Revista Kerygma, vol 2, no. 1 (2012)

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Kerygma

Revista de Teología Volumen 2, número 1, 2012 Segunda etapa


© Universidad Linda Vista Chiapas, México

Director de la revista Miguel Ángel Núñez (miguelanp@gmail.com)

Pruebas Mery Thomann Muñoz

Comité editorial

Fernando Velazco; Iván Martínez; Miguel Ángel Núñez; Moisés Espinoza; Rolando Márquez; Rudi Sánchez.

Comite editorial internacional

Alberto Timm (Brasil); Alejo Aguilar (México); Antonio Cremades (España); Bernt Wolter (Brasil); Carlos Mora (Filipinas); Carmelo Martinez (Argentina); Daniel Plenc (Argentina); Daniel Richards (Perú); Edno Almeyda (Brasil); Esly Vargas (España); Fernando Aranda (México); Fernando Canale (EE.UU.); Franz Rios (Santo Domingo); Gerald Kligbeil (EE.UU.); Hanz Gutierrez (Italia); Humberto Rasi (EE.UU.); Humberto Raúl Traiyer (Argentina); Jorge Torreblanca (Puerto Rico); Juan Carlos Pizarro (Chile); Juan Carlos Torrealba (Perú); Juan Choque (Perú); Lilian Schmied (Chile); Luis Alberto del Pozo (EE.UU.); Marco Tulio Terreros (Costa Rica); Maria Emilia Schaller (Argentina); Martin Klingbeil (EE.UU.); Miguel Salomón (Perú); Mireille Treiyer-Liénard (Bélgica); Nancy Vyhmeister (EE.UU.); Ramón Pérez (Chile); Raúl Quiroga (Argentina); Reinaldo Siqueira (Brasil); Ricardo Bentancourt (EE.UU.); Ricardo Gonzalez (Chile); Roberto Badenas (España); Roberto Pereyra (Brasil); Rodrigo Pereira da Silva (Brasil); Rubén Muñoz (EE.UU.); Rubén Otto (Argentina); Rubén Pereyra (Argentina); Rubén Sanchez (EE.UU.); Segundo Azo (Perú); Silvia Scholtus (Argentina); Teófilo Correa (Bolivia); Tito Venegas (Costa Rica); Vanston Archbold (Colombia); Victor Armenteros (Argentina); Víctor Choroco (Perú); Werner Vyhmeister (EE.UU.); Wilson Paroschi (Brasil).

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Nota importante

Los puntos de vista expresados en los artículos son de exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente son apoyados por la Escuela de Teología de la Universidad Linda Vista.


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012 - Segunda etapa

Contenido Editorial...............................................................................................................5

El Conflicto de los siglos: la historia detrás de la historia

Daniel Plenc.....................................................................................7 Interpretación patriarcal de la Biblia Relaciones, coincidencias e incidencias

y

violencia

contra

la

mujer:

Miguel Ángel Núñez................................................................. 17 Estrategias que contribuyen a la retención de miembros

Moisés Espinoza ..................................................39 ¿Quién es un adventista? - 1

Marco Tulio Terreros.................................................................. 49 Datos de los autores del presente número...................................... 65 Instrucciones para los autores............................................................... 67


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012. Segunda etapa

El Conflicto de los siglos: la historia detrás de la historia  Dr. Daniel Plenc

Universidad Adventista del Plata, Argentina

El tema del gran conflicto entre el bien y el mal aparece en forma permanente en los escritos de Elena G. de White. La misma preparación del libro El conflicto de los siglos abarca gran parte de su ministerio. Su autora dedicó mucho tiempo a presentar el tema de una manera cada vez más completa y amplia para que pudiera llegar con toda su fuerza a los lectores dentro y fuera de la iglesia.

La exposición1 que sigue trata sobre la historia detrás de la historia de uno de los libros mejor conocidos del adventismo del séptimo día.

La visión de dos horas, conocida como “la visión del Gran Conflicto”, tuvo lugar en una reunión realizada el 14 de marzo de 1858 en Lovett’s Grove, Ohio, Estados Unidos.3 Acerca de la vivencia, cuenta la autora: “me vi envuelta en una visión de la gloria de Dios. Se me revelaron muchos asuntos importantes relativos a la iglesia”.4 “El amplio bosquejo de esta importante visión incluía: (1) La rebelión de Lucifer en el cielo; (2) La caída del hombre y el plan de salvación;

La historia de El conflicto de los siglos abarca entre cinco y seis de las siete décadas del ministerio de Elena G. de White, y es una crónica llena de interés para el adventismo del séptimo día.2 El presente trabajo “El conflicto de los siglos, la historia detrás de la historia” fue originalmente presentado en el VI Simposio Bíblico-Teológico “El conflicto cósmico como principio organizador de la teología adventista”, organizado por la Secretaría de Investigación de la Facultad de Teología de la Universidad Adventista del Plata y realizado el 16 de septiembre de 2007.

1

Para una descripción de la composición, traducción y publicación de El conflicto de los siglos, así como su uso de la historia, véase: Elbio Pereyra, Eduardo Francisco Forga: El pionero casi olvidado del continente descuidado (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2004), 70-80, 9192.

4

7

Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor: El ministerio profético de Elena G. de White (trad. Tulio N. Peverini; Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000), 446. Para una descripción de las circunstancias que rodearon la visión, véase Elena G. de White, Notas biográficas de Elena G. de White (Mountain View, CA.: Pacific Press, 1981), 178-180 y White, Mensajes selectos (Mountain View, CA.: Pacific Press, 1984), 3:111-112. White, Notas biográficas, 178.

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(3) El ministerio y el sacrificio de Cristo; (4) La iglesia apostólica y la obra de los apóstoles; (5) La gran apostasía; (6) La reforma del siglo XVI; (7) El Movimiento Adventista; (8) Los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles; (9) Una firme plataforma; (10) La conclusión de los tres mensajes; (11) Escenas relacionadas con el segundo advenimiento; (12) El milenio; (13) La erradicación final del pecado”.1

entre Cristo y sus ángeles, y Satanás y sus ángeles], conocido como Spiritual Gifts, tomo 1.3 La oposición diabólica se manifestó muy pronto. En Jackson, Michigan, a unos 80 kilómetros de su casa, se alojaron en casa de un señor Palmer. Mientras la señora White conversaba, se le paralizó la lengua y le sobrecogió una sensación de frío. Por un tiempo estuvo insensible, inconsciente y paralizada. Despertó en medio de las oraciones de los presentes, sintió picazón en sus miembros y comenzó a usarlos poco a poco hasta poder regresar al hogar. Los efectos duraron semanas mientras comenzaba lentamente a escribir. Al terminar el pequeño libro de 219 páginas unos seis meses después, se le mostró que el ataque sufrido en Jackson había sido un intento satánico de quitarle la vida, a fin de impedir que escribiera la obra.4

Las revelaciones sobre este tópico habían comenzado una década atrás, pero en 1858 se hizo patente la necesidad de escribir su contenido, a pesar de la oposición satánica. “En la visión que recibí en Lovett Grove, la mayor parte de lo que había visto diez años antes concerniente al gran conflicto de los siglos entre Cristo y Satanás fue repetido, y se me instruyó a que lo escribiera. Se me mostró que aunque debía luchar contra los poderes de las tinieblas, pues Satanás haría grandes esfuerzos para impedir esta tarea, debía poner mi confianza en Dios, y que los ángeles no me abandonarían en el conflicto”.2 Se hicieron planes inmediatos para escribir y publicar The Great Controversy, Between Christ and His Angels, and Satan and His Angels [El gran conflicto 1

Douglass, Mensajera del Señor, 452-453.

2

White, Notas biográficas, 178.

Elena G. de White no fue la única en utilizar el motivo del gran conflicto entre el bien y el

8

3

White, Ellen G. Spiritual Gifts. The Great Controversy, Between Christ and His Angels, and Satan and His Angels (Battle Creek, Michigan: Published by James White, 1858). El tomo incluye el relato de la caída del hombre, el plan de redención, y la historia de la iglesia desde el tiempo de Cristo hasta la tierra nueva. Su contenido se encuentra en español en la última parte de White, Primeros escritos (Mountain View, California: Pacific Press, 1962), 145-295.

4

White, Notas biográficas, 178-180.


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mal en ese tiempo. En el mismo año 1858, H. L. Hastings publicó The Great Controversy Between God and Man: Its Origin, Progress, and End.1 El tratamiento de la señora White, sin embargo, es más amplio, al entender el conflicto como una lucha cósmica entre Cristo y Satanás. La señora White comenzó a compartir oralmente el contenido de la visión del gran conflicto.2

La necesidad de ampliar sus presentaciones sobre el gran conflicto surgió de nuevas revelaciones otorgadas a Elena G. de White en los años siguientes. En las décadas de 1870 y 1880 preparó los cuatro tomos de Spirit of Prophecy: The Great Controversy [Espíritu de profecía: El gran conflicto].5 El volumen 1 de Spirit of Prophecy (1870) contiene la historia del Antiguo Testamento desde la caída de Lucifer y la Creación hasta el tiempo de Salomón. Fue ampliado más tarde en el libro Patriarcas y profetas (1890). El volumen 2 (1877) contiene la vida de Cristo desde su nacimiento hasta la semana de la pasión. Fue ampliado más tarde en el libro El Deseado de todas las gentes (1898). El volumen 3 (1878) describe la semana de la pasión hasta la ascensión de Cristo, e incluye la historia de la iglesia apostólica descrita en Hechos 1-17. Más tarde fue ampliado en los libros El Deseado de todas las gentes y Los hechos de los apóstoles (1911). El volu-

La primer expansión del tema publicado en septiembre de 1858 apareció en 1864 bajo el título de Important Facts of Faith in Connection With the History of Holy Men of Old [Hechos importantes de fe en conexión con la historia de hombres santos de la antigüedad] en Spiritual Gifts, tomos 3 y 4.3 El tomo 3 narra la historia sagrada desde la Creación hasta la entrega de la Ley en el Sinaí y el tomo cuatro cubre el período desde el Sinaí hasta el rey Salomón.4 1

H. L. Hastings hizo una aplicación contemporánea del pasaje de Jeremías 25:31 al hablar de las nefastas consecuencias del pecado en la historia de los hombres. H. L. Hastings, The Great Controversy Between God and Man: Its Origin, Progress, and End (Rochester, New York: H. L. Hastings, 1858). Jaime White, Review and Herald, 27 de mayo 1858.

3

Algunos comentarios sobre Spiritual Gifts, tomos 3 y 4, pueden leerse en White, Mensajes selectos, 3:112-114.

4

White, Ellen G. Spiritual Gifts. Important Facts of Faith in Connection With the History of

5

9

El tomo uno de Spirit of Prophecy se subtitulaba The Great Controversy Between Christ and His Angels, and Satan and His Angels (1870); el tomo dos llevaba el subtítulo Life, Teachings, and Miracles or Our Lord Jesus Christ (1877); el tomo tres The Death, Resurrection, and Ascension of Our Lord Jesus Christ (1878) y el tomo cuatro From the Destruction of Jerusalem to the End of the Controversy (1884).

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2

Holy Men of Old (Washington, D.C.: Review And Herald, 1945).


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men 4 (1884) narra los puntos principales de la gran controversia entre Cristo y Satanás desde la destrucción de Jerusalén hasta el fin de los tiempos. El libro fue ampliado más tarde como El conflicto de los siglos (1888).

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El tomo 4 de Spirit of Prophecy, que sería luego El conflicto de los siglos, fue publicado inicialmente en 1884.1 Por ese tiempo los miembros de la iglesia comenzaron a prestar y a vender estos libros a personas fuera de la iglesia, con muy buena aceptación. Tanto la Pacific Press como la Review and Herald publicaron 5.000 copias. En tres años se distribuyeron 50.000 ejemplares del tomo cuatro. Ese ejemplar de 1884 se convirtió en el primer libro de Elena G. de White vendido por medio de los colportores.2 Ante la realidad de una distribución masiva, la obra fue corregida y ampliada en la edición de 1888, titulada El conflicto de los siglos.3 Sus lectores ya no serían sólo adventistas norteamericanos, sino un público amplio y diverso. La edición de 1888 tenía páginas 1

2 3

Comentarios sobre la preparación del cuarto tomo de Spiritu of Prophecy pueden leerse en White, Mensajes selectos, 3:123-125.

más grandes, mayor número de ilustraciones y cinco capítulos adicionales, respecto de la de 1884. Resulta de interés que la autora se interesara en adaptar la terminología y los contenidos para que fueran adecuadamente comprendidos fuera del ambiente denominacional. Cuando los libros que circulaban dentro de la iglesia comenzaron a distribuirse fuera de ella, la señora White autorizó y alentó este tipo de revisiones oportunas, para eliminar posibles malos entendidos.4 Puede comprobarse que algunas páginas de Spirit of Prophecy, tomo 4 de 1884, no aparecieron en las ediciones de El conflicto de los siglos, de 1888 y 1911. Esas páginas se encuentran en Testimonios para los ministros, páginas 472-475.5 Informó William C. White: “En su ministerio público mi madre ha demostrado capacidad para seleccionar material del almacén de la verdad, que está bien adaptado a las necesidades de las congregaciones que estaban delante de ella; y siempre pensó que, en la 4

Douglass, La mensajera del Señor, 112.

5

Ibid., 112-113. White, Testimonios para los ministros (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1977), 472-475. Una nota de pie de página dice: “Este capítulo está basado en el capítulo 27, páginas 337-340, del cuarto tomo de Spirit of Prophecy, publicado en 1884.

Douglass, La mensajera del Señor, 447. Comentarios sobre la preparación de la edición de 1888 de El conflicto de los siglos pueden encontrarse en White, Mensajes selectos, 3:125-129.

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1

White, Mensajes selectos, 3:501.

2

Douglass, La mensajera del Señor, 449.

chas con lenguaje que gane, más bien que con lenguaje ofensivo”.3 A la edición de 1888, la autora añadió su propia experiencia al trabajar en Europa entre los años 1885 y 1887. Su conocimiento de la historia de los valdenses y de la Reforma protestante había crecido con su visita a Italia, Suiza, Alemania, Francia, Inglaterra y los países escandinavos.4 Visitó, por ejemplo, la iglesia donde Zuinglio daba sus conferencias bíblicas, observó su Biblia y una estatua que lo recuerda.5 Comentó la autora sobre esa visita a la ciudad de Zurich: “Recogimos muchos asuntos de interés que usaremos”.6 Añade William C. White: “Durante sus dos años de residencia en Basilea, ella visitó muchos lugares donde ocurrieron acontecimientos de especial importancia en los días de la Reforma. Esto refrescaba su memoria en cuanto a las cosas que había visto, y la inducía a hacer importantes ampliaciones de esas porciones del libro que trataban de los días de la Reforma”.7 Además de la comprensión ampliada de los 3

White, Mensajes selectos, 3:505-507.

4

Douglass, La mensajera del Señor, 113.

5

Ibid.

6

7

11

White, Manuscrito 29, 1887, citado en Delafield, Elena G. de White en Europa, 299. White, Mensajes selectos, 3:531.

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selección del material para la publicación de sus libros, debía mostrarse el mejor juicio al escoger lo que fuera más adecuado a las necesidades de los que los leyeran. Por lo tanto, cuando se presentó la nueva edición de El conflicto de los siglos en 1888, no se incluyeron aproximadamente 20 páginas de material — en cierto lugar cuatro o cinco— que resultaron muy instructivas para los adventistas de los Estados Unidos, pero que no eran apropiadas para lectores de otras partes del mundo”.1 Se excluyeron algunas referencias a otras iglesias, y expresiones tales como “Yo vi” o “Me fue mostrado”.2 Con referencia a estas omisiones y a otras en ediciones posteriores, dijo Elena G. de White: “Estas declaraciones son verdad, y son útiles para nuestro pueblo; pero para el público en general, para quienes este libro se está ahora preparando, están fuera de lugar. Cristo dijo a sus discípulos: ‘Tengo muchas otras cosas que deciros, pero no las podéis soportar ahora’. Y Cristo enseñó a sus discípulos a ser ‘prudentes como serpientes y sencillos como palomas’”. Luego agregó: “Las verdades esenciales deben ser presentadas claramente; pero hasta donde sea posible deben ser di-


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eventos ocurridos en Europa en los días de la Reforma, la señora White comprendió la necesidad de utilizar términos que pudieran traducirse con facilidad a otros idiomas. Ella misma y su hijo William C. White cooperaron con las traducciones de El conflicto de los siglos al francés y al alemán, mientras residían en Basilea, Suiza.1

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Debe decirse también que la edición de 1888 se amplió con el aporte de las lecturas acerca de la historia del protestantismo realizadas por la autora. Al escribir sobre Juan Huss y Jerónimo usó material tomado de History of Protestantism [Historia del protestantismo] de J. A. Wylie, sobre todo para obtener detalles históricos y cronológicos.2 Muchas veces las lecturas refrescaba en su mente lo que había visto en visión.3 Otro autor citado fue J. H. Merle D’Aubigné. Estos escritores fueron citados textualmente en algunos casos, parafraseados o resumidos en sus propias palabras en otros casos.4 La edición de 1888 contenía 417 citas o extractos de 75 autores diferentes.5 Elena G. de White preparó tam-

bién una introducción a esta edición, explicando el propósito del libro y el uso que ella hizo de otros autores.6 La edición de 1888 incluyó 26 ilustraciones y 26 páginas de notas generales y bibliográficas.7 Veinte años después se vio la necesidad de volver a ilustrar e imprimir el libro, con un apéndice más completo de las referencias usadas. Además las planchas de electrotipo del libro estaban gastadas, tanto en la Pacific Press, como en la Review and Herald y en la Sociedad Internacional de Tratados de Londres.8 La autora respondió con prontitud: “Cuando me enteré que debía componerse nuevamente El conflicto de los siglos, decidí que debíamos examinar todo cuidadosamente, para ver si las verdades que contenía estaban expresadas en la mejor manera posible, a fin de convencer a aquellos que no son de nuestra fe que el Señor me había guiado y sostenido al escribir sus páginas”.9 La señora White y sus colaboradores trabajaron minuciosamente en la preparación de 6

Douglass, La mensajera del Señor, 449.

7

Carta de William C. White a L. E. Froom, 18 de febrero 1932. Citada en Ibid., 453.

1

Douglass, La mensajera del Señor, 448.

2

Ibid.

8

3

Ibid.

9

4

Carta a L. E. Froom, 8 de enero 1928, citada en Mensajes selectos, 3:525.

5

Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 79.

12

White, Mensajes selectos, 3:494. Francis M. Wilcox, The Testimony of Jesus (Washington, D.C.: Review and Herald, 1934), 115-117. Citado en Douglass, La mensajera del Señor, 453.


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1

2

Comentarios sobre la edición de 1911 del libro El conflicto de los siglos pueden leerse en White, Mensajes selectos, 3:139-140. Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 79.

otros trabajos literarios”.3 El capítulo 13 de la edición en español, titulado “El despertar en España”, fue preparado por C. C. Crisler y H. H. Hall, y se añadió al libro con aprobación de la señora White.4 El conflicto de los siglos es en muchos sentidos una obra única: (1) Tuvo un desarrollo que se extendió de 1858 a 1911. (2) En su edición española, incluye un capítulo no escrito por la autora. (3) Contiene abundantes notas y comentarios bibliográficos. (4) Posee extensas referencias bíblicas. (5) Su introducción acerca de la revelación, la inspiración y la iluminación fue escrito por la autora.5 Algunas declaraciones y cartas del pastor William C. White acerca de la edición de 1911 de El conflicto de los siglos son muy ilustrativas.6 Sus explica3

Wilcox, 115-116. Citado en Douglass, La mensajera del Señor, 450. Carta 56, 1911 (Véase: White, Mensajes selectos 3:140).

