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CE~TRO EDITORIAL "LA PRENSA"
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FOLUTIN
DE
LA DEMOCRACIA
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DON DIEGO PORTALES JUICIO HIST6RICO -.:,4
POR
J. V. LAS TAR
RIA.
SANTIAGO DE CHILE
.
IIIPBENTJ.
I OFICINA
DE
LA DEMOCRACI'A
BaDder. 16G.-TeleroDo
189
DOl DIEIII'PORTALES Jm(;IO mSTORICO POR DOIf
I Talvez ningun hombre publico de Chile ha Hamado mas 10. acenoion que don Diego Portales, 'Con 10. particularidad de que 8 ningnno se le ha -quemado mas ineienso, a ninguno se Ie ha elojiado mas sin contradiccion, mas sin discusion sqbre su merito. Portales domino durante su vida a sus adv-ersarios i persigui6 a sus enemigos, sin dejarles un respiro. Despues de su muerte.hicieron otro tanto sus partidarios, i basta la epoea en que eseribimos, 8U nornbre hallegado siempre unido 0.1 pre. -dominio i a 10. gloria del partido que ha gobernado 10. Republica. con el sistema politico que estableci6 aquel persouajo i que atianzo con au
martirio.
c,Quien ha podido contradecir su merito, quien ha podido [uzgarlo? Durante su vida habriasido una temeridad estudiarlo, i en esa epoca tantO como en 10. que sucedio a 5U muerte, no habia ni pudo haber Intelijencia alguna Iibre de preoou, paciones para estudiar 0.1hombre ni para ~Pl'8-
-,,=oiar impareialmente
au obra. Pol esto as que ja-
~a:~~oh~o~~V~~~~~&I~ rpir~ es
preel nombre de'Pottmes; que hasta ha parecido de mal tono, 0 se h~ ~do como un bostezorde pasiones mal diSlrp.tiladas, eualquiera palabra, oualquiera objecion que se haya. hecho oir en publico (1 en privado contra el hombre q:ue han dado. en.pr.esentar...,. co!9~ el primer estadista de Am~tlCi.·:'~ ~ ' ..'. .' -' . La jeneracion presente lla. entrado a la vida, tiallando en pie esa grilrl:figbranist6rica, i no se ha atrevido a tocarla; asi como sucede con esos. idolos que, a pesar de au defonnidad, llegana ser .~ad<?8 a ~ue~, de)fflf ~dor~~,s por iQ4a:s l~ JeneraclOnes ant~riQ\'El8.. "
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.Los estranjerOBquei~.v~nidPa
Cbile,o que;' .
han queridoconocerlo 0 ~u~lo, han b8lladutambien en pie ese coloso de repntaeion, iguiandose por los juicios apasionados de sus adoradores, ~D eoneluido tambien por creer que en Ciu1~· naati<!b~rri:ias' a{toq}lf'l Portales, " -:-.
J:(men' de'tp49ce~tO,iaimbecilidadha ':E!J:lidoe.. 'al
prester su irrev~~,b8IiciUn ivo~· qUif'holf han trasmitido 19~a~.~.,-r¥~; i p~ ~~[ es menos que una '~fQ"Do~ en '~l fdo!"p. o atreverse atocarlo Slll'estar a IU -altum. NQ'~: est,ril.'t1o:Ill. pasion con que se~..a:un partido.. 8~ ~olitic? .sea relijioso, haee aceptar, ~ie~l?~e' ;sindiseemimiento todo 10que ~ih'teDta l' se.diOtt . de"l,IusllerQf38; b~8i8efon:nil.ne.bfAtUas presti~· ii Lu'''en'Ue,ios wseli~"""CieeD'COD/'db~~M J~, q .. , .. p .'fU"" . '.'
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-5. ~~ Pero cuando uno de eeos'" heroes ha coronado .
la
-su, prestijio con un ma.i1iiriocruento, eatouces .admiracion 86 eonvierte en simpatia i 18 creencis en: su virtudes pasa a ser adoraoion.vl'al as 10 que ha, sucedido 8 don Diego Portales. Victima inmolada al furor de una revolucion vencida, ÂŁ06 tambien, no solamente para su partido, sino para la naoion enters, objeto de 180 veneracion i del respeto, porque nadiequiso hacerse c6mplice del crimen, i todos prefirieron participar de la gloria de la victims inmolada . .Portales Iue un hombre publico feliz, murio mui oportunamente para su gloria. Si hubiera sobrevivido al combate del Baron i muerto despues trauquilarr.ente en su lecho, sin mas dolores que los de un achaque ordinario, su gloria nohabria sido tim viva, ni habria despertado el entusiasmo de sus amigos. Su nombre habria pasado silenciosamente a 180 bistoria, despues de unas cuantas ceremonias oficiales destinadas a .hacer el duelo. Veinte i cuatro a1'10snos separan de el, i por 10 mismo podemos ya pronunciar un faIlo desapasionado puesto que formamos su posteridad. EI que estas lineas escribe no esta Hgado a Ill. memoria de Portales por ningun movil personal de odio 0 de amor. Dedieado desde mis primeros 8110sal estudio de la ciencia politica, con la noble aspiraeion do infiuir alguna vez en el goblerno de mi patria, aunque he Ilegado a viejo sin realisarla, era natural que estudiara con interes al hombre que so presenta como el primerestadista hispano-americanori al emitir sobre el mi juicio no hago mas que trazar una pajina para la historis, Puedo ser que yo provoque alguna
-6refuteelon, .que aubleve,alguna -paaioa en mt contra, ,que importal La historia TeOOjera .le quejuzgue verd.adero, ai.es que,al.llulo de mi iui~o,.' Ilega a manos de qmen la.~ ~if.Jue'8&rdig& de estos renglones ·trazados con calma heguridad, " ' Don Diego Portales vivi6 solo euarenta i euatro anos (junio de 1793 ajunio de 1837) ial' morir estaba todavia en todo.el vigor' de su [uventud, ajil, lozano, bien apersonsdo, ceno severo i un tanto burlesco, flsonemla impo~n~ i altane-. ra. Tenia la concieneia 11e au superibJ.'lcbid,i
estando habituado alrespeto de todos, miraba) trataba a los que le rodeaban con tal eual aspe:n)Z8 i con modales .i palabras .que estabaR .mus distantes deser duloes i &fables. Aunque era [oven euandqestal.bSla re~litcibn de la independencia, no- IJ81 apasion6 pot":ella•. como todos los' j6venes de stt-·tiempo, i antes: bien guard6 en [eneral cierta preseindeneia que. no se conformaba con el entusiasmo de muchosde susernigoai de nO-pocosd"u8~ntesporJa. libertad de Chile. MenOR se~~:.~-_ cindencia con sus antecedeutes pe~f,por~ que. mientsas Iue eetudiante.. eILe,f,oolejiod •. San carlos, se distinguio, mas quepor 8US tal~!' por un caraoter dominante, travieao i arrojado, que auguraba en el ID8sal revblucionarioqueal hombre de letras i de.:estudio: Portales noaprendia nada en e...•oohUio,. -PMo8ubv~'~
orden a ca~ .pasoe incomodaba..&
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los superiores come a sU$-'OOm~ ~peiri': tea travesuras i ~travagantes oOtl:rrenoiu. ..
-7Fuera ya del eolejio, se oeupo en el empleo de ensayador de Ill. Casa de Moneda, cuyo jefe era 811 padre, i mas tarde so dedieo al comercio, llevando en uno i otro [iro una vida osoura en medio del estruendo de la guerra iconsagrada a sus afeeeiones privadas. Pero alli en la oscuridad era siempre el dominador de todo 10 que Ie rodeaba. Dotado de una voluntad persistente i enerjiea, dominaba en sus amores como en sus amistades, en el eseritorio como en la tertulia, i tenia siempre a BU devoeion n muehos parasites, porque erejeneroso, franco ileal. .Estaba ya en sus treinta i un a1'10s de edad Portales, cuando comenzo a figurar en la vida. publica no como empleado sino como negoeiante. II l~n 1823 la Junia gubernative, que .habia sueedido en el mando al [eneral O'Higgins, cre6 el estanco de tabaeoa estranjeros, ÂŤcomo el uniee reeurso a mano que Hepresentaba para ocurrir a los inmensos gastos que se agolpaban sobre la hacienda, empenada en mas de un millon de peB08 i annlada en todos sus ramosÂť. Pero dejo libre Ill. venta de tabaco del pais i establecio e1 estaneo bajo la direccion del Estado. El Congreso Naeional, que se reuni6 poco despues, dieto una lei mandando estableeer el estaneo de tabacos, licores i naipes, desde el t.s de Ene~ de 1825, dejando siempre libre el eultivo i venta del tabaco chileno; pero asi~ como capital del estanco, trescientos mil pesos del emprestito ingles, para que con este capital, i todos 108 privileji~ fiscales i el privilejio eselusivo de imporiacionx'venta, se pnsiera el estanco en subasta,
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b~io .4u;.mejOfElS Cli)lldipjpp.~sPltraal~!l~lJdo. Pero.e§~ .lei :fUEl:r.e£qrrp~dtt.~u~p0r, at !!~.Iil~q9 ~q~se;rva~or i lej~S~jl,qf).ria,'propoosw. (i~lewc\l~~, <illYP rq.ipilltro de hacie.Qda.ef~ d()p. Di~go, JQff~ B~na;vellte, ma,n4andoque, 11),sl.1b~s~ ~el, ~st4tJilCQ ~e.hipiera por mwtidos i POl' elt~:r:mino. d!3,QlJ~fQ ~jiOS, atianzando los subastado.:resj a. satisJ;.aq0:w.lJ, de laGaja de descuentos el valor de, IasuPa~ta i las!cantidades de dill~oj4tbaOosiqueestaofi~i~ d!ilpia entr.egades· enel apto .del rel;»ate. OoQ. tpdo, cinco rptwes. dEWItQ.es1k esm l,ei (agosto de 1824) j estall~(reJ e;wcutivo eJil;~gl;l.~Q ~~lusiv:~~te,dl'l Ill!. administracl,op. del EI3ta,;do por.acta del.senado hechaeL21 dEl.Juliode18,24. eliql~SlUQmi,nistrod~hUICieJil.d.aespid..e un deerete aprobando una contrata con la easa de Portales, Cea i C.Bsobre el estaneo de tabaco, naipes, lieor~s estva.njer.os i te, ce1eb:rj),da:bq,jo las 'nJis'ffJa~ bases. i. con.dicione~ q,u.e.decretv el.idtimo Gong,"'-eso.i flJu.e elsemadot:uvo a bi61~ anula1~,a.propuesta del, niinistroque ahora las rehabilitabaeon.un rasg9r ~~ pluma, Los. fundamelltos;, de esta .resclucion inesplicflt: b,l~:eran una esposicion de cierta teoria sobreel o:Pieto con que debian levantarse los emprestitoSli i una sentida queja, mui paJ,'ecidaaulladiatrib&; SQbreel destino.q ue se habiadado por.el. gpbierno ~pevaIltadoeIl Londres: de .todo.lo cua] rom.apJl;, pj~el. lllinistJ,'o para, uutOljzar la, cpntrata". pot, E1v;itar,decia, el,qrave peso q,."eporveinte; ai/d)sgra,. vitar£asoln-e la Republica paraelpago de los inte~ 1-es~8 de aquel ernprestito, ~ad~rogacion. de las leyes.alltel\iores eraoom, p~e~; la.oasa de Po~lesquedab~,.por el.deorete, de.! senor Benavente duefioesclusiyodelestanQo,.,
-9~n d$rec~.clt[8ivopata eomprari.ve~6t;~~ iDternal' 1 semerliI' tsbacos' en el ptUS, I p6i'\t at jiliede les especi:es-estancadm'l entre nn'S@ p~ â&#x20AC;˘ .ftas i otras. Todas las jUStiCills i autoridoo~,~¡ bian prestarleauxilio para el uso de su monnpollo, Lquedabsn snjetoe a las pen as mas soveras todos los particulares que sembraseu tabaco 0 que te" niendo especies estancadas no las consumieran 0 las vendieran al privilejiado dentro do cierto WI'mino perentorio. He aqui a don Diego Portalesinstalado d~ 1'e' peate'en lapoWica e investido de un pooe'l' que 'Podi&Uegar a SE,l' mas fuerte que el del gobierno: tntelijente i vivo como era, dominante i emprendedor, S~ oonsagro con todas sus fuerzas a eept~ tar 01 gran negocio que se monopolizabe en sus manos. Su CASf~ de comercio en Valparaiso era .sin dud a de las mas fuertes, no tanto pOl' el capital, cuunto pOl' l~ vasto jiro i las relaciones que mantenia, [iro i relaciones que facilitaban a Portales el conocimiento i la practiea de todoe lOB amanos del negociante i de todos los hombres que podian utilizarse de algull modo en el proposito de enriquecerse pronto i a P0lm costa. Pero esas relaciones las mas importautes i utiles para su porvenir eran las de muchos ricachos que .S6 asoeiaron a la empresa del monopolio, con las mires do esplotarlo en su propio beneficio. Portales necesitabn de la bolsa i del apoyo de esos hombres, porque con solo los oapitales de au casa i au propio valimiento no tenia los medioa dees-' plotar en gran escala el estanco. En. brave tiempo fue Portales un. potentado, -que tenia a sus ordenes i escalonada. en todo elpais-una falanitl de guaMas i deespias, que per-
.ae
-10 tereses. EI mensaje obro una v.erdaderaalarma en 1&eamara: el ministro dehaciende. fue.jnter. pelado sobre las medidas de seguridad que'~ tomado el ejecutivo路para路,hacer-.efectiva"l&' con. tratade agosto de 1824, i sevino en oonoeimiento de que el monopolio del estanco habia sido entregado por el senor Benllventa a Portales, Cea i Ca., sin las fianzas i formalidades que enjia el Senado consulto de 19 de marzo del mismo , ano, habiendo sido preciso derogarlo por el decreto aprobatorio de 18 oontrata, para eelebrarla conforme a la lei del Congreso &Ilf.er:\or;qOO'~iasido reformada por el Senado eonsu!tl)-,i'1al'ftal fue preciso rehabilitar, porque no haeia neeessrias las fianzas. Ardienta fue la discusion que se trabO sebre tales antecedentes, i no podiadejar de. sedot desde que se tocabanlostristeR NaUltadosde medida del ex-ministro Benavente, i desde que una realidad mas triste todaviavenia a sorprender al Congreso, que se hallo sintener contra quien dirijir la accion fiscal, puesto qua no habia responsabilidad ninguna quehacer, efectiva,nila ofrecia 1&caaa contrante. . .T-';j; ,'" ,;;" _'~:~,: El estancoen mano de Portale.-,.',eea i CL-no habia producido un solo benefiOieal Estade, r los fines que se haidan espnestoenel pre8.mbulo del decreto del ministro Bena.v'entellabianaid&' burlados. La casa era inBolvente"el-erario neeesitaba reasuml r el monopoliopuaorganizarlo de nuevo i no perderlo todo; peru telU$que .baberselas con uu adversario podeeosc, que ~拢J" cado sus fu~zas del mismo hegocioque tail de.plorablss resultados habia producido. ". El CoJ.lgreao Nacioaal & Pues.uua-lei.8ll2_
la
-11i representacion de Congreso Nacional quisoavo earse e1 conocimiento de laocausa. El Director1?refre neg6 a la asamblea tal earacter i rechaz6 sus pretensiones; el conflicto subio de punto i el Director salio de la capital para volver a entrar 901 dia siguiente i roasumir ';odos los poderes, mediante la disolucion de la asamblea, que fue decretada en cabildo abierto por una reunion numerosa de vecinos que levflolltaronuna acta en, tal sentido. Restableeido el Director nombr6 miuistros i constituy6 un Consejo Consultativo compueetode au ministerio, el presidente de la Corte Suprema, el rejente de la de Apelaeionee, deeano del tribunal de euenta, comandante jeneral de armas, intendente de Ia provincia, gobernador solesiastico i un propictario, que 10 fue don Fernando Errazuriz, i un comereiante que Iue don Diego Portales . . Pero esta nueva institucion quedo eonsignada solamente en 01 decreto que la creo, sin que la historia nos revele rastro alguno de su existencia. As! es que Portales DoJ ejerci6 nunea es& primer empleo publico que tuvo en el gobieruo de su patria, ni tuvo ontonces ocasion de lucir sus talentos politicos. Es precise que esperemos su epoea i que entretanto nos contentemos con verlo figurer todavia como empresario del efttaneo. . En 1826 estaba aun en todo el auje de su empresa, cuando el ejecutivo llam6 la atencion del eongreso naeional, en un mensaje demasiado notable, sobre un reclamo heche por los tenedores de bonos dill emprestito de Londres, que se quejaban de Ia: insolvencia de 8118 dividendos e in"
-12-seguian a Ioa sehlbi-adores iCQmerciantes, d~ ~.
~;C:d:~g~l~ ~~:~d\~bJ~q~:~t~ ~rtieq~a'$1i
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att;>itrio. lienia ademas fa<Mrfas i resgtrard~li~ .~ati
mejor a sUs ph:>.pi~inteieses qUlf I~l'~.
,itWu'dos i a'duarias ptiblicas a1 Fillado, i
alan de el los
depen':
estanoos de laS ciudades, los as: titriqufllo8'de linJaideas'j campanas i basta;' lis -cigarrerlas i 1M cortadoras de hojas destinadli$ al' cigarrillo: Poffitltis pesaba, pues, de lIenQ,~~
b~~ t¥bs }P.sfutJ;\8:(f0r.es de l~ r,eplrb~i<;a.~~i*~j ~r una 'VlSlon d~optic~ rom natural I tr:ecae'D~ Ord~~ p'~lfti~~, veian en el solame?te' 0:1 arbltro dlspensadar del buen fumar, IDIentra-s que' enel gobierrio veian al tirano de su aflcicn altabaeo. Esta situaeion leproeurd al jefe del,e8t/iliqq las sirnpatfas i adhesion de todos los'pi1los J va-: ~!~'
gOB que hallabilIi
ell su servieio
un buen empleo
en que ejercitar sUS instintos maliciosos para andar a la husma i sa'()8.r proveeho del conflieto; ~;Ellos.~nocia.:i sabi~.utiJ!ui!I~!.p'() ,~~ iXiettte en el'Jlro desu,negocIO,smo h~a. e~'sti$t ·cotteri~ pr'iViid~,LtJ,O,n.,, d e nunea Ie faltaba"ll af.' gunb¥ de' es~.~~~ri~eei pas§.: las altas,rejl~ niel( de Ia PoUtiC8;dOn4~ le futU-on de gran a11.'
~n
m1io.
.
Tal era la WS:i?i<?D .q~e ocupaba Portales en Octubre de 1825;, c'i,Utn40.con:motivo de una, asonada promb'vidE.e~l'l~f,mereaderes en Val: parl;liso, un .mes~ri~~:co'rit~c'ie~ta8 medi.~as de, hacienda d1ct.a.dliB, ~r. el eJecutlvo, BUfJl6,. un {idbBicfoelHre esW poder i la aSlunblea de' w'pIF tiidos de Santiago,la'" oual arrogandose el' tfftilo~
-1~ -
n~9
oQtubre~,a 1626, ~Jad~ndQ el ~co al i ~fll~~O verifica.r ~p elt<~r.Jllino de tre~m~8· UJl juwio de cOlllpromiS9 con ~Q!l pmpre~~ pars liql.lidtir Ellnegocio. E.~talE)i,que no .~~~ en el ~et.i.nrespee~ivo, no fu¢ puntualffient.e cUlllpli~ •.pues en lll~Yo d,a 1827 se eepidio otro d~W: ~a~tl.ndo nuevo terwino para verifie&r elj~~~ i d~idiendo S~bN ciertos roclamos di.. la.toJ.'lQ& de los eUlpre~rl()S A fines del rmsmo ario, todavia 18.euest~QIl~r-aba pelldiente, i solo a pr.inclpios de 18~8 se ~j\&tr~ en los dlarios de la~~~ \a~J>ilAi~ de Ill. apropacion de las cuentasde los empresarios. HI Co~ ~,
Ill. lei de 18~~ tr~jo o~ro jet;lero
rejl~lUl.dotl qUElob~p
<i~ u~ IJWlera bien
de E!~(lC~
tiva en Is situsoiou poHt.itcn. Portl8.1~ sa pusc en eampafia i el i su circule luc1'on bautizados c~ 01 apellido de eslan(lueros en 111 lucha de los par-. tidos. Basta entonces no figu~~Jl en la lU,en.~· sino dos bandos,
el de los
!ibe.rd!·.'\
0
pipiol9'l q\W
que dOUlinaba i el de losj?~l¥c~o $e~ ,q'l'" haem l~ oposioiou, Los ~~~qqerQ/il eA~~~ liza formando ca.u~ CQ"n~ull c.q}}~to8· ul~. porque eran propi8:~~~ gQ! ,~iQt:l, .4~1o", peluconee, por sus principios .e_~, i~l'~' 8U .mision no tenia otro fin que derroear a. .~ ~-:mi"n~tr~cioll.que lea ha~ja arra.nce.do el monopqlio del ,~tanco. . Po~~:8~ habia, mstall~do en Santi~go ~. p~~~h~~ apsrtado de la ~qad CO~;' ci&l,~qu~ p~necia, l~- CU4U, pa,sad9S a.lg~~9I!. m~ bi~~ ~cs.rrot:~ cOJl\o de doa ipi)lo-r
- 14nes, la mas estupenda qua basta entonees liahia. tronado en estos contorno8. Pero el rrotagonima. -eambiando de traje, Be habia hecho periodista en coDSorcio con Benavente, el ex-ministro de la contrata i otros tres aIlligos i antiguos cofrades suyos. De estaCO~parsa salio el Hambriento, p~ . pel publico, sin periodo, sin Uteratura, impolitico, pero protechoso i ChU8CO, segun se titulaba el mismo, i que se publie6 en diez uumeres desde di路ciembra de 1827 basta marzo del ano siguienta, No se sabe acertivamente si don Diego Portales escribia, pero si 10 hubiera hecho en tal papel mala muestra de su destreza literaria nos habria dejado, ~ no hai allf UIl solo articulo que contenga ~piOB, ill ideas serias ill siquiera la dilucidacion de alguna cuestion social, polttics, administrativao relijiosa, 0 de mejora Iooal, No hai nada, sino Una serie de pasquines en' cada numero contra las personas inftuyentes de la administracion, i precisamente debe a esto la celebridad qua ha traido basta nuestros dias, El publico de entonces se aficion6 a cierto gracejo Con que el Hambriento ridiculizaba a 103 pipiolos, poniendoles apodos, llotandoles sus de.fectos personalsa i hastas sus faltas privadas:i sus vieios: pero sun ese gracejo era una imita.cion del Granizo de Buenos Aires, i estaba mui lejos de atenuar la hljuria 0 de disfrazar 1&diatriba que haeia el fondo de todos los art1cu)os en prosa i verso, todos ellos pequefios i de eorto aliento, que sa publicaban en el peri6dico estanquero. Con todo, este escusaba su odioso abuso de la libertad de imprenta, asegurando que se proponiacorrejir de ese modo el desenfreno i Ia lieencia: cTiempo vendra, decia, anunciando como
-15 un profeta 180lei de. 1846, en que los' severos Aristarcos que hoi declaman contra .180acritud de mi satira, gOfJando de imperturbable sociego bajo la tuicion bene~~ de un reglamento de imprenta que prote,~ 180bienhechora libertad i contenga el abuso del mas apreciable derecho, Bean los primeros en bendecir mis e:;fuen:os para. proporcionar 801pais un bien que tanto influye en su ilustracion i en su dicha. Esto supuesto, caiga el que cayere i ande 180bola .â&#x20AC;˘ Pero el Hambriento no fue mas que una escaramuza politica que se acabo tan pronto como sus autores se intimaron con los pelucones icemenzaron con e110sa conspirar. Mientras se publicO, dirijia todos BUS fuegos contra los pipiolos, end&rezab8o uno que otro tiro a los pelucones, c.JJamandolos egoistas i burlandose de BU apatia, de BU corto empuje; i hallaba siempre todo 10 honorable e intelijente en los estanqueros,pero sin hacer BU elojio, sin escribir de proposito sobre ollos. . No obstante es mui notable i significativo que ese papel no hubiese heche }amas un ataque serio i directo a 180admlnistreoion del partido de los pipiolos, que el mismo clasifica en dos bandos, el de los pelaji8tKti, eompuesto, deeia, de todos 108 vagos, haraganes, viciosos, aspirantea i tabures; i el de los liberales, en que oolocsba a la juventud ilustrada, a los viejos republicanos i a.los hombres de saber que deseaban 10.refonna. Sus ataques iban dirijidos ordinanamente alas personas, pero sobre los prooederes de Is admini~ioB-.'noh8cia mas que sujerir sospechas, ora de malversa.cion en las rentas, ora de pl&ne8 politicos me4itadQs en secrete. Para hablar de
'- 16tiranfus, tenia que escribir fantasias sobre las queea eometieron en la adrninistracion de O'Higgins,. i pa.rM. atueur 108 abUS08 de las elecciones deEnel'9" ,~ 1828, necesitaba relatar loa tlDilalWs dews. del gobierno para lDultip1i~ sus au.frajios, sin haeer un 8010 cargo al. ministeno. I era que no habia realmente eargos qUE! haeee, i no quedaba otro arbitrio que 2ublevarelorg41110de nobleza de 108 pelueones contra 108 pipiolos, uaqos. impacidos i advenediso« que gohernaban; la altaneria de los ricos contu let ]J«w.ez,.. de, los rapartidtlrios
te1!OS
que influian
en los
negocios publiOQtti 01
egoismo i cl fanatismo de unos i otros C6Btra J&. tewporalizacioll de las propledsdea 00 los regu~ lares i contra 10. des vinculacion de mayorugoe i otras reforrnas destinadas a la abolicion de los. privilejios j del monopolio. El partido liberal habia surjido natumlment& de las reacciones i peri pecias polftiess que pacifieamenta 80 habian operado despues de 180 caida. de la administracion O'Higgins, i sin violeneia. h~ia Ilegado a coloearss en el. gobisrno de la republica. Pero como no era eselusivo, ni. <leb •. su elevaoion a Ia guerra civil, ni a Iuehas ~len. tas, de partido, lIamaba a 180 administraeion. a todos los hombres eapaees de OO!ltrihuir con sus; lUCffill, au patriotismo 0 au prestijio; a 180 organi. zaeion del Esti.do, sin desdenara los mismos que~ dias antes hsbian rechazado la causa de.la mdepen.dencia
0
servido
ardientemsnta
en
las.
fi~ do los realistas. Por eso es q;ue se veian ftgur,9.1\ durante ol gon~rD()-ijb61'a1t no solo en ~ eomisionea de servieio pJibJioo,grlltuito, sino hasta en los puestos mas elevados -de-Ia administraeion, a los pelucones, a lOB O'Higginiste.s, i
-17 Carrerinos, a los sstanqueros, i aun a los realistas mas apasionados. Abranse los boletiues de la epoca i tie venin los nombres de los o valles, Errazuriz, Eizagulrres, Ruiz Tagle, Viales, Meneses, Gandarillas i otros, que a renglou seguido figurau ell el gobierno revolueionario de 1830, Iulminaudo deeretos contra los liberales, en CUYO eonsorcio habian aparecido la vtspera, â&#x20AC;˘ Tormiuada la guerra de la independencia en 1826, humeando tndavla los campos de batalla, i jadeante la republica de cansancio i estenuacion, los liberales. so habian consagrado con mas intelijencia i con mas perseverancia i patriotismo que partido politico alguno en America a la organizacion administrativa, i a la provision de las necesidades mas urjente del 6rden social. Sin rentas para subvenir siquiera a las necosidades :Ula~ premiosas, paralizada la industria en todas sus esferas, agotados los espiritus actives de In sociedud, en medio de pueblos ostenuados, Sill accior., sin porvenir, pobres, hambrientos, eJ gobierno sobre quien hacia Hover sus diatribas el papel de los ostanqueros, se afanaba pOl' 01'gani1.arlQ todo i nor satiafacer todas las aspireeiones pOl' medic, de medidas oportunas i rljidamonte ajustadas al sistema democnitico. En U08 UDO:';, 0 menos, Borgo1'lo en el Ministerio de Guerra i Marina. Rodriguez en el del Interior i R¡~lncionos Esteriores, i Blanco en 61 de Hacienda, habian dado cima a Ia grande obra de Ill, organizacion de la republica. El ejercito de la independeucia habia sido redueido, sobre una base sencilla, a tres mil quiuientos hombres de las tres.armas; i todos los. oricialos escluido s del servicio, por no tener coD.P. 2
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loeaoion en la nueva planta, asi como los retirados, habian obtenido, segun las leyes do la reforma militar, en fondos publicos del seis por ciento, el valor total del eueldo de su empleo multiplicado por los dos tercios de log-anos que habian servido. El pago del ejercito, In oontabiIidad, BU disciplina, la organizacion do los tribuHales de BU Iuero, i todos los domas puntos de este nogociado, habian sido reglameutados con oportunidad i dilijeneia. division dol torritorio, e1 establecimiento de la policia de seguridad, Ill. organizacion de las ofieinas de la administraciou, desde el ruinisterio do Estado hasta las mas subalternas; la de 10.'1 tribunales de justicia, su modo de proceder, simplificando los tramites de los juicios ejecutivos pOl' oreditos hipotecarios i proveyendo a Is. pronta i recta administrucion de justicia en jeneral; el Iomento de los establecimientos de instruecion publica, la dotacion de parrocos, la veuta do los bienes do regula res, todos los vastos negociados que dependian entonces del Ministerio del Interior i Relaciones Esteriores, Iueron reglamentados i proveidos con intelijencia iregularidad. Pero en 10 que mas resplandecio la intelijente actividad de aquella cotta administraciou, Iue en los ramos de la hacienda publica: el comercio de cabotaje, el esterior, las aduanas, los diversos ramos de entradas fiscales, como el de patentee, papel sella do i otros: i sobre todo, el eredito publico, el reconocimicnto i arroglo de la deuda nacional, el buen rejimen i orden de las oficinas de contabilidad, todo eso i mucho mas trae su crganizacion desde ese pcriodo que corre desde
La
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1827 a 1829, i eleva a un alto range la capaoidud de don Ventura Blanco, que, como Ministro de Hacienda. se dedic6 a tan diftciles negocios de Ia admiuistracion. La sublevaeion militar que destrono a los liberales en Ib29, vino a encontrar en pie todo esos precioscs trabajos, todas esas leyes organicas i reglamentos que han servido de base a los progresos ulteriores, i muchos de los cuales nos rijeu hasta l.oi. Todavia mas, hallo tambien torminada la organizacion poluica de la republica: el Congreso liberal, instalndo el 25 de febrero de 1828 habia cerrado sus sesiones el2 de febrero de 18:!\). dCSpU'3S de haber dado la Constitucion de la republica i las leyes prinoipalcs para I-;U plantificacion, inelusa la lei sobre abuses de libertad de imprenta, lu mejor i mas sabia que hasta ahara so haya dictado en los Estados que han tell ido la pretencion de reglamentar el uso de la palabra escrita. Pero nu.lu mas digno de atencion entre esos trabajos politicos que Ill. Constitucion saneionada por ague! Congreso: no es esta Ill. ocasion oportuna de analizarla; pero S1 10 es de espresar un voto de ndmiracion i grutitud pOl' aquellos lejisladores que, can tanto dosinteres como patrictismo, pudic-ron elevarse 10 bastante para oonsignar en su codigo los principios mas sanos de In ciencia polttiea, i organizar BU republica domocratica del modo mas practicable i provechoso. Como entre nosotrosse olvida siempre Ill. historia de ayer, la jeneracion presento no tiene ni siquiera Ill. idea de que aquel gobierno liberal hubiese completado en pecos meses Ill. organise-cion del Estado, en media de las-penurias i zoo
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zebras, de la pobreza i de las oseilacionee polfticas. Se ha hecho ereer jeneralmeuta que la administracion de los pipiolos era el tipo del desorden, de la dilapidaeion, de la injusticia i de la arbitrariedad. Pero semejantes acusaciones, hijas de In mala fe 0 de la ignorancia, eaen al suelo cuando se hojean los boletincs de las Jeyes de esa epoca i se estudta I1n poco la historia. Los mismas autores del trastorno no 80 atrevieron siquiera a formularlas: los periodicos opositores deentonces respetaron los hechos, aunque ultrajaron las personas; i la junta rcvolucionaria, queso constituyo en Santiago, justificaba el movimiento reaeeionario en su circular de 7 de enero de 1830, solo por las infracciones de la Constitucion de que acusuba a los libernles, cuando la revolueion misrna no habia dejado lugar a que la Constitucion rijiese en los pocos rueses de vida que tenia. ÂŤLa eonstitueion, deeia In circular, que habia sulrido eseandalosas infraeciones en los actos electives, las sufrio mavores 1 mas irreparables, par las Camaras que (fe ellos procedieron. Apenas Iuo reunida una minerla, cuando princi piaron los abuses, cn la violeuta e ilegal traslaeion del Congreso al puerto do Valparaiso, toatro destinado para la representaoion de escenas que no podrian ereerse, sino hubiesen sido tan publicusÂť. La Junta enumeraba estas.infracciones para dedueir, coma etmeeeuenciaprectsa de ellas que Ill. Constitucion estaba snspensa i que careciendo In. republica de un gobierno [eneral, era preeiso infr injirla mas todavia, nombrando un Congreso de plenipoteuciarios que arreglase las cosas de otro modo. Todos estes hechos nos compruebanclaramen-
-- 21 te que si Portales abandono tan luego el campo de la prensa, Iue pOl'que vio que 01 Hambriento no servia a 1mS propositos; desde que no podia sublevar la opinion contra un gobierno que estabs defendido por su patriotismo, por su intelijente actividad, pOl' su desinteres i su pureza. Era precise conspirar para derrocar a ese gobierno i valia mucho rr.as que la prensa, la palabra hablada al oido, los ama1108 ievoluciones seer etas con que pod ian reoalentarse ll.ls:pasiolles i avivar los intereses egoistas que el sistema liberal ponia -en derrota i en eonflicto. Desde entonces perdemos de vista a nuestro protagonists i no podernos recojer su historia sino en los chismes i consejas que lu trudicion nos 11a eomunicado. Hablase de lojias secretes, de reuniones politicas en casa r1e algun magnate pelueon, alrededor de una mesa cubierta de un tapete, ell cuyo centro brilJaba una anchaxconfitera de plata, mii.ntras que el male de 10 mismo circulaba de marco en mano. Dicese de conciliabulos, de orjias, de ponchadas, en las cuales .siempre se eonquistaba aIgun proselito ise brindaba con calor por la ruina de pipiolos i pelajianos; pero todo esto no es de esta investigacion historica, on que nos proponomos estudiar a Ull hombre pOl' sus hechos publicos, una epoca pOl' .sus ideas i sucesos, i no pOl' los detalles que son del dominio de las memories 0 que sientau bien en los romances, Lo que tiene.i de a proposito esas historietas de tradicion es lue nos prosentan siempre a don Diego Portales dirijieudolo i dominandolo todo. El no se insinuaba en el corazon de los hombres .que deseaba hacer servir a sus miras, sino que
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los asaltaba Call tono brusco icon chanzas pesadas las mas voces; i les inspiraba conflanza par su Iranqueza icon su osadfa, Los viejos pelucones le cedian natural mente la iniciativa, los j6venes -Ie su edud ]0 celebraban i se inspiraban en su charla, i los subalternos se Ie humillaban i le servian, porque hallaban en el largueza i al mismo ticmpo predominio. Portales habia aumentado su eirculo, agregando a los redactores dell[ambriento, dos hombres que para el oran de gran valor por sus ideas i BU earactcr, Meneses, el asesor de Marco, i Rodriguez Aldea, que unia a un titulo anrilogo, en servieio de los espa noles, eJ de haber side. ministro Intimo de O'Higgms. Estos dos nuevas proselitos eran los Iautores i ajontes prinoipales de la conjuracion. Alguno de los otros habia vuelto a la prensa periodica, porque era necesario aprovechar ciertas variantes de la situaeion para dosprestijiar al gobierno que comenzaba a fluctuar. Como la oonspiracion surtia efecto, ya habian sido descubiortos algunos motines militares i otros habian abortsdo, El gobierno habia ensayado sin tino la cleo mencia i el rigor, i al Iado do los patibulos de Trujillo, Paredes i Villegas, otieiales subalternos sorprendidos en conspiraciones militates, habia puosto el perdon de otros conspiradores mas tenaces i el disimulo de las faltas i de las traiciones de pcrsonajes que contaba por amigos. Portales i los suyos aprovecbaban todas estas fiuctuacionos
i la ciegu i descuidada
confianza
de
los gobernantos, para estender sus planes de conuraeion hasta el ejercito del Sur. EI jeneral Prieto, que 10 mandaba i que habia sido coloca-
23 do allt mediante las intrigas de los pelucones O'Higginistas, tom6 a 8U cargo la ejecucion de los planes libertieidas de los conspiradores. El ejereito del Sur marcho sobre la capital, aelamando la libertnd de los pueblos i apellidando Ia defensa de la Constituoion. La sangre de mas de dos mil victimas iba a sellar el triunfo de los pelueones i estanqueros, sobre la ndministraoion liberal; i Portales denia trocar su papel de eonspirador pOl' el de Ministro de Estado. Vamos a cstudiarlo en esta segunda fuz de 8U vida publica. 1\'
Cuando Portales f1l3 nombrado Ministro de Estado en los departarnentos de Relaciones Esteriores, del Interior i de Guerra i Marina, por primers vez en 6 de abril de 1~30, no estaba. todavla triunfante la revolucion pelucona que el habia promovido. Terruinada esa revolucion pOl' los tratados de Santiago, eu 15 de~~..ci~mbre de 182\1, habia prineipiado otra vez~pc5i' una segunda insurreccion del jenera! Prieto. Recordernos los antecedentes para comprend~r In, situacion de 180 Republica al advenimieuto do Portales al poder. EI ejcreito insurrocto habia llegado hasts las. puertas de la capital [1 fines de 1829. Se apedillaba Liberliulor, en tanto Que los fautores de 180 revoluciou
no ~Cl~ian ::>tro.~l'Qp~ito q~e reaccio-
nar contra la umca administfacion liberal que ha'tenido la republica, destrozando la Constitncion demooratica de 1828. ~Se pretendia aeaso libertar a Chile de los Iiberales i do la Constitu-
cion m:1S liberal do que
24.110Souenta
su historia?
El Presidente Pinto no habia tornado unasola medida contra la iusurreccion, antes bien, habia dejado
el puesto,
formulaba
haciendo
una renuncia
como oausales de
BU
en que
soparacion, las
mismas que los revolucionarios invocaban justificar su movimiento. No era estrafio:
Iraccion de los pelucones, que entonces
pam una
so lla-
mabu do los O'Higginistas, se habia aprovechado' de In liberalidad del gobierno i de 103 puestos que en (¡1 tenia para insinuarse en el animo del
jeneral Pinto. i ann para interesarle en la candidatura a lit viceprcsidencia de su Ministro de Hacieuda don Francisco Ruis Tagle (1). La votacion del Congreso debia determinar lit eleccion de vico-presidente, Dos O'Higginistas,
Ruiz Tagle i el jeneral Prieto, el cual habian 10 â&#x20AC;˘ grado aquellos
eolocar en el maudo
del ejereito,
habian obtenido votos, can don Joaquin Vicuna, que era el candidato liberal. EI. I'residcnte so empenaba pOl' e1 primero, pero el Congreso eli¡ ji6 301 ultimo. H0 aqui la causa del rornpimiento entre el Congreso i el Presidente. LOB O'IliggiIIisla no se conf'ormaron, i lu revolucion estallo, aclamando la nuli.lad de Ia eleccion i protostando contra el despotismo del Congreso. La ronuncia del Presidente no hizo -mas que en v olentonar a los revolueionarios. EI gobierno
quedo acefalo, cl partido sin jefe. La suprema majistraturu
recavo entonces
eonstitucionalmen-
( 1) El jcnr-rnl 1', I: to renuneio el alto cargo de pre 8idente que s(~ie utrecia pOl' el Congreso, el 18 de octubre de 1529, el mismo dia que el Congreso habia fijado para la recepcion del nuevo mandatario.
- 25to en el presidenbe del Senado, don FI'mwi-o Ramon Vieutta, qU!3, aunque anciano i sin ambieion, sintio palpitar su corazon de patriotismo ise PU80 a la obra can ardimiento i abnegacion. Ladefensa del gobierno eonstitueional se organiz6 en pocos dias: los jefes de la gunrnicion
rle
Santiago declararon al Presidento Vicuna que estaban dispuestos a derramar su sangre eo defensa de .a Constitucion;
poro Ialtaba un jeneral.
El ilustre Freire se habia negado u mandar aquel punado de valientes, porque, como e1 mismo 10 deeia, sus relaciones
con Benavente
i los demas
estanqueros, 10 tenian neutralizado: pero otro viejo patriota, el intejerrirno joneral Lastra, abandono su retiro i aeudio a la defense de la constitucion liboral. E1 momenta era tremendo: los dos ejereitos aeampaban en los suburbios de Santiago, i sus avanzadas comeuzaban ya a eruzar sus Iuegos. La poblaeion entera estabu en una angustia atroz,
i nadio se atrevia a presujiar el desenlace. Portales, Rodriguez Aldoa, Garrido i otros de los principales autores del movimieoto, Be habian situado a1 lado del jeneral revolucionaric; los dese ajitaban en el seno de la ciudad, al lado de los Iiberales, que, resignados al sacrificio, estaban dispuestos a defender con sus vidas Is. ConsID9S
titucion. I'ero los Iiberales querian evitar a toda costa la efusion do sangre, i DO escusaban ni e1 sacrificin de sus interosos porsonales, I rna 110:::110, en las altas horas, se reunian dOB de ell os, don Melchor de Santiago Concha i don Rafael Bilbao, autorizados por partido, con varies pelucones on un cuarto de la casa de don
su
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Joaquin Echeverria, en la ealle de las Monjitas. Una sola hujia de sebo imui gastada los alumbraba; all! estaban, al rededor de una mesa, el dueno de easa, Rodriguez Aldea, Osorio, don Joaquin Prieto i otros. EI jeneral llevaba un poncho ascuro i betas de arriero, i cubria su cabeza i su rostra con un panuelo. La reunion habia sido provo cada por don Francisco Ruiz Tagle, que, como apesarado de la revolucion, habia invitado al senor Concha para buscar uu arreglo que eviase la efusiou de sangre; pero el no habia cancurrido. Los Iiborales se imajinaron que todo podria eoncluirse dejando los puestos que ocupaban, para que los revolucionarios los reemplazaran i organizaran el gobierno, respetando i eonservando la Constitucion. Al efecto proponian queen las provincias insurrectas, se hiciera nueva oleocion de scnadores, renunciando los senores Fernandez, Novoa i los demas que se designaran, para que en su Ingar fucsen elejidos el senor Ruiz Tagle, don Joaquin Prieto i eualesquiera otros. Reorganizado as! el Senado, se elejiria presidente de In. Camara a nlguno de esos -senores, para que, conformo a In Constituciou, Be hieiera cargo del Poder Ejecutivo, mientras se haeian las elecciones jenerales. Los ]iberalesagregaban a esta proposicion la de separarse, i aun espatriarso, todos los que los revolucionarios sefiala sen, con tal de que se evitase la guerra civil i se conservase la Constitucion. Largameute se dispute en aquel conciliabulo sobre esa proposicion, que los pelucones no admitian, sin querer comprenrler la abnegacion de sus adversaries. 1ÂŁ1103 exijiau un sacrificio im-
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posible, porque era deshonroso: querian que los: liberales disolvieran el Congreso, declarando nulos todos sus actos, i renuuciando todos, como 10 habiu hecho el Presid-nte Pinto, sin imponer eon-liciones ni exijir garantias. Eran ya las cuatro de la manana, cuando el jeneral Prieto, qU'3 no habia desplegado sus labios, se levanto para rotirarse, i respondio a la interpelaciou que je dirijio uno de los liberales: que ÂŤno J!0(lia aceptar la proposiciou porque sus oomproruisos eran mui f'ucrtes i estabun mui ado-
lantadosÂť. I'ortales, que era 01 arbitro para desligar al [eneral de esos compromisos, no estaba presente,
i su personero,
Rodriguez
Alden,
110
habia aceptado el medio quo so proponia: cso era bastante. El jcneral so retiro i pOl' consiguiente, la cuestion dehia Sl'T resuclta par las arruas. I en eiecto, en la manana delI:) de Diciembre, el estampido del canon, el estrucndo de una batalla,
sohrccojieron
a los vecinos
de Santiago,
durante dos hams. que hustaron al jeneral Lastra para destrc.zur oompleuuueutc al ejercito insurrecto, disporsandolo mas de sus dos tcrceras
partes, i lIegando mas nll,i de las posiciones que ese ejercito ocupaba. EI jeneral Prieto, envuelto en el dosorden de su linea, se hallo rorleado de sus enemigos, i danrlo la mario al comundaute del batallon Concepcion, pillio la paz. EI mayor joneral Viel manrlo cesar 01 ataque, llarno hermanes a los vcncidos; i el jeucral Lastra, advertido de 10 que oeurria, corrio tambien a dar mues-
tras de 811 jrnerosidad en busca del jeneral Prieto i 10 acornpano a su campamento. Entre tanto, pOl' ordenes verbales, los prisioneros i los pasados fueron devueltos, los dispersos vol vieron a su
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linea, i medio reorganizado ya el ejercito vencido, el jeneral Prieto, obedeciendo II las sujestiones de Portales i de leis amigos de este, declaro a los jefes vencedores, que quedaban prisioneros en su podol', i reeabo de ellos la olden de reunir alii a todos sus ofieiales para eelebrar una junta de guerra. Pero aunque estas ordenes fueron dadas, los oficiules vencedores no las cumplieron, declarando, por medio del coronel Tupper, que no las obedecian i que debian series devueltos sus jefcs inmediatamonta, so pena de recomeuzar el combate. Esta peripeeia trajo pOl' resultado un armisticio i 01 nombramiento de plenipotenciarlos que aeordasen un tratado de paz. De este modo ol ejercito venoido, destrozado, imponia una capitulacion, mediante el abuso que su jefe habia cometido de la confianza i jenerosidad de los vencedores. Al dia siguiente, los plenipotenciarios del ejer<lito, como tales, ejercieron sus poderes sobre la nacion, euyo porvenir jugaban i de cnyo destino disponian. Los revolucionarios depositaron su eonfianza en un hombre de intelijeneia estrechamente ligado al jeneral Prieto, i en un hombre de aceion como el jeneral Freire, de quien esperabun el triunfo de sus prop6sitos, porque le consideraban ligado a su causa. Pero no por eso Portales les entrego su confianza complctamente, pues coloc6 a su Iado al mas leal de ,sus amigos don Manuel Renjifo, de quien estaba seguro cOJUOde sf mismo. La obra de los plenipoteneiarios fue Ill. siguiente:
ÂŤEl Exemo. senor don Ramon Freire, Capitan
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jeneral del Ejercito Nacional, i don Agustin Vial Santelices, pleni potcnciarios por el ojercito del Sur; i 01 s•.-nor jrllflral de brigade don Jose Manuel Borgono i don Santiago Perez, asi mismo plenipotenciarios por el ojereito al mando del senor jeneral de hrigadu (Ion Francisco de la Lastra, para terminal" Ius diferencias ell quo 1:\ diversidad de opinioues eonstituyo desgra-.:iadamente a ambos ejl;rcilo;.:, despues de haher canjcado los respectivos poderes, homos convenido detlnitiva
mente: 1.0 Ambos ejl;reilos so ioneu bajo las ordenes i man.lo (lei Excmo. senor Cnpitnn jcneral don Hamon FI'\,il'(" qne dispoTI(ln't (h' su (l,'stil1o 0 acantonamicnto como estirue COl! vouir-ute :11 mejor servicio del l:stado. su ~q;lll'ilhlli i trall4ui1idad publica. 2.0 Queduu en oonsecucncia bajo su mando las armas. purllUGS i todos los utiles tIo guerra, 10 misrno quo los clnpl~'a'.loA do fill sr-rvicio. ;3.0 Cesau, (h'Hle la publicaeion de cst!) u atudo, los mnndos jcncrales de ambos ~'jl;rcitlJs. 4.° Tanto los individuos de uno i otro ejl;rcito, como los pilisauos, no pndruu ser rceonYenidos, ni mucho mcuos castigados. pOI' las opinicnes poltticas C]l1e hnhiesen sosteni.lo: i par el calltrario, ser.in PU8stOS ('11 libertad i en el pleno gocc'de sus Jer·?ellOs Ins que ostuviescn detenidos, presos 0 pn'lfugos de sus hogares.
5.0 El ejereit::> del Sur sera igualaclo en sus cueutas al de la capital. G.o Se nombrara inmediata i popularmente, una Junta gubernatiyu provisoria, para que recomienden los dos ejercitos i sus plenipoteneia. rios, a los senores jeneral de brigada don Fran-
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cisco A. Pinto, don Francisco Ruiz Tagle i don Agustin Eizaguirre, los dos primeros que reunieron la mayorfa en las proximas elecciones, i el tercero, que ha ejercido repetidas veces icon aceptaeion publica, el gobicrno de la nacion, 7,째 Convocara i presidira esta eleccion el Ex mo. senor capitan jenera] don Ramon Freire. 8.째 La Junta guberlllltiva provisoria, electa conformc a los articulos anteriores, convocara un Congreso de plenipotenciarios de todas las provineias del Estado, que debera reunirse a. los dos meses de publlcado este convenio, O' antes si fuese posible, qucdando 10 demas suspenso entre tanto. a,o Los plenipotenciarios seran autorizados para declarar si ha habido 0 no infraccion de Ia Constituoion, arreg1ar la lei de elecciones, eonvocal' al Congreso jeneral, nombrar el ejecutivo provisorio que ha do subrogar a In Junta detallada en los articulos 6. i 7.째, mientras se veriflcan las eleeciollcs cOllstitucionalcs, en easo de decretarlas, supliendo, entre tanto, ala comisiou permanonn, i guardandose la Constitucion polltica del Estado. 10,0 Se ratiflcara este tratado couforrno al articulo del armisticio i clentro del termino de cua-. tro horas, i asi ratificado se publieara o imprimira, circulara en las provincias i fijara en todos los lugares publicos en testimonio de la union jenerosa de los militares nueionales de ambos ejercitos i ejemplo de sus conciudadanos que convidan a ostrecharso can los dulees Iazos del jcnio i caracter chileno, Dado en Santiago de Chile, a las tres de Ia tarde del dis 16 de diciembre de mil ochocientos veinte i nuevo atlas. 0
- 31NOTA.-Se autorizun de secretaries a don Manuel Renjifo i coronel don Pedro Godoi.-Ramon Freire.-.Tose . :1[anuel Bor,qoiio.-S 'ntiago Antonio Pcrez.-A.'Juflin de Vial.-ilJanucl Ilenjifo, seeretario.--Pedro Godoi, sccretario. Cuartel jeneral en Ochoguvia, Hj de Diciombre de 18~!\ a las seis i media de In tarde. Quedu ratificado ell tcdos i carla uno de sus articulos 01 prcscnto tratado. ,To{{rj1iin Pn~to.
Cuartel jeneral en la (':If'iada, 1(j do Dieiembre de 1820, a Ins seis tres cuartos de In tarde. Queda ratificado en todos i cada uno de sus
articulos el prescnte tratado. Frmcisco
de la Lastra,
Los liberalcs cumplieron este tratado sin vaeilar: sicmpro confiados i jenerosos, se f'clieitabau de haher salvado la Constitucion. i daudo n In bondad de Ius instituciones un poder qno no tione regularmonte cn los hombres a quienos se er-nfia su ejecucion, no temian 301' reemplazados pOl' :3US enemigos en los puestos publicos. 1-:1 ejercito oonstitucional se coloe6 a las ordones del jeneral
Freire, i el gohierno liberal se disolvio sin resistencia, entregando ala Junta gubernativa, que se elijio, cl poder i 108 eaudales que el presidente Vicuna habia custodiado por sf mismo. Mas no obr6 asf et~eito
revolucionario,
pues
a pesar de haberse eleJ1lo una Junta gubernativa, cuyo personal entero peitenecia al partido reaecionario, el jeneral Prieto no quiso entregar el mando de sus tropas al j eneral Freire, con varioa
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pretestos Irivolos, entre los cuales alegaba como princi pal. que ILLb;a sido el ejercito liberiador el quc habia trata.lo, niieutras que el retenia el wando del ejercito del sur.
ÂŁ1 moti \'0 de esta nueva insurreocion quodo iguorado
en e80S tieinpos,
i los liberales creyeron
hallarlo en la ambiciou del jeneral Prieto; pero ell realidad. no habia cousisti.lo en otra rosa que en la descoufiauza narios del jeneral
que coucibieron 10:; revolucioFreire, desde la primera entrevista que con el tuvieron en la nocho del mismo dia de los tratados. As! S0 esplicaba despues el
hecho el ilustre Freire, rcfirieudouos el pormenor de esa entrevista,
en In cual estuvieron
presentee
los senores Portales, Rodriguez Aldea, jeneral Prieto, Benavente, Vial Sautelices i otros. El valiente capitan jeneral, que no conoeia la doblez, espres6 entouees su pensamiento con In buena fe que Ie era tan natur-al: segun eI, debia mantonorse a toda costa In Constitucion del 28; debian hacerse elcccioues constitucionales, sin escluir a ningnn partido, i sin perjuicio de elejir provisoriamente de presidente de la republica, a don Francisco Ruiz Tagle; i pOl' tanto, creia que el Congreso de p1enipotenciarios no habia de principiar condeuaudo a las Camaras de 182H, ni debia reaccionar contra.el sistema eonstitucional. Portales
ealluba, Rodriguez
Aldea
hacia algu-
nas observaciones pero ambos comprendieron alii que Freire no era su hombre i que con el tratado podian perderlo todo: los demas divagaban, i el jeneral Prieto aseguraba que al dia siguiente cntregaria su ejereito, Pero al siguiente dia, este jeneral no eumplio,
al subsiguiente dio escusas, despues las escusas
-路33 se convirtieron en alegaciones; i entre tanto el ejercito de su mando comenz6 a desbaudarso i a marehar para el sur. Portales i los suyos no vieron mas a Freire. POl' flu, llego un momenta en que 01 jeneral Freire no dudo de qW3 tanto In Junta gubernativa, como el ejercito del sur, le neguban el puesto en que le habian coloeado los tratados; i路 al mando del ojercito constitucional, salio do Santiago, protestando contra Ill. iniraccion del pacto, i tornando a su cargo la defensa de la Constitucion i el compromise de sofocar la nueva insurreccion. En Abril de IH30, .a guerra civil estaba en todo su desarrollo; pero los revolucionarios hubian ya constituido su gobierno, de-do que mediante los tratudos de diciembre, que ellos mismos habian infrinjido, lograron elejir una Junta gubernative i un Congreso de Pleuipotcneiurios a su placer, hueiendo suiragar unicamente a los ciudadanos 111h) ellos couvidabun par una e:~路 quela. La Junta habia reorganizado la guardia nacional de Santiago con el Hombre de milicia cioica; 01 Congreso habia cleji.lo de presidents provisorio a don Francisco Ruiz Tagle i de vice prcsidonte a don Jose Tomas Ovalle; i "para restituir el paeto social i panel' termiuo it lasdiseusiones禄 declaraba nulas i rcfraciarias de la Consiitucion a las ultimas Cainaras i declaraba nul as sus aetos; mandaba hacer, on el ano 31, las elecciour s de cabildos, asambleas provinciales, electores de presidente i vice i diputados al Congreso; i autorizaba al ejecutivo para nombrar intendentes de las provineias donde no los hubiera, quitando
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a estas la facultad que la Constitucion les otorgaba de elejirlos. El nuevo presidents habia nombrado de ministro al cleri go Meneses, que tambien aeababa de ser el seeretario de Ill. junta, para haeer comprender a los liberales que en el ejecutivo quedaban asociados los principios del gobierno de Marco representados en el ministerio, i los del gobierno de O'Higgins representados en 01 presiderite. Mas oste, falto de espiritu para enoaminar 18. reaccion, renuncis su cargo un mes despues de su nombramiento, empujado por las instaneias de Portales i los demas directorss de la reaccion. EI vice-presidente 10 reemplaza i se estrena con .. firiendo a don Diego Portales los ministerioa del Interior, de Relacionea Esteriores i de Guerra i Marina, esperando de au amor patrio este tttreVO e importante servicio a la causa piwlica (1); pero conserva en 01 Ministerio de Hacienda a don Juan Francisco Meneses (6 de Abril de 1830). V Don Diego Portales entra a ejercer un poder absolute que todos temian ejercer, En aquellos tiempos no era facil encontrar quien quisiera ser tirano de BU patria: en los nuestros cualquiera se pinta solo para serlo, 0 a 10 menos para gohernar demasiado: i subdelegado hemos conocido nosotros que se escusaba de sus arbitrariedades, diciendo que no concebia la razon por que el Presidents solo habia de tener faoultades es(1) Hasta ese memento no habia prestado ninguno.
- 35traordinarias, cuando el tambieu las neoesitaba en su subdelegacion, jAdmirable contajio del vicio i del abusol Ent6nees los gobiernos no querian seguir el -camino en que se habia perdido O'Higgins. Investido de poderes amplios, Freire cuando ora director supremo, habia tenido que hacer una esposicion de escusas i de razones justificativas para separar o'el pais a unos cuantos ciudadanos, oonservaudoles sus empleos i rentas i dando ausilios peounisrios a los que no los tonian. Pinto mas tarde "habia renunciado Ill. presideneia al Irente de Ill. revolucion, par no tomar rnedidas estremas. El Presidente Ruiz Tagle acababa de renunciar, porque no se sentia con fuorza para haeer Irsnte ala situacion i dominar a sus eorrelijionarios; i e:1 vice-presidente Ovalle tambien habia renuneiado por Ill. misma razon. Pero Portales, quo Iamentaba Ill. falta de enerjia en sus companeros, no trepid6 en ponorse al lado del ultimo para darle Ill. fuerza que le faltaba, haciendo pol' supuesto que su renuncia no fuese admitida, Para Portales no tenia valor ninguno Ill. considaraciou de que habicndoss heeho Ill. revolucion,no con tra un gobierno despotico, sino tinicamente pOl' las infracciones constitucionales que habia cometido el ultimoCongreso, no era lojico, ni mueho menos patriotico, erijir un verdadero despotismo para reemplazar a aquel gobierno. Cuando Portales admitio el ministerio, ya hacia un mes que el Ejecutivo estaba illvestido seeretamente de facultades estraordinarias contra las personas; i publicamente, par deereto de 2 de Abril, de autoridad para usar de las rentas i de los bienes de la nacion i para propcroionsrse
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recursos a fin de restablecer el 6rden. EI Congreso de Plonipotenciarios, qtle por sf no tenia esos poderes, ni porIa Constitucion que aparen..i taba defender i obedecer, ni pOl' los tratados en virtud de los cuales fue convocado, era. el que oonferia tamana autoridad. Aquellas facultades no eran conocidas, pero, durante ci nco meses fueron usadas por el minis terio en toda BU latitud; i hasta ahora habrian quedado ignoradas, si Portales no hubiera creido en cierto momento que debia darlas a, conocer, solo para"i'iatisfacer a los ciudadunos pacifico8j nopar complacor a sus enemigos. Son ew-ios~~Jas. notas que con este motive cambio el gobierno con 01 Congrcso; helas aqui: ÂŤSantiago, Setiembre 27 de 1880. ÂŤCuando 01 vice-presidente que suseribe se resolvio a tomar las riendas del gobierno en lag apuradas eircunstaneias que rodeaban a Ill. patria, 10 hizo con aquel conocimiento de que no podria estinguir 130 guerra ei vii que Ill. devoraba, sujetandose a Ill. observaneia de forrnutas, que sison alguna vez las protectoras de la inoeeneia, 10son tambien con mayor freeueneie, del crimen. Esto mismo espuso a los senores tplenipotenoiarios; i los terminoa en que esta concebido el [uramento que presto 01 dia de su recibimiento indican demasiado sus prop6sitos. Satisfecho el Congreso de esta verdad, que solo Ill. practica de los negocios puede deseubrir en toda au estension, i mereciendo el que suscribe suoorifianza, fuc autorizado en sesion secreta de 7 dejnarzo ultimo, para destinar dentro 0 fuera del pais a.
~ 37los que so hioieren prisioneros de la division de don Ramon Freire. i a cualesquiera otros individuos que Iuese necesario para conservar el -orden i tranquilidad publica. Usando de esta autorizacion, ha procedido contra varies de los mas conocidos desorganizadores, para contener en fiempo los progresos de la rebelion que comenzaba a amagar de nuevo ala republica: i atacado el gobierno por semejante providencia, que supouen huber tornado escediendo los limites de BUS :atribucio.nes, habria convenido publioar las facultades que tiene del Congreso, para poner coto a la ealumnia, si la calidad de reservadas eon que vinieron, no exijiese previa autorizacion al efecto. El quo suscribe, tiene la honra de pouerlo en .noticia del Congreso, para que s~ estima conveniente que se publiquen dichas facultades, mas bien lara satisfaccion de los eiudadanos pacificos, que por com placer a los enemigos de la paz, le eomunique oportunamente su resolucion. I con esto se com place en ofrecer al Congreso de PIenipotencumos 01 homenaje de su profunda con.sideraciou i re3peto».-Jost TOMAS OVALLE.-
Diego P01·fa[es. «CONGRESO N1.CIONAL DE PLENIPOTENCIJ"RIOS
Santiago, Setiembre 30 de 1830. AS. E. el Vioe-Presidente de la Republica. -Cuando los pacificos pueblos.de la Republica .alzaron un grito de indignacioncontra las infrac-
-38 eiones que jarnas vieramos, en las elecciones constitucionales, i en las camares lejislativas del' ano anterior, todas las provincias se pusieron dehecho independientes, i vino en seguida una guerra civil, provocada i sostenida por los obstinados autores de tanta nulidad e infraccion. Triunfo, como era de esperar, la causa del 6rden ide la justicla, i entoneos las provincias nombraron este Congreso de plenipotenciarios para restablecer tll pac to de union i el imperio de III Constitucion i de las leyes. 'Como uno de los medios de cumplir i asegurar tan sagrados objetos, se autorizo. as. E. el Vice-Presidente de la Repnbliea en 7 de Marzo. ultimo para que pudiese separar del pais a los desorganizadores que trabajaban en su ruina, i si Ia nota Hev6 la ealidad de reservada, solo fue para que el gobierno preparase medidas i tomase providencias que no pudiesen burlarso despuos de au publicacion; puede, pues, S. E. mandarla' publicar i tambien el juramento que presto en la Sala, como 10 pro pone en su nota de 27 del presents, El Vice-Presidente que suscribo saluda It S. E. el Vice-Presidente de la Republica.Âť-F. A. Er,IZALDE.-Manuel C'amilo Vial,_ secretario interino. En estas notas se preludian las bases de la politica conservadora que se entroniz6 ent6nces i que ha fdominado hasta nuestros dias, Para el gobierno las formas legales son con la mayor freeuencia las proiectoras del crimen, si bien alguns vez 10 son de la inocencia; el poder absoluto es indispensable para conservar el 6rden i tranquilidad; sus enemigos SOil los de la paz i no merecen que se les de razon de Ia opresion que S6 emplea con elIos; el gobierno solo debe satisfaccion
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a sus amigos, que Bon los ciudadanos pacificos, es decir, 108 que no so ooupan en III eosa publica, i los que oeupandose en ella, 10 hacen en servicio del gobierno. Para el Cong'hao no hai obstaeulo en eonfesar por milesima vez que la revolucion no se ha heche contra el gobierno liberal porque fuese dcspota. 0 arbitrario, sino por las infracciones en las elecciores corzstitucionales i en las cama,'as leji.slatitlas, mientras que para remediarlM, comete mayores infracciones i crea una dictadura; ni tiene tampoco embarazo para ca1umniar a BUS enemigos, prcsentandolos como autores i provocadores de la guerra civil que solo el partido del Congreso habia enccndido dos veoes consecutivus. Era ::lecesaria esta calumnia para autorizar el despotismo que ese Congreso fundaba: Aquella era propiamento la primera guerra civil que habia manchado la historia de Chile despues de su independencia: con ella ee habia entronizado tambien el despotismo con su aeostumbrado cortejo de ealumnias, de hipocresfa } de impavidez para negar los principios fnndamentales de la vida civil i reemplazarlos por errorcs sofismas. Puesto en esta via el nuevo ministro i animado, no tanto de ambicion, cuanto de un odio a sus enemigos, que habia ide irritalldose cORlos contratiempos i can las peripecias que dilataban su triunfo, desplego una arbitrariedad tan osada en todas sus medidas i hasta en sus actos personales, que admire i sobrecojio a sus correlijiona路 rios, i enamoro a los realistas i O'Higginistas) que vieren restablecid08 pOl' el ministro sus buenos tiempos. Lo primero que hizo fue nombrar intendentes,
-40comandantes de armas, i fulminar varies deeretos de prision; i a los diez dias de BU poder (17 de Abril de 1830) espidio 61 celebre decreto dando de baja al capitan, jeneral Freire con todo su ejercito, considerandolos (como los mas encarnizados enemigos de la patria, porque se habian sublevado con el unico objeto de privar de su libertad a los pueblos i reinstalar a un gobierno que acababa de destronarse pol' el voto unanime de to.las las provlncissÂť. El ministro se olvidaba absolutamente de la historia de la vtspera, de los tratados i de la O1>I1Stitucion que aquel ejereito queris hacer respetar, i haeier do a un lado las leyes i las formasIegales, iuflijia una pena a los jeres i oficiales que pret.endian restablecer las instituciones. Ya 01 presidents Ruiz Tagle se habia despedido del mando, dando tambiende bajaa cnatro jenerales, dos coroneles i otros tantos tenientes eoroneles, que no habian reconocido al Congreso de Plenipotenciurios. El ministro Portales, con el decreto a que aludimos icon otros especiales complet6 la medida i la pena quedo aplicada en deflnitiva a cieuto treinta i dos oflciales, entre los CURies se contuban seis jenerales, los mas lebres i gloriosos de la independeneia, i mas de treinta jefes que habian conquistado sus grados en squella lueha de heroes. Los nombres de IJwJ Heras, Borgono, Calderon, Lastra, Pinto, Freire, Godoi, Pi carte, Gnna, Urquizo, Viel, Tupper i otros tan ilustres como estes, quedaban borrados del escalafon del ÂŤjercito de independeneia por la voluntad de don Diego Portales, que habia pasado en un laboratorio de ensayador ian ;IUU mostrador de negociante loa largos anos que
ce-
la
- 41aquellos habian vivido en los campos de hlltnlla, sacriflcando su repose i su sangrepor la Iibeftad
de .le,patria, lA que conducia una m~dirJa tun ilegal como injusta? Las rezones de Estado, los fines politicos, no la escusaban, porque Ull castigo semejante inBijido a los enerrngos politicos no bacia mas que condenarlos a. la alternativa de triunfar 0 morir; icon ello no so alcanzaba otro resultado que el de hacer interminable Iii guerra civil. I as! sucedio en etecto: veneido en la batalla de Lircai el ejereito eonstitucional, el 30 de Abril, con In perdida de diez i ocho jefes i ofieiales, los demas fueron espatriados, encarcelados i perseguidos: i la misma suerte cupo a los oiudadauos que hahian sostenido la causa liberal. EI goblerno les hizo camp render que para ellos se restablecian los tiempos en que Ia uniea salvacion del vencido era la de no esperar ninguna; i naturalmente las conspiraciones comenzaron a sueederse una tras otra, cuando apenas prineipiaba aafianzar su autoridad el partido triunfante. Portales era inflexible en BU sistema i no parecia sino que sa complaoia en luehar ecn sus enemigos i en prolongar la lueha, sin sesgar en eircunstancia alguna. El coronel Viel habia路sal..,ado una columna dela derrota de Lircai, i aprineipios de Mayo aparecio con seiscientos hombres en Illapel. EI gobierno m~I!d6-contra olal [eneral Aldunate, sin darleinstmeoloues, a peser de ,que el jenersl habia pUe8to-pGToondicion que sa las dieran, porque el no~"di8puesto a combatir sino a paciflw.'1Wtuenas tiel ,gobierno llegaron a aproximarse a las de Viet, p.ro 'leeel'a imposible empenarse en un combate;potque'80-
- 42br~ no esoeder de cuatroeientos hombres, careeian de movilidad, p'ues su caballerla solo alcan, zaba a ciento noventa hombres, mientras qUI}Ia de los constitueionales llegaba a cuatrociemoso El jenera! Aldunate, cediendo a esta situacion desventajosa, i mas que todo, estimulado par 5U idea de evitar otra eatastrofe como la de Lircai •. provoca una transaceion, ipor sste medio obtieneun verda.iero triunfo can el tratado de Cuzcuz, celebrado el 17 de Mayo de. 1830, i segun el cual Be somete la division de Viel, sin mas condiciones que la de que se conserven a los oficiales BUS empleos, no se les persiga por sus opiniones i se deje volver con pasaporte a sus hogares a todos los capitulados. El jeneral Aldunate se comprometio con su palabra de honor al cumplimiento .. de estas condiciones tan Ucil(',s de cump1ir comoprovechosas para el gobierno, porque ellas eran las mismas que prometia el articulo 2.° del decretode 17 de Abril a los militares que se rindieran ° Pero el ministro Portales no penso asi, i aun que ya habian sido cumplidas por 108 constitucionales las estipulaciones, les persiguio, enoarcelo i desterro como a los demas; i desaprobo el eonvenio en una nota dirijida al jeneral Aldunate el 24 de mayo, en la cual revela la nueva politica i declara testualmente que e1 gobierno no puede aprobar el convenio, porquo esa aprobacion 10 comprometeria a retroceder en su marcha, eEl gobierno eree, decia el ministro 0.1 jeneral, que V. S. no era dueno de su palabra de honorque empeno, i que por esta razon no Ie liga de modo alguno»; i 0.1 lado de esta peregrina creencia, agrega el ministro esta otra. frase, que a modo de aquel tremendo ridicule de Triboulet,.
- 43espanta i hace sonreir al mismo tiempo: cel go·bierno juzga quo en 01 estado en que se encontro 01 pais, era necesario i prudente ver con el mas profundo sentimionto c(}r"e,' alguna sangre chilena, para evitar que despues se derrame a torrentes», Esto decia parl! signifiear al jeneral que el gobier-
no eeonsideraba bajo diverse aspecto que el 105 medios de afianzar la preZ, el orden i la tranquiIidad publicae» pnes 01 jeneral debia convencerse «como todas las P<;I'SOll:lS de orden que sienten mejor acerea de la suerte i vordaderos iutereses del pais, que esto sO convertiria en un teatro de convulsiones i espnntoso desorden, si los que los prornueven siernpre so dejasen en poses ion de los elementos que torpemente se han puesto en sus manes». jHorrible doctrina Ia de que el orden no S6 pucde mantener sino derramando alguna sangre, 1 persiguiendo i negando toda eapitulacion, todo perdon a los adversaries, auuque esten veneidoal.
VI Portales tenia earacter i prendas para Bar at' jefe i i representaute de la reaccion eolonialque Be inauguraba entonces contra la revolucion-de la independeneia,
la ,~ue habia llegado
en 182.8 a
sus ultimos resultados en Chile, planteando la republica demoeratioa que comenzaba a ~ysrse, parallegar mas tarde a convertirse en l'ea. Iidad. -Ningun politico medianamente habil reeuere jamas al terror para fun dar ni sostener au poder,.porque basta una intelijenoia oomun, no se ne-
eesita [enio, para eomprender que un interes
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-esclusivo no puede perpetuarse, ni aun sosteneree por largo tiempo, en pugna con otros intereses politicos a soeiales, La resistencia desgasta los resortes del poder estraviandolo de su rumba: asf 10 han eomprendido siempre todos los hombres de Estado que han pretendido dominar, ~~Pero no 10 han comprendido 808i jam as los que se han encargado de llevar adelanto una reaccion: todo gobierno reaceionario es ciego porque ea apasionado. Siempre que un espfritu abatido, siempre que un interes 0 cierto orden de intereses sociales derrotados vuelven a 10. aecion, en Iucha con su adversario, la pasion domina a sus representantes, i cuando estes llegan a apoderarse del poder, son despotas sin remedio, i su despotism a raya en la cruel dad, en In loeura, He aquf 180 razon porque Portales era despota sin tener ambicion isin a9rigarun eorazon feroz. Portales no era hombre de jenio i estaba bien Iejos de serlo, pero tenia bastante aliento, osadfa, enerjia i ardor en grade auficiente para enearnar en si toda la pasion por el gobierno absolute i todo el odio pOl' los liberales, que los hombres de sus antecedentes i de su eondieion sentian en sn tiempo. Dominado de esa pasion i estimulado par ese odio, Portales fundo el gobierno fuerte, sisteman-do un estenso espionaje contra sus adversaries, i aplicando en todo caso rigorosamente i sin escepcion la regla corruptors de dispensar todos los -favoras. del poder absolute a los que 10 acatasen i se le humillasen, i de perseguir sin conmiseracion a los enemigos i aun a los indiferentes. No Iue necesario mucho tiempo para que comenzaran a pulular al abrigo de este sistema
--45corruptor todos los intereses egoistas, i mui. pronto se vio el gobiarno pelucon reforzado por todos los realistas (los go(los) que habian decaido con la rsvolueion de la indepcndencia, portodos los hombres medrosos () indif'ercntes que necesitaban del favor del poder para asegurar su tranquilidad personal, 0 su posicion social, a sus iutereses pri vades. Los liberalcs, escluidos de toda proteccion, persegnidos 0 desairados pOl' lit autoridad, quedaron uislados i condenados a conspirar perpetuamente, no tanto para reconquistar el poder, cuanto para eonquistar las garuntias i la tranquilidad qne los rur.igos del ordeu lcs [negaban a nomhre del <'mIeJ1 i de la tranquilidud publica. El Ministro Portales no los dejuba ulontar idescontento de no haber hallado, a pesur de prolijas investigaciones, rastro alguno para acusarlos de robos 0 dilapiduciones durante la udministracion liberal, 0 dc' otros manejos ilegalcs, les perseguia como conspirudoros i los condenaba a UIl ostracismo perpotuo, a nombre de la necesidad que habia de robustecer la autoridad, alejando de todu participacion en los negocios publicos a hombres tan funostos por sus ideas des organiza doras i pOl' sus propensiones a la anarquia. Coloeados en tal situacion los liberales, pOl' Iuerza tenian que ser enemigos del nuevo gobierno i consecuentes con sus &nt-ecedent~s. EI esterminio de este partido era obra "del tiempo, Los anos pasaran sobre ,el apagandosus esperansas. domer.ando su caracter i dessoreditando sus priucipios, basta que el desprecio i aun el olvido vengan a sspultar esosprincipios. La, reaccion colonial tri uniara completamente ..â&#x20AC;˘
-46 Nosotros somos testigos de HU triunfo, como "que pertenecemos a esta [eneracion que, durante los 30 alios de su predominio, se ha desarrollado i edueado en el desprecio de IOEprincipios libe'raJes, en el miedo alpoder, en el Mbito de esperarlo todo de su voluntad i de su munificencia, en la falta de estabilidad i de eficacia de las instituciones republicanas, en Ia persuacion de que todas elias son una farsa, porque Ia autaridad en su praetica las ha desaereditado, siendo la primers en falsearlaa i en apl icarlas mal. No importa que eI sistema esclusivo i r.â&#x20AC;˘strietivo de Portales sea alguna vez relajado por sus sucesores, en graeia de la concordia 0 de la neeesidad de dar una tregua a la lucha. El sistema hara siempre el fonda de .la rcaccion i reaparecera con mayor empuje euando esta se halle en peligro de perder su dominaoion, a causa de la natural aspiracion de la sociedad a oimentar 8U8 relaciones en el derecho i la Iibertad. No importa, sobraran los imitadores de Portales en esos peligros: 180 jeneracion que debe su edueacion al sistema, 10 servira sin comprendor que obra contra sus intereses, creyendo con toda fe que el gobierno fuerte es preferiblo al gobierno flexible, que el espionaje i el despotismo son medics lejitimes de afianzar la autoridad, que Ia autoridad debe predominar sobre Is libertad, que la republica es una farsa, que Ia soeiedad no debe gobernarse sino dejarse gobcrnar, que la opinion publica. es una mentira, Todo eso i mucho mas en e! mismo sentido creera i had la jeneracion de los 30 anos, i mirara como ilusos a los que erean en la libertad; i confesandose hija agradecida de Ia revolueion de indepondencia, no ten-
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(ira rubor de reneger contra ella, aeatando i profesando los errores de Ill.vida colonial i 10 que es mas triste, creyendo que nuestras sociedades no tienen salvacion sino en Ill..Jfonat'quia, puesto que Ill.republica, que ella. conoce, call. republica que ha bastardeado i parodeado Ill. reaecion colonial, es impotente. Tal es el resultado moral i politico de 18.misma reaccion en toda Ill.America espafiola; pero es do notal' una cir(~un!:ltanciaque, en medio del uaufrajio de Ill.rovolucion de la independencia, ha favorecido Ill.organi~,acion del Estado en Chile, dejando a Ill.sociedad ell una situacion escep-eional,
Apenas tcrminaba Ill. rovolucion de la indepcndencia, cuando naturalmente, pOl' un efecto de las leyes naturllles de In sociedad, comenzo a abri -se paso Ill.roaceion del espiritu colonial i de los interesos que eSHrevolucion habia humillado. Los mismos capitanes que Ill. habian servido llevaban esc esplritu en su educacion i en sus jnsti ntos, Aqui principia. esa luella eterna que ha -desacredibldo a Ill. America a los ojos del vulgo de Europa, i que ha infundido i aun inspirado ~travagantes conelusiones a los escritoresque, negados a toda cbservacion filos6fica, 86 han creido capaees de ':allar sobre nuestro porvenir, sin mas autoridad que la que les dsba 180 posesion de una. pluma i del papel que han borrajeado. Nudie ha querido ver que aquellareaccion, teniendo un mismo punto de partida, he. debido busca.r distintos apoyos ea las diversas seceiones amerioanes, porque 180 situacion social Be difereneiaba en todas elias, por razon de sus anteee-
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(Jellies colonialos i de los intereses predominantes. As], la re:u,,-~iollcolonial entre los arjentinos busco el elemento salvaja, que los caudillos do Ia indepcnoellcia habian sublevado i colocado en accion, tal como sucedio en Venezuela i en Centro America. Ell Mejieo, en el Peru i en Bolivia, esa reaccion so asilo en 111 desmoralizacion administrativ:l i ell la eorrupciou social que Ill. colonia habia olljendrado i <j no Ill. rcvolucion vino a poner en fermcntaciol1 i en eseena. Eu Chile, en el Ecuador i en Nueva Granada, Ill. reaccion busco un apoyo en Ill. poblaeion aristocratica, que a trnves de Ill. revolucion habiaconservado Sll adhesion al privilejio i al despotismo, i sus medios i recursos para defenderse de la invasion de las nuevas ideas. La ambicion volo en alas de esos elementos, i Rosas, Monagaa i Carrora asombraron al mundo con su despotismo salvaje i sus estravagantes Iocuras; una cntorva de dilapidado~es ha heche cubrirse el rostro de verguenza a'Ios peruanos i mejicanos, i la tenacidad de los cOtlseruadores i su despotismo representado i ejereido por sus distintos jefes, ha inundado en sangre repetidas veces a Chile, el Ecuador i Nueva Granada. Esa diferenoia ha influido profundamente en los resultados; alli donde la reaccion colonial ha sido salvaje, Ia lucha ha tenido un earactor atroz, i lao reaccion 110 ha tenido tiempo ui intelijcncia para organizarsÂŤ, donde ha sido eorrompida e inmoraI, la lucha se ha prolongado i la desmora, Iizacion ha corroido todos los resortes de lao organizacion del Estado, sin que al fin haya quedado en la arona ningull elemento social eapaz de predominar ide asogurar el porvenir de la sociedad:
-- 49 donde la reaccion ha sido apoyada per la aristocracia, alli se ha organizado fuertemente en las institueiones i en las costumbres, i cuando el principio liberal no ha podido obrar pronto, como en Nueva Granada, para utilizar esa organizaeion i apoderarse de din en beneficio de la sociedad, la reaccion colonial presenta, como en Chile, 01 fen6meno de un pueblo espanol eonstituido en Republica, pero mas tiranizado, mas atrasado i monos progresista que la Espana monarquica. POl' esto es que 01 Estado, como hemos dicho, en medio del naufrajio de la rovolucion de la independencia, se ha organizudo ell Chile; pero como su organizacion cs contrariaal gran Iin de aquella revoluciou, que es la republica demoer.itica, la reaeeion colonial prineipiada pOl' ÂŤl partido de Portales en 1830, i continuada hasta ahora, ha dejado en pie el problema i ha legado Do In posteridad la necesidad de comenzar de nuevo la rovolucion i de consumarla. (.([lIE;
hicieramos
para que los hom bros publi-
cos de hi America espanola comprendiemu de este modo la gran cuestion de nuestro por venir politico i social'? Si todos se persuadieran de que la roaccion colonial os lu unica Iuerzn que ha puesto en juego las ambiciones person-ilcs, el egoismo, Itt codicia i demas pasiones e interoses innoblcs que han alimentado liasta ahora la guorra
civil en America,
no estariun
distnutes
de
comprender que la (mica salvacion de nuestro porvcnir esta en el triunfo de las instituoionos dcmoeraticas. Este triunfo sera la obra de una nueva reaccion del espiritu Iiberal, reaccion que puede sertambien tan costosa i sangrienta, como 10 ha sido
D.P.
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-50-su contraria, si losque gobiernan no le facili tan su desarrollo adhiriondoa ella con fe, para eneaminarla de una manera pacifica a su termino. Si el espiritu liberal ha de reaccionar, tarde 0 temprano, contra 1'1 elemento salvaje, como ya sucede en Buenos Aires i Venezuela, contra la corrupcion administrativa i social, como sucede en Mejico, contra los intereses privilejiados i esclusivos, como ha sucedido en Nneva Granada, la voz del patriotismo umericano aconseja a todos los que gobiernan echarse en esa misma via para terminar de una vez In gnerra deslionrosa i degradante a que nos han coudeuado los gobernantes que, C011l0 Portales, han veuido a colocar la reacoion colonial en la senda que llcvaba la revolueiou para llegar a su lin. VII Dicz i seis moses soluments estuvo Portales II. cargo de los miuisterios que: 50 le encargaron por el gobieruo revolucionario, antes de la batalla de Lircai, habiendo dejado de desempenar el de guerra i marilla durante cl corto tiempo que 10 ejercio cl jenerul Cruz; pero no necesitaba de mas para dar el tono i trazar Ill. march a de la administraciou. A su salida, los liberales quedaban abatidos i sin acciou ni representaoion ninguna, JJi en la administracion, ni en 10.prensa, ni en la ensenanza: de todus partes habian sido arraucados p~ra el dcstierro. La polieia do Santiago quedaba organizada para perseguir, por medio de un reglamento que atribuia a los vijilantes numerosas i temibles Iucultades. El ejercito estaba bien pagado; i desde sus jeies basta el ultimo de
- 51;sus soldados, sabian que la delacion em un nuevo mcdio consagrado para adquirir 3sce1lSOS, recornpensasi favor del gobierno; i pam. el CaIlO en que a pesar de semejantes alicieutes fuese desleal, se habia prestado una ateucion prelercnte a la orgunizucion
i disciplina
de Ia guardia
naciouul,
aga-
sajando a los artes inos i empenando "\1 grntitud, tanh) por medic del trato personal e Iutimo, como por docretos supremos, tal como 01 de (j do :\Iuyo de 1830, Oil que el gobierno decia que «deseando -dar un tcstimonio de su reconocimienio a los importantes servieios que estaban prestando a let nacion los cuerpos civieos de la capital, desdo ell1lOtl/rmto t'n que lot:pueblos resoirieron l'('-l1g(/1' e! ultraj« ('on que fueron. hollwlos sue saqrados dereckos, hahia s?Jici.tado del (?ongr~so
?e 1'Ien.iPotenc,·
rios auto-
rizacron para invertir cinco mil pesos ) vestuarios que debian darseles sin cargo [II mo». La -administrueion de las provincias quedaba completamente asegurada en manos de intendentes, goberu.idores, asambleas i municipalidades de la devocion del gohierno i de toda su confianza; i por tin, se habra heeho la eleceion de diputados, .senadorcs i electores de presidente al arbitrio del partido triunfunte i Sill tener al Ironto un solo adversario.
Esa era la obr.i de Portales a mediados de 1831. poderosamente pOl' el Congress de Plonipotenciarios, hahia logrado someter a la nacion entera, halagando i soliviantando todos los Intereses retrogrades i egoistas, i persiguiendo al -partido vencido en todas las esferas, en todos los augulos de la sociedad, EI Congreso de Plenipo :.tEtnciarioshabia dado al gobierno autorizaciones .:limi~ pa:e¥,WQQ)i Q.1t t<l.dQ1 R~tlm@\eI misAuxilindo
f·l~LlOTECA
LUiS - AW:[~
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ARANGO
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mo mas autoridad que la que Ie daban los tratados do Diciembre; i a prop6sito de nuevos peligros, ofioiaba al vice-presidents, 13D 16 de Febrerode aquel ano, «!lacif--ndDlo responsable ante la nacion si no ponia en ejercicio todas las Iacultades que se Ie habian conferido i de que nuevamente le investia 01 Congreso para hacer cuanto ju.zgase· concenientc», ino solamente 10 facultoha de nuevo, sino que 10 «conjuroba por la pairia a no omitir medio alguno de salvarla, i Ie haeia responsable ante ella misma de eualquiera omision causada pOl' esos sentimientos de pundonor que solo podia irnnjinar la delicadeza del viee-presidentes , Mas tarde, en Abril, aprobando las medidas que el ejecutivo habia tornado par notieias de un proyecto do invasion de If'S chilenos desterrados, «Ie encarecia \lis males a que el pais se hallaria espuesto continuamente si no se tomaban provulencias sereras para esearmentar a 108 delincuentess. Ese Congreso tan parecido a Ia asaniblea lejislativa de Rosas en su entusiasmo por constituir un gobierno fuerte i por autorizar el despotismo, em 01 destinado a dar el golpe de graoia a las instituciones liberales. En setiembre de 1830 habia devuolto a las comunidades de regulares los biencs que par lei de setiembro de 1826 se habian mandado vender, tomando aquella resolucion a conseeuencia de las solicitudes que al efecto habian heeho las municipalidades de Santiago i Concepcion, i quo el ejecutivo habia 1'000mendado. Esta manera de iniciar reformas retrograd as par modio de solicitudes de los oabildos, era UB espediente ideado ent6nces para dar un orijen popular a la derogacion de las leyes mas notables del gobierno liberal; i Portales se habia
-- 53'Valida de (\1para dejar asegurada la reforma de. la Constitucion antes de separarse del man do. Una solicitud, con este objeto, habia sido ele"ada por la Muuicipalidad de Santiago el 18 de febrero de 1831, al gobierno, i este la paso al Congreso de Plenipotenciarios, que uo turdo en dictar una lei rnandando circular la solicitud en todos los pueblos de la republica e invitando a 105 electores de senadoresi de diputados a que -espresasen, en sus sufrajios, si daban it sus representantes lu facultad de anticipar i convocar
. Ia Gran Couvencion
que 1&Constitucion habia en IH3G. La invitacion fue obodecidn como un precopto unnuimeuto i la Constitucion fUG derogaba de hecho pOl' los elec-
man dada
formal'
'tores, en la parte que determinaba 10 relative a su reforma. El nuevo Congreso, que habia sido elejido Call tal ineumbencia. no nos dejo grandee muestras de su laboriosidad en cl periodo ordinario de sus sesloaes: de modo que no dio a Portales In gloria de panel' su nombre en ninguna lei ni decreto -que merezea notarse; pero el Senano lc dio una muestra de respeto, cuando Portales roo1100i6, en junio de IHi31 la vioe-presidenciu de la Re publica, a que habia sido elevado por el voto de los electores ministeriales en las elecciones de aquel aDI): 01 Senado decia en su contestac on ÂŤque habla resuelto, acto continuo pOl' unanimidad, 10 siguiente: no ha Iugar a hi. admision de Ia renunciaÂť. POl' fin, el 31 do agosto, sin que el Congreso hubiera decretado todavia la reform a de la Constitucion, a que 10 hubian autorizado los electores, ~l ejecutivo adrr.itio la reuuncia que dun Diego
-64Portales hizo del ministorio, iespidio una circularfirmada por don Manuel Carvallo, como ofieial' mayor, anunciando este acontecimiento i lisonjeandose de que las fatigns i desvelos del ministrole valian la gloria de vel' couvertido el pais que la desgraeia tenia envuclto en la anarquia, m trmulllua mansion de la libertad. ÂŁ1 mismo exministro hizo burla de esto sal" casmo imprudente, riendose en su tertulia deaquolla frase i atribuyendola al jenio travieso del quo la habiz redactado, Portales bajaba del poder en e1 momento e.ll! que era cl urbitro absolute de la voluntad i simpatias de su partido. Pudo ser Presidents dosveces i 10 rehuso, pudo ser dicta-lor, como Rosas, presidente perpetuo como Santa CrUJ~, perl> jamus revelo tales inteneiones. Semejants desprendimiento que tanto 10 enaltece, i que nosproporciona In com placencia de rendirle un homeuaje que Ill. historia no le debe por iUS prin .. eipios, par BU funesta politica, por sus heohos administrativos, no era 10 que le haeia grande a los ojos de sus secuaces i companeros. Lo queestes admiraban i admiran aun era al hombreenerjieo i sin miedo para despotizar, al politicoaudaz que habia sabido arruinar lL sus enemigos, al ministro sin piedad que S6 burlaba de Ia desgracia que eausaba, i cuyas palabras burlesoas i aetos de rabia 0 despeoho so repetjan i revestian de los colores de 180 anecdota para aplaudirlos i ensalzarlos. [Funeeta j ridicula propension denuestra soeierlad a considerar grande hombre 801 que tiene Infulas de tirano i osadia para despreciar la libertad i encadenarlal EI ejemplo de esa osadla ha sido Iecundo, co--
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5i)-
e1 mal ejemplo, i como que es tanto mati f:lcil goberna'r arbitrariamentc que de un modo racional i ajustado al dereeho i la justicia, La porcion retrograde de nuestra soeiodsd, pOl' tanto, ha tenido varies hombres grandcr-; de BU gusto que admirar, pero ningun estudista a quien la historia dcba nplausos; pues la polftica conservadora, que es lu politiea de In rnentira i
InO 10 es siempre
de la arbitrariodad,
no puede
diocres administradores
0
producir
sino me-
mandoncs enerjicos al
estilo del que la Jundo entre nosotros. \'111 En los cuatro aOOE; que trnscurrieron despues de la renuncia, el gobierno polucon sc organize-
completameute, Iormulando las bases de su polltiea en la Constitucion de 1833 i las de su administracion ell los trnhajos de don Joaquin Tocornal i de don Ramon Cavare.ln que desempofiaron los ministerios qlW antes tenia Portales; i sobre todo en los del anti guo camarada de este ex-ministro, don Manuel Renjifo, a quien e1 habia lievado al ministerio de hacienda dcsdo e1 15 de Junio de 1830. Durante oste periodo figura Portales desernpenando en ulgunas ocasiones cl gobierno do Valparaiso, i retirandose por largos interval os al descanso i goces do la vida privada, pero sin perdel' jamas el ascendiente i la influencia que sus antecedentes le habian conquistado en el animo de todos 10s que
figurahan
en 01 poder.
Su con-
sejo era siempre solicitado i obedecido, i aunque 61 no tenia parte en los trabajos
organicos
ni po-
dia dirijirlos, eontribuia efioazmente a mantener
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56 -
ell el gobieruo la iuflexibilidad i el espiritu centralizador que le habia inspirsdo. El Congreso de 1831, despues de Ia separaeion de Portales, habia declaredo 130 necesidad de la reforma de Ia Constitueion de 1828, mandando format una Convencion compuesta de diez i seis miembros de la camara de diputados i veinte eiudadadanos, unos i otros elejidos -por el Congreso, i todos los cuales debian prestar juramen to de hacer reform a en l08 tl'!l'minos mas oporiunos para asequrar la paz i tranquilidad del pueblo chileno: (lei de 1.0 de octubre de 1831).
Esos tcrminos mas. oportunos no eran otros que los que pro.iujeran una completa centralizacion de todos los poderes en 01 Ejecutivo, puos los revolueionarios de 1829, que propiamente eran eontrarevolucionarios, porque reaceionaban contra uno de los grandes fined de In revolucion de Ia independencia, prolesaban eI principio de que la uuiea i mejor garantla del Orden estaba en la acuinulacion de Ia autoridad en el poder t jecutivo, i no en lu concordia de todos los intereses i de todos los derechos, que Be habia proeurado buscar antes por medio de las instituciones liberales. A pesar de In formaeion de lao Convencion, el Congreso sigui6 funcionando i Iejislando, no solaments sobro los ncgociados ordinaries de la administracion, sino tambien sobre objetos comprendidos en 10::' dominies de la Constitucion politico, pues en sctiembre de Ib32 declare que los arttculos (It: nquel c6digo relativos a mayorazgos exijian una especial decluracion Iejislativa; en enoro de 1833 mando suspender las elecciones de senadores, diputados, miembros de las asarn-
- 57i municipalidades, pOl' cuunto lu C,):l\'C; • cion habia ya derogad- los articulos cO!l",titut:iv nales relativos a este nunto.
bless
Los. trabnjos de la COil veneion f'uorou 1["11tOS, i aunque en su seno habiu una pefjw,ni"ima minoria de ultra-refw~iollarios, a en \'0 tl euto campeabn don Mariano E~al1a COil lI'll j!!'l).'"cdo de constitucion que orgauizaba el SCI1:t' 10 con scnadores perpetuos,lUe daba al Presideutc de la Republica la Iucultad de disolver In cruuara do diputados, que fijaba un mecanisme singularbi.IDO para la eleccion de aquel Iuucionari«, \lamIole, ademas, atribuciones de iiuueus« akallce entre las euales aparecia, pOl' primera \'I'Z, la de declarar en estaJo:de sitio la Herl'I!Jlica; 110 obstante, la mayoriu oonsnmo su obru ad')l'lulldu los !I~r· minos mas oportunos para eonstituir nil ejecutivo poderoso, hasta para anular i susp-uder cl imperio de la Constitucion mism», lleS\'I']lilll<!O las estravaguutcs exajeracioues de aquel proyccto tan calculado para suprimir el sistema parlamentario. Pero Portales cio tu vo parte on lu rdorma, i ei influyo remotamente en ella por medio de sus amigos, debio ser precisamente en contra de las pretensiones de la minoria, que de otro modo Cg· ~ habria pusado It ser la mayoria de In Couvencion. Entre tanto, como conocedor que era de todos los vicios ndministrativos que abrian nucha sen da al fraude i a lu dilapidacion en Valparaiso, vicios qtllJ traian su orijen de la epoca colonial i que no hnbian dosaparecido completamente en la adrninistracloa liberal, Portales se dedicaba a estirparlos, ejereiendo su autoridad de goberna-
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58-
dor 00 aquel departamento con una latitud hasta entonces desconooida, Para el no habia restrieeiones posibles, i su arbitrariedad no. solo era escusada por la santi dad del fin que se proponia, sino tambien celebrada i apoyadas por los gobernados, ante quienes el gobernador aparecia como el hombre mas astuto, mas franco, mas 'enerjico i mas poderoso que hasta entonces habia ocupado aquel puesto. Prevalido de esto prestijio, organiz6 la guardia nacional de Valparaiso, proeuraudoss fondos mediante el reseate quo hacia pagar a los grandes eapitalistas eomereiantes, a quienes daba siempre los puestos mas subalternos de In milicia para obligarlos a pedir su separacion a costa de una multa; i PUfoO a todos los empleos on rnanos do susdevotos, por 10 jeneral interinamente, para probarlos i tenerlos siempre dependientes de su voluntad. Todoa estos amanos i el lujo de arbitrariedad que desplegaba, aun en las medidas mas insignificamtes, 10 hieieron temible a los ojos do los naoionales, i encantador a los de los estranjeros residentes en Valparaiso, que celebraban con entusiasmo las cosas de don Diego. Despues de promulgada la Constitucion 01 2& de Mayo de 1833, Portales Iue nombrado consejero de Estado por decreto del 29 de aquel mes, i no pOl' eso vino a tamar parte en los consejos de gobierno, prefiriondo mantener su influencia indirecta por medio de sus estrechas relaciones con los ministros i del respeto absolute que el presidente Ie profesaha. Yu a mediados de 18;)2, este le habia espedido despachos de ministro de guerra, con edieudols una Iieencia para que pudiera prepararse para volver a la capital; pero
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5V -
Portales hubia hecho en Juuio su ronuneia definitiva, neglindoso tonazmente a aceptar aquel destine. Esta renuucia di6 marjen a que 01 go· bierno recabase del ('ongl'cso un voto de gracias a don Diego Porta los, en atencion «a la deuda de gratitud quo habia (,Olltraido In nacion para con este patriota distinguido, qne, nbandonando sus intereses purtieulares, habia contribuido tan senalada i etiC'fll.tncllte a lu rcstauracion del 61'den i al establ('('.imiento de la administracion ejecntivu sabre bases solidas que habian hecho revivir el imperio do la s leyos i In contianza publica.» EI Congrcso rlocreto «que el Presidente de Ia Repllblica diera Ins gn){'.i~~ a clan Diego Portales, a uombre del J .ueblo <:hi1ello, i lo Pll'S('lILaSC 01 decreto como un tostirnonio de la gratitnd naeional debida al colo, rectitu.l i ucicrto con que desempeno los ministel'ios dol 1nterior i de Guerra, i a los jenerosos esfucrzos CJllC hnhiu consagl'll.da al estalJleeimimiento -\(·1orden i tranquilidud de que disirutaba la 1',tiril1." (Setiom bre 2.+ de 1832). Esta ovncion oficinl de CJl1e era objclo el exministro, talvez tenia orijcn en In sl1po:,;icion de que su retire nacta de fjHC eI «stuviesc lastimado poria ingratitud de los que habian suhido al po· del' mediante sus csfner:ws; pern de todos modos, ella le .labu su \'cnladf>ro canicter historico, no en cuunt« (,I ('ongreso 10 snponia on su de-
creta resiuurndor
del respelo tc las
cionales, JI()}'qne al contrario,
il1difuciolles
esas
na-
instituciones
habian sido derrocadas con la revolucion, sino en cuanto 10 presentaba como el fundador del nuevo orden i de la sstabilidad del gobierno re-
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60-
.aecionario, cuyo fundador i director habia sido. I con efeeto, Portales mcrecia de su partido un homenaje, porque era cierto quo, abandorran-
-<10sus interesos particulares, habia eonsagrado sus desvelos 11 fundal' i fortifioar el gobierno erijido por la revolucion de 1829, pouiendo aL servieio de esta revolueion su dinero i su persona, i dedicandoss a asegurar su triunfo con abnegacion i desinten-s. EI habia rota con el gobierno liberal, es verdad, por consecuencia do la liqni--
daeion de Ia eontrata del estanco, pero aquel rompiIniento IlO habia estimulado su codicia ni BU
ambicion
que uvivando
personal,
ese era
su
merito,
sino
odio por el sistema liberal j su pur los liberales, 10 habia heeho IanS"
desprecio zarse a la empres& de destronarlos por medio de Ia revolueion. Consumada. la empresa i organi-
sado en 01 podor el partido retrograde,
Portales
estaba satisft-'cho i no podia tener otra aspiraeion que la de ver perpetuuree el orden de cosas que 01 tan eocazmente habia cootribuido a fundal'. Esto era mui lojico en su caractor franco i desinteresa do, i era tambien mui digno de la gratitud de su partido . Pero si era mcrecido 01 homenaje, 00 era justo ni verdadero (,I partido gobernante al arrogarse el titulo i representacion de la nacion para hacerlo, ni al declarar que la patria disfrutaba de orden i tranquilidad pol' los esfuerzos del ex-mi. nistro. Ni la nacion podia racioualmento sentir gratitud por el fundador del gobierno despotico,
que la habia despojado de todas sus libertadss, que no le dejaba tan siquiera la de la palabra; ni la tranqlliJidad publica estaba asegurada, por-que la tenacidad con que se persiguio al partido
- 61liberal daba ocasion a continuas oonspiraciones r par consiguicnte a una intvanquilidad perpetus .. Poem; meses antes de squel homenaje, los tribunales habiau juzgado la conspiracion de Labe i los sarjcntos; algunos meses despues, en Diciembre de 183:!, juzgaban la de Reyes i demas co-tees, i tres rneses mas tarde nuevas motines daban motivo nl (;ong~eso para invostir al Presi. dente l1e fueultados cstrunrdinarias, poria notable lei de ;~1 do Agosto de ] 833, cuyo preambu10 declaraba "que en 01 espacio de los cinco mescs antoriores se habian dcscubierto tres conspiraciones dirijidas a dostruir el gobierno existente, alguna de lus cuales maniiestaba haberse concebiJo un plan del oaracter mas atroz i desconocido hasta entonces ell la revolucionl Los document-s publicos de esa epoca nos dan pues uoticia de cinco rovoluciones, abortadas mas 0 menos en esc t.iempo misrno en que el voto de gracias saneionndo par el Congreso atribuia a Portales el rostablecimicuto del orden i de la tranquilidad de que disfrutaba la patria; i csto sin contar las inr.umerables que habian sido descubiertas durante su ministerio. Argiiian ademas contra el Iun-Iarneuto del voto de gracias 108 eentenaros de ÂŤhilenos que Iwbia dcsterrados en cl estraujero. 0 relegudos en las provincias, canfinados en t'l presidio de Juan Fernandez 0 encerrados en LlS careeles a disposicion de los consejos de guerra.
De consiguiente, la situacion continuaba siendo tau violenta e insegura como antes de Ia renunda del ministro Portales, con la diferencia de que sus sucesores en el ministerio, deapues de haber promulgado la Constitucion reforrnada,
se habian
dedicado
G2con empeno
cion de la administraeion, el sistema
de politica
a Ia organiza-
sin desatonder por
eE:O
que
aquel les habia trazudo i que ellos amaban i comprendian tan bien como 61, uniendo asf la utencion de los interest-s
publieos, eon Ja de los intereses del partido que ten ian que arnparar i sostener ell 01 poder. A su Iado se hnllaban entusiastas partidarios de aquel sistema i un inspirador Iecundo, 01 senor Eg-'l.f\a, autor del proyeeto de Constitucion que liabia sido desechado en lao Convenciou, i que, a posar de tal contraste, era el mas Iervieute instigador de la pohtica restricti va i absolutists. Can todo, eJ rninistro ROl1jifo, que tanto so distinguia por su laboriosidad i por 8U acierto en las modidas quo hubia tornado para reorgauizar
Ia hacienda publica, para aumentar las reutas j para establecer el credito sobre una base segura, prescindia hasta cierto punto de la politics militanto, i no prcstaba su asentimiento respecto de Ia protcccion decidida quo fill colegu don Joaquin Tocorual dispensuba a los intereses del elero i a la rehabilitacion de todos los elementos retrogrado芦 que habian surjido a Dote en la sociedad desdo 01 triunfo del partido reaccio-
nario. Pero esta diverjeneia, que di路) Iugar mas tarde
a una division
del partido triunfante,
no impedia
que
so observase rigorosamente en todas las medidas a(lministrativas 01 plan de ceutraliza-
cion: nunea se tomaba alguna sin tenor cuidado de que todo dependiera de Itt voluntad del gobierno, de asegurarle la depeudencia de todos los funciol1itrios, i de hacer que el solo Iuese el
arbitro
dispensador del poder i de los favores,
.-
G3 --
del bien i Jet mal, i hasta de los beneficios i garantfas que prometiau la Constitucion i las loves.
"Hasta eulonces till solo centro de autoridad, las Cortes de Justicia, ibn escapuudose de esu dependeneia sistematica, Lien que ya el poder judicial habiu sido invadido por el oj-cutivo desde que la nucvu Constitucion ponia a 3U arbitrio el nombramieuto de los ompleados judiciales, i
desde que le era hcito hacer juzgar, pOl' medic de consejos de guerra 11e militares, todas las eausas
de politic-a. Perc
piraeiones descubiertas gobierno la cportuuidad a lu independencia
una
de las vurias
cons-
1~i33 proporciono al .Ie dar un golpe terrible
(,1
judicial,
para
consumer
as!
In unica conquista que le quedaba quc hacer en las rejiones de 10 autoridad. No pasaha uquella de SCI' un simple conato, una conversaciou entre los corou eles Acosta. Arteaga i otros jefes; i el eonsejo de guerra, al juzgnrla, habia tenido que hacer una escepcion a su costumbre do aplicar la ultima pella, conde-
nando a los reos a destierro. La Corte Marcial, en segunda instancia, mitigo Ill. pella acortando el tiernpo de destierro. Pero C01l10 ya en dos de las causas de conspiracion, juzgadas en 1832, habia hecho otro tauto esle tribunal, revocando la sentencia de muerte Iuliuinada pOl' 10:-; consejoif de guerrs. (路1 gobicrno intento castigar seme. janto indepeudencia i deereto, el -卤 de octnb.
de 1S:j:>, cl urresto i suspension de los miembres del tribunal hasta la rcsolucion la-causa que los mando formal' pOl' torcida admlnistraeion de justicia, a virtud de la Iacultad que la Constitucion le daba para velar sabre la cumplida admi-
de
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64 -
nistraciou 11\) justicia, i de la consideraeion de que l(;s JUCCi'S habian infrinjido mnnifiestamente las leyes al dictar aquella sentencia. EI fiscal de l a Corte Suprema, don Mariano Egana. a quien la V07. publica atribuyo entonees In. medidu, i hasta la redaeeion del decroto del ejecutivo, acuso a los jueces pidiendo contra ellos las penns de infamia, de destitucion, de iuhabilidad perpetua i do destierro 11 una isla. fuudandoso en que los reos erun dignos del ultirna suplieio por estar eonvietos i confesos, no de un delito coruenzado 11 poner pOl' obra, sino de una conversacion sobre la necesidad de un trastorno. La acusacion era pomposa i aseverativa, perc el proceso la contradeeia en todas SIB partes; i 01 testo de Ius leves eitadas en ella era diamotralmonto opuesto it 10 que el fiscal pretendia hacerles deeir. La Corte /Suprema absolviÂŤ a los jueces, salvando de este modo la indepondeucia judicial do Iu invasion 11<,1 sistensa politico del gobierno; pero su aLsolucion no alcanzabu a reparar la grave of ens a hecha a la dignidad de los majistrados, ni mucho monos a moderar los electos morules del ataque: dosde entonces ya los jueces de. hian tenor eutendido que au independeneia e integridad para j uzgar podia traerles l'l odio dol gobiemo, i de sl;~nro que no seria Iacil hallar muehos 11l:1jis(ndos valientss que quisieran
nfrontar ('se odio, gro su eurrer.i.
0
por
10
mcnos, poner en peli-
IX EI gobi(~l'llo era poderoso: su marcha inflexible, sistcmrltiea, decidida, 10 habia rodeado de
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()[)
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prestijio ide terror, i la Iuerte organizaciou que se habia dado en todas las [erarquiss de su autoridad, habia asegurado defiuitivamente su triunfo ile de su partido. Los cuatro anos trascurridos, desde la separacion de Portales del ministerio hasta 1835, habiau bastado a sus sucesores para consumar I:> empresa iniciada por aqucl i elevar al partido pelucon n In plonitud de QU predominic, al zcnit de sn poder. Pero 1:1 reaceion colonial no se habia operado todavia completemente. porque en el seno mismo del partido triunfante hallaba alguna resistencia: ella alcanzara a todo 811 esplendor mas tarde, cuan.Io, eon Ia mayor nnturalidad i sin resisteneia ninguna, se crijan t-mplos al fundador de la colonia, a ti~ tulo de ser eI introductor de la relijion i de haber sido tan gran conquistador; cuaudo el publico se prco\;upe de milagros obrados en casa de un miuistro de Estado: cuando el mismo secretario universal del nartido reaccionario, el canonigo Meneses, subaal publico a saneionar "Oil su palabra de saeerdoto las supcrcherias que so armen sobre III santidad de un donado; CI1:1l1do, ell fin, la prensa oficial proelame con descuro q<JC eEl partido conservador tiene por principal mision 11\ de restablecer en la eivilizncion i en la sociabilrdad de Chile el espiritu espanol, i los imitadoros de Portales perfeccionen de tal modo el orijinul, que lleguen a dar su nombre al ~1<;teina de poltticamiciado por aquel. Pero 10 que es en 1835, todavia la 1" 路:\(路,~ilin colonial luchaba con los resabios (10 liberalisrno que aun se conservaban; i una. prueba de ello 1.13nemos en aquella diverjeneia que se abrigaba -sn fl seno del gabinete, i de que antes hemos
D.P.
~
ti6 -
heche morito. POl' esc tivmpo traspiro basta el publico esa eli verjencia, cop. motivo del proyeeto de una logucion a Espana para solicitar el reconocimiento de nuestra independencis, que el ministro del interior habia ionnulndo. Los amigos del mimstro de Hacienda ostallaron; i Benavente, 01 antiguo ministro de la eontrata del estanco, 01 eompanero de Portales desde la epoca del Uambricnfo. Iundo un periodico titulado el Philopolito; quo aparocio por primera vez el 3 de Agosto de aquel auo, con ~I objeto confesado de eorrejir el [anatismo 1 neglijencia dd ministro del Interior. «La pI'\-'wm periodica, segun el Philopofila, estaba on las mas ospnntosa uulidsd,» como que en realidad no habia papel alguno hasta entonees, si no era cl periodieo ofieial: pero el ejemplo del PlHlo]lolitafue fecundo i Iuego apareeieron el Farol pa.ra apoyar i defender al ministro atacado, i 01 Chileno i el Vola pi,bZuQ, J*~ -ra seguudarel ataque. El PhiJopolitase decbiraba liberal pOl' convencimiento i protestaba odiar 1& Urania, no obstante que habia contribuido tan eficazmcntc a fundarla: elojiaba Ia mareha delgobierno, daba su voto poria reeteecion del Presiderite de la republica, pero ~-oniaque c~l ministro del Interior era inepto, neglijente para todo, monos para servir al fauatisDlo, pues su 00nato era paner a Chile en el estado en que eataba Ia Espana de los aeiagos dias de los Felipes .• A mas de esto, desde su primer numero hizo -oposicion acalorada contra la mision que se prQrectaba para Espana. Estaba vista, la preusa opcsitora unicamente se sublevabs contra el triunfo del Ianatistn», 0 mas propiamente, contra III retl'ograd.acion del
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67 -
luI-cia uno de los vicios de la epooa colonial. El Farol adopto el sistema consagrado
-gobierno
por Ia prentiadel de [.ostismo, llama.ndo lo.drones, desorgllnizadores, revolueionarir,s, enemigos det orden 11 los es<.:ritores del PliiZIJ}Joli!a. a fin de eonvertir la discu!!io:l en disputa i dar pretosto a un golpe do Estsdo: pero lJev<', 8U indiscrec:ion hasta censurnr lllulignunwllle n.I millistro de Ha-
cienda.
La situacion pacifica, 0 mejor dlremos, sumi sa i obediellte, habia cesado, i esto ponia en conflictos 0.1 gohierno. 1'01' eso fue que 0.1 mes de babel' aparecido el PMlojlolita. el z 1 de fietiembre, fut" nombrado l'orUties Illinistro de Guerra, i traslad:incJose a Santiago, se hizo 01 centro de los amigos del GoLiaruo ide IOi; escritores ministeriale8. Los antiguos amigoos se !labian dividido: Garriclo i Monesos campeaban ell el Farol, Benavente i Gandarillas en el Pliil0}Jo-
Iiia.
Dos meses de8pl1l:S, !l (10 lIovielllhro, Portale~ reasumia adernas los ministerios del Interior i Relaciones Estt'riores, i Tocornal se dedicaba al de Hacienda. Henjifo hubia renunciado el ti de este mes, i el Philopoli!a, teiniendo sin duda esa -eoncentl'~ion de fj:.erzas en el mjni.~terio, terminaba su tarea en el numero decimo quinto i lamcntaba In separacion del Millistro de Hacienda. ÂŤLOB que quierandescubrir Ill. verdadera causa de esa perdit/a, decia, busquenla on eier-
tas
ideas
i en algunos
erroneas,
en
varias
suposiciones
heehos Ialsos que, de \ poco tiQWPO
a esta parte, guian la polftica do nuestro gabinete. All( encontraran 01 criadero del deacon.tento, compue.'9to por la credulidad, la astucia i
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Ia supersticion, i Iomentado por aulioos, cUYO" interes publico, esta reducido a. trabajar parrafos halaguenos para eada uno de los potentll.'路 dos.禄 A~i trataba de esplicar el Philopolita. COlUO una. empresa de la astucia i de la falsedad, Is. prefereneia que Portales habia dado a III. condueta i It la politica del Ministerio del Interior' sobre Ia del de Hacienda i de los antiguos amigos que tanto le habian ayudado en otro tiernpo a conquistar el poder; i Ie dirijia adem as un sentido articulo sabre los efeotos de la impo3tu-路 ra, recordandole que el mismo, Portales, habia sido vtctima de ella a proposito de la negociacion del ostanco, Pero si hubo mas astucia en 61 Ministro del Interior, no se debi6 a ella el triunfo de Ill. politics retrogada i absolutista sobre III poHtica flexible i liberal en relijion que 108 filopolitas habian inieiado, sino esclusivamente a. las simpattas i principios del hombre omnipotente: Portales pensaba como Tocornal, i eate no habia dado un pilSO sin au consejo: ahi estaba Ia solncion del enigma. Los filopolitas fueron derrotados, csyeron de-Ia gracia del Gobierno por huber pretendido tan solo ataear la supersticion i el fanstismo, no obstante sus prolestas de respeto por Ill. poli - . tics profsna del Gobierno; pero Is opinion publica comprimida hastaentonoes, como estaba, los acojio i les premio, con mayores simpatfns : que las que merecian, el pequeno esfuerzo que habian hecho por liberalizaral Gobierno, siquiern en cuanto a los negocios clericales, El Ministro Portales se apresuro R darles una prueba bien eficaz de su adhesion fl la polttica
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69-
-eornbatida, huciendo BU estreno con varios de-cretos sabre la separacion del Seminario Conciliar del Instituto Nacional, sobre el plan de es-
tudios esclesiaatioos, sobre el encargo a Italia de veinte i cuatro relijiosos de la orden serefica para 01 colejio de Chillan; i promoviendo al po-eo tiempo la ereccion del arzobispado de Santiago i de los obispados de Aneud i de la Serena. I esto no era porque el Ministro fuera Ianatico 0 siquiera piadoso, n6; sus habitos i RUS sentimien-
h, impedian serlo. Pero era lojico i sabia que sobre ser esencialmente fanatico BU partido, era el clero un solido apoyo de BU poder: i eso era 10 ~lue no hubian comprendido los pelucones tOB
filopolitas, EI movimiento de la prenss producido pOl' el Philopolita c",u!"(Jsolamente hasta diciembre. En 18313, durante los primeros seis meses, todo en. rnudecio, i el Gobierno asurnio de nuevo BU ac.titud imponente. PCI'D ya en Julio principio a. -carnhiar enterarnente la situncion, i entraron el Gobierno i la sociedad en una epoca de ajitacion ide actividad verdadera, que sobrevivio al Ministro Portales, i durante la cual desplego la ad-
-miniatraeion pelucona todos los recursos de que eran capaces SUIi directores i adquirio toda la gloria i el poder quo Ie ban servido
para perpe-
tuarse en el mando.
x En uno de esos dias, el rnenos pensado llego a. Valparaiso un bergantin; peruano, el 1"101' del Mal'. trayaudo correspondeneia del encargado .de negoeios de Chile en Lima. con la notieia de
,v -que el i de Julio en la neche 'habia zarpadodel Callao una espedicion contra Chile mandada pOl' 01 jenera] Freire i compuesta de la fragata Monteagudo i bergnntin Jenera! 01'1~.qoso, ambos-
de
III.
escuadra perunna.
EI ministro Portales
i al instants-
no trepido,
tomo las medidas necesarias a la seguridad del 6rden; i como si hubiera dudndo de la adhesion del Congreso no ocnrrio a 61 i se apresuro a espedir una circular declarando en estado de sitio pOl' seis moses las provincias de Chiloe i Valdivia, i pOl' sosenta dias In de Santiago i cualquiera
otra que Iuese invadida
pOl'
alguua
cspelicion
esterior. A] mismÂť ticmpo i en la rnisma fecha (28 de Julio), 01 gohierno comunico al CongresocI SUCC::iO, ucompunando copia do Ill. circular, en prueba de las medidas que habiu tornado, i usegurando que so ruiraba como un hecho guo la espedie ion se habia forrnado con la proteccion del
gobierno peruano. Las c.uuaras eontestaron. considerando laJ espedicion como un ataque a la independencia nacional, i manifestando. ~1)Jl fi,IllZlL en el colo del gobioruo. Con electo, los chilenos desterrados en Lima habian emprendido aquella invasion, en parteestimulados por eartas de Chile que les piotabaa Btl
el descontento de los pueblos por golJiemo
j
la Iacilidad que
111.
tirania del
habia de sublevarlos.
en musa. i on parte mui principal urjidos por Ia situacion penosa en que so hallaban pOl' las miserias i eonllictos de lu proseripcion. En esa epoea ol Pen} se organizaba bajo la direecion del Prcsidoute de Bolivia. Sabido es
que estando dominante en todo el norte del Peri la revolucion
de Salaverri,
sublevo Gamarra
-71el Cuzeo por su cucnta icon la aprobaeion del jere del gobierno de Bolivia dejando usi redueido al Presidente constitucional provisorio, jene. ral Orbegoso, 3.1 solo departamento de ArequipaEntonces Iue cuando el gobicrno de bolivia celebr6 con el plenipotenciario de Orbegoso aquel RingulRr tratado de la PU7-, el 2;) de Junio de1835, por el cnal adquirio la Iacultad de invadir el territorio peruano para intervcnir ell sus eontiendas i restablecer el orden nlterado, comprometiendoso Orbegoso 11 ubonar los gastos i a eouvocar una asnmblen de los departamentos del sur, can el fin de fijar las hast's de una nueva orgunizaeion. Santa-Cruz penotro en el tenitorio del Peru con un Iormidabla ejercito destrozo It G~Ill11rra en Yanacoeha, i en f'oea\,ilvll a S,i1a\'f'rri, a quien torno pr'j;;ioIlPl'o i fu:;ilt'; en Arcquipu eon oeho jefes mal'; tambien prisionoros; i dcspues de tanta matanza i de tanto do-ustre, sc pu~o a In obra Il路\ orgr.uiznr la Coniedoracion I'eru-Boli viana. La asamblea prometidn por Orbegoso se reunio en Sicunni, C inVOCll11<1o al SCI' Supremo, eonstituyo el Estado Sill} I'eruano, compuesto de Arequipa. Ayacucho, Cuzco i PUIlO, pOl' acta solernne do 17 de :\Iari:O de 1B~1fj.En Julio de aquel atio se debntia 芦n la usumbleu de Huara toda via la formaci on del Estado Nor Peruano, j 'a asamblea habia nomhrado entre tanto Presidente provisor io a Orbegoso, que tambien era I'residente del Estado Sud I'eruano. Tal era la situacion poliLica dd Peru, cuando zarpo del Callao la espedioion de los proscritos
ohilenos organizada al abrigo de aquella situacion. EI gobierno provisorio, que tenia unaes-
cuadra de onee buques sin ocupacion ni aocion,
-"72i sin iondos para sostenerlos, determin6 ponerlOB (:1\ arriendo: i los chilenos, que vieron oportunidad de' procurarse buques de guerra COD tan gran facilidad, se pusieron en movimiento i organiztuon BU empresa, mediant.e las relaciones que alli tenian don JOStS Maria Novoa i don Rafad Bilbao.
Pcro los ehileuos no solicitaron la proteccion del gohiern.o peruano, ni este la ofrrci6, ni 1& pl"estt~l A hnber sido asi, aquel gobierno habria mkptllllo, como podia, segun dice Santa-Cruz en su Vindicacion, medidns mas eficaces i mejor U).lcutlldns para 01 logro de RUS fines, i dado ausilios important-a al jeneral Freire para facilitarIe el triunfo.,. Tres cajones de tercerol!Ul, uno de sables i unos cuantos tiros de cation que los ospedicionarios se proeuraron eonlos pocos medies quo contaban, no eran elementos bastantes, ni siquiera para enipezar una insurreccion en Chile; isi {'1gohiorno pemano hubiera tomado parte en 130 empresa, scguramente no habria pt'rmitido pOl' su propio interes que se acometie1':1 ron tan insignificantes elementos. 1\'1'0 si la historia puede absolver a los chilelIG3 cspedicionarios de la falsa aeusacion de haberse puesto al servicio de uu
gobierno
estran-
jero contra BU propia patria, no puede escusar del todo a los depositarios de la autoridad que rejia entonccs en Lima, porque, sino prestaron su aquiescencia a la empresa, fueronpor 10 nWII(>Sremises 1 no emnplieron con el deber de in'jwdir In renlizuciou del proyecto de los des-
terrn.los, que sin duda conocieron (en tiempo. Novoa arrendo por medic de don Jose Marfa Quiroga la 1Jlotlleagltdo en 4,400 pesos pOl' un
--
73 -
"aria, con lu. !'iama. dj don J 0;;0 ~l :!.fia Rlrri 1, que tambien era dcsterrado chilena. Don Yic<.mte UlbistonJo arrenM el Orbl>.goso, par el ml8ffiO term;no en 3.:'>00 peso~ con 180fianza de nn Be:nor Letelier. Ambos arrendamielltos se hi.cierou por las autoridarles peruanas COil torlos los tra.mites acostumhmrlf)s, bajo un invclltario proli-jo, del cual 1"esulw.baque la fragata tenia siete <:ll.fiones de a doce icuatro de diez i ocho en la bodega, i el bergantin seis carronadas con veinticuatro cartuchos. Los arrclIdatarios tripularon sus hUfPleS en -el Callao, paganl10 a alguno::! de sus ll1f1rineros en III l'apitanitl de puerto; i tomullOOsus pareles l):1ra Guayaquil, 7-::;.rpnronCOil bandera peruana el 7 de julio en la noehe, pero sin llevur a bordo al jeneral Freire. Al dill. siguiente en alta mar se les junto el jeneral i monto .el OrblgoSOâ&#x20AC;˘ El coronel puga i .11~U~lOS otros se trasbordar()n -a la 11[ont,:agud'), i ,lauh) a C0n:>CJr 1\ 13. tripula-cion el ohjeto de la espe1licion, pmieron proas .al sur, i marcharon juntos durante seis dias. Su plan era tornar la gU:J.rnieion i los presos de Juan Fern:mdez i COlU:JUOS entrar a-Valparaiso, o en caso de no pader veritiearlo asi, dirijirse a Chiloe, dondo 01 jenera! contaba con antiguas si1l1patfus. I'ero en las alturas de Juau Fernau iez, 1311.0 de IlgO!ito, entre d¡y., i tres de Ill. ma.f\.a.na, 19. tripulacion de 42 homhre3 de la MmteaguJo, que navegaba sola, se sublevo, poniendo preso al coronel Puga i a sus compafieros que eran 11; i leyant6 una acta de adhesion al Gobierno de (ibile, aclamando comanda.nte primero i segun410 a It')jas i Zapata, que erau los caudillos de
-
74-
Ia insurreccion. Rojas habia coneebido Ia idea de este movimiento desde que supo el obieto de la espedicion, i aprovechando la oportunidad de haber sido comisiollarlo on alta mar con Zapata i otros para trasbordn- del Or!J('1/oGo las teroerolas i sables que trainn los espedieionarioa, se confaLul6 Con olIos f.l.eilmente, pcrsuadiendolos de que no tenian nada que esperar do una e~presa tan arriesgada, mientras que podian recibir pingues recompensas del Gobierno de Chile, i les ontrcgaban la fragatn. Rojas que era de una familia aristoeratica de Chile, habia fugado en au ninez de la casa paterna, i de marinero habia recorrido toda Ill. costa del Pacifieo. Despues de haber sido jornalero rnucho tiempo en Guayaquil, se habia trasladado 31 Callao. i halllindose mal on esto puerto icon la determinacion de volverse a su anterior residencia, kG enganeho em la ]/"on/r'agudo, pero se sinti6 violentamente contrariado cuando en Ia llaveg11cion supo eual era el verdarlero rumbo del buque i 001 objeto de Ia empresa. Animoso como era, i sin ninguua simpatia por los espedicionarios,' se propuso i logr6 cruznr sus planes. Entre tanto el Gobierno habia puesto en aecion todos sus recursos para exitar ol patriotisIna Can In idea de que la espedicion era un ataque del Gobierno peruano a nuestro, independencia nacional. Los antignos infalltes de Is patria i las milicias de Santiago i Valparaiso, porindicaciones bajadas de 10 alto, hicieron pomposos ofrecimientos de sus servicios, i el Gobierno Ies correspondi6 con decrctos landntorios. La gran rnayoria de la Naeion, no obstante, estaba a Ia espectativa de los eucesos, hacienda votes
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'15-
en d Iondo do !'u corazon pOl' 01 buen exito de lu empresa de los lillf'rales, cuyas desgracia~ los habian heche altamentwsimp:Uicos; perc como d terror inepir:\do porIa poH1iCll del Gobierno habia aniquibdo 01 cspirit.u pllulico e introducido la llescOllfial11,a, toe',os callaban i disimulaban sus espera1l7,as El Ii de 1\ j.!:Oi'lo £lor la tarde entraba en la hahia de \' a1paraiso III fragata JJOl1lcaylldo escoltada pOl' d AIJu/lr:s i las lUIlchas eaf!olleras, que, habiendo salidv a utntar a Jus buqu(~s cspedicionarios, ruvicron In fO:'tllHa de encolltrar lu Iragata ya nmdil1<t por in::,urn.1ceioll de nojas. El puch\o «utero ('or{)llah~t fJ)cbs las eminc\1l:ias i presencia ha en f;ilenr:io 10:: rrgoc·ijo,,; i algazara a
que so
entrq!,l1hall
10'; amigu:,; del (