El campeón

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MARTA GIMÉNEZ PASTOR

EL CAMPEÓN

CUADERNOS AUSTRALES 1


MARTA GIMÉNEZ PASTOR

EL CAMPEÓN

CUADERNOS AUSTRALES BUENOS AIRES / 1959 2


EL CAMPEÓN Daniel:

Por lo que tienen de casual los jueves de este año por las bailarinas húngaras y sus pañuelos por los balcones que limitan el mundo y los carritos llenos de naranjas equilibristas por las flores celestes que se pegan en las avenidas de Belgrano por las tardes que se dejan caer sobre diciembre formando montoncitos por las manos de las mujeres y los hombres que se mezclan como las sábanas por las noches que maniobran con sus galeras de magnolia por lo que me olvido y me acuerdo cuando bajo una escalera mecánica por la alegría que le regalo a los transeúntes todas las mañanas tengo derecho a proclamarte importante te declaro campeón de los altos edificios de los pianos de los canarios de los geranios en las macetas de los telescopios y los despertadores de las mesas en las veredas con mantelitos rosas te declaro campeón te condecoro con una guinda 3


LAS PEQUEÑAS SANGRES 1 Debo pensar ahora que estás triste de la misma manera que un domingo No bastará la ciudad que se alza de tu frente la soledad nos llega como un manso elefante. 2 Nuestro silencio aumenta el estupor de las tardes te amo inútilmente el tiempo me delata entre cosas extrañas te amo nuestro silencio llena el mundo 3 En vano las horas estrellan su hondura hacia el oeste tu lejanía me trepa a campanadas como una siesta mientras la tierra levanta una aldea de miel en las pequeñas sangres. 4 Podríamos estar amándonos contra este atardecer estrenando una fecha encendiendo todavía 4


las luces de bengala de la última navidad no sería más que una justificación. podríamos estar amándonos sin celebrarlo. 5 Tal vez agosto avance con una proporción de veinticuatro esmeraldas en el año y tú no estés de frente a los veranos como yo te esperaba acaso azul con las manos cruzadas en las campanas del cráter acaso risueño como los marineros de la plaza de retiro o mejor aún atravesando el alba para siempre.

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PLATAFORMAS Te detallo alegremente con minuciosidad de florista. Permito en orden el sur la madrugada semejante a una muerta la síntesis de tus movimientos el rodaje de una contestación que te ayuda paralelamente pero no puedo perdonar que de pronto te metas en un tren y me saludes de espaldas como si nadáramos te miro azul pienso esta ciudad podría pertenecernos menos.

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EL GRAN ESPECTÁCULO Este suceder de rosas esta tremenda expiación este puro acontecer quizás también el cielo y los amigos que desafían la vida con sus ojales llenos de flores las cosas y los diarios de la noche con una que otra esperanza. Rivadavia y Callao es un enorme estreno los hombres van y vienen por ese lugar alineando de pronto su revancha su soledad incomparable el amor que no es capaz de devolverles ni la más mínima moneda ni las más pequeña terquedad que los ampare. Hoy quisiera quedarme pero el asombro es puntual y un café no dura toda la vida. Aquí en esta fidelidad de ademanes cubro la posibilidad de construir mi propia espalda de remachar mis costumbres mis piernas ahora tengo la longitud de una mano distinta para cada día un equipaje dispuesto a dar mi nombre a decir el naufragio la ciudad nos impulsa. 7


Entonces qué más podemos esperar nos arriman una infancia capaz de proporcionarlo todo una velocidad para construir sin embargo nos ponemos de pie estamos dispuestos a someter el espectáculo. Estamos suspendidos como un brillo es decir hemos caído con una culpabilidad que no nos estorba con un tiempo de simples criaturas históricas y tanto para unos como para otros esta rebeldía intriga necesariamente.

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LO DISCUTIDO Si invento una resistencia y vuelvo al primer dĂ­a si magnifico el trueque entre el aire y una onza de oro si retrocedo y aprendo una nueva canciĂłn nada se ha perdido es ordenar vestidos viejos y contarlos es decir un vamos desde la orilla es seguir l balanceo de esta historia y aquella otra que olvidĂŠ bajo el sauce.