4

El capítulo adicional [el 13], titulado “El despertar de España”, en la edición española de El conflicto de los siglos (pp 252-277) se incluyó por sugerencia de Eduardo Francisco Forga. Fue escrito originalmente en inglés y traducido al español por G. W. Caviness. En verdad Forga había propuesto como posibles autores, al pastor bautista Pablo Besson, al Dr. Clemente Ricci de la Universidad de Buenos Aires o al filósofo español Miguel de Unamuno (Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 87-93).

5 6

13

Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 72-73. Véanse los apéndices A, B, C de White,

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esta última edición que concluyó en 1911.1 Algunas de las modificaciones consistieron en mejorar las referencias históricas, utilizando fuentes más recientes, modificar algunas frases que podían resultar ofensivas o imprecisas y armonizar la ortografía y la puntuación con los otros libros de la serie del gran conflicto. La edición en inglés de 1911 contiene más de 400 referencias de 88 autores e historiadores diferentes.2 La autora aprobó con satisfacción la edición revisada. En una carta a F. M. Wilcox, escribió Elena de White: “Mientras escribía el manuscrito de El conflicto de los siglos, estaba a menudo consciente de la presencia de los ángeles de Dios. Y muchas veces las escenas sobre las que estaba escribiendo me eran presentadas de nuevo en visiones de la noche, de modo que estaban frescas y vívidas en mi mente [...]. Como resultado del examen que hicieron de él nuestros ayudantes más experimentados, se han propuesto algunos cambios de palabras. He examinado cuidadosamente estos cambios, y los he aprobado. Estoy agradecida porque se me ha conservado la vida, y que tengo claridad de mente para éste y


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ciones podrían sintetizarse en los siguientes puntos: (1) La recomposición del texto de libro en su última edición se hizo por consejo de pastores, colportores y miembros de iglesia, por decisión de la autora. (2) Se mejoraron las ilustraciones. (3) Se introdujeron referencias históricas en el cuerpo del libro. (4) Se cambiaron formas de expresión para evitar ofensas innecesarias. (5) Todas las modificaciones fueron aprobadas por Elena G. de White.1 (6) La autora no pretendía ser autoridad en historia y cronología, o poseer inspiración verbal. (7) Elena G. de White dispuso que las ediciones del libro se adaptaran al público al que estaban dirigidas. (8) Spiritual Gifts, tomo 1 (1858) y Spirit of Prophecy, tomo 4 (1884) fueron escrito mayormente para los adventistas de los Estados Unidos. La edición de 1885 se publicó para ser vendida por los colportores. (9) Elena G. de White escribió y publicó sus visiones del gran conflicto varias veces, y cada vez en forma más completa. (10) Las visiones dadas a Elena G. de White presenta-

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Mensajes selectos, 3:494-532. 1

Escribió William C. White: “Si oís informes de que algunos de los trabajos hechos sobre esta última edición fue hecho en contra del deseo de mi madre o sin su conocimiento, podéis estar seguros de que tales informes son falsos, e indignos de alguna consideración” (White, Mensajes selectos, 3:498).

ban escenas panorámicas. Pocas veces incluían datos cronológicos o geográficos. Ella debía suplirlos por medio del estudio personal de la Biblia y de la historia. La traducción del libro El conflicto de los siglos al español merecería un extenso párrafo. Eduardo Francisco Forga tuvo un papel importante como traductor y coordinador de traducciones de los libros de Elena G. de White al español.2 Los primeros dieciséis capítulos de El conflicto de los siglos ya habían sido traducidos por el mejicano A. B. Carrero, un predicador de la Sociedad Bíblica Americana que no pertenecía a la iglesia adventista y fueron revisados por Carlos Bransby de la Universidad de Berkeley y por el propio Forga. En 1908, Forga aceptó la invitación para hacer la traducción definitiva de la edición de 1911 con un equipo internacional de asistentes. La consideró su gran misión, a la que dedicaría varios años. Buscó en bibliotecas de Europa las referencias bibliográficas citadas. Francisco D. Díez, un erudito español y pastor presbiteriano, radicado en Chile, tradujo parte de El conflicto de los siglos, bajo la dirección de Forga, completando la tarea iniciado por A. B. Carrero. La tarea de traducción y publicación se completó en 1913. William C. White 2

14

Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 55-85.


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le escribió a Forga: “El conflicto de los siglos recibirá, sin dudas, una gran recepción, no sólo por parte de los hispanos radicados en los Estados Unidos, sino en Sudamérica, quienes podrán entender mejor lo que nos espera como pueblo de Dios en la gran lucha final [...].1 El conflicto de los siglos es más que la historia de la lucha milenaria entre el bien y el mal. 1

Carta de William C. White a Eduardo Francisco Forga, 26 de febrero 1913. Citado en Pereyra, Eduardo Francisco Forga, 82.

Es la clave para entender el devenir de los acontecimientos y los planes divinos para con nuestro mundo y para el universo. Su preparación y ampliación ocuparon la mayor parte del ministerio de Elena G. de White. Su autora lo consideraba más valioso que la plata y el oro.2 La evocación de la historia detrás de la historia destaca el valor perdurable de uno de los libros más importantes del adventismo del séptimo día. 2

Véase: Daniel Oscar Plenc, “Más que la plata y el oro”, Revista adventista, junio 2007, 27.

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Interpretación patriarcal de la Biblia y violencia contra la mujer: Relaciones, coincidencias e incidencias  Dr. Miguel Ángel Núñez Universidad Linda Vista, México

Ninguna idea se produce al azar. Todo concepto tiene una historia ideológica y conyuntural. La violencia contra la mujer, en contextos religiosos se sustenta en una interpretación patriarcal de los textos sagrados. En el caso de la Biblia no se está excento de este problema.

Introducción

sonal, familiar y social”.1 Siendo tal, al menos por dicha influencia Mi formación universitaria fue debería estudiarse el fenómeno en una universidad confesional, con crucial interés. sin embargo, luego obtuve dos Muchas científicos ilustres delicenciaturas en una universidad dicaron mucho de su tiempo a inllamada “laica” y participé en vestigaciones con el fin de no sólo cursos de formación profesional en otras universidades que sos- dilucidar el fenómeno religioso tienen como premisa básica sino establecer sus influencias rela desvinculación formal del ales en las vidas de las personas. fenómeno religioso sosteniendo Podemos mencionar, sin ser exque el ámbito universitario no es haustivos, a autores de la talla de 2 3 lugar para tratar temas religiosos. William James, Sigmund Freud, 1

Carlos Mondragón. “Confusiones y dificultades en la relación psicología-religión” en Psicología y Religión: Tensiones y Tentaciones, Cesar R. Avendaño, Susana González e Irma Herrera O., coordinadores (Buenos Aires: Kairos Ediciones, 1999), 59.

2

La variedades de la experiencia religiosa (Barcelona: Península, 1994).

3

Moisés y la religión monoteísta (Buenos Aires: Santiago Rueda, 1955); El porvenir de una ilusión (Madrid: Alianza, 1972). Totem y

17

Sique

Quienes piensa así olvidan “que el interés de la ciencia no está puesto en la verdad o falsedad de las creencias religiosas (eso es asunto de las convicciones personales de cada individuo), sino en la influencia que esas creencias tienen en la vida per-


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Alfred Adler,1 Carl G. Jung,2 Gordon Allport,3 Erich Fromm,4 Jean Piaget5 y Víctor Frankl,6 por mencionar algunos de la psicología, psicoanálisis y psicoterapia. Pero lo mismo se ha dado en otras disciplinas que han visto en la vida religiosa un factor crucial en la existencia de los individuos y las sociedades. Por eso “separar religión de cultura es imposible”.7

tales de los individuos que son conformadas desde su infancia.8

Por lo tanto, el interés de las ciencias —especialmente de las que estudian lo humano— no es emitir un veredicto sobre verdad o falsedad de una determinada opción religiosa, “sino estudiar y comprender los efectos que dicha creencia tiene en la vida social y personal, desarrollando para ello Ya lo decía William James en una teoría y una metodología 1902 en sus conferencias de la adecuada a la naturaleza del Universidad de Edimburgo que la fenómeno en cuestión”.9 psicología no está interesada en Nuestro interés es la vinculas “instituciones religiosas” pero lación entre el fenómeno religisi en los “impulsos y sentimienoso, las creencias y la conducta tos religiosos” que se traducen de las personas en sus ámbitos en conductas y actitudes hacia la privados y públicos. Interesa ver vida y que están presentes en la cómo una forma de internalizar la formación de las estructuras mencreencia afecta la conducta. Tabú (México: Alianza, 1993). Alfred Adler y E. Jahn, Religion und Indivualpsychologie (Viena, s.e.. 1947).

Rompiendo el mito

2

Psychology and religión (Yale University Press., 1938)

3

The Individual and his Religión (New York: McMillan, 1950).

La relación entre religión y violencia no es nueva. La “violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir un daño”.10

1

Psicoanálisis y religión (Buenos Aires: Psiche., 1980) Erich Fromm y D.T. Zusuki, Budismo Zen y psicoanálisis (México: Fondo de Cultura Económica, 1992).

Sique

4

5

La Psychologie et les Valeurs Religieuses (Genova: Labor, 1923).

6

La presencia ignorada de Dios (Barcelona: Herder, 1981) y El hombre doliente: Fundamentos antropológicos de la psicoterapia (Barcelona: Herder, 1990).

Cynthia Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive Marriages”, en Catherine Clark Kroeger y James R. Beck, eds., Healing the Hurting: Giving Hope & Help to Abused Women (Michigan: Baker Books, 1998), 17.

7

Hay religiones con las cuales la violencia es asociada natural mente. Entre musulmanes, 8

James, La variedades de la experiencia religiosa, 14.

9

Mondragón, “Confusiones y dificultades en la relación psicología-religión”, 59.

10

Jorge Corsi, “Una mirada abarcativa sobre el problema de la violencia familiar”, Violencia Familiar: Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social (Buenos Aires: Editorial Piados, 1999), 23.

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es común encontrar historias de abuso contra la mujer,1 que van desde la castración del clítoris2 hasta la muerte,3 pasando por una gama horrenda de violaciones sistemáticas de los derechos a opinión, religión, conciencia y libre desplazamiento.4

campo de labrar, ¡id, pues, cuando queráis!” (2, 223).7 Incluso el Corán autoriza la agresión psíquica y física, la “perla” que valida dicha conducta dice “¡Amonestad a aquellas mujeres que teméis que se rebelen, no os acerquéis más a ellas, pegadles!” (4, 34).8

La base para dicha práctica se encuentra en la interpretación del Corán. Mahoma señala taxativamente que “los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Allah ha dado a los unos sobre las otras” (4, 34).5 Por otro lado, el islamismo supone la inferioridad natural de la mujer, un pasaje coránico señala “los hombres están en un grado (darayatum) por encima de las mujeres” (2, 228).6

La mujer no puede escoger por sí misma a su esposo porque se supone que no está en condiciones naturales para hacerlo.9 La condición inferior de la mujer se rebela en formas de agresión más sutiles, como por ejemplo, la incapacidad de recibir herencia10 o una herencia discriminatoria por el sólo hecho de ser mujer.11

La autoridad del marido sobre la mujer es indiscutible. Mahoma insta a los maridos diciendo “vuestras mujeres son vuestro Jean P. Sazón, Sultana: Una vida real (Buenos Aires: Editorial Atlántida, 1996).

1

2

Waris Dirie y Cathleen Miller, “Flor del desierto”, Selecciones del Reader’s Digest, (Septiembre 1999):122-151.

Talisma Nasrim, Vergüenza, (Madrid: Circulo de Lectores, 1996).

3

4

6

Citado por Josep Manyer, Cuando el Islam llama a la puerta: Para una aproximación cultural a los musulmanes en Occidente (Terrasa, Barcelona: Clie, 1999), 95. Ibid.

Situaciones como la reclusión permanente dentro de sus hoga7

Ibid., 96.

8

Ibid.

9

Ibid.

10

Por ejemplo entre los Bereberes.

11

Manyer, Cuando el Islam llama a la puerta, 96.

12

Ibid., 99.

19

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5

El problema de Afganistán a puesto en el tapete a los Talibanés que han privado a las mujeres de sus más mínimos derechos reduciéndolas a menos que seres humanos.

En el matrimonio se supone a la mujer al servicio del varón. La poligamia se propicia como un don imitable de Mahoma quien tuvo quince mujeres y aconsejaba “casaos, de entre las mujeres que sean buenas para vosotros, con dos, tres o cuatro; pero si os teméis no ser equitativos… entonces con una sola o las que posea vuestra diestra” (4,3).12


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res1, el uso obligatorio del hiyab —velo—2 o la burqa aumentan la sensación de desamparo y soledad la vida de muchas mujeres musulmanas. Si ha eso se suma los llamados “homicidios de honor”3 que llevan a la tumba a miles de mujeres simplemente por traer “vergüenza”4 a sus familias y cuyas muertes permanecen impunes, tenemos un cuadro horrible de una situación que es amparada por conceptos religiosos.

lor y refinado las formas de abuso y explotación contra la mujer.6

En el mundo hindú la situación no es mejor. Las mujeres son maltratadas y muertas por esposos, padres y hermanos por diversas razones que van desde no preparar bien una comida hasta sospechar que otro hombre ha codicionado a la mujer.7 Aunque es una sociedad politeísta y tiene muchas deidades femeninas en la práctica no se Aunque en muchos pasajes hace una diferencia. del Corán hay un llamado a la Una declaración del código paz y al respeto al ser humano dihindú de Manú explica esta accho mandato no alcanza a la mutitud cuando sostiene que “Dios jer pues en la práctica se lo aplica hizo a la mujer naturalmente con exclusividad a los varones.5 perversa, enamorada de su leLa riqueza de muchos países cho, prendada de su silla, de sus árabes sólo ha aumentado el doadornos y desordenada en sus pasiones”.8

1

Ibid., 112-116.

2

Ibid., 110-112.

Veáse informe especial de Amnisty Internacional “Pakistán. Homicidio de niñas y mujeres por motivos de honor”. 22 de septiembre de 1999. Índice Al: ASA 33/18/99s. Amnistía Internacional. Londres.

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3

4

La vergüenza puede haber consistido en haber sido violada, de hecho en dichos países cuando una mujer sufre estupro ella como víctima es asesinada y no el delincuente.

5

Los efectos sobre las mujeres son devastadores en términos de equilibrio físico y emocional, los pocos estudios que se han podido hacer entre mujeres de medios ambientes musulmanes arrojan resultados terroríficos. Veáse Muhammad M. Haj-Yahia, “Wife Abuse and Its Psychological Consequences as Revealed by the First Palestinian National Survey on Violence Against Women”, Journal of Family Psychology, 13/4 (1999):642-662.

El mito dice que las mujeres cristianas son tratadas distinto. Sin 6

El libro de Jean Sazón, Sultana: Una vida real muestra esta realidad en toda su magnitud. Otra historia real, que afecta en este caso a una mujer inglesa es Beyond the Veil of Darkness, (Nampa, Idaho: Pacific Press Publishing Association, 1999), escrito por Esmie G. Branner quien sufrió la indecible en un mundo donde la mujer no tiene ningún valor como persona individual sino sólo en referencia a su esposo.

En la India cada 12 horas muere una mujer a manos de su esposo, generalmente asesinadas de una manera horrenda, quemadas vivas, una práctica muy relacionada con las dotes. [http://www.ispm.org.ar/violencia/images/hechos/los-hechos.html 26.3.200]

7

8

20

Citado por Manuel Salvat, ed. La liberación de la mujer (Barcelona: Salvat, 1979), 44.


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embargo, esta idea es sólo teoría. Se supone que el cristianismo ha hecho por la mujer lo que ninguna otra religión ha sido capaz. No obstante, la realidad dista mucho de este supuesto.1 Tendemos a autoengañarnos en que el cristianismo ha producido mejores hogares y relaciones familiares más estables y armoniosas. Desde los mismos comienzos del cristianismo muchos se encargaron de propagar una idea desdeñosa hacia la mujer.2 La primera interpretación en este sentido que ganó terreno fue la convicción de que la mujer merecía desprecio y maltrato simplemente por ser la “causa” y “razón” del comienzo del pecado.3 En realidad lo que se ha vivido es lo que Mary Daly llama “una historia de contradicciones”, que lo único que ha hecho es tener un discurso doble que no se aplica a la mujer. Veáse Mary Daly, “El cristianismo: Una historia de contradicciones”, en Del cielo a la tierra: Una antología de teología feminista, Mary Judith Ress; Ute Seibert, Lene SjØrup (Santiago: Sello Azul, 1997), 61-96.

2

Uta Ranke-Heinemann, teóloga católica narra una historia de cómo se ha perseguido ideológicamente a la mujer a través de la cristiandad sometiéndola a múltiples atrocidades con base en una interpretación sesgada y sexista de la Biblia. Uta RankeHeinemann, Eunucos por el Reino de los Cielos: La Iglesia Católica y la Sexualidad (Madrid: Editorial Trotta, 1994).

3

Al respecto Tertuliano escribió “mujer, debieras ir vestida de luto y andrajos, presentándote como una penitente anegada en lágrimas, redimiendo así la falta de haber perdido al género humano. Tú eres la puerta del infierno, tú fuiste la que rompió los sellos

En la Edad Media la situación empeoró. Las más terribles situaciones se dieron en aras de una superioridad supuesta y mantenida como status quo por el mundo masculino. El cinturón de castidad, la reclusión perpetua, la muerte a manos de esposos inescrupulosos, la azotaina habitual para la pureza y otras prácticas, fueron respaldadas por un clero que veía en dicha conducta algo normal con autorización divina. Se persiguió a toda mujer que se del árbol vedado, tú la primera que violaste la ley divina, tú la que corrompiste a aquel a quien el diablo no se atrevía a atacar de frente; tú fuiste la causa de que Jesucristo muriera...”. Tratado del ornamento de las mujeres, Citado por Salvat, 44. 4

Cuando se convirtió al cristianismo nunca más aceptó estar solo en presencia de una mujer, ni siquiera de su madre.

5

Las características que los padres consideraban femeninas eran “volubilidad y superficialidad, charlatanería y debilidad” (Juan Crisóstomo); “lentitud para comprender” (Cirilo de Alejandría); “inestabilidad mental” (Gregorio Magno). Citado por Daly, 70-1.

