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La revista aparece diez veces a1 afio Abril-Enero En el prdximo nljmero daremos la lista de las agencias de redaccidn y distribucih
SUJhaBLRIQ
LO que somos, Editorial.-El
ambiente a traves d e 10s aiios. (Contribucion a la Historia musical chilena), por HUMBERTo ALLENDE.-Apuntes sobre nuestro folklore musical, por CARLOS ISA-. Mrrr.-Hacia una mejor comprension de la mcsica, por DOMINGO
SANTACRTJZ.
La vida musical del. presenle. Nuestra posicion ante el probleina de la critica, Chile.-Conciertos.-Edlci6n
musical.-Cr6nica.
Suplemento musical, Portico, por SAMUEL NEGRETE.
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SANTIAGO D m h I LE
Director: DOMING0 SANTA CRUZ
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OCTUBRE DE 1932
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lo que somos El fais viene s k t i e n d o e ~ tf o r m imperiosa la necesidad de iina publicacio'n nttuical. Chile ha desarrollado e n estos ddimos aiios un esfuerzo cuitural innegahle,- en el cuad la wzisica presenta la curvtd ial v e z m6s vigorosa e ininferesmte de cuawtas lanotan el progreso de Ptumtra intelectualidad. En corto tiempo y grucias a un c m j u n t o de felices circitnstancias que han echado por tierra f i ejuicios y SituGFCiones que mantenia el estagnamiento colonial e n un arte supewficialmertta cultivudo, la vida musical clzilewa: ha id0 adquirie.tzdo lentamente 10s carocteres de solidee y originalidad que la hacen, e n la horta actual, part icipe del gran zc1ovimiepit o corntempo r h e o . A la sonzbra de este progreso, constotainos ya en la educacio'n musical e.ca cnmprensio'n moderna y amplia, quc busca la perf eccio'n ante tndo e n el d e s e n v o h k i e n t o integro del i d i a i d u o ; la inejor estiirtacio'n que 61 ha traido a1 arte wtcional, ha hecho venir d terreno de la compoposicidn Q muchas persoiz(as que segurameizte etz otro tientpo, habrian ?*istode antemano fracasadas sus aspkaciones ante la mediocridad que obscurecia el hori.:onte musical; el relacionamiento sistemcitico de lus esfems artisticas con el movinziento general de la cidturar chilena, que koy puede reconocer en 10s mzisicos igran nzirnero de valores rilztelectwalte claros, firovoca el interis que 01la demuestra cada dia en f orma m 6 s dxuente for acercarse a 10s estudios musicales y ha hecho nacer or'gnnisnzos, que, a pesar de lo angustioso de las circunstmias, se perfdnn como s6lidas imtituciones para, el f u t u r o .
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Aulos
Sift embargo, por halagador que parexca este cuadro, aun estci lc*jc?sde lo que la j u v m t u d de un pueblo nos perrnite anhelare Subsisten poblemas en el afianxarniento del recorrido, no ligado todawia 0 urm bievl cimentada red que 920s (EE la scm&n%5rz de un pais que por entevo navega en un solo plano cultural. Falta .una penetracihz sistemcitica de Ins difemztes capas intelectuales que ligue izuestra (cultura,a sdlidos fi9lares, fumlamentndos en el pueblo nzismo, y nos aparte de esa vieja riitiiza que confunde la seizcillez popular con lo chabmano y sobre fodo, nos adeje de ese arte con segundas inteutciones, que'sdlo como verdudero cebo electoral. suelen esgrinzir 10s erzgaiiosos adalides de kz politiqztericz En las condicioizeu inestables en que viven todos 10s fmeblos m la hora actual, pzreden surgir a1 anzparo de circunstancias kxtraiim al arte, arcianes que si bien no lo vuelvan al jaw.do, retrasen szls frutos ya p h -
ximos .
Corn0 un aporte fuizdanzental a a t e trabajo de solidificacidn 2cl nivel intelectual conseguido, aparece la revista A U L O S . S u s pciginas contendrkn esa necesaria difusicin a que debe dirigirse el trobajo incaiwable de los nazisicos chilenos; stis colurnfias ejwcercin wLa d t a critica, acogedora y entzisiasta para todo lo que signifiqzce progreso, inzparcial y a w p h en la dilzicidacio'n de los problemas estkticos, y em%gicn 31franca cua9zdo le quepo seiialar manifestaco'ones que rebajen la rlignidad de la nziisica o de 10s que la cultivan. A U L O S mo serci, por ronsiguiente, ni una revista! tbcnica, ni un brgano $610 de tzspecialistas; no pretende asemejarse a $dl o cual publicacidn extranjera, sin0 wear en Chile, y para las Necesidades de Chile, un centro de publicaciones que organice wiestra dispersa actividad, lcll haga conocer en el exterior, vspecialinente en Anzbrica y difunda en cada plafzo del arnbiente mbsrcd chilmo, lo que necesita captar y saber de cuunto se fiensa, dice y hace fuera, del pais. A ULOS inicia sus actividades en wa period0 singularrnente 'dificil; procur'urci sin embargo, cumplir con entera conciencia la m*si6n que se impone, confiando en llos artistas en el pziblico, cuyo k t e r b s , dcterminarci la wedida en que fructifiquen sus esfuerxos. I
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El ambiente Q lravds de loa aAos
el ambiente a traves de 10s a i o s (contribucion a la historia musical chilena) P ~ HUMBERTO R ALLENDE
Las primeras noticias acerca de la vida musical en' Chile datan de dines del siglo XVIII en que 10s padres franciscanos Mardux y Ajuria elevaron el nivel del arte religioso, introduciendo en, el ropertorio de las iglesias sus propias composiciones, lo que les valid, el ser Ilama'dos como profesores en las primeras familias de Santiago. Las clases pudientes, las finficas que habian logrado por ese entonces poseer al$unos instrurnantos, reunian cincuenta o siesenta claves, veinte G rreinta a r p x , gran nGmvro de pitarras, algunas espinetas, (esspecie de pqueiio clavej, a 10s cuales habria que agregar uno que otaro salterio, instrua e n t o semejaiite a la lira pero de mayor sonoridad. Por esta misma @oca, llegaron a Santiago 10s dos primeros pianlos, construidos en Sevilla, uno para doiia Teresa Larrain de Guzmin y el otro para don /Manuel Phrez de Cotapos. Las reuniones musicales, todas de caricter privado, dieron ocasi6n a1 . lucimiento de algunos artistas; entre hstos se recuerdan 10s nombres de las cantantes Esterripas, Orunas, Velasco y Mtuiioz, 10s arpistas Salinas y Barro:, el flautista Cartabia y el violinista portuguQ Juan de Luiz Por lo que a una orquesta se refie=, s610 existia el conjunto de la Catedral, formado por ocho instrumentos, incluso el brgano, a1 que se agregaban tres voces Y su director que lo era el Maestro de Capilla. En 10s primeros aiios de la Independencia, Ilegaron' a1 pais 10s instrumentos de bronce, que como lo atestigua el hecho de haber la corneta constituido una novedad a1 arnibo del Batall6n Talavera, eran desconocidos hasta entonces (1814) En el azalto de Yerbm Buenas, ocurrido poc3 antes, (abril de 1813) dice el General Carrera en el parte enviado a1 Gobierno justilficando el desastre, (que hste se debi6 a la muerte del Tambrar, seguramente el finico de que e! Jefe del Ejhrcito patriota disponia Esto hace pemar que tambihn 10s instrumentos de percusi6n' eran muy escasos Por ese tiempo se form6 en la capital una Banda de Mbsicos que vino a reemplazar la de la Catedral en #que predominaban 10s instrumentos de cuerda Guillermo Carter, buen clarinetista, que tambiCn poseia otros instrurnentos, fuC su jefe A ISU cargo estum la enseiianza de 'Ilos instrumentos cr'e viento qlue 61 tranmmiti6 a 10s violiinktas 10s que llegaronl a contituir la base de la nueva agrupaci6n El repertorio de la Banda de Cirter se componia de unas veinte sinfonias de Stamitz, Haydn y Pleyel, a1 que habrlia que agregar Ilas comporiciones del lego de la Buena Mtuerte Campdtrros, cuyas obras servian de fundamento a la mfisica de la Catedral Hasta 1819 no progres6 qran cosa el arte musical En ese aiio 11eg6 el aficionado alemin Carlos Drewetke trayendo colecciones de sinfonias
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y cuartetos de Haydn, Mozart, Beethoven1 etc., obras que a1 ser difundidhs entre 10s m6sicos, vinieron a revelar 10s buenos cornpositores inztrumenta!es de ese tiempo. Con el aiio 1822 Itleg6 un impulso decisivo a1 arte naciente: Don Fernlado Guzmin y su hijo Francisco, venidos de Mendoza, profe:or de piano el primer0 y el segundo buen violinista inauguraron u n estudio m& serio de la tCcnica haciendo practicar a sus discipulos ejercicios y estcalas Desde iquella hpoca se estableci6 en Chile esta familia que tantos buenos artistas ha dado a1 pais. En ese mismo aiio 11eg6 a Sanltiago la seiiorita Isidora Zegers, amiga personal de Rossini, cardsando verdadera revoluci6n en la m6sica vocal: a ellla se debi6 el conocimiento de las 6peras de este maestro. S e g h tradicionm de familIa, el Barber0 de Sevilla habria sido escrito para ella con ‘la intenci6n que la seiiorita Zegers, cantante distinguida, lo pusiera en escena. Vinieron tambiCn en 1822 don Bartolo Filommo, violinista de mzrito y maestro de canto y el argentino Juan Cris6stomo Lafinu, edcelente pianista que asombr6 por su memoria a1 eiecutar sin m6sica cuanto habian escrito para piano Hmdn. Mozart y Dussek Poco despu6s 10s violinistas Massone y el cClebre Ernest0 Sivori. discipulo predikto de Papnini, despertaron el cariiio por el arte En 1826, se fund6 la primera institiuci6na musical, ‘*La Sociedad Filarm6nica”. aue a pesar de 10s grandes esfuerzos de sus socios, no alcanz6 el hxito deseado y qv’e merecia. debido a que el pliblico preferia 10s bail45 y cantos tipicos . Por Csta 6poca lo^ finicos cornpositores dignos de ser mencionados e r m Manuel ROMPSy JosC Zaniola, fipura. erte liltitno. sobresaliente en esos aiios como propapandista entusiasta de la buena mbsica, critico, music61oy0, director de orquesta. redactor del semanario mupical v mis tarde Director del Ccnservatorio Nacion’al de M6sica Gracias a las ‘’Memorias” de Zapiola conocemos el comienzo del arte en Chile v sabemo. que 61 dirigi6 l‘a primera Compaiiia de Opera que dvrante siete meses astub con 6xito en Santiago La llwada del notable nianista Barr&. en 1832, efectu6 una feliz tramformacih del arte chileno Barr6 habia obtenido el primer prkrnio de pihno en el Conservatorio de Paris y en sus conciertos di6 a cofrocer 1111 m6sica dP Hem cuvo sistema nianistico estaba entonces muv en boqa en Europa A pesar del adelanto alcanzado, que permitia ya a 10s m6Ficos vivir con cierta holgura. debido a 10s sueldos de la Catedral y del Teatro Arteaga, a Ias bandas de mfisicos de lo? Cuerpos Civicos y a ‘!as filarm6nicas. permanecia el cor0 de esta lalesia en un incomorensible estado de atraso musical Para remediarlo hizo el Gobierno venir de Francia algnnos m6sicos que, por desgracia, no traieron 10s beneficios esbrados Solamenite el seiior Lanza, maeq tro de capil’la, era un artista de mhrito y gracias a 61 la Sociedad Filbrmbnica recibi6 nueva vida Este maestro fuC secundado‘ inteligentemente por 1.0s seiiores Solar y Rorgoiio 1836 fu6 demo‘lkl’o el linido teatro qw pm7a la dudlad de SantiaRo y s610 cuatro aiios mis tarde, se levant6 el llamado Teatro de la Udversidad, en el que volvi6 a presentarse el vio!inista Sivori mya primer3 jira habia dejado tan gratos dcuerdos.
El ambientc n travls de 10s a6os
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AI Teat10 de la Universidad, lleg6 la segunda ComPasia de @era que visitaba la capital; ella traia como primeras figuras a Teresa Rossi Y Clorinda Pantanelli cuya actuaci6n produjo tal entUSiaSm0 que fueron ambas paseadas en triunfo por las calles de la capital. El seiior L x ~ z ase incorporb cam0 Wariton0 a esta Compaiii’a, que s&n Jo& Zapiola, era &gna de ca:$,lrosos aplausos por su perfecta org3nimCi6n- La ComPafiia Panlanelli desp&s de dar a conocer en Santiago su repertori0 de 6Pras que ampli6 el harizonte musical, se darchi6 D ValparaiSo 11~eValldo consigo a lOs mejores elementos del cor0 de la Catedral, a fin de inaugurar en esa ,&dad e? primer teatro de 6peras que en ella Se ConoCi6. Con motivo de esta emigraci6n en masa, el Arzobispo tuvo la idea de reemplazar la orquesta por un gran 6rgano. A este efecto encargd, 5 Inglaterra el magnifico instrumento que hoy posee la ICatedraI de Santiago e hizo venir a1 famoso organista Howell. Poco tiempo despuCs de Howell, llegb a Ch‘ile el exceknte or@adista de iSan Eustalquio de Paris Adoliphe Degjardins. M . Desjardins organiz6 el Conservatorio Nadional de Mlisitca o “Eslcuel~ dc Mlisica y Canto de la Cofradia del Santo Sepulcro” como se Islam6 en sus comienzos, cuya creaci6n lleva la firma del Presidente Buln$s en decret:, de 26 de octubre de 1849 Cooperaron en su formaci6n don Miguel de la Barra, don Pedro Palazuelos y don JosC Gandarillas . En 1852 lleg6 a )Chile la tercera Compaiiia de Opera, dirigida por Neurnann. En ese mismo aiio apareci6 el primer peri6dico musical que iregistra nuestra historia, fundado por Zapiola, e1 “Semanario Miusical” cuya publicaci6n se detuvo a 10s 16 nlimeros. Niinguna otra publicaci6n musical ap(areci6 hasta el aiio 1869 en que don Ruperto Santa Cruz p u b l i d 40 nlimeros d d pri6dico “Bellas Artes . ” Los teatros de Santiago, reducidisimos en ngmero, se vieron incrementddos en 1871 con dos nuevas salas, por las que desfilaron grandes figu’ras de Zntonces como Gottschalk y la Patti. Dos aiios m5s tarde, Santiago y Valparaiso vieron desarrollarse sus instituciones con un Club Musical en cada ciudad. La organizaci6n del de Valpnraiso se debi6 a la seiiorita JosCfina Filomeno, quien, antes de fundarlo, realiz6 una brillante gira’por 10s Estados Wnidos y Europa . La Ilegada de don JosC Ihcci, rapresentante de m a fibrica de pianos d. Florencia, mxca un nuevo adelanto musical. El seiior Diucci arlribado a Chile en 1875, (era un pianista distinguido y entusiasta mlisico, que improvis6 una sala de conciertos en du casa en la que se ofrecieron audiciones de mlisiia de cimara . pdcos a5os antes habia aprecido fa Irevj2dta “Sa16n’s (1873) cuyas cr6nicas musicales contribuyeron a mejorar el ambiente. 1.a primera organizaci6n ya oficial de buena mlisica fuC la ”Sociedad de M6sica Cliska” creada en 1879, con el objeto, segGn dicen sus Estatutos, de “Dropagar ‘la m6sica clisica y d!ar a conocer Ias obras modern#a: de estilo anilogo por medio de conciertos”. Ss componia de socios activos y prQtec+ores v la presidia don Enrique Arnofson quien, por haberre ausentado del pais, fuE rwmplazado por don Jos6 Ducci Secretario de esta socigdad era don Jose Miguel Besoain. El ssiior Besoain,, aCiNcionado zntutciasta, ha side
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alma pas muchos aiios de todo el culto a la buena m ~ s i c a ;en su cas0 y por su iniciativa se han efectuado por mAs de media siglo audiciones por las males pasa$ron cuantos artistas de mhrito llegaron a la capital. Guarda el seiior Besoain u n l estadistica minuciosa no sblo de las composicionts cjecutadas y por qui& ellas io fueron, Sin0 a h de 10s asistentes y de la opini6n que en cada concierto se fofm6 la concurrencia acerca de las obrar pEsntadas. Con esto, el archivo del seiior Besoain es una de las fuentm mis valiosas de que disponemos para conmer el pasado musical chileno. La Socied,ad de M6siua ClAsica, cuya exirstlencta he .vi6 ,intw’mpida c m o consecuencia de la Guerra del Pacifico, desdac6 muGhas personalidadas musicales de de,ctivo valor; entre hstas merecen citarse 10s pianistas Josh Ducc~, Enrique AmdIson, Eustaquio Guzmin, Tagliaferro y De Petris, 10s violinistas Francalucci, Eulogio y Ram6n Flores, 10s violistas Yunge p Moisb Flores y lm violoncelistas Caillou y Arturo Niigel. El reprtorio dado a conmer en las audicione, comprendib lo m& estimado de 10s compmitores de m&&a de cimara, banto 10s cliskos tomlo 10s que en est entonces representaban a1 arte mderno. Varias aiios transaurrieroln despub de disudta la anterior Lmiedad, CUyas audiciones llegaron a ‘una veinte, antes que ex lolgrara reemplazarla por una m6s estable. Est0 n o sucedi6, sino en 1885, ’en que se funda la Sociedad de Cu’arteto, cuya reorganizaci6n en 1888 la dedica a conciertos pfibliccx de m6sica de dmiara y en especial de cuarteto de w d a s . Caturce audiciones dib esta colectividad a 10s aficionados, en 01 Gran Sal& Central del Oirculo Cat6lico. sus miembros principdes eran Juan Gervino, Albert0 Ceradelli, Germ6n Decker, Arturo Hugel y don Josh Migmi Besoai’n +W tenia a su cargo la admbistracih. Don Moizhs Ailcalmde, ex43irector dkl Conservztorio, &6 entre 1886 y 1890 varix series de conciertos sinftrnicos y vocales que, con 110s de la saciedad anrerior, h e w n la principal muestra de vida musical que ditr el pais. POCO aiim despuks, ,desde 1890 hasta 1900, don Luis Arrieta Caii3.g. organiz6, en m castillo de Paiialolkn, situado en ,los alrededares [de Santiago. numerosas audicicsnes de mbica de cimara en las que prestaron su colaboraici6n 10s artist= Pa&, Varalla, Melani, Ceradalli, Brighenti y otras. DespuCs del aiio 1900, la vida musical chilena adquiere cada dia mayor robnstez y 13s audiciones peribdicas se suceden casi sin intemupci6n de aiio en a60 Entre hstas desmellan: 10s conciertos de m6sica de cimara ofrecidm er! el Teatro Novedades par Luigi StCSano Giarda, con el concurso de Paoli, Varalla, Ceraddli y Guerra, de:de 1906 a 1908; las aukliciones sinfbntias dirigidas en cl Teatro Ulai6n Central por CeIkrino Pereira L., actuando como solistas el phnista’ argentino Hugo del Carril y el violinists chileno Florencio Mora (1908). La fundacibn de la Sociedad Orquestal dre C h i l e , en 1912, bajo la presidencia de Ferruccio Pizzi, permite ya una obra mlio seria y, en 1913, sc oyen en una serie completa, ilas ainfonias (de Beethoven bajo la direcci6n de Nino Marcelli. Las pubIicaciones musicales son mis frecwntes a partir de 10s ijltimos afior dcl Piqlo pasado. conthdwe basta la fwha 113s revistas “Aurora Musical” dirigicda por Rqfael Allende SarCln, en 1895: “Aee y Vida”, de Manuel e!
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El ambierate a traves de 10s
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aiios
Basttn (19 11) : “La Orquesta”, Crrgano de la Swiedad Oquestcal de Chile ( 1 9 13-19 14) ; “Mlisica”, de Anibal Aracena ( 1 920) : “Marsyas”, 6rgano, de la Sociedad Bach (1927-1928); la “Revista de Arte”, del Departamento de Educaci6n Artistica, ambas dirigidas por Carlos Humeres y la “Revista Musical”, del Conservatorio como 6rgano de 10s alumnus. La tendencia B llevai a1 pliblico una comprensibn m6s prdunda del arte se exterioriza por las conferencias sobre formas musicales dadas por Luigi S . Giarda, 13s que &xi6 sobre miisica crio!la Pedro Traversari, las de Eduardo Garcia Guexero sobre la vida de algunos comporitores inchyendo en ellas ya 10s autores modernos y lias que en los aiios 1917, 1915 y 1926 tuve yo el honor de leer sobre “La orquesta moderna” : “La m6sica prermodemista” ; ‘‘La miisica modernista” y sobre “La miisica en Chile”. Deben recordaTse tambikn 1- cicllos d e conferencias, tanto bist6rica.s c m o ticnicaq ofrecid,os por lla Socialad Bach desde 1927 en aidelante y las incorporadas ai 10s mmos de divulgacibn de la Universidad de Chille. Tanto en Santiago como en provincias, se han organizado otras sociedades para dilfundir la buena mlisica, estas son: el Centro de ex-Alumnlos del Conservatorio Nacional de Miisica, dirigido p r don Anibal Aracena, que ha walizado numerosos conciertos; orfeones en’ las principales ciudades del sur del pais, varias sociediades carales alemanas, y el Orfeb Catalh. La mejor organizada, sin embargo, y la que ha ejercido una acci6n educadora de consecuenci,asm i s definitivas, es sin duda la Sociedad Bach, funldada por Dominrgo Santa Cmz en 19 17, reorganizada con fines piiblicos en 1923 y desde el aii9 siguiente empeiiada hasta hoy en la seria difusi6n del arte antiguo y moderno. L3 Sociedad Bach, cuyas enCrgicas campaiias de dignificacibn artistica la hicieron pronto notable, ha obtenido progresivamente la reforma del ambiente por la difusiirn de la m6sica polifCEnica, la ejecucibn gran nlimero de obrais de Bach que plrspamron el terreno a la filtima reorganizacih del Conservatorio Narional de 1928, hecha par Armalndo Carvajal, que m r c a la entrad3 de nuestro pads en el movimimto mwdaal contdmporhndo. A lia Socied@d se debieron las primeras leyes sobre mlisica; su accibn ha aido llevada piibliv camente por medio de conferencias, revista, colabaraci6n en la enseiianua y w fin principal es abrir la comprensi6n general a la totalidad de la historia sin limitaci6n de tendencias ni de Cpoca. Colaboraron de un modo efectivo en la Sociedad Bach, adem6s. del que ksto escribe, Guillermo Echenique, Carlos Humeres, Luis Vergara, Jorge Urrutia, Alfonso Leng, Same1 Negrete, Tomhs Ozcariz, Vicente Yarza y gran n6mero de aficionados y artistas valiosos. Sin entrar 3 la producci6n musical, que me llevaria a calificar pensmas cuya labor diebe ser examinada en forma detenida y cuiidadosa, creo, opommo mlamentte, recordar que 61 primero que NVO la suerte de llamarse compositor chileno fuh el ya citado D. Manuel Robles autor de Ila primera Canci6n Nacional, mbstituida en 1828 por la (que escri‘bi6 el Maestro1 espaiifdl, don Rambn Carnicer. Contemporineo de Robles fuh Josh Zapiola autor de la popul3r Canci6n de Yun,gay. DespuCs de u n largo periodo d e inactividad, en 1875, 10s hermanos Eustaiquio y Federico Guzmin publicaron, algunas obras con la; que podemos cerrar el pasado musical chileno dejanclo a otros colegas el detallar sus demis aspectos. I&
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apuntes sobre nuestro POH
CARLOS ISAMITT
0 es extraiio que este campo de investigaciones desinteresadas permanezca entre nosotros, casi inexplorado; es una de las tantas desidias sud-americanas. Cada vez que alguien se ha aventurado a insinuar alguna r2ferenaia, tratando de promover interh, ha encontcado la reacci6n de una sonrisa esc$tica y despectiva que concluye siempre con aminorar 10s entusiasmos necesarios para toda rebusca trascendental. Ahgunos pocos espiritus sin embargq. w han atrevido a mantenrr vivo su amor por las cmas de la t i m a y a h . 2 elaborar con ellas obras de indudable belleza artistica (Humberto Al!endc, Carlos Lavin); no obstante ,nunca se ha organizado en forma adecuada la :ccolecci6n de nuestro material folkl6riico de cantas, danzas, m6sica de instrumentos tipicos . . . Los trabajos individualks cfectuados, no bastan para hacer estudicrs aomparativos con 10s de otros pueblos, ni , a h para formular conceptos sobre lo que nos pertenece. Como necesidad que debe satisfacerse, permanece p e s hasta hoy la rebusca de todo nuestro patrimonio artistic0 popular. Hasta mediados del sigh XIX, generalmente fu6 descuidado el estudio del folklore musical; a partir de esa 6poca, el valor de este elemento ha ido ganando la 'estimacibn, y actualmente no hay pueblo de Europa que no le tonceda un inter& comprensivo, caluroso y digno de toda simpatia. Los Archivos Musicales de la Canci6n8 Alemana en Berlin, las sociedades francesas, la sociedad Inglesa del Canto Papular, fundada en 1898, el Dtpartamento Etnogrifico del Muceo de Hunqria, con sus colecciones de meiodias de miles de canciones populares anotadas y en impresiones fon3grificas. las colecciones de melodias populares de la BibIioteca de la Universidad de Noruega, 10s Archivos Fonogriificos del Ministerio de las Artes de Bucsrcts 01 lnstituto de las Canciones Populares de Praga, la Smiledad de Estudics Vascos, la Sociedad Inglesa de Dsnzas Popwlares, fu'ndada , en 1911 y su museo en, Londres, la Sociedad Belga del folklore, la Sosiedad Americana de Danzas Populares en Estados Unidos y cuantas otras entidzdcs similares; ademis de la Socipdad Internacional de la Liga de las Naciones, evidencian el grado de estimaci6n y desarrollo que han ido adlquiriendo estas manifeFtaciones en el mundo y el apoyo moral y material qu2 le acuerdan actualmente 10s gobiernos. Mientm Ias entidades cuyo dcber es levantar el nivd de la cultura, logran entre nosotros encontrar el camino de impulsar una vida intensa dz investigaciones altas, tendremos que atenernos a las tentativas ind:viduale$ que hayan logratdo alguna adtpisici6n en nuestro cam90 folkl6rico. Medio afio de rebuscas entre 10s araucanos me permite el atrevimientu de expresar, en contra de la oninI6n nqativa vulgarizada, que en lese pueblo hay un mstcrial folkl6rico de gran riqueza y de colndicionss artisticas diferencialze,
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Hacia una mejor comprensidn de la musica
dignas de toda atenci6n, tanto por su valor intrinseco, como por Glas proyecciones que de hl podrian derivarEIe. Estas gentc‘s, de una raza explotada y calumniada, alin superviven leales a si mismas y conttinGan siendo cre3r doras de belleza de sentido racial a pesar die toda la vulgaridad amenazante, empeiiada en borrar sus caracteristicas y en atentar contra sus magnificas tua!idades de intuitciba y hjbitos artidticos con abomlinables insinuaciones faltos de todo don de belleza. Esta influencia nefasta de mentalidades ciudadanas, es fhcil advertirla a6n en 10s tejidos que salen a ofrecer por las calles. En el:bs la sobriedad, la armonia, lals be‘llisimas condiciones de la qinvenei6n decorativa de 119 verdaderas obrias araucanas, ha sido despalza. En el terreno musical la influencia, es hasta ahora menos sensible: 1’0s malhechores no han sido consentidos en esa intimidad del espiritu araucano . (Continuarj)
hacia una mejor comprensi6n de la mcsica POH
DOMINGO SANTACRUZ
A obrervaci6n de la existencia de dos mlisicas, la que anda en 10s libros y la que suena, es una de las caractwisticas mis constantes de nuestras cortumbres intelectuages, en las que no han ccsado de perpetuarse <os inauditos zforismos que llevaron a1 czmemar la Eclad Media, a Severino B\xcio a decir que sobre mlisica debia discurrirse ‘‘dejantdo a un lado el testimonio del &do” (relicto, aurium judicio) . En semejante conr cepci6n puramente intelectualista, no cabe sino consltatar la supervivencia de antiguas ideas, q,ue veian en la mdsica mis que un arte, u n ritual, cuya transgresi6n seglin el pensamiento de 10s chinos, iba derechamente a ocasiones desgracias y calamidades hasta el terreno de lo fisico. Nuetra civilizaci6n, sin embargo, tiende cada dia a despojarze de lo formal en e l arte y a reducirlo a su proporcibn verdadera, oponiendo a1 f6rrago stmimigico, filos6fico y‘ Bikerbrio ,de 10s ;antigum, que rodhabaa de especial solemnidad la prdctica de la mhica, u n arte en que la teoria a? lad0 de una prktira de complejidad dwconwida en la (histdria, aparece comn un simple guia de carkter general y calda dia mfis kimplificado. El hombre, como desesperado ya de su pretensi6n de encerrar la mGsica en las reglas de un manual y de aprthenidrer el fen6meno musical que huye constantemente de sus diagramas v estadisticas, tiende a e!kvar su mirada y a despreciar aqucllos tratados que aprisionando su fantasia le entregaban UT,
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pqueiio arte tprrestrle, cuajado Me tmcm iy mc-3 ideals pbra fabr5car muy c6modamente obras en serie. Para 10s que nos ocupamos de arte, es particulaknente consolador ver el descrhdito que rodea esos libros sesudos de contrapunto, en que lamentablemente se confunde la esencia de la polifonia con lo que tal o mal +ma entendi6 o m& a menudo, con lo que el seiior autor del libro habia rpsuclto que ella fuera; esos tratados dte armonia, verdaderos tomos de cocineria musical, en que se catalogan con minucio~idad10s acordes, sus resofuciones “obligatorias” y “libres” y 10s enlaces a que su combinaci6n pueIgualmente fastidiosos resultan hoy dia zsos aniIisis de d? dar origen forma quae, circutnssritos Qnicamiente a un pqueiib iwgmento hicr6rlco, creen en f6rmulas algebriricas rigidas, declaralr por quC mhtoda se prueds componer Andrh Suires, es una bella comparaci6n quc leimos en uno de sus z~ticulosrecienstes, ha delimitado bien el campo de lo que 61 llama “las notas” y que contrapone, en el mismo lenguaje $que us6 un Wbro chino de gran profundidad, a1 de !os “sonidas”. “El mundo de las notas, ha dicho el music6logo franc&, cs e1 herbario; re1 mundo de 10s son;dos, son (Ibs jardines y 10s bosques” Como en el herbario del atudiante y del erudito, ias notas disecan la m6sica y nos dejan a Pa vista su esqueleto y asi corn3 la natnraleza entremezcla arbustos de todo ghero, el, arte de lo que suena, 3 0 s teje la mis impemada guirnald:, con 10s e!ementos musicales “La ?nvcnci6n, dice Sujres, es siempre empirica El genio de la modulaci6n. si lo hay, gana a1 talent0 y a la doctrina.” Este drama de ?a dualidad entre 10s estudios y la prhcrica musical, que a vecw tom6 d aspect0 inidigzsto de esos Iibrois que saririz6 ya el gran profesor Gedalge. en su Curso de Fuga, que evitaban cuidadosamenvte citsr los‘grandes autores para darsz un Cherubini o un Bazin, por ejemplo, v que en atras sim!plemente, optaban por ignorar lo que no cabia dentro de ciertos mkodos, a 6 n ‘ a trucque d2 torcer las narices de la historia, tiende hoy a apaciguarse y con gran escindalo de 10s que se han fabricado brlijulas caseras, que 10s libere de la obligaci6n de explorar lo desconocido y en general de variar como lo han hecho toldos 10s grandas m6sicos, empiezan ya -aparecer’ libros que nos dan las primeras luces de la nneva manera 3 e mirar la composici6n que hoy se neesira en la que ningGn fen6meno es d me importancia constante y en cuyo conocim’iento debe ilntervenir Una bien equilibrada apreciaci6n comparaciva de IQS elementas muskales . Aparte de la investigaci6n musical cientiifica, cuyas relaciones con e! arte 1.610 paedenl admitirse en cuento aclaren fen6menos desconocidos y siempre a titulo de erudicibn, la ensefianza de la m6sica ha tenido por objetioo tres aspectos principales: la iaiciaci6n en su lenguaje, la gramitica musical y la cchmpwnsi6n d t las obras ya sea hsta dirigida a1 compositor o a1 que simplemente busca mayor cultura Ahora bidn, en estas tres regiones se observa igcralmente hoy dia la tendencia a separarse de la vista para concretarse en el oido Esa pequejia charada de acordes, mSs pr6xima a1 popular juego de “10s pimtitos” que a1 jarte musical, desaparece en, todo el mundo, para dar Ingar. por un lado, a1 solfeo y a la educaci6n ritmica
Hacia una ajar cmprensidn de I& mhiiea
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que reemplaza la antigua tmria con sus disquisiciones Fizantiaas acerca de las “comas musicales” y de otras argucias, y por otro, a I(a enseiianaa funcional de la armonia, a la creacibn mel6dica libre y a un contrapunto que a cada dia m b una enseiianza polif6nica. La ciencia mismrd de la composici6n con sus reglas y formas precisas, se ve ensanchada por nuevas obxrvaciones que hagani pocible la incoqmracibn a e?la de todos 10s estiflos y rnannras de oir que en la historia se han sucedildo sin declarar a ninguno el unico ~i el definitivo Hacia ya muchos a5los que Jacques Dalcroze, para 20 citar a otros, pedia que 10s m6sicos nor ocupiramos mhs del fen6msno mditivo y que el desarrollo del oido Ylenalra en el estudio musical el Iugar que en el de las artes plisticas tiene el estudio de la visi6n. Entre no:otr.os hasta 1928 el solfeo, salvo ratisimas exepciones, era enseiiado con 10s o j m exactamente como si para estudiar bs colores se hablara en una pieza obscuia . Concretindonos a 10s conocimientos de compsici6n musical, podemos distinguir la gramitica de la composici6n y el complemento que ella exige de obras de arte o sea el anPlisis musical. Estos aspctos empiezant a aparecer reunidos en una solh exposici6n con’ ordenacibn histbrka d e 10s elementos. Riemann y D’Indy, son los dos mis populares tratadietas de composici6n entre nosotros 71 m e s e n t a n dos acudas cuya diverkidad hoy dia desaparece; Riemann ea el mQtodo, seco, pqueiio, y convencional, y D’Lndv la visibn del hombre mis amplio de criteriu per0 aun no liberado de dogmas El uno, con un cientismo frio, crea un sistema y a1 fijar las normas que convienen a la mhilca basada en la cancibn popular occidental y 211 la armonia de su +oca, cre‘e haber aprisionado la 16gica musical de In humanidad y el otro, con una ripidla visi6n de la historia destinatda a dejar establecido que las sonatas y sinfonias catblicas son1 lo mPs elevado que e! hombre ha producido en la tierra, nos deja entflever apreciaciones de verdadera profundidad. De ambos autores hallamos reflejadas las tendencias en la conccpci6n actual de Ih composici6n, que jmga cada epooa como eis y como tal la analiza, y que establece la gradaci6n de las diferentes clases de lenguaje mnsical, admitiendo que en cada period0 hist6rico ha tomado iste modalidades diferentes. A1 m6sico mon6dico con su sentido lincal, sucede el poiif6nico de compleja dentalidad y a 6ste el armonista de refinado verticalismo, que consuma la unibn del elemento popular caadrado a las formas de aka m ~ sica Corona esta visi6n el hombre modern0 qu.e dispone de la suma de experiencia anterior y que conjuga su fantasia con 10s dictados de la thcnica legada por 10s sighs. De este modo, uno de 10s hechos capit’ales que sintetizan el momento a c a ~ a lde la ticnica, es la tendencia a1 estudio de la mcsica, tall como ella es. Somos hoy dia nuevamente capaces de enfocar, por ejemplo, la melodia, cnyo signifirado arm6nico no ofrece ya cuestibn, en toda su pureza y con tcdos su(s caracteres expresivos. La melodia, ique nucktros antecesms &\rectos vicron so‘ammte como ell balance0 de la funciones tonales, nw cantiva otra vez por su curva, sus intervalos, su desarrollo y en general
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aquella â&#x20AC;&#x153;arsis y tesisâ&#x20AC;? de b s compositores gregorianos, que la ritmica is6. crona y cuadrada de las formar; danzas acab6 por destruir. Una de las visiones mis i n t e m n t e s que hayani llegado a nuestro COnocimiento en refuerzo (de estas observaciones a que nos lkv6 la enseiianza del anhlâ&#x20AC;&#x2122;isis musical en el Conservatorio, es la del gran pedagogo alemin Hans Mersmann, para quient todos 10s elementos musicales son considerables en dos dimensiores: la absoluta y la relativa, entendiendo por la primera su manifestaci6n pura como tales y por la segunda su empleo cornbinado a otros factores. Hacia realmente falta esa palabra de la arm+ nia zbsoluta, ac6stico ensamble de sonoridades, que viene a sa el resultado de la cxperiencia que nuestro oido saca de las confquistas que en ell campo de 10s acordes se han venido produciendo. El acorde sintkico y repwentabl:: por una fbrmula, se vh complementado por un hermano, para cl mal cada una de su3 notas es cumri6n capital y en el que intervienen como liechos wales, el registro en que se le coloque, la intensidad, la dirtancia cntre sus notas componentes y en general todo lo que constituye el kngnajc de lcs m6sicos entregado hasta hoy a la pura casualidad.
I Chile Nuestra posicibn ants el problerna de la Critiqa AGn cuando el editorial que encabeza este nlimero precisa en lineas gee nerales la actitud de la revista eni frente de la vida musical, creemos oportun:, a1 abcrdar por primera vez el juicio de la que nos pertenece, definir con alglin detalle quh entendemos por critica y cui1 serS el espiritu que nos aniinari a1 hxerla. Desde luego, critica no es sino la opini6n pyecisa que nos formamos de 10s hechos y de las obras; â&#x20AC;&#x2DC;ella nlo significa necesariamente ni censura ni pdnegirico y a1 ser ejercida en un 6rgano de eqpecialidad como el nuestro, no debe obedecer a otra guia que el estimulo a lo que vale, la orientaci6n justa del ambiente; su lenguaje franco ,ha de entenderse con el buen espiritu con que se oye la voz de un amigo, que p e d e m a r en la apreciasibn, per0 no en la intenci6n con que juzga nuestra conducta. En Chile ,hernos padecido ya demasiado del ampuloso y hueco pawgirico, que a nadie guia, que b o r n el sentilo de 10s valores, aplastando con 1
la humareda gris de un incienso f a k c tanto el camino del que asciende coma la posibilisdad de enmienda que tienz el que yerra. Falto nuestro rnedio 6 organos de publicidad musicales, han venido 10s d;arios a substituirlos y b t o dcfectuosamente porque su indole misma y las vinculaciones lcomerciales les impiden entrar a apreciar las manifestaciones artisticas con un criterilo ticnko puro. AgrCguese a &to el hecho de hallarsk todzvia imperante en la direcci6n de algunas 6rganos de prensa del pais, ese sriterio antiguo que juzgaba las,+ctividades muskales sin trascendencia, como algo infantiles y no les dispensan, a menudo 10s honores de que gozan 10s acuerdos de cualquiera entidad poiitica o lo.; comentarios de un acto boxeril. E t a falca de linea y de sentido d g i valor cultural ha Ilega<do ya a COIIcnetar una teoria: la de la critic3 constructivaâ&#x20AC;?. Se supone que, dada nuestra juventud como nacidn y el mcdio rpducido en que actuamos, toda manifestxi6n artixica constituve
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una gracia” cuyo esherzo aunquc cantantes, ruiseiiores digno$ de aquella sea, hay que alentar; no importa que Meca de las gargantas que es la Scala este esfuerzo se diiija a plervertir el de Milhn. Hemos perdido la sencillez criterio p6blico ni que a un tronco jo- y sabiendo 10 que somos, vivimos en ven: sea mucho mis peligroso regarlz un etwno engaiio; la opini6n priblica con aguas infectadas. En m6dca lo se ve a cada paso sorprendida por la constructivo, no diferencia terreno s6- acci6n de medimridades o de figurones lido de blando, ni en el fondo hav pasados, que en cualquier otro pais, raz6n verdadera, que justifique para tendrian su sanci6n o su merecido t6alguilen en arte el calificativo de fal- mulo eri el cementerio de 10s trastos sario o de corruptor de la sociedad . . . vie jos. En resguardo de la sana critica, Sin embargo, 10s gobierhos pasan, las cotizaciones de bolsa se olvidan, 10s AULOS iniciarh su secci6n aportando “rCcords” son simples nrimeros y lo un juicio clairo y, libre; desea romper 6nico que un pueblo time de positivo el circulo vicioso ,de 10s panegiric’os, diferenciar 10s valores, dar su sitio al es su cultura. La “critica constructiva” o super- compositor serio en frente del qule misficialidad disfrazada, ha creado un vi- tifica la o p i n i h , distinguir el ejecucio grave: el artista se ha .hecho unt. tant: m6sico del simple tocador alenepidermis delicafdisima, a la que toda tanclo en todos 10s artistas y en sus alabanza que no sea total RS insufrible. obras lo que es noble y honroso para Todos 10s compositores son genios, e1 arte chileno. todos 10s ejscutantes maravillw y lot: “
10s conciertos La tempom& de la Asociaci6n Nacional de Conciertos SSni6nicos (A. N. C . S.)
Para, 10s que mas tarde anoten el desenvolvimiento de nuestras actividades musicales. el afio 1932 a pesar d? sus miserias, sefialnrh un p ~ s odesisivo hacia la afirmaci6n de una vida propia. Krtsta aqui la temporada anual, tenia como cumbres obligatarias 19s giras de artistas extranjeros quo organizan 10s emprwrios, ram vm significativas em verdaderas aportes culturales y la inevitable serie de 6p:ras que, ooincidiendo con el me? de fiestas patrias, satkface una tradici6n, a1 mismo tiempo que refresca la sed de 10s aficionados a1 “bel canto” para 10s cuales parece ser preferible la repetici6n incesante del mismo repertorio de nuestros abuelos que. con un esfuerzo mfnimo de compren. si614 ofcampo suficiente para las competewias de diva importados. y cuyo earhter oficial es un puent- digno para que nuestros cantantes asciendan a 10s es.
cenarios Ifricas. Fzlera de atas manifeetacianes a las que unos cuantos extrenos no aloanzan a despojar de su monotonia rutinaria, habia a1 afio las series d? difusk5n que la Universidad de Chile o el Conwrvatorio solian preparar, 10s conciertos que una que otra colectividad particular daba, audiciones todas Cstas hasta cierto punto destinadas a la c a w d? aficionadm mbs culta, y las audicianas orquestalm que a l g h valiente se atrevia a orgmizar. La falta de un organism0 de difusi6n en gran escala. unno la Asociaci6n Na. cional de Conciertas Sinf6nim era a6n m b evidente derde qae. en es& bltimos afim, la necesidad de audiciones peri6dicas de orquesta se viene imponiendo en forma tan resuelta, que la Universidad de Chile ha debido tomar el cuidado de sas. t enerlas. Armando Carvajal es el h6roe de e s b jornada fundamental en nuestra vida artktica. a 61 se debe no s6b la dWci6n musical sin0 tambi6n la constituci6n d e la
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La vida musical-Chile ‘aociedad. Con W n infatigable, desde el afm pasado viene reuniendo mpos de masicm y de aficionados que mstengan la iniciativa o m la cooperacidn del pfiblico; a su esfuem se debe la formacidn de un Dkectorio, integrado par conocidas perso. nalidadss &isticas y sociales que ha ser. vido de cabeza visible a la Asociacibn; a Carvajal personalmente hay que -aqrade. cer tambibn, el que mtos conciertos hayan podido realizarse, gracias a1 apoyo que le presth la Universidad de Ohile, en donde, como Decano de I& Facultad de Bellas Artes encontrb la m b cumprensiva amgida de part? de! Consejo Universjhrio y de su inteligente Rector don Juveml Hernhndez. Posteriormmk el Gobierno acord6 una subvencibn a. 10s conciertoc;, subvenci6n que, Ocsa dignn. de no‘harse, fu6 aprobada por el Pr’sidente Montero y mentenida por 10s rq4mencs sucesivas conio algo de necesidad nacional evidente. Largufsima tarea serfs detallm aunque fuera solo sup?rficialmente una tan omsiderable serie de conciertos sinfbnicas, por i~ general dos en cada semana, que la Amciacibn ha ufrecido desde el 30 de abril en que inicib sus actividades, hast? el 2 de septiembre en que cIauw~5su tempo. rada de invierno. Una formidable mass de 52 obras diferentes, muestra cuhi es el mpuje de este hombre anrxt61icu que es Carvajal que ha meado, en 29 audicio. nes que dirigib, la orquesta y su repct3rio . La acagida del p~blicono ha podido ser m6is calurosa; pru-ba eZocuen‘te de &st0 ks el hkcho mafiemhtico de haber eerrado la Asociacibn su primer ejercicio financier0 con s610 $ 56.000 de gastos subvencionados, slendo que 10s precios de las looalidades fueron fijados sin propb. aito alguno de lucro, que la mzsa de dinero movida. solo en sueldocr, a la orquesta, pa% de $ 150.000. Hay a eqte respecto que recordar que. en anteriores tmta. tivas del Gobierno y de la Municipalidad para mantener orquesta sinfbnica. fu6 insuficiente medio mill6n de pews en pocus meses para cubrir las pkrdidzs. A1 ver e-tas sumaa m6dkas si se piensa e! v a n alivio que han traido a 10s artistas de Chil- y el valor cultural inestimable que ellas significan, uno piensa con amargura en la irritante e insolenk preerninencia de qu- Man aisfrutado e.spwt h i l o s lfricos extraniem que habrfan tenido su sitio despu6s de la culturn na. eional. Por un “Trovador” o una “TOSea”, 58 ha pagad9 muchas veces en una sola noche, mayor cantidad que la que harbria permitido realizacr un a150 ds con..
16 ciertas. ~Pestemaremaaabqin! dia es(ljss sanguijuelas Odicsas que han muerto cesi nuestra vids musical, por el lujo tonto de oir un c~lso pah16gioo de garganta privilegiada, unido por lo c o m h a una cabem tambi6n patol6gicamente h u m ? FeFzmente est? afio herno; visto actuar chilena.; en gran escala y la Empress Salvati merece por ello felicitacih. De Iss treinta audbiones que ofrecib la Asociacibn, 26 fueron en Santiago y 4 en Valparaiso . Las audiciones SP repartieron: 15 en una Eerie ardinaria que, mhs dos ocnziertos extraordinarios, se realizo 10s viernes por la tarde y 9 audiciones populares que ofrecieron la novedad de inaugurar lm concin-rtas shfbnicos dcminicaks. L% Asociacibn, ademhs. permiti6 en muchas ocasiones transmitir p w rzdio 10s oolvciertos. Prxurando €ormu!ar un juicio zobre la totalidad de 1% temporada, debemm considerar sucesivamente 10s programas y en ellm las novedadx, la mhica chilena, 10s solistas presentadus, 10s elementos orquestales y p3r fin, la actuacibn de 10s direotores. Una r5pida ojeada de la 1ist.a completa de obras que las conciertos forman, nos muestra en su eleccibn un perfecto qui. librio y un sentido just0 de lo que hoy es el panorama. del arte sinfbnicor. No figura en exceso ninguna nacibn ni f a b mente valnrinada ninguna tendencia; s? ve que Carvxjtjel. a cuys excluiiva mponsabilidad ha e?$ado la elecci6n de 1% programas, ha tomado en cumta nuestro esb d o cultural, lo que ya h e m s oido, y se ha propuesto dejarnois m&s a1 dfa. Hay quicnen han critieado que, como base de 10s conciertos, no se haya puesto la obra de Beethoven, de quien sin em. bargo, oimos nlgunas oberturas que no se habian ejezutado nunca; a nuestro juicio e s h elecci6n se ha hecho bien: Beethoven e5 hoy din, felimente, bien mnocido y en cambio el deber de una orqueste ante todo, cs emparejar la cultura y hoy, a difewnoin de lo que ham afios se crei,a, la m6sica einfdnica tiene una extensibn tan grand-.. que 10s clhico?, con todo el mpeto profundo que k s debemcs. son solamente una parte del arte q u e s t n l . Recomendarhmos en cambio a Carvajal, hacer oir m& Mixart, y sobre todo penetzar en el campo inmenso de las conciertrs de 10s siglos XVII y XVIII. Bach y Haendel deben pronto s?r en Chile de rigm corno son hoy dfa en todo el muado. Hay abras m o la Suite en si menor, la suite en Re Y varios trows de cantatas, que
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deben divulgarse y populariearse en la obra de Bach. N i n g h reprocho puede hsm:se a la cls. ra visi6n mt6tics con que se han elaborado 10s programas. Carvaja! ha procedido, por decirlo asi, pedagC~gicsrnente, &ndo en czda ocasibn lo que el pfiblico debe oir, a1 lado de lo que le gusts oir y est0 sin descender del papel de guia qu? nunca en un artista debe troaarse por el de sierva . Fuera del conjunto de obras que ya conocfamw, nuestro pitblico oy6 numerosas pr;meras ejecuciones, entre estas recordamos en especial: “La Peri” de Dukas, de Strawinsky, junto a la maravillasa suite del “P5jaro- de Fuego”, conocimos las “suites” N . P 1 y 2 para pequefis orquwta; de aubres italianos, que son una ncwedad para muchos que ignoran lo bueno de Ttalia actual, oimos “Dalle tre commedie g01doniane” de Malipiero y el famoso poema de Respfghi “Fontane di Roma”. Del chis. peante Manuel de Falla, la serie i l z “El Amor Rrujo”. A est0 hay que w a r ebras con solista, entre las males .sbresakn el Conci?rto en do sastenido de Rim. ski-Korsakoff, el en Si bemol de Brahms y !a Burlesca en Fa de Strau,%, como obras para piano y orquesta y las exquisitas canciones “Sch6h6razade” de Ravel Y “Trois ballades de Villon” de Debusycon canto. La Asociaci6n sigui6, en esta temporada, la costumbre que C m j a l Par% preferir de dar, como en muchas grand, orquest% alemanas, una prwntaci6n solistics en cads concierto. Una brillante legi6n de pianistas dsfil6 por el estrado del Municipal: Rosita Renard, Ricardo Vjfies, Claudio hrrau, Herminia Raccsgni y Ar. mando Palacios junto a cantmtes excelentes como Lidia de Rivera, Blanc% Favser, Martha Petit de Huneeus y Suzanne 0%
Torrw.
Afin cnando IR excesiva predominancia del piano engendra cierta monotonfa y. no somos partidarim de la apariciirn obligada de un solista. suyo brill0 sjstem&tico p u d e hacex apamcw las audicioneri de orqiiesba sola como de segunda cateqorfa, Piendo qu? por lo general son musicalmente mejores. no pimle neaarse el vdor efectivo que qipnific6 In actuaci6n d&cad% de t a n h aktistas. Rbsita Rer,Brd en obras de Liszt Brahms SaintSaens, Rachmaninoff y Str-ausc se nos revel6 una vez m8s con e m ~mzravillosa v delioada mmprensibn que la ha hecho entre nosotros la conczrtista mb popular: su honra! dez absoliatrt y Is naturalidad libre de todn tinte espectacular distinme a Rosits Re. nard ante todo como mhsica. Su alumna
aveiitajadz Herminia Raccagni, que se pre-entb en Griieg y Liszt as, a pesxr de su juventud, ya una realidad entr? nues. Lros mejores concertistas. Tambi6n mere. ce ebgios la labor de Armando Palacio? O ~ I -actu6 en Tchaikowsky, Grieg, Franck y Bortkiewicz. Tka prlmicia digna del mayor aprecio fu6 la $emencia en Chile de Don Ricardo ‘iTiiiEs, una de las figuras prominentm de la mfisica contemporhea. Vifies, en el poe. ma “Noches en 10s jsrdines de EspaAa” de Palla, dedicado a e!, nos cautiv6 con un temperamento riqufsimo y un sentido ini. mitable de su tierra. Clacdio Arrau se present6 en audicionen, qzre n 3 titubeariamos en calificw de mons. truosas y cuyo record nq agrerinmos des. de un punto de vista mu.’ artf-tlo; Arrau, tocando en una soh aivJici6n un trspd d? 0t.ras anizbgas, nos dio 1% medida de lo que puede alcanzw un verdsde-o fon6me. no pianistic0 que cs s n discri-iCn, una de 1% grand% figurzs mundiales. Arrau ejecut6 conciertas de Beethoven e1.1 do y si bemol, de Schumann. Tchaikowsky y tho. Pin Y la Burlesca de Straulq en fmma ad?iirable. I,as cantantes que se presentaron con la, orquesta sinf6nica constituyen una fun. dsida esperanza de dfas mejoczs para la rnhica vocal. Blanca Hauser posee un ternperamento wagneriano de primer orden, su “Dich t m - e Halle” de TannhBuser y la Muerte de h l d a fueron cantados con verdadera musicalidad y con bellfsima mz. Elogio muy sincero mereci6 la gran c3,ntpnte cubana Lydia de Rivera que nos visit6 en juqio; su actuaci6n con la orqiwsta nos afirrn.6 la opinion de aus venfa meredida la Srta. de Rivera m m o man int-rete, sobre todo del arte moderno. Mvthr, Petit de Huneeus en 1% Trois ballad% de Villon, es una de las artistas m6.s exquisitas qu? haym aotuado ante nuestro niiblico. No dudamos en adirmar aue su “caracterizaci6n” debussysta es alEO tPn perfecto oomo las obws mismas y eAso es lo mfis que pu?dde decirse a un artist?. Nada mas maravilloso que esa “BaV a d c cue Vil’on feit a le requesse de a me‘--pour prier nmtre Dame”. en qiie VI. v‘mns rsa mujer “pomtte et mcienne”, t.riste. ingenun v a la vez refinsdfsima. Mme Suvnn- Torres, emtantp frmscssi nue conocimas en la “Damojselle flue”. nn? Dareci6 mcsical y sewra. per0 de voz mriy e c p x a para una sala tan grznde romo el Munic’pal. La comFoosicidn de la orquesta de la Asociapiin merece calificarsn ccmo bastante Pf’ciente. Es proporcionnda. (lo que const’tuy? una novedad sabre todo en lo que
I7 se refiere a la cuerda), ea homoehea Y pronta. Pebe mejorarse sin embargo en 10s instrumentos de viento: la bnonoes son duros todavia y uno que &O instrurLento de manera ha solido desentonar en un conjunto que es particularmente afinado. h$erece un a p l a w entusiasta la acogida que :a W i a c i o n ha hecho d > las P X z s buena; obras sinf6nicas con que contarnos en el ark nacional. De Humberto Allende oimos el “opera omnia”: 18s “‘Ekcenas campesinas chilenas”, “La voz de las ca. Illes” y ‘‘Tres tonadas”. Allend:, es sin duda el autor fundamental de nuestra mhica de orqu~sta,con 61 mlimos por m p l e t o de is “6poca italiana” de nuestro pais y entramos, por In puerta algo franoaca de a t e hombre que mereci6 ser elogiado por Debussy a un valioso aporte de sabor chileno que circula a travRs de una orquesta admirablemente llevada. De las tres obras, preferimas las “Escenas campesinas”, hay en su vuelo algo que Allende debe seguir mphtando,- una animaci6n y una f r m u n que siempre se oye oon agradcr. La “Voz de Ins calles” es tambien un acierto y un prodigio t&nico, a1 realizar este pmma sugerente con simpIes pregms, md6dicsmente pobrq que Allende sabe interpretar con un lenguaje arm6nico ocurrente y musical. De A1fW.m Leng 0imo.s si1 obra “La mu-rte de Alsino”, poema de vuelo memso, de trftgico sianificado. Leng es una raturajeza privilegiada, brota de repente conm un volcRn y produce stas f u l a rank obras de zrte en que txlo su mcendencia sajons se muestra en la metaffi. ca apmionada y rornantica de u r n orquestz hecha trizas por el dolor. El pcema no ha envzjecido en diez afios; su estilo ako estbtim es sicmpre noble y profundo, su “straussiqmo” se hermana perfecta. mente con el sello particular que es allt6ntlco de Alfonso Leng. Juan Casanova nos present6 .?us “Esquises” para orquesta que afirman en 61 un sentido delicadfsimo del admido i n i s t ~ mental. Su “Afilador” y su “Machitfin” son admirablemente bellos; hay ingeni-1dad, inventiva fina, audacia. de buena Igr qlil? no R ven a menudo en mkims a 10s que se hwe gran pmpsgmda. Lo linico me repimharhmm a su autrrr es IS exceiva brevedad que, por otra park, 9s 10 We con%ituye la ewncia de 10s ‘$qui. SeS”. Casanova dobe pronto darnas una v m d e Y, estamw- ciertas, 10 har8. con Cmciencia plena de lo que hoy dfa a1 compositor sinf6nico. Si nix atenelnos a una ley muy general en !a mLsicn. pronto surgirAn nueva obrmf 1s h c i a c i b n no ~610es hneficio-
sa porque d a sin0 tambien porque hace producir. Hay buenos autores chilencs que todavia no SB han mostrado en la orquesta . La Asocia?i6n tuvo en esta temporada por director -exclusive a Armando Carva. jal; so10 en una ocasi6n ofrecio la batuta B Juan Casanova. Carvajal es, sin duda, e1 primer director de orquesta authntico que se muestra entre 10s chilenos y su If. nea de capacidad interpretativa lo colcca mguramentz en la fila de 10s mejmes que hoy dia comparten en el mundo la raponsabilidad de las entidades sinfhicas. Carvajal, chileno y formado en l a pupitres orqurstaies, llega a la m s t r i a del que maiida despu6s de haber sabido obe. decer, camino identic0 a1 que han seguido Toscanini, Nikisch, Stokowsky, A r ’ m , F’urtwangler etc. La ocmbinaci6n CaxVajalArrau d:beria probar fuera de Chile, que tenemos un director y un pianista igualmente grandes. Su nctuacion frente a la Sinfonica dcbe enor,wller%rnos, puea, con u n trabajo infatigable, nos ha dado lo mejor que por el momento podemas tener. Oasanova como director, Ein tenm la Iuerza sug%tiva de Carvajal, lleva la or. quest& con brill0 y muestra svidente de su larga prhctica; I&stima fu6 que, a1 variarse bru-camente de batuta, la crqucsta pareci6 desmncertada y no bien obediente. Su version de “La Peri” de Dukas y del “Dixtuor” de Milhaud fu6 elegante y fi. na , Las obras que mejor hicieron resaltar la rna‘tstrfa de Carvajal, fuemn, ante todo las modernas: los Nocturnos y l a Suite Iberia de Debussy, el “Apprenti sorcier” de Dukaq, 10s poemas de Strauss (“Tocl und verklkrung” y el “Till Eulenspiegel”) , las obras de Falla y de Stqavinsky adquirieron e! sello de las mejor?s orquestas dp Europn. Luego merewn espicial recuer. do lm intwpretacioneq de Mozart y dt Wagner l!emdns n una gran perfeccibn y q,ce el pfiblico sup0 premiar con ovaxiones inusitsdss. En 1 % Pi2C7JCi6n do 1 ~ s+-!Ls vrign~=riana y en “La Damoisdl~emene” de Debus. sy actuaron coros; en las primeras el del MuniriDnl y en Is .seoegunda el de la Sacie dad Bsch. Fsrfa de des-ar que el pr6ximo aRo dbpongamos ya de una masa permanwte que permitn en mayor exala obms que 91 p ~ b l i mdehe ofr y que b atrMn espwfalmcnte. En Sums la t e m d a d a de c o n c i m sinf6niws nos deja la convicci6n satisfactol.ia de ya hemos aasado la jnfanrlcia musical Y m e podmm vivir por nuestros ProQios medias. Sabremos apreciar Iss lecciones de la crisis actual, que nos ofrece la oportuni-
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18 dad de vdorimr definitivament- ICB elementos chilenos? Esto es sin duda una tragedia p-a 10s disglioentes elwanrtes que se daban ,e1 lujo de ir a escuchar oanciertos a Berlin o de wntratar clivm que pcdbn una fortuna por abrir la boca, per0 para nuestro medio es una magnifica situaci6n de aislamiento. Frente a la Sociedad sinf6nica faltan aiin das entidades: la Sociedad de Mki. ca de C4mara que, sabemas est8 ya orgazhndm y una entidad que, &grupando a 10s cantanks nacimdes, poniendolas bajo la dlrecci6n de mmiSicus que ya lo6 hay, trace un plan de a R dramhticcv y lo cumpla. Los cantantes no serhn ‘%am m ” , no importa, y a basta de la mania de comer en platas de crista1 de Venecia; el piiblico que Ileva la estadktica de todos 10s “do de pecho” que s? han dado en Chile, probablemente se irh a su casa, per0 vendrh otro nuevo a d r no ya las gargantas solamente sin0 las obrq Nuts. tros cantantes deben pensax que &lo elloe, con especttlculas a1 principio regulares y luego mejoaes, no6 librarh del yugo antip6kiw del divo que vie5e a “hacer la, America” y que a1 m z a r LQS Andes se burla de 10s que hem- pagado su vanidacE. LDepondrhn su indivfdualismo ante es€a necesidad nacional? En ello constataremos si mn chilenos o si Fie consideran fiolamenk elencm “desterrado” de la Sorala..
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6.
presentaci6n
de tares Chilenoe.
la Sociedad de Composi-
m 23 de aqosto pasado. la inatitucibn que encabeza estas Iin??as ofrecib una audici6n de obras chilenas, cuya “r6clame” se him sobre el hecho de .?er &ta la Primera vez que S? ejecutaba un concierto fntpmo d? obras sinf6nicas nacionales. NOS vemm forzadchs, mmo decfa la escolktica. a negar la mayor: ni era la primera VPZ que una audici6n sinf6nira se comWnfa s6Io de trozos chilenos. ni las obras p-wentadas eran composiciones sinf6nicas todss. En su v a n mayorfa se trataha de pequefios ensayas de gente que sabe poco y que vive en una curioskima ienorancia de la tecnica musical contemporhnea. e s M h para piano e instrumentados ex-Drofeso para “hacer e1 bulto” de una audlcf6n de caraCter netamente politico. cuyo fin bien manifestado por una "ciacrue” demasiado burda, era atracr la atwc i h de autoridades novicias hscia 10s auteres de In Sociedtld de Commitores Chi1pnoq. exclufdas a su juicio sin motivo de !as tmp0rada.s sinf6nkas que el Fstado
subvenciona. La¶ m W m , can inter& vim aspect0 de la sociedad organizadorsl que parecfa hab2r logrado, a juzgar por 10s tftulos de 1% obras, la metamorfosis de autares de bailables en compositorar, de fugas y poemas sinf6niom. Diffcilment? guarda uno calma suficien. te para soportar la majaderfa y la petulancia que significa semejante concierto. Y a est8 bueno que los seflores que deten. tan el titulo de “compasitores chilenos” J que se auto-declaran “la mtis alta reprea%taci6n del arte nacional”, mediten hasta que punt0 hacen el ridiculo con una audici6n sinf6nica que s610 10s ignorant3 pueden tomar en serio. Fuera del “ G m Concierto en Re” de Soro, caballero que es b y dfa la bandera de combate de la So. ciedad, y de l m obras de Casanova, que sus miembros no deben saportar sin0 con dificultad y que es un “invitado de honor” entre ellos, lo demh es paja musical picada, r9leno de pesima calidad o inmiento patol6gico. si el concierto hubisido hmmdo, uno w & i a la impresicin del filtmo lhmado que lanza un ~ p deo p e ~ Cu-~ ~ ya inadaptabilidd a1 refinamiento Y seridad que hoy se exige del artista, ha he&O enemigas de la cultura Y que Se O b tinm hundirse, con la b a n d m al toper, en 1% nada impbable del arte malo. ~1 cas0 de la Sociedad de cornpolsitores Chilenos es original y muestra hasta que punt0 deberia existir en Chile acci6n piibliCR para denunciar a lais autoridades la eX1.stencia de personas juridicas que no CO.rresponden ni a su titdo ni a 10s fines con que fueron apmbadas. Esta Sociedad cuyo lema serfa el de otra gran inStitUci6n: “no son todas 10s que estsn. ni est8n todos 10s que mn”, ni rapresenta ;t 10s cornpositores chilenos ni es own cosa que urn pobre ficci6n legal d e t r h ds cuya sombra s e cobijan 10s amargaclos y venidm o menos. Ninguno de nuestras FLUthticos y buems compositores ffgura en la lists original de la Sociedad: su maridsje con el Si-. Soro, el finico verdadero compasitor con que cuenta, le praporciona el nficleo de que carece y facilita a1 mismo tbmpo al autor del “Andante apasslonato” el pedestal necesario para su campa. fia incesante en pos de recuperar la Di. rwci6n del Conservatorio en la que dej6 tan triste memwia. El Sr. Soro cuya remocidn del Conrervatorio solicit6 Ta nronia sofiedad aue hoy 19 ensnlza aiie se distingui6 sobre todo. por el magnifico desnrecio hacia sus cnmnatriotas v aue jum5 a mfislcos romo Rumbertn Allenfie fnfiimos de su comnaAia no puede hoy sincera. menk scctia- es su luaar en un lab&eible, amdieran a constaW este n
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19 to musical en que sus obras aprecen re. vueltas a las de simples autores de bailables. Si el Sr. Son, se resolviera de una vez a dejar su a f h d$ predominio y actmra sin fines politicos, volverfa a ocupar el sitio que entre 10s cornpositores chile. nos le corresponde. Dado el carhcter oportunista de la audici6n, casi no nm cabria hacer de ella nin. @ni comentario musical; su mvedad, ade. m k , era escasa ya que las linicas obras sinf6nicas de valor, las de Soro y Casanova, las comfamm. El Concierto de piano del primero, a1 cual quitariamos ese tltulo pomposo de “Gran Concierto, (es m e w “grande” que lois simpler “oonciertos” de Beethoven, Liszt y Schummn),, lo oimols demasiado cuando el Sr. Soro estaba a1 frente del Conservatorio y hacia de sus obras personales el eje del establecimiento. Qido en 1932 y en la m p a f i i a que nos fu6 dado, aparece como algo authtiao de nuestro “period0 italiano”, del cual el Sr. Son, es el mejor mkico. Sus movimientoS vivos son ingeniosos y bien encmtradw; sin duda de mro lo m6.s definitivo ser&n sus scherzos. Las obras de Casanova, d? que no ocupomas a1 analizax 10s conciertos de la A. N. C. S., se sintiwon como un refresoo ligero y fino: Casanova pow una de las sensibilidades orquestsles m6.5 delicadas de nuestra mksica. Phrrafo especial mereccn, entre 10s arre. glos de obras de piano, h estudim de Maria Luisa Seplilveda cuya orquestaci6n es un nu-vo acierto de Casanova. El primero de ellos sobre todo, con el arabesoo raveliano de las flautas es muy expresivq muy proporcionado y agradable . De 10s ~mpositm!es er;-ti.ntm cabfia hmer m1amente una reRfin general. L ~ Sobras de Aoevedo son pokes Y sin interes; h a c e n a Infanta cuyo italianbmo de mPOsimala ley pudimos & p ? C i a T Y cion= del pmbftero Valencia Courbis, no niemen el honor de una audicibn sinf6nica. Phtoresco y . nunca .vista fu6 el re. curso teatral cursi de proyectar una im4. gen de la Virgen en el tie166 de fond0 a1 tejecutar el Himno a Maria de eSte liltimo autor. E% no es serio. De todo este grupo 9610 Rengifo escribn para orquesta. Su F’uga desgraciadamente era pobre y nada tenia que ver oon &te g6nero de obras. Tema lam y Qollf17M .c.oces turbias que no se dejan seguir, instrumentacibn hecha mrno de int-nto para quebrar la continuidad de la polifonfa si la hubiera habido; este fu6 el defect0 capital que hallamas: ausencia del -ti. Io polif6nioo. Su 0t-x obm, ‘‘El camfnant.: en nmhe de Iluvia” nos obliga a aconsejar al autor del “Tmpo tricte” y del “Himno a Chilr? Nuevo” que no i n v a b c&tnposque no
son
de BU conpetencia. La mmca moderna es hoy demasiado mnocida para que nos traguemos como tal e+se incoherente
amontonamiento de diyonancias inlitilea. En esta obra en que el Sr. Rengifo, Pre. 6idente de la Sociedad de Compositoras Chilenos y Miembro de Sa Sociedad de Commitores Eumpeos (?), deberia impo. n n su personalidad, v e m bajo un arpegio bitonal interminable, circular un canto desabrido, caminante poco inteli. gente, que recibe el chaparr6n habitual de escalas cromAticas, 10s truen& de bateria y demh maquinaria de estas infanbiles descripciones musicales a 1% que el Sr. Rengifo parece hor &ceder a.lgsLn significado estktioo. Con el Sr. Melo Cruz, Secretario de la Bxieda.d y “Director del Gran Orfe6n Nacional Obrero”, adquirimos la evidencia que la instituci6n de ompositores chilenos carece no solo de sentido musical sino %e M a de vergiienza. LES porjible que en 1932, en el Teatro Municipal de Santiago, cuba a1 pupitre orquestal un seiior que bajo el titulo de “Amanecer” y de “me. ma Sinfhico, Ariel” tenga la osadia de Presentarnos simplezas y majaderia semzjantes? En cualquier pais culto el Sr. Melo C i a habrfa debido huir par una puerta -secreta para no pasar un ma1 rato. Humorfsticamente miradas, lm o b m son linicas; la “Plegaria de una virgen”, “El Rimpianto”, serfm trmos nobillfsimos Para el Secretarb de la Sociedad de Com. poisitorest Chilenos. AnUe esk Verdadem atentado contra la cultura pliblicxa, no nas cabe sin0 9ormular nuestra m8s enbrgica, protesta. LIS obas fueron casi todssr dirigidm por sus autores y naturalmente, fuera de Casanova, todm lo hiciem mal. Los cornsitores no esthn obligadas a Fer buenos diTectores de orquesta, ya se s a b em en todo el mundo. Felicitacibn merece, sin em. bargo Rengifo, cuyos ademanes desafondos n& pkkntaron, mbre 6W pOema~4 mas bien de carSder apacible o sombrfo, la m g r a f f a del encantador que conjula una asamblea de monstruas amenkantef3. mrique Saro,, domo ejecutante de su concierto nos probb, tambi&n, que las cornpositmas glman kn ser presentadois pof ejecutantes especializadm. En suma, esta audicih lamentable, nos oblig‘a a ll!arnar seriamente la iatencidn de 1- cornpositores hacia la oNigaci6n en que esthn de actuar honradmente. Ya no es posible presenciar estos especthculos con indiferencia, a menas que pretendamm llevar el aoncepto de “compositor chileno” a SLI total desprestigio. La Sociedad or. ganizaara no ha ganado aWluimrn&~ te nada a1 cambiar sus actividdes minis-
Aulos
20 tera!es subterrhneas pm las musicales; en mkica ya no se puede iingir en Chile. S.
OTRAS AUDPCIONES Elena Waks, clavecinista.
No podia faltar en Chile el @;ran movimiento contemporhneo que viene produ. ciendo la rehabilitacidn de los instrumen. tos antigum y que exige para las obrw de 10s siglos XVII y XVIII el marco en que fuaron concebidas. ya desde 1924 tenemos en el pais una corriente en tal sentido, cnya mejor ext8riorizaci6n fueron Ias series de concic?rbs polif6nicos e instrumentales que desa*flb la( Xociedad, Wach. Elena Wai-s, aprovechando la tradici6n que nos trajo Alice Ehlers en 1930, ha cstudiado mn verdadero ahinco el clave y es en el dia de hoy una buena concertists. Su presewscibn en un mnicierto a principios de la tempwada, di6 ocasi6n a que aprecihrsmos una vcz mh2 su talento. La ejecucj6n de Elena Waiss, ernparentada m6.s bien a Wanda Landowska. posee un sentido rim del colorido y sabs apro. vxhar admirablemente 10s planos sonom, en una gradaci6n muy semejante a1 “crescendo” y quebrando bruscaments en otras ocasioneq la sonoridad de plan% wuestos. La cmcertista hmra el arte chileno.
cho casgo de tres sudiciones princiwlmecte basadas en cl8Sim. Recardamo con eqpecial agrado el Cuarteix “La muerte y la doncBla” de Schubert que, a pesar de su notable inaotunlidad y largo, nos pareci6 admirablemente llevado, igualmente el pequefio Trio en re de Beethoven que fu6 interpretado con gran comprensih Sin embargo, el conjunto nos ha hecho el efecto de moverse mejor )en -1 $?rrenn moderno. Las obras de Percy Graiger y Frank-Bridgq, el Cuarteto de Santa. Cruz y el de Debussy fueron sin duda lo mejar de las audiciones. El sentido musical en Debussy estuvo muy acertadq en especial en el admirable segundo mlovfmiento. Digna del mayor agradecimiento es la iniciativa de estos j6venes de damm a cmocer la mWca chilena de chmsra; en phrrafo apart:! se oomenta. la obra de Santa Cruz que fu6 presentada despubs de un estudio carifioso y esmerndo y cuya dificultad polif6nica pone bien de manifiesto la inteligencia del Cuarteta Mutschler . Sabemos que en audicioneq pr6ximas se propomn ejecutm 10s Cuartetos de ITumberto Allende, Carlos Isamitt y Samu?! Negrete cbras en cuya producci6n ha tenido buena parte la existencia del conjunto que comentamors. Gmciertos de la Soprano Lydia de Rivera: Lydia de Rivera, cantante cubana, que ha recibdo s u formaci6n musical en Paris,
donde actfia con 6xito c o w int6rpret2 de 10s modernos composihrm, especialmente de 10s laspafioles, hizo una corta temporada Audl;cZcmes del Cnarteto Mutsclnler. en Santiago a fines del mes de abril y principios de mayo. P O C 3 S Wrtunidadw tiene nulestro PfiEn sus conciertos de canciones acbmpablico de d r mkica de chmara fuera de fiaclas con piano, en que cjecut6 un re10.; discos que han sido entre nosotros 10s pertorio maestros antiguos italianos y grandes propagadores del cuarteto ck%SiCO francesesde 71 de autores romhntims y moy moclerno; nunstra geneyacibn se ha forsobremlieron indiscutibl ^rncnt,e las modo con aiJ.diciones s610 ocasfmalcs y el dernos, interpretaciones hizo de estos filtimos. mcuerdo de una que otra temporada que el Debussy, Duparc que Y Koechlin nos panecbsron Cuarteh Londres ha dejado como sefialada responder perfectamente a1 tempcramenb de esquisitez. Ahma surge pcr fin en el Y a 1s escu-la de la cantante. Pero. sin medio chilmcr un buen ccmnjiwtn. ratmz. v dkputa, su mayor 6xito artfstico fu6 10hnmoghecv y mbre todo Ileno del eypfritu desintermacb que es conclicidn esencial pa. mado con Ins “Sieete cancia% w ~ u ~ r ~ ” . ra un trz+bajo tan mstenido mmo 01 mle de Manuel de Falla, en l a s cuales hizo una e.:igp el ensamble de 10s coinponentx?s d? verdadma crsaci6n de cobrido y s%r&-ter un cuarteto. Luis Ivlutschler es TI m a - dramCttico diyna de todo elogio. Actu6 tambien en un concicrto de la nizaclar y lo secundan Ernest0 Ledermsnn vio!fn) Rafil Martfnez Wohl y A~!g.=lCE- “Asociaci6n Naciona! de Conciertos sinruti (violoncelol. Si Mutschler es un vio- f6niCW. intenretando en forma comnyn. linista cc61ido que posee el sentido del con- s i m Y elegant.2 dcs canciom-; de =%vel s3junto, sus compafierns no 10 desmerecen bre Poemas de TristScn Klingsor. en lo m6s mfnimo. Los cuatro dan la s-nE. eaci6n de slgo unido y. dirfamos, educado, porqiie saben ci?d.erse la palabra y llevar C&lciertos de Clandio A m n : La Ti% de una linea de disciplina en sus int-rpretsClaudio Arriu, efectuacln este ai% deL&? mnes . En 1% presente temporada, se han he- fines de julio hazta rnedindos de agc:osto, S.
nos deja la grata oerkza de un Pu’OgreSO eedente realizado en estos 6ltimx afios en el a r k de esb? virtuoso. SU pe!’SOnalidad se reveLa ahora much0 m b VigOroSa Y madura que en jiras ankriOreS. SOWrendiendo el profundo smtido constiuctivo Y estilfstico que brilla en sus interpretaciones. Coma inthrprete de Mozart y de Beethoven, cuyas “Sonatas” nos hizo escuchax en versionm que estimamos modelos del m&s pur0 clasiokmo: de Chcpin, que comprend2 en un sentido de noble contenciOn dramhtica, exquisitamente sensible a1 mismo tiempo; per0 sin afectnci6n; de lw modernos, entne 10s cuales recordaremos siempre su deslumbrante ejecuci6n de “Pe. trouschka” de Strawinsky y algunas composicioneis de Debussy, verdadem prod$ gio de senticto po6tico y de colorid0 pianftim, juzgamos a A m u dificil de ser superado per pianista alguno. A las mndiciones suuneriores rl? inteligemia y temperamento, . r e b e Claudio Arrau tambidn en el grado m& eminente tdas 1% cualidades de perfecci6n tknica gule pueden sehalarse como la meta de un virtuodqmo que. s610 aquellos extraordinariamente dotzdos, logran a1ca.nza.r. H. Conciertos de G e m h Kock: B t e joven nacido en Chile de padres ale.
organists.
manes. estudi6 mfisica durante varios afios en Alemania, especializhndm2 en el Organo, bajo la direocidn del &ebre Karl Straube. Siguiendo la buena tradici6n de 10s “conciertos espirituales” que es frecuente escuchar en 1% iglesias alemanas. Germtin Kock ofreci6 el 19 de julio, en la Capilla del Lialo Akmhn, una audici6n de este gdnero. con un programa dedicado en su mayor parte a Baich, y que com. prendfan composiciones d? 6rgano s6l0, y un grupo de arias pars canto y acompaAamiento de 6rgano J quintet0 de cuerdas. Este concierto nos di6 ocmi6n de apreciar las cualidades de orsanista que p w e Kock que demuestra encomiable domini0 t&nioo del inctrumento Y una’ tendencia interpre. tativa sobria y encuadradda ann la tradici6n de 10s antiguos maestros. Martha Petit de Huneeus v Melit? Wvmanki fuerm d% esmgidas intdrpwtes. tanto por .pus con. diciones vacales como de temperamento en el estilo de ora,+drio a que pertenecfnn la? arias del proprama que comentamos. El dfn 25 del miemo me? de julio, Gzr. m6n K x k present6 en el Conservatoric, una audici6n de c&ma,rn, en que se ejecut6 bajo su direccidn y teniendo dl a1 mismo tiempo la Parte de clavecfn. el “Concierto m0s.m en do menor” de Corelli; J un gru. PO de maestros antiguos e n k 10s cuales figuraban Low von Eisenach, S. Ph. Krie-
”. ,
ger, Monteverdii Straidella; Nardini, Haendel; Scarlatti y Salomone Rossi. Adu6 en este concierto el Conjnnto Instrumental del Conservatorio, prestando su concurso como solistes las sopranios sefiora Adriana I’Lera-ra d e Lopez, -cfiorjts Melitta Wignanky y la violinista sefiorita Aene B u m . El sentido tan puramente musical de este concierto, y el ambitonte de intimidad en que fu6 realizado, dejaron gratamente im. presionado a1 pf?blico, que sup0 aplaudir comprensivamentn una iniciativa que habla muy alto de :a cultura musical de su organizador .
R.
Temporada
LMcn
en
el
MnniciPbl:
Apesar de las m6ltiples dificultades Ocasionadas por la crisis econ6mica Y la de. preciaci6n de la moneda, la Empresa Concesionaris del Teatro Municipal ha presentado la mostumbrada “Temporacla Lirica”, durante el mtes de septiembre. El elenco de que ha dispue-to la Empresa Para esta temporada, se compone ee altlgunos clementos contratadas en el extranjero, en. tre 10s cuales sobresalen el tenor peruano Alejandro Granda, que conceptunmos un3 de 10s mejores cantantes de su gdnero que han venido a Chile, las sopranos Pina Gstti y Eleonor Boerner y la contralto Marfz Nastri; de 10s cantantes nacionales que han actuado, merzcen mencionarse 10s bsritonos Alberta L6pez y Franciwo men. ter, Pumarino; la soprano-ligero Marfa Rhell p el bdajo Lautaro Garcia, Gaiudio iNxnsueto, el cblebre bajo, que por haberse radicado en este pais podemos considerar artista nuestro. ha tenido tambidn una ac. tunci6n brillante en esta tempwada . El pfiblico chileno acostumbrado a las fastuosas temporadas liricas de afios anteriores, en que el Gobierno n~ escatimaba 10s fondos para pagnr 10s m&s celebrados “divo”. ha respondido con flojedad a1 esfuerzo de la EImpress~del Municipal. No obstante, 10s espect&culos (que no han salido del repertori0 ya muy trillado de Verdi, Puccini, Donizetti: Massenzt, etc.), se pre. sentaron en tdrminov generales; c m bastante correccidn.
B.
Otms mtividades del Teatso Municipal
Ir’liern de 10s espect&culos liricos y de 106 mnciertos. las puertas d 4 Municipal no se han abierto sin0 para un Orztorio. (“El oratorio”, como decfnn sus propagandistas) 9.. . un espectsculo de operetas. Ninguns de estas cosas honrs a nmstro primer coliseo. “El Oratorio”, que no era m8s que la “Resurrecci6n” de don Lorenu,
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Permi, no estaba a la altura de nimuno zuelo que grita con el mismo t e d n de un de los conciertos similares que hemm ofdo Cavaradosi Q un Pickerton. La present%en Chile y que p a r e c b i g n D r f d o s por ci6n de la obra con escenaxio real26 adequienes se cl?clararon “descubridores del mi% su carhcter amorfo. Como ejecuci6n Oratorio” en el pais. Perosi, como dijo el Oratorio estuvo bien medimme. La “opereta” no debia ocupar el Munimuy bien un crftico, es censurable precisamento por carecer de la. cualidad que cipal ni menos hacerse sobre la base bien debia @istinguirlo: el misticismo. Esta ma- discutible de ser montada por “sefioritas sica, que no es ni 6pera ni mmca reli- de la sociedad”. No nos inkresa el desengiosa, es insufrible; por aiiadidura es toda tono, per0 estimamos que si se ham, la “sociedad” debe dejar su austreridad por algo de caj6n, sin nobleza y sin el acento verdaderamente grave y sublime que distingue mhs artfstico y noble que la Duquesa del a1 Jesas de las “Pasiones” dre Bach. El Bzl Tabarin. S. Resueitado en Perosi es un vulgar actor-
rnljsica chilena neJeva ~1 “c~arteto”de Damingo Santa Cruz
el concierto ofrecido el 4 de agost0 en el Teatro Miraflores por el CUartetQ Mutschier, se di6 a oonocer a1 PIlblico un “Cuarteto de cuerdas”, de que es autor Domingo Santa Cruz Wilson. En la cuidadosa ejecuci6n que hizo de esta obra el conjunto dirigido por Mutschler, pudimas formarnos cabal idea de las cualidades contanidas en ella, y de la tendencia definidamente moderna que COIQC~a su creador de lleno en la avanzada musical de nuestro pais. Llama desde luego nuestra atJnci6n en esta obra la ausencia preconcebida de plan tonal. Ninguna convemibn externa limita el li. bre y espontheo curso expresivo de las ideas, cuym contrastes y encadenamientos se determinan por un nexo interno, esen. cialrnmte dinhmico. Per0 este nexo apare. ce tan fuerte, 16gico y vital, que la obra se perfila con la misma claridad de pla. nos, obtenida en el cuarteto cl4sico mediante la convenci6n de forma. Orghica y libre, tal es en sfntesis esta creaci6n que responde ,a las m4s actua1e.s tendencias de la est6tica musical. El valor expresivo obteriido en la obra por la aplicaci6n de esbe nuevo concepto, verdaderamente sorprende. Hay en ella una desueada riqueza d,: pempectiva sonora, Femejante a la obknida, en d plmo del color, por la variable adopcih del eje visual. que revoluciond la pintura moder. na. Y dentro de est% ljbertad de lenguaje, en que las 1fnea.s mel6dicas de cada ins. trumento se desnliegan sin otra sujeci6n que el sentido intimo de expresjdn que ellas encarnan, el diswrw musical fluye continuamento y sin deformaciones. d&ndonos una impresi6n de plenitud, que s610
se logra en el arte cuando el kntenido emocional y la forma se responden con exacto equilibrio. €I.
Una, cqnferencia de Carlos Isamitt sobre
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miisiaa axhucana
La Sociedad Amigos del Arte abri6 Illtimamente su sal6n a lw aficionados a la m,iwica, animcihndo una confermcia de Carlos Isamitt en que este artista, desPUBS de su estadia de medio afio entre 10s a-aucanos, daria a conocer el resultado de algunas de sus investigaciones. Nada m8s interesante que esta charla que revel6 en forma pfiblica ya lo que sabiamos s610 iinos pocw que Carlos Lsamitt es una de las permnalidades artisticas m&s ~ ( ~ 1 1 pletas que hayamos tenido en Chile. Excelente pintor. mbico de avanzado lenguaje y en el fonclo un poeta exquisito es lo que se revel6 estie hombre que recuerrla por su universalidad 10s humanistas del Renacimiento. El viaje 8 1m bosques de Arauoo, 10s cant,.; nue invest,iig6 con paciencia. la vida de los indios que quiso sentir en toda su oridnalidad. no fueron pars 61 sin0 masi6n de d-scubrimiento mlaravillosqmente bellos y po6ticos. Comenz6 Imrnitt por solicitar la rewtividad del audItorio ihvitrlndd~ a desgojarse tanto de aquel araucang de libro clue pint6 Ercilla. como del indio flojo y truhan. que es entre nosotros sfmbolo de 10s defectos chilenos. La vida del indio es dura y en muchos ountm d-sagradabk para nosotros: su carhcter es desconfiado p enemicro del “espsfiol” que lo ha echado de sus tierras y lo ha corrompido. De
La vida musical-Chile
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aquf viene que los que se acercan al araucan0 &lo ven lo feo, lo sucio y lo pimitivo y rara vez logran la confianza del indio debido a que van hacia 61 can la preeminencia del civilizado que querria tener a b d o Arauco de correcto vest6n en una misa dominguera y hablando franc&. &amitt, con cu sonrisa de siempre y su chambergc de felpa, ha id0 de ruca en ruca en actitud dz amigo; estudi6 el lenguaje, aprendid 10s cantos y 10s ejecutaba en un vi& con la admiraci6n de e-as pobres gentes que jam& dispusieron de un instrumento exacto. histio respetuosamente a 1 s ceremonias y su visi6n de amigo y de poeta, nos muestra un A m c o lleno de sentido en medio de esa naturaleza rica que 61 evoc6 a trav6s de sus ojos de pintor. Isamitt no es d l o el investigador frio y estadistico, es el artista que tranmuta y refina lo que ve. Testigo de esto SOII.SUS cuadros, su mbica y sus escritos de leymdas, cuentos y evocaciones de Arauco. OjalB, quiera publicar esos epimdios bellisimos mmo el “Cuento del mrro y del Mn”, que no desdefiaria el mejor literato moderno. Musicalmente, Isamitt interpreta con su t6cnica de avanzada, el ambien€e en que recogib las melodias, que couerva intactas y que oimos en su text0 araueano. Toda la gama de cancione.: de este pueblo que, como todos .los primitivos, tiene la m~sicaincorporada a la vida ,en forma que el civilizado seria incapaz de sentir, nos him‘ desfilar escenas de g6nero muy variado. Comenzamos con la,s cancicnes de cuna, “Umaq ul pichicheu”, tiernas y delicadas, tan finas que una ve a esa madre solicita que pasa amorosamente la patita suave de huemul, por e! cuerpo de su hijo “pma que su corazbn sea tan bueno y tierno como el de este animalito”. La xegunda canci6n de cuna “Tu. tu, tu, &a, scho, scho” es una pequefia obm maestra. Lueg3. oimos una “dmm para hacer hsilar a1 n5fiito querido” (Prun til pichiche) delicada y graciosa. La vida cuotidiana de Arauco nos la evocaron un trozo de piano, especie de danza guerrera con 10s motivcs ritmicos de la trutruca y sus acentos intmpestivos y una deliciosa y brevisima canci6n de Ias muj3-
93 res que muelen trig0 “Llame kan” y una especie d’e danza de la trilla en la era “Nuifi up, cuyo estribillo “Amuleyu kufi”, recuerda muchos ritmos de nuestra him oir tonacla. Como variank, -mitt dos “tonadas” suyas, recogidas 2n sus andanzas, “Pm el caminito’el bosque” y “No s6 de qui& me valiera para poderte escribk’:, emparentadas directamente al romance castellano m&s puro. Supimos de algunos que habrian preferido 1% melodfas araucarias desnudas, coes no entender mo se own en las rucas; s t ~ lo que es Isamitt ni eu&les el sentido de sus palabras. Bamitt no es hicamente el investigador, es a la vez el poeta que ve, siente y crea obras de &e con 10s materiales folkl6ricos. Como mslisico, Carlcs Lsamitt se coloca en la vanguardia de 10s cornpositores chilenos y su personalidad, discfilp?nos el arte plltico, nm- parece mucho mB,s vigoroso y original en mbica que en pintura. El lenguaje que emplea acusa un nefinamiento extremado. Con mucho que se ha servido de Schonherg, no es el autor-del Pierrot Lunaire el que preside su orientmi6n; Isamitt ts original y en la dosis de disonsncin que emplea, nunca llega lo ca6tir.m ni lo desagradable. Es un m b i w que agrega a1 arfe chileno un valor definitivo. 5610 nos resta agradecer a1 “Arauco ind6mito” y.. . a la simpB,tica Posada del Corregidor, la tarde m8s agradable de estas ~ l t i m a,ssemanas. Las obras de Isamitt tuvieron excelentes intkrpretes: Adriann Herrera de Mpez cant6 len forma- impecable esta mWca de eompleja realiaaci6n, Judith Aki11blalte acornpafib con elegancia y musicdidad; la fnlta tal vez de ensayos en el locad him que el llenarle este predominara demadado la soncridad del piano cosa que pronto se corrigi6. Igual correcci6n arpneciamm en Eliana O’Scanlan que tuvo a su cargo h S obras de piano y en el violinists Enrique Kbninmann que ejecut6 un trozo con piano que hallamos un t a n 6 sepmdo musicalmente del rest0 de las obras folkl6ricas de Isamltt. La dltima danza de tri11% para piano, violfn y canto, fu6 danzada por E. del Pedmgal en forma corrects.
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edicibn musical “Vifietas”, de Doming0 S a n h Cmz (Casa Amarilla 16 phgs.)
Han aparecido, elegantemente editadas
por “La Casa Amarilla”, una colecci6n de cuatro piezas de piano, que su autcr. Do.
mingo S a n k Cruz, ha agrupado bajo el titulo de “Vifietas”. Esbe tftulc y 10s nombres particulares que distinguen cada trozo: “Galante”, “D~so. lada”, “Clhica” y “Grotesca”, son sugesti. vos y caracteriaan el estilo de la obra. El
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Aulas
$4 oompositor ha logrado quhtaRsenciar en ella cuatro modaiidades de expresion muy ciiferenie, realizadas vigorosamenk con fisonomia proph, y que se eslabonan por sus cuntrastes emotivos como 10s cuatro tkmpos de una m a t a . La tendencia esencialmente moderna del autor se manifitsta tanto en el espiritu como en la forma que ofreceriLstas composiciones. El mntenido expresivo acwa una sobriedad refinadla, y su acritura es nueva sin rebuscamiento, clara en sus lineas y sabiamente construida.
pianistica, es c o m ~en M a s las obras de a t e composjtor, de inoonfundible e&ilo moderno, m t r a n d o przdilecci;6n por IS, construccibn de lineas mel6dicas superpuestas, vigorosamente mantenidas en Sus contornos propios, y que sirven de w e a un ambiente arm6nico, cuya novedad en ningfm momento es afectada, sin0 que corresponde espontaneamente a una necesi. dad de expresih profundamente sincera.
“5 Poemss Trhgbos”, por Domhgo Sank& Cruz; ,(Casa Amarilla, 16 phgs.)
Marfa Eena Blin, dbthguida profesora de nuestro Comervatorio, acaba de editar en la “Cas% Amarilla” una interesante cOleocion de 30 piezas de Bach, &stinadas a 10s estudiantes de piano quo se inician en este instrumento. Juzgamos, en primer lugar, muy oportuna esta iniciativa, en un mommto en que las dificultadcs economicas han puato un alto precio a la masica impresa que viene del extranjero; a,idem&s, la obra de Maria Ekna SI+, considerada en si misma pasee ~n indiscutib!e valor pedagbgioa, pues las composiciones d,s Each que ha escogido para .su antdogfa, responden much0 mejor a la capacidad de 10s pianistas principiantes, aue !as colecciones anhlogas qextranjeras, adoptadas hash ahora en la ensefianza.
31.
30 piezas fkciles de Bach €I. Maria Elena Blin.
En una hermasa edici6n, “La Casa Amarilla” acaba de publicar chco nuevas compusiciones para piano de Doming0 Santa Cruz que llevan el titulo de “5 Paemas Trh-
gicos”. El ambiente expresivo de estos poemas es de un intenso sentido dramhtico, cuyos matices varian dentro de una gama que va del aoDnto doloroso y apasionado del n.v 1 a la desolacion paralieante del n.Q 5. Esta mkica, de un profundo lirismo subjetivo, lleva en alguno de sus n b e r o s , como un indice de sus inknciones po&iCas. epigrafes tornados de 10s bellos poemas en prosa escritos por Alfonso Bulnes (Juan de Rrmaza). La forma de la escritura, awrtadamente
&ecci6n
de
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crbnica musical Manifestaci6n a Armando Carvajal.
Como un homenaje a la grande y efectiva labor que ha realizado el Director del Conservatorii Don Armando Carvajal, se reunib una gran cantidad de sus amigos y admiradores y le ofrecieron el 24 de julio ,%pasadoun almuerzo en el “Lucerna”. Nada m8s justo que est? hamenaje 8 quien se debe casi por entero todo 10 hecho tanto en la ensefianza como en b que se refiere a 10s concieh?. ,Can@j@lcumplfa su d6cimo aniversario de Director d? Canciertos Sinfhicos y con este motivo el homenaje marc6 una Cpoca hist6rica desde que Carvajal es el primer chileno que llega a la verdadeh maea;tria fnente a una orquesta. Entre 10s asistentes estaba
el Ministro de Edumcidn y el Subsecretario Don Carlos Monreal, gran nfimero de exritores, artistas pl&ticos, compositores, ejecutantes entre Iw cuales ClaudiQ Arrau y Ricardo ViAes. “Carvajal, dijo d gran cscritor Pedro Prado, es el hombre’que ha sido d6cil a su destino y que ha sabido encarnarlo para grandes cosas”. Ademhs de Prado hablaron, el que est0 escribe, Don Eduardo Lira. un miembro de la Orquesta Sinf6nica y Don Julio Santa Maria en nombre de 10s universitarlos. Se excusaron con simphticas adhesiones, Don Carlos Silva Vild&ola, 10s Ministros de Relaclones ExtTiores y Fomento, 10s Subsecretarios de Eacienda y Trabajo, etc. D . S . C.
Dada la urqencia de presentar un juicio compkto de la actual temporada chilena, hemos preferido dedicarle nuRstras columnas reserv!ando pam nameros pr6ximm la resefia del extranjero. N. de la R .
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8UMAMtIU3 El m6s grave problema musical del presente, Editorial,-Apuotes sobre nuestro folklore musical, por CARLOS ISAMIT (continuacibn). - A prop6sito d e la iiltima temporada lirica, por Luis VRRGARAL. -Radio y discos, por FRITZNOACK(La opini6n extranjera). L a vida musical del presente:-Chile: (Opera, Conciertos, EdiciBn Musical, Cr6nica de 10s acontecimientos).-Ame'rica: Uruguay segiin H. A1lende.-Europa: La iiltima temporada en Francia y . Belgica.-El festival de la S. I. M. C. en Viena.-Oriente: El Congreso de El Cairo,- Otros festivales (Bonn, Wiirzbufg, Venecia). Libras-Ediciones importantes.-Discos-Preguntas y re$puestas.Ecos del primer nCimero de AuLos.-MCsica en solfa. Suplemento musical: Poema por ALFONSOLENG.
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NOVIEMBRE DE 1932
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NOM. 2
el m& grave problema de la cultura musical de chile: la ensefianza e n escuelas Y colegios La cruzada que v i a e conquistando para las actividades musicales, el m a t co que su dignidad exige, se ha detenido ya varias veces a1 q u e m abordar la cwti6n vital de consecuencbs mHs duraderas para el futuro intelectual del pais: la elevaci6n de la enseiianza artistica que se da en la educwi6n general, a1 nivel que ella ocupa entre las disciplinas intelectwales y entre 10s con&mientos indispensables de una persona cultivada. Dejando a 10s artistas plisticos el examen de la e n d a n z a [del dibujo, l,a asignatura de ‘‘rnhica y canto” que en secundaria se inclauye en el grupo C, en cuanto “ram0 t6cnico” y las crases que se suponen incorporadas a la enseiianza primaria, 3 pesar de su nombre, poco tienen que ver con la mfisica y m5s bien parecen inventadas por algfin encarnizado enemigo de este arte, con el visible pr‘op6sito de’ establecer desde el colegio en el alumno, el criterio que seiiala la miisica como un pasa‘ tiempo banal, sin historia ni significado en la evoluci6n del pensamiento humano. Fuera de uno que otro profesor aislado, que por su sola iniciativa y a menudo por SUS solos medios, interesa a 10s alumnos con algo mHs que la banal preparaci6n del “numerito” que exige el director del escablecimiento, para la velada que es necesario amenimr con el aliiio bien discutible de algfin bailable arrabalero, la clase qule deberia preparar la comprensi6n del futuro pfiblico de 10s conciertos, es l,a fiesta oficilal del chiste, el campo en que se ensayan las nuevas formas de aeronavegacih de las palomitas de pa$pl, la punteria de lcus trozos de tiza; la clase se realiqa como por obligaciiin, en la peor ?ala y el profesor de mkica es el parionte pobre entre 10s colegas docentes. Esta situaci6n desmedrada, inculta y antipltica, d e b desapiarecer; para ello es indispensable que colaboren: las autoridades, con las mkdida’s administrativas urgentes y el profesor,ado, con una enseiianza que thcnica y cientificamente sea inatacable; si por parte cke las (primer- existe incomprensi6n, just0 es reconecer que ella no desapareced mientras 10s maestros no se exhiban impartiendo una enseiianza que intelectualrnhnte est6 a la altura de 10s demis P m w ,
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Aulos
Es curioso recordar la trayectoria que han seguido, 10s estudios musicales en la enseiianza general. Esrablecidos hace muchos aiios por m;4estros alemanes, que apreciaban el papel cultural de la m-bsica, tuvieron como motivos fp*damentales el desarrollo del patriotismo, de 10s buenos sentimientos y como finlalidad primera el adorno de las fiestas escolares; lo que importaba en el fondo era la letra de ciertos cantos para ?I primer objetivo y para el segundo, el que la mfisica atrajera pfiblico, produjera agrado; con este fin peregrino, entraron a &a escuela las canciones de moda, de ordinario las mis vulgares y asi llegaron a oirse en boca de 10s niiios, tangos y “couplets”, cuyos textos habrian ruborizado a gente de mal vivir. El supuesqo “entretenimiento” que se queria llevar a la escuela, awb6 por convertir las c l a w de mfisica en la m5s autdntica acci6n corruptora del gusto en la juventud, no ~610, ligindola a extranjerimos irritantes, sino en cwanto la alejaba por medio de la difusi6a de lo chabacano, de toda posibilidad de tomar contact0 con la mikica, con la miisica que es arte en todo el mundo. Las c1,ases de canto, como se llamaron primera, en calidad de ram0 de infimo orden, fueron distribuidas entre las personas que el sentir general seiialaba como “entendidas” y no pocas veces concedidas como justo premjo a la seiiora viuda de algiin maestro meritoyio que, por cierto, de todo sabia, menos de mhica. . . Luego de enfoc6 la preparaci6n de un profesorado y por cierto no sali6 del Conservatorio Nacional, que aunque malo en ese tiempo, era en todo cas0 nn est,ablecimiento especialista, sino del Instituto. . . de Educacihn Fisica. Con un brevisimo barniz musical quedaban 10s pedagogos convertidos en mentores artisticos del pais. Este titulo de Educacih Fisica era en todo cas0 un titulo, sin embargo, tampoco fud respetado y vimos a cierto extranjero que posei,a y administraba bien un orfe6n. discernir las citedras entre sus adliteres como irbitro supremo de la competencia musical. En todo este tiempo se habia avanzado un paso: la mGsica, como “raho tdcnico”, (nadile sabe a qud tecnicismo se refiere una clase que es la negaci6n de la tdcnica) , era contada en globs entre 10s ramos exigidos para la promocibn. Por desgracia no se hizo en ese momento una revisi6n del m,aasco d e 10s estudios que pasaban a ser obligatorios y 10s dicectores de 10s establecimientos siguieron mirando con poco interds una clase que ocupaba a1 alumno en algo tan banal como aprenderse de memoria uno que otro canto populachero. Asi hemos llegpdo hasta 1932, en que se sienh por tsdos lados inter& de dar a 10s &studios musicales, una orientaci6n seria; lo necesita nuestra cultura, qne ya no es de simple importacitin, lo exige la dignidad intelectual del pais y lo pide el profesorado inteligente que ve en el desempeiio de cidedras s6lidamente fundadas, la 6nica posibilidad de impartir una enseiianza cientifkamente justa y de que dsta sea mantenida en la educaci6n p6bliw. No se trata de medidas superficiales, de simples disposiciones administrativas o de instrncciones romsnticas a 10s directores de establecimientos, lo necesario es la buena lenseiianza y para ds60 debe perfeccionarse el profesorado, debe seleccioaarse sin por &to incurrir en injusticias ni atropellos, deben elaborarse nuevos planes de estudio que comprendan lo que en toda la Tierra se entiende por miisica y que s6lo pnede diferenciarse de un plan de enseiianza a otro por la dosis. Es indispensable que nuestros niiios reciban conocimientos elementales te6ricos, que conozcFn la lectura musical, que sepan a grandes rasgos las hpocas hist6ricas y sus figuras
El mas grave problema
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culminantes, que conozcan 10s compositotes chilenos y que sobre todo reciban 10s alementos indispensables para comprender las f o r m i musicales, en una palabra, que sepan oir y entender lo que oyen, tal coni0 saben apreciar lo que leen. Mientras en la educaci6n no se Cree la citedra de Historia General del Arte que englobe en un solo panorama el desarrollo combinado de la literatura, arhs piisticas y miisica, es la claw de “miisica y canto”, la que debe dar a conocer a1 alumno la existencia de Palestrina, de Bach o de Beethoven, que no merecen en nuestras ejemplades “huwnidades” 10s honores dispensados a las figuras secundarias de la literatura o de las ciencias, a 10s anirnales raros de la zoologia o a las leyes fisicas de segnndo plan0 quie el alumno jamis se veri precisado de comprobar. Esta evoluci6n hoy dia irresistible, es el fruto de todo lo que se ha hecho y dicho sobre miisica en estos iiltimos aiios: no en balde la Universidad de Chile y el Conservatorio se hallan empeiiados en sitplarla donde debe esqar y su acci6n que ha hecho surgir instituciones valiosas de difusi6n musical, no puede cimentarse mientras no varie el criterio que el piiblico, que la masa de 10s ciudadpnos, trae a 10s asuntos musicales y este criterio se forma lentamcnte en las escuelas. El problema se ha abordado varias veces y otras tantas ha fracasado la soluci6n por asuntos de inter& persoqal; felizmente estas tentativas han ido obligando a meditar y puede que ya estemos en la ssituaci6n despejada en que se vea claramente que la enseiianza de miisica y su utilidad cultural son demasiado pesadas para que se praenda medirlas en la balanza de 10s intereses creados. Las autoridades educacionales estin seriamenee interesadas en una reforma y en el desarrollo de un plan progresivo de mejoramiento escolar; el profesorado, aunque temeroso, (y tiene r a z h despds de tanto terremoto administrativo que hemos soportado), comprende en su gran mayoria que sn inter& est; en el prograso, s6lo oesisten &a reforma las personas inadaptables y 10s pocos que han lig,ado su fama a1 desconocimienro general de la miisica, cuyos apretitos tienen casi siempre eco entre 10s gobernantes que en Chile salen invariablemente de generaciones p,ara las cuales la mlisica es una niiieria sentimentalona y sin importancia. Pirrafo aparte merece el problema en la Educaci6n Normal y Primari,a. Alli el campo es vastisimo y fuera de la preparaci6n del profesorado, no aborda la ensefianza musical ninguna acci6n organizada y &PO mismo no es un ejemplo en la rnayoria de los casm. Habri q& distinguir la difusi6n urbana y rucal; en ]ia primera es posible akanzar algunos resnlsados que en la segunda serian iniitiles y en ambas hay que desterrar entrgicarnente el extranjerismo corruptor que va matando en forma ripida lo poco que nuestro pueblo solia cantar en medio de sus faenas. hflije grofundzmcn~eel espiritu paqar por una alameda campesina y oir, que desde las salas de la Escuela Piiblica, no son candones del pueblo Bas que llegan a nuestros oidos, sino 10s versos repugn,antes de “Ay Josefina”, de “Padre nuestro”, de “Bocina de auto”, que poco a poco van infiltrando el lenguaje y 10s sentimientos de ese idioma “lunfardo’’, que no es argentino, sino el habla de 10s rlafianes que merodean 10s bajos fondos bonaerenses. Y Csto se hace mientras 10s Minissros lanzan “programas” y dicqan pastorales en las que anuncian 10s altos fines de la Educaci6n Piiblica. . . La reforma musical en l,a ensefianza es hoy dia un deber ineludible para quienquiera que eche a sus eypaldas e; Ministerio de Ediicaci6n.
