir que la mayoría de los sindicatos industriales y muchos de los profesionales podrían rápida e inmediatamente aumentar sus ingresos y expandir sus actividades determinando las cuotas de sus miembros según la capacidad de pago de éstos. Antes de proseguir con nuestro análisis de los ingresos provenientes de otras fuentes, hagamos u n breve pardntesis para comparar nuestras cifras referentes a las cuotas per cápita cobradas efectivamente en 1959 con las cuotas per cápita legalmente imponibles por los sindicatos de la muestra (Tabla XVIII). Los informes sobre cuotas imponibles se encontraron en los reglamentos de los sindicatos respectivos y hemos procedido a realizar la comparación indicada con el objeto de averiguar: 1) si los sindicatos reciben lo que legalmente pueden cobrar; 2) si reciben más o reciben menos de lo que legalmente pueden cobrar; y 3) si existen diferencias entre los dos tipos de sindicatos respecto al cobro y percepción de cuotas legales. De los ochenta sindicatos de la muestra, sesenta y cuatro asignan a sus miembros una cantidad fija para finalidades administrativas generales y servicios especiales. Estos son, en consecuencia, los únicos sindicatos incluidos en la tabla en discusión. Seis sindicatos más de la muestra incluyen cletalles sobre las cuotas en sus reglamentos, pero tal información se expresa como u n porcentaje del salario o sueldo, en lugar de determinarse en tCrminos absolutos, y por eso no se presta para el tipo de análisis deseado. En el caso de los diez sindicatos restantes, o no se contemplan disposiciones relativas a cuotas en sus reglamentos o sus estatutos no fueron entregndos a la Dirección del Trabajo. Si bien 13s cifras sobre cuotas recibidas incluyen a veces pequeñas cantidades provenientes de cuotas de incorporación, ha sido imposible incluir datos sobre ellas en las dos columnas de las cuotas reglamentariamente asignables. La Tabla revela que el 64 por ciento, o sea, 41 de los 64 sindicatos analizados, realmente percibieron más cuotas per cápita en 1959 que la cantidad que sus reglamentos les permitían, 25 por ciento de ellos (16 sindicatos) perci-
TABLA XVIII
CUOTAS FIJADAS Y COBRADAS POIE TIPO D E SINDICATO (EN ESCUDOS)
ESTRATO8
DE
8INDICATO8
80C108
POR NUMERO
(1-5)
PROPEBIONAL
I N D U S T R I A L Y
CUOTA8
CUOTAS
cuOT.48
CUOTA8
COBRADAS
FIJADA8
COBRADAS
FIJADAS
1.
25-
2.
50-
3.
75-
49
74
99
1
0,92
0.24
2,31
0,30
2
0.23
0.48
0.61
0,lO
3
0.55
0,42
0,59
0,14
4
0,62
0,60
4,82
0,96
5
*
1
1,84
100- 174
6.
7.
175- 324
325- 524
525-1.024
0.12 0,52
0,12
234
0,18
0,lO
1,37
5.28
0,88
0.07
0,19
OJO
1
1,40
522
0.75
0.16
2
0,14
0,84
1,20
0,17
0.29
0.36
3
0,37
4
0,92
5
1.025ym谩s
*
**
4
**
** **
2.34
1.63
1,44
**
0,11
5
1
1,44
0,GO
6,96
0,20
3
0,56
2,40
1,81
4
1.27
1,44
**
0,24
5
1,OO
1,56
2,57
0,36
1
0,50
4.14
2
8,20
0.67
** *
** *
**
*
*
** **
3
2,05
3.24
1,04
0,08
0,oo
0,12
0,02
0.10
5
0,76
0,65
0,OG
0.02
1
0.08
0,48
0,05
0.08
2
2.18
0,9G
0,26
084
3
4.22
0.24
1,06
2.70
4
024
0,72
1,G3
1,08
5
3.46
0,08
*
*
1
**
**
8,03
0,89
0,36
* *
1,44
2
**
**
* *
4
0,95
1.84
0,57
0,60
5
0,86
0,50
326
1,SG
1
0.71
0.06
16,59
6 O0
2
2,31
1,46
11,56
0,Ol
3
0.18
0,14
1,04
0,61
4
4,94
1,42
10,Ol
0,23
5
2,44
025
0,68
0,02
No se incluye informaci贸n sobre este sindicato por expresarse las cuotas como porcentaje de los salarios
o sueldos.
**
**
**
4
3
8.
**
5,97
**
2
5.
0,42
**
2,86
2
3
4.
*
No se incluye informaci贸n sobre este aindirato por carecer de datoa.
bieron menos de lo que les permitía sus reglamentos, y 11 por ciento (7 sindicatos) percibieron aproximadamente la misma cantidad reglamentariamente permitida (dentro de 8 centésimos en uno u otro sentido). En otras palabras, el 89 por ciento de los sindicatos de esta muestra no percibieron en 1959 cuotas per cápita de u n monto igual o aproximado a la cantidad indicada en sus reglamentos. La explicación del por qué de esta tendencia general a percibir más cuotas per cápita que aquéllas que los reglamentos permiten es simple. En su mayoría los sindicatos lian preferido fijar sus cuotas en términos de una cantidad específica per cápita. Dada la inflación crónica que aqueja al país, para mantener ingresos reales deberían aumentarse las cuotas regularmente cada año. No obstante, si se desea proceder legalmente, hay que gestionar una modificación a los reglamentos ante el Ministerio del Trabajo, y esto a menudo resulta ser una tarea larga y desalentadora. La conclusión de esto es que los sindicatos generalmente no se molestan en conseguir reformas reglamentarias con este fin, sino que asignan cuotas de una cantidad mayor que las señaladas en sus reglamentos. Respecto a este punto, viene al caso señalar que de los 64 reglamentos consultados, 3 datan de la década del 30 o antes, 20 de la del 40 y los 41 restantes se elaboraron o revisaron en la década de 1950 (sólo 7 después de enero de 1958) . Un nuevo desarrollo que podría cambiar completamente la naturaleza de la asignación de cuotas y el medio para permitir el ajuste automático respecto de la inflación es la fijación de cuotas en forma de u n porcentaje de los sueldos o salarios. De los 6 sindicatos de la muestra total de 80 que fijan las cuotas sobre esta base, 3 de ellos iniciaron el nuevo sistema a partir de Diciembre de 1958 y sólo uno ha usado el método de porcentaje para la fijación de cuotas desde la década de 1940. Debe prestarse cuidadosa atención a este método como u n medio para evitar constantes discusiones entre los sindicalizados en relación con el reajuste de cuotas y la modificación de los reglamentos. El relativamente alto porcentaje de sindicatos que perciben cuotas aun más bajas que aquéllas señaladas en sus reglamentos no debe pasarse por alto. Existe u n problema de recaudación que probablemente no tiene su origen en la negativa de los socios en pagar cuotas tan bajas, sino que debe atribuirse, más bien, a mala administración o a la semiactividad del sindicato. Se observan diferencias interesantes en la determinación y percepción de cuotas de acuerdo con el tipo de sindicato. Respecto de los sindicatos profesionales, el 71 por ciento percibía más; 16 por ciento percibía lo mismo y 13 por ciento menos cuotas de lo establecido en los reglamentos. En los sindica1 tos industriales, sólo el 58 por ciento percibía más; 6 por ciento lo mismo y u n asombroso 36 por ciento menos cuotas que aquéllas establecidas legalmente. Esta significativa diferencia subraya nuevamente la importancia mayor de las cuotas en el sindicato profesional que en el industrial. Muy poco ingreso resulta de las multas cobradas a los miembros; sólo dos sindicatos de los ochenta analizados (ambos industriales) registran tales entradas. En cuanto a rentas (columna 5, Tablas XVI y XVII), estos ingresos son relativamente bajos al evaluarse sobre una base per cápita. En todos Ios estratos menos clos (2 y 4) los sindicatos industriales tienen u n mayor ingreso
promedio por este concepto que los sindicatos profesionales. En la medida en que las rentas dependen de una inversión de capital (tal vez u n camión) o u n superávit de tesorería, se explica por qué los relativamente más prósperos sindicatos industriales anotan u n mejor record. Finalmente, debe observarse que los recursos per cápita de los excedentes disponibles al comienzo del año fiscal son mayores para los sindicatos industriales que para los profesionales de todo los estratos menos uno (8) y que las entradas por este capítulo parecen ser excesivamente elevadas. Los recursos per cápita que algunos sinclicatos industriales tenían disponibles a comienzos de 1959, a causa de que no usaron estos recursos en 1958, fueron mucho mayores que los nuevos ingresos promedio per cápita que percibieron los sindicatos profesionales de varios estratos. Este punto se analiza con mayor amplitud más adelante. Los ingresos no explicados no son tan grandes como para afectar las conclusiones generales del presente estudio. Los resultados en porcentajes del análisis de ingresos por origen se dan en las Tablas XIX y xx. En términos generales se puede concluir que la ma-
INGRESO RELATIVO ANUAL DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR F U E N T E
ESTRATO
yor fuente de ingresos de los sindicatos industriales muestreados es la participación de utilidades, mientras que para los sindicatos profesionales lo son las cuotas. La importancia relativa del ingreso por participación de utilidades tiende a declinar, sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de los sindicatos. Esto se debe fundamentalmente al hecho, ya mencionado anteriormente, de que los sindicatos industriales más grandes reciben más ingresos per cápita provenientes de cuotas que los menores; la importancia relativa cle las cuotas en el ingreso total del sindicato industrial, en consecuencia, aumenta conjuntamente con el volumen del sindicato y esto explica en gran parte la declinación relativa del ingreso por participación de utilidades. La aeclinación relativa del ingreso por participación de utilid~destambién se debe, aunque en menor medida, a la importancia creciente de los ingresos por rentas, a medida que aumenta el tamaño, y también a la aparición de las donaciones y los préstamos como fuentes de ingreso totalmente nuevas entre los sindicatos mayores.
TABLAX X
INGRESO RELATIVO ANUAL DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FUENTE Y ESTRATO
ESTRATOS BE BOCIO8
1
2
PARTI-
DONA-
CIPA-
CIONEB
3
4
CUOTAS MULTA0
5 REhTAS
6
7
8
PRESTA-
EXCE-
INRRI-
NOS
DENTEB
CION DE
808 NO
TOTALES
EXPLI-
UTrLI-
CADOB
DADEB
--------l.
25-
49
2.
50-
74
3.
75-
99
4.
100-
174
5.
175-
324
6.
325-
524
-
-
-
7.
525-1.024
-
8.
1.025ym68
-
-
70
-
49
-
80
72
-
0.61 23
-
29
-
100
21
7
100
18
1
100
3
-
25
0,31
100
0,25
-
21
0,Gl
100
6
1
100
0,61
78
-
80
-
0.04
3
-
-
10
0,09
100
-
0,05
4
11
0,49
100
0,07
-
90
5
80
La importancia relativa de las cuotas en los ingresos totales de los sindicatos profesionales no cambia mucho al aumentar el volumen de los sindicatos, porque las cuotas son prácticamente la única fuente importante de ingresos para este tipo de sindicato. Los pocos cambios que ocurren se pueden explicar casi exclusivamente por las diferencias en los superávit disponibles a comienzos del año de ejercicio financiero. Si del ingreso total disponible durante el año se rebajaran los saldos del año anterior disponibles y se consideraran solamente las nuevas entradas, entonces la importancia relativa de la participacibn de utilidades en el ingreso total de los sindicatos industriales, tanto como de las cuotas en el ingreso total de los sindicatos profesionales, obviamente aumentaría substancialmente. Los sindicatos industriales, en casi todas las categorias de tamaño, tendrían todavía una importante segunda fuente de entradas (las cuotas), pero esto no seria cierto para los sindicatos profesionales. Las rentas son, sobre una base de porcentaje, mayores para,el sindicato profesional en cuatro estratos y mayores para el sindicato industrial en los otros cuatro. Se puede obtener una apreciación de la significación absoluta de la información precedente, sobre ingresos sindicales, mediante un estudio de las Tablas XXI y XXII. El ingreso promedio anual por sindicato en cada estrato se presenta según origen. Puesto que ya hemos hecho notar, y en varias ocasiones, el hecho de que los ingresos sindicales totales y los ingresos sindicales promedio son muy reclucidos, no puede resultar una sorpresa percibir en estas tablas las sUmas generalmente magras percibidas de las diferentes fuentes. S610 los mayores sindicatos industriales reciben entradas importantes de más de una fuente. Vale la pena hacer presente en cuanto a superávit, sin embargo, que a la par que los sindicatos más pequeños tienden, en una base de porcentaje (Tablas XIX y xx), a tener u n menor movimiento de recursos que los sindicatos mayores, estos últimos dejan sin invertir cantidades absolutas más grandes. No parecen
aprovechar totalmente sus recursos por medio de la inversión en beneficio de sus miembros, pero, incluso aquí, un cambio de prácticas no aportaría resultados muy substanciales.