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1

En la interpretación Patrística la situación no fue menos drástica. Desde la misoginia de Agustín de Hipona4 hasta el miedo patológico de Tomás de Aquino a ser seducido por una mujer hay una gran cantidad de padres de la iglesia que trasmitieron la idea de que la mujer era inferior por condición natural y que como tal no merecía el mismo trato que se le daba a un varón, por mucho que fuera madre y esposa.5


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religiosas cristianas se sigue trasmitiendo una idea de la relación varón y mujer donde el protagonismo lo tienen los varones y las mujeres son entendidas sólo como un factor subsidiario3 y dependiente sin derechos ni opción. Su sentido como humanos deben alcanzarlo a través del varón que Aunque el renacimiento y la las “cobija” y “protege”. edad moderna trajeron ideas que mejoraron en algunos aspectos la Cuando se llega al tema de condición de la mujer, en el fondo, la violencia física o psicológica especialmente en comunidades contra la mujer el asunto alcanza religiosas cristianas, la situación ribetes dramáticos y en la vida prisiguió siendo igualmente de vada de las víctimas se convierte dependencia y sumisión. en una tortura perdurable y sostenida en el tiempo. El siglo XIX y XX trajo cambios en aspectos esenciales, pero la condición de la mujer se mantuvo Creencia, estructura mental en muchos aspectos de manera y conducta similar a antaño. La correlación entre lectura Hoy no se tiene “caza de bru- patriarcal de la Biblia y violencia jas” —eufemismo medieval para contra la mujer se basa sobre tres justificar la misoginia— no obs- premisas básicas. En primer lugar, tante, en muchas comunidades las conductas son resultado de procesos mentales que a su vez 1 Es sintomático que la mayoría de las personas acusadas de brujería en la Edad Media se sustentan en ideas, conceptos, fueron mujeres, y todas ellas eran solteras, y creencias. Toda religión implica viudas o simplemente viejas, en otras papor lo menos un comportamienlabras, no estaban sometidas al sistema patriarcal o quedaban fuera del dominio to, un sistema de creencias y un

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saliera de los cánones establecidos y se asoció con la herejía y la brujería1 todas las conductas no consideradas netamente femeninas.2 De allí que en la ejecución de Juana de Arco en 1431 fluyeran más cuestiones de tipo ideológica que religiosas puramente tales.

de los varones. Las mujeres no dependientes de padres o esposos fueron percibidas como peligrosas. Diana Gittins, The Family in Question: Chanching Households and Familiar Ideologies, (Londres: MacMillan Press, 1985), 41-2.

2

3

M. McNamara y S. Wemple, “Sanctity and Power: The Dual Pursuit of Medieval Women”, en Becoming Visible: Women in European History, R. Bridenthal y C. Koonz, eds. (Boston: Houghton Mifflin, 1977).

22

C. Raymond Holmes. The Tip of an Iceberg: Biblical authority, biblical interpretation, and the ordenation of women in Ministry, (Wakefield, Mi.: Pointer Publications, 1994), especialmente pp. 133-156 y Samuele Bacchiocchi, Women in the Church: A biblical study on the role of Women in the Church, (Berrien Springs, Mi.: Biblical Perspectives, 1987), especialmente 71-78.


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conjunto de sentimientos.1 “La práctica, la creencia y los sentimientos realizan la intencionalidad religiosa”.2 Desde esta perspectiva la religión no es sólo contacto con lo sagrado y una vivencia interior privada, también es una práctica externa que se da en un entorno social. Se traspasan a las relaciones interpersonales las creencias profundas que se viven en la conciencia individual. La forma de pensar modifica la conducta de las personas. Los epistemólogos Humberto Maturana y Francisco Varela han establecido la conexión fenomenológica que existe entre la mente, las creencias y la conducta.3

las palabras construimos el sentido (orden) de la realidad, pero es a través de la función simbólica que encontramos su significado”.5 A manera de ejemplo, las mujeres han sido definidas generalmente en relación al rol que ocupan en el sistema de parentesco, la señora de tal, la hija de tal o la hermana de tal. Sin embargo, históricamente los varones han sido definidos fundamentalmente en virtud del rol que ocupan en el sistema ocupacional, de allí el surgimiento de algunos apellidos ingleses por ejemplo Smith (herrero), Taylor (sastre), Sawyer (aserrador), o Miller (molinero).6

Las investigaciones muestran que para la mujer cristiana Por otro lado, hay una íntima “la influencia de la religión en relación entre el lenguaje y la visión definir su rol en la familia no ha que se tiene de la realidad“4 con sido un factor positivo. Varios au1 Mondragón, “Confusiones y dificultades en tores señalan que adherir a las la relación psicología-religión”, 59. creencias tradicionales acerca de 2 Antoine Vergote, Psicología religiosa, los roles sexuales contribuye a la (Madrid: Tauros, 1975), citado por Ibid., 59. depresión, la represión, y la vic3 Humberto Maturana R. y Francisco Varela G., El árbol del conocimiento, (Santiago: timización de las mujeres en la Editorial Universitaria, 1990) y Humberto familia”.7 El lenguaje se convierte Maturana R. “Conversaciones Matrísticas y Patriarcales”, Humberto Maturana R. y Gerda Verden-Zoller, Amor y Juego: Fundamentos olvidados de lo humano desde el patriarcado a la democracia. (Santiago: Editorial Instituto de Terapia Cognitiva, 1993).

Muchos de los que trabajan con el tema de violencia planteen la necesidad de una revisión del lenguaje que se usa con el fin de no usar la misma terminología que ha sido en parte, causal del problema. Al respecto veáse Rynaldo Perrone y Martine Nannini, Violencia y abusos sexuales en la familia: Un abordaje sistémico y comunicacional

Gittins, The Family in Question, 35.

6

C. Neuger, en R. Wicks, R. Parson y D. Capps, eds. Clinical Handbook of pastoral counseling (New York: Paulist, 1993), 185207. A. Shupe, W. Stacey y L. Hazlewood, Violent Men, Violent Couples (Lexington, MA.:

7

23

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4

(Buenos Aires: Paidos, 1998), 22-3. José Alcántara, “Mitopoises: Fundamentación para una psicología pastoral”, en Psicología y Religión (Cesar Avendaño, Susana González e Irma Herrera, coors; Buenos Aires: Kairos, 1999), 90.

5


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en prisión en la realidad.

tribunales religiosos.2

La violencia no está ligada necesariamente a conductas psicosociales anormales en términos de patología médica o psicológica, sino al aprendizaje,1 o, siguiendo el lenguaje de la Gestalt, a juegos de roles que se ejecutan siguiendo un patrón inconsciente. Dichos roles van de la mano de las creencias y de las ideas.

El mismo fenómeno ha sido observado por Eugenia Lily Camba con mujeres cristianas en Filipinas sometidas a tratos vejatorios en base a interpretaciones patriarcales de la Biblia.3 Algo similar observa Antje Heider-Rottwilm en comunidades religiosas fundamentalistas norteamericanas.4

Supuestamente la Biblia inA. Shupe, W. Stancy y L. Hafluiría en los hábitos, valores, prinzlewood, en una investigación a cipios y formas de vida y obraría 500 residentes de Texas demoscomo agente modificador de la traron que “las denominaciones vida del creyente. religiosas conservadoras5 tienen Esto es mucho más trascen- más incidentes de abuso y vida dente en contextos conservadores amenazadora que personas de donde la Biblia tiene un carácter denominaciones moderadas”.6 autoritativo y normativo. El estudio mostró que muchos varones utilizaban conceptos bíblicos para justificar sus arrebaInvestigaciones

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Naomi Graetz, de la Universidad Ben Gurion en Negev en Israel, han probado que quienes realizan una lectura patriarcal de los textos judíos sagrados (Biblia hebraica, Mishna y Talmud) tienden a violentar a sus mujeres. Lo mismo se observa en el tratamiento de justicia aplicado en los Lexington, 1992). J. Stoudenmire, “The role of religion in the depressed housewife”, Journal of Religion and Health (1976): 15, 62. 1

Silvia Suárez Loto, “Masculinidad y violencia. El trabajo con hombres violentos”, en Corsi, “Una mirada abarcativa sobre el problema de la violencia familiar”, 133-168.

Naomí Graetz, “Judaism Confronts Wife-Beating”, Women in Judaism: A Multidisiplinary Journal 1(1998): 2-10 y Naomí Graetz, Judaism Confronts Wifebeating (Jerusalem: Jason Aronson, Inc., 1998).

2

Eugenia Lily D. Camba, “Women’s Liberation through Empowerment of the Laity”, The Ecumenical Review, 45/4 (Octubre 1993):416-420.

3

Antje Heider-Rottwilm “Violence against Women: A Challenge to the Churches Solidarity”. The Ecumenical Review, 46/2 (Abril 1994):172-7

4

5

Denominaciones que tienen un apego más literal al texto bíblico y por lo tanto, aparecen, doctrinalmente como más conservadoras en su ortodoxia doctrinal.

6

Citado por Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive Marriages”, 27.

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tos violentos invocando que sus ro de una religión avala y propicia mujeres debían someterse a el- dichas conductas. los por mandato divino.1 Un varón que cree tener dereLa lectura patriarcal de la chos de mandato y dominio sobre Biblia propicia que la mujer sea su esposa estará más propenso a tratada como un ser de segunda violentarla. “Muchos abusadores categoría, en ese contexto se ob- creían que tenían un derecho leservan figuras conductuales de gal y moral de ser brutales para maltrato verbal2 y emocional3 y con las mujeres con las que esabuso físico.4 Todo bajo el ampa- taban casados”.5 William Hauser señala en el contexto de un estu1 Ibid. Para una discusión sobre el sentido dio sobre violencia que cuando bíblico de “someterse” veáse Miguel Angel Núñez, “¿Quién sometido a quién?”, Revista los esposos percibían tener poder Enfoque de Nuestro Tiempo, México, 1997. sobre su familia, los conceptos re2 Se entiende por abuso o maltrato emocio- ligiosos acerca de ser la “cabeza nal el “uso de formas de agresión verbales y no verbales encaminadas a intimidar, som- del hogar” servían de refuerzo eter y controlar a otro ser humano. No se para hostilidad y aumentaban las trata simplemente de comportarse de forma posibilidades de abuso físico para cruel y mezquina con el otro, sino de una 6 manera que sirve para consolidar el poder mantener dicho estatus. y mantener el terror”. Neil Jacobson y John Gottman, Hombres que agreden a sus mujeres: Cómo poner fin a las relaciones abusivas (Barcelona: Paidos, 2001), 162. Otra definición señala “el maltrato doméstico se refiere a las agresiones físicas, psíquicas, sexuales o de otra índole, llevadas a cabo reiteradamente por parte de un familiar (habitualmente el marido), y que causan daño físico y/o psíquico y vulneran la libertad de otra persona (habitualmente la esposa)”. Belén Sarasua, Irene Zubizarreta, Enrique Echeburúa y Paz de Corral, “Perfil psicológico del maltratador a la mujer en el hogar”, en Enrique Echuburúa, ed. Personalidades Violentas (Madrid: Pirámide, 1996), 113.

El abuso verbal es la antesala del abuso físico y sexual. Catherine Clark Kroeger y Nancy Nason-Clark, No Place for Abuse (Downers

4

Grove: InterVarsity, 2001), 79. James Ptacek, “Why do men batter their wives?”, en Feminist Perspectives on Wife Abuse (Kersti Yllö y Michelle Bogrand, comp; Beverly Hills, CA: Sage, 1988).

5

6

25

W. Hauser, Differences in relative resources: Familial power and spouse abuse (Palo Alto, CA: R & E Research Associates, 1982), 56.

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Las características esenciales del abuso emocional son degradación, temor, cosificación, privación, sobrecarga de responsabilidades y distorsión de la realidad subjetiva. Catherine Kirkwood, Cómo separarse de su pareja abusadora: Desde las heridas de la supervivencia a la sabiduría para el cambio (Buenos Aires: Granica, 1999), 70-86.

3

Lo contradictorio es que los mismos sujetos que defienden el modelo patriarcal opinan positivamente sobre conceptos que son por definición contrarios al patriarcado, por ejemplo, la doctrina protestante del “sacerdocio universal de todos los creyentes” o el ministerio de los dones del Espíritu Santo (que a todas luces no discrimina). La paradoja es explicada a partir de no querer cambiar esquemas que propician un status


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

quo al que no se está dispuesto “El esposo es la autoridad final, y a renunciar, por mucho que per- las esposas y los niños son legalciban argumentos en contra.1 mente dependientes de él”.4 Quienes realizan una interpretación patriarcal de la Biblia suponen que dicho modelo social es atemporal y de aplicación actual, por lo tanto, al leer el texto bíblico no hacen más que buscar argumentos para su dominio soberano sobre la mujer.5

Lectura patriarcal de la Biblia

Es más sencillo repetir un prejuicio que criticar dicho preconcepto a la luz del testimonio bíblico. La primera actitud es la que engendra multitud de fanáticos y la segunda, que es más escasa, La tesis de este artículo es que suele ser, lamentablemente, reducto de eruditos que comparten la interpretación patriarcal de la su erudición en medios cerrados y Biblia presenta una imagen de la mujer que crean las condiciones muchas veces crípticos. para avalar, favorecer y/o propiQué se entiende por “patriciar la violencia verbal y física arcado”. Social y culturalmente contra la mujer. En otras palabras, definido el patriarcado es “una “las creencias patriarcales acerca forma de organización en la cual de las relaciones maritales hacen el padre es la cabeza de la faa la mujer vulnerable al abuso e milia, clan o tribu... en el cual el impotentes para protegerse a sí poder es mantenido y transferido mismas de aquel abuso”.6 a través de los varones (y) los principios o filosofía de este control se Una definición dice que patriarcado es la “hegemonía masculina en las sociedades basa en la autoridad del varón”.2 antiguas y modernas. Según esta nueva conDe hecho, el patriarcado no es ni cepción, el patriarcado no es el gobierno de más ni menos que la soberanía y ancianos bondadosos cuya autoridad proviene de su sabiduría, sino una situación de el poder sustentado en el género.3 dominación y, para algunas corrientes, de

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1

Un estudio efectuado en Australia observó el mismo fenómeno en relación a asumir valores de igualdad y mutualidad entre varones y mujeres, la realidad es que se vive un doble estándar, por una parte, se cree en la relación igualitaria, pero, en la práctica se vive de manera diferente. Veáse Michael Bittman y Jocelyn Pixley, The Double Life of the Family (Sydney: Allen & Unwin, 1997), 147ss.

explotación”. Alicia H. Puleo, “Patriarcado”, en: Cecilia Amorós, ed. 10 Palabras Clave Sobre la Mujer (Estella, Navarra: Verbo Divino, 1995), 21.

Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive Marriages”, 17.

4

5

Del Birkey, “The Patriarchs Are Coming!”, Priscila Papers, 14/2 (Spring 2000):17.

2

3

Ese concepto prima en estudios de género.

Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive

6

26

En este contexto, no son capaces de discriminar los “textos de terror” y las horrendas mutilaciones, humillaciones y muertes de mujeres que presenta el texto bíblico. Eso ha evidenciado Phyllis Trible en su libro Texts of Terror (Philadelphia: Fortress Press, 1984).


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Cómo dice la arqueóloga Carol Meyers, una interpretación patriarcal de la Biblia discrimina • un sexo en favor de otro y por ende, propone interpretaciones favorables a su perspectiva parcial.1 Por ejemplo, en una lectura patriarcal del Génesis se han dado históricamente algunas de las siguientes ideas que supuestamente presentaría el texto: •

Si Dios es varón2, entonces crea primero a un varón, lo • cual hace del varón un ser superior, lo cual significa que la mujer es inferior.3

inferior para salvar al hombre de su soledad.5 La mujer tienta al varón y entonces esto la hace responsable de toda la pecaminosidad humana. De allí la imagen de tentadora con la que se cubre todo lo femenino y la tendencia a asociarla con el mal, situación que se ha vivido desde siglos en el cristianismo. Por todo esto, la mujer es maldecida con dolor en el parto.6

Del mismo modo, si se interSi la mujer es creada como preta la encarnación de Cristo ayudadora,4 entonces es desde el patriarcado entonces: una compañía de un orden • Cristo se encarna como varMarriages”, 16. ón necesariamente porque el 1 Carol Meyers, Discovering Eve: Ancient varón representa un estrato Israelite Women in Context (New York: superior de la raza humana.7 Oxford University Press, 1988), 78. •

2

Para un análisis de este tema de una perspectiva no patriarcal ni feminista veáse Elizabeth Achtemeier, “¿Why God is not Mother?”, Christianity Today, 37 (1993).

Véase una crítica a este concepto en Miguel Angel Núñez, “Dios en Femenino”, Vida Feliz, agosto y septiembre 2000. Además Muñiz, 177-182; Sallie McFague, “Dios como madre”, en Del cielo a la tierra: Una antología de teología feminista, 297-310.

Si Cristo se encarna como varón entonces, la mujer es inferior por esencia.

Siendo la mujer inferior lo

3

4

La interpretación tradicional de Agustín de Hipona y Tomás de Aquino repetida entre otros por Calvino y Lutero.

6

Para una reacción a estos pensamientos veáse Marga Muñiz Aguilar, Femenino Plural: Las mujeres en la exégesis bíblica (Barcelona: Editorial Clie, 2000), 15-22.

7

Una crítica a este concepto en Miguel Angel Núñez, “La encarnación de Dios, ¿exalta al hombre y desprecia a la mujer?”, Vida Feliz, Buenos Aires, (Febrero 2001) y “La encarnación”, Enfoque de Nuestro Tiempo, México, (Enero 2002).

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Santo Tomás de Aquino dice taxativamente: “Debe de­cirse que fué (sic) necesario que se hiciera la mujer, como dice la Escritura, para ayuda del varón; no para ayu­darle en algún trabajo, como algunos dijeron, pues para cualquier otra obra mayor auxilio podría encontrar en otro hombre que en la mujer, sino para ser su cooperadora en la generación”. Suma Teológica (trad. Leonardo Castellani; Buenos Aires: Club de Lectores, 1945), Cuestión XCII, art. 1, resp. 4:199.

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único que le queda es some- conceptos2 de quien traduce.3 terse a la voluntad del varón: Se supone, en base a Génesis padre, esposo, suegro, hijo. 1 y 2, en una interpretación patri• Siendo que el varón repre- arcal, que la mujer fue creada insenta a Cristo en la iglesia, ferior y subsidiaria. Sin embargo, entonces, la mujer no está un análisis del texto respetando su llamada a ejercer ningún integridad, la retórica de la narcargo eclesiástico, pues ración y las estructuras verbales pondría en duda el liderazgo hebreas originales, no se puede varonil de Cristo.1 llegar a dichas conclusiones.4 La expresión Adán —utilizada para Estos y otros argumentos, referirse al primer ser humano, en son sólo un botón de muestra el texto hebreo significa simplede adonde se puede llegar con mente “ser humano” y es el nomuna visión patriarcal del mensaje bre con el cual la divinidad señala bíblico y del rol de la mujer. En otro trabajo hemos discutido sobre la problemática de las cosmovisiones que hay tras un término y como al traspasarlo al uso común no decimos con la palabra lo que realmente el concepto quiere decir, viejo problema que los lingüistas vienen tratando por décadas. Veáse Miguel Angel Núñez, “El concepto verdad en sus dimensiones griega y hebrea”, Andrews University Seminary Study, 1997 y Miguel Angel Núñez, “El Concepto Verdad en sus dimensiones griega y hebrea y su trascendencia hermenéutica para latinoamérica”, Enfoques, 1994.