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Aulos
apuntes sobre nuestro folklore musical POR
CARLOS ISAMITT
( Continvacibn)
Si en la actualidad no nos es posible seiialar ninguna influencia extra% en las creaciones musicales araucanas, tampoco podemos aventumrnos en b;r hip6tesis sobre lo que podria existir de 10s otras pueblos que componian la pbbci6n indigena pre-colombina. El estado actual de esaos estudios folkloricos, 10s vacios, la falta de una direcci6n y plan general en las averigu,aciones, no nos permite avanzar donclusiones de esta especie que s610 pueden surgir de un esmerado estudip comprativo, de una documentaci6n aompleta, recolectada con espiritu verdaderamenGe cientifico. Creemos por esto, que carecen de valor las afirmacimes que suelen formularse sobre una influencia hebrea o asiitica en la m6sica propia de 10s arauqnos. Puede afirmarse, sin embargo, que la miisica de esta pueblo no acusa una derivaci6n de la de 10s incas. La influencia de la cultara incisica, que abarca un irea considerable, se ejerci6 tambiCn en el terrhm mpsical. Se ha hecho notar a este respecto la similitud en la preferencia de lag escalas pentat6nic,as, usadas por 10s incas, que se encuentra tambihn ion las creaciones musicales de otras tribus y pueblos donde alcanz6 su dominio. En la m6sica de 10s araucanos es evidente, en carnbio el empko de una gran variedad de escalas. Para establecer su gCnesis seria por hsto de un gran valor, el estudio de las manifestaciones similares de 10s restos de las tribus que permanecieron ajenas a 10s avances de 110s hijos del Sol. Nos limitaremos por lo tanto, a intentar un estudio de la mfisica araucana actual, tratando de circunscribirla :a1 medio y a la vida en que la hernos recogido. Las investigaciones recientes, de medio aiio, que hemos logrado realizar, no alcanzan a extenderse dno ,a un radio pequeiio de la poblaci6n indigma., situda a orillas del rio Quepe, entre el cerro de Loncoche, cesano a la estaci6n Metrenco de la linea central y 'Quilaco y las Vegas de Imperial hacia la costa. Despuhs de vencer las dificultades de orden psicol6gico, que debe s u b a m r todo el que intente investigaciones semejantes entre 10s indigenas, y adem5s las que tienen re!aci6n con la permanencia, movilizaci6n, idiomla, etc., nos fuC posible alcanzar cierto grado de intimidad y confianza, aholutam<ntc indispensables para sondear y obtener, en buenas condiciones, algunas de sus manifesociones espiritualesLa vivienda indigena, en esta regihn, se encuentra distanciada: muy rar,as veces suele encontrarse un conjunto de mis de cuatro o cinco rucas. Entre unas y otras. grandes extensiones de terrenos cultivados. bosques, colinas El araucano vive, afin, rodeado de soledad y acosado por grandies silencios La natural;eza selvitica y la dkobci6.n son estimulantes indudables de SUT facultades.
dpatnlea sobre nuestro folklore
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El niiio que permanece 10s dias e n e r a pastoreando 10s animales, completamente solo, canta o toca algiin instrumento de caiia fabricado por 61 mismo, a fin & sentim acompaiiado de alguna acci6n humana. A medio dia o en las tnrdes suek juntarse con otros y segiin el ritmo de alguna percusi6.n improviwda, ejecutan, a1 aire libre, alguna d a n a de conjunto. La mujer en sus trabajos cuotidianas de tejedora, moledora, lavandera o en las b r a s dediqdas a1 hijo, canta rambiin canciones ofiginales en armor nia con &IS actividades. Los hombres en sus trabajos en sus descansos, en sus diversiones, juegos y ceremonias colectivas canan y tocan trozos musicales diferentes. Para cada circunst+ncia de la vida individual o colectiva. el araucano tikne anciwes o trozos musicales de originalidad ’soqprendmte. Estd riqueza artistica musical, que evidencia facultades creadoras desarrollad,as, es hperior a la que puede ofrecernos el resto de nuestro pueblo. Analizando el conjunto que hemas logrado recoger, podemos dividiflo en tres g & p : 1 ) t m o s de miisica vocal, 2) para canto y danza. 3) trozos paramente instrumentales. Los del primer gmpo comprenden: A) monodias para voces solas; B) monodias para voces acompaiiadas de algiin instrumento. En la especie A) pueden incluirse: 10s ‘‘Llamekan” o cantos exclusivos de las mujeres. Ics “Neneiiliin”, propios d e 10s hom‘bres. Ambos tienen; en las palabras que le sirven de texto, un fondo elegiaco, per0 se enduentran alganos de sentido humoristico, 10s “Umaqiilpichicheen” o canci6n para hacer dormir a los niiios, los “Awar Kudewe ul”, cantos del juego de habas, 10s “Amul piillii”, cantos funerarios para que se aleje de la tierra el espiritu de 10s muertos, 10s “Paluveiil” o canciones de 10s jugadores de chueca, 10s “KoHon iil” cantos del Kollon, hombre disfrazado que alegra las fkstfas. A la especie B) pertenecen 10s “Machi iil” cantos propios del ritual con que las machis curan a 10s enfermos acompaiiindose de ritmw dkl “Kultrun” y de las “Cascawillas” (cascabeles) , instrumentos de percusi6n. Los dol segundo grupo comprenden: 10s “Rniii iil” o canciones de trilli que cantan a1 unisomo, danzando y acompaiiindose de instrumentos, conjuntos de hombres y mujeres en el acto de trillas la cebadla. Los “Nillautuniil” o rogativas, cantos de conjuntos mixtos acompaiiiados de instrumentos y d!anzas; t h e n c a r h e r religioso y se ejecutan para pedir a1 “Dios Creador”; “Dueiio del mundo”. “Nenechen”, les concecla alguna merced: ?a Iluvia, el buen tiempo y algunas otras cosas de inrerih colectivo o parp agradecer algunas de las satisfacciones recibidas: la buena cosecha, el thrmino de alguna dabmidad. Los cantos del “Rewetun”, fiesqa de la plantacith del “rewe” especie de escala sagrada hecha en un solo tronco de brbol, rodeado de seis varas de cane10 y que es como unp insignia o simbolo, que t a l a machi debe colocar a unos cuatro o cinco metros, frente a la entrada de su ruca. Los cantos de 10s bailes de machis, ceremonias de carkter religioso. En ambos casos las machis cantan trozos especiales pcompaiiindwe de la percusi6n ritmica del IQultrun y de las Cascawillas y de 10s toques de “Trutmkas”, “Pifiilkas”. “Pinkul* wes”, “Lolkiii” y “Kullkull”, instrumento propio de 10s hombres. A veces las voces de las machis SQ suceden en forma de canon, igualmente l a toques de los instrumentos y como todo esto se ejecuta simuldneamente
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con la danza, el conjunto adquiere cierto valor polif6nico y se consigue una: animaci6n extraiia e impresionante, p a d la concentraci6n de 10s elcmentos etnol6gicos y significativos puestos en juego. A1 tercer grupo pertenecen 10s trozos musicales propias de 10s instrumentos araucanos. Algunos son destinados a la danz,a en ceremonias caracteristicas. Enttk estos incluiremos 10s “Wirifun I<rawellu” (galope de caballos) , que suele ejecutarse en Trutruka o en Lolkiii, en 10s bailes de machis y en el Nillatun. Los “Choike prun” (baile de avestruz), que sie ejecuta en trutruka, en la danza de las avestruces del nillatun y se acompaiia .de ritmob de Kultrum, toque de 10s demis instrumentos y gritos especiales de 10s hombres. Los “Kuifichi porun”, trozos de trutruka para bailes antiguos, en reuniones familiares, que no tienen el caricter de ceremonias. Algunos otros son especies de toques guerreros; entre istos un aire mhrcial llamado “Marcb de Caupolicid’, ejecutada frente a1 cacique (con mayor frecuencia antiguamente), y como un llamado o toque guerrero a1 iniciarse y a1 terminar el parlamento. Otros tienen el cadcter humoristico, destinado a &r una nota picaresca en algunas rteuniones. Entre dstos el “Wentekawito”, toque de trutruka que se ejecuta a 10s reciCn casados, en la fiesta que sigue 31 acto en que el novio ha hecho p 10s padres de su novia, el regalo o presentc que se acmtumbra en estos casos. Hay tambidn algunos trozos instcumentales de carkter funevrio. A esta especie pertenecen 10s “Amulpiilluen”, trozos de trutruka que ge ejecuta en 10s cementerios ante el acto de enterrar a 10s muertos y tiene la significaci6n de ser como una especie de plegaria o mmch,a fiinebre en que se criktaliza expresivamente la insinuaci6n mis honda que se agita en el interior de cada uno d,e 10s presentes y que dirigen el espiritu del muerto: “que mirp hacia arriba y se aleje de b tierra ya que es como otra persona y no importune nunca la vida de 10s que quedan”. (Continuari)
a propiisito de la Ijltima temporada lirica POR
LUIS VBROARA L.
Como muchas otras cosas el noble arte drambtico tuvo un modesto pnncipio: todos l a aiios, en la dpoca de las vendimias, 10s campesinos griegos sacrifiqban a1 alegre Dionisios un macho cabdo. Esta ceremonia iba &ompaiiada die cantos, bailes y diilogos satiricos que degeneraban en orgias y tumultos; de estas fiestas populates religiosas, nacieron 10s diilogos y 10s pr6logos, d t ellos resultaron despuis las comedias, bs tragedias, con sus actores, sus coros, 10s coturnos y 13s miscaras. D u a n t e muchos siglos en diversos paises, el esppdcu?o d;ramitico, a
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A propdsito de la liltima temporada lirica
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pes= de ir acompaiiado de coros e instrumentos, fui i n embargo pna obka eminentemente literaria, hasta que, a fines del siglo XVI, y mejor dicho, a principios del XVII lp escuela, que se origina en Monteverdi, desarrdlla en tal forma la parr‘e musical que la melodia acompaii6 en toda su extensi6n a1 d r a m . Desde entonces el p ~ b l i c oya no conoci6 la obras dramiticas por el nombre del poeta o autor literario, sino por el del compositor musical. Durante 10s siglos XVII y XVIII el drama musical u “6pera”, como se le Ilam6, alcanza un envidiable destino: su estCtica llega a todos 10s paises europeos y genera numerosas escnelas. Italia, sin embargo, no mantiene por muchos aiios el legado de Monteverdi y de una escena particularmente dramitica cae luego en el arte ficil, en el halago del pfiblico; s6lo algunos nombres, principalmente 10s que rodearon a1 gran Alessandro Scarlatti, mantienen la dignidad del arte dramitico, ya sea que hste se enfoque en la llahada “6pera seria”, o en la &mica “6pera buffa”. En frente del movimiento que busca una mayor seriedad literaria y musical y que tiende a diferenciar la 6pera en 10s diversos paises de Europa a partir de Keiser en Alemania, Haendel en Inglaterra, Rameau y Gluck en Francia, Italia se hunde cada vez mLs detisivaaente en el especticulo superficial, agradable pasatiempo, que hace estpgos csprdalmente duraderos en paises como Espaiia y Rusia cuya personalidad musical era por esos aiios poco definida. Desde mediados del siglo XVII la “fivola in musica” da origen a1 virtuoso cantante, a cuyo cargo esmban las diversas arias, duettos o recirativos; 10s medios cortesanos y 10s gustos del pfiblico hicieron que la mayor responsabilidad artistica de la 6pera recayera en 10s cantantes; bgsta recordar a Catalina Gabrieli, alumna de Porpora, tan aplaudida por sus caracterizaciones de Dido y de Sofanisba, Carlos Broschi, llamado “el Farinelli”, il Senesino, Salimbeni, la Bordoni, la Cuzzoni, la Mingotti, la Tesi, etc., cuyos virtuosismos inauditos y exigenciar tirinica crearon seres caprichosos y vanidosos en 10s cmtantes. Rovani describe una funci6n de 6 p r a en 1750 y nos presenta la plateaa del Teatro Ducal de Milin, momentm ;Intes de la funci6m a las 8 de la noche, despuhs de darnos la perspectiva de la sala, con sus cuatro 6rdenes de palcos, (localidad que en nuestra democritica arquitectura tiende a desapareaer) , la ornamengci6n barroca y las pinturas mitol6gicas que adornan las paredes y btjvedas, nos muestra la sala a la luz de las candelas con que algunos asistentes se ayudan para leer 10s libretos. Se ve, d2&, una como mancha blanca formada por 600 pelucas empolvadas, de 10s seiiores aficionados que ocupan 10s asientos. Luego describe 10s tmjes de 10s seiiores y las fulgurantes “toilettes” de las bellgs milanesas, su precxupaci6n por el cantante y la ansiedad con que esperaban la aparici6n del divo, cuyo trozo favorito silencia las conversaciones y pone fin a las visitas de palco a palco; el agudo f i w l o el trino“‘di bradura” c m sus aplausos delirantes, marca nuevamente el comenmr del ir y venir de 10s lseiiores asistentes La depresi6n mixima de la 6pena en Iqalia, depresi6n ante todo thcnica ya que esthticamiente hay muchas “6peras” y todas igualmente basadas en un pnro convencionalismo, llega con el fin de la escuela rossiniana ante la cual Verdi se presenta en una evoluci6n sincera, como tendiendo a reanudar venerables tradiciones. Chsar Cant6 ha observado, como hombre de oficio, que a principios del siglo XIX no se tenia para nada en cuenta, a1 componer lasr libretos, la verdad hist6rica: Iparg quh, cuando nadie se pteocupaba de las
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palabras? Asi, “Persbpolis, la capkal de Qario, volaba por la explosi6n de una mina; Cat6n se suicidaba en una libreria despuis de corregir su vida escrita por Plutarco” . . . En la mhsica todo se hacia con el prop6ito de maravillar a1 espctachor: se inventaban dificultades vocales, “fiorituras”, para lucir a1 cantante; se hacia primer0 la composici6n musical, sin dener en cuenta las palabms que &bim cantarse.
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En nuestros dias, despub del magnifico desarrollo del arte sinf6nico y del enorme bagaje que significan Wagner, Mussorgsky y Debusgy, la +a itialiana del siglo pasado y de su prolongaci6.n en el verismo, resulta un especticulo anacr6nic0, e insaportable si se le coloca como manifest+ci6n drarnitica por excelencia. QuC oido modema acostumbra&o a wntir l a nobles emociones de esas ricas e impresionantes piginas de la “Muerte y transfig@+ ci6n” de Strauss, o el dramatismo de Tristin, pod15 escuchar sin impaciencia las pobrisimas melodias de “I1 Trovatore”. iPodri producir alguna admiwi6n en 10s espectadores modernos ese ingeniosisimo “Cor0 de 10s martillos? HabB quien no sienta el formidable ridiculo de ese pobre hombre que, despuis de decirnos que cotre a salvar a la “madre infelice”, se queda en el proscenio b t a no cosechar 10s aplausos &I cilebre “do de pecho” y terminar las sonrisas y reverencias a1 pfiblico que lo congratula por haber escapado & la asfixia? Darece imposible que disponiindw hoy de 10s medias con que cuenta la orquesta modema. se empleen en acompaiiar las vulgares mdodks de “I1 Trovatore” o “Rigoleto” pa- las cuales, en estricta justicia, bastaria ana guirarra. Rasgo caractkristico de las 6peras que ocupan nuestros escenarios son IDS brindis; 10s hay en el Werther, de Massenet, en Hamlet, Form del Drstino, Boheme, Mefist6fele. Traviaqa y el mis chlcbrie de todos, el de “Cavalleria rwticana”, alcanza 10s extremos del ridiculo. Como una muestra de ese a f h de mlaravillar de que hablaba el ya &ado historiador Cisar Cantk (y damos intencionadamente la opini6n de un pmfano), debe recordarse la escena, ddblemente ridicula como mfisica y como situaci6n dr;amitica, en que Lucia de Lamermoor, despuis de asesinar a1 marido, se adelanta hasta cerca del conswta y desde all; se entretiene en un duelo de vocalizaciones con una flauta de la orquesta. Estas margvillosas exhibiciones de gimnasia vocal debieron impresionar a 10s oyentes de 1840; para nosotros no tienen sino un escaso interis grqueol6gico. En su Ars P&tica, Horacio se burla de aquellos poetas que creen indispensable a la noble profesi6n de 10s versos el dejarst crecer las uiias y 10s cabellos como si 10s accidentes externos pudieran suplir esa llama intern,a de la inspiraci6n; no ha faltado en 10s mhsicos esta peligrosa mania que pretende ocultar la p b r e z a musical de las ideas con 10s recursos baratos externos; magnificos ejemplo de isto nps ,presents Mefistbfele y Ner6n de Boito, escondiendo la primera de est% &ras, el vacio a fuerza de golpes de timbal y trombonazos y la segunda p r rnkdio. de un sunttloso y espectacular aparato eschnico. Muchas cosas mis podrim decirse y valdria la pena, si el phblito no repudiara ya estos RIspecticulos que, I
Radio y discos
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como tales, ha reemplazado con ventajas el cine y que ni siquiera sostiene hoy dia la vida social de esos tiempos en que el Municipal era un sal6n elegante. Fuera de uno5 cu,antos goIosos de las gargantas, el pliblico mlisico ias pide unidas a un verdadero sentido del arte dramitico. No pasar5n muchos aiios sin que estas 6peras tomen su sitio en el rinc6n que merecen clentro del a t t e teatral que en Chile, hay que decirlo muy claro, desconocemos casi en absoluto. Este recbzo general no alcanzari a abras que, como el Barbero, reprer sentan con las delicadas formas musicales del siglo XVIII, el ambiente de un acierto musical de verdadero genio ni a Hamlet, Otello y Falstaff, que marcan un esfusrzo hacia el restablecimiento de las nobles tradiciones italianas. E4 6nico camino que puede llevarnos a1 contact0 del verdadero arte dramitico, el de Wagner, Mussorgsky, Debussy, Strawinsky, Falla, Milhaud, Rap vel, ecc., es la formacih de una entidad dramdtica fuertemente subvencionada. Persistir en dar durante siglos, como Cnico arte drambtico, las anticuadas y mediocre$ 6peras del verismo italiano, es un empeiio destin,adb al fracaso; hsto lo corrobora suficientemnte la escasa asistencia del pfiblico en las temporadas oficiales de 10s 6ltimos aiios.
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radio y discos (la opinl6n extranfera) POR
FRITZNOACK
(Creemos de alto inter& iniciar la presente secd6n con la primera parte de este interesank estudio sobre una de bs cuestiones musicales que a menudo se han debatido en psises como en Chile que se benefician ampliamente de las ConquiStaS Gcniclta madernas. El ncmem de agosto filthno de In Revista berliesa “Die Musik”, estuvo dedicado exclusivamepte a lo5 descubrimientos, de La “electricidad sonom”.)
El desarrollo poderoso que han tomado tanto la Radio como 10s Discos p el menor interhs que hoy se nom por la “miisica viva”, interhs que disniinuye a partir de b Guerra Mundial, han constituido ya la preocupaci6n de notables autoridades musicales. Hubkrman piensa que la causa principal en el menor interhs del piiblico hacia la mhica viva deb+ buscarse en el abandon0 del arte que antes se hacia en el hogar: faltaria tambihn, a su juicio, verdadera correspondencia entre la m6sic,a que hoy se escribe y el p6blico. La radio y 10s discps, llamados evidentemente a fomentar ‘el inter& por la mlisica viva, habrian llegado a set, por la mecanizaci6n del arte, 10s socavadores de sus fundamentos.
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Ados
Stucloenschmidt piensp que la situaci6n hay que tomarla como os, dejar a las generaciones venideras su desarrollo cuyo dilema cultural no lo rerolverian 10s “dilettantis” de antaiio. Radio y discos, en especial este iltimo medio, han llagado a un desarrollo, a un,a perfecci6n artistica, que rara vez la miisica viva logra alcanzar. Antes que ningin otro medio, son ambas cosas capaces de bcernos llegar mtisica a cualquier hora del dia desarrollando una ac. ci6n educadora. Gutman conviene con Hubrman en que la educaci6n musical del presentk deja que desear, reconoce, sin embargo, que esto no es totalmente imputable a la misica mecinica y deberia penwrse en que este arte ha llegado a tener “nuevas funciones”. Furtwaengler, (el mis gr,ande director de la actualidad), part# desde el punto de vista qui radio y discos, sin llegar jamis a igualar con la reproducci6n mecinica el original, son capaces de popularizar la misica y educar a1 p4blico. Su reproducci6n es necesariamente diferente debido a que pot lo general 1- trozos musicales ddben ser reformados a1 transmitirse por radio y para la grabaci6n precisan un acomodo a ciertas condiciones especiales ticnicas . Falta en 10s discos la vida interior del que ejecuta, rekcionada directamente a la conciencia de la realizaci6n ticnica; no puede hablarse por consiguientr de una lucha u oposici6n ent& la misiqa viva y la meci’nica. Ahora, respecto de las rebciones que ista iltima pueda tener con el menor interis que se nota hasia el arte vivo, piensa Futwmngler que existiria hoy un cierto exceso de m4sica debido a que lr;l mecinica es una necesidad del presente y el conocimiento que principalmente a travis de ella tiene el ptiblico, de las lobras musir cales, lo privaria de 10s medios necesarios para apreciar comparptivamente la ejecuci6n y lo llevatia hacia ese criterio que se satisface con solo una reproducci6n que no dominen mis cualidades que la sola exactitud. MGsica mecinica y viva slon dos aspectos del arte que tienen diferente misi6n. Estos son en substancia 10s puntos de vista con que 10s mtisicos aprpcian el problema del porvenir; nos toqria ahofa oir la opini6n del aficionado a la radio y a 10s discos. Tanto la radio cOmo 10s discos, dicen 10s aficionados, son fundamentalmente adquisiones ticnicas, de aqui viene que en tales asuntos artisticos sea decisiva la opini6n del tdcnico y gue s6lo desde hace poco tiempo la responsabilidad recaiga en el artista que; en todo caso, actia basta hoy todavia en un asunto thcnico con caracteres de cosa de arte. No se debe olvidar que tanto la radio como 10s discos son, ambos, medios mfecinicos que estin limitados tor davh por imperfecciones y que por muy cuidadosos que ellos Sean no llegad hasta reemplazar la audici6n (original no condicionada a las posibilid,ades de grabaci6n y transmisi6n. Sin ceder algo de su parte. esta difusi6n musical es imposible; el ciento por ciento de exactitud no es exigible. La ayuda que radio y discos se han prestado entre si es increible, baste recordar l+a extremada gerfecci6n a que se ha llegado con la grabaci6n Y reproduccih elhctricas: la orquesta que antes dependia por enter0 de la corneta del grambfono, cs hoy dia recibida por micr6fonos dislpuestos cuidadosamente con el inico fin de hater la grabaci6n lo mis musical posible; esta cuidadosa disptosidn actistica permite, a1 igwl que la radio, aprovechar en! 10s disc& todas las posibilida+ achticas de una sala y de 10s instrumentos. Que la radio p 10s discos no reemplazan jamis el original lo saben per-
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11 fectamente todos 10s aficionados a estos recursos musicales; en ambos el recuerdo & lo oido y la imaginaci6n, juegan todavia u n plapel bien importante. Furtwaenqler estima que en todo disco hay algo d e i n n a t u r d debidb d que sin quiererlo el ejecutante actiia de u n modo especial cuando est5 ante el micr6fono. Nosotros los amigos del disco sabemos que. a pesar de todas w t a s imperfecciones podemos y,a recibir ejecuciones orquestales mejoties que las ofrecidas a menudo por las orquestas m i s competentes y bajo las m i s sabias,ba’tutas. Si la m6sica en familia qe hace con menos frecuencia que pntes, la raz6n debe buscatse de preferencia en la atm6sfera que nos rodea y en 1- inevitables transformaciones de la sociedad en que vivimos: el papel del aficionado no se ve tan esencial como antes en frente de la x‘adio y 10s discos que poseen elementos de que istos cat‘ecen. Basta ver el catilago de cualquiera firma fonogrifica conocida para encontrar u n sinnhmero de discos que nos ofrecen medios de un valor artistic0 inestimable. Si la radio, en principio, con iguales o mayores posibilidades no preenta igual interis, se debe a que aun‘ 510 est5 correctamenre organizada, ,ambas cosas, radio y discos, bien tomadas y oidas, son un excelente medio educador tanto para el que por si mismo practica e1 arte como para el que lo oye. Concedemas que el aficionado tenga un g v n estimulo educador-en la prictica, per0 hay que dejar bien en claro que, salvo conocidas excepciones, ni la radio ni 10s discos ban sido utilizados seri,amente hasta aqui con fines educativos. Se ha tratado muchas veces de introdlucir el disco como medio edudador en nustras instituciones educacionales, sin embargo se ha hecho aun poco y nadk duda que il puede epseiiar mucho Basta citar el cas0 que refiere H u berman de cierto director poco experimentado que, a1 actuar en el concierto de Frahms con poca prjctica, lo sorprendi6 bruscamente por su magistral conocimiento del de Tchaikowsky, obra que s610 conocia por 10s discos impresos del propio Huberman. El problema ha pasado por varias etapas: primeramente, radio y discos fueron apreciados en cuanto eran novedades, su misi6n consistia ante todo en calmar de cualquier modo el hamlbre del pcblico: s610 m5s t,arve se vino .Z comprender que asi no era posible continuar y que era necesario pensar e n el problema educador, en el qu‘e, como deciamos se ha avanzado aiin pwo. Fdlth una paci6n sistemitical q h e aprovec’he lats ilimitadas pMibilidades cultudales que radio y discos poseen y de las cuales no participan ninguna espkcie de medios ni de organizaciones. LEegamos aqui a nuestra observaci6n fundamental: radio y discos no pueden ni deberi? suponirseles sei capaces de entrar en competencia con la miisica viva, sirmpre que Sean usados correctamente, ambas cosas son capac& de ser 10s guias que preparen el p6blico a 10s contiertos: la miisica del f u m r o no debe encerrarse exclusivamenta en el tirmino “Mijsica viva” sin0 en el m5s general de “Miisica” que comprende la viva y la mecinica.
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la vida musical del presente Chile la opera La Temporada Crrica en cl Teatro
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nicinal. El 29 de Octubre se ha corrido por bltima vez el tel6n despu6s de dar fin a una nueva temporada lirica; este acontecimient’o, que en cualquier otro pais ofreceria interesante campo a las apreciaciones de una revista musical, s610 nos permite observar hasts qu6 punt& las esferas del iinico Teatro pbblico de la capital de Chile viven ajenas a toda preocupaci* artistica; a 10s camarines de la saki nacional de especthculos, cuyos letreros se inscriben en correct0 italiano, no Ilega ni el tiempo ni el ambbnte, ni s? dan cuenta sus ocupantes que cada vel; estamos m8s lejos de esos vmturmm d!as en que Lucfa y Trovatore, hacian correr raudales de tinta en comentarios exaltados. El conocido critic0 lfrico dm Santiago Cruz Guzmhn, finica persona que en la prensa de hoy puede terciar con verdader0 conocimiento de causa, en las apreciaciones comparativas de c6mo se ha cantado el “Visi d’arte”, desde que fu6 estrenfido en el pafs, a n d k 6 con autoridad s6lida lo.. especthculos del Municipal en “El Diario Ilustrado” de 30 de octubre, dando a1 mismo tiempo algunos juicios acerca de In actuaci6n del empresario, sefior Salvati, que son la primera piedra de la pr6xima kmporada de 1933. Este juicio, que no puede sor tachado de parcial, pues don Santiapo en nsuntos liricos. a fuer de buen conocedor es severo, nos proporciona materia para un comentario que creemos indi.mensrvble.
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Analiza el sefior Cruz Guman, primeramente el repertorio y lo. artistas: la.? 6peras repres-ntaclas fueron 15 diferentes: Tosca, Afda. =heme, Butterfly, Carmen, Barbero, Rigoletta, Trovador, Traviata. Lucia, Iris, Andrea Chenier, Manon de Massenet, Pagliacci y Mefisthfele, adem& dos ballets. (De Petruschka nos ocup&mosaparte). I m artistas merecen elogiosm conceptos y felicitaci6n por algunas ohras como Iris cuya presentaci6n fu6 “sobresalicnte”: entre 10s nacionales remoce el critico valores de primer ordsn como Maria Ebell, Ana de Vergara Keller, Albert0 Mpez, mentes Pumarino, Lautaro Garcia y Gaudio Mansueto que Y a es un chileno. “En general la mmpafifa ha sido. p u s , bystmtt- regular, homog6nea y con algunos elementos sobresalientes”. Como se vb, la entidad lfrica que este afio se ha am-dado de chilenos por fuerzs, ha cumplido su papel que no es otro que el mantener en el pais la posibilidad de que afio tras afio se oigan Tosca. Aida. Boheme, etc.. etc. nada nuevo, nada valioso, el mayor el@ gio serfa decir que ha seguido la rutfna con inmejorable fidelidad y est0 por precios que “jam& se habian vist.0 semejantes”. . . jes evidente un progriso! Sigue a este comentario crftico, un dihlogo en que hab!a el Empresario que, naturalmente. no tiene porque mirar otra cosa que las viclsitudes del negacio. “La temmrada lfrica ha constituido un-korme desastre financiero”, dace. precios bajas y mala moneda, es deck imposibilidnd de importar divos como antes: cC6mo. en-
La vi$a. mrrriral Chits toncts, entro a cste negocio? dice el cn’tiEl Qobierno del Sr. D4vila prometi6 a la Empresa $ 150.000 de subvenci6n, Elempre que se bcuparan elementos chilenos, est0 lo ha cumplido y la subvenci6n no Ilega; recuerdrt en seguida esos felices afios de 10s derroches fm que se mstmon millones, haclendo notar que la mpresa ha preferido la perdida antes que faltar a sus compromises. Por fin manifiesta confianza en que ate sacrificio, que deja el nomhre del empresario “absolutamente lhnpio”. lo coloca en lugar preferente en “cualquier combination que s6 estudie”, termina diciendo textualmente “ha quedado lista la plstaforma”. Resulta, pues. que la Empress, es una benefactore ptiblica y por afiadidura heroics; sin embargo, nues-1 tro amigo Don Renato Salvati nos permitir4 que pensemos absolutrtmemte lo contrario. Cam0 miLsicos “nativa”, creemw inaspensable fifar, en frente del negacia teatral que se aproxima. PI sentir precis0 de nu&medias artlsticos, de 10s cualas In “temporada lirica” est6 por mmpleto divorciada. Puede que a!gtln dia-estos Bsuntae. que st resuelven hasta, por rames poltticas. viren hacia la miiica y Sirvan la8 observaciones slgui?ntes. En primer lugar, wincidimos con el Sr. Cruz Guzmkn em que hay que mantener una entidad de mhica dram6.tica, si esto R e hace y si se logran dar 15 espect&culoz, divcrsos aJ afio. que estos reflejcn fa mridca dramhtica tal cual es. sin estar circunscrita a una sola tendencia. ( y la pear) ni a una sola naci6n. La tiltima temporada es a este respecto deplorable como repertorfa, ejemplo de vetustez y de p6simo akance cultural. Zconoce e1 Sr. run GU?mh lo que se ha hecha en 6pera, .xilo desde Mozart para no ir m b a t r b , en Memania, Rusia. Bblgica, Austria, Checoeslovaqula (Bohemia), Fra31cia, Inglaterra etC... Zqu6 r&ro hay de esto en el Mu00.
aicipal, ejemplo do teatro que ignora una dirxciba artistica?, s610 relumbrones oca-
sionalas, en cambio Traviah o Tosca son en Chile institudones nacionales. La partkipmion de chilenos, en seguida, no podemas ya considerarla como un simple megado y todavia impuesto por el GObierno, para nasotras es cuestidn capital; 10s chilenos o 10s que residen en el pa&, son 10s Wcos elementos con que deben presentarse 10s espect4culos aun ‘cuando no fueran sin0 mediocres cantantes, solo a ellos se puede pedir repertorio, s610 con ellop, se puede desarrollar un plan y en su mejoramiento est6 la h i c a mci6n duradera que n w ha de librar de ser simple factorb, italicma. Adem&, si las operas no son cantadas en su texto original, deben traducirze a1 espaiiol. Est0 naturalmentt! chaca violentamente w n la bien armada m6quina de intereses creadoZ que envuelv8 el Municipal. Condderamos, por fin, que toda subven-. ci&n que se acuerde a empwas que no se dirijan por este camino es inmoral y envuelve una odiosa meeminencia de la capital sobre el resto del pais; el dinero chiIeno, ese peso que vale wco, 6s pesa para 1- que comema el pan de Chile y apenas centavo para el divo orgullaso-que viene 8 “hacer la AmtWca”, ahora bien, a ese divo ya. no se le necesita.. como no necesitamos a Brailowsky en Chile prtw oir mtisica de piano, ni a Futwaengler para e.wuchar buenas audtciones sinf6nieadj. El Sr . Salvati, que ante todo es intenpen&, debe comprender que el campo lfrico con sus vicios cs sa demasiado antiphtim s que si desea “sombraz en bu5n terrano”, d e b aprovechar su experiencia cimentando cl negocio teatral en algo que todos nos haremos un deber de apoyar y de mantener cueste IO que cueste. Estas utopias s ~ b a wn dia realldad.
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conciertos La temporada de p r i m a V e r a de la A. N. C. S. (Asodaci6n Nacional de Conciertos Sinf6nicos).
El viernes 21 de octubre remud6 sus IICtividades nuestm principal sociedad sinfhica cuya Temporada de Primavera promete m de man inter&. El primer concierto mmprendl6 la V de Beethoven, el Conclerto en Re de Wieniawsky. La Alborada del Qracioso de Ravel, la Introduc-
ci6n y Cortejo Nupcial del ‘‘Cmq d’Ot’ de Korsakoff, el segundo la Obertura del Cosi fan tutte de Mozart, el Concierto en Sol de Beethoven, el Preludio de Lohengrin y la “Rhapsodic Espagnole” de Ravel, el tercero. el Concerto Grassa en Fa dc Haendel. el Concerto en Do de Vlvaldi. la Mer de Debussp s las Danzas del Prfncipe Igor de Borodine. Fuera del Concie* de Wieniawsky, vejestorio que no hag para quC exhumar desde que existen obms
m?jores, nada hay que decir sim feficitar- t4e.5 audiciones, mestfa Primaverm ha sipor la, amplitud de 10s programas. do “coP.lsagrada” en forma dlgne. S. V m r Tevah, Vmlenbm violibieita que acaba de regresar de una breve estadia en Emopa, se nos presenM como un artista Audlcidnes de Mfisica dc C6rna.m dc IR blen dotado y serio que echhbamos de meSmieclad “AmigOs del Arte”. nos entre 10s violinistas que podian matimr In serie de solistas que ha presentado En la cr6nica de nuestro niunero antela hwciaci6n; Tevah posee todas 1% conrior haciamos notar la ausencia de iniciadicionee para llegar a un destino brillante. tivas destinadas a hacer permanates laa Su excelente inkrpretaci6n de Vivaldi, so- audicimes de mbica de chmara, la nuebre todo. nos permiti6 apreciar la musiva organizacibn que se ha dado a la Socalidad que lo distingue. ;No habria entre ciedad Bach, de la cual damos cuenta en 10s muchaficionados que en Chile po- otras co!umnas, ha venido a llenar estn seen instrumentos valiosisimos que s e en- necesidad; mientras las audiciones de esta institucidn ya antigua pueden ser llevadas mohecen en las colecciones, quien quisiera dotar a ~ s t emuchacho de uno mejor que a cabo, la Sociedad Amigos del Ark ha el que posee? Su instrumento no es de abierto una temporada d- mhica de chmara bajo la direwidn por d e m b compeprimer orden y se echa de menos. Rosita Renard nos di6 una versi6n fini- tente de Carlos Humeres. Programas vasima del bello Concierto en Sol de Beetho- riados y bien construidcs han hecho Ileven, obra que, con sus profecias hacia la name todas 10s martes la pequefia sala del Teatro Miraflores muy apropiado para taIX Sinfonfa, nos pone en presencia de unlr les ’ oonciertos y ocupado hasta hoy casi de esos tiempos lentos que han hecho para siempre grsnde la memoria de este ge- exclusivamonte por veladas religiosas o convmciones politicas. Fuera de un prinio . mer festival Debussy 10s programas han EI capitulo de estrenos se ha concentrado ahora en Ravel, de quien d pitblico mantenido un eclecticismo amplio y, si chileno conoce a m meas obras. El Ravel bien la premura con aue la temporada fu6 que hemos oido e? el mas autentico. el de organizada no permiti6 presentar novedalos pnentecitos y muelles de Cibovre que des. hemos oido obras que deben ejecutram a Francia un aire hisphico que 10s tars5 a menudo y que las generaciones futuras deben tener onortunidad de oir con mhicos contemporlneos franceses se han complacido en acoger- nada mhs fin9 que frecuencia. En frente de 10s conciertos cor r h t e s en que cada cud “hace su maIns obras nue Carvajal nos ha preseqtado. con una inte1ie;encia superior la “Alhora- cia”, estas audiciones. sin pretender nada extraordinario. prestan un servicio efecda ael gracioso”. verdndera maravilla de ir.terpretaci6n de una obra pianistica que tivo a la cultura que necesita ocasiones de ofr mfisica, sencillamente. como auien anarece welta a crear v nwva v la va famosa clR,a?xodia emafiola” de fnimitnhlos va a una casa amiga en dande se hace serianente obra do a r k . Los “Amigos del hallamo? instrnmentales de ritmas ina Arte” cumplen en est0 estrictamente con nrensibles que van dcsde lo mls orientPJ v nost6kico hasta casi lo chabacano, sin su nombre. La primera velada, exclusivamentn irm6s DerrlPr PS?. lfnea mquisit* nile disccmouesta de obras de Debussy a cnrm de tintwe a Rawl. Para el rnilsfco hny *n Don Ricardo Vifies Marta Petit de Huestas obras un mundo de sensibilldad deneeus v el Cunrteto Mutschler. nos de16 rrorhada ron iina fantasfa sin lfmites OUP la mejor impresih como nromama v f o r a cada paso lo pone a uno en Drasencia ma de presentwlo. A la delicadem de Vide combinaciones v sonoridades cuya prowdmcir, rarece 3 arimera vista cosa de f i ? ~ s ” awemron la y~rfecta interpretarjdn clue Marta Petit haw de ias Crtnciones hruivfa. CarTtfliaJ merece nuestros p g m de Bilit‘s y unR excelente eiecucidn del clwimientos por tales primicias Ciiartetc?en sol mpnor A I lrartfs siguien‘hTn rlebemos te-minw cin felicitarlo tambt6n por la eieciicjbn de la V Sinfonia de te 11 Soci-dad Amiqus del k-t? nos preBeethoven. Fsta obra demasiada viilgariza- sent6 a Victor Tevah en la sonrtta de Franck. mvv hien secundado PO? la cond i ha sufrido todo el esstropeo de Ias man.os wrtista Hcrminia Rncrami nut?. a su vez ordinarias nile la han manpiado: ?on Carnos him nir iina qecci6n mtera del provaiaJ recohr6 su nervio si1 mmdio-idad. nuestrm aficionados pueden eqtar ciertoc: grama dedicada a Chopin. Como va tuvirnos ocasidn de apreciarlo a1 actular elIa que no la nvcn melor roncebidn en 10s con juntos m k ilustres del extrsniero. M P - en uni6n con la Orqnesta Sinf6nlca, Herrece tambih una felicitacibn la n r c ~ i i e ~ t ~minia Raccami es uno de 10s valores bien clue. en general, nos ha parecido m b pron- claros OW tenemos entre lcs j6venes pianistas. La parte central del programs es+? y uniforme que en Agosto. Con estas
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La vida musical-Chile tuvo dedicada a1 Lied clbiw y actuo co- faltaron elementos y algunos ensayos; 10s mo solista la Srta. Melitta Wygnanky que Sres. Empresarios si desean revelarnos posee un sentido Just0 de interpretacion y Strawinsky, deben dar mayor espacio a la un bello tmbre sobre bdo en el registro prewraclon musical. No apreciams con medio. Las obras xi0 eran tal vez las que el msmo exito la coreografia, las partes mejor quedaban a su voz; debe e-%ugerlas principales correctas, en especial en 1% de preferencia en el genero suave y no muy xcenas en casa del Wro, no asi 10s c w agudo, de algunas obras de Schubert que dros de la feria que nos hicieron afiorar esas visiones multimlores y vivientes de la canto en forma muy agradable. La tercera audicion se inicio por m de Compafiia Rum de L’Opera, Priv6 que aclas m&s bellas obras del arte musical, el a s comtuo hace pocos afios en Santiago; l Concierto a dos violines en re, de Bach ac- parsas de opera no se vuelven vivas de la tuando como solistas Victor Tevah y Ma- noche a la mafiana y sin ese elemento pobel Hope y animado por la cei.tera batuta pular, Petruschka resulta rigido, acartonade Armando Carvajal. Interpretacih codo. Igual observaci6n merecerian 10s derrecta y Clara, perjudicada un tanto por la corados de la feria, daltaba ese colorido acbtica de la sala que no permiti6 el re- ruso que parece imposible de imitar sin alce de primer planu constante que ha tener la sangre del que ha visto desde nide destacar ai lcs solistas sobre el fondo fio esas blusas llamativas y ’& la vez eledel conjunto de cuerdas. EFta obra heri- gantes del aldeano moscovita en fiesta. Con todos estos inconvenientes, que por lo dezada de dificul6ades fu6 brlliantementre mhs tienen remedio, ckbemos dominada por 10s jbvenes solistas. La parte central de la audicion estuvo a cargo a1 Sr. Salvati y a los maestros Casanova y Kawesky la iniciativa de hacernos salir de Blama Hauser con una colecci6n de !Lieder que abarcaban desde Bach a 6- de esas presentaciunes de ballets tipo Leo bussy. No nos pareci6 ignalmente en su Delibes de que aprovechan en gran escala lugar Blanca Hauser en el Lied como en Ios beneficios de caridad. las excelentes ejecuciones de Wagner que hizo acompafiada por la Orquata SinfoS. nica; su voz poknte era--tal vez excesiva Presentacibn de 10s Y!aatpO Huasos’’ para la pequefia sala y habfa algo de rigi(Teatro Municipal) dez en la interpretaci6n. Cerro la velada el pianista Hugo Fernbdez con un grupo Nuestra mhica popular .no ha llegado de obras en que afirmo un talent0 claro y musical; excelenhes nos parecieron 10s es- desgraciadamente todavia a1 sitio que le tudios de Stpawinsky que tan rara vez se correspond?; a cada paso ella es desplada por canciones vulgares que, letra y oyen en 10s conciertos. mbica, e s t h igualmente lejanas de la toS. nada original; la riqueza ritmica, de insospechables combfnaciones, la distinci6n Estrem de Petruschka de Strawinsky de los acentos, la sobriedad melbdica sirven de marco a un fondo emotivo varonil (Teatro Municipal). que reemplazaria con ventajas bs bailaPetruschka, sin duda la obra que ma- bles que se ensefiorean del ambiente poyor difusion ha alcanzado entre las de la pular. Por esto, la iniciativa de 10s Cuatro primera epoca de Strawinsky era conoci- Hul~sos, el dedicarse a1 folklore del pais, da hasta hace poco solo por 10s discos: tuvo franca aceptaci6n no dlo entre nola Emprsw Concesionaria del Municipal sotros sin0 tambi6n en el exterior, en donha hecho algo meritorio a1 darla en su verde sus discos, en especial, pasan por la si6n completa, musical y coreogr&fica. muestra m8s a u t 6 c W de la exprersi6n &&tima fue que la Empresa s610 tenga musical criolla de Chile. Despuk de un period0 de silencio han buena voluntad y carezca del personal t&nico capacitado para responsabilizarse por wxlto Ios Cuatro H u m s a presentam en completo en un acontecimiento tan impor- pablico, esta vez no ya como un conjunto tante como la primera representaci6n an puramente chileno sin0 como htkrpretes Chile de una producci6n de la fama de del arte popular internacional. A nuestro Petruschka. Nos dej6 la impresi6n ae que juicio, el aporte de estos inte1igent.a divarias personas han hecho oon la mejor vulgadores de la canci6n popular, debid wluntad lo que pudieron, sin bgrar ese mantenems en la primitivst unidad de acefecto global que se admiraba en 10s Ballets ci6n; no creemos que el pfiblieo que siemde Diaghiff; si hemas de ser sinceros e- pre 1% aplaudi6, haya sido la causa de paramos lo obtenido en 10s aspectos mu- &a desviacibn y es de esperar que estos sical y coreogr&fico: Juan Casanova diri- muchachos, que poseen innegables dotes, gi6 correctamente una orquesta s la que que dominan sus instrumentoti y que sa.
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16 ben corn p o w dar a la tonada ese aire espont8neo y de sana alegria que caracteriza, nuestro pueblo, quieran volver a su primera actividad. En el programa que escuchamos, aparte de canciones yankis y europeas, estaban iricluidas algunas sudamericanas elegidas coli poco criterio folkl6rico; la parte chilena era escasa y contenia ‘‘Corawn de mujer”, de Mercedes P6rez Freire, cancidn irsignificante y vulgar que pudo suprimirse. Aun cuacido le presentaCi6n &uvo rodeada del rnuy buen gusto csc6nico de Georges Saure, creems que es necesario dar menos importancia a1 espectaculo que cambia. el sobrio poncho del huaso por un smoking flamante. E. L. E. Otras audiciones.
Awdiciin de 10s c u m nocturnes del ConNaciom1.-Preparada por el entusiasttl Aquiles Viterbo se present6 nuevmente un programs en que wtuaron exclusivamente elementos de 10s. wcturnos, esfuerm digno de esthulo, que no8 reuni6 en simpBtica camaraderla a muchachas que haicem mkqioct sin ninguna pretensi6n . servotono
Elianz O’Sctnbln en
8u audiclin de piano Gala del Conservatoriof
Digna de aplauso fu6 la actuacion de esta inteligente alumna de D. Raul Hugel ya proxima a egresar del Conservatorio; su ppesentacion se him en un laborioso programa que desamll6 correctamente. Reconociendo sus cualidades y el progreso que se nota en ella, la Srta. O’Scanlan deberia remozar ewxs “menus” estereotipado de 10s pianistas internacionales en jira, el progfama era algo opaco.
Concbrto del Cor6 Ruso-Ukm niano (Teatro Miraflores)
Segdka
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El sefior Boris Morkoff merece nuestro mayor aprecio por el entusiasta impulso con que ha logrado dar wnsistencia a un pequeiio cor0 que se dedioa a la cancib popular de su patria, ukntnia. Chilenos que cantan en ruso, que matimn bastan-te, en una palabra que harian una excelmte labor si el repertorio no fuera pobre y la calidad de las vocm menas que reguiar. El Sr. Morkuff debe mejorar ambas q o s ~y lo oiremos con mucho &o.
edicibn musical sus canciones no parezcan sin0 la vog &e una raza que ha aflorado en naturalezas privilegiadas. Allende, de la Vega y Bianchi han “creado” una obra folkl6rica en Como en 10s venturoem dlas del Rena- el m8s alto sentido del t6rmino. El tom0 que comentamas es el primera cimiento, acaba de aparecer el p r b e r tomito de ma obra en que mrisioo, poet0 Y de una serie que ha de abarcar 10s aiios pintor se pan unido con raro acierto. de humanidades, sus kmas han sido esDesde que uno ve ese cuaderno, que re- mgidos de entre 10s asuntos que el niiio cuerda singularmente el formato de las m- a h r d a en el estudio: mlogia, leyendar, tiguas ediciones del tiempo de Ronsard, se ciencias, interpretad- por 10s artistas con advierte una concordancia poco frecuente admirable sentido de refhamiemto y Jusque, luego, se comprende, es hija de un to concept0 de la capacidad infantil. PBunico y sincero fervor, que unid a tm rrafo aparte mcreceria cada uno de 10s sensibilidades afines alrededor de una idea aspectoas de la obra, si no nos pareciera herejla separar siquiera en una critica, grande, como e6 1s redencib de nuestra elementas fundidas con tanta comprensi6n juventud tan a menudo encanallecida Por del conjunto. * . * 1 la mWca mhs abyecta que se haya jam& W tapa es un primer hallazgo y el tSpopularizado en pafa alguno. Si en Chile tu10 ante todo. &Hayalgo m&s chileno que no hubickemos ya perdido el sentido de Talagante? y m&s chileno en Talagante las proporciones, esta obra de tres ap6sque esas figuritas de greda obscura, ti-, tales deberia ser sa.ludada coma u11 acontecimiento capital: ella serB s i n duda el abigarradas y chillonas que a uno lo transpunto de partida de las artistas que aun portap de golpe a1 interior de las casas sienten carifio por su tierra, les sefiala el del pueblo y 8, 10s “nacimientos”? Wantarita” abre la serie: asl regordeta como camlno c6mo pueden, impemnali!&ndose, la vem- en el dbujo, “moma corn la Ilegar a hablar y a cantar en forma que TALAGANTE, Coneionee cscolares, por Adolfo Allende. Daniel de b Vega J Victor Bhnchi -(Imp. Cas% A m a d l a )
La vida musical-Chile gmte chilens” dice el goeta y habla el mwco en una cancih tiernm fiplamente colore& como %s claveles de la Pascua”, por 6 e W agregadas y un pedal de sol que la envuelven en una atm6sfera de inJ timidad. Slguen varios temas como “El Ohupcbo”, con “SUB das ojos redondoe“, “Las Ovejas” que miran a1 cielo con la “tranquila inoc+cia” que expresan en su canci6n de cuna, ‘% pregh”, l triste y aombrso mmo ese pobre oendedor que tiene “esm pma resignada” que reflejan mWca y dibujo, “Noche de San Juan’’ y el ‘‘Yuyo” con e98 text0 mar+villwo que no resisfimos en obpisr:
El yuyo vola5 en mi tien-a mill&s de o n c i h de oro. La Pieta se him avarienta. mirando el ?r4gil tesoro.
Allende ha hecho para este deliciaso p o c ma una mhica juguetans como la brisa. Musicalmenbe las cancirmes s t h n llevadas con grw sentido pedag6giOo: melor dfas sencillas, de formar clara, mmpafiamientos pianfsticm que apoyan el canto sin vulgarizhrlo. Como armonizaci6n, $e mantienen dentro de un lenguaje modern0 usado con gran discrecih, no faltan modca antigum como en chuncho”, en que el d6rim lagra m efecto desolado y t&trim de sentido dramhtico muy justo. Allende usa el pMal con gran frecuencia, recurso es k t e rnuy acertado para mantener en el nit30 el sentido & la tonalldad mel6dica que podria en 61 apar#?r obscurecido por el us0 de ?as modos @egos e que no est6 habituadd. Estss canciones tienen, adem&, una esciitura fkn-
mente convertible en coral lo-que ea M aspect0 e9001ar de gran inter&. UTtalegas de Mciembre Pensqndo en nuestro gusto, estimamm h se rompieron en el campa hejor “El chuncho”, luego “Cantarita” y y el yogo se derram6 UEI Preg6n, sin que est0 signifique en fora lo largo del verano. tnrr alguna menor am-ecio de las o t m . “Noche de San Juan” merece ta.mbi6n una Can las monedas del yuyo -cia1 mencidn por la forma delicada la brisa pasa jugando en que Allende ha sabido tratar la mfia y las revuelve por ver pellgrosa de las campasiciones que es la de si s w m n entre sus manos dos vooes sol’as sin lncursi6n apreciable entre sus manos azules en el campo polif6nico. lo largo del vemm En mma, Allende y sus compafierm menuestros agradecimientos y jiunto a ?,hay ale0 m6s P&tiCo, m b fino para los ellos el Rector de la Universidad Don JUC labias bnfantlles que tan& veces se havenal Hernhndez que auqpici6) la edicih M n qwdado at6nitos mntemplando e m con muy clam inteligencia.. campus doradas por lms yuyos? Adolio
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crbnica de 10s acontecimientos Reformas en la Sociedad Bach
Esta prestigiada institucib que desde en qu- fu6 wnstituida ha desarrollado una labor cultural ya inseparable de la historia artktica del pais, ha sido objet0 de una reforma substancia1 que la h a d sxtentlerse a nuevm aspecw quk reclamaban ya una acci6n organizada. A pesar de ser ella una entidad exclusivamente de carhcter cultural y su trabajo de indole rnuy amplia, 10s filtimos &os, como consecuencia 16gica del propeso de instituciones oficiales que absorbieron campah en que ella actuaba, habfa venido a presentar para el publlm la fisonomia de una sociedad coral; su conjunto de ate gtinero ha sido en verdad su representacibn 1519
m h genuina y el media con que se exterioriz6 la visi6n extensa que ella trajo al ambiente musioal del pais; E3 Consejo Di-
rectivo no obstante venfa preocup8ndose desde el afio ultimo de volverla a impulsas en lfneas m&s generales, deseo que lleg6 a precisarse en la sesi6n que este organism0 cclebr6 el 5 d4 Zeptiembre pasadce, en que se acordo elaborar nuevos Estatutos y e l e gir un Directorio tambier nuevo, despu6s de Damar a su sen0 a las personas qu, s-. riamente se ocupan de mksica en Santiago y en las provincias. Convocada una Asambleb prelimink el d h 15 de sew tiembre, ingresaron a la instituci6n grrtn numero de compxitom, ejecutantes, prof?sores, estudisntes y aficionados, que designaron una Comisi6n de siek p:rsonas 0
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que debfa preparar 10s nuevos Kqtatutos y precisar 1% lineas generales de la nueva argznizacibn. Dapu6s de numerosas reunions, el Comith, que actu6 como Directorio provisional, llam6 a una Asamblea que %e verifico 10s dias 6 y 7 de octubre en la Sala de Confemcias de la Biblioteca Nacional. Con una asistencia superior a ochenta person@ t ~ !discutieron Estatutos acordhndcme expreswnte que la nuEva o r g a n h ci6n, si bien actuarh de un modo dierente, continaa la d r x t i v a est6tica y es id&tica a la Sociedad Each cuya acci6n extiende. De acuerdo con las dispiciones de 10s Estatutos, que se acord6 ponor en vigor desde el momento de su aprobacih por 10s socios, s? procedi6 a designar el personal directivo de la Socieiiad resultando elegidas las personas siguientes: Presidente Don Doming0 Santa Cruz. Secretario General la Srta. Marfa Aldunate C.. Tesorero, Don Emiqu? L6pez; representantes de 135 categorias de socios, Dan Vicente Yarm, la Srta. Elcira CastAll6n y Don Carlos Humeres Solar. Directores d e las Secciones en que ha sido divididz la instituci6n. fueron nombrados: DQn Kumberto Allende para la Secci6n Compositores, (Secci6n Chilena de la Sociedad Internaciqyal d? Miisida Contemoorfkea). Don Armando Carvajal para la Secci.6nXjecu-’ tantes. Don Carlos Isamitt para 1% Sec-’ ci6n Difusidn y Estudioi Musicales, Don Adolfo Allende para la Seccibn Folklore y la Sra. Adriana Herrera de U p e z para la Eeccibn Coral. E3 nuevo Directorio s? constAtutuy6 el 14 de octabre inicando sus trabajo? simulthneamente en todas las seccione.
Aun mando la sola enunciacih de las wcciones basta para dar una idea api-oximada de !a fndole de la reforma. la EWh-dnd Rzch, en su nuevo aspecto, se pmpme coalicpr a todos los elementos val i m gue hag en el nsfs y coq ellcs neFar a cimentar una vida musical organizada de estudio de audiciones de investiPaci6nn,que se relacione con todas las grandes instituciones del exterior y &ablema ofnculos pr&cticos entre 1% e s f u e m nu‘ merosos que hoy s? hacen por la masica en todo el pals. La Sociedad tendrs tres clases de sacfas
romo antes. lo? permanentes, anhlogos B 10s fundadorw 10s activos y la? cooperad dares. astos filtimos en el carkter de una .-%fedad de co~cfertmde mksica de citmars y coral. Las socias activos 6e repartirsp en sewiones independienb entre Ir;l clue dessrmllaldn planm de accih partid cnI%r?s a cads una, dando m ellas cab!da tanta B l m rompositores, como R 105
Aulos ejecutantes, a1 profesorado y a 10s alumno5 de mbica. de estas smiones Precisando el ca-ter pueden dividirse em txes g r u p : 1% que dirigen su actividad hacis la produmih e intercambio musical (Smi6n Compositeres), las que preparan audiciones (Secciones Ejecutantes y Coral) y las que desarrollan actividades de investigaci6n y propaganda musical (Semiones Difusi6n y Folklore). Como actividades qu? inmediatamente se han organizado debemas anotar: la preparaci6n de una serie d? _audiciones de mhica de chmara y el estudio de una m&s extensa para el aiio venidero, las audiciones de mfisica chilba, d rehcionamiento interior y exterior de la Sociedad, la inbuguraci6n de q a plan de estudios de musicologfa que se ha dirigido en primer tRrmino hacia la Nstoria musical de Chile, finalmente la preparaci6n de audiciones folkl6ricas. El Directorio de la Sociedad hac3 por estas columnas un llamado a todas las persona que se interesen en su obra y qu? en un primer momento po pudieron slr convocadas a fin de que i n m n y Cooperen en ella. EsperamDs que la ampllisima constituckh de la Sociedad Bach ha de traer nuevos aportes culturales. Hczlroso acnerdo del Consejo Ejecutivo de la Universldad de Chile.
Concluida ‘la primera temporada de la Asociaci6n Nacional de Conciertos Sinf6nicos, entidad que patrocina la Universidad de Chile, el Decano de la Facultad de Bellas Artes Don Domingu Santa Cruz di6 cuenta al Hon. Consl?jo Ejecutlvo de la Universidad acerca de la labor realizada Y del movimiento de fondos de la Sociedad. Los miembros del Consejo, despub de imponerse en detalle de cads uno de 10s datos enviadm por el Directorio de la Asociacibn, acordaron por unanimidad un voto de aplauso a una instituci6n que cdzocrs muy en alto el nombre y el honor de la Universidad. Este acuerdo fu6 trasmtido m oficio a1 Director del Consermbwio Don Armando Carvajal, a quien el Cunsejo felicit6 de un modo especial. Nneva constitncidn de h F a c d i a de BeHas Artes
Por Decreto No. 3835 del Miniskrio de FAiicaci&n Pfiblica dn 26 de septiemhre pibFado, ha sido aprobsda la nueva c~mmposici6n de In Facultad de Eellas A r b ? que acord6 el Conseja Eiecutivo de la Universidad m sesidn de 24 de slgosto y que propum al Gobierno, m usr, de las strlbnciones que le canfiere el FStatCto Wniversi-
La vi& musica.l-Sud-A1Pzkriecl &io vigente en 6u Art. 13 letra d. La Fscultad, que habfa quedado legahante trunca desde la reorganizaci6n de la Es cuela dz Art@ P1htica.s hecha el afm pa ado, ha sido constituida exclusivamente por profesora de pintura, escultura, artes aplicadas y m~sica, asignhndaiele una composici6n id6ntica a la de 1% restantes facultades universitarias. El decreta de reorganizaci6n prxisa 10s establecimientos que dqxmden de la F’aculhd, las chtedras universitariaa que, por 10 que‘ a mWca se refiere, han subidp de siete a catarck, nombra en propiedad el personal de la ensefianza plbtica. Un efecto importante del decreto de reorganizaci6n fu6 la vacancia de h s micmbros academicos de la Fa-
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cultad a1 dercgarse el Decreta que la coplstituy6 cuya fuerza legal habia desaparecido desde que si- dicto en 1931 el Estatuto Universitario. Esta vacancia que fu6 expresamente declarada por acuerdo d d Consejo Ejecutivo viene a permitii a la Facultad una maxcha ordenada y a empnrejaz su situacih cm las restantes de la Universidad en las cuales los~mimmbros acad6micos son elegidos uno a uno entre las personas que han prestado en ellas largos servicios. La Facultad con su nueva oonstituci6n celebr6 el dfa l o . de octubre una ssi6n sclemne inaugural bajo la presidmcia del Pkctor Don Juvenal Hernhiez.
Sud-Am6ri ca Los programas son ordenados por la s%ci6n p e d ~ b g c ay transmitidm por radio a las diversas escuelas. Los alumnos mfmComo una primicia ofrecemos a nues- tienen correspondencia con la instituci6nn, tros lectores las ophiones del distinguido envian por escrito su opini6n sobrz 10s compositor que acaba de regrmar de un copciertos o conferencias y 10s programas vihje i%pido a las ciudades del Plbta. se modifican &egfin Sean las observacio&Queimprasi6n trae de Monkvideo? 1s nes de 10s alumnos. Tamblm d 5eMr FereQa d s :VaId6s, preguntamos ; Excelente; alli la vida musical es muy contrat6 un ooncierto de mis obras para mk?,ica de citmara, en “Amigas de H e m inkma. cuentan con esplhdidos . instruJ mentitas y cantantes, adem& visitan ra y Reissig” y una confwenci’a robre Montevideo 10s mhs afammos arbitas eu- mWka popular, en la “Sxiedad Amigm del - Arte” . Esta instituci6n organiza conrweos. Yo fuf invitado por el catedr4tic0, doc- ferendas, exposiciones y conciertos; cuenta tor Don ndefonso Pereda de Valdb, quien con m&s de 400 mciss cuyas cuotas prohim una pres4nhci6m la1 Min&rio de, ducsn considerzbles entradas. Otros centros music3,les de grancle imEducacibn, pidiendo me contrataran para portancia son, el Ateneo, el Centro Gadar una conferencia sobre Metodologfa d 4 Canto Escolar. El sefior Ministro w p t h llego, las sociedades corales, Palestrina y Coral de Montevideo; esta filtima da u!. gUStOS0. wncierto semanal y cuenta con m&s o El mismo sefior Pereda de Valdk propumenos 400 m!embros. De vez en cuando so a la “SODRE” (Servkio Oficial de Difusi6n Radio ElBctrica) un concierto sin- x unen todas las sociedades corales p8ra fbico de mis obras. Esta institucih gira dar- m&s realce y dcsarrdlo a ciertas obras . enormes sumas de dinero, cuenta con una En algunas d? estas sociedades 10s a% discoteca de m b de diez mil discos de mWca y conferencias, tiene una secci6n ciados tienen entrada I’ibre a sus conciercorecgrtifica, otra orquestal y un cuarteto. tos; las wbiday cuotas les permiten est0 Para su funcimamiento posee un Teatro y a h tener tsatro propio y vida musical el Urguizar, hoy “Estudio Auditivo” y una muy movida. Esta gran prosperidad &e debe wpecialfiica. La orqu+ta e&& m m p w t a par mente a 1% instituciones particulares: 106 m&icos. Ek la instituci6n m6.s impor-. s610 en esta; dias se ha decretado L funtante con que cuenta b Gobierno. Hay much- otras de iniciativa particular tan in- dac!6n de un Cmservatorio de MWca d%teresantes mmo la “sod~re”,entre eWs pendiente d 4 Estado; hash hay no 6e hauna de Ias m b notables es b Asochci6n ce sentir la fdta de una instituci6n d-3 Educacibn Estetica del Nifio; esth di- Gobierno. Montevideo es para 10s artistas la: ciuvidfda en secciones, musicales, literarias Y pedag6gicas. Su objeto es dar audiciones dad m L hospitalaria que he Visitado. a 1- alumnos de las Escuelas Primarim. U&UGhTAH.-Canversando Auen&e.
con Hmberto
I dubs
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Europa &a f i l t h @ kmpordo
El balmce que presents la temparada
sur un theme pastoral” del ya venerable
Gabriel Piernc, “Innominata” de Conrad Beck, “Toccata” de Tansmon, ‘‘Salamfne”
de Maurice Emmanuel, ”Concerto” para piano y orquesta de Jean Cras, ‘‘Arcana” de Edgard Varese, Wtita”, c‘8erenata”, de gran utilidad presentarles un mumen “Scarlattiana” y ‘‘La Giara” de Auredo de las hechos y novedades principales, antes C & k etc. Entre laa obrrrs de pequefia orquesta y de abordar de lleno en las n b e m pr6xtde m b k a de c h a r s se h-n destscsdo mr$, la cr6nica de la vida musical que en pmondidades de sumo inter& W.antari estos momenta recobra su actividad. alla madrigalem” de Francesco M a l i p i d obra que se estima una de las mejores del B’RANCIA gran compositor italiano, “Trois &its des Aun cuando la crisis se ha hecho sentir evangiles” de Raymond Petit,para tenor y con intensidad en el campo musical, los euorteto de cuerdas, ldL’Autamne”de Dateatms subvencionadas de Paris han m- HEWlKilhand, para piano, varios cuartetos tinuado su vida normal. Pdaas estren-bs del grupo de mmiSicos que fonnan 10s exceinkreantes ofrecen en 10s m e s s reci6n lentes cornpositores Tibor Harsanvi (hima c o m i e m de la tempora- gam), Marcel Mjhalovici (rumsno), Bohuapasados: en l da la 6Pm ‘adaximtlien” de Mil- lav 1vzartin11, (checo) y Coo‘uaa Bock (Suihand, que Iw medias de avanzada espera- 20). Amen de 10s innumerables concieifiis que ban como una pica en Flandes puesta en diariamente ocuptun la activldad musical medio del kwte ofidial. Pdakimilim, &&I embargo, no tuvo el Bxito de “Crist6bal Co- parisiense, ha habido en este a h 81 unas 16n” estrmado en Berlin hace pocos afios; iniciativas cuya novedd o inte& rim lad haw dignas de ser m r t l a d a s en 8e tacha a Milhaud de mber ascrito una obra sin b selecci6n y cuidado que cam- especial. Ante todo la obra inapreciable que redim Mrs. Elizabeth Sprague CooterM sus producciones teatrales anteriores. otro acontecimiento comentado con lidge en bien de la mbica moderna en gran inter& fu6 el estreno en Francia de todo el mundo; en Paris en e t a liltima Wlektra” de Strauss. Lss 6peras ae este temporada present6 una inolvidable audici6n en la-Galeria Mazarlna de la Bibliocompositor no se o y m frecuentemente e n Francia, de aquf el hecho de su novedad; teca Nacional, en el sitio mismo que tula crftica se mcxstrd impresionada profun- vieron por marc0 las obrai en rm kpoca, damente por el vuelo avasallador del &- d P mmpiciones de Montevhli y de LuIly, obra que fu6 completads con la ejecuguaje dram&tico de Strauss. Numerosisimas obras nuevas se han c i h de Armida de bully pdr la Sociedad ejecutado por primere ves en 10s concier- “Am Mbica”. La “Sociedad ae estudirx mozartianos” ofrecl6 pudicionea tos. Como obras orquesta,!es <se dieron a conocer: de Igor Strawinsky el Concierto dedicadas a1 mejor conocimiento de obras en Re para violfn y o r q u b , la primera que permanecen ignoradas en la producaudicibn europea de la III Sinfonfa de c i h de Mozart, en especial sus “cassaAlbert Ronssel, escrita en 1931 para cele- tions” y las composiciones para instrumenbrar el 50 aniversario de la Orquesta Sind tos de madera. La 44Soci6G& Musique f6niba de Boston Gm. UU.), el ballet d’sutrefois” rehabilit6 el nrmbre de Emi“.Rebus” de Igor Markivitch joven autor en lio de’cavalieri poniendo en escena la quien la qftica un$nimem?nte reconoce a ‘*Rappresmtadone di anima e di corpo”, un gran mMm, el “concierto” para piano y con gran asombro de la crftica que vi6 en mquesta de Ravel, obra cinceladkima y &a fsmosa profecia del arte drmuitim perfecta que se@n H. Prunieres “es un much0 m& contenido musical que el que ejemplo para tantas mfisicm contempor6- es ya proverbial a traves del juicio de 1neOg que abusan de sus dotes y no creen tratadm de historia. Por fin, a1 t h n i n o nemsario limar sus obras hasta la perfec- de la temporads, sn o y e h 7 k s concierh cidn”, “Triptico” para orquesta del polaoo de Oriente: el uno de misica y aanza Alexandre Tansrrmn, el reestreno de la hindd en el Theatre des Champs Ely&es “Oda” de Nabokoff, (en Estrasburgo), au- y el otro de mhica exdtica en el Muse0 tor que, como Mark6vitch-es una Persod Guimet . De 1’36 numercsos concertistas y directsnalidad musical de primem linea entre 10s j6venos. Junto a Was, ’Divertissement? re; de orquesta que visitaron Paris en los
que ooncluy6 con loa mesea del verano europe0 es bien nutrido en obrm inteesantes; creemos, para 10s iectares de Aulos,
e;isM-
La vida musieal-Europa
.
lzItimas meses, ninguno prot3ujo la impred6n de Furtwaengler a la cab?= de Orquests F’ilarm6nica de Bmlh; la critica uneinimemente proclama ate conjunto mmo lo m:jor de Europa y a su director mmo la prhera personalidad mundial entre 1% directom. Welt0 firtwaengler a Alemania, el p~blico franc& no apreciciil de m b n o modo que antes a Mengelberg, cuya mberbia orquata del Cancxtgebow de Amsterdam es sin embargo de l& primeraq que existen. Series de conciertos afrecieron, ademas de las-artistas franceses como cortot, que en este afio present6 a!gunos cams increibles, (como 10s niiias wpafioles Oarlos y Yocasta Chrma, de 12 J’ 9 afios respectivament: y la prodigiosa chica norteamericana Ruth Slenc&sky, Weingarher, el director de orquests, Brailowisky, d vblinista Yehudi Menuhin, que es un verdadem milagro en un nKio y *Horowitz. El a r k franc& experiment6 en los mesx dmadosc dm pkdidais clDnCideraibla_?: Vincent D’Indg, el sabio profesor y jefe del movimiento franckista y el joven Jean Cartan, una de las esperanzas Qe Ia m L sica contemporhea, muerto el 26 de marm de este afio. Nacido Cartan en 1906, escriblo sin cwar publioado o h a s des&? 1925, con esa premura caracterlstica de 10s “pr6venus” de Maeterlinck; deja una lista grande entrz 1- cuales sobesalen: %ix poem- de Tristan Klingmn”, “Trois p&aim de Villon”, el “Paternoster” cantata para corn solos y orquesta, “Deux sonnets de Mailnrme”, la “Sonatin%” para flauta y clarinete y dos CuartetQs de Cuerdas. BELGXCA (Bruselas) La vida musical de la capital del rein0 se ha repartido este
excluyendo 1% conciertos ocasionales que ofrecieron numermos artist& en jira en 10s iConci2rtos del ConservatUrio, 10s Conciertos Pefaum, 10s de la Sociedad Pilrzrm6nica. !os Conciertos EsDirituales v 10s Ysaye. Eruselas cuenta desde este afii con una orquesta sinfrinica permanente, acontecimiento que ha sido sin duda el m6s impartante de la temporada en cuanto a nus proyecciones futuras; la Orquesta Sin.. frinica de Bmsehs se debe principalmente ctl esfuerzo inteligente desplegado para formarla y dirigirla por M. Desk6 Defauw. Sus promamas presentaron a1 p~blicouna bu?na selecci6n de prduccione universale?: la crftica ha celebrado especialmente la primera audicidn en BBlgica de la “AIpensymphonie” (Sinfonfa alpinz) de Strauss y el ‘iConoeTt” de Prokofieff. Entre lm artistas que ofrecieron temporad8.s de audiaiones ficurrtn m&s o menos 10s mismos que se p m n t a r o n en Paris: do,
Wa;lda Landowka con ejecuciones de Bach y de autors Bel siglo XVII en clavecin, Bmllowsky, Cortot, Yehundi Menuhin, Weingartner, la canta,nte Lote Lehmann, la “Socibtk des instruments anciens”. El lTheatre de la “Monnaie” espe.6 con laxga preparacibn un estremo sensacionat: el “Wozzek” tie A l b a Berg, sin duda una de 1% producciones dram4ticas que mayor fama han alcanzado en la bpoca actual a juzgar por las opinlones critics y por su ccnstante ejecucidn en 10s paise de habla alemana. Wozzek, estrenado bajo la dir-ccibn de Erich Kleiber en 1925, ha probado fortuna en muchoo; Daises alcanzando una ej-cucibn triunfal en 10s festivales de la 5 . I. M. C. (Sociedad Internacional de Mhica Contempor&nea) de ’I930 (Aix-laChapeile). &ban Berg, partidario de Ias ideas de Schoenberg, atonalista convencido, cree que la forma de vivificar un argumento es conseguir que la mhica exista por sf misma: “la necesidad d ? escoger entre las veintisbk escenas del drama de Biichner, de ev!br las repeticiones, de agruparlas en a c h separadas, planteaba un problema m8s musical que literario, cuya ~ I u c i b nse alcanzaba m& bien conforme a las ley- de la arquitectura musiCca1 que de acuerdo con 10s principios dram&ticos” dice Berg, las escenas siguen fonnas conocidas: sonata, fantasia y fuga, largo, cherzo, rondo etc. La critica dice: “18 a b nalidad es radical; sin embrgo de este caos aparente, un extrafio lirismo de 1 s element- surge y se apodera del auditor.. . E-;psible que &a obra no sea viable, que su est6tioa sea de paso y que r h n e s que hoy comienean a precisars? la hagan para muchos insoportable, en todo caso, es indiscutible que Wozzek es una de las compo-siciones m b impTesionantps y geniales de hoy dfa”. El Thatre de ILa. Monnaie dedic6 todo su esfuerzo a hacer perfecta la ejecucirin: 44 ensaym orquestales, 12 solo para 1% maquinistas y 229 (!) ensayas con solistas y coro. . . A estos acontocimientos que denotan lina preocupaci6n intPnsa de progreso en Relgica. deben agregarse 10s exc:lenta conciertos que ha ofrecido el teatm de la Cort?; 10s reyes belgas agregan a su gran cultura la protxcidn m&.; dmididn a 1% mhica y la Reilia Isabel ha establecido en el Palacio Real de Laekm una fundaai6n dmtinada a la difusi6n d o la m6sica belqn que, como pocar; instituciona en- el mundo, llevan una obra flustre y sostenida. mnciertos de epte afio h%n reunldo a muchm grandes artistas y hecho conocer obras modernas que filejan a Ia Corte belga de ese cliche ofizal y eqtlrado que siempre caract~rizblas audiciones palaciegas que. invsriablementc, ofre-
Aulos
dC
cieron en estos iWmos aiios la pear especie de mhica. Festival de la Sociedad Intemionrtl de Musica Cmtemporknea ( S . 1. M. C.)
M a institucibn que representa un verdadem termbmetro por medio del cusl se diagna:tica el curso de la vida musical de todo el mundo, ofrecid ate afio su d&imo festival anual, para 61 se habia ele-
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gido 18 ciudad de Viena, como un homenaje a la cuna de que parti6 el impulso que determinara Kaoe diez &os la creaci6n de la isociedad; 1% fiestas W a n , pues, el carhcter de conmemoraci6n, realsado &te por el mllo vien6s que se uni6 a 10s festivales dedicados exclusivamente a1 arte mhs reciente. Fuera de los cuatro oonciertos compuestas de las obras elegidas por el Jurado, las fiestas compren-\ dieron, adem&, un festival Haydn, en Eisenstadt, uno Schubert, en la casa natal del compositor, una velada conmemorativa de Emil Hertzka, (el Director de la “Universal Edition’’ a quien la mmca mod derna debe 10s m&s eminentes servicios), un concierto para 10s trabajadores, un concierto de obras religiosas y algunas reprnsentaciones en la Opera del Eqtatado: “Bacchantinnen” de Egon Wellesz, “Wozw k ” de Alban Berg y TvIusfkantW’ de Julius Bittner . Los festivales comenzaron con una recepci6n de gala en el Rathaus (Municipalidad) de Viena, dBndoseue!es con esto no s610 un carhcter oficial como mbsica sino aun como acontedmienta ciudadano. Las obrw presentadas abarcaron todas la? .tendencia$ actual% desde la que se conecta como prolongaci6n del arte clBsico y romhntjco, hasta los nuevos sistemas ato’ nales y de cuartos de tono. En el concierto primer0 descollb el p o e d ma sTnf6nico de Gdrlrad Beck i‘Innominata”, que marca en cierto .wnt!do un viraie del autor hacia una mkica -mas romgntica y aun ale0 tristanesc’a. junto a Bste en otro ambi-nte, el Concierto para. piano y or-( auesta de Nikollai Lqmtnikoff, obras en el sistema, de c u a r t ~ sde tono de Mfrnslaw Bonc y Karol Haba junta a las bellas Cand ciones Catxlanm de Roberto Gerhard y el “Bal venitifm” de ChQde Delvincsnrt El concierto para IQS trabajadores contuvo obras de 10s ya omsagrados: A m d d Scpl0enbe1-g con su “MMca para acornpa-’ Ear una exena de cfne” y Alban Berg dando a conocer sus “lied&’ con, orquesta llamados “Der Wein”. Frente a est% obras han sido alabadas como excelentes por la crft!ca el “Concerto” para violin y orquesta de Jemy Fitelberg, (dirigido por su padre que vino a Chile hace algun tiempo
.Gregor Mtelberg) y el Triumph der Empfindssbmkeit” de Ernst Krehek. Las obras de miLsica de c8max5 tuvie-
ron sus mejores representanks en 10s “Cantari alla madrigalesca” de W i p i e r o , la ‘‘Serenata” de Vitbrio Rieti las ‘‘Bagatelles del talentoso joven de 20 &os Jean Francaix el “Nonetto” d- Tibor Harsanyi y Ics “Cantos para alabar a Diw y a1 sol” del polaco Boreslaw Woytowici maravillosamente interpretadas por la cantoria de la Catedral de San Esteban. Congrew de musica h a b e del Cairo
U ~ de O lss herhos m&s interesantes d d afio es sin duda el Congreso que, por inicistiva del Rey Fuad de Egipto, se reuni6 en E3 Cairo desde marm a a+brilpasado. Btas reunions, cuyo objeto principal era la conservaci6n de las verdaderas tradiciones del arte Brabe y la defensa en contra de la invasi6n occidental, mnstituyeron una de 1~ ocasiones precioaas que zIie han presentado a 10s europeos de oir la. mdsica del Oriente en su mayor originalidad. Adem& de reuniones de carfcctsr te6rico, principalmente destinadas a la preparaci6n de un sistema de eeritura pdctico para la mdsica &rake, se reunieron debgaciones de todos las paises, cada una d? las cuales trajo lo m& interesante que podia presentm: egipcios, irakeses, turcos, sirios, contos, derviches, pnrsas. tunecinas, marroquies, arg4innos, sudaneses, trajeron a1 Cairo m refinamienta. S I impresi6n de las mdsiccis europeos que asistieron y aue aprovecharon para interrogar a 10s artistas orientales. fu6 de admiracibn ante la sutil variedad de medios oomo ellos saben anima? su mfnica homof6nics. Se pudkron oir tod& las riquezas que engendran las cscalas del Oriente por la division del tono en peaueiias fraceionPs. lcomo Ins Qanuns de Siria que lo dividen en siete partes; eiropeo? y orientales estuvieron de acuerdo en la inutilidad de introducir en mente loe in&rum?ntos tempmados de Europs y aun el Can-m.;o aprobb una moci6n recornendando In resistencia a tale? m-dim. que destruyen la esencia misma ae la mdsica. habe. @l“l‘OS ?33STIVALZS INTEEESANTES
Fiestas
de
Beethoven
em
Bonn.-
series de festivales han ocupado 131timamente la actividad musical de Bonn: 10.5 festivales de la i‘Beethovenhaus VeYein” de cinco dias‘ y una “Semana popular Beethoven” organizada por las autoridades. En 10s primer- participarm 10s cuartetas “Dresden”, “Guarneri” y “Wing l Y , el pianista Gioseking y el bajo KipDog
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La vida musical-Europa
de Buenus A i r s y Rfo, di6 a mnonis; en Ios segundos. 6e ejecut6 tanto m ~ - re& sica de chmara como sinfbnica, en especial cer wn el &yor inter&. La base de una excelente IX bajo la direccidn de Hoogs- est& ejecuciones de nuestra mhica cup0 a la argentina: L6pez Buchardo, de Rogrttratens . tis, Ugarte, Athas Palma, R a u H . Espoile presentaron obras de tendencia fdlklorYsta; tendencia que se acentu6 en la cantata de XI Festivales de Mozart em Wurzbnrg J o d Andre (il francese di Buenos Airs) Comprendieron ademaS de obras de Mo- titulada ‘‘Santa Rosa de ffiima” que U r n 6 zart una Erie de producciones de oontem- especialmate la atenci6n. Junto a estas, por&neos y antecesores. Hermann Zilcher Lualdi di6 a conocer a1 compositor urugnay el violoncelista CasacT6 fueron el eje de yo Eduardo Fabini y 10s compasitor?s bralas fiestas. Llam6 la atencion una ejecu- silefios 0. M. FernBndez, M. C. Guarci6n solemn- del Requiem de Gossec nieri y el talent06 Villi-bbos sin duda (1760). una de las personalidades fuertes de la mhica de hoy. Festivalw musicales de Venecia Tres 6peras nuevas se presmtaron en el Teatro Goldoni: “L’Alba di Don Giovanni” No podfa faltar la noble Venecia en la8 de Franc0 Cassavola, ‘(Pantea” de Franfiestas que atraen el pablico musical de cesco Malipiero y “La favola d’Orfeo” de ciudad en ciudad durante el verano, a co- Alfred0 Casella Est= dos Illtimas, creamiende septil’mbre tuveiron lugar fes- ciones cortas, no haoen sino seguir 10s cativales de especial significado artistico, en minos bien definidos que llevan ya Maliellos mup6 un lugar preferente el aporte pier0 y Gasella; la critic2 se mostr6 acosud-?<mericano, que el maestro Lualdi de gedora y favorable 4 las tres obras.
IjbTQS 9p ediCiQtllt3S Ge%chi.chte der Musik 51 Beispielen (Historia de la Mfisica en Ejemplos) por Arnold Schering Breitkopf und Haertel (Leipzig).
Nada nzbs urgente que una buena antologfa hiqtorica presentada con m6todo y de acuerdo con las recientes investigaciones musicales; era esta una necesidad que uno no acertaba a explicarse c6mo aun no habia sido satisfecha, cuando nos Ileg6 no hace mucho, la obra cuyo titulo damas mhs arriba, en magnffica edici6n y presentaci6n que honra a la por muchos cscpftulos iIwm Casa Breitkopf de Leipzig. Zsperando en nuestro pr6ximo n h e ro hacer una reseiia especiar de la obra, ccmDIet5ndola con la “Geachichte der Musik in Eilden” (Historia -de la Mbica en grabados) a la cual sirve de complemento, s610 nos cabe adelantar que ae trata , de uno de 10s mhs serios y definitivas trabajos que conocamos en la materia. Innova en frente del de Riemann, ya anti-
cuzdo en muchos aspectos, sobre todo en QUO se refiere a1 ndmero de piezas 313 diferentes; si a l g b repnro pwde hacCrsele es el exnesivo sitio que aigue mupando Alemania, el esooger obros hasta cierto punto insignificantes existiendo mejores y la omLsi6n de aspectos a v e w importmtes en la presentation de 10s pskes. lo
,
CMlfSica antigua)
Obms cornplebs de CIaudio Momnkverdi (Universal Edition, Viena) Ha aparecido el vol. XIV “Sacfae cantiunzulae” (Hay y z publicados 10 vols. de obras corales Y 3 de 1% 6peras) Revisi6n de Francesco Malipiero. Giarlfo Caccini “Le Nuove musiche” aic i h fncsimil de la de 160/1 (F’r. Msntica, Roma). Q b m compk4.a~ de Al[iclrael Pmetorias (Ka!lmeyer, Berlin).
discos Obras recientes: .“Strawinsky” “Symphonie de Psaumes” (Columbia LFX 179181) : Mxwiorgsky lfCuadrdTDs de una exposiciEn” orquestadas por Ravcl (Polydor 27,246249) : J. S. Bach Suite en Si Menor dfr. Menselberg, Concertaebow Amsterdam (Columbia 1;FX 243-245). Albert
Romsd III Sinfonia (Polydor 566.126-128), Maurice Ravel. Trro (Gramophone, BD. 4833-5): Maurice Ravel, “Conmrto” para piano y orauesta (Columbia), Claude De, brassy, “PrBludes” pour piano, Cortot (Gramophone DA 1.240-244).
A
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preguntas Y respuestas (queda abierta esta seccidn a1 priblico)
ecos de nuestro primer nIj mer0 Lo que dice le prensa: (Santiago) “El Mercurio” de 16 de octubre: “Aulos una iniciativa que es oportuna significa un aporte valioso para la difusi6n del arte”, reproducc editorialmente la declaracion primers de la revista. i%a Naci6n” de 17 de octubre: lluna revista de mMca digna del m& franc6 &d o . . .” le d:sea larga vida como ‘‘un anhe!o cordialmente sentido por 106 mhicos chilenos”. i e ~ iDiario nustrado” a e 28 de octubre: “La cultura musical de nuestro pueblo merecfa ya una revista ewecial que, por su seriedad, por su eclecticismo, por su elevado e ilustrado espiritu critico, p ~ rsu sana orientaci6n visiiera a encauzarla, estimularla y orientarla” . ‘‘El Imparcial”: CAulos se n6s ofrece couna verdadera y wmpleta novedad en Chile. Ya no se trata de tejer frases alrededor de u m cuantas canciones, ni de dar salida a 10s impulsos romtinticos de las nifias cursllonas.. ..la critica en Aulos constituye un an&lkis, una contraposici6n de t4rminos a f i n de desestimar lo wrrespondiente y dejar m W a y lironda la verdad permanente. Conocimiento y severidad se no6 dan en Aulos. Muchos habiamos menester de ellas, y si en todos 10s aspectoS de la cultura. se nos ofrecieran, llegariamos a concebir la esperanza de que Chile dejara de ser tierra de tontos graves, dc fantasmones y frases hechas ...” Nnestro snplemento musical
Honra para Aulm ha sido el contribuir
a1 conocdnimto de uno de Jos b u m
cornpositores con que Contarnos: Samuel
Negrete. Su bella psgina, P6rtic0, ha sido juzgada en excelente forma. “Dueho de
una %mica acabada, dice Adolfo Alleplde en “La Nacibn”, Negrete dice lo que sien, te, con lentitud per0 sin vacilaciones. En Pdrtico se puede d m i r a r \m armqnieaci6n variada, expresiva y de un adorido tan limpio y transparerite que de un s o b impulso naE transporta a Ravel”. Pro y mta
La valiente y clam posicih que adopta Aulos en frente de nuestros 9contecim i e n h airtfsticos, ha causado el natural
revuelo y su lenguaje no diferente-del que emplean todas las revistas mhlogas del mundq ha s!do fuzgado por algunos cdmo fruto del apasionamiento: tan enmohecido kniamos ya el sentido de 1% proporcloqs y tan relajado estaba el decor0 ile &e. Naturalmente, Aulos se ha impueSt0 de una vez y asf como afronta la enemistad ha recibids lars m&s s i m p 6 t i o a s felicitaciones de las elementos ideaIistas y sanos. El hombre que vale no time miedo a la verdad nT‘teme 1a.q diversas opiniones, porque sabe que en a r k no hay embuste que dure a la luz del dfra. Aulas ha provacado corrillm, ooncilitibu10s y hasta tuvo el honor de m e m r un eschndolo frustrado de clerto ~Lcompositor chileno que creyd que la manera m6s-culta de dirimir divergencias estktica5, eran bofetones traicioneros de su equip; felizmente ya caen demasiado fuera de &ma estoS desbordes que s610 prueban cuan insoportable es para 10s mWcc6 de ayer, 1%aballcrosidad 041 que nos manejarnos 10s de hoy.
m6sica en solfa --Rotssini leia cabeza abajo una de las primeras obras de Wagner; pero, maestro, le dice uno de sus fntimos iqu6 hace Ud? Y a la he rnirsxlo a1 d-rzho dijo el autor del Barberq per0 no suena mejor. . . --En las primjtivas reuniones de la solciedad Bach existfa ?a costumbre de reti, rarse el cor0 de hombres cantando a media noche por la ca1le.- Un ccchero lo 65, gufa con increfble paciencia; adrniraclchs 10s coristas se detuvieron y a la luz de un fa,
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ro1 cantaron al auriga tres lamentaciones de Palestrina, como &te siguima bnpert6rrito se le pregunM si entendia de mdsica o si le gustaba. %s que no me han pagado desde las nueve”. Felizmente no habin taxis. -Terminsba hac? pow una. bpera n9ciond y se enoontrd a un critico musical muy conooido en Santiago por su ingenio. ?,&ut5 le parecib? - Una redoms de pescados: todos abrian la boca sin sonar ....
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Prhpero Bisqaert:
Obras de piano: Balada
Samuel Negreta Woolcock: Obras de piano: Paisajes P6r tico Donlingo Santtl Cruz: Ohras de niam: Vifietas eo poemas triigicos 3 canciones corales cecitos (“Cuatro poemas de Gabriea Mistral” N.” 2).
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Rbonos a 10s coneierfos! EN LA CASA
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Direcfor: 1)OMlNGO SRNTA CRUZ Para las comnnicaciones postalss dirigirse a la Casilla 2100 Secretaria de Bedacci6n: MARIA ALDUNATE C. Calls San Isidro 53
SUqSCqIPCION Un afio (Santiago)' ..................... $ 20 (Provincias). ............... 25 4 ( 0 su equivalente) (Extranjero) U. S. Doll ..... La revista aparece diez veces a1 aHo, de Abril a Enero inclusive
aGENCIBS ANTOFABASTAX CONCEPCION: , Corresponsal: Celerino Pereira. Correspomal y Apen'te: Alfonso 1150, Talcahuano, Ctbsilla 124. VALPARAISO: Corresponsal: Nary Cerany de SdnTEHUCO: chez, Av. Pedro Montt 1866 D. Corresponsal 'Rente: &vente: Luis Otefaa, Av. Pedro de Silva, Conservatorio de M6siMontt 1866. ca, Casille 245. CURICO Corresponsal y Agente: Rosa Cruz, PALDIPIA: \ Estado 336, Casilla 181. CorreRponial: Francisco Cordero, TALCA: Casilla 4.34. CorreSPonsaIY Agente: Sabins AAgente: Liiis Burgemeister, Araude Tagle, 1 8ur 768-Plaza. co 195 y Picarte 309, Casilla 69 D. CHILLAN OSORNO Corresponsal y Agente: Otto Schiiffer. Sociedad Musical Santa CeCorresponsal y Agente: Carolina cilia, Casilla 345. Klagges. ,
SU-ARIO Teatros que yerran sus funciones. Editorid-Apuntes sobre nuestro folklore musical pot CARLOS IsAMrTr.-Aspectos de la educacidn musical en Alemania, por JORGE URRurIA.-Una biografia curiosa de doiia Isidora Zegers de Huneeus, por el poeta Jose ANTONIOSOFFIA (1869).-La danza moderna, por F.
s. DE 0. La vida musical del presente: Chile.-Conciertos
en la capital; Cr6nica de 10s acontecimientos; Actividades musicales en las Provincias.-Node Amtrica: Estados Unidos.-Europa: La dltima temporada: Hungria, Alemania, Inglaterra, Italia, U. R. S. S., Holanda.-Ultimos festivales: Munich, Salzburg, Venecia. Necfologia .-Discos.-Preguntas y respuestas.-Mhica en solfa. Suplemento musical.-aQuietud., poema para piano y canto de '
CARLOS ISAMITT.
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La Walkyria (Opera completa) Parsifal tActo 3.0) T~onhauser: Obertura completa. Tannhnnser: Escena de Venusberg Sigfrido: Murmullos de la selva Lohcngrio: DI'IOEdel 2.0 acto Lehengrin: Racconto del Graal
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SANTIAGO DE CWII-‘ Director: DOMING0 SANTA CRUZ
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teatros que Yerran sus funciones En Chilc! tenemos un cierto niimero de teatros “municipales”; 10s bay en ?antiago, Viii a del Mar, Quillota, Talc,a, etc., y forman ellos parte de 10s desv r e l o s de nues tras autoridades edilicias. Su tip0 y condiciones son variadas y -n frente de I a que f u i la “Gran Opera” de Chile, el Municipal de Santiago, orostituido J ra por 10s espectkulos de peor ralea artistka), fluctiian dlos entre ‘ aristocdtict J teatro de Viiia del M a r y esos gfandes barrpcones que busca d ?e lugareiio. iEn virtud d e quC razones existen teatros dependientes de 10s micipios? 1Jno naturalmente piensa en la cultura general, en 10s deberes que ‘as autoridatdes locales, como a cualesquiera otra especie de autoridades, corres-onden frenttI a la masa de 10s habitantes, deberes que seiialan la higiene espiritual con el rnismo derecho de la corpor,al que nos cuidan 10s jardincs, lag plazas y 10s parclues, deberes que nos defienden de la perversi6.n que es f5cil introducir en el gusto piiblico si Cste no est5 contrppasado por alguna acci6n ’ n o comercial. Tiriste es confesar que estas razones no aparecm en absoluto derivadas de la actividad de estos te,atros costeados con fondos pixblicos: ellos por ”. a:c--*..-:-a- 1,” --*^ - ---*:-Ll---” _:-_lo general no bc U l l c l c l l t l a l l UT IUS uuc V c l i r l l t - C C l l U d I L I C U l d L C S sinu e n C U d n L U son accesibles a1 empresario que por influencias 10s obtikne, que promete la luna y el sol y que a la postre endosa a 10s generosos ediles alguna bien nutrida lista de deud as, so pretext0 del “mal negocio” que se ha realizado. Este mar negocio es ‘ ,r )articularmente” rriste y como se d e b a la ausencia del gixblico, a Atn e r.rrtrr .u I .-, a-c u11 -..aes decir a quC =a&= s.x u p-tj-, JuaLu yuc 11 1iag;a u llluuu :..A:--&IiiuiicLau L o n las rentas que se destinan a 10s comprornisos pixblicos . . . (!) No sienda, pues, 10s teatms municiwles instituciones de cultura sino de u n modo m a y vaeo Y no significandc3 ellos por lo corriente ninglixn incremento de las rentas de la ciudad, Jen qucE se fundan? Dificil es prccisarlo y es mLs franco confesar que nos hallamos ante un problerna sin explicaci6n. que s6lo puede subsistir debido a !a inconcienci,a cuiltural de Ias m,unicipalidades y a la falta che sentido social que todm padecem os y que nos lleva a soportar semejanws desviaciones. Para la ---^I
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mhsica, cuyas manifestaciones serias el pGblico n o sabe pagar, y que por IO tanto son p4simo mgocio, estas condiciones 'son simplemente f a t a l e . Sin entrar a responsabilizar, pues ca&a uno obr6 dentro de lo que el crir-erio corriente considera bien hecho, la illtima concesi6n deloTeatro Municipal de Santiago es un modelo de cosa absurda: en dpoca de crisis, con mondia de hecho depreciada, ee entreg6 el Teatro a un empresario que hizo grandes promesas a ciencia cierta que no podian a m p l i r s e 0 que si lo ha& --iha a -la ruina. Existiendo e m s e z de trabajo, necesidad de organizar a1g o permanente que diera vida artistica sin tener qm importar e!ementos, habiiendo en Chile numeroso personal que pudo actuar en buenas audiciones solisticas, la inteligente Municipalidad de Santiago, que nunc,a ha godido difere nciar su teatro de 10s mercados Q del matadero, se entreg6 - maniatada a una em presa comercia1 que no time por quC haccr filantropias. C o m o en cuestiones de arte no es necesario saber para opinar, nadie tuvo siquiera la idea de consultar alghn conocedor del problema y ante la horrible amenaza que t r a n s urriese -~ . un ,.aiio sin Lucia, Trovador o Rigoletto, corrieron 10s ediles a ponerse en manos del mago que les asegur6 para las fiestas patrias &a inevirable y qbsesionante "Temporada Lirica Oficial". Anre teste a n u n d o todo el resto (ie la vida a rtistiw de Chile dlesapareci6 y en las circunstancias en que habria sidlo m i s Gtil tque nunca .--La1--la 1:1-, L-5 & ,A ,., : . . , . . , . . I la existerlrld ue U l L d S d l d 11uLe. 1 UI: C S L d C l l L L C" Y d U d lllrvlluicionalmentt e a1 seiior Empresario que por excesiva caballerosidad no h,a cobrado m5s caro plor ella. . U n ejemplo del efecto inconveniente de estas cesiones a far d o c:errado, es l o ocurrido con la Asociaci6n Nacion,al de Conciertos Sinf6niclos qtIR, 16gicaun-e,. A*l.:A ,. u a i i .ckciuv, -.,.:AA A .,.:", r ' . * : + , " iiiriiic ucuiv, cuiiiv -..,.LAr iixuuiun 1 LV u i n p i i c L ~;Icabuiwiiihiltedt21 Teatm. .. T o d o el pilblico est5 penetrado de la necesidad profunda que la instituci6n vino a lienar; necesidad espiritual y de cultura, necesidad social frente a un gremio que se disolvia pur falta de apoyo y comprensi6n. Dentro da 1% fines de extensi6n y ],as circunstancias presentes, era, imposible fijar precios altos, 10s fines culturales que exigian un repertorio bien pdesenmdo y la necrsidad de ayuda a 10s instrumentistas, no hizo posible entrar a disminuir ensayos y conciertos; 1;e calcul6 un dMicit de antcmano y sc solicit6 ayuda del Gobierno, de la Univcmidad y del Municipio. El Gobierno concedi6 un,a subvenci6n. la Wniversi dad otra, s610 la Municipalidad no respondi6 en forma alguna y las .# promesas se estreiiaron contra un compromiso de cesion que obllgo a esta noble iniciativa chilena de 1- Conciertos Sinf6nicos. a consumir m i s de $ 20,000 de sus auxilios en pagos d'e teatro; es decir que 10s fondos p6blicos con que la Universidad y el Gobierno ayudaron 10s conciertos, sirvieron para que el piiblico arrendara en Santiago la ilnica sala que le pertenece. N o se llega a la fibula de la lechera si pensamos todo lo que pudo realizarse con_csos $ 20,000 que l,a Municipalidad indebidamlente rest6 a una obra desinteresada; si la pereza de la J u m a de Vecinos anterior a! 4 de Junio, ( 7 en el fondo el peregrino alivio que sienten 10s legos cuando se desembarazan de un asunto artistic0 que j u z w n niiieria molesta), no la h u b i w llevado a entregar sin __ condiciones el Teatro Municipal, habrian podido proseguirx 10s conciertos, extenderlos a las provinc ias, tal vez hacer algunos a 10s cdegiproyectos t d i o s istos que la Asociacidm Nacional de Conciertos Sinf6niroq t e n i a en su pro,grama. Estc Lds. !e
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Apuntes sobre nuestro jolliiore
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19s mil muestras qur revelan la incomprensi6n municipal en frente de su teatro, nos obliga ,a sentar 10s principios siguientes que deberian meditar 10s sefiores
alcaldes o vecinos que tienen a su. cargo municipios con teatros. Primeramenre que 10s teatros municipales, son ante dodo instituciones p6blicas creadas con fines de cultura. Esto 10s aparta de todo c a r k t e r de fuemte de ingresos, son qargas, traen consigo gastos como toda obra educativa; por lo tanto no pueden ser entregados sin reserva a particulares por la misma mz6n que las plazas y jardines n o pueden convertirse en negocios so pretext0 que cuestan dinero y tampoco pueden ser 10s teatros libtjmente explqados, eg de& sin que a su cabeza, ademis de la administracik, haya &a o m i s personas que elijan 10s especticulos, que se preocupen de trazarlcs un programa. E n segundo lugar, 10s teatros municipales sin instituciones permanentes que tengan en ellos su centro, ni cumplen sus fines de akntar 10s esfuerzos chilenos, ni son otra cma que cajones vacius, que cuerpos sin .alma y sin objsto. N o hay ciudad por pequeiia que sea en la cual, si la Municipalidad toma la iniciativa, n o se puedan formw pequeiios conjixntos musicales y dramiiticos que son OtrOS tanto$ agentes de cultura. 1linalmente, que ya es necesario abordar la uni6n de las salas municipales en un a gr,ande y ~ n i c ared de difusibn, cuyos organismos centrales podrian residir en el T e a t r o Municipal de Santiago, y extenderse a todo el pais. El Teatrc> Nzcional, tantas veces proyectado y echado por tierra por intoreses y mez quindades debe ser de una vez abordado por el Ministerio de E d u c a c i h en combinaci6n con b municipalidades, pues ya el criterio de que toda diversi6n era cu'ltura, ha pasado felizmente a la historia j u n t o a aquella conmiserada actituci que nos hacia aplaudir como gracia todo lo que se hiciera. Debemos m o n cuer que, aunque pobres, s o m a ya un pais que tiene elementos propios y sob1re ellos empezar a edificar lo que m i s adelante ha de ser el fundamento de nu(mtro &rte, valorimando lo que es .refinado, prestindole apoyo generoso p
dccidic50.
apuntes sobre nuestro folklore musical POr CARLOS ISABIITT.
Conti 11 Unci6 n ) Las considemcionks antcriiores no significan a n a clasificacijn absolutamente definitiva de la m6sica arabcana. Ellas son bastantes, sin embargo, para ci6n esmera de estas can folklore cric orientada c( mente a m Un ai
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cad0 nos evidencia falt,a de p r e m p a c i 6 n armbnica, pero en cambio gran seny variedad rirmicas y una claridad y. belleza en el sentido mel6dico. El m i s ferviente y uno de 10s primeros investigadores de nuestra miisica p o p u h r , Humberto Allende, en algunos de sus estudios sobre m6sica araucana ha hecho not,ar que la melodia de las canciones de este pueblo, se realiza en u n niimero muy reducido de sonidos diferentes y en el registro gtgve de la voz. Esta iiltima observaci6n es realmente justa en 10s casos en que el indigepa se ve ohligado a cantar frente a personas extraiias o â&#x20AC;&#x153;winkasâ&#x20AC;? (extrznjeros) , pero en su intimidad, cuando canta para si mismo o par9 10s de su raia, la voz se levanta a registros m5s agudos, a6n cuando lo hace a media voz, gener;llmente durante la ejecuci6n de sus trabajos caseros. A distancias bastante considerables hemos solido escuchar, sin ser scnprendidos, la voz del canto de algunas machis, de niiios y de hombres, que a1 caer la tarde volvian 9 sus rums arriando el rebaiio de ovejas. U n a gran sobriedad caracteriza la melodia araucana, ajena a1 us0 de lor ornamentos frecuentes en la miisica popular de otros pueblos. A veces &lo c w t r o o cinco notas diferentes entran en la estructura de algunas canciones: ellas han bastado, sin embargo, para realizarlas con belleaa. Pero en gran niimero se encuentran tambit% sonidos que alcanmn y a h sobrepasan la octava. En 10s trozos putamente instrumentales se u y n , con mucha frkcuencia, 10s intervalos de tercera de la escala de 10s prm6nicos. L a miisica vocal no est5 restringida a1 us0 de estos sonidos derivados de sus instrumentos favoritos; puede notarse en ella una predilecci6n por 10s intervalos de cuarta, p veces, en continuidad con 10s de tercera y quinta. En algunos trozos hemos encontrado saltos de d p t i m a y a h de octava, ademis de las segundas y terceras mayores y menores y aiin de ciertos intervalos intermedios, que no registra nuestra escala y que se producen, casi siempre, en las ocasiones en que la voz afectt5a una acentuaci6n axendente, rnuy caracter<stiqa del canto araucano. T a n t o en la miisica vocal como en la instrumental se hallan trozos $ E ritmo ternario y binario y casi siempre formas sinconadas, en la miisica destinada ,a la dar,za, que se ejzcuta en 10s instrumentos tipicos. Sin a l g h conocimiento del idioma y sin haberlo escuchado amequdo en sus conversaciones familiares, es imgosible sorprender la relaci6n tan intima que existe catre las inflexiones y acentuaciones particularisimas que fluyen de FU lenguaje y las que usan en sus creaciones musicales. &as acentuaciones Fan 6nicas, forman tal vez una de las car,acteristicas mas salienaes y diferenciales de esta mhsica, de la de 10s otros pueblos. En ninguna otra mfisica popular hemos encontrado acentos semejantes. La comprensi6n del lenguaje p06tic0 ofrece a1 mismo tiemgo allgunas di, Picultades. Eas licencias de que hacrn uso, afectan el valor pros6dico de Ias silabas, acentuando las que son dhbiles o ambiguas o modificlndolas. Interqalan a vehs paraiculas de un puro valor euf6nico y otras a modo de interjecciones que sirven para intensificar el pensamiento o modificar la significacibn de l p palabras vecinas. Los acentos enf;ticos, que a menudo colocan en las partes dCbiles, todo hsto es tan sui-generis y propio de este pueblo, que hâ&#x20AC;&#x2122;ace que estas manifestaciones de su espiritu t e n e n ese selllo difeencial a que hemos aludido.