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PROBABLES PALABRAS PARA UN HIJO Creces en mí enfrentando las seculares inocencias sin que yo pueda darte otra cosa que el atávico trigo y el beso horizontal de las preguntas. Sé que te he aplomado muchas veces entre nocturnos terrones que te he bordado a los ojos con rasguidos de miel y que te habito desde hace mucho tiempo atravesando rayuelas con un perro o con un uniforme de soldado pero tu parentesco de escapularios tiene para mis liberados prodigios la misma finitud de los crepúsculos la misma jornada mordiente de la espuma. Mi pan es la violenta agricultura de los huérfanos mi vino es solemne pero no cubre el estuario de los homenajes. Sin embargo aun así en memorables almidones creces con un pedazo de verano sobre el pecho.

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LUGAR DESMEDIDO Ése que está allí ensayando tradiciones de vidrio es mi hermano José Aurelio, el que cumplió su mayoría de edad como las rocas, con un legajo vegetal sobre la frente, el que hace mucho que nos mira sin decirnos nada solamente sonriendo por un imperceptible aluvión entre los labios. Yo no sabía que él iba a ser territorio por eso un día fui a buscarlo desde el fondo de los himnos sin esperar que las estaciones esgrimieran su cielo inocente ni los hospitales redimido su jardinería de sábanas. Pero no tuve la culpa; José Aurelio también se encaramaba como yo en los andenes él también creía como yo que la plenitud cobraba la forma de una sandalia que las navidades se podían guardar en los armarios de año a año y que los ojos de los pájaros era la unidad de nuestros presagios. Así camiamos por una costanera cardinal de eslabones, casas mástiles, amor llaves 11


minerales hasta el exterminio y muchas veces tuvimos que colgar nuestros bolsillos en el sudor de los potros y amarrar en nuestra lengua los años que nos amaron para siempre. Pero no fue mía la culpa ni de José Aurelio. Su padre Carlos, que tenía un soldado azul en los ojos y se le pasó la cabellera oscura hablándonos de Montevideo, de Arturo y del abuelo chileno, nunca supo que íbamos a sufrir llorando sobre el mar ni su madre con apellidos castellanos, nunca supo que debíamos morder los bromuros y desmenuzar a juramentos las mareas para conseguir un par de nombres con que estallar en los atardeceres, un par de nombres con que llamarnos ahora desde los continentes, ni la abuela Neyra, que se fué de la casa con un hueco de agujas en la falda. Hilda Ofelia que siempre nos traía una vidala trepándole por el cuello desde sus carpinterías musicales tampoco supo que tendríamos las rodillas blindadas con días y un brevísimo cuarzo subiendo por nuestras transpiraciones. Pero José Aurelio atravesó los paradójicos dinteles sin que su eternidad rechazara las densas jabalinas ecuestres. “Yo sé que alguna vez, me decía, hemos de fusilar a los barcos, hemos de ametrallar las campanas, 12


que alguna vez le tiraremos piedras a la noche y nos disfrazaremos con el azufre de los péndulos para despedirnos”. Pero no me decía que una mañana lo íbamos a encontrar retratado en los dameros del tiempo con un cubilete de combate en las sienes; que llegarían los amigos con una voz que perdía el sentido entre sus manos y los parientes, inventando una oración para la gigantesca lupa de su pecho. No sé cuántos cuchillos se habrán suicidado ese día cuántas muertes se habrán estrenado con la suya ni cuántas edades más se fueron cayendo como dos trenzas por las mudas espaldas de su sangre. La fábula que los horarios repetían junto a sus lámparas, es ahora una tensa estación alambrando mi tobillo una región de llanto concretada a las potencias temporales mientras se siembran todas las fechas en su frontal de vidrio y José Aurelio crece con una celda de palomas en su vida.

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LAS MIL Y UNA Ante ustedes jerarcas del amor planto el viento de mi alegría les dejo todo el deletreo impecable de mis manos aquella pastilla de limón en el cine el riesgo de saber mi pie desnudo y por fin este pequeño rincón donde el claro desafío se detiene.

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EL MÁGICO MEDIO DÍA Bajo las cruces enérgicas de agosto cumplo innumerables y diáfanas tareas. Amo subo y bajo el aire libre de los viajes insisto en el fervor que recolecta las causas y brindo por mis amigos adjudicándoles la visión de una distancia. Vapuleando el dócil límite de mi memoria, los buenos tiempos recuperan al medio día sus posiciones abren las pausas la justificación de los hechos y los alegres seudónimos con que fijan sus glorias. Lo hacen con cierta altura sin tener en cuenta la ironía de las flores que mueren a diario. Del tiempo que le sacamos al sol prefiero no hablar nadie camina el cause de su propia risa y un corto mecanismo una esperanza tendida sobre el campo raso podría ser la culpable del hambre y de la magia.