2

El

sentido del relato bíblico que

imposibilita una lectura patriarcal

Sique

El sentido original del texto hebreo y griego pocas veces es considerado por quienes sostienen ideas patriarcales, a los más basan sus premisas en la lectura de textos traducidos a lenguaje vernáculo, contaminados con las impresiones, prejuicios y

1

Para una reacción a este pensamiento, Carter Heyward, “Re-imaginando a Jesús”, en Del cielo a la tierra, 323-332 y Aleixandre, Dolores y Magdalena Fontanals, “Cuando las mujeres se sienten creyentes y feministas” en Grupo de reflexión de mujeres de la HOAC de Barcelona, http://www.fespinal. com/espinal/2_cj_hp.htm

Iliona Raschkow ha investigado que en diversas traduc­ciones inglesas se dan diferentes sentidos, dependiendo del punto de vista teológico del traductor, incluso, ligadas a condiciones socioculturales en las que está envuelto. Falta un trabajo similar para traducciones hispanas. Ilona N. Raschkow, Upon the Dark Pla­ ces: Antisemitism and Sexism in English Renais­ sance Biblical Traslation (Sheffield: Almond, 1990).

3

Para una discusión exhaustiva del asun-to veáse Miguel Angel Núñez, “La rela-ción varón y mujer en Génesis 1 y 2: Prolegómenos para una antropología”, Tesis, Magíster en Teología. Universidad Adventista del Plata, 1999; idem., Amor sin fronteras: La relación varón y mujer en Génesis 1 y 2 (Lima: Fortaleza Ediciones, 2007).

4

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tanto al varón como a la mujer (Gn 5:2) y significa sencillamente “humano”.1 “Estas palabras de ninguna manera implican jerarquía, sino sólo diferenciación sexual, pero al mismo tiempo enfatizan la diferencia como un rasgo fundamental de ambas formas de la naturaleza humana”.2 Si Dios hubiese querido explícitamente señalar que el varón era superior a la mujer lo habría explicitado en el texto original de su ideal para la raza humana. Nada de eso hay en el texto, al contrario, Génesis 1 y 2 no son un buen argumento para quienes pretendan subrayar la superioridad supuestamente superior del varón por sobre la mujer. Por dicha razón, la explicación ha de encontrarse fuera de Génesis 1 y 2. Y realmente, lo pasajes que hay a continuación muestran un deterioro de la relación del varón y la mujer que va desde el sometimiento arbitrario hasta la degradación completa.

El clímax de dicho argumento se observa en Cristo quien reivindica a la mujer de una forma tal que es una verdadera revolución en el trato que se daba a la mujer hasta su tiempo. Cristo valora a la mujer al grado de concederle el honor de ser enseñada, escuchada y respetada, que para su tiempo era no sólo una actitud única sino inesperada en un varón. Por otro lado, cuando se analiza a Pablo y su mensaje de manera real y sin atavismos basado en creencias mantenidas por tradición lo que se encuentra no es una supuesta misoginia,4 sino todo lo contrario, un respeto y sentido de mutualidad en la relación varón y mujer que por decir lo menos, es extraordinaria en su mundo altamente radicalizado con la figura de una mujer sometida,5 esclavizada y sin op3

4

Gittins, The Family in Question, 38.

5

Un buen ejemplo de lo que pueden ser estudios no patriarcales de la Biblia y que presentan a Pablo en una dimensión nueva son los estudios ya clásicos de Richard Clark Kroeger y Catherine Clark Kroeger, I Suffer not a Woman: Rethinking 1 Timothy 2:11-15 in Light of Ancient Evidence (Grand Rapids, MI.: Baker, 1994) y Gilbert Bilezikian, El lugar de la mujer en la iglesia y en la familia:

Para mayor información veáse Miguel Angel Núñez, Amar es todo (Buenos Aires: Ediciones New Life, 1995).

1

2

E. S. Fiorenza, “Feminist Hermeneutics”, en D.N. Freedman, ed. Anchor Bible Dictionary (Garden City, NY: Doubleday, 1993), 789.

Alcántara, “Mitopoises”, 92.

29

Sique

Sin embargo, en un análisis más profundo, se puede ver a Dios presentando continuamente su voluntad en torno al ser humano y nos va diciendo que él ama a todos los seres humanos por igual y que no hace discriminación de

personas. De hecho, “la Biblia, correctamente comprendida, no prohíbe sino autoriza derechos iguales”3 para varones y mujeres.


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

ción propia fuera del varón.1

como la fe de los varones. •

Lectura patriarcal: consecuencias para la mujer

La lectura patriarcal de la Biblia crea condiciones para el abuso emocional y posteriormente el abuso físico de la mujer por al menos las siguientes razones:

Sique

Le asigna un valor a la mujer inferior por un supuesto diseño divino. Eso hace que la mujer sea tratada esencialmente como una persona de menos valor sólo por ser mujer. Eso es expresado incluso en la formulación de algunos términos que tienen su origen en prejuicios misóginos, por ejemplo, la expresión “femenino” que proviene del latín “feminus” que significa literalmente “menos fe” y señala a alguien que por constitución esencial es incapaz de ejercer más fe, al menos

2

Lo que la Biblia dice (Buenos Aires: Nueva Creación, 1995). También es posible encontrar material en libros que responden a los argumentos que se oponen a la ordenación de la mujer, por ejemplo, Patricia Habada y Rebecca Frost Brillhart, eds. The Welcome Table: Setting Place for Ordained Women (Langley Park, MA.: TEAMPress, 1995) y Nancy Vyhmeister, ed. Women in Ministry: Biblical & Historical Perspectives (Berrien Spring: Andrews University Press, 1998). 1

Como señala Ezell en “la iglesia del Nuevo Testamento en algunos lugares ofrece a la mujer más oportunidades de liderazgo que muchas iglesias del presente”. Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive Marriages”, 19.

30

Al asignarle menos valor, crea un ambiente donde la mujer tiende a desvalorizarse a sí misma y dicho concepto es validado y retroalimentado por un ambiente que tiende a hacer creer a la mujer que ciertas funciones le están vedadas sólo por ser mujer. Dicho de otro modo, un lenguaje sexista que tiende a ser “androcentrista”2 crea las condiciones psicológicas para que la mujer sea tratada como un ser inferior. Si el varón por designio divino a de ser el centro, entonces, la mujer alcanzaría su vocación

“Es una expresión derivada del griego que significa literalmente centrado en el varón. Considera a los varones como seres humanos normativos, y a las mujeres como derivadas y subordinadas”. Mary Hunt en: Letty Russell and J. Shannon Clarkson, edits. Dictionary of Feminist Theologies (Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox Press, 1996), “Androcentrism”. Es lo que las feministas llaman la “falacia androcéntrica”. Penny Jones, Feminist Theology: An Introducction. http://www.penink.demon.com.uk/femtalk. htm El término fue acuñado por Lester Ward en 1903 en su libro Pure Sociology y popularizado por Charlotte Perkins G. en 1911 en su libro The Man-Made World. En el pensamiento feminista más radical se lo usa como sinónimo de “falocentrismo” y “masculinidad”. Lisa Tuttle, Encyclopedia of Feminism (Londres: Arrow Books, 1986), 19. Quien ha aplicado el término a la teología ha sido Elisabeth Schüssler Fiorenza, quien ha calificado muchas hermenéuticas y exégesis de “androcentrismo teológico”. In Memory of Her: A Feminism Theological Reconstruction of Christian Origins (New York: Crossroad, 1983), xiii-xxiiiss.


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

como persona sólo en la abnegación, el sacrificio, el servicio y la entrega indeclinable a valores supuestamente “femeninos” y que serían su espacio natural de acción. Esto es validado en una serie de mitos religiosos cristianos que ponen a la mujer en un lugar de subyugación y se les enseña a pensar que han de alcanzar su realización sólo a través —por ejemplo— de la maternidad. Tal vez por eso el mito mariano sea tan defendido por varones, especialmente, pues tiende a reivindicar valores masculinos más que femeninos. La mujer, alcanzaría su redención a través de la concepción. •

se observa el problema en

medios ambientes cristianos?

Según recientes investigaciones del problema en el contexto religioso, tanto judío como cristiano, el problema está presente en todos los niveles eclesiásticos y se da de variadas formas: •

Retroalimenta la supuesta inferioridad natural de la mujer con discursos que ponen a los varones en un rol siempre superior en jerarquía y en importancia. La hermenéutica y la exégesis estarían al servicio de esta posición.1

Minimizando y justificando las conductas violentas de varones que agreden a sus esposas e hijas con un llamado repetido a la tolerancia, el perdón, la paciencia, la espera de transformación, etc. que no es igual de consistente cuando las agresoras son mujeres, en ese caso, en el discurso no se invocan los mismos principios, o cuando, el agresor es un extraño la actitud es diferente.2

1

Veáse por ejemplo Erin White y Marie Tulip, Knowing Otherwise: Feminism Women & Religion (Melbourne: David Lovell Publishing, 1991), 89-126.

2

Esta actitud contrasta con la tendencia mundial que en intervención en matrimonios con violencia recomiendan la separación del agresor, o sacar a la víctima de lado del agresor y ayudarla a hacer una lectura del incidente donde no sea victimizada nueva-

31

Sique

Una hermenéutica patriarcal y androcentrista crea las condiciones religiosas y a la postre psicológicas para que los varones estén más predispuestos a supravalorar su sexualidad masculina y, a la vez, infravalorar la sexualidad de la mujer. Dicho de otro modo, muchos varones que castigan psicológica y físicamente a la mujer, tienden a minimizar su acción basados en una supuesta superioridad sobre la mujer, y que es, en sus mentes, validada por Dios mismo al haberles concedido un valor superior a la mujer.

¿Cómo


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

sean acérrimos defensores de una posición subyugada e inferior de la mujer con respecto al varón. Llama la atención además, que en círculos donde se defiende la mutualidad y la relación de reciprocidad en términos de igualdad de derechos y privilegios entre varones y mujeres no se de el mismo índice de violencia verbal o física, al contrario, los resultados resultan irrelevantes en comparación • Dando más importancia a con el grupo que defiende una aspectos tangenciales como posición patriarcal y de dominio. son las estructuras, las pugnas de poder, y otras cuestiones 2 que atañen supuestamente El poder: El problema de fondo sólo al varón, y dejando a un El patriarcado es en esencia lado otros aspectos que son un problema de género y un tipo considerados sólo del ámbito de relación que se basa en el uso de la mujer, y por ende, de del poder3 y de la comprensión menor relevancia frente a los de éste al interior de las familias. temas considerados varoniles. El asunto se reduce a la forma en Es sintomático que en todos que se entiende la utilización del los estudios de abuso y violencia poder al interior de la pareja. La verbal o física contra la mujer estructura de poder siempre “imen ambientes religiosos, los pro- plica la existencia de un ‘arriba’ y pugnadores de dichas conductas un ‘abajo’, reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la formente con un discurso que la haga pensar 4 que ella tiene culpa o que de algún modo ha ma de roles complementarios”.

Sique

Enseñando que varones y mujeres tienen roles estáticos que no se deben alterar, pues podrían ocasionar un caos que no correspondería al ideal divino.1 Lo cual llevaría, por ejemplo, a que muchos varones consideren que la crianza y la formación ética, espiritual y social de los hijos sólo sea asunto de mujeres.

propiciado la agresión. Nada justifica la violencia, eso lamentablemente no es obvio en el contexto patriarcal. Veáse Cloé Madanes, James P. Keim, Dinah Smelser, Violencia masculina (Barcelona: Ediciones Granica, 1997), especialmente 187-210.

1

Es el discurso propio de grupos cristianos que sistemáticamente relegan a la mujer a un rol subsidiario, un análisis reactivo al respecto presenta la autora católica Esther Vilar, Católica del mundo Uníos: En lucha contra una iglesia sexista (Barcelona: Grijaldo Mondadori, 1996).

Cuando un varón ha sido formado pensando que tiene el 2

Entendemos “poder” como la “suma total de recursos personales y externos que se emplean para lograr el control”. Kirkwood, Cómo separarse de su pareja abusadora, 94.

3

Gittins, The Family in Question, 35.

4

Corsi, “Una mirada abarcativa sobre el problema de la violencia familiar”, 23.

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poder de mandar, enseñar, corregir, guiar, ordenar, etc. y que eso incluye a su mujer entenderá como atentatorio a su rol cualquier rol de mutualidad o igualdad que tienda a minimizar su accionar de poder. Muchos de los conflictos que finalmente generan en violencia verbal y física están relacionados con poder. De hecho “muchos hombres se creen con derecho a pegar a sus mujeres si éstas se oponen a su autoridad”.1

En el discurso bíblico patriarcal “la supremacía económica, el poder político y el control religioso fueron todos definidos en relación con el padre, que era al mismo tiempo la cabeza de la casa, cuyos miembros le eran dependientes en su posición superior en todas las esferas.”4 No es difícil derivar de allí, en un análisis diacrónico y que extrapole sin considerar las distancias culturales e históricas, un discurso similar para hoy.

Si el discurso religioso valida dicha utilización del poder centrado en el varón, entonces se produce un ambiente donde lo religioso sirve de excusa ideológica para mantener el status quo. Como sostiene el sociólogo Humberto Lagos Schufeneger, la validación religiosa finalmente se convierte en el sustento más importante del accionar social,2 toda vez que lo espiritual aparece siempre como supraterreno y con una influencia incuestiona-ble frente a poderes temporales. En ese sentido, las estructuras sociales de poder retroalimentan el control del varón dándole herramientas para ejercer el poder.3

En el contexto patriarcal la mujer nunca tuvo los mismos derechos legales, educacionales, religiosos, políticos o de propiedad que el varón, no se observa en las mujeres un equivalente al varón de identidad por trabajo5 “las expectativas de la mujer se centraban en servir al varón”.6

Jacobson y Gottman, Hombres que agreden a sus mujeres, 293.

2

Lagos Schuffeneger, Humberto, Crisis de la Esperanza: Religión y Autoritarismo en Chile (Concepción: Presor-Lar, 1988), 16-20.

Kirkwood, Cómo separarse de su pareja abusadora, 95.

3

4

Gittins, The Family in Question, 38.

5

Tal vez la única excepción sean Hulda la profetiza y Debora la jueza.

6

J. Lown, “Not so Much a Factory, More a Form of Patriarchy: Gender and Class during Industrialisation”, en Gender, Class and Work (E. Gamarnikow, D. Morgan, J. Purvis, D. Taylorson eds.; Londres: Heinemann, 1983), 35.

7

Kirkwood, Cómo separarse de su pareja abusadora, 94.

33

Sique

1

Cuando hay abuso, el abusador “usa su capacidad de persuasión, su habilidad para detectar los puntos débiles de su compañera, la fuerza física, y muchos otros procedimientos personales para ejercer el control”.7


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Porque ese es el fondo del asunto, quién ostenta el poder y quién lo ejerce. Paralelamente la persona que es abusada va perdiendo poder y control que se ve reflejado en algunas formas de disminución personal que se expresa —según lo señalan las investigaciones de Catherine Kirkwood— en baja autoestima, pérdida de identidad, sentido de disminución física, pérdida de esperanza y depresión.1

mutualidad y armonía entre varón y mujer la cual gozaron —lamentablemente— durante muy poco tiempo Adán y Eva. Sostener el dominio patriarcal es no estar a la altura de los ideales de Dios expresados claramente en la intencionalidad de Dios en la creación y señalados claramente en la epifanía de Cristo y las palabras expresadas por Pablo en el sentido que en Cristo todo vínculo de separación o discriminación es Diremos a manera de síntesis abolido (Gal 3:28).5 final que “la violencia contra la mujer es primariamente un asunPara ser justos digamos en to de poder (especialmente poder defensa de alguien que pueda político y poder de propiedad), sentirse herido o aludido con no es una cuestión de sexo”.2 En nuestro análisis que no necesariese sentido, la lectura patriarcal amente los que leen “patriarcalvalida una forma de control que mente” la Biblia son violentos o retroalimenta una tradición an- agresores, sin duda eso es cierto, sin embargo, tal como hemos drocentrista.3 reseñado brevemente, la lectura patriarcal de la Biblia y el sostenConclusión er dicho modelo social hoy crea El patriarcado es una des- las condiciones psicológicas que viación patológica4 de la voluntad posibilitan la violencia verbal y original de Dios que implicaba física en contra de la mujer.

Sique

1

Ibid., 99-106.

2

Pamela Cooper-White, The Cry of Tammar: Violence Against Women and the Church`s Response (Minneapolis: Fortress Press, 1995), 18.

3

Otros autores hablan de “abuso de poder” o “autoritarismo” o “autoritarismo y género” como una forma de abordar el mismo problema pero de una óptica social que entroniza los estudios sociológicos, tal es el caso de María Cristina Ravazzola, Historias Infames: Los maltratos en las relaciones (Buenos Aires: Paidos, 1999), 34-37 y 62-67.

4

Futuros estudios respecto a la violencia contra la mujer en medios cristianos deben considerar 5

Birkey, “The Patriarchs Are Coming!”,18.

34

Birkey “The Patriarchs Are Coming!”, 19-20 señala hechos del patriarcado que deben ser considerados al analizar sus efectos: a. El patriarcado no es una doctrina bíblica, es simplemente resultado de la caída y del rechazo de la voluntad de Dios. b. El patriarcado es un problema hermenéutico. c. El patriarcado es una antigua pero contemporánea cosmovisión.


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el factor hermenéutico e interpretativo de la Biblia como un factor importante a la hora de entender el fenómeno1 porque tal como señalan Neil Jacobson y John Gottman “las agresiones y los valores en los que se sustentan no se pueden comprender sin tener en cuenta otros factores culturales que reafirman la superioridad del hombre”.2 Sin duda el factor de interpretación religiosa no puede dejar de ser considerado.3 Quien defienda un modelo patriarcal está apoyando de hecho una forma de expresión social que lleva, según todos los estudios, a una violentación progresiva y sostenida de la mujer. Decir lo contrario es simplemente no ver o querer esconder la cabeza. El primer paso para producir un cambio en el contexto cristiano 1

Ezell señala que uno de los problemas en entender el problema a cabalidad ha sido que muchos de los estudios sobre violencia simplemente ha ignorado el factor religioso como un elemento relevante. Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive Marriages”, 26.

2

Jacobson y Gottman, Hombres que agreden a sus mujeres, 294.

Como señalan Kroeger y Nason-Clark el factor que ha permitido la violencia en hogares de lectores de la Biblia es la ignorancia en el verdadero sentido de la Escritura.5 Se ha fallado en enseñar que la violencia contra mujeres y niños está en contra de Para ello es necesario formar al recurso humano dirigente o eclesial y establecer un diálogo que implique revisar viejas concepciones patriarcales que están tan sumidas en las estructuras religiosas que para muchos es muy difícil evidenciarla siquiera. Esfuerzos como este se están haciendo en contextos anglosajones donde existe más conciencia del tema. Muchos de los trabajos de Catherine Kroeger van por ese lado. Un par de trabajos buenos son los de Al Miles, Domestic Violence: What Every Pastor Needs to Know (Minneapolis, MN: Fortress Press, 2000) y John McClure y Nancy J. Ramsay, eds. Preaching about Sexual and Domestic Violence: Telling the Truth (Cleveland: United Church Press, 1998). También sirve un libro que tiene algunos años, pero, sirve como modelo para predicaciones no patriarcales es: Elizabeth Achtemeier, Preaching about family Relationships (Philadelphia: The Westminster Press, 1987).

4

3

5

35

Kroeger y Nason-Clark, No Place for Abuse, 76.

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Varios trabajos incorporan miradas multidisciplinarias, sin embargo, muy pocos consideran el factor religioso, tal vez la innovación al respecto lo constituyan los trabajos de Catherine Kroeger pionera en el asunto. En Latinoamérica el asunto aún es precario. Un buen ejemplo de la integración es el trabajo de Diana Sanz y Alejandro Molina que abordan el problema desde la perspectiva jurídica y psicológica. Diana Sanz y Alejandro Molina, Violencia y Abuso en la Familia (Buenos Aires: Lumen/Humanitas, 1999).

es buscar una forma de análisis del texto bíblico que sea justo con la voluntad original de Dios, que respete los ideales de mutualidad expresados por Cristo y que construya una sociedad donde la base de convivencia no sea el género o la disputa de los derechos de un género sobre otro, sino el respeto a lo más esencial de ser humano, el ser personas creados a imagen y semejanza de Dios.4


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la voluntad expresa de Dios.1 Desde la perspectiva de la cruz “la violencia contra la mujer es un pecado que divide a la humanidad, viola la dignidad de la creación de Dios, abusa del poder, y obstruye el mensaje del evangelio de salvación y libertad”.2 Hay suficiente agresión en el mundo como para dar el triste 1

De hecho la Biblia asocia la conducta violenta con una característica de gente pecadora y malvada (Sal 11:5-6; Exe 7:11; Joel 3:19; Amos 3:10; Abdias 10; Hab 2:17; Sof 1:9).

Elizabeth Gerhardt, “Martín Luther’s Theology of the Cross: Cause or Cure of Domestic Violence?” (Tesis de Doctorado en Ministerio. Boston University, 2000), 100. Citado por Kroeger y Nason-Clark, No Place for Abuse, 83.

Sique

2

espectáculo de individuos que dicen creer en un Dios de amor pero que viven la vida doble de subyugar y violentar a las mujeres que dicen amar. Luego, con la mayor naturalidad del mundo esperan que las mujeres no sólo estén contentas con su situación de dominación sino que también declaren que aquello es voluntad de Dios, ¡por favor! ¡Basta de discursos dobles! ¡Basta de un espectáculo denigrante que lo único que logra es que cada vez haya menos mujeres dispuestas a creer en un Dios que crea semejantes individuos! ¡Basta de usar la religión como excusa para la violencia!

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Estrategias que contribuyen a la retención de miembros  Dr. Moisés Espinoza

Universidad Linda Vista, México

Las estrategias que se emplean, para retener a los miembros de iglesia son varias. Esta sección describe las más comunes: adecuación de los programas y cultos, asimilación por medio de la amistad, la enseñanza de métodos de trabajo, cultivación de los roles ministeriales, períodos pastorales más largos, predicación bíblica y grupos pequeños.

Programas adecuados

En la organización de actividades debieran tomarse en cuenta a los miembros que muestran más interés en ellas.3 Por ejemplo, si interesados en el compañerismo, es mejor colocarlos como líderes de grupos pequeños; los que se interesan en el evangelismo, que participen en actividades misioneras; los que prefieren estudio de doctrinas, que dirijan esChurch Members (Louisville: Westminster/ John Knok, 1992), 23. Alberto Barrientos, Principios y alternativas del trabajo pastoral (Miami: Caribe, 1989), 254.

2

Warren J. Hartman, Membership Trends: A Study of Decline and Grow in the United Metodist Church, 1949-1975 (Nashville: Discipleship Resources, 1976), 46-47.

3

Donald Smith, How to Attract and Keep Active

1

37

Praxis

Las iglesias son heterogéneas. Los miembros son diferentes en sexo, ocupación, edad e intereses personales. Esta diferencia requiere programas y cultos distintos. Un ejemplo es lo que realiza una iglesia evangélica de Ocean View. Cada domingo realizan tres cultos, el primero consta de un servicio para jóvenes, quienes al igual que el predicador, asisten con ropa informal. Los cantos son alegres y acompañados con guitarras. El segundo culto es tradicional; los himnos son cantados por un coro, las oraciones son formales, los cantos son de corte familiar; a este culto asisten las familias con sus hijos. El tercer culto se realiza igual que el segundo pero con un servicio de comunión.1

Independientemente qué clase de culto sea, la adoración verdadera debe tomar en cuenta dos elementos básicos: Relación entre Dios y su pueblo y relación entre los miembros del pueblo de Dios.2


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tudios bíblicos o que prediquen. tianos en servicio” de la Suburban Hay miembros que pueden com- First Church. Este programa debinar dos o más de estas áreas.1 pende del compañerismo entre Para optimizar los progra- jóvenes y atención a los adultos. mas Smith insiste en identificar las Consiste en un proyecto misionnecesidades de la iglesia. Esto se ero anual de verano en el cual puede lograr mediante reuniones jóvenes y adultos mantienen un de miembros que tengan como equilibrio entre estudio, camaradpropósito conocerse mutuamen- ería y servicio a la comunidad. te. También se pueden identificar mediante la visitación pastoral o aplicando encuestas acerca de sus expectativas en relación con programas de la iglesia.

Los diáconos pueden visitar a los nuevos miembros en sus hogares para discutir con ellos sobre las actividades y programas que más les interesan.2

Praxis

Los programas para jóvenes son eficaces en la retención de miembros. Un estudio de veinte iglesias, con un promedio de 185.000 miembros, reveló que tres cuartas partes de los miembros dijeron que el ministerio juvenil era muy importante en su desenvolvimiento en la iglesia. El 68 por ciento aseguró que si no hubiera sido por el ministerio juvenil estarían fuera de la iglesia.3

Para efectivizar los programas juveniles, Smith sugiere desarrollar el compañerismo entre jóvenes sin descuidar la atención de adultos. En la agenda de la iglesia debiera incluirse el servicio a la comunidad. Debiera procurarse la participación de todos los miembros, incluyendo a los padres de los jóvenes que participan en el programa. Estos programas debieran tomar en cuenta los riesgos por los cuales pasa la juventud, tales como la depresión, alcoholismo, drogadicción, problemas sexuales, entre otros. Los adolescentes son más vulnerables, por lo tanto, debieran tomarse en cuenta pa-ra su orientación. Las iglesias pequeñas ofrecen más ventajas debido a que los miembros se conocen mejor y son fáciles de motivar.4

Los programas de retención Asimilación por medio de jóvenes han dado resultados de la amistad positivos. Un ejemplo es “CrisUna pregunta frecuente en1 Ibid. tre los recién ingresados es: ¿Soy Smith, How to Attract and Keep Active Church Members, 32-33.

2

Smith, How to Attract and Keep Active Church Members, 128-139.

4

Roehlkepartain, 4, 6, 11, 12, 23, 26.

3

38


Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

apreciado en mi iglesia? Esta interrogante surge debido a que la gente puede ser bautizada y traída dentro de la iglesia pero no es incorporada en los círculos de amigos existentes en la misma.1 Por lo tanto, es importante el fortalecimiento de las relaciones como parte del trabajo pastoral.2 La amistad incluye camaradería y comunión. Esto es la iglesia: Comunión de socios, ciudadanos del Reino de Dios.3 Las relaciones entre los hermanos de la iglesia debieran ser motivadas por el amor genuino y la ayuda mútua. José Prado, presenta algunas conclusiones de un análisis de la parábola del hijo pródigo: “Ni la oración ni el apostolado, ni cosa alguna están por encima de atender al hermano semimuerto. El pecado del sacerdote y el levita no fue que oraran o dieran culto a Dios, sino que todo eso no los excusaba de asistir al moribundo”.4

la IASD de Chile, implementó un plan denominado “Ministerio de conservación” el cual enfatiza la amistad como medio para retener a miembros. En el plan la mujer tiene la principal participación. Fomenta las relaciones personales y mediante grupos. Este plan involucra a los miembros de experiencia que ayudan a retener a los recién conversos mediante relaciones sociales. Con este proyecto se espera retener el 80% de las personas que ingresen a la iglesia, integrar a las clases postbautismales al 80% y a los grupos pequeños al 90%.

Uno de los objetivos del plan consiste en hacer amistad utilizando medios como, la compra y envío de tarjetas de saludos, obsequio de libros, compartir recetas de cocina, intercambiar poemas, invitar a almorzar los sábados, recibir el sábado en familia, despedir el sábado juntos, orar, visitar su casa, llamar por teléfono o inEl Ministerio de la Mujer de troducir a los hermanos al grupo 5 1 Glen Martín y Gary McIntosh, Finding pequeño de su preferencia. Them, Keeping Them: Effective Strategies for Evangelism and Assimilation in the Local Church (Nashville: Broadman and Holman, 1992), 75-133.

Roy Alan Anderson, The Shepherd-Evangelist, His Life, Ministry, and Reward (Washington: Review and Herald, 1950), 68.

La iglesia del Nuevo Testamento impactó al mundo a través de la experiencia de sus miembros

3

Ministerio de la mujer de la Unión Chilena, “Proyecto: Ministerio de conservación, <http://www.adventistas.cl/minmuj.htm> (17 de julio de 2002).

5

José H. Prado Flores, Formación de discípulos (México: Kerygma, 1998), 98.

4

39

Praxis

Thomas Rainer, High Expectations, the Remarkable Secret for Keeping People in Your Church (Nashville: Broadman and Holman, 1999), 5.

2

Enseñanza de métodos de trabajo


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y dirigentes. Éstos “eran responsables principalmente de preparar a la congregación para el servicio productivo y para dar testimonio ante la gente con quien se relacionaban”.1 Carlos Martín puntualiza esto como una forma efectiva de retener miembros en la iglesia: el adiestramiento para que trabajen a favor de otros.2 El rol del pastor en el Nuevo Testamento consistía en la educación de los miembros y el establecimiento de células para atender la iglesia local. Dice Russell Burril que sólo cuando esto se aplique a la iglesia actual, estaremos recobrando el modelo de la iglesia del Nuevo Testamento.3 Un testimonio es la experiencia de Juan Wesley. En 1739, a pesar de que muchas congregaciones no tenían un edificio para adorar, Juan Wesley inició un programa para discipular a sus convertidos. Con muchas limitaciones y escasez de materiales formó un ejército de predicadores laicos y de cristianos fervorosos Rex D. Edwards, Cada creyente, un ministro (Silver Spring: Asociación Ministerial, Asociación General de la Iglesia Adventista, 1999), 8.

Praxis

1

que se convirtieron en la fuerza moral más grande de su tiempo. Como resultado de este trabajo las iglesias cristianas revivieron.4 Melvin Steinborn, basado en el Nuevo Testamento, dice que existen tres equipadores disponibles para la iglesia. Los pastores-maestros con la tarea de “perfeccionar a los santos para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 11:12). El Espíritu Santo proporciona el poder (Hch. 1:8). 3) y guía a toda verdad (Jn. 16:13). Las Escrituras para “instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 2:16-17). 5 La iglesia fue establecida para preparar a los santos para la obra del ministerio (Ef. 4:12). Los pastores tienen esta responsabilidad: “preparar y adiestrar a las tropas para la batalla que pelean”.6 Luego que los miembros son instruidos para el evangelismo, deben ser enviados a trabajar. Rick Warren ha descubierto que “la salud o la fuerza de una iglesia se mide por la cantidad de personas que envía y no por la canti G. William Schweer, La evangelización personal para hoy (El Paso, TX.: Casa Bautista de Publicaciones, 1992), 250.

Carlos Martín, Cómo trastornar al mundo (trad. Rolando A. Itin; Buenos Aires: Casa Editora Sudamericana, 2000), 138.

4

Russell C. Burrill, Recovering an Adventist Approach to the Life and Mission of the Local Church (Fallbrook: Hart Research Center, 1998), 254.

5

2

3

Melvin J. Steinbron, Can the Pastor Do It Alone? A Model for Preparing Lay People for Lay Pastoring (Ventura: Regal, 1987), 93, 94. Edwards, Cada creyente, un ministro,14.

6

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Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

dad de personas que acomoda”.1

Predicación bíblica efectiva

Períodos pastorales largos Algunas denominaciones tienen pastorados cortos. Un pastor permanece en su iglesia pocos años o aun meses y luego es trasladado. Así la iglesia no logra continuidad en el programa y se afecta la integración de miembros nuevos. Una iglesia con un buen índice de asimilación tiene en promedio pastorados de 9,8 años, mientras que las iglesias con poca asimilación tienen pastorados de cuatro años, en promedio. Un pastorado largo es productivo porque que se puede llevar un mejor control de la atención pastoral, el diezmo, la asis-tencia, la participación en las actividades y la lealtad al cuerpo doctrinal.2 Por supuesto, “un pastorado largo no garantiza que una iglesia crecerá, pero el cambio frecuente de pastores garantiza que una iglesia no crecerá. Los pastorados largos hacen que sean posibles las relaciones profundas, de confianza y de cuidado de los unos hacia los otros”.3

“Puesto que en la sabiduría de Dios, el mundo no ha conocido a Dios mediante la sabiduría, a Dios le pareció bien salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Co. 1:21). Estas palabras de Pablo son contundentes. Una de las actividades más importantes en el ministerio es la predicación. La predicación “es el medio designado por Dios para la salvación”,4 por lo tanto, “el mundo no llegará a convertirse por el don de lenguas, o por obra de milagros, sino por la predicación de Cristo crucificado”.5 Si es el método para la salvación de las personas, debe serlo también para retenerlas. Según Bradford, la predicación “es la función ministerial que más que ninguna otra le da al predicador autoridad, estatura y reputación”.6 Debido a la escasez de predicación bíblica, una pobre exposición de la Palabra y baja calidad de los sermones, muchos jóvenes, especialmente universitarios, abandonan la iglesia. Bradford agrega que “Los jó-

Elena de White, Testimonios para los ministros (Mountain View: Pacific Press, 1977), 424.

5

Warren, Membership Trends, 37.

1

Rainer, High Expectations, the Remarkable Secret for Keeping People in Your Church,13.

2

Charles Bradford, Predicación para estos tiempos (Hagerstown: Review and Herald, s.f.), 9.

6

Warren, Membership Trends, 35.

3

41

Praxis

Elena de White, Testimonies for the Church (Mountain View: Pacific Press, 1948), 5:300.

4


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venes graduados de licenciatura que han abandonado la iglesia, frecuentemente culparon a la calidad de la predicación adventista y la falta de oportunidades para servir en la organización local de la iglesia”.1 Otros se quejan por escuchar sermones repetitivos.2 La predicación es básica para la confirmación. Pablo dice que los creyentes son firmes según mi evangelio y la predicación de Jesucristo” (1Co. 16:25). Para fortalecer la asimilación, el predicador debería predicar lo que Pablo llama “predicación de Jesucristo” (Ro. 16:25) y “predicación del evangelio” (Ga. 2:7). Lucas dice: “Pablo se dedicó enteramente a la predicación de la Palabra” (Hch. 18:5).

retórica más contemporánea”.4 El predicador debe estar familiarizado con su época. Al hablar de los hijos de Isacar la Biblia dice que eran “expertos en entender los tiempos, que sabían lo que Israel debía hacer” (1 Cr. 12:32). Entendían “el significado de lo que acontecía y podían dar un consejo oportuno”.5 Eso debiera hacer el predicador moderno: “preocuparse por las personas y sus necesidades reales”.6 Por la autoridad espiritual de los líderes

Stephen Bond define la autoridad espiritual como el “poder de Dios sobre la vida del líder, con la cual llega a ser una influencia para sus seguidores para cumplir El error de muchos pastores el propósito de Dios”.7 es dar pan duro a la iglesia en vez Para lograr autoridad, Gene de la Palabra de Dios. “Tienen Getz dice que el líder debe vivir educación universitaria”, pero una vida ejemplar hacia los cris“no alimentan a la grey de Dios”.3 tianos y no cristianos. Ésta vida Debe contextualizar el men- ejemplar se relaciona con aspecsaje. Bradford dice que “el ser- tos morales (1 Ti. 3:7); sociales món tradicional no ha pasado de y espirituales. Debe aprender a moda, pero la terminología y los 4 clichés deberían dar lugar a una Bradford, Predicación para estos tiempos, 8. “Entendidos en los tiempos”, [1Cr. 12:32], Comentario bíblico adventista (ed. F. D. Nichol, trad. V. Ampuero (Boise: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 3:166.

Praxis

5

Ibid., 8.

1

Ibid.

2

Bradford, Predicación para estos tiempos, 18.

6

Elena G. de White, El ministerio pastoral (Silver Springs: Asociación Ministerial, Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, 1995), 216.

3

Stephen B. Bond, Spiritual Authority, God’s Way of Growing Leaders (Joplin: College Press, 1995), 12.

7

42


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comunicar y escuchar en vez de argumentar. En cuanto a su familia, debe tener buena relación con sus hijos y con su esposa. Si llena estas expectativas, entonces podrá dar dirección a la iglesia.1 Según Lawrenz, es mediante el ejemplo del líder como las personas reciben atención espiritual efectiva, pues la dirección es tan buena como la fidelidad, la sabiduría y la integridad del líder.2 El consejo de Pablo a Timoteo es similar: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1Ti. 4:12). Además debía dedicarse a “la exhortación y la enseñanza” (4:15) teniendo cuidado de sí mismo y de la doctrina (4:16). El estilo de liderazgo pastoral puede ayudar a la retención de miembros o a producir un efecto contrario, que traiga desánimo y debilitamiento espiritual.3 Grupos pequeños Los grupos pequeños se emplearon durante los tres primeros siglos de la era cristiana. Como

resultado en ese período la iglesia experimentó un crecimiento sustancial y buena salud espiritual.4 Burrill afirma que la historia de la iglesia primitiva enseña que en tiempos de persecución los cristianos pudieron sobrevivir cuando se apoyaban en las relaciones de un grupo pequeño. Como cristianos deberíamos fortalecer las relaciones interpersonales para afirmar la fe en los momentos finales de la historia.5 Los grupos pequeños ayudan a la retención de miembros lo mismo que las iglesias pequeñas. Estas iglesias pueden ser dirigidas por laicos y fomentar la participación de los miembros en los programas y actividades. También puede fomentarse la visitación entre hermanos debido a que todos ellos se conocen. En estas iglesias, las reuniones sociales ocupan un lugar importante, y por ende miembros espiritualmente sanos.6 Tanto la iglesia como el grupo pequeño pueden integrar en su programa: oración, alabanza, proclamación y propagación.7 Los grupos pequeños son Russell Burrill, The Revolutionized Church of the 21st Century (Fallbrook: Hart Research Center, 1997), 91, 92.

4

Ibid., 94

5

Lawrenz,The Dynamics of Spiritual Formation, 97.

6

Donald P. Smith, Empowering Ministry: Ways to Grow in Effectiveness (Lousiville: Westminster/John Knox, 1996), 41.

7

2

3

Schaller, The Small Church Is Different!, 2740.

43

Larry L. Lewis, Manual para plantar iglesias, (trad. Edgar Morales; El Paso, TX.: Casa Bautista de Publicaciones, 1997), 95-106.

Praxis

Gene Getz, “Becoming A Spiritually Mature Leader”, en Leaders on Leadership, ed. George Barna (Ventura: Regal, 1997), 87.

1


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útiles para crear relaciones estrechas cuando son formados por afinidad. Una práctica efectiva es reunirse en hogares, porque se pueden multiplicar sin límites geográficos, a la vez que el hogar donde se reúne el grupo se beneficia fortaleciendo sus relaciones.1 Kurt Johnson aconseja que, para que un grupo pequeño funcione, debiera crearse un ambiente de camaradería con un mínimo de normas. El pastor debiera tratar de estar presente en sus reuniones y hacer de los grupos pequeños lo más importante.2 Otro nombre para los grupos pequeños es Koinonía, término griego traducido como: comunidad, participación, compartir y comunión. Implica compartir bienes materiales, el ministerio y ser compañeros en el evangelio. La koinonía está basada en la conexión entre los creyentes y Cristo (1 Jn. 1:3, 6-7).3 Las bases de una buena koinonía son cuatro:

Praxis

Un liderazgo sólido. El líder debe establecer una agenda e innovar actividades con el propósito de que los miembros sean dirigidos hacia un objetivo. Warren, Membership Trends, 337.

1

Una buena teología. Una teología fundamentada en la Biblia establece equilibrio en la conducta de los miembros de la koinonía sin llegar al fanatismo pero tampoco al secularismo. La calidad de la teología define la calidad de liderazgo y, por lo tanto, la calidad de la koinonía. Enfoque. Las actividades deben tener un objetivo. Un grupo que se reúne con regularidad para fomentar el crecimiento espiritual, tendrá actividades que incluyan la oración, el estudio de la Biblia y la adoración. Tiempo para programar. Un buen programa de actividades no se improvisa. Es necesario dedicarle tiempo. Sólo así puede ser atractivo a la vez que habrá coordinación con los miembros y líderes de otras koinonías. El resultado es confianza en el líder y confianza en los miembros.4 Es evidente la necesidad de un plan para evitar apostasía. Según un estudio realizado en la Iglesia Adventista de Pueblo Nuevo, Chiapas, las necesidades y problemas más comunes que producen apostasía son semejantes a las que se mencionan en este artículo.

Kurt Johnson, Grupos pequeños para el tiempo del fin (Miami: Asociación Publicadora Interamericana, 1999), 163–165.

2

Mel Lawrenz, The Dynamics of Spiritual Formation (Grand Rapids: Baker, 2000), 99.

3

Ibid., 107-111.

4

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¿Quién es un adventista? - 1  Dr. Marco Tulio Terreros

Universidad Adventista de Costa Rica, Costa Rica

El nombre “Adventista del Séptimo Día” está vinculado con la creencia en un origen divino de la vida de este mundo. Pero el nombre mismo implica no solo aceptar que fue Dios quien creó este mundo, sino cómo lo hizo, cuánto tiempo le tomó crearlo; son asuntos importantes, contrario a lo que sostienen los evolucionistas teístas y los creacionistas progresivos.

¿Tienen o no los creyentes adventistas el derecho de creer lo que consideren apropiado con relación al origen de la vida sobre 1

Aunque tengo permiso para usar material de su carta en el apropiado contexto ideológico, el nombre de este creyente es mantenido en reserva para proteger su identidad personal.

la tierra? ¿Qué o quién es un adventista? El nombre “Adventista del Séptimo Día” está vinculado con la creencia del origen divino de la vida. Pero el nombre mismo implica no solo aceptar que fue Dios quien creó este mundo, sino cómo lo hizo, cuánto tiempo le tomó crearlo; son asuntos importantes, contrario a lo que sostienen los evolucionistas teístas y los creacionistas progresivos. El nombre Adventista del Séptimo Día implica no sólo el pasado, sino el futuro. Implica la aceptación de una misión y de un destino escatológico. De hecho, nuestras creencias con relación al pasado y al futuro de nuestro mundo van de la mano, pues nuestra protología(estudio de las primeras cosas o eventos) afecta en gran medida a nuestra escatología.

45

Evangelizzo

Un conocido creyente adventista, me escribió una carta donde hace la siguiente declaración: “En las últimas décadas la evidencia científica ha llegado a ser tan grande como para que sea prácticamenteimposibledefender nuestras dos posiciones: 1) Que la vida sobre la tierra ha estado aquí sólo por unos seis a diez mil años; y 2) que todos los seres vivientes fueron creados dentro de un período de seis días”. Acto seguido mi amigo procedía a explicarme cuáles son las líneas de argumentación científica que han ocasionado un grito tal en sus convicciones personales.1


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Definición del concepto.

Evangelizzo

En la actualidad el término “creación” está siendo usando en un sentido tan amplio que puede implicar “comienzo” de la materia y/o vida en el cosmos incluyendo, por ejemplo el “Big Bang”, es conveniente especificar nuestro uso del término. “Creación” en esta investigación, hace referencia a la actividad divina que dio origen a los cielos y a la tierra (y a todo lo que hay en ellos) tal como se describe en los primeros capítulos del libro de Génesis. “Adventista del Séptimo Día” es un nombre íntimamente ligado a la creación, que las creencias que lleva implícitas son inherentes al gran conflicto entre Dios y Satanás. En el contexto de esa batalla cósmica, la ampliamente difundida creencia en la evolución es uno de los puntos fuertes del enemigo. Con referencia al pasado, Dios es despojado de su poder creador. Con referencia al futuro, Satanás, a través de sus agentes, contiende por el culto supremo que sólo el Creador merece. Por lo tanto, nosotros como adventistas, necesitamos considerar más cuidadosamente nuestro presente y nuestras creencias, dentro del marco de nuestra misión ante el mundo. Creemos que el mensaje que se nos ha encomendado proclamar, “constituye el mayor

baluarte contra el avance de la teoría de la evolución”.1 En este contexto es, por lo tanto, apropiado y urgente que analicemos la pregunta: ¿Quién es un adventista?” Un adventista es alguien que tiene creencias “no negociables” relacionadas con la creación. Que acepta una creación reciente, literal y ex nihilo, que percibe las implicaciones teológicas de negar la creación bíblica, y que proclama al mundo que Dios es el Creador de todas las cosas. Alguien que tiene creencias “no negociables” relacionadas con la creación. Aunque nuestras creencias tienen conexión teológica con la verdad de la creación, aquí haremos referencia sólo a unas cuantas de ellas. Comenzamos con las que son fundamentales respecto de nuestra denominación. El advenimiento. La palabra “adventista” describe a un creyente que espera el advenimiento. De acuerdo con las Escrituras: “Aquel cuyo advenimiento esperamos” (Tito 2:13) es el Creador, en quien “fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e 1

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Seventh-day Adventists Believe: A Biblical Exposition of 27 Fundamental Doctrines (Washington: Review and Herald, 1988), 165.


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invisible” (Col. 1:6).1 La protología y la escatología están tan estrechamente ligadas que la segunda depende de la primera. Los adventistas no tendrían derecho a esperar que el advenimiento que aguardan marque el fin de todo cuanto existe en el mundo, a menos que Aquel que viene sea el creador del mundo. Y no sólo eso, sino que la aniquilación de los malvados al cierre de la historia se basará en el principio de que el Creador de la vida se reserva el derecho de retirarla de todos aquellos a quienes juzga indignos de poseerla eternamente (Sal. 102:25-27). Además, como adventistas estamos en lo correcto al conectar la segunda venida con la iniciación de un nuevo orden de cosas en el universo, puesto que Aquel que viene ha dado muestras suficientes de que puede originar una creación buena en gran manera (Gén. 1:31).

El sábado. La creación es la demostración visible y tangible de quién es Dios. Es la evidencia más grande de su poder, su grandeza, y aun de su naturaleza divina (Rm. 1:19-20) y, aparte de la redención, es la más grande demostración de su amor. Aún más, la creación provee el fundamento para la obra salvadora divina en el sentido en que la segunda venida no hubiera sido realidad sin la primera. Creación y redención van juntas. Un adventista del séptimo día es un creyente que cada semana de su vida celebra esos dos magnos eventos. Celebra, la creación de sí mismo(a), de sus congéneres, de todo ser viviente, y del planeta donde vive. Además celebran la redención del pecado y su liberación de todo yugo, la cual incluye “la liberación de su servidumbre a otras personas”.2 El sábado es el símbolo perfecto de Richard Rice, The Reiign of God: An Introduction to Christian Theology From Seventh-day Adventists Perspective (Berrien Springs, MI.: Andrews University Press, 1985), 370.

2

En este ensayo los pasajes bíblicos son tomados de la Versión Reina-Valera, revisión de 1960.

1

47

Evangelizzo

Basados en la anterior verdad bíblica que los adventistas del séptimo día creen que la redención de la humanidad se cristalizará no mediante el mejoramiento del mundo actual sino a través de la creación de otro nuevo. Eso explica por qué nuestra esperanza es omniabarcante.

Esperamos el regreso del Creador. El redentor es el Creador. Por lo tanto puede prometer, “he aquí yo hago nuevas todas las cosas” y nosotros, por nuestra parte, podemos tener plena confianza en que sus palabras son “fieles y verdaderas” (Ap. 21:5).


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ambas.

Evangelizzo

La santificación del sábado es una exaltación tan poderosa de Dios como Señor de la vida, que Elena de White ha dicho: “Si el sábado se hubiera santificado siempre, jamás habría habido ateos ni idólatras”.1 Por el sólo hecho de santificar el sábado, aun sin ninguna proclamación adicional, cada creyente adventista estaría exaltando a Dios y dando testimonio de que él hizo el mundo en seis días y descansó en el séptimo. El creyente testifica así también acerca del amor de Dios por la humanidad desde la creación, al darle a sus criaturas cada semana un día para el descanso y el compañerismo especial (Mar. 2:27). Al adorar a Dios en el sábado, cada adventista del séptimo día declara su convicción de que Dios es el originador de toda vida existente y no algún proceso evolutivo. Jesucristo. En el nombre de nuestra denominación, el término “adventista”, lejos de significar la exaltación de una doctrina, implica la exaltación de una Persona: Jesucristo. Esperamos se regreso. Es la persona la que da relevancia tanto como al suceso como a la creencia, y no al revés. Un adventista es alguien que cree que Elena de White, Patriarcas y profetas (Mountain View, CA.: Publicaciones Interamericanas, 1955), 349.

1

Jesucristo fue el agente activo en la creación de Dios (Juan 1:1-2; Col. 1:16; Heb. 1:1-2) y que él es Sustentador de su creación (Col. 1:17; Heb. 1:3). Cree, además, como se anotó arriba, que él es al mismo tiempo Creador y Redentor, lo cual es muy importante, porque en la formación de cada criatura dentro del proceso de la redención, Jesucristo ejerce el mismo poder del mundo (Efe. 4:20-24; 2:15; Col. 3:9-10). Cada criatura nacida de nuevo en el reino de Dios es renovada a la imagen y por el poder de su Creador. Y lo mismo que con el advenimiento, así ocurre con la observancia del sábado para un adventista. El día cobra importancia por la Persona a quien adora y con quien tiene comunión durante sus 24 horas. El domingo no encierra el mismo significado como día de culto para los adventistas porque ha sido designado para tal propósito por un ser creado. El sábado, por contrastante, ha sido apartado por el Creador. Además, la observancia perseverante del sábado semana tras semana, da testimonio de la constancia y permanencia del poder sustentador del Creador. Sola Scriptura. Los adventistas del séptimo día apoyan plenamente el principio de Sola Scriptu-

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ra, la Biblia como su propio intérprete y la Biblia como la base de todas las doctrina.1 La Biblia encarna la revelación de Dios a la humanidad en forma escrita, y tanto el estudio de lo que fue su creación original como el de la naturaleza en su estado actual necesitan ser interpretados a la luz de la revelación en las Escrituras.

Fe. Un adventista es un creyente que acepta por fe los hechos y la historia de la creación. Ejerce fe, no porque no haya evidencias con las cuales sustentar sus convicciones. De hecho, una de sus convicciones es que, “Dios nunca nos pide que creamos, sin darnos suficiente evidencias sobre la cual basar nuestra fe”.3 Para un adventista, el testimonio de la naturaleza misma acerca de su origen sobrenatural es conveniente (Rom. 1:19-20) y, como tal, apela a su corazón. Al mismo “Me ha sido mostrado que tiempo, sin embargo, un adventsin la historia bíblica, la geología no puede probar nada. Reliquias 2 Elena de White, Spiritual Gifts (Washington: Review and Herald, 1945), 3:93.

1

Seventh-day Adventists Believe, 227.

3

49

White, Steps to Christ, 73.

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Tanto la creación como otros temas relacionados con los orígenes, están fuera del alcance de la investigación científica dado a que son singulares. No pueden ser repetidos en una situación controlada (como en un laboratorio, por ejemplo) a fin de ser probados como lo requiere la metodología científica. Además, no hubo ningún testigo humano presente. Los únicos testigos fueron los personajes divinos y seres celestiales. Esta es precisamente la razón por la cual la revelación dada por Dios es indispensable si hemos de alcanzar una mejor comprensión de la creación. No podemos comprenderla sólo a partir de los conocimientos obtenidos de la ciencia, sin la ayuda de la historia bíblica. Con relación a este punto, Elena de White escribe lo siguiente:

encontradas en la tierra dan evidencia de un estado de cosas que difiere del presente en muchos aspectos. Pero el tiempo de su existencia, y por cuánto tiempo han estado estas cosas en la tierra, ha de ser entendido sólo a través de la historia bíblica. Puede ser inocente conjeturar más allá de la historia bíblica, si nuestras suposiciones no contradicen los hechos encontrados en las Sagradas Escrituras. Pero cuando los hombres abandonan la Palabra de Dios concerniente a la historia de la creación y buscan dar razón de las obras creativas de Dios sobre la base de principios naturales, se encuentran en un ilimitado océano de incertidumbre”.2


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ista es alguien que acepta que no monio del carácter y del poder de es posible para las mentes fini- un Creador personal. tas comprender plenamente las La Biblia afirma que la obras del infinito,1mucho menos creación quedó concluida desde la creación tan única en carácter. el mismo principio; asegura que La revelación de Dios, que da “sus obras estan acabadas desde razón del origen de todas las co- la creación del mundo”, lo cual sas, es comprendida y aceptada queda demostrado en el hecho sólo por fe. Es por fe que “enten- de que en el séptimo día Dios demos haber sido constituido el reposó de todas sus obras (Heb. universo por la Palabra de Dios, 4:3,4; cf. Gen. 2:1-3). Pero no es de modo que lo que se ve, fue todo, la información bíblica acerhecho de lo que no se veía” (Heb. ca de la creación que ésta fue un 11:3). Tal fe tiene un fundamento milagro portentoso efectuado en firme, la Palabra de Dios, la cual un período muy corto (véase, por es confiable porque se funda en ejemplo, Gen. 1:3, cf. 2 Cor. 4:6ª; su carácter, y él es un Creador fiel Gén. 1:6,7.9.24,26-27, etc; Sal. (i Ped. 4:19). Su fidelidad se hace 33:8-9). La creación fue un milapatente en la estabilidad de las gro portentoso efectuado en corto tiempo. Alguien ha señalado que leyes que rigen su creación. si le inyectamos largos períodos a • II. Alguien que acepta una cualquiera de los milagros divinos creación reciente, literal y ex (a los de Jesús, por ejemplo), lo nihilo echamos a perder y deja entonces Una creación reciente. Un de ser un milagro.3 adventista es alguien que cree Pero las Sagradas Escrituras que todas las formas de vida no sólo indican que el milagro de fueron creadas por Dios, pero no la creación fue realizado en un se defiende allí. Cree que si Dios período breve. A través de sus lises aceptado como Creador, la tas genealógicas de generaciones forma como creó, cuándo, qué, rastreadas hasta el primer ser y cuánto tiempo hace, son cueshumano, Adán, la Biblia insinúa 2 tiones importantes. Un adventista insistentemente que la creación percibe que éstas son preguntas fue efectuada no hace mucho interrelacionadas que dan testi Marvin L. Lubenow, “Does a Proper Interpretation of Scripture Require a Recent Creation?”. En Decade of Creation (ed. Henry Morris y Donald Rohrer; San Diego, CA.: Creation Life, 1981), 90-104.

3 1 2

Ibid. Clyde L. Webster, Jr. “El Génesis y la edad de la tierra: Qué nos dice la datación radiométrica”, Diálogo, 5/1 (1993), 5.

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tiempo, en contraste con las afirmaciones de la ciencia evolucionista. Así que un adventista es un creyente que acepta la historia de una creación reciente basado en la credibilidad de la revelación de Dios en las Escrituras. Tal creyente también encuentra fundamentación en la credibilidad de la revelación reciente de Dios a través de las visiones de Elena de White,1 quieninsistentementeenfatizaque la creación ocurrió hace no más de seis mil años.

hace solo entre seis y diez mil años. Quiero enfatizar el hecho de que las cosas pueden haber ocurrido de esa manera. Sin embargo, surgen algunas presuntas (y son sólo preguntas, no posiciones terminantes), y éstas debieran ser confrontadas.

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Primero, Génesis 1:1-2 declara que cuando Dios creó la tierra ésta estaba “desordenada y vacía”, mientras que Isaías 45:18 establece, acerca de la creación de la tierra por parte de Dios, A fin de atenuar la enorme dis- que él “no la creó en vano, para crepancia existente entre la Biblia que fuese habitada la creó” (cf. y la ciencia con relación a la edad Vers.12). de la tierra, en años recientes alLa pregunta entonces es, ¿por gunos científicos adventistas han qué habría de estar vacía la tierra sugerido (la idea misma puede no durante unos 4,550 millones de ser tan nueva) que si bien la vida años de acuerdo con la datación en la tierra es muy antiguo, tan evolucionista de las rocas, y habantiguo como la datación radio itada sólo por unos seis mil años, métrica lo afirma. La sugerencia si Dios “no la creó en vano “, quía hacia una interpretación del sino” para que fuese habitada la Génesis de acuerdo con la cual la creó”? tierra fue creada “en el principio” La insinuación de Géneis 1, (Gén. 1:1) de acuerdo con la lectura tradiEn un pasado muy distante; cional del texto, de que Dios creó mientras que la organización de la tierra (vers. 1) y más bien pronlos elementos y la creación de la to, en armonía con su plan de vida sobre el planeta, tuvo lugar que el planeta estuviera habitado, 1 Henry Morris, el líder principal del creacio- llevó a cabo la creación de la vida nismo científico, observa que “los adventistas incluyendo al ser humano (Gén. hasta cierto punto han permanecido sólida- 1:26-27), parece ser más conriamente creacionistas debido a que su principal maestra/fundadora, Elena de White, siente con su manera de poder enseño creacionismo literal”. History of tal como se la describe en el resto Modern Creationism (2a. ed.; Santee, CA.: de la Biblia, que la opción de Institute for Creation Research, 1993), 92.


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dejar su propósito expreso inconcluso por millones y millones de años. Una declaración de Elena de White, a la cual podemos encontrarle alguna aplicación sobre este punto, es aquélla de que, a semejanza de las estrellas en la vasta órbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no conocen premura, pero tampoco demora.1 En segundo lugar, siendo que la ciencia, que usualmente trabaja con presuposiciones evolucionistas, data los fósiles dependiendo de las rocas o de los estratos en los cuales se encuentran, la pregunta es, ¿cuán consistentes y defendibles son los argumentos sobre los cuales los adventistas del séptimo día han de aceptar la edad de las rocas según la ciencia y rechazar, simultáneamente, la edad que la misma ciencia asigna a los fósiles contenidos en ellas (y por ende la vida)? ¿Hay alguna evidencia bíblica que apoye dichos argumentos? Tercero, la sugerencia en consideración implica una discontinuidad entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2 tal como lo proponen los defensores de la Teoría de la Brecha. ¿Estamos conscientes de todo lo que implica la aceptación de la misma, aunque

ésta sea pasiva?¿No es acaso tal aceptación el resultado de una aproximación concordista abarcante entre la Biblia y la ciencia?2 El punto es que estamos siendo forzados a aceptar la brecha por la ciencia, no por la Biblia. “Una cosa segura”, escribe el reconocido autor evangélico Clark Pinnock, acerca de los cristianos evangélicos que están luchando por entender el texto bíblico sobre la creación, y es que, “ellos no descubrieron [la información] acerca de una tierra antigua al leer el Génesis”.3 Y si estamos dispuestos a inyectar un largo período a Génesis 1:1 y Génesis 1:2, ¿por qué no aceptamos otras sugerencias de la Teoría de la Brecha, por ejemplo, en cuanto a lo que pudo haber ocasionado Sin pretender ignorar la validez de la ciencia cuando trabaja en armonía con la revelación, es importante a estas alturas tener en mente la presente declaración del filósofo de la ciencia, Langdon Gilkey, en cuanto a lo que ha venido ocurriendo en la historia reciente. Sus tesis es que “el cambio importante en la compresión de la verdad religiosa en los últimos siglos, un cambio que aún domina nuestro pensamiento hoy, ha sido causado más por la obra de la ciencia que por ningún otro factor, religioso o cultural”. Langdon Gilkey, Religion and the Scientific Future: Reflections on Mith, Science and Theology ( New Cork: Harper and Row, 1970), 4. Esta declaración implica que la ciencia ha tenido más influencia en el entendimiento de la verdad religiosa en la historia moderna que la Biblia.

2

3

White, El deseado de todas las gentes (Mountain View, CA.: Publicaciones Interamericanas, 1955), 23.

1

52

Clark Pinnock, “Climbing Out of a Swamp: The Evangelical Struggle to Understandthe Creation Texts”, Interpretation, 43 (1989): 154.


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1

La teoría de la Brecha propone, en resumen, que entre los eventos de Génesis 1:3 pasaron millones de años, y que la creación ocurrió en tres etapas: una preadánica cuando la tierra era perfecta y hermosa (Gén. 1:1); un período intermedio cuando, debido a una lucha cósmica entre la tierra quedó desordenada y vacía (Gén. 1:2); y el período de la “reconstitución” descrito en Génesis 1:3ff.

53

creación no fueron literales sino períodos de tiempo muy largos; la Teoría de las Genealogías Abreviadas, que propone que si las genealogías de la Biblia omiten generaciones, como omisiones podrían dar razón de todo el tiempo necesario para que la evolución ocurriera; y la Teoría del Génesis como relato artístico, en el cual el registro del Génesis es visto sólo como una pieza literaria cuya intención es transmitir verdad religiosa pero no realidad científica.

Evangelizzo

la desolación de la tierra durante cia en la acción, algo que llega ese período?1 a ser.2 Así que el texto no nos permitirá concluir que el texto no nos Cuarto, ¿cómo interpretamos permitirá concluir que el Espíritu el versículo 2? ¿Lo consideramos Santo estuvo cerniéndose sobre una unidad de pensamiento con las aguas durante los millones de el versículo 1, o con el versículo años transcurridos desde el “prin3? En cualquiera de los casos tencipio”, sino que entró en acción emos problemas. En el primero, únicamente al comienzo de la afrontamos el problema teológico semana de la creación iniciada de tener al Espíritu Santo de Dios hace sólo unos pocos miles de moviéndose sobre las aguas por años. No hay ninguna indicación millones y millones de años sin textual que nos haga pensar de ningún resultado, lo cual no es, otro modo. en ninguna manera típico de la Seis días literales. Los adventcautividad o intervención del Espíritu Santo en los asuntos de este istas del séptimo día necesitan esmundo. Cuando el Espíritu inter- tar al tanto de que varias teorías viene, algo ocurre, hay un cam- creacionistas han sido propuestas bio de condición, se efectúa una en el pasado, todas ellas como revolución. Tal como lo expresó el fruto del esfuerzo por armonizar salmista: “Envías tu Espíritu, son el relato bíblico con los largos creados, y renuevas la faz de la períodos que todos los modelos evolucionistas proponen.3 Un tierra” (Sal. 104:30). adventista es alguien que no esEn el segundo de los casos tará dispuesto a aceptar que los afrontamos un problema graactos de la creación le fueron matical. El versículo 2 contiene tres cláusulas sustantivas cuya 2 Véase Richard M: Davidson, “En el principio: interpretar Génesis 1”, Diálogo, 6/3 función fundamental en el he- cómo (1994), 11. breo es dar expresión a algo fijo, 3 Estas, además de la Teoría de la Brecha, reflejar un estado; su función no incluyen, la Teoría de las Edades es señalar progresión o secuen- Geológicas, que postula que los días de la


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simplemente revelados por Dios a Moisés en un período de seis días a fin de que los transmitiera por escrito, pero que los actos mismos son demasiado maravillosos para haber sido realizados en seis días literales. Esto es lo que sugiere la “Teoría de la Creación revelada en Seis Días”, también conocida como “Teoría de la Visión”.1 Una creación en seis días literales es importante en el marco del gran conflicto de los siglos. En el curso del mismo, los mayores esfuerzos de Satanás se centran en incluir a la humanidad a rebelarse contra Dios y a Desobedecer su ley. Para lograrlo, él tiene que atacar el derecho de Dios a gobernar el universo, y a emitir una ley y demandar obediencia a ella. Eso explica por qué sus más insidiosos ataques son dirigidos particularmente contra el cuarto mandamiento. Tal es el mandamiento que señala claramente a Dios como Creador del cielo y de la tierra2 y demanda la observancia del sábado, todo sobre la base de que “en seis días el Eterno hizo el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que contienen, y reposó en el séptimo día”(Exo. 20:11,NRV90). 1

2

Para una breve crítica de esta teoría véase a Gerhard F. Hazel, “Los Días de la creación en Génesis 1: ¿Son días literales o períodos figurados de tiempo?”, Ciencia de los orígenes 40-41 (1995): 5.

Sólo una doctrina de la creación en seis días de 24 horas literales les provee a los adventistas las bases para la observancia del sábado y para su nombre denominacional. No existe explicación astronómica para el ciclo cronológico conocido como semana, como la hay para el día, el mes y el año. La semana de siete días es, aparentemente, un arreglo caprichoso. Sin embargo, una creación original en seis días literales, les provee a los adventistas del séptimo día la explicación satisfactoria para el origen del ciclo semanal. Que Dios exija a los seres humanos que se rijan por una semana de seis días literales de trabajo en memoria de períodos de tiempos largos e indefinidos es totalmente incongruente con sus criaturas.3 Creación ex-nihilo. El adventista del séptimo día es una creyente que acepta una creación ex-nihilo (de la nada), porque armoniza tanto con la omnipotencia del Creador, como con el testimonio de su Palabra escrita. Para un adventista “la creación bíblica es verdadera creación”4 En el sentido más estricto de la palabra. Aunque algunos de los 3

White, Patriarcas y profetas, 104.

54

Ibid.,102-103.

Geoffrey W. Bromiley, “Creador”, The Internacional Standard Bible Enciclopedia (Grand Rapids, MI.: Eerdmans, 1992), 1: 802-803.

4


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términos usados en el relato no denotan más que la idea de formar o construir, la creación descrita en el Antiguo Testamento, “es más que manufactura o arreglo artístico apropiándose de material existente”, y los pasajes neotestamentarios “no dan lugar a material preexitente”.1 El autor de una creación tal es, pues, “no sólo un arquitecto o un constructor que trabaja con lo que está a la mano”,2 antes bien, “así dice Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios” (Isa. 44:6). Dios antecede a toda materia. El es la Primera Causa de todo lo existente.

1

Ibid.

2

Ibid.

Algunos autores ven en la evolución teísta una contradicción interna ya que evolución es nuturalisimo y teísmo es sobrenaturalisimo. Los dos, puestos juntos en “evolución teísta”, significa entonces “naturalisimo sobrenatural”. Randy L, Wysong, The Creation-Evolution Controversy (Lansing, MI.: Inquiri Press, 1976), 63

Un adventista es un creyente que por fe entiende que el mundo fue formado al mandato de Dios, “de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía” (Heb. 11:3). Se ha sugerido en algunos círculos adventistas que Dios no creó ex-nihilo en el sentido estricto del término; que un texto como Hebreos 11:3 implica que lo que Dios hizo en la creación fue 4

Benjamín Warfield, “Review of God’s Image in Man”, por James Orr. The Princeton Theological Review 4 (1906): 557.

5

Ibid. El juicio de Warfield es tan válido en este punto como cuando sigue adelante para afirmar que la “evolución no puede nunca,bajo ninguna circunstancia, originar un producto que sea específicamente nuevo: modificación es lo más que puede lograr; originar esta más allá de sus límites” (Ibid). Véase también John N. Moore, “Was Evolución Envolved in the Process of Creación? No” en Ronald youngblood, ed., The Genesis Debate: Persistent Questions About Creation and the Flood (Grand Rapids, MI.: Baker, 1990), 96.

3

Véase Charles Ryrie, “The Bible and Evolucion” Biblioteca Sacra 124 (1967): 68.

6

55

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Basado en esta creencia, un adventista no puede aceptar las explicaciones alternativas acerca de los orígenes ofrecidas por las perspectivas evolucionistas, aunque sean teístas.3 Más bien, percibe que la creación bíblica y tales explicaciones son sumamente excluyentes desde la perspectiva de una lectura literal de los pasajes sobre la creación. “Evolución” significa “modifi-

cación”, mientras que “creación” significa “origen”. Tal como Benjamín Warfield lo expresó una vez, en el sentido absoluto de los términos, “usted no puede originar modificando, usted no puede modificar originando”.4 Por lo tanto, lo que venga por “evolución” no puede surgir por “creación”, y lo “creado” es, en definitiva, “no evolucionado”.5 Esto es particularmente cierto al aplicarlo al origen de la vida en nuestro planeta.6


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convertir la energía, un elemento no visible, en materia visible. Sin embargo, la pregunta es, ¿por qué la insistencia de reducir la creación a transformación?1 ¿Por qué insistir en hacer a Dios un Creador que crea solamente a partir de elementos preexistentes? ¿No es esto limitar a Dios? En términos bíblicos, sólo Dios es eterno. Ni aun la energía es eterna en sí misma pues Dios creó tapanta (absolutamente todas las cosas, sean éstas visibles o invisibles [Col. 1:16 ]; Efe. 3:9; Apoc. 4:11; cf. Juan 1:3). Y es él quien vivifica todas las cosas (Neh. 9:6). Un adventista acepta la verdad bíblica de una cración de la nada porque el Dios en el cual cree es un Dios que puede aun llamar “las cosas que no son, como si fuesen” (Rom. 4:17; cf. 1 Cor. 1:28). Como Elena de White ha escrito: “La teoría de que Dios no creó la materia cuando sacó al mundo a la existencia, no tiene fundamento. Al tomar el mundo, Dios no se valió de materia preexistente. Por el contrario, todas las cosas, materiales o espirituales, comparecieron ante el Señor Jehová a la orden de su voz y fueron creadas para el propósito de él…

1

por el aliento de su boca”.2 III. Alguien que percibe las implicaciones teológicas de negar la creación bíblica. Un cristiano adventista percibirá las serias implicaciones que la negación de la creación bíblica, aceptada en cualquiera de sus formas, tendrá sobre su teología. Ilustraremos este punto al notar, aunque sea en parte, el impacto de tal negación sobre algunas creencias de los adventistas. El carácter de Dios: su bondad. Es cierto que la concepción que un creyente tenga de Dios afectará su percepción de la creación; pero lo opuesto también es cierto: su concepción de la creación hará un impacto sobre su percepción de Dios. Por eso es tan importante que un cristiano adventista del séptimo día tenga apreciaciones correctas en cuanto a la creación. Tales apreciaciones tienen implicaciones sobre su teología.3 Para un materialista que se 2

White, Joyas de los testimonios (Mountain View, CA.: Publicaciones Interameriacanas, 1953), 3: 258.

3

Tómese por ejemplo el concepto del origen del hombre, acerca del cual aun Kart Barh observó que por medio de “la idea del hombre, acerca del cual aun Kart Barth observó que por medio de “la idea del hombre como un animal dotado de razón, nosotros no somos guiados… a Dios”. Karl Barth, Church Dogmatics (Londres: T. &. T. Clark, 1936), 77.

Elena de White afirma que la materia no posee poderes vitales ni produce nada por su propia energía inherente. White, Patriarcas y Profetas, 106-107.

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aferra a la eternidad de la materia, Dios es una contingencia y no una necesidad. Para la concepción de un idealista de los fenómenos naturales como el reflejo de “mente” (Dios), Mente es idéntico con la creación con el origen evolutivo de la vida que quieren retener su fe en Dios, “La evolución es la manifestación de la obra de Dios en la naturaleza”.1 Por lo general, en el marco de dicha creencia, la creatividad y confiabilidad atribuidas a los mecanismos naturales es tal magnitud, que todo el proceso evolutivo podría haber operado sin Dios, o Dios tendría que haber dependido de algo ajeno a su persona.

verdadero Dios que no puede ser comparado con ningún otro (Isa.40:25-26; Jer. 10:10-16).

23 (1971): 141.

Gordon Wilson,Theistic Evolution, Athens, Al.: C.E.I. Publishing Co., 1972), 31

2

3

4

Ibid., 33.

57

Fred Van Dyke, “Theological Problems in Theistic Evolution”, Journal of the American Scientific Affliation 38 (1986): 14.

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La divinidad de Dios se hace pues evidente es su capacidad de originar de novo. Esto es una verdad muy importante en el contexto de la gran controversia entre Cristo y Satanás. Este último nunca será capaz de crear en el sentido absoluto del término porque no es Dios (aunque quiso serlo); es sólo una criatura. El puede “crear” sólo a partir de lo que Dios ha hecho, pero no de la nada, lo cual sigue siendo un derecho exclusivo del Todopoderoso. Por lo tanto, su gran poder es percibido a través de la obra de sus manos Pero un problema en el punto (Rom. 1:20). de vista según el cual la evolución La pregunta es, ¿pueden la es el método de trabajo de Dios naturaleza y el carácter de un en el mundo, es que compelerá al Dios que usa la evolución (con su pensador consistente a percibir a lucha por la supervivencia debido Dios como un Dios finito, que da a la escasez de recursos) como pasitos.2 Sin embargo, eliminar su método para crear, ser reconla necesidad de un Dios infinito ciliados con el retrato bíblico de y todopoderoso, es una impliun Dios que está constantemente cación teológica de la evolución preocupado por su creación y extremadamente seria.3 La deproveyendo para ella?4 manda que Dios hace a que se Redención. Un adventista del le adore y reverencie por encima séptimo día entiende que si la de las deidades paganas se basa en el hecho de que él es el único creación es de algún modo negada, la evolución queda afirmada 1 Richard Bube, “Biblical Evolutionism?”, Journal of the American Scientific Affiliation como la alternativa para explicar


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el origen de la vida y otras creencias relacionadas con el tema. Y esto no es nuevo. Para numerosos teólogos, desde Darwin, la teoría evolucionista ha ofrecido la esperanza de una redescripción realista de la doctrina tradicional1 incluyendo la caída, de el pecado, y la expiación. Tal redescripción ha procurado que la doctrina cristiana armonice con la teoría de la evolución. No obstante, el hecho es que el Darwinismo “ha empeorado el problema”.2

siente de que en el marcoevolucionista la caída es negada,5 o su importancia neutralizada,6 o es reinterpretada como un ascenso7 dentro de la continuidad siempre progresiva del proceso evolutivo; que en este marco conceptual, la imperfección y el mal se tornan “concominantes con un mundo que está ´llegando a ser´”.8 Así, la caída debida al primer pecado humano deja de proveer la base para la necesidad humana de salvación, lo cual de por sí representa un fuerte impacto inicial Esto es aún más evidente en contra la enseñanza bíblica sobre la evolución teísta, la cual transel plan de la redención.9 fiere la responsabilidad por el pecado del hombre a Dios, y al Evolutionary World?” Progress in Theology, News Setter of the John Templeton hacerlo, altera las bases doc- Foundations Center for Humility Theology 1 trinales de la necesidad de la (1993): 7. expiación. Así, la pregunta, en 5 Ibid. Véase también Norman P. Williams, ideas of the Fall and of Original Sin: palabras de Hedley Brooke es, si The A Historical And Critical Study (Londres: el hombre no ha caído, sino que Longmans, Green and Co., 1927), 9-10 ha estado elevándose constante- 6 Davis A. Young, Creation and the Flood: An mente, “¿qué queda del plasn de Alternative to Flood Geology and Theistic Evolution (Grand Rapids: Baker and Book la redenciaón?”3 Un adventista House, 1977), 166. Para mayor información es un creyente consiente de que sobre este tópico, véase Donald G. Bloesch, of Evangelical Theology, tomo 1: dentro del esquema evolutivo, tal Essentials God, Authority and Salcation (San Francisco: como alguien que favorece esa Harper & Row, 1978). cosmovisión ha dicho: “no hay 7 Ver, por ejemplo, Calum M. Carmichael, lugar para un primer ser humano “The Paradise Myth: Interpreting Without Jewish and Christian Spectables” en Paul ni para un pecado origina”,4 con- Morris and Deborah Sawyer, eds. A. Walk 1

2

Ibid.

3

Ibid.

Karl Schmitz-Moormann, “Evolution and Redemption: What is the Meaning of Christians Proclaiming Salvation in an

4

in the Garden: Biblical, Iconographical and Liteary Images of Eden, JSOT Series (Sheffield, England: JSOT press, 1992), 4763; John Polkinghorne, Reason and Reality: The Relationship Between Science and Theology (Londres: SPCK, 1991), 99.

John Hedley Brook, Science and Religión: Some Historical Perspectives (Cambridge, MA.: Cambridge University Press, 1991).

8

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Carmichael, “The Paradise Myth”, 7.

Pinnock observa que la historia de la redención comienza con el pecado de

9


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Si la evolución está en lo cierto, y no el relato bíblico de la creación, entonces nunca hubo caída y por lo tanto, no existe conexión de causa a efecto entre el pecado y la muerte, lo cual a su vez implica que no se necesita un Redentor1 para salvar a la humanidad de la muerte.2 Entonces, los defectos de los seres humanos, lejos de ser el resultado de la caída, son simplemente rasgos de ancestros animales que serán superados con el transcurso del tiempo, suponiendo que el proceso de la evolución puede actuar como un salvador, haciendo así innecesario el sacrificio de Cristo.

importante porque “el asunto de la autoridad bíblica (no de la metodología científica) provee el contexto apropiado para la compresión de la actual controversia entre el creacionismo y la teoría de la evolución”.3 La conclusiones a las que arribó la ciencia moderna, forjadas usualmente bajo premisas evolutivas, pueden afectar profundamente la actitud de un adventista hacia la Biblia, así como su comprensión de la misma. Por ejemplo, la acepción de una conexión entre el hombre moderno y los homínidos que le hayan precedido, requiere que el relato de Génesis 2 concerniente a la creación del hombre del polvo de la tierra sea tomado como metafórica o simbólica4 o que, con el tiempo, se abandone toda confianza en la credibilidad de la Biblia.

la realidad de la muerte en el mundo antes de la caída del hombre, ver Marco Tulio Terreros, “Death Befote the Sin of Adam: A Fundamental Concept in Theistic Evolution and Its Impliocations for Evangelical Theology”, Tesis doctoral en Teología, Andrews University, 1994.

3 4

59

Waters, 150. E. C. Lucas, “some Scientific Issues Related to the Understanding of Genesis 1-3” Themelios 12 (1987): 50.

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La autoridad de las Escrituras. Como se insinuó arriba, un adventista del séptimo día es alguien cuya vida, en todas las áreas es gobernada por el principio de Sola Scriptura. Esta es un área crucial para un adventista porque El siguiente razonamiento hela validez de sus creencias decho por Edgard J. Carnell ilustra pende de la autoridad y la confiael punto. El dice que puesto que bilidad de la Biblia. Es igualmente la ortodoxia ha renunciado a la la humanidad y que la soteriología es interpretación literal de los días dependiente de una caída literal del hombre. del relato de la creación “por Pinnock, “Climbing Out of a Swamp”, 151. respecto a la geología”,[ésta] no 1 John Rendle-Short, Man: Ape or Image: The Christian Dilemma (San Diego: Master Book renunciaría a ningún principio si Publishers, 1984), 152. abandonara la creencia en una 2 Sobre las implicaciones teológicas de afirmar creación reciente “por respecto


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a la paleontología”.1 Y sin embargo, eso es precisamente lo que, no sólo cristianos evangélicos2, sino hasta algunos creyentes adventistas, están haciendo, tal como se ilustra al comienzo de este escrito. Un adventista que se aferra a la autoridad de las Escrituras estará al tanto del peligro de medir la información bíblica a través de modelos, evidencias y hechos científicos, en vez de que éstos sean evaluados por la Biblia. Estará consiente de que empezar a hacerlo es tomar, en palabras de Conrad Hyers, una carrera cuesta abajo. Es, en otras palabras, un proceso que una vez iniciado, es muy difícil de detener completamente, a riesgo de renunciar a todo.3 Así se explica por qué un erudito evangélico como Paul K. 1

Edgard John Carnell, The Case for Orthodox Theology (Philadelphia: Westminster Press, 1959), 95

Por ejemplo, en su libro The Meaning of Creation: Genesis and Modern Science (Atlanta, GE.: John Knox Press, 1984), 86, Conrad Hyers declara que “el peso de la evidencia científica es demasiado grande, y los argumentos científicos demasiado persuasivos, para que uno se aferre por más tiempo al creacionismo de los días literales”. Hyers procede luego a demostrar que no sólo él sino también Ramm, así como “un gran número de escritores evangélicos”, han adoptado una aproximación similar a la Biblia en un intento por evitar el literalismo del “Fiat Solamente” de los fundamentalistas “y dar lugar a los resultados más establecidos de la ciencia moderna”. Ibid., 97.

Jewett puede afirmar que la mayoría de los cristianos no “Supondrían que la creación de la tierra tal como la conocemos consistió en una serie de eventos instantáneos: creación por simple fiat4. Por contrastante, un adventista es alguien que acepta el testimonio de las Escrituras al describir a un Dios todopoderoso (Gén. 17:1; Luc. 18:27; Apoc. 15:3) que “se tomó seis días para hacer nuestro mundo cuando pudo haberlo llamado a la existencia en sólo una”.5 Por otro lado, es afortunado que las pretensiones de la filosofía evolucionista reflejada en muchas áreas de la ciencia, así como su verdadero carácter científico, han sido a menudo puestos en duda y en tiempos más recienteselocuentementedesafiados por creacionistas científicos”6 y otros estudiosos,7 como también Paul K. Jewett, God, Creation and Revelation: A Neo-Evangelical Theology (Grand Rapids. MI.: Eerdmans, 1991), 479-480.

4

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2

3

5

Ibid.

White, Setter 7ª. 1878, Ellen G. White Research Center Andrews University, Berreen Springs, MI.

6

E. G. Henry M. Morris, ed., Scientific Creationism. Veáse además, Idem, Studies in the Bible and Science, or. Christ and Creation 8philadelphia: Presbyterian and Reformed Publishing, Co., 1966): Henry M. Morris and Gary E. Parker, What Is Creation Science? (San Diego, Ca.: Master Book Publishers, 1982), Henry M. Morris, The Biblical Basis for Modern Science; para mayor información sobre los creacionistas científicos modernos más prominentes véase John C. Whitcomb y D. B. DeYoung, The Moon: Its Creation Form,

7

Ibid., 85.

60


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1986, tomo 1, “Basic and Educational Sessions”, tomo 2, “Technical Symposium Sessions and Additional Topics”, ed. Robert E. Walsh (Pittsbug, PA.: 362 Ashland Ave., 1986), y Proceedings of the International Conferences on Creationism, 1990, tomo 1 “General Sesseons”, Tomo 2, “Technical Symposium Sessions and Additional Topics”, ed. Robert E. Walsh (Pittsburg, PA.: 362 Ashland Ave. 1990), Harold Coffin, Origins by Design (Washington: Review and Herald, 1983); véase también Leo R. Van Dolson, ed., Our Real Roots: Scientific Support for Creationism (Washington: Review and Herald, 1979).

Génesis 2:7, interpreto literalmente, declara que después que Dios hubo formado al hombre del polvo de la tierra sopló en su nariz el aliento de visa, y enton Emil Brunner, The Cristian Doctrine of Creation and Redemption (trad. Olive Wyon; Philadelphia, PA.: Westminster Press, 1952), 79.

2

3

61

John C. Whitcomb, Jr. The Early Heart (Grand Rapids, MI.: Baker, 1972), 103.

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por adventistas del séptimo día in- creación de la humanidad y la teresados en las ciencias.1 consiguiente aceptación de la teoría evolucionista sobre el tópico, La doctrina del hombre. Para acarrea implicaciones serias. un adventista, la negación de la El teólogo Emilio Brunner enseñanza b´blica acerca de la reconoce, aunque sin rechazar la and Significance (Winona Lake, IN: BMH, evolución, que es Darwin, no Co1978), 166-169. pérnico, Galileo o Newton, quien 1 Robert H. Brown, “Radiometric Age and the de veras inquieta al hombre modTradicional Hebrew-Christian View of Time”, Origins 4 (1977): 68-75; Idem, “Geo and erno con respecto a las demanCosmic Chonology”, Origins 8 (1981): das de la Biblia, y esto debido al 20-45; idem, “How Solid is a Radioisotope impacto de la evolución sobre la Age of a Rock?” Origins 10 (1983): 93-95; 2 Arthur V. Chadwick, “Precambrian Pollen antropología bíblica. La aprein the Grand Canyon- A Reexamination”, ciación de Brunner es acertada. Si Origins 8 (1981): 7-12; Robert H. Brown y Harold G. Coffin, “Literature Reviews: el relato del Edén es considerado Burgess Shale Reexamined”, Origins 17 como mítico y equivocado, no es (1990): 33-37; Mart de Groot, “Cosmology entonces difícil aceptar que anand Genesis: The Road to Harmony and the Need for Cosmilogical Alternatives”, Origins cestros animales son el verdadero 19 (1992): 8-32; George T. Javor, “A New origen de la raza humana. Pero Attempl to Understand the Origin of Life: The un adventista del séptimo día es Theory of Surface-Metabolism”, Origins 16 (1989) 40-44; Ariel A. Roth, Those Gaps in alguien convencido de que una the Sedimentary Layers”, Origins 15 (1988): lectura literal del relato del Gé75-92; idem, “Life in the Deep Rocks, and the Deep Fossil Record”, Origins 19 (1992): nesis enseña que los cuerpos de 93-104; G. E. Snow y G. T. Javor, “Oxigen Adán y Eva fueron el resultado de and Evolucion”, Origins 2 (1975) 59-63; la intervención directa de Dios y Clyde L: Webster, “The Implications of the Oklo Phenomenon on the Constancy no el producto de un largo proof Radiometric Decay Rates”, Origins ceso de desarrollo a partir de ani17 (1990): 86-92; “Proceedings of the males que les antecedieron.3 International Conferences on Creationism,


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ces el hombre llegó a ser un alma viviente (Heb. Nephesh haya).1 El texto hace una descripción que sugiere que no pudieron haber transcurrido largos períodos de tiempo entre la formación del hombre del polvo de la tierra y la infusión del aliento de vida en sus narices. El contexto indica que la frase “y el hombre llegó a ser un ser viviente” no da cabida a la existencia de una forma de vida prehumana para el cuerpo de Adán.2En otras palabras, el hecho de que el hombre llegó a ser un ente o criatura viviente indica que Adán no era antes un ser viviente hasta que llegó a serlo por el poder creativo del aliento divino.3 Para un cristiano adventista del séptimo día el testimonio de Jesucristo en este respecto es de crucial importancia. Cristo aceptó el relato de Génesis como confiable. Mateo 19:4, (NRV 90) registra sus palabras con respecto a la creación de la humanidad, declarando que “al principio el Cre1

2

Nephesh Haya se traduce mejor como “criatura viviente” o “ser viviente” (como en la Reina-Valera). Whitcomb, The Early Heart, 105.

Ibid. Nótese que, de acuerdo con la evolución teísta, la dimensión física del hombre, la forma prehumana a la que Dios le infundió un alma, debe necesariamente haber sido un ser viviente, el teólogo Millard J. Ericsson observa que “este postulado de la evolución teísta contradice la declaración de Génesis 2:7 que el hombre llegó a ser viviente cuando Dios lo formó e infundió en ser el aliento de vida”. Erickson, 483.

3

ador los hizo hombre y mujer”. Si la creación especial de los humanos es negada y el desarrollo evolutivo del hombre aceptado en su lugar, una implicación muy seria sería que Jesús es un testigo falso es decir, un mentiroso. Muy por el contrario, el testimonio del Salvador y Creador es absolutamente confiable. El es Testigo fiel y verdadero (Apoc. 1:5; 3:14), y su testimonio confirma la verdad de que hay algo muy especial con respecto a la creación de la humanidad.4 Además, el rechazo de la validez histórica del relato de la creación de los seres humanos y de su caída, es una oposición directa a la enseñanza bíblica con respecto a la responsabilidad moral de la humanidad (Gén. 2:15-17).y a su deber de rendir cuentas (Gén. 3:8-13). La creencia alternativa implica que el hombre no cayó históricamente. Antes bien, Adán fue “creado” en un estado ya caído en sus ancestros pre-humanos. Un adventista entiende que con este enfoque el origen de la vida humana, que presume la existencia de la muerte en el mundo antes de la caída de Adán, la responsabilidad por el pecado recae sobre el Creador y no sobre las criaturas. Esta es una 4

62

Francis A. Schaeffer, Genesis in Space and Time: The Floor of Biblical History (Downers Grove; IL.: InterVarsity Press, 1972), 33.


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final del hombre. White renunció a la inmortalidad”. Gertrude Himmelfarb, Darwin and the Daewinian Revolution (Garden City, NY: Doubleday & Company, 1959), 369.

3

Bernard Ramm, Offense to Reason: a

4

63

Lubenow, “Does a Proper Interpretation of Scripture Require a Recent Creation?”, 95.

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implicación muy significativa para habitantes de este mundo que la la teología adventista y, en gen- evolución es un hecho y que Dios eral, para la teología cristiana.1 no es el Creador, es que la esperanza de la humanidad por el Escatología. La escatología inicio de un nuevo orden mundial es muy importante para los adse basa en expectativas diferentes ventistas. Ellos conforman un a la segunda venida de Cristo. pueblo orientado hacia el futuro. Un adventista es alguien que, Son un pueblo de esperanza. habiendo percibito este hecho, Si la explicación evolucionista muestra constantemente su volpara el origen y desarrollo de untad de presentar a Dios como los seres humanos y de la vida Creador, y es para él un privilegio general con su constante lucha exaltarlo como el Restaurador de por la supervivencia es aceptada la deplorable condición en la que en lugar de la narrativa bíblica se encuentra este planeta. Al hacde la creación,¡qué consecuenerlo, un adventista señala hacia la cias siguen para la escatología segunda venida de Cristo como el bíblica y para la esperanza de punto concluye y de cambio de la un adventista en cuanto a la vida historia de la tierra. eterna?¿Podría tener la seguridad de la realidad de una tierra nueva Un adventista es alguien que donde el dolor, la lucha por la su- al fundamentar su futura resurpervivencia, y la muerte estarán rección de los creyentes como por siempre ausentes?2 casi una “representación” del escenario de la creación de Adán.3 La escatología es inherente Por contraste, el teólogo Bernard al gran conflicto de los siglos. Ramm destaca el hecho de que, Paraque Satanás ha tenido éxito de acuerdo con la ciencia, no en convencer a la mayoría de los hay esperanza para el mundo en el horizonte. Más bien, la per1 Véase Nigel M. de S. Cameron, Evolución and the Autority of the Bible (Greenwood, spectiva es que pronto la vida no será posible para la humaniSC.: Attic Press, 1983), 46-71. 2 Por ejemplo, Gertude Himmelfarb señala a dad sobre la tierra, porque “los William H. White, un cristiano que no pudo enormes factores destructivos en seguir teniendo fe en una inmortalidad que “perpeturía durante toda la eternidad los nuestra situación actual hacen incontables millones de formas bárbaras, sombría cualquier esperanza de medio bestiales que deben de haber progreso”.4 habitado la tierra antes de la evolución


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De la misma manera Jewett señala perceptivamente que si el cristiano hiciera descansar la afirmación teológica de la creación sobre el fundamento de las ciencias naturales, la consistencia le obligaría a abrazar una perspectiva también científica del fin del mundo. Según el mismo autor, tal perspectiva equivaldría a una escatología lúgubre más allá de toda imaginación, y envuelta en

Contrariamente, un adventista es un creyente que, aunque sabe que Dios se reserva el derecho de poner fin a lo que él ha creado, encuentra esperanza genuina en la enseñanza bíblica sobre la segunda venida literal del Señor y Creador, ocasión en la cual él efectuará una nueva creación al hacer “nuevas todas las cosas” (Apoc. 21:5; CF. Isa. 65:17). 1

Evangelizzo

Theology of Sin (San Francisco, CA: Harper and Row, 1985), 123.

una oscuridad nihilista.1

64

Jewett, God, Creation and Revelation, 477.


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Datos de los autores del presente número Daniel Plenc

Doctor en Teología (Universidad Adventista del Plata, Argentina). Oriundo de Argentina. Ha sido profesor de teología en Argentina. Especialista en el pensamiento y obra de Elena de White. Ha sido director del White State de la Unión Austral, en Argentina, por varios años. Marco Tulio Terreros

tina). Oriundo de Chile. Ha sido profesor de teología, filosofía, psicología y educación en universidades de Chile, Argentina y Perú. Profesor invitado para universidades de Ecuador, Colombia, y EE.UU. Actualmente es profesor titular de la Facultad de Teología de la Universidad Linda Vista, Chiapas, México. Ha escrito numeros artículos y ha publicado 52 libros a la fecha.

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Datos de autores

Doctor en Teología (Andrews University). Especialista en sis- Moisés Espinosa temática. Oriundo de Colombia. Doctor en Ministerio (Andrews Ha enseñado en Colombia, Mé- University, EE.UU.). Oriundo de xico y actualmente en Costa Rica. México. Durante 17 años ha sido el Decano de la Facultad de Teología de la Universidad Linda Miguel Ángel Núñez Doctor en Teología (Universi- Vista, Chiapas, México. dad Adventista del Plata, Argen-



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No se acepta que el artículo Los artículos serán para alsea propuesto de manera simulguna de las siguientes secciones tánea a otra publicación. donde se indican la cantidad de Cada artículo debe ser dipalabras máximas que se aceptan rigido a: en cada caso: Dr. Miguel Ángel Núñez Director Revista Kerygma Universidad Linda Vista miguelanp@gmail.com

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Sique: Artículos de Teología pastoral enfocados fundamentalmente en aconsejamiento pastoral, teología del aconsejamiento y psicología pastoral. Entre 4500 y 5000 palabras.

Se enviará un email acusando recibo del artículo. Es esencial la presentación de la versión electrónica puesto que el artículo se enviará a árbitros internacionales para que realicen el • referato del mismo. Para facilitar el arbitraje anónimo, el nombre

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Praxis: Artículos de aplicación práctica, especialmente pensando en la ad-

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Los artículos para KERYGMA deben presentarse en formato electrónico. Junto al artículo propuesto se debe enviar un resumen de no más de 250 palabras, una dirección de correo electrónico y los datos del autor que incluyan nombre, universidad o institución en la que trabaja, el más alto nivel académico alcanzado y país de residencia.


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Evangelizzo: Artículos con ideas prácticas para la evangelización en cualquier ámbito. Entre 3000 y 3500 palabras.

Una vez aceptado el artículo el autor debe enviar la versión final del mismo junto a una breve biografía que no exceda las 200 palabras, la cual será incluida en la revista.

Reseña: Notas cortas con Se espera que todos los análisis crítico de libros de cualquiera de las secciones artículos sean inéditos en español, anteriores. Entre 1500 y 2000 eso implica que eventualmente se aceptarán escritos que hayan sido palabras. publicados en otro idioma o sean • Notas: Artículos cortos soparte de un libro ya publicado o bre aspectos menores. Entre por publicar. 2000 y 2500 palabras. Los autores son los dueños El límite de palabras incluye de los derechos de sus propios las notas al pie. Los artículos deescritos, eso implica que quedan ben tener el formato con pies de en libertad de publicarlo en otro página, no con notas finales. Las medio, siempre y cuando se concitas textuales deben consignarse signe que ha sido previamente entre comillas. publicado en la revista KERYGUna vez presentado el artículo MA. se entenderá que es el documento La revista mantendrá una línea final. El escrito será enviado a tres editorial abierta a nuevas propucríticos, que son parte del Comité estas y discusiones. No obstante, Asesor Internacional de la revista, consignará en la primera página quienes harán una crítica ciega que el Comité Editorial de la Redel mismo y recomendarán la vista y la Universidad Linda Vista publicación del artículo. Cuando no necesariamente comparten el artículo sea recomendado por todos los criterios expresados por al menos dos críticos y se hayan los autores quienes son los únicos realizado las observaciones reresponsables de cualquier declarspectivas, éstas serán enviadas ación que pueda ser incorrecta o al autor para que las incorpore a parcialmente errónea. su escrito. Una vez que el autor

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Kerygma, volumen 2, número 1, 2012

Las notas de pie de página se harán siguiendo el modelo propuesto por SBL. Quien no conozca esta forma de citar puede utilizar el formato Turabian y la revista hará las correcciones adecuadas.

para ser guiado en la información que se precisa. En el caso de la utilización de expresiones griegas o hebreas, se espera que estén en el idioma original y la transliteración entre paréntesis.

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Instrucciones para autores

Las citas de pie de página En el caso de que algún autor tienen que tener la información incluya alguna ilustración en su básica esperada: artículo debe ser una fotografía de al menos 600 dpi o un dibujo • Libros: Autor(es), traductor(es), título del libro, de línea plana, no se aceptan fotocopias. Para poder incluir la ilciudad, editorial, año de ustración en el artículo debe venir publicación, página. la autorización expresa del autor • Artículos: Título del artículo, de la misma, de otro modo, no se nombre de la revista, año podrá utilizar. de publicación, volumen, Cada autor recibirá dos número, página. ejemplares de la revista donde Por cualquier otra fuente se ha publicado su artículo, para que se quiera citar y no se sepa eso deberá enviar alguna direcla manera de hacerlo, se puede ción postal para hacerle llegar los consultar al director de la revista ejemplares respectivos.


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