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Apuntes sobre izuestro follclorc
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La visi6n del ambiente que rodea a1 indio, de sus reacciones habimales, el conocimiento del idioma para sorprender 19 POopiedad expresiva de sus canciones o el paralelismo que existe entre sus m c ciames vitales y la expresi6n musical. Nuesrro a f i n de rebusca fuh estimubdo, a pesar de todo, por m a s mism: IS dificultades. Por l o den&, no es posible acercarse a toda alma humana, co1n mayor raz6n a un alm,a colectiva, sin que nuestra avidez sea encendida por lo inesperado. de las sorpresas. Para llegar a obtener u n o de 10s “nmaq iil pichiche en” de nuestra colecci6In, fu6‘necesario una estqategia y un asedio de cerca de cuatro mieses. U n a maiiana. a principios de nuestra estadia en las orillas del rio Quepe, COII intenciones de hacer un estudio pict6rico de la “ruka” de una mqchi, Ye’ndo por 10s. senderitos de las sernenteras vecinas, teniamos la evidencia de 9”1e se realizaba una ceremonia. Ritmos de Kultrun, cantos de la machi, gritos dis tanciados de hombres y niiios salian de la “ruka”. A una conveniente distarbcia, creyendo no ser vistos y para no interrumpir la ceremonia, nos s-mtamcIS sabre un tronco de irbol. El niiio araucano que me acompaiiaba en la act itud resipetuosa del que sigue mentailmente un ritual religioso conocido, milentras y o me disponia a anotar 10s ritmos y la melodia del canto de la ma chi. Pero todo se detuvo inesperadamente. Del interior salic3 un indigena j0.r‘en, vino a nosotros y con voz entera dijo algunas galabras . y se quedo mi rhdonos. Y o no lo comprendi del todo. El niiio indic6: “manda ,decir la m3chi que te retires de aqui”, (el indigena no empha nunca la forma usted). Me esforch porque le hiciera comprender que deseaba pintar la “ruka” COP el “rewe” y que no le importunaria en nada la ceremonia. Pero todo fuh infitil POI.que las mqchis no consienten a ningfin “winka” que asista a sus actos PO’rque le hace mal a1 espiritu de la machi, la gresencia de 10s “winkad’, resPOIqdi6 el hombre araucano de fija mirqda y de p6mulos salientea Tuvimos qu‘E volvernos. Cuando ya ibamos a cisrta distancia comenz6 de nuevo a sonar el 1Kultrun. NOSdetuvimos y sin mirar hacia at&, para no despertar sospecha s, commch a anotar 10s ritmos. Ya en posesi6n de algunas frases mupuches trath de ganar las simpat& * * del rnanaa a>e 1la- macni y poco a poco, mosrranaoie aigunas pinturas re3lizadas blbndole casi diariamente, vencida la resistencia, me trajo un dia 1,a noticia Y ha de 9ue la machi consentia hiciera un clradro de su “ruka”, siemprk q w no dibu.jara el “rewe”. Cada maiiana mientras pintaha, frente a la “ruka”, intent6 dablcegar esta prohibici6n de la mhdica y conseguir que cantara algunas cancione mapuches; pero la negativa pareci,a inquebrantable. Un dia supe por una joven araucana que habia llegado con un niiio m0, desde un pueblo cercano, que la machi “Juanita” no podia permitir pintara el “rewe”, ni escribicra sus cantos, porq& esas cosas eran sagradas ella y si dejaba que un hombre de otra raza las anotara, ella perderia sus res y caeria enferma del espiritu. Wn niiio vino siempre a cerciorarse, si la escala simb6lica babia sido pintaIda en el cuadro. T u v e que limitarme a esbozarla solamente en manchas conftmas. Escondido entre unos bosques de quilas y laureles, cercanos a la “ruka” de 01 :ra machi, una ttarde, mientras se efectuaba la curaci6.n de un enfermo, so1rl tan indispensables como
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lopi anotar e! canto ritual, las palabras, en c9mbio. no era posiible distinguir;? la distmcia. B u q u i en una colecci6.n de poesias y tflozos araucanos, recopilados por el padre Augusta, algo que p d i e r a coincidir, mis o menos y ap!icar a la makica y con esta a m a i p n a <r,audnlenta. empeci a qucbrar la resistvncia tenaz de la machi Juanita. Al principio !as insinuaciones L limitaron a contarle mi amistad con una machi de otro lugar, CUYO nombre ella tambihn conocia; poco dew puis a que ella me habia cantado sus cantos, tocando a1 mismo tiempo el Kultrun, permitiendo que las anotara en mis Iibretas y recalcando,‘ ademis que no se habia cnfermado del espiritu, ni perdido sus misteriosos poderes. Todo isto que no era sino invenci6n tuvo un efecto insospechado. O t r o dia le dijt la letra que habia amoldado a la miisica y con golpes de gincel, le repeti, en mi qaja de pinturas, 10s ritmos que habia rccogido de
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sus pro-pios tuques de Kultrun. Como en su rostro apareciera la sonrisa com-
prensiva y extraiiada de constatar que en verdad yo eta dueiio de algunas intimidades de sus pricticas, prometi traer nn “pichi la” (1). para tocarle en il, el canto de la machi. AI dia siguiente volvi acompaiiado de un violin. Por primera vez me invit6 a entriar a la “mka”. Trajo un pequeiio banco, pnso sobre i! un hermoso chozpino del color llameante que les da el “michai” (2) y me invit6 a sentarme. La fogata ardia generosa de toda la intimidlad de 10s paIos olorosos de 10s bosques. Frknte a ella vinicron a sentarse, sobre cueros y chsapinos, otr3s mujeres amigas, un anciano de ojos desconfiados y el dueiio de la “ruka” se qued6 de pies, afirniado sobre el zaoste central. La machi sentada a la minera del m a r a d l o s o escrib,a ejipcio; a un lado dos n i h s requeiios. Los ojos de las mujeres clavado; sobre 1,a caja negra del violin. Entonces hablh como Dude, en su idiomia, del entusiasmo por 10s cantos mapaches, de mi deseo d’e conocerlos todos, de mi amistad con distintas machis y dem6s gentes, de otras reducciones y de la generosidad y confianza que me habian acordado, dejindome anotar sus canciones. La machi apcnas sonreia enigniticamente. Ninguno de ellos habia visto un violin. Su extraiieza movi6 10s rmtros, cuando en w2 del “pichi la” que ellss imaginaban, se e n c u e n w con 12 pr??sencia reluciente del pequeiio instrumento. Regeti las palabras de la canci6n falsificada y enseguidg la ejecutC en el violin. Como las fisotrsmias se llenaron de una expresibn gozosa r q e t i el pequeiio t r o m y luego dije: ahora voy a tocarles otras cosas mapuches que ustedes conocen y ejec’uth algunos toques de Trutruka que h,abia logrado obtener de un fsmoso trutrnkero de Loncochc. AI concluir habia florecido en ellos una alegria franca, reian s1; hombres, parodiaban admirablemen& algunos motivos de !os toques de trutruka, 10s niiios miraban todo con 10s ojos agrandados, mientras las mujeres m a n t e n b n una extraiia sonrisa. U n a de ellas me dijo: “iKa pichin!”, (otro poquito). T o q u i de nuevo algunos de 10s trozos y en la cocciencia de qnr habia ganads la confianza, antes de retirarme, dije h la’ marhi: “ahor,a. icuindo va a cantarme algunas de sus canciones?” Dias despnhs, una maiiana Iluviosa, lie& el miarido de la machi a invitarme, pnes clla queria cantarme algunas cosas. Protegido por una manta de esas en que vivm 10s conflictos crkados pot el blanco y el nctgro de sus dibujos expresivos, atravesalmos corriendo las sdmenteras sin importarnos el barro, ni la IIuvia, ni el viento. kas mujeres hilaban en el interior de la “ruka”. “Mari, jmari!”, ( 3 ) .
A puntes sobre nueslro folklore “Mari, imar?’, respondieron con una t Q u i canciones quieirs escuchar? “Ih d a n d o de la existencia de cantos para niiios, insinuh algcn “umaq ul pic!, iche en”. Sonrieron; despuis de un momento de indccisi6n la machi comenzl6 : “jtu, tu, tu!. . . tu, tu, tu!”; p r o un chiqlijtin, que apcnas podia dar paso, la interrumpi6 estirando 10s bqacitos con ansias de llegar a hs faidas de la nnachi. Vohihndose a un I’d0 abri6 hsta l a brazos, el niiio manoteando Ileg6 lnego hasta ella y como un animalit0 se acomod6 en sus faldas y se qued6 callado esperando . . Entonces la machi coinenz6 de nueyo con una voz delga da, de una gran d d z u r a , estk maravilloso canto, de una belleza musical sorprendente, de una inefable expresi6n de ingtnaidad y de rernura maternal, darido en cada una de las primeps palabtras silenciadoras, con su mano abierta delicados golpcitos sobrc el cuerpo del 1
niiio:
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E l viento arrastraba el humo por el interior de la “ruka”. Mis ojos irritados lagrimeaban, p r o , (‘qui importaba este pequeiio malestar pwajero? TraguC el humo y permaneci dominiindome; yo estab? cotmo asomado a un huerto m u l t o y maravilloso, jardin espiritual de un prueblo, y el f r u t o cogido alli tenia una fragancia y una gracia capaces de crear un goce gerdurqble. Cuando la machi dietnvo su iiltima inflexi6.n de voz, qued6 en silencio. El niiio se h,abia dormido. Ella sonreia m i d n d o l o . . Con una emoci6n reconocida y fraternal comencC a caminar bajo la lluvia. iC6rno corresponder al goce recibido? Habia dejado algunas moneclas, per0 ellas han de carecer siemprle de significaciones altas. Tenia la impresi6n de alej,arme como el que ha robado algo de lo mejor del espiritu de una raza.
(1) “pichi” chico. “la” = muerto. (2) michai = yerba de la cual extraen diversw tonos amarillos. (3) mari-mari = diez diez, es decir, “dim con diez”, lo que equivde a “mis diez d&s con tus diez ldedos, f6rmula simp5tica y efusiva ‘del salu’do
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habitual entre 10s araucanos. (continuarii)
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aspectos de educaci6n musical en alemania por JORGE URRUTIA B.
(LA ACCION PARALELA DE JOEDEl, HINDEMITH Y NIERSMANN)
Nos corrmponde ahora ( 1 ) considerar uno de 10s hechos m5s interesantes y fructiferos producidos en l,a Alemania moderna, en el campo de la edusaci6.n musical nueva: la unidad de acci6n y la perfecta comuni6n de principios e ideales de tres de sus m i s grandes figuras musicales, encamimdas direccamente a afrontar 10s problemas de la mixsica en la instrucci6n y la vida del pueblo y la juventud, de acuerdo con las exigencias esthticas pdag6gicas y sociales de la ipoca. La trilogia es idealmente perfecta, pues la forman u n ped’agogo, un compositor y un esteta, representados respecavamente por Joede, Hindemith y Mersmann, quienes, en cuanto cooperadores de “Das neue Werk” nos demuestran la eficacb del principio de coordinaci6n de esfuerzos aislados cuando se percibe un comienzo de unidad esponthea. Este principio aplicado ipor I.as gentes de la Germania nueva, tanto en problemas de carlcter espiritwl como en la industria, en forma de racionalizaci6n delaran el sentido modernisimo, economizador de energias, de la gran Naci6n, que se empeiia en penetrar todos (1) El preSente estndio forma parte de una obra en preprsraciiwn de la ca81 daremos a mnocer alganos capitalos.
Asptctos de educacicin rnuvicai IO!I senderos para robustecer su nuevo vivir. Nafuralmente el principio engel:d cari todo bien s6lo donde haya constante generaci6n de intenws y originales -.-1- _--1--^-^*--COtrienLeb LuiLuIdics LWIIJAI uctivas. a manem de Droducto hist6rico imperative, t!laborado , ~ o la r gran lecci6n de una hpo‘ca, sabre todo si h a stdo dolorosa, y ?reparador de una nueva. All! concordarin rdecesariamente altos espiritus s610 1 I,orque en su acci6n separada se han dirnigido a1 fondo orgdnico de 10s pro.I”...,” Liriiiaa.
El M1:morLaluc yur rQ l l ~ l l analizado ~~s (Capitulo 11). (“Den%schrift aebc’r die gesamnte Musikpflege in Schule und Volk”), sinteriza claramente el estado de la cultura musical alemana del momento post-guerr?, y las medidas qiue impuso encontraron eco inmediato en forma de actividades extra-oficiales de individualidades o grupos, que perseguian idhnticos fines con mhtod10s y vrincipios anilogos, algunos ya con bastante anterioridad a la aimrici6n de dicha ley, que vino en cierto modo, a legitimar sentimientos, fcbrmas y aspiraciones, imponiendo una reglamentaci6n producto de la experienc:ia de muchas de esas mismas agrupacioncs. Entre estas se distingue la que nos ocupa, por lo formidable de sus valoaes aislados, a qnienes analizaremos sucesivamente antes de entrpr a considerar su valor total. Enfcxando, primeramente, I,a poderosa personalidad de Fritz Joe&, cos enconti;amos con el campe6n incansable de la renovacibn del ambiente musical media nte la acci6n en la escuela, e1 hogar y el pueblo. Orienrador y anim d o r iinic:o en su radio de actividades, su nombre significa u n o de esos prodigiosos seires-motores que aparecen de tgrde en tarde en u n medio cultural, ::radiando y provocando creaci6n en todo y marcando la vibraci6n de su oresencia diurante larga Cpoca. Cwant10 le hemos visto lactuar en m d i o de su circulo de trabajo m Berlin3iarlottenlmrg, Q en el “Hogar de la Miisica”, de Frankfurt-an-der-Oder, nos ‘:a parecidct simlaltineamente un gigante y u n niiio. Quizis dkbido a &to lo sent ido, ademis, profundamente aliemsn. Y que ha sabido unir la simnlicidad a 1a potencia, no llegamos a creerlo sino cuando, a1 examinar cualquier .I-*’ - ‘ . _ * * vemos su nomtxe encaDezanao mnucatilogo o I.mDiiorec,a pecJiagogico-musical wxables obras importan tes, con caracteres de indiscutible indice de un periodo ’inportante dle nueva vida musical. De otrc) modo no admitiriamos que el maestro investigador, critico poderoso y enh rgico renotvador pudiera ser pquel sencillcb personaje de carai afable _--_ -:-.<-.>*--.. *-.’I . i.w s normcvs. sonriente y. le-) W- -L3U -d > CLQSU s v , - , oue - ~--I-Q- Frecioe - --- - en - -- su - ewuem, __ - i X ~ S Q en -mangas de c;xmisa, y rodeado de un corro de niiios, con ~ O Scua ies en las mds y m d e de la s camaraderias hace la ronda tomado de la mano, canrando con - 1 -- 3^^ .---^:z1-_... tal simplicidnu y Ucbulclu u w d u w i i . uut: s w m w s nwswmos IWS que 110s sentimo.; cohibidos, cua ndo es ya el latino o ya el mor0 el quc2 aparece brillando en nuestro ojo injflexibl’emente obscuro, experto en sentir 10 ridicu!o. Su acribn ha sido dIecontinuada creacibn y responsat 4 i d a d . Desde su .;a!ida J,,l......-., A.. ..-.-*.-+(-1 3 en 1908, de Inalll”ulg;v, , I..--.. iugar u t: DU iIaciiiiiciiLu f c i *, de Agost0 de 1 8 8 7 ) , basta su actual eIevada posici6n de director de la “Escuela de mfisica de la juventud” ( “Jugendmiusikschule”) , de la “Academia del Estado de mfisica para cl culto y la escuela”, I(3 vemos sucesivamenre dirirrir, (despuhs de una C O m Taiticipacih en la campaiia de 1 9 1 4 - 1 5 ) , 10s curs& oficiales de ioerfeccicana1 ~ ~ 1 0 s
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Una biograjh cuiiosa
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una biografia cusissa de doha isidora zegers de huneeus por el poeta jos6 antonis sodfia (Contribuci6n a la Hi5toria Musical Chilena) Nuestro csnocido music6logo don Adolfo Allende nos comzanica la interesante reseiia biogrifica escrita en 1 8 6 9 por el poeta JosC Antonio Soffia y el editor J u a n Jacob0 Thompson sobre la dama que fnC centro de nuestras actividades musicales en 10s primeros aiios de la vida republicana de Chile. Dentro del estilo florid0 y pintoresco del escrito, muestr,a unica de la prosa enealanada que gustaba por aquellos aiaos, se contienan detalles grificos que nos colocan directamente - - - _._. e- -n nresoncia . de aouel -mundo foaoso aue el romanticismo trainsmitiii a travCs de la 6pera rossiniana a nuestros m d i o s musicales. Dada la 6ireza dcl documento, creemos de inter& reproducirlo por partes y contribuir asii a la recoIecci6n de monografias y reseiias que han de servir de base aara la f iitura historia musical chilena. -
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'La vida de la seiiora Zegers fuC una serie de triunfos v de encantos. como " su muerte 1fuh una elegia en la que tomaron parte todos 10s corazones bien
nacidos. La hermosa flor que debia sembrar en nuestra patria mil dukes afectos v deiar en ella inolvidables recuerdos, vi6 la luz de la vida en la capital de a, el :primer dia de 1803. -1 , * , . . , , 1 , 1- 1, -.-......------Ad--_--:--1- L--L: Lcids. r i i ~ i ea C>LLUTIIUU UT 1d ~ U Z L I ~ sua , pdUleS q U C Jdmds Iluulerdn tido en alejarse de la coronada villa, descosos de paz y de sosiego para gwL.dl del ingel que el cielo les habia dado, partieron muy pronto a la capital del mundo artistico, a la bella Paris, en donde la seiiorita Zegers pas6 10s venturosos dias de su infancia. PL 10s doce aiios de edad, en la -orirnavera de 18 14, quiso la golondrina m a d d eiia unlir su voz a1 cor0 de las precicwas aves cme saludaban con sus trinos la estac:i6m de las auras y las flores. ( j . . .!). I:nspirad.a del cielo, la seiiorita Zegers di6 expan si6n a las notas de su r9,,cc, D,,, ~i,--:.- -"-c 1 - ---y 10s nlacaLLUJ I ~ C L ulallS;llii declararoll U I I i s u ~ ~ uque s la garde la linda niiia era un tesoro de celestiales armonias y aplaudieron en la futura artista. Su maestro, el cdlebre Federico Massimino, inventor del I de la enseiianza mutua adicada a1 canto, hizo de la seiioaita &grs ipula fa7rorita y ma el mayor placer del hi1Si1 profesor hacerla competir P notabil idades mls culminantes de I,a hpocaL, como lo eran las ssiioritas .inn, la Pasta y la Damoreau. qet-rm1- C--A- 1-res aiios hvaycalvll .,.,-la riuc 4a iaiiia u6 1d Juzprendente voz de la seiiorita se extendiera de sal6n en sal6n por toda la ciudad y para que hsta fuera por notables personajes para que aceptase el distinguido puesto de pri.qantrar
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mer soprano de la Capill? Real de Luis XVIII, cuya brillante corte no haliaba nada comparable a la frescura de la voz de la seiiorita Zegers. Sus padres resistieron a Zas mcltiples exigencias de sus m>ejoresamigos y el entusiasta Massim i n o no pudo conformarse con esta sostenida negativ9. Huyendo siempre del monstruo de la guerra, 10s padres de la seiiorita a g e r s determinaron dirigirse a Amhrica, asi, por una de aquellas felices combiqciones del destino, arrib6 a nuestras bellas playas, en 1823 la que debia ser en Chile, Italia del Nuevo Mundo, la verdadera f u n d d o r a del arte musical. E n aquella Cpoca, una pequeiia p o r c h de extranjems aficionados a la butna miisica se reunian, bajo la direccih del comerciante seiior don Carlos Drewetke, con el objeto de ejecutar las composiciones clisicas que este seiior habia traido de Europa. El grribo de la sefiorita Zegers fuh para esros entusiastas caballeros un acontecimiento que celebraron con toda la alegria de sus almas. Y en cfecto, la seiiorita Zegers, mimada de la naturaleza, era una sorpren dente notabilidad, una cumplida artist,a a1 par que una hechicera beldad educada con esmem desconocido hasta entonces. L a venida de la seiiorita Zegers fuC por todos estos motivos una felicidad para el grte de nuestra patria. Ella fuh el ingel mensajero enviado por 10s genios de Europa para hacer conocer en nuestra virgen tierra las sublimes creaciones de sus inspiradas fantasias. (i . . . !). Hasta entonces no se conocia en Chile ninguna de las grandes obraa de 10s maestros que I!amaban la atencibn de Euroga, y si 10s Andes de naestta patria, esos gigantes de la tierra, habian escuchado el nombre de Rossini, ese coloso de1 genio musical, estaba reservado a la seiiorita Zegers hacerlos escuchar por I,a primera vez con su expresiva voz las gratas armonias del autor del Guillermo Tell. ( j . . . !) No nos parece fuera de prop6sito consignar en estos apuntes el programa de una de esas notables reuniones, y d e aqui el de 10s trozos ejecutados en la casa del seiior Drewetke en I,a noche del 16 de Agosto de 1824:
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I I.-Obertiixa p x a piano a cwatro manos del maestro Dussec, ejecutada por 10s seiiores Neyl y Neumann. 11.-Terceto de la 6pcra “Gazza Ladra” del maestro Rossini, cantado por 12 5efi~raPsidora Zegers y 10s seiiores Drewetke y Kendall. 111.-Sonata para piano, ejecutada por doiia R. Ramirez y don C. Drewetke. IV.-Cavatina ‘de la 6pei-a “La Italiana en Argel” del M. Rossini, cantada por el seiior Ned.
I1 1.-Variaciones para piano del M. Kenapton, ejecutada por doiia S. DelogaI. de la 6pera ‘‘Han5tico de la Mtisica”, del M. Fiarovanti, cantado por doiia Isidora Zegers y don C. Drewetke. 111.-Cuartetio para guitarfa, dos flautas y viola, del M. Kiifner, ejecurado por 10s seiiores Correa, F. Drewetke, Kendalh y Kirk.
II.--DGo
LTna biografia curiosa
Como miisica PaIseb todos 10s secretos. L a mucha prictica en leer a 10s clisicos le habia dztdo ana facilidad extrema para descifrar a primera vista 10s Fasajes m i s dificiles. sus divers,zs composiciones que tenemos a la vista. algunas -..hl:p..A-m T3-e:~ permanecen inCditas, nos prueb,an que la natu~ h L U l I L P U . a J c11 I a r k + y otras que raleza nc3 se (Avid6.de dar a la seiiorifa Zegers el numen creadol. Coino instrumentiista er*a gran conocedora cle1 piano y de la guitarra, no sikndok t x n que abandon6 estando muy joven. P2rQ 10 poco aje:na el .prpa, -. instrumento * , yuc en.. justicla Ilamo siempre la atenci6n de 10s inteligentes, fuh sin d d a su maravillosa voz. Son muy pocas las cantatrices, aiin las m i s f,amosas, que hayan godido recorrer como ella un diapas6n de tres Octavas justas, pudiendo dar con facilidad y tBe un modo limo y sonoro e1 sol sobre agudo. Sin embargo, no er,a s61o el soprano Sfogatissimo b que embelesaba en 10s con ciertos o en las inf ’initas reuniones musicales en que cantaba por colnplacer a SICLS amigos. Era la gran seiiora, artisita de corazsn que en medio de las sagradas aienciones de -la f,amilia, encoiitraba tiempo para cultivar el divino arte d’e la miisica, para descubsrir todos I OS misterios del canto y conmover en sfgliida hamdamente a 10s que tuvieron la dicha de oirl,a. . .i C 6 m o no consejguirlo aunque su instrumento no hublera tenido una ex. ;!on tan admirable! Su voz de un timbre purisimo adquiri6 tal flexibilidad, podia luchar con 10s m6s hibiles violinisqas. Agrhguese a hsto una exquid d z u r a , una afinaci6n completa, oportuna energia, expresibn, sentimiento na vcxalizaci6n eximia, y se cornprenderi entonces por quh Rossini soliciti5. LO lucEgo veremos, que doiia Isidora fuese l,a inthrprete d e su mtisica. Ellla A-
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Irin, la Sontag, etc., cantatrices que, d o ~ a d a sde una garganta extr: I, se jugaba con las dificultades que de prop6sito escribia el gra anter. d e si1 -en-L-.. .I Lclcuie LLL. Un aiio _.-_ _-miiprm 1p v;mm .ll.I-v ob,-m+at. cl ‘”V:tls Variado” d e BCriot, dificil a h para una bnen violinista. Todos _ _ _ _ _ I
LJ-cUL-L
m e cull
Llyvlllulv
10s estilos, todos 10s ‘maestros que ha producido
el mundo, le eran f&miliares, des(de el infortunado Stradella que existi6 en el siglo X V I I , hasta Verdi, del cualI le e, Carlos”. Continuari)
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rnsderna Es necesario orientarnos previamente sobre la evolution que lian seguido des(je hace algfin tiempo las ideas acerca de la danza, antes de formular una opi:ni6n respecto a1 concepto moderno que existe en este arte. E l punto de partida de este movimiento, lo encontramos en una hpocrr alrededor de 1906, cuando Serge Diaghilew, el gran artist2 ruso, renueva el traciicional concepto del ballet clbsico, forma de danza sin caricter definido ni
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sentido de expresi6.n superior, que por lo’ general constituia s610 un episodio de importancia secundaria dentro de la 6pera, y echa las bases del ballet moderns, concebido como una sintesis de elementos musicales, pl6sticos y ,escenogrificos que adquiere u n valor ,artistico propio. La iniciativa de este artista, iealizada con el concurso del gran director de escena Fokine y del original dibujante y decorador Bakst, triunf6 plenamente en Paris, y desde ese momento f u i evidente que la vieja miquina teatcal que hasta entonces se habia Ilamado “ballet”, ya no podria subsistir sino como un recuerdlo de otra Cpcxa ya superada. No obstante, la tradici6n cl5siqa no desapareci6 por completo, pero sigui6 de ccrca el rnovimiento provocado por Diaghilew, de hacer del ballet una “sinfonia plistic&” de valor absoluto. Asi Meyerhold, con su teoria del “procedimiento estatuario”, quit6 la superfici,alidad romintica al gCnero teatral, presentando la belleza plistica sin ilusionismo, con sus verdaderos valores. Influenciado por estas ideas, Nijinsky hizo una iqterpretacibn coreogr5fica de “L’ aprhs-midi d’ un faune”. §,aIazar juzg6 en 10s siguientes tirminos 10s mkritos y deficiencias de semejante coreografia: “ESun sistema peligrsso, p r d i giosamente bello esclnicamente, pero que puede adolecer de un error profundo: el de inarchar en 10 plistico por caminos estiticamente diferentes de l o mmical, Y en consecuencia, producir una fqlta de unidad que estropea el conjunto”. Bolm desarrolla un nuevo y valioso aspecto dentro de la danza m d e r n a : la danza individual, concentrada en la expresi6n plistica de un,a figura aislada, de un “solEsta”, no de un conjunto. Es lo que podriamos llamar “d,anza de chara”. Junto a estos afortnqados ensayos, subsistieron aiin escuelas muy prestigiosas, como la’ de Isadora Duncan, myas tendencias no lograron separarse en el f o n d o de las ideas clisicas. Bolm combati6 enkgicamente eqa forma de danza “pseudo griega”, que para 61, s6lo repetia viejas f6rmulas desprovistas de inter&. La divina Pavlow,a, cuyo espiritu d a d o de36 un vivo recumdo entre nmotros, nos irnpide formular una condenaci6n tan absoluta regpecto al intiguo estilo de ba!let, el cual ella encarnaba con singubr encanto. En esta evoluci6n, que deja de manifiesto el esfuerzo realizado en La +oca rnoderna pop dbtener en la danza un sentido de totalidad arm6nica entre 10s elementos musicales y pliisticos que constituyen esencialmente este arte, no siempre ha sido posible cncontrar el exacto equilibrio, y la balanza se h a inclinado en las nuevas escuelias coreogrificas, ya sea en un sentido, o bien en el opuesto. Asi -mr ejemplo, la escuela de Jaques Dalcrme pretende primordialmente ajustar la expresi6n plistica a las m i s minimas fluctuaciones expresivm del ptnsamiento musical, d’indonos, se puede decir, una visi6n fie1 de la m h i c a en el plano de la expresi6n corporal. Andrie Haas, la talentosa disdpula de ese maestro, ha dado a conocer entre nowtros las nqagnificas p i bilidades artisticas que encierra este concept0 de la danza. Una tendencia opuesta encontramos en 10s ensayos de 10s msos Sahkaroff, cuyas damzas, que obtiivieron gran lxito en Paris, daban u n inter& predominame a 10s valores pl5sticos, siendo 10s musicales subordinados, hast,a el punto que, para muchas de ellas, la m6sica se compuso especialmente, como una ilustraci6n de una coreografia ya establecida. L a c6lebre escuela de Mary Wigmann, de la cual son representantes en Chile dos distinguidos artistas:
La danzca moderna
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Elsa Martin e Ignacio del Pedregd, parte tambie‘n de u n principio anAogo, b c i e n d o de la danza n 6 la interpretacicjn que se ajusta a1 sentido de un t r o z o musical determinado, sino una creaci6n plistica que se construye valifndose algunos elementos musicales. Muchas veces estos elementos se redlacen a1 minimum estrictamente necesario, y asi vemos, dentro de esta esclaela, bellisimas creaciones p1dstic;ls que s610 emplean el ritmo como sosthn musical. E m s danzas acompaiiadas par instrumentos de percusicjn, marcan la extrema avgnzada de la tendencia coreogrifica moderna, que se aparta igualmente del ballet clisico. v de I,as antojadizas intsrpretaciones pl5sticas de trozos musicales, que a mec u d o no son sino caricaturas ideadas por el capricho individual del itltfrprete a expensas de las m i s nobles creaciones que existen en el ,arte del la mfisica. {Cos cuinta frecuencia hemos visto, en pesentaciones de dgnzas, “bailar” a Bach, Beethoven o Chopin, con una mimica que no guarda relaci6n alguna con el sentido que encierran las obras de estos maestros! Resumiendo lo expuesto, podemos deck que la d a n w actual se orienta a la valorizaci6n de su sentido pliistico especifico, no ligado superdicialmente a la m h i c a como en el antiguo ballet, ni tampoco como una mera traduccicjn corporal del pens,amiento sonoro, sino de una manera independiente y constructiva, utilizando 10s elementos musicales para crear un arte original. que eiicuentra en si mismo su perfecta justificaci6n este‘tica.
F.
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Chile 10s conciertos en la capital Fin de la temporada dnf6nics
La Asociacich Nacional de Conciertos Sinfdnicos ha cerrado el 18 de noviembre liltimo la primera verdadera tempwada de audiciones orquestales que hemos tmido en Chile, Hasta el presente aiio. Santiago era una de las pocas capitales que nunca habia logrado cimentar una iniciativa. semejante y ha sido menester la evolucidn larga que nm ha llevado hasta independizarnos del exterior, para que nos convenci6rmos que en nuestra prupie patria hay elementas suficientes para mantener la continuidad de una Vida musical. Ha sido necesario. ademhs, que apareciera un hombre dotado para la t a x a ddicade del pupitre orquestal y este hombre ha llegado en d precis momento a que podia actuar. contando con que su esfueru, no caerfa en un medio que ignorara w valoi y lo wnfundiera con los numerusos charlatan% de la brztuta que a menudo hemos vista hacer papeles de Director de Orquesta. Fuera de Armando Carvnjnl y de una o dos personas m L que entre nosotros se han cohado con verdadera autoridad frente a un conjunto, no conociamos an Chile lo que era un autentico director, dotado a la vez de excepcionales dotes de mlisico, de espfritu ejemplar de organizacidn, de ductilidad mental y de ascendiente sobrz elementos que. la actuaci6n a1 azar, habfa vuelto tan rhpidos para la k c turn como discolos para llegar a una eje-
c u a n perfects. Nuestra historia musical seiialarh este aiio que tirmina, como el punto de partida de nuestra madurez como ciudad musical, en esta obra de i m p e chabks consecuencias, Armando Carvajal, presta a la cultura artistica un servicio que debe dejarlo profundamenk satisfecho y orgulloso. Con las audiciones de primavera la temporada sinfdnica ha Ilegado a trdinta y seis conciertos, su organizacidn ha. cantado Con ayudas que prometen continuarse, la Asodacidn ya legalmente constituida, ha reservado alguna caja para la iniciaicidn de los conciertos en abril venidero. blegue pues hasta Carvajal y hasta el Directori0 d.e la sociedad, la felicitacidn y el agradecimiento sincero de nuestra revista. Comentando las liltimas audiciones, merece .ser especialmente sefialada la actuacim final de Rosita Renard, que -Dronto se dirige por algfm tiempo a 10s Ebstados Unidos. Rosita Renard ha llevado, por decirse asi, el peso de 10s conciertos con solista y nos ha dado innumerables versiones que abarcan la casi totalidad de las obras famwas para piano con orquestz. Estas obras, por lo general las mAs 516das, musicalmente hablando, ha sabbddo animarlas con una gracia y una co-mprensi6n tan delicadas, que Rosita Renard es hoy entre mosotros la m b popular de las concertistas y tambien !a m6s querida. S!I versidn d?l Concierto en fa menor de f30pin fu6 preckamente ejemplo de vivifi-
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cncidn de una obra debs, por el talento exqukito de m a gran interprete. Los conciertos de Chopin habrian sin duda aczbado por desaparecer si de vez en cuando no cayeran en manos tan inteligentes. No podemos por desgracia deck iguil com del tenor Alejandro Granda que n@s demostrb en el concierto del 11 de novicmbre que su fuc-te no es Wagner. Ya las obras de Wagner hnn sido pqmgarimdas por grandes cantantes alemanos cuyo; discos por Jo menos 1lega.n a Chile y no resistimos Siegmund ni Lohengrin veristas, con calderones, suspiros y d e m h efectjsmos de la 6pers italiana berata. No es Dosible que olvidemos todo lo que Wagner luchb contra 10s cantantes que prztendfan confundirlo con Bellini o Mercadante. El sefior Granda, ademb, no sabemos si por alguna indisposicih, desafin6 m h de lo conveniente . La orquesta actub en las liltima? audiciones con d brill0 de costumbre. Ofmos una I11 Sinfonia realmente Ereica y una buena ejecucf6n de la obertura del “Cosi fan tutto” de Mozart. Como obras moderPuerto” de AlbBniz, nas escuchamos ‘‘a orquectado por Arbds. Nos pareci6 menos acertado que Triana como transcripci6n, apesar del maravilloso domini0 que el Director de la Sinf6nica de Madrid tiene de la pdeta orquestal. De Ravel oimm nuevament- “La aflborada del gracioso”, exqu’isita Y sutil y la “Pavane” que tambi6n preferimos en su versi6n pianlstica original. Carvajal actud en estas obras con su habitual maestria.
haemos el reproche que puede considerar-
se en nuestros cantantes de aplicaci6n casi generd: falta de tkcnica musical. El canto es sin duda la prhtics que se mueve mn el indice musical m8s bajo; de wdinario
el cantante Cree que su buena voz basta
y siente repulsi6n por un estudio serio de solfeo y de intecoreiacih- Es asi como
oimos destrozar a menudo el lied schummiano o cantar Bach con el espiritu de una romanza de Tosti. Matilde Broders ciek estudiar y serh una excelente cant a n k de lieder, su inteligencia no6 da derecho a esperarlo. El “nonetto” de Strauss estuvb correct0 dentro del ambiente convencional que rige esta obra sin duda una de las mas PObres del autor de Muerte y Transfiguraci6n. Despedida de Vifies
Al enterar un afio de pzimanencia entre nosotrm Don Ricardo Vifies ha resualto dejarnos. Ante esta noticia, un grupo de instituciones y de amigos auspici6 una tWma prsentaci6n pliblica del gran artista que tan buenas amistsdes ha hecho en el pais. El Excmo. Embajador de Espafia, el Comervatorio Nacional, la Socbdad Bach, la Asociaci6n Nacional de Conciertos Sinf6nicos, la Sociedad Amigos del Arte se unierm en un carfioso homenaje que realiz6 la Orquesta Sinfbnica con su generoso conctlrso. Vifies tem6 dos partes del programa a su cargo, reservando para l a tercera una liltima ejwucibn de “Noches en 10s Jardines de Espafia” de Falla. Nada Ultilllra aUY%icibnde la serie de la uS&edw habria que agregar a lo que en otras ocaAmigos del Artd’. h?mos dicho del principal ap&m de! _ - siones arts modern0 en Francia: se lleva Ja sincera y leal simpatfa de todos 10s que en El 2 de noviembre se di6 t6rmino a In breve temporada musical que en el Tea- esta tisrra chilena han cnmprendido su tro Miraflores reuni6 a 10s aficionados, Valor Y han sabido estimar la hmra que gracias a la Sockdad Amigos d 4 Arte. El Para nuestro arte signific6 su visita. promama contenia obras de piano a cargo de Roberto Ide, mkica de canto con el con- Audiciones de la Swiedad Bsch curso de Matiilde Broders e Isolda Villa,rroel y la Serenata en Fa de Strauss para El dfa 2 de diciembre se Mci6 Za breve conjunto de cuerdsls. Ide nos pareci6 mo- temporxda de audic!ones de mlisica de cBverse mejor en las obras de Ravel y De- mara que anunciaba la Sodiedad Bach: bussy que en el Preludio Coral y Fuga de primer fruto es &sB de su nueva orgaFranck que, por lo demh, se va sintiendo nizaci6n. Como en el afio 1924, el punto ya viejo y algo artificial. Su interpretade partida de sus conciertos ha sido un c36n de la “Sonatina” de Ravel fu6 musifesttva,l dedicado a las obras de Bnch, en ca! y delicada. Ide, sin duda. mcrece ac- el cual, c m o una rememoracih signifit u x m h frecuentemente en pliblico. cativa, se ejecut6 parte del programa de MatVde Rroders e Iso!da Villarroel, con aquel festival del Teatro Imperio que fu6 un proqrama un tanto het-recpC?eo. nos pr4udio de tantos acontecimientos artismmtraron una vez m6s sus innegables cua- ticos importmtes. Oimos en este segund,> lidades vocaJes. A ambas, recono&endo en estreno de la Sociedad Bach el primer Matilde Broders una supErioridad evidente, concierto con clavecin y orquesta q w se
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ejecuta en el pais, par una artista chile-, una buena mlecci6n de arias de Crsnbk y el cancierto en do menor a das Pianos Y orquesta. primera parte de la audici6n, el conc i m en re menor para clavecfn y cuerdas, estuvo B cargo de Elena waiss nuestra y a conocida clavecinista. Su actuacidn futS inmejorabk; en ella domin6 le ppxision ritmica, la acertada eleccidn de Ics registros, en una palabra la musicaTidad de buena ley que distingne a esta joven artish. EZ centro del programa contuvo alq n - chticos espirituales y arias de mntatas que Adriana Herrem de Mpez, sup0 interpretm con una expresidn justa y con esa madurez que la haw ser entre nosotros uno de 1% rarfsimos casos en que se reunen las condiciones vocales con un estudio musicel bien dirigido. Cantantes que sean capaces d” abordar el aria que ella n& him conocer de la cantata “Ewigkait du Donnmwort” con esa seguridad que E! sientc absoluta, .wn un hallazga. m. concierto flnalizd con una esnl6ndidn ejecuci6n &I bello Concierh en do menw mra dos nianos. wtuando de solistas Alberto Spjkin y su alumno Hugo Wrqltndez, L a ejecuci6n bien preparada de estos artistas clue trabajan en la armonfn de una amistad sincern. no fu6 In casual. Junta de dos ninnists. sin0 el enssmhle de dos .wnorichdes eiiiilibmdRs nue sabfsn r0der.y I?. palabra e n el mommto O D O * ~ I ~ O . aue escuchban mdtunment- en ujTi fusto sentido del coniunto. A l l r r t ? Spiik’n. aue d e b nresentarse mRs a mpnudr, -orno ejccutante. obtuvo un trinnfo bien mwecido. La WeqUefiB Omuesh? him nn honmdo trabaio ron Armanch CarvRjal n SII cabezs .
‘ Acbiridnale.; del Teatra Municipal ’J OPERA.--No terminaron ecte afio las aetividaxles 1frica.s en la forma definitiva de otras thmporadas: a, la oficid ha sed d o una breve v variabIe serie de nresentacimes. J u m m o s 6sto intervant- en cuavh merle simificar un ncercamiento hscia la desaparici6n de ese amontonamiento dp @e-s+.; en dos meses que Ilam%mm “Tetnporada Oficinl” v hwia la existfinch de representnc!one* lfricns durante todm Ias meses dtlles del afio afin ouandn &to se hag% con menor intensi&id. Ningfin especthrulo nuevo n< sjmificativo podemos mlebrar en las dltimas fimcimes. Lo dnico que merece especiM m e n d h es el estreno de una exceIente cantante, Rhnca Nau-umr, a quien ya co-
nociamos y que, sin cpiscusi6n, %t en el campo. lirico en donde sus cuaJidades vocales h d h n mejor exterbrizaci6n. Cantando urn dpexa banal como Tasca, =anCB. Hsuser demastr6 una musicalidad seria y un sentido dramhtico muy acertado. LA OPERETA.-Nuevamente h e m e debido lamentar la ocupacidn de nuestra primera sala de especthcula por un gtkero bajo y por aiiadidura mal representado; ya dijimos en otra ooasibn: la opereta no time su sitio en el Municipal y menos la que se hace con fines comerciales y sin que en ella ifitervenga en absoluto el factor cultura . Est= oginiones no % , n cmpkv%idas sin embargo, por el que se llama “critica musical” de “El Diario Ilustrado” y es &ta una oportunidad para que sefialemos a la Direccibn d e ese diario la necesidad de poner ! a section correspondiente en manos de al&n mdsico, que tal vez no serh tan espedito en mlibrar 10s do de pecho de las mil tenores que h m exhihido su capacidad torhxica en la sala Municipal. pero que, en cambio, opine con la autoridad y competencia que “El Diario Ilustrado” exije a cualquier otro de sus redactores, va escrib8 C s t e sobre politica, Mteratura, box o sobre l a consultorim de bellem. A pmp6sito del “estreno” de.. . la “Viuda Alegre”. (la viejisjma base d r ?os e$pectitculcs del Teatro Snntiwo), Don Santiago Cruz Guzmfin dice el dir, 6 de nm7i.m-
bre: “xve pues claramente que en nuestra %wiedad hay arte, que *e sfente e? arte. y que cultivdndolo se puede llegar a mncha altum”: concluye felfcitando a 10s que tomaron parte en la opeeta “aue siqnifica un nuevo paso de man valor dado en favor del &e J In cultma, de nuestra alta sociedad”. Si no estuvi6semchq en presencia de un 6rgano de derecha. wnsarfwnos que .se quiere ofender ensaiiadarn-nte a la uobre alta sociedac! hoy tan decaicla. iNo se dan cuenta en “El Diario Ilustrado”, 6rrTano de circulacih a6lida en todo el pais. que estos desatinos musicales, por muy despreciables que ee consideren son un error periodistico? Su crftico musical no asiste a 10s condertos y es mejor porque no eon de su competencia; en cambio, en la secoi6n corr%pondiente, se dedica 8, poner en ridfculo a nuestra “ a l b sociedad”: Ya que si la Viuda Alegre es muestra de alga, 10 as. cbmo un “nuevo pas0 de voJor”; pars pmbar que ella ha perdido por comp7eto el sentido de su posici6n cuitural. dQu6 se estari volviendo izquierdista “El Diario Ilustrado”?
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La wick.musical-Chile PrMenbaciBn de d6,a1agante’’ AUende
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de A d d o
~i sfhado 1s de naviembre tuvimos oport u n i d a de asktdr Q una fiesta escolar e ~ pe&lmente significativa que ofrecfa l.s E.+ cueia Normal N.o 1, a fin de dar a OOnOWr el simp&tico primer tom0 “Tdagante”, de la cbra que Adolfo Allende y sus mmpaiierw Daniel de la Vega y Victor Bianchi han emprendido en Men de nuestros abandonados colegios. La inteligente D i e h r a , sefiora Gertrudis Mufioz de Flsensperger, una de la3 m b cultas educadoras que tenemas en Chile, no habia ombido detalle simphtico para r e a l m la iniciativa de un maestro, cuyo valor ella sabe apreciar. Ante el Ministro y el Subsecretario de Educacibn, el Decano de Re!Jas Artes, el Director del Conservatorio y numerosas aut.oridades educacionales y miembros del m-0, Addfo Allende him, en forma simphtica y fuerG del estilo empinado del ceso, una breve explicaci6n de su o b , recordando lo que se ha caminado desde aqudlos tiempos en que 10s nifiw preferfan la clase de canto & t0d.a otra situacibn para arreglsr sus disputas. A continuaci6n vimos la proyecci6n de 10s expresivcs dibujos de Bianchi y oimos una a una, ~5ntada.spor un grupo de alumnas, en form3. sencilla, Ias canciones de “Tahgante”. E? ejemplo que nc6 dan la sefiora Ebsnsprger y su intdigente colaborador Adolfo Allende, m a c e ser meditado por 10s directQmde 10s li134os y escuelas. Bien raros son 10s establecimientos en donde la mlisica alcanza una situaci6n que haga po.cible un concferto escolar; m.si siempre sirre d e aYAo a otras fiestas y en ellas pone. Pnr lo general, la nota m&s mdinaria y
vulgar. Wndici6n de obras de Doming0 Santa Cmz N U e S h escaso haber musical se ha enriqudd:, con el significativo aporte de campositor de Doming0 Santa Cruz. E9 concierto efmtuado el 21 de noviembre en In sala del Conservatorio Nacional era compuesto exclusivamente de obras suyas. canciones, troms para piano s510 y el Cuarteto de Cuerdas. La interpretacih estuvo a cargo de sdistas prestigimas como la soprano Adriana Herrera de LSpez, las Diesnfstas Rcsita Renard y Herminia Racc w i y el Cuarteto Mutschler La mdkibn comprendfa la prim?ra ejecucidn p6blica completa de “Vifietas”, de “5 Poemas Tr&gicos”, de las cancione?. tltuladas “In Memoriam” y de 10s “Cuatro Poemas d2 Gabriela Mistral”, para canto y piano.
Un estremecimiento en inquietud continua es tal vez b constante mas f h i l de percibk en la obra de este rnIlSiC0. t d a elle se Ebdvierte un acsnto de expresi& dramdtica. Su wnsibilidad y culturs musiml le guian a travb de tad- 10s atrevimientcs y “trouvailles” audaces de sus i m p u r n de consciente Iibertad. El espfritu que W-ma est% obras es, pues, francamente modern0 . Podemos o no sentirnss halegadcs Por 1% intimidad que se agita en SU mfisica,, distanciada de la placidez am6nica de dgunos maestros del pasado, Per0 U n a cos% e~ innegable y es que en ella hay una fuerm evidonte que ha infundid:, vida a e1emrnte.q sonoros utilizados. Siguiendo su ondular melbdico, podremos sentirlo emparentado a Hindemlth, a Schomberg, sin que Csto signifique somMmiento, esino ‘bctualidad espiritual” . En la Ccnica Fe encuentra una pI-edileCci6n por el us0 de la, etlaboraci6n polif6nica y politonnl. Siguiendo el juego instrumerital de su cuartcto es clararnenk visible su prownsih a emancipar 10s instrumenbs de todo sometimiento colectivo que pueda !Icvar a empobreer 1% posibilidades indivjduales de cada uno de ell=. Eyte afhn que ya inquiet6 a Beethoven en algunas de sus mejores obras de mkica de ciimara. floreciCI en Debusy. Rav$ Schoenberg y ha sealido dilatfmdose en 10s mejores creadares de nuestro tiempo. Ha77 otrcs aspectos p~opios de la obra musical de Santa Cruz que la d!ferencian tambien de 10s dem& m6sims nuestros. Gwta d? 110s oontrwtes vlo’entx v de cimta ac-itud que le procuran las dismancias ~ r u ~ u c i d spor s una generacidn mel6dioa llbre y su juego en el conjunto. ILa estructura de sus obras ha sido alcannda m6s por el abnndono a un ritmo interior, W r la exigencia de un impulso esponthneo, que por la de un plan Q esquema establecido de antemano. Sin embargo. &a actitud de libertad est&oondicionada por todo el saboreo consciente del vastc, mundo smmo meado hmta nosatros. La cdidad de esta libertad, no puede. pues, mnfundirse. De las obras que formaron su concierto, queremos sefirtlar aquellas en qu-. a nuestro juicio, el mmpositor ha mm~nuido aunar un conjunto mayor de PUS carpcteristicas, anotadas, logrando crear e‘n ellas una atmhfera m&s propia. Entre sus Poemas Para canto Y piano, el que se titula “La lluvia Icnta”. (cantada m n wan de sentido musical por Adriana HerrGpez), adem4s de sus detalle? de valor artistico, time la belleza de a&o espon-
A ulos
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tdiieo y de gnan unidad expresiva total, y su Cuarteto de Cuerdas, ya analizado en diversas ocasiones, rendido esta vez con una mayor seguridad y en mejores condiciones de achtica por el conjunto Mutschler. Este concierto de Doming0 Santa Cruz nos ha dado la alegria de constatar que un vdor mLs ha venido a enriquecer nuestro escasfsimo nfimero de compasibres y que esk valor ostenta cualidades diferentes de las que admiramos en 1% obras de 10s otros, lo que es bien digno de ser seEialndo ya que esta diferenciaci6n de perwnalidades es lo que marca el progreso de la vida artistica de un pais y lo que puede promover e! desarrollo de un mayor nilmero de inquietudes y de posibilidades para el futuro. C. I. (Del hecho que un mfisico ademhs de su actividad de compositor ejerza la direccidn de una revista no sigue nec?sariamente la injusticia que su labor peraonal deba ser silenciada. Por 6sto no hemos creido del caso omitir e! comentario mterior que
habriamos publicado a1 estrenarse obras de cualquier compositor. N. de la E . ) . Presentaoiones de alumnos en el Canservatario Nmional Como es us0 a1 finaliar el aEio, el Conservatorio prapara un buen n ~ m e r odo audiciones, primero privadas y luego pfiblicas, que evidencien su labor junto con habituar a dm alumnos a la ejtcucih ante auditorio. Las presentaciones de alumnos se iniciaron el dia 31 de octubre, (alumnos de F%mita Renard) y han seguido 10s dian 10 d- noviembre, (Canto, sefiora Ema Wachter), 14 (Rosita Renard-Herminia Raccagni), 28 (Julia Pasten-Lucila C b ped), diciembre 1.0 (Albert9 Spikin) . En todm estas audiciones, con la natural diferencia de temperammto y de dotes de 10s alumnos, se ha podido conststar el trabajo mstenido y cuidadob-o de 10s profesores. Los programas, adf--nb, variados y hien construfdas, revelan una preocupacibn no imicamente thcnica, sin0 musical; ya, desaparecen esas ensaladas en que Chaminade o Mozkowsky se codeaban con Bach.
crbnica de Iss acontecimientas Rosita R e m d se despide de Chile El 29 de noviembre se present6 por iiltima vez antes de su regreso a Nueva York la maestra y concertista Rosita Renard, La carifiosa ovacidn de que fu6 objeto por parte del rtuditorio atestigua de sobra hast 3 que punto esta artista silencioCa, modesta y seria, ha conquistado la admkacibn
y el afecto del pfiblico de su patria
Esta despedida, que ha de ser temporal y-que, debemos entender CQmo un nuevo prWr?w en una artista que desea vivir en constante relaci6a con la marcha tecnico y pedag6gico del exterior, nos proporciona la ocas i h de hacer notar la innegable acci6n educadora que ha significado la venida a Chile de Rosita Rcnard. Desde luego conviene sefialar que Rmita Renard es un cas0 de srtista chilxo que ha vivido en el exterior y que nunca perdid su sentido nacional; la virnos llegar en 1929 tan chlsaa como se habfa ido muchoy afios antes, de este modo sus enserianms cayeron en un medio similar a elln y han fructificado oomo pocm. nste sentido patrio fu6 cn Rosita Renard
tan fuerte durante !os afios que pas6 en Ertados Unidos y en Alemania, que siempre obs?rv6 la conducta un tanto aparte del que vive almacenando mnteriales para una obra sin t6mino fijo, pero que se sabe que ha de Ilegar. Asi la artista v h o a Chile con una larga experiencia; habia visto mucho, habfa oido m&s y aunca la habia alcanzado la vanidad del sudamerican0 que va a maravillar a 10s europeos y que como no logra d m l l a r en un medio m&s rico, lo hace con el exotkmo y el afhi de presentarse como indigena europebdo, que a hs doce rtfios abandon6 1&r plumas y calz6 zapatos. Roqita Remrd fu6 all&como ac8 una artist& callada, con sentido d? la realidad y por e90 fuerte y s6lida. La hemos vista pasar entre nosotros tres mios 8 si no st? le hubiese ido a buscar para hacerla actuar ante el pdblico de 10s mnciertos sinfhicos, no habrf pnticio el menor resquemor de que otros hubieran sido prefaidos. Esta naturalidad fina y humi!de de una g r m artista es lo que ha cautivado a tod0s y es a nuestro juicio uno de 10s g r a d e s ejemplm qup Wits Renard deja en esta tierra en que todos
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wida musical-Chile
pdblica Oriental la “Asociaci6n m r a l de Montevideo” hcorpor6 sus obras a un concierto con una parte central destinada a las canciones para una vm y piano cantadas por la sefiora Maria Corchs de Martinez; luego el 8 de octubre ofreci6 AlIende una conferencia en la sociedad “Amigos del Arte”, dedicada a la masica araucana y la popular criolla de Chile; el dia 9 fueron presentadas sus obras sinf6nicas bajo la direccidn del autor en una de las audiciones de la entidad sinf6nica oficial ligada en Montevideo a1 “Servicio Oficial de Difusih Radio-El&trica” (S. 0. D. R. E.) del Estado; el 10. ofreci6 Allende una velada en el Institute de Maesfras qus tuvo por objeto hecer un boquejo de la actualidad pedag6gka y de composici6n chilenas: el 12 en la fiesta de la Raza, la Socicdad “Amigos de Herrera y Retssig”, orgsniz6 una audici6n de la produccibn de Allende para mbica de chmzra. lia visits de Allend?, adem&, fu6 ocasi6n para algunos act& de confraternidad celebrados en su honor como la recepcibn en la escuela “Chile”, 10s homenajes que le rindieron 1% asociaciones de Cornpositares y El viaje de Hnmberb Allemde a Montevideo Orquestal del Uruguay, etc. Como puede vers?, todhs 10s eleanentos fueron puestas Por falta de algunos d a b no nos fu6 a disposicibn de nuestro compatriota con posible en e1 ndmera anterior de Aulm dar u m generosidad harto efectiva: la Orquesuna resefia cmpleta de la altima jira que ta de la SODRE, el cuarteto de la misma, Hurnbe1-t.o Allende acaba de efectuar a1 10s coros y :os mejores solistas de MonUruguay. Este compositor que es uno de tevideo como la Eefiora Corchs, el Director de la Coral, d m Carlos Corres Luna, 10s que dejan westro nombre bien colocado, fu6 invitado por las instituciones el violoncelista Victor Guaglianone. Dem5,s est& casi decir la comprmsi6n oficiales uruguayas a una misi6n de intercambio y cuyo resultado no puede ser m b con que las obras de Allende fueron acogidas por la c r i t h . “El tiiunf:, ra>qui?Bat0 para nosotros. Gran parte de esta iniziativa se de& a1 conocido lite-to don tado por el maestro Allende. dice “La Mafldefonso Pereda Veld& que tuvo la am%- fiana” a propbito de la audIci6n sinfdnica bilidad de presentar a nuestro compatriota fu6 rotundo, unhime, afirmativo”. Casi n b d n s las entidades cultumIes en lm que toda la producci6n del cornnositor pudo ser Allende f u b rxibido de la manera r n h hon- presentada : todas sus obras orquestala, rosa; en tadas ellas, junto a1 mejor apre- muchas de piano, piano y c a n b y lm t!emws que ha escrito de su cuartzto. cio que se obtuvo de las obras de Allende, Como dice el Encargado de Neyocios de srl hicierm detenidos ejtudios de nuestra actualidad artistica que el mmposibr bos- Chile en nota enviada a1 Ministrlrio de Rehciones Extwiores, “el viaje de1 Rfior q112j6 en forma inteligente. En Ch‘le en donde tan a menudo Uem hllende hg, puesto en evidencia el desarroO y el a’mh modesto tririata ron notticias admira- Ilo cultural Etlcsnzado en ~ I I P S ~ Tpak aciertq cap que Is Universidad del Estado b!es de S U ~6xitos en el extranjero, sowntribuye a la difusihn de curst-os vamcq Ye ~sc6~ticos ds l o ~ triunfos chilenos; en est? cam, sin embargo, nos mbte pie- lore? ai-tfsticm envialdo a1 extranjero no derecho Pzra enormllecernos de un elementos que honrm a Chile”. Si nuestro Gobierno hubiese gastado sicomatrioin que mas aue rnnchos diplomfi,tiCos contribuye mn sus viaJrs 9, hzcer quiera una p?quefia parte de los dineroc: conocer a Chile por ale0 mtis all& qus sus que han consmido misiones h u e c ~ sy conre~rok~ckmes o sus terrrmotns veqcionales, en jfras de artjstas chibnos AJ!ende lIeg6 a Montevideo a finqs de de m6rito como Humberto Ailehc!?, de sesentiembre y wrmanecii all& ~ C mhs O de guro que nuestro precti$o corn3 nucblo do? s?manas. Apenas arribado a 1% Re- cuito no habrfa sufrido, 10s malm concep-
quiercn ser genios mundides desde que nacen y en dondc amban C a S i t a b s e n 1% margura del que est&sentido con PI genera humano. Se va a h O m de Chile Con la micma naturelidad con que Vin.0 y con la misrna que hemas de verle cuando VuelVS; ei arte para ella es estudio Y es mk todo bondad. En sus discipulos vemos ese mpfiritu que ojalh no pierdan mientras la maestra est4 lejos y de seguro que em le3 ha de servir m& que el fiero continents del virtuoso dominador y e s p ~ c u l a r . Rosita Renard representa un aporte inestimable en la obra salvadora de nuestra ensefianza, mantenida hasta 1928 en un nivel mediocre y desorientado. La hema3 vista trabajar a diario; cuidadosa, estrictn y atenta a1 detalle de la interpretacidn que entiende de un modo muy amplio. Indudablemmte su partida adn cuando sea por pow, ha de ser un serio contratiempo para la educaci6n musical. Aulos le desea todo lo bueno que merece y hace votos por su pronta vuelta a1 medio en que deja amigcs que la estimn sinceramente.
Ados
22 tos que hoy nos sefialan a la critica dc aoontecimientos politicos. Si asi como ha ido Allende por iniciativa uruguaya fuesen a menudo pintores, escribes o mdsicos, se sabria que Chile, a,pesar de su lejania del Occidente lleva en su haber ya. el talento de muchos hijos que han revelado una intelfxtualidad de oondici6n supertior. 10s
ConstituciBn legal de la AsociaciBn Nacional de Conciertos S i n f 6 n i c ~
Como estaba anunciada desde hace tiem-
po, se reunia el dia 30 de noviembE la Asamblca General de las personas inscritas en 10s registros de la A. N. C. S. El Directorio que la ha administrado hasta fines de este afio present6 a 10s socia el
proyecto de Bstatutos sociales que fueron integramente aprobados y con &to se declard constituids la institucidn, acordhndose mlicitar cuanto antes su personalidad jurfdlca. A continuaci6n se pas6 a elegir el Directorio, resultando elegidas las personas siguientes: Presidenta, la Sra. Sofia Anwandter de Koner, Vice-Presidenta, la Sra. Lujsa Lylch de Gormaz; Director Artfstico, don Armando Carvajal; Secretaria, la Srta. Marfa AldUnate; Tesorero, don Enrique M p z y Conseleros 10s Sres. : Humberto Allmde, Carlos del Camw v Ferruccia Pizzi, en representaci6n &te illtimo de la orquesta. La Universidad de Chile, por su parte, design6 su representante en h Asociaci6n a don Doming0 Santa C r ~ x . El Tesorero ley6 a1 finalimr la sesi6n el balance de 10s conciertos que arrojd aproximadamente un mayor gasto d? $ 62.000, que fueron cubiertos con la5 subvenclones . La presentaci6n de danzas de Igoacio del Peare-gal
B t e joven artists,. cuya presentacidn de danzas ofmida recientemente en el Teatro Miraflores alcanz6 un brillante Bxi%, fu6 llevado a cultivar la coreografia partiendo d: sus inclinadones y aptitudes en el dominio de Ins arte.: plhticas. Pintor y dibujante distingnido, mereci6 ser pmsionado por el &bierno el afio 1928 para trasladarse 8, Europpa en viaje de estudios. AX, siipo aprovechar TU permanencia en Berlin, inqresando a la Escueln de Mary Wigmann. dmde perfeccion6 sus c:otes poco comunes dn danzarh. LT cualldades que pudo revelar durrtnte qu aprendizaje, le valieron tin contrato en el Cuerpo de Baile de la Opera de Berlin. La presentuci6n que cornentarnos, nos
permiti6 formarnos un ventajao meepto de sus cualidades coreogri%ficas. Pedrtgal se demostnj como un artista que pose sensibilidad y refinamiento, encaumdm principalmente en el sentido plhtico y dccorativo. Su temperamento de pintor lo lleva a hawr de sus danzas finas viiietas plhticas, que presentan extraordinario relieve como linea, colorido y sutileza d, carkcter. Muy bellas estimamos su inkrpretaci6n de las danzas ex6ticas, Balli y japonesa; delicada su creacih de “Minstrel’’ de Debussy, y acertado el humorismo sobrio con que caracterizo la danza negra “Dark-town Tapers”. Si alguna observaci6n merece el arte de Pedregal, es su tendencia un poco unilateral que lo lleva a smificar excesivamente el elemento musical a las intenciones puramente decorativas y plhticas. Creemas que, un mayor desarrollo de su petsondidad en el sentido de la m a i m , infundiria mayor vigor expresivo y ritmico a sus creaciones. F. S. 0
XlCIlltUra
Hasta mi mesa de trabajo Ilea6 un panfleto titulado “La Sociedad de Compositeres acusa...” timbrado en forma oficial por la Witucidn que dirigen los sfiores Rengifo, Soro, Melo Cruz, Valencia Courbis y Srta. Sepillveda. La publicaci6n pertenece a lo m& soez y bajo que ha v&to la luz en estos tiempas de licencia y de diatribas personales Grosera en ,su lenguaje redactada en un mal vizcafno que ignore lo elemental de la gramkticn, torpe e inculta en sus calumniosas aseveracioney, el pasquin nm muestra que no nnd6bamw errado-, cuando afirmhbamos que la “Sociedad de Cumpositores Chilenos” casecia de vergiienza. Como siempre murre en estos casos, es a 103 culpables a quienes perjudica; si alguien dudaba acerca del nivel m o d y cultural en que se mueven, ellos mismos se encargaron de esclarecerlo. Desde est? punto d e vista, no nos cabe sino agradecer el hahernos ahorrado trabajn en un medio en que por lo geqerrzl es diffcil 6eAnlar a1 mal mltsico Por !o que a m k compos!ciones personales se refiere. 61 juicio adverso de 10s “oompositores ch‘llenos” ha provocado el que yo empi-ce a pensar qrie vrtlen alno. Lo k i c o digno Q? Jpamentarse es el desrr&i+o clue estac gentes rchsn encima de la Rctivldad creadora musical de Chile, ya que Ioss qu? se tltlilan c o r n D s i t o w s dsbfsn hacer honor siquiera a1 concept0 en a m e -
La Yida musical-Chile
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to. Puede haber publica que crea que todos 10s cornpositores san como las aukr a ctel panfleto y las coasecuencias las viene a sufrir la mWca chilena en general. No hay m&s que peiisar aquello tan conocido: ‘‘Qdos vult perdere Jupiter prius dementat” 10s “cornpositores chilenos” se haa puesto ellos misinos su lhpida ante la gente culta. D. Santa Cruz NO‘ITCIAS BREVES :
Musica religiosa .--El Arzobispo de Santiago ha dictado n o r m s estrictas sobre la mbica en las iglesias en un reglamento que analizaremos en . el numero pr6ximo. Muy necesario era &to, pues sin duda,
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a p a m de la superficialidad que significaba el stimar que la miLsica profana no entorpzcia el culto, 10s templos se hai!aban convertidas en autknticas escuelas ‘de corrupcibn musical. &Tend& exib el Arzobispo?, lo deseamas porque nuestra cultura asf lo exige. Pablo GaFlido ha vuelto.-Este conocido luchador de las ideas modernas ha llegado de regreso de urL viaje europeo. Se relacion6 con lo m8s avanzado de los mdsicos y de sus ohservaciones prepam un libro que ha de s x en extremo novedmo, tanto por la originalidad de las ideas, coni0 por el tema, que aborda.r&: 10s musicos actuales en perspectiva ideol6gica. Gmrido ofrecio algunas charlas en la Academia de Bells Artes y se propone presantarnos sus obras de compositor.
activid ades en las provincias ANTOFAGASTL- Conversando con don C e l f ~ i n oPereira M.
un coro que en este aiio present6 una mal. sa de alumnos de m8s de quinientas voCeS.
Entre los esforzados que contribuyen a hacer menos dura la situaci6n que atrav i w n nuestras provincias del norte, Don Celerino Pereira -se destaca mmo el que trabaja tal vez m8s activamente por mantener e incrementar la afici6n musical: su chtedra del Liceo de Hombres de Antofagasta no es la fria y convencional de “mkica y canto”, sin0 un centro de movimiento artistic0 en que converjen e?fuerzos dignos de just0 estimulo. Ham poco tuvimos ocasi6n de cambiar ideas con 61 y apreciar las conditione? de la vida musical de Antofagasta al norte. Resuhiendo una larga e interesante charla, podemos hmer el siguiente balanw musical: Como cultura general de la mbica exLte poco organizado en la zona norte, casi nada ze ha hecho por el progreso artistica y est0 es una ausencia que notan ya todos 10s que se ocupan de asuntos inklectuales. Las c l w s de 10s liceos son, como en todo el pais poco estimuladas: so10 iino que otro director hace excepci6n a1 criterio general de estirnar la m u s h como un pasatiempo molesto a1 regimen del cole-. gio. El Sr. Pereira nos habla c@nverdadero afecto de Iw p:rsonm que en Antofagastn han ayudado, SU labor, en especial el Rwtm del Liceo de Hombres y el Dircctor de El Mercurio. Ell ST. Pereira logr6 constituir una orquesta d- cuerdas J
Conversando sobre su actividad de compositor, nos dice que ultimamente ha terminado un cuarteto de cuerdas y aigunas obras para las diversas entidades escolars de Antofagasta. Su lsbor en esa ciudad es bkn comprendida y alentadc. G n simpath. C.
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VALFARAISO -La
altima tempmala.
Terminz. sin duda una temporada musicalment, flojs; m s causas son de indole genera! y han afectado seriamente la vida artktica portefis. No faltamn sin embargo manifcstaciones interesantes, entre Cstas rwordamos especialmente 10s conciertos de Ricardo Vifies. Vifies, duciio de un mecanjsmo artistico perfecto, posee unR nzemoyia mtraordinaria que 10 permite dominar un2 Iarqa e r i e de ccmposiciones modernas. de R u t o w rums, franceses, espafiok. argeiitinos. Eiecut6 con lo moestria UIIP le caracterizn varias obmi desconocidm aqui hssta ahora, entre I m CURles intei-esaron mucho la? delictosas romposic!one; de autore esoafiol- W2tUa’QS. Con el violinista Ranriwo Moreno ejerut6 la Sonata en Fa Mayor de Griep v la de CAsar F’ranck en La Mayor. y CQII el cmcurso de Ricardo Eragla un concier-
Aulos to a dos pian- de W . Friedmann Each, y la Riapsodia espafiola de A1bCn:z.
Extraordinariamente concurridas estuvieron las audlciones de Claudio Arrau, que ofreci6 versiones de obras de Each, Be-thoven, Schumann, Chopin, Listz y alguncs modernos, impecables en cuanto a1 wtilo, ref‘!ejac@s por .sh inteligenda y amplia cultura musical. La Academia de Santa Cecilia, que dirije la szfiora Mary Cerani de Shnchez, hizo una brillante presentaci6n de alumnos evidenciando una vez mfs el excelente pie en que se encuentra. La temporada de la Asociaci6n Nacional de Conciertos Sinf6nicos, dib margen a una serie de audiciones en que el pliblico pudo escuchar numerosas obras que se ejecutaban por prmera vez en Valpar a h . Todos 10s programas fueron interpretados con la sobriedad caracterlstica en el sefior Carvajal, cuya cultura artistica ze refleja en la corrxci6n de estilo y conocimiento. de 10s autores. Especialmente aplaudida fu6 “Noches en 10s Jardines de Espafia”, obra que Ricardo Vifies interpret6 con gran p w f a y colorido. Clau-
Arrau y Armando Palacios ejecutar m diversas obras acompaiiados por la masa orquestal, siendo el prmero iargamente ovacioiiado en una ejecucion memorable, en el cual interpret6 un concierto de Beethoven, otro de Schumann y el de Tchaikowsky.
diQ
E. B.
@HILLAN.-Con motivo de celebrar el dia de Santa Cecilia, en Chillhn se llev6 a efecto un concierto y una misa solemne, cn cuyos programs musicales tomb parte la Orquerjta de la Sociedad Santa Cecilia, dirigida por el sefior don 0th Schafer. Diserto sobre Grieg el sefior Gumercindo Oyarzo. CONGEPCION.-Concierto Roberto Ide. La manifestaci6n m&s importante, de arte, del oltimo tiempo ha sido el concierto del pianist% Roberto Me, oriundo de Concepci6n. El joven Ide ejecuw con talento un hermom programa, destwndo sus facultades pianfsticau; en 10s autores modernos.
Narte- Am 6r ica ESTWDOS UNIDOS
Opera.-Las actividades dramatics pasan por una crisis agudlsima en Fnstados Unfdos como en todo el mundo: la Opera de Chicago continim cerrada por no haberse encontrado todavia quien d6 10s 200.000 ddlares que s? necesitan de “pie” para llevark adelante. La Opera de Nueva York ha acortado su temporada en onho Fernanas y ha, puesto cam0 condcidn en 10s contratos de 10s artistas el que sus hmorsrios dependan de !as entradas de boleteria. Frente a esto tenemos la temporadz que se inicia e n d Metropolitan. Opem de ETueva. York que conmemora el 50 aniveysario de su apertura con una scrie de estrenoy y de reestrenos u dperas refaccionadas en , a l g ~ nsentido. f i t r e 10s primeros esth: “Emperor .Jones” de Eamk Griinberg, ““E!ektra” de Pkhard Stmum, ‘IL’Amore d?i tre re” de P h ~ l o Montememi: entre 10s segundos, “Die verksufte Bmiit” (La novja vendirla) de Smetam ? c’l-l Signor Bruschino” de Rnsdni. E1 15 de octubre pasado $e inaugur6 la “War Memorial Opera House” en San
Franckco Cal. enorme sJa de arte dramitico de reciente constru?ci6n y de moderna idea, aun cuando su arquitectura pertenece a un arte bien poco recomendabln a juzgar por las fotograffas de su interior, En San Francisco, tambibn. (ciudad proverbial por !os mkicos prodigies), se ha organzado una “Compafifa de Opera Infantil” que se propone reccrrzr la Uni6n y salir despub a1 extranj2ro. Conciertos Un especticulo eminentemente norteamericano Sin duda ha dn ser el estreno que el 25 de enem prdximo se har6 de In X Sin€onta de Beethoven con escenario. . . en el Madison Square bajo !a direccidn del eminente Walter ]rz;tmmch, cuyo~70 afios acaban de ser cslehrados oficialmente por 10s mfmiccs americancls del norte. La idea de esta extraordineriz innov‘acidn es suponer que la IX shfonia simboliza en sus respectivos movimientos: la Lucha. el Muncio Moderno, el Ided de la Paz Universal y en su coro, Ia Unidn Fraterna! de la Humanidad. Us tres primercs movimientos serh ejecuta-
La vida musical-Europa
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das por una enorme orquesta de 175 componentes y el coro, compuesto de 808 voces. Efas se distribuirhn en un gran escenario en el que se desarrolla una cierta coreaograffa con participaci6n de grupos de individuos de todas 1% naciones y razas escogidos authticamente entre las colonias extranjeras de rJueva York. La cosa es, como se ve, tocla de gran escala e indudablemente un record que tiene el gm peligro de volver a la confusidn de las lenguas de Babel. iQu6 habrian pensaclo Beethoven y Schiller? m k vale no imaginar10.
La interesante “League of compo-%m?’ (Liga de compositores) wlebra este aEo su 10 aniversario. Esta conmemoracih d?
una de las entidsides que m6s han luchado en EX. UU. por la difusion del
arte modern0 darh ,ocasi6n para presentar una revista de todo lo que ha hecho en su primera d6cada. Fundada, como se sabe, para proporcionar un medio de ej@cuci6n a las obras de 10s compositores vivos, ha desarrollado iniciativas artisticas importantfsimas y hecho nacer muchas obras de m6rito. Las festividades n,e iniciaron el 27 de noviembre con un concierto-presentaci6n de Florent Schmitt que por primera vez v‘isitaba Norteam6rica. En enero 8 la sociedad hark ofr en un festival de mkica de cfimara, las mejores
obras que ha dado a conocer durante su d6cada. En abril se ejecutarfi una serie completa de obras de cornpasitores actmles, tanto europeos ccmo norteamericanos, escritas especialmento para ia conmemoraci6n que se hace; adem&, Stokowsky dirigirh la primera ejecucibn americana del “Pierrot Lunaire” de ShoenMrg. Entre las novedades musicaks que descollaron Wimamente en la UniOn merecen citwse: la ejecucibn completa de la gran partitura de Schoenberg “Gurre Lieder” cuyo romanticismo dramhtico wagneriano y cuya transici6n de estilo la hacen ser un documento musical y estetico de gran fuerza, maravillosamente realizada por Stokowsky a1 frente de la Orquesta de F1Iadelfia; 1% “Was de Horacio” del norteamericano Randall Thompsdn y otra cbra, tambi6n norteamericana “Oda” de apland cuidadosamente dirigida por Kussswitzky. En Paddo tuvieron lugar conciera compotos especialmente dedicados a l sitores . j6venes de 10s EE. W., en 10s que .la critica sefial6 con especinl inter& la. “Serenata” de Marc Bllltzstein y unas canciones de Charles Ives. Toscanini v h o especialmenk de Europa a dirigir un concierto en beneficio de 10s mdsicos cesantes regresando inmediatamente a1 viejo mundo.
Europa De Ea fttima temporada
HUNGRIG.-La Opera Real, diriwda PO? Failoni, (e! maestro que hace a l g h tiemPO nos visit6 frente a una compafifa itaiiana), ha hecho en la filtima temporada una excelente lnbor . L!am6 especialment? la atenci6n el estreno de “Swkely fono” (La hilanderfa de Szekely) d2 Zoltan Koda.1~ uno de l a ~mmpcsitores hangarm m6s s6lidamente reputados. Los conciertos sinf6nicos tienen por director a N. Zsolt quien hizo en ellos una lswr bdihha& y generosa. Ravel tuvo numerasa? estrenos como el Bolero y Dafnis y Cloe. Junto a 61 figuraron en 10s programas obras de Kotlaly, Prokofieff (Concierto para violin y orquesta) y de Bartok. El Goro “Palestrina” dirigido por L. Bardm present6 una ejecucidn excelent? de la “Sinfonia de 10s Salmos” de Strswinskg. En mdsica de chmara han descollado
principalmente cunrtetm nuevos como el de
Lajtha (estrenado en 10s festivales E. S. Coodlidce de Budapest), el de J. Adam y de G. Mosa Habrfa que agregar una serie de piezas infantiles de Bela leartok para dos violines. En la 6pera se anuncian festivales wagnerianos con toda las obras menos Rienzi y una “Semana Strauss” en que se eje-
cutarhn todas las obras dramhticas cuyas.
ALEMAMA.-Entre 10s estrenos de la Zlltima temporads que contindan en el cartel de 10s teatros est6 “Das Herz” (Corazdn). dpera d e Hans Bfitmer el viejo romantic~autor de “Palestrina”, su creaci6n tal vez m&s popular “Herz” se resiente segfin la critica, de cierto carhcter incoloro, que lo hace poco personal atin cunndo hay en toda la obra un ambiente de noblezz por lo demfis poco apoyado par el a w mento banal y de mal gusto. Obra realmente considerable a juicio
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un&tnime de todos
10s criticos es el omtori0 de Paul Hindemith “Das Unaufhor-
Uche“ (Lo incesante), estrenado t?ii Suiza. Perknew esta nuem produccidn del m k famoso cornpsitor a l e m h de nuestros dim, a un genero de oratorio que, sin ser precisamente mistico, es una meditaci6n filos6fica de Gottfried Benn a prap6Sito de “la permanencia de las c w y de pu incesante devenir”. La composici6n. en cierto modo dentro de la esteticz de Each y de Haendel, sobre todo, se divide, corn0 lw, antigmos oratorios, en tres partes y & t sa su vez en nhneros sueltos con forma musical propia, (aria, marcha, lied etc.) La snguridad polif6nica de Hindemith lo conduce a grandes efectos de masas que se c‘esenvuelven en medio de una sonoridad majestuasa y fime. Tanto la critica francesa como la alemana est6 acorde en seAabr Das Unaufhoerliche como una de las creaciones definitivas de Hindemith.
cho extraorflinario, inverclsfmil
y
arbitra-
r;o en su esencia: reposa enteramente 80bre el dcstino de personajes que v i v a cznkanao. >To y a r d a ninguna conexi6n con la realidad; este teatro es ianthtico. No
tiene porque evocar ni ilustrar peripecins que se suceden rfatti e fattacci) en la escena. Debe dar libre curso a su vuelo en el domini0 s!n lfmites de la fantasia musical”. Fuertemente entroncada a la tradicibn italiana, principalmente a la del siglo XVIII, Casella h s hecho una creacion llena de finura y Tejuvenecido las f&mulas de la opera sin caer en vulgaridades ni lugares comunes. La obra de Antonio Veretti, autor que recien ha cumplido 10s treinta, es resueltamente una opera de nuestro tiempo incrustada en la inactusl list% de la Scala que solo admite las o b r a “que se parecen algo a Ias ya oidrts”. Sin afiliarse a ninguna de las tendencias de hoy, Veretti hac r una produccidn de sabor italiano cuINGLATERRA .-iLa instituci6n *oficiaI vos personajcs o h a n con un criterio ende Radio del EsWo, la B . B. C. (Bri- teramente de hoy . Concnrso;-Con motivo de celebrarse en tish Broadcasting Corporation) es el 6rgano principal en donde se dan a Tonocer erta temporada el XXV axiversario de la todas las novedades de la musics moder- inauguraci6n del Augusteo como sala de na ingJesa. En 106 m e s s pamdaq ha e- audiciones musicales, la Academia Santa trenado con especial Bxito: el gran poema Cecilia acaba de abrir un concurso con un premio de 5.000 liras para una obrs sinf6de WiUam Walton, “El festin de Baltasar”, obra vigorosa J de &wecia1 signlfi- nica breve que no dure m6s de 15 minucado en la produccidn de este joven mo- tos . sic0 que hoy casi puede decirse lleva la U. R. S. S. (Rush).- En Leningrad’ delant-ra entre 10s compositore.; ing!eseS, ?a obrn “Hamm~rsrnith”de G n d w Hole, el ‘‘Pequeiio Teatro de la Operz’’ ha sido el popular autor de “The Planets”. Ade- apandsdo mediante un g a s h consideram b de estas obvas, !a ‘Qyenda del nor- b!e en 250 localidades. Como estrencs prapara la primera representmcih rusa de te” de Amdd Bax Junto a1 *ma gOethiano de Frnst ICmht-k “Triumph der Em- “Neues vom Tage” (Novedades del dia) pfindsamksit” que figur6 como obra de ho- de Hindemith, una nueva presentacibn esnor en 10s festivales alemanes del gran c6nica de “Eugenia Onegin” de Tctraiko‘ noeta. La €3. B . C. ha contribufdo tam- wslry. la 6pera “Der Spieler” (El jugador) bien con mmgnfficas ejecuciones d$ “la de R’okofieff v 6peres ligeras de BisSinfonfa de 10s Salmos” de Stmwhs’ky 9 ler y de Schostakowikh. Para la conmemoraci6n del XV aniversu Concierto y del sextet0 de Schoenberr: “Verklaerte Nacht” a la difusidn de las sari0 de la RRvoluci6n. el Gobierno de 10s obras que ya tienon nombradfa en el arte Soviets ha contratado una serie de granmodern0 entre la. ma% de 10s auditores des artistas en condiciones excepcionahs: Mioha Elmann, Efrem Zimbalist, Cecilia ingleses. Ransen y 1% pianista.; Horowitz y Sachs1TALIA.-Dos estrenos important% debe roff. Albert Coates, el famoso director ingleS conocer nuestro pdblico de entre 10s MUchos que se han realizado en la oltima continu6 durante toda la filtima temporada texnporeda: “La Donna Serpente” de Ala1 frente de les organizaciones sinfhica fFedo Case!la y “I1 favorits, del Re de rusas; filtimamente se ha dirigido de nueAntoinio veretti h Donna Serpent?. prevo a M m d . cedida de un pr6lw.o en que el autor exHOLANDA. -Los conci”rtos del Concertplica sus ideas frente a1 convencionalismo realista de la 6pera corriente, no es sino aehow c i ~Arnsterdan a n . u n 5 a er, s ? ~prola afirmacidn italiana de una tendencia qramn la, conmemoracihn del cjncuentenahey dfa casi universal: “El teatro lirico, rio de la muerte de Waaner, entre 10s dice Ca‘lella. est6 fundado sobre un hc- fcstivzles est6 una audici6n de honor de
La vida musical-Ezirop Parsifal, d‘-rig!da For Willem Mcngelberg. U s fiestas de! aiio 1933 de !a S. I. M.
(Sociedad Internacional de Mkslca ContempmAnea) se realizarb en Amsterdam en junio. Se proyectan en ellas un concierto de coros, 2 de orquesta y uno de rnlbsicrt de c&rnara, todo; c m 10s pyogramas elegidos por el Jurado Internaciona! que este aiio lo forman Bnt,ting (aleman), E,ipex*” (holandhs). Xalipiero (italimo’. Talbh, (checo), y Sessians, nortemericano. En lo-: fxtivales. adenixs. se rendrh un epecial homenaje a la memoria del gran compositor checo Leos Janacelr, representando ‘”La casa muerta”, una de sus mejores 6pera.s. C.
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ULTIMOS FESTIVALES La8 fiestas annales de mfigica en Mutnich L o 3 ya hSst6ricos festivales de la capital de Baviera han sidq con 10s dl? Salzburg, el principal centro de afluencia de plbblico musical durante el verano illtimo de Alemania y Austria. A falta de las temporadas de Eayreuth que en este aiio no tuvicron lugar. Munich y sus teatrins concentraron la atencih de la critica y vieron pasar For el!os una serie de grandes figmas y de obras famosas. Aim cuando el p~blicodisminuyd apreciablemente debido a la crisis, las festiridades alrxmzaron un brillo artistic0 especial: el ntimero de representaciones se elev6 y como elemmtos de honor actuPro? el gran director ingl&s Sir Thomas Beecham y Richard Strauss. Entre 10s nfimeros que mjs especialmente s? han alabado figura una nueva presentacidn del Ring de Wagner con escenarjo, mejorzdo y ertudio h e c h nii-vaTpnte. Como Director en propiedad actu6 Hans IhappertPbusch a cuyo cargo estuvieron las reprrsentaciones wagnerisnas (Tannhauser, ‘Iristan y Parsifal) y las de Mazart (Fignros Hochwit, Zauberfloete. Don Giovanni, Cosi fan tutte y Entfuhrung), compartiendo el trabajo con Karl ElmenderP y BanF Schmfz. Como solistas princip3ies de la tcmnorada cont6 Bsta a fiKude primpra linea comn ElisPbeth . P ~ ; I mann, en !as obras de Mczart. Frieda Leider, la Rdmirable Briinnhilde d? la Tetralogh, Maria Olszewska y el magnifico tenor Icurt Taucher como Tristan y Siegfried. Sir Thomas Beecham dirigi6 con gran 6xito y alabanzas dc critica alemana. aue ya se sabe con qu6 estrictez juzga las njecvcicncs CIP Mazart. Xaube-flo-tn e‘ Entfuhrung. Adcm&s un concierto sinf6nico especial, en el cual di6 una magnifica
57 versi6n del poema “Heldenleben” Widla
d: H6rx9 de Strauss.
Como un complemento de las fiestas de Wagne~y Mozart, siguieron la5 directores de espxthulos la costumbre de rendir un homensje especial a Straws y a Pfitzner. Strauss dirigib personalmente su Salom6 en forma sorprendente a su edad y Eans Pfitzner sus 6peras “Palestrina” y “DES HI?^". EZlern de esta semana Strauss Pfitzner, el autor de Till Eulenspiegel dirig36 una tmnsmisi6n especial por ’rsd:o del “Cad fan tutte” de Mozart. Los festivales momrtbnos de Salzbnrg
Como ocurre iinicamente con ciertos lugarcs de peregrinaciones religtosas que brvscamcnte se convierten en centros do importancia mundial, Salzburg, la pintoresca y encantadorn ciudad, liena de torrecillas y de recobecos “vieux rbgime”, ha pasado a figurar entre 10s centros m8s exquisitos y de mayor nombradfa gracias a! cult0 ferv o r ~ , que ~ se rinde o su patrono musical, Mozart. Los festivales del pasado verano, en contrz de todss las espectativas que auguraban un resultado mediocre desde el punto de vista de la concurreneia, han sido tal vee 10s m8s brillantes que hmta &ora se habian celebrado. La obra de Mozart, figurando en primer lugar, fu6 altmnada con una serie de ejecucioms cl&sicas y modernas. La conmemoraci6n mozartiana comprendi6 casi todas sus bperes, incluso las pequefias representaciones de cork que fueron dadas en el palacio del antiguo “hincipe-Arzobispo”, sus mejores “serenatas y cassations” y algunas de sus m i s s ejecutadas en la Oatedral d? Salzburg. k e! gCnero de la 6pera, adem& de 1% de Mozart, inscribieron 10s festival- el “Oberon” de Weber dirigido por Bruno Walter, “Frau ohne Schatten” (La mujer sin sombra) de Strauss, bajo la direcci6n de Clemens Krauss, “Fidelio” de Beethoven bajo la batuta de Richard Strauss. Diez conciertos sinf6nicos alternaron 1-15 festividader; dramaticas. En ellos desfilaron dirzctmes famosos como .Eu(~t?h, K a n s . Walter, Stmuss y Philippe Gaubert, presentando este ~ l t i m ouna audkibn de mkica francesa. Straw-, dirigi6 un prorrama integro de sus obras con “Zarathustra” y la “Alpensinfonk” (Sinfonia alpina) . . Entre las obras re!iqiosss se cantaron la “Misa de l a Coronaci6n”, el “Rkquiem” y la ‘‘Misa en do menor” de Mozart. In ‘‘Wsaa solemnis” de Beethoven” la “Schoenfimg” dr? Haydn, la “Misa en re menor” de Rruckner y la “Mka en si menor” de
A‘trlos
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Bach. Contrastando con esta imponente mass, un concierto dirigido por Krauss, resucit6 la poesia de antaiio en una “JOhann Strauss-Abend” dedicada a1 genuino representante del vals vien6s.
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Las fiestas inteimacionales de Venecia
Ampliando la breve informacih que dimos en el ndmero pasado, debemos un especial capitulo a las enormes festivales que se han establecido para cada dos afios en V2necia. La organizaci6n de su primer torneo ha sido, sin lugar a duda, una de las mSs importantes manifestaolones de estos Qltimos tiemws: a 61 concurrieron 10s mejores ejecutantes, directores y compositores modernos, probando que Italia se halla hoy dia a la cabeza de un movimiento latino del que nada o casi nada nos han hecho conocer 10s emisarios mercantiles que dnicamente llegan hasta ncsotros, cuyo inter& pecuniario se affectart5 seriamente cuando desaparezca el oprobioso sfmile que en Chile se hace de la masica italiana con el verismo maser0 de ham veinte afios. Cada naci6n o regi6n del mdndo musical tuvo su concierto y en esta serie no se d?j6 por primera vez en festiva!e.; europeos, a los palses sudamericanos cow apbdice inferior de la raza latina. Desgraciadamente no estuvieron todos representados y a1 lado de Lbpez Buchardo, Rogatis, Ugarte, etc. debixon inscribkse Allende, SOTO, Leng, Bisquertt, Santa Cruz, Casanova, Negrete, Isamitt y muchos otros. En cuanto a obras nuevas 10s festivales de V-necia marcan un importante hecho hist6rico. De Alemania la Orquesta Filarmdnica de Dresden, bajo la direcci6n
de Fritz Bnsch hizo oir unas “Varimiones y fuga sobre una canci6n popular alemana” del joven Gottfried MiilPer (18 aiios), la “‘Suite” de Paul Graener, “Die Flote von Sansouci” (La flauta d? Sausouci), una Obertura de E ~ s Tor3 t y la “Spielmusik” op. 43 de Hindemith. De Francia se oyeron novedades d e Rouse& lpoulenc, Ibert, Ddannoy; de Nortearnsirica m u c h mhica de origen eslavo o judio como la grotesca “Golem-Suite” de Achrbn .
La mkica italiana estuvo brillante-mente representada. Dos mciertos de c&mam dieron a conocer obras de verdadero m6rito cmmo los cuartetos de Labrocca y de Agostini y un quintet0 con piano de Cas~~~~uovQ-T ‘Como ~ ~ s 6peras co y mfisica w6nica descollaron una presentaci6n magnffica de “Combatimcnto di Tancredo e Clorinda” de Monteverdi, “Orfeo” de Casella, el ballet “Don Juan’’ de Casavolla. Una interesantisima muestra de la actividad refinada de Italia fu6 la p r w tacion del “Misterio” “La Pas5one di Cristo de Luiazi, construfdo sobre melodias de “laudi spirituali” descubiertas por 61 recientemente en antiguos manuscritos. Luizzi, sin hacer obra arcaizante, ni trabajar esos temas con medios anacrhicos a la Bpoca a que pertenecen, logra producir el ambiente prerrafaelista, et6reo y suave de esos ingenuos misteirias medioevaks. Su ha sido comentada mmo un acierto de extraordinario valor. Venecia, con estos festivales de verdadera vida musical, se entronca auevamente a ese tiempo glorioso en que E u r o p entera acudia a las ensefianzas y a1 ejemplo de un Willaert, de un Gabrieli o un Monteverdi.
Necrologia Don Julio Z. Guerra
Nuestra educaci6n musical ha sufrido un rudo golpe con el fallecimiento de don Julio Guerra ocurrido el 19 de Noviembre dltimo. Adn cuando su retiro de la ensefianza fu6 motivado por el estado delicado de su salud, ninguno de sus compafieros de trabajo dej6 de esperar que el descansg bien merecido le permitiria, en el sosiego repaner sus fuerzas v dar a nuestras escuelas muchas directivas fundadas 01 la meditaci6h int2ligente y serena de su experiencia docente.
El Sr. Guerra naci6 el 30 de mar56 de 1876 y llen6 una vida por desgracia demasiado breve, con la actividad noble de una docencia bien entendida y progresista. Ocup6 casi M o s 10s cargos importantes de nuestra educaci6n en una carrera laboriosa que se inicia en 1898 a1 egresaz del Conservatorio Nacional en donde fu6
alumno del profesor Don Juan Gervino: en 1905 recibi6 titulo de Profesor de Vialin y a1 afio sigiiiente fu6 drsisnado Profesor en el Conservatorio de las ssigna-
RO
La vidu musical-NccrologAa turas de Teorfa, Solfeo y Conjunto Coral, cargo que desempeii6 hash su jubilacidn concedida el aflo atimo. El Sr. Guerra fu6, ademhs, un miembro prominen!te del profaorado de pafi s c u e l ~normales en donde actu6 desde 1911 y en cuya labor le corresponds uno de los prheros lugarcs como impulscr de le, cultura musical en el pais. Profesor tambien de educaci6n secundaria, recibid tftu10 de la Universidad de Chile en 1921, ensefiando en varios l i w , conservatories y colegios particulares. Designado miembro del Consejo de Ensefianza Artistica en 1927 fu6 el Sr. Guerra un entusiwta culaborador en la reforma del Coaservatorio de 1928, en la revisib de sus planes y programas de estudio, mereciendo pcxco despub el ser designado Director Interino del Conservatario durante el viaje del Sr. Carvajql a Europa.. L a carrera musical de Don Julio Guerra cuenta con una importante serie de comisiones honrosas, en las que le cup0 mumir la representacidn ofici21 en actos tan importantes como la celebracidn del Centenario de la Independencia en 1910. Su obra queda en publicaciones interetiantas que :on un gufa para los profesores: “Exuela prhctica de la mbica” en 4 seccimes y una bien conocida serie de obras corales, principalmente de ensefianza escolar. (Cantos escolares, himnos, juern escolares con mWca etc.). En suma una vida llena de trabajo serio y entusias- I,* : ta. Por sobre toda esta labor que resume grandes rasgos una hoja de servicios que llenarfa muchas phghas, deja el Sr. Guerra un ejemplo que no puede escribirse y que es el del profesor siempre inteligente y activo. Ninguna caracterfstica lo distingue mejor que la de su juventud espiritual, siempre alerta a interesarse por el
progreso, estudiosa, curiosa y llena de inquietud; en Chile, en donde hem* VWO tan a menudo espfritus mediocres que en la ensefianza se creyeron llegados a la ciencia mhxima, a la wnsagracion d: altar, el Sr. Guerra es el modelo del hombre abierto y genemso, smcillo y por as0 mismo lleno de autoridad. Sus funerales constituyeron una expresi6n del cariiio general que existe por 61. Ante sus restas oimos conjuntos corales que nos pusieron en presencia de su obra y recibimos el pesar del Conservatorio y de la Universidad de Chile que se hicieron representar por el Director y el Decano de Bellas Artes.
Llegue hasta su familia la oondolencia m8s sincera y carifiosa de nuestra revista en la que esper&bamos recibir las colaboradones del Sr. Guerra. Don Juan Gervino
El 10 de septiembre dtimo fallecid en Mi-
antiguo miembro de la ensefianza musical chilena regresado a su patria desde 19M. Alumno de Rampmini, vino a Chile en 1885 como violin concertino en reemplazo de Francalucci y fu6 nombr&do Profesor de Violin del Conservatorio en ?&I?este
1886.
Don Faustino ,Arias
Despuk ’de largos sufrimientos murid en Leipzig (Alemania) el talentoso joven pianista que con tan excelentes auspicios ingres6 a estudiar en el Conservatorio -de esa ciudad. En ausencia de 10s suyos, manos carif5osa.s supieron aliviar sus dolores en forma que comprometen la gratitud de 10s artistas chilenos. Segsln el Director Pauer, el joven Arias era una de las esperanzas del Conservatario a su cargo.
Discos ZP,timas grabaciones de la Casa Victor: Bchoenberg “Guerre Lieder” por la Orquista de Mladelfia y diversos cantantes; Ravel “Trio en la menor” por Merckel (violinktx) , Marcell-Herson (violonczlista) y Zurfluh Tenroc (pianista); Scriabin “Poema del Extasis” por la Orquesta de Filadelfia; Mendelssohn “Trio en re menor” par Alfred Cortot, Jacques Thibaud y Pablo Caws; J. S . Bach “Pask5n .segdn el Ebangelista Sari .Mateo” por 10s mros de
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la Thomaskirche de Leipzig; LiW “Sonata en si menor” por Alfred Cartot;
“Don Quijote” por la Orquesta Sinfdnica de Nueva York. Hasta el momento no hemos ofdo sino 10s fivirre Lieder de Schoenberg, excelentp versidn de eyta gran partitura interesante por muchos conceptos. Buena grabacidn en discos modern- de una materia especial inquiebrable, mayores en tamafio a 10s corrientes, de suerte que la Stmuss,
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obra integra cabe en un solo hlbum. Nada m8s instructivo para 10s que padecen de horror a 10s nombres musicales porque si, que oir esta h e r m m y apasionada tragedia en que Schoenberg se exhibe como un fie1 continuador de Tristan; la primela parte de 10s Gurre Lieder, cuya termin a c i h data de 1900, muestra s610 a wtos el claracteristico giro melociico de
grandes intervalos propio de Schoehberg; Ias partes segunda y tercera, orquestadas en 1911 se presentan francamente como m a obra de tramkibn, hay en ellas basta el rccitativo semi-cantado de Pierrot Lunaire y la orquesta hirviente de la 6poca que ya poseia el aporte de Strabs y Debusy. 0 -
Preguntas Y resp uestas res preguntas nos ha fbrmulado un lector que se firma “Fusa”. l.--iC6mo se explica que haya belleza en la disoRuancia constante que ConStituye la miisica mdernista? Desle luego la cuesti6n y la forma mmo est& enunciada nos rwela que procede de una persona poco a1 corriente de la tecnica musical. El concept0 de disonaacia en la mfisica es eminentementc rzlativo, vwia se&n la? Bpoces, segSan 10s autores y s e g h la dash de disonanch que cada compmici6n contenga. Asi por ejemplo muchas agrupacione-, sonoras que eran frecuent?s en 10s siglcs XIIr y XIV se convirtieron despu6s en dlsozlancias tezibles y v a n parte del lenguaje de 1o.s madrigaVststes cromhticos de! si810 XVI fu6 estimado impracticable cuando predpmfnb el sistema arm& nico funcional. De igual manera Rameau, Gluck, Beethoven, Wagner, Dsbussy y Strawinsky han Rid0 a su tiempo objeto de la critica por parte de 10s que poseian un oido menos fino y evolucionado. En la t6cnica actual, (rehuyo el tkrmino “modernista” que no pasa de per una majsderia), la disonancia es un factor poderosis!ino de mntrastes, de gradaci6n de intensidad y de riqueza &mora. Se produce ordinariamente de dos maneras: como product0 del enriquecMento de 105 acdrdes corrientes ya sea en lo que se refiere a su constituci6n o a su enlac?! o como resultante de choques e intersecciones cli lineas de una trarna polif6nics E77 el primer cas0 la disonancia es reducida a un mfnimum por la riqueza del lenguaje sonwo: “Diwnancia de hoy, consonancia de mafiana” diio Debussy con toda r a z h ; cor est0 lo que para un oido rxm, CD’tivado obscurece la smsacihn funcicnal de la armonfa. para el mcsico es v-cis- mente su mayor encanto y el objeto de cu!dsdcs? studio. Cada acorde en la miisfca moderna es px lo general una abra de arte y de refinamfento; su posici6nn,la
distribucih de sus notas es oida cuidadosament-; nada est& entregado a ‘la e m didlord’ gramhtica musical de aioordes con sus cat&logas y sus reglas fijas que sontradicen el oido. Por est0 si se quier, entender el arte moderno hay qu- oir y atudiar. En cuanto a las dison8ncis polif6nicas, ellas desaparecen casi por la 16gica de las voces; siguen un princigio y3. gracticado por Bach, de que la 16girw horizontal absuelve 10s choques verticales. El arte moderno sigu:! una linea directs de 10s grandes maestros, su caracterfstica esencial es el us0 consciente de 10s elementa musicales, hay que oirlo por conslguiente como es, del mismo modo que un cuadro debe apreciarse con el &ngulo de perspectiva elegido por el autor y no con otro. Refine su oido, cultive su senqibilidzd y a Ud. no le parecerhn “dkonante” agregaciones sonoras que hoy no entiende ni siente. 2.--;En qui consisten la Sarabanda y L Bourn&? 3.-&Pmqui Ios miranetos cmtienen siempre una parte llalnulda “ M d ’ ? La Sarabanda y la Bourr6e son dos danhas que la suite corrient9 del siglo XVII CFIIYNB estilizadas. La Sarabanda, con v.11 origen incierto en el que aparece oomo de wocedencia oriental o en todo cam eqxfiola, se encuentra mencionada por el Padre Mariana como una danza ‘lasciva p fea” a fin-s del siglo XV7. De dli, hncia 1588 la “Zarabanda” aparece en la Corte francesa en forma Tefinada y es est& la dams que Rlchelieu baila con cascabeles y castafiuelas delanb de Ana de Austria. La Szrabanda representa la danza lentrt de la suite. Su c o r t ~es exnresivo y de armonizaci6n rica: ordinariamentr .se mueve en 312 o 3/4. a h cuando hag Samhandas binarias 7 aim algunas confundii hles con el tiPo “sicilianr.” lenta (Cm-elIi) rh excdente e.iemIflo de Sakabanda 8e halls en las suit,es de Rach en donde m prsvnta dividida en tres partes simBtitcaer 0
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La vida musical -Musics cn solfa a la causa misma de su existencia, f4ciicon repeticih de la primera y modulame,nte compmnsihle ,WW elementu de ci6n caracteristfca a1 tono paralelo. En contraste en frente de una danza, bien ritcnanto a la Emm6e es otra denza que mads como el mime. El nombre de trlo cantrasta con la anterioF por su movimiento vim, generalmente en “alla breve” ha sido por muchos investigado, ya que comenzando casi slempre en un cusrto rams son 10s “trios” en que efectivamFnte tiempo, esto la di;erencia suficientemente ejecuten tres instnunentos o siquiera tres voces. El origen parece estar en Iw interde la gavota. Su forma es la general de la suite y en cuanto a su origen se duda * media de Ias danzas del tiempo de LuIly que 61 hacia ejecutar por tres instrusi procede de Auvergne en Francia o de mentas o grupas de &tos y que Ilamaba Vizcaya en mpafia. trios. Esta es una pregunta que muchas La filtima cuestion de por que 10s‘ minuetos poseen un “trio” creemos que &e refie- veceg 1% hernos vista formular desde que r e m8s bien a1 origen del nombre trio que todo el mundo sabe lo que es un trio.
Mrjsica en solfa -El matrimonSo de un W ? o mli- s.~: ‘‘...y sobre todo usteaes deben reoortar chileno debfa aantarse un ooro poli- dar toda la vida que han tenido el honor fmico, una de las mejores obras de Pa- y 38 isuerte de tenerme por m a e s W , s lestrina. La vispera, el cor0 ensayaba cui- ~ e posible? -El padre de Mischa Elman ante la indadosamente en la iglesia cuando el novio lleg6 a visitar el local y se choc6 profun- terrogaci6n de por qu6 su hijo no se pradamente del des6rden en que las voces sentaba ya en pliblico oontest6: “Joachhn, entraban. Los compafieros del novio igual- muri6, Sarasate muri6, Ysaye ha fallecido, mente horrorizados aconsejamn la suspen- Vecsey va a un convento, Kreisler toea, si6n del coro. ~C6moera posible que en poco, Huberman casi nunca, icontau qu¶& va. enhnces a tocar mi hijo? el matrimonio de un militar so tolerara -Wagner pasa ante la cam del famoso el que una voz entrara cantando despu6s de 1 s otras? Realmente Palestrina no te- contrapuntista Rheinberg y dice: ‘.Un gran maestro el de all6 arriba! Compone nia espfritu de cuerpo.. . 4 i e r t o profesor de “mlisica y canto” todas I t s tardes de cinco a afete. Y o soy que se distingue por su tx~casaprqmi-aci6n realmente un pobre diletante, s610 puedo &cia a sus alumna a1 terminar el cur- escribir cuando tengo gam...”
‘€cos de Aulos Hkmw recibldo entusiastas Criticas de la revista en los diarios de Chillh, Osor-
no y Valdivh. Adem4s un interesante estudio que nos dediaa la revista ‘7Wy”.
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Donlingo Santn Cruz: Obras de piano: Vifietas Cinco poemas, tragicos Dos canciones corales Canto y piano: Piececitos (“Cuatro poemas de Gabriela Mistral” N.” 2). o
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Est6 abierto el abono a la Ternporada de Conciertos de 1933 EN LA CASA
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Corresponsal: Barack Canut de
Bon.--CasiIla 50. VA LP AR A I S0: Corresponsal: Mary Ceranp de S:hchev, A v . Pedro Montt 1866.
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Corresponsal JJ Agente: Sabina A. do Tagle, 1 Rur 768-Plaza. Corresponsal y Agente: Otto SchBf-
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Corresponsal y Agente: lieonor D. de Silva, Conservatorio de Musica, Casilla 245.
Corresponsal y Agente: Rosa Cruz, Estado 336, Casilla 181. TILCA:
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El primer concurso peri6dico d e composicicin musical. Editorial. Apuntes sobre nuestro folklore musical, por CARLOS ISAMITT, (continuaci6n).-Aspecto de educnci6n musical en Alemania, por JoRGE URRUTIA, (continuation).-Una biografia curiosa d e doAa Isidora Zegers de Huneeus por el poera, Jose ANTONIO SOFFIA (fin).-Arnold Schoer.berg musico atonal, por
@
PABLO GARRIDO. La vida musical del presente: Chile.-La Opera; Los conciertos en la capftal; Cr6nica d e 10s acontecimientos; Actividades
musicales en las provincias.-Europa: El Cincuentenario d e . la muerte d e Wagner. -La filtima temporada: Alemania, Ita-' lia, Austria, Francia, BClgica, Inglaterra -Noticias d e todas partes.-Necro1ogia.-Libros.--Discos. - Preguntas y respuestas.-Mfisica en solfa. Suplemento musicaZ.-4 piezas del 6lbum infantil de RENE AMENGUAL.
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AULOS invita a 10s aficionados a la miisica, a oir 10s discos de un dbum que contiene las principales escenas corales de:
BORlS GODUNOFF grabadas en discos “VICTOR” ‘por el Coro y la Orquesta del COVENT GARDEN de Londres, bajo la experta direcci6n de Albert Coates.
1.-Ma perche tu ci abbandoni? 2. -Moscoviti! Boris e inflessi bil 3.-Salve a te. Zar Boris Teodorovie! 4.-I1 vostro amor mi lascia indiferente 5--Escena revolucionaria, Parte 1 6.,. 2 c 1. *, 3 . 1.
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Siafonia Pastoral (6.") Misa Solemne Bloch: Concerto Grosso Brahms: Primera Sinfonia > Segiinda Sinfonia Debussy: Pellkas et M6lisan'de Dohnanyi: Suite orqnestal Franck: Sonata en La mayor Qrieg: Concierto en La menor Haydn: Sinfonia N., 4 (El reloj) Massenet: El Cid-Ballet de la 6pera Mozart; Sinfonia en Re mayor Rachinaninoff: La Isla de \ia Nuerte Schubert: Trio N.o 1 en Si bemol , D S6ptima Sinfoniti .Schiimrcnn: Carnaval Strawinsky: El â&#x201A;Ź'&jar, de Fuego s . Le Sacre du Yrintemps Tscliaikowsky: Cuarta Sinfonia > Sinfonia Patgtica * Suite Casse Koisette > Romeo y Julieta Wagner: Tristhn e Isolda Acto 3.0) > Tannhauser: Obertam y Yenusberg a
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Director: D
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osicion musical niimero, insertamos el Decreto del imulga las bases de un â&#x20AC;&#x153;Certamen Consejo Universitario a- propuesta pe, de no mediar ciqunstancias que le la madurez artistica a que v m o s Bn la importancia de un 2eqnreki1 ingresa a la dategoria de las activila (autoridad y si sus disposicimes isms. veremos detltrc dc p3c0 a 10s: 3 constante que crea el natural ali-
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que merece en nnestro? dias mayor ompositores; ella signif ica la carrera mLs serios, la que viene definitivao de Europa, afirmando para nowvarios extranjeios ilustrados hemos e se mueven nuestros compositores; erentes que hoy presentamos, crea culta y (salvando la natural b u e m imaci6n de lo que el vidtante juzga 2ile empieza a preocupar la serie de ritmb !perfectamlente acorde a1 que , Si respecto de las obras. ya firmes pQrque nuestra producci6n es pQc-0 exhibirnos con orgullo y, m i l o c h kocer que la miisicz chilena de estos un contenido rico y generoso, como bor y â&#x20AC;&#x2DC;fragancia nada avehtaja. . . .