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L A R G A D I S TA N C I A Ahora si se va que radas tan lejanas tallarán su certeza. Qué rótulo qué jazmín qué número son sol entrará en los hangares y volará su nombre sobre la última clave del mundo? Lo extrañaré de perfil a las parábolas en los destinos hondeados y en el testimonio de los medios días lo extrañaré de frente hacia los diques cuando las monedas acuáticas empuñen su arco iris más tenso sobre los comensales de la aurora lo extrañaré en mi sed cuando el cirujano del alba compagine la rosa de los vientos. No habrá desfiles ni fiestas ni torneos de acusación en mi melena sólo una ciudad arrojada de bruces sobre el día.

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EL DESCONFIADO Primer poema a mi hijo

Hoy te toca empezar aquí están tu ciudad tu calle tu pequeño pregón de antepasados inútiles y señoras y señores haciéndose conocer. Aquí está tu casa con su continuidad de amigos el apogeo desdeñoso de los muebles en el aire novísimo la primicia de un padre y la vieja condición del tiempo paseándose con fotografías de abuelos. A tu derecha y a tu izquierda eres dueño del mundo. La mañana pasará remontando su pulso de oro y hará estallar un verano vivísimo y silencioso como una bañista. Te dispones a crecer regocijándote en la tinta del porvenir con el azar y el éxtasis envueltos los hombres compartirán tu proceso maravillados (ellos han traído un vals de lacre en la corbata). Mientras tanto tu historia lo aseguro yo con una pájaro inocente sobre mi nombre yo que acaricio el viento ensanchado de tu niñez yo que aventuro la seda de tu adolescencia yo que pavoneo el talismán de tu sangre 17


desde hace mil años yo que me iré hacia el tiempo y quedarán los espejos apasionados entre tanta ternura Conrado Martín la poesía es inútil para tanto hijo demasiada cirugía para aquel que dejó su amor en mis vestidos y me recuerda con los ojos hundidos en medio siglo no es tan fácil caernos como un pájaro en las colinas como un matiz pequeño rodando hasta tus sábanas. No es tan fácil balcucear cuando toda una primavera baja a empolvarse en tus manos.

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LA ROSA DE NOVIEMBRE a Betina Edelberg

Los tragos que se beben a oscuras no justifican la pirueta de nadie ni transponen la fe ni canjean el cielo ni se inclinan sobre el campo como un vidrio. Hay que pensar que la razón no se agita a tientas como un sobre soslayando la tendencia del eco o hilando en voz baja una tierna canción sin consecuencias. Comienza por escalar los hombres baldíos doblar el clima por las selvas que murmuran el abrazo tomar dos copas y volverse. Me niego entonces a empujar los días falsos o a deslizar una voz sobre el trama en equilibro me niego a suponer la pausa y admitir que un encuentro es nada más que el repertorio de una estación pasada me resisto al despojo al perturbador de aromas y vuelvo hasta mis amigos sin olvidar que ellos ponen su hombro vertical como el río de los domingos 19


sus claras asambleas sobre el vino su rosa de noviembre. Me vuelvo para los que se defienden a media luz y crean su virtud con agua fresca la esperanza sobre la lĂ­nea media y el coletazo de un decir que corta por lo sano.

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PA P E L D E S E D A Con violencia el vigía de la ciudad gesticuló la última esperanza. Su paciente faena va más lejos que los tumbos de las multitudes y el juego se da obre la sonrisa que se precipita en bandeja como un simulacro de incendio. Como si hubieran empeñado su corazón otros como yo se florean entre el orgullo y las buenas intenciones. Voy en medio de todos admitiendo la astucia que terminará por dominarme. Comienzo cuando se han percatado de mi destino empujando la corrupción río abajo. Abrazada a la melódica tarea de las siestas canjeando con los hombres la mansedumbre y los vicios recuerdo años en que la amistad y el limitado afán de sus acechanzas caían sobre nosotros como un papel de seda. Si no fuera por esta inocencia que circula libremente las calles el andar se haría más húmedo y la acción secundada durante tantos siglos por ilustres vagabundos terminaría por ser familiar a los malos entendidos. 21


ELVIRA ISABEL A los que compartieron su casa de la calle Olazábal.

