Pero Enséñame una sonrisa sin misterio y te explicaré qué es la aflicción. Enséñame una lágrima sin misterio y presentiré qué es la alegría… Pero este mero deseo debería ser una pregunta sin lenguaje en la tierra.
Tener ¿Qué otra cosa podemos exigir de los númenes sino el llanto de las celdas repletas, cuando cada cosa te dice: no renuncies… Y tú la escuchas nada más por poseer. ¿Somos sólo una corriente, que devora, roe? ¿Somos por mandamiento de la tierra? La corriente necesita, necesita… Pero el agua tiene sin tenencia, tiene sin tener.
De desamor Entra en nosotros un poco de claridad y ya la oscuridad la agota. Somos de desamor y de ruinas… ¡Pero el pájaro, el pájaro Lumerpa que con tal fuerza brilló un día que incluso iba destruyendo su propia sombra!
No El camino es abandono nunca hallazgo. Sin rostro ya la flor, la torre, y el cuadro despintó toda apariencia. Por supuesto tú dices: ¡He aquí! Y nombras todo lo que de propio defiende con el sol la primavera. Mas ¿cómo ha de ser cálido el verde cuando es noárbol, norroble, nosauce?
Siempre Siempre la prisa que apenas se pregunta: «¿Herir? ¿O tomar una decisión?». La prisa que busca una y otra vez la desaparición en el futuro. La prisa que ha escapado a la eternidad pues la inspiración del hombre y la espiración de la mujer nunca superan las apariencias y su fluido persigue sólo la demora de un aspecto a otro. La prisa que es un acabar más de una vez en nada… ¡Fíjate! Hasta al caballo del coche fúnebre se le azota con el látigo.
Como en los libros Como en los libros: la luna, el otoĂąo y los ciervos. Suavemente trabaja el picamaderos porque le fue imposible al verdor. Vas abierto de par en par y, sin embargo, eres de pronto abatido por la gigantesca realidad de las cosas que fueron soĂąadas.
Hay mares No hay modo de disipar el sufrimiento ni con los niĂąos. Debes velar y velar solo ante todo cuando anochece. Tu mano no moverĂĄ el interruptor por hallarse en un lugar mĂĄs alto. Hay mares en los que puedes desembocar de puro llanto.
Segunda voz VOZ. Cosas. Nombres. Pálido arraigar. Delicadas redes. Toscas vallas. Relación, esto es, movimiento. ¿Por qué nos lleva de soledad a soledad? CONTRAVOZ. Abandonar y presentir el paraíso vale más que la porfiante insaciabilidad. La proximidad a menudo es beata. La separación, sin embargo, milagrosa.
Keats ¡Claro, es él! Él, que entre los muros envenenados de su conciencia prendió fuego al calendario de encarcelamiento de las estatuas, y a la luz de la venganza les enseñó a decir palabras omitidas el primer día después de la creación… Por desgracia pudo hacerlo solamente un instante fugitivo y absolutamente superfluo, pues para los dioses y los perros del Averno no hay pura juventud excepto la del niño que muere mudo y ciego en el vientre materno… Brama el espacio con el mentón en la palma de la nada y sólo en un lugar acecha el olor volcado de un vermut abandonado con rabia y la puerta del matadero desorbitada como el ojo de Homero
Poesía Si el hombre no se siente perdido, está perdido para todo lo que acontece a los demás y lo que a él le acontecerá. Y perdido así escribe una carta y el sobre, lo sella y subraya: ¡Abrir después de mi muerte! Pero estar perdido y resistir y tener la luna en el libro y la noche tan sólo en el leer, no saber dónde ni cómo, no estar solo pero estar perdido, es como si el propio dolor con alguno ajeno engendraran un tercer corazón.
Siempre No es que yo no quiera vivir pero la vida es tan mentirosa que, aunque tuviera razón, tendría que buscarla en la muerte… Y esto es lo que hago.
Al conocer al hombre No me causó horror el demonio desde la uña de la noche hasta la zarpa de la mañana. Y no me asustó el ángel al pintarse a sí mismo en sí mismo. El dios antiguo en su montón de estiércol no despertó mi miedo. Las fieras eran mansas vistas desde muy cerca. El insecto no alteraba los sentimientos. Desconfiado, yo me volví salvaje al conocer al hombre…
Merecen besos Primero solo, segundo sin los otros, tercero como guarda del faro… ¿Por qué pensar aún en las mujeres: esas puertas cerradas de golpe o abiertas de par en par? Hay libros que merecen besos…
Poeta checo nacido en Praga en 1905. Sus primeros años transcurrieron en el campo. A partir de los quince años se radicó en la capital, estudió Leyes, desempeñó varios oficios, viajó por Italia y publicó los primeros poemas. Aunque fue notoria la influencia que Mallarmé ejerció en el estilo de sus primeras publicaciones, la ocupación nazi, el pacto de Munich y la guerra, fueron definitivos para que el poeta expresara su dolor de patriota en sus versos, razón por la cual fue condenado al silencio público durante quince años. Esta etapa de ostracismo se tradujo en el período más importante de su carrera literaria, representado en la publicación, a partir de 1963, de varias antologías y textos entre los que sobresalen "Sin título" en 1963 y el poema dramático "Una noche con Hamlet" en 1964. Es considerado por la crítica como el más importante de los poetas checos, con obras tan importantes como "Un gallo para Esculapio", "En el último trance" y "Abismo de abismo". A pesar de que su obra fue premiada internacionalmente y reconocida en su país tardíamente , nunca abandonó su encierro hasta su muerte, ocurrida en Praga en el año de 1980.