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Chile ha sido un espantoso rulo para el compositor, pues la tradici6n dell siglo pasado concentraba la preoczlpaci6n musical iinicamente en el ejecutante y m i s aiin en el “virtuoso”. TransPadCmonw a 10s aiios anteriores, a 1910, y pensemos en esa actividad, qtie se repaaia entre una que otra iniciariva privada, f r u t o del lentusiasmo de un pequeiia capa de aficionados a l t o s , que eran serunr dados por un reducido niicleo de ejecutantes Iltgados a1 pais por diferentes razones, y que cultivaban la miisica de cimara, y la denomenal empresa d e *‘la 6pera” con sus remates de llaves, sus anuales importaciones de div<FS, su boato social y su casi total desconexi6.n de toda preocupaei6n artistica. M k n tras Europa se revolucionaba con Wagner, mientras aparecia Rusia con sus “cinco’’, mientras Debussy volvia con Pellhas a la tradici6n monteverdiana Chile, tieraa privikgiada para 10s empresarios, se sentia en perfocta tranquilidad con s6lo Lucia, Norma o cl Trovador y como esas lagunas que $610 una vez a1 aiio reKfiben el agua viva del mar, jba cubrihndose de esa l a m verdosa y sucia que ha sido el verismo esa “lepra de la miisica” como dijo Alfred0 Clasella no hace mucho. As: se vi6 wasar !a Walkyria hace aiios, e n n botfrzos y protestas de 10s abonados a quienes bruscamente se sacaba del “Visi d’arte”, asi Parsifal en 1920, fuh un milagro que tambiCn h i t 6 o hizo dormir a 10s “rematahtes de llaves”. En semejante mcdio era natural que n o salieran compositores o que si aparecian compusiesen en 19 1 0 como lo hacian Rossini o Donizetti ochenta a6os antes. Frente a esta actividad musical menguada arrastraba una vida esparidica e! venerable Conservatorio Nacional de Miisica f u n d a d o por don Manuel Biilnes. Su misi6n, que las autoridades educacionales ni siquiera equiparaban a b s de una escuela primaria, era: formar ejecutances orquestasles, pianistas, “concertistas”, cuyo ideal era ejecutar el mayor niimero de rapsodias de Liszt con el menor niimero de aiios de vida, y cantantes de buena garganta cuyo dcsideritum era actuar en la “lirica” aiin cuando de minsica supiesen bien poco. Como gariente pobre habia ‘‘clases de composici6n” completamente estCriles, sin profrsor ni estudilos ni alumnos adecuados. Cuando algiin niiio demostraba aptitudes de compositor, se le enviaba a Milin. JPor quh a M i l i n y n o a Paris, o a Leipzig, centres de verdadero estudio? Porque de M i l i n venia la Compaiiia Lirica y para nuestra mentalidad criolla simplista Milin debbia ser el centro mu?sical del mundo, aunque por aquellos aiios tuviese s610 u n obscuro C o n s m a rorio sin ningiin prestigis. tNo contenian las contratos de concesi6n del Teatro Municipal de Santiago, la obligaciih de estrenar una “6pera chilena” exrita en italiano? ;De d6nde nos podia venir el ideal de u n pequeiio Puccini, sino de Milin? Asi se explica que mientras existen comperencias literarias o de artes plbsticas desde hace cincuenta aiias, nada, absolutamente nada se ha hecho en beneficio de 10s creadores musicales chilenos en casi noventa aiios de vida que lleva 21 Conservatorio. E l mfisico mereci6 algfin interhs cuando debia brillar en salones, cuando tenia 10s mhliitos circenses del ‘avirtuoso”, (porque el ejecutante s e n 0 era tachado de frio), p e n , el creador, d que ha d e formar el espinazo de nuestra vida musical no preocupaba a nadie y era mal conceptuado. La “mfisica chilena” se estudia, se oye y se juzga, todavia, m n algo de conmiserki’6n
Apuntes sobre nuestro folklore
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y como hackndo un favor, abn cuando no contenga las sandeces que suele oirse en 10s conciertos sin otro m6rito que el de un apellido ruso o a l e m h En este medio enemigo se forj6 lo m i s noble de nuestra actividad musical y es gor e m que todos h s que hoy figufan a su cabeza son, cual m i s cual menos, autodidactas. Viajaron, leyeron, oyeron con avidez las migajas de buena m6ska que solian de repente afinar su sensibilidad y trabajaron rn el d e n d o del que $e siente extraiio a1 medio. Asi Humberto Allende, cuanda nadie lo distinguia en Chile, fuC alogiado por Debussy y asi cuando la Sociedad Bach e n 1 9 2 4 inici6 su divulgaci6n de la antiguedad, f d ridiculizada por 10s “personajes oficiales”, como empresa de aficionados ilusos, mientras en Alernania se e x d bieron las criticas m b elogiosas del Oratorio de Navidad de ,1925. . O t r o mundo se ha abierto desde 1928, en que por primera vez se incorporaron a 10s programas de estudio de miisica las obras de 10s chilenos (,yen que una difusi6.n bien entendida de su mejor produccih, ha generado ya un h e n niimero de obras. La Universidad de Chile, ahora se hace parte en la areal de alentar a1 creador y establece por primera vez, como organizaci6n permanente un concurso piiblico de composici6n musical. T o d o el que trabaje ser!ia mente, el que busque su camino, mereceri ayuda y estimulo. las obras s e r h ejecntadas, editadas y premiadas segiin 10s casos. La primera de estas mompensas, la ejecucihn, es uno de 10s m5s fuertes acicates para tmminar con el compositor que vive diea aiicw con cajones llanlos de bocetos o de obras que ven la luz cuando ya para el autor esrin aiiejas o lo hzn vuelto a 61 aiiejo. L a obra artistica tiene siemprekm sentido ocasimal para el creador, 6ste necesita liberarse de ella so pena de volverse el empresario de su producci6n y caer en la esterilidad. Y a 10 dijo Leonardo: el artista satidecho deja por eso mismo de v;‘vir. E l concurso de Ea Universidad nos di&, a 5 0 mits aiio, qu6 hacen 10s miisicos chilenos, qu6 trayectoria siguen, si se repiten &moi.amente o si buscan, en una palabra, si 10s artistas viven o si han ingresado a1 pante6.n de las figuras hist6ricas. E l concurso dar% salida a toda la m6sica emposada, terminat6 10s bocetos y dejar5 limpia la utileria, de 10s compositmis p r a que trabajen y lo hagan con la e r t i d u m b r e de ver que sus esfuerzos no caen a1 vacio.
apuntes sobre nuestro folklore musical por CARLOS ISAMITT.
Un anilisis de este hermoso “umaq iil pichiche en” muestra que su elocuencia expresiva ha sido alcanzada con medios de una sdbriedad admirable. La melodia se desarrolla en el interval0 de una quinta, (entre re y l a ) , usando s6lo seis notas que se mueven alrededor de un mi.
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AI d;lbujo inicial de estas ingenuas palabras silmciadorab: tu, tu, tu, , d o , who, scho1, se sucede uno m i s ondulado en las expresiones “umunrunge ma?’ (duirmete pues). Este efecto se repite ldos veces; enseguida, en .la expresibn “nema kinuliie” (no llores m i s ) adquiere un impulso ascendente. Este delicado contraste se pone m i s en evidencia repitiindose tambiin dos veces en oposici6n la frase ondulada, “umuntunge mai”, luego h s palabras “kupai a fui n u r u (que va a venir el zurro) i n n d u c e n la insistencia de la rapetici6n de la nota mi, que asciende a un fa sostenido para volver a1 m h m o mi, adquiiiendo una curiosa expresi6n medrhsa, sugeridora, algo amenazante. Lp repetic& de e t a frase se detiene en u n mi de mayor duraci6n que termina con una de esas inflexiones o acentos enfiticos caracteriszicos del canto araucano y que adem5s de la acentuaci6n retiene la voz repentinamente. Vuelve la ondblaci6n cxpresiva de “umuntunge mpi” para concluir con las frases de Ias palabras silenciadoras iniciales, en inflexi6n descendente desde el la, hasta el reposo del mi, y en estas p a s notas queda aprisionado ese derretimiento que baja de 10s ojos de La m d r e y envuelve el cuerpo del niiio dormido. De todos 10s cantos de cuna, de colecciones folkl6ricas italianas, francesas, ospaiiolas, que he conocido, ninguno he encontrado m i s sobrio y de una expresi6n de ternura rnis concentrada y rendida que este “umaq iil pichiche eh”. U n a incursi6n detenida y ptenta a travis de la vida mapruche Duede demostrarnos que la realidad de esta obra popular ha sido condicionada por costumbres, reacciones, aspiraciones que forman la atm6sfera propia de l,a mujer araucana. Las mujeres ejercitan una actividad continuada en 10s rnis diversos trabajos, tienen por Bsto, pocos instantes para dedicarles a1 niiio. De ajbi tal vez, que ellos vengan a ser como un descanso u ocasi6n propicia para u n contrastc y complemento de dulzura, a la rudeza del trabajo cotidiano. Mr. Walter Dughan, observador cariiioso de 10s indigems, jefe de la magnifica escuela prictica agricola que sin n i n g h apayo fiscal, la Misi6n Araucana mantiene en Makehue, contindome algunas de sus sorpreqas en el cantacto con 10s araucanos, me daba a conocer costumbres relacionadas con 10s sentimientos maternales. Yendo una vez de Temuco ,a Tranawillin, se cncontr6 en el camino u n hombre que Ilevaba u n huemul muerto, lo compr6 e hizo que lo transuoaaran hasta su casa. M u d ~ o smapuches v i e r m pasar a1 ham: bre con el delicado animalito sobre sus hombros; salieron de todas las rukas, 10s ojos ividos y permanecieron mirando asombrados. AI dia siguiente, en la casa se procedi6 a sacar cuidadosamente el cuero del huemul; luego comenzaron a l!egar much,as mapuches con su andar lento, acentuado por el suave tintineo de sus “ p i n puin” (figuritas cdgantes) y de 10s engarces de sus pzaterias. Se acercaron timidamente insinuando se les diera algiin pedacito del 4 4 p ~ g h ~ piuke” (pusho=huemul, piuke=coraz6n). JPara quh?-pregunt6 61-y las mnadres mapuches contestaron dulcemente “para darlo a comer a nuestros ni50s para que as! tengan ellos tambihn el coraz6n tierno”. Sorprendido el amigo ‘hizo repartir el coraz6n del huemul, y muchas madres volvieron ese dia a sus rukas con la alegria intim,a y silendosa de llevar consigo la seguridad de hacer florecer en sus hijas pequeiios la ternura, la mansedumbre, la delicadeza y
Apuntes sobre ntcestro folklore
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rodas las virtudes que las madres ansian tan profundamente como b l l e z a del coraz6n del hombre. Algunas anotaciones recogidas en otra reduccihn bastante lejana, a la anterior, en “Rulo”, a orillas del rio Imperial, en 10s dominios del cacique Sebasdin Kintremill, vino a evidenciarme la extensj6n de esta costumbre entre 10s araucanos. A fin de no restar saber de ambiente, nos asomaremos, con u n pequeiio csfuerzo de imaginacihn, 9 la escena que registran 10s apuntes directos. “El fuego arde chisporroteando en el centro de la ruka; del gran tiz6n de canelo. ]as llamas cabrillelantes como si no fueran a concluir nunca, como si un aceite o esencia combustible huyera de las fibras i n t e r i m s , se escapara como luminosidad amarillenta y terminaca en remolino de h u m 0 negro que sube jugueteando en espirales, entre 10s palm y la “ratonera” ( 1 ) del who y luego sale buscando .las estrellas. L a r u b se va impregnando del olor recinoso del cando. Sentada sobre un cuero, una mujer joven hace bailar el*huso y va hila,hdo una hebra blanca. U n gat0 y u n perro echados a un lado. Cerca del tiz6n, 10s pies d m m d o s de la joven araucana muesrran las pequeiias concavidades de sus plantas a las llamas movedizas, y en otro lado, en u n pequeiio banco de mailera, mamando ansioso, enterrada la cabecita en la ,abertura del “chamal” (2) , perdida toda visihn del mundo, saborea un niiio la felicidad en el pecho de su madre. La ‘dulzura blanqa que va genetrando en sus entraiias lo adormece. $ombras por 10s rincones, sombras p w todas partes como 10s bosques cercanos. Los p i m a l e s d o m i t a n , el niiio con Ids plrpados cerrados, chupando. . . chupando. . . S610 10s ojos de las mujeres recogen el brillo de las llamas vivas. El niiio se ha dormido con el pecho entre sus labios apretados, como u n animalito lleno de gracia. L a madre lo devora con sns ojos en llamas, la conciencia agrandada. Abre una bolsita de cuero, saca de su interior un envoltorio de trapos blancos, quita unas amarras de lana roja y desenvuelve con cuidado una patiqa reseca y u n rrozo de cuero de huemul guardados desde mucho tiempo; levanta las ropas y comienza a pasar la patita reseca por el cueGo del niiio dormido. El pel0 del animalito va rozando suavemente el pecho d’el niiio, sus ojos, su bow, su frente. . . La mano de la madre se va alivianando con el ardor de la llama interior. D e su actitud y de sus ojos se esrapa un Gainto delicadisimo de f6 ingenua, de esperanzas y de ternura humanas. iDuerme, mi pichiche, has de ser tan bueno, tan tierno, como el cmaz6n de pninalito! 44 iDuerme, duerme? . . . has de ser humilde, honrado y cariiioso, inofensivo como su corazdn! Mi pichiche?. . tierno, inofensivo y humilde porque es tierno, inofensivo y humilde el corazhn del buen animalito”. El canto suplicante de la ingenua rernura arde en la ruka triste como las llamas del gran tizdn que se consume y j u n t o a1 h u m 0 negro, una claridad de conciencia sale de la ruka buscando las estrellas”. Esta intensidad emocional que sorprende en estas costumbres mapuches, esta ddicadeza y sinceridad de aspiraciones que no se advierten aiin con rhnta miformidad en las demis gentes de nuestro pueblo, son las mismas que han logrado cristalizarse en las melodias de sus “umaq iil”.
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Aulos nanifestaciones de u n fen6meno relaionado con thcnicas artisticas, sino a1 mismo tiempo y con toda manifestaci6n dkltjrica, son factores de civilizaci6n en 10s que sin p r o g s i t o determinado, a quedando aprisionada la historia del desarrollo de u n pueblo. Los elementos exteriores que han servido de estimulo a la forma&n de stas canciones, son todos bien sinceramente sentidos y tornados del medio y e la naturaleza que 10s rodea. Casi siempre en 10s “umaq ul”, el nudii (zorro), aparece con misterimos oderes de amedrentador a golpear la irnaginaci6.n infantil. Este personaje usa0, casi universalmente en asuntos semejantes, entre 10s araucanos, ,a cau’sa de aber abundado mucho en sus montaiias y bosques, se le encuentra siempre en 1s cuentos. leyendas y canciones; s610 a veces suele ser reemplazado por el ollon ( 3 ) , o por alg6n pijaro, entre ellos por el Ri-sncu (4). Una variante a 10s “umaq ul” cantados, ofrecen 10s que s610 con recitdos con inflexiones rhuy propias y iexpresiones de la voz, imposibles d e c m sguir anotar musicalmente. Cuando el niiio es algo crecido, de tres o cuatro iios, la madre suele usar esta especie de recitado. C o m o la voz de la mujer raucana es por lo general de una gran suavidad d e timbre, el “umaq ul”, kcitado tiene una musicalidad extraiia. Mi primer hallazgo conseguido fuh u n o de estos “umaq UP’, impregnablo e la misma intimida‘d pohtica de 1- otros: La madre lo recita cuando el niiio Ilora: “kiipai niirii j e pai a fei men umuntungc mni j e paia fei mcu t a niirii umuntunge mai fente gumangc kollon ta kiip,ai a h i inche kudu payan rugal kutral kiinurneyan
(que viene el zorro) (puede venir a buscarte) (duhrmete pcss) (puede venir a buscarte) (el zorro) (duhrmete pnes) (deja de IIorar) (que viene el kollon) ( y o tambitn voy a venir a acostarme) (despuhs de enterrar el tiz6n que est5 ardiendo)
E l modo fluctuante entre la dec1,amacibn y el canto y la dulzura del t o n o e la voz, unido a 10s acentos e inflexiones con que las madres subray,an las
alabras y las insinuaciones contenidas en ellas, consiguen que estos “ulmaq 1” recitados, adquieran unA extraiia imadiacibn expresiva. _.--__
(1) Rdtonera=nombre de la paja con que se techan las rukas. (2) C h a m a k v e s t i d o de la mujer araucana. /-\
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kollon el hombre araucano disfrazado que ordena alguna cerf (4) RancuA (cantinuara)
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aspectos de edeacacion musical en alemania por SORGE URRUTIA B.
(Continuacicjn)
h i , de acuerdo con 1,a esencia especial del lenguaje sonoro, Cree con raz6n Joede, y le asisten con fortaleza eminentes opiniones, que dicho lmguaje no PS intrinsecamente susceptible de “incorporacibn” mecinica a1 acervo toul de posibilidades expresivas del organisme-hombre, como no podria serlo el lenguaje habiado, tambiCn latente en 61, y que admite desarrollo, refinamiento, conciencia mis o menos aguda de si y ordenaci6n en preceptos gramaticales 44 a-posteriori”, per0 no absoluta implantaci6n artificial, que podria, a voluntad, cfecruarse o no. Y si aceptamos quC vibra en el humano, como inapreciable d o t a c h natural, en potencia por lo menus el ritmo, la melodia y la forma, (constituyendo la arrnonia y polifonia elementos m i s abstractos, sin equivalentes exact~:<.por lo demh, en el Imnguaje de la palabra), no debemos ver en la desigualdad bien aparente de su dispensaci6n mis que matices ampliamente escalonados de autcv-conciencia y facilidad de exteriorizac%n, que se acusan ya s a C O ~ O brillante presencia o como ausencia absoluta. En una palabra: simple cuesti6n de grado entre la 4 4 m ~ d e musical ~” (individuos monocsnales, arritmicos, etc., etc.), y la potente elocuencia de u n Bach, Beethoven o u n Wagner, s i r v i a d o de grzdo inttrmedio esa sencilla y standard capacidad musical, patrimonio de la gran masa, que equivale perfectamente a la del domin.io del lenguaje familiar cuotidiano. - E’ste “minimum musical”, es ya un gran p u n t s de partida, y de(beria . * * ser aojero aIe gran cuiaaao y aepuraclon para desarroil,ar10 y hacerlo vivir en todos. en forin a orgLnica y normal. de modo que rinda el miximum de s k i PCbsibilidades: exactamente como se procede con el otro lenguaje, a1 que se somete, especialmente en la Cpoca de formaci6n del niiio, a una disciplina de organizacibn, sin que se pretenda formar puristas o literatos. Y si la miisica rodea s i m p r e a1 hombre y le acompaiia durante to do^
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mente desarro una florma sencilla y normal para que puada comprender y dec.ir un minimum en su lenguaje, m5xime si es esperanto efectivo que le une en espiritu a rokla tierra y comarca? e,, ^”^ -- I- -_-_-:-->- -:-- 1D L - ~ W csu ae I l d ntxrjiiaau, sin emDargo, rener un nuevo concept0 de fa educalci6n musical, y como nos extenderemos al fin del capitulo con detalle 50bre 10s caminos y m h d o s precisos preconizados pot Joede, y o t r m m5esnos para alcanaar este fin, s610 nos concretaremos ya, para no interrumpir la exposici6n integral de 10s fundamentos ideoI6gicos que dan base a esos mi-
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todos, a desarrollar el significado del hermoso p6rtico que encontramos en su algo obra “Nuestra vida musical“. Nos referimos a su frgse: “La d s i c a originario, y no desea como tal ser dewada y conocida, sin vivir y ser vivida”. Desde luego vemos que en el fondo, hay un amplio sentido social. E l d s t r o no se dirige ya a u n reducido circulo de especialistas o mlisicos profesionales respetables y necesanos por lo demis, per0 no 10s iinicos detentadores de la mhsica, sino a1 pueblo y a la juventud en general, y sobre tOdo a los educadres que disponen de algo tan alto, como es la vida cuotidiana d e % niiiez v de la adolescencia, cuyo desarrollo son respiraci6n y alientos formidables. que buscan expresi6n en todos 10s lenguajes posibles. Conoce muy bien, naturalmente, el gran pedagogo las dificultpdes de realizaci6n del ideal, per0 no abandona terreno ante las posWidades de su materializaci6.n dentro de u n miximum razonable. E l ve en primer lugar clificultades de caricter hist6rico-sociales y tiene argumentos anilogos a 10s que recurre el “Memorial cultivo de la miisica en la escuela y en el pueblo7’, lo que prueba ese mutuo contact0 de aueoridad y grupos o personalidades aidadas de que hablamos a1 comienzo del capitulo. Asi, entra a considecar las modalidades especiales de nuestra hpma moderna, completamente desfavorable para la vivificaci6n colectiva de la miisica, que espontaneamente existi6 en cierto modo en algunas hpocas pasadas. Desde entonces, condiciones hist6ricas y ecm6micas generales han influido en la vida artistica de maner,a decisiva, llegando con e4 desarrollo industrial del siglo XIX, la especializaci6n y atomizaci6n de Tas actividades y el maquinismo del siglo en que vivimos, a condiciones tale& de relaci6n entre miisica y medio social que ha resultado una excesiva pasividad de hste ante aquella. Joede usa como argument0 par3 demostrarlo en la obra antes citada, una ingeniosa excursi6n por hpocas pasadas, cuya descripci6n no resistimos de traducir: “Si se retrocede tres siglos en la historla, hacia la dpoca del siglo XVII y se representa la prLctica musical dominante entonces, tal vez por medio de grabados de viejos maesrros, se verin pequeiios grupos de miisicos reunidos, que en circulo alrededor de una mesa, de pie o sentados, formando un abigarrado conjunto.que rodela a un instrumento. U n siglo y medio m5s tarde ya ha cambiado el cuadro. T a l vez el ‘‘Concierto de flauta en la corte de Federico el G r a d e ” de Menzel podria servir de ilustraci6n. quizis a6n la obna algo inferior, de u n pintor franchs universalmente mnocida que se encuentm en to& tienda de arte, bajo el titulo de “La Sonata de Kreutzer”. tY nluestro tiempo en su gestodaminante? Quien lo busque de acuerdo con cuadros cara&isticos, deberia luego referirse a1 corte de una sala de conciertos durante una rjecuci6n musical, o deberia representarse a una hija de familia tocando, o a u n mecanismo reproduciendo mfisica para alcanzar las justas imigenes que mostrarin verdaderamente la dpoca en sus razgos generales. Pues u n pequefio circulo de familia, tal vez ejecutando Cuarteto, como acontece por a q u j o poi all5 en pequeiias y grandes ciudades no expasarian el momento, sino, corn0 es ficil de reconocerlo en distintas f o r m s , vive viejas tradiciones o contradice las nuevas; es deck para expresarlo claramente, se ha situado contra la hpoca. ‘2Qud es, pues, lo que diferencia estos cuadros exteriormente y en su sig-
Aspeelos de educacidn musical
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n i f i q d o ? Mientras en el primer cuadro todavia todos 10s presentes toman parte cn el ejercicio de la mlisica y se buscaria inlitilmente auditores, ya se han separado las personas del segundb cuadro y forman dos gcupos. Unos qjecutan y 10s otros escuchan, y 10s ejecutantes no despliegan tanto su prte pard * si mismos, como para 10s que escuchan, quienes n o coopaan ya directamepte. Ha resultado una divisi6n en elementos activos y pasivos y ha nacido un factor ,antes n o conocido; el auditor. Y mientras en la vieja estampa la mayoria de las veces se toca y se canta, esrando en todo cas0 el canto en primer p h n o , la obra de Menzel como Ia mayoria &I las representaciones de la ejecucibn de la mlisica, muestran simplemente u n concierto instrumental”. Olvid6 Jwde, sin embargo, de agregar, que ese “Betrachter”, u oyente pasivo tiene un h i c o gesto de actividad, ejercido n o siempre con nobleza, y es su gesto critic0 y mordaz. Se va a menudo a “saber” si un artism es ,bueno o malo o si ha tenido el d e s k de plguna nota falsa. Asi se ha ido cayendo, ademls, en el sentido del “r6cordf’, tan querido sobre t o d o a pueblos cnya lengua nos ha regalado el vocablo, proporcionlndonos 9 menudo el mismo especticulo desconsolador, por lo excesivamente exclusivo, de ciertas manifestaciones depor. tivas (que exteriormente tienen algo de la fisonornia y el sentido de u n concierto) en que tres mil seres m4s o menos dibiles y a menudo mal conformados presencian maravillados el especticulo de fuerza y belleza que u n o o u n grupo reducido de atletas Ies presenta. :No seria mls sano que ems numerosm seres vivieran ellos mismos u n miximum racional de amplia existencia fisica antes que uno s610 hiciera exhibici6n de ello? Es natural que si hste lo &e por aiiadidura n o est5 mal, per0 n o es siempre el caso. 2 0 se considera el derecho 31 movimiento, a1 ray0 de sol que pigmenta nuestros pechos como u n “adbr no” que hace mucbagracia a este 10 aquella, p r o que n o le “asienta” a todos? Nos hemos limitado enormemente con esas especializaciones que impiden vivir posibilidades fisicas y espirituales que nos b n sido regaladas. E x b t e u n derecho a sentir la euforia fisica como existe u n derecho ,a “cantar”. Pero esto Gltimo no lo comprendmos ni lo practicamos, porque existe el concierto, el xadio, el fon6grafo, el cine sonoro, el autopiano y mil razones mis que substituyen la molestia de que n o s o t m vivamfos la mGska, haciindola. Es d e aponer, que cuando 10s medios de locomoci6n se perfeccionen 9 t h m i s se busc a d otra ocupaci6n para las piernas y se cerrarin, de postre, todos 10s Stadiums. Contribuci6n directa en este proceso de debilitamiento de la m6sica como haber social, como expresibn viviente del gran niimero, que toma de prefenncia raices en el cor0 y en general en la mGsica vbcal, ya que la v o z es el mddio de exteriorizaci6n musical m i s legitim0 y accesible a1 humano, es considerada por Joede, desde luego, la transformacih del estilo polif6nico en e s t i h hom6fono acompaiiado, que trajo consigo d desarrollo paulatino de la rnbsic,a instrumenral y del virtuosismo individualista, la p4rdida del equilibrio de fas voces polif6nicas, todas importantes que cantaha el com en las cantorias p remplos, para ceder terreno a la individualidad siempre creciente de la que “llevaba la melodia” y a la que los demis iacompafiaban en forma secandaria, n o pudiiendo ya competir con ella y decayendo, laego que d ~ la o bastar&
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zaci6n & la Gpera, en la tirania del divo o diva, de 1.a fulgurante estrella que lleg6 a eclipsar. . . toda miisica. Luego el debilitamiento paulacino de la iglesia, que tenia papel preponderante en la educaci6n y donde el niiio ademis de alumno era miembro del cor0 de la iglesia o catedral correspondiente, uniendo su voz a la del, pueblo y s u p d i t a n d o su calidad de ejecutante, en la que pOr lo demh desaparecra como una simple cilula integrante, ,a su calidad de creyente en la celebraci6n de un culto. Despuhs de Beethoven lleg6 a convertirse la ejecuci6n musical misma em an culto. Enseguida la desaparici6n de la canci6n popular, que pasado su period0 dc floraci6n no tuvo sino dhbiles retoiios en el siglo pasado. Esta cancihn, f u i y seri siempre un medio inapreciable de intercambio, unidad y permanencia del elemento miisica en medio del pueblo. Es elemento primario que une indisolublemente ese arte con la colectividad y est5 siempre fresca y presente WI las fiestas y dolores colectivos, como un m d a d e r o lenguaje comiin. El estilo m i s marcadamente individualist,a de 1% romanticos del siglo XIX y su m k k a de Clite y de sal&, el fascuoso desenvolvimiento de la orquesta que fuh excluyendo cada vez m i s a la miisica de camara, y pOr 6ltimo el maravilloso impulso de 10s medios mecinicos de reproducci6n del arte sonor0 pueden seiialarse como causas importantes y mas inmediatas en la trans'formaci6n seiialada por Joede. N i n g u m de e t a s cosas es naturalmente en si condenable. Fuera de que no se puede ni debt poner diques a la natural evoluci6n de un arte, Q de la cultura en general. muchos de esos nuevos elmentos. tales como el desaarolllo de 10s medios de reproducci6n y mansmisi6n mecanica de la miisica &an una ayuda preciosa en el nuevo ideal perseguido, si no fuera que la ley del menor esfuerzo. no menos latente y gaderosa en el humano, ha encontrado p r d s a mente en muchos de estos elementos un medio de rehuirlo. (continuar5).
una biografia curiosa de doAa isidora zegers de huneeus por el poeta jos6 antonio saffia (con'p-ibPci6.n a la Historia Musical Chilkna) EJla hizo conocer por primera vez en nuestra capital las bellezas del canto, estimulaba y reunia a las seiioritas que mLs disposiciones tenian para tan dulca, arte. y a sus esfuerzos se debe la f u n d A 6 n de la verdadera filarmhica, agradabilisima reuni6n en la que se ejecutaba por' seiioritas y bballeros la mtisica que la seiiorita Zegers habia puesto en ibbga. '
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Una biografia curio
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A f i n e r AS l,"J6, R< un bravo militar, cuyo nombre constituye una de las rnis gloriosas piginas de nuestra historia, el seiior don Guillermo de Vic Tupper, pus0 a 10s piis de la seiiorita Zegers sus gloriosos laureles, conquistados en el campo del honor, y obtuvo la mano de la adorable joven, que pronto f u i a su lado la m i s amante esposa y la mbs t i t!rqa madre. La seiiora Zegers, compart iendo entonces su tiemi)o entre 10s deberes de si1 nclevo estado y su digna mi!Gin de hacer un cielo de la vida de sus rela1::--.-1-1, LlaAAsa.-: -.-ciones, ulu 1 l l Q Y U L l l l l v u l ~ u4 I d sociedad Que habia estaLIrrluu Y l v l l l l u *us lones el gusto por el arte en sus diversos ramos. sa Desde aquella ipoca, el hogar de la seiiora Zegers fuh un templo de SKY-L!*.>-> __ > - I.- > - - > -I -1 .--<-.-__v el -1 _! Ciamiiaaa v a e Duen eusro. en aonae el arcisrd. el uoera. e--l -musicDinror z Iencontraban en la noble seiiora Zegers un modelo de dulzura y cortesania. Empero, esta segunda faz de la vida de la seiiora Zegers no fui larga. E n Abril de 1830, el clarin de la guerra lramaba a su feliz esposs a1 c,ampo de la lid, y el valiente hijo de Jernesey, q u e vestia orgulloso el uniforme de cormel de la Repfiblica, vo16 a poner su espada a1 servicio de las mis nobles de las causas: la causa de 10s principios liberales. El bravo militar abandon6 los brazos de su esposa y march6 a la pelea con el valor y con el entusiasmo de 10s hhroes; mas el resultado de la sangrienta batalla a que habia volado el denodado Tupper, fui ,adversa para el tjCrcit0 que miraba en hl su mi6 resuelto adalid, y 10s campos de Lircay vieron sucumbir, heriklo, por un cobarde asesina, a ese hhroe a q u i h Roma y Grecia hubieran levantado estatuas, segiin el dicho del muy ilustre Freire. Y el luto de la viudez cubri6 10s hombros de la seiiora Zegers que 110raba la muerte de su adorado esposo, cuyo funesto sino arranc6 espontineos y dolientes cantos a las liras de 10s poetas y ligrimas de sincero pesar 3 todos ?os chilenos celosos de sus libertades, que perdieron en T n p p e r a su m i s decidido defensor. T o d o s sus amigos de Europa y Amirica se apresuraron a manifestarle sus sentimientos por su desgracia. y su mismo maestro Massimino la invit6, por medio de una lisonjera y bien notable carta, no s610 en su nombre sino tambiin en el del inmortal Rossini, a que volviera a1 Viejo M u n d o a bnsrar cl consuelo de su pesar y ,a conquistar de nuevo dignos laureles en su arte f avorito. Nuevos lazos nupciales unieron despuis a la seiiora Zegers a1 cumplido caballero seiior don Jorge Huneeus, bien digno compaiiero de aquella simpdtica beldad. E l hogar de la seiiora Zegers volvi6 a ser el centro dp r a n & de las notabilidades de nuestra capital. Los genios m i s brillantes de nuestra poesia, el seiior don And& Bello y la inspirada poetisa doiia Mercedes Marin del Solar, le ofrecian en inrnortales esrrofas tributo de admiraci6n y cariiio; todos 10s literatos nacionalm v extranjeros. desde Jotabeche, Ancizar y Garcia del Rio, hasta don J u a n Godoy y don Manuel Antonio Tocornal, le manifestaban en sus cartas v escritos. sus intimas simpatias; 10s pinrores Rugendas, Monvoisin, Manzoni, -Rorget y Giorgi y cien otros le entregaban sus obras, seguros de encontrar en ella una competente admiradora: y las celebridades musicales, desde Wallace. I_.L
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Aulos IICLL., U I V u l l r ~ V A I ~ M , i i a u x r IldJLd ,,den y Gottschalk, se enorgullecian de cjecutar ante ella sus trozos favoritos. La seiiora Zegers hablaba su p r q i o idioma con una perfecci6n que enajcnaba, p el franc&, el inglhs y el italiano le eran tan familiares que, fil6logos como Vendel-Heyl, declaraban que era dificil, oir hablar esas leriguas con m i s degancia, a6n a las mismas personas que las poseian como idic)ma natal. Por esto con raz6n, 10s instruidos marinos de la fragara austriaca Novara, que visit6 recientemente nuestra patria, escribian en su libro dc! viaje‘s: “Las noches m i s agradables que pasamos en Santiago fueron las q u e gozamos en casa de un paisano austriaco. el seiior Hem1 y en la de una farnilia ail‘emanaespaiiola. “En 10s salones chilenos s6lo se oia hablar de politic;i. En aquellas dos casas versaba la conversaci6n sobre lirerjltura y arte, y la IYarte m i s brillante era formada por 1;3 miisica y 10s cantos alemar ies. L a !seiiora ZegeB, madrileiia d e origen. casalda en segundas nupcias con uin alemi n de Brimen, : L-LCes un verdadero f e d m e n o I I I U..J:#I.1C ~ I . P..-..AbuaIIuu ”I V V ~ I I lIdIJld freculencado j u n t o con b e . Malib ran en el Conservatorio de Paris, y aunque es mche de 16 hi@, sigue sin em1bargo encantando todavia p r lo melodioso de su V( y lo espiritual de su e jecuci6n.” - - > < __ c--..:--.I P * =*.e. En 185:11 so L iunao en oanriago el Lonwrvarono a3e music a y cnpo a la seiiora Zegers el honor de ser la pfimera directora, como lo fuh tambiCn d e la Filarm6nica. M u y just0 y merecido fnh el nombramiento de la seiiora directora del Conservatorio N,acional y asi lo manifiestan 10s t6i se le extendi6 su diploma p r el Excmo. seiior don Manuel BL.--,yIuLz.L .. . - - expres6 que se la elegia para ese cargo -para cumpllr 10s d e s e s de darle un testimonio del alto aprecio 4gue el Gobierno hacia de svus talentos, capacidad y amor a las bellas artes.” Por aquella ipoca, e1 di? ZapioIa, di6 a luz un interesa el gusto por la m4sica y que t u v u uma auiiiuauic abus1Ua. b t I L L c 1- d E L l C U l U S publicados por esta dama merece un especial elogio un magnifico estudio titulado: “Historia del origen de la 6 p w en Francia”. Nadie meior que la &ora Zegers, poseedora de la m5s completd Hiblioteca de obras artisticas que ha habido en la Amirica del Sur, y 1’wa de una s6lida instrucci6n, podia, a la verdad, escribir con m i s aciHto sob@ toda clase de asuntos musicales. Y sin embargo, el arte para ella no era sino el encanto de sus horas ‘de cxpansi6n, sin que nunca dejara de8 ser su principal cuidado Ip edudaci6n de sv viauosa familia. N o comprendia c6mo hubiese madres que tuviesen bastante resolnci6n para entregar el f r u m de sus entraiias a una rnda palaciega. El coraz6n de la seiiora Zegers era un tesoro de elevados sentimientos y no habia en hl ningnna fibra que no encerrase algnna gran virtud poque ella era un cumplido ejemplo de 19 mujer cristiana. Religiosa, era una de aquellas a l m u QUC aareccn cncekar a l g i n destelto de1 amor-de 10s ing(eles
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Una biografia curiosa
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Cuando hace -os mews la vimos ya sentirse con 10s p r i m e r a sintomas de la doloros,a enfermedad que la llev6 a1 sepulcro, nos sorprendia su serenidad y su entereza. Su enfermedad era tan complicada como extraiia; el higado estaba c a m ‘ prometido seriamente, uno de 10s pulmones mmpletamente concluidd. iY sin embargo su voz era allxn tan poderosa que en nada dejaba conocer lo alarmaMte de su situacibn! En 10s Gltimos m e s s de su vida vi6 el anuncio de u n concierto de nuestro compatriota don Federico Guzmin, rxihn llegado de Europa, en donde habia alcanzado merecidos laureles. Su enfermedad la tenia casi p t r a d a per0 no pudo resistir a sus deseos de ir a escuchar las armonias del pianiska chileno y se hizo conduc$ a1 teatro. L a presencia de la seiiora Zegers en esa funci6n y sus aplausos de esa noche, ban sido, sin duda alguna, un gran triunfo para Guzmin. Ocho dias antes de su fallecimiento f u i a visitarla don Federico G u z m i n y habihndole pedido que ejecutasrr algo, nuestro joven amigo hizo vibrar involuntariamente algunas notas de Chopin “Ah! n6, exclam6 la enferma, la miisica alegiaca me afecta demasiado! . . y sus ojos se a n i m r o n repentinamcnte a1 escuchar 10s brillantes allegros que arrancaron entonces a las teclas la$ m,anos del pianista. Per0 10s GItimos instantes de aquella existencia tan amable corrian con demasiada ligereza. Rodeada de sus m i s caros deudos, miraba el adorado semblante de sn madre, y, sostenida por 10s brazos de su esposo, recibia risueiia las caricias y atenciones de sus hijos. Conocia lo grave de aquelllas circunstancias y en fervientes preces encomendaba su espiritu al Dios de paz y de misericordia. Lleg6 la noche del 13 de Junio! . . . Despuhs de sus postreros encargos a sus hijos y de sus tiernas palabras de religiosa conformidad. unla quietud tremenda vino a hacer m i s solemae aquel instante. De repente interrumpi6 el silencio la voz de u n organillo que preludiaba “Los l o m b r d o s ” de Verdi, y enronces exclam6 l i Q U i d u k e es esa miisica que ofrh por postrera vez!” Algunos momentos despuis el delirio se apoder6 de ella y recordando a mro maestro, con cuyas armonias se ha invocado mil veces el nombre de Dios, se le oy6 decir “Pronto verh a Rossini; Jesucristo debe haberlo colocado a su derecha”. A la una de la maiiana fij6 SKIS ojos en el cielo, y, pronunciando dulccmmte el nombre del Seiior con aquellos labios de 10s que no salieron sino inspiradas melodias e inefables palabras de consuelo, el alma de aquella mnjer admirable vo16 ,a buscar su centro en la mansi6n de 10s justos. i T r a s de su virtuosa vida de mujer, ha principiadb ella la existencia del Lngel!” Santiago, Julio 18 de 1869.
Josh Antonio Soffia - J u a n Jacobo Thompson.
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asnold scIroenberg m6sico atonal por PABLO GARRIDO.
El m‘is diucutidgo de 10s mlisicas contemporheos Arnold Schoenberg. nacib en Viena, el trece de septiembre de 1874. De temprana edad inicia sus estudios de violin y violoncello. Colegial aiin se enrusiasma en la composici6n y escribe “Cuartetos” y piezas instrumentales menores las que son interpretadas por sus compaiieros. Los estudios de armonia 10s hace ~610, y camina asi durante muciho tiempo, hasta encontrarse con Zemlinskp, campositor severo, quien se e m u siasma con el talent0 de Arnold y le gu’a a traves del contrapunto. Contrae matrimonio con una hija de Zemlinsky y se tradada a Berlin, donde su vida es atormentada y escasamente logra mantenerse instrumentando operetas y mtisicas banales que le encargan emprevrios y casas editoras. Poco despu6s consigue un puesto de director de orquesta en el teatro U e h r b r e t t l [ 190 1 ) , para volverse a Viena a los dos aiios, donde se radica y da lecciones de teoria. Sus primeras obras son tres “suites” de lieder, que llevan fecha 1898, an tanto influenciadas por Wagner, influencia que n o dcsaparece aiin en la opus cuatro “Vercklaerte Nacht” (Noche Radiznte), 1899, para Sextetol de cuerdas. Badindose en el poema “DOSHombres” de Richarg Dehmel, logra crear una m6sica psicol6gica que entraiia y desborda el sentido intimo de! bellisimo poema de Dehmel. Viene Inego una pieza sinfbnica “Fell6as et Melbande” (1 9 0 3 ) , interpretaci6n de la obra d e Mwterlinkk. Entre este poema sinf6nico y la 6pera del mismo nombre de Debussy, no hay ningtin puhto de contacto. Estrictamenre instrumental, de tknica armbnica muy diversa. Schcwnberg demuestra por primera y iinica vez la maestria en el ginero del poema sinf6nico concebido a t r a v b de Richard Strauss. L a intensa influencia wagneriana, la del “Tristin”, no desaparece aiin de las psginas de Schoenberg, pero va menguando paulatinamente en las “Ocho Gnciones” (opus 6 ) , en el “Cuarteto de Cuerdas” ( 1 9 1 5 ) , la “Siafonia de Cimara” (opus 9, 1 9 0 6 ) y en el segundo “Cuarteto”, opus 10 que marcan el fin de lo que p o d r i a m a llamar su segundo periodo, post‘wagneriano. En estas dos iiltimas abras su tCcnica est5 ya a1 borde de la metpmorfdsis que h a b d de operarse y que dar5 paso a la teoria anarquizante de su “Atonplidad”, habiendo merodeado insistentemente en el sinfonismo de Gusfav Mahler a quien conmi6 en 10s dias d u n s de su atormentada juventud. L a “atonalidad” n o es la destruccibn de la tonalidad, es su 4mpliaci6n 31 infinito. Cuando Schoenberg crea su escala de 10s doce semironm como ejk tonal, ha abierto las esclusas a todos 10s acordes, permitiindoles cierta convivencia hasta entonces considerada imposible y perniciosa.
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El ‘ b T r i ~ t i n ”de Wagner ya h a b b logrado dejar vagando el senddo tonal, vagando en romintico mundo sonoro. Schoenberg no plantea un problema, lo soluciona. Afirma: “No hay ninguna raz6n fisica ni esthtica que pueda forzar ,a un m6sico a servirse de la tonalidad para exprimir sus ideas. Excluyo 10s akordels perfecoos por una razdn de economia que me impone mi forma. Los acordcs consonantes hacen un efecto m i s vacio y m i s seco a1 lado de 10s acordes poli tonales” El notable profesor vienhs Andreas Liess decia en una conferencia a que asistimos en la Sorbonne (mayo de 1932) : “ S c h n b e r g discierne solo &j dualmente la consonancid y la disonancia, siendo esta 6ltima nada m i s que una consonancia m i s alejab. Justifica la m6sica atonal diciendo que cod3 tonalidad no es mas que un medio para alcanzar el fin”. I 8Altera ‘el sentido mel6dico mismo, recurriendo a 10s grandes intervabs. m a n d o u n nuevo y abstr;lcto sentido de la mellodia. Se apoya a veces en la linea mel6dica para estructurar su esquema armdnica Busca en la m6sica pura le expresi6n mixima, desechando t o d o convencionalismo, todo sentido representativo y toda color;lci6n sentimental. Es abstracto, exhibe la esencia pura de la mfisica. Bach mncebia asi su arte, aunque, es cierto, con espintu animoso emanado de la estructug contrapuntistica suya, del sentido ritimico m u l t o que refsulta de superposiciones mel6dicas en activa marcha. En Schoenberg el :.entido lineal existe, per0 desprovisto de ese dinamisme que seiialamos en Bach. El ritmo no es su premupaci6n magna, y lo concibe en otro cadcter: el desenvolvimiento celular de sus consecuencias melddicas, tambic‘n guiado p r el contrapuntismo. La obra te6rica de Schoenberg es la m i s extraordinaria contribucidn a la evolucidn de la m6sica. Editado su libro de armonia en 1 9 1 0 se dirije, a1 aiio siguiente.3 Redin Y luego a Praga y Petrogrado, donde dicta diversas interesantisimas conferencias. Mis tarde visit6 Amsterdam y numermas ciudades europeas, didgiendo sus obras, dando a conocer sus teorias, para regresar a Viena y consnuar $us enseiianzas. Prepara actualmente una nueva obra didictica de importancia “De la 16ggica en la estructura de la mfisica”, de la cual ya se han publicado extractos en divefsas revistas musicales y de arte. Surge, pues, la mfisica orquestral opus 16; las “Piezas” para piano (opus 1 9 ) y “Herzgewachse” para soprano, arpa, armonium y celesta, sobre un Foema de Maeterlinck (opus 2 0 ) , anunciando el advenimiento de la esthtica suya, absolutamente original, que se rebela contra el espr’ritu germano tra‘ dicionalista. El estreno de “Pierrot Lunaire” (opus 2 1 ) constituy6 el mayor e x i n dalo que registra la historia del arte germano. Los veintiuno poemas de Albeit Giraud, traducidos ai alembn por 0. E. Harleben, 10s craw en forma de meilodrama, donde nna VOZ, a la manera de “Speaker” lirico, es apoyada por unp
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decoraci6n orquestal minima reducida a flauta, clarinete, violin y violoncello. Los intrumentistas deberin desempeiiarse ademds en flautin, clarinete bajo (clar6n) y viola. E l elemento bssico es la linea coloreada, eludiendo siempre sobrecargar 10s mamces. Hay en esta obra algunos nfimeros donde solo participan el “speaker” y la flauta (La luna enferma, por ejemplo), logrando, sin embargo, u n m i x i mum de expresi6n. Esta composici6n de Schoenberg p e d e sefialarse justamente entre las m5s notables producciones de la miisica contemporhea. Desgrakiahmente su ineerpretaci6n es tan difiril que rara vez se la ejecuta, y sabemos de una serie de cuatro audiciones ofrecidas en Viena el aiio 1921 b a p la vigilancia del autor, don& 6ste exigi6 setenra ensayos antes de ser dada a1 piiblico. Citemos las “Tres Piezas” para orquesta, la miisica para el menodrama de Marie Pappenheim “Erwarrung” y para un drama “Die Glfickliche Hand” (opus 18-1913) sobre texto p d t i c o tambiCn original de Arnold Schoenberg. En esta obra espscula con combinaciones de colores que han de proyectarse d e acuerdo con una guia psicol6gica trazada dentro de la partitura y texto litera-
rio. El mismo aiio (19 1 3 ) Franz Schrecker presenta 10s “Gurrelieder”, d r a del m4s significativo valor musical y que como el “Pierrot Lunaire” es e j r cutado poco frecuentemente, debido a sus enormes dificultades de interpretaci6n. Escrita sobre poesias de J. P. Jacobsen, su realizacidn est5 confiada tres voces solas, coros y orquesta. Su primera parte est5 aiin bajo l,a influencia de Wagner ya que pertanece 3 1900. E n la segunda parte, escrita alrededor del aiio 1909, logra personalizarse, pudiendo encontrai en ella las mejores piginas de Schoenberg y proba-’ blemente de toda la literatura musical contempodnea. A estas alturas de su carrera, interrumpe su musicalismo para dedicarse de lleno a la pintura. arte que le h a atraido siempre. Presenta dbs o tres expmiciones de sus telas, que a t i n concebidas depl tro de la essuela expresionista germana, logrando buencvs triunfos, magnificas rriticas y una experiencia que tonificad su personalidad visiblemente. U n a s intensas quince poescas del libro “Jardines Suspendidos” de Stefan Georg”, le dan material para otro grupo de composiciones musicales. Los “Cuatro Lieder”, (oDus 22- 1 9 2 7 ) parla orquesta, encarnan nuevas teorias sobre las anotaciones de las partituras orquestales, abogando por una mayor simplicidad. Propicias entre otras cosas, la idela de escribir sdlo una vez 10s pasajes que estCn a1 unison0 u octavados en diversos instrumentos. Sitfia las armonias de tal manera que a la simple vista se distingue clarmnente el ,acorde, tal como en la literatura. pianistica. Interesantes anotaciones todas istas, que debieran implantarse definitivamente; sabemos que posteriormente un miisico ruso contempotineo, Serge
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Prokofiew ha seiialado nuevas simplificaciones en las partituras de orquesta. Entre ellas figura la de escribir todos 10s instrumentos en u n mismo tono: sbgerencia muy l6gica, pues la dtiversidad de instrumentos en todm tonos d b tintos hace de las parnturas un jeroglifico arbitrariamente recargado. Viene despuis las “Cinco Piezas” para piano, (opus 23); la “Serenata” para siete instiumentos de cuerda, incluyendo guitarra ; un “Quinteto” para flauta, oboe, clarinete, fagot y viala; 10s “Seis Estudiosy’ y “Seis Plegarias” para piano; el notable “Concerto” para violin y orquesta; la “Suite” (opus 27-1930) para instrumentos de vienro, cuerda y piano, escrita totalmente en su sistema de 10s doce semitonos como eje tonal, llena de pasajes brumos y dificultades; las novedosas “Seis Diezas” ( 1 9 3 0 ) para cor0 de voces masculinas; la “Lichtspielmusik” presentada en el festival de 1 9 3 2 de la Sociedad lnternacional de la Miisica Contemprdnsa, realizado en Viena. Citemos ademds el bellisimo oratorio “Die Jacobskiter” ( 1 9 1 5 ) de a u s t e r i b d y temura incomparables. Anuncia ahora otro oratot‘io‘‘ Moishs y Aaron”, para el cual ha escrito su propio texto; tenemos entendido que por esta fecha ya debe habeBe r e a l i p d o su estreno en Berlin. T a l es, en sintesis, la producci6.n y el aporte thcnico de Arnold Schoeniberg. Su f u m e personalidad logr6 sobreponerse a las sucesivas influencias rom5nticas, wagneriana, de Mahler y Bfiahms. Hoy dia le vemos situado en lugat prominente entre 10s miisicos m i s pmonales de todas las Cpocas, proyectando su luminosidad sobre innumerables m6sicos j6venes que comprenden el vasto universo sonoro del discutido maestro vienis. Las polimicas sobre su teoria “atonal“ no cesan aiin. H a y quienes le niegan rotundamente. Creemos, sin embargo, qhe estamos aiin muy pr6ximos a Schoenberg para poder calcular la total magnitnd de su conrribucihn at progreso del arte musical.
la vida musical del presente Chile finaliza la temporada en la capital LA OPERA.-‘”aensel y GreteI” por elementos del Conservatorio.
Una ensefianza y un ejemplo vivo han s:do las presentaciones que Armando Carvajal concert6 d e la bella 6pera de Humperdinck en el Teatro Municipal a partir del 9 de diciembre. En Bpoca veraniega, fuera da estacibn, con elementos en que no figuraba n i n g h nombre fogueado en 10s e?cenarios con el sambenito de ser 1% actores simples estudiantes, se lleno varias veces la sala de nuestro primer teatro con un pfiblico nuevo que acudi6 a “oir Haensel y Gretel” sin centrar ,el ink& en 10s interpretes. En Chiln, en donde la “bpera oficial” ha dejado multo el arte dramhtico’y en donde, como consecuencia de esta ignorancia, el problema de montar una representaci6n con M t o es cuesti6n de miles d? pesos en pagar celebridades y aCraer de este modo a 10s tradicionales aficionados a1 b d canto; en Chile en donde se desconoce el m6rito de un buen conjunto y la suprema importancia qar? tiene la direcci6n artistica uniforme y segura y en donde apartar?e un &Dice de remedar l a y temporadas liricas oficiales es comer al fracaso, la hazrtfia de Carvajnl es una pica en Flandes que nos deja entrever mejores dfas para nuestras actividades teatrales . Cuando hace algunos afim tuvimos Is suerte c€? escuchar una serie de presentnciones de la. Omra Rusa que dirigian Fitelberg y Benoit. experimentamas m a
misma sensaci6n de alivio, de descanso ente el cartelon espectacular con el tremendo nombre del “divo” que hace de carnaza para atraer inczutos a oir pCsimos conjuntos. Era el agrado fisico con que uno se mueve despues de andar aprlqionado ea algo incbmoda; la obra tomaba el papel capital, 10s decorados, las luces. la representaci6n y, por filtimo las voces y su calidad. Todo contaba 8 todo era apreciado e n su just0 valor. LPor que en mScr teria dramhtico-musical seguiremos un tren que no pedimos a ninguna ctra de nuestras manifestaciones artisticas? 6Es acaso necesario qu? nuestras orquestas tengan instrumentista de fama mundizl para preparar buenas audiciones? Tiempo es que reaccionemos y mf?diten 1% organizadores liricas. a la sombra de sus descalabros financieros, en la necesidad de variar de politica y hacor en Chile, con elementos chilencs y hajo una direcci6n consciente el trabajo lento que ha llevado a Carvajal y a sus colaboradores a un triunfo. Este trabajo lento no nocesita “primas donnm” ni tiene para qu6 abordar de golpe Aida. Todos 10s componentes ,de la futura Compafiia Chilena deben s?r iguales. Mar tanto en el cor0 como en la primera parte y pueden actuar con la s61a mrtspisa de .elegir 18s 0bra.s aue mejor se amolden a sus recursos artisticw, ya .wan italianas, francesas, m a s o lo que fueren. En una palabra que de una vez haya teatro dramhtico en el pais y no h i m -
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Lu uida nrusieal-Chile mente satisfami& de exigencias tradicionales en las que bien poco cuenta la mapica. LPor que hem- de seguir haciendo la comedia de estar en Nueva YorB 0 en Paris cuando lo que oimos es el especthulo antiest6tico y vanidmo del divo que q n t a ante el teatro de nativos? Creemos m8s honrado ser lo que somos, no tener una. gran dpera per0 si una bmna y bien estudkda y eso Carvajal nos ha demostrado que se puede y que s610 es cuestidn de Qoponer orgullo; tontos y de actuar como gente cElta. Lo que se ha logrado con alumnos hteligentes debe ser posible con nuestros cantantes, individualistas ac6rrim&, a menos que ya el enviciamiento de 10s caldemes y el servilismo respecto del pdblico 10s haya dwcentrado definitivamente. En â&#x201A;Ź 6 k caso, darlos por muertos y edificar aon lo nwvo. Un s610 detalle lamentamos en Haensel y Gretel: que la dpera alemana se cantam e n italiano, Lpor qu6? Eb todo el mundo si las obras no son dadas en su idioma original, se c&ntan en el del pais. iQuC dirfamos de una recitadora francesa que dijese versos ing!r?cses en ale-?, ridiculo. 0 el pdblico precencia un espectibculo que no entiende en beneficia de su prosodin original. o si &ta se altefa con cualquier traduccidn, debe dame en el idioma que e1 pdblico habla. sobre todo si las actorer, son del pais. Esta innovmi6n vendrib y serti la muestra de que hemos pasado a contar en el arte, pues nuestrr, envilecimiento en materia de canto es tal, que se sonrojan nuestros cantantes ante la idea de un Lohengrin o de una Manon en espafiol y no lo hacen ante es? ihliano y ese franc& de cocineria que se canta en las tablas. iEs que la maravillma lengua aue hablamos es indigna del arte musical? S2bemO3 que Haensel no f u b traducido por
falta de tieinpo per0 que el Cowrvatorio presentara 6wa; en espafiol; atacaxemos ahi una de 1% rutinas mirs vergonzosas que nos han legado 10s empresarios del l\Iunicipal. Nada nos cabe agregar a las felicitaciones calurwas que la crftica tributo u n b i mente a la realizacion de Haensel y Gretel. Excelente direccion de Carvajal, inmejorable unidad en t0dos 10s detalles; magnifico el trabajo de la profesom Emita Ortiz a cuyo cargo estuvo la preparacibn de las voces y la mimica escbnica cuga naturalidad y soltura super6 todas las expectativas; bella y fina la conPografia de Andr& Haas cuyos Angel% salieron del estereotipado nacimiento de aldm en que e~ tan f h i l cam y animaron la escenz con elegancia y musicalidad, eran Bngeles que errtendfan de armonia y de formas musicales. En cuanto a 10s actores nadie 10s hubiose colocado en un curso de canto si el programa no lo consignara. Irma Bont A (Haensel), Gaby de Parada, (Gretel), Laura Allaire (La Bruja), Olga de Lhoumaud (Gertrudis) -y Humberto Jara (el Padre) lucieron condiciones de verdadems sctores, no s610 cantaban bien, justamente y natural, sin0 que actuaban sin la menor preocupacidn del pfiblico que es el mayor elogio que pueda Mbutibrseles. Buenas voces, 10s enanos, p5ro menor seguridad. El Cora, en cambio, malo y poco fino; las cantantes deben convencerss que para el conjunto hay que saber m&jica o callar, can gritos no se compone nada. Carvajal, Emita Ortiz y Andrtk Haas meweci>?roneIOgiQSa.3 felicitaciones del Consejo de la Universidad. la que puede sentirse orgullosa de que en su nombre y con su ayuda, se haya hecho algo que traerB consecuencias insospechadas.
10s' c o n c i e r t o s e n la capital La temporada de la Sociedad Bach. Tres nuevas audiciones organid es@ institucidn durante la filtimos dias musicalmmte hibbiles del afio, ellas estuvieron dedicadas a mfisica de d m a r a y a cargo del Cuarteto Mutschler que tan excelentc? sbcogida ha tenido de parte de nuestro pfiblico. Los conciertos de este final de aiio ofrecieron, adem&, el inter& de la ejxuci6n de un cuarteto chileno en cada uco: Allende, Santa Cruz y Negrete oye-
ron sus obras en laudables condiciones. Fuera de las obras cl&sicas que Ilenaron la parte gruesa de 10s programats, IIaydn, Mozart y Beethoven, y de cuya ejecucidn y a nos hemos ocupado en otras criticas de esta revista, debemos alabar una vez m&s la forma acertada y cuidadw con que se pasentaron algunas obras inglesas modernas y el Cuarteto de Debussy que siempre cautiva. En las obras nacionah hubo un franco progrm. El Cuarteto de Allende, o mejor
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dicho 10s dm movimientos que van formando un\ cuarteto, se equilibraron con suma e:egancia. El “Scherzo”, fino y dihfano en su forma, tiene esa claridad qu? Allende aprecia sobre todo y que en este C%Y) viene a resultar .en favor de un tipo de mosica que debe ser fantfistko y a la vez preciso. Sus armonias llenas y sabrosas produjeron sonoridades muy bien encontraass. La obra de Santa CNZ, que se ejecutaba en pfiblico por cuarta vez, gan6 inmensamento en claridad y en firmeza. El tercer movimiento, (Tranquilo), adqulri6 el carkter recogido e intimo que se despnende de em temas graves y sombrfos y de+g$pareci&el excesivo cuidado por las divisiones de forma gzpmdo la unidad Bel conjunto. La obra de Samuel Negr&e, es la expresi6n de una sensibilidad refinada per0 excesivamente contenida. Sus cuatro movimientos breves, no dicen dernasiado y en cambio sugieren un mundo de sonoridades delicadas y de temss que, en la sutileza con que se perfilan, casi no se dejan coger. La escritura es r i a , la armonia es nueva sin ser novisima y la forma muy clara y afirmada con cierta insistencia que corta un poco el discurso a1 seccionar tiempos que son, todos, de muy breve duraci6n. De 10s cuatro movimientos preferimw l a dos centrales. el Adagio suax? y expresivo y el Allegretto en estilo popular, que nas deja ver en Samud Negrete una naturaleza musical de primer orden que ya aprecihbamos a traves de sus demh obras. Cosa original, .el Cuarteto de Negrete, obra ponderada y contenida, mereci6 una violenta crftica de Don Santiago Cruz en El Djario Ilustrado en la que se expresa d e Negrete como de un principiante orientado en un “modernismo” desmedido. Nuestra revkta ha dicho a este sefior que no entiende de mfwica y que ise ab%?nga de juzgarla, no es igual hablar de “La Viuda Alegre” o de “La Princess dsl Dollar” que de un cuarteto. El Seiior Crftico, malhumorado, ha querido apalear per0 no ha sabido. donde y lo hace con tan mala fortuna q w todas las caracteristicas que censura en Negrete, son precisamente las que .el autor no ha explotado. Hay que pensar con la Mbula: “Cuando el sabio Teprueba, malo, cuando. . . peor”.
Valparaiso. La audicibn de esa noche fu6 un franc0 exit0 para su director: la inteligente batuta del sefior Fitjer sup0 dar relieve artlstico y mantener la disciplina de esa gran masa coral. Tres eu6mmes ptiblicos en el Conservaturio NaciOnal
Con el antiguo ceremonial que prescribia que las pruebas finales del studio de un instrumento mnsistiesen en un concierto pfiblico seguido del fallo de la Corn&6n, se verificaron a mediadm de diciembre tres presentaciones de artistgs que ya habiam w juzgado en mtqacimei a i n t e e S . Herminia M c a g n i y Elena Waiss como alumnas de Rosita Renard y Eliana OScanIan alumna de don Raul Hugel. Tres programas s6lidos de pianistas definitivamente preparadas, programas de “concertistas” como rezaba la antigua nomenclatura. Herminia Raccagni nos pro% una vez m4s sus sb!idaq d&eY de ejecutante de alto vuelo en un programa erizado de dificultades, como la “Chaconne” de Bach-Busoni, la Sonata, op. 111 de Beethoven, las Variacionej de Pagamini-Bmhms el I&lamey de Balakirew y la Tonada Nq. 12 de Allende. Monumentos en que Herminia Raccagni demmtr6 su mmicalidad y su t6cnica ya a la altura de una maestra. La Comisi6n la him acreedora de una felicitaci6n pfiblica y del mhximum de puntos en una votaci6n descubierta. Elena Waiss obtuvo tambien igual votaci6n en un concieTt0 de programa menos monumental si se quiere, que su compafiera per0 m&s acorde a la direccibn musical que ha tomado nuestra, hica clavecinista: con seguridad y comprensi6n salv6 el esmllo final de 10s estudios. Su interpretaci6n de Mozart, asf como la de un conjunto de obras de Debussy, Ravel J‘ Bartok, menece que la coloquemw entre las mejores que hemos ofdo. La alumna de don Raul Hugel, ELiana OScan!an mereci6 tambibn, votaci6n m&ximaen un excelente concierto d e d i d o b un programa de cadcter m h ofii3al en el cual ohnos: Preludio en La b mayor, de J. 8. Bach, Sonata op. 111de Beethoven, Mazurka y Estudio de Chopin. Tonada No. 12 de Allende y el Islamey de Balakirew. Su temperamento serip y musical ser6 la mejor ruts que Psta joven artists, pueda seguir. C. En suma, &tas exhmenes-conciertos fueron C m alemane3 ocasi6n para felicitarse de la entrada a la palestra musical de treS valores que el El 10 de diciembre se efectud en el Ta- estudio y la madurez personal han de iletro Municipal el concierto que ofrecfan 10s var a un d.esarrollo plena y de buenos auconjuntus corales alemanes de Santiago y gurios para nuestro porvenir artistic0
La vido musical-Chile Hugo FdncTez trimfa en el Concum
o m .
De acuerdo cdn las dtsposicioncis de Is I"undaci6n Albert0 Orrego que instituye un premio cada m50 para el mejor instrumentista entre 10s alumnos de 10s Qltimos cursos del Conservatorio, se verific6 en diciembre el concurso correspondiente. El programa comprendfa: J. S. Bach, Preludio y Fuga en Re, Beethoven, Sonata op. 101, Chopin Fantasia, Ravel, Jeu d'eau, Grotesca, Santa C m , obras Was de dificultad seria. De 1% muchas personas que en un comienm se inscribierm s6lo llegamn a la prueba Lucia Come&. y Hugo Fernhndez, alumna la primera de Rosita Renaxd y el segundo de Alberb Spi-
31 El concurso se verific6 pablicamente ante una E& . llem de conooedores del piano que animadamente segufan las fases del torneo. Ocultos 10s cornpetidones detraS de una cortina se ignoraba quit5n era el que en cads momento mmunicaba uno u otro acpecto a1 programa fijado. Espectsoulo atistico curioso, tefiido a la vez del placer de comparar diferentes sensibilidades y del inquietante enigma de una carrem. El fa110 fu6 por f i n proclamado, adjudicaiido e! triunfo a Hugo Fernhndez por pequefia diferencia. En verdad, ambos competidores triunfaron e n buena lid, Hugo Fer;ntindez y Lucfa Correa merecen nuestr&s felicitaciones sinceras
S.
kin.
crbnica de 10s acontecirnientos Concarso de mrnpodci6n masical que se iastitnye en la Universidad de Chile.
n h r h anualmente un concurso de wm-
mtkt!as ch&m, posici6n musical con el fin de estimular la producci6n de U r n aspiraci6n desde largo tiempo sen- Ios auto= nmionales y procurar su difutida en nuestro medio era la creaci6n de m6n en el pais y en el extranjero. on estimub a la composici6n musical, se20.--EL concurso comprenderh las sirnejante al que significan 10s salon- mua- guientes secciones: a) Mhica dramhtica, pantomima, bales de artes plhticas. Puesta la idea en discusi6n en la Facultad de Bellas Artes se llet, oratorio, 6pera. b) MWca sinfbnica (cooncierho, sWe, encarg6 a una comisi6n formada por 10s compositbres Sres. Humberto Aflende, Sa- obertura, sinfonfa, poema- sinf6nico). muel Negrete y Jorge Urrutia la elaborac) MWca para conjunto de c&m&ra(saci6n del reglamento respectivo que, una vez nata, trio, cuarteto, etc, sinfonfa de c4aprobado par la craaporaclh y par SI Inaxa). Consejo Ejecutivo de la Unfversidad. ha d) MWca para instrumento solista con sido promulgado por decreto No. 369 de 27 o sin acompadamiento (sonatas, pocmas de diciembre de 1932. Su texto es el ai- Ifbres) Wiente: e) AdlLsica vocal, para solos can acumVisto el acuerdo del Come50 Ejecutivo ptlfitamiento o para canjunto coral y cande f e c h s 19 del mes en curso, y teniendo tQs escolares. presente lo dispuesto en la letra b) del La Facultad de Bellas Artes podrh Bar fut. 89. y en la letra c) del art. 18 del preferencia en cads concurso a alguna o Estatuto Orghnico de la Universidad, a algunas de las seccionm enumertxh en el inciso anterior. 39.-La Facultad de Bellas Artes fijsrSr DECRETO: anualmente la fecha del concurso y munoiarh en el mes de Marm las preferenciag que hubiere acordado en mnformidad a lo dispuesto en el inciso P . del art. 29.
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11 DE LA " I O N DE LAS OBRAS inscripaitm de 195 OWpo&& haoerlrc el a u k por si o por -io de 40.-
Aulos
22 representante, cuya autorizaci6n debe constar por escrito. 59.4610 podrk presentaxe a un concurso obras que no hayan sido publicadas c ejecutadas en audiciones pfiblicas. Las obras consideradas en un concurso, hayan sido o no premiadas, quedan, por ese s610 hecho, excluidas de 10s concursos pasteriores . 6~.-E1 nfimero de envim no estarh sujet0 a ninguna limitaci6n. 70.--Los trabajos deberhn presentarse en forma correcta (partitura d-finitiva) . La copia de las "partes", cuando el Jurado resuelva la ejecuci6n de una obra, es de cargo del autor. 8o.-Corrsponde a1 axtor o a su representante, clasificar las obras a1 tiempo de inscribirlas, de acuerdo con 10s t6rminos del art. 29. Si el autor o su representante no lo hicieran, lo hari el Jurado y su decisi6n serh definitiva .
rn DEZ JURADO 9q.-El Jurado se mmpondrh de dos miembraq designados por Ea Facultad y de tres elegidos por 10s concursantes conmcadas para el efecto por el Decano. La Facultad y 10s concursantes elegirhn, oldemis, igual nfimero de miembros sup!entes, 10s cuales serhn llamados por el orden de su nombramiento a integrar el Jurado en ausencia de 10s tltulares y en e? cas0 a que se refiere el art. 10 d?l presente Reglamento. Se dejarh constancia en las actas de lo obrado en conformidad a lo dispuesto en 10s incisos precedentes, 109.-El cargo de Jurad.0 en una sf?ccih del concurso es incompatible con l'a Calidad de miembro concursank en la misma secci6n. lln.-El J'urado, en su primera sesibn, elegirh Presidente y SeCretariO. 12~.-Corrspondea1 Jurado: a) Pronunciarse sobre la admisi6n de las
0lnaS;
a) Rrtgistrbr 10s titulas de lacx composiciones con indiW6n qel &nem a que pertenecen y de algunos temas que sirvan
para identificarlas;
b) Conservar bajo su responsabilidad laa obras mientras dure el concurso; c ) Asesorar al Presidente en el desempefio de sus funciones. 1 4 0 . 2 1 Jurado sesi0na.d con la mayorIa absoluta de sus miembros y toma& sus acuerdos por mayorfa absoluta de lo6 votos de 10s miembros presentes. En cas0 de empate, decidirh el Presiden-
te .
LOS fallos del Jurado serhn definipvos.
IV DE LA6 REEOMPENSAS 1 5 0 . 3 3 1 Jurado podrh proponer hasta tres premios en cada una de las secciones icdicadas en el art. 2"., que wnsistirsn: a) En una cantidad de dinero cuyo monto serh fijado por la Facultad; b) E n la impresi6n de la obra y su adquisicidn para fines de difusidn artSstica, y c) En su ejecuci6n en 10s conciertos organizados por el concurso. EI Presupuesto universitario consuhrf~ anualmente las sumas necesarias para el efecto . D&e cuenta a1 Consejo Ejecutivo de la Universidad, comuniquese y publfquese .
J. Hern6nde~. Rector Accidental E. L. Mhrshall.
Secretazio General Interino Mras msolucibnes de la Universidad de Chide.
De acuerdo con las ideas aprobadas par
la Facultad de Bellas Artes. la Universidad ha ltispuesto algunas medidas que significarhn un positivo adelanto para 1 s ac-
tividades artisticas. Pr!meramente se ha dispuesto que las atndios en 10s establecimientos de ewefianlas recanpensas; za artfstica funcionen mn su 8150 escolar c) Organizar los conciertos. Ekta funci6n sei-& encomendada a una com@i6n divldido en dos semestres de estudi~secompuesta del Presidente y de dos miem- paradm por vacaciones de invierno en vez bms del Jurado, elegidos uno de cada unrt de las tradicionales de septiembre, semesde las dos categorias de personas que lo tres que terminarhn en exhmenes. Una larga observaci6n awrm de 10s d t o d o s integran, Y d) Entregar 10s premios asignados por escolares g de su mejor aprovechmiento han determinado esta innovacih que ela Facultad. guramente no tardar4 en ser seguida pOr 130.-Corresponde a1 Secrefario:
b) Informar a la Facultad sobre_!e mkrfto de las obras presentadas y propaner
toda lzi Universidad; el alumno se ve m&s urgido a1 estudio, se obtiene mayor flexibilidad en 10s cursos y se aprovecha un nips corn septiembre, en que el bum tiemPO no hace aconsejable dedicarlo a1 desc a w . Con este motivo la totalidad de 10s programas de estudio serLn revisados en e1 mes de marm. Siguiendo su labor educativa, la l?acultad propuso y fuC aceptada, la creacion de Cursos Libres de divulgacidn cultural y artfstica en la Casa Universitmia, cursos que abarcarh las principales materias de indole estktica, historica y tknica y en 10s cuaks .w cursarh con arreglo a programas minim-. El ingreso a etas asignaturas sera libre, per0 habra en ellas matrfcula y pruebas finales para 10s que dewen certificaidos de sus estudios. Es este un primer paso hacia la futura Universidad no exclusivamente utilitaria ni profesionaliatn. Igualmente fundamental es el acuerdo que tom6 el Consejo Ejecutivo ,en la penutima sesidn anterior a su rems6 de verano: se reglament6 el encaje de 10s establecimientos artisticos en 10s grados y titulas universitarios. El acuerdo, en sus lineas generales que precisarh un reglamento, dispone: 1) 1as. condiciones de ingreso a las escuelas artisticas de carbter universitario; 2) la forma c m o en elks se obtendrfi el Bachillerato en Filmoffa; 3) 10s grados aCad6micos que .otorgarii la Universidad (Licenciatura en Musdca, Bellas Artes, Artes Industriales) y 4 ) 10s titulos pedag6gico.s en arte, su clasificad6n y la forma de optar a ellos. Con estas medidas se mnsuma la extension de las actividades universitarias a1 estudio del arte y es Bte elevado a1 rango superior que fuC siempre anhelo de todos 10s espiritus cultivados.
Visita de M. Le6n Kochnitzky Sincero placer tuvimo: en conocer personalmate un hombre cuya p l u m chlida e incisiva nos habfa siempre cautivado en sus apreciaciones de %a Revue Musicale”. Critic0 de arte verdadero que tanto opina sobre literatura como sobre pintura o m6sica, Kocchnitzky es una personalidad solidamente cultivrtda que vino a, America sin el prejuicio del eumpeo que caza exotismos y que s610 nos mira corn9 sa!vajes reci6n refinadas. Ldstimn que su conocimiento con 10s mlisicos fu6 s610 de pocos dias. pues sus demBs tmjines le impdieron trahr con ellos una amistad m& detenida. Breves momentos pen, frudfferos; la viveza de percepci6n del critic0 s u p rB-
pidamente formar una visidn Be conjunto sobre un panorama musical que le presentarnos can la mayor extension que permitieron b s dias de dispersion del mes de enero y la premura que su regreso imponia . Kwhnitzky, estamos seguros, sinti6 en-’ tre nosotros m \amMemte hermano de aquel en que vive; conoci6 diversas tendencias y personalidades. No cmemos que sdlo por cortesfa alabo la actual orientacdn del arte musical chileno, pues su juicio diferencio claramente vabres y compayo caracteristicas que el visitante superficial no observa. Kochnitzky desea hacer una prmentacion de mhica chilena en Paris y en ella dar a conocer muchos autores que a b “no han pasado el charca”, en especial las bellas canciones araucanas de Isamitt cuya mhica cautiv6 sobre todas, al gran conocedor franc&. Armando Palaoios regresa de Colombia. En fecha reciente acaba de volver al pat5 el pianista Armando Palacios que fuera el aiio pasado invitado a Bogot& a la realizaci6n de algunos cums y a una gjira de conciertos. En sus trabajos no olvidd Palac‘ios, OOmQ muchas otros artistas nacionales, dar a conocer las obras chilenas; su g h , p u s , adzm8s del inter& artistic0 ha tmido el de una difusl6n generosa del arte de su patria. Le deseamos en su actuxion pr6xima en Chile el B x i t o que merEce su actividad y entusiasmo. Adolfo Allende em la Serena
Los diarios de la Serena dan cuenta de la entusiasta acogida hecha en esa ciudad a nuestro compositor Adolfo Allende, director de la Seccibn Folkl6rica de la Soc!edad Bach. El viaje dse Allende tiene por objeto estudiar e investigar el arte l sefior Infknfolkl6rico de la Serena. E dente, Ministros de la Corte, el Rector del Lice0 y otras personaltdades le han proporcionado todas las faciIidades para el Cxito de la investigaci6n. Adolfo Allende rrdmtrado de 1% cos&s bellas que existen en esa ciudad. ha insinuado en un articuIo de diario, la idea de formar un muse0 histhrico-arttstico, tomando ejemplo del que existe en T a l a . Blanca Hanser en Lima
La soprano chilena Blanca Hauser ha obtenido un gran triunfo en la ultima temporada de Opera en Lima. La prensa de esa capital se ha expresado en forma
’
A ubs
24 halagadora de su actuaci6n en Tosea, dice: “magnifica eSCUela, tempemento de verdadera artista, plena seguridad de su
papel unido a una voz hernoshima”. Blanc% Hauser ha d e j a 0 gratos recuerdos en el pdblico limefio.
actividades en las provincias LA SERENA.-El afio artistic0 ha finalizado con una audicih sinf6nica que dirigi6 el excelente maestro Alfred0 Berndt y la presentaci6n de sus alumnos que him la profesora y concertista Fanny Peralta. La presenM6n de esta WAxna artma, conteniendo ndmeras bien prepara.dcs de sus discipulas, di6 ocasi6n al p d b h serenense para escuchax una buena versi6n de la Toccata y Fuga en re de Bach, Jgunos estudios de Chopin y un preludio de Biach que acompa.K6 el ViolintStS, Ernesto Schwenn. El maestro Berndt, al frente de una orquesta de 70 profaores di6 en La Serena y Coquimbo una audici6n que el pdblico acogi6 con gran inter&. S A N VICENTE DE TAGUA - TAGUA.Un nacleo de entushstas cultores de la buena mbica ha orgmizado actividades importantes en San Vicente; fruto de 6u labor han &do numerosas reuniones semi-pltbllcas que terminaxon en un concimto el 26 de dickmbre llltimo, cuya parte fundamental la constituyeron obras de MOzart, Schubert y Schumann. San Vicente posee ya, adem&, un cor0 y, en organieaci6n, una secci6n filial de la Sociedad Bach. Son a h a de &tas cultas veladas Don Guilkrmo Mufioz Cristi Suez del Departamento y excelente pianista, Don Pedro Echeverrfa, su secretario y buen violinists.
TALCA.--EI
dla 28 de diciembre se ve-
rific6 la presentaci6n anual del “Iartituto Musical Bach”. Buena orgmizaci6n y trabajo digno de ser alentado es el de laa pmfesoras Sras. Sabina A. de Tagle (piano) y Aurora J. de Navarrete (canto). CONCEPCI0N.-Gin
Comervatorb Nacional.
de alumnos del
Ba50 10s euspicios de la Universidad de Chile se ha redizado una inkresante gira de difusi6n musical e cargo de preStigimos elementos del Conservatorio Nacional. Preside sus actividades el Prof. Don Jorge Urrutia quien ofreci6 una charla en el Sa16n de Conferencias de la Universidad de Concepci6n sobre un tema que titul6 “Senderos estkticlos y socials de la mrisica de hoy”. El Conjunto de cuerdw que encabeza Victor Tevah r e m 6 t r z s audiciones cuyos programas contenfan obras antiguns y modernas y partes solfsticas en que mtuaron l a violinistas Victor T e n h y Elnrique Hleinmann, Elena Wa.h, que tuvo a su cargo las obras de piano y las violoncelistas In& Lobos y Dobrih Fbnulic. El alumno Don Eduardo Lira, que tamb i h se encontraba en Concepci6n him oir una charla por radio sabre la m h h ax%cam y dict6 una conferencia en b Universidsd de Concepci6n sobre la “Mslr;ica popular chilena”, en la que basquej6 el desarrollo de nuestro arte aborfen y criollo aK ‘ 11a las manifestaciones musicales que se basan en su refinamiento.
kuropa EJ cincuehtenario de la muerte de Wsdgner, (13
de febrero, 1883-1933).
Medio sklo ha Pasado desde que en una W e lluviosa, nema Y helada cum la tragedh eterna en que el Cer€kO artlstico m8a Podemno de lluestw &oca c o n t e m p o l ~ aces6 en el trabrtjo. Despub
del estRno de Parsifal Wagner w sinti6 fisicamente agotado; habia t a i d o graves crisis durante su preparacih. Cuenta pour tale^ que durante la quinta representaci6n de Parsifal, el cantante Scaria b vi6 sabitamente palidecer y caer Sin COnochiento en el sill613 de una pequehe sale, desde e3 cual Wagner supervigil&a
La vida musical-Europa la ejecucih En la filtlms vez que Parsifa1 fu6 presentado, Wagner dlrigio el tercer acto y dijo a1 p6blico “Hasta el afio pr6ximo” ese afio no l l q o porque su
...
humanidad, quebrada definitivamente, s610 busc6 el sol de Italia en cuyo calor habia wcrito tantas phginas inmortales, y que ahora le preparaba la g6ndola negra mmo aquella que lo recibiera cuando huyb B Venecia con la herida que llev6 a Tristh a Kareol. El palacio veneciano Vendramin, fu6 el decorado magnifico que el genio habia elegido para sumergirse en la muerte que mirara siempre como la compafiera inBeparable de sus tragedias y cuya proximidad lo urgia a terminar sus dramas. Pocos desbinos hay tan magnificos oomo el de Wagner, no sblo el de su vida sin0 a6n el de su muerte. Si hoy Salzburg vive de Mozart, Bohn de Bsethoven, Eisensch de Bach, nadie habfa fundado en vida su propio cult0 como Wagner en la crezci6n genial de Bayreuth. La supervivmcia de Wagner es una,de las revamhas m&s violentas que haya tomado el espiritu sob= toda otra especie de celebridad humana. De nada han valido Iw ataques, por lo dem& perfectamente justificadas de 10s muchos artistas que quisieron escapar de 6eT tragado por el remolino formidable del wagnerismo epidemico de hac? 30 afios; Debussy zahiri6, a Wagner con el enoono semi patriotero de la “revanche”, la tendencia objetivista moderna quiere alejarse de todo lo que refleje siquiera lejanamente la pasidn de Trist41-1, sin embargo. nadie deja de sent& en Pelleas a cada paso, el h&lito de Parsifal, ni en Hind3mith. el lujo crom&tico de la pOlif~n€awagneriana. En estos dfas el mundo entero revive la creaci6n de Wagner, cum0 algo definitivamente adquirido y sus mnquistas Ean dejado, en medio siglo de perspectiva de sernos traba, para abrir las mil posibilidades que en un principio se juzgamn como exhaustas. El wagnmBmo militante no ha muerto porque nadie en toda la tierra deja de ver en Wagner el genio m6s vipcroso del siglo posterior a Beethoven. LR mnmemoraci6n wagneriana tendrh Juga? simult&neamente en todo el mundo: anuncian ”temooradas especial&’, Paris, NusVa York, Londres, Mil&n, Stokoho, Berlin, etc.. ..,culminando las festividades en un mes de representadones de Bayreuth y Munich. La temporada no nos permite otra manifestaci6n oportuna que mtas lfneas con que nu?strns actividades se m i a n a la gran efm6ride mundial. &Podremoq aI&n dfa oir en Chile In obra integra de Wagner? Una verdadsnt conmemmaci6n de sus obras xrfa montar alsu-
26 nas en ate aiio, con elementios chW-
nos.
ALEMANIA .-Recientes
estrenos.
La Opera de Dresden ha dado a cancer p6stuma de Eugen D’Albert, “Mister Wu”, cnmposici6n que el gram pianista dej6 inconclusa a1 morir. De acuerdo con 10s apuntes existen& Leo Blech la ha terminado. Mister Wu, cuyo argument0 no es otro que el de la conocida piem dramatica Wu-Li-Chang, pertenece S e a n la critica, a un verismo ya caido en desuso, exaltado y lleno de efectos baratos como Butterfly Q Tosca. F’rente a la anterior producci6n de D’Albert que mayor fama tiene, “Tiefland”, Mist% Wu se presenta como la texageraci6n del dramatismo a1 cual no son sufiiiente contrapeso largos reci€ativos, casi calm6dicos que el famoso disoipulo de Liszt prodiga en su nueva obra. Leo Blwh ha hecho una dificil tarea al terminar Mister Wu, del cual no quedaban en gran parte sin0 escuetos bosquejos. La Staodtische Oper de Berlin ha estrenado “Dm Schmied vom Gent” de Franz Schreker. En el deseo de hacer una obra ligera, sin carhter trascendental ni segunda intenci6n, el autor de Monna Lisa, escogi6 una sencilla leyend& flamenca: un herrero celebre en Gante, Smee, se deja llevar por su antipatfa hacia 10s espafioles, es denunciado, su ira Ilega hasta el crimen, con 1% habituales proyecciones de las f&bulas infantiles en que altelnan 10s dernmios, 10s espfritus de las profunditlades, la Sagrada Familia, terminando la 6pera. en una e x e m en la puerta del Cielo, en la que toman parte San Pedro y San Jm6. La obra escrita par un deja conacedor del teatro y de sus recursos y animada por un cierto n h e r o de melodias flamencas pulares, se resiente de su -gmn enteramente contrario aI prop6sito del autor de escribir una 6pera sencilla, infantil como Haensel y Gretel. Schreker, llevado Por su dramatismo, cae en el gran aparato orquestal, en el estilo mmplicado del drama serio. La Opera de Disburg ejecut6 haw poco “Ana Kerenina” del gran violinlsta hhgam Jeno Hubay. A pesar de su.s 74 afios, Hubay presenta una obra fuerte y bien cimentada dentro de su tbcnica romhtics El libreto que desarrolla la trama de Tolstoy en cuatro cuadros. ha dado oportunidad a1 viejo m w t r o para edificar su nueva ~onstrucci6n sobre bases wagnerianas. con incursiones latinas y hash veristas. la obra
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Aufos
2G La temporada en Berlin.
Con buenos auspicios se ha iniCiad0 la serie de conciertos y representaciones que son base de la vida musical berlinesa. Ambas salas de 6pera iniciaron sus actividades la Staecitische Oper con “Undine” de u . 3 1 tztilg, una nueva presentaci6n del “Siegfried” de Wagner y el “Ballo in Maschera” de Verdi, todo bajo la direction de Fritz Busch; la Staatsoper present6 a su vez el “Otello” de Verdi en una cuidadosa revision de Erich Kleiber, el “Rosekavalier” de Straws con Klemperer como director, “Meistersinger” de Wagner con Furtwaengler en el pupitre y el “Idomeneo” de Mozart a1 cual Richard Strauss y el Director de la Opera de Viena Lothar Wallerstein han hecho una revisi6n en orden a dejarlo representable en nuwtros dias. En 10s conciertos sinf6nicos ha habido p o r n novedades: Klemperer comenzo ejecutando la V Sinfonia de Bruckner y la Gran Fuga (Op. 133) de Beethoven, trascrita para cuerdas; Kleiber inici6 sus audiciones con un concierto entero d? mfisica eslava, Furtwaengler cedi6 su batuta a1 Director del Augusteo de -ma, Wolinarl, Engen Jochum, nuevo Director de la Radio, inici6 sus transmislones con la V de Bruckner, la “Musik fiir Orcheskr” de RuQi Stephan y el Concierto con piano de Rindemith, (cmlkta Gieseking) . Poco despues Furtwaengler entr6 en escena con una. audici6n en que ejecut6 las Variaciones y Fuga sobre un tema de Mozart de Max Reger, seguida de otrm dos en las que present6 respectivamente la IV de Beethoven, el Concierto de Piano de Prokofieff y el wema de Berlioz “Harold in Italien” con Hindemith como viola soli.& y la Pasion de San Juar, de Bach. Mkica de chmara se ha ofdo en audiciones de l a cuartetos “Guarneri”, “Kolisch”, ”Cuartetto di Roma”; obras de Bach, en su ambiente original en conciertos de la Hochschule con el concurso del cembalista Erwin Eodky y un “Collegium Musicum Instrumentale”. Han ofrecido audiciones Mischa Elman, el pianista Edwin Fischer. Alexander Brailowsky y el bajo Kipnis . Notic: isdiversas.
La
Contetitpl-=lea gmpars en ia nueva sa?a de 6peras del Schillerltheater de Hamburgo una serie de ejecuciaines modma%: “Der Lindberghflug” (E2 vtleledcLLindbegh) Y “Mahagonny” de KOrt Weill, “Hin mid
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Zurueck” de .- Hindemith ._ . _ . ___.. v ‘‘Eeon -_--- nnrl Rmi12’’ de Ernst Toch. Como pr6ximos estrenos se anuncian ---I
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en Alemania: “Carlos V” de Ernst Krenek prop6sito es desarrouar una Gcnica enteramcnte nueva, “LVIedea” de C. €&Grovermann, “Nana” de Manfred Gurlitt, basada en la trama de Zola y “Der Kreidekreis” de Alexander vqn Zemlinsky. .. La Opera de Stuttgart prepara en su conmemoraci6n wagneriana el estreno de 1% primeras 6peras de Wagner anteriores a Rienzi, “Las Hadas” (Die F?en) y ‘‘Prohibici6n de amar” (Liebesverbot) . El ‘Philharmonische Chor” de Berlin celebr6 sus 50 afios con una ejxuci6n magistral de la Misa en Si menor de Bach bajo la direction de Otto Klemperer cuyo
ETALzA.-Actividades
musicales en Roma.
La tempwada romana, a pesar de 10s negros presagios de.la eris!s, comenz6 m8s temprano que de costumbrq a causa del wncferto a que di6 ocasi6n el congreso de la Sociedad Dank Alighieri, bajo la direcci6n d? Gino Marinnzzi en el Augusteo. Marinuzzi que es Director de la Opera Real, di6 a mnocer la transcripci6n de un concierto g r w o de Locatelli y una “El?gia” Fuya ejecutada una s61a vez en 1924. Intensa preocupaci6n reina 3, prop6sito del destino d? 10s teatros de 6pera italiznos. Primeramente se crey6 que el consorcio q w controla 10s principales (Milhn, Roma, Nlrpoles, Turin y GBnova) lognrfa equilibrar en la pasada temporada el deficit enorme que se prevefa: el p6bIico no quiere pagar caro, s 6 b lo tolera cuando #tratn de especthculzrs extihordinartos: ’ y Cstcs, cuestan mhs car0 que lo m h que B s t e se redgna a admitir como precio por !as localidades. La Opera Real de Roma ha cmado SLI ejercicio financier0 con un deficit de 5.310,oOO liras!... enonne suma que ha tomado sobre si la Municipalidad
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_ - _ _ -ivmcno _ ___ .-_ .- - --.. rcmana. ptmr es ei cam uei Dan Carlo de Nhpoleq. cuyo deficit es de s?js .
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1-.
millones apesar de haber sido subvencionado. En elect-ricidads6lament: deFe.3 millones.. . Las cansecuencias sov aplastanRS: la temporada anual ha sido acortsda L s 6 b dos meses, (26 de diciembre, 28 de ‘ebrero). luego seguirh un mes de audicioies sinf6nicas. Una c d a temporada. di6 en el Teatro lrgentina de Roma, con un Bxito clamoraw - --- In -- Onmnnfifa Rusa de “L’Opexa Priv6” que dirige el ex-intendente d” los teatros de Zar, Ie?J?rincipe Zeretelli. El may m atra-dfvo f u&mr las representaciones de Boris, Prfnc:ipe Igor y La Novia del I
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La vida musical-Europa Zar, con 10s grandes cantante; Georg Yurenieff, Alexandra Jakovleva y Konstatin Khaydanoff
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En cumto a las actividades de concierbas, Roma ha tenido un movimiento intenso. La temporada habitual del Augusteo se inici6 bajo la direcci6n de Molinari; fuera de lo corriente en materia sinf6nica, fumon acogidas con gran inter& algunas obras nuevas como “Luisiana” de Jawsen, autor norteamerimno de gran renombre, la Suite ‘‘Napoli’’de V. Tommac siN Ademh, algunas transcripciones para orquesta, de Fresoobaldi (G. F. Ghedini) J’ de Corelli IMalipiero). La Academia Santa Cecilia abri6 sus conciert& con una audici6n palestriniana bajo la autorizada batuta de Mons. Casimiri U s conciertm de ia “Filarm6nica” se hallan bajo la direcci6n de Alfred0 Casella de acuerdo con la corriente que hoy ya va entregmdo a 10;s grandes oampositmes italianos las acfividadw de las cuales se les habia boycoteado. Casella estren6 una obra bellisima de V. Rieti, “Serenata” para violin tonerante y pequeim orquesta. Qdicias diversas:
versidn que hasta ahora se conocia como el pensamiento de Bruckner. Se ejecut6, ademk, en la vieja capilla del Burg, un Requiem de 10s primeros afios de Bruckner, en memoria de Franz Schalk fallecido hace poco. Noticii divwsas.
La Opera hizo hace poco una ejmuci6n cuidadosisima de “Fedora” de Umberto Giordano con Maria Jeritza como protagonista. Fedora es una especialidad de la Jeritza a qui& el pfiblico vien6s habfa acIamado hacfa mho afios en la misma partitum. Un gran 6xito ha sido la primera ejecuci6n del oratorio de Jos. Haas “Santa Lsabel” dirigido por Robert Heger. En el Teatro An-(der-Wiense ha estrenado la segmda opereta de que es autor el famosa violinista Rreisler . ‘‘Sissy” recuerda, en su giro vienes ligero, eSCenas romhticas del comienm del reinado de FrancSsco Jas6. Para ios pr6ximos festivales de Salaburg se prepara una representaci6n de la, primera parte del Fausto de Goethe desarrollada en uno de 10s magnificos rhoanes que circundan la ciudad mozartiana. Prestarhn su concurso graiides artistas corno Werner Krauss, (Fausto), Paula We+ sely (MargaTita) y Emil Jannings (Mefist6feles). A iniciativa de Ius cfrculos wagnerianm, austriaw y suizzcls, la famosa Villa de Wagner en Txibsehen sera cmvertida en un Museo Wagner procurando recogstituir el smbiente y el decorado en que Wagner I s tenia cumdo s1: idilio can Costma Lszt.
Los mnci&os sinf6nicos en M i l h estrenaron con dxito las “Impresione brasiliane” de R-pighi y una obra del joven compositor Sonmcl,mo,“Ugo di Bra&-;”. La Xociedad R . Wagner de Bologna inici6 sus actividades con una audici6n dedicada a ios autores de 10s siglos XVI y XVII. Padrewsky ha realizado una gira por b da la penfnsula con un calurosp recibimiento, tanto en su calidad artfstica como en su representacidn patridtica polaca. Mascagni ha sido festejado por sus 70 FRANC1A.-Iniciacibn de la temporade. afios en el Cfrculo Italia de &ma. Un concierto fu6 dado en su honor en el cual Los m e w ya corridos desde aue las ac61 dirigi6 su popu!arfsimo “‘Intermezzo” de tividades musicales volvieron a tomar moCsvallerfa Rusticana. vimiento permiten dar cumta ae algunas novedades y anunciar otras. “Le Chateau AUSTRIA.-mestas de la “Sociedad Inter- des Papes” de Dartus Milhaud como m ~ m i o n a l Bruckner. sica de escena para una pieza de A. de Richaud OMWO P x i t o en el Theatre de Anton Bruckner, el viejo sinfonista que L’Atelier. La obra, que no es en forma de un modo tan piadoso se hmra en los P.lguna una gran empresa dramhtica, expafses alemanes, ha tenido este .afio festi- plota nueYas s?nsa.cianes, de situacbnes vales propios conmemorativos. En ellas se antfyas con elementos modernas, (el apadi6 como una novedad la ejecuci6n aurato de onda elGctrica llamado ‘Martet6ntica de su IX Sinfonfa considerads hasta not”). “J3I conjunto es algo disparejo” dioy mmo inconclusa. El texto autGntico, ce la critica, “cuando Richaud cae en el ue se halla en la Biblioteca Nacional de melodrama Milhaud se queda a medjo a, ‘iena, cuidadosamente estudiado por Cle- mino do la 6pera. En Suma, una obra que mens Kraus, presmt6 una nueva versi6n a Pesar de mostrar el gran temperamento que deja en clam la libertad extrema con de Milhaud. no es lo mejor que ha hecho. ue Ferdinand Loewe revis6 la obra; en k Mejor situado, aunque tambih la critics
Aulos
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encuentra algo-- discontinuo Y arrastrado, . . . . BS el ballet “Un Jardin sur l’Oronte” de Alfred Bachelet, compositor independiente e “inclasificable”. Basado en un arnumento de Maurice h r r & y con 1 Franc-Nohain ha sido presentado 1 vedad en la t2mporada de la 0 chelet es un mksico serio, que s a w io que hace y cuya paleta rica y suelta llega a verdaderos aciertos y momentos grandes, su instrumentaci6n es refinada y sabrosa para el mWc0. Desgraciadamente la obra peca por varios lados que no le permiten, desde un punto de vista general, llegar hwta 10s “abonados” de la Opera; desde luego M. Bachelet es un conomxior del arte oriental y ha heoho gala de ello usando escdas y vocalizaciones de tipo persa. Si las escalas, como siempre sucede, se vuelven, dentro de la armonia, perfectamate europeas, el estio vocalizado alarga enormemente la obra y obscurece el texto, en forma que el phblico se fatiga. Cuatro horas y media de este espectaculo cosech6 aplausas frfos y el inter& s6lo de 10s crfticos que la conocian. Mejor encaminadas van 10s espeCtirculos de l’opera Cotnique, cuyo director M. Gheusi se ha puesto en el pie de repoblar la sala cuyo fracas0 financiero lleg6 a lo increfble en el afio pasado, a fuerza de buenas presentaciones. A b cuando no ha dado nada nuevo, sus elementos bien escogidos, la buena presmtaci6n y el cuidado artftico, han sido premiados con afiluencia de pfiblico. Est0 era primordial para trabajar, despuk, en difusi6n del arte nuem. Como estrenas que se aguardan con inter& esthn “OEdipus”, 6pera Georges Enesco y un ballet “El vue10 Icaro” del joven y famoso ocunpositor Igor Markewitsch .
Una semana de conmemoraciones s8 him con ocasidn del primer aniversario de la muerte de Vincemt D’Indy: v a r ? con-
ciertos sinf6nicos en que se ejecut6 su “Symphonie sur un chant montagnard”, sus oberturas y se cantaron partes de “Fervml” y “L’Etranger”. Los alumnos de la Scho!a Cantorum solemnizaron hn funeral en Saint-Jacques du Haut-Pas con la “Miss sine nomine” de Palestrina y varias obras religiosas de D’Indy. Fuera de la actividad de l a conciertos sinf6nicos que este tiempo se ha mantenido an..+..- aa ur UX,.LIuI”
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oido. Un pequefio incidente se origin6 en la Salle Pleyel en la audicidn de la Sinfonia de Jeah Wncaix, joven condiscipulo de Markewitsch en la escuela de Nadia Boulanger . La obra de Francaix es una excelente canstnicci6n muderna, de la buena cepa de Stirawinsky, Milhaud y Ho-
negger, muy personal, qu5 cay6 por desgracia en un mncierb popular en donde la masa, sin antecedentes ni cultura, se qrri+b contra 10s maicos que contrarrestacon silbidos, con ovaciones calurosas wen compositor. i cuanto a concertistas va bien sazonada la estaci6n: Rummel, Brailowsky, Iturbi y Horowitz como pianistas, el guitarrista Segovia, las cantanks Lotte Lehmann, Laura Volpi, Ninon Vallin y varios directores de mquesta extranjoros. Luego una cantidad “in crescendo” de nifios prodigios. “Todos ellos”, dicen piadosamente Ios criticos despues de admirarlos, “merecon una buma ensefianza y padres rawnables”. La criais par= haber duplicado el apetito por estos tesoros infantiles en potencia. BELGICA
.
Una huelga ha paralizado la actividad ordinaria del Teatro de “La Monnaie“. A causa de las circunstancias crfticas, se ha reducido la tsmporada de once meses a who con la consecuencia que el personal del teatro se neg6 a aceptar la disminuci6n de .sus emolumentos. Impasible el avenimiento con 10s cuerpos de baile ni 10s coros, de modo que las representaciones se iniciaron con especthculo? de ”variedades” operisticas: 111 act,o.de 10s Maestros Cantores, I acto de “hviata, Pr6logo de Pagliacci.. . nivel artistic0 bien pobre. La temporada se inicia floja y con decidida mala voluntad hacia las obras modernas. La Opera Flamenca de Amberes, por el contrario. se ha estrenado con una ejecucidn cuidadosa de “Quentin Masijs” de Emiel Wambach. INGLATERRA.
Una noticia aterradora para 10s mltsicos y aficionados ing!eses es el rumor que corre con insistencia sobre la pasible demolicidn de la histdrica sala del Coveht Gaden de Lmdres. I m diffciles trances por que pasan today las empresas teatrales han alejado de I? propuestas a todos 10s posibles candidah y va corriendo el filtimo aiio de concesi6n, sin que nadie se haya atrevido a formalizar condtciones. En ..-La
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piensan dedicarlo a otras activElades, edificando en lugar del tsatro ulra calle comercial. Si el Sfndicato de Opera no interviene, la presente temporada seria l rt filtima y 10s viejos muros que por m&s da3 dos siglos vieron desfilar notabilidades corn4> Haendel, Haydn, Mendelssohn, Wagme 9
etc.; caer8n bajo la trepldamon de I&s moderperforadoras. Se ha constituido una tercera orquesta sinf6nica permanent$ en Londres la “London Philharmonic Orchestra’’, dirigida por el gran Sir Tomas Beecham. U t a nueva ialange musical, a diferencia de sus similar- la “London Symphony” y B. B. C. (British Broadcasting Gorp. ), no dar& conciertos en su nombre sin0 que se ofrece a todo el que quiera pagarla. Desde luega cuatro entidades ya la han contratado en forma estable: la Philharmonic Society, 10s Courtauld-Sargent Concerts, 10s Sunday Concerts y el Covent Garden Opers Smdicate. Con esta enorme difusi6n sinf6nica hay ya anunciadas 74 audiciones ta abril. Entre 10s eSfUereOS m* inha-% teresantes que se hacen para financiar es-
tos conclertos est8 la dOtaci6n de un fond0 de reserva a la Landon Symphony, iniciativa que comenz6 Mr. F. J. Nettlefold,
un magnate de la industria del acero, quien ha erogado como primera cuota L 50,000. Del movimiento artfstico de estas entidades, lo m k saliente ha &do hasta ahora el estreno del “Arte de la Fuga” de Bach en la versi6n de Graeser, obra admirable que el phblico acogi6 (xu1 increfble entusiasmo en 10s conciertos de la London Symphony y la IV Sinfonfa de Bar, obra clara que afirma ya bien crfstalizado el estflo que hoy distingue a uno de 10s mejore3 y m&s famosos mfislcos de Inglaterra. Nada queda ya en Bax de la nebulosidad post-&busy a que era m distintivo hace afios; hoy, ante todo, es un polifonista.
Noticias de todas partes ha presentado S:gdmy (Australia).& por primera ves en p~blicoel cor0 formado Por la Musical Association of New South Gales. EIsta excelente instituci6n actu6 con la orquesta de la Radio Nacional en el Corissrvatorio del Estado. mbsim sin C!olonia (Alamania).-Los traliajo han formado una orquesta con el nonibre de “Kleines Tonkuenstler-Orchester Koeln”. Su primer concierto ha sido dedicado a Rudi Stephan y a Schoenberg.
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mhica acaban fundacidn. Camina hay la firma drigida por la quinta generaci6n de la familia que se ocupa de mhim . Lenihgrad (U. R. 5 . S.).--Seha estre. nado el ballet “Llamas de Parfs”, en cuatro ~ c t o sde que es autor Assafieff, libreto de Wolkof f y Dimitrieff. La obra, bwada en
una histuria de la Revoluci6n Francesa, marca, a juicio de 10s criticas sovMticos un importante avance en la est4tica del ballet ruso . H d I y ~ o o d (m. W .I .-h‘‘HdlYWOOd Bowl Association” ha llamado a concurso para una obra sinf6nica de gran orquesta de tema y forma libre. Premio 1,000 d6lares. Los mdsicos de todo el mundo pueden dirigirse a la sociedad, cuya dimci6n es HOllyWOOd (Gal) 7046 HOll~OodBoulevard. La partitura grande manuscrita d e b estar en pxkr de la institucrdn antes del 10 de abril pr6ximo. Budapest (Hungria) .-El primer concierto filarm6nico bajo la direcci6n de Dohnanyi di6 a conocer una Serenata para orquesta de Miklos Rosa. Con Bxito s? han celebrado 10s Festivales Strauss presididos Por el maestro en persona.
Necrologia Don Pal310 Vidrtlers
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re- ---....I&-.... -1 Hace xiluLllaI1uD, p ~ L + u ~ 1 J~ ~ ClL u L K~ P a l d o de BBlas Artes en una de esas t erdes primaverales, deliciasamente suaves, 5’ de pronto ojmos la masa lejana de un wro que entbnaba una de las melodias religiosas de I36?ethoven. Atmfdos por el ..l...n
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encanto que tienen 10s grandes conjEntm y el efecto solemne que cobran a la distnncia. llesamos con dificultad hasta el -.^^LnL..,-
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ma? de colegiales de todas edades. nifios 9 IrlTphachas que obedecfan a1 gestd imperioso de un hombre qus no eonocfamos, era Pablr, ViAales. Sus 0eja.s espesas, sus ade-
manes gigantesms eran 10s que convenfan
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SO a un director de masas .y . de .-. ma.?&.
que
habia que dominar con el terrible ImperlQ
de la autoridad violenta. Su trabajo en 10s coros era vigwoso y sin discmZn, lo desarrollaba en algo para lo cual tenia aptitudes vidmtes. Vidales ha muerto y sus W g o s lo vieron en 10s Utimos tiempos desenga.Kado -7 J
oko+iAr\ L)VCU"IU".
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en Chil3, a 6ste hombre, nacido para 10s mfeones, para luchar con las masas, ,%e le dedico a la inspeccion pedag6gica a la di-
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echarlo xecci6n artktica . - cony fu6 _.^. _.de.su 6rbj . ,Ita y esmeuario mu._ allicultmes inutilm que no estaba en su mano remediar. Su actuation en Conuepcion fu6 inter+ sante y provechosa, sus w n d w con el Orfeon Ibero-Chileno que fund6, fueron una de las pocas manifestadones del canto coral semi popular a carPo de chilennc A .,m i .mcmn-ia rcnilimos 2 tributo que ._-. -.-.*---merece un luchador cal!do con el ann8 %I braso db
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iunm at: bn. i v i . wiaor para organo (per
el zutor, Gramophone DB 4856); “L’Histoire du Soldat” de Strawinsky (Columbia LEX 263-265) ‘‘Chansons hebrafques” et Cansons Madecasses” de M . Ravel (Polydor 561.076,561.Q77) “Caprice pour piano” d’apr6s le Bal Masqu8 de Ponlenc (el autor, Colmbia LFX 266) “Divertissement pour piano, violon, alto et vidoncslle” de Alexandre Talnsman (Columba LFX 19926.0
Preguntas I. Podria cxplicarme pur qu6 la R m M a hoy dfa, despu6s de t a n k afios, de que Aulas censura tan duramente 1% activi- algo hubiera quedado en el pais y que las daldes liricas del Teatro Municipal? L. nuevas generaciones tuvieran oportunidad de oir en forma constante las obras de M. T. MozaTt, de Wagner, de 10s rusos y franceR.-Porque nuestro pobre “primer m- ses de hace treinta afios? Por Ijltimo, hay liseo” es uno de 10s mejores ejemplos que que agrndecer a1 Municipal el haber obshay en el mundo de teatro lirico unila- taculizado a 10s compositores chilenos de teral, a&faJo, y anti-naoiona!. Su explo- la manera m8s inteligente: exigiendoles bci6n, (en 81 no se puede emplear el Mr- volverse italianos. Y 6sto no 5s fantasia, mino m&s cult0 de “su actividad”) s610 Bsto rezzba en las bases de concesi6n que mira satisfacer la rutma de que haya una constan ante notario y que cualquiera pue6pera e n el mes de septiembre; no i m p - de conwltar en el Archivo General de Santa que 6sta se conforme con repetir lo que tiago. hace cincuenta afios se m a , ni que esta n. ;Cu5les son 10s m6s grandes campa!exigencia tonta se haga a trueque de cerrarlo para las actividades chilenas. Como sitores hoy dia? L. M. T. teatro que pertenecc a una Municipalidad, R.-Dificil es conkstar a una pregunta que no lo distingue del Matadel-o o del Mercado, no tiene Direcci6n Artfstica, por Eeneral que s610 la historia podr& resol10 tanto est6 a mercod de 10s empresarios ver; citaremos algunos de 10s que gozan que por tradicih son italianos. Asf hemos de mayor renombre sin el menof pmp6sito llegado hasta 1933 enteramente ayunos del de enumerarlos todos. Alemania: Hindemovimiento dramhtico musical europeo: mith, Weill, Krenek, Toch; Austria: Srhoenhemw cortado, (con la importacibn sis- berg; Welle7s; Hunarin: Bartnk Kodaly, temhtica y el pxwtigio que ella crea al- Harsanyi, Lazar; Lajtha: F’rancia: Horededor del artista forastero), la posibili- negger, Milhnud. PouXenc, Ibert. Rouss-I, dad de formar oportunamente conjuntos etc.; Rmsia: (fuera de 10s sovf6ticos cuya permanentes chilenos y hemos cr-ado cul- critica exacta no conmemas bien) Stratura finicamente en torno del cantnnte y vinsky, Prokofieff, Nabokoff, Markewitsch: de su voz. Fuera de la difusi6n del ve- Italia: Casella. Malipiero, Respighi, Rieti, rismo, de una que otra 6pera de Wagner, Tomma.3ini. Castelnuovo Tedesco. etc .; ejecutada cada seis u mho afios. de algu- Espafis: Wla, E%pl& Halffter-Fkscriche, nas rarfsimas Broducciones francesas o N- etc.: Inghtena: Bax, Elks,Walton. Go& sas, CDodemos agradecer algo a un teatro sens. Lambert; etc.: habrla que amgar que ha sido un magnifico negocio par m6s I s polams checor. yuqoslavos. rUmRnOs y de medio siglo? J N tendrfamos ~ derecho, demk que Ud. hallad en cualqu!era b u m
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32 revista moderna. Le recomendamos un namew de la Revue Musical del afio pasado, llamado ‘*PanoramaM W ” g 10s n b e ros de “Die Musik” dedicados a “Der neue Ton”. De 10s sudamericanas muy pocos han
logrado abrirse camino en Europa todaVia, fuera de Villa-Lobos tbrasilero), de Ponce (en sus buenas casBs, mexfcano), de Humberto Allende p algunos argentinos y cubanos.