INGRESO AlEDIO ANUAL D E LOS SINDICATOS INDUSTRIALES POR FUENTE Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
Tanwl X X I I
INGRESO ANUAL MEDIO D E LOS SINDICATOS PROFESIONALES POR FUENTE Y ESTRATO (EN ESCUDOS)
EETRATOS DE BOCIOS
1
2
3
4
5
6
7
8
PARTI-
DONA-
CUOTAS
NULTAS
RENTAS
PRESTA-
IXCE-
INGRE-
CIPA-
CIONES
MOS
DENTES
B 0 S NO
CION DE
EXPLI-
UTILI-
CADO0
TOTALEB
DADE8
--------1.
25-
49
2.
50-
74
3.
75-
99
4.
100- 174
5.
175- 324
6.
325- 524
-
-
59
-
-
154
-
-
401
-
317
-
3
156
3.379
7.
525-1.024
-
-
5.569
S.
1.025ymás
-
599
10.4119
-
73
-
1
-
35
3
194
16
-
138
2
557
1
-
85
3
405
1
109
245
48
3.785
0,61
-
-
7
580
25
-
84
67
22
315
615
5
6.189
1.419
84
13.078
IIlI Egresos sindicales
esta parte d e la investigación, se consideró importante determinar los diferentes rubros de los egresos sindicales; clasificar estos rubros en función de las principales necesidades de la actividad sindical; efectuar, en cada estrato, una comparación de la importancia relativa que el sindicato asigne a estas diferentes necesidades y realizar, asimismo, esta comparación entre todos los estratos, tratando de ubicar u n tamaño sindical óptimo, si es que este existiera y, por último, comparar los procedimientos financieros de los sinclicatos industriales y profesionales. Mediante este programa se trata de proporcionar la información necesaria para llegar a tener una representacidn global de las características o tendencias financieras de los sindicatos, según sea s u tipo y tamaño. A L
E N F R E N T A R
Para los efectos de la exposición clel resultaclo de la investigación realizada, de acuerdo al plan referido, hemos dividido el presente trabajo en las siguientes partes: 1) clasificación de los egresos; 2) análisis de los excedentes, entenclienclo por tales los fondos no utilizados; y 3) análisis d e los egresos. En la parte relativa al análisis de los egresos se presentan cuadros con las cifras de gastos sobre una base promedio por sindicato y promedio por socio, como también sobre base porcentual. Cuando la información tle los balances analizados lo permitió se entregan detalles sobre los rubros totales de egresos.
A. Clasificación de los egresos iniciales de este trabajo, se citaron las principales dificultades que impidieron u n análisis detallado y minucioso de la información contenida en los balances sindicales. Estas limitaciones afectaron tanto a la clasificación como al estudio de las fuentes de recursos y a los destinos de éstos. Frente a la gran variedad de cuentas cle los balances fue preciso hacer una clasificación de éstas en u n cierto número de rubros específicos. Se estimó conveniente establecer siete categorías que se detallan a continuación, tres de las cuales se agruparon para formar un subtotal correspondiente a los gastos por E N
L A S
P A G I N A S
actividades sindicales administrativas. Se excluyeron de este análisis los excedentes para hacer de ellos u n estudio por separado: 1 ) Gastos de adnzi~zistracid7z.Hemos dividido este rubro en remuneraciones y gastos generales. En remuneraciones se pretendió realizar u n análisis por tipo de servicio (ya sea sueldos del contador, abogado, asesor técnico o recaudadores), pero la información disponible registraba denominaciones tan ambiguas que impidió realizar el estudio deseado, salvo para la asesoría legal que pudo identificarse en la mayoría de los casos. En el cuadro cle detalle, el subgrupo de remuneraciones presenta separadamente los egresos por servicio jurídico del resto que incluye, entre otros, sueldos, leyes sociales, comisión cle recauclaclores y honorarios clel contador. En gastos generales, si bien los sindicatos de los últimos estratos daban algún detalle informativo, en la mayor parte de los balances de los primeros estratos los gastos aparecían registrados en sólo una o dos cuentas cuyas denominaciones vagas y generales constituyeron una limitación que impidió profundizar el análisis tanto en estos estratos como en los otros. En caso cle haber dispuesto cle una información en todos los estratos se habría intentado una clasificación de estos gastos y habría considerado separadamente los de arriendo y contribuciones, mantención de local sindical (incluyendo gastos de seguro, luz, agua y reparaciones muebles) y los gastos administrativos propiamente tales;
2) Movilizació?~y viáticos. Consiclera los gastos corresponclientes a la cuenta de este nombre, que es la más repetida en los balances analizados, los egresos por tiempo perdido, atención de delegaciones y mantención de vehículos, cuando así aparecía registrado en los balances. 1De aquí se desprende por qué Iian tenido que ser considerados en u n solo rubro gastos diferentes, tales como los originados por las directivas y comisiones sindicales en pago de salarios no percibidos por empleo del tiempo en activiclades sindicales, viáticos, gastos de locomoción y gastos de representación. Se realizó u n serio esfuerzo para clzsificar este rubro con un mayor grado ile detalle, pero la amplitud concedida en la mayoría de los balances a la cuenta denominada como "Movilización y Viáticos", hizo estéril y carente cle valor la informacióil resultante;
3) Pagos a otros gremios. Refunde a todos aquellos egresos destinados a extensión sindical, pagos a federaciones o egresos por clonaciones; todo lo cual permite apreciar en conjunto el monto de recursos que los sindicatos destinan a la afiliación en otros organismos gremiales más amplios. Este rubro, por lo reducido de su monto y por el 1.iecho de aparecer circunstancialmente, no permitió u n estudio más detallado; 4 ) Se~uiciosy pagos directos a socios. En este rubro se agrupó todo egreso que correspondiera a u n beneficio otorgaclo a los socios, considerados individualmente o en conjuiito, y a sus familiares. Dado la cuantía de este rubro, se intentó una primera subclasificación de acuerdo a los distintos medios empleados para hacer llegar estos recursos a los beneficiarios, sea a través de u n servicio o de u n pago directo. En el primer caso se dedujo, del egreso total, las sumas destinadas al financiamiento de los distintos tipos de servicios del sindicato (por ejemplo, médico, dental o cultural) o bien, los fondos para recreaciones o festividades. En el segundo caso, el pago directo, se desglosaron, clel total,
los pagos en efectivo designados como subsidios por enfermedad, accidentes, atención escolar y cesantía. U n estudio más detallado para lograr una mayor exactitud de análisis obligó a una importante inversión de tiempo para llegar a presentar en forma separada los gastos médicos y dentales, culturales, mortuorios, de cesantía y u n subgrupo para deportes, recreaciones y festividades, al cual se le dedicó u n estudio especial. La evidente importancia de estos gastos, con respecto al total d e fondos invertidos por los sindicatos de la muestra, y su variedad de usos, demuestran la imprescindible necesidad de efectuar una normalización de los registros contables para este grupo de egresos, al igual que en el caso de los' gastos de administración. Esto debería constituirse en uno de los objetivos claves a considerar en cualquier clasificación de gastos que posibilite realizar futuros estudios exliaustivos de los gastos sindicales;
5) Pagos de préstamos. L a aparición de este tipo de egreso en varios de los sindicatos de la muestra, distribuidos en igual proporción entre el sector industrial y el profesional, hizo necesaria su separación del total de los gastos. En este rubro se incluyó todo egreso registrado como pagos a acreedores, préstamos, o bien, operaciones pendientes; 6 ) Inversiones. Bajo este rubro se consideró todo egreso que en los balances reflejara u n aumento del activo sindical por causa cle adquisiciones, construcciones o mejoras de u n bien raíz sindical, compra de muebles o compras de acciones o bonos. Dada su naturaleza fue posible encontrar con relativa facilidad la información deseada que es presentada en cuadros separados;
7) Gastos n o explicados. Engloba a todas aquellas cuentas no clasificables en otros rubros, dacla la ambigüedad de su clenominación. La mayor parte de estos gastos aparecen registrados bajo la cuenta de imprevistos y, en situaciones aisladas, como actividades diversas. Dentro cle este estudio se incluye también en este rubro las diferencias en los balances que no pudieron ser atribuidas a ninguna cuenta especial.
B. Análisis de excedentes L A E v I D E N T E importancia que los excedentes representan en el conjunto del movimiento de fondos sindicales, indicó la conveniencia de presentarlos y analizarlos separadamente, y dejar para el estudio y comparación de los egresos aquéllos que representan realmente u n gasto para el sindicato. Así, mediante las Tablas I y 11, hemos analizado los fondos no utilizados durante el ejercicio por los sindicatos de la muestra, los que prefirieron aparentemente esta alternativa a la d e ampliar su actividad o hacerla más intensa en los tipos de gastos considerados.
A simple vista, las Tablas citadas destacan las mayores sumas acumuladas por los sindicatos industriales, salvo en los dos últimos estratos, y sus diferencias tanto absolutas como relativas respecto al sector profesional. En efecto, mientras en los seis primeros estratos industriales el excedente promedio anual por sindicato fluctúa desde E0 87 a E0 2.876 (y sólo el primero es inferior a los E0 100), los seis primeros estratos profesionales varían entre E0 24 y E0 97
TADLA 1 CUADRO GENERAL DE LOS EXCEDENTES DEL EJERCICIO: SINDICATOS INDUSTRISLES
EXCEDENTE8 PRO~IEDIOS POR SINDICATO
D E SOCIOS
(EN E~CUDOB)
INICIAL
R E W C I O N CON EXCEDENTES
ESTRATOS
FINAL
RELACION
ON
FONDO6
INICIALES
TOTALES
%
%
PROMEDIO POR SOCIO (EN ESCUDOS)
1.
25-
49
103
87
85
21
2.
50-
74
404
518
128
52
2,31 8.81
3.
75-
09
776
888
115
48
10.18
4.
100- 174
456
516
113
34
4.21
5.
175- 324
843
272
32
10
1,lO
6.
325- 524
2.397
2.876
121
33
6.05
7.
525-1.024
1 .O50
425
41
14
0.70
8.
1.025 y más
885
2.634
29 S
10
1,47
E X C E D E N T E S PROhlEDIOS
RELACION CON
RELACION CON
ESTRATOS
POR SINOICATO
EXCEDENTE6
FONDOS
SOCIO
DE SOCIOS
(EN ESCUDOS)
INICIALES
TOTALES
(EN ESCUDOS)
%
%
INICIAL
FINAL
PROhlED O POR
1.
25-
49
25
24
07
28
2.
50-
74
67
86
129
27
1.45
3.