De flor en flor esperas el tiempo cuelga del porvenir con un pico de cisne y se trata de empalmar los cielos menores que te dividieron penetro tu día ése por donde se escapó el alcohol y el amor gigante ése que se durmió con fijeza sobre la media luna de tu pueblo ése que ardió de tanto destierro. Yo no le tengo miedo a la nostalgia ni a la sed desmedida ni me apabulla el llamado inexperto ni tus esquemas inclinados pero el agua da límites para recordarte el cielo es brusco y las caricias nivelan cierto intento sobre tu corazón cierta humedad de atardeceres desbaratados. Es el colmo saquearte al medio día es como cansarse en las primeras letras multiplicar la tierra que cierra de golpe la memoria. Ya no los propósitos se cumplen tus hijos dependen de tu sueño dependen de la línea que argumenta tu ausencia 22


pero dejemos a un lado la marca y la estaci贸n terminal de las ac煤sticas olvidemos el agotamiento y la noche en que tu casa se puso de cara al horizonte que nos dejen un rato a solas con tu naipe barrido desde el centro quiero apuntarle el adi贸s apilarlo en tu pa帽uelo para que no renuncie.

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EL LADRÓN No es el caso dudar pero esta vez todos conocen la trama que no acepta forasteros el instante formidable en que se pueden dar todas la voces de mando y decir dios bendito sin esperar nada la maniobra altera dispersa colma las criaturas es necesario dividirse ahora mismo y convien pensar a tiempo el reino será de quien se aniquile de qien imprima su colección de gestos en la astucia de quie recuerde precisamente la misma canción pero aún así vaya alguien a saber lo que viene luego tal vez se llegue el día como una transparencia última es decir como una costumbre desigual de músicas.

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EL DESAFÍO Si no quieres creerme te doy fe de mi muerte con las nubes te lo había dicho antes con una flor no se vive desde tan lejos. Te lo dije por los días deslizables y la estrella que cayó en la colina. Yo tenía in vestido dulce junto al mar y un collar victorioso y unas viñas y un kalypso allegando la lluvia en mi mejilla pero el amor es una historia vieja una fiesta en las islas el mundo obre la tela antigua del orgullo. Yo soy las islas mis antepasados me dejaron un corazón poblado de ángeles sin embargo te digo que he muerto demasiado principio para el miedo demasiada amapola para hablar de nosotros.

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LA GRAN SUERTE Te pido que hagas de mi l instrumento de tu perfil en general el verano nos rodea y la cadencia del tiempo las fรกciles maneras con que yo te secundo se deslizan hasta el fin del mundo. De tanto en tanto bebo a la salud de tu presencia brindo a todos la oportunidad de descubrirte y allanar con nosotros la aventura.

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LA RONDA Tu recuerdo de golpe hace estallar el verano. Nadie más que la esperanza podría reemplazarte la alegría rodea tu voz que está en la tierra y abrevia la soledad cuando el horizonte nos separa. Quizás el equilibrio de este minuto que resiste el viento que nos une y la vida que los amigos sujetan desde tu costa siembren dinteles en la tarde para que tú persistas.

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LA DULCE INVITACIÓN Lejos de la traición la ciudad arrulla los desmentidos que han de salvarte. No temas entonces por la canción que buscas ni por las flores frescas que vienen a tu encuentro la historia caerá a plomo sobre el olvido aunque aquí y allá el candor se revele contra estos árboles y estas extrañas noches que han llegado a seducirte.

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C AS I TODO Ahora te he regalado mi sobresalto queda un minuto y medio para el amor algo así como el contorno de una abeja un violín un huerto el mar. Ahora que tú duermes y yo camino busco un abrazo para emparejarnos una canción para conquistarte un pañuelo de encaje una naranja un beso. Ahora que todos se han ido y yo me quedo con este avión dorado en las rodillas.

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DESPUÉS DEL RÍO Aún cuando el triunfo eternice el éxtasis puedes dejar abierta la caída. Así el corazón sobre la duda la cálida tempestad desarmada en tu confianza será más fácil vencer comprender que el mundo es tierno que la ciudad es un dulce animal que come y bebe.

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VERANO Y ESPERANZAS 1 Si yo te hubiera dicho el tamaño de estos días si te hubiera señalado el coraje la fuerza del absurdo cierta manera de hacer pedazos la ciudad si me hubiera ocupado más de los jardines qué aire tan ceñido qué forma magnífica de incorporarte. 2 El silencio cumplió su primera etapa entonces podré estrenar confiadamente el aire claro y seguro de tu cuerpo la confabulación está distante y el verano vuelve a caernos con su prolijo amaneramiento de manzana. 3 Hoy cometiste el crimen del olvido has hecho lo imposible por dudar y ya puedes abrirte paso entre las ventanas. Consulta tus manos el corazón está con ellas y la esperanza ha movida la primer montaña 31


4 He consumido mi suicidio en un instante quiero decir he reconquistado el miedo. 5 Los días pasan secretamente y establecen una relación entre nuestro cuarto y el infinito. Amo el mundo y su ágil nostalgia me cuesta despedirme tenemos toda la inmortalidad por delante y un sábado por compartir.