Mljsica en solfa -Un Ministro de “Educacibn” asfstfa no la primers obra de Bach canWa en el hace mucho tiempo a un concierbo en el Municipal de Chile. -Uno de la d a w que precipitaron Conservatorio y a1 oit algunas obras de Dombnico Sarlatti contmpOr8neO de el rompimiento entre Wagner y el fil6sofo Bach, se volvi6 a1 Director y le duo: yo Nietzeche fu6 que 6ste liltimo tuvo la p&ima no creia-que habia m u c a tan antigua.. .” idea de colocar sobre el piano de la Casa -Cuando las ejecuciones de Parsifal en wagnerhna de Wahnfried el Chtico Triunfal de Brahms. Al ver s e tomo, Wagner, 1%20 eran ‘10stiempos heroicax” de la Socledad Bach y los fieles concurriemn en dijo, kitado, “ego es Haendel, es Menmasa a1 ensayo general. Terminada la 61- delssohn y Schumann empastados en tima nota del primer acto, como un home- cuero”. B a r h o h una ejecucidn deplorable y naje a Wagner, se pusieron de pie y entmaron, en medio del asombro del pem- observ6 con seriedad: “ B e es dnfcamente nal, del director y de 10s asistentes, el Coral un buen cristiand; aplica la m&xima evande Bach “Du Friedenfuerst H q r Jesu- g6lics que no sepa tu izquierda lo que hace Christ” que adquiri6 una proporci6n y una tu derecha”. solemnidad dnics en aquella ooclsi6n. FU6
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Carresponsal: Celerino Pereira.Raqiiedano 901. SERENA Corresponsal: Barack Canut de Bon.--Casilla 50. VALPARAISO:
Corresponsal: Mary Ceranp de Sarichez, Av. Pedro Montt 1866. Agente: Luis Oteiza, Av. Pedro Montt 1866. CURICO:
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Corresponsal y Aqente: Carolina Kkges.
SUlWKARIO Los Conciertos y su finalidad musical, Editorial. - Super-saturaCURT-LANGE.-EI significado cion musical, por FRANCISCO. de Richard Wagner, por CARLOS GRANDJOT.-La formacion' del madrigal inglCs, por ENRIQUE LOPEZLAwRENce.-La opeY FABIOra y su influencia en Chile, por ADRIANASAAVEDRA LA ARACENA. La vida musical del presente: Chile.-Los
primeros conciertos del aAo; Otras actividades musicales; Cr6nica de 10s acontecimientos; Actividades musicales en las provincias.--Arne'rica: Brasi1.-Europa: Pr6ximos festiva1es.-Italia, Inglaterra, Francia, Alemania, Noticias diversas.-Preguntas y respuestas.-Mlisica en solfa. Suplemento musical.-Imfigenes infantiles (primera serie, de'Domingo Santa Cruz Wilson.
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Como una primicia pars 10s lectores de uAULOSS,tenemos el agrade mayo entregaremos a la circulacion nuestro nuevo CATALOGO D E DISCOS .VICTOR., arreglado por estricto orden alfabetico, en el cual hemos incluido toda nuestra existencia de mlisica seria: en e1 se encontrarh, con todo detalle, la descripcion de MAS D E C I E N Albums de Mlisica Clhsica, discos de opera, instrumentales, canciones por grandes artistas y discos por las mhs grandes Orquestas Sinfhicas del mundo. Para que se aprecie la claridad y profusion de esta nueva edici6n de nuestro CATALOGO, incluimos algunos extractos de 61.
1 do de informar que en 10s primeros dias del proximo mes I
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Bachans, Wilhelni (Pimista): Concierto N.o 5 (Album M-gl).. ........................ Estudios,Ops. 10 J- 25 (Album .U-43) ...................... Impromptu ..:....................................................... Liebestranm ........................................................ Momento musical .................................................
Beethoven Chopin Schubert Lisat Schubert ................................................ DBlibes Sonata PatQtica.................................................. Beethoven Ballets: VQaseen la letrs, respectiva el detalle de 10s siguientes: *Amor Brujo., aBella durmiente del bosqueB. *Casse-Noisettes, *Coppelian, aPlijaro de Puegon, ePetrouchkaB, *Sacre dn Printemps.. Chopin, Federico (1810-1849).--VQase: eBaladas., cBarcarolas, *Berceuse., 8Estudios., ~Nocturnos.,.Preludios.. Coq WOr (LE!.--Opera en tres actos, de Rimskp-Korsakow; estrsnsda en la Opera de Moscd el 24 de septiembre de 1909: Introducci6n ................................... Orquesta Albert Coates Cortejo nupcial................................. :...... Orquesta Albert Coates De Falla Manuel (1876).--VBase: .Amor Brujos, *Noches en 10s jardines de Espafin., 'Vida breves. Maestros Cantores.-Opera en 3 actos, de Wagner; estrenada em el Teatro de la Corte el 21 de junio de 1868: ........................ Orquesta de Chicago Obertura.. ........... Baile de 10s aprendices...................... Orquesta Albert Coates Canci6n del premio .............................. .: Richard Crooks Canci6n del Premio (en cello) ................. Pablo Casals Principt! 1gor.--Opera en 4 actos, de Borodin; estrenada en 18 Opera Imperial de Petrogrado el 23 de octubre de 1890: . Obertura.............................................. Orquesta Albert Coates Orquesta Coates y Coro Danaa Poloretaki................................... Aria de Galitski...................................... Beodor Chaliapin Feodor Chaliapin C6mo v&,Prtncipe? .............................. Piano: Para discos de piano, vQanse: Bachaus, Wilhelm-Bauer, Harold-Cortor, Alfred-De Greef, Arthur-Gabrilowitsch, Ossip-Hambourq. Nark-Moiseivitch, Benno-Paderewslri,jTenRce Jan-Rachmaninoff, Sergei-Robinstein; Arturo.
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Director: DOMING0 SANTA CRUZ c
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M A R Z O - A B R I L DE 1933
NUM. 5
10s conciertos Y su finalidad musical Iniciadas ya las manifesradones preliminares de nueswa temporada de ,concierton, es oportuno traer un instame a la mente d e x i o n e s que muy a menudo se hacen entre personas que se ocupan de miisica y que dstas ,olviidan ran pronto como les cae en la mano el organizar tal o cu91 serie de audiciones. Son ideas corrientes, que cada c u d ha pensado cien veces y que hoy diab a medida que la p d u c c i 6 n musical aumenta y qzla el rol de las ejecuciones piiblicas riende a substituir, por su abundancia y por sii transmisibilidad, 12 mlisica que solian hacer nuestros padres en el hogar, cobran una iaportancia que les quita el aparente aspect0 de reflexiones especulativas. Frente a1 problema concierto, cabe preguntarse: quE es nn concierto hoy, qud miisica logra entrar en 10s programas y cu91 ideberia ser la linea que =&alara la dosis en que es menester seguir las preferencias del piiblico en frente de1 deber que todo artista tiene de educarlo. Desde luego, sin entrar en disquisiciones hist6ricas. toda persona medianamenre instruida en miisica, sabe que la infititucitjn del concierto, tal cual hoy le conocemos, es de creaci6n basrante moderna. N o podemos asimilar a su carLcter democri5tico, en cuya premisa fundamental figura la igual opci6n d e cualquier ciudadano que pague su entrada para oirlo, las audiciones palaciegas de antaiics ni las fiestas p o p u l a r e que 10s principes, por gracia y en virtuti de acontecimientos especiales, solian extender hasta el pueblo. Tampoco podemos hacer equivalentes, aiin cuando fueron la base de 10s m a l e s conciemos, las ssiones musicales de las â&#x20AC;&#x153;sociedadesâ&#x20AC;? alemanas o inglesas o de las â&#x20AC;&#x2DC;raccademie+f italianas. E l concierto nace con el ,auge de la m6sica inslt(rumenta1 y con d aparecimCento de 10s virtuosos. La mlisica se divide en dos clases: la que se pnede hacer en casa y 19 que n6; la primera se va a escuchar a un roncimto cuando es ejecutada por alglin artista cdlebre, y la scegunda hay que oirld en 61 por razones econ6micas. Las olbras de piano de Beethoven y de Chopin, se syen
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en las casas, y se oyen y “aprenden a tocar” a1 a,sistir a u n concierto de Liz* o de Rubinstein. El concierto del siglo XIX, ademls, encierra para 10s mixsicos todo lo bueno que hasta entonces se creia producido en el mundo. C a i toda la m,ixsYca ejecutada cabe dentro de 10s limites del siglo y por lo ranto no es violento el choque de la obra popularizada, con lo que sin causa justa duerme en e l olvido de las bibliotecas. Nuestra Cpoca provoca en el campo de 10s aonciertos u n pmblema que tendr5 que enfocarse algixn dia y que se plantea en thrminos que producen 10s juicios m5s equivocados. Mientras unos querrian oir eternamente las sonatas de Beethoven, 10s nocturnos y baladas de Chopin, Bas malabasstas rapsodias de Lizst, otros proponen su eliminaci6n rim y llana y su reemp’iazo por obrasl antiguas y por modernas. Mientras u n a van a 10s concieitos a air mfisico, ai conocer y penetrar el arte, otros s610 ven en ellos la ocasi6n de lpcimiento del ejecutante, el arte de la interpretaci6.n; mientras unos esperan a1 conocer un artista inteligente, szz obra original, su preferencia traiducida en 10s programas, el empresario exige perrntoriamente tal o cual sonata, o u n “Islamey” cuyo rinde en pesos ya ha sido estudiadb y expetimentado en todo el mnndo. Fuerza es confesar que todas estas diversas apreciaciones son razonables rlesde sus antag6nicos puntos de vista y la causa no es otra que el hecho de pedirse hoy a 10s conciertos una labor que n o cuadda con su acmal sistema h organizacih Desde que, por mil razones diferentes, la mixsica vino a radicar’se por comL pleto en 10s conciertos, se ha116 ante otro problema nuevo: el fantiwico aumento del repertorio posible. No es necesario leer 10s volumihosos c a t i b g o s de las grandes casas editoras para saber hasta quC p u n t o es de inmenso el campo que deberia explorar u n artista que realmente quisiera hacer su obra a p l h a conciencia. N o s610 se ha extendido la producci6n musical moderna y de buena calidad, en el mundo entero, sino que, ~ O aiiadidura, K el espacio limieado que vria el siglo XIX, que trataba a Palestrina de primitivo, a Monteverdi de curiosidad arquml6gica, se ha hecho enorme hacia atr5s y tiendc a dncerrar en 61 u n nixmero de s i g h cada vez m5s considerable. Sin pensar en el piano, cuya reciente invenci6n lo circunscribe en su rol de agente difusor, el campo que hoy tiene ante si u n conjunto de s5mara o una orquesta, cuyo agrupamiento de instrumentos h e m a vuelto a considerar como un conjunto de sonoridades que no es necesario est& siempre reunidas, es ilimitado. Ea producci6n sinf6nica que a fines del siglo pasado era atin relativamente corta, l a quC riqueza llega boy dia? En estas condiciones, el triple fih difusor musical, ejecucionista y comercial de 10s conciertos, resulta tan difidl de combinar que, puede dwirse en verdad, para 10s mlisicos es raro asistir a uno de ellos, sin experimentar la penma sensaci6n de ver injustiamente preferidas obras mediocres, a prducciones que deben divulgarse mejor y que el pixblico acabaria por exigir. Parte de este problema se soluciona en Europa por la abundancia de conciertos y por la existencia de sociedadks especiadizadas que, por decirlb asi, mantienen sonando permanentemente una determinada ipoca o producci6n,
Los eomiertos y
8u finalidad
musical
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sin embargo, a cada yaw. se oye la queja que acusa. de rutinatim 10s progra-. mas de las m i s grandes asociaciones de conciertos. En Amc‘rica y en especial en Chile, el pmblema es particularmeme agudo. Fuera de la actividad de la Asociacicin de Conciertos Sinfcinicos cuyos programas son ideados con plena conciencia de 10s aludidos factores y que prefdririamos mejor apoyados por las autoridades para que pudieran ser m i s resueltamente musicales, hay t o d a v b pffos con4erro.s en 10s que sk puedia ir simplemente a oir mesica; a oir las obras y no 10s individuos, a escuchar un’programa hecho con arreglo a un criteno estitico y no obedeciendo a esa abominable rutina de “menus” musicales, en 10s que Bach es a n v e r d a h platlo frio; Beethoven la sopa y Lizst el p t n hinchado de hojarasca h,ueca.. Nuewr? vida musical ha sido mda de importacicin y por eso pianistas y cantantes tratan de parecerse lo m i s posible a sus modelos europeos y siguen mansamente 10s “programas de exportacicin” con que 10s Birtuosos salen a correr el mundo a caballo de una empresa que 10s estruja. Ante la temporada de conciertos que se aproxima, temporada en la cual la d s i s nos va a reducir felizmente a nuestras f u e n a s solas y por lo ranto a\ 5er algo de una vez, formulamos votos porque 10s directores de las empresas musicales y 10s artistas, tengan presente nuestra efectiva situacicin: necesitbmos, primeramente, una difusi6n sisteqitica y bien dirigida de las obras dprl pasado; no de las que han puesto de moda 10s adistas viajeros sino ,de lo que, musicalmonte vale. Que se salga de las cinco lo seis sonatas & Beethoven que oimos basta la majaderia y se ejecuten todas por igu’al; que se difunda el “ClA vecin” de Bach sin circunscnbirlo solamente a Ros w h o primems preludios y fugas que gozan de preferencia scilo pot estar aI principio del libro; que, en 30s e$tadios de Chopin, en donde invariablemente dl0 k oyen aqueTlos que la c u d irria ha distinguido con nombres de pisirno gusto, se difundan 10s demis; que cn lao audiciones de cuerdas se piga mpnm Wieniawky y h i s Haendel y Bach. En general hace falta u n conacimieats pennanente & obras que puedan alternarse sin cngendrar monotonia. En ssgundo lugar, falta un muyor amcamiento ,a1 presente. De ordinaria Debussy reemplaza lo de boy, y si bien es cierto que de su genio brotci gratn; parte del horizonte contemporineo, no lo es *nos el hecho de hqber fallecidp en 19 18 el autor de Pellhas y de haber el mundo hecho u n gran casmino despuds de hl. Hay mucha, muchisima mfisica que &be hacerse conocer, tanto francesa como italiana, alemana, inglesa, m a y , shilena, que 10s artistas ejocutan de mala gana so pretest0 de dificultad, (la misma dificultad que en un autor alemin, pot ejemplo, m i a objeto de inter& en el estrtdio). Por bltimo, hacen falta m i s conciertos; que nuestros ejecutantes, que ya !m hay en buen nlimero, se presenten wncilhmpnte. Ellos, que no timeti d e m 5 el abrumador problema financier0 de una orquesta o de una cipera, pueden hater mucho habituando a1 p6blico a ok m6sica; que no se impongan e1 pie farm d o de actuar en salas enormes, que diwingan cuando sp presentan ante m& sicos, cuando concertista y auditono vibran ante una gran obra, de cuando van en pos de cosechar vanidoms aplausos para sus proezas tknicas. Que e+ten pot mlisica y sobre d o , que tengan el talento & e c q e t obtas que estsn pot dcbajo de sus pasibilidades ticnicas. E’sa vanidad de estudiw&te aventajado debt t r o t a r e por la naturalidad del artista que siempte deja un margen para
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sbs dotes interpretzdvas. iC6mo p o d r i actuar libremente quien est6 preocupado de ejecutar la mixima dificultad thcnica? U n pianista en obras ficiles, cs delicioso y luchando conrra grandes transcripciones es lamentable y h a k a grotesco. Aun agregarbmos otro deseo: que no se siga creyendo que la a u d a d de Santiago es el pais y que nuestros artistas procuren relacionarse con Ia vi& intelectual de las demis ciudades de Chile.
super-saturaci6n r n usical pol'
CISCO GURT LANiGE (1)(
Es indiscutible que ha llegado el mcmento de reflexionar si la actual divulgaci6n musical por media de estaciones libres radio-emisoras constituye nn medio de elevaci6n cultural del pueblo o esti Elamada a rebajar e m arte z tal grado que dentro de poco tiempo 10 convierta en un simple entrehnimienro que las m i s de las veces reyulte molesto. 2Puede la radio en esras cmdiciones ser nn poderoso instrumento de aumentar la cultura del pueblo y de deleitar a 10s m6sicos y aficionados tal como lo soiiamos cuando acompaiiibamos en'msiascamenre todo su crecimimnto y divulgaci6n vertiginosos? En las transmisiones .. radio-elictricas abundan con exceso las horas dedicadas a la m6sica. h u n q u e la mayoria de 10s oyentes tiene durante el dial sus ocupaciones y aye por lo generlal durame las horas del medio dia y de la noche y en 10s dias festivm, est demasiada l a m6sica que oimos. Ha'sta en la cJle nos persiguen, desde almacenes, despachos dt bebidas y otros comercios se oyen la3 frases de cilebres obras n m s i a b s interrumpidas y absorbidas por el ruido del tfifico. Para oir conscientemente, es precis0 aisla'rse por momentos de lo circun' dante y saber transportarse a un estado que prepare la asimilaci6n. 2Quiin tiene hoy tiempo para esto? El aparato de radio vomita obra tras obra en constanre avanzar, n o respeta difermcias de estilo, ni gustos ni estados de alma. Mis, n o respeta el esfuerzo sublime del genio creador ni el culto profundo que de-61 debe conservar el pueblo. El aparato receptor cs prepotente e i ext*mo. La escasez de ob&s selectas que se nQta frecuentemente en las estacionm emis0ras.a causa de la no importaci6n d e impresimes, no permite siquiera,l$ elaboraci6n de un programa m6s variado que, al fin de cbentas, produciria tambihn el hastio, la desvalorizacihn de las obras y la consiguiente falta de respet-annque esto fuese en an sentido pfadom--ha& el autor.
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estudio que nos envia el gmfesor U n g e de Montevideo y quo ne que pe transmite en 'Chile. Nuer, tro nivel es hi vex m&sbajo a h , p e s e1 g r ~ e s ode L tranuniissn lo forpnan.los bd, labla, per0 Ir pen~enteque Ilevaxnoe -no cn dlifmmh dq 10s dam63 p a k . . (1) bh-k
a& mino asinail= a las oondiciones desoraenndae con
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Suprr-saQuracicjnmuaieab
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La transmisibn radio-elCctrica ,de la miisica encierra un gran problema pedagbgico awe depeenmde mHs de aquellos aue transmiten qne de 10s que oym. Sr d i d que el oyente est5 en wndiciones de oir cuanto quiere, pero es menester considerar que el oyente €rente a la m6sica es como el escolar que no sabe juzgar atin y oye todo Io &e 3e le ofrece. O i r una sonata de Beethoven durante la hora de la cena, en medb d versaciones y midcrs dk platos, es el m i s trisrte ejemplo de degradacibn artihca, Este ejemplo crece aiin en monstruosidad cuando son interrumpidos 10s xes?rctivos movimientos. Imagin6molnos ahma a ese Oyente ideal, tal corn0 existi6 cn nuestra fantasia de cuatro aiios awls, que, para quedarnor en Beethoven, oye por primera o dCcima vez una de sus sinfonias en medio de ruidm, de olor a romida, que nos ancla en la realidad estomacal, irngosibilitado por lo tanto para elevar su imaginacihn : imagin4monos su deleite interrumpido por anuncios ridirulos, antiest6ticos qee empiezan por depilatorios y terminan con liquidos contra ciertos insectos molestos.. Eso no es divulgacibn y menos cultura musical. Es una chatura de espiritu que conduce, en el mejor de 10s casos, a la indiferencia .o a1 esnobismo que crece en derredor nuestro. Luego e! poco cnidado con refpecto a Ia ctransmisih. En partes lentas as; p ~ ejemplo r en el tercer movimiento h la Novena Sinfonia de Beethoven, Ias ~ s c i l a c i o n ellegan ~ a tal grado que se aseniejan mucho a1 maullido de unos gatos. En lo refermte a las cintas cinematqfibficas creo existen dispbsimciones c p e garantizan que no Sean exhibidas obras inmorales. ZAcaso $10 es una in. moralidad tran!mitir en esta forma una obra cfispide de un geaio cuya h p o nente posicibn en la historia de la miisica a h !no ha sido cornprendida en su rotalidad y que, oida en esta forma, jamls se pod& a p r d a r ? H o y dia, todos aquellos gloriosos nombres de. miisicos que cansdtuyen el m6s alto exponente de la cultura Ihumana, han sido rebajados a !a simple dltuta de un “medio” para consegnir m a finalidad: el cannercio. Se comerda con ellos porqw no hay “medio” mLs prdctico para llenar el espacio que cabe .entre ?a? ocho de la rnafiana y las doce de la noche. Y aunqne n o es posible ser tratado en este articulo, conviene mencionar el hecho que la‘s trasrnisiones radio-dktricas impiden tambiin en d & b sentido el desarrollo activo de la mfisica. El aparato de radio ha aumentado a6n la “comodidad” que cara~terizaa nnestto piiblico, el cual no trat5ndose d e nn artista extranjero de un concierto excepcional a donde ge d a cita l a SOciedad, no concurre ~i tomenta iniciativas de nuesros a H s t a s locales.. Cualquier acontecimients .extpaordinario sea el football o ana carrera automovilistica, reduce considerablemente el nfimero de asistentes. La verdadera pasi6n por la rniasica se adqniere participando activamente en 10s conciertos, est0 es+ cn un fentido “pasivo” como oyente. D e una participacibn “activa”, en su verdadero significado, ya no se puede hablar. El aparato de radio e5 muy preudtente y en su prepotencia ha hecho callar el piano 0 violin como medios para fomentax la mfisica domhstica. Y a no exisre el deseo a la “artividad”. a radie se le ocurre, hacer eetudiar e1 violin o el pZano a SIIS hijos. HOY bi;s FS muy corriente ver cambiado el piano por u n aparato de radio. La “comodidad” y la indiferencia alcanzaron hoy cuando se Cree haber hrcho gran difn5ibn artigtica, s m rnhs claros exponentes de decadencia. AqueJ1a pequeiia llave de 9ue vie,, provisto t d o aparato de Radio y que, coma
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crccmcm todos, siroe para cortar a tiempo la audici6n cnmnda acts creemcn saturados. es a la vez afma martifera que despdaza Y vulgarha Ixt obraa E n n u e s m cast a t e n d m o s Tisitas, sostenemos discnsiones, e s d b i m o s f Ieemos a1 son de la miisica. E n 1- despxhos de bebidas, las disputas acaloradas de 10s parroquianos y 10s insultos de 10s borrachos, s o n acompafirdos por miisica de Beethoven, Wagner, Schubert, Falla y otros. Pregunto ahora a 10s "iniciados" en miisica, si n o h3n experimentado momentos, a donde se opone nuestra psiquis resueltamente 2 la asimilacihn. Es 'nn f e d m e n o fisiol6gico perfectamente explicable. C u i n t o s nos hem- talvidado a escuchar determinada audici6n que nos interesaba. N o f u i p o t olvido, f u i en cierto sentido la naturaleza sabia que impuso este d m n m . Habia dicho, que hem- Ilegado a la super-satudacibn musical. En efecto, hsta se ha produddo ya en aquellas personas que son cultores de la m8dca desde tiempos atris. Es en el gusto mxlsical refinada. a donde se nota primer0 esta vilvula de escape que impone la naturaleza: cansancio de oir y como resnltado, el cierre obligatorio del aparato receptor por unos dias. JPero acaso saben emplear esta medida tambikn, aquellos ind'ividuos, que nosotros consideramos f altos de educaci6n musical? Recuerdo 10s tiem'pos pak sad-., cuando nueetrm padres nos llevaron a la bpera o a1 concierto. AqdeZ dia era para nosotros un acontecimiento casi mistico. Eramos tan ingenuod y tan profanos a1 arte musical como suponemos sea el oyente nuestro que pensamos educar musicalmente p a r mtdio de las ondas edreas. Per0 en nosotexistia ya dias antes del acontecirniento u n e s a d o de ansiedad y preparacihn previa que nos hacia m i s asimilable una obra por dificil que fuere. ,?Vivimos en otra dpoca? ,?La vida exige mis sacrificios, es mLs fugaz? iE1 pulso del tiempo es m i s acelerado? Las eternas formas de las artes y especialmente de la rn6sica nos obligan a reflexionar. Sn conmimiento se adquicre Babiamente, on u n sentido malitativ o p no cuantitivo. I m a g M m o n o s par un d o m e n t o un idintico desfile d e obras pict6rieas o plisticas y para volver a1 ejemplo m i s craso, durante la comida. A M pasan t n constante y ripido desfile obras de Tiziano, D u r d o , Miguel Ahgcl, Watteau, bajorelieves del. PartPn6n y un Liebcrmann, Clasicismo, Renaeimiento, secesionisrno, simbolismo, impresionisnr'o. Y eSto sin un m m e n t o de interval0 entre cuadrn v cuadro. Fr~cnmtPment,+noc tanan la nitad de la obfa para anunciarnos PI depilatorio y d rremedio infaliblc pdra 10s callus luego corren el vel0 y hacen ver la otra mitad dr la obra y construya ustcd, entre algazaLa y ruido dk platos u n juich sobre la obra qnre acaba de coneomplar en forma disecada. Nadie pnede noprar que de esta manera R O 8p enseiia a1 profano las bellezas de un cuadro, o de una obra arristica cualquiera. Es una triste comparacibn con b transmisidn actual de la mGsica pero esta es la realidad. La miisica aftidtica ha deja& de ser emotiva. se le a q t a como cualquier manifestacicin vulgar de b vida diaria. Esta observaci6n que habrin hecho seguliamente muchas personas, nos hare volver nuestra vista a Europa, a Cfonde 10s problemas de la edncacidn mmsical del pueblo son tenidos en cuenta. All5 existen menas estaciones e m b s ras, programas seIeccionados, diganlos oficializadas y controlados p r el mismo pueblo, quien e$ el que aporta mensualmcnte su contribucicin para su man-
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El significado de Richard Wagner
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renimiento. Y sin embargo, tambihn all5 tenemos super-saturaci6n musical, veamos un articulo del profesor Mersmann, conocido por su “Esthtica de la M&ica” en la revista “Melos”. Enero de 1931. (Mersmann es en la actualidad Director musical de la “Deutsche Welle”, Berlin). Mersmann pregunta quh se consume de m.bsica durante u n dia en Berlin, desde la maiiana hasta la noche. Para e a esroge u n dia cualquiera de la sernana no influenciado por f i e s t a o acontrcimientos especia‘lcs, y exclama: “16 horas de rnhica!” Est0 se COnQce recihn desde que existe la Radio. Trans]nisi& de enseiianza musical, de programias variados de discos, conciertos vespertinos de banda, cmciertos sinf6nicos, 6peras, conciertos de clmasa, operet2s, varieths, miisica de baile. Mersmann recuerda que en este dia camalmente ,IO se efectuaban conciertos de las Asociaciones corales o Instituciones oficia34s pro-educaci6n musical. U a a casualidad, pero ’un bintoma. El dia de Berlin, desde las 8 hasta las 2 de la madrugada,, hay m6sica on forma vasi ininterrumpida. El desgaste de la mcsica en la Radio y por la Radio. Mcrsmann pieasa en aquellas personas que viven encim’a o debajo de sus habitaciones y que encienden de maiiana el receptor con la misma naturalidad como se enciende la luz elCctrica y nos convencemos s~bioamentede dodo este peligro de mbresaturaci6n musical que amenaza la cultura musical de la naci6n alemana. Cosas andlogas suceden en lo, demls passes, lo confirman las revistas de Radio. Quien, estimado lector, no dirige en estos momenros de desorientacik de peligroso exceso, sus miradas hacia atrls, a la Cpoca de 10s helenos que tan sabiamente supieron equiparar sus esfuerzos, y a donde un P l a d n log& imponer su voluntad para hacer cerrar por cuatro aiios 10s t e a m 9 de Atenas para impedir la decadencia de las artes.
el significado de richard Wagner por CARLOS GRANDJOT (1)
La circunstancia eventual de encontrarme subrogando en sus funciones a1 presidente de la Insrituci6n Cultural Chileno-Alemana, ha hecho posible
q u e 10s organizadores de este acto conm,emorativo,’ deseosos de asociar a 61 el nombre de la colonia, me hayan discernido el inmorecido honor de dirigiros la palabra. No era admisible, en realidad, que la colonia alemana y en especial la instituci6n que accidentalmente presido, dejaran de asociarse sinceramente a este festival recordatorio de uno de 10s hijos mds preclaros de nuestra (1) Estndio del Profesor Grandjot, del hstitnto Pedag6gico de Santiago, l m i o en 13 velada conmemorativa del Cincnentenario de la mnerte de Wagner, que orga.nim5 el Departamento de Extansi6n Cultural d d MinMmio del Tlabajo en el Teatro Mnnicipi’.
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patria. P o r eso, Sean mis primeras palabras para expresar la satisfasci6n intima y el reconocimiento con que 10s alemanes advertimos no &lo como se comprende inteligentemente, como se sieate y como se admira, sino thmbiCn como se venera a1 gran genio germano de Ricardo Wagner. M i especialidad no es la miisi_ca, n i el teatro, ni la poesia, y a&, si posihlemente me concederiais el derecho de hablaros sobre Einstein, seguramente os pareceri un atrevimiento imprdonable, mi pretensi6n de hatblaros de Wagner. Idgnticos escriipulos me han asaltado du presentarme ante vosotros en esta tribuna, pero felizm‘ente he creido encontrar procediendo del propio Wagner una f6rmula capaz de justificarme: Ricaxdo Wagner no era especialmente ni u n mGsico, ni un dramaturgo, ni u n poeta; eqa t o d o em en conjunto y much0 m i s aiin; era u n artista-fil&ofo, u n genio total de infinitas dimensiones, para expresarme en un lenguaje que me es propio. D m i n a n d c Wagner en forma perfecta la tknica, las posibilidades expresivas y 10s resortes die la creaci6n original y maestra, en la miisisa, en la poesia, en el teatrc, cn la arquitectura, sup0 permanecer i e m g r e superior a las finalidades exclusivas de cada una de esas artes, y planear por encima de todas ellas, fun&%dolas indisolublernente en sintesis geniales para hacerlas expreqar una concepci6n original y suprema del hombre y del mundo. Este Wagner transcenden’tal, este genio de proyecciones universales, no puede ser juzgado con el criterio de 10s especialistas en las diversas artes sin destruirlo, sin despojarlo de su unicidad gigante, porque Wagner es la unidad divina dentro de la multiplb cidad del afte y de la filosofia. Este Wagner, el iinico que h a existido pertenere a todos 10s hombres capaces de admirarle fmorosamente, de odiarle, de comprenderle o de sentirle. E l propio maestro decia que 61 habia creado la obra de “arte integral”, accesible a toda persona de sentidos impresionables y que no se dirige a u n circulo limitado de adeptos. Es esta. midma caracter?stica de univwsalidad de la producci6n wagneriana la qu’e explica rm d i f u s h consid&abk que ha conquistado para el ilusttre composhor la ciudadlania espiritual del inundo entero. P o r s o miismo no admira que su arte haya ejercido y siga ejerciendo una pronunciada influencia en el campo del arte, de la fi1owfj.a y en geieral de la cultura contemporhea, circunstancia de un precioso significado que n o murre en todos 10s artiktas, muchos de los cuales son inaccesibles a l a p i ritu popular. E n este sentido, la iniciativa d e l Departsmento de Extensibn Cultural del Ministerio del Trabajo, de difundir el conocimienro d e la obra wagneriana, m‘e parece mierecedora de sinceros elogios. Se sabe que el arte de Ricardo Wagner ha sido desde su cornienzo el tema candente de discusiones inagorabks, en las que le ha cabido la suede de todm 10s g h i o s : suscitar, en unos, arranques apaiionados de veneraciBri, y sei, para todos, el blanco de u n repudio sin reservas. A1 lado de las expresiones magistrales llenas de admiraci6n del gran Bernard Shaw en su “Manual del Perfecto Wagneriano”, est5n las piginas condenatorias llenas de furia icoiioclasta del viejo Friedrich Nietzsche en “El Caso Wagner”. En cualquier polhmica relativa a cuestiones del arte, es arduo sino im’psible llegar a u n juicio objetivo y de valor general; en cuanto a la signSficaci’6n de Wagner pretend0 daros, a lo sumo, una modedta dpreciaci6n ecltctica, y nada decisiva, puesto que las dificultades q u i z 4 Sean aiin mayores en e* cas0 que
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El significado de Richard Wagner
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en otros similares, por raz6n bien simple, hela aqui: Era Ricardo Wagner u n gran rwolucionario en el arte, u n insurrect0 y u n protestante, u n anarquista y u n reformador. Para corroborar esta modalidad del maestro me servir6n algunos personajes, que en sus propios dmamas encarnan sus peisonales teridencias. Rienzi, el hltimo de 10s tribunos, en la hpoca de igual nombre, simboliza el 2mor supremo a la libertad, el espiritu de independencia de que ya di6 pruebas Wagner en las incidencias Holiticas de 1849 y por cuya causa debi6 huir de su patria. Se le asemeja tambiin, en el Anillo de 10s Nibelungos, Sigfri’do, el khroe de proveniencia divina, que termina por destronar a 10s mismos dioses, merced a su valentia que no cmwe el miedo, y gracias a la espada que SQ forj6 con un procedimiento desconcertante y simb6lico a la vez, redujo a polvo 10s dos pedazos del arma antigua de Wotan, el dios aodopoderodo, fundi6 en u n crisol las limaduras-4ntregindos a este trabajo con el entusiasmb y algazara propia del anarquista en el momento de destruir el m u n d o para crearlo de nuevo,-y surgi6 del molde una espada tosca, pulida d q u 8 s con cariiio. Asi se mofa de 10s dioses, es decir, de las leyes de la iglesia, y de las leyes del arte y de la profesibn, y a trave‘s de esta rebeldia alcanza la victoria. Y en 10s Maestros-Cantores, ese brillante & e m l a que por la expresi6n lingur’stica impecable y por el ferviente llamado a la unidad gerrninica, es una de las obras mds apredadas en mi pais, el joven cantor Walter enseiia en forma estupenda como, s610 dejando atris todas las reglas llam1,adas del arte y que en realidad son herencias f6siles y fhtiles de 10s antlepasados, y procurando la uni6ni y concordancia de la melodia con la instrumentaci6n y la palabra, se puede conquistar el supremo triunfo. Es esta la hltima idea, la del “arte integral”, el evangelio positivo de Wagner, y por medio de 61 ha conseguido la influencia indeslcructible sobre su pixblico, el cual, desde 10s primeros rompases de la mirsica hasta que se corre el r e h , se siente cautivado por cuanto le impresiona e l oido y la vista. Y este hxito, siendo general y no limitindose a unos pocos partidarios o expertos, se ha hecho extensivo a1 mundo entero, a todasj lap razas cultas; 7 si he encontrado que en 10s pueblos germdnicos qui& no haya tantos admiradores de Wagner como entre 10s de raza latinai I& lo explico por la vitalidad desenfrenada que se ostenta en sus composiciones y que concuerdan con el espiritu de esta r a n P o r las daracteriaticas sefialadas se destaca con rasgos originalfsimos la producci6.n de Wagner de cuanto existia antes. Mencionemw. aiin algur nos detalles interesantes que son pkopios del arte wagneriano. En 10s antignos argumentos de las 6peraq cada “nhmero” separado invollucraba una nueva melodia. Per0 seria un craso error suponer que e x esfuerm se ex-ndiese desde el principio hasta el 6ltimo movimiento de b a t u t a . Antes cuando un m6sico componia, la invenci6n o elecci6n del tema y la composici6n lael primer pentagrama comprletaban, por lo general, la idea y el esfuerzo . T o d o lo que seguia era m i s o menos m e c h i c o y s610 senria para rellenar la @bra; El segundo pentagrama era una 16gica consecuencia del primero, y el krcero y’cuarto la repetici6n del primero y segundo con muy lwes varianres. En la rnixsica de Wagner tal cosa mcede m u y pocas veces; dominian en el!a l a mod tivos-guia, 10s “Leitmotiv”, temas m e l d i c o s o arm6nicos simples que tambihn .se repiten, per0 no para el complemento mecinico de 10s modelos mhtri-
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cos convencionales, sino que constituyen en s11 vuelta acertada una inteligcnte e interesante consecuencia de la repetici6n del fen6meno dram5tico o de la raparici6.n del personaje que ellos mismos denotan . El mfisiccwdramaturgo del estilo antewagneriano limitaba su fedtilidad intelectiva a una frase ocasional, y las tres cuartas partes del tiempo las empleaba en ajustar y r e a h t a r ritmm y medidas a1 modelo escogido. En literatura, 10s grandes maestros del arte ya se habian emancipado por si mismos de 10s modelos mhtricos, y consiguieron con eso el aplquso genenal. En nuestros dias nadie se ,atreveria a levintar la voz para decir, por ejemplo, que 10s modernos es&itorek desapadonados debieran colocarse detr5s de Aos de la hpoca lirica c15sical. A este estilo personal de Wagner va aparejado el h i b i t o constante de escribir 61 mismo sus libretos, que son obras de u n dramadsta de pnmier orden, y de emplear en ellos mhtodos anQlogos a1 “Leitmotiv” musical. Us6 la aliteraci6n, ese rest0 de formas originales onomatophyicas de lenguajes antigum; no desdeii6 repetir, en la narraci6n de u n degundo acto, una escena que el es. pectador habia gresenciado en el primem, si tal le pareciera Gtil para conseguir su finalidad suprema de la sintesis. D e ahi que Nietzsche le llam6 “el artiwa: rerdaderamente libre que no ptuede sin0 pensar simultineamente dentro de todas las ramas particulares del arte”. L a creaci6n del teatro de Bayreuth obedeci6 tambihn a1 anhelo de Wagnet‘ de realizar mis plenamente esta sintesis. En 61 t w o la satisfacci6n, de ver cumplidos otros deseos de la misma finalidad: es sabido que la orquesra esti, escondida de la vista del espectador, quedando 10s inrtrumentos m i s sonoros debajo de la escena, de manera que 10s cantantes no tienen que p-nnetrar a travhs de las bronces, lo que garantiza u n efetto akabado; y 104 derorados SQ, amoldan perfectamente a las ineerrciones del maestro, es decir, a la unidad de la impresi6n. No debe olvidarse, a1 hablar de la influencia cultural de Wagner, que lac shte,ris de gran genio no s610 era de artes, sino de Arte y Rlosofia. Y el Wagner fil6sofo y mitol6gico bien puede compararse a1 Wagner artista. L a primera parte del anillo de 10s Nibelungos tiene una inusitada fundamentaci6n fild-, s6fica, a la cual las leyendas antiguas han servido de cimiento. Sin embargo+ bay que confesar que esta estmctura filOS6fica es la que menos alkanza e im’presiona a1 piiblico; necesita inthrpretes doctos como un Bernard S h a w . Se admitir5 que lo m5s atrayente en las obras de Wagner, lo que hace concurriq un pfiblico cada vez @is numeroso, es la esthtica perfecta, impecable de sus creaciones, por lo que es de lamentar que no sea posible repfesentarlas mis a menudo en este pais. Hay otra raz6n que explica porque la fuente de la profunda influencia de Wagner sobre la cultura actual debe buscarse m5s en cl dominio de la esthtica que de la htica: Ricardo Wagner, como revolucionaiio de pura estirpe, no ha proclamado siempre una misma soluci6n de l o s , p r o b l e ~ m a i filos6ficos a t r a v b de todas sws obras M%sbien. si en el Anillo propnana f a panacea del amor y del heroismo intrhpido, vemos que en s u gran festival sagfado Parsifal hace e l q i o s de la abnegaci6n y del heroismo &dido que siente pudor por haber s610 matado un cisne. Fij6monos en que Wagner era un car&ter tan independiente que ni siquiera se guidba por una norma creada p w 68
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mismo, tanto su vitalidad enorme despreciaba cualquier ksquema. E l advenimiento de Wagner ha sido para muchos una revelaci6n inaudita. Encuentro mucha raz6n a Claude Debussy y a Bernafd Shaw q u i e n a prewnden que estin equivocados aquellos que han tenido a Wagner por e1 fundador dk una mhsica del futuro, cuando era en realidad el ge'nio que rennin6 y C O K O u~ n~ movimiento. Es sabido que epigonos de Wagner no han: alcanzado el renombre que esa primera acepci6n prometb, excepci6n hecha de u n a pocos como Humperdinck, de quien se ha oido aqui m i s n o la deliciosa 6 p r a "Hansel y Gretel". Y me parece explicable ese fracas0 de !og sucesores wagnerianos: por el s6lo hccho de imitar a u n revolucionario independiente, ya no se es irrdependiene. E l propio Wager no desconocia e t a verdad; il micmo no f u i nunca wagneriano. Resumiendo la significacih del gran maestro digamos: 51 nos h a endiiado la coveniencia de dar a las obras dramitico-musicales u n contenido coherente y un sentido concorde, en vek de encerrarlas en una forma superficial que heredamos de generaciones pasadas. Nos ha recordado yue la insubordinaci6n es indispensable y beneficicrsa para el progreso de 14 humanidad, y que el anarquismo puede ser una gran fuerza constructors .
la 'formaci6n del madrigal ingl6s Po? m I Q U E LOmEz LAWRENCE Aparte de la mcsica puramente mel6dica, hay dos fasks distintas en el desarrollo de la historia musical: la polifonia y la armonia, p :stas se encnentran exclusivamente en la mhsica occidental. La polifonia representa la relaci6n mutua de varias melodiaw no tan so?llo para obtener todo el edecto de la combinaci6.n de ellas, sino para coniervar m a relativa dependencia entre cada una, alcanzando asi un.1 comgleta uni6n mantenida sobre el principio de una igualdad absoluta entre 10s elementos individuales y colectivos de la composici6n. Las primeras experiencias en mhsica polif6nka en Inglaterra fuercn d e tri.turaleza m u y incierta, y hasta alrededor del afio 1400 poco p e d e decirse que se habia hecho para elevarla al nivel de u n arte noble: per0 despuis de esta fecha el progreso fuC lripido y, en el gran cpPeriodo creadw del arte europeo, desde el 1520 a1 1600, la rn6sica polif6nica inglesa alcanz6 su mayor pcrfecci6n. Dor otra parte, la armonia, cuyo desarrollo ha continuado desde 1 6 0 0 hasta nuestros dias no esti basada principalmente en la igualdad de interis dc ISS elementos colectivos, sino que en la melodia individual, la que est5 limitada, generalmente, a una voz, y la funci6n de las fotrasvoces est5 subordinada a aquella que lleva la melodia.
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Pero, aunque el desarrollo de la armonia condajo, evmtualmente a la Gpera, a1 oratorio y cantata, a la sinfonia y a1 cuarteto de cuerdau, debe acentuarse u n hecho, cual es que la bdleza de la m h i c a vocal que 10s compositores del s i g h XVI escribieron para Iglesb, no h a sido nunca igualada, y que 10s Madrigales de la misma Gpoca, Sean flamencos, italianos o inglesed, represontan la expresidn m4s perfecta del canto polif6nico. Antes de entrar a considerar en detalle la cuesti6n del m d r i g a l inglhs, er necesario decir algo acerca ‘del canto coral i n g l b en general, pumto que el madrigal n o es sino una parte de Cste. As; como el idioma debi6 pasar a traves de una serie de procesos naturales hasta llegar a ser regulado por reglas gramaticales, *la m6sica ha evolucionado tambiCn y se ha dejado a las diferentes escuelas definir la? leyes que rigen su composici6n de acuerdo con las form’as y caracteristicas de la hpoci~de origen. Ari, en lo que se refiere a1 canto coral inglhs, se ha empleado el thrmina *‘Canto a varias voces” (qart-Song) para ’ designar u n tipo particular d e composicibn, en lugar de reservarlo como nombre genhrico de toda una claw de composici6n vocal, para distinguirla del canto solo. Es dificil descubrir el origen del us0 restringido de este nombre. El canto puede clasificarse en slolo y a varias voces; &re, a su vez, se subdivide en polif6nico y armbnico, que constituyen, como ya lo hemos d i c b , Ias dos formas principales de empleo simuldineo de mLs de un sonidlo musical. A l r e d d o r del aiio 1597, el t6rmino madrigal ya se habia generalizada cntre 10s compositores ingleses como sin6nimo de canto a varias voces; sin embargo, hay una pequeiia diferencia entre este madrigal y aquella forma de composici6n desarrollada por 10s compositores para lafid y que denominaban “Air”. Este tipo de composici6n era tratado en dbs formas diferentes: como una simple melodia con acompaiiadienta de la6d, y armonizado para cuatro voces. Este arreglo para voces combinadas no s6lo se asemejaba mucho a1 canto arm6nico a varias voces de mLs tarde, sino que puede consi’der5rse‘le como u n ascendiente directo. A tal punto es cmfusa la terminobgia a e d e respecto, que en !la 6p.aca T u d o r se us6 “Air” como sin6nimo de “Canzonetta”, y actualmente se le da tambiin, el nombre de Madrigal a las obras de compositores para la6d, cum0 Dowland y Ford. Pasando, ahora, a la fase armdnica del desarrollo musical, e1 canto a varias voces ha tenido una historia interesante y variada, como su predecesor en el estilo polif6nico, asumi6 varias formas diferentes. Desarrollindose r5pida y extensamente en una d a direcci6n, lleg6 a un complicadb tipo de canto coral con acompaiiamiento instrumental y, con el tiempo, tom6 una forma tan grandiosa y tan diferente en extensi6n y car4cter a su modelo prinitivo, quq rombinada con canto solo o interludios puramente instrumentales, la clasific6 bajo el nombre de Cantata. Otra forma de m6sica coral que es cxclusiva de Inglaterra y no tiene paralelo en el Continente, es la conocida con el nombre de “Gllee”, pa!bbrai que se deriva del saj6n “gligg”, y significa simplemente mfisica. Sigui6 a1 Madrigal despub de un interval0 de mbs o menos 200 aiios y
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alcanz6 SLI mayor popularidad en las postrimerias del siglo XVIII; per0 no puede considerirsela como una evoluci6n de aquella forma de composici6n. Asi como para la literatura, el period0 T u d o r constituy6 la 6poca m i s gloriosa para la m6sica en Inglaterra, pudiendo decirse que la cscuel's m'usical inglesa aventaj6 a sus contemporineas de Europa, sin que e s o envuelva un dcsmerecimiento para las escuelas flamenca e italiana que contaban con nombres como 10s de Willaert, Arcadelt. Verdelot, Lassus, Palestrina, Marenzio, Fesra y muchm otros. Sin embargo, 10s grandes madrigalistas y m6sicos T u d b r en general han permanecido ignorados a6n para 10s propios ingkses, por diversas causas, una & las cuales es la falta de ediciones impresas de esta misica, y a est0 debe agregarse, como consecuencia lbgica, las pocas oportunidades que sc presentan para escuchar esta miisica. S610 una pequeiia parte & las obras de esta 6pwa han sido impmias boy dia, dejsndose a la mayoria ignorada en ediciones originaleta en el M u m Britinico o en las Viejas Universidades. Mientras todas estas obras, tanto sagradas comro profanas, no Sean impresas en forma completa, es en van0 habiar de sus m b i t o s e imposible tratar de hacer una critica justa; per0 juzgando por lo que se conocq de e l k p e d e decirse que despuhs de la decadencia de la escuela T u d o r , los comp,mitotes bridinicos no han producido nadai cuyo mhrito pueda compararse soln Jas grandes escuelas europeas de 10s siglos X V I I , X V I I I y principibs del XIX, con la sola excepci6n de Henry Purcell y algunos de sus conramporineps, e&pecialmente J o h n Blow y Pelham Humphreys. El abandon0 en que ha permanecido la miisica T u d o r debe examinarse, tambihn, desde u n punto de vista hist6rico. Casi inmediatamente dwpuhs de haber lsido creada, esta m6sica cay6 en desuso en Inglaterra y la mhyotia de sus producciones perdidas y sus tradiciones totalmente olvidadas. Este latmentable acontecimiento se debi6 a la decadencia del gusto musical a principios del
siglo XVII.
La influencia de la guerra civil, unida a las ideas que prevalecian entre ciertas clases con respecto a \la inconvmiencia de cuailquiiera forma & 'canto o danza. y finalmenre 10s gust- frivolos d e la Corte de C a d a s 11, debido a h influencia francesa. pusieron fin a1 cultivo de la m6sica polif6nica en Inglaterra. Esta fuh reemplazada en poco tiempo por un estilo d 5 s florid0 de obnas con interhdibs orquestales. Henry Burcell y sus contempodneos contribuyeron tambihn, a1 desaparecimiento de la m6sica T u d o r , pues sus numerosas producciones facilitaron su eliminaci6n . Esta reacci6n se hizo sentir con m5s fuerza en contra del m'adrigal que en contra de la m h i c a religiosa de 10s isabelinos; pues en la d a y o r i a de lasl cateL1 drales de provincias, lejos de la influencia de la Corte, a4n ce conservaba, para ciertos servicios, 10s anteriores estilos de composici6n. N o es tarea ficil, h a y d'a, poner de manifiesto el grado inmenso d e p p u laridad alcanzado por el madrigal en Inglaterra en las postrimerias del siglo XVI. ni el grado de preparaci6n musical que existia entre todas la? w%as cul'tas en aquel ticmpo. Basta decir que se estimaba comb un'a parte e&cia1 de la educaci6n el poder cantar a primera vista a n madrigal o participar
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en un conjunto de cuerdas, y era costumbre que despuhs de una comida se distribuyera mfisica entre 10s invitados para cantar o tocar. Hasta tal punto de consideraba que una persona culta debia saber leer m6sica a, primera vista, que si alguno se negaba a participar en estos conjuntos por ignorantia, se miraba como una falta de cortesia y, aGn, comio una ofensa para la dueiia de casa. Sin embargo, el madrigal pronto fu6 olvidado y n,o parece probable que se cantara mucho despuhs del 1640. E n el siglo XVIII hub0 un pequeiio interhs por la m k i c a T u d o r y 10s madrigales volvieron a cantarse por u n grupo de entusiastas que fundason, em 1741, la Madrigal )Society en L o n d m , instituc26n que a h existe, pero la !atm6sfera de ese siglo no era favorable a1 cultivo del madrigal, especialmeme a1 final cuando la influencia de Haendel en Inglaterra dejaba muy pocas oportunidades para escuchar rnhica inglicsa. El origen de la Eseuela Uadrigalista Inglesa se encuentra, en parte, q 10s trabajos de 10s madrigales continentales y, en parte, tambihn, en 10s d e 10s compositores ingleses de Cpocas anteriores. L a historia del canto pdif6nico i n g l 6 puede decirse que se remonta al 1530, aiio en el cual .Wynkyn de Worde imprimi6 la primera edici6n de miisica de esta especie. La elecci6n de esta decha como p u n t o de partida no significa que antes no se hubiera tratado de componer para voces combinadas, pues 300 aiiibs antes ya se habian escrito muchas obras de esta naturaleza. Sin embargo, es s610 despuhs de esta fecha que puede considerarse que existe una historia continuada. Muchos de 10s principales compositores ing1e;es de mdiados del sigh XVI, entre 10s que puede mkndonarse a Cornidch:, escribieron una gran cantidad de obras. la mayoria a tm, voces, en u n edtilo m i s Nmejante a1 canto armonizado que al madrigal. Con frecuencia estas composiciones eran s610 una simple armonizaci6n de una melodia muy conocida y popular- Este ~,rtilode composici6n, a1 que a veces se le ponia letra de u n caricter ligero y humoristico cont6 con la preferencia de 10s m f L prominentes cornpositores ingleses hasta alrededor Jel 1580. Nist6ricammte hablando, Thomas Whythorne ocupa una posici6n dRb tacada en el desarrollo del madrigal ingl6: pues sus “Canciones a tres, cuatro y cinco voces” impresas y publicadas en 1571, constituyen la iinica colecti6n de esta clase entre 12s veinte impresas por W y n k y n de Worde en 1530, y 1% colecciones de Byrd en 1588. La colecci6n de Whythorne contiene 7 6 obras, las que estin muy lejlos de alcanzar el interhs y valor de las de 10s grandes madrigalistas de un cuarto de siglo m i s tarde. De entre ella puede c?tarw como una de las mejores :‘It d o t h me good when Zephyrus reigns”. Pero, si la escuela madrigalista inglesa debe algo a sub antecesores en Inglaterra, su repentino auge en la iiltima dhcada del siglo XVI debe atribuirse principalmente, a la influencia de las escuelas flamenca e italiana. Las primeras obras de Akadellt y Verdelot se publicaron antes del 1540 y fueron seguidas pot una praddcci6n regular durante todo el siglo; la fecha de las primeras obras inglesas, que pueden clasificarse como m’adrigales, es el 1588, 5 0 aiios m i s tarde que el principio de las escuelas flamenca e italiana.
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si(
influencia
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P o r otra parte, 10s primeros compasitores flamencos de esta escuela, bajo la direcci6n de Okeghsm y Jesquin des Prk, deben mucho a la influencia del ingl6s John Dunstable y sus comemporlneos; de manera que la escuela inglesa de fines del siglo XVI recibi6 en definitiva una influencia que emam6 originariamente de Inglaterra.
ia &era y su influencia en Chile (Conrribuci6n a1 estudio de la Historia Musical Chilena) por ADRIANA SAAVEDRA y FABIOLA ABACENA.
Los aiios que preceden a las primeras representaciones de 6pera, prepa-
raron el campo a la entasiasta acogida que habia de tributarles un piiblico que desconocia por completo las manifestaciones serias del arte. La cultura musical, resumida en las bandas militares, pOr dem5s defir’cientes se hallaba For enter0 a su altura. Wealzar la idea patri6tica era la preocupari6n constante de esa i?poca, no importaba que las obras, drgmas, comedias, etc. rdsultaran artisticamente perjudicadas. A partir de 1820, se deja serntir u n entuskaxno aeciente por las represew taciones teatrales: se forma una “compaiiia nacional” cuyos actores eraii en su mayoria prisioneros espaiioles. Entre ellos se destacan Cicews y Latorre que pasaron a ser 10s favoritos del piiblico repraentando dramas, comedias y winetes de car5cter moralista o politico. Estas representaciones se verificaron en uno de 10s primeros teatros de importancia construido con verdadero lujo de detalles en que por cierto no faltaban las inscripciones en letras doradas con ideas virtuosas ni la fantistica iluminaci6n de vdas de sebo en la sala y ;le candiles en el escenario. Sum’ando a la asfixianre atm6sfeVa producida por velas y candiles, la polvareda que debia producir el Director de Orquesta a1 marcar el comp5s con el pic en u n sitio sin entablar. tenemos la visi6n exterior de una representpci6n de esa 6poca. P o r esos mismos aiios de 1 8 2 0 se inicia un movimiento musical que, a * no haberse desviado hacia la 6pera exclusivamente, pudo desempe6ar un plalpel importante en el desarrollo de la cultura musical posterior. Mis o menos por aquel tiempo un caballero a l e m k , D o n Carlos Drewetke, llega a Chile trayendo como novedad las obras orquestales de Mozart, Haydn, Beethoven y procura darlas a conwer reuniendo con grandes dificultades a 10s POCOS ejecutantes que habia en aquel e n t o n m . Seg-Gn las crbnicas, era nn aficionado culto, capaz de dar a 10s ejpcntantes sabios consejos sobre arte. Entre 1 8 2 1 a 1 8 2 3 vienen a1 pais otros profesores que introducen ideas
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de tknica instrumental haFta entonces desconocidas. Se dktinguen entre oms 10s ya conocidos Fernando y Fr9ncisco G u z m i n que inicHn a SUUSalumnos de piano y violin con ejercicios de ticnica en lugar del minu6 o la contradanza de rigor y el artista peruano Bernard0 Alcedo que, a1 decir de las criticas, debia llamirsele “profesor cienaifico” “puesto que h mfisica, abra‘ zando la composici6n, es ciencia y de 1as m5s profundas”. C o m o se ve, esre movimiento musical no carere de inter& y es probabie quet a1 haber continuado por el mismo camino, un tanto sin trawendencia per0 sincero, hubiera podido influenciar en forma mis eficiente el tristisimo ambiente musical de todo el siglo pasado. Casi todos 10s apuntes hist6ricos de la +oc% coinciden en la exageraci6n de conceder una importancia desmedida a la influencia “bienhechora” que signific6 para la miisica en general, la llegada a Chile en 1 8 2 3 de doiia Isidora Zegers. Dotada de una voz maravillosa, y una cultura poco comiin en sus dias, su figura sobresale ficilmente en ese ambiente para convertirse en el guia musical de una sociedad que igualmente habria aceptado cua1quiet.a tendencia artistica siempre que viniera de Europa. Dcsgraciadamente este despertar musical de nuestro pais, ocurre justamente cuando triunfaba u n estilo en Europa que habia de ser fatal para nuestro ambiente: la 6pera italiana romintica, con su fastuoso aparato escCnico y sus romanzas concebidas sin otra preocupaci6n que la de lucir a 10s cant,antes. Este g6nero hacia especiales estragos en 10s paises latinm que sirvieron de madelo a la joven Repiiblica chilena. L a 6pera rossiniana entusiasm6 enormemcnte a u n piiblico que carecia por completo de cultura musical, que creiia en la diversi6n y en el entretenimiento como finalidades esenciales de la mfisica y que acab6 por considerarla como la encarnacibn genuina de la miisica clisica. E n 1827, se reconstruye el teatro de Arteag,a, en cuya organizaci6n se introducen grandes reformas f i j h d o s e el precio de las entradas en “25 centavos” (!) precio que s610 podria variar en cas0 de representaciones de 6pera o baile. Esta cliusula nos da la idea del lug,ar sobresaliente que se asign6 a1 especticulo lirico desde sus comienzos considerindolo como el iinico digno de sacrificia. A1 T e a t r o Arteaga vino la primcral Compaiiia Lirica Italiana en 1830. Entre sus componentes, sobresalen la contralto Scheroni y el baritono Pisoni. Esta compaiiia actu6 desde agosto hasta febrero: su repertorio lo constituyeron las obras de Rmsini que el piiblico ya conocia a travcs de las ejecucionrs de la Sociedad Filarm6nica. El desarrollo de las actividades teatrales, paralelo a1 funcionamiento de la Sociedad Filarm6nica provoca u n aumento considera’ble del niimero de instrumentistas. Fuera de 10s conciertos de esta Sociedad Filarmbnica, creada en sus comienzos con fines de difusi6n musical y que organiz6 sus audiciones en forma por demis pintoresca, combinando el programa con acros de baile en 10s intermedios J venta de refrescos, no hub0 otra clase de actividades musicalrs entre 10s a6os 1 8 3 0 en que vino la primera compa6ia lirica ya aludida y 1 8 4 4 aiio en que tiene lugar la segunda temporada de 6pet;a que se atrefla e1 21 de abril. Las audiciones de la Sociedad Filarm6nica habian t w a d o pronto el caricter de reuniones elegantes.
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La Opera y
su influencia
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Desde entonces, la 6pera pasa a ser un acontecimiento social que el p6blico paga con entusiasmo creyendo que junto con el p a k o adquiria el tono de gente “comme il faut”. La cultura musical consistia en recordar el mayor niimero de sopranos y renores cap,aces’de dar 10s agudos suficientes. El estreno de esta segunda compaiiia lirica con la 6pera “Julieta” de Bellini, provoc6 tal ;idmiraci6n, que el piiblico pase6 en triunfo a las cantantes principales a imitaci6n de la moda europea de entonces. Desde aquel tiempo aumenta considerablemente la afici6n del “bel canto”. Esta compaiiia llamada Pantanelli, que actu6 en Chile durante varios aiios alternando entre Valparaiso, Santiago y Copiap6, se traslad6 a1 giio siguiente ( 1 845) a inaugurar un nuevo teatro con que la ciudad de Valparaiso aumentaba sus salas de espectkulos, Las representaciones liricas hacen sentir la necesid,ad de nuevos teatros en la capital, asi aparecen el Tqatro de la Repiiblica, el Variedades, el Lirico, etc. Sin embargo, el lugar prepondemnte que asignaba el piiblico a la 6pera y el ejemplo de 10s teatros oficiales del extranjero llevan a la construcci6n de una “Gran Opera” que la constituye el “Teatro Municipal”, el primer0 en su ginero en Chile, construido en el mismo sitio del actual en 1853, sala que fuC destruida por u n incendio en 1870, a 10s pocos momentos de termingrse un concierro de Carolina Patti, suceso que di6 margen a las cr6nicas m i s elmuentes y desbordantes en que la prensa de todo el mundo hizo derroche de cursileria a1 atribuir a la pobre cantante, un magnetism0 que -si provoca en sus redes la muerte de 10s pasmados espectadores.
la Chile 10s primesos conciertos del aAo cntre 10s ejecutante; que, a pesar del largo receso y de uno que otro pequefio midente sin importancia, se oyen como una maga homogcnea y sdllda y finaimente UP magnifico dominio de la batuta de p m k de Carvajal a quien hallamas en mejores disposicionds edn que le1 aiio pasado. Del bien amarrado y recio pragrama que fmman la w i e d e trozos separables de Ias @eras de Wagner, trozos que con nusravillosa unidad nqs presentam la carrera maestra de un genio en constante ascenso desde el Holandks Volante a Parsif&, pseferimcrs, en la versidn Que no13 did Armando Carvajal, su interpretrtcidn mag(nifica del Prehdio de 10s NpaRstros Cantores y de la Marcha FSlnebre del Crepll.sculo de 10s Dimes, luego 1% preludbs de Lohengrin, la Ob&ura de Tannhauser, el Preludio del cbcidn Nacional de Conciertos Sinfhicos. cuyns audicione; se abrieron con un festi- I11 Acto de TriSt&n y 10s Murmullos del val dedicado a honrar la memoria de Bosque de Sigfried, ejecuciones M a s que ~ que se oyen Wagner con motivo del cincuenteolario de no desmerecen de 1 %mejores su muerk que se conmemora en todo el en 30s gmndes conciertos europeos. No diremos lo mismo de la Cabalmta de las mundo . Causa gran satisfaccidn ver el int5r8s Wdkirias que, con nuestros medios orquestales, no mena con esa plenitud y y ent&iasmo con que nuestro pLiblico ha acudido en E~poyode la iniciativa de la fundamento que le cornmican las grandes Mciaci6n. Ella entxa con pa% firme a su falange; de instrumentid-ias que ella resegunda serie de conciertos, hecho qu,? quiere. Nerece un s i n w o elogio el joven oboista Romero por su inteqpretacidn tan nunca se logrd en nuestro pafs de pa& fina y musical del canto del pastor en el de una urganizacidn seniejlante. Excelemte dei-de todo punt0 de vista fu8 I11 A5to de Tristh, es un digno retofio la Drimera presentacidn: orquesta a,umen- de su maestro, don Ferruccio Pizzi, u n ~ tada, sobre t0Cl.o en el elemento cuerdas de 10s mejores instrumentistscs que M e que solia sonar a!go desequilibrado en el mos en cl pais. Fuera del acto inauguml wagneriano afio u!timo, mayor posesidn y confianza
C m cierta lentiiud p x o bajo b u m auspicios toma cueflpo la temporada de 1933. F'uera del anuncio de algunos concertistas que nos visitarh en el curso de los meses venideros, las idituciones mcionales forman sus programas con el decidido prop6sito d z cimentar en el pa& 11% vida permmente que nos hacia falta. Mejor mlacionada este aiio con muchas entidadeig extranjeras, nuedra vida musical tiend? a calk del primer aspecto de curiosicbad americana ocasional, para convertirs? en algo normal y en fruto de un estado anrtistico que va tomando cuerpo en todo el pais. La m5s impotzn%e manifestacidn musical hash este momento ha sido sin duda la raapertura de la temporada de la Aso-
La vida musical -Chile la Orquesta de la Asociacibn ofreci6 dos nudiciones de crarhcter pepular 10s dim doming0 por la madana, en teatros distanto; del centro de la ciudad. La iniciativa de cambiar de salia y de recomer 10s diferentx barrios no puede ser .n&s feliz y es de esperar que el publico chi!eno adquiera ma costumbre tan gijneraliaada en otros paise; de dedicar en la semana un par de horas siquiera a manifestaciones artisticas que hacen salir a1 hombre de la vulgaridad de Ias preocupadones diarim. Lo que no convenimos es que para audlciones populaxs se baje tan deliberadamente el nivel de ICN programas. Una cos% es educar a1 puWo 8 otra seguirle sus gustus; a nuastro juicio d e b dosificar, se mejor lo mediocre, musicalmente hablando, entre obras de merito elegiaas si, entre las de mayor dvulgabilidad. Sabernos que la SinfWrT, t‘ene interesantes pmgramas d? o4xas nuevas, de ejecuciones de autores antigum y de pTesentmi6n de algunos solistas de valer. Algunas isemamas antes del primer concierto de la Asociacibn, el conocido maestro don Luis Sandoval dirigi6 bajo 10s auspicios del Minsterio de1 Trabajo una velada de Momenaje a Wagner en e! Teatro Municipal. La Banda del Orfe6n de Carabineros, el mejm ccnjunto de instrumerhs de viento que han formado nuestras instituciones militares, ejecut6 la “Obertura de Fausto”’, 10s preludios de Lohengrin y Parsifal y 10s conjuntos Corales alemanes Tronsim” y “Deutwhes SaRnFerbhd’’ capbaron algunas w&nks de Tannhauser bajo la direcci6n de don Fablo Krussig. Completaron la velada un estudio biogrhfico de Wagner de don Ren6 Hurtado Borne anfocado desde un punto d2 vista de divulgacidn y un substancioso trabajo del Profesor don Carlos Grandjot que insefiamos en otra ,sxci6n de este numero. Acontecimimto de la mayor importancia futura ha sido la inaugumcibn de la nueva sala de omciertos, construida por el Banco de Chile llamadz Teatro Ceat d . Su destinacidn especial a la mlisica se hdln con-ultada desde 10s primeros croquis hasta la: planos para su aciisticn perfecta que prepar6 M. Gustw? Lyon. el arquitecto comtructor de la ‘‘Salle Pleyel” de Park. El teatro e&4 dobrtdo de gran capacidad: tres terraze.5 sup-rpuesta? de vE6n de frente, con c6modos wientw igudes en tode la sala, agradable iluminacih in& recta y avhstica de -hWbl.: perfeciidn especialmente en las terrazas superiorps en la? que se puAe apreciar ha-ta el m& leve m“t!z de una orquesta, y en que
19 se oye, coin0 dicha a1 lado, la palabra m8s suave de una persona que est6 en el estrado de la orqumta. Hspecial reconocimiento deben nuestros musicos a1 Presidente del Banco de Chile, aficionado entusiasta y cult0, quo, alin cuando las exigencias comerciales del Banco se W n e n e n la actualidad a qu? la sala sea consagmda exclusivamente <al objeto con que iu6 construida, no abandona la firme resoluci6n de centrar en ell@ la vida de conciertos de Santiago. iVerA don Pedro Tomes algdn dia antepuestos 10% ilrteneses del arte a1 tanto por ciento de las accbnistas? cuwti6n de tiempo y de = eamos. circunstancias, asi lo creemos y d-s El acto de inauguraci6n del (Teatro Central se realizb a principios de marm con una audicion sinf6nica dzigi& por Carvajal con el concurso del concertista Armando Palacios. La nntulJaleza. Sui, g6nel-is del a d o suponia publico musicd m h , aquel qu? debia atraer la novedad d-J la sala que 5c estrenabn,; para este fin se him un programa atrayente, sin que faltara el duke para la masa, el Con, cierto en Si Bemol de Bortkiewics que Palacios abord6 saaando g a n partido a p ? a r de 10s peligra; melodram8ticos de la partitura . Completarm la audici6n “Font4ne di Roma” de Respighi, la Ober, tura de Rienzi de Wagner, %“pres midi d’un fhune” de D&ussy, “Trian~,”d - AIb6niz y la Suite de Tsar Saltan” de Rimsky-Korsakoff . UItimamemte el Teatro Central ha inangurado “Matin6es muqfcales” 10s dfas ehbados. Entre 1 s ya realizadag han sobresalido una ejecuci6n del Barbsro de Sevilla a cargo de artistas nacionales y la repeticidn del Festival W-er de la Asociaci6n Sinf6nica. En el Barbero, cantado por lm buend; elementos que hay en Santhgo se quiso innovar simplificando la escent&, tal vez p r las dimensiones r:duci das del pro?cenio del Central en especthculos d’?.6pera. El r e s u l a fu6 pobre y conBibuy6 para hacer m& evidente el poco cas0 que hacen 10s artiskas chilenos de su actuaci6n esc6nica. Estas versiones esquematizadas son admirabyes en Alemania con grandes acbres, que pawen el dcn de sugerir mucha m b de lo que la5 bambalinas y CQotanes pueden lograr. p r o sin un vsrdadero cuidado de la wci6n, resultan grises y muertas. Lay voces ya las mnnr~famos,s610 mentes Pumarino y sobre todo Mansueto “representaron” el Barb-?ro. Mwece elogim Armmdo Palacis p r su direcci6n orquestal muy acertada. Entre 10s concierta de mhiqa de &man realizados WJmamente Melitta Wyenanki Y H. Rock ofrecieron una audlci6n de lieder
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en 1% Sala del Club Alemfm. La seiiorita Wygmnki, que H dirige a Buenos Aires, nos recreo una vez m h con su sencilla y musical cmnprensi6n de un arte delicado que paca personas saben diferenciar dzl ampuloso dramatismo operistico . Don Alfonso Sanfelid ha formado la Intima de MWca de C6mara” entidad que di6 su p r h e r concierto en el salon de la Casa Doggenweiler. El cuarteto “Sociedad
que encabeza Sanfeliu es la .iniciacib sim-
pbtim de un esfuzrzo cultural que el curso del tiempo ha de pulir en 10s detalles que
su primera presentaci6n muestran todavia demiwiado a1 natural. Actividades de Opera en el Municipal
c41 agrado hem- v6sto anwcios en la prensa en los cuales se hace propaganda a operas que da “el elenco lirico del teatro”, @to Buena bien, y d s Lo que debi6 leerse desde much- afios atrb. Por desgracia la datkfaccion debe r e s e r v w et1 anuncio
dUlOS
sica que para ellas escribieron 10s ilustres compositoras religbsos. El duelo de La Iglesia que exige la gravedad de las vooes solas, revive por estos dfas la tradici6n Palestriniana, esa que el Papa ha de&raclo oficial del catolicismo ’y que debiera
ser el fruto del celo de tanta sociedad piadosa que M y ocupa sus ectividades en was accidentales del cultu. La Semana Santa transcurrida por prim e a vez desde que Aulos so publica nos ha hecho palpar el vacfo artistic0 de la wligih de Chile: muchas luces, muclto lujo litdrgico y fuera del Cor0 del Seminaxio de Santiago, la h i c a * entidad de mlisica religiasa verdaderamente noble y en su lugar, el vacfo m&s abealuto, la superficialidact, lo ordinario erigids en wbtema desde la I g l d a Metropolitans con sus
misereres vulgarfsimos hmta lm simples pmoquias. No c r e e m exagerar si decimos a h que en las ceremonias de este afio de la Catedral se ha forzado la nota de lo malo en materia musioal hasta un solamente y itenemos que condolernos de lfmite incnefble. tierto ‘‘aubr ignoto” cuque la Municipalidad, que palp6 el afio yas obras se oyeron costankmente, no8 pasado los descahbms de un empresario di6 la medida de la majaderia musical exlmpjem si@, en vez de fomentrtr la or- religiosa en su m h autkntica prmentaganizaci6n de b u e w conjuntos chilenos ci6n. Y est0 a wiz de un decreto arzopermanentes, remedando las temporadas bispal que di& reglas estrictas acerca de itallanas de siempre con unos cuantns m- lo inmnveniente em mQsica. Suponemos tistas dg e x nacionalidad que actualmaque hay personas responsables de las ejek residen en Santiago. Sin d u b lo hacen cuciones musical% de la Catedral y a ellas ben, per0 deberfan colabomr, siquiera polr transmitimos la queja merca de 10s que gratitud al pais que ha sido tan buen convierten 1% templos en escuela de mal campo para ellos, en cimentar la Compa- gusto y de desprestigio del axte religiose fila dram&tico-musical que necesitamos y Una mdsica puede ser inconvenie?A,e en que Parece no interwar al Teatro, y que se el templo po so10 por que a ella so ?soforme un repertorio por estudio y no por cien ideas Iprofanas, sin0 tambi6n por BUS b casualidad de 1% juntas. la entidad que cualidades intrfnsecas, por 10s medios %cd6 Roheme y Butterfly a1 lado d e obms nicos ordinarios y p m 10s reculs~xsb m t o s de Mozart, de Wagner y en la que alg~in de que eche mano para suplir I s ausencia dfa -w cante en ~~pm5wiolcomo pareoc? de contenido y de expresion,. Este fu6 preaconsojarlo el m&s elemental sentido del cisamente el cas0 de Is Catedral. drrtma musical. Es ci&3 qu- a1 d a todo esto nos olvidamcs que el teatro es El Sign0 de la Crnz de la Ilulsre Municipalidad y B &a colectividad se le puede pedir politics pmo con inusitada Irropagwda se ha exhino inter& por 12 cultura del pais. bid0 esta producci6n cinematogrhfica cum AI t?atro de negocio de k calle San An- indole de leyenda religiosa le him eSWtonio hay que decirb Basta! ; basta de cos= cia1 aureola en 10s dfas de,Semana Santa. ocasimales, el diner0 pdblico no es posible NO nos tom el anhlisii de sU aWeCh teat h r b en cos- que se van y aue m e- trd ni de sus w e n a s lestilo QUO v m , ‘ den emda, antes par el contririo, pertm; &lo nos cabe sefialar el hecho curioso digban el gusto del pdbllco. de Hollywood, de una veroi3imilitud buscrtda con detalles bastamk Cercanos a la Bpoca xpresentada en todo lo que es Mtlsics en la Semana Santa aparah esc6nic0, a1 lado de una total ignorancia de I= medics musicales romaLos‘templos. - El d r a m de la Pasi6n da oportunidad en casi todos 10s pafses nos. Las trompetas, 10s “lituus” ejecutala agilidad para que, en el despliegue que hacen la6 ban marchas americana? crombtica de 10s instrumentas modernw, grandes ceremnias espscisles del culto, se reserve un lugar importantfsimo a la md- la mkica de Popea evocaba la de cualquier
RI
La vida musicalP-Chile casa de tk y pm filtimo 10s crktianos ascendian a1 patibulo a1 son de un cor0 m.Els C U ~ ~ Q S Oel , cine no desdefia servir la mWca de 10s salvajes en las peiiculas del Africa, p?ro no parem que le interesa-
ran un &pice I& reoonstrucciones musica1 , s histhioas. Pm lo demsS, como nadie entiende que m&.,da hacer cantar a Neron una bacarola %ipoMascagni?
cr6nica de 10s acontecimientos Triunfo del pianists chileno Arnaldo Tapia en Londres
En Chile, en donde la Iejanfa de Europa da phbulo :$xu%, que ta,ntos se vanaglorien
con C x i b imaginarios, es una satisfacci6n constatar el legftimo premio que ha 0010nado 10s estudios que ArnaIdo Tapia hizo Bajo la dlrecci6n del eminente pedagogo Tobias Matthay. La escuela del sabio profesor no nos e6 desoonocida pues uno de sus alumnos, Albert0 Spikin, ocupa con brill0 una de las catedras del Conserva
Secretario de la instituci6n a que adhirib la Secci6n Compasitores de la Sociedad Bach, dirigida a1 Presidente de ella don Humbrto AIIemde, en la cua.I ham saber que desde Ia pr6xima reuni6n de Ia &. I. M. C. que tendrs lugar en Amsterdam a partir del 9 de judo, nuesstra entidad sera admitida como representante de Chile y por lo tanto enwgada de 1o.s envios de obras chilenas para 10s fativales venidems.
Era verdaderamente una mesidad el rel a c i w r nuestro movMento musical, que no puede ser hchado de inactualidad, a1 toria. Leemos en la revista “Musical Opinion”, organism0 m8s prestigiado de hoy y al que namero de febrero pasado p&g. 429 (‘‘Mu- time la misick de apoyar las esTuerzus sical Opinion”, (es una de las m& prestij6venes y renovadore. A la cabeza de la S. I. M. C. est& el sabio ausicblogo Edgiadas publicaciones inglesas sobre mu, slca) : “Tapia-Caballero‘s Recital”. Este ward J. Dent. Entre 10s numerosfi3imos delicado pi%nista di6 un concierto en Wig- artistas que figuran en la larga nomen, more Hall el 17 de enero mostrando en 61 claturft del directorio de las 28 secciones su capacid& en forma bien manifiesta. que representan otms tamtus p a h sChn: Lo inici6 con t r q Preludios y Fugas de Ravel, Strauss, Sibelius y Strawinsky en el Bach ejecutad- con un sonido claro, y oargo de miembros de honor, Julius Bittner, bella pulssci6n y verdadero wntido. En la Alois Haba, Paul B u k ~ ~ Roland s, Manuel, Sonata en Re de Mozart (la llamada “la Albert R o w , Furtwmngler, Caeella, La, trompeta”) ofmos el mbmo sonido claro; broca, Szymanowky, Enesco, Arbos, Salael hecho de sparecer en semejant:! obra zar, etc. A ell% habria que agregar casi en e&a ocasi6n es un sign0 favorable para la totalidad de 11%composit.ores de tenel futuro... Siguid una notable ejecuci6n aencias ’ mwrnkw, que figuran cbm de la Sonata en si bemol de Chopin com- miembros de la institucich, m8a 10s direcprendicla con mrprendente fidelidad. Su toms de orquestas, music6logos y ejecutRcnica parece ser prhcticamente sin li, tantas. mites lo mismo que su c o m p m i 6 n del espiritu de la mbica.. .Two una entusias- AULOS jnzgada fuera de Chile %aacogida. Mucha; que llegan a esta maestrfa sucumben an un ataque de “virAun cuando desde la aparici6n del prituositis” peligro que seguramente en este mer n h e r o de nuestra revista habfamos C a s 0 no existe. El programa te-6 m n recibido calurosah felicitaciones del extepies% de AlbCniz y Debussy. Hace dos o rior y proposiciones de canje no s610 de tres afios de la primera vez que ofmos a parte de 10s 6rganos similar= L 1% c d e s Tapia-Caballero y mnstatamos que sigue lo habfamos h i n u a d o sm Itambih, de firme en su camino de progreso. Se h& mucha; otros, creemos que s%%interesin duda un hombre distinguido”. sante consignar 1% m8a salientes reperTomen nota 10s esdpticos que niegan a cusiones de la revista en el exterior, priori el rsul6ado de nuestros e s t u d i w M. Henry PruniCres, Director de la Reen mkica. vue Musicale nos felicita por AUL08 que 61 califica de “tan internante y bien preLa Secci6n Chilema de la Sociexlad In, sentada” y se alegra de recibir pronto notemacional de Miisica Contemporhea tioias de lo que ocurre en Chile en Qsun(Soeiedail Bach) tcs musicales. Mr. Carl Engol de la revista “The Musical Quarterly” de Nueva Se ha recibido ya la comunicaci6n del York, dice de AULOS: “Haw vexdadera-
ment? une, excelente impresidn y s e d muy bien acogida por quienquiera que cse inter e x en la m&ica sud-americana”. Anfd.0gm juicios hemos recibido del Brasil, Uru, guay y de la revista “The Chesterian” de Londres. AULOS se encuentra hoy dfa ligado a las siguientes publicacionzs extranjms que sun &ros tantos c e n t m de divulgacidn del arte chileno en el exterior: Alemania, ‘‘Die Musik”, “Melm”, “Allgemeine Musik, zeitung”, ‘Signale fur die Mmikalisohe Welt”; Xtalia, “Mbica d’Oggi”, “La Rasegna Musicale”; c Francia, “lra, Revue Musicale”, ‘‘LeMonde Musical”; Inglaterra, “Musical Opinion”, “Music and Letters’’, Musical Times’’, (‘The Chestmian”; Espaiia, “Revista Musical Catalana”; Rusia, “Almanach Musical”; Brasil, liRevis, ta da Asociacao Brasileira de MWdca”; Estados Unidus, ‘‘The Musical Quarterly”, “The Musical Comer”. Esta lista se iri segurament? incrementando de n6mero en ndmero y para quien con0zc.a el movi, miento artistic0 de hoy dia, encierra ya gran parte de 10s 6rganos de publiddad musical que son la palabra oficial de 10s diferentes pafses en cuanto a crftica, a estudios y a int-rcambio cultural. Los suplementos de AULOS, ademfis, se reparten en canje por medio de la Univexsidad de Chile a todas 1% principales Umiversidades del mundo. Don Fmncko Curt Lhtnge un amigo de Chile en el Uruguay
PBrrafo aparte mrece la caluwsa acogi-
da que tributa a nuestras manifestaciones musicales la Repdblica del Uruguay, pais qu? siempre se distingui6 por. su espfritu abierto, p@rser la verdadera avanzada de AmBrioa en ideas y en rumbos mciales.
Nos han llegado numerosas comunicacio-
ines d?1 Profesor Curt Lange, catedr6tico de Musicologia, Director de la Discoteca Nacional del Servicio Radio-elbctrico del
Estado Uruguayo, profesor de Musicologfa en el Instituto de EIstudios Superiores y de Histuria EstBtica de la MSlsica en la Universidad de Montevideo. El sefior Curt Lance es en la actualidad el redactor sudd am?ricano del Diccionasio MSlsica de Riemann-Einstein y prepam en breve la pu, blicaciSpl de un L6xico Musical destinado esrwinlment, 8 Sud America. Nadie era por 10 tanto mfis indicado que el pmfefesor Curt Lang? para recibir y aquilstar esta novedad que significa la &paricidn Drecisa del movimiento chileno en el exterior, conocida s610 por noticia; intermit-ntes. pw el naso de uno qua orro artista, (urns en bien de Chile, otros en su tIwrm5s), que dejaxon entrever 10 que
ocurria en su patria. Hasta hoy, como observa el mbio rnusicd1ogq la musica chilena tenia el aspect0 de aJgo “misterioso y pobre”; en Uruguay, precisamente, fuera de 1s jiras de Arrau, Palacios y otros omcertistas y de la labor de difusidn que cup0 el aiio dltimo a nu&ro compositor Humb-rto Allende quien di6 en Montevideo audiciones de sus obras y apreciacio, nes coinpletas de la evoluci6n del arte chi, leno, poco o nada se sabfa. EX Sr. curt Lange, en cuatro largos artfculos titulados “Actualidad Musical Chilena”, apare, cidas en uno de 10s diarios de mayor cir, culaci6n del Uruguay, ‘‘El Impartial", hate ana detenida resefia del movimiento chi, leno del aiio 6ltimo. Agrada particular, mente a1 Profesor Lange el ambiente amplio con que aparece nuestra vida artfsti, ca sometida hasta no hace muchos afim a ipfluencias extranjeras que habfan logrado distanciar de la vida musical chile, na g, todas las instituciones oficiales. Al parecer, 10s fooos principales de la mrhsi, ca del OZSO lado de los Andes son Italia y fiancia y tal vez est= dos naciones en lo que no tienen de actual. En verdad, si nuestra vida musical carece de aquella magnificmcia de que han disfrutado pafses con mayores medios artfsticos y econ6micos, se ha hecho ciertamente amplia desde 1928 y tiende a liberarse definitivamente de s% factorh italiana, franoesa alemana Q espafiola. El Sr. Lange tiene 3610 palabras de elogio para las institucio, nes chilenas que como la Asociacidn Nacioml de Conciertos Sinfhicos, la Socie, dad Bach, la Smiedad Amigos del ark, el Cuarteto Mutschler desarrollan una actfva labor de bien dirigida divulgaci6n. Igual, mente alaba sin reservas la organizaci6n actual de la Universidad de Chile y su Facultad de B3llas Artes a la cual el P&ch r Don Juvenal Hernandez ha prestado un apoyo tan elevado como eficaz. Con verdadero placer damos est% moti, cias que, sin lugar a duda. swfm seguidas por otras repercusiones de nuestra vida musical en el exterior, que gracias a esta revista empieza a ser oonsiderada con la estimacidn de algo que se aprecia a fondo y que no est6 entregada ya a la oca.sional informacidn, vaga y fantfast’ca como tiene quo ser la del que habla s610 pm recuerdos. ICs interesante que en el extranjero nos vean como somos, que palpen nuestras preocupaciones y aquilaten nuestras luchss, en las cuales no somas un cas o ablado ni menos el pak en donde se hayan obtenido mmos victmias. El profe-wr Curt Lange anuncia otros estudim sobre la vida chi!ena. Le cstamos agradecidos de antemano.
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La vda rnusica&America
actividades en las provincias Jim de difusi6n de dumnos del Ccmservatorio Nacional \
En el n ~ m e r oanterior aparecido duran-
te el curso de la3 mnciertos que ofrecieron .ern el sur del pak 10s elementos que
componon el conjunto de cuerdas 8, my’x eabeza esthn Vfctor Tevah, Elena Waiss, Enrique Kleinmann y otros alumnos y exalumnos distinguidos del Omservatorio, no no3 fuC posible dar una cuenta comp!eta de 18 extensa e interesante acci6n lievada adelante por ellos y por el profem’ Don Jorge Urrutia que represent6 a la Universidad de Chile en el curso de la jh.
Las informaciones que hemos recibido
de nuestrcm mrrespomales en 1% diversas ciuclades del sur nos permiten apreciar
e&e esfuerm cultural que auspicid la Universidad como otro de 10s tanto? esfuer..
s m que se hacen bajo su a!ta tuiciBn en beneficio de nuestra intelectualidad . Fuara de elogiosas aprxiaciones que he-
mos tenido a la vista, aparecidas en 10s peri6dicos de Conmpci6n a rafz de interesantes conferencias que dict6 el Sr. Urrutia, se pueden hacer partii de ejta jlra rtlgqnplas iiovedades de excelenbo valor estktico como ha sido la divulgnci6n de obras modernas que 10s j6venes incluyeron en sus programas tomando en cuenta la posible cornprensidn de p~blicospoco famlljarizados con ellas. Asf h e m vish eje, cutar composiciones inglesas actual%, o b r s de Falla, de Bartock, y de Hindemith con verdadero Bxito entr? 10s aficio. nados. La jira abarc6 1 s ciudades de Concepci6n Temuoo, Valdivia, PuerAmVa. ras, Puerto Montt; Ancud y Castro terminnndb oon una breve serie de audiciones en el balneario de Zapallar. La isla de Chi106 no habia sido jam& visitada por un conjunto semejante; podemos pues E?, licitar a nuestras esfornados artktas por haber agregado uin nuevo vinculo a la naciente vida musical d:! 1% provhcias del sur.
America va, Ophelia Nascimento, Sylvia Fiigueiredo, Arnaldo Rkbello, Honorina Silva, C&Le Interesante revista que edita la Aso, lia Rudge y otros muchos, forman una clad& Brasilera de MWca que nas ha bien nutrida falange de artistas cuya presencia en Rio de Janeiro nos permite siUo enviada en .canje, nos permite conquilatar el volumen de su vida musical. 8ignar un breve panorama de la vida muLa vida de 10s conciexks tal vez tuvo sical de un pals con el cual ann mctntes, nema escasas relaciones efectivas y de cu- un memr brill0 que otros ~ I ~ o especialyo movimiento musical sobradamente im- mente en b que se refiere zt la afluencia portante nuestros aficionados tienen 23610 de artistas extranjeros a causa de 10s sunpticias trtrdfns e inromlPf--. cesos politicos que preocuparon a la p ~ E3 aI50 1932 ha sido en su temporada sin- blaci6n del Brasil. Entre lw que Ilegamn f6nica “Maravillaso para 10s aficionados a hasta Rio dieron series importantes de aula buena mbsica”. Dos orquestas perma.. diciones Marguerite Long, Friedemann. nentes forman el amrte de la capita3; Orloff y el Cuarteto de Londres. po00 o dtrfglda la Sociedad Sinf6iiica por 10s liada nuevo puedo anotarse en lm progmrnas de estss ~,*istns: ya. sabemw por maestros Francisco Braga y Oscar Loren. nriesba experiencia que las jiras no ofrea0 F’ernhdez y la Socicdad Filarm6nica por Burln-Marx B quien comimos no hace cen otra cosa que 10s corrients enfilamucha tiempo en Santiago, desarrollan mientos de obras m& o menos 10s mismus ambas entidades un bien wmbinado pro- en todo el mundo. M&s interesante mmo grama que mmpletan frecuentes prosenta- novedad vemw dstacars? varias buenbs clones Solkticas de artistas extranjeros y ejecntrmtes brasiJeros que la crftica juznacionales cuyos mombres nos hacemos un ga como otras tantas realidades dentro A e h ~TIP drtr R coniovr I) 1- 1ectores de del movimlento actud: Arnaldo RtebellQ AULOS, Dyla Jcsetti, Oscar Borgeth, Ar- se present6 en obras modernas oomo “Les naldo Reb-110, Roberto Tavam y liada- biches” d? Poulenc y ’‘Leretour des mulemes Gnatalli actuaron con la Sinf6nica y tiers d-? Sevorac y la “ValsR suburban%” con la Filarm6nica 10s artistas Margueri- de Lorenzo Fernhndez y Herminia Roubaud en obras del gran compositor brasit e Long, Term, Ghlpsmann y en las audiCbnes populares de la mbma Hilda Sarai. lero Villa Lobos. Entre 10s numerasos conBIbABnJ
A uZos ciertos quc obrecio la A. B. M. (Asoc. Erasilera de MiMca), 13 audicione em el nfio vemos mencionar numerosas o b m brasileras que deb9rfamm conocer en Chi-
le’mejar: obras del reepetado Henrique Oawald y composicion~para cualkta de Glauco Velasquea y franc is?^ Bra&%.
Europa (rscuerdcs, mmuscritos, etc.) ; Velada conmemorativa del 12 de febrero; representaciones de las obras hasta Lohengrin que t-rminaron el 25 de marzo; obras desde Lohengrin a Parsifal dasde el 25 de marm kasta el 10 de mayo; tranSmi3ionc% por radio (Mitteldeutsches Rundfunk) que se efectuaron desde el 6 de enero hast8 el 16 de abril; veladas y conferencias destinadas d estudio rk la estRtica w m e rima y jiras de tmistas per 10s lugam? que recuerdan en Leipzig a Wagner y a I@.; suyos. Miinch&: LOB teatros del estado bhvaro (Prinzregenten y Residenz) anuncian con wasion de las fiestas wsgrtlerianas un doble ciclo de toda la producci6n de Wagnei desde Rlcnzi a Parsifal a, partir del 18 de julio a1 28 de @gosh. Durante 10s mismos dfas $e realharhn tambikn 10s habitvales ciclos de Mozart. Actuarhn como dkectorcs: Knapperbbusch. Richard Strauss, Sir Thomas Beecham. Pau! Schmitz y Karl Tutein. Bayrenth: Especiales festivales tendrhn lugar en 10s “santos lugares” wagnerianos: a partir del 21 de julio Pe anuncian dos ciclos completos del Ring cinco eje‘cuciwes de Parsifal y ocho de 1% mawtmfi Cantor% Directores m r h Toscanim y Elmendorff y director escdnico Tietjen .
Pr6ximos Festimcles: Maggio Musicale Fiorentino.-Dede el a1 5 de junio proximo tendrh lugar en Florencia el Primer Congreso In, tennaciond de M b i c a bajo la presidencia del Academico itallan0 Ugo Ojetti y d a bmandc r m o sxretario el sa!?% music& logo Guido M. Gatti. Oomo temas del congrew se dan !as siguientes cuestiones de inter& candente: Critica musical; m a cibn e interpretacibn: Tendenclas de la dpera de bov; Radio, Cine Sonoro y Discos; h mhica die hoy: Difujidn de b cultura e intercambio intemacional. E! c o n g m Ileva anexo un programs. intere.. santfsimo del que sacamos algunos dabs: habA una exposici6n de “luterb’’ (instrument& italiana; se harh una ejecucibn estilizada de 1% bperas del ‘Ottoeento” (Spontini, Ftbsini, Bellhi, Donizzetti y Verdi); se ejecutarh el “Suefio de una noche de verano” de Mendekwhn con danwts y corm y escena de Max Reinhardt en el Teatm di Bobili y, un Misterio del Siglo X V en el “Chiwtm di 6. Croce”; habr8 conciertos sinf6nims de lm orquastas del Augustm, de la Scala de la Orquesta Stabile Fiorentina, conciertm de mCsica de citmara en el Palazzo Pitti y rmferencias inusica’es de E. 3s. Dent, I. Pizzetti, Paul Valery y F. Werfek en el P a l a m Vecchio. No nwmltftma agregar que todos lm gmndes artistas y crftiw han ofrecido si1 concurso en forma que estos grandes festivales 8uperarhn aun las que el afio ~ l t i m otuvieron lugar Venecia . Es interesante notar entre nosotms axe solemos creer centrad0 el art? italiano en otm pie, hasta quC punto las manifetanimes musicales mloderna.: han tornado vat cadcter oficial. 22 de abril
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I
Internacional de Mfisica Con.. tempwhnea ( S . I M!. C . ) en Amster-
Saciedz
am.
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Fesiiivales Wagnerianns
Puem de 10s numerosfsimos actos Conmemomtivos y fiesta7 mSs o menos internicionales que ham tenido y tendr8n Inmr en est- afio, creemos interesante oons’gnar el progrnma de las tres fiestas oficinles de Alemanin. 10s festivales de Lei, p7ig Miinchen y Bayreuth. Lef@g: Exposicibn Richard Wtagner.
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Hemos recibido dimtamente de la Secretarfa de la Socfedad el detalle de la? o b m que eligid el jurado international nile en este aiio lo inkmaron Butting, T‘aclav Tallch, Willem Pijper: G R a n c e m Malipiero y Wer Sessions. Las audiciones ser6.n las siguientes: 9 de junio Rrimer concterto omnestal con las obras de Leo Kanffman (Alemanfa) g‘Orchester, suite; Jozef Koffelr (Polonia) ‘‘15 Veraenderunqen einer 12 Tonreihe ftir Streichorchester”; Fanl Kadosa (Eungrfa) Rlavier7-oniert (concferto de Dlancl). C-ni?lqmL a n W (Holanda) I Sinfonfa. Frahtkk Bart6s (Checoeslovaquia) Suite fiir Orrheyter op 6. 1 1 de junio. Con+r+Gem1 Y (Pmncstd: William Walton (Inglaterra) Belshama;
La vida musical-Europu
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con su lirico clamor conteata: ‘‘El promotor del manifisto dice: Gabrielli, Monteverdi, Palestrina, Rescobaldl, Corelli, 10s Scarlatti, Paisiello Cimarosa, Rosini, Verdi y Puccini son ramas de un solo hrbol: son la brillante y p o l f m flor de la musicalidad italiana”. “Es un triunfo para mi recoger el fruto de mi larga y ohstfnada. propaganda. Rossini, Verdi y Puccini, mfisico- del @?lo XIX RO s m nuestra sola tradicibn, &st& sale de Gabriallf, Monteverdi, Pal63trina et$. Que Dios secl loado!; he sido ofdo; pro no veo c6mo y d6nde e s t h en peligro 10s mkieos italianos bel ~ltimosiglo”. F,s consolador constakar, en Italia mkma, que una de 8us glorias m8s efectivss mmo Malipiero, tiene que sufrir iguales incomprensiones a laa que han padecido todos 10s que en la redondez del mundo se sublevaron contra el predombio exagerado de 10s operistas recientes. Cuando hgce seis afias dijimos en letras de molde que Rosini, Verdi, Mascagni y Puccini no eran el cmtro de las gloria italianas, fuimos tratados y tenidos por enemigos de Italia. No cabe sino celebrar con Malipiero que por fin aparezca a la tendencia lfrica del pm-nte, el sentido de su entroncamiento glorioso que 10s efectismos baITALIA r a t a de ~Cavsllerfa”o de “Boheme” hicieron olvidar a 10s mWcos que, mal que Alrededor de un manifiefh musical. les pese, &van la sangre del exqufaito Mientras la cueAi6n del pro y contra y gusto de Palestrina y Monteverdi. mejor dicho miontraij la casi unanimidnd de 10s compositores actmls 6e hclina LA OPERA por lo menos en una cierta dosis del contra, frente a1 romanticismo del siglo paEl Teatro Fenice de Venecfa estren6 la sado. diez ahpositoras italianos, Rspi- 6pera “Romanticismo” de E. Robbiani teXghi,. MulB, Piazetti, Zandonai, Zuffellato, to de Rossato. La obra que ha alcanzado Gasco , Toni, Pick-Mangiagalli, Guerriun 6xito franco sigue las tendencias coni y Napoli afirman en un manifisto llerrientes del teatro Tomhntico. En el mb~J.O de fuego 10s derechos de la juventud mo sentido sido celebrada la nueva . para tomar ‘‘el sentido de la disciplha ar- presentaci6n ha de “Palla. dei Mozzi“ de Mstlstica legitimando toda expansi6n libre del rinuzzi en Palenno. liriimo y todas las vehemencias del draEl Teatro all& Scala de Wlhn en 10s matismo”. Estamos contra la Ilmads ma- mews pasad% incluyd en sus espect&culas: sica objetiva que oomo tal no repre.senta- GiuJietta e Romeo” de Zanddnai en la que ria sin0 el sonido tomado en si, sin la ex- se alaba grandemente la actuaci6n de la presidn viva del soplo animador que lo soprano Cebelli, “E3 crepfscuio de 10s diocrea. Estamos contra este arte que no de- s e ~ ” de Wagner, “La Filandra. Magglsra” beria tener n:ngun contenfdo humana, que de Zoltan Kodaly, “La Partita” de Zandono qui?re ser y que no es sin0 juego menai a mas de dos excelentes ejecuciones chnico y artificio cerebral”. Llamando luede Lohengrin y de Salm6 (Strauss). go a 10s “italianos de nuestro tiempo, con “La Filandra Maggiara” ha sido p u d una guerra qanada y con una revoluci6n en escena gracias a la iniciativa de E M en acto”, 10s conjura a restaurar la unidad gio Failoni actual director de 10s especdel arte italiano quo es una s610 8 travk tkculos en el Teatro de Budapest y entudel noble romanticismo de ayer. siasta propangandista del arte hangam. El gran compositor Gian FTanceSOO MaNo se trata propiamente de una 6pera, es lipiero recoje el guante y entendiendo que en ciert:, stntido un p-a Bpico que eon bs B 61 y a sus colegrs de hoy que IO6 un m i m e n t o simple sirve d? fnndo 57 CP adora~oresdel ark romSantico zahinren pretext0 psm una preaentacih &e c o w J
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RSaberto Gerhrd (Catalufia) PasSaW!k Y Goral de le cantata “L‘L‘Alta naixenca del ?Le E..; Jaume”; Jean Cartan (Francis) Pabr Noster (In memoriam del composih r ialleciclo hace POCO). 13 de junio, Concierto de CAmara: Aarcn Copland (U.S. A . ) Piano variations”; .Saapl Sasi Paz (Argentina) “Sonata para flauta y clarinete; Isa Krejci (Checoeslovaquia) ‘Sonatina pars piano y clarinete; Em& Krenek (Austria) “Gemenge dm Gpaeten Jahres” Op. 71; Ruth Crawford (U. S. A . ) ‘‘Tres canciones Para contrait0 y orquesta de chmara”; Ljabs Marich (Yugoeslavita) “Quintet0 de inStrUnimtos de vientu” 14 de junio. Segundo Concierto OrqiaestaJ: Bertus van Lier (Holanda) ‘*S% gunda Sinfonia”; Edmund ‘(1011 Borck “Cinoo t r o w pacrsl arquesta”; MarcceUe de IWmziarJy (Francla) %oncertino pour piano et Orchestre”; Goffredo Petrassi (Xtalia) “Partida per Orchestra”; Erik CMshoIm (Escocia) %uik de d a n m para orquesta y piano”. En esta remi6n intpnacional se confirmar6 la constituci6n de la Secci6n Chilena de la s. I. M. C
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Adoa
26 de dams populares hhgaras. No a c m la crftica a La Filandra aino como una simphtica comunicaci6n con un espiritu extranjero poco accesible a1 alma ttaliana p r o lleno de novedad y de agrado. ‘<La,Partita” es la novena producci6n dramhtica de Z a n d h d . Una obra breve, de escena rbpida, evocada en Espafia en medio de las hidalgos del siglo XVI. Por la resefia crftioa podemos calificarla de gequefia pieza verista nada atrayente CO. mo argument0 y absolutamente dentro de la linea de la 6pera corriente. INGLATERRAa--Los
conciertos .
En noviembre, la Orquesta Sinf611ka de Londres, dirigida por Sir Hamilton Harty, di6 comienm a su programa cC?n la Palonesa., Arietta y Passacaglia de Haendel, seguido de la Sinfonia CI&sica de hokafieff y de! Concierto de Brahms para violin y cello, sldmirablemente ejecutado por Jelly d‘Crany y Beatrice Harrison. Al terminar tocaron ‘‘Heldenleben” de Str~usS ante un p~hlicotan reducido que parecia dar a entender que wta obra se ha oido con demasiada frecuencia. En diciembre se efectu6 el tercer concierto Courtauld-Sargent, en el Queen’sHall. Como novedad se oy6 ‘“meatre Overture” de KOady, la 4.a Sinfonfa de h o l d Bax y el Concierto de cello de Haydn, en el cual se dktingui6 como solista, Suggia. La “Royal Philarmonic Society”, con el concurso del Cor0 Filarm6nico ejecut6 el 16 de diciembre el “Mesias” de Haendel, dirigido por Sir Thomas Beecham. En noviambre y diciembre, en el Queen’s Hall, se efectuamn tres conciertos en este honor de Elgar, homenaje rendido a u b r en rsu cumpleafios, por la B. B. C . En el primer concierto Elgar mismo dirigi6 la Obertura de Wockaigie” y el Concierto de Violin con Albert Sammons como solista. Sir Landon Rono’d dirigi6 la Sinfonfa N.o 1. En el segundo conciertcv Adrian &net turn la batuta dnrante la ejecuci6n cfe la Imtroducci6n y Allegro, para cuarteto de cuerdas y cvrquesta y Is8 Variaciones “EMgma”. Elgas dirigi6 su Sinfonfa N.9 2. En el tiltimo concierrto, con un conjunto de esplendidos solistas, se ejecuM “The Kingdom”. El pianista Kml Schuabel se prsentb en noviembre ccm un pmgrma muy poco internsante. En siete conciertos hizo oir las obras m b conocida: de Mendelsmhn, el Concierto Italiano de Bach y todas las sonatas de Beethoven. En enero 10s conciertos Courtauld-Sargent ejecutaron: “€Iaro!d in Italy” de Berlioz, la Sinfonfa Concertante, para violfn, 7tiola 9 orweeta. Y “El f&fn de BfdtaPtlr”
de William Wtdbn. La temporada de invierno de 10s ‘‘Promenad- Concerts” ha obtenido un g r a d e Bxito. Uno de ellas estuvo a cargo de4 Cor0 de Shcffierd, en otro se ejecutsront obras de Wagner, “St. John‘s Eve” de Mussorgsky y cbras de Tchaikowsky. etc. Un nwita! de las obras de Bensrd vda Dieren se efc~tu6en las conciertos de mosica contemporhea de la B. B. C. sh toc6: el Noneto “Deus mens ad te de luct vigilo”, el Cuarteto de cuerdas N.9 5, V& riaciones para piano y un gruw dQ pi-
para canto.
FRANC1A.-Noticias
diversas
Con magnificench extraordinaris se ha
mlebrado en Melbourne el tercer antenario de la muerte de Lully. Este ha, menaje se debe a1 entusiasmo de una dema australiana, ardiente admbdora de
la mkica f r a n w a de 10s s i g h XVII XVIII. Paris, sede de la Academia de
Mkica fundada por Lully, se ha limltado a llewr a la escena “El Triunfo del amor”. El especthulo fu6 grarndloso en cuanto se refiere a trajes y decwaUos, no pudiendo decir lo mismo de la parte musics!, que fu6 destrozada por una orquatp.ci6n imperdonable y una ejecuci6n que desmoci6 todo sentido de ritmo y matices.
Zn la Opera se ha ejecutado el Ballet de Prokofieff “Sur le Borysthene”, obm que no agrega gloria a su autm, su mdsica no es adaptable a la interpretaci6n coreogr4fica; tal vez oida en un conciertc, en donde el divorcio entre mlisicta y el baile no sea tan chocante, tendrh al@n encanto. Grande Bxito ha ’tenido en Pfirfs, la obra de Kurt Weill, titulada “Der JWlager, ejecutada, gracias a la g e n d M de un raro mecenas por los solistas y el magnifico 001-0 de emlases de la A&emia “Fk Kirchen” de Berlin. Kurt Weill abandona esta vez el jazz y sus f6rmulas esteriotipadas, simplifica su es;, tilo y se vuelve abs01utament.e t0nSl.“Der Ja&ager“ es una 6Wra escolar para ser cantada por nifios y adolescentes y su argumehto )tie, una laterrad@ra inhumanidad ha sklo sacado de una obm japonesa.
La Orques& bolonne, dirigida par Pkrn6 ha hecho d r 10s “Concerti” de AIalipiero, obra original, desbordante de poesiS c imaginackh, concebida segiin un plan que recmrda a Monteverdi, con qulen el mdsic0 italiano parece tener una curiosa m a logfa de temperamento. Los Canciertas Lamoureux organhmn un festivaJ Prokofieff, en cuyo pragrssla fimr6 una aola obra nueva: un Conderta
La vida musical-Europa para piano N.o 5, que fu6 ejecutado pm primera vez en Berlin bajo la direcci6n de Furtwaengler. Esta obra permite medir la evolution del autor desde su Concierto para. violin del lafio 1913. En el Concierto de piano Pmkofieff parwe haberSe ocu@O solo del ritmo y para ello todos 10s medios le parecieron buenos, tomando de preferencia 10s m8s bulliciosos, per0 sin llegar a enriquncer la tRcnica del instrumento a pesm de la brillante ejecuci6n del autar. Una nueva obra de Piern6 fu6 ejecutada por el Quinteto de Paris: Variaciones kbres y final para la flauta, violin, alto, violonodlo y arpa. El programs lo cornpletaban: la Sonata pma flauta, alto y arpa de Debussy, la Sonslta para violin y violoncello de Ravel, la serenata de mussel y la Sonatina para violin y violonoello de Honegger. Ultimamente se ha ejecutado la Fantasia en Re menor de Purcell, y el Concierto para cuatro vidimes y cuerda de Vivaldi. Par primera vez se ha oido una suite para arcos de Armamdo &e Bolignac ‘‘Le Voyage”, de un mbiente muy ravAiano y el vigorom Triptico de T a x a xnmul.