75-
99
35
44
127
23
0.52
4.
100- 174
138
57
41
10
0.42
5.
175- 324
85
52
02
13
0.20
6.
325-
524
245
97
40'
3
0.25
7.
525-1 .O24
615
667
109
11
0,93
8.
1 .O25 y m i s
1.419
2.718
102
21
1.55
0,67
anuales. En los estratos 7 y 8 las cifras promeclios guardan cierta similitud, en, ambos sectores, y existe sólo una leve ventaja para el sector profesional. La mayoría de los sindicatos industriales aumentaron sus excedentes finales con respecto a los de la iniciación del período y en ello tuvo una importancia especial el pago de la participación en las utilidades. En realidad, en aquellos cinco estratos cuya mayor parte de sus organizaciones percibió participación, el excedente aument6 desde u n 13 por ciento Iiasta u n 198 por ciento, y en los tres restantes (1, 5 y 7) disminuyó de u n 15 por ciento a u n 68 por ciento.
Un anrílisis de la importancia que estos valores tienen para el sindicato inclustrial y para sus asociados, se puede obtener d e las cifras registradas en las columnas clenominadas "Relación con Fondos Totales" y "Promedio por Socio". Ellas muestran el curioso caso que los estratos con mayores reservas porcentuales y promedios pertenecen a los grupos de menor número de asociados (estratos 2 y 3 ) . Estos sindicatos dejaron u n 52 y u n 48 por ciento, respectivamente, de sus disponibilidades totales para el nuevo ejercicio, porcentajes que representan de E0 8,81 y E0 10,18 por cada socio, y que son las dos mayores cifras per cápita de todos los grupos de sindicatos industriales y también profesionales. Otros dos estratos que mantuvieron valores de real importancia son el 4 y el 6, con u n tercio de sus recursos anuales, E0 4,21 y E0 6,05 per cápita, como fondos inmovilizados. Los restantes sólo conservaron valores que fluctuaron alrededor de E0 1,00 por socio y su importancia relativa no alcanza al 15 por ciento del total de ingresos. En la lectura de los balances se pudo observar que casi la totalidad de estos excedentes, para ambos sectores, se encontraban depositados en cuentas bancarias o en la tesorería sindical. Las excepciones corresponden a dos sinclicatos industriales, uno de los cuales mantenía poco más de E0 1.000 como cifra adeu<lacla por terceros al sindicato (cabe Iiacer notar que los préstamos de fondos sindicales son improcedentes legalmente hablando) y el otro registraba valores de escasa consicleración. En el sector profesional sólo una organización registraba operaciones de este tipo por el escaso monto de E0 11. La prohibición de mantener en la caja sindical sumas superiores a E0 O,5O evidentemente ha sido obviada por las directivas sindicales, a lo menos para las fechas en que realizan sus balances. En éstos se puede observar que el 30 por ciento, del total de sindicatos de la muestra, ha excedido a este límite. Además es digno de destacar, que la mitad del sector industrial y la cuarta parte del sector profesional no registraban fonclos en poder del tesorero al cierre de sus balances. La comparación de los excedentes finales del sector profesioilal con los de comienzos clel período permite observar que sólo el estrato 8 tuvo una variación positiva, casi duplicando su monto, y que en los estratos 4 y 6 los excedentes quedaron reducidos a menos de la mitad, lo que significó para ellos tener dos de las tres cifras más bajas de excedentes por socio.
C. Análisis de los egresos clel período, clasificaclos en los siete rubros descritos anteriormente, han sido presentados en seis tablas principales y cliez anexas. En cuanto a las seis tablas principales, tres son para los sindicatos industriales e igual número para los profesionales. El primer grupo de dos tablas principales (Tablas III y IV) da las cifras promedio por sindicato en cada ítem de gastos; el L O S
G A S T O S
segiinclo grupo (Tablas v y VI)presenta las cifras promedios por socio para cada tipo de gasto; y el tercero (Tablas XVII y XVIII)da la distribución porcentual, por rubro, del total de egresos. Las diez tablas anexas siguen numéricamente al segundo grupo de tablas principales y dan la clistribución porcentual por rubro de los egresos per cápita (Tablas
VII
al XVI).
La separación de los excedentes del total de gastos sindicales, además de permitirnos el análisis particular de estas reservas de fondos, ha facilitado la presentación de cuadros con los gastos reales de los ocho estratos y su medición y comparación a través de los siete rubros en que fueron clasificados. En algunos casos nos hemos permitido volver a las cifras y porcentajes de excedentes para ilustrar o comparar su importancia con respecto a los rubros o cifras que en esos casos se analizan.
EGRESOS
MEDIOS
P O R
S I N D I C A T O
s o B R E L A M I S M A base de clasificación de los gastos en los siete rubros ya conocidos, se presentan las Tablas III y IV que ,contienen para cada estrato las cifras promedios anuales por sindicato. Resulta evidente que cualquier análisis de las cifras de estas Tablas está fundamentalmente influido por el monto de los recursos que dispusieron los sindicatos de la muestra. Es asi como la mayor potencia económica del sector industrial, derivada principalmente de su poderosa fuente de recursos de participación en utilidades, se destaca en el mayor volumen de egresos de este sector, que en un caso (estrato 5) equivale a más de siete veces el egreso del respectivo estrato profesional. Este desnivel en los egresos totales se amplía en forma general a los distintos rubros de egresos, salvo para la mayor parte de los egresos del séptimo estrato donde los sindicatos profesionales gastaron más del doble que el estrato industrial correspondiente.
La columna "Totales" de ambas Tablas señala u n crecimiento relativamente regular de los egresos para cada estrato con mayor número de socios, pero este aumento no puede señalarse como proporcional al número de asociados. En realidad, en contra de una progresión creciente de egresos para cada
EGRESO MEDIO ANUAL DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES (EN ESCUDOS)
\ RUBROS DE EORESOS
ESTRATOS DE SOCIOS
Q A B T 0 8
SERVI-
PAGO6
INVER-
PAGOS
CI08 Y
DE
SIONES
VARIOS
ADYI-
LIOVILI-
PAQOS A
SUB-
PAGOS
PnESTA-
NO EX-
NISTHA-
ZACION
OTROS
TOTALES
DIREC-
M08
I'LICA-
CION
Y VIATI-
GnE-
coa
M108
TOR A
TOTALEB
DO8
.
----6OCIOS ----
1.
25-
49
56
24
2.
50-
74
157
60
3.
75-
99
251
44
4.
100-
174
17 1
S8
5.
175-
324
3C9
195
6.
325-
524
838
1.129
7.
525-1.024
407
384
8.
1.025ymBs
6.014
2.875'
-
-
81
178
236
158
26
-
295
588
-
259
255
504
1.356
1.079
1.832
791
1.062
5
691
66
2.605
9.003
5.870
5.793
2.208
359
23.233
19
12
113
59
8
325
58
2
480
5
34
43
966
4
495
12
1.025
-
-
481
99
2.440
1.258
697
5.767
IV
TABLA
EGRESO MEDIO ANUAL DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES (EN ESCUDOS)
\ RUBROS DE EORESOS
0 A 8 T O S
SERVI-
PAROS
INVER-
PAGOS
C10S Y
DE
SIONES
VARIO8
ADMI-
MOVILI-
PAQOSA
SUR-
PAGOS
PRESTA-
NO EX-
NISTRA-
ZACION
OTROS
TOTALES
DIREC-
MOS
PLICA-
CION
Y VIATI-
GRE-
COS
MIOS
ESTRATOS DE SOCIOS
DOS
TOS A
-----
TOTALES
EOCIO8
-
1.
25-
49
26
10
2.
50-
74
159
25
-
3.
75-
99
111
18
0,60
4.
100-
174
3.39
12
5.
175-
324
137
34
G.
325-
624
127
819
-
36
18
183
36
-
130
18
-
9
360
119
15
-
5
176
140
16
21
353
946
2.719
-
13
11
3.688
-
,
3
3
60
4
6
230
0,56
2
150
6
499
7.
525-1.024
1.854
1.074
108
3.036
2.172
17
127
171
5.522
8.
1.025ymds
2.416
2.060
48
4.525
3.006
227
2.149
452
10.359
estrato mayor, el promedio de socios crece con mayor intensidad en esos estratos. El sector industrial registra egresos promedios totales que fluctúan desde E0 325 hasta E0 23.233 y la única excepción al incremento regular de los gastos está en el séptimo estrato, cuyo egreso total es inferior al del estrato sexto. La explicación de este caso se encuentra en las fuentes de recursos, las que fueron menores que la generalidad de los sindicatos industriales, según se explica en el Capítulo 11 de este trabajo. Por su parte, el sector profesional tiene montos de egresos promedios totales que van desde los E0 60 hasta los E0 10.359, y las dos excepciones al crecimiento regular de los gastos son las de los estratos 3 y 5, cuyas desviaciones se explican fundamentalmente en las fuentes y montos de sus ingresos. Una observación general de los sindicatos industriales, aun los d e menor número de socios, permite señalar que utilizan sus fondos de una manera similar en relación al monto de sus propias disponibilidades. Es así como aquellos que destinan una mayor cantidad por beneficios también gastan una cifra más alta en su administración interna. Por otra parte, se advierte entre los diferentes rubros de los estratos la misma tendencia que se observa entre sus egresos totales, salvo excepciones de no mucha importancia. Es así como el primer estrato mantiene los menores valores, o los valores siguientes, para los rubros de mayor significación. Iguales observaciones son válidas para los sindicatos profesionales donde las desviaciones, con respecto al orden dado por los egresos totales, no escapan más allá de u n lugar de variación. La similitud en la utilización d e los fondos sindicales que se encuentran especialmente en cuatro rubros de egresos de mayor volumen monetario hace conveniente el análisis de la importancia que estos rubros tienen en ambos sectores. La marcada diferencia que existe entre el volumen de gastos d e ambos sectores tiene que tomarse en cuenta al
comparar los egresos promedios, por rubro, de los estratos industriales con los profesionales. Las cifras de ambos cuadros permiten visualizar a los gastos administrativos, movilización y viáticos, servicios y pagos directos a socios, e inversiones como las principales fuentes de egreso. El sector industrial destina el mayor volumen de sus recursos, en seis de sus ocho estratos, al financiamiento del rubro de servicios y pagos directos a socios. Le siguen en importancia las inversiones y gastos administrativos en un nivel similar, dejando en una tercera prioridad los gastos por movilización y viáticos. Es digno de destacar la mayor preponderancia que tienen las inversiones en los egresos de los sindicatos industriales con respecto de los sindicatos profesionales, lo que constituye una d e las diferencias más notorias entre ambos sectores. El sector profesional, por su parte, tiene concentrados sus egresos m53 elevados entre los gastos administrativos y servicios y pagos directos a so-
cios. En efecto, los más cuantiosos gastos administrativos se concentran en los cinco primeros estratos y los más altos egresos por servicios y pagos directos a socios están en los estratos mayores. En tercer término se ubican los gastos en movilización y viáticos con algunas cifras de importancia en los estratos 6, 7 y 8 y, finalmente, con un solo promedio significativo puede señalarse al rubro de inversiones en el estrato 8. La clasificación total de los egresos, además de señalar la importancia financiera de todos los rubros, muestra que algunos estratos no han destinado recursos para pagos a otros gremios o pagos de préstamos, y aquellos estratos que sí lo han hecho, han ocupado cifras minimas en el financiamiento de estos rubros. Del estudio de las fuentes de informaci6n se deduce que sólo el 10 por ciento de sindicatos industriales en la muestra ocupan recursos en pagos a otros gremios, mientras en los profesionales este porcentaje sube al 20 por ciento. En ambos casos, las tres cuartas partes de los sindicatos con estos gastos correspondían a organizaciones con más de 175 asociados. El menor interés en la afiliación a otros gremios que demuestra el sector industrial podría derivar de las finalidades fundamentales mutualistas que fija el Código del Trabajo para cualquier organismo legal que agrupe a sindicatos industriales. Por otra parte, podría haber ocurrido que, si bien existiera afiliación a otros organismos gremiales, los pagos se hubieran efectuado sin registrar a éstos, n i a la fuente de recursos, en la contabilidad sindical. El otro rubro, pago de préstamos, que apareció en el 20 por ciento de los sindicatos de la muestra, distribuidos en igual proporción entre ambos
sectores, presenta también sólo a algunos estratos con este tipo de egresos. Su participaci6n en el total de gastos es escasa según lo demuestran las cifras. El alto promedio alcanzado en el octavo estrato industrial se aleja de la norma común, pero debe considerarse que este mismo estrato tiene, entre sus fuentes de financiamiento, préstamos de consideración obtenidos durante el ejercicio y cuya cancelación está considerada dentro de esa cifra. Pagos varios, que incluye los imprevistos ademhs de algunas cuentas de gastos no especificados, puede a£irmarse que se mantienen en márgenes
bajos, y sus cifras son inferiores a los montos permitidos en este tipo de egreso por las normas reglamentarias sobre inversión de fondos sindicales. Si este análisis general de la distribución de los egresos del período, lo hacemos considerando también a los excedentes de final de año, se observará que en el sector índustrial este nuevo rubro ocuparía el segundo lugar en importancia después de los servicios y pagos directos a socios, sobrepasando inclusive en cuatro estratos a estos gastos. En el sector profesional, como ya se señaló anteriormente, el excedente estaría en un tercer lugar de importancia después de los gastos administrativos y de los servicios y pagos a socios.
EGRESOS PROMEDIOS POR SOCIO complementación importante del análisis ya efectuado sobre los egresos por sindicato, se prepararon dos Tablas (v y VI) que agrupan las cifras de gastos promedios por asociado, lo que procura un nuevo enfoque a las cifras y un análisis en profundidad de estos valores por socio a través de su desglose en porcentajes en los diez cuadros denominados como Tablas Anexas VII a XVI. De la observación de la Tabla v de egresos promedios por asociado del sector industrial no se desprende tan ostensiblemente como aparecía en el análisis de gastos promedios por sindicato que haya mayores gastos en los sindicatos con alto número de asociados. En esta ponderación per cápita, si bien hay un mayÓr margen de gastos en los cuatro estratos de sindicatos más numerosos, la diferencia es sólo levemente superior en relación con los cuatro estratos de sindicatos pequeños. La máxima diferencia se presenta entre los promedios de los estratos 2 y 8 que ascienden a E0 8,16 y E" 13 respectivamente. Existe una excepción en el estrato 7 que se explica por los bajos ingresos del período. La variación de los gastos en los sindicatos profesionales (Tabla c o M
O
U N A
EGRESO MEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS INDUSTRIAZES (EN ESCUDOS)
\ RUBROS DE EORESOS
ESTRATOS DE SOCIOS
G A S T O S
BPRVI-
PAGO8
INVER-
PAGOS
SIONES
VARIOS
CIOS Y
DE
ADNI-
NOVILI-
PAGO8 A
SUB-
PAGOS
PRESTA-
NIBTRA-
ZACION
OTROS
TOTALES
DIREO-
CION
Y VIATI-
(IRE-
NO EX-
hf08
TOTALEB
PLICA-
T08 A
DOS
80CI08
COS
--------YIOS
1.
25-
49
1,50
0,65
-
2.15
4.73
-
1,57
0,21
2.
50-
74
2,67
1,02
0.32
4,Ol
2,69
0,44
0,98
0,04
8,16
3.
75-
99
2,88
0,50
-
3.38
6,75
0,06
0.39
0,50
11,08
100- 174
1.39
0,72
-
2.11
2.08
0.03
4,04
0,lO
8,36
5.
175- 324
1,24
0,78
-
2,02
5,45
1,94
0,40
9,81
6.
325- 524
1,76
2,37
0.03
4,16
3.85
-
2.65
1,47
12,13
525-1.024
0,67
0,63
-
1,30
1,74
0,01
1,14
0,09
4,28
1,61
0,OB
5,04
3.28
3.24
1.24
020
13,OO
4.
7. 8.
1 .O25 y m68
3.37
8,66
EGRESO bIEDIO ANUAL POR SOCIO DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES (EN ESCUDOS)
se registra con bastante énfasis, y es posible advertir una gran diferencia entre los promedios por socio gastado por los cinco primeros estratos y los tres mayores. Además, entre los estratos 5 y 6 que son las posiciones extremas, la diferencia alcanza a u n margen superior al 700 por ciento con E0 1,33 y E0 9,39, respectivamente.
VI)
Una comparación de las cifras de ambos sectores muestra una fuerte diferencia de mayores gastos en favor del sector industrial. Es así como en los cinco primeros estratos profesionales el egreso total anual por asociado fluctúa entre E0 1,33 y E0 3,89, cifras inferiores al mínimo de E0 4,28 de egreso total por asociado industrial en el estrato séptimo. Merece destacarse que los sindicatos con egreso más bajo por socio corresponden a los sindicatos numerosos, como son el quinto estrato profesional y el séptimo industrial. Este l-ieclio se manifiesta también en la mayoría de los rubros de gastos de estos estratos. Los estratos profesionales de un mayor número de asociados tienen cifras relativamente altas en sus egresos, pero sólo la del sexto estrato con E0 9,39, la máxima d e los sindicatos profesionales, queda a la altura de los egresos promedios de E0 8,66 y E0 9,81 que son las cifras de cuarto y quinto rango de los sindicatos industriales. Un estudio por cada rubro nos revela que, en sus gastos administrativos, los primeros estratos consumen una mayor cuota por socio, ya sean estos sindicatos profesionales o industriales. Si ambos sectores fueran separados en dos partes, una del estrato primero al cuarto y la segunda con los cuatro estratos restantes, se podría observar que, tanto entre los sindicatos industriales como entre los profesionales, la primera parte consume una mayor cuota por socio que la segunda y que en ambos sectores la cuota de gasto mínimo figura en la segunda mitad (sexto estrato profesional con E0 0,32 y sCptimo industrial con E0 0,67).
Las Tablas anexas (VII y VIII)demuestran que los gastos fijos, como remuneraciones, arriendos y contribuciones, constituyen más de la mitad de los gastos administrativos. Indudablemente, esta característica de alta proporción de gastos fijos parece ser la causa de los elevados costos d e operación por socio de los sindicatos menores. Los gastos detallados en varios son de gran significación para los dos sectores, debido a que consideran una mayor variedad de cuentas que cualquiera de los otros grupos. El estrato con más bajo porcentaje (4) corresponde exactamente a aquel en que fue posible identificar los
TABLA A N E X A
VI1
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS DE ADMINISTRACION DE LOS SIXDICATOS INDUSTRIALES
TOTALES
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS DE ADI\.IINISTRACION DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
RENDNERACIOIEB
G A S ~ S
j_\__
8ERVIClO
OTRA8
JURIDICO
GASTO8
GENERALES
ARRIEN-
CONTRI-
GA8T08
DOS
BUCIONES
D E BlAX-
Y BEGUROR
TENCION
ESTRATOS DE SOCIOS
VARIOS
TOTALES
p p p p
1.
25-
-
49
2.
50-
74
3.
75-
99
33
15
-
-
52
7
51
2
0.1
41
100
5
-
2
-
93
100
4.
100- 174
2
16
54
0,1
5.
176- 324
-
62
-
O
6.
325- 524
4
21
16
7.
525-1 .O24
8
41
2
34
9
8. 1.025 y m i s
l
100
29
100
-
-
30
100
59
100
-
03
49
100
1
-
48
100
gastos en todas las otras columnas, en especial los gastos de mantención que tienen bastante importancia para este estrato. Para seguir con el análisis de las Tablas v y VI, la distribución d e los egresos para movilización y viáticos es opuesta a la del rubro anterior (gastos administrativos), ya que los mayores gastos por socio están en los sindicatos con más asociados. Este hecho es aún más notorio en el sector profesional, donde en los tres últimos estratos los egresos fluctúan entre E0 1,17 y E0 2,00 como gasto anual por socio, mientras en los cinco primeros la cifra mayor alcanza a E0 0,42. Este contraste se presenta también en los sindicatos industriales, pero con una menor intensidad. Desgraciadamente, no fue posible lograr una información más detallada en los balances, ya que todos ellos señalaban este gasto bajo el título general del rubro, imposibilitando un estudio de los montos dedicados a gastos de locomoción, pago a los dirigentes de la organización y comisiones por horas de trabajo perdidas en actividades sindicales, gastos de representación con otros sindicatos y viáticos. En el subtotal que agrupa los gastos de operación del sindicato, incluyendo a los tres primeros rubros de las tablas de egresos, es posible observar que el segundo estrato de ambos sectores con u n promedio de 59 socios, ha ocupado una de las más altas cuotas en estos egresos. En el sector profesional es la segunda más alta cuota promedio por socio y en los industriales es la tercera, cantidad superada sólo por los estratos con egresos totales máximos. Aun si consideramos los casos extremos de ambos sectores sindicales, es digno de mención el mayor nivel y homogeneidad de las cifras de los sindicatos industriales, frente a una fluctuación cercana al 700 por ciento que se anota en los sindicatos profesionales. En las cifras per cápita es donde la aplicación de fondos sindicales a "Servicios y Pagos Directos a Socios" se muestra con mayor claridad. La menor importancia que para los sindicatos profesionales tiene el financiamiento de este beneficio se demuestra en que seis estratos de estos sindicatos (1, 2, 3, 4, 5 y 8) no alcanzan la cifra mínima invertida por el séptimo estrato industrial (E0 1,74). Con mayor detalle puede observarse que, entre esos seis estratos profesionales, el gasto anual por socio fluctúa entre E0 0,21 y E0 1,71, y sólo u n estrato (7) sobrepasa de E0 1. Esta situación de desnivel entre ambos sectores hace más curioso el hecho que la mayor cifra, para este rubro, esté precisamente entre los sindicatos profesionales, ya que su sexto estrato tiene E0 6,42 como inversión promedio anual por socio. Entre los sindicatos industriales, no fueron precisamente las organizaciones de mayores recursos las que destinaron más fondos para sus asociados. Esto se comprueba con las cifras por socio de la Tabla v, donde los tres mejores promedios corresponden a los cinco primeros estratos, cuyos egresos ,totales regularmente están bajo las cifras normales. Si calculamos, además, promedios entre los cinco primeros estratos y los tres últimos, podremos verificar q u e aquéllos distribuyen cerca de un 50 por ciento más que éstos. Dada la cuantía de los montos de este rubro y la variedad de beneficios que incluyen para los asociados y familiares, se confeccionaron tres tipos .de cuadros para cada sector que dan una interesante y completa visión de la .forma en que cada estrato distribuye este egreso. El primer ordenamiento de los egresos de este rubro, es presentado en las Tablas anexas IX y x bajo las
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
\ GASTOS
BERVICIOS
P A ~ O BDIRECTOS
TOTALES
ESTRATOS DE SOCIOS
1.
25-
49
88
12
100
2.
50-
74
87
13
100
3.
75-
99
59
41
100
4.
100- 174
86
15
100
5.
17.5- 324
60
41
100
6.
325- 524
08
32
100
7.
525-1 .O24
55
46
100
8.
1.025ym6s
34
66
100
TABLA ANEXA
X
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS D E LOS SINDICATOS PROFESIONALES
\ OASTOS
BEnVICl08
PAGOS DIRECTOS
TOTALES
ESTRATOS DE SOCIOS
100
1.
25-
49
82
19
2.
50-
74
51
100
3.
75-
99
-
49 100
100
4.
100- 174
59
41
100
5.
175- 324
62
38
100
6.
383-
524
10
90
100
7.
525-1.024
61
40
100
8.
1.025ymás
59
100
columnas de "Servicios" y d e "Pagos Directos". La primera incluye el financiamiento de servicios mCdicos y dentales o de asistencia social; mantención de escuelas, economatos y colonias de veraneo; subvenciones a deportes y casinos, y realización de paseos colectivos y festividades. La columna de "Pagos Directos" agrupa todo beneficio que signifique para el socio la recepción de dinero de la organización a través de subsidios por enfermedad, cesantía, accidentes, maternidad, servicio militar, subsidios escolares, funerales, entre los más repetidos. Podemos comprobar que tados los sindicatos de la muestra, salvo los de
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
GASTOS
",
DEPOF?l'EB,
GABTOS
OABTOS
QASTOB
GASTO8
AiEDICOB Y
CULTU-
NORTUO-
DE
RECREA-
DENTALES
IiALES
nIOB
CEBANTIA
CIONES Y
L
I
TOTALES
FEBTIVIDADES
ESTRATOS DE SOCIOS
-
OTROS
_
_
_
_
_
_
_
-
-
49
6
-
2
-
88
5
100
74
4
22
0,7
5
60
10
100
99
15
22
5
53
5
100
4.
100- 174
G
5
9
-
76
5
100
5.
175- 324
23
4
9
4
42
18
100
325- 524
19
18
2
-
9
100
523-1.024
16
4
23
-
52 51
7
100
16
1
2
5
22
54
100
1. 2. 3.
6.
7. 8.
265075-
1.025yrnBs
TABLA AXEXA X I I
DETALLE PORCENTUAL DE LOS CASTOS E N SERVICIOS Y PAGOS DIRECTOS A SOCIOS
DE LOS SINDICATOS PROFESIONAIJES
los estratos profesionales 3 y 6 y del octavo estrato industrial, dan una mayor ponderacibn al otorgamiento de servicios que al pago directo a través de subsidios de distinta índole. Esto, desde luego, está incrementado por las cantidades que se consideran para recreaciones, deportes y festividades. Las Tablas anexas XI y XII presentan seis diferentes grupos de gastos en beneficio a socios: "Médicos y Dentales", "Culturales", "Mortuorios", de "Cesantía", de "Deportes, Recreaciones y Festividades" y "Otros". Uno de estos seis grupos ("Deportes, Recreaciones y Festividades") se desglosa en tres rubros
TABLA ANEXA XIII
DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N DEPORTES, RECREACIONES Y FESTIVIDADES DE LOS SINDICATOS INDUSTRIALES
-
___\_\ \ \
COLONIAS DEPORTE8
DE
FESTIVIDADES
TOTALES
VACACIONES
ESTRATOS DE SOCIOS
100
1.
25-
49
64
35
1
2.
50-
74
14
79
7
100
3.
75-
99
10
74
16
100
4.
100- 174
-
91
10
100
5.
175- 324
5
M
10
100
6.
325- 524
29
3
100
7.
525-1.024
-
68 85
15
100
8. 1.025 y m68
-
95
5
100
TABLA ANEXA XIV DETALLE PORCENTUAL DE LOS GASTOS E N DEPORTES, RECREACIONES Y FESTIVIDADES
DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
",
DEPORTE8
COLONIAS FESTIVIDADES
DE
TOTALES
VACACIONES
ESTRATOS DE SOCIOS
l.
25-
49
2.
50-
74
75-
99
3. 4.
100- 174
5.
175- 324
6.
325- 524
7.
525-1.O24
8. 1.025 y máa
-
100
-
-
93
7
100
100
-
-
-
100
100
-
-
-
100
100
-
100
61
39
100
50
50
100
100
más pequeños ("Deportes", "Festividades" y "Colonias de Vacaciones") en Tablas anexas XIIIy XIV. En párrafos anteriores se indicaba el bajo promedio que los sindicatos profesionales destinaban a servicios y pagos directos de sus asociados, Examinada la distribución de estas bajas cifras de los seis estratos (1, 2, 3, 4, 5, y 8) con E0 1,71 o menos, de gasto anual por socio (Tablas anexas XII y XIV), cuatro (2, 3, 4 y 8) destinan más de la mitad de sus fondos a gastos médicos y dentales (especialmente subsidios por enfermedad y accidentes) y cuotas mortuorias. Otros dos, el primero y el quinto, conceden mayor importancia a de-
TABLA ANEXA
\
XV
OASTOS
INMOEBLES
bIOEBLES
VALORE6
TOTALEB
MOBILIARIOS
ESTRATOS DE SOCIOS
1.
25-
49
2.
50-
74
3.
75-
76
24
-
100
100
99
-
4.
100- 174
94
6
-
5.
175- 324
6
88
5
100
6.
325- 524
43
37
20
100
7.
525-1.024
87
13
-
100
1.025ymBs
86
15
-
100
8.
'
100
100 100 100
TABLAANEXA XVI
DETALLE PORCENTUAL DE LAS INVERSIONES DE LOS SINDICATOS PROFXSIONALES
\ GASTOS
INUOEBLEB
NUEBLEB
VALOREB
TOTALES
MOBILIARIOS
ESTRATOS DE SOCIOS
1.
25-
49
2.
50-
74
3.
75-
99
C
-
100 100
100
-
-
-
4.
100- 174
-
-
5.
175- 324
-
100
6.
325- 524
-
100
-
100
-
7. 8.
525-1.024 1.025 y m68
74
26
-
100 100 100
-
100 100 100 100
portes, recreaciones y festividades. El cuarto estrato destina una gran suma para gastos culturales y otros, donde se incluyen gastos tales como servicio de peluquería, economato y casino. Dos hechos que merecen especial atención son los que corresponden al sexto estrato -con la mayor cuota de toda la muestra destinada a servicios a socios-, que dedica E0 5,43 anuales por socio para u n seguro mortuorio, y al quirito estrato, que es el único del sector profesional que destina fondos para actividades deportivas. Las Tablas anexas de detalle permiten observar, a simple vista, la
mayor variedad de beneficios que los sindicatos industriales distribuyen entre sus socios en comparación con los sindicatos profesionales. Es así como aun en los sindicatos industriales más pequeños se ocupan fondos en los ocho grupos de esta clasificación, mientras que los sindicatos profesionales, en tres de estos mismos grupos no tienen o dan sólo por excepción algunas cantidades para esta clase de objetivos -tal como es el caso de gastos de cesantía, deportes, colonias de vacaciones. Una tendencia muy marcada en el sector industrial es el alto volumen que alcanzan los gastos de deportes, recreaciones y festividades, con más de la mitad de los fondos del rubro invertida en este grupo, y más específicamente en festividades. Los porcentajes de las columnas respectivas de las Tablas XI y XIII son elocuentes sobre esta afirmación, y la excepción está en el estrato 8, cuya mayor cuota de fondos está orientada a servicios varios, como casino sindical y economato. Al grupo de festividades siguen en importancia, y dentro de un nivel similar, los gastos medicos y subsidios y los gastos culturales que incluyen, además, los destinados a escuelas, bibliotecas y subvención a escolares. Otro grupo digno de mención es el de colonias de vacaciones, en el cual todos los estratos industriales invirtieron parte de sus fondos a través de vacaciones colectivas o colonias obreras. La inversión entre los sindicatos industriales, calculada sobre la base por socio, tiene mayor significación que para los profesionales, ya que todos sus egresos de este tipo son superiores a E0 0,18 al año, que representa la cifra máxima entre siete estratos profesionales (el octavo estrato profesional alcanza a E0 1,23, cifra que está aún entre las más bajas de los sindicatos industriales). Véase Tablas v y VI. Es digno de destacarse que dos de los cuatro estratos con mayor egreso anual por socio en el sector industrial tienen bajas cuotas de inversión (estratos 3 y 8), y una de ellas (3) es la mínima, con sólo E0 0,39 por socio (Tabla v). U n a posible explicación cle este Iiecl-io seria la alta cuota destinada a beneficios para socios pero, por otro lado, debe considerarse que este mismo estrato (3) mantuvo la mitad de sus disponibilidades del año como saldo inmovilizado en el banco. Las dos cifras más significativas de este sector corresponden al cuarto y sexto estratos. En el primer caso los fonclos se destinan, en su mayor parte, a la inversión en inmuebles, y en el segundo caso se distribuyen generosamente entre los tres subgrupos de inversión (inmuebles, muebles y valores mobiliarios). Véase Tabla anexa xv. Es oportuno destacar la adquisición de acciones que se realizó en este estrato (6), sin perjuicio que conservara, además, un tercio de sus disponibilidades en el banco. Es obvio que las inversiones de los sindicatos profesionales son insignificantes. En cuanto al destino de estas inversiones, Tabla anexa xvi demuestra que casi todas ellas fueron para la adquisición de útiles y que sólo un sindicato en estrato 3 realizó algunas mejoras en su bien raíz, y que otro, en el octavo estrato, adquirió terrenos y construyó su sede sindical. Se ha dejado de lado una mayor explicación sobre las cifras que señalan las columnas de "Pagos a Otros Gremios", "Pagos de Préstamos" y "Pagos Varios no Explicados", por la escasa significación de las mismas y dado que todos los antecedentes que sobre ellas se disponían, fueron expuestos en la parte correspondiente a clasificación de egresos y en las explicaciones de los cuadros de egresos promedios por sindicato.
EGRESOS RELATIVOS POR R U B R O coN
de intentar un estudio de conjunto sobre el comportamiento que todos los estratos tienen frente a las distintas alternativas de gastos y en relación a sus propios fondos, se confeccionaron dos Tablas (XVIIy XVIII) que presentan los gastos de cada estrato referidos al total de egresos del periodo. Si se considera la columna de "Subtotales cle Gastos", que agrupa EL
O B J E TO
TABLA
XVII
EGRESOS RELATIVOS DE LOS SINDICATOS INDUSTRULES
\ RUBROS DE EoRESOS
ESTRATOS DE SOCIOS
a A 8 T O S
SERVI-
PAOOS
INVER-
PAGOS
CI08 Y
DE
SIONES
VARIOS
hlOVILI-
PAWSA
SUB-
PAGOS
NISTRA-
ZACION
OTROS
TOTALES
DIREC-
cION
Y VIATI-
ORE-
TOS A
COS
NI09
SOCIO6
ADMI-
PRESTA-
NO EX-
NOS
TOTALES
PLICADOS
----------
25
55
-
18
2
100
4
49
33
5
12
0,s
100
31
61
0,5
4
4
1O0
25
25
0.4
48
1
100
-
21
5G
-
20
4
100
0.2
34
32
-
22
12
100
30
41
0,2
27
2
100
Y9
25
10
2
100
1.
25-
49
17
8
2.
50-
74
33
13
3.
75-
99
26
5
4.
100- 174
17
9
-
5.
175- 324
13
8
6.
325- 524
15
20
7.
525-1.024
16
15
-
S.
1.025 y m i s
26
12
C,5
TABLA
25
X\'III
EGRESOS RELATIVOS DE LOS SINDICATOS PROFESIONALES
\ RUDROS DE EGRESOS
ESTRATOS DE SOCIOS
G A S T O S
ADMI-
~IOVILI-
PAGOSA
SUD-
iiISTR.4-
ZACION
OTIt08
TOTALES
cION
Y VIATI-
GRE-
C08
ñIIOS
SERVI-
PI\GOB
INVER-
PAGOS
ClOt Y
DE
AIONES
VARIOS
PAGOB
DIREC
PRESTA-
NO EX-
1108
PLICA-
TOS A
TOTALES
DOS
---------BOC108 -
1.
25-
49
44
17
-
60
30
2.
so-.
74
69
11
-
80
IG
-
3.
75-
99
74
12
0,4
87
12
5
5
2
3
ino
-
0,4
1
100
3
-
1
100
4
6
100
0,4
0,3
100
2
3
100
21
4
100
4.
100- 174
6s
2
2
72
24
5.
175- 321
39
10
1
50
40
6.
325- 524
3
22
-
26
74
-
7.
525-1.024
34
19
2
55
39
0,3
8.
1.025ymús
23
20
0,5
44
29
2
100
a tres rubros de gastos corrientes d e operación, es posible observar claramente que los sindicatos industriales ocupan desde u n quinto hasta la mitad de sus egresos en este tipo de gastos, proporción considerablemente inferior a la que destinan al rubro de beneficio directo del socio sindical. Diferente es la situación del gremio profesional ya que éste consume más de la mitad de sus fondos en los gastos de operación del sindicato y esa cuota es, en general, más del doble de lo destinado a beneficio de sus socios. Puede afimarse que esta distinta configuración de los gastos parece depender sólo de la desigualdad de los ingresos, como se ha demostrado en el estudio de las Tablas III y IV de egresos promedios por sindicato, la que permite al sindicato industrial desarrollar una política general que tiende a complementar o ampliar los beneficios que otorgan las instituciones estatales de seguro social. Sería necesario, no obstante, un estudio especial del criterio con que orientan sus actividades los dirigentes, tanto de unos como de otros sindicatos, para poder confirmar que esta diferencia sólo tiene u n origen financiero. El hecho de existir una gran cantidad de egresos agrupados bajo el rubro de servicios y pagos directos a socios contribuyó a darle a éste una especial importancia en el conjunto de gastos. Como estos egresos tienen una destinación muy similar fue fácil la creación de u n rubro homogéneo, que hizo evidente la tendencia de cada estrato en el uso de estos recursos sindicales. Por otra parte, ya ha sido señalada la diferente distribución que presenta este tipo de egreso entre los sindicatos profesionales e industriales, la que se acentúa en los estratos de menor número de socios donde los sindicatos industriales anotan una inversión considerablemente mayor. Los caminos a través de los cuales el sector industrial distribuye una mayor proporción de sus fondos entre sus asociados son, o el pago de subsidios, o bien el otorgamiento de servicios mkdicos, culturales o de recreación. A este respecto, no existen diferencias substanciales entre los distintos estratos, ya que tres de los cinco menores presentan una alta proporción en estos gastos, ocupando más de la mitad de sus egresos totales en financiar este rubro. Por su parte, el sector profesional parece demostrar, con su distribución porcentual, que en los casos cuando sus disponibilidades lo permiten, es decir, cuando están en igualdad con los sindicatos industriales, orienta la aplicación de sus fondos a destinos similares, beneficiando directamente a sus asociados. Es así como, en los tres estratos de mayor cantidad de socios, este rubro ocupó la cuota más alta de fondos. Su volumen permite equipararlo con este mismo rubro en el otro sector, e inclusive, en el estrato sexto lo supera en tal forma que, junto con ocupar el más alto porcentaje de fondo (74 por ciento), representa el más alto promedio por socio para toda la muestra empleada. Los sindicatos menores han debido sacrificar esta forma de atender a sus asociados por los elevados gastos que demanda el costo de operación, los. gastos administrativos y de movilización y viáticos; pero es conveniente destacar que en ningún caso se ocupó más fondos en los gastos propios de las directivas y en sus comisiones -rubro de movilización y viáticos- que en distribuir beneficios o servicios a sus miembros. En los acápites anteriores hemos señalado, al referirnos al empleo de los fondos sindicales, el distinto volumen que entre los sindicatos profesiona-
les e industriales adquieren las inversiones muebles o inmuebles. A este respecto, cabe observar que la distinta forma de su financiamiento y la seguridad de ciertos ingresos (la participación en utilidades, por ejemplo), permiten a los sindicatos industriales disponer de mayores recursos en momentos determinados. Esta situación financiera favorable deja a la organización en condiciones de optar, luego de atendidas sus necesidades básicas, entre mantener excedentes o buscar donde invertir. En el periodo analizado, el 25 por ciento de los sindicatos industriales optó por adquirir, construir o mejorar sus bienes raíces y el 50 por ciento compró bienes muebles. En todo caso, son muy bajas las cifras que esta fracción de sindicatos decidió invertir, especialmente si son comparadas con los fondos traspasados de u n año a otro sin ser ocupados. El cuarto estrato registra el mejor porcentaje de inversión, 48 por ciento de los egresos y es, sin lugar a dudas, el grupo d e sindicatos que le dio un mayor énfasis a este tipo de inversióii, aun si la calculamos sobre una base por asociado, destinando casi la totalidad a bienes raices. En todo los sindicatos industriales sobrepasa de u n 10 por ciento el volumen de sus egresos que destinan a este rubro, con excepción del tercer estrato que sólo destina un 4 por ciento para adquisición de bienes muebles. Es digno de destacar que, sumadas las cifras de este rubro con los excedentes del período, la mitad de sindicatos de la muestra ha invertido o conservado en cuentas bancarias el 50 por ciento o más de sus disponibilidades anuales. La otra mitad ha realizado inversiones o mantiene en fondos disponibles entre el 20 y el 37 por ciento de szs ingresos y saldos anteriores. Los sindicatos profesionales no registran cifras significativas en aquellos casos que realizaron inversiones; el 45 por ciento que destinó fondos a mobiliario y un escaso 5 por ciento que reparó o adquirió propiedades. Los porcentajes de los egresos destinados a este rubro no sobrepasan en general el 5 por ciento de los egresos totales, y la excepción está en el último estrato con 21 por ciento aplicado, en su mayor parte, a bienes raíces.
A. El movimiento del trabajo: tendencias hacia la asociación, tamaño y poderio L A A E I L I A c I ó N de los sindicatos legales ha sido relativamente estable durante u n largo período; su incremento dependería en gran medida de la reforma del Código del Trabajo. Algunos cambios apropiados en la legislación quizás redundasen en incrementos más rápidos y mayores e n el sector no-agrícola (especialmente los trabajadores fiscales y semifiscales y los de fábricas pequeñas) que entre los trabajadores de la tierra. E n general, los sindicatos industriales han constituido sólo u n tercio, aproximadamente, de la cantidad total de sindicatos legales del país, pero sus miembros suman entre la mitad y dos tercios de todos los sindicalizados legales. En promedio la afiliación sindical industrial ha sido regularmente unas dos veces,y media la afiliación de los sindicatos profesionales. Los sindicatos agrícolas han sido pequeños tanto en número como en afiliación. Existen en la actualidad cerca de 200.000 miembros de sindicatos legales y 136.000 trabajadores fiscales y semifiscales organizados. La fuerza del movimiento laboral, expresada como porcentaje de la fuerza de trabajo susceptible de organizarse, es de u n 16 por ciento y, si se excluye del cálculo a los trabajadores agrícolas organizados y a la fuerza de trabajo agrícola, el porcentaje sube a 18 por ciento. En las industrias básicas, sin embargo, el poderío sindical es apreciablemente mayor, y alcanza probablemente a u n porcentaje que fluctúa entre 50 y 90 por ciento de la fuerza de trabajo susceptible de organizarse en este sector.
B. Ingresos sindicales S E H A P R O D U c I D O u n descenso pronunciado y persistente en el total de los ingresos sindicales reales desde 1940. El promedio de descenso entre los quinquenios 1940-1944 y 1955-1959 ha sido del 27 por ciento. El ingreso por concepto de participación de utilidades, que en general ha correspondido a dos tercios aproximadamente del ingreso sindical total, ha descendido u n 27 por ciento durante estos mismos períodos quinquenales, mientras que las cuotas
que han correspondido al tercio restante del ingreso sindical total, han disminuido en u n 28 por ciento. Durante la mayor parte del período comprendido entre 1940 y 1959, los sindicatos industriales han acaparado el grueso del ingreso sindical total (cerca del 90 por ciento), y esto se debe: 1) al hecho de que sólo ellos reciben ingresos por concepto de participación de utilidades, y 2) a su mayor afiliación en relación a los sindicatos profesionales y agrícolas. Los sindicatos industriales mismos, sin embargo, se dividen en dos grupos definidos en cuanto a volumen de ingresos, puesto que solo aproximadamente la mitad cle ellos reciben participación de las utilidades patronales. El ingreso de los sindicatos agrícolas, al igual que su afiliación, ha sido relativamente insignificante. Las tendencias de los ingresos sindicales han sido claramente favorables a los sindicatos profesionales. El ingreso real de los sindicatos industriales ha experimentado serias fluctuaciones de año en afio, a causa de las variaciones en la cantidad de ingresos recibidos por participación de utilidades. Observamos que ha declinado un 37 por ciento entre el período 1940-1944 y el período 19551959, debido tanto a una persistente merma en el ingreso por participación de utiliclades como un descenso, de 66 por ciento, en el ingreso per cápita proveniente de cuotas. El ingreso real del sindicato profesional, por otra parte, ha aumentado en un 62 por ciento en el curso de los mismos períodos de cinco años considerados. Esto se explica por el aumento de la afiliación en los sindicatos profesionales y la estabilidad relativa del ingreso per cápita proveniente de cuotas. En 1959 los sindicatos legales tuvieron u n ingreso total de 1,5 millones de escudos. Los sindicatos industriales percibieron un ingreso medio de 1.794 escudos aquel año y los profesionales 350 escudos. Sobre una base mensual per cápita, las cifras precedentes dan por resultaclo u n ingreso promedio de 62 centésimos para el miembro del sindicato industrial y de 29 centésimos para el afiliado clel sindicato profesional, sumas muy bajas, por cierto. El análisis de una muestra de balances sindicales, correspondientes al afio 1959, revela cuatro fuentes de ingreso fuera de las dos que la (Dirección del Trabajo cita en sus informes anuales (participación de utilidades y cuotas) Estas fuentes adicionales son donaciones, multas, rentas y préstamos. La participación de utilidades y las cuotas son, sin embargo, las fuentes de ingresos más importantes. Los sindicatos no emplean un procedimiento standard para emitir sus balances, dificultad que puede resolverse por medio del uso de u n formulario modelo para tales fines.
.
Los ingresos por cuotas, tanto de los sindicatos profesionales como industriales, parecen aumentar, sobre una base per cápita, a medida que aumenta el tamaño clel siiidicato; pero la validez d e esto no se mantiene para los otros tipos de ingresos. El monto de las cuotas de los sindicatos profesionales generalmente exceden a las de los sindicatos industriales en una proporción del 100 al 600 por ciento en las categorías de tamaño de la muestra, y dentro de los sindicatos profesionales mismos algunos pagan entre el doble y el quíntuple que otros. Probablemente sea exacto afirmar que muchos sindicatos podrían aumentar el valor de sus cuotas y de tal manera servir mejor a sus miembros. La mayoría de los sindicatos de ambos tipos cobran más en cuotas de lo que prescriben sus estatutos. La inflación hace necesarias las alzas de las cuotas a fin de man-
tener la actividad sindical; pero, dado que la modificación de los estatutos sindicales es a menudo u n largo proceso legal, ello no siempre se realiza, lo que explica el fenómeno citado anteriormente. Una solución posible al problema, que sólo unos pocos sindicatos han puesto en práctica, es determinar las cuotas en forma de porcentaje de los sueldos o salarios con preferencia a hacerlo sobre la base de una cantidad absoluta per cápita. Sólo los sindicatos más grandes de ambos tipos perciben ingresos por donaciones y préstamos, mientras que los sindicatos inriustriales perciben más por estos conceptos que los profesionales. Los superávit líquidos son bastante voluminosos en cuanto a porcentaje, pero son importantes en cantidad solamente para los sindicatos verdaderamente grandes de ambos tipos y podrían, en estos casos, reducirse para ventaja de las afiliaciones involucradas.
C. Egresos sindicales L A c A R E N c I A de información elaborada, similar a la existente para los ingresos, impidió ampliar las bases del estudio de esta parte de la actividad financiera sindical, dejándola limitada a u n período anual y para el mismo grupo que constituyó la muestra analizada en los ingresos. El volumen de las disponibilidades del ejercicio fue consumido por los sindicatos, en su mayor parte, a través de cuatro rubros principales, cuales son: gastos de administración, movilización y viáticos, servicios y pagos directos a socios e inversiones, además de tres rubros adicionales cuyos montos totales e importancia relativa difieren considerablemente de los ya citados y que son: pagos a otros gremios, pagos de préstamos y gastos no explicados. Es interesante destacar que frente a la alternativa de ocupar los fondos en determinados fines, u n sector importante de los sindicatos industriales consideró y optó por mantener una alta proporción de sus fondos depositados en bancos o en la tesorería sindical. En relación a esta materia, fue posible concluir que la limitación legal para mantener u n máximo de E0 0,50 en la caja sindical, ha sido cumplida en las fechas correspondientes a los balances, por u n 70 por ciento de los sindicatos cle la muestra. A este respecto la mitad del sector industrial y la cuarta parte del profesional, no registraron fondos en poder del tesorero al cierre de sus balances. La presentación de cifras promedios por sindicato, con los egresos reales del año, señaló u n crecimiento del volumen de gastos para los sindicatos con mayor número de asociados. Por otro lado, la comparación de los volúmenes que alcanzan estas cifras en ambos sectores demuestra el enorme desnivel en favor de los sindicatos industriales, que en el estrato 5 superan en siete veces las cifras del mismo estrato profesional; esta situación desmedrada de los sindicatos profesionales se observa generalmente en los distintos rubros que componen la cifra total. Un estudio de ambos sectores nos revela, a través de sus cifras promedios por sindicato, algunas diferencias que es interesante destacar, las que se producen, aparentemente, por el desnivel del monto de sus disponibilidades que influye en la utilización de las mismas. En efecto, el sector profesional tiene concentrados su mayores egresos en gastos administrativos y servicios y pagos directos a socios; esto último opera sólo en los sindicatos más grandes y
de mayores recursos. En tercer término, el sector profesional gasta sus fondos en movilización y viáticos, dejando valores de escasa importancia para inversiones. Por otra parte, el sector industrial destina el mayor volumen de egresos a los servicios y pagos directos a sus socios; en segundo término a las inversiones y gastos administrativos; y figuran, a continuación, los egresos para movilización y viáticos. El alto volumen de la inversión parece ser la particularidad más notable en la distribución de los egresos del sector industrial, inversión que tiene su origen en la recaudación acumulada, una vez en el año, de apreciables sumas por participación de utilidades, conjuntamente con la mayor cantidad total de recursos disponibles. Una situación similar se presenta en el estrato 8 de los sindicatos profesionales, que es el de mayor ingreso total en su sector y que tiene la cifra más significativa en la inversión. Ambos sectores dieron una importancia subalterna a la destinación de fondos a pagos a otros gremios, pago de prestamos y gastos no explicados, rubros que, si bien aparecían registrados en algunos balances, sus valores siempre se mantuvieron en márgenes bajos. Expresados los gastos sindicales en cifras promedios por asociados y en porcentajes relacionados con el gasto total de cada estrato, se observa que el comportamiento de éstos guarda relación, tanto con el monto disponible por asociado como con el tamaño del sindicato. De ello es posible concluir para ambos sectores que: 1) los sindicatos de menor número de asociados, incluidos en los cuatro primeros estratos, destinan una mayor suma a gastos administrativos; 2) los sindicatos más numerosos, o sea, los cuatro últimos estratos, destinan una mayor suma por asociado a financiar los gastos de locomoción y viáticos; 3) los sindicatos, en general, destinan fondos de cierta consideración para beneficios de socios, sólo cuando superan los E0 4 como ingreso promedio anual por socio, y 4) las inversiones s610 tienen cifras de importancia en el sector industrial y en el estrato 8 de los profesionales. Esta serie de observaciones permite confirmar que existe una estructura común de gastos en dos niveles de egresos totales, medidos en una base por asociado. El primero sería hasta E0 4, en el cual se utiliza más de la mitad de estos fondos en gastos administrativos y de movilización, dejando en una posición secundaria la distribución de beneficios para sus sindicados. El segundo corresponde al nivel de ingresos superior a E0 4, en el cual, una vez atendida la necesidad, que podríamos denominar primaria, de gastos administrativos y de movilización, un tercio o más de los recursos se emplean en financiar servicios o beneficios para sus afiliados y familiares.
Apéndice Recomendaciones generales para la presentación de balances y contro1 presupuestario de sindicatos industriales, p~o_f'esio nales y agricolas c I Ó N del proyecto sobre finanzas sindicales se analizaron 80 balances, que fueron seleccionados en u n total de 1.112 balances existentes de los diferentes sindicatos.
E N
L A
R E A L I z A
Una de las principales dificultades con que se enfrentó en el estudio de los balances fue, en la mayoría de los casos, la total anarquía en la denominación y uso de las cuentas, y en la disposición de las mismas; numerosas cuentas dejan dudas sobre las operaciones que representan, ya que el nombre usado no es totalmente apropiado o simplemente es muy vago. Por otra parte, la duplicidad presupuestaria de los sindicatos industriales que deben entregar presupuestos de cuotas y de participación separadamente, y en la mayoría de los casos por periodos no coincidentes, impedían u n enfoque completo del desarrollo presupuestario. Se consideró necesario, entonces, con miras a futuras investigaciones en esta materia, proponer iniciativas que facilitaran la normalización de estos balances, y una de ellas es la creación de una pauta o esquema general de estados de situación, que pueda resultar fácilmente entendible para los dirigentes, sindicatos, o personas ajenas a los sindicatos que no posean mayores conocimientos contables. Igualmente se propone a los servicios gubernamentales la asimilación, en el caso del sindicato industrial, de los períodos del presupuesto de cuotas a los del presupuesto de participación cuando ambos períodos no coincidan en sus fechas de iniciación y término. Para estandarizar los estados de situación se propone u n cuadro, en cuyas clasificaciones es posible incluir toda cuenta o actividad factible de desarrollar por el sindicato, en la medida que la muestra analizada es representativa del total de sindicatos considerados. El balance y control presupuestario de los sindicatos estará formado de dos partes: una constituida por el Estado de Ingresos y Egresos, y otra correspondiente al Estado de las Cuentas de Activo y Pasivo.
1 Estado de ingresos y egresos Este estado, cuyo formato se encuentra al fin de este aphdice, resume toda la información relativa al movimiento de fondos sindicales del período y su comparación con el presupuesto de gastos. La comparación entre ingresos y egresos nos demostrará exclusivamente el balance monetario del período, no así la variación patrimonial de la organización. Esta última información habri de obtenerse en el Estado de Cuentas de Activo y Pasivo. Los ingresos constarán de dos columnas: una correspondiente a los ingresos reales del período, y otra a los ingresos presupuestados para el mismo período. Los egresos tendrán tres columnas: una para los egresos o gastos reales, una segunda columna para los gastos presupuestados (considerando en ellas las modificaciones realizadas, con aprobación reglamentaria, sobre el presupuesto original durante el ejercicio financiero) y, una tercera columna para señalar las diferencias entre gastos reales y presupuestados. Para el control de los organismos fiscalizadores estas diferencias sólo tienen importancia cuando los gastos reales han superado a los presupuestados. En el caso inverso, o sea, cuando los gastos reales son inferiores a los presupuestados, la diferencia adquiere sólo un valor informativo de la cual es posible prescindir en beneficio de la simplicidad que se logra al no registrarlo en una columna adicional. Para el adecuado empleo del cuadro, con el Estado de Ingresos y Egresos de los sindicatos, explicaremos a continuación el criterio seguido para la formación de las cuentas, y la definición de cada grupo o subgrupo, con el objeto de que cualquiera cuenta, por sus características, pueda ser clasificacla en uno de los grupos mencionados.
A. INGRESOS Consideramos ingreso toda entrada de dinero a la caja sindical, en su sentido neto, es decir, todo dinero que pase de propiedad de terceros a propiedad del sindicato. Debe excluirse, por tanto, las devoluciones de dinero hechas por personas, a quienes dentro del periodo del balance se le adelantó cierta cantidad de dinero para determinados gastos, o cualquier cantidad que ocasionalmente y en forma provisoria esté en poder del sindicato, y sin que contra su devolución se proporcione servicio alguno al sindicato o sus asociados. Los ingresos se clasificarán en: I . Participaciones. Se incluirán las participaciones de utilidades que le corresponde al sindicato, de acuerdo al Código del Trabajo. Los anticipos que por este concepto concede la empr&a al sindicato, deberán registrarse en este rubro, pero separadamente de los correspondientes al ejercicio. Es obvio que los sindicatos profesionales o agrícolas no tendrán ingresos por este concepto;
2. Cuotas Ordinarias.
Comprende todas las erogaciones que la asamblea impone a los asociados con arreglo a los estatutos, cuyo destino sea el mantenimiento en general del sindicato, y que tienen el carácter de permanentes, es decir, que deben ser pagadas por el sindicato mientras mantenga su calidad de tal; 3. Cuotas Especiales. Las erogaciones que la asamblea imponga, sean o no consultadas en los estatutos, con objeto de la mantención de determinado servicio O pago de beneficios para los asociados, u otro gasto específico, .Es recomendable subdividir este rubro en los siguientes grupos: 3.1. Cuotas para Selvicios a los Asociados. Las cuotas recolectadas mensual o esporádicamente con el objeto de financiar diversos servicios específicos (por ejemplo, Cuotas para Servicio Mkdico, Cuotas para Asignaciones Mortuorias, Cuota para Servicio Dental, Subsidios por Enfermedad, Subsidios por Cesantía, Ayuda a Estudiantes) ; 3.2. Cuotas de Inco~porucidn. Este rubro no requiere de explicación adicional;
4. Multas. Todos los ingresos por concepto de sanciones que se apliquen a los asociados, en conformidad con los estatutos o por acuerdo en la asamblea;
5. Rentas. Se incluirá bajo este rubro todo ingreso proveniente del uso, por parte de terceros, de bienes sindicales tales como:
5. 1. Intereses; 5. 2. Arriendos; 5. 3 Comisiones;
5. 4. Dividendos; 5. 5. Rentas por Explotació?~de Bienes Sindicales; 6. Otras Entradas.
Se considerará bajo este rubro las erogaciones voluntarias que en favor del sindicato hicieran: la empresa, los asociados o terceras personas, las asignaciones por causa de muerte y el producto de iniciativas desarrolladas por dirigentes y asociados en favor del patrimonio sindical;
7. Transferencias. Todo ingreso proveniente de la enajenación de bienes sindicales, cancelación por parte de terceros de deudas contraídas con el sindicato, y las operaciones de créditos logradas para la organización. A modo de ejemplo citamos:
7. 1. Créditos Obtenidos; 7. 2. Ventas de Bienes y Valores. L a suma de estas cifras debe indicar todos los fondos sindicales percibidos por el tesorero durante el ejercicio; cuando esta cantidad resulte inferior a los egresos, la diferencia resultante se denominará DEFICIT DEL PERIODO y su significación no es otra que el menor ingreso monetario del período.
B.
EGRESOS
Los gastos realizados por el sindicato, en el periodo, se clasificarán en la forma siguiente: l . Gastos Administrativos.
Todo gasto por concepto de servicios proporcionados al sindicato que sean necesarios para su mantenimiento. Podemos dividir estos gastos en:
1. l. Remuneraciones e Imposiciones Sociales, separando en cuentas diferentes los montos pagados a: contadores, abogados, secretarios, las asesorías de especialistas, considerando los costos de aporte para la previsión d e éstos cuando corresponda, y 1. 2. Gastos Generales, con cuentas especiales para gastos por come pras de útiles de escritorio, impresiones, arriendos, gastos cle secretaría, que considera gastos de teléfono, luz, agua, aseo, mantención en general, seguros y contribuciones, reparaciones de muebles; 2. Movilización y Viáticos. Los gastos que ocasione el traslado de los dirigentes fuera de la sede del sindicato, para la atención de asuntos específicos, dentro de sus responsabilidades como dirigentes sindicales, clasificados en: 2. 1. Pago de Horas Perdidas, que representa los montos, equivalentes a los salarios de los directores en la respectiva empresa, pagados a éstos por los días empleados en la resoluci6n de asuntos inherentes al sindicato, y dentro de su papel legal de dirigentes sindicales;
2. 2. Locomoción y Transporte de directores y miembros de comisiones sindicales; 2. 3. Viáticos y Gastos de Representación, de los dirigentes, en gestiones específicas sindicales;
3. Pagos a Otros Gremios. Los aportes del sindicato, en cuotas o donaciones, para secundar la acción social de otras organizaciones o confederaciones sindicales;
4. Seruicios y Pagos Directos a Socios. Considera todo gasto cuyo objeto sea el de otorgar un beneficio a los asociados. En este rubro se puede distinguir:
4. 1. Servicios: costo de mantención, incluyendo honorarios profesionales, de servicios disponibles, en forma general a todos los socios e incluso sus familiares, como ser: 4. 1. l . Médicos Asistenciales, constituidos por servicio médico, dental y practicantes; 4. 1.2. Diversiones: en paseos colectivos, colonias obreras, colonias escolares, fiestas de aniversario o de Pascua; 4. 1. 3. Culturales: extensión cultural, deportes, gastos en biblioteca, escuelas; 4. 1. 4. Otros: en los cuales cleben considerarse la mantención de economato, casino sindical; 4. 2. Pagos Directos: a través de subsidios, para los asociados o sus familiares ante determinadas eventualidades:
4. 2. 1. Ayuda a Asociados por: cesantía, servicio militar, accidentes, enfermedad, registrando separadamente cada uno de estos beneficios;
4. 2 . 2. Ayuda a Escolai-es; 4. 2. 3. Otros Pagos; 5. Varios e Imprevistos. Gastos de índole tal, que no sean clasificables en los rubros anteriormente enunciados; 6. Inversiones.
Todo egreso que en algún modo aumenta el activo del sindicato, por ejemplo en: 6. 1. Muebles y Utiles que aumenten el patrimonio del sindicato, consistentes en instalaciones, muebles, o instrumental necesarios para el clesempeño de la función directiva como también para otorgar servicios a lws socios; 6. 3. Valores Mobiliarios, por adquisicihn de acciones, debentures, 6. 3. Valores Mobilial-ios, por adquisición de acciones, debentures, bonos u otros documentos;
7 . Transferencias. Donde se agruparán todos los egresos que signifiquen una disminución de las obligaciones financieras de la organización y, además los fondos entregados en cuenta corriente a terceros. Como una división adecuada a este rubro se propone: 7. 1. Pagos a Acreedores, ya sea que estos correspondan a abonos o cancelación de deudas contraídas por el sindicato; 7 . 2. Fondos Adeudados a Sindicato, que agrupará a los préstamos concedidos con fondos sindicales y, a los dineros transitoriamente en poder de dirigentes o asociados. La suma de estas cifras señalará el egreso total del período y su comparación con los ingresos determinará, cuando éstos sean mayores, el excedente de caja o monetario del ejercicio.
11 Estado de cuenfas de activo y pasivo En este estado, cuyo esquema se encuentra al final del apkndice, se detallará la situación del patrimonio sindical a la fecha del cierre del periodo analizado y contemplará, separadamente los saldos al balance de las cuentas de activo y las del pasivo, además de la variación, ya sea por aumento o disminución, del patrimonio sindical durante el período. Las cuentas de activo registrarán el valor de los bienes sindicales a la fecha de balance y agrupadas en disponibilidades, inversiones y otros recursos. Por su parte el pasivo sindical estará integrado por el patrimonio de la organización, sus reservas y las obligaciones financieras. La variación patrimonial del período, se registrará en este sector separadamente del patrimonio inicial.
A. CUENTAS DE ACTIVO Podrán clasificarse en tres grupos y cada cuenta registrará su cuantía al final del ejercicio: l . Las Disponibilidades, estarán representadas por las siguientes cuentas:
1 . 1. Caja, que registra el monto en efectivo que se dispone en la tesorería sindical, aumentado por el valor de cheques u otras órdenes de pago en favor del sindicato y aún no canjeados por efectivo; 1. 2. Banco, con los saldos deudores de las diferentes cuentas de ahorro o cuentas corrientes que se mantengan con el Banco del Estado de Chile; 2. Las Inversiones corresponderán al valor de los bienes sindicales ya sean muebles o inmuebles y podrán agruparse en cuentas tales como: 2. 1. Bienes Raices, con las inversiones en propiedades tales como: 2. 2. 2. 2.
1. 1. 1. 1.
1. Local Sindical;
2. Mausoleo; 3 . Locales Comegciales; 4 . Refugio en Playa o Canzpo;
2. 2. Muebles e Instalaciones, con cuentas detalladas, según sus usos, para los útiles que beneficien directamente al miembro del sindicato o sus familiares: 2. 2. 1. Mobiliario Local Sindical; 2 . 2. 2. Equipos Servicio Médico; 2 . 2. 3. Utiles y Equipos Deportivos y de Recreaciones; 2. 2. 4. Instalaciones de Bibliotecas; 2. 2. 5. Vehiculos y otros Medios de Transportes; 2. 3. Inversiones para Rentas, que considerará especialmente los fondos invertidos con el objeto de obtener un incremento de los bienes sindicales más que u n servicio directo: 2. 3. l. Valores ~obiliai-ios,como acciones, bonos, pagar 6s; 2. 3. 2. Economatos o Cooperativas, registrando los aportes de capital, que en éstos haya realizado, cumpliendo acuerdos de sus sindicados y sujeto a las disposiciones reglamentarias;
3. Otros Recursos, cuya utilizacibn quede fuera del destino señalado en rubros anteriores, o bien que, perteneciendo a la organización, aún no se haya integrado al patrimonio sindical. Por ejemplo: 3 . 1. Cuentas Corrientes, por los saldos adeudados al sindicato por terceros; 3. 2. Cuotas o Participaciones Pendientes.
B . C U E N T A S DIE P A S I V O Agrupará en tres grupos principales las cifras correspondientes al patrimonio o capital, las reservas y las obligaciones financieras: 1. Patrimonio Sindical, reflejará en su monto la diferencia entre el valor total del activo y las obligaciones financieras y las reservas de la organización. Esta cuenta registrará en cada balance el monto del patrimonio a comienzos del ejercicio y en una línea especial, con la denominación de VARIACION PATRIMONIAL D E L EJERCICIO, la cifra en que este aumentó o disminuyó durante el período;
2. Reservas Sindicales, registrará aquellos fondos cuya recolección haya sido prevista en los estatutos sindicales con un fin exclusivo y que se establezca en ellos la imposibilidad de cambiar su destino o incorporarlos a fondos generales. T a l es el caso de descuentos para constituir fondos de asignaciones mortuorias, adquisición de bienes raíces u otros;
3. Obligaciones Financieras, consiclerará separadamente los compromisos que la organización mantenga con terceros, en virtud de acuerdos regulares y reglamentarios y podrán clasificarse, a modo explicativo en: 3 . 1 . Saldos Acreedores, en cuenta corriente; 3 . 2 . Documentos por Pagar.
ESTADO DE INGRESOS Y EGRESOS Sindicato
....................................
Periodo
....................................
I N G R E S O S Cuentas
Reales
I
E G R E S O S Cuentas
Presupuestados
1.1. Participación del Período
........ .....
Sociales
.
2. CUOTAS ORDINARIAS
Déficit Presupuestario
1.1. Remuneraciones e Imposiciones
..
1.2. Anticipo de Participaciones
Presupuestados
1. GASTOS ADMINISTRACION
l. PARTICIPACION EN UTILIDADES
Reales
1.2. Gastos Generales
2. MOVILIZACION Y VIATICOS
... ..
2.1. Pago de Horas Perdidas
3. CUOTAS ESPECIALES
2.2. Locomoción y Transporte
3.1. Cuotas para Servicios a Socios 3.2. Cuotas de Incorporación
2.3. Viáticos y Gastos de Repre-
..
4. MULTAS
. . . . . . . .
sentación
3. PAGOS A OTROS GREMIOS
5. RENTAS 5.1. Intereses 5.2. Arriendos
........
4. SERVICIOS Y PAGOS DIREC-
TOS A SOCIOS
........
5.3. Comisiones 5.4. Dividendos
....... .......
4.1 .P. Diversiones
. . . . . .
4.1.3. Culturales
......
........
4.1.4. Otros
6. OTRAS ENTRADAS 6.1. Donaciones
.. ......
4.1.1. Médicos Asistenciales
5.5. Rentas por Explotación de Bie-
nes Sindicales
........
4.1. Servicios
...... ... Escolares . . .
4.2. Pagos Directos
.......
4.2.1. Ayuda a Asociados 4.2.2. Ayuda a
7. TRANSFERENCIAS
4.2.3. Otros Pagos
....
7.1. Crhditos Obtenidos
7.2. Venta de Bienes y Valores
..
......
5. VARIOS E IMPREVISTOS 6. INVERSIONES 6.1. Muebles y Utiles
.....
6.2. Compra y Reparación de Bie-
nes Raíces
........ ....
6.3. Valores Mobiliarios
7. TRANSFERENCIAS 7.1. Pagos a Acreedores
....
7.2. Fondos Adeudados a Sindicato
--
.. Periodo . --
..
Total de Ingresos
Total de Egresos
Déficit del
Excedentes del Periodo
Sumas Iguales
. . .--
Sumas Iguales
---
. . . --
ESTADO DE CUENTAS DE ACTIVO Y PASIVO del Sindicato
..........................
P A S I V O .
A C T I V O 1. DISPONIBILIDADES
1.1. Caja 1.2. Banco
......... .........
2. INVERSIONES
..... 2.1.1. Local Sindical . . . . 2.1.2. Mausoleo . . . . . . 2.1.3. Locales Comerciales . .
2.1. Bienes Raíces
. . . .
2.1.4. Refugio en Playa o Campo 2.2. Muebles e Instalaciones
...
2.2.1. Mobiliario Local Sindical 2.2.2. Equipo Servicio Médico
1. PATRIMONIO SINDICAL
A comienzo del periodo E'. Variación
del
.............
período E0 ..............
2. RESERVAS SINDICALES Fondos para. beneficios
....
3. OBLIGACIONES FINANCIERAS 3. 1. Saldos Acreedores
....
3. 2. Documentos por Pagar
...
.
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2.2.3. Utiles y Equipos Deportivos y de Recreaciones
...
2.2.4. Instalaciones de Biblioteca 2.2.5. Vehículos y Otros Medios
..... ... Mobiliarios . . .
de Transporte
2.3. Inversiones para Renta 2.3.1.Valores
2.3.2. Economatos o Cooperativas
3. OTROS RECURSOS
3.1. Cuentas Corrientes
....
3.2. Cuotas o Participaciones Pendientes
......... Totales Iguales
Totales Iguales Fecha ................................