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ÚLTIMO PASE a Clara Fernández Moreno

1 Aisla tu andar el bello camarote de la niebla puede impulsarte aún en la esperanza ella vigila tu inocencia y sabe medir la trampa con que vas a arrojarte entre las maderas brillantes del desenlace. 2 Esto es lo que está después comienza por desnudarte y aquietar los lomos ávidos del mundo espera la soledad con la mesa tendida y compare con ella el gran amor que calienta las copas la violenta amistad el abrazo de una lluvia más el fraude de una herida para cada verano ésta es la vida los días están de más para lograrla. 3 Dios está perdido ha equivocado su giro entre los hombres que combaten es inútil oponerse renuncia a tu imagen y a tu industrioso palabrerío no tienes más amparo que la vida.

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IDA Y VUELTA Cuando aprendamos a saludar más superficialmente cuando escuchemos con sinceridad esta nueva ruta que te concierne este gran además que nos separa este suave volumen tan desconocido este pasajeros al tren con que nos invitamos nos amamos nos decimos adiós, nos engañamos nos vamos eternamente por una ventana cuando pienses en los cines del centro y enciendas con melancolía tu x cigarrillo de agosto quizás entonces puedas mirar a todos puedas amar a los que te hacen girar en su indiferencia y la esperanza habrá colmado tu aire.

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GENIO Y FIGURA He aquí padre tu perfecta postura acodada como un ciprés sobre la noche he aquí el rastro sin dioses y el perfil inconcluso de tu tacto Es el rostro de una criatura asomada a la borda de los días la causa admirable de tus mediodías sin vino. Sientes que el mar está lejos que tu corbata trasnocha inútilmente y que la historia marcha a costa de dividendos y yo me pregunto si una sonrisa bastará para enfrentarte si agitar un silencio es lo que falta me pregunto que será del amor que salió de mi casa ahora que el tiempo es un noble gigante en el olvido. Pero aquí está la causa la buena racha le dio para salvarnos estas son las maderas entrando en tu cara para buscar el convite estos son los nietos un mariposa que golpea heroicamente tu frente. Puedes hablar entonces no importa con qué fama ni de qué lado dio comienzo el día. Si madrugan los vasos si el hechizo se lleva la victoria río abajo 35


si me vuelvo a besarte entre cartones si te miro entre dos tragos opuestos y te veo alejarte por cuchillos extranjeros a caballo con un viento que te sigue muy de cerca quiere decir que el fuego está completo que los ensayos quedaron atrás. Busquemos nuestro desencuentro la espera debajo de un clavel los hijos recién creados la indumentaria de los polígonos expertos la cifra de ayer y de hoy empujando el agua. Antes yo era la hija y vivía la candencia sin confundirme hoy no me queda naipe ni pie de plomo ni viento para arrasar la historia está hecha sobre muralla antigua y hecharse atrás es como sacarse la sílaba del medio es ponerse fin de arriba abajo.

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FIESTA Si me apuro a abrazarte es porque busco la urgencia que sustenta tu cuello. Si te olvido cuando afuera llueve es porque necesito tu espera para seguir viviendo. Si s贸lo me es posible para sobrevolar la realidad el redoble de tus mansas solapas es porque confi贸 en las peque帽as victorias en la fiesta violenta de las sonrisas.

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INDICE

El campeón......................................................... 3 Las pequeñas sangres.......................................... 4 Plataformas........................................................ 6 El gran espectáculo............................................. 7 Lo discutido....................................................... 9 Probables palabras para un hijo........................... 10 Lugar desmedido.................................................11 Las mil y una......................................................14 El mágico medio día............................................15 Larga distancia................................................... 16 El desconfiado....................................................17 La rosa de noviembre..........................................19 Papel de seda......................................................21 Elvira isabel.......................................................22 El ladrón............................................................23 El desafío...........................................................24 La gran suerte.....................................................25 La ronda.............................................................26 La dulce invitación..............................................27 Casi todo............................................................28 Después del río...................................................29 Verano y esperanzas............................................30 Último pase........................................................32 Ida y vuelta........................................................33 Genio y figura....................................................34 Fiesta.................................................................36

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