Para conmemorar el primer aniversarlo de la muerte de Vicent a n d y , varlas Asociacimes insdribimn en sus progra, mas algunas de BUS obras. En Cdonne y bajo la direcci6n enternecida de M. Pierne, Suzanne Balguerie cant6 “L’Etranger”. La crftica pafiiense ha sido sorprendi, da par una obra maRstra de Ravel: su ‘Concierto para la m a m izquierda”. esta obra pr?senta un specto de su Italent!: que habfa ocultado em otras obras: el sentimiento. Esta vez, dice M. Pruni6res, toma su mvanoha y estilo. magnifijcamente, y a veces ha3a en forma r o m h tica”.-Wittgenstein, para quim fu6 hecha e* obra Con su braeo derecho amputad0 reune todas las cualidades prodigios&s de un virtuom y gran intkrprete. Bn el mismo concierto el violinkta Lucien Schwartz ejecut6 ma@ffica.mW “TzL gane” y Roger Derwnmie dirigi6 brillantemente la “Alborada del Gracioso”. Eln la sala Pleyel, Strawkky a4wmpati6 en el piano a1 ViQ1iXli.h Dushkin la ejecuci6n de su “‘Duo Concertant”. Tmbgn se h 6 el Cuartek~de Cuerdas de Albert Roussel, obra clbica que fu6 dada a co, nocer por el cuankto IEoth.
?7 escuela. Eellas expresiones musicales aunque un tanto fuera de1 ambiente y posi, bilidades escolares. ‘‘Medaa” de H. G m vermam (Gotha) es mejor conceptuada que la anterior; obra un tanto dispareja y complicada por diversas cst6ticas superpuesta;. “Der Kuss der Fee” (Le baiser de !a fe) de Strawinsky se acaba d3 oir por primera vez en Alemania; aunqw creado este ballet hac8 tiempo y Conocido por versiones de concierto, la critica sk pronuncia a su rerpecto como de una obrs de aquella que impresionan profundamenthe por la perfeccion acabada de 10s detalles por la energfa ritmioa cmtenida y maravillosamente prescntada. Adem& de estas primicias, se ha alabado la presenL. tzci6n de ‘<Wasihr wollt” de Arthur K w , tewr estrenada en la 6pera de Dresden y dos obras italianas no conmidas en Alemania: “Judith” de Livio Lnzzatto y ‘‘Y misteri di Venezia” de Malipiero (Coburgo). La obra de Luzzatto, esp aie de tip0 intermedio entre 6pera y oratorio emparmtada a los estilos de Respighi y Pizzetti es superada por la de Malipiero, gran f ~ s c osimbdlioo de las etap?,s wrresivas de la grandeza y dxadencia veneciana. La Opera de Berlfn ha prel-sentado una khlban wnsi6n mejoradla d-! ‘Wozzeck” Berg. S e g h l’a opini6n de L-+chten%ritt “esta obra no e5 so10 la de un -7ibio eo. nocedor sino la de un mltsico fuerte y ver, dadero. Como expresih compieta y convincente de una determinada fase en la evoluci6n del drama musical mnclcrno s r h sin duda el Wozaeck conocido cn el fut w o mmo una obra de significacih W 6 ritn” . (‘-
Noticias diversas
Leningrbd (U. R . S. S.) En 10s meses pasados se han ofdo muchas ohrns cl8sicas del teatro: Verdi, Gluck, Goiinod y algunas presentacionee regionales porno 10s corlciertos dn mltsica del Azerbaiiin y de TJkrania, Jascha Horenstein, director invitado hz dirigido conciertus de obras moderna-: con obras de Prokofieff, WladimhVogel Krenck Obras rusas nuevac SP hqn ofdo algunas notables c o m ~la I Sinfonia de makinkin y la “Fantasia Sinf6nica” de M Gnjessins. Madrid. Se ha realizado un concierto
movimienta teatral intenso
destinado a presentar un conjunto &e obr* musicz:es inspiradas en Don Quijote; excelente idea de curiosos resultadcs se ha hecho una dado que cada m-co im&gen propia del Caballero de la Triste
pr~ducci6ncon varias primeras audldones ?Merlin” de FrM Gersbach, 6pera o mejm dicho “leyenda musical” enf‘ocada dentro d- la idea de Wchuloper” o Bea 6pera de
Figura Rotterdam. (Holanda) Se acaba de estrenar con gran exit0 la versi6n holanda sa del Oratorio ‘‘Das Umuffhoerliche” de Hhdemith,
ALEMANIA
Opera.-El
de la temporada ha podido engrosar la
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Aulos
28
Preguntas5 resp uestas l.--“Ateni6ndome otra vez a su secci6n desearia saber si laa wmpOSidonm de Schubert “Da-g am Bwh”, “DU bist die Ruth”, “Aufenthalt”, “die Forelle” w n inspiradas en obras literarias mmo el “Erlkonig”, etc. Fusa (Santiago). “lieder”, como su Efectivamente 1mismo nombre lo indica, canciones, suponen un text0 que cn este cas0 exkte y toda; asbas obras pertenecen, a diverciclm de melodias de Schubert. “ m a g u n g an den Bach” N.9 4 del cBlebre ciclo *Die schoene Muellerin” 8s del poeta Wilhem Mueller, ‘.Du bist die R u t h es del poeta Riickert, “Aufentha.lt” de Rellestab y “Die Forelle” de Schubert. 2.4116 se llaman 4cincursiones re*Ita”. Film. (Santiago). supOn2mQS que esta pregunta se debe a slguna frase sacada de estudios que enfoquen el prcblema de la 6pera. Incursi6n ya abemos lo que es por el diccionario
castellano, ahora por afiadidura verista, es decir esteticamente perteneciank al tipo de 6pera algo w f o y muy populachero que se cultiv6 con furor en Italia desde fines del siglo paaado, equivale a decir
invasione- de este gBnero musical. Entre
nasotros m&s que de ‘‘incursiones”, quo su-
ponen
influencias pasajeras,
podriamos
hablar de dominaci6n o de dictadura ve, rista, hecho que se mantiene todavia en gran parte d31 pablim que frecuenta los especthculos operiles y que es tan aficionado a T!aballeria Rusticana” como ignorank de la existencia, siqui-ra, de fen&
meno universal que llamamos 6pera. 3.--‘‘En los programas de !a mWica de Semana Santa de la Catzdral hemos visto figurar obras con el nombre de ‘‘autor ignoto”. jSon obras est% de un talento desconocido o de algun modesto compositor que oculta su nombre” L. T. (Santiago). E3 epfteto de “Tgnotus” se suek hs;llar en !a m u s h polif6nica y procede, como Ud. piensa, de esas dos camas: p6rdida de dabs del autor o modestia. El cas0 es frecuenk en a r t e s plbticas y por ejzmplo en la pintura alemama primitiva tenemos
En una sdla representaci6n de Tamnhrtuser hecha en el Municipal de Santiago haw muchos %.fios ocurrieron lo; sigiilentea percances: s? cay6 Venus de bruces, !a lira de Tannhauser se de-arrn6, se encm. di6 la luz cuando traba!aban 10s r n m x dbl escenario, ss espantaron las perrw de caza. (??) del Margrave de Turingia, no ba36 el vel0 3el Venusberg p la pequnfia tramspa de visi6n que -,e &re en el W,imo
una larga serie de ‘6meister” que s610 son conocidos por su cuadro msS famaso. (mister des Todes Mariae, Mebter des Marienleb?ns, etc.) En el cas0 presente como victimas del ignotus pmpondriamos llamar mejor ‘‘Auctor ignarus” (ignorante) por lo malo de la mhica, pensamas que la ocultaci6n discreta del nombre se debe sin duda a un rest0 de pudor muslcrtl. Tal vez el MaRstro de Capilla de la Catedral que tiene en su biblioba una exce, lente colecci6n polif6nica no ha querido afrontar el reproche que envolveria el pr-ferir obras de tan &&ma calidad a las de Palestrina o de Victoria y ha suprimido la menci6n de persona eosa. que lamentamos porque es interesanlte saber quienes son 10s que de ese modo contribuyen 8 degradar el nivel musicaJ de los templcks. 49.-Hace varios ntuneros que deseaba formular &a pregunta: AHay buenw mkicos en la Uni6n SoviBtica?” Curfoso (La Sxena). En realidad la pregunta es diffcil de con&tar porque s610 fenemas noticias gene, rales acerca de las autores de la Rush &ctu& y no hemos recibido todavfa nada iqreso que nos permita establecer juicios sobre ellos. A juzgar por las noticias de de todas las revistas europeas y por las que se ocupan de radio, especialmente, ex& como es mtural k continuaci6n vi, gorimda del movimiento m o qu,e ya se cod nocia como uno de 10s principales del mundo. Ahora, Lha servido el r6gimen sovietiw para una finaIidad &Mica? La impresi6n que itenfemos es de que ahora que empiezs a jugar un papel mienor la politica y la propaganda en el arte ruso, este se ha elevado r6pidamente a un aporte musical valioso. Las revtstas alemanas, austriacas, inglesas y americai, naq tienen juicics entusiasta para lo que ocurre en Moscti y Leningrad, las itdianas eon por lo generaJ wn’brarias. Aconsejamos a Ud. esperar al@n @studio en detalle que podmos haer cuando recibamos datos efectivos de los compositores rusos de hoy.
x t o s? qued6 abierta en forma que hub0 que detener e! espectSculo para que las bsilarinas pudiesen krminar de agradeex-.. . es un “record” am,ericano. Cierto cornncsitor chileno hablaba de 10s suyos y decia: “Porque nOBotrm, 1os. que tenemos genio, Averdad?. ..” Ek encantxi,, d x , sin duda, llegar a sentirse genio per0 much0 mhs cuando se dista tanto de ser, le.
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La Sociedad Bach y su misicin histdrica, Editorial.- Apuntes ISAMITT.-ASpeCsobre nuestro folklore musical, por CARLOS tos d e educacion musical en Alern?~ia,por JORGE URRUTIA -La formaci6n del madrigal inglds, por ENRIQUELOPEZLAWRENCE.
La vida musical del prewnte: Chile.-Los conciertos sinfdnicos; Conciertos dominicales; Otras actividades musicales.-Actividades musicales en las provincias--Crdnica d e 10s aoontecimientos.-Ame'rrc~~:Uruguay.-Europa: Alemania y Austria, Francia, Italia, Esparia, Belgica, Suiza y Grecia.-Revista d e Revistas..-Preguntns y respuestas. -Mlisica e n solfa. Suplemento musical.-Imigenes in fantiles (segunda serie), de Domingo Santa C r u z Wilson
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REVISTA MUSICAL
= SANTIAGO DE CHILE Director: DOMING0 SANTA CRUZ
ARo I
JUNIO-JULIO DE 1933
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la sociedad bach Y su misidn histbrica Cada cierto tiempo, en hpoca que varia segiin las Tortuniclades politicas, aflora en alguna manifestacih el descontento de 10s que en una u otra forma quedaron perjudicados por la variaci6n de nivel cultural que se a p e 6 desde 1928 en 10s asuntos de mkica. Esta campaiia latente y sorda, que vive q u a r d a n d o el momento ham en las oâ&#x201A;Źicinas p ~ b l k wmLs alejadas de las actividade's artisticas, ha ido, con el trahscurso de h s aiios, perdiendo la fuwza que en un comienzo pudo tener y reducihdose francamente a1 teneno permnalista de las conveniencias que dwaparecieron y de las rceputaciones abultadas que se esfumaron a1 contaaq' cm una major apreciacicin del arte. El b & ? e 10s promotores de estas asonadas, se han to'rciido la imiaginaGn, traraxtdo de tejer la evaluci6n de la miisica con lm s u c e m politicos acaeclidos en\ el pais cn 10s ijltimes nueve aiios, y presontan cada vez, en thrminos c@ntradictoios, el cadcter constitucimial o dicratmial con que las medidas de reforma de la enseiiznza se habrian tomado; en cada ocasi6.n queda mLs evihnciada la poca visi6n de 10s que no mpieron llevar la miisica a m a esfera, y que en muchod aiios de labor no trabajarm por &hentar en el pais otra msa, que lo que :de algiin modo favorecia m s intereses. E n estas campaiias, ya *an de prensa o no, ndpca falta un detalle que parece tener especial valor para 1- adveflaricw del actual esuado de cmas y es la afirmacicin, que e l k s consideran grave, d k deberse 6ste en gran parte, a la actividad que desarroll6 la Sociedad Bach, acrividad am, sin bn gran interis p o t presentar los hechos en su verdadwa pmprcicin, se hace aparecer como una iniciativa personalista, cuyo triunfo habria sido seguido de un domini0 que ia Sociedad Bach ejerceria actlualmente sobre la vi& m'bsical del pais Esta nfitmaci6n, que hace sonreir a quien conozca de cerca el cufso de las asuntbs artistfcos, puede, a1 ser adornada can detalles pintmescos, formar en algiin pGblico la creencia en una acci6n. de la Sociedad mucho m i s dirkma dk ICque qn realidad fu6. Y mucho m h o s generosa en qus ideaks. Estimamok p r eso iitil hacer algunos recumdm de su labor, que en este aiio serin conociaos
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en todo detalle, an e1 niimero especidal que esta revbta dkdicari a1 dhcimo aniversario de la organizaci6n definitiva de la instiuuci6n. realizada a fines de 1923. La falsa apreciaci6n que se hace de 10s h e c b s , invierte el o r h n de’ 30s acontecimientos y presenta como causa y finalidad d e la acci6-n de h Sociodad la reforma del C o n s e n w o r k de 1928, lo que en verdad no fuC sino una de las tantas consecuencias del cambio d e ambiente que se o p e d en la vida musical de Chile, a partir de la campaiia & difusi6nl cultural que la Socidqd Bach desarro116 desde fines de 1923. El antiguo Canservamrio, que ten4a ligada su existencia no a1 movimiento artistic0 del pafs, si‘m a1 mantenimiento de un determinado nivel musical, nivel que solo podia sosre,n,erw mledianrte la ocultaci6n de lo que habria debido ser la base esthtica del estuctiante, cay6 &mo J e r k 6 con solo oir a su alrededar resonar las obrqs d e Palestrina y de Bach, con s610 ver que l‘a miisica del siglo XX no era conceptuada entre 10s “aficionados”, con el epiteto de “tanteo” con que se le dbtinguia en 10s cursm de aquel tiempo. . Ninguna idea estuvo m b distante de 10s organizadoires de la Sociedad Bach en 1923, que la de situarse en conflicto con la enseiianza; exisria la creencia, que despuhs se vi6 como errada, de que 10s a s u n m masicales y ea ellos el Conservatorio, si no habian hecho mayores progresos ni tenialn mejor situaci6n general, era debido al apoyo escaso que jhpbiajn halllado de parte . de 10s gobernantes y a la falta de insrituciones privadas que, sin las trabas que iinpone el aspect0 oficial, pudieran decir muchas cosas que era coportun0 m a Elfestar en apoyo de las autoridades de aquellos aiios. Este prop6sito de cdaboraci6n amplia y de uni6n de loa: elememos musicales en tonno de una sola idea de difusi6n y de ctultura, qued6 dstablecido eh fa asamblea p6blica inaugural de las actiddades de la Sociedad Bach, celebrada el 1.0 d e abril de 1924, a la cual se invit6 personalmente y por h pfiensa a todas las personas qne de algfin modo se interesaran por el progreso de l a mG&a. Cuatro campos diferentes encauzaban la vida musical del pais en ese momento: 10s conciertos, la 6pera, la epseiianza y la produccibn musical thilena, en cada uno de ell’as la Saciedad Bach anunci6 claramente sus pFop6sitos. En lo referente a 10s conciertos, la Sociedad hizo dos criticas h n d a d a s , que eran incontmvertibles: primeramente, que habia poca amprl’itud en 10s programas, que faltaba mucha miisica antigua y moderna que se descoinocia y en seguida, que n o exsstia ninguna instituci6n nacional y permanente. que ofreciera audiciones peri6dicas. 10 que equivalia a deck que nuestra vida musical era de prestado, era de ocasi6n, segfin lo que 10s empesarios extranjeros buenamente nos quisieran hacer llegar. Para remiediar el primer mal, l a Sociedad Bach creaba un coro, comto primera medida, destcinado en especial a das a conocer la miisica polif6nica anrigula; ademis, estudiaria la p i b i l i d a d d e olganizar una orquesta permanente y un conjunto d2 cimara. Para el segundo punto, la Sociedad establecia conciertos p;eri6dicos, y llamaba desde luegoi a s u sen0 a un gran nfimero de socios abonados. que serian las fundsdores del pliblico permanente. que financiaria 1% wdicianes tambianl permanentes. La segunda c u e s t i k , la. Opera, la Sociedad denanci6 la organizaci6n musical que presidia nuestro primer teatro, C O ~ Operjadicial a 10s interesds
La Sociedad Bach y su Misidn Histdrica
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del arte y como desnaturalizacih de 10s f k e s principales con que el Municipal habia sido fqndado. En este punto la Sociedad Bach se coloc6 ffente a frente y seiial6 la organizaci6n de la 6pera en Chile, como un especcicul’o aomercial y destinado exclusivamente a la propagi&a de una d e t e r d a d a escuela drarnitita. Lm chlillenos, se dijo en b Asarnblea, tenemos derecho de conocer el arte draxn’itico en su totalidad, y no Gnicamente a rravCdde1 ramiz de lo que nos deje p a r la bueda d u i n t a d de la Scala d e Mil6n. En este punto, cn consecuencia, la Sociedad Bach en’rr6 en lucha y sigue en ella. La 6pera italiana es muy bella, per0 no es la Gnica ni la principal en un pais m que ni siquiera 6e han ejecutado las obrag rompletas de Wagner, eri conformidad cqa esto, su repertorlo dcbe ser uno de las rantos que s[e den. y no el solo que nuestro pGblicd conoce y que aiin conoce trunco. El tercer punto, la enseiianza, fu6 analizado desde dos aspectos: la enseiianza musical especializada y la cultura musical? que debe incprporarse a 10s mtudios generales de las escuelas y colegios. En el pfimer aspecto, se habl6 $610 de apoyar a1 Conservatorio de entonces, d e hacer campaiia para que fuera clasificado corn0 escuela superi’or, para que se atendieran mucbas peticiones que habia hecho y que en e1 Gobiemo habiain caido en el vacio. Hay que recordar que, en aquellos aiios, el Conservatario no calzaba con ninguna de las clasificaciones docentes. En lo que hacia a la cultuna musical de la masa de Ibs ciudklanos, la Sociedad pediria la imorporaci6n de nociones de Historia y de formlaa musicales en l m programas de 10s liceas, organkaria conferencias piiblicas sobre estas materias y procuraria fundar una revista musical. E l cuarto punto, o sea, el relauivo a la composicl6n pnacional, se trat6 s61b superficialmente y se habl6 en general de la necesidad de dar miayof importmcia a la obra de 10s aut,08resch9lenos. Esta labor gigantescat, que habria slid0 sobrada para cuatro sociedades, fu6 inicida con entusiasmo y sin omitir sacrificiqs personalles; naturalmente la pasividad chilena, que hizo recaer el esfuerzo en unos v m , dilat6 el cumplimiento dc muchos prop6dtos y la organizaci6n del cor0 y de 10s concierros, tom6 casi por entero la aceividad de 10s aiios 1 9 2 4 y 1925. En el liltimo de cstos arios, se lleg6 a la ejccuci6n en castellano dcl Oratorio de Navidad de Iiach, obra que, en su preparaci6n, tom6 10s taracteres de una cruzada mu&. cal piiblica y cuya ejecud6n triunfal, en diciembre de 1925, ser5 un ac,ontecimiento hisr6rico para nuiestra vida arristica, que no distinguia antes a Bach, de Czerny o Cramer. L a 6pera fu6 mejorada en su arganizaci6n gracias a1 Memorial de la Socicdad, presentado en 1 9 2 5 , la Revista y la$ Confertncias Piiblicas s6fo p u d i m n v m e realizadas em 1927. La lucha en la enseiianza se produjo a POCO andar en las attividades de la Sociedad, pues, en contra de lo que se esperaba, el Conservatorio mir6 con suma desconfialnza su actuxibn y tom6 como un repfwhe a 61 todo 10 que la Sociedad hacia de nuem. La audici6.n del “Clavecin bkn temper?‘, el festival de obras de Bach, (primera ejecuci6n que se hacia en Chile de la mii’sica orquesital suya) , 10s conciertos polif6nkos iniciales, alternadlos, con miisica italiana del siglo XVII, y la5 audiciones osp3ritualcs en Iglesias. en 1924, en vez‘de dmpertar entuviasmo y camaraderia m u k a l , fueron ridiculizadas v combatidas abiertfmente pw el Cqnservatorio de entonces, como ab:a de inaptcx, de “aficionados i l u w ” como dijo pori &os dias un arriculisJ
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y el apoyo de las autoridades que, sin resenra, aplaudian la acci6n de Ila 160ciedad Bach. Asi, en ese aiio, a1 iniciar(* una serie de s t u d i o s sabre cuesrimes docentes, el Ministerio de Educacibn se dirigi6 ya ofkialmente a la Sociedad Bach y Is ofreci6 su apoyo para cualquiera acu6n que Csra quisiera desarmllar en beneficio de 10s asuntw musicales. As? se d i d el Decreto-Ley de 10s pensionados musicales a Europa, hecho que motiv6 una enhrgica protesta &I. Conservatorio, protesta que la Ssciedad Bach debi6 contestar lamenrando e1 becho y aeiialado a1 Ministerio la n&idad de variar la orithtaci6.n del esttablecimiento que asi abstruia el progreso de la mtlgica. Esta actuaci6.n fuh el rompimiento de las bostilidades y ya no cabia atra cosa, pws, si el principal & g a m de la enseiianza musical se habia colocadol abiertammte en ciointva de una acci6n desinteresada, esta no podia ser llevada adelante con f r u t o en lo sucesivo. E l 2 de noviembre de 1925, el Consejo Directive de la Sockdad Bach, reunido en la Biblioteca Nacional, acord6 por unanimidad “aclercarse a1 Di’rector del Con’servatorio y m v e n i r con 61 u n p l m de acri6n unida, para inejorar 10s rumbos de la enseiianza de l a mfisica en d pais”. DespuGs d e una amistosa gesti6n ante el citado Director, ep la m a l se le of&6 nuevamente la colaboracibn y la dkecci6n de toda iniciativa musical, la1 Sociedad, en vista de la negativa d s t i n a d a del Comervamrio, acord6 solicitar la reorg+anizaci6n del establecimiento y el nombramiento de una mmisi6n, que se d e r e t 6 y que elabori, el Decreto-Ley 801. Los hechos posteriores, en lo que se refiere a la intervenci6n de la So&dad en la enseiianza musical, no san, sin0 la consecuenria de haberse dejado, pm gestiones de la Direcci6n del Conservatorio, en 1926, sin cumpIimiento la ley, a h cuando no fuh dwogada. E l desaliento que este hecho produjo en la’ Sociedad Bach, la hizo abandonar la gesti6n activa, si bien malntuvo una constante lucha pot sus punms de vista, que, con un conocimihto m%s pfundo de lo que entonces era la eaweiianza, se vieron reforzadw por hechos v observaciones precisas. El C m s e j o Directive acord6 fundar u n Chnservatorio particular, con el doble fin de iniciar urn enssiianza amplia J dt? e x p h k n t a r dtodos y programas docentes. El Conservatorio Bach, como se llam6 el establecimiento, dur6 desde 1926 hasta 1930. Entretanko, continuarm 10s conciertm y en 1927 la Sociedad Bach fu6 la organizadora de la conmemoraci6n oficiial del Centenario de la muerte de Beethwen, realizada en la Wniversidad de Chile y solemizada con la aparkibn de la Revista Musical Marbpas que sa% a luz el mismo dia 27 de marzu. E n 1927, la Sociedad Bach f u i nuevamente llamada a formar parte de la
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gesti6n reorganizadora de la ettseiianza, y gracias a su e s f m z o , se cre6 en la "Superintendencia de Educaci6n" una "Direcci6n General de Emeiianza Artistica", que pas6 a tmer igual rango que la universiraria, secundwia y primaria. E l Consejo de Enseiianza A r t i h t a , logt6 solamente condtituir SRI Secci6n Musical y en ella a1 Director de la Sociedad Bach, fuh m k m b r o por dmexecho propio. E n 10s m e s s que este Consejo f q w i m i i , se acordlaron reformag importantes en la enseiianza, reformas que nuevamente fueron qnuladas, pera satisfacer las exigencias del Ccmservatorio, a1 ser disueltai, a fines de 1927, la Superintendenci'a y t w f o r m a d a en ortra distribuci6n. L a Sociodad Each de nuevo volvi6 a concentrarse en sus cdnckrtos y en su revista, cuando, en febrero de 1928, si que ella tuviera Ea menenor participaci6n directa, y aun desagradado su Directorio por la prescindencia de que ella se hacia, el Mihistro don Eduardo Barrios, resolvi6 encarar el pl'oiblerna musical, y desiign6 una Comisi6n numerosa, de la m a l formaron parte varios miembras del antiguo Conservarorio y a la que Yel llam6 a1 Director de la Sckiedad Bach, cornisGq que resolvi6 reorganizar el esrablecimiento. E l Minkro ech6 sobre 10s hambros del actual Director del Gmservatorio don Armando Carvajal, la pesada tarea die constitu'3rlo sobre nuevas bases. La organizaci6n reformada de la enseiianza, como era I6gics sup(onerlo, aprovech6 la experiencia y Zas obxrvaciones que cuatro aiios de l u c h babiaw precisado y se ha116 en presendih de hombres que no si510 desarrolllaban unia labor de critica, sSno que vrnian indicando cuiles etan 10s medios constructivos de qne un nuevo nivel en la enseiianza debia servirw: en cmsecuencia, V ~ T ~ O S miernbros de la Sociedad Bach que se hab5an distinguido por su versaci6n e.n cursos y contferencias libres y que respondian a u n nuevo espiritu d e culsura, fneron incorparados a la docenci'a del Conservatorio, y a su reconstrucci6a debieron dedicar la mayor parte dell esfuerzo que antes cansagraban a la Sociedad Rach. Esta colaboraci6n, que en ninguna forma- m a m b a la libertad de 10s profesores para su libre actuaci6n fuera de la ernseiianza, no1 dgnifir6 jnmis intervencibn de la Sociedad Bach en ella, como mal intenciunadamente se ha querido afirmar, y at$!, entre esta instituci6n y el Conservatorio, se procur6 deslindar cuidadosamente toda actuaci6n que gudiese wr interpretada como intromisi6n en 61, de una entidad p a d c u l a r , que qn addan& no tenia pbr qu6 asumir papel oficial pablico. De aqui viene el' que muchos creyeron que la Sociedad Bach, cuya voz ya no se hacia oir con la fracuencia de antes, habia desaparecido o que se hab'm fundido con el estableurniento ofkial. El nuevo Conservatorio, coln su prestigio, su alto nivel intelectual y et1 nespeto que por su enseiianza han ceenido Im mtor5dades sin distinci6nj no ha neces'irado cunca que insrituciones parriculares vengan a seiialarle el camino. Desde 1928, la Sociedad Bach fuh circunsctibihdose a la cmmrdcci6n definitiva de su coro: desde 1 9 2 9 gran parte de las iniciiativas que eilla habia propiciado, fueron tomadas, con mejores medios, gor la Universidad de Chile y sus diferentes d e p a r t a m a m . Pasteriormente, el ,aiio 1930, la Smieda\el! en el mes de marzo, dict6 su reglamiento definitive para Ea entidad coral, conj u n t o que al 'no poderse organizar con 10s cadcteres de plerm.anenda que la instituci6n exigia, fuh disuelto en 1 9 3 2 y, debpub de varins asambkas gene. rales, de que dimos cuentia en el N. 2 de m a Revilsta, f'uC reemplazado pot la constituci6n por secciones que b y rige la Saciedad Bach.
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NO es car0 pues, que esta larga serie de luchas que han comtiruido la vida de una institucih eminentemente nacional e idealista, haya sembrado en su camino un sinniimero de enemiaades e incomprensiones, de parte de 1% que, de a l g h modo, resultaron perjudicadus por ellas; no es faro, tambihn, que la Sociedad Bach sea para, machos, el p u n t o negro, el trapo rojo que endurece, contra el caal querrian ver debencadenadas las p r e s medidas de represi6l. La Swiedad Bach, cualquiera que haya de ser en el futiuro la suer& de nu-tra cultura musical, no podrb menos & ser estimada como una de mras iniciativak que, al encaimar u n m m e n r o de transformaci6n, marcan dpoca y cuyo inflnjo se ha hecha F n t i r no &lo entre Ids que comulgan con sus ideiaar sin0 aun entre 10s que la combaten, y cuyas consauencias imprevisibles h a b r i de recoger, ensdzindolas, la historia cultuml de Chile.
apuntes sobre nuestro folklore musical . I
par CARLOS ISAMITT.
En
todas las diversas reducciones indigenas recorridm, desde Temuco b t a
la costa y la orilla del rio ToIthn, me ha sorprendido la persistencia de 10s mismos elementos que constituyen la letra de estos “umaq iil”. Cambia la parte m’elhdica, v a r h el orden ‘de las insinurciones contenidas en las palabras, pen^ aquellos pormanecen siempre 1’0s mismos. Nunca a h he encontrado en PXOS cantos la expresi6n de alguna f6rmula impemtiva, como en algunos cantos de cunta quechuas. La madre araucana ruega: “no Ilores mbs” (nemakinuliie) El indigena peruano impone: “jCillate, no Ilores!” (apayacu) El contraEte de dramatismo o mimerio amedrentador, el araucano Eo realiza con sugerencias de cosas rea’l’es del medio o de la naturales que re rodea; s k m pre “viene”, o “va a venir”, o “dice que viene” el zorro (nurii) , el dguila (iian, k u ) , el kollon (mbscara). Estas sendlag m a s que reciben el poder metamudoseador de un dibujo mel6dico y de 1% inflexiones de la voz, se transforman y animan de una d d a p d t i c a de fuerza inquietadora. Nunca M mcurre a absmacciones comb el “GUCO’’ de 10s cantos de a n a d o Ilos, ni como la tr5gica evocaci6n de la “Muerte” de 10s q u e b u a s : “idudrmete, que viene la muefte!” (puiiumi, cucuche) “!QUE va a venir!” (“ijamun&!”) LOSsentimientos maternales die las mujeres araucranas time otra floraci6n musical de expresidn no f m e n a interesanws que lm “umaq iil”. Se realiza tambihn para el niiio pequeiio y hace us0 de ritmos m5s animados y grac‘bsos. Cuando la madre ha dado el pecho a su hi$, lo coloca de pies sobre sus faldas o mntado sobre sus rodillas y le hace ejecutar movimientds ritmicos de acuerdo con a l g h “piiriin iil pichiche en” (canco paaa hacer bailar a1 niiiito qumido).
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A puntcs sobre nuestro folklore musical
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Algunos de 10s “piiriin iil” et&n destinados tambihn para niiios de mi5 d a d de u n o o dos a6os. Estos son cantados por las madres y tabbihn por I d e d r e s o abuelas, tomando a1 niiio de 10s brazos y hacihndolo moverse dtmicamente con SLIS propios pies en el suelo. La letra de 10s “purun iil” eb siemgre ligera, humoristica; la forman i d nuaciones a1 movimiento con palabras que a veces no tienen significaci6n. con palabras cariiiosas, cpn sugestiones de que h1 v‘a en un caballito invisible, galopando hacia alguna parte: hacia arriba, hacia abajo, hacia algfin p u h h distante y a veces tambiin algiin pensamiento de o r n u r a como h e , de un antiguo y hermoso “puriin ul” cantado por ;una araucana de “Mawidache”: ’’id&’ de vas mi sobra querida?” La parte musical es siempre de dibujo gracioso, movida, rico de acentuaciones enfiticas y caracteristicas. Estos cantos est5n ligados tan estrechamente a expansion& espointineas e intimas de las madres, que no es ficil sorprender‘las sin haber obtenido labtes una buena dosis de familhridad con ellas. U n dia en Chapod, cerca del ti0 Que*, un hombre araucano quiso ,con,tarme un cuento. Me ofreci6 un p q u e i i o banco en el i n k o r & la ”(ruka”, & sent6 al frente y comenz6 stu narraci6n. A pococos paws, senrada cerca del fuego, su mujer tenia en las faldas un chiquifin de pocos meses. Con suma naturalidad, sin el menor gesto de timidez o de falso puddf, abrG el “chamal”, ech6 fueia el sen0 redondo, lo a c e d a l’a boca del niiio y se pued6 mirthdonos. Cuando el niiio ces6 de mamar. lo coloc6 entre sus rodillas y teniendo el dhbil cuerpecito con sus dos manos por debajo de los brazos del pequeiio, comenz6 a. mover sus rodillas, haciindolo seguir un mave balance0 ritmica en a r m b n k con lyli Canto especial. Hizo est0 espmdneammte, bJ vez olvidindonos CY creyendo que nuestra preocupaci6n no nos consentiria atender a su graciosa actitud. Entre la rnadre y el niiio se habia concentrado d universo. La POZ dc esta comuni6n era ingenua y se hizo cada vez m i s insinuante de alegria en el canto y din5pnica en la actitud. El niiio, abierta l a boca, sonreia, la madre cantaba, inclinando el rostro redondeado hacia adelanw, c a d j u n t o a1 der su pequeiia hija. Como todo lo dem5s habia desaparecido para Plla, pude anotar manquilamente el canto y las palabras, a pesar de x r m a melodfa Ye‘ncillisima, 10s acentos y e1 ritmo la hacen expresiva y graciosa.
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DURUN UL. (cantado pot Juanita Anriipi) :
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Aspectos de educaeidn musieal en Blemania PALABRAS amutuan n ai Antoiia men m q n witafkunuan Antoiia men wimallafin mai Antoiia men laftra piksado Antoiia men
PRONUNCI ACION amutGan nai Antoiia men nagn wirafkundan Antoiia men w i m l l a f i n mai Antoiia men laftrha pidazo Antoiia men
TRADUCCIQN vamois qumidh a caia de A n t o n h galopando hacia abajo a casa de Antonin guasquea pues a casa de A n t o n h el (caballo) chic0 y retaco a casa de A n t o n h
La miisica y la letra de ilos “puriin iil” paia niiios de m i s d a d tienen expresiones diversas a lasl anteriores, a veces de muy miareado buen humor. Los ritmos binarios son m i s frecuentes en 10s “puriin ul”, que 10s de amntuacibn ternaria. Estos cantos araucanos /constan, generarmente, de un solo movimie!nto vivo. Sln embargo, tal vez comb una excepcibn, en el bellkimid c‘piiriin ul” rzcogido en “Mawidache” SQ advierten das d e espiritu niuy diferente y definido: una iniciacibn a’€golenta y luego un gracioso movimiento scherzando a cu, y o ritmo se une el ,bIanceamiento Iddl cuerpo del niiio. (Continuar5).
aspectos de e d u c a c i h musical en alemania por JORGE URRUTIA BEONDEL.
(Con tinuaci6n) Nadie ignora, en efecto, la f u m e erocuencia que presta a la rnp&rn,a enseiianza de la miisica, la existencia de! buenas miquinas parlantes y bien nutridas discotecas en Conservatorios (1) y escudlas en general, como ayuda mecinica imprescindible. E n muchos centros de cultura es corriente ahma que exisran firmas particulares o institutos oficiales que se ocupan exclusivamente de la grabaci6n de discos destinados a fines pedag6gicos, amasando en la sbtil materia negra mucha belkza ignorada y lejana de pueblos kxbticos y primitivos, rekonrstrucciones de obras muy antiguas y seldcciones de lo mLs representative de tada (1) Es digna de menci6n entre nosotm, por ej$mplo, la bien nutrida y seleccionada discoteca, de que dispone nuestro Conservatorio Nmional de MWca, despub de su Teorganizacidn en 1928. Tambi6n es de inter& la coleccidn de dSsoos amurnnos, hecha. bajo la direccidn del Sr. Humbertu Allende.
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Cpoca, desde la vieja Grecia hasta Strawinsky, que vive con nosotms. La existencia de estos p r e c i m s i l b u m s de discos; no s6lo signifianr la mitad ddl hxiuo dc toda buena clase de historia de la Miisica, Anilisis o Apreciacihn musioales donde se pongan a conttibuci6n, sino que afirman a k a disciplin‘a de liberaci6.n y desprejuiciamiento en el ambiente de toda dcuela que se pr’ecie de ser fmoder, na. Cuando vibran bajo la aguja 10s sortilegios aprisionados en cokciones tales como “Mfisica de Oriente”, “Mfidca negra”, “La miisica en Java”, etc., hay aguda vioilem&a en cuanta fibfa rutinaha adormece en nosotrm, para llevarnos a sentir otras modalidades esthticas, o b l i g h d o n o s a curiosas acomodaciones del espiritu, que arrastra su tendencia a acaqar la ley del menor esfueno. Naturalmlente nos preocupa aqui el disco d l o coniderado como m,edio pedag6gico. S a 5 tambihn bajo esia forma que nos ocupari 6u consideraci6n m5s detallada en capitulo aparte, cuando entre otros diversw redursos de eduraci6n musical germana, analicemos el aporte cultural de la Swiedad Carl Lindstroem A. G. de Berlin, aporte precioso sobre toda ponderaci6n. Sobre el significado del disco en el hogar, que ya nadie osaria desbnocer. no haremos m a y m s comentari.iosl. H h a s Ilegado ,a ‘em tiempos de rejuvenecida magia, en que M e m o s obligas a Furtwaengler a irisar nuestro a p w sento con su orquesta, cediindole en el unos cuantos centimetros cuadrados, Queremos, pues, insistir, e x p m m e n k e en la intenga labor complementaria que asigna el nuevo pensamiento pedag6gico a 10s lmRdios m e i n i c o s en la enseiianza musical, para que no se tache de anacr6nicos a Joede y’otrbsmaest-, cuando combaten la exclusividad cada vez mbs imperativa de estos medias de xtividad musical y buscan la intensificaci6n del ejercicio personal y coledvu, del lengua je sonoro. Todavia entre nosotros, constituyen precisamente estos medios una excepci6n. Son m u y raras las escuelas primarias y secundarias que cuentan con una buena mbquina o parlante y sobre todo aon colecciones de /discos en cuya *letci6n se perciba la p r e m c i a del t h i c o y del maestro de buen gusto. jY quC d d r de la Radiodifud6n, mro d e 10s g r a n d 6 m u r s o s mecinicaP de Vdor c m p k mentario y educativo? Mientras en otras partes del rnundo civilizado kuenta entre sus vibraciones cuotidianras por lo menos una que Heve belleza sonbm. a la escuela, aqui e3 casi exclusivamente transmisora de heteioghntos “Ccmciertos” (? !) ofrecidos por c h a n c k i a s y maleterias, cuando no un‘a fl’anante y novel escuela de galtameria entre el “speaker” y las supuestas hermosas audimras, a quien prodiga tangos y cancioneis de lamor todo el dia, para shtisfacer sus exigencias telefhnicas. Y de paso podriamos citar a1 cine sonoro, per0 desgraciadamente chocamos con la ficticia atm6sfera que en este sentido nos envuelve en Chile, y que nos cierra todo ventanal de orientaci6n. Somos casi la exdusiva factoria ael pais d e 10s records y g a n g s m que impone con una buena organjzaci6n industrial S& est2 tica de nuevo rico y no nos trae nada substancial quk nos !afine el critkrio. S&IP nos ayuda a matar el tiempo de las veladas de invierno o del sacrosanto aburrimiento que en nuestro calendario hemios introd’ucido cada sietz dim para conb memor‘ar el descanso satisfecho del Hacedor. Mas, cuando excepcionalmente aIpunas de esas producciones dejan de ser la apoteosis de algfin bandolero ame-
Aspectos de educacidn musical en Alemania
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ricano, que aprovecha la posibilidad sonora para n o dejar enmohecer su$ revolvers, o cuando no es un ramillete de risitas de la ingenua rubia ‘para el mat6n galante, tambiCn nos muestra que ya apunta ,en 61 la solspecha de sus formidpbles posibilidades de devenir una de las nuevas artes ideales del futuro, el de las formas en movimiento y del sanido. Per0 nada, repetimos, absalutamente nada, justifica ante d maestro que analizamos, el enmudecimiento de la garganta de todo boimbre &re el g h b o y el tanteo sensible y vivo del dedo sobre el: teclado, la cuerida a la llave, a d como ningiin prestigio deslumbrador en la tlcnica de la l a o m o c i 6 n mecinica puede atajar el paso a1 pie ersforzado y soqador que busque lost dias y las noches del sender0 eampesino, que retribuye su rudeza COR aroma y paz. Considerada la ideologia geqeral que aviva e1 laborar del daestro, veremos &ora como ella se trueca en &Bn y mhtodo en cada una de las &V-S iwtuciones modelos donde ellas son cuotidiano y luminoso vivir. Asi, del examen $e algunm de 10s m L importantes, nacidos sobre todo & 1~ sugest3one.s de Joede, se desprenderi necesariamente una demostraci6n ldd aspect0 p r k t i c o que han sabido encontrar. Mltodos y procedimientos esda ligados intimamente a la esencia y funcionamiento d e ellas, detwibiendo a est* se con,oced y cornprenderi mejor a aquellas. L a m5s caracteristica es, sin duda, t “Escuela para miisica de la Juventud de la Academia Nacional de Miisica wldsiistica y escolai’ (“Jugendmusikschule, der Staatlichsn Akademie fuer Kirchen und Schulmudk”) stituada en Charlottenburg-Berlin. Esta rnagnifica escuela, fundada a instancias de Joede en 1923, tiene una doble finalidad. Primeramente es un sitio de prinqera tnseiianea musical com6n para niiios de diversas exuelas primarias de Charlottiektburg, que es u n barrio populosoymejor dicho una de Pas pequeiias ciudada q u e forman el Gran-Berm lin. Luego, es adem59 u n campo inapreciable de priictica pedag6gico-musicaU para nuevos profesores. E n calidad de tal me correspondi6 el alto honor de conocer de cerca al maestro y su labor intensa, y dl iinico valor que pueddn tmer esras notas es la de haber ncacido del conocimiknto d i m m y vivida de roidol cuanto aqui es objeto de descripci6n y an9lisis. Naturalmente en dicha esduela se va mucho mbs lejos que en otras en cuanto a sentido humano se refiere. Para Joede, que ant&:que todo es gran pedagogo, y de 10s muy avanzados, constituye la escuela el hogar natural del niiio y adolescenk, d m d e su estadia agradable, voluntaria y cuotli’diainh le permite no s610 ocuparse de problemas que lo conduzcan a su adaptaci6n social, sino pasar muchas horas felices de juegos, lecmras y cantares con compiaiieros de la misma cdad, o profesorcs comprensivos y joviales. L a es’cuelb se presta, ’adem&, en forma esplQndida para llenar su cometido. Insralada en un anriguo palado principesco, de puro estilo Rokoko, rodeado de parques y fuentes, cuent‘a con una moderna instalaci6n de salas de clases, biblidtecas, etc. Las alumnos son clasificados en tres grupos principales segiin su grado de funci6n espirimal y casi familiar con el nCcleo escolar. Joede Bsigna una Apecia1 importancia a esta divisi6n
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AI primer grupo pertenecen aquellos que visitan simplemente la escuela para recibir una buena enseiianza musical, y quienes, una vez pasada la hora de clase, abandonan el establecimiento. El segundo grupo conrtiene aquellos muchachos y muchachas que sienten ya m i s intenso el vinculo rque 10s une a la escuela, compenetrados de SYI unidad! como instituci6n social, y pamn all? mayor tiempo, dedicados voluntariamenfe a las labores musical& individuals o colectivas, o entretenidos en el ejercicio de ew agradabk y fructifero sentido de ’sociabilidad que poseen los individuos de razas del ndrte. Son est& alumnos los que ccrmponen sobre todo, las plegr6 y &mas huestes de excursionistas, que bols6n a1 hombro y laudas, violines y flautas en la mano, rivalizan, lejos de las ciu, dades con las fiesit& verdes que ofrecen bosquas y campos. S e b squramdnte de entre ellos que surgirsi el rapaz inteligente y artista, quien can solemnes barbas de algod6n os representarsi u n papel legendario en el reparto de la ‘‘Suhu’loper” u 6pera de escuela. (Continua&)
la formaci6n del madrigal ingl6s POR
ENRIQUR L6PEZ LAWRENCE
El primer0 de 10s grandes madrigalistas flamencos fuC Adriin Willaert, que naci6 alrededor del 1480. Como sus sucesores Arcadelt y Verdelot, que posiblemente fueron sus discipulos, Willaert de$ ‘su pais natal para radkarse en Italia y se le considera como el f u n d a d w de la escdela Veneciaaa, mientdas que Arcadelt hizo a Roma el centro de sus influencias. El primer compositor que pubKc6 madrigales fuC Verdelot, cuyas obras aparecieron en 1535. Otro flamenco de edta Cpoca fuC Rorand de Lattre o Lassus nacido en Mons a principios del siglo XVI. Pas6 su primera juventud en Italia donde se le conoci6 con el nombre de O d a n d o di Lasso. MLs tarde vivi16 en Amberes y finalmentel en Munikh, donds disfrut6 de un puewo en la Corte. Pero la figura m i s grande de la escuela flamena-iraliana f u i Palestrina, nacido en 1528. Su fama, sin embargo, se debe msis a su mlisica religiosa que a sus madrigales. Compuso una cantidad inmensa de m6dca, la mnyor parte para Iglesia, y cuatro Erie de mpdrigales, dos )de las cuales l k v a n el titulo de “Madrigali spirituali”. Deben mencionarse, tambiCn, entre 10s madrigalistas italianos, 105 nombres de Festa, Marenzio, Anerio. Gastoldi, Converso y otros. El canto de madrigales esjeaba en boga en Inglaterra, muchos afios antes de :a aparici6n de “Psalmes, Sonets and Songs” de Byrd en 1588, limimdo, naturalmente a las obras de cornpositores extranjeros. Se dice que la popularidad del madrigal en Inglaterra sc debe a la co’lecciBn publicadta p o t Nicholas Yonge titulada “Mfisica transalpina”, que apareci6 en el 1588: sin embargo, se han encontrado vol6menes de madrigales italianos que llevan la fecha de 1564. Parece extraiio que 10s cornpositores i n g l m s no hubieran procurado antes escribir madrigales, y la linica explicaci6n que st
Lcc jormccidn del rnadrigcll irLgEEs
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encuentra es que la prod‘ucci6n de miisica religiosa ocupaba por enter0 la atenci6n de Taverner, Tallis, T y e y Whyte, except0 para aquelhs obras de casrictcr ligero a las cuales ya nos hemos referido. La refornfa alcanz6 m u y de cerca a la miisica inglesa y el cambio del ritual religioso cre6 una demanda de miisica para Iglesia de u n caricter nuwo. La ieacci6n religiosa que sigui6 a la muerte de Eduardo VI, prolong6 esta demanda hasta el reinado de Isabel 11, Cpoca en que fuh a m p b m e n t e cumplida por una producci6n tal de miiska para Iglwia que debe haber ocupado por enter0 el tiempo y energias de 10s compositores. Pero, a6n asi, es incomprensible que este estilo de composici6n permaneciera tanto tiempo sin ser abordado. Debe bacerse presence que Byrd, que naci6 en 1543, no compuso en el estilo de madrigal hasta la edad de 45 aiios. La situaci6n de 10s madrigalistas ingleses fuh excepcional, pues pudieron dkfrutar de toda la experiencia recogida por 10s italianos; sus obras diguieron el modelo italiano en sus caracteristicas principales, conservando u n sell0 nacional bien definido. Aventajaron a estos en fertilidad y variedlad de exprcsi6n imaginativa, asi como en la audacia y originalidad de sus armonias. P o r otra parte, en la Cpoca en que 10s ingleses empezaron a componer madrigales, ya comenzaban a abandonarse las rigidas reglas de Ids mod- arm6nicos, que habian stado fuertemente a la genaraci6n anterior, y ademis, tuvieron la fortuna de poder inspirarse en la poesia contempwinea, en un momento en que la literatura nacional alcanzaba el nivel m i s alto a que haya Ilegado. Pero, si su oportunidad f u i grande, fuh, sin duda, aprovechada a1 m5ximum, pues dejaron en pos de ellos una huella imperecedera como herencia para 10s miisicos ingleses de todos 10s tiempos. El nombre de madrigal p a m e haber lsido empleado primeramenste por 10s campesinos del norte de Italia en el +lo XI1 y fuh in’troducido en la literatrufa a principios del siglo XXV. Durante este l a y o de tiempo fuC empleado, t a m b i h . por Francesco Landino, Maestro Piero y Zacharias, para designar ciertas composiciones milsicales de un estilo un tanto claborada. M5s tarde, en cuanto a miisica se refiere, este nornbre cay6 en desuso p o r n a 5 de u n siglo; pero sobrevivi6 en la poesia tomandlo diversas v‘ariantes, entre las cuales se encuentra madriale, v mbs comunmente mandriale. Su empleo en niiidca fuC restablecido en Italia por las flamencos poco despues del 1530, y el primer volumen de compmiciones musicales, que contiene principalmente obras de Verdelot y que llevan el nombre de madrigali, fuC publicado en 1533, DespuQ de este aiio, fu6 adopaado por todos los compoaitores europeos y se introdujo en Inglaterra a fines de este siglo. Fuh usado por primera vez en aquel pais DOT Nicholas Yonge en 1 5 8 8 a1 incluir en su edici6n d e “Miisica Transalpina” una obra de Wiltiam Byrd y clasificarh definitivamente como madrigal, aiin cuando el p r q i o Byrd no habia empleado esQ nombre en sus “Psalme, Sonets and Songs of Sadnes and Pietie”, publicladm e e mismc? aiio. Sin embargo, este volumen contiene las primeras muestras del madrigal hglCs, pues Byrd 10 dividi6 en cuatro partes, la segunda de las males la Ilam6 “Sonets and Pasrorals” y contiene la versi6n italiana d e “La Virginella” E n esta misma parte se encuentran algunos madrigales caracterktims, c m o “As I &held e herdman wild”, “Though Amaryllis dance in green” y otrog. Proba-
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blemente Byrd us6 la palabra pastoral como el correspondiente inglis del italiano madrigale, pero muy pronto madrigal supedit6 a pastoral. T h o m a s Morley f u i e l primer0 que Ilam6 madrigal a sus composiciones musicales de esta naturalezk a1 publicar en 1594 spl “First Booke of Madrigals to Foure Voyces”. Por aquel tiempo, nada p u d a averiguarse en definitiva respecto a la etimologb de la palabra madrigal: bay quien la suponia una degeneraci6n de la palabra “martegaux” nombre dado a lo6 antiguos habidantes de una parte de la Provenza; pero el historiador Hawkins, en el siglo X V I I L se burla de eska SUposici6n y dice que “si w hubiera sabido que en Espaiia habia u r n aldea llamada madrigal, seguramente se le habria atribuido su origen a 10s mpaiioles”. El mismo historiador cita, tambiin, la Doni, conqentarista musicaE de principios del siglo X V I I , quien sugiere que se dsrira del iraliano “malndra”, que significa manada, y agrega despu6s que Crescimbeni y algunos aiios m8s tarde Mattheson, se preocuparon de &e asunto, pero no pudieron aportar nada nue, vo a la discusi6n. S610 en 10s liltimos tiempos la cueuti6n del origen de l a palabra madrigal ha sido tratada en forma complrta y convincente por Signor Leandro Biadene, quien en su calidad de profemr de fildogia neo-Iatina en la Univeksidad d e P i a , s u i capacitado para considmar e& asunto con toda la autoridad y cw nocimiento necesarios. E’studiando, en primer lugar, que la palabra madrigal se deriv6 de “mandra” y que su primera farme f u i “ma~ndriale”, transfiormada m%s rardt en “madriale” y finalmente en “madrigale”, Biadene dice que esta opini6n fu6 aceptada poi todos las primems escritores italianos y se la incluy6 en 10s principales diccionarios sobre ‘la materia.. Sin embargo, aduce un0 serie de argomentos, cuidadasamente estudiados, para probar, no &lo que esta teoria est5 en pugna con todas lbs regkas etimoltigicas del haliano, sin0 que el ordein inverso en el dedarrollo suc&vo de b s diferenes dormas est5 en perfecto acuerdo con Iiechos que pueden citarse. Asi, si “mandrilale”, derivada de mandra, f u i la farma original de la palabra, la stupresi6n de la “n” para hacezla madriale no time paralelo en el idioma iraliano: en seguida, el agregado de la ‘‘g” por e€ dual madriale se convirti6 en madrigale no puedr explicarsh por n i n g m a regla ctimcrl6gica italiana, mientras que hay constancia del praceso inverso. Ademis, Biadene dice que n o c o n m ninguna otra palabra i+liana cuya terminaci6n sea “igale”. . En seguida desarrolla su teoria y dice que 10s primpros ejemplos registradas se encuentran en 10s mdtos de Fuancesco da Barbarino y Antonio da Tempo a principios del siglo XIV. Barbarino, en una obra titulada “De variis inveniendi et rimandi modis”, a1 definir las diferencias entre varias clase d e cornl pasici6n, dice: “Valuntarium est rudiun inordinatum concinium, u t m a t h cale et similia”. Poco despuJs, en el 1332, da T e m p o eskribia: “manduialis est rithimus ilIe qui vulgariter appelatur mnrigalis” . DespuCs de explicar que el tirmino “mandrialis” f u i empleado independientemente como derivado de “mandra”, debido a que esta clase de canto venia originariamente de Eos pastores, da T e m p o prosigue: “Sonus vero marigalis secundum modernum cantum debet esse p d c h e r et in cantu habere aliquas partes rusticales sive mandriales, u t cantus consonet cum verbis”. AI acribir la palabra “marigalis”, da Tdmpo, que era veneciano, natllralmente
La formacio’n del madrigal ingle‘s
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omiti6 la “d”, pues era costumbre en todo el norte de I h l i a pronunciar “madre” como “mare”; de aqui que la palabra “marigalis” citada por da Tempo, coma el tCrmino originalmente emplwdo para designar esta claw de canito, no cra otra que “madrigalis”. De “madrigale”, que corresponde a la neolatinia “matricak”, contin63 Biadene, no hay sino UIL corto paso para transformarla en “madriale”, usada por Sacchetti, Soldamieri y otros en la segunda mitad del isiglo XIV, pues hay gran niimero de ejemplos de eliminaci6n de la “g”, tales como “legale-Leal@’! p “rega1e.reale”. Finalmente, Biadene ed de opini6n que esta 6ltima palabra result6 de la fusi6n de “madriale” y “mandria”, y sugiere que fuh hecha por 10s letterati de la hpoca, canmiderando que las cantos paistoriles de una cierra sspecie eran denominados “madriali“, y que la palabra italiana “mandria” significa m i n x l a . El orden etimol6gico de las diversas formas de la palabm stria, entbncees, (1) rnatricalis; (2) madrigale, con la variante marigale; (3) madriale; (41 mandriale; y 10s compositores del 1533 redvieron €a forma primitiva madrigale. Queda s6lo por tratar la cuesti6n de c6mo la pa’labra neo latina “matdcalis” vino a ser aplicada a este USO. Biadene la astudia detenidamente y Ilegi a la conclusi6n de que es sindnimo de “materna”, y como “lingua materna” significa lengua madre o nativa, “cantus matricalis” puede considerarse que refiere a 10s cantos primikivos de las camlwsinos. Antes de terminar este tema es interesante observar cu5n cerci de la teoria del seiior Biadene se encuentra lo que1 otros habian sugerido en e1 sentido de que madrigal se derivaba de madre y que estos cantas se dedicaban a la S n t i s i m a Virgen.
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la vida musical del presente Chile Los conciertos s i n f h i c o s Auspiciada por la Universidad de Chile ha desarrollado htegra su temporada de Otofio la Asociacibn de Concierrtos Sinfonicos. Ninguna labor lartistica de proyecciones generales m& simphticas y cultas que hstra, puede apoyar nuestm m& alto centro docente, por ello, merece 10s m&s sinceros elogios y demuestra en esta mncepcion realmente grande de sus fines, que las critioas que en otro tiempo 5e hicieron al unilateralismo y a la limitacibn de la visibn universitaria, no son hoy dia sino hechos del pasado. La Universidad de Chile, que tanto tiempo ostent6 el lema hlcamen‘be espeucul&ivo de "protectors de las arks”, guede hoy dfa enorgullecerse de algo que siempre se m i d como hipot6tim en nkestro pais, como era el establecimiento a firme de audiciones sinf6nicas: para ;series mkusas de conciertos nunoa habia el dinero que se gastaba ten otras oxas. Llegue h a s t a el COnseJo Ejecutivo de la Universidad el agradecimiento de todos 10s que hernos visto, en su acertada politica cultural, isatisfecho un anhelo que trae a la vida de innumerables ciudadanos, la m u n i b n constiante con manifestaciones nobilisimas del espiritu . La Asooiahbn Nislcjonal de Conclertos Sinfbni- t e m i n b su temporada d e Oh150 habiendo dado dieciseis audiciones, who h s dias viernes por la tarde y ocho conciedominicales realizados por la mafrmtna, a p w i o s reducidos y en ttrttros que
se han oambiado en varias ocasiones. Lz direccibn de M a s dstos conci,ertos menos uno, ha estado a mg0 del infatigable impuisor de esta empresa de cultura, nuestro excelente director de orquesta Armando Ccarvajlal. Daremos una breve resefia de 10s pmgramas, y de su realizacih y de la sicogida de nuestro p& blico. Fuerb de la audici6n inaugural del afio, el Festival Wagner de que dimas menta en el nfimero anterior de esta revista, las sudiciones se han sucedido sin interrupcibn ‘desde 10s primerm dias de I * mayo.
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SERIE ORDINARIA. II Qoncierto, 5 de mayo. Bach, Suite en 5i menor; Schumann, Concierto en la menor; Scriabjn, Poema del Bxtasis. Excelente y bien combinada audicibn en que nuastro pedido de exten-
der e! repertorb d? la orqumta a las obras del period0 antmior B los sinfonistas vienfuB ofdo. Bach se e j le IC u t 6 correctamente para nuwtro gusto la Obera ~ ouando n tura fu6 ‘llevada dgo rhpida espedalmente la fuga mntral, que perdi6 en claridad aim cuando en n m i o y vida resultara favorecida. Igualmente habria conveniencia en estos casos en disminuir la c u e r h o aumentar las flauta6 que, en nuestra amplia sala de audicimes, dmaparecen bsjo la masa bien robusta del quhkto. Wits Renard nos di6 una inmejorab!e
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La vida musical-Chile versi6n de Schwann, po6tica y musical. El Poema del Extasis era la primers obra orquestal que se ejecutaba ent,re n a otros del gran mktico musical M a b i n . Compcsici6n es Bsta algo arisca y mnmrafiada que resulta dificil para un pfiblico no familiarizado wn la Mcnica de este compositor. No podrfamos decir que el juicio musical sobre ella est6 enteramente acorde con Io que se lee en 10s libros; en general nos pareci6 poco acusada en sus temas, difusa la ‘construcci6n y no muy feliz en la manera de tnatar la orquesta. Lo que Interesa en ella y toma verdaderamate, es el vibrar perpetuo que anima siempre B Scriabin, que le produce esa inquietud angustiada, eqa amia que rTo se resuelve sin0 en momenta de paroxismos, en que la orquesta se estira hasta las limites extremos de su sonoridad y en 30s que nunca falta la nota desasosegada que empafia la tranquilidad de un acorde de filiacih wagneriana. La versih que nos di6 Carvajal fu6 de mayor acierto. I11 Conderto, 12 de mayo. Beethovan, VI1 Sinfonla; Wagner, Encantiamiento del Viernw ShnO, Albhiz, Corpus Cristi en Sevilla; Ravel, Alborada del gracim.
lY r& oalurosamente Qcogida por el ptibli00.
IV Cuncierlm, 19 de mayo. Rameaa, Lm fetes d’Heb6 (airs de ballet); Stmuss, Don Juan; Debnssy, Fetes (I1 Noctunno); Wng, Canto de invierno; Borodin, Danzas del Principe Igor”. Entre +as pmducciones de Straws que Carvajal nos habia gresentado no contaba atfin <‘Dcm Juan”, obra tan populorizable por su dinamismo violento y por sus k*.
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Don Juan es sin duda una de la5 pruebas irrefutables de la maestrfa de Strauss, de su gran domini0 de la teecnica sinf6nica alemana, ricamente trabajada en recursos polif6nicos y tem&ticos. Con materiales bien pco simpittiws para un musiw refinado, hilvam tales cosas; que se pierde casi de vista el origen vulgar de motives que sirven para tanta y animada trama. Carvajal Ilev6 el poema superamdo, B nuestro juicio, la versi6n que hace afim nos hizo oir Fitelberg. El concierto tenfa el atractivo de una primera audicidn chilena, un breve poem@ orquastal de Alfonso Leng. Sin traernos ningun aspect0 nuevo a la exprsi6n y a l a medios que ya le mnooemos, Leng vierte en acentos dolorides y finm, su sentimiento musioal claro y rieo en armonfs cromhticas. Es &a una obna de gran sinceridad y ‘nobleza que el publico acogi6 con carifio y oblig6 a repetir; Leng posee un acento tan personal que su obra. no necasitarla firma para saber la procedencia, es un hermano de Alsino, de tan buena ley como 61. Carvajal la trabajb, adem&, con afectum cuidado.
De las dos primeras obras que Cam&jal dirigi6 en este concierto, su interpretacidn de Parsifial nos dej6 la impresi6n de algo aentido hondamente y en su aspecto musical bien trabajado. En la segunda part:! del programa conocimos otra de las bellisimas transcripciones del Direator de la Sinfonta de Madrid, Elnrique Fernhdez Arb&. No oabe duda que las versiones de Arb& figurarh en la historia musical espafiola coma otrals tantas obras maestras de comprensibn, de gracia V Concierto, % de mayo’. y de laciertos orquestales; con las obras de AlbBniz, tam pianista y tan rico de senBach, Suite en re mayor; Mozart, Consibilidad musical, haw un trabajo de crea- cierto N.Q 4 en re mayor para violin y ci6n y de animaci6n que si el autor hu- crquesta; AW?niz, El Sudrto; Honegger; biera ofdo no habria podid0 sin0 mplaudir Pacific 331; R h s k y Korsakoff, Introduccomo transfusi6n auMntica de su espiritu cibn y m r t e cnupcial de “‘Le Cocq d’ Or”. a la paleta orquestal. El Corpus Cristi en Aun cuando ya habfamos oido varias Sevilla es, entre e t a s versiones de Arb& veces la Suite en Re, fu6 Bsta la primera una de 1as mBs felices, ningfin pianish vez que escuohamos la versidn original. podrct sentir ion ella. traicionado 611 arte sin las arreglios de Mendelssohn para subs61 cobra, por el oontrario, una objetividad tituir las trompetas en re que a1 fin s(x tal que se pensaria que la obra de piano naxon con twdo su sabor dorado y alegre. es la transcripci6n y la de orquesta el oriCarvajal pus0 en su ejecuci6n un chlido ginal. El pequefio programa que se ve entusiasmo y una bien comprendida linea implfcito en la procesi6n que pasa y que de interpretacih. Otro tanto cabria decir culmina en una saeta geniiinamente sevi- del Concierto de Mozart que Tevlah sup0 !lana, suena en forma ma_ravillosamente llevar correctamente. fresca y noble. La audici6n termin6 con Gran curiosidad habia por ofr el Pacific La Alborada del gnacioso, otra joya en que 231 de Honegger, obra que no s610 atrajo Ravel ha vuelto a crear una de sus me- pfiblico por la novedad de ser p a projores piezas de piano. Ambas obras fue- ducci6n universalmente estimada sin0 por
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el asunto mismo que la ocasion6; la awgida no pudo ser m&s calurosa y si el Director hubiese seguido 10s desex de la doncurrmcia &Wrta, debido bisax seguro de otro 6xito. Pacific 231, gom justamente de fama, es una obra trbpidamente, hirviente, llena de un colorido que sale fuera ya del impresionkb, que cautiva por la cmimaci6n y la riqueza imgginativa de un mlisico que maneja 10s medios expresivos de la mhica d e ,hoy mmo pocos. Debio ejecutanse dos veces s h cuando el pfibliCD no lo hubiera solicitado. Carvajal pus0 en su estudio el inter& inteligente con que enpoCa las ob= modernas.
VI Conderto, 2 de jnnio. Bra.hms, 111 Stnfonfa en Fa mayor; Van Dooren, Elegfa; Variaclones sobre un tema en estilo flamenco; Hohes Lied; Schnmann, Obertum de Manfred; Wagner. Preludio y Final de Parsifal. En esta audid6n actu6 como Director de Orqumta invihdo Edouard van Dooren artists de sobra conocido en nuestro medio musical, residente desde hace muchos aiios en Valparafso; debemos referirnos a 41 como Director y e n cuanto compositor. comenzaremos por este dltimo aspeeto que es el m&s interesante para nQsotros. V m W r e n prtenece, sin lugar a duda, e una s6lida y bien dirigida generaci6n de mksicos de ram germhnica que trabajan con honradez un arte desde U R ~ punto de vista noble y robusto, claro’y bien construido sobre bases post-wagnerianas que, sin comulgar con aspectos titcnim de hoy, nos atraen por lo expresivo y mbrio, por lo autitnticamente musical. El compositor pertenece a un pueblo como el flamenco que nos ha dado tanto a1 arte musical, es laborioso en su trama, mm4ntico es su linea como lo fueron siempre 10s artistas que trabajaron en la intimidad de un pais que cultiv6 lo interior antes que indo. De las tres obras que nos hizo oir, preferimos el Hohes Lied, extensa canci6n que nos muestra a1 autor en una vena que e5 sin dud% su mejor aspecb: el dramhtico. Hajj riqueza expresiva, fuerza y un excelente manejo de la orquesta, cualidad que diytingue a van Dooren en todcs sus troms. Como D i r e c b van Dooren se mmtr6 serio y correcto, lo preferimos dirigiendo sus obras en 1as que dej6 m b libre curso a su temperamento dominado tal vez excesivamente en el resto de la audition. De 10s compositores que escriben en nuestro pais dentro de una estbtica no incorporada a las concepcioneq actuales, es van Dooren sin Iugar a duda, nuestra primera figura, es un mlisico noble, honrad0 y siempre de buen gusto.
Una especial y elogiosa mmci6n debemos hacer de la soprano Sm,Adriana Hemera de Mpez que por primera vez actuaba con b Orquesta Siinfbnica. Esta inteligente a.rtista que ya nuestro publico ha apreciado en numerow wnciertos de mkica de c4mara, y como solista en cantatas de Bach, demmtr6 una vez m&s lo que vale el buen trabajo vocal unido E una seria p segura tecnica musical. EL estilo Q9 Hohes Lied de van Dooren requeria una cantante en GU sentido autkntico; est0 e6 sin lugar a duda 1% Sm. mma de L6pez. Yn Cobcierto, 9 de jmio
Wagner, ‘‘Faust Ouverture”; LIS& Concierto para piano y orquesta en La mayor; Falh “El Amor Brujo”; Strawinsky, “Feu d‘ artifice”, Danza rusa de Petruschlca. Carvajal volvi6 a tomar la batuta en esta audici6n; en ella, despu6s de una buena versi6n de la Obertura de Wagner, que es como una pmfecia de su estilo posterior y del Concierto de Liszt, obra brillante, de mediocre musicalidad, que la inteligente artista Herminia Raccagni, supo dominar con magnificas cualidades, ofmas una esplendida ejecuci6n del A m u Brujo, sin duda uno de 10s paemas que Carvajal dirige con mayor carifio y que encierra tanta frescura y tanta belleza sabrosa y autenticamente espafiola. Falls e5 ya uno de 10s aubres preferidos en Chile; lpensando en la finura. coh que sabe dignificar el acento de su raza, que es la nuestrq se recham toda esa serie de “espafiolerfas”, ti* Capricho Espafiol de Rimsky, que m r h n lo plebeyo a1 acul, tarlo simplemente b j o un ropaje de sonoridades que agradan, per0 que no llegan a mmunicarle ninguna delicadeza musical. La audici6n finaliz6 con las obras de Strawinsky inscritas m&s arriba, ejecutadas en excelentes condidones. V n I Concierto, 16 de judo.
Rimsky Korsakoff, Suite “Antar”; Tchaikowsky, Concierto en si bemol para piano y orquesta; Borodin, “En l a estepas del Asia Central”; Marcha del “J?rincipe Igor”. La temporada de Obfio se clausuraba con ests prcgrama bastante gris: como panorama de la mfisica rusa habrian podido elegirse obras m& representativas y eliminarse desde luego el trillado mcierto de Tchaikowsky, msmopolita y dulzdn lo que este popular autos como cmi nas ha legado. Carvajal, sin embargo, trabaj6 el programa con esmero y nos hiw conocer Antar, que 10s bi6grafos de Rimsky aiat
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La vida musical -Chile ban como un acierto. Bueno es salir de cuf-osidades porque se ve hash d b d e liega la tradkional benevolencia del que a priori se dispone a ensalaar todo lo que produjo el autor cbmentado. Antar es un emr de Rimsky, obra descmooida, vulgar y cansada, que reorquest6 muchos afios dwpu6s de cwmpuesh, sin duda por alguna secreta predilection tal vez emanada de cawas ajenas a la m a i m . No tiene ni la fantasia pirothica del gran orquestador rum, m i sus motivos de buen Babor folkl6rico que atraen en el resto de su produmi6n. El Concierto de Tchaikowsky tuvo una presentation excelente en Itosih Renard; su ejwuci6n fina y elegante, su facilidad tktmkm, supieron mmunicar a eta obm la disthci6n que su autor perdi6 tan a menudo de Vista. Los trozos de Borodin eran sin duda lo mejor del programa; de ellos him Carvajal una Inmejorable interpretaci6n. El poem& “En I@ estepas del Asia Central”, WWhib&Q QQY XQ?, d!%, Se Qge CQ‘A sumo lrtgrado por su buena oonstruwi6n, su tink local eninoblecida que evoca el horizonte infinito del paisaje inm6vil y dilatado. Iia Maroha del ‘‘Prfncipe Igor” es tambMn una bella traducci6n del alma rusa.
tanta responsabilidad como el Concierto de Schumann. Sus excelentes cualidades i&nicas y musioaies se impusieron plenamente obteniendo un merecido triunfo. Hugo Fernhndez es un alumno amtajado de Albert0 Spikin. En s u m , la temporada de Otofio, tanto en lo que se refiere a 1o.s conciertm ordi.. narios como a 10s dominicales, es un nuevo paso que ayanmmos en nuestra cultura musical; con ella se entera otro esfuerm hacia la cmaci6n en el pais de una vida artfstica independiente de 10s envfos dcl exterior. La obra de la Asociacib de Chile a la que se debe el haber cubierto lm deficits de conciertm que no se calculan con ninguna posibilidad de ganancia. Justo es, tambidn, arin cutendo ya nos hemos ?eferido a su labor artistica, reconoccr una vez m6s en Armando Carvajal el artista que nos hacia falta, no s610 el mbico wmpetente y respstado, sino ademhs una abeza organizadora de r a m condiciones de eficiencia. otros cqmi&s.
Armando Paladas ofreci6 el 16 de mayo una audicidn en el Teatro Municipal; es Ifistima que estos emt8culos de mwica de chars no est& a h organizados en una entidad que disponga de 10s medios indispensables para qule no caigan en el vacio, Los Conciertas Dominicales. para que siquiera el priblico se enhre que se Siguiendo la pr4ctica iniciada en el &io realiaan. Palacios present6 un buen profiltimo, cada d h doming0 por la mafiama grama, ejecutado en la lfnea que este conhuestro ptlblico ha tenido una audici6n a certi#?ta,ya de mbra conocido, se ha traprecios rebajadw y con programas en cier- zado. ProtestQmos de la inercia del priblito modo tambien “rebajados”. con respecto w que no sabe demcnstrar por un artijta a1 nivel en que se mueven las audiciones c&tiiSta, y a de sobra conocido, sn ha tra. de 10s dfas vierna I_ros mnciertos se ini- desconocido de 10s elementm contratados ciamn en. teatms de b m i o y se transla- por al@n empresario extranjero. No hay dalron a1 centro de la ciudad tan luego que olvidar que Palacios ha dejado bien como se lleg6 a la p i b i l i d a d de disponer puesto el nombre de Chile .fulsa de! pais. -La Swiedad Amigas del Arte resliz6 una sala c6moda y de capacidad suficiente para el gran inter& que han desper- el 17 de mayo -una excelente audici6n de mrisica de cbmara. Ofmos el m c i e r t p tado.. No creemos necwario hacer de ellos una Grosso en sol menor, de Haendel, una ser w h detallada, baste, si, decir que su Iccci6n de canciones a cargo de Marta Petit presentaci6n no ha dejado nada que de- de Huneew y el Concierto en do menor, para dos pianos y orquesta de Bach quo seax. Lo rinico que podrfamos tal vez obwrvar es el que en lalgunas audiciones se ejecutaron Alberto Spikin y Hugo Feraxaged uin tanto la nota popular, cri- n6mdez; dirigib el conjunto Armando Carterio que no compartimos ya que estos vajal. Sinceros elogiors merecen tanto la sociecollciertos tienen un ptlblico constank y que se ve sabe preferir no s610 el efeo, bad ot-ghniaadocra *&mo 1o.s artistas que ‘ t h o . En las audiciones dominicales han tomaron parte en la audici6n. Marta Pet: actuado numerosos solistas: Rosita Re- de Huneeus, con su admirable estil? internard, Victor Tevah, Blanca Hauser, Her- pretativo y su caida w z grave y aterciominia Raccagni y el joven pianista Hugo pe!a&a di6 una vertsi6n muy bien comprer, Fernhndez que, por primera vez se presen- dida de obras de Schumanx y especia! t6 awmpafiado de orquesta en la mafiana mente de una tserie de canciones de D e del 18 de junio interpretando una obra d s buvsy. A Spikin y Fernhndez ya 107 he-
Aulos m a alabado con justicia en su primera ejwuci6n de la mimm obra de Bach en e’ afio tiltimo; ~610 nos cabe repetir 10s eioa s que en esa ocasion hicincxs soll dos artistas &os y de midad espiritual in. dicada para la ejecuci6n en conjunto. PRRMERA PRESENTACION DE LH)A DE RHVA
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(Lila Cerda de Rivadeneira)
DespuQ de vwim afim de ausencia, una de nu,?stras mejow artistas, Lila Wda de Riwdeneira, na; ha traido un refresco en el desierto musical en que, salvo pocas excepcionas, se mueven las cantan- residentes en Chile. Lib de Rim, a m se ~ ha lls~nad,oen sus jiras, vuelve aJ. pais con el bi?n n u t r i a bagale del que mcienzudamente fu6 a estudiar y lo him; ha traha&do con grmdes maestros, ha ofdo mucho y sobre todo se ha preocumdo antes que nada del wsp?c@ musical de la fQRnWi6n dd un cantante especializhdcse en el g6nero delicado &I l i d . , Con verdadso placer asi&imo~L la primera presentaci6n pcblica de Ida de Riva el 28 de j W , presentacibn que no titubeafiamos en calificar de exquisita en tbdos sus detallas desde b presenbi6n esc6nia, el programa con $as textus bien eraducidm, la elecci6n acertada de 1% obras y la ejsuci6n magnifica, que de ellas se hizo. Pacas veces habiamos experimentado en un CQnCierto de m ta, mayor sentimiento de Wdad y de d,istincih musical; no habfa una sola conmi6n a la galeria y con un p.Fograma que mo salic5 de 10 cl&ico en e! M, se satkfh aJ gusto m b exigentp. N m felicitama de la vuelba de Lila de Riva en ejte Die de 8qx?r.6acci6n,ganamos con ella un elemento valkm en un mmpo en que reha todavfa la I&S lamentable conmpcion del ertista. Fuera, de unw pocas a que el hecho risial6gico de personas en l tener bella voz M ~ Eacompafiado de un cultivo serio de la mSica, la mensa mayorfa lcba nuastrm cantm~tesse m t m t a con la
calidad del sonido, con el buen iustilumemto, sin reprar ten que de aada sinre cumdo se le mmeja mal, cuando con 61 se m e n t e n las equivocacbnes que ohms con h n t a frecuencia en Chile, creemm, ES uno de 10s padses en que se own bellisimas voces y em donde invarbblemente 6stas se mueven dentro del apaxatoso y espectacular fg?it~neo de 1% dims que cantan de oido p que embelean en el calder6n con sollozo f iqa . Ida eudici6n de Lila de Rlva conknh una serie de lobras que iban desde Mmkverdi 3 Debussy con una buena selecci6n de Schubat, Schumann, Erahms y Fam6. Nos pLA%i6 d e m a oompr&6n admirable el %ecitlativo R Lanu?nW’ de Arianna, de Monteverdi, Iuego “Der a m e Peter” de Schumam, (‘Der Neugierw de Schubert, 10s dm t r o m de Faur6 y mbre tocEos ?‘La flute de Pan” y ~‘Fantoches”de Debussy. Una n o h sumammte simpktim que el pfib1ic.o lacogi6 con verdadem entusismo fu6 l a versi& espafiola de ‘Wohin” de Schubert. Al fin una cantante, cuando no LW sirve d d text0 original, se ha axxrrdado que estarnos en un /pais que habla una l a gua admirable como es el castellano. in-” d6nde puede venir ma infantil y humillante majaderia que nm ha hecho oir Schubert, Gchumann, Wagner en ita1;ano Q en frarqcb? Oomo un desmentidio m a fim, la traducci6n de E s k h n Rivadefie1 y musical cautJiv6 m el acto a1 auditori0 que por fin pudo saber, sin aepci6n, qu6 es lo que m decia. Fuern de IQS audi&nes que hace afios di6 1% Sociedad W h , no sabemm que en Chile se haya hecho us0 de nulrrstra lengua (para traducir la pot+& del lied clhico. Lila de Rim merece por asta inischtiva nuestro agmdecimtento &cero y e s p r a m s que 10s cantantas apravshen el cjempIo y rsepan que el pfiblico a Ias que cantan en su chileno -de lengua pmque ya ha pzlsado a la hklmia aquella f r a s p mordaz de Vdbaire que crefa que lo que no podia decirse pm’ tonto, cantaba. El lied exige imprimamente la inteligencia del texb.
actividades en las pssvincias LA SERENA-Se ha.orgmizado la (‘So- ultimamente en esta ciudad fu6 especialnente celebracla la soprano Slanca Hauser, iue, al represar del Perfi se present6 en los CxmeieTtOs de program varido e inkresante. , tituy6 un Cuarteto de1 que forman parte el S e n s i b l e desgracia ha si80 para la vida Dr. Schwen y el compositor Don Hktor nusical chilena el fallecimiento treico, en Melo Gorigoitfa. 111 accidente automovilistim, de la conocids Mists y profema de piano en el CenserCONCEPCI0N.--En la audiciones dadas cidad Musical La Serens” con un numero, so conjunto Instrumental y muy buenos propbitas de difusih; igualmmte se cons-
La vida muiscal-Chile
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vatorio de Concepcibn, Srta. Erna Sch!otfeld. La Srta. Schlotfeld fu6 una distinguida alumina. egresada no ham mucho del Conservatorio Nacional en donde sigui6 e! c u m de piano del profew Spikin; 6u dedicaci6n inteligente al estudio y sus notables dates ~pedag6gicaq la distinguieron luego y La obligaron a ingresar al profesorado en cuyas film wup6 un lugar prominente en especial desde su ingreso al conservatorio que dirige el distinguido arbis.. ta Don Alfonso Izm. Llegue a 1% colegas
y a 19. familia, el pe?sar mn que ‘iAULOS” se asocia a la desgraciada desa~arici6nde la Srta. Schlotfeid.
TEilXUC0.-Armando
Palacia ha ofre-
c i d ~en esta ciudad tres interemntes concierhx, obtmiendo en ellos un 6xito cla-
moreso. Los p r o g r a m de estas audiaones &ban combinad- artfstiwente y su ejecuci6n fu6 muy correcta, sobresailiendo en k interpretaci6n de las obras de Behhoven y Schumann.
cr6nica de 10s acontecimientos MOTICIAS DIVERSAS.-Aflistas gem.
que re-
-De una jira de conciertds por el sur del ,pais en la que llego basta. Magallmes, ha v u 9 b a Santiago el c6lebre artiita Don Ricardo Vifies. -Las cantantes Blanca Hauser y Elba Fuentes han regresado de su jira de wnciertos por Ios pafses de la. costa d’el Pacffico. Rebajas en 10s C+mciertus Sinf6nicos. E9 Consejo Dk&ivo de l a A. N. C. S. ha acordado una rebaja en el precio de las
halidades, en 10s conciertos ordinarios de 10s dfas viernes, de 30% para l a estudiantes de la Universidad de Chile y del 50% para 10s profesores y estudianks que dependen de la Facultad de Bellas Artes de la m h n a Universidad. Aelaracih interesante. El Consejo de la Universidad de Chile resolvi6 en sesi6n del 15 de mayo que las alumnos que cursaban el 111 Ci& de 10s estudios musicales con anterioridad a la vigencia del Bachillerato de l?ilosoffa, est& ya incorporados a la institucibn como slumnos universitarios con la so!a Lloencia Secundaria recibida y que por mnsiguiente no 1 ~ s s: t &obligado el rendir el citado Bachillerah. Modificaciones a1 Plain de estudios deli Conservatorio Nmional.
Por m l u c i 6 n de la Facultad de Bellas Arks, la Universidad decret6 la mdifi-
cacidn de algunos p u n h del plan de eskudios del Conservatorio: 1.-El c u m de Armonfa., paralelo a 10s estudios instrumentales y de canto, ha sido ampliado a trm taiios, que deben seguirse durante todo el Segundo Ciclo de estudias.
2.-El Tercer Ciclo de iestudim mnstar& en adelante de cuatro &os. 3. -Serb cursos paralelos del Tercer Ciclo, con duracih de cuatro afios, la €&%ria ds la MMca y el Anhlisis de la Compdd6n Musical, asignatura que refunde en una sola, las de Contrapunto y Coaposici6n Analiticos. 4.-El curso de Historia General del Arte, se desarrollarh en dos afios y sera seguido en 10s dos &os finales del 111 Ciclo. 5.-EI curso llamado de Perfeccionamiento se ha.& en adelante en dos afios y no s e d obligatorio para todos 10s alumnos. S6b lo siguiran aquellas ps-sonas que demuestren dotes excepcionales y de ltcuerdo con un reglamento special. 6.--Fueron creadw las c&tedras de 6rgano y de clavecin. 7.-Agrega.r a la actual orgmizmih de1 Conservatorio ‘185 Catedm de Opera y Conjunto Coral. Las resoluciones a que se refieren 10s puntos de 1 a 5 inclusive, han sido inmediatament4 puestas en ejecuci6n por acuer . do de la Facultad; la provisih de las c&tedras que contemplan 10s puntos 6 y 7 se harh a.I estar despachados 10s presupuestos de ‘la Ensefianm Superior. CmacBh chel Imtituto Secnndario de la Facultad de Bellas Artes. Pentro del plan que la Univensidad de Chile. aprob6 en enero pasado, destdnado a equiparar la indole de Ra ens?iianza artfstica con la que proporciomn las demk facultad- universitarias, poniendo en vigor la reroluci6n que establece 1% tftulos y grados de la educaci6n artktica, para cuya concesi6n sera requisito indispensable Iyoseer el Bachillerato de Filosofia, so ha promulgado la resoluddn que crea d “Instituto Secundario de la Facultad de Bellas AI-Mpor una comisi6n mix% de 1% Fbcultades de Mlosoffa y de Bellas Artes y fu6 aprobado pnr ambos organismas y por el
Aulos
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C o w j o de la Universidad en sesi6n de 22 de mayo. La instituci6n esbarh dzstinada a proporcionar a lw alumnos dependientes de la Facultad de Bellas Artes, la oportunidad de completar SUB estudios secundarios simultheamente con 10s artfstims, esto es conforme m programas y horarios compatibles. U s beneficios del Instituto han sido extendidos a J o s esbablscimientos particulrtres que gozan de aprobaci6n univmitaria, o sea, como se dice, de ‘‘validez de exhmenes”. Los alumnos egresados del Instituto ophr&n a1 Bachillerato con menci6n en Hitoria y LRtras y existhi para ellos la enseiimza pedag6gica mrrespondiente a fin de que reciban sus titulos docentes en igual forma que 10s demh alumna universitarim. El establecimiento sed supervigilado por 1% facultades de Bellas Artes y Filomfh y por la Direcci6n General de Educaci6n Secunda-. Por lo que hace a las condicionas en que la enseiianza, serS impartida se slnotan las puntus siguientes: lis estudios duraran cuatm afios y coxqprenderhn un total de 17 horas semanales; las asignaturas son id6nt.h.~a las del Se,ouzldo Wclo de e= iianza s$cundaria, dnico de que constar&el colegio, las dnicas variantes introducida; a idiomas, en 10s cuales se dh miran a l preferencia a1 alemhn y al franc&, con carhter obligatorio y a 10s ramas llamados tkcnicos que se 0rgan-n en otra forma. E l reglamento dispone tambien la manera de establecer la correspondencia entre 10s estudios hechos en 10s c u m de ‘lcultura genepal” del Conservatorio y 10s del Instituto.
significarfa, fallm de persondidad, la tendmcia a meditar profundamente, a desentrafiar las leyas fundamentales del ark, querrbn deck nuestra sed por m e r de 61 una ciencia. El sefior Nimlai lleg6 en su disertacion hasta sefialar un hxho que noS lo evidenci6 andsndo, e n cuestiones de a t e en terrenos que no pisa con firmeza: dijo que la aksica, tocah ya a su fin, porque lestaba c m a a o el Wgdlamkn’kn” de das cambinmiones a que pueden dar lugar los etmnidos.. . esto es sencillamente ignorar la naturaleza del a r k y de la mfisica. Si el profmr Nicolai penwara que la mfisica no es tan ,simple, que sus elementos a1 combi-
narse pueden determinar infinitas s u e rencias emfotlvas y que la materialidad de las “combinaciona” no signifimn necesariamente el m i m efecto atktim, no pen=ria que el wbio debs un dia s u w t m al artista urn aqml monimato em.rguIlecedor que situ6 frente a1 individuahsmo del xnfisico o del pintor. h e talos modos la interesante charla del Prof&wr Nh1a.i as uno d~ lm mejona momentas que hemas pasado Itltirnamente. CORRESPONDENCIA
Paris, 27 de febrero de 1933. Sefior Don Doming0 Santa Cruz
Santiago. 1 Dktinguido sefior Hace pocas dias he sido agradablemente sorprendido a1 encontrar un paquete cere tificado con su interesantfsima revista y sus hermoms trabajos mulSicales. AI mismo tiempo de agradecerle muy sinceramente e&os envios quiero hacerle notar que usted ha interpretado muy oportunamente mis ardientes deseos y natunal curiaidad de conocer tales oosas. Correspondiendo a &a CONFERENCIA DEL P R O m O R amabilidad de usted, le enviare inclusosNICOLAI y peri6dicamente-paquetes de i m p m La Sociedad ‘‘Amigos del Arte” en sll plo- algunas revisbas, recortes de diarios y fograma de difmi6n cultural ha ofrecido una lletos ilustrativos del movimiento musical serie de veladas de estudio a cargo de di- europeo y norteamericano. Para su revista versas pemnalidades de nuestro mundo in- tengo solamente elogioS y deseo sinceratelectual; emtre ellas disertd el sabio fisi6- mente que se mantenga en tan esplendidas logo Nimlai en una conferencia que titul6 mndkiones. En cuanto a la mslsica de usted no necesito ponderarle la grata sor“Ciench y Arb?”. Con inter& aicudimos a escuchar la pala- presa que me ha tmido ... Mididamente bra del autor de 1% “Biologia de la Guerra”. me impresionn y me sine de inoentivo el con el desea de conooer el punk de vista espfritu de trabajo que usted, entre o h s , despliega por all&. . “..- . con que un sabio cientifico enfoca la meaCuando pienso en le1 bum alre y en el ci6n artfstka. bptimo contenido de su redsta no pueEl sefior Nlcolal, con dialbtica bien matizada de ejemplos sugestivos present6 el do oontenerme de sugedr a usted dndipanorama del arte culminando en el de la caciones referentes a difemntes rumbos de ciencia actual; para 61, como para muchos la alta misi6n a que wt8 destinmda su pensadores de hoy enmorados de un mate- revista AULOS. Son ell% sacadas de mis riallismo cienWa, el axte camina a w fin: olx3ervadones de l a vida musical de es la conciencia hist6rica. de nustro mundo t o s paises. Jlustamente, entre 10s impre
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La vida musical-America
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sei que le voy a mandar y que tengo a mano, &4 una revista de Radio, inglesa, que es popularkima en Europa. Mejor informdo que yo debe estar usted de que la radiotelefonfa ha tomado en Europa y Norteam&iica una importancia, solament o sobrepasada por el spart, la crisis, el cine, y el bridge. E% de rigor considerar la capacidad artkstica de una naci6n por el ntimero, eficiencia y programacion de sus estaciones. En todm 1- pakss ma han interrogado sobre el ahlamiento de la civilizwibn en que se encuentra Chile, yi: que todos los o t m estados americanas de: Sur y del Centra cuentan m n wtaciones de onda corta y aspiran a compartir en 1 s retransmisiones que ya este afio ertra. vesa.r4n toclo el orbe. En la rzvista citada se cla una lhta $2 la8 estacimes sudamericanas. No dejaria de ser agradable p r a todos y un medio cultural inaprechhle, llegar a percibir par all,ll&-como lo h e n frecuentemente, Polonia, Chtcoeslovaquia, Rumania, Portugal. ek.- las audiciones espciales de elemmtos azthti00s de alta calidad que se difunden peri6dicamente desde Europa y la EIstados Unidos. Que mejor divulgaci6n podrfa tener la escuela musical chilema, si la realiaaci6n material permitiera, en breve, Ianzar programas chilenos s continente y despub a Eur,opa? Hag0 vQt.0~porque &,e tema de radiofonia internacional Ilegue a interesar Q ustxies. Otro asunto que he oido cornentar por m&,muy en contra del nivel cultural de Chile, tes el demho prohibitivo que mantiene el arancel atduanero para la mmislca cultista grabada en discos. Alguncxs chilenos que han partido a ma han mntado que han tenido que pagar verdaderas fortunas para introducir a Chile un reperbrio sinf6nico. Los precias mmerciales del disco de calidad artirstica en Chile, lo consideran por ldrc4 inverosimilm y se cuenta ate hecho hacienda notar que ello serh apenas amptable para la mhica que (puede mnducir a la danza de sal6n o el repertori0 populachexb.
Ss ha dicho que en Chile, el lote de la Noveno Shfonia, valia en 1931, una sum8 tal, que con ella se podria comprar en Paris un automovil mado, &ta an6mala dismici6n de las leyes chilenas, est4 en abierta contradicci6n con el roi cultural de la mrisica rnecfmica, y se impone ahi dar diversas categorias a1 reperbrio general para la aplicaci6n del impuesto, ya que la producci6n nacional, s61o se reduce a un. ghero determinado. E21 tercer puntQ se refiere a la nacionalizaci6n de 1z.s audiciones musicales chilenas, tal como so him en fiancia, en cierta 6poca, en que la opini6n no tenia mnciencia del valor y la importancia de su patrimonio artistio,Se exigi6, por una campafict intensiva de prensa, el afrancesamiento de todo programa de solhta y conjuntos nacionales y extranjems. En Chile ahora algo similar, y hay que eshr afuera para notarlo. E h 1927 ya me decfa Villa-Lobos que le habia sorprendido oir cornentar a varias personas, en Buenos A h , la excelencia de la elite musical chilena. Considerando la acoaetividad que ban llegado a desplegar en 1932 la6 fuerzas musicales de Chile y agregando la brillanto producci6n de la actual escuela musical de Santiago-segh me consta por 1% recientej envios--serla llegado el momento de inducir con obstinaxi6n la nacionalizaci6n obligatoria-ya muy avmzada en 106 g6neros sinf6nicos y de c&mara--de las programas. El maberial sobraria, con el reperbrio pianktico y die lirica de &man% que ya puede presmtar la escuela musical chilena contempor4nea. Un afio de p M i ca y de censura tesonera pondrfa a1 pablicozthileno en antecedentes de lo que poseen ustedes y serfa tal procedimiento una preparaci6n inmejorable para la compenetracci6n intelectusl.. .. . Contar6 en mi el m L fie1 lector y un admirador que -tima su dedicatoria. Con la m8s distinguida mnsideracidn de su servidor.
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Carlos Lavin.
Arn6rica URUGUAY.-Bajo la direcci6n del mawCro Lamb& Baldi, la orquest% sinf6nica de 1% Wdre” dl6 ia bonocer ‘Tundicibn de aceh” del m k i m rum Mossolov. En su libro ‘“Rusia”,Hen15 Barbusse a1 hablar de esta obra d i e : ‘‘Fundicih de acm” se ejecuta en la6
f4bricas mismas, entre el chocar de L s ruedas mechicas y el ruido ensordecedor de los mohres. Es &sique la m a me,
chica y la mhioa neada por el genio de un obrero-mtisico, Be funden y se oanfunden en una gran sirifonfa de mimica y acero”. La obna trae por su ritmo puro; una sola linea m46d.ioa se dibuja en 10s cornos y trompas. En un i n m e m crescendo Wos 1% instrumentos cantan l a golpes del martillo, el mido de lais bielas, la marcha de lm motares. Por su g6nero ritmico se le ha canpanado a “Pacific 231” de Honne-
A~10s
24 gel- per0 “Fundicidn de %cero” es mhs vibrante, m&. profunda La crftica las d t ferencias y estima que en “Pacific 231” la expresi6n es exterior. v i a e de afuera, “Fun-
dicidn de mere" es la ecuaci6n musical de la colectividad del trabajo, es un canto
revo~uci~narid’.
Europa ALEMANIA Y AUSTRIA.--La
vida mu-
sical de est= dm ciudades ha sido fa.. vomcida en estos ~IILltimrXsm e s s por numerosos estrenm, ob- to&s que han despertado entusiastas criticas,
La lestacibn Radio-Difusara de Berlfn (Rundfunk) him oir p w primera vez la op. de Max m p p e , bajo la d.irecci6n del a u k . La crftica e l m esta obra y aplaude la evoluci6n que mpresenta para Trappe el hawse dspren$ido de la influencia de Strauss. Una obra inmnclwa de Max Reger, des-
fried Zillig (diiscfpulo de Schoenberg.
La
obra fu6 estrenada en Dusueldorf. Pr6ximament.e se d a r h a mmxm en Stuttgart, dos nuevas compceicbnes d e AIfons Schmid: “La llama sagrada” para voces masculinm, s610 de soprano e instrumentos de vienta y la, *‘Sonata” para violin y’ 6rgano.
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OTRAS NOTICIAS 1\IuSICACES. Bajo la direccidn e inhiativa de Gewg
Schiinemann y Gustav Leithaurser, se h% fundado recientemente en Berlin, una So$ s r w y brmink%da,por Floripel von ciedad para MMca El&tnica, cuya finsponer .en armonfa la ciencia con *, fu6 dada a conocer en Bochum y lidad en m n , con el nombre le “R’apsodia la buena m h i w . La Universidad de Manchester confiri6 Sinf6lliCa”. actuando Reuter mmo solista el titulo de doctor h. c. al piankta Arde violin. turo Schnabel, de WIin. En Koenlgslmg Ilev6se a cab0 la pzd, La Academia Superior de M~kdca de mera audici6n de una obra de Haendeb “Hermann von Babko”, 6pem ignorada Berlin (Hbcbschule) ha creado un curso para Direcbres de Corm. hast% hoy p m 10s music6logos. En Dortmund, en el mes ck junio Se ExplCndida acogida h& tenido FWtz Busch rtl d ~ g i r ,en Dresde, una nueva obra. la verific6 el Fatiwl, que anua!mnte ofrece el Allgemeiner Deutscher Musikverein. sinfonietta de Chemin-Petit. Para lesta oportunidad se programaron seis Max Kramer, primwr solista de la Sin, f o n h de Le-ipziig, estrend un nuevo mn- audiciones: dos conciertos sinf6nicos, uno ckrto para violin y orquesta de Robert coral, dos de mWca de c&m.ray uno de de mkica domBstica.. A U d KirCWr. En toda Alemank se celebra el lc00 aniUna nuem suite para orquesta, ‘‘Lafie& t a en Monbijou” de Henna= Wunsch ha versario del nacimiento de Brahms (7 de &io dada a conocer en Bonn bajo la di- mayo de 1933). En 10s Fstivales se ejecuDan lw obrm m&s importantes del recci6n de A k n d m t h . El pmtigado director d5 orquesta An- maestro aIem&n. Con quince dias de intervalo, Furtwaengler y Kunwald dirigiesermet, llamado por L Rundfunk de Berlin, di6 a conocer entre otrw “Seis Epi- ron dm programas absolutamente iguales: gramas antiguos” de Debussy. La obra est& Obertura TrLgica, Cuarta Sinfonfa, Concierto de d o l k y orquesta. Actuamn c6orfluestada por Ansermet. En Vie- en febrero pasado fu6 ofdrt una mo solistas, Fbesch y Klingler. I a danm. nueva obra de iEgon Kornauth “Quintet0 ..FRANCIA. Paris. op. 33”. La ejecutamn el profesor Wlmh Grande a t m i 6 n ha producio en Paris el ballet “Juenesse” die P. 0. Femud An(clarinete) y el cuarteto Weissgarber. Furtwaengler con 1% orquesta de Mag- dr6 C o e m y , presenta la obra en un eledeburpo estren6 l‘Divertimento” de Giin- gante e n a r l o , con tcdbs 10s encantos, ther Raphael. La mmposici6n que consta que la juventud puede enwntrar, hoy dia, en las playas de moda. El argument0 que de siete movimientos est& insplrada temhtica,mente. en estilo clhsico y su armoni- 8s un tanto mfum, se aclara con el m a vimiiemto de la escena: una jovm diszmi6n rocuerda a Strawinrsky. En Remscheid se ejecut6 la pdmera frazada de vendedora de flora, seduce a audici6n de “Passacsglia” para orquesta de un dewonocido, que luego L olvida. La ,parte musical e5 una obra m p l e t a , no A w s t Vpghs. Ha sorprendido a la crftica por 6us m- necesita de la danza para interesar y esdiciones dramaticas y musicales, la &era t&n muy bien con ells. La Ob-rtura es en un ado, “El mozo de cuadra” d? Win- hecha para 6 p r a bufa. Ln a&%n corm-
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La vida musical-Europa gruica va muy Een con el titulo, allf esth mpresentadas tados 10s placer‘ps y -timiRlttar, de la juventud. Los fant6sticus decomdcs y trajes son de mano de M. Godebsky. La original mreojpa$ia de Lifar.
La S a U e Pleyel se ha transformado momentaneamente en tsatro para que M. Joos con su “troupe” representen una &e, rie de ballets. ‘‘La grande Ville” est6 construlda sobre un sencillo y pequefio esoenario. La joven novia de un obrero es seducida par un hombre rico. Ella con perrmiiso de su humilde familig, va 041 su amante un sa16n de baile. La atm6sfe.. r a sensual de esa reuni6n la disgusts y pronto hum.; Clon ate cornux y simple tema, Jool~,ha dspuesto dos interasantes cuadros coreogr&ficxxs. El bulliicio de lm cad1Ie.s obrerells, el sensualism0 de la sala de baile, I d s grupos de personajes, tcdo, se hace tsentir en %n curioeo contrapunto rftmico”. El admirable Rhscha.‘ Lidolt nos impre &na con su ‘‘pantomima humana”, ‘‘La Pavane pow u m infante d6funte”. Esta sendla mWca b da ocasi6n para desenvalverse, evolucianar y rodearse de figuras sin vida. I J Motivos del v$ejo Lanner han dado oportunidnd para un nuevo triunfo del vals?. Los bailarinw con movimientors irresicStibles son m s t r a d o s por el encant3 de “Un bal clans le vieux Vienne”. En este cuadro ir6nico y caricaturesco est& encerrada la radiante gracia de Vieo%. MUSICA NUEVL-La orquesta sinf6nica de Paris ha aaao a conocer la “Symphonic Conoertante” para piano y orquesta de Flamnt Schmitt.- Los tres movi-
m e n t a de esta obra son tres trc\zos maestros. Muy atrayente ha sido el programa de uno de 10s ultimos concierbas del ‘Triton”. Ails se oy6 por primera vez una interesante “Sonata” para tres clarinetes, escrita por Marcel Mihalovici. La audici6n empez6 con la ‘Sonata” para flauta de Willem Pijper; despuh 10s hermoms corm de nLiias acbmflafiadas par crquesba de cuerdas, “Nous batissons une vil!e” de Hindemith y ‘‘Un petit peu de musique” de Darius Milhaud. En 10s conciertos Lamoureux. Edouard Blip% ha hterpretado “Epigrames Simphioniques” de1 joven mfisico holandbs Willem Pijper. En los prdximos festivales de la S. I. M. C. ( h i e d a d Internacional de Mfisin m m n e a ) se ejecutarfi una compadci6n de este mhico, que harh twnocer mejor sm grandes condiciones y le colocarB en el sitio que merece. Las obras
25 de Pijper son de un estilo nuevo, libre de influencis. Ultimamente se ha oido, en la Suciedad National una o b d e Ren& Hanscm, “SOnata” para alto y a m , inspirada y bien writa. Grande entusiasmo ha dapertado la obra @&nistioade GeOrgediMigat,’‘Le zoclia que”, composici6n de 150 phginas, en donde Migot ha escrito un studio para cada uno de lm s i g m s de Zodim, sintidndae
en d l 6 3 Ist influencia caracberbtica correspondiente. El compositm se ha oompenetrado de todos 10s recursos del instrumento y las ha aprovechdo en forma magnifica.: sin duda e t a obra as una de 1% -mejwaS entre la riteratura pianistica de hw dfa. Est& cuidadasamente editada
par Alphome Leduc. Walter Straram ha dirigido algunos conciertos novedmos. En 10s pragramas han figurado: “ContrerW’, de lW,anrim Delaw, obra de estilo muy franc6s. dividida en tres finas fragmmtos que llevan por titulas: “Nit de Nadal”. Homenaje a Manuel de Falla” y “Danza”. La obra e$ hermoss per0 las tres partes tienen un carkct?r muy uniforme. Completaban el pro-
gmma, “Cristina”, P O ~ Zpara canto ’j~ r q u e s t adel cual es autara Ivmne D e s portes (favorecida con el premio d ? Roma), eta cornpasicion 8s de estilo dramatico. La Suite ‘‘La voyage d’Urien” de J a n Rider, inspirada en un libreto de Andrd Gide; est& dividida en cinco partes: Minarets, LIBS baigneurs, Mrdnade La Ville mmte, Le march6 aux esclaves”. Sobresalen el tercer0 y el ultimo trezo. nivier es un cumpositor de talento. La Orquesta Sinf6nica de Paris, ha hecho air novedade“j. En una de sus audiciones se ejecut6 el “Concerto GTOW” de D k i t r i MItropoulos, obm de mrte maderno con ciertos p u n h de comtrucci6n clhica; fu6 vivamente apaudida. La direc&n la tuvo el aiutor. E&te mismo dia se di6 a conocer el ‘‘Goncerto chromatique” para piano y orquesta de DJema.1 R k h i d (a1 piano el autor); &a obrs tiene marcad0 estilo oriental y gnan colcwido. CONCXERTOS.-Correctamente dirigida por Henri Rabaud, la Orquesta de la Sociedad d? ConciertoS del Cowrvatorio ha hecho ofr la ‘‘Canbta 170” de J. S. Bach. paw .solo, orquesta y oanthu~.Esta dbra pura y elevada fu6 interpretada magnifi, camente par la contralto Mme. Idna FWk. La “Orquesta Lamupureux”, dirigida p m Mr. Wolf interpret6 una hermosa obra sobre temas populams, ‘‘Rjapsodia provensal” de Emilio Passani; en esta composici6n lsobrasale h admirable conexi6n y perfecta armonizaci6n del folklor? provensal.
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Aulos
26 La parte de piano estuvo a oargo de M.
Doyen.
Karl Elmendorf di6 m a audici6n de fragmentos sinf6nicos de obrar de Wagner. Incertd en este programa el poema ‘‘Moldau” de Smetans y termin6 con la marcha fdnebre y la escena final del Crep~l.scub de 10s D h e s . La Orquesta de 10s ~‘ConciertOSColonne” ha dado dm audiciones de “Trktan e Bolda” de Wagner. Distinguidos intkrpretes contribuyeron a1 exxito. La batuta estuvo en mano; d? P. Paray. Dos festivales monogrhfioos ha dado el maestro Siohan, dedicados a Debnssy Y StrawpnSky. En este liltimU, 5e la d&cutida, ‘‘slnfonia de 10s salmos”. Ha llamado justamente la aknci6n h emmionante interpretacih que F. Weingartner, di6 a las Sinfonfas 1.a y 7.8, y a la Misa Solemne. La orquesh F‘aBdeloup, distinguidos solistas y el mro de Cantores de Saint Gemais colaixn@mn BxiW. Esta misma Orquash h j o la h t u t a de Rhulman ejecut6 un festival de obms de Wagner. El sefior Rulman estuvo feliz en la direcci6n. Igor Strawinsky, frente a la Orquesta Sinf6nica de Paris, dirigi6 mn exxito clamoro90 algunas de sus obras: “Le Sacre de hintemps”; “La Sinfonfa de 10s Salmw” (m el cor0 ruso de Vlassoff); un fragmento dzl “Canto del Ruisefior”; el a r b “Madra” y la8 canciones “Pastoral y Tiiim,bam”, cantadas por Mme. Fbmanitza. U m de las audicfones m 4 intawsantes de la temporada ha sido sin duda la efectuada en dos conciertos Colonne bajo la Iwtuta de M. Paray y actuando de solijta 3aequAs Thibaud, en el Concierto en Mi hemol de M O ~ Tfia ~ . nitidez de ejecuci6n de Thdbaud Mu, que M. Paray debllara con singular delicrtcl%a el text0 de Mozart. Completaban el program% ‘Sueiio de una noche de verano” de Mendelssohn, ‘‘Sin, fonia E?pafio!a” de Lalo y ‘‘Kact” d? Andre Blmh, obra inspirada en Kipling, e6, crita tal vez en mnbiente africano; hace sentir zumbidos de bosque, melodints ah, cinantes de mrpientes en movimiento. M. Paray di6 uno versi6n admirable. OPERA-En la Opera C6mica se ha representado el drama musical, en 5 actos, ‘‘Tarass-Boulba de Lonis Gmmont inspi, rada en Gogol. La parte musical e6 de constmcci6n inknsa, sobrepasa a la acci6n dramhtica; auta de elb es Marcel S a muel,R.owmaq agraciado con el premio de Fbma en 1905. La orquesta la dirigi6 Paul Bastids. MUSICA DE CAMARA.-Entre las audiciones de mWca de chmara han sobresalido 10s &tales de 10s pianistas Ebrom-
ky y Rubinsbein y el notable v;lolintSta EL serberg. En el salh del mnde Miramon MtzJames, intimamente, per0 en presencia de bdos las artistas y criticos de d e r , BP ha hecho ofr el ya f a a a s o Cua,rteb de Bu, dapest. La imprsi6n dejada por astGt aud i c i h fu4 magnifica.; la tknica y sonori,
dad del conjunto 84 prodigha &lo comparable rtl Cuarteto Pro Art, conside, racb el mejor del munda. El Cuarteto Calvet ofreci6, en l ’ m l e Normale, un nutrido programa desta&ndo, se de Q, el 6‘Cuwteto en Re mayor” de ~ i b e r t €qaussel, composici6n d e l i a a en cuym temas c l a m y lmias todos 10s instrumenrtos canban. STRASB0URG.-El compositor Pad Dn, kas ha sido entusiartamemte festejado en mta ciudad. Un gmpo de amigos del Conservatorio di6 en su honor un festival de las obrm de este v a n maestro. En el Teatro Municipal se represmt6, en forma magnffica, ‘‘Ariane et Barbe-Bleue”. Paul Bastids dirigi6 la obra. INTERESANTE CARTA Tomamas de la Revue Musicale la carta de WilhPlm Furtwaengler, con motivo de las imidencias rpoliticas en Alemania y dirigida a1 Ministro de Instrucci6n del P&ich.
“Mi larga actividad pfiblica en Alemania y 10s estrechos lams que me ligan a la m h i m Gemana, me ~mtcariman para atraer vuestra atenci6n sobre 10s acontecimientols que se han producido en !a vida musical y que segfin mi opini6n n9 son la consecuencia necesaria del stablecimien, to de nuestra dignidad nacional, que todos apreciamos con reconocido gom. Yo,rawno finicamente como artists. El ark y el artista existen s610 para unir, no para dividir. Reconoxo una sola divisi6n en el arte: aquella entre Io buem y lo malo. Sin embargo, con rigor sistemh, tico. verdaderamente imperdonable, rse ha establecido una divisi6n entre judfas y no judfos, m&s cuanto que la actitud de 1interesados no da motivo alguno para lamentars?, y en cambio se descuida demasiado esa otra divisibn, que, a la larga es de una importancia decisiva para nuestro arte: la que existe entre lo bueno y lo malo. La vida musical actual, ya debilitads por la crisis mundial no mporta m8s cx, periencias. No se puede com9rcia.l con 18 md3ica mmo con otros g6neros de la existencia, las papas o el pan. Si en, 10s conciertos no se ofrece nada, e1 pfiblico no asiste. Por este motivo, Is calidad en m k
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La vida musical-Europa sica no es s610 un ideal, sin0 una cuesti6n de vida. Si la lucha contra las judios es, sobre todo, dirigida contra esos artistas sin rafces en n i n g h pais, que ejercitan una acci6n destructors, trabajando por el mal gusto, por una seca virtuusidad o por otros media parecidos, entmxes, yo estoy de aouerdo. Lm lucha wntra ello6 y el espfritu que Ius anima, que adem& tiene representantes en la r&za, germhnica, no puede ser llevrtda con demasiada energia y m6tmlo; per0 si esa lucha es dir.igida igualmente contra 10s verdadera; artistas, eso va wntra la cultma. Los artiitas, .%an quienes m n , son demasiado escasos para que un pais se permita renunciar a sus actividades sin desmedro de su vida inte1edua. Por esta raz6n puede decirse claramente que en el futuro, hombres como Walter,
Klemperer, Reinhardt y otros, deben en Alemania expresarse por su arte. Una ves m&s, nulucha es en contra del espfritu sin rakes, corruptor, envilecedor y destructor, no en contra del ver, dixlero artista qu? sea mal fuera su wte, es siempre un creador y como tal, cjerce una awi6n constructive. En este espiritu, en nombre del arte alem h m - o ~ das anb zwpia ap q j % q v q duzcan acontecimientos, cuyas consecuencias serfa impoisible reparar. Furt~engler”. ETALIA ROMk-Los conciertos. - La vida musical italirtna ha tenidca, eSte afio, una
actividad extraordimria. numemscs con, cierths se hr*n e j m t a d o en estos primems meses. Con viva simpatfa fu6 amgida la audicidn que dirigi6 De Sabata. en el Augusteo. Ell programa aomprendfa, la sexta Sinfonfa de Beethoven, “Navellete” de Martucci, y fmgmentos de obras de Wagner, RossIni; termin6 el collcierto con dos obras n u e m “Impresiones braderas” de Respighi. quien ha puesto en esta o h todm l a r e c u m de su rica orquestaci6n; en ellla expresa el encanto de una nmhe tropical, el h o r n de un obscuro bosque invadido de serpientes, la gracia sensual de una canci6n popular. La otra novedad fu6 “Bourn& fantastique” de Chabrier. El tern principal de esta wmpcxsici6n es un ritmo de da.nza de Alvernia. E 3 Augusteo ha celebrado eSte ati0 el 259 anivensario de su fundaci6n. Ante enorme m n c m n c i a , Molinari, dirigi6 esa nmhe el mismo programa que ejmut.6 Martuwi el 15 de febrero del 1908: Obertura del
d?
“Assedio di Corinto” de Rossi, la tercmi Sinfonia de Beethaven, un Andante y UTI Minueta de Mozart, “Murmullo del basquc” del Sigfrido de Wagner y 1% Obertura de “Tannhauser”. La segunda ejecud6n Nacional de MMca contemporhea en Roma ha sido un awntecimiento: sieto concieirtos, cuarenta autores, m8s o menos, setenta obms han formado parte en esta organizaci6n del Sindimto Nacional Fasciiista de iMlisim, que ha actuado en mlabomi6n Con la Academia de Smba Cecilia. Los nombre de Pi, zzetti, Alfaaw, cctsella, Castelnnovo Tedeo, Malipiero, Tommasini, estaban unddos
a lm de Alderighi, Dallapliccolo, Mortar49 Pilati, Roccs, Veretti y o t m j6venes que por primera vez presentaban sus composicionss. En el campo sinf6nim las obde mayor ink&, fuemn: ‘‘Canti ddla stagione alta” de Pizzettii poema en tres partes, b primem wren& y oontemplatim, la segunda de sombrb dramatismo, de una nistica a!egria la tercera. Pizzetti demuestra en esta obra un gran mnmimiento del alma humana y de la naturaleza. Alfano lxesent6 su ‘TI Sinfonfa” en Do mayor, cox veinte w5us de distancia de la primera. Esta obra es una de las mejores producciones italianas de 1% past-guerra. Alfredo Casella di6 a cOnOcer “Introduzione, Aria e Toccata” en el mismo estilo seguro y magistral que le e5 caracterfstico. Ls ‘Tntrodur;’.one” 8s en toll0 festdvo, el ”Aria” expresiva y de sombria estructura; la ‘‘Tmmta’’ AS una Visi6n luminasa. y 90nora de brKlante mlorido y vivisimo ritmo. Tres c u a m de maim pura de escritura instrumental wn carhcter coral es la obra presentada por Malipkro, se titula “Inni” (de pas. de guerra, de gloria), em%a en forma simple, trans@amnte, C l a r a . “”re Pezzi” para orquesta de arw, de G. Gaemini es una compmici6n agradable, elegante. De G. Pekassi se hc6 “Partida”, obra dividida en tres d a n m : Gagliarda,, Ciaccona y Giga tratadas a la manera moderna (&a obra se ejecutarh en 10s festivales de Amsterdam). La Sinfonfa de Rmsa.ti se him notar por su pintoresco colorido. Numerosas obras de mfisica de chmara contribuyeron a1 6xib de esas audiciones. Castelnuom-Tedesm present6 un nuevo “TrIc” de la misma construcci6n del an, t?r:ar, c‘aro y armmiom. Cos ingmdo y de Ienguaje ecl&tim es el l‘Cuarteto” d? Vito F n z x i . Mmtani present6 un “Quinteto”. Masctti him oir un excelente “Trio”. de p a n musicalidad. Menas interesantes que las obras anterior, las dm sonatas par8 vi& !in y ~ianode Lino Livisbella y G. Bien, chi: “Lirica” para piano y corno i n g k Be
68 G. C. Gedda; L‘C&nmne sioiliana” para vi0 l h y piano de S. Gibilaro. Muy musical y de noble estilo “Ricercare” para organ0 de E. Desderi. En estilo coral preeentaron buenas o b m Luigi Dallapicok, que him oir “E%ate”, compasici6n expresiva y de construccih equilibrada. “Divertimento” y L’han cia, maj Pierino de ilzorkari; “Ai morti mi”de C. Jachino, cor0 mixto de profunda y Viril emoci6n. Tantash corale” de A. Zandla y Wanwni” para cop0 femenino de M. Agostini. Gran sorpresa fub ‘Proberbi di Salomone”, para tenor, pequefio cor0 y pequeiia orquesta, de Lodovim Roc-Questo; el compositor sup0 &car partido del texto biblico. La mejor cornpoddrh Ririca fub ‘“re canti pascoliani” (Gasi~L’ora di BajrgaAlba) de Vetetti; es una de las obras m8s bellas de este autor, a t &oonstruida en un ambiente intimo, con r a m instinto para aplicar una sensibllidad musical muy apropia& al texto. L. Sinigaga present6 mria3 canciones para soprano y peque5a orquesta se oy6 ‘Susanm” de IWassmani (d argument0 sqperficial). “Armonia della ser&” para soprano y pequeiia orquesta de F. Santoliquido; “Stagioni” de A. BuWni; “Veni, esponsa Christi“ para soprano, esta contralto y organo, de V. Tonun-, obra tiene e: sdlo de austeridad pro@io de este autor. , Entre l a s obras para instrumentos menom sobresalieron, “I1 fauno stancso”, para videncdlo y piano, de Rosellinit est8 s u b deja v?r en e& obra la influen.. cia de la escuela impresionista francnsa. Kordio. Para piano s610 se tocaron composiciones de R e m h i o , Zammtti-Bianco, G. “Improwiso” (para pimo y violin de C. C. Srmzogno, R. Bassi, A. Longa. Para cmto y piano obras de 11. ParpaglioaoSaviucci E. l’mrlno, Persieo, Alderighi, Davico, Casaoola, Ferro y Giuranna, llamando la atenci6n por mbre tadas, las obras de G. L. Tocchi, Wanti di S t r a w se” y “In rival a1 fiume” (esta irltima fu6 b i d a ). Una compici6n para pequefia orquesta “Suite-CMnerf2no” para fagot y conjunto, dio a conocer Wdf-Ferrari, obra de m k sica f&cil, gemela de “Concertino-ilidio”. 6‘Bagatelb” de Pila& de estilo popular grotem. y por dltimo ‘Y3nfrnia in do min” de G. Salviuccf, de estructura viva y simphtica. , Lo enumerado es una pequefia park de . las numerosas obras ejecutadas en aqueh opmtunldad. Eh la Mima audici6n que ofW6 De Sabatrt en el Augusteo, him ofr iinrt nota oniental. ‘‘Impressioni di Bpagne’’ de AYL
Auks tonio G m r n i d , obra W 4Wmrada y pintoresea. “Tre Mjrniature per i piccoli” de forma elegante, de Santoliquido y u n a interesmte “Rapsodia ebrisca” de Z d h ref. Muy atrayentias la8 audloirmes dltimas del Smta Cecilia; han Qctuado alli el famoso Cuarteto belga de instrumentos amtigum ~cl~vicemb~lu, q u W n , vi& d’amom y viola de gamba), con la cantante Suzanne Fauvills y el pianist& Carlos Zecchi. El Cuartet0 Poltronieri se hizo aplaudir el o t “ . % in sol” de Mortari. Gran bxito ha tenido la cmtatriz Lotte Lehmann. Molinari, oon la colaboracidn de la soprano Lehmann y del pianbta Agmti, dio el 20 de maim una interesa.nte audition: l‘Concierto“ para piano y orquesta de Ea, vel, “Obertura” de Salvliiscci, Treludio y muerte de Isolda” de Wagner y u? aria d s Wedelio” de Beethoven. TURIN. - Klemperer obtuvo un nuevo triunfo dirigiendo “Vi& de h 6 m ” de Strams. la suite 6‘Po?ichinela” de Stmwinsky y algunas t m m de Pergolesi. Arturo Rubinstein tioC6 “Nwhe en 10s jardines de Espafia“ de Falla, en el concierto interpretado por el maestro Rwitali. Completaban el prograxna, la t e m a “Suite di danze de Arie” de Respighi y “Picooli soldati” de Pick Maingiagalli. Strawinsky, Warinuzzi, MWinari y Ferrero, han dirigido cuatro in$mesantas oonciex%as. Strawinsky present6 como novedad su “Sinfonia de 10s Salmas” y “Fue, go de a.rtificio”.-Marinuni ejecuth obras de Gershwin, Ravel, Schnm-, Mosmlof, y Berlbz y di6 a conwer una obra suya ‘‘Sicania” y el Woncierb” de LocateIli Molinari. en du programa pus0 “Nina pazza per amore” de Parisello, L a quinta Sinfonia de Beethovem, ‘‘Stagio” de V i d d i , y “Pini de Rma” de Respighi. Ferrero ejecut6 ‘&laseptima Sinfonia de Beethoven y obras de Wagner, Debussy y Ravel; corn novedaxl toe5 el elegante ‘‘Preludio” “all Aminta” de Rmellini MILAN.cMax Ripriter ha dilrigido dos grandes conciertos. En 10s progmmas ~ 3 0 bresalieron Weremta” de Clemens von Franckesteln; el p m a sinf6nic0, ‘‘Cirano de Bergerm”, de Aldo Finazi; obertura ‘3isbetica domata” de Castelnuovo-Tedesco: “Intermezzo” de R. Eossi; ‘iConc?rb in si bem” para piano y orquesta de Tchaikowsky; g‘Concerto in 901’ de M o zart (solista el aplaudido violinists, Hubermann): ‘‘Cimona” de Bmh, y “ m n m m ” de Brahms.
NOTICIAS DIVERSAS.--Antum Tascani, o ni ha dirigido en New York el ~ t m concerto para violin y orquesta que ha es-
La uida musicd -Europu vasco “Kardk o cual de 10s tres” de Victor Zubiptrrea; el tercer ‘Concerto” para piano y orquesta de Sergio Rokofieff (a1 piano Leopoldo Querol); L‘Konzet-mwik” op. 41, para instrumentos de viento, y ia sobre arte y mbre arquitectum una oolec- obertura “Novedades del dfa” de Pad €Kin, Rocibn de manin6dibs de mWca demith (dirigidas estas dos obdoifo Hindemith) ; fragmentas sinf6nicos antigua. Prbximamente en el T e a h Griego de ‘‘Della Tre Oomedia Toldonizhne” de Fran, Siacusa se dar4 ‘‘Ifigenia in Tauride” de cisco Midipiem, y 10s cuadm “afrocubaEuripide y *‘LeTrachinie” de Sbfocle. El m”tituiladce, (‘Liturgia negra” de Pedro rmaastro MnlC ha compuesb pami Ifigenia Sanjuh (dirigida por el autor)’ Ademby cuatro piezas imitando el cor0 de la anti- se r e p e w le1 ‘‘Concierto” para piano Y gm tmgedia griega-Pimeti ha & to pa- orquesta de Marvice Ravel (solista Leopol, ra Le Trachinie nuwe piezas, un preludio do Querol).-En la segunda Wrie solo van dm estrenos, ‘‘Suite escita” titulada “Ala y y un intermeso coral. En abril, en el palacio ducal de Manto- Loily” de Sergio Prokofieff y ‘‘Figuras de va se represent6 ‘’Orfeo” de Btonteverdi; hrro” de Fdlix Antonio, cornposici6n esla 6para fu6 dirigida por -care Zane- crita en siete partes: “W pastor y la prtvera”, "Pates", ‘%avanderas*’. ‘Camvana Ila. En la Opera del Estado, en V i a s se da- de Orient?”, ‘‘El nifid’ y ‘‘E2baile”. La Sociedad de Estudianks Cat6licos ha 1.9, pronto el vallet ‘‘La M e g a IEfigb” 0rg;tnizado un concierto sinfonico, con mode ICosslnj, instrumenthdo por Rewighi. tivo de ‘‘la semana estudiantil”; el pro, En el Teatro del Casino de San se han representado: ‘‘11 Combattimento grama lo fbrmaban la 5r.a sinfonh de Beethoven y algunos fragment06 de 10s di Tmcredo e Clorinda.” de Monteverdi. Maria Egiziaca” de Respigllk “E2 Retablo dramas lLricas de Wagner. En el cinema monumental, la Wrquasta de Maese Pedro” de Falls, “Maruf‘’ de R.abaud, ‘‘Arianna a Nasso” d? Strauss, Sinfhica” contratada por k Wni6n-Rk dio” dart5 a conocer algunas obras dirigi, y “L’amico F’ritz” de Masca@L das por varies maestros. En Monteoarlo el maestro La Rotella ha En la primera audicibn tendr8, la batuta hecho oir por primem vez, en este &io, ‘‘1 giailli dells Madonna” de Wolf Fern- D13ir.6 Defauw (belga). h s estrenos m&s intersantes s e r h las dw obras premiadas ri. ESPANA.--Los coneicrtm.- La actividad en el concurso abierto por la “Uni6n-Rasihfbnica madrilefia ha sido bien fecunda. dio” a1 cual se presentaron s*nb conDos orquestas perma.nentes, no han inte- cursanks. El primer premio fu6 otorgado rrumpido sw audiciones, una d i r i g i h por a la ‘‘Obertura para una opera g r o w ’ ’ Arbas y la otra ipor P6rez Dasas.-La ‘‘Or- de Jnlian Bantista, y el segundo premio quests Sinfdnica” ha dado diversos con- mxq76 en “Obertura concertante” obra de ciertos con la cmpemci6n de la “Masn Eod01f0 Hdffter (hermano de Ernesb). Mtisica de chmara.-En el Cfrculo de Coral de Madrid”, a1 frente de la cual est.& Rafael Benedito. Algunos de esbofi Re!ia~ Artes, la Orquesta de CBmzra de conciert#s fuerm dedicados a Wagner; en M m d ” ha organizado una seric de conotros de ellos figuraron ‘‘E3 re&ablo de cientcs; en 10s pmgramss van algunos esM a e Pedro” de Manuel de Falla, el trenas y s2 oirk? numemas obras de “Magnificat” de Baah, la ‘‘IX Sinfonia” maestros hgIe~e.9. En la ‘‘Wedad FLlarm6nica” han acde Beethoven.-En una audicih dads a bexficio de la i‘Amcia.ci6n de la Crfkica tuado: el Sexteb de cuerdas de BruselaS, Dram6tica y Musical” se toc6 el %eptimi- Carlota Darmen-Chao, cantante de ‘lieder” y el cuarteto Rafael. Pronto actuarh Ilia” de Weethwen, ‘‘Cuadros de una e m . sici6n” de Mnssargsky (versi6n orquestal el CuaTteto ‘‘Pm-Art”. Se han efectuado dgunos recitzles en de Ravel) y das Danzas de Falla. La %rquesta de la Filarm6nica” ha or.. hwnmaje a Waqner y Blahms. Lcs deganizado dos abonos de 5 conuertm, en el dicaddos al primero despertando tempesterprimero de &a serie se toeadn obms del des de ira de prtrto de la dhica de vangmrdia; en los diarios se ha miginado gnipo C. I. C. (Compositor& Independientes de Catalufia). D a d n a mn0cer a l y - una amem controversia. Por la sodedad de Cultura Musical han nas obras nuevas: “Preludio p r a un peema a la Alharnbra” de Jaaquin RmWgvs; pasado 6ltimamente: el Cuarteto Lener, e’ “Suite” del vak vienb ‘‘Schlagobres” de vioEnista Vasa Prihoda, el piani5t.a AlebnRicardo Stmass; *‘DxDanzas asturianas” dro Brailowsky, la cantakiz M. de Avazm y el Cuarteto M e . de Benjamin Orbdn; ‘Suite” de1 baRet crib ~ ~ n o v o ~ T e d e s o mmo 0; solista
aictu6 Heifetz. La Real Academia de Itdh (clase de Arte) a propuesta de Respighi, ha resudto publicm junto con un estenso estudio
Aulos
30
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BARCELONA. El1 la “AYociacion d? Mbsica de C h a m ” la ‘‘Orquesta femenina Jane Evrad” ha ofrecido interesantes audiciones, que han llamado justament2 la atenci6n por la correcta interpretacion de laa obrm. La& m b aplaudidas han sido “Olentillt?#se” de Bodin de BoimnoDtier (compositor del siglo XVII) y las ‘‘Pi6ces en concert de Couperin. Este conjunto femenino ha lejecutado obras de Haendel, Ciorelli, Haydn, Mozart. TambiCn interpmtan m&ica moderna, la suite, ‘‘Levoyage” de Armando Polignac, obra fina y bien personal; “PrClude, Salut y Panse” de Georges Migot, e t a obra no consigue interwar; “Sarabanda lejana, Villancioo” de J q d n Rodrigo, o b m muy bien construidas, siendo muy superior ‘Wllancico”; ”Deux Pupazzi” de Florent Schmitt, cornposici6n de much0 carhcter que suena Men. En el Palacio de la Mhica, Alejandro €bailowsky, ha dado urn sene de concier-
nes so ejecut6 ‘Tas siete palabras de Cristo” de J . S. Bach y algunas obras de Machault otcompafiadas de flauta de pico, viela y virginal. Las dam= de Hussmann (1601) y de Melchior Franck (1603) y Tartie sur 1% fleuts dous, a trob” de Fa.ber han sido interpEtadas por un Cuarteto de flautas de pico. -to a esta m & i a dle otro tiempo ise ejecut6 ‘‘Lehrstuck” de Hindemith y “Poema rsymb6lico-sooial” be Brecht (obra intolerable). Se oy6 por primera audici6n ‘Bal maisqu6” de Ponlenc, obrs fina, hemma pero atrasada. M. Defauw dirigio en forma magnffica “La pasi6n segun San Juan” de J. S . Baoh. Un bello festival de Bra.hms con el omcurso de Thibaud fu6 interpr&ado brillantemente por este maestro. Bajo la batuta de Arthur Prevost, un grupo de flamenoas han puesto en ejecucion Trot&” de Claude1 con mbica de Milhand. SUIZA,-Lw
Iconciertos.
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N U ~ O -
sas audiciones han amenisado le vida arBELGKCA.-Numermas audicionzs han tistica de sum. En Giwbra el excelente oontribuido a mov% intensamente la vi- director de orquesta. mans wn Hosslin, da musical de Bruselas. La Sociedad Fi- ha dirigido con gran maestrfa la Sinfokrm6nica invith tal Cuarteto Pro-Art a dar nia en Sol menor de M o d , 1% Sinfonia una audici6n mmpleta de 10s Cumtetos en Do menor de Brahms y el Concierto en de Beethoven. Nadie puede rivalbar con Re menor de Bach. En el V i h r i a Hzllll, M. Pierre &Ioneste maravillcso conjunto. Dicha Sociedad organiz6 despub de los conciertw una ma- teux, ha dirigido con la Orquasta Shf6ninifestaci6n en honor del Cuarteto que ce- c d de Paris un progmma en que figuralebra tius 20 afios de fundaci6n. Presidi6 ban: Concieto Brandeburgues, en Fa, de la manifestaci6n el padre spiritual de es- J. S . Each, la quinta Sinfonia de Beete conjunto, General bar6n Buffin, presi- thoven, la Rapscidia Espafiola de Ravel y Petruischka de Strawinsky,. Como entre, denk de la Ssciedad Filarmbnica. actcx el pianista Francisco Long h 6 briSe ha strenado en Bruselas un ballet de Marcel P o d , sobre un libreto de Her- Ilantemente‘el Conciato en R e menor de I?. Weingartner dimaly Teirlhg. El t m a es pequefio: las Moza.rt.-Ultimamente tres gracias delante de un modern0 Paris. rigi6 ialgunas obrm: Freichtz de Weber, la La primera representa el M-nuet, la se- Sinfonia N.P 8 ]en Pa mayor de Beethaven. gunda el Valse y L tercera la Rumba. la Sinfonia N.o 4 en Mi bemol de Biickner. La partitura est& finamente orqustada. B t a no fuC Idel ,agradcr del publico, el lirismo germhim, bas seveaas ideas, no esthn El principal merib de la obra +as el esde acuedo ccn la sensibilidad Iatina. tar hecha para bailar. La Sociedad FiIarm6nica ha organizado Weingartner, como simpre, admirable. Cinco Salistas de la orquesta ‘‘Sui%er a un ciclo de obras de ?kethoven, dirigidas por Erich ICleiber. ESte gran maestro ha xnmd$” formados en la escuela franco&udiado cuidadosamente 10s manuscribs helga. se han agrupado para’organizar una de Beethoven y a1 lejilecutar las obras hace Sociedad de instmmentos de viento de Gimatices y efectm hasta hoy desoonocidos. nebra. Ya han realizado el primer canFlay fervor por reconstituir la mrisica cierto con un Cxito c l a m o m . El prograantigua.. Heinrich Schutz esth de actuali- ma lo formaban el “Trio” para piano dad; se han organiz%do tres aonciertos de oboe y f a g o t de Francisco Poulenc OaJ piano Johny Aubert) ; cTLap?jodia” para obra5 de este viejo maestro. M. Maurice Weynandt y algunos aficionados a la ma- quint?to de viento y piano de J. J m s n ; sica han puesto en ejecuci6n la c‘Pasi6n la tercera “Sonata” para flauta y piano d: sogan San Mateo” de J . S . &ch. M. Haendel: el “Quintet&’ en Mi bemol maPaul Collaer ha fundado 10s ‘‘Conciertm yor de Mozart. El entusiasmo despwtado Antiguas y Modernos” con el fin de hscer por a t e concierto, hace esperar lwga vireirivir la mastca primitiva. de 10s pre- da para a t e conjunto de solistas. Par rprimera vez ha sido oido en Ofcl8sioo:. En una de las primers audiciob.
La vida musical-Europa nebra el Concierto para piano de Ravel se han agrqpado en socidades para f a (ejecutante M. F. J’. Hirt de Berna): mentar la comphsici6n nacional . El talmtoso compoSitor y director de Completaban la audicih la “Suite” N.o 1 para dos oboes, orquesta de cuerdas y cem- orquesba Mr. Evangh6latos ha formado balo de J. S. Bach; el “Fastin de l’ara.i- una nueva orquesta sir.f6nica, con fines gnBe” de A I M Roussel; y el “BaJ v6mi- educativos y precios modiaas, para contra.. tien” de Claud6 Delvihcourt, e t a obra e3 r m t a r a la del Odeon d‘Ath6nes cuyos entretenida per0 de ascaso inter& musical. pnecios sblo son pasibles para la”, olas-.s privilegiadas . Los ‘lNouveaux Concert“ han dedicadc Numerosas obrw han sido estrenadas; una de sus seslonas a las obras de Arthur Honegger Redz6 la audici6n la presn- se ha oido Trerni6re Shphonie” de P. cia del autor, quien dirigi6 a1 publico unas B6tridis, compositor griego, cuya obra acuantas palabras para hablar de la trisk crita en 1928-1929, es conocida en Paris. situaci6n d? los mhicos en la Bwca ac- En la segunda parte de la composici6n. Petridis #llegrr a una interm expresi6n por tual. M. Ernest Ansermet dirigi6 hhbilmente medio de “itma simple frme rn316dica en un intieresank mncierto, en el c u d f i e nueve octavos en modo frigio (escaJa de ratban algunas obras nuevas: la serie sin- mi”). LR;obra est&sbllidamente oon&mkla y f6nica “L’Btang”, la carpa “et le mow- e! compositor eviba con talenta Ea monototique” de Jean Dupbier estos pequefios nfa del constante emploo de 10s modos cuadros “dasprovistas de toda pretension griegos. Con &a compcsici6n dos Sinfonfas descriptiva” como dice el autor, son llenos del maestroCalomiris y una que muncia Evanghilatos, se aumentarh el escaso rede vida y de humor que les hacen exprepertorio sinf6nico. sivols y simphtlcos. TambiBn por primera Y a son conosidw y apredadas obras m z fu6 ofda la “Tmcera Sinfonia” (sinfonia bievis “De bello gallioo”) de Vicent d ’ h - wmo el “Quinteta con canto” de Calomiris en el c u d entran algunos temas pody. Termin6 el concierta con ‘‘La Mer” pulares; la ‘Suite” para cuarteto de cuerde Claude Debusy. Gmnde exit0 ha obtenido la obra de Er- das d,:! Varvogli, que s610 espemn que aL haga conmer nest BEoch, W“raA”, obra Clre un lirimo g ~ neditor ilyte1igent.e %1 erpasionante, considerada COXXKJ una de las fuera de Grecia. La “Uni6n de Compositors Griegos” mejores de este a u k . fundada hace dos lafias ha dado su priM. Ernest Amemet ha ejecutado ‘‘Sinfonias pana instrummtos de viento” de mer concierto de obras exclusivamente naStranwinsky, cDmposici6n &e “difkil com- cionalas. Esta iniciativa en bien de la musics del pals reclama la ayuda del Estaprensi6n y bastante penosa de ofr”. ZURI0.-Por primma vez s e ha repre- dQ.-El programa de esta audici6n meresentado en Zuric “La dona sense ombra” cib reparos. Btimaron que las cbras de de Strams.- Con w a n tsu;uoey~ ha sid3 Lavranga, Calomiris, Varvogli, Prokopiou y representada “La Finca semplece” de Mo- Zoras reprswntaban el arte nilcimal, en zart La estacion de Radio ha dado a m- uambio, compcsiciones. que si bien mniagradsblej coma “avetbe pour vlolon et piano” rimer el “tConcierto” para oboe y orquecta de BalGtsiotis la “Sonate pour violxwelle drj cuerdas que acaba de escribir Conrad et piano” de Alberti (el alegro inicial es Beck. BASILEA.- Much0 entusbaymo ha des- un blues). las m e l d a s ‘:a la Tosti” de Ropertado la audici6n de la 6pera bufa de dim y de Spathi (en estilo grew-italiano), Haydn,, ‘‘11 m n d o de la luna”; est%obra son obras qun no tienen sitb alli par ser de estaba ignmd’a, Cue escrita sobre un tex- construccidn internacional . DOS jbvenos, compositores atraen la atento de Gddoni. La “Kammerorchester” bajo la direcci6n ci6n: Prokopiou y Zoras. Del primer0 code M. P,aul Sacher ha hecho oir “I1 nocemos, ‘“Chznt du Rouet”, ‘’A SainteCombattimento c‘i Tancredo e Clorinda’*de Marcelle” (psra voz y piano) y “Dernier soir” para cor0 mixto). Estas obrss fsMonteverdi y “Nooes” de Strawinskg thn impregnadas do ese arranque ’ jovial GRECIA.- La crisis mundial, la bajs del drachma 8 las restricciones del cam- propios de 10s griegos. En un proximo bio tienen privados a 10s griegos de ar- concierto de la “Ohorale grecque” se estistas extranjeros. Gran ventaja para el trenarh un c‘Oratorio” de teste compositor. a r k nacional; asf se prestigiarhn 10s ar- Lm obras de Zoras e s t h escritas en el tistas del pais y habr& margen para or- otro aspecto del sentimiento griego, el paganizar buenos conjuntos orqustdes y de tetlsmq. la nostalgia el ensuefio se encuenmbica de chmara. Los compositores na- tran en Tr6lude Violando”: Zmas (ss un cionales hasta hoy casi desconncidos. ya music3 que habla en su lerngua; ‘Wolanhan empeaado a mostrar sus obras y Ya do” eg la herofna do un en-Antador cuen-
t
Auks
32 to de hadm (eecrito por el poeta Kosti
Velmyra para un teatiro de nifios) . El compositor autiivado por la Candida heroha, para su encanto y su @;rack%ha eSrrit0 dos preludias y una m a de escena, ademits
otro preludio mayor y un arreg~opara octet.~,piano y violin solo. El franey C x i t o obtenido p m aSte joven de dieciocho afios le F g i a un brillante parvenir.
Revista de Revistas BRASIL: RePista da Assodaetu, Brasileh de Mtisica. III y I V Trimestre de 1932 N.w. 2 J 3. 6‘Henriqne Oswrsld” por Renato de AImeida, intensante resefia critica wmca de la vida y obrm del gran compositor brasi-
lefio muy poco conmido entre ncwtrm. Os, wald, durante mucho tiempo fur5 la figura m u d m mfts destmmda de su patria dejd al mrir una obra va.l.iw y reprrSentativa de 1% dias en que vM6. I ”rimestre de 1933, Aiio I1 N.Q4. “LUCIAN0 GALLET” por Luis Heitor.En 1931 fallecib prematurammte uno de 10s m& poderm~ impulsores del movimiento modern0 del Brasil. Critic0 agudo, pmfsor excelente y compositor de fina sensibilklad, GaUet dej6 m su patria un merdo venerad0 que Luis Heitor e w a lleno de admiracibn. La pmxma.lidad de Gallet e6 otro gran desconooido en Chile. LPorqu6 la vida de la3 naciones americanas 6e dcsarrolla en s t e absurd0 clistanciamento? ESTADOS ?JNIDOS “The M ~ ~ s kQua?, d terly” abril 6 2 1933. NLunerp prin.ci&blmenfte dedicado a Ba mnmernoracdh d d centenart0 del nacimiento de Brahms. El sabio Gnzdo Adles publica un estudjo profundo s o b e el compasitor en que anaka las diveasas fasm de su creacibn y la &tia que la6 anim6;
Sigkmond Stojowsky, o b amigo que co.. noci6 ‘21 Brrthms de cema ama 5u personalidad como representante del Rspfritu nadona1
alemh.
Sefialamos tambibn 10s articulas del compositor P m y G-r sabre la curiosa familia de h o l d Ddmetmh que ha vddo todo el instrumental de la mad. Media y un excehmte estudio de Rodney Gar Bop sobre el Fado portugu&. ESPANA (Catalufia) Revista Musioal Cacal.ana N.w 351 y 352, ma.rzo y abril de 1933 Afio XXX. El niunem de maxzo est& fnkgramente dedicado! a homar L memoria de A n t d Nicolan una be las glorias musicales de Catalufia, falleeldo en el mes de marw ’IXtimo. Nicolau (1858-1933) enarnb, al lado de Vives y de muchos otrcrs grandes hombres, el aspfritu racial en momentm de lucha y de wistalizaci6n del axte caM&n. E% criben a h 61 Luis Milletk li’rancesc PU-
jol, Soan Salvat, Amelm F e r n , &. En el niunero de abril seiialamos e1 inkresante estudb de Fmcese Pnjd sobre la m e d i a Urica de Viva llamada “Talisman”. (La fa& de espacio m s obliga a dejar para el pr6ximo niunero la &a completa {de la serie impartmte de canjes que, nos hm Ilegado).
Preguntas Y respuestas -
s!?-r!a surnzm~ente agmdecido si tuviera 19 amabilidad de bformarme por medio de su p&gina Preguntas y Respuestas qui6nes han sido 10s profaores que ha, tenido en Chile nuestro j6ven pimW Arnaldo Tapia Caballero.-Pep$ (Talca) Ca1.-Le
Si.llS 149.
-No tabemas que el talentow, artists chileno haya seguido en el pais otras clas e ~que las del distinguido profesor don Raul HU@;el.
Mrjsica en solfa 4 o n o c i d a es la antipatfa de Richarcl Strauss por 10s que, dmpu& de 8, han n;eguido la linea revoluconariia que en otro tiempo lo sefial6. El viejo mzmtm, que cumple el slfo pr6xi.n~10s 70. o h un%obra de Hinclemim y pregunt6 a1 compositor cuhntm dfas se habhn demorado en esCribirla. “‘Cuatrodias”, dij0 Rindemith despectivamente, “eso habia pensado yo.. .,”agreg6 con malich el autm de 18, Sinfcda Alpins.
--En 180.5 lkg6 a P~TIsla fala noticia de la mu&d de m y & . A1 momento se
organid un funeral y Cherubhi m p u s o una canhta y dirigi6 .el Requiem de Mozart. Cum& Haydn sum &, djo, “Qu6 Iktima, no h a b d o mbido a tiempo, habrfa id0 a Paris a dirigir mi pmpio requiem”. -Un mnocido ‘bmateur” chileno, ofa la 6pera p‘Sayc&” de Pr6spem BLquert. “Realmeate, dijo, me ha aburrldo mucho, la 6peaa e ~ i tan mala como Parsifal”... Sayeda no teni mucho del buen Bisquert. pem carecfa del do de m h o como Is obra de Wagner.
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A I J LO45 REVISTA MUSICAL S A N T I A G O D E 'ClHILE Director: DOMING0 SANTA CRUZ
Para las comunicaciones postalea dirigirse a la Casilla 2100 Secretaria de Redaccibn: MARIA ALDUNATE C. CALLE SAN ISIDRO 53
SUBSCRIPCION Un aiio (Santiago). . . . . . . . . . . . . . . . . $ 20 (Provincias) . . . . . . . . . . . . . . . 25 (Extranjero) U. S. Doll.. . . . . . 4 ( 0 su equivalente) Numero suelto con suplemento. . . . . . . 3 YY ....... 2 sin . Y Y Suplemento solo . . . . . . . . . . . : . . . . . . . 2. 1
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AGENCIAS ANTOFAGASTA : Corresponsal: Celerino Pereira. quedano 901.
- Ba-
SERENA: Corresponsal: Barack &nut Casilla 50.
de Bon.
VALPARAISO: Corresponsal: Mary Cerany de Sbnchez, Av. Pedro Montt 1866. Agente: Luis Owiza, Av. Pedro Montt
1866. CURICO: Corresponsal y Agente: Rosa Ctuz, tado 336, Casilla 181.
Es-
CHILLAN: Corresponsal y Agente: Qtto Schiiffer, Sociedad Musical Santa Gcilia, Casilla 345.
CONCEPCION: Corresponsal: Alfonso Izzo, Talcahuano, Casilla 124. - Aguntc: Rafael Merino H., Casilla 285.
VALDIVIA: Corresponsal: Francisco Cordero. Ceri1la 424. Agente: Luis Burgemuiscer, Arauco 195 y Picarte 309. CasiUa 69-D.
TALCA:
QSORNO:
Corresponsal y Agente: Sabina A. de Tagle, 1 Sur 768-Plaza. - _ _ _ ~
Corresponsal y Agentc: Carolina K h g ges.
SUMARIO Una reforma indispensable, Editorial.-Don Jose Miguel Besoain, Editorial.-Apuntes sobre nuestro folklore musical, por CARLOS ISAMITT.-LOS principales madrigalistas ingleses, por ENRIQUE LOPEZ LAWRENCE.-A prop6sito del cznto, por CONSUELO DE
GUZMAN.
La uida musical del presente: Chile.-Los conciertos sinfdnicos; Conciertos dominicales; Jira al Sur; Otro.; conciertos y presentaciones artisticas; Actividades musicales en las proviricias; Comentarios a1 margen de la musica; Cr6nica de 10s acontecimientos; Europa: Francia, Italia, Espaiia, Austria, Suiza.-Noticias diversas.
Suplenento musical: Preludio
N.O
6 de Alfonso Leng.
TELEFUNKEN
RADIO
PHILIPS RADIO
’ @ GRAMOFONOS DISCOS QDEON mada 113 Santi
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ENIZ-FAL LA-GRANADOS Obras de 10s maestros de la musica espafiola encontrara Ud. admirablemente ejecutadas en
Discos “VICTOR“
De
ALBENIZ: Orquesta Victor Arturo Rubinstein Orquesta de Filadelfia Arturo Rubinstein Fritz Kreisler Orquesta Goossens
Cidiz (Saeta) C6rdoba - Evocaci6n (En piano) Corpus Christi en Sevilla Sevilla ( E n piano) Navarra Tango (En violin) Triana (Orquestada por F. Arbos)
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De
FALLA:
El amor brujo: Introducci6n El circulo m6gico Danza del fuego Pantomima Danza del fuego Noches en 10s jardines de Espafia La vida breve: Introducci6n Danza espafiola Danza espafiola Danza espafiola , Danza espafiola
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Orq. de la Opkra Comique Orq. de la Opera Comique Orq. de la Opkra Comique Orq. de la Opera Comique Orq. del Hollywood Bowl Orquesta Coppola Orq. de la Opera Comique Orq. de la Opera Comique Orquesta de Filadelfia Fritz Kreisler Jacques Thibaud
De G R A N A D O S : Danza espaiiola N” 1: Oriental ” N” 2 : Andaluza ” N”‘3: Rondalla Goyescas: Intermezzo ‘’ Intermezzo (En cello)
Haganos
Orquesta Goossens Orquesta Goossens Orquesta Gaossens Orquesta Victor Pablo Casals
una visita sin compromiso
RADIO-FONOGRAFIA DEL PASAJE Telefono 80141
PASAJE MATTE 25-20
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REVISTA MUSICAL = SANTIAGO DE CHILE Director: DOMING0 SANTA CRUZ
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E N E m E m O DE 1934.
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indispensable NOhace mu&.o tiempo la Direcci6n General de Educacibn Secundaria did, a la publicidad un pequefio volumen, en el que se reunian 10s programas de !as diferentes materias que abarca el estudio del segundo ciclo. Ordenados e n una serie y precedidos de instrucciones explicativas, .los programas presentaron un todo fjcilmente comparable de directivas educacionales, que nos permiti6 apreciar en conjunto, el criterio con que nuestra educaci6n phblica enfoca el problema de preparar las capas culturales de donde han de salir 10s futuros dirigentes de la Repiiblica. * Desde que 10s programas circularon, p e d e decirse que se descargd, mbre ellos una verdadera avalancha de criticas, que con uno u otro punto de vista, censuraron &versos aspectos de la enseiianza histhrica, fiIus6fica o cientifica, e hicieron presi6n en el sentido de que fueran rehechos o por lo menos revisados. El M i n i s t a b n o se hizo sordo a estas observaciones y ha cncarado nuevamente el problema de reorientar la educaci6n media, que a juicio de todos, adolece en Chile de defectos graves, emanadm principalmente del marco iinico que ella se esfuerza por mantener en 10s diversos liceos del pais. Las criticas dirigidas a 10s programas no fueron, a pesaz de Io abundantes, 10 suficienternente sagaces para seiialar un defecto capital en que nuevamente se incurria, defecto que pudo ya evitarse, porque desde hace tiempo vienen muchos- estudiosos ocup6ndose de t!:el falseamient,> de la perspectiva cultural de la humanidad, por el hecho de enfocarse ksra h i c a m e n t e a trav6s de la evoluci6n politica, filoshfica y literaria. Los programas contenian un avance en cuanto ya las artes plisticas figuraban en la citedra respectiva, per0 la mfisica, la eterna cenicienta de nuestra cultura criolla, n o pareci6 digna de proporcionar materia para el estudio de un alumno futuro de la
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tan escasa n o cs un sintoma despreciable para el observador profundo, Ilegamos a uno de 10s hechos mis originales de Occidente, como es la eYoluci6n
Una reforma indispensable de la
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polifonia, cuyas rakes se desenvuelven en un admirable paralelismo con el espiritu de las nuevas nacionalidades. La polifonia, llena de resabios gricgos y latinos y a la vez profundamente mistica y origina1 como la escoIbtica, preocupa a 10s fil6sofos g6ticos e n las nacientes universidades, hasta el punto que, entre las censuras que se dirigen a1 nuevo espiritu que empieza a dejarse sentir desde el siglo XIV, se seiiala la mcsica del llamado “ars nova” tolllo una de las contarninaciones funestas de 10s que desconocen el valor de las tradiciones. No hay sino que hojear “El ocas0 de la Edad w e dia” de Huizinga, para ver hasta d6nde un Guillaume de Machault, vive en permanente consorcio con 10s artistas de su +oca sin distinci6n y para cone cer en CI a1 creador simultineo de la poesia y de la mhsica francesas. Ahora, si se d i una mirada panorimica de las dpocas posteriores, mejor conocidas e n general, tienen nuestros educadores que reconocer la laguna que crean frentc a la verdad, cuando juzgan la Reforma y e! movimiento renacentista total, sin hacer Farticipe en 61 un arte como la mhsica, que 10s humanistas creen todavia poco cerca de sus hermanas, cuya fusi6n completa, conforme a1 ideal griego constituye una de las preocupaciones centrales dk 1- universitarios alemanes, de 10s poetas de “la pleiade” francesa y de las t< accademie” italianas: Bien elocuentemente hablan de la cooperaci6n entre artistas que se situaban en un rol paralelo, 10s experimentos expresivistas del Tasso con el Principe de Venosa, el $ran madrigalista italiano, verdadero G6ngora precursor de la 6pera; el ceniculo de Ronsard con 10s mfisicos hugonotes, la figura de Salinas en Salamanca e n donde deslumbra a Fray Luis de Le6n; Martin Opitz trabajando para Heinrich Schiitz, e n Alemania; 10s colaboradores musicales de b s dramaturgos espaiioles y 10s de Shakespeare. ’ Mientras nuestros educandos ignoren las verdaderas caracteristicas del barroco y del rococ6 en codas las arcles, mientras n o cmozcan las proyecciones generales del romanticismo, movimiento que sin las f i p r a s de Berlioz, Schumann, Chopin, Liszt y sobre todo de Wagner, n o tiene sentido sino muy fraccionario, n o pueden figurar como candidatos a una verdadera vida universitaria, tal como tsta es entendida e n 10s paises dk verdadera cultura. Los programas de educaci6n secundaria, todavia, a1 mantener la situaci6n desmedrada de la cultura artistica, a1 considerarla en cuantb “ramo tkcnico”, cosa agregada, postiza y segundona, marchan e n pugna con el estado de nuestra vida intelectual, que viene desde hace b u m tiempo incprporando 10s estudios artisticos a la educaci6n superior y ckando, a su respecto un concept0 alejado de aquella diversi6n social que era la mbsica, de aquel ostentador afin d e colgar e n las paredes escenas truculentas que era la pintura. Si la Universidad de Chile tiene una Facultad para la^ cuestioncs de Bellas Artes, hay perfecto derecho de exigir otro criterio que el que i m p r 6 en 10s programas que a esta hora se revisan.
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que en la educaci6n del niiio se procure des& un comienzo asentar sus visuales e n lo que ataiie a la cultura y esto sin que el arado vaya surcando el campo a1 azar; n o deben dejarse manchas sin cruzar, porque el terreno es uno y el educador n o sabe c d e s son las antenas pur donde el hombre futuro ha de recibir la verdadera conciencia de su personalidad. Si nuestra patria ha solido flaquear, es ante todo pQr un prpblema de cultura que existe sin cesar en este medio de occideiitales desarraigados, e n este medio en el que tan a menudo se hace tabla rasa de 10s valores espirituales y en donde tanto cuesta cimentar cualquier empresa que n o tenga una finalidad egoista y utilitaria. Si el problema cultural fuese utro, de cierto que tambiCn serian otras nuestras preocupaciones phblicas, nuestras reacciones politicas. Este hombre que p o s e el verdaderp sentido de su civilizaci6n, es el ciudadano cuya formaci6n debe encarar de una vcz nuestra educaci6n media.
Es menester
don iose miauel besoain
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Jdio 18 de 1853 10 de Agosto de 1933
LOSf i b s inclementes de! invierno han abierto una brecha dolorosisima en el campo musical 1Icvindole una de las figuras mHs veneradas, uno de 10s hocmbres a cuyo altruism0 y esfuerzo inteligente se deben en parte muy considerable las condiciones actuales de nuestra vida artistica. Don Jo& Miguel Besoain, a pesar de su ledad, seguia animando con bondadosa comprensi6n todas las manifestacioncs musicales a !as que concurri6, puede decirse, hasta el dia mismo de su muerte. Los conciertos, que dl vi6 nacer e n nuestro medio, nu s610 eran la ucasi6n d e oir obras que le apasionaban y le recordaban sus aiios de lucha, sinla que constimian la confirrnaci6n d e una esperanza fundada, que abrig6 hace medio siglo cuando, gracias a su tes6n, se organizarun las primeras veladas serias de nuestra vida artistica. No hace mucho tiempo que le vimgs con verdadero regocijo felicitarse de haber podido asistir a un estado culturzl que previ6 y cuya realizabilidad sostuvo, en contra de todos 10s que creian que trabajar por la mG3ira e n Chile era ilusi6n piadosa de gentes faltas de contact0 con la realidad. No es el momento de trazar en detalle toda la beneficiosa actividad de este hombre. actividad sobre la que volveremos pronto en un estudio-prolijo
Don Jose‘ Miguel Besoaiiz
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que ha de ser utilisimo para 10s que desean conocer lo que fuk la afici6n musical chilena antes del gran impulso contemporineo; es decir, conocer las raices que lo hicieron posible en el pais; s610 queremos asociar nuestru pesar a1 de todos 10s ImGsicos chiknos y hacer notar el ejemplo que a t e luchador infatigable nos deja tras de si. Don Josi Miguel, como tudos le l!amaban, era el sobreviviente mis ilustre de la primera generacibn, que en un medio ambiente poco propicio, sostuvu que la cultura musical era parte integrante de la educacibn y su casa, situada e n el mismo edificio de la Universidad de Chile, de la cual fu4 ProRector durante muchos aiios, constituy6 el primer eslab6n oficial entre la mGsica y una enseiianza que miraba las artes y la mGsica e n especial, como banalidades impropias de un intelectual respetable. Las sociedades de conciertu que don Josi Miguel fund6 e n 1878 y en 1887 se continuaron e n las audiciones peri6dicas que i l ofrecia e n su verdadero % a h ’ ’ musical. por el cual desfilaron todos 10s mcjores ejecutantes y en donde se oyeron las’ primicias de l a producci6n que se seiialaba como moderna y que preocupaba a la critica. E n esta doble actitud del propagandista cultural y del hombre abierto a tudos 10s horizontes, se resulme su actuaci6n artistica. Trabaj6 personalmente mientrau le f u i posible, anim6 a 10s que luchaban (y est0 e n forma generosisima) ,desde que la salud no le pamiti6 ubrar kl mismo y en cuanto a su comprensibn, dos dias antes de 5u fallecimiento le oimos quejarse d e n o estar en situaci6n de penetrar 10s puntos de vista del arte actual; y -to, agrcgaba 61, debido a sus dolencias, p o q u e , espiritual~mente,10s aiios n o tuvieron accibn sobre su entusiasmp ni sobre su inteligencia. La bondad fuk su lema y la bondad la pus0 a1 servicio &l arte tanto para Iuchar por kl comp para propagar todo lo que sentia sincero, aunque n o concordara con ws yreferencias. Nuestru arte musical tendri siempre en la figura de D-m Josk MigueI Besoah, reunidas las encarnaciones del ap6stoI y del hombre que sup0 ver a tiempo la generusa posibilidad de nuestro
medio.
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apuntes sobre nuestro folklore musical por CMLOS ISAMITT.
(Continrtacidn) I
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Indagando la procedencia de estos cantos infantiles, podremos encontrar que algunos, 10s antiguos, han atravesado generaciones, enseiiados de padres a hijos, de abuelos a nietos; que otros han sido aprendidos en pue blos distantes y quc algunos otros, 10s mis modernns, s o n de creaci6n propia del cantante. Muchas veces la respuesta seguiri sin ninguna vacilaci6n a nuestra pregunta, nos dirin: jKuifi, mai!” (antiguo, pues) , o Y jinche meten, mai!” (mio n o m&s,pues) y tambikn algunas veces nos d i r h , como una anciana de Kayulfi, despugs de haberme cantado un hermoso “purun iil”: “jKishum piukeman” (solo es de mi corazbn) . Los araucanos distinguen inmediatamenre 10s cantos antiguos de 10s modernos, tanto e n la letra como en la mfisica; per0 es muy aventurado, e n ia actualidad seiialar diferenciaciones precisas entre estas dos especies, ya que 10s antiguos no han permanecido, ni llegado a nosotros sino a travks de ia tradicicin oral, recibiendo las traiisformaciones de 10s impulsos de cada nuevo poseedor. Es posible, sin embargo, intentar el esclarecimiento de algunas de las diferencias que permiten a Eos araucanos hacer la distinci6n; pero tal vez sea mejor i n t e n t d o &s adelante. E n la misma serie de monodias para voces solas del grupo A de nuestra clasificaci6n (Aulos N” 3 ) , podemos incluir, a d d s de estos cantos para niiios, otras canciones de las mujeres araucanas: 10s cantos propios de las solteras, 10s que pertenecen a las casadas, 10s que entonan las mujeres, que han quedado solas por la ida del marido o del ainado a otra tierra y 10s que indistintamente cantan solteras o casadas en algunas ceremonias o durante algunos trabajos propios de la vida cotidiana. Los primeros comprenden: a) “Kauchu UP’, b) “ul”. LOSsegundos: c) “Manperkan GI”, d) “iil”. - Los Gltimos: e ) “Llamekan”, f ) “Amul yulliisa”. Los “Kauchu ul” (canto de soltera) son, como su nombre lo indica, canciones propias de las j6venes mapuches; todas ellas, que por lo general poseen una curiosi coqueteria, delicada y contenida, saben cantar de esta especie. Los cantan entre ellas mismas, entre sus arnigas, en reuniones famiIiares, cuando andan solas por 10s campos y el ser desahoga lo mis intimo de sus rumores vitals. Estm “Kauchu Ul” son el reclamo a la voz de la natura-
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i dpuntes sobrelnuestro folklore musicat
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ieza, insinuando el florecilmiento del amor. Tienen la gracia de una confesi6n emocionada e instintiva, con todo lo contradictorio de ingenua audacia y de recato timido, de palpitaci6n jubilosa y de contenida tristeza. U n a incursi6n a travks d e la letra de algunas de estas canciones puede Ilevarnos a 1? apreciaci6n de este fluir de sentimientos. E n la letra de;un “Kauchu ul”, recogido en Mamidache, la joven canta a otra amiga soltera: “Kauchu piiiei ka kauchu em anai jmari, chumun ngiirkefui cheita kauchu iien chue ta amuayu kintu wiilngeiyu I
redunguiien meu lelio wulngeiyu iiafia yem, iiaiia! jnemaiieita kauchu iien! jnemaiieita kauchu iien! jiiaiia, redunguiien, iiaiia yem
(soltera me dicen y solterita querida) (icuanto es set sdtera!) (donde vamos las dos somos miradas) (solamente hablan de nosotras cuando nos ven juntas) (amiguita querida, amiga) (es triste. estar soltera) (es triste estar soltera) (amiga, solamente hablan de nosotras, amiga querida)
En un bellKimo “kauchu ul” recogido e n Trome, al Sur de Toltin, la explosi6n sentimental de la j w e n mapuche se dirige a un amigo real o solamente ansiado. De la contemplacih de las yerbas humildes de su tierra, como un vaho primaveral, levanta su exaltaci6n afectiva, quiere florecer como florecen ellas con el sol junto a1 elegido de su coraz6n y pide ‘que haya sol, que haya mucho sol para ir por un camino nuevo, que 61 quiera elegir: iTraf kiiien, traf kiiien n’ai amuayu, trafkiiien, amuayu wetipantu nga, wetipantu rayu kachu, rayiile kachu rayuayu, trafkin iTrafkiiien, jchem repu amuayu? jTrafkiiien, mele pe antu! iTrafkiiien, mele pe antu! iTrafkiiien, amuayu, trafkiiien! jamuayu, amuayu!
(amigo querido, amiguito querido) (vamos 10s dos, amado, vamos 10% d~ s ) (aiio nuevo es, aiio nuevo) (florecen 10s pastos, cuando florezcan pastos) (floreceremos 10s dus) (amado, jquk camino seguiremos?) (amigo lquerido, que haya sol?) (amigo querido, que haya sol!) (amado vamos 10s dos, amad3) (vamos 10s dos, vamm 10s dos, vamos 10s dos)
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Ados
N ~ ~ s t idiom2 ro no posee una expresi6n que pueda reemplazar exacts. mente la slgnifkaclhn que IOS araucanos dan a la palabra “trafkifien”. Guan. d o dos personas cambian alguna cosa entre ellas, a1 acto lo llaman “trafkintun” y 10s que lo han realizado “trafkifien”. Cuandn agregan a esta palabra la par’ticula “en’, V cambian su “n” final e n “fi” forman la nueva expresi6n “trafkifien”, que envuelve una idea de ternura y afecci6n reciproca, superior a la de amiguito querido o arnado, que ha debido emplearse e n la traducci6n. Puede natirse en la letra de este hermoso “Kauchu iil” una expresi6n pcdtica que parece muy del agrado de 10s araucanos. Las mujeres se comparan con las fIores de sus campos y anhelan florecer como ellas. Esta figura s d e encontrarsc a menudo en cantos de otra especie y a h de puebIos distantes. A muy temprana edad las nifias lmapuches comienzan a aprender sus cantos y revelan excelente memoria musica!, afinaci6n y sentido ritmico. Volviendo de una excursi6n por 10s bosques que orillan el rio Quepe, un dia fui sorp*endido FIX el curioso conjunto de dos voces: a veces entonaban cantcs diversos, simultineamente y otras la misma canci6n. Tratando de situar la direcci6n de d6nde venian las voces y acercarme a ellas, tratC de salir de todo el enmaraGizmiento verdoso que me rodeaba. La ‘voz cpmo la luz ,misrna, adquiere un extraiio aceento al penetrar en la oquedad que queda entre 10s trmcos de Iss grandes irbules y 10s techos tupidos del ramaje. El sentido humano aparece rnis profundo y complejo c a p t h d o l o a ciqrta distancia, corn0 de una nueva perspectiva y desde un silencio de penumbra boscosa. e? Antes de salir del bosque, por entre unos rojos troncos de temus”, divisC en medio del campo, m lejos de un cercado de largos palos que blanqueaban a1 sol, con la apariencia de esos grandes huesos de restm de anima!es desaparecidos, que s t d e n verse en 10s museos, dos cintas carminosas travescando sobre la mancha de dos cabecitas de trenzas negras. Los copihues que cantnban su viclencia de carmin entre el ramaje del bosque, andaban tambikn manificstos en las cintas de squellos dos seres inundados de sol, que recogian leiia cantando. No pude ser importuno, quedk por alli ocultado por Ics troncos de c t temus”; anotC las melodias de 10s cantos. Los manojos de g p a l ~secos s fueron acercados a Ias caderas y las recogedoras comenzaron a andar por entre !a yerbz. Pronto se detuvieron, dejaron sus cargas y las canciones volvieron a escaparse de s~ bocas. Entonces me dirigi hacia ellas, al divisarme callaron. Eraa dos niiias mapuches, entre ambas n o sumaban dieciocho afios. Dije en su lengua que lo que hacian era muy hermoso, pedi qm cantaran otra vez 10s mismos cantos, se miraron y perrnanecieron mirindose, despub de habcr lkvado una de sus manos cerca de la boca. Comenck a repetir la entonaci6n de una de las cancipnes, sus ojos brillaron mis que el carmin de las cintas de sus trenzas con el sol. La A s pequefia ( 7 a 8 ahos) , ’
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Apuntes sobre rzuestro folklore musicat
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entonces comenz6 a cantar como lo habia hecho antes. Mientras ella lo hacia anor; las palabras de la cancibn. La hice repetir varias veces y ya sin n i n g h remor, e112 y la otra compaiiera entonaron e n alta voz sus canciones. A1 preguntaries quien ,lcs habia enseiiado estos “kauchu iil”, me dijeron: “jinei ramd’ ! (nadie) , “allkuntukelelu moten, mai” (snlamente escuchando, pues) . Acariciindolas me despedi de ellas y me alejh. No me habia separado rnucho a h , cuando d e nuevo comemaron a c a t a r a toda voz. Miri atris, iban en camino de sus “rukas”. Los copihues andaban ‘manifiestose n el brillo sanguinplento d e las cintas enloquecidas de sus trenzas, n o menos que en las ardientes palabras de sus canciones. La alegria del sol se hacia ardor verde e n 10s pastos y gracia de impulso vital e n las voces de 1% dos niiiitas que caminaban, pero todo est0 siemprea circundado por manchas obscuras de bosques y d e montaiias azulejas. El “kauchu UP’ de la pequeiia Rosa, humanizaba el campo: “Trafkin anai, trafkin anai “Manuelito”, anai em! iKatriituayu nga! j katrii duam kenueli ‘anai! iManuelito, anai! ,jamutuayu mai! jtrafkin, trafkin, anai em, trafkin!
(amigo querido, amigo querido) (Manuelito, amado querido) (voy a saltar a ti) (amado, no me dejes con mi pensamientp inquieto) (Manuelito querido) (volvamos pues) (;Oh amigo, amigo querido, ami-
P I jkidutuayu ikidutuayu jManuelito ;Manuelit0
repu! repii! anai em! anai em! I
(solos 10s dos por el senderp) (solos 10s dos por el senderp) (iOh Manuelito amado) (iOh Manuelito amado)
10s,principaIes madrigalistas ingleses por
ENRIQUE LOPEZ LAWRENCE.
William Byrd, considerado como el fundador de la escuela madrigalista inglesa, nacib en el 1543. No se conoce con certeza el lugar de su nacimiento Ai a su familia; el primer .hecho conocido .de su vida es su designa, ci6n como organista de la Catedral de Lincoln e n 1563, a la temprana d a d
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de 20 aiios. De aqui se presume que nacib e n Lincolnshire. Su apellido n o era escaso e n las vecindades de Lincoln y el examen de su testamento hace suponer que pertenecia a una familia radicada e n Epworth, pues 10s nombres de pila de 13s miembros de esa familia corresponden muy de cerca a 10s de 10s hijos del compositor. Desgraciadamente, 10s registros bautismales de Epworth de aquella fecha e n parte son ilegibles y 10s del aiio 1543 faltan totalmente. Despuks de haber permanecido ppcos aiios e n la Catedral de Lincoln, Byrd renuncii, a su puesto por haber sido elegido “Caballero de la Capilla Real” e n 1569, y luego se radic6 en Harlington, a medio camino entre Lpndres y Windsor. A fines del siglo, Byrd dej6 Harlington y fij6 su residencia e n el campo, en Stondon Place, cerca de Ongar en Essex, donde muri6 el aiio 1623. La mayor parte de la producci6n musical de Byrd corresponde a mGsica religiosa, entre la que se encuentran sus mejores obras. Pueden citarse c m o ejemplo de perfecci6n polif6nica sus tres Misas, especialmente la para 5 voces. La primera edici6n que contiene obras profanas de este autor apareci6 en 1588 y, como ya se ha dicho, dste fuk el primer volumen que contenia madrigales. El titulo completo de este volumen era “Psalmes, Sonets and Songs of Sadnes and pietie, made into Musicke of five parts.” Entre las obras de este v o l u m n se destacan, e n primer Iugar, “Though Amaryllis dance in green”, considerado como el lnejor madrigal que se conoce de Byrd, “Sussana fair”, una exquisita ‘CCanci6n de Cuna” y la cancibn ‘Come to me, grief, for ever”, escrita e n estilo patktico. Su segunda colecci6n de obras se publici, al aiio siguiente, bajo el titulo de “Songs of sundrie natures, some of gravitie, and others of myrth, fit for all companies and voyces”. Se destacan, entre ellas, “The nightingale, sopleasant and so gay”, escrita para 3 voces, “Wilst that the sun wirh his b e a m s hot”, para 4 voces, y “PeneJope that longed for the sight”, para 5 voces, tal vez el mejor madrigal de esta serie. Mu); pocas obras m6s de esta colecci6n pueden considerarse de a l g h mCrito y, e n general, n o est5 a la altura de las mejores obras de Byrd. Es posible que haya ocupado su mejor material en la colecci6n del 1588 y que deb;doca su popularidad se vi6 obligado a publicar una segunda colecci6n, antes de 10 que hubiera deseado, y que por esta raz6n haya echado mano de obras de sus primeros tiempos, las que de otra manera nunca habrian sida dadas a la publicidad. 22 afios despuds, kn el 1611, y a la edad de 68 aiios, Byrd edit6 su tercer0 y Gltimo wolumn de obras de esta indole, y mientras en el 1589 61 era el Gnico expoaente de la escuela madrigalista inglesa, en el 1611, 10s que le siguieron, habian publicado ya casi la totalidad de sus obras.
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Los principates madrigalistas ingteses
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La evolucibn que se nota en las producciones d e Weelkes y Wilbye n o parece haber ejercido influencia alguna en Byrd durante este largo periodo; per0 se p e d e encontrar, si, algo de Morley, como por ejemplo en “Awake, mine eyes” y “Come, jolly swains”. De esta colleccibn pueden citarse, como 10s mejores, ‘Come, woeful Orpeus”, “Retire, my soul”, “Crowned with flowers” y “Wedded to Will iss Witless”. Antes d e terminar esta breve reseiia de la obra de Byrd como madrigalista, debe hacerse una pequeiia referencia a algunas caracteristicas de su tkcnica. En su “Epistola a1 Lector”, en la coleccibn publicada en 1588, advierte a 10s criticos que encontrarin ciertos efectos arm6nicos “chocantes o .disonantes” y les ruega ‘ h o atribuir estas disonancias a errores de impresi6n”. La m i s notable de estas “diwnancias” la constituye el empleo simultine0 de tercera mayor y menor; per0 Byrd raras veces hacia us0 de ellas en forma tan dura c o m e se encuentra en las obras de Weelkes. La introducci6n .de estas disonancias n o puede, en n i n g h cam, atiibuirse a Byrd, pues se encuentran algun,os ejemplos de ellas e n la m h i c a de Thomas Mhythorne (1571). La expiicacibn de estas disonancias se puede encontrar ubservando las voces horizontalmente en lugar de analizar 10s acordes verticalmente. Byrd fuk, probablemente, el primer cornprositor que empleb la tercera menor sirnukineamenre con la cuarta mantenida para resolver a la tercera mayor. La influencia de Byrd a este respecto puede verse en las obras de muchos d e 10s madrigalistas, a n i s particularmente e n las de Kirbye y Weel. kes, y e n menor escala en Wilbye, Gibbons y Tomkins. Otra forma armbnica caracteristica de Byrd era el us0 de la Gptima dominante corn0 una especie de nota d e paso e n una cadencia. Podrian citarse a h otras caracteristicas especiales del estilo de este compositor para demostrar que, en n i n g h caso, puede considerirsele c m o atado a las reglas convencionales que regian la composici6n musical en aquella kpoca. Per0 es miis interesanre a h detenerse a observar c6mo el genio de Byrd lp llev6 a perseguir con ansias 10s &s nuevm mktodos de expresibn con el mejor y mis efectivo espiritu de prolgreso. Atin cuando Byrd f u i el verdadero fundador de la Escuela Madrigaiista Inglesa, su gran discipulo Thomas Morley, f u i , indudablemente, el conductor y m i s grande figura d e ella Naci6 e n 1558 y se gradu6 e n miisica e n Oxford el 1588, e n cuya fecha era organista de St. Giles Cripplegate. Poco m i s tarde, f u i organista efi la mCatedra1 de San Pablo y e n 1592 f& designado para la Capilla Real. E n 10s Gltimos aiios de su vida, vivi6 e n una casa e n Little St. Helen’s en la parroquia de St. Helen’s, Bishopsgate, donde muri6 en el aiio 1603.
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U n epispdio muy curioso en la vida de Morley ha sido revelado pot una carta escrita desde Flandes (por un tal Paget, un intrlgante cat6licoromano, de la cuat se desprende que Morley estuvo ocupado un tiempo como agente politico, y que en el desempeiio de esta ocupaci6n estuvo e n trance de perder la vida. La carta de Paget dice: “Un organista llamado Molrley estuvo en mi casa; parecia 3er un buen catblico, per0 sospechando de su conducta intercept6 las cartas que Mr. Npwell le escribia, por las cuaks me impuse d e lo suficiente como para haberlo hecho colgar. Sin embargo, habiendo mostrado con ligrimas en 10s ojos tan gran arrepentimiento, y pedido de rodillas que lo lperdonara, me content6 con dejarlo marchar”. Es ficil apreciar la pkrdida que hubiera sufrido la mfisica inglesa si Paget hubiera procedido de a r p modo, p w s la aventura podria haberle costado a Morley la vida, antes d e haber publicado uno solo de sus madrigales. La primera obra de Morley titulada Yanzonets or Little Short Songs to Three Voyces”, f u i publicada en 1593, y su estilo brillante ofrecia un gran contraste con la severidad de las obras de Byrd. Entre las composiciones de caricter alegre de este primer libro de Morley se mencionan c m o las mejores “Good morrow, fair ladies of the May”, “Whither away so fast?’’ y “Arise, get up‘, &y dear”. Esta G l t i n - ~ , cspecialmente, trata un tema a1 que siempre recurria Morley. Representa la celebraci6n de una bQda y empieza describiendo el festin; sigue d e s p u k la c e r m o n i a del enlace y termina con. una danza en honor del dia de boda de la bella ‘Daphne. En el estilo serio, se cita de a t e libro “DO you not know how Love first lost his seeing?”, cuyo final particularmente hermoso y lleno de pasi6n. - a El segundo volumen de obras de Morley se public6 el 1594 y llevaba el titulp de “First Booke of Madrigalls to Foure Voyces”. Nuevamente, en esta ocasibn, el autor se limita casi exclusivamente a tratar temas $rillantes. El libro empieza con “April is in my mistress face”, ejemplo perfecto del madrigal d e caricter ligero. M b adelante se encuentra “In dew of roses”, que termina con un pasaje e n ritmo complejo que sugiere la m e d m a perspectiva del alma del amante perpetuamente rondando a la dama que cruelmente lo ha rechazado. Entre las d e m k obras de este v o l m e n se mencionan “Besides a fountain”, “Came, h e r s , follow me”, “Hark! jolly shepherds” y “Ho! who comes here”, considerada como la mejor obra de Morley . E n su tercer volumen, publicado en 1595, Morley trat6 un nuevo estilo, pues casi todas las obras que ci>ntiene son Ballets. Esta forma de composicibn f u i tornada de 10s italianos y Mwrley declara haber tomado a Gastoldi como madelo. \
LQSprincipales madtigalistns ingleses
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La popularidad de que gozi, este estilo entre 10s cantantes se debi6 tanto a su ritmo firme y bien definido como a su caricter brillante. Algunas de las obras de Morley de este estilo, especialmente popular, son “Now is the month of maying”, “My bonny lass she smileth” y “Fire! fire!”. Pero la mejor, aunque menos conacida, es “About the maypole new”. Las dtimas cuatro obras de este volumen estin escritas e n un estilo m a d r i g a h a pur0 y se destaca de entre ellas “Leave, alas, this tormenting”. En 1595 Morley public6 tambikn su “First booke of Canzonets to T w o Voyces”, que comprende 12 canzonetas y 9 fantasias instrumentales. Estas canzonetas m n pequeiias composiciones muy notables y ixnicas entre Ias obras de 10s madriplistas ingleses; es&n escritas can qran arte y extraordinarios efectos arm6nicos, mientras que el fraseo y la belleza mel6dica son casi perfectas. Las m i s sobresalientes son “Sweet nymph, come tp thy lover”, Y go before my darling” y “Miraculous Low’s wounding”; esta filtima se menciona n o s6lo px su belleza sino que por la forma en que est5 ebcrita, insinuando yn lo que. m i c tarde se conoci6 como forma ternaria. Es el primer ejemplo e n 10s madrigales ingleses de un experiment0 de esta naturaleza y fuk seguido poco despuks pot Wee!kes, Wilbye y- otros. Las “Canzonets or Little Short Airs to five and six Voyces” que se ptiblicaror en 1597, cortienen algunas de las mejores obras de Morfey. Aaui el autor da muestras de su preferencia por 10s temas ahgres; except0 dos: “Hark! Alleluia checrly with angels now he singeth”, elegia a la muerte de Henry Noel, cortesano de la Reina Isabel, y “0 grief even on the bud”. Aparte de 10s volixmenes de composiciones origina!es. Morley edit6 tambikn tres colccciones de madrigales, la mis importante de las cuales la Earn6 “The Triumphs of Oriana” y se public6 en 1601. ,. , Casi todos 10s principales nkdrigalistas ingleses de esa fecha contribuveron cpn una obra para esta colecci6n en honor de la Reina Isabel y Morley mismo escribi6 dos mzdrigales para el “Triumphs”. Naturalmente, cida contribuyente hizo un esfuerzo especial e n esta acasi6n y, por lo tanto, la colecci6n es extremadamente bella. Pero cabe preguntarse si 10s historiadores musicales no habrin tratado de exagerar el valor del “Triumphs” a expensas de muchas otras obras de loci mismos autores y si la atenci6n con que se ha considerado siernpre esta colecci6n no ha conducido en cierto modo a un ma! concept0 respecto del madrigal como lo entendieron, por ejemplo, IVilbyc, Wedkes. Orlando Gibbons y ptros. A d m i s de este farnos6 volumen, Morley edit6 dos colecciones de obras de compositores italianos, con letra en inglis. La primera de kstas fuk un volwnen de canzonetas para cuatro voces, publicado en 1597; la otra consistia en madrigales a cinco voces y apareci6 a1 aiio siguiente.
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Aulos
En total, Morley public6 9 v o l h e n e s de unGsica para canto, con cerca de 200 obras, en nn perlodo de 7 aiios; 6 de estos volhnenes contenian exclusivamente sus propias composiciones. Aim cuando Morley falleci6 relativamente j w e n , vivi6 lo suficiente para ver el Cxito d e la escuela por la que Cl tanto hizo para formar y de la cual fuC el alma. Su c a r h e r alegre, n o afectado por la vida de arduo trabajo que llev6, se refleja claramente en su mGsica y concord6 con 10s grandes mGsicols de su escuela para dar colorido y valor a la letra que aiiade una distinci6n tan especial a sus obras. En 1596 n o se public6 ninguna obra madrigalista de importancia; per0 en 1597 y 10s cuatro aiios siguientes representan el period0 m&srico de la historia de la escuela inlglesa. En 1597 Thomas Weelkes public6 s.u primer volumen; Byrd, MorIey v John Mundy eran 10s Gnicos que hasta la fecha habian publicado obras de esta naturaleza y todos ellos eran hornbres de edad mmadiira y de capacidad probada. No debe sorprender. entonces, que Weelkes haya d e m o s t r d o cierta deficiencia, e n relaci6n a sus obras de mis tarde, a1 nventurarse en este campo. La fecha v lugar del nacimiento de Weelkes se desconocen, aGn cuando hay antecedentes para c r e r que naci6 el 1.575 o 1576 en Hamwshire. Lo primer0 que se sake de kl es saue fiik organista del Winchester Colleqe en 10s d t i m o s &os del s ~ d oXVJ. Se uradu6 en rncsica en Oxford el 1602, fecha en que dej6 d Winchester College y pas6 a la Chichester Cathedral, donde conserv6 e! P L K S ~ Ode ormnista hasta su muerte. Esta ocurri6 en Londres el 30 de N o v i m b r e de 1623, en ocasi6n que visitaba a un a r n i * p . F u i sepultado en St. Bride’s: Fleet Street y e s curioso que. aunque este hecho era desoonocido para John Immyns a1 fundar la London Madrigal Society en 174 1, la primera reuni6n de la SAciedad se celcbr6 e n “Twelve Bells” en Bride Lane. casi sobre 10s restos de Thomas Weelkes. Weelkes tenia tal vez 21 0 22 aiios cuando public6 su primer volumen “Madrigals to 3. 4. 5. and 6. voyces”. La precocidad de Weelkes fu6 mis que justificada por el resultado que obtuvo, pues casi todos 10s madrigales de este volumen son cbras de primera clase. El m6s notable es “Cease, SOtrows, now”, que es probablemente el mejor madrigal inglCs a 3 voces que existe. Aparte de este sobresale e n este vdumen “Ay me! my wonted jovs”, “Three virgins nymphs”. “Our country swains”, “Lo! country sports” Y “Those spots upon my lady’s face”. Alentado por este temprano Cxito, Wedkes public6 un segundtr, volumen en 1598, titulado “Ballets and Madrigals to five voyces”. Contiene 17 ballets y 6 madrigzles v termina con una Elegia para seis voces, a la muerte de Lord Borough. Las mejnres obras de Weelkes se encuentran entre sus magnificos madrigales a 5 y 6 voces publicados e n 1600 y que seguramente fueron
Los princlpales madrigalistas ingleses
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compuestos mientras era organista en el Winchester College. Entre kstos se menciona “0Care, thou wilt despatch me” considerado como uno de 10s. m6s btllos madrigales que existen. Los primeros compases estin tratados con amnonias c r o d t i c a s que deben haber asombrado a 10s mGsicos contemporinem y tal vez tamb”!en a aquellos mGsicos modernos que creian que 10s madrigales de la ipoca Tudor estaban hechos enteramente mbre el contrapunto acadkmico. Este madrigal ocupa un lugar preponderante entre las m5s notables composiciones de esa kpoca, tanto por su pura belleza, como por su construcci6n y la riqueza imaginativa desarrollada por e1 autor. De entre 10s otros madrigales se destacan: T h u l e , the period of Cosmography” “Lady, the birds right fairly’’ “Like two proud armies” “Mars in a fury” “When Thoralis delights to walk” “Methinks I hear Amphion’s warbling strings” y “Take here my heart”. Despuis del 1600 Weelkes n o public6 ningGn otro trabajo de mirito en el campo del madrigal. En el 1608 aparecib su Gltimo volumen titulado “Averes or Phanta5ticke Snirites for three voices”. Consktia, casi enteramente. en peaueiios trozos ligeros y muchos de caricter satirico, como por ejemplo, “The Ape, the Monkey and Baboon”, con el que pretendia satirizar a ciertos habitub de la famoqa Taberna de la Sirena. Para el Triumphs of Oriana, Weelkes contribuy6 con su madrigal “As vestas was from Latnus hill descending”, probablemente su obra mis -nocida y popular. En suma, Weelkes debe ser considerado como uno de 10s mis grandes, si no el ,mis grande, de 10s madrigalistas ingleses, con la sola excepci6n de Wilbye. Este. sin’ duda, escribi6 en un estilo miis elevado, con mis de1icadeza.y un smtido mis grofundo de belleza que Weelkes; pero, por otra parte, Weelkes es acreedor a un reconcximiento especial debido a su originalidad. pues fui algo mis que un innovador, en cuanto a composici6n musical. Hasta una fecha muy reciente, la historia personal de John Wilbye se .mantuvo ignorada y s610 el descubrim,ento de su testamento hizo posible ‘la reconstruccibn de la historia de su vida. Naci6 en Diss, Norfolk, a principios del afio 1574. Era el tercer hijo de Matthew Wilbye, gran amante de la mGsica. A pocas millas de Diss encontraba Brome Hall, residencia de Sir Thomas C&rnwallis, y parece , que la habilidad musical de John Wilbye atrajo la atenci6n de la familia Cornwallis. U n a de las hijas de Cornwallis, era casada con Sir Thomas Kytson de Hengrave Hall y las circunstancias llevaron a Wilbye en el 1593 a descmperiar el Dficio de mfisico de 10s Kytson. Por espacio de 30 aiios vivi6 a1 servicio de csta familia.
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Despuk de la muerte de Sir Thomas, Lady Kytson concedi6 en arriendo a Wilbye una de sus haciendas, ccmsiderada como la mejvr del distrito y, naturalmente, esta negociaci6n se hizo e n condicilones excepcionalimente favorables para Wilbye e n reconocimiento por sus valiosos servicios. . A la muerte de Lady Kytson, Wilbye se fu; a casa de Lady Rivers ien Colchester. Lady Rivers era la hija menor de Sir Thomas Kytson y parece haber sido la protectora de Wilbye durante toda su vi&. Wilbye vivi6 q u i sus dtimos 12 afios y muri6 a fines del verano de 1638. Public6 dos voliumenes de niadrigales, uno e n 1598 y el otro en 1609. Contienen e n total 64 obras a Ias que debe agregarse su contribuci6n para el Triumphs of Oriana. Miradas e n conjunto, todas dlas son igualmente buenas; pero hay algunas que individualmente resisten la comparaci6n con cualquiera otra. Tenia predilecci6n por !a letra triste y sombria, aunque escribia e n todos 1,os estilos y sobresaIi6 e n ellos. Sin embargo, e5 e n el tip de madrigal serico Y emotivo donde se coloca en posici6t.. destacada, n o igualada a h por WetIkes e n sus mejores obras. ‘ Wilbye es d s conocido e n su estilo alegre y tal vez ‘?3tVoet honey sucking bees” y “Flora gave me fairest flowers”, son 10s que m& se ejecutan y que son, a1 lmismo tiempo, 10s meiores e n este estilo. Cornparten esta popularidad “The Lady Oriana” de! Triumphs, “Lady when 4 behold”, . “Stay, Corydon” y “Adieu, sweet Amaryllis”. E n el estilo serio, e n el cud m L slolbresa!G Wilb‘ye, se seeiialan “Oft havC I vowed” y “Of joys and pleasing pains” cofno !os dos mejores. J u ~ to a esnos se mencionan t a m b i h “Unkind. 0 stay thy flying”, “All pleasure is of this condition”, “Ah! cannot sighs?”, “Happy, 0 happy he!, “Alas! wath a wretched life”. Nos referiremos solamente a estos cuatro compositores For constituir ellos las figuras mfs dcstacadas, cuya influencia di6 forma a la Escuela Madrigalista Inglesa. Podria aiin examinarse la obra de Mundy, Kirbye, Farnaby, Cavendish. Gibbons, Ravenscroft, Tomkins y tantos otros que contribuyeron con su valioso aparte a! eagrandecimiento de esta escuela; pero ya nos saldriamos de lo que debe ser una simple crbnica para tntrar a1 terreno de un estudio especializado,
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A praposilo &l canto
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a proposito del canto por CONSUELO
DE GUZMAN.
Nuestro pfiblico, gran admirador de Wagner, acude kntusiasta cada vez que la Orquesta Sinf6nica anuncia un programa de sus obras. Por desgracia, rara vez tiene oportunidad de apreciar estas 6peras completas. Como iIustraci6n a 10s oyentes h a r i un peqdeiio apunte sobre la calidad de las voces e n la' obra wagneriana, con el fin de cooperar a una mejor comprensi6n que ayude a criticar con justeza a 10s intkrpretes d e estas obras. En Chile se time la idea de ,que la mfisica de Wagner requiem un gran volumen de voz. Gran error, causado por el desconocimiento absduto de las obras completas, de las cuales s610 hemos oido algunas dle elIas y en raras oportunidades. No deberemos tomar en cuenta la v,oz a travis de una gran orquesta que, por magnificas condiciones que ella tenga, el solista pasa a ser un instrumento orquestal mis. Esto no sucederia si tuviisemos ocasi6n de apreciar a1 cantante, solo, e n el palco escknico, tal como se presenta e n la 6pera. Si analizamos la obra wagneriana encontraremos, en sus protagonistas, mis voces liricas que d r a h t i c a s : Elisabeth de Tannhauser, Elsa de Lohengrin, Senta de El buque Fantasma, Gutruna de El Crepfisculo de 10s Dioses, Siglinda y seis de las walkirias: Gerhilde, Ortlinde, Waltraute, Helwige, Siegrune y Rossweise, son voces liricas. Tenemos e n d = trozos ~ de est= obras grabados por las &lebres cantantes wagnerianas, EIisabeth Rethbcrg y Maria Jeritza, las dos pertenecen a1 ginero lirico. Exceptuando a Isolda de Tristin, Kuhdry de Parsifal, Brunhilda de Siegfrido, cuyo rol es desempeiiado por soprano dramitica, las d a h intkrpretes son mezzo soprano. Con estas anotaciones queda de manifiesto la abundancia de sopranos liricos que hay en las bbras de Wagner, y resulta 16gico si se estudia a fondo el ca&cter de 10s personajes. Por otra parte seria inconcebible que en las Walkirias cantaran diez sopranos dramiticas; no hay teatro en el mundo que pueda tener un elenco de esa naturaleza. La soprano dramitica (no confundirla con la lirico spinto), (1) es y ha si& siempre una voz muy escasa, especialimente hoy, debido a la escuela ita!iana, abierta, que hace, generalmente, las voces 'psquefias.
(1) Soprano %pinto" er la que calsta todo el repertorio Uric0 y ademb puede can&
algunas 6peras del gCnero dram8tico.
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Aulos
Para cantar la mlisica de Wagner es necesario tener, ademis de una voz bien educada, que permita mantener el c a r h e r interpretativo y me& dico de la obra, resistencia para hacer a veces, durante actos enteros, recitados cantables: musicalidad perfecta, pues n o se puede interpretar una 6pera wagneriana c o a o una d e Puccini o de Verdi, cuyo acompaiiamiento orquestal, mel6dico, facilita el canto del artista. Por esta razhn, generalmente, las obras de Wagner son interpretadas por cantantes alemanes o por artistas de cultura excepcional.
* * * Chile, e n este period0 de gran resurgimiento artktico, cuenta cpn algunos buenos elementos nacionales, formados aqui, y que ya se han destacado vigorosamente, e n 10s cpnjuntos de 6pera; por desgracia hasta’ hoy, son pocos. Deber de 10s que nos ocupamos de la enseiianza del canto, es dar todo nuestro esfuerzo y cooperar a formar artistas nacionales, que ade&s de provocar un legitim0 orgullo, algGn dia puedan librarnos de la invasi6n de elementos extranjerus. El p6blico experimenta cansancio a1 oir, obligadamente, a un mismo artista que viene de fuera del pais. El dinero que cmstantemente se d i para ayudar a1 arte nacional debe ser, exclusivamente, para nuestros artistas. E n las Academias de Canto una numwosa y entusiasta juventud hace verdaderos sacrificios para costear sus estudios; hay artistas e n situaci6n aflictiva, a 10s wales no se les’ha dado ocas& de figurar en el teatro lirico nacional por preferir a 10s fogueados elementos extranjeros. El maestro Carvajal lucha hoy por abrir este amplio campo a1 cantante nacional, y asi como luch6 ayer para formar la Orquesta Sinfhnica, que es iiuestra mis hermosa obra, se esfuerza por conseguir igual kxito en el a r k lirico. Para ello se ha escogido 6peras de Wagner, Mozart, Debussy, autores de dificil interpretacibn, pero necesarias para hacer m i s meritoria la capacidad artistica de 10s indrpretes. E n Chile se va a1 teatro llevando de antemano una mala disposici6n para air a1 debutante nacional. Se le compara con “el fulano” que a1 Ikgar a1 pais traia veinte o m i s aiios de carrera artistica. NatuTalmente que por malo que dste sea, sale airosp cornparado con el que reci& se inicia, pues a h n o conoce 10s mil secretos que tiene un viejo cantante, para imponerse a1 pGblico. Cuandp Ilega un artista del extranjero, precedido de una gran rCclame, sin conocerle, se repite la frase migica: “jes maravilloso!”. Debuta y resulta mediocre, e n la duda, aiin repiten “jes maravilloso!”. ha analizado a este artista? iCanta con buena escuela? Aqui se confunde a1 cantante que p o s e un hermoso timbre de vpz con la buena escuela de canto, que son cosas cornpletamente distintas; hay que saber mucho para apreciar esta diferencia.
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A proposito del canto
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El cantante de herrnosa voz se impope desde el primer momento, per0 esta voz n p dura mucho tiempo. Conocemos casos de artistas, cuya corta carrera ha sido un dxito. El espafiol Fleta y otros nos demuestran que no basta cantar con bella voz, que la escuela es indispensable para conservarla. Existen maestros que dicen: “hay que colocar la vpz en la nariz”, y k h a n porque cada alumno cante con su voz en el sitio defectuoso. Sabido es, que la voz nasal es un defecto que se cprrige e n el sisterna de un buen maestro. Otros maestros dicen: “la voz n o se debe apoyar, debe ser libre”. Estos confunden la voz libre, o sea el sistema del laringdogo francks Bonnier, de Ilevar la voz a la sata, por la voz desimpostada. iQuC harian loc; aiumnos d e tales profesores sin0 pueden impostarla, para corregir 10s defestos de voz engoladz, tr&mula, nasal, rota, abierta, corta? (generalmente n o tienen su registro mmpk-to cuando empiezan sus estudim). Si la voz no se coloca en un punto de apoyo, no se la podria desarrollar, ni amplificar, ni menos graduar. Stdamente podrian cantar las personas que pot naturaleza, tengan la voz sin defectos. U n buen maestro que cdnoce la verdadera tkcnica, &be saber hacer voces, comgir &6eCtos, &P dicPades y aprovechar, Eo menos el sesenta por cientto de 10s alumnos q w entran a su academia. Otros maestros mantienen a1 alumno, durante meses, haciendo e jercicius respiratorios y lo que es peor, se esfuerzan porque el alumno respire diafragmiticamente, es decir, con el estbrnago e n vez de 10s pulmones. Bonnier, en su Iibro “La Voz” comenta mucho este sistema y Io condena diciendo: “Bnjo la presi6n exagerada de la respiracibn diafragmitica, el higado baja, 10s rifiones se separan y flotan, el bazo y el tstbmago & retiran, las ptosis viscerales aparecen con sus inconvenientes; ademis la masa intestinal rechazada, pesa sobre la matriz y sus anexos, 10s inclina, 10s curva, 10s tuerce, trastorna la circulaci6n y favtorece su caida. Los peligros de la respiraci6n diafragmitica hubieran debido llamar la atencibn de 10s profesores que la preconizan. Su .absurda testarudez e n esta via deplorable es incomprensible, mis si se piensa con cuanta rapidez se alteran 10s medios vtocales si se les contraria sistemiticamente y cuando se trastorna el squilit r i o de las funciones viscerales y genitales, tan estrechamente ligadas a1 ejercicio de la voz. Los mktodos de respiiraci6n propagados p r tantos maestros son pkrdida de tiempto para el alumno o i’gnorancia del plan que se debe desarrollar. Si esta teoria fuese posibk, bastaria una buena respiraci6n para cantar.esplkndidamente. d e donde se deduce que, siendo 10s boxeadores, 10s buzos y 10s deportistas en general, 10s que practican mejor la gimnasia respiratoria, dlos serian 10s bptimos cantantes. Para cantar debetnos respirar naturalmente, como lo hacemps en la vida diaria, y s6lo el buen desarrollo y una mejor co!ocaci6n de la voz h a r i ios bumps artistas.
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dulos
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ZDeberemos a t u d i a r con escuela alemana, francesa, italiana, con m i todm antiguos Q modernos? Los mejores cantantes del mundn han salido de ,la escuela italiana antigua; e n eIla se han destacado la Malibran, &alani, Fresolini, Patti, Alvoni, Marchesi, Rubini, Negrini, Tamburini, Garcia, Delle Sed; y otros muchps. El! t d e b r e cantante y compositor, Julio Caccini, f u i el iniciadsr d e d l a , mis o menos en el aiio 1600; le siguieron Peri, Stradella, Scarlatti, Pbrpora, (maestro del cklebre Caffarelli) , Tasi, Pistochi. Esta escuela se pierde hacia la mitad del aiio 1800. E n Alemania, debido a las dificultades y asperezas del idioma, se forma una escuela de canto, llamada rnoderna o alemana, divulgada por 10s maestros Schmitt, Heiy, Muller, Schulze, Alberg, Duprez, Gaveaux. Esta escuela es completamente independiente de la italiana. Aiios m i s tarde, e n Italia surgen maestros que enseiian otra escuela: la italiana abiiet.ta: en ksta las voces permanecen sin el desarrollo debido, el sonido se emblan~quece y la voz dura pocos aiios. Se diferenkia de la antigua, e n que aquella tendia a desarrollar, a amplificar el sonido, diindole un baillo y una esppntaneidad que n o se qbtien: con ninguna otra. La ausencia de esta escuela se hace notar cada aiio; son muy pocps 10s que ahn quedan de ella, Claudia Muzzio, Rosa Ponselle, Lily Pons, Gabriela Bezanzoni, Gigli, Galeffi, etc. E n la tpoca de Wagner ya se hacia sentir esta decadencia y dl escribe en su libro â&#x20AC;&#x153;Mi vidaâ&#x20AC;? (p5gina 372), que debiendo cantar Elisabeth ck Tannhauser, Johanna, hijastra de su hermano Alberto, la cual habia sido ensefiada por ambos, debib suprimir la Plegaria porque sus condiciones vocales n o satisfacian la interpretacibn que el autor habia imaginado, y agrega que siempre, esta artista, triunfaba e n phblico. M i s adelante dice Wagner que si la nueva generaci6n de cantantes desea reunir condiciones *miximas para salvar las dificiles exigencias del h e n arte, deberin formarse en ia uni6n de ambas escuelas; la a l m a n a basada e n sus principios fisiolbgicos se hace rigida; a la italiana rnoderna le falta estudio; las dos son imperfectas, . unidas se completan.
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En 1911 Bonnier publica sus cinco conferencias dictadas en e1 Conservatprio de Paris, sobre fonaci6n y escuela de canto, estudio realizado durante 25 aiios. Habla de la voz libre, amplia, brillante, que llena la sala. El d e b r e maestro italiano Magrini, edita, ese mismoâ&#x20AC;&#x2122;aiio otro libro, en el que predica las mismas teorias: sonido redondp, pastoso, las cinco vocales emitidas en la misma forma. Maroco, el gran maestro espaiiol, dice en su tratado de canto: voz Obscura, pareja e n tudo el registro. Las tres autoridades nombradas, de distintas nacionaldades, estudian y opinan con Wagner que es necesario VOIver a la escuela italiana antigua, ya casi extinguida.
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A propbsito del canto Bajo este sistema se formarin maestros capaces
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de dar
buenos disci-
pirlos; en forma contraria s610 se explotari la ign,orancia del alumno, para lucrar o esconder el fracas0 de su profesih, que no existiendo u n diploma que acredite la capacidad del maestro, ni ley que sancione el daiio que van causandq se continuari destrozando voces, malogrando artistas, que pudieron ser buenos cantantes. El maestro de canto esti obligado a leer mucho, observar, estudiar bien el plan que desarrolla, oir buenas voces. El alumno d e b exigir del maestro un camino claw, una inteligencia entre ambos que le permita tu1 seguro kxito. En Chile necesitamos artistas: ellos deberin salir de todas las academias; unidos emprenderemos esta campaiia por el buen arte y surgirin 10s que deban triunfar.
A LOS SUSCRIPTORES Y LECTORES DE AULOS La publicaci6n de esta revista estaba pcaralizada a causa de up1 accidentehabidoen lastn&pkas de la Ibnprmtaenlae~alee editaba. Por este morivo la cr6nica del extmnjem que va en este n h e PO, corrmponde a h r n w mt&orea. No b s querido dejar de publicarla por trade noticias m y interamtes. De& este n&mero, AULOS se imp*& em la Imprenta Lagunas y a p a d , sin interru@n, cadh &s mme. - 4 '
sical del Chile Santiago
Los conciertos sinf6nicos La Asociacih Nacional de Conciertos Sinf6nicos desarroll6 en 10s meses d e Julio y Agosto la temporada invernal que venia anunciando. Entera con ella otro periodo en que nuestra capital ha estado recibiendo la beneficiosa acc,i6n cultural que significan estas veladas artisticas. Con excepci6n de la dltima semana del mes de Julio hemos tenido hasta el seis de Septiembre diez audiciones en el Teatro Municipal y un concierto popular cada dia Doming0 por la mafiana en el Teatro Real. I Concierto. 30 de Junio. Mozart Oberturade Idomeneo; R. Strauss Also sprach Zarathustra; Roussel “Suite en Fa”; Ravel Rapsodie Espagnole. Un programa casi enter0 formado por primicias para nuestro pdblico pues fuera de la obra de Ravel a u n la obertura de Mozart ne se habia incluido en audiciones anteriores. En ella no nos cabria sino constatar otra de las bellisimas piezas inaugurales de sqs bperas, cinceladas con la finura d e aquel teatro italiano-vien b a1 que Mozart sumaba Ias influencias francesas que lo deslumbraban en la Qpoca de Idomeneo. Gran inter& rodeaba la primera audici6n de Zarathustra de Strauss, obra que s610 conocia nuestro publico por las referencias criticas extranjeras. Sin lugar a duda el poema nietzcheano logr6 suscitar en Strauss uno de esos momentos felices como 10s que produjeron Muerte y Transfiguracidn y el Till Eulenspiegel aunque sin ese vuelo sostenido capaz d e mantener un nivel de igual nobleza y acierto; Zara-
thustra tiene de la mejor m h i c a de Strauss y de esas banalidades tal vez deliciosas para 10s vieneses, pero profundamente chocuntzs para 10s latinos que n o hemos leido a Nietzche desde nifios y que por lo mismo tenemos por Zarathustra u n respeto que nos impide imaginarlo danzando aquel valse final, tan terrestre, tan local para un personaje de su categoria. Como obra musical es una de las mejores de Strauss, 10s temas son nobles y se hermanan bien; toda la wccibn en que se evoca ‘‘la ciencia”, secci6n que e m p h a u n estilo polif6nico vigoroso es realmente bellisima. La escritura refinada de las cuerdas, por lo general divididas en gran ndmero de partes, suena d e un modo grandioso. El valse mismo, aunque inconexo con el espiritu de lo anterior y poco a prop6sito para ser “el canto de la danza” de u n dios, es fino, rico e n matices y corre por 61 la vena inequivoca de la familia que nos di6 “el Danubio azul”. Carvajal hizo de la obra una ejecuci6n digna del mayor aplauso sobre todo si tomamos en cuenta las dificultades considerables d e la partitura y el cralajo d e detalle que ella exige. De Albert Rouswl conocimos una de las obras recientes, la Suite en Fa, estrenada e n 1926, Poco se ha oido en Chile de este p a n maestro franc& que, con toda raz6n, se le tiene por uno d e 10s pilares de la producci6n actual. La Suite en Fa marca una evolucidn total desde “Pour une f&e de Printemps” que habiamos oido hace a l g h tiempo: musica viva, precisa, liberada de 10s efectismos impresionistas y ma-
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La uida musical-Chile tizada con bellos aciertos politonales, algo influida t a m b i k por el jazz, es una obra muy agradable y sana. Debemos oirla frecuentemente; la orquesta la ejecut6 con nervi0 y gust6 mucho a1 pdblico. I1 Concierto. 7 de Julio. Weber Obertura de “Freischiitz”; Mozart Concierto en si bemol para piano y orquesta (Armando Palacios, solista) ;Strauss “Also sprach Zarathustra”; Dukas “E’apprenti sorcier”. La dnica obra nueva en este programa era el Concierto de Mozart que Armando Palacios supa interpretar con ddicadeza. Nuevaanente volvimos a pensar que la maravillosa partitura de Dukas es una de las obras que Carvajal dirige con mejor acierto; no olvidamos que hay en ello fidelidad a una de las producciones que lo consagraron inmediatamente como nuestro mejor director de orquesta. I11 Concierto. 14 de Julio. Dvorak, Sinfonia “del Nuevo Mundo”; Ravel, Ma mere I’Oye; Strauss, Till Eulenspiegel; Strawinsky, %e chant du rossignol”. L a obra de Ravel fina y transparente, fuk Ilevada pot Carvajal con sumo arte, cuidando, como en otras ocasiones de hacer realzar la dulzura y elegancia que encierra esta obra. Con la misma maestria nos hizo oir el Till Eulenspiegels de Strauss. L a Sinfonia “Del Nuevo Mundo”, composici6n escrita par Dvorak, como homenaje a 10s Estados Unidos, deja ver la influencia de la mdsica negra, tan difundida e n aquel pais. Toda ella es un encadenamiento de temas aegros, populares, escritos independientemente, sin adaptar ningdn gknero clisico. La obra es original, de ritmo vigoroso y rica en colorido. La “Asociaci6n”, a fin de dar a conocer las obras de avanzada, ya consagradas e n paises de alta cultura, resolvi6, a partir de este concierto, incluir fuera de programa, algunas de estas obras y advertir a las personas que no estkn de acuerdo con las tendencias modernas, que pueden retirarse de la sala, antes de la ejecuci6n de dichas obras; anotando ,que la elecci6n de ellas serA hecha entre las de mayor representacih de la tendencia actual. “La Chant du Rossignol” de Strawinsky, fuk la obra escogida como “extra” del tercer programa. La composicibn es atrevida, sonora, violenta; a ratos salvaje, a ratos poktica. Los instrumentos constantemente cambian de colorido, usando las armonias ex6ticas que produce la gama china, obteniendo asi, combinaciones sonoras de sorprendente belleza. Esta obra criticada en Europa por opuestas tendencias, dej6 muy buena impresibn e n nuestro pdblico. IV Concierto. 21 de Julio. Beethoven, Obertura de “Leonora”; Mendelssohn, Concierto en Sol menor, para piano y orquesta (Robert Goldsand, solista) ;Allende, Escenas Campesinas; Respighi, “I Pini di Roma”. Este programa atrajo numerosa concurren-
cia deseosa de essachar el Concierto en Sol menor de Mendelssohn, obra oida en Chile hace aiios y que dej6 gratos recuerdos. Esta vez seria ejecutada por el afamado pianista vienks Robert Goldsand. iEl joven artista interpret6 la obra con thcnica C l a r a y gran precisi6n ritmica. El pdblico le tribut6 una grande ovacibn. Las “Escengs Campesinas” de Allende, inspiradas en nuestras mis bellas canciones populares, obra la m b representativa de nuestro folklore nacional, fuk llevada pot Carvajal con el cari, iio de siempre para las obras chilenas. Ya en otras oportunidades hemos hecho la critica de esta hermosisima composici6n, ponderada con entusiasmo en las cr6nicas musicales extranjer L . C o m o novedad, oimos esa tarde, una obra de Respighi, “I. Pini di Roma”, composicibn bien reputada e n Europa. Est& escrita en el estilo modern0 de Suite. Respighi se inspirb en el paisaje roman0 y lo describe en cuarro cuadros: “I pini di . Villa Borghese”, interpreta juegos de nifios bajo aiiosos irboles; “I pini press0 una catacomba”, canto misterioso de cuerdas y cornos en sordina, grandioso himno de la’cris-tiandad; <‘Ipini del Gianicolo”, noche de luna, c m t o de ruiseiior, acompaiiado de cuerdas; “I pini della Via Appia”, marcha triunfal de las huestes romanas a1 s o n de trompetas. La composici6n nos pareci6 dispareja, time trozos muy hermosos, realzados por los instrumentos e n sordina, para caer luego en la vulgaridad, en una grandiosidad ponderada, de mal gusto. La obra es expresiva y bien construida. Carvajal pus0 grande empeiio para hacerla en forma delicada; la orquesta, bien disciplinada bajo su batuta. VConcierto. 4 de Agosto. Beethoven, Obertura Coriolano; Schumann, Concierto en La menor para piano y orquesta (Robert Goldsand, solista) ; Liszt “Fantasia Hdngara” para piano y orquesta (Robert Goldsand, solista) ; Strawinsky, Suite de la bpera “L’Oiseau de Feu”. El programa del quinto concierto contaba obras ya conocidas, a excepci6n de la “Fantasia Hdngara” de Liszt, oida por primera vez e n Chile. Esta obra fuk escrita en 1853 y dedicada a Hans von h e l o w ; es una composici6n extremadamente popular, ordinaria, basada en 10s temas magyares de la unuy conocida Rapsodia NQ 14. Robert Goldsan, el solista de este programa, no estuvo feliz e a la interpretaci6n del Concierto e n La menor de Schumann; esta obra romintica, expresiva, fuk ejecutada pot 61 con suma frialdad, y con ritmo personal. En la “Fantasia Hdngara”, Goldsand, luci6 su brillante tkcnica, hizo la obra con entusiasmn ...__
Carvajal di6 una magnifica versi6n de “L’Oiseau de (Feu”. VI Concierto. 11 de Agosto. Falla, “El
24 Amor Brujo”; FalIa, “Noche en 10s Jardines de Espaiia” (Ricardo Viiies, solista) ; Albeniz, “Corpus Christi e n Sevilla” y “Triana”; FaIla, Interludio y Danza de la “Vida Breve”. Este festival de mGsica espaiiola fud dedicad0 a los hermanos Aguilar, 10s famosos. lauditas, nuestros hukspedes, e n aquel entonces. AdemAs se despedia de Chile, el gran pianista espaiiol, Ricardo Viiies, quien vivi6 entre nosotros por espacio de dos aiios, dejando grato recuerdo entre sus numerosos amigos y admiradores de su arte. El programa de esa tarde lo componian obras bien conocidas y celebradas por el p6blico. “Noche e n 10s Jardines de Espafta”, a nuestro juitio la m&s bella obra escrita para piano y orquesta, tuvo como intkrprete a Ricardo Viiies, quien nos la h i m oir e n forma magnifica, poniendo e n ella toda su d m a de artista, su sensibilidad exquisita, su tCnica sobria y elcgante, condiciones dstas que hacen de Viiies el mejor, el mLs%omprensivo, de 10s intdrpretes de esta obra. Oiremos de nuevo “Noche en 10s Jardines de Espaiia” y el recuerdo del gran pianista vendr.5 a nuestra memoria. En este conciesto, Carvajal estuvo admirable, se super6 a si mismo, dominb la orquesta por completo, le traspas6 su entusiasmo a tal punto, que toda la rnasa instrumental paeecif responder a un solo pensamiento. El p6blico tributb una inmensa ovacibn a Viiies, a Carvajal y a la Qrquesta. Este festival fud un feliz exponente de nuestra cdsura, ante 10s artistas extranjeros que nos visitaban. VI1 Concierto. 18 de Agosto. Tschaikowsky, Cuarta Sinfonia en Fa menor; Grieg, Concierto en La menor, para piano y orquesta (Armando Palacios, solista) ; Satie, “Gymnopedie” Nps 1 y 3; Ravel, “La Valse”. En esta audici6n la batuta estuvo e n manos de don Juan Casanova, quien nos present6 un programa de g r m novedad: tres obras bien prestigiadas serian oidas pot primera vez e n Chile. La Cuyrta Sinfonia de Tschaikowsky se desarrolla sobre un programa, cuyo tema principal, “El Destino”, est6 escrito con melodias populares rusas; este tema se oye a travks de roda la composici6n. El texto de la Cuarta Sinfonia est6 basado e n episodios de la vida misma del autor. La obra teiiida de melancolia, &lo en el Gltimo movimiento acusa alegria, 5e oyen canciones rusas antiguas, mezcladas con ritmos de danza. Los temas del cuarto movimiento se cambian con frecuencia. La orquestaci6n es acertada, pero la obea demasiado larga y pesada. Casanova la interpret6 con gran facilidad. “Gymnopedies”, obra inspirada en las cklebres danzas heldnicas es un hmmoso exponente de la rendencia simplista de su autor, original compositor que
Autos influenci6 a tantos autores contemporAneos. La tercera primicia de esa tarde fud “La Valse” de Ravel, de gran efecto orqwstal, de fino colorido y ritmo riquisimo; requiere un gran temperamento interpretativo, para hacer de ella una obra interesante. El Concierto de G&g, ya bastante oido entre nosotros. f a d ejecutado correctamente por Palacios. VI11 Concierto. 25 de Amsto. Brahma. Concierto en Re mayor, para violin y orquesta (Victor Tevah, solista) ; Casella, “Scarlattiana”, para piano y pequeiia orquesta (Herminia Raccagni, solista) ; Debussy, “Iberia” (Images). Nuevamente CarvajaI frente a la orquesta, nos ofrece un gran programa, con dos solistas en dos primeras audiciones para Chile. El Concierto de Brahms para violin y orquesta, considerado por la critica como una de las mejores obras de este autor, pertenece a la producci6n de la mds pura tendencia clisica; el autor, derrama e n esta obra, una gran expresibn, un sincero lirismo; da bastante margen a1 virtuosismo, pero consigue u n buen equilibrio entre el solista y la rnasa orquestal. Victor Tevah interpret6 la parte solista correctameate, alcanzando momentos de arranque, de brillante ejecuci6n. El anuncio de la obra de Casella, “Scarttiana” sobre mdsica de Domenico Scarlatti, despert6 un gran deseo de escuchar esta renombrada composicibn. La obra es hermosa, pero seg6n nuestra opini6n ,no mantiene una misma linea de interds y de belleza; hay momentos que decae, casi se godria decir, h s t a lo vulgar, &sella ha tratado de hacer, con temas cl.5sicos una coxnposici6n moderna, colocando a las sencillas melodias del c61eBre clavecinista del siglo XVIII, el complicado colorido orquestal de nuestra dpoch, ha querid0 combinar aqwllas ,melodias cristalinas con las armonias de hoy dia. El efecto conseguido, en algunos pasajes es magnifico. Herminia Raccagni interpret6 la Y.carIattiana” con perfeccibn; demostr6 una gran penetracibn de la obra y la ejecut6 con una tdcnica impacabt. Carvajal nos di6 una inteligente versibn de ella. La composicibn de Debussy. que pus0 tdrmino a1 programa, fud ejecutada con suma maestria y cam0 todas las obras de este autor muy &l gusto del plillico. Con este interesante concierto se pus0 fin a la temporada de invierno. La Asociaci6n ofreci6, e n e\ mes de Septiembre dos hermosos festivales extraordinarios: uno de mGsica alemana y otro para celebrar el 150 contierto dirigido por el Director Artistico ,de la Asociacibn, don Armando Carvajal. Concierto extraordinario. lQ de Septiembre. Festival de mlisica alemana. Gluck, Obertura
La vi& musical-Chile de la CYpera “Alceste”; Bach, Conciertos e n La menor (seglin Antonio Vivaldi), para 4 pianos y orquesta de cuerdas; Bach, Preludio y Fuga en Mi bemol, para Organo, orquestada pot Arnold Schoenberg; Wagner, Obertura, “Los Maestros Cantores de Nurenberg”. Carvajal seleccion6 para este programa tres obras que serian una noveddd para Chile. El pliblico a1 tenet conocimiento que e n el festival extraordinario del 1” de Septiembre, se anunciaba un concierto a cuatro pianbs y orquesta de cuerdas, manifest6 vivo interis por escuchar una obra asi combinada. El nombre del autor, la batuta en manos de Carvajal, y los cuatro pianos tocados p o r Rosita Renard y sus alumnas, Herminia Raccagni, Julia Searle y Rebeca Chechilnitzky era una garantia de kxito. El pliblico aoudio en tal nlimero, que dias antes de la audici6n no se podia disponer de ninguna localidad f el concierto hwbo de repetirse a1 dia siguiente para satisfacer a las numerosas personas que habian quedado i n entrada. La audicibn respondi6 a1 inter& manifestado por la concurrencia: Carvajal y su orquesta, Rosita Renard y sus alumnas, realizaron una audici6n perfecta de la obra de Bach. iEl phblico con entusiasmo delirante pidib la repetici6n integra del Concierto. La obra en si es bien sencilla, el mayor atractivo est& en el concurso de 10s cuatro pianos con la pequefia orquesta de cuerdas. Bach a1 hacer el arreglo a la obra de Vivaldi para cuatro violines, le conservb su cariicter ingenuo, le cambib la tonalidad de Si menor por la de La menor m5s adaptable a1 registro del clave, y le dib un mayor interhs matizbndola a su manera. La Obertura de la 6pera “Alceste”, sin representar un gran valor musical, es agradable de oir; elegante y fina, expresiva y aentimental, traduce el estilo de aquella 6poc.a. Es considerada entre Ias mejores de su autor. Las esplhndidas criticas a1 Preludio y Fuga, para 6rgano de J. S. Bach, orquestada por Schoenberg, habian despertado el deseo per conocer esta obra. El pliblico sufrib una gran desilusibn; esta genial composici6n desmerece orquestada a la moderna; pierde su ekganeia magnifica, su agilidad, para transformarse e n una obra mmplicada, recargada de la orquestacibn de hoy dia. Termin6 la audici6n con la hermosa Obertura de 10s Maestros Cantores, ya bien conocida entre nosotros. Contierto extraordinario. 6 de Septiembre. Beethoven, Sinfonia N Q 1; Wagner, “Da voi lontan” (Racconto del Gral. de la bpera Lohengrin) ; ‘Treislied” (Cancibn del premio, de la bpera de Los Maestros Cantores), para tenor y orquesta (Renato Zanelli, solista); Bisquen, “Procesibn del Cristo de Mayo”, cuadro sinfbnico; Ravel, “Bolero”.
La Asociacibn Nacional de Conciwtor Sin-
2s fhnicos, organiz6 este festival extraordinario, en homenaje a su Director Artistico, don Armando Carvajal, con (motivo de la ejecuci6n del 150 concierto, dirigidos por 61. La “Aso. ciaci6n” quiz0 hacer esta manifestaci6n en agradecimiento a la inmensa labor desarrollada por Carvajal en la difusi6n del buen arte y de la mlisica chilena. Los conciertos sinf6nicos bajo la batuta de Carvajal han contribuido a levantar el nivel artistic0 de Chile, dando a conocer gran niLmero de obras antig y s y modernas. La Asociacibn Nacional de Conciertos Sinf6nicos siente gratitutd POT quien tuvo la feliz iniciativa de 3u fundaci6n; y es de justicia reconocer que debe la vida a1 inteligente y tesonero emperio de Armando Carvajal, que ha logrado en poco tiempo organizar una orquesta sinf6nica permanente, que es ya una s6lida Institucibn. La Sinfonia de Beethoven di6 comienzo a esta audici6n; la obra fresca y alegre, representa la Qpoca galante del siglo XVIII; er agradable y sencilla, presagia las mejores obras de m h adelante. Renato Zanelli no estuvo afortunado en la ejecuci6n de 10s trozos de Wagner. El Cuadro Sinf6nico de Bisquert es una obra, e n la cual hay bellezas per0 sin unidad, sin 16gica; se oyen pequeiios fragmentos desprendidos, a 10s que falta una forma definida. La obra fuk estrenada con hxito en Paris e n 1931, bajo la direcci6n de Lucien Wurmser. Carvajal pus0 su mejor empefio e n la ejecuci6n de esta composicibn. El ‘‘Bolero” de Ravel di6 tCrmino a1 programa y fuk interpretado con suma maestria. Esta fantasia orquesml necesita un gran director para sacilr de ella todo el partido que merece la composici6n; Carvajal llev6 la obra hasta un ‘trescendo” magnifico. El pliblico le tribut6 una caririosa ovaci6n. Despuks de ewe concierto, la Orquesta Sinf6nica parti6 en gira al Sur del pais, para volver a reanudar sus audiciones con una corta temporada de Primavera, cuyo programa inicial fuk un festival de obras de Wagner. I Concierto.-Temporada de Primavera, 13 de Octubre. Wagner, Obertura del “Buque Fantasma”; “Balada de Senta” Buque Fantasma (soprano, Blanca Hauser); “Recitativo y Aria de Telramundo, de Lohengrin (baritono, Hugo Munita): Plegaria de Elisabeth, de Tannhauser (soprano, Adriana Herrera de L6pez); Salve de Elisabeth de Tannliauser (soprano, Irma Munita); Dlio de Ortruda y Elsa, de Lohengrin (soprano Fedora Berrios, mezzo-soprano, Emma Bunster) ; Muerte de Jsolda, de Tristftn e Isolda (soprano Carmen de Soriano); Quintet0 del liltimo acto de 10s Maestros Cantores (soprano, Adriana Herrera de L6pez; mezzb-soprano, Emma Bunster; tenor, Charles Berriman; tenor, Marcia1 Mantano; bajo, Alfred0 Freund); Adioses de Wo-
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tan y Encantamiento del Fuego de Walkiria, lied, de Alfonso Leng, orquestado par 61 mismo. Este gequefio trozo acusa intenso drama(bajo, Alfredo Freund); Preludio de 10s tismo, deja ver a1 pbeta lirico de gran sensiMaestros Cantores. bilidad. L a bella orquestacibn realza el canto, Este hermoso programa, f u i desarrollado en forma correcta por 10s numerosos solistas que encontrb una buena intirprete en Blanca que en 61 tomaron parte. Casi todos estos can- Hauser. Carvajal hizo la obra con suma delitantes pertenecen a la exuela de la seiiora cadeza. Hugo Fernhdez, el solista del Concierto Consuelo de G u z m h . Algunos de ellos admiten set juzgados como artistas, pues ya hemos < e n Do menor de Beethoven, demostrb ser tenido oportunidad de oirlos en varias audi- un gran pianista; posee temperamento muciones; otros son alumnos que prestaron su sical acabado, unido a una ttjcnica Clara, concurso, en este festival, con el deseo de con- sobria y precisa. Domin6 la obra con inteligente comprensibn, le dib un atrayente colotribuir a la difusibn de Sa m6sica wagneriana, rid0 y un buen fraseo. El joven pianista mesin pretender ser calificados de cantantes. recib una grande ovacibn. El triunfo de Hugo Como la mejor intirprete de a t e concierto se destaca Carmen de Soriano, soprano de Fernlndez lo es tainbiin para su profesor, Albert0 Spikin. El resco del programa lo forhermosa y potente voz, que cant6 magnificamente, el incomparable trozo de la Muerte de maban obras delicadas, conocidas y del gusto del p6blico. Isolda. La seiiora Soriano se identitic6 tan I11 Concierto. 19 de Diciem%re. Mozart, verdaderamente con su personaje, que hizo sentir con emocibn la obra wagneriana. Adria- Sinfonia en Sol menor; Isamitt, “Kiila iil pina Herrera de Lbpez cant6 la Plegaria de chichtjn”, (tres canciones araucanas, autintiIsabel, con la gran musicalidad que le carac- cas, para nifios) para canto y orquesta (Lila Cerda de Rivadeneira, solista), (Umaq iil piteriza; su inteligente comprensibn sup0 hacer admirar del p6blico este bello trozo. Llamb chichin”, cancibn para hacer dormir al nifiito querido; “Piirun iil pichichin”, cancibn para justamente la atencibn su hermosa diccibn hacer bailar a1 niiiito; “Umaq iil pichichin”, alemana. Blanca Hauser, buena intirprete cancibn para dormir a1 niiiito); Wagner, wagneriana, nos dib una acertada versibn de “Traume”, para canto y orquesta (Lila Cerda la Balada de Senda. Alfredo Freund, conocido ya como excelente cantante, interpret6 con de Rivadeneira, solista); R. Strauss, “Tod und pasibn 10s “Adioses de Wotan y el Encanta- Verklarung”, poema sinfbnico. Con este brillante programa, la Asociacibn miento del Fuego”. El seiior Freund posee una hermosa voz de bajo que domina con Nacional de Conciertos Sinfbnicos, pus0 fin admirable escuela. Fedora Berrios, Emma a la temporada de Primavera, y con ella a las Bunster, Irma Munita, Hugo Munita, y Char- audiciones sinfbnicas de 1933. Las hermosas composiciones de Mozart y les Berrimann actuaron discretamente; todos con grandes condiciones artisticas y beIlas Strauss, ya conocidas (de nuestro p6blico y voces prometen un gran porvenir. Marcia1 estimadas entre las mejores del repertorio sinMontano, que hizo sus estudios en Europa, fbnico, fueron interpretadas p o t Carvajal en posee una bien timbrada voz de tenor Sirico. forma superior. Entre estas dos joyas artisticas oimos un tripaico maravilloso de canciones Carvajal llevb la orquesta hasta arrancar efectos sorprendentes; cada dia denota una araucanas orquestadas por Carlos Isamitt. Este mayor comprensibn de las obras que inter- infatigable buscador de melodias indigenas, que ha sacrificado buen tiempo de su vida, a preca. fin de arrancar a esos huraiios y timidos poDespuis de oir este festival wagneriano, csperamos dentro de ~ c c o poder , escuchar algu- bladores del interior de Ghile, la riqueza de sus melodias musicales, ha logrado comprennas obras completas de Wagner. Con 10s elementos presentados en esta audicibn es der el espiritu araucano; con su aguda y sutil posible llevar a la realidad este deseo del penetracibn, se ha hecho amigo de ellos, ha p6blico chileno tan entusiasta por la obra conseguido ser admitido en medio de sus hogares, le han c o n d o historias y leyendas wagneriana. I1 Concierto. 24 de Noviembre. Mozart, hermosisimas y alli, en sus reuniones ha sorObertura de “Don Juan”; Beethoven, Con- prendido sus preciosas canciones familiares, verdadero evangelio araucano. A su vuela de cierto e n Do menor, para piano y orquesta (Hugo Fernlndez, solista) ; Wagner, Siegfriea aquellas tierras, Isamifit nos las presenta revestidas de poitico encanto. Su Bran temperaIdyll; Leng, “Lass meine Thraenen fliessen”, inento de artista, aprovecha la expresiva linea para soprano y orquesta (Blanca Hauser, solista) ; Mendelssohn, Scherzo del “Sueiio de melbdica de esas canciones, co!mbina con ellas el timbre de 10s instrumentos con gran dqueuna noche de verano”. El programa de este concierto f u i interpre- aa de colorido, llegando a efectos orquestales tad0 por Carvajal, fina y cuidadosamente. En de refinada originalidad. Lila Cerda de Riva61 nos hizo oir una obra chilena, un herrnoso deneira f u i la intirprete escogida para cantar
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La vida ‘musical- Chile las bellas composiciones de Isamitt. Su hermosa y delicada voz concierta admirablemente con las finas canciones de cuna. No menos artista se mostrb Lila G r d a en “Traume” de Wagner. Carvajal manifest6 aquella tarde toda la grandma de su arte y la orquesta 10s enormes progresos desarrollados en este afio. Conciertos Dominicales.4ada Doming0 la Orquesta Sinfbnica ha dado audiciones populares e n el Teatro Red. Los programas han sido combinados con las unejores obras del ya numeroso repertorio. En ellos han tomado parte 10s mismos solistas que e n 10s conciertos del Teatro Municipal. Jira de la Orquesta Sinfinica al Sur del pais. Auspiciada por el Depattamento de Extedsibn Cultural del Ministerio del Trabajo, la Orquesta Sinfbnica, dirigida por Carvajal y con los setenta profesores que la forman, hizo una triunfal jira a1 Sur del pais. N o se puede exigir mayor Bxito; e n cada ciu. dad e n donde la Orquesta actub, fui recibida con delirante entusiasmo y 10s teatros desbordantes de 4p6blico. La Asociacibn con el deseo de no ser gravosa a1 Estado, solicit6 del Ministerio del Trabajo, s610 pasajes gnatuitos, 10s demls gastos 10s hizo con el resultado que dib la entrada a 10s conciertos. Esto habla muy en alto de la cultura artistica que existe hoy dia, en todo el pais. Entre 10s trece conciertos que iealiz6 la “Asociacibn” en esta jira, cinco de ellos 10s dib gratuitos, para sociedades obreras. Estas han enviado entusiastas telegramas de agnadecimiento a S. E. el Presidente de la RepGblica y a1 seiior Garcia Oldini, Ministro del Trabajo, por la labor de lalta cultura que desatrolla ese Ministerio, enviando conjuntos artisticos de la elevada categoria de la Orquesta Sinf6nica. Conciertos en Valparaiso.4on grande kxito artistico y enorme concurrencia se desarrollaron 10s conciertos que, e n dos ocasiones del‘ afio, organizb la “Asociacion”, en Valparaiso y Vi& del Mar.
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Otros conciertos.-El Cuarteto Agui1ar.U n verdadero acontecimiento artistico, produjo la llegada a Chile de 10s hermanos Aguilar. Casi sin anuncio, su primera presentaci6n fuk una primicia para 10s aficionados a1 arte. AI dia siguiente de esta audicibn todo Chile sabea que nos visitaba el gran Cuarteto de Laudes Espaiioles, de, fama mundial. En raras ocasiones nos h a sido dable apreciar un conjunto un& homogkneo, de verdaderos artistas, que sienten la mGsica como pocos y saben traspasar su sentir y entusiasmo
a1 auditorio que no se cansa de aplaudir, pidiendo la repeticibn de las obras. Los programas, en general de mfisica espafiola, son interpretados por 10s hermanos Aguilar, en forma perfecta, con una afinacion y seguridad asombrosas, que denotan una alta cultura musical y un refinado temperamento de artistas. Los hermanos Aguilar, ademls de grandes mfisicos, son grandes intelectuales, interesantes charladores, que atraen con su palabra, tanto como con EU mGsica. En un reducido nGmero de dias, estos cuatro simp-iticos hermanos, lograron captarse el carifio de numerosas personas, contando, en cada uno de sus conocidos un sincero amigo. k o s nombres de Elisa, Paco, Ezequiel y Pepe, son ya familiares y recordados por mucho tiempo y uniendo a su recuerdo el dew0 de verlos pronto nuevamente e n Chile; que vengan cuanto antes a recrear nuestra sensibilidad artistica.
Roberto Goldsand.-Un
pianista austriaco
y 10s ejecutantes del “Cuarteto Aguilar” fue-
ron lor linicos mGsicos extranjeros que lograron llegar a1 pais durante la temporada de invierno gr6ximo pasada. Dobleglndonos a la fuerza de circunstancias muy lamentables que dicen relacibn con e1 valor insignificante de nuestra moneda, y a nos habiamos hecho el propbsito de recurrir solamente a 10s elementos nacionales, cuando llegb a Santiago, el concertista vienhs, Roberto Goldsand. Se present6 a1 escenario del Teatro Munidonde parecian alin persistir 10s bricipal llantes sones del piano de Claudio Arrau prodigando JUS ddicados matices de caja de mGsica, cuyo encanto sonoro, aparentemente simplista, respondia a 10s mandatos de u n temperamentQ de excepcional espiritualidad. Sus manos dominan el trazo bgil, delicadisimo, poco apropiado para hacer sentir un (pnsamiento beethoviano, pero eficaz e n la realizacibn de un giro ritmico como el qpe presenta un Estudio de Strawinsky o una Toccata de Procovieff. .Es tan fino y delicadamente voluptuoso su timbre pianistico, que lo desearia para si el mejor intbrprete de las producciones de M a u ricio Ravel. Pianista a carta cabal, toca sin hacer concesiones de bravura ni de malabarismos circenses. Constantemente BUS sonoridadss lejaM S - como las que se oyeron e n el Ballet de la bpera Rosamunda de Schubert, en el Concierto en Sol menor de Mendelssohn y e n el Concierto de Schumann, obras estas 61timas que tocb acompafiado de la Sinfbnica surten impregnadas de intensa poesia.
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A. A.
28 Concierto de la Sociedad Bad.-En Agosto prbximo pasado, la Sociedad Bach organizb un interesante concierto de Mdsica de Cbmara. La audici6n se efectu6 e n el Teatro Municipal. El artistico programa desarrollado esa tarde, lo interpretaron distinguidos artistas. Don Ricardo Vifies y don Luis Mutschler nos hicieron oir la Sonata en La, para violin y piano de Cdsar Franck. La ejecuci6n de este trozo fud magnifica; la perfecta afinaci6n y hermoso sonido del violin y la claridad y vigor arrancados a1 piano, realzaron la belleza de la obra. La sefiora Adriana Herrera de L6pez, con gran temjperamento de artista cant6 musicalmente y con muy buena dicci6n escogidas obras de Schubert, Wagner y Wolf. Termin6 este fino concierto con el Trio op. 63 de Schumann, que estuvo a cargo de don Ricardo Vifies, don Luis Mutschler y don Angel Ceruti. Los tres arsistas tocaron la obra con cariiio y entusiasmo, ofreciendo a1 pliblico un rat0 de verdadero agrado. Los intdrpretes de esta audicidn son mdsicos refinados que saben sentir y dar a comprender lo que es el buen arte. Concierto de Mlisica de CLmata.--OrRanizado por la empresa del Teatro Central oimos un concierto de MBsica de Cbmara, compuesto de obras de Humberto Allende. Tratindose de este compositor nacional, vasamente conocido en nuestra Patria y en el extranjero, una critica detenida de sus obras no haria sino coincidir con las opiniones encomibticas que, con merecida justicia, le han otorgado e n diversas ocasiones, con motivo de 10s conciertos y presentaciones de sus obras. De aqui que s610 trataremos esta audiaibn, en su aspect0 general. En la primera parte del programa, destfrcanse especialmente, cuatro Tonadas para piano, trozos todos de un gran valor artistico y folkhico, y que tienen e n Judith Aldunate su mejor intdrprete; a d e m h dos tiempos: Adagio y Allegro para cuarteto de cuerdas, que anotan un alto exponente de la tdcnica con que Allende trata este dificil gdnero de composici6n. El Cuarteto Mutschler hizo de est63 tiempos UM interpretacibn, bajo toao punto de vista brillante. La mbsica para canto estuvo representada por diversas composiciones de grande inter& artistico, realzbndose de un modo especial, las Tonadas: “Debajo de un ,lim6n verde”, “Mientras baja la nieve” y “El encuentro”. La sefiora Adriana Herrera de L6pez, interpret6 con gran musicalidad, estos hermosos trozos, y como en otras ocasiones luci6 su tdcnica de buena escuela. Los acompaiiamientos de piano de estas Tonadas, son de una gran hermosura. En la segunda parte oimos cuatro hermosisimos estudios para piano, finamente inter-
Autos pretados por Judith Aldunate. Como nGmera de mayor relieve de esta parte, Adolfo Simek, violoncelista de mdrito, nos hizo sentir las belkzas del Concierto para Violoncelo, obra de una importancia indiscutible. U n pequeiio cor0 mixto interpret6 varias obras, sobresaliendo el “Ave Maria” y “S6 Lueno”. Este reducido conjunto sup0 realzar el mdrito de las obras corales de Humberto Allende. Esta audici6n se repiti6 el Doming0 siguiente por la mafiana. S. N. Concierto de Arprs.-Los conciertos de arpa atraen siempre un numeroso pLblico; as; la tarde del 17 de Noviembre una enorme concurrencia acudib a1 Teatro Municipal, para O ~ Ta la sefiora Josefina P. de Grazioli y a sus alumnas, seiiora Josefina G. de Sanfuentes, y seiioritas Margarita Hobbins, In& Lazo, Teresa Tixier y Clara Pasini. El programa estuvo compuesto por solos y conjuntos, destacbndose la hermosa Sonata, para flauta, viola y arpa, #de Claudio Debussy. Este trozo f u t agradablemente ejecutado por la sefiora Josefina P. de Grazioli, don Luis Clavero y don Zoltan Fischer. Tanto la sefiora Grazioli como cada una de sus alumnas interpretaron fina y musicalmente las partes del programa que tenia a su cargo. El proscenio hermosamente arreglado era realzado por las elegantes siluetas de las arpistas. El gran dxito obtenido en esta audici6n oblig6 a la sefiora Grazioli y a sus alumnas a repetir ese concierto algunos dias despuds. Concierto Rosita Renard.-Esta distinguida artista de reconocida fama, se present6 e n Noviembre bltimo, en el Teatro Municipal. El escogido programa que ejecutb esa tarde hizo notar una vez m k el gusto refinado de la sefiora Renard. Como siempre, estuvo magnifica en Mozart y Debussy, autores que le dan oportunidad para lucir 10s admirbtbles arabescos de su fina tdcnica. El programa desarrollado fud el siguiente: Bach, Patita en Mi menor; Mozart, Sonata en Mi bemol mayor; Schumann, Estudios Sinf6nicos Op. 13; Debussy, La Soiree dans Grenade; Feux d’artifice; La terraJde des audiences du clair de lune; L’isle joyeuse. 6 de Diciembre Concierto de Clavecin.-EI In clavecinista chikna, seiiorita Elena Waiss, se present6 en la Sala de Conciertos del Conservatorio Nacional de Mbsica, con un hermoso programa: Handel, 11’ fabbro armonioso; J. S. Bach, Preludio y fuga en Re mayor y Fantasia en Do menor; Padre Antonio Soler, Sonatas en Re mayor y Re menor; Para-
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La vida musical-Chile disi, Toccata; D. Scalatti, Sonatas en Sol menor, Do mayor y Re mayor; Rameau, Gavotte con Variones y La Poule; Hhctor Fiocco, La L6gire; Daquin, L’hirondelle y Le Coucou. La seiiorita Waiss a1 interpretar estas composiciones demostr6 ser una artista inteligente, que penetrada de las obras que jecuta traspasa al phblico su sentidento artistico. Elena Waiss ha hecho un franco progreso. Hoy domina el instrumento, saca de hl recursos adm?rabks que d a n gran colorido a la ejecucibn. S u thcnica es muy superior, toca con gran claridad, destacando muy bien las diferentes voces de las obras polifbnicas. Deseamos oir con mayor frecuencia a esta artista fina y distinguida.
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Concierto de1 Cuarteto Mutschler. El “Cuarteto Mutschler”, conjunto de cuerdas cuya capacidad y prestigio es conocido y a por el pliblico, ofrecib una audicibn e n la Sala de Conciertos del Club Alemin a fines del mes de Noviembre pasado, con la colaboracibn de la distinguida pianista Ella P. de Hartwig. El programa comprendib la Sonata en Fa de Bach, para Violin y Piano, ejecutada por el sefior Mutsohler y la seiiora Hartwig; el Cuarteto op. 76 N Q 3 (Imperial) de Haydn, y el cdebre “Quinteto” de Schumann. A travhs de este hermoso programa, 10s artistas que componen el Cuarte:o Mutschler demostraron una vez mis sus completas cualidades de instrumentistas, y una disciplina interpretativa sobria y segura, que dib a todas sus versiones u n encomiable realce. Concierto del Cuarteto Tevah-Simek.-Este nuevo conjunto, que forman 10s violinistas Victor Tevah y (Mabel Hope, Zoltan Fischer (viola) y Adolfo Simek-Vojik (cello), se present6 por primera vez a1 p6blico en el SaIbn de Conciertos del Conservatorio en Diciembre pasado. Un verdadero Cxito artistico constituyb esta presentacion. El nuevo conjunto posee excelentes condiciones instrumentales, que han logrado reuniree de una manera muy homog6nea. En el programa, que contenia el Cuarteto de Mozart e n Do mayor, la “Meditacibn aobre un coral antiguo” de Suk, “Tres trozos” op. 44 de I-lindemith, y Cuarteto e n Re menor de Dvorak, sobresalieron las interpretaciones de Hindemith, Suk y Dvorak, en que el conjunto h i 6 el brillo de su tknica y una gran fogosidad en la comprensio’n de estas obras.
H. Lila de Riva en el Municipal.-Esta magnifica int6rprete de lieder se present6 en el Teatro Municipal, el 12 de Diciembre, con hermoso y artistico programa, tan musical como 10s que ella siompre combina. Esa tarde
nos hizo escucharla en obrcls de Scihumann, Brahms, Wolf, Fa&, Debussy, Falla Y N h Lila de Riva sobresalib e n la interpretacibn que hizo de las obras francesas, que tan bien van a su voz delicada y sensible. Su timbre fresco y puro se presta para las composiciones finas, las cuales ella siente y matiza con su verdadero temperamento de artista, produ’ ciendo e n el pliblico gran emocibn. k admirable presc:-,:acibn eschnica de Lila de Riva contribuye a un mayor agrado para oir la audicibn. Este atrayente concierto fu6 auspiciado por la Sociedad Amigos del Arte. La danza.--iHasta hace poco tiempo, la danza clbica, no se practicaba en Ghile. El arte ritmico desarrolla la sensibilidad musical y hoy dia es considerado tan necesario para el artista, que su estudio es obligatorio en todas las escuelas musicales del mundo. AI presente contamos con algunos profesores de danza: Andrhe Haas del Instituto de Jacques Dalcroze; Elsa Nartin e Ignacio del Pedregal de la Escuela Alemana de Mary Wigmann. Bstos tres maestros se presentaron en el Teatro Municipal y tambi6n un buen nlimero de alumnos de ellos. Elsa Martin, la elegante danzarina nos hizo una atrayente presentacibn. Su hermosa d u e ta se adapta muy bien a la danza. Interpret6 artisticamente un interesante programa. La presentaci6n esc6nica de la seiiorita Martin es magnifica. Andre6 Haas nos ofrecio un bello programa. AI verla interpretar las obras musicales, presenciamos la danza de la verdadera artista que se compenetra y emociona con la obra; sentimos su espiritu y vemos su cuerpo, tan unidos a, la mlisica, que su danza resulea arre puro. Sabe dar a cada obra el caricter propio a su gGnero, haciendo de ellas verdaderas creaciones. En su programa habia obras de Scarlatti, Couperin, Chopin, Leng, Schumann, todas desarrolladas e x forma artistica, super6ndose en la Sarabanda de Satie y la Danza S a g r a h de Debussy. Ignacio, del Pedregal se present6 con un grupo de sus alumnas. Algunos de 10s &meros del programa nos parecieron muy interesantes: e n primera linea, la danza araucaria, musicada por Isamitt e interpretada de manera admirable por Sara Besa. El decorado, el traje de la danzarina, la belleza de la obra formaban un conjunto que habria resultado perfecto con un mejor acompaiiamiento musical. Ignacio del Pedregal, en la interpreracibn de la Pavane de Ravel demostr6 su gran temperamento de artista. La escena para este cuadro fu6 de un gusto refinado. La seiiorita Marta Tupper lucib sus grandes cualidades artisticas, e n un tango andaluz. El cuadro .&
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30 la mutieca danzando entre juguetes fu6 de un gran efecto y asi la mayoria de 10s ntimeros de este interesante programa. La dltima presentacibn ritmica fu8 de las alumnas de Andre6 Haas y Elsa Martin. Estas don maestras se han unido y forman alumnas combinando sus escuelas. Hermosos cuadros de grupos de danzantes, curiosas interpretaciones musicales, nos demostraron que no son vanos 10s esfuerzos de estas dos artistas por difiindir el arte de la ritmica y elevar la danza a1 rango que meiece. Debemos hacer especial mencibn de las artisticas y musicales interpretaciones de Yerka Lucsic von Laschan, quien se destaca como una danzarina de gran porvenir. Conservatorio Nacional de Mdsica.-Este Establecimiento termin6 sus actividades, con algunas audiciones pdblicas efectuadas en su Sala de Conciertos. Sobresalib entre ellas, la de 10s 24 primeros Preludios y Fugas del “Clavecin bien temper&” de J. S. Bach, ejecutados por los alumnos y alumnas del cur50 de la seiiora Rosita Renard. Audiciones de esta naturaleza deben oirse con frecuencia. Si bien la obra interpretada por varios alumnos adolece de falta de homogeneidad, pues no todos poseen un. mismo nivcl musical, ni un mismo temperamento artistico, aalva este defecto, el esfuerzo hecho en bien de la difusibn de obras de la belleza y enorme valor de cultura que encierra el “Clavecin bien temper6” de Bach. Ea otrks presentaciones oimos alumnos de don Roberto Duncker (piano), don Ratil Huge1 (piano), y de la seiiora Emma Ortiz (canto). El 9 de Diciembre se 1Iev6 a cab0 la tercera presentacibn de alumnos, con un programa combinado de violin y piano, en e1 cual tomaron parte: la sefiorita Ana Aberbuch, ejecutando el Concierto e n La menor de Vivaldi; la sefiorita Julia Searle, el Concierto para piano y Orquesta e n Re mayor de Mozart; el seiior Florencio Guzmln, el concierto para violin y piano de Mozart, y la seiiorita I n k Santander el Concierto en Sol mayor para piano y orquesta, de Beethoven. Las seiioritas Julia Searle e I n 6 Santander demostraron grandes cualidades artisticas: bella thcnica, hcrmoso sonido y buen fraseo. 8 1 programa de la cuarta presentacibn, efectuada el 16 de Diciembre, fu6 muy variado, contando obras de Mozart, Bach, Rode, Tartini, Chopin, Chaminade, Schubert, Vieux. temps, Wieniawsky y Liszt. Tomaron parte en 61: las seiioritas Arabella Plaza, Lydia Hameau, Aida Mires, In6s Lobos, Elcira Anguita, Olga Pacheco, Rebeca Chechilnitzky 9 el sefior Jos6 Molina. El 18 de Diciembre, la sefiorita Herminie Raccagni, alumna egresada del curso de la
Aulos seiiora Renard, ofrecib un hermoso roncierto, cuyo programa estaba compuesto por obras de Scarlatti, Mozart, Schumann, Albeniz, Debussy y Ravel. La seiiorita Raccagni luci6 una tkcnica admirable en !a ejecucibn de dicho programa, llamando justamente la atencibn la magnifica interprctacibn que di6 a “Feux &artifice” de Debusay. El 27 de Diciembre oimos un interesante programa de Violoncello, interpretado por la seiiorita Dobrila Franulic, alumna de don Adolfo Simek-Vojik. La seiiorita Fraiiulic ejecut6 con gran t6cnica la Suite e n Sol mayor de Bach, el Concierto e n Re menor de Lalo, Elegie de.Faur6, Menuet de Debussy y Tarantella de Popper. Audiciones cora1es.-El profesor de la clase de conjunto coral del Conservatorio Nacional de Mtisica, don Heinrich Fitjer, ofrecib el 30 de Octubre una interesante a u d i d n , dedicada a las autoridades educacionales y a1 pro. fesorado de mtisica y canto de 10s Liceos y Escuelas Normales. Tonaron parte en el programa coros de niiios y de adultos. El cor0 de niiios sobresalib por la p a n disciplina y el hermoso colorido dado a 10s trozos que se ejecutaron; el cor0 de adultos hizo una buena interpretacibn de “0 la o che Son eccho” de Lassus. Deseariamos oir a este conjunto coral en obras polifbnicas de mayor merit0 que las ejecutadas en este primer programa. El 23 de Diciembre el seiior Fitjer present6 una original audicibn coral de Navidad. Cores de niiios, de adultos y mixtos lbnaton este sinipltico programa de obras alusivas a LIS Fiestas Pascuales.
el ConservaPremio Orrego-Anualmente torio Nacional de Mtisica, llama a concurs9 a 10s alumnos del tiltimo afio del 3er. ciclo, a fin de otorgar el Premio Orrego. Se presentaron a esta prueba: en piano, don Germln Berner, quien alcanzb 46 puntos sobre 50, otorgHndosele en consecuencia, el premio destinado a 10s concursantes de ese instrumento. El sefior Berner interpret6 un hermoso programa, sobresaliendo en la ejecu. cibn de 10s Estudios Sinf6nicos de Schumann Para optar a1 premio de violin se presentaron: la seiiorita Liselotte Hantelmann, don Enrique Kleinmann y don Josh Ramirez. E! premio lo merecib el sefior Ramirez, quien desarrollb un dificil programa, ejecutado con muy buena tCcnica, elegante arc0 y buena afinacibn. Obtuvo 45 puntos sobre 5 0 . Exernenfinales.-En Diciembre tiltimo rindieron examen final 10s siguientes alumnos: de piano, seiioritas I n k Santander e In& Gebhard y don Germln Berner; de violin, la seiiorita Liselotte Hantelmann y 10s seiiores Jos6 Ramirez y Enrique Kleinmann.
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Actividades en tas ptovincias
Actividades en las provincias La Serena.-Las diversas entidades musicales de esta ciudad, trabajan por organizarse en una sola, para difundir mejor la buena m6sica. Las primeras audiciones han sido preparadas por el seiior Barack Canut de Bon y la sefiorita Fanny Peralta. El seiior HCctor Melo Gorigoitia ha contribuido a dar movimiento a 10s circulos musicales, ejecutando obras de autores cllsicos y modernos. . En el Ateneo se realiz6 una interesante charla sobre Bach, la cual fuC dictada por el sefior Binvignat. La ilustraci6n musical estuvo a cargo de la seiiorita Fanny Peralta y de 10s sefiores Ricardo Schwenn y Alfredo Berndt. El 5 de Agosto se 11ev6 a efecto e n el Ateneo una interesante conferencia sobre arte espaiiol. El sefior Barack Canut’de Bon habl6 sobre 10s pintores espaiioles y el seiior H k t o r Melo disertd sobre Ja mrisica espaiiola. En el curso de estas charlas se ejecutaron obras de Albeniz, se hicieron oir algunos himnos y poemas. Tomaron parte e n esta velada, a d e m k de 10s dos conferenciantes, las seiioritas Fanny Peralta, Marta Mackenney, Teresa Glaibe, Graciela Ferrada y 10s sefiores Alfonso Iglesias, Miguel de Borja, Alfredo Berndt y el seiior Binvignat. .Muy interesante fuC la presentaci6n de alumnas de Fanny Peralta, efectuada el 22 de Diciembre. El Orograma de esta audicidn estuvo compuesto por obras de Schumann. Contribuyb a1 kxito del concierto el concurso de distinguidos artistas, que forman un buen quinteto: Dr. Ricardo Schwenn, HCctor Melo, Eduardo Young, Walter Thieme y Fanny Peralta. Se destacaron e n la interpretaci6n de obras pianisticas las seiioritas: Violeta Barnes, Maria Corth, Nelly Barraza, Marta Mackenney y Teresa Slaibe. Llam6 justamente la atenci6n la ejecucibn que hizo la niiiita Ivonnc Doyhamboure, promete a n gran futuro. La seiiorita Sara Pcrrin dict6 una intwesante conferencia sobre “Schumann y el Romanticismc”. Una pequefia orquesta y un cor0 completaron este buen programa. La seiiorita Peralta fuk entusiastamente felicitada. San Vicente de Tagua-Tagua. En esta ciudad hay un pequeiio grupo de entusiastas cultores del arte, que realiza, constantemente finas audiciones, consagradas a 10s mejores mirsicos. Una de ellas fud e n homenaje a Bach, en otra hicieron oir el siguiente programa de Beethoven: Marcha de “Ruinas de .4tenas (piano por la seiiorita Maria Isla); Minuetto de la Primera Sinfonia (Orquesta) ; Sonata op. 27 NP 2, (piano por el seiior Gui-
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llermo Muiioz C.); Minuetto t n Sol mayor, (trio para piano y dos violines, seiiora Adriana de Muiioz, seiior Pedro Echeverria, seiior Luis Villarroel) Conferencia del seiior Guillermo ~Muiioz Cristi, sobre la vi& de Beethoven. Marcha Firnebre de la Sonata op. 26 (piano por la seiiora Adriana de Muiioz; Quinta Sinfonia (Orquesta) “Gloria a Dios en la naturale&’ (coro a cuatro voces mixtas) Ademls de este pequeiio conjunto de nirsica de clmara, San Vicente cuenta con un cor0 que ac:ualmente estudia las mls cklebres obras del repertorio polif6nico. ’ C h i U 5 n . 4 a casa del arte.-El Doming0 16 de Julio se efectu6 la inauguracidn de “La casa del arte”. La reaIizaci6n de este ideal tanto tiempo deseado, se debe a1 constante esfuerzo, que en bien del arte, ha venido desarrollando la Sociedad Musical Santa Cacilia, contribuyendo a ello 10s amigos y admiradores de la Instituci6n y las autoridades comunales. Desde hace afios la Sociedad de Santa Cecilia ha realizado, constantemente, audiciones y conferencias y ha dado la nota artistict de la ciudad. Chillln est6 agradecida a este grupo de entusiastas del arte, que hace honor a esta sociedad. El alma de este grupo ea el seiior Otto Schaefer, distinguido mirsico que no ha omitido sacrificios por llevar a cab0 esta obra de aIta cultura. A la ceremonia de la inauguraci6n di6 principio el Ilustrisimo Obispo, don Martin Rucker, quien, despuks de cortas y bellas fra: ses, pus0 la bendici6n a1 Sal6n de Conciertoa y Conferencias. A continuaci6n dirigi6 la palabra a 10s concurrentes el seiior Presidente de la Instituci6n, don Otto Schaefer, hacien. do la entrega del local. Acto seguido se di6 comienzo a1 programa musical, preparado para esta oportunidad: Grieg, Sonata en La menor (violin, sefior Germln Muller, piano seiior Eulogio Fuentes; Beethoven, primer tiempo del Concierto en NV 3, para piano y Orquesta (solista seiior Germdn Muller) ; Beethoven, Obertura de Egmont (por la Banda del Regimiento O’Higgins, dirigida por el seiior Baudilio Calder6n; Schubert, Sinfonia N9 4 (ejecutada por la Orquesta de la Sociedad Santa Cecilia, dirigida por el seiior Otto Schaefer). En el intermedio del programa, el seiior Alcalde, don Josh N. Amigo, hizo entrega de una medalla de or0 a1 seiior Otto Schaefer, “en testimonio de admiraci6n por la tesonera labor que ha desarrollado durante mis de quince aiios, e.n bien de la cultura artistica de
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la ciudad”. En seguida se otorgaron algunos diplomas a distinguidos fundadores y cooperadores de la Sociedad Musical Santa Cecilia, quienes han contribuido desde hace mls de diez afios a1 progreso de la Institucibn. Fueron invitados a esta artistica manifestacibn 10s seiiores Ministros de Educacibn y de Fomento, el Decano .de Bellas Artes, e! Director del Conservatorio Nacional de MGsica y distinguidos artistas de Santiago y Concepcion. E n la noche de ese dia se efectub un gran banquete que la Sociedad de Santa Cecilia, ofrecia a las autoridades de la ciudad y demCls invitados de honor. El distinguido maestro, don Teobaldo Mcza, como un homenaje a la inauguracibn de la Sala de Conciertos y Conferencias, de la Sociedad Musical Santa Cecilia, vino desde T a k a y ofreci6 un concierto gratuito, con el siguiente programa: Bach-Saint Saens, Bourrke; Beethoven, Sonata e n La bemol, op. 26; Schumann, Minuetto; Chopin, Preludio, ties Estudios y Scherzo; Allende, Tonada; Moussorgsky, Hopak; Debussy, Minstrels, Jardins sous la pluie; Wagner-Liszt, Marcha de Tannhauser. Taka.-Auspiciada por la Comisibn de Extensibn Cultural de 10s Liceos de Niiias y de Hombres de esta ciudad, el distinguido profesor don Teobaldo Meza, ofrecib un ciclo de Charlas, acerca de 10s aspectos fundamentales del arte musical, en sus grandes etapas: clasicismo, romanticismo, modernismo. Los temas tratados fueron de grande interds: “Origen y evolucibn de las formas musicales hasta Haydn”; ‘ZOSprecursores de Beethoven”; “Beethoven, su obra, su personalidad artisti-
ca”; “Los cllsicos italianos”. Durante el curso de las charlas, el seiior Meza ejecut6 a1 piano obras referentes a 10s temas tratados. La casa del seiior Prefect0 Valenzuela, sitio e n el cual se desarrollaron dichas conferencias, se hizo estrecha para 10s numerosos entusiastas que acudieron a oir la palabra del seiior Meza, quien fuC muy felicitado y justamente aplaudido; es un verdadero cultor del arte, un distinguido ,pianists que ha hecho m u y buenos estudios musicales y vive, constantemente preocupado del progreso artistico; adem& es un excelente profesor. Concepci6n.-En el mes de Septiembre visit6 esta ciudad, la Orquesta Sinfbnica que dirige don Armando Carvajal. El prestigio que precedi6 a esta Institucibn, Ilev6 un numeroso pfiblico, que 1Ien6 por completo el Teatro de la Universidad. Acaso por primera vez se presenciaba, en Concepcibn, un hecho semejante. Nuestro phblico, frio por naturaleza, eeta vez no fuC parco para aplaudir, con entusiasmo la labor, tanto del Director, c o m o del conjunto; est0 habla muy e n alto de la calidad de la Orquesta Sinf6nica y de la CUItura artistica de la concurrencia, que sup0 apreciar debidamente la actuaci6n de esce conjunto musical de primer orden. En el primer concierto, actu6 como solista, Armando Palacios, y en el segundo, Victor Tevah. Digna de aplauso fuk la idea de dar una audicibn popular, gratuita, para obreros, la cual se vi6 concurrida por una enorme masa de espectadores de todas categorias, que escuch6 el desarrollo del programa con un silencio y atenci6n pocas veces vistos en conciertos gratuitos.
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Comentarios al maraen de la musica a Sobre textos y libros d e miisica. Se deja stntir, extraotdinariamente, la falta de un organism0 ,qu,e, ademgs d e ocuparsc de la venta de mGsica impresa, se interese ,par traer a1 pais libros sobre literatura musical y revistas de la misma indole. La situaci6n nueetra, e n la que a est0 respecta, es desmedrada par" dem& Parete que no nos dikramos menta cabal de la incongruencia que resulta a1 considerar un pais como el nuestro, que sin exagerar, marcha paralelamente a 10s m k avanzados e n cuanto a adelantos y
legislaciones sociul6gicas y politicas, va. y a tan rezagado en lo que a bbibliografia artistica se refiere, conio si dsta no fuera una d e las actividades culturales de mayor trascendencia social. El comercio, e n el raino de libreria, se desentiende m h y mis del articulo literatura musical, y argimenta que la causa reside e n el p o c o inter& d e Ius lectores por esa clase de libros, y s e g h Cstos, dicha causal es, e n primer lugar, la escasez del articulo en el mercado d e litbreria y en segundo lugar sus precios extraordinariamente altos, que lo colocan en una situaci6n accesible s610 a personas
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Comentarios a1 margen de la mhica adirieradas (que en general n o son las que se dedican formalmente a las artes). Rtspecto a este punto y sin el menor rinimo de herir 10s sagrados interests d e 10s comerciantes voy a iqdicar el precio de tres o cuatro obras de indole musical, 10s cuales h a n alcanzado una altura tan inconmensurable, que creo digno darlos a conocer. Entre otros: Lionel L n d r y , “La Sensibilit6 IMusicale”, volumen de 206 phginas, en rhtica, 60 cpesos;A. Machabey, ‘\Histoire de s l’cvolution des Formules musicale$’, volumen de 278 piginas, e n tustica, 60 pesos; A. Lavignac, “Encyclolp!die de la Musique”, cada volumen empastado, 186 pesos; H.Riemann, “(Dictionaire d e Musique”, 300 pesos. ‘Como puede comprenderse, estos precios casi imposibilitan la adquisici6n de obras sobre tkcnica y literatura musical y sus cultores deberdn, e n mayoria abstenerse de ellas, esperando la ansiada reconstrucci6n ccon6mica y la correspondiente revalorizaci6n de nuestra moneda. Pere, esta absaenci6n que, para un aficionado tendri consecuencias ,peenosas, pero de indole personal, dado que su ideal no es otro que extender su cultura artistica por satis4accibn prop“, adquiere caracteres d e relieve para quienes han hecho del arte un medio de vida, ya sea practicindolo o en la eneeiianza y divulgaci6n de 61. El ,profesor, para desempeiiar dignamente un puesto docente, debe mantenerse en contact0 con 10s centros en donde se ‘forman las nuevas ideas, que modifican o renuevan 10s fundamentos de tus enseiianzas; el menor descuido en este terreno traeri, necesariamente, como consecuemia una verdadera losilizaci6n de sus sistemas y programas, y nada mis contrario a las normas 16gicaa a que debe someterse el educador de hoy, que ese estagnamiento tkcnico. El dinamismo evolutivo, es e n el arte, uno de sus mds ponderados elementos; su desenvolvimiento est5 caracterizado por una 4uerza d e trayectoria canstante
e ininterrumpida; 5us descubrimientos y nuevas aplicaciones gasmaa por su nitmer0 y novedad. Una vida entera consagrada a ello, dificilmente pod& desentraiiar sus modalidades y arcanos. Luego, no es posble que dejemos continuar en nuestra Patria, estados de cosas como Cstos, sin poner nuestros esfuerzos para mejorarlos. Sobre este proiblema se han escuohado algunas iniciativas particulates, per0 a h no han tenido ellas su cristalizaci6n; sin em’bargo son mfundamentos que ya se van colocando en ese edificio que, en un porvenir no lejano, marcars un nuevo alcance en la cultura artistica nuestra. Samuel Negrete Woolcock. Las transmisiones de Radio en Chile. (Aclaraci6n sobre un articulo publicado e n el nrimero anterior) En la continuaci6n a mi estudio sobre Educaci6n musical e n Alemania”, publicado e n el 6ltimol n6mero de testa Revista, hice referencia accidentalmente al estado general d e las transmisiones comerciales de Radio, e n nuestro pais, sintetizdndolo e n una frase, que si bien no era seria en el estilo, reflejaba a mi juicio .personal una realidad d e todos conocida y muchas veces criticada, cual es la exagerada drivollidad d e las transrnisiones, e n un pais donde no s610 se debe tratar de, divertir sin0 educar; e l lpoder dictatorial del llamado telef6nico ?ara alterar programas, que deberian estar seria y tkcnicamente confeccionados; la falta de transmisiones dedicadas especialmente a la escuela, etc. Aunque ya son numerosas las estaciones transmisoras a lo largo de nuestio territoriio, y nadie puede sen’tirse finico representante de la Radio e n Chile, el seiior Roberto Ide Pereira, que esG a cargo de la3 transmisiones de la “Radio Chibna”, ha protestado de estas ideas expresadas, poe medio d e una carta a esta Redacci6n. Es de lamentar que el sefior Ide, que siemt?
Aulas
34 pre h a parecido a t a t de acuerdo con el fondu de esta critica general, debido a lo cual ha reaccionado precisamente, haciendo ahernar 10s anuncios de su estacidn con mdsica y eqplicaciones de excelente calidad, se haya senitido tan directa y exclusivamente aludido, cuand o era a quien “el say0 no le venia” y a quien -menos pensBamos criticar, como deibe constarle a1 seiior Ide que es nuestro amigo personal desde hace aiios, y a q u b n hemos siernpre felicitado p r su labor, la que estirnamos digna de admiraci6n, aplauso y estimulo. Y asi, como el seiior Ide con 10s hechos ha demostrado que e s t i virtualmente excluido de mi comentario general, no habia necesidad de hacerlo ,constar expresarnente e n un articulo de indole general e n ‘que se tocaba accidentalment e el problema de la Radio e n Chile. Sin embargo e n vista de sus dudas, de H exactitud de un hecho que no todos pueden conocer y en honor a la estricta justicia, complementard aqui mi articulo Liltimo, cuyos ttrminos confirm0 categ6ricamente en todos sus puntos, dejanda constancia expresa de la txcepcibn del seiior Ide dentro de las actividades de radio diifusi6n comercial. Jorge Urrutia Blonde!.
nombrados artistas. Otro ilustre i n b r prete peninsular, fud honrado, aiios atrLs, con las cruces de Isabel la Catolica, Alfonso XII, Carlos 111, Cristo del Portugal, Albrecht de Sajonia, Leopoldo de Elgica, d e - l a Corona de Prusia, de la Corona de Italia, del Aguila Roja de Prusia. Ademis, Wendische Krone de Sohwerin, ZaerigenLowe d e !Baden, Palc6n Blanco de Weimar, Danegrog d e Dinamarca, Federico de Wurtenburgo, Benemerentia de Rumania, Comendador de la ICorona de Rumania, Artes y Ciencias de Rusia, Oficial de la Legibn de Honor, etc., etc., etc. . Pepe Cubiles debe ser, seguramente, un fen6meno, una maravilla frente a las obras que otros concibieron. iQ.6 de lindezas no sabri arrancar de 10s dolidos Impromptus de Franz Schubert? Bueno, el p b r e Schubert fu6 un mal pianista; s610 sabia llevar a1 pentLgrama IQS dictados d e su cora+n, y muri6 minado por la miseria, cuando a p n a s habia cumplido los treinta y un aiios, dejando a la posteridad cerca de ochoientas composiciones. La solapa de su viejo gaban n o ostent6 nunca otra seiia que no fuera la que dejase el vasa amargo escanciado en una fonda de arrabal.
Los Intirpretes y las Condecoradones.
A. A.
Protesta.
El Gobierno f rancts ha condecorado con la Legidn d e (Honor a1 tminente pianista espaiiol, (Pepc Cubiles. Con este motivo se le ofreci6 un gran banquete en Madrid, a1 que asistieron altas personalidades artisticas. El marquis d e Benirarl6 ha solicitado, ademis, para el ilustre pianista, una dis. tinci6n honorifica del Gobierno tspaiiol. Todo estaria muy bien, si 10s compositores, a la vez, recibieran tan honrosas distinciones. #Per0 el mundo procede con un criterio desconcertante cuando desea calificar la labor dre algunov re-
La Direccidn de Aesta Revista ha recibid0 una larga carta del Director Artistic0 d e la Radio Chilena, sefior don Roberto Ide Pereira, en la cual manifiesta su extraiieza ante un articulo, publicado en el nfimero anterior de Aulos, por don Jorge Urrutia Blondel, comentando 10s malos programas de nuestras Radios y haciendo notar el papel educativo y artistic0 de las transmisiones europeas. El seiior Ide lamenta que el seiior Urrutia, conocedor y admirador de 10s buenos ‘programas que se ejecutan e n la Radio Chilena, no hubiera
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Cbmentarios at margen de ta mlisicu hecho excepci6n de 10s que Cl elabora, rebajando asi su nivel artistico. En ,ello no ve mala intenci6n de parte del seiior Urrutia, sin0 olvido, pero quiere dejar constancia de su error por tratarse de una pujblicaci6n aparecida en una Revista de tanto prestigio, como (es Aulos, prestigio acentuado dentro y fuera del phis. Quiere que Aulos haga saber que hace mis de un aiio, la Radio Chilena, tarde y noche, transmite verdaderos conciertos sin’f6nicos y de cimara, y que
para fomentar el gusto y comprensi6n musicales, trata de eqplicar, a sus auditores, las nuevas obras que ofrecen 10s programas sinf6nicos presentados por don Armando (Carvajal. Ademis critica de 10s acontecimientos musicales de imprtancia. Tambidn, la Radio’ Chilena satisfate, e n lo posible, las preguntas, que sobre arte musical se le haoen. Aulos cumple con un deber de justicia a1 publicar estas lineas.
Cronica de 10s acontecimientos Ricardo Vifies.-En el mes de Noviembre pr6ximo pasado, dej6 nuestra Patria, para dirigirse a la Repbblica Argentina y despuCs a Europa, el gran pianista Ricardo Viiies. Este magnifico intkrprete de las obras antiguas y modernas fu6 nuestro huCped durante dos aiios; en este tiempo sup0 hacer, en Chile, grandes amigos, que jamis olvidarin sus bellas interpretaciones musicales y sus interesantes charlas.
Aaociaci6n Nacional de Carvciertos Sinf6nicos.-Tomamos de la Memoria anual de la A. N. C. S. .el siguiente pirrafo, pot considerarlo de interks:
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“La Asociacibn Nacional de Gnciertos Sinfbnicos ha cumplido uno ,de 10s principales fines para que fuk crcada: propender a la difusi6n musical y abrir un ‘horizonte a Sas actividades profesionales de 10s profesores de Orquesta. Durante las temporadas de Otoiio, Invierno y Primavera, desde el Viernes 7 de Abril. hasta el Viernes IQ de Diciembre se ha realizado un total de 65 conciertos distribuidos asi: en Santiago, 19 conciertos ordinarios, 19 populares y 5 extraordinarios; en las provincias del Sur, 8 conciertos ordinarios, 5 populares gratuitos; y e n Valparaiso y Ykia del Mar, 6 conciertos ordinarios, 1 popular y 1 gratuito. H a n actuado tres Directores d e Orquesta: don Armando Carvajal en 61 conciertos; don Eduardo Van Dooren e n 2 conciertos y don Juan Casanova en 1 concierto. Entre las .tres temporadas de 1933 se han ejecutado 123 obras, de las cuales 22 han &do primeras audiciones en Chile.
La Asociaci6n se ha preocupado especialmente en la difusi6n de las obras nacionales, hacienda oir composiciones de Allende, Leng, Isamitt, Bisquert y Van Dooren. H a n tornado parte en 10s conciertos sinfbnicos de este d o 21 solistas que han actuado en el orden siguiente: Armando Palacios, Rosita Renard, Victor Tevah, Adriana Herrera de L6pez, Herminia Raccagni, Hugo Fernindez, Blanca Hauser, Roberto Goldsand, Ricardo Viiies, Julia Searle, Rebeca Chechilnitzny, Renato Zanelli, Hugo Munita, Fedora Berrios, Emma Bunster, Carmen ,de Soriano, Charles Berriman, Marcia1 Montano, Alfred0 Freund, Irma Munita y Lila (Xrda. La Orquesta de la Asociaci6n ha actuado en la Velada Espaiiola efectuada en e1 Teatro Municipal, e n el mes de Abril y en la inauguraci6n del edificio de la Escuela de NiAas NQ 1, que re llev6 a cab0 en Agosto kltimo. Esta labor artistica de la Asociacibn ha merecido 10s elogios mis decididos de toda la prensa del pais, la cual reconoce que ella CO?Itribuye a edumr a1 pbblico, elevando considerablemente el nivel de nuestra cultura musical. La Asociaci6n, por primera vez en Chile, ha logrado con &xito extender esta labor a las provincias”.
CORRESPONDENCIA.-“Interesante
car-
H. Kock.-En el N’ 6 de “Aulos” se public6 la traducci6n de una carta de W. Furtwangler dirigida a1 ‘Minisrro de Propaganda del Reich. En esta carta, el conocido
ta”, par
artista llama la atenci6n del Ministro Dr. Goebbels sobre ciertos sucesos ocurridos en Ius tiempos de la Revolucibn Nacional-socia-
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Aulos
36 lists en Alemania. Como era de esperar, e! sexior (Ministro contest6 e n una extensa c a m a las indicaciones de Furtwbgler y refuta lo que kste hallaba de malo e n la politica artistica moment6nea. La carta de Furtwangler sin su debida respuesta est6 llamada a propagar la idea antigermhiica. Me parece, que nosotros, en Chile y pwcisamente en 10s circulos musicales, tenemos pocos motivos por quk quejarnos de una “bbarbarie” musical alemana. Basta hojear 10s programas de la A. N. C. S., o conocer el camino de estudio de nueswos mejores insrrumentalistas, para ver la intima ‘uni6n en materia artistica-musical de Chile y. Alemania. Aunque tomando por base estos elementos conocidos ya, no habria necesidad de errplicar m b a fondo 10s gcontecimientos ocurridos, dark a continuaci6n algunos pasajes de la carta-contestaci6n del Ministro Goebbels. “-especialmente me alegra, que Ud., a nombre de 10s artistas alemanes, saluda con regocijo a1 principio de su carta, el reestablecimiento de nuestra dignidad naciona1.-Como politico alem6n no puedo reconocer la divisi6n h i c a que Ud. desea ver: la divisibn, e n arte bueno y malo. El arte n o debe s e ~ sohmente bueno sino que debe tambikn, estar basado e n ea1 pueblo 0 , mejor dicho, un arte que tiene sus origenes en su mismo pueblo, puede set verdaderamente bueno y significativo para la Naci6n para la cual fuk creado. No debe existir arm en sentido absoluto, como lo conoce el libezalismo democrdtico. Tratando de servir a este arte, sucederd finalmente, que el pueblo perderia las ligaduras interiores para con el arte.El arte debe ser bueno, debe conocer su responsabilidad, ser comprendido, set combatiente y estar a1 alcance de su pueblo. Reconozco gustoso que este arte ya no soporta experimentos. Per0 creo, que habria sido adecuado protestar contra experimentos artisticos e n un tiempo, en que la vida artfstica alemana estaba dominada, casi exclusivamente, por la “mania” de experimentos, de efementos ajenos a nuestra raza y pueblo. Elementos. que con su obrar pesaban sobre la reputaci6n artistica alemana en todo el mundo. . . verdaderos artistas hay pocos. Por esto hay que ayudarlos y foinentarlos. Per0 dcben ser entonces verdaderos artistas. Estos poi.& ejercer en Alemania su arte tambiin en e1 futuro. Me parece poco propicio lamentar en el momento, que aqui o d b , hombres como Walter, Klemperer, Reinhandt, etc., no pudieron dar conciertos anunciados. Tanto menos, cuando verdaderos artistas alemanes estuvieron condenados, muy a menudo, a callar abrolutamente en 10s Gltimos 14 axios. Los acontecimientos de ins tiltimas semanas (a que
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aludia Purtwiingler) tampoco aprobados son nada mbs que una reacpor nosotros cibn natural contra 10s sucesos arriba mencionados. De todos modos tengo la opini6n, que a cada verdadero artista hay que abrirle, sin trabas, el campo para obrar. Per0 debe ser entonces, como Ud. mismo dice, un hombre creador y de accibn cmstructiva y no debe pertenecer a 10s “sabedores, generalmente, s610 tkcnicos” cuya acci6n es corruptiva, envilecedora, destructora. -Artistas que verdaderamente saben y cuya acci6n no obra contra las normas elementales del Estado, de la Politica y de la Sociedad, en el pasado como en el futuro h a l l a r h en nosotros el foment0 y la ayuda m8s fervorosa.
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Cotlcurso andal de composici6n. La Fa. cultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, a fin de estimular la composicibn musical chilena, establecib un concurso que se deberia llevar a efecto anualmente. A dicho concumo se presentaron, el d o prbximo pasado, siete cofnpositores, cuyas obras fueron admitidas y analizadas segJn 10s requisitos anotados en el Reghmento estudiado para ello. El jurado estaba compuesto por: dos miembros elegidos pot la Facultad de Bellas Artea, tres por 10s oponentes, y cinco miembros auplen tes. Los premios fueron acordados como lo cxpone el acta que va a continuacibn: Acta.-En 26 de Diciembre de 1933, se reuni6 el Jurado del Concurso anual de Composici6n Musical, instituido por la Universi. dad de Ghile, gresidido por don Qomingo Santa Cruz y con asistencia de 10s sexiores: Armando Carvajal, Pr6spero Bisquert y Luis Mutschler (secretario)
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En cumplimiento de 10s articulos 12, 14 y 15 del Reglamento para lot Concursos de Composici6n Musical de la Facultad de Bellas Artes, el jurado procedi6 a pronunciarse sobre el mgrito de Ias obras presentadas y acord6 proponer Jas recompensas en la forma siguiente: Mfisica Sinfbnica. Primer premio, P. H. Allende: Tonada para tres voces y orquesta. Segundo premio, Samuel Negrete: Escenas Sinf6nicas. Miisica para Conjunto de Cimara. Segundo prernio, Samuel Negrete: Cuarteto N Q 3. Mitsica Voop1. Primer premio, Carlos ha. mitt: Cantos Araucanos. Segundo premio, P. H. Allende: Cantos Escolares. (Firmado): C. Humeres, por el Decano de Bellas Artes; A r m d o Carvajal; Prbspero Bisquert; Luis Mutschler.
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FEANCIA: E1 ballet. Este espectbculo atrae hoy dia sobre manera a1 pdblico francis. Nuevamente el Theatre des Champs-ElyrCu se ha visto animado p o r una multitud deseosa de presenciar 10s nuevos ballets. La “troupe” de Diaghilew ha dejado hondo recuerdo. Hoy acnia el conjunto Balanchine, compuesto de jbvenes dmzarines entre 10s cuales sobresalen, Tilly Losch y Tamara Toumanova. Se dio principio at programa con una obra de Mozart orquestada pot Tchaiikowsky, quien escogib para este objeto una composici6n que reuniera las cualidades requeridas para la danza. Esta es una YSuite”, compuesta de cinco partes: Gigue, Menuet, P r i h , ThBme, Finale. La orquestaci6n dada, es en estilo cldsico. La escena en que se desarrolla esta danza, representa la plaza de una pequeiia ciudad italiana. El decorado y 10s trajes de gusto exquisito, son de Christian BCrard. La obra anterior f u i seguida por una opereta satirico-dramikica, “Les Sept Pkchks Capitaux” de Bert Brecht, musicada por Kurt Weill. La mfisica es algo mon6tona: un largo recitado sobre un mismo tono, interrumpido por pequeiios momentos emotivos, da la impresibn de escuchar una misma frase melbdica. A pesar de ello la obra impresiona; su argumento, muy alemih, es a la vez satiric0 y wntimental; representa la miseria humana expresada por gemidos de almas desesperadas.,La obra obtuvo un gran Cxito aunque un critic0 dijo de ella: “La monotonia le agrega un pecado mid’. Otra de las obras puestas en escena por la “troupe” Balanchine, se titula “L’Errante”, escrita sobre una Fantasia de Schubert, orquestada pot Koechlin. Aunque las alegorias y la coreografia son atrayentes, la obra es poco interesante. “Fasted’ con mdsica de Henry Sauguet es de escasb mCrito, obra convencional, fria y simbblica, representa un “hombre de tres caras: bufbn, cortesano y sacerdote”. Terminb la representacibn con el ballet “Songes” de Darius Milhaud, obra muy propia para ser colocada como final, por su carlcter alegre, su ritmo vivo y que a pesar de BU escaso mCrito, agrada y recuerda 10s antiguos ballets del tiempo de Luis XIII. Los decorados y trajes de un gusto refinado y lujo fant6stic0, como tambiCn el libreto, son obra de Andre Derain. Ultimamente se ha representado el ballet “Beaoh”; coreografia, decorado y libreto no ofrecen ningdn interis. El mhrito de esta obra est6 en la mdsica, de Jean Fraqaix, quien ha sabido darle color y vida o un conjunto de notof grisu.
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La Orquesta Sinf6nica de Paris d i r i g i b por M. Maurice Abravanel ha interpretado 10s ballets reprexntados en el ThCLtre des Champs-ElysCs. (M. Lkonide Massine ha dirigido 10s Ballets Russes. Como novedad present6 “Prksager”, cuyo libreto y coreografia os obra ruya, dendo musicados sobre una composicibn de Tchaikowsky. En esta representacibn, que 9u autor llama “Synphonie chorkgraphique”, domina la danza sobre una mdsica pobre, Nicolsis Nabokoff h a tenido la genialidad de presentar un Oratorio de concierto como intermedio entre dos actos de ballet. “Job” fuC cantado por cuarenta voces masculinae, que hadian corn a dos excelentes solistas. M. Rolf de MarC, entusiasta admirador de la danza, ha fundado un Museo con el objeto de reunir alli reliquias concernientes a este arte. En 10s muros de una gran sala del edificia han colocado numerosas obras de grandes maestros, cuyo tema es la danza; se la puede admirar en todas las kpocas de la historia. En esa misma sala se dan interesantes conferencias. Est6 en formacibn la Biblioteca, que ya cuenta con un gran archivo de documento$ sobre la danza. Alli est& a disposicibn de 10s que se interesen por este arte, las me jores noticias que re han escrito. M. Rolf Mark ha p u b l i d o y a dos ndmeros de una revista titulada: “Los archivos de la D a n a ” . Bs la primera publicacibn de este ginero, La Opera.-Los aficionados a este espectdculo han presenciado la representacibn de dos 6peras antiguas, adaptadas fielmente, a su primitiva concepcibn: “Don Juan” de Mozart y el “Barbero” de Rassini. Adolfo Boschot ha estudiado en la Biblioteca der Conservatorio el manuscrito original de Don Juan, y M. Jean Chantevione ha hecbo reproducir el “Barbero” como se di6 pol: primera vez en Roma, el. aiio 1816. En la Opera de Paris se ha representado “La Hebrea” de Halevy, obra que no se daba desde hace 30 aiios. El pdblico la recibib con entw’iasmo. Darius Milhaud acaba de ensayar un nuevo gCnero liricodram6tico. en su obra “La Mort d u Tyran”. El text0 es de Lampride y exprasa 10s sentimientos del pueblo romano, lauando gritos salvajes ante el cadtiver da un Emperador. El cor0 hace un efecto admirable; esa gran masa coral a ratos cants, a ratos declama. con gran dramatismo. Realza este BF gumento una orquesta formada pot instrumentos de percusi6n, con sblo tres instrumentos meltklicos: tuba, clarinete y pequeho fiautin. Este ensayo novedoso est& tratado con mucho iagenio, con verdadera i q i r a c i 6 n
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38 lirica. Sin duda, el nuevo gknero ideado pot Milhaud contari entre sus mejores composiciones. Excelente impresibn ha dejado la nueva audicibn de “Mahagonny” de Kurt Weill. La direcci6n estuvo a cargo de Maurice Abravanel. L a Conciertos.-Un verdadero aconteciniienro musical result6 el concierto ofrecido por €1 violinista Yehudi Menuhin. Este artista cuenta con todas las condiciones que requiere un gran mbsico. La interpretacibn que de5 a las obras es muy original. El programa contenia: Concierto en Mi mayor de J. S. Bach; Sinfonia Espaiiola de Lalo. Estas dos obras acompafiadas por la Orquesta 0. S. P. dirigida par Georges Enesco. En la segunda parte del programa roc6 “Concierto en Si menor” de Sir Elgar, bajo la direcci6n del autor. Menuhin interpret6 estas obras rnagnificamente, con rara perfeccibn. Este joven violinista, de diez y seis aiios, es reputado como uno de 10s primeros ejecutantes actuaks. Como un homenaje a Guy Ropartz, Georges Eaesco y Robert Casadesus han organizado un concierto, en el cual interpretaron tres sonatas de ese autor: la primera es del aAo 1907; tiene una marcada influencia franckista. La segunda de 1917 es de caricter vivo, alegre, pero dentro de una gran serenidad y nobleza. La tercera de 1927 es de mayor mGrito, es obra de un mGsico ya maduro, seguro de si mismo. Este concierto impresion6 nl pfiblico, 10s ejecutantes se hicieron aplaudir SUB grandes condiciones. Muy atrayente, tanto pot las obras ejecutadas como por 10s intirpretes, fu6 el concierto de miisica de cimara que ofreci6 la “SaciBti National”: el Cuarteto Calvet hizo oir el Cuarteto en Re mayor de Albert Roussel; Mme. Croiw canto dos melodias de G. Arnoux y una muy hermosa de P. Vellones, titulada “Pluies”. Dos piezas para piano, de M. Dumoulin fueron tocadas por Jean Doyen. Una composici6n para flauta, “Le Tombeau de FaurP’ la interpret6 muy bien Roger Cortet. La segunda parte del concierto estaba dedicada a la mbsica inglesa: “Tercera Sonata”. para violin y piano de Fr. Delius (in&prete el gran violinista ingl6s Andrk Mangeot). Para dar tdrmino a este variado concierto re di6 a conocer un interesante “Trio” de Miss Helen Perkm. La primera parte de esta obra es sobresaliente, de un ritmo briIlante; la segunda, no tan atrayente, es de gran emotividad; la tercera desmerece de 1 2 partes anteriores, por la falta de unidad y por ser excesivamente larga En todo caw auaque dispareja, esta obra es de gran m6rito.
El Cuartero Zagreb ha dado un,intercsantc
Autos concierto cuyo programa tenia la originalidad de contener s610 obras de caricter folkl6rico: “I1 Cuarieto” de Josip Slavensky (profesor de la Escuela de Mbsica de Belgrado); .“Andante” de Kasimir Baranovic, (director de la Opera Nacional de Zagreb), y “Danse” de Krto Odak. M. Gerard Hekking ha organizado reuniones con el objeto de dar a conocer algunas obras. Ultimamente ha invitado a oir las composiciones de M. Stierlin-Vallin. (De este autor s610 sc conocia una colecci6n de estudios para piano “Venise”). Entre las obras ejecutadas Gltimamente sobresalen el “Concerto da Camera” para piano y cuarteto de cuerdas, dgunos poemas para canto y piano, titulados “La Fuite en Egypte” (Marie chante; Marche barbare; Caravane) . Estas compo: siciones las ejecut6 Mme. Stierlin-Vallin, haciendo resaltar los m6ritos de cada una de ellas; In acompaii6 a1 piano M. Stierlin-Vallin excelente pianista. La audici6n de estas obras ha dejado una magnifica impresibn, son obras propias, sin ninguna influencia. En esa misma tarde M. Gerard-Hekking di6 a conocer cuatro obras suyas, para vio!oncello y piano. El autor, gran violoncclista, sup0 despertar el entusiasmo del pbblico. Esta audici6n atrajo la atenci6n de 10s mGsicos. “Les amis de Delacroix” han ofrecido una audici6n de obras de Mozart: “Trio e n DO”, “Cuarteto en Re”, con ffauta, y “Fantasia en Re”; estas composiciones fueron cjecutadas e n * instrumentoi antiguos. La Sociedad “Ars Musica”, ha ofrecido, Gitimamente, una interesante audici6n d e obras antiguas: Cantate ‘2obet Christen” de Buxtehude; “Concierto e n Re menor” para clavecin de J. S. Bach; ‘Cortege de Bacchus” de B. Marcello; “CallirhoC” de Destouches. Para poner fin a este programa de obras antiguds, el director de la Sociedad, M. Maurice Bagot, hizo oir una de sus irltimas obras “Mort de Daphnis”, cor0 para tres voces femeninas y sinfonia instrumental. Est& inspirada en una Egloga de Virgilio. Vladimir Horowin, el notable pianista del dia, tiene maravillado a1 exigente pirblico de Paris, con l a admirables interpretaciones qte d.4 a las obras clzisicas, con la expresi6n, la tkcnica y el ritmo perfecto con que ejecuta cada una. En el concierto del “Thkltre des Champs-Elystb, hizo oir: “Sonata” en Mi bemol de Haydn; “Chacona” de J. S. BachBusoni; “Variaciones” Paganini Brahms; “Funerales” de “Barcarola” de Chopin; Liszt; “Polonesa” en La bemol de Chopin. La ejecuci6n de estas obras fuk brillante. Vladimir Horowitz es considerado el. primer pia. nista del mundo. En el T h i l t r e des Champs-EIysCs, dos no:
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Europa tables intkrpretes, Ninon Vallin y Jacques Dupont, hicieton oir trozos de canto y piano. La famosa cantatriz cant6 lieder de Schumann y “Proses lyriques” de Debussy. Jacques Dupont la acompA6 con delicada elegancia, y tom6 a su cargo la segunda parte del concierto, ejecutando en el piano, ires Esrudios de Chopin; Mephisto-Valse y Campanelta de Liszt e Idamey de Balakirew. el dltimo concierto del Mlisica nueva.-En “Triton” Henri Tomasi ha presen+tdo una nueva obra foIkl6rica: “Quatre chants corses”. El compositor ha armonizado inteligentemente las aurinticas melodias populares, haciendo realzar las bellezas del texto. Sobresale entre ellas “Nana” escrita e n modos lidio y frigio. “Srknade-complainte”, “Lamentu d‘u rren’u” y “U meru pastore” son tambikn hermows. P. 0. Ferroud present6 una Sonata para violoncelo y piano, muy interesante; la obra es Clara y llena de gracia; fuk muy bien recibida por la critica. Se di6 tkrmino a1 concierto con “Sonatina” para flauta y piano de Jacques Ibert; “DUO Concertant” para violin y piano de Igor Strawinsky; “Burlesque” de J. RivSer, y “Tcma con variaciones” de Wladimir Dukelsky. En una de las audiciones de la “Sociedad Nacional” LadisIao Rohozinsky di6 a conocer ‘‘ Huit mklodies”; esta obra como otras del mismo autor, es delicada y fina, construida en una atm6sfera impresionista.
LOS FESTIVALES INTERNACIONALES DE MUSICA CONTEMPORANEA Amsterdafn fuk el sitio escogido para celebrar el 11Q Festival de la Sociedad Internacional de Mtisica Contemporlnea. La ciudad holandesa agot& 10s recursos para hacer agradable la estada de las personas que debian intervenir en este acontecimiento musical. El Conservatorio dispuso su Sala de Conciertos para las audiciones. La orquesta del “Concertge$ouw” tom6 a su cargo las obras sinfhicas, y la orquesta municipal de Utrecht, acompaii6 las obras teatrales. Los famosos coros “Toonkunst” y otros conjuntos corales holandeses, (hicieron oir obras vocales antiguas y modernas. La ciudad de Amsterdam di6 un subsidio de 20 mil guldens para subvenir a 10s gastos de las festividades. La Comisi6n organizadora se mow6 activa para llevar a cabo, en forma admirable, las audiciones de estos famosos festivales. Los Museos abrieron sus puertas y organizaron toda clase de exposiciones. La inauguraci6n de las festividades tuvo lugar en el Pabell6n del Vondel Park. El burgomaestre, M. de VIugt: di6 la bienvenida oficial a 10s miembrds de la S. I. M. C. y de-
39 mis personajes invitados. En cortas frasce se felitit6 de ver reunidas tantas personalidades del arte de 10s distintos paises. Acto seguido hablb el Director del Conservatorio y despuks M. Ed. IDent. Presidente de la S. I. M. C.; e n una elocuente improvisaci6n hizo el elogio del pais holandks, patria de tantos artistas y cientificos; hablb del pasado artistic0 de Holanda, tan fecundo y pr6digo para con las demas naciones. AI terminar advirtid a 10s concurrentes, que aIIi sc oiria mtisica de todos‘ 10s paises y obras de j6venes maestros, que rapresentan lo mls avanzado del arte de hoy. Se di6 principio a Ins audicioncs con una obra coral “Carmen Saecular” de Alphons Diepenbrock, ejecutada por cuatro sociedades corales dirigidas por M. Sem Dresden. Esa inisma tarde, en la !%la del “Concertgebouw” y con su orquesta, se oy6 el primer concierto sinfbnico, a1 cual se di6 principio con una “Suite d’orchestre” dirigida par su autor, Leo Kaufmann (nacido en 1901, a h m k n ) ; mdsica bien construida pero sin interis, a pcsar de que su autor aprovech6 10s buenos elementos puestos a su disposiri6n para hacer una magnifica ejecuci6n. El Director de 10s conciertos del Kursaal de Scheveningue, M. I. Neumark, dirigi6 la obra de Joseph Koffla, (polaco, nacido en 1896), “Variations sur une succession de dduze tons”; esta obra sorprende, su escritura es atonal, muy moderna y compuesta para pequeiio conjunto de cuerdas. La composici6n resulta bella, per0 a juicio de algunos oyentes, tal vez se oiria mejor con un conjunto de instrumentos mayor que el determinado por su autor. La obra anterior fui seguida por la d e un joven hdngaro, alumno de Kodaly, Paul Kadosa, (nacido en 1903), y Ileva por titulo “Konzertmusik”; esti construida para orquesta y piano. Su autor, excelente pianista, hizo resaltar las cualidades musicales de las partes de piano, haciendo notar que la obra se distingue por el vigor y la vida y por la concisi6n de 10s temas. Atrae, particularmente, la primera parte; m& adelante desmerece por la aparici6n de algunos motivos vulgares, quk no alcanzan a disminuir las cualidades arriba indicadas, demostrando a1 “mGsico de raza”, que sabe interesar desde la iniciaci6n de fa obra. aM. E. van Beinum interpret6 “Symphonia” de G. Landri, (holandks, nacido en 1 9 0 5 ) , discipulo de W. Pyyer. La obra esti escrita conscientemente denota que Landri conoce a fondo 10s recursos orquestales y 10s aprowcha, atin, con cierta “pedanteria”; a pesar de ello est6 bien construida y augura un gran parvenir a su autor. Pus0 fin a esta audicibn la “Suite” para
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40 orquesta de FrantiKh Battos, (checoeslovaco, nacido en 1903), alumna de Jeraka. Esta composicibn ejecutada inmediatamenre despuis de la obra de Landri, no fuk del gusto de 10s asistences; su orquestaci6n es muy pocb brillante y est0 se hizo notar m6s, por las robresalientes condiciones orquestales de la composici6n anterior. FuC presentada por Karl Ancerl, joven director de la orquesta de Praga. Muy interesnnte resuk6 la grande exposici6n de obras del pintor Breitner, la cual preparada con sumo cuidado por el Director del Museo, M. Baard, permiti6 apreciar la obra de este pintor, considerado el mejor artista holandis despuks de Rembrand. O:ra de las curiosidades admiradas en esta oportunidad, fuC la exposicibn de instrumentos antiguos de todas las razas, coleccionada por M. Scheurleer. Tan atrayente como 10s conciertos anteriores f u i la audicibn, a1 aire libre, ejecutada frente a1 Palacio de Su Majestad. Bajo la batuta de M. Roeske, director de la celebre “Chorale Rayale Apollo”, una gr<m m a s coral hi20 oir una bellisima colecci6n de viejas canciones populates holandesas. Estas obras han sido reunidas poi el mdsico holandes Cornelis Dopper. Tres obras para conjunto coral y orquesta, formaban el programa del 20 concierto orquestal, que se llev6 a efecto en la Sala “Concertgebouw”. -Robert Gerhard (espafiol, nacido en 1896), discipulo de Pedrell y despuks dc Schoenberg, di6 a conocer una obra de gran mirito, “Passacaglia y Choral”. Desgraciadamente fu6 muy mal dirigida por su autor. A la obra anterior siauid “Pater”. bara soIo, COCO y orquesta, composici6n de escaso mbrito, obra del mdsico francks Jean Cartan, muerto e n 1932 a 10s 26 afios de edad. Constant Lambert, pus0 t6rmino a esta audici6n presentando “Belshazzar’s Feast”, para cor0 mixto, baritono solo y orquesta, de William Walton (inglks, nacido en 1902). Lambert dirigi6 esta obra de manera magistral, haciendo resaltar 10s grandes msritos que contiene: “color, movimiento, diversidad de ritmo, etc.”; obra que coloca a Walton entre 10s mejores compositores de hoy dia. Esta ejecuci6n fuC un triunfo tanto para Walton como para Lambert y M. E. Plipse, preparador del cor0 p asi mismo para Ray Henderson, el notable baritono solista. Bajo la direcci6n de Sem Dresden se reali26 una admirable audicibn de obras de autores holandeses antiguos y de hoy. El program~ lo componian 10s nombres de J. Obrecht, Lassus, Tollius, Sweelinck, unidos a 10s modernos, Sigtenhorst Meytr, J. Nul y w. Bpper.
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En el tercer concierto orquestal, Alfred0 Casella, dirigi6 con maestria el “Concerto” para piano y orquesta de Mlle. de Maniiarly, quien ejecut6 la parte de piano. “Parrita” del compositor italiano G. Pedrazzi (nacido en 1904), se di6 a conocer tambikn bajo la batuta de Casella; esta obra contar6 a Pedrazzi entre 10s mejores compositores de la presente generacibn. El joven compositot Bertus van Lier (ho. landks, nacido en 1906), discipulo de Pyper, hizo oir “Symphnie”, obra sobria, “casi ascCtica, austera”, escrita con gran maestria contrapuntistica, tal vez en exceso; la obra deja ver a1 compositor culto, consciente, a1 m6sico de gran porvenir. Exito inesperado y sorprendente, causd I t obra de E. von Bork ( a l e m h , nacido en 1906), compuesta por cinco pequefios troz06 para orquesta. Este mdsico es uno de 10s m6s audaces de la presente generaci6n; escribe bajo la plena conciencia de su valer y con un lenguaje precisd, atrevido, violento, que a veces Ilega “a lo feroz”, a ratos abusa de la expresi6n. La orquestaci6n de estos pequefios trozos es extremadamente complicada y la ejecucih muy dificil. E. von Bork, con gran talent0 compuso su obra en pequeiias partes, pues tanta audacia y tanto choque serian intolerables en una obra larga. Sin duda esta composici6n desconcertante interesa y es comprensible su kxito en 10s Festivales. Erik Chisholm, compositor inglks present6 una obra de tan escaso mdrito, que no debio ser ejecutada e n una circunstan-ia tan notoria. Sin duda que fa Sociedad Wagner di6 la nota alta e n 10s festivales, poniendo en escena un drama sinfdnico de Willem Pyper, llamado “Halewyn”, obra original, formada por nueve preciosos cuadros en estilo antiguo, que recuerdan 10s Misterios de la Edad Media. La obra es de una acusada personnlidad, sobresaliendo ea ella la hermosisima linea me16dica. L a orquestaci6n es magnifica. El empleo de un cor0 de diez voces escogidas, es de un efecto sorprendente. Hay momentos cu!minantes de belleza, como un recitativo mon6dica, del cual Mme. Liesbet Sanders-Hertz. berg hace una verdadera creaci6n. La obra fuk dirigida con gran maestria por M. Monteux. Los hermosos decorados son obra de M. Johan de Meester. Est& basada en un text0 tomado por Emmy‘ van Lokhorst de una poesia de N. Nyhoff. Todos 10s detalles de la ejecuci6n fueron admirablemente realizados, contribuyendo para que esta obra resultara un verdadero acontecimiento. Se di6 tCrmino a 10s festivales con un programa formado por la “Symphonie de Psaumes” de Igor Strawinsky y la “Missa pro pace” de Rltdolf Mengelberg, obras ya conoci-
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Earopa das. La “Symphonie de .Psaumes”, como siempre provocb “reacciones bien diversas”. La “Missa pro pace”, de un admirable sentimiento religioso, tiene masas corales de un efecto magnifico. El 12P Festival se llevard a cab0 en el aiio 1934, e n Florencia, y para el aiio 1935 se habla que el sitio escogido sera Bruselas. ITALIA.-AI poner t6rmino a la temporada de conciertos sinfbnicos del E. I. A. R. de Turin, Fretz Reiner present6 un novedoso programa: “?ire Commedie Goldoniane” de Malipiero; Suite “Danza Hlingara” de Leo Weiner (Profesor de armonia del Conservatorio de Budapest), esta obra est5 construida sobre cuatro frases de gran simplicidad, pero con ellas, el autor hace una composici6n de maravilloso colorido. Completaban el programa “Sinfonia cldsica” de Prokofiew y tres tiempos de “Hary Janos” de Kodaly. Por iniciativa del G. U. M., el “KolischQuartett” de Viena, ha hecho, e n cinco audiciones la historia del cuarteto, desde sus origenes, hasta hoy dia. Los cuartetos modernos de Reger, SAiienberg NP 7 y Bkla-Bartok, fueron muy mal recibidos; 10s cuartetos de Debussy, Ravel y Alfano han reconciliado a1 pliblico de Turin con el cuarteto moderno. En Abril de 1934 se celebrari en Florencia, el 129 Festival de la Sociedad Internacional de Mlisica Contempordnea. La Comisidn encargada de organizar el programa y manifestaciones es la siguiente: Alfredo CaselIa por Italia, Rosemberg por Suecia; Nadia Boulanger por Francia, Krenck por Austria y Vogel por Rusia. Se ha reabierto el “Liceo Musical” Dara una corta temporada de conciertos sinfbnicos, la cual ha sido iniciada por Ernest Bloch, presehtando un concierto completo de sus obras: “Israel”, “Hiver-Printemps”, “Concerto Grosso” y “Poemes Juifs”. Giulio Cesare Gedda dirigi6 el segundo concierto, en cuyo programa iba la Segunda Sinfonia de Alfano. Esa misma tarde fu6 inaugurado, e n el ‘Xiceo Musical” el gran Organo, construido en la flbrica de Gioranni Tamburini. UIisse Matthey, para dar a conocer la potencia del instrumento toc6, con orquesta, el “Concerto” op. 100 de U E. Bossi. Esta pequeiia temporada de conciertos termin6 con el “Oratorio I1 Paradiso e la Peri” de Schumann, para solo, cor0 y orquesta, dirigido por G. C. Gedda. En Monza se ha representado una 6pera inkdita de Cirillo Casiraghi, “La Bardana”. Esta obra ha sido muy del gusto del pliblico. Maggio Fiorentino.-De transcendental importaneia para el arte musical, ha sido e1 Maggio Fiorentino, celebrado e n Florencia, bajo la Sresidencia de S. ‘E. Ugo Qjetti,, gtpn
critic0 e historiador del arte. Desde el 26 de Abril al’ 4 de v a y o , la gran sala del Palacio Vecchio se vi6 concurrida por la casi totabdad de las primeras figuras de mlisicos, music6logos, critic03 de arte y maestros de escena, con que hay cuenta la vida musical europea. AIli estaban Richard StAuss, Florent Schmitt, Albert Roussel, BelkBartok, Kolady, Alban Berg, Egon Wellesz, Darius Milhaud, P. 0. Ferroud, Ernest Toeh y otros, junto a 10s italianos Francesco Malipiero, Ottorino Respighi, Alfredo Casella, Lualdi y Castelnuovo. L a Casa Real se hizo representar por el joven Duque de d‘Aosta. El programa de 10s temas que se tratarian e n el Congreso estaba confeccionado de antemano. Abri6 la sesi6n inaugural E. Ugo Ojetti con un bello y bien fundado discurso, en el cual hizo ver, que las sesiones no serian reducidas a “6rdenes del dia, f6rmulas y notas in6tiles”, sino que estaban alli para sacar conclusiones positivas en bien del progreso del arte musical. Agreg6 que despu6s de la guerra europea ‘hl mundo era un punto de interrogaci6n en todas las materias, que existia el afln de negar el pasado hist6rico y comenzar a contar desde hoy dia; pero la humanidad necesita la mhsica, y mis en este momento e n que 10s pueblos tienen desconfianza unos de otros, ella puede servir de punto de unibn, de lenguaje comlin para acercar las naciones. Numerosos ingenieros y fisicos se empeiian, hoy, por llevar a la realidad este ideal. La radio, el cine sonoro, el grambfono, etc., serin 10s problemas del porvenir musical, de ellos, principalmente, se ocuparin 10s congresales, de este arte que reci6n se forma y a1 cual 10s m6sicos deben aportar todos sus esfuerzos.” El primer tema desarrollado fu6 sobre el rol, objeto y m6todos de la critica musical; hablaron de ello 10s seiiores: Gaetano Cesari, Guido Pannain, Luigi Ronga y Boris Schloezer. De interpretaci6n 10s seiiores: Alfredo Parente, A. della Corte, el Doctor Alfred Einstein (de Berlin), Armand Machabey (de Paris), Ferrucio Benavia (de Londres), RossiDoria (de Roma), Roger Sessions (de Nueva York). Se ocuparon del teatro lirico Paul Bekker y Carl Ebert, el primer0 de ellos tiene estudiado un proyecto de funcionamiento de un teatro lirico ideal. La Radio, el Cine, en general la mlisica mecdnica fueron objeto de interesante y detenido estudio; en estas materias intervinieron 10s seiiores: L6o Fuerst, Emile Vuillermoz, Basil Maine, Herbert Fleisher, Ludwing Koch, Aloys Mooser, Hans Rosbaud, Andrd Coeroy y Adriano Lualdi. De cooperacibn artistica y canje hablaron: el Presidente de la Sociedad Internacional de M6sica Contempordnea, M. Edward Dent y ~
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Calks, Bacarisse, y la aplaudida ,obra de EsHenry Pruniires, quien llamb la atencibn de pld “Nochebuena del Diablo”. Grande kxito obtuvo Claudio Arrau colala Asamblea sobre lo acontecido en Alemaborando e n la audicibn sinfbnica que sirvib nia, recatcando que por primera vez en Io historia del mundo, un partido politico in- de clausura a las sesiones de la Asociacibn de terviene e n asuntos artisticos y condena las Cultura Musical. Arrau fu6 entusiastamenw tendencias llamadas “modernas”. Dijo que aplaudido pur la ejecucibn del Concierto en L a menor de Schumann. Completaban el proesta medida podria traer “represalias graves”, y adeinfis hizo notar con extrafieza, que el grama obras de Honegger, Debussy, Rimslryrnstituto Nacional de Cooperacibn, depen- Korsakow, etc. F e r n b d e z Arbbs para dar tirmino a la diente de la Liga de las Naciones, no haya temporada de conciertos de Burgos ofrecib intervenido en el asunto. El Congreso cerrb sus sesiones con un dis- un hermoso programa: “Fidelio” de Boothoven, “Danza de la vida breve” de Falla, “E1 curso de M. Carlo Delcroix, ciego y mutilado de la guerra, a cuya iniciativa se ha realizado Aprendiz de brujo” de Dukas, “Petroushka” el Maggio Fiorentino. Fuk emodonante oir de Strawinsky, “Preludio de 10s Maestros Cantores”, Murmullo de la Selva y Cabalgata tiablar de mhsica a un hombre que encuentra de las Walkyrias de Wagner. en ella el refugio y consuelo de su desgracia. El conocido “Luthier” sefior Parrambn, ha Florencia, para amenizar las sesiones de este interesante Congreso, que sin duda reporta- construido un nuevo instrumento, una violatenor, e n la cual ha dado conciertos el seiior r6 felices consecuencias de acercamiento e Gdlvez Bellido, interpretando obras de Franck, intercambio de ideas entre los verdaderos Fauri, Beethoven, Franco, Albeniz, Cotarelo artistas, ofrecib magnificas veladas, reprey Dunkler. El seiior Gdlvez fuk acompahdo sentaciones de bpkras italianas del siglo XIX, a1 piano por la sefiorita Rooira. interpretadas de manera perfecta por 10s Para conmemorar el 50 aniversario de la mejores cantantes del dia, sobresaliendo el muerte de Wagner, la Embajada Alemana, tenor Gigli, Rosa Ponselle y Arangi Lombarauspicib un concierto que st llevb a cabo en do. Parte muy importante en’ estas reprpsenta10s Salones del Colegio Alemin. Formaban el ciones t w o Carl Ebert, quien tomb a su cargo programa numerosos fragmentos de las obras la “mise e n scbne” de las bperas italianas. de Wagner, entre otros, Elsa Traum y el dho Hicieron oir: “Lucrezia Borgia” de Donizetde Elsa-Ortrud de Lohengrin, Elisabeth y ti, dirigida, magnificamente, por Marinuzzi; “Nabuco” y “Falstaff” de Verdi; “La Vesta- Gebet der Elisasbeth de Tannhauser, Senta le” de Spontini; “Barber0 de Sevilla” J “Ce- Hollanser y Ballade der Senta y una aria de Tristdn. En cor0 ejecutaron: Der fliegende nerentola” de Rossini; “Los Puritanos” de Hollander y varios trozos de Los Maestros Bellini. Los conciertos sinfbnicos fueron dirigidos Cantores de Niiremberg. El maestro Germfin Lago, director del pot V. Gui, Molinari y de Sabata. Las audiCuarteto de instrumentos de pGa y pulso, ha ciones d e mdsica de cdmara y conjuntos COobtenido hltimamente un brillante triunfo en rales se efectuaron e n las salas del Palacio una audicibn, e n la cual figuraban obras de: Pitti. Dos interesantes audiciones pusieron fin a Falla, Turina, Halffter, Montesori, etc. Alejandro Bradowsky ofrecib un recital de las actividades artisticas: “Suefio de una noche de Verano” de Mendelssohn, llevado a obras de piano auspiciado por la Asociacibn efecto en 10s jardines de Boboli, bajo la ba- de Cultura Musical. Este magnifico int6rprete tuta de Max Reinhart, y “El Misterio de se hizo aplaudir en: “Variaciones sobre un tema” de Paganini-Brahms, “Toccata” en Do Santa Uliva” (siglo X V ) ; organizado por mayor de Bach-Bussoni, Preludio y Fuga en Jacques Copeau y puesto e n mhsica gor Pizzetti, representado e n el hermoso claustro de Do menor y en. Do sostenido mayor de J. S. Bach; e n la segunda parte del programa tocb Snnta Croce. obras de Chopin, la ejecucibn de las cuales Los inteligentes organizadores del Maggio Fiorentino, sefiores: Carlo Delcroix, Ugo ‘fuk criticada por exceso de rapidez; la tercera Ojetti y Guido Gatti, agotaron 10s medios parte estaba compuesta por obras modernas para llevar a efecto, e n forma magnifica, este de Prokofiew, Skveraa y Halffter. El gran violoncelista c a m l b Luis Millet, Congreso que traerrl tan benkficas consecuenha obtenido un gran triunfo en el recital pricias. vado que ejecutb en la Asociacibn de Cultura Musical; Gltimamente este joven mhsico ha E S P A R A . 4 u y interesante fuk la tempo- recibido lecciones de Casals. En el programa rada de conciertos en Espafia. La “Orquesta iban obras de Bach, Beethoven, Breval, Bloch, Filarmbnica” ha ofrecido numerosas audicioRimsky-Korsakoff, Popper, Granados y Lanes, figurando en sus programas varias Sin- mote de Grign6n. fonias de Beethoven, La Valse de Ravel, SinTerminada la temporada sinfbnica, en Barfonia Sevillana de Turina, obras de Wagner, celona, Paul Casals dib una audicibn con d
10s sefiores Paul Stefan, Alfredo Casella y
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siguiente programa: “Sonata” en Fa op. 99 de Brahms; “Suite” en Do menor de Bach; “Canto de la tarde” de Schumann, y “Sonata” en La de Weber. En el Palacio de la Mlisica Catalana se ha desarrollado una brillante temporada de conciertos. La Orquesta dirigida pot Paul Casals inicib las audiciones con un festival en homenaje a Wagner, en el cual se ejecutb: Fausto (Obertura), Lohengrin (Preludio), Maestros Cantores (Obertura), Idilio de Siegfred, ’ y cinco poemas para canto y orquesta, El H o land& errante (Obertura), Creplisculo de 10s Dioses (Msicha fdnebre) Tristin e Isolda (Preludio y Final). En el segundo concierto tom6 la batuta Luis Hasselmans, quien hizo oir “El Matrimonio Secreto” de Cirnarosa (obertura) , “Messidor” (entre ,acto) de Bruneau; “Dafnis y Cloe” (fragment0 del poema coreogrsfico) de Ravel; “Sinfonia” en Re menor de Franck; Preludio “a 1’AprL.s Midi d‘un Faune” de Debussy; “Sirenas y Marineros” de Morera, y “Preludio” de Liszt. El maestro Hasselmans dirigi6 el tercer concierto, cori un programa tan interesante como el anterior: “El Carnaval Romano” de Berlioz; la Suite “P&llCs y Melisanda” de Faurk; “Fuegos Artificiales” de Strawinsky; “SQptima Sinfonia” de Beethoven; “Preludio” y fragmentos del tercer acto de Parsifal de Wagner; “Preludio, Danza del Aprendiz y Entrada de 10s Maestros Cantores” de Wagner. Paul Casals como director, y Alfred .Cortot como solista, realizaron el programa del cuarto concierto: Cortot ejecut6 de manera admirable el Andante Appassionato y Polonesa de Chopin, orquestadas por 61, ademis el Concierto en La de Schumann. Los aplausos obligaron a Cortot a tocar fuera de programa un Valse de Chopin. Casals dirigid con maestria, tanto las obras anotadas, como la Suite en Re da J. S. Bach y la Segunda Sinfonia de Beethoven. El quinto concierto tuvo como director a Alfred Cortot, quien hizo oir una hermosisima obra orquestada pot 81, *‘Concert dans le goat th6iitral” de Couperin. Completaban el programa, Obertura, Scherzo y Final de Schumann y la Sinfonia Fausto de Liszt. El sexto concierto dirigido pot Paul Casals empez6 con la Segunda Sinfonia de Beethoven, y two como principal atractivo la primera audici6n del Oratorio “David Penitente” de Mozart. La obra es bella pero un tanto impersonal. Mozart la escribib ripidamente para acceder a 10s deseos de la Sociedad de Mdsicos de Viena. E s d compuesta sobre lor remas de una Misa escrita anteriormente; el cor0 con que se d l principio a1 Oratorio es grandioso, emocionante y bien podria pasar por obra de J. S. Bach. Las arias para soprano son en el =tilo propio de Mozart, pero el
aria de tenor es a1 modo de Haydn. En general la obra es hermosisima. Entre las audiciones que ha organizgdo 61timamente la Asociaci6n de Cultura Musical, han llamado justamente la atencibn 10s conciertos de mdsica de cimara, sobresaliendo 10s ejecutados por el famoso Cuarteto “Pro Art”, en cuyo programa contaban: el Cuarteto en Sol mayor op. 77, NP I de Haydn, Tercer Cuarteto op. 22 de Hindemith, y el Cuarteto en Mi bemol op. 74 de Beethoven. Una de las mejores audiciones de mficica de cimara fu6 la ofrecida por el Cuarteto Dresde, que hizo oir: el Cuarteto en Fa mayor op. 18 NQ 1 de Beethoven, Cuarteto en Sol op. 161 de Sdwbert y el Cuarteto‘en Mi menor de Respighi. AUSTRIA.-Como todos 10s aiios, en 10s meses de verano, se celebrarin 10s Festivales de la ciudad de Salzburgo, El programa fu6 el siguience: representacibn de “Jedermann” de Hugo von Hofmannsthal y el Fausto de Goethe. Como homenaje a1 50 aniversario de la muerte de Wagner, cantaron Trisdn e Isolda, dirigido pot Bruno Walter e interpretad0 por notables Cantantes austriacos. Bruno Walter dirigi6 la “Flauta encantada” de Mozart. Bajo la batuta de Clemens Krauss se dib “Elena Egipciaca” de Strauss, y Fidelio de Beethoven dirigido por Strauss. Se llevaron a escena: “Cosi fan tutte” de Mozart, “La mujer sin sombra” y el “Caballero de la Rosa” de Straws; “Oberbn” de Weber y “Orfeo” de Gluck. La direcci6n de estas obras estuvo a cargo de Ricardo Strauss, Hans Pfitmer, Otto Klemper, Bruno Walter y Clemens Kraus. Se reuni6 en Venecia la Comisidn Directora de la Fyndatibn del “Premio Emil Hernka”. Dicha comisi6n compuesta de 10s maestros: Alban Berg, Ernest Krenck, Franz Schmidt, Erwin Stein, Anton Webern y Egon Wellesz, despuk de estudiar concienzudamente las 267 composiciones presentadas, otorg6 un premio de 50 chelines a cada una de las siguientes: “Cantata” para solo, cor0 y orquesta, de Robert Gerhard (Barcelona) ; “Quinta Sinfonia,’ de Norbert von Hannenheim (Berlin); “Requiem” para cor0 y orquesta de Julius Schloss (Viena) ; “Sinfonia” para pequek orquesta de Leopold Spinner (Viena); “Sonata” para piano de Ludwig Zenk (Viena). El segundo premio fuC dado a: “Suite” para coro, de Walter Engel (Dresde); ‘*Cuarteto de arco” de On0 Joel (Vie. na); “Trio” para violin, viola y guitarra de EmmeriQ von Nyigry (Budapest) ; “Sonata” para violin y piano Peter Schacht (Berlin) y “Der Mahlvorgang” 6pera de Albert Schwan (Viena) . SUJZA.-La Quincena Ginebrina ha ofrecido un “concierto espiritual” compusoto de
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obras nacionales: “Chaconq” .para brgano de Otto Barblan; tres piezas littirgicas de Alejandro Mottu; “Missa Ecclessia” de William Martillet y “Abra’ham’’ de Roger Viratm. M. F61ix Weingartner ha dirigido una interesante audicibn, en “Les Nouveaux Concerts’’ de Ginebra. El programa en el cual tomb parte Mme. Carmkn Studer (seiiora , Weingartner) fu6 el siguienre: Obertura “Prometeus” de Beethoven; “Sinfania NP I” de Schubert; “Sinfonia en Mi bemol” de Mozart; “Rosamunda” de SEhubert, y “Kunstler Icben” de Straws. En Basilea, el afio que acaba de pasar, se calebraron, como es costumbre, 10s Festivales, en homenaje a Beethoven. En 10s programas figuraban: la “Missa Solemnis”, dirigida por Hans Munch y cantada por el “Gesangverein”; el “Concierta’’ para violin (solista Ad& Busch); el “Concierto” en Sol Mayor, para piano (solista Rudolf Serkin) y las Nueve Sinfonias. La direcci6n de estas obras la tuvo Weingartner. En el Victoria Hall y frente a la Orquesta Filardnica de Berlin, Furtwaengler interpret6 notablemente, la Qbertura, de Egmont y la Sinfonia Pastoral de Beethoven, el Preludio de Lohengrin d a Wagner y Don Juan de
en EE. UU. un congreso de organisms, en donde se discute cmnto interesa sobre esta rama del arte. AI terminar cada sesi6n ejecutan una audici6n con bellisimos programas. En el Congreso de Cleveland (Ohio), M. M a c Amis hizo oir: “Psaume 19” de Marcello, “Adagio” (de la tercera sonata) de J. S. Bach, “Piece hkro’ique’’ de Cksar Franck, “Mater Dolorosa” de Weitz, “Circumsicio Domini” de “Tournemire, “Messe des Pauvres” de Satie. Otro de 10s programas fud ejecutado por M. White y dedicado a 10s autores alemanes e ingleses antiguos: Buxtehude, Scheidt, Kellner, Walther, Greene, Arne, Roseingrave, Byrd y Haendel.
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La “Obra de 10s ArtisPtemio Casals. ha fundado un nuevo premio para virtuosos, el “premio Pablo Casals”. Este generoso artista presidib el concurso, en el cual tomaron parte. ocho candidatos. Las obras ejecutadas fueron: como obligatorio “Concertstiick” de Juliette FoIvilIe; a ehcci6n del ejecutante ocho trozos para violoncelo, contando entre ellos una Suite de J. S. Bach, EL jurado adjudic6 el premio, por unanimidad a Charles Bartsch, de la escuela de Lieja. , Festivales de Chopin. - Con la solemnidad StrauJP. de costumbre se han celebrado en Mallorca, LQS Cantores de la Sociistk Chorale& Eaux. 10s Festivales que cada aflo Ilevan a cab0 10s Vives” han llevado a efecto un bellkimo pro- admiradores de este artista. E1 primer congrama dirigido por M. Antonp Poohon. En- cierto se verific6 en Palrna y fub organizado tre las obras iban en el programa: “Popule por la Asociacibn de J6venes MGsicos Polacos rncus” de Tom& Luis de- Victoria ( 1 5 6 ~ ~de Paris. M. Fklix Labunsky, presidente de la 1610); ‘Chant de hbi” de Thomas. Modey Asociacih, dictb una conferencia sobre la (1557-1604) ; “Christus factus est pro nobis” obra de Chopin. El sitio escogido para el sede EQice Anerio (1560-1604) ; “Regina coeli” gundo concierto fu6 la Chartreuse de Valdede Gregor Aichinger (1565-1628). alli se cantaron corales polacos entiEn Bs Igltsias de San Josh y de San Pedro mosa; guos, una cantata de M. Fklix Labunsky, st se llevaran a cab0 do$ notables audiciones de ejecumron alegunas obras de Chopin y se di6 mirsica entigua, qua han llamado justamente tkrmino a1 Festival con una obra para cor0 la atencibn dd ptiblico: “PasSn segitn S a m de Manuel de Falla sobre el tema de la BdaMareo” y ‘‘Pasi6n s e g b San Juan” de Henry da en Fa mayor de Chopin. Sehutz, gran maestro del siglo XVII. Los asistentes visitaron la celda que habit6 Cow un acontecimiento artistic0 se repre- Chopin, cuyo propietario es hoy el pintor sentb, en la temporada lirica del Kursaal, la 3artolomk Ferra. Alli se coniervan nurneroOpereta “Aventures.du Roi Pausole” de Ar- sos objetos que pertenecierot: a1 gran mdsica thur Hancgger, Esta obra obtavo como el aiio polaco. anterior entusiastas aplausos. Premio Brailowsky. El Circulo pxivado L a Orquesta “Suisse romamde*’, en su liltimo. cooeierto popular hizo o k un hernoso “A Capella likgeois” ha fundado el “premio programa, en el cual tomaba parte como so- Brai’lowsky”, que se otorg6 ,pot primera vez el lista M. Johnny Aukrt, (el gran pianisna 4 de Diciembre pasado. suiza) en el “Concierto” em La mayor de A Claudio Debussy. E1 9 de Julio, en Liszt; compJeteban la audicik: “Consagra- Saint-Germain-en-Laye se inaugurtr el monuci6n del Viernes Santo” de Warner, “Sinfo- mento a la memoria de Chudio &busy. Prenia Pastoral” de Beethoven y “Espafia” de sidid la ceremonia el Director de Bellas Ar. , Chabrier. tes; gran nitmero de mGsicos presenciaron este acto memorable, el cual termin6 con una NOTICIAS DIVERSAS. Congreso de audicibn de algunas de las obras del genial Organistas. Todos 10s aiios se Il&a a cabo compositor francks. tas”
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