William Carlos Williams
Cuadros de Brueghel
I. AUTORRETRATO
Con rojo gorro invernal azules ojos sonriendo solo la cabeza y hombros
embutidos en el lienzo brazos cruzados la gran oreja derecha el rostro
ligeramente inclinado un grueso abrigo de lana con anchos botones
abrochados al cuello revela una nariz bulbosa pero los ojos enrojecidos
por el uso excesivo debió forzarlos pero las delicadas muñecas
dejan ver que fue un hombre ajeno al trabajo manual su rubia
barba afeitada a medias
sin tiempo para nada más que su pintura
II. PAISAJE CON LA CAÍDA DE ÍCARO
Según Brueghel cuando Ícaro cayó era primavera
un granjero araba su campo la estación
celebraba sus fastos y bullía
a la orilla del mar concentrada en sus cosas
sudando al sol que fundió la cera de las alas
insignificante en la costa sonó un
chapuzón
era Ícaro ahogándose
III. LOS CAZADORES EN LA NIEVE
La panorámica es el invierno montañas nevadas al fondo el retorno
de la caza se acerca la noche por la izquierda los fornidos cazadores traen
de vuelta sus perros el letrero del mesón colgando de una bisagra rota muestra un ciervo un crucifijo
entre las astas el helado patio del mesón está desierto excepto por la hoguera
enorme que flamea al viento atizada por mujeres que se agrupan en torno a la derecha más allá
de la colina hay trazas de patinadores Brueghel el pintor preocupado por todo esto escogió
un arbusto azotado por el viento como
primer plano para completar su pintura
IV. LA ADORACIÓN DE LOS REYES
De la Navidad que yo ya he celebrado el Niño en brazos de su Madre
los Reyes Magos con su esplendor opacado y José y el criado de la
soldadesca con rostros incrédulos conforman una escena que parece
copiada de maestros italianos pero con una diferencia la maestría
de la pintura y la mente la ingeniosa mente que gobernó el todo
la mente alerta insatisfecha con lo que se exige y no se puede lograr
tomó la historia y la pintó
con los brillantes colores del cronista
la mirada baja de la Virgen como una obra de arte para la veneración
V. BODA CAMPESINA
Sirve esposo el vino donde ante ti la novia se sienta en un trono
suelto en las sienes una cabeza de trigo maduro luce en la pared junto a ella
los invitados en largas mesas los gaiteros preparados hay un perro debajo
de la mesa está presente el barbudo alcalde las mujeres con su cofia almidonada
charlando todas menos la novia manos cruzadas sobre el regazo permanece incómodamente callada
se sirven platos sencillos requesón y lo que no de un caballete hecho de una
puerta del granero desgoznada por dos
ayudantes uno con abrigo rojo una cuchara en la cinta del sombrero
VI. LA SIEGA DEL HENO
La vivacidad de la mente humana destaca
y sus misteriosas aserciones ¡por el arte, el arte, el arte! pintura
que el Renacimiento intentó absorber pero que
pervivió un trigal sobre el que el viento jugaba
hombres con guadañas tumbando el trigo en hileras
los espigadores atareados eso era lo suyo urracas
los pacientes caballos nadie
pudo arrebatarle esas cosas
VII. LA COSECHA DEL MAÍZ
¡Verano! la pintura se organiza en torno a un joven
segador que disfruta su descanso a mediodía relajado
apartado por completo de su labor matutina tumbado
sobre su espalda durmiendo de hecho desabotonado
las mujeres le han traído el almuerzo y un poquito de vino
quizás y se juntan chismorreando bajo un árbol
cuya sombra él
descuidadamente no comparte
el reposado centro de su mundo cotidiano
VIII. EL BAILE DE LA BODA AL AIRE LIBRE
Obligada por el artista a girar y girar
con su ropa de domingo una turba ruidosa y alegre de campesinos
con anchos trajes llena la plaza del mercado
adornada por mujeres con tocados blancos y almidonado que
bailotean o se escapan por los límites del bosque
dan vueltas y más vueltas con toscos zapatos y calzones campesinos
boquiabiertos
¡upa! chocando los talones
IX. LA PARÁBOLA DE LOS CIEGOS
Esta horrible aunque soberbia pintura la parábola de los ciegos sin un rojo
en la composición muestra a un grupo de mendigos conduciéndose uno al otro en diagonal hacia abajo
cruzando el lienzo desde un costado hasta dar finalmente en una ciénaga
tras la cual la pintura y la composición terminan no hay ningún vidente
representado los rostros sin afeitar de los desvalidos con sus pocas lamentables
posesiones un cubo para lavar una choza pueden verse y la aguja de una iglesia
los rostros se alzan
como hacia la luz no hay detalle extraño
a la composición cada uno sigue a los otros báculo en mano triunfante hacia el desastre
X. JUEGOS INFANTILES
I He aquí un patio de escuela repleto de niños
de todas las edades cerca de un pueblo junto a un arroyo que serpentea
donde algunos chicos nadan con el culo al aire
o trepan a un árbol frondoso todo es movimiento
las viejas mirando por la gente menuda
una boda de juego un bautizo cerca uno grita
asomándose a un barril vacío
II
Niñitas girando hasta que sus faldas se alzan
trompos molinetes para correr al viento o un juguete en 3 piezas que gira
con un trozo de cuerda para hacerlo funcionar gallina ciega seguir al líder
zancos arriba y abajo tala petanca boliche colgarse de las rodillas
y ponerse de cabeza correr baqueta con doce tumbados sobre sus espaldas
pateando con los pies juntos
mientras otro intenta pasar girar el aro o una
construcción de ladrillos que algún albañil abandonó
III
Los desesperados juguetes de los niños su imaginación
equilibrio y piedras que se ven
por todas partes y juegos a hacer
tropezar al otro con los ojos vendados o tomar un
peso bamboleante
y con él
al azar golpear las cabezas acerca
de ellos Brueghel lo vio todo y con su humor
feroz fielmente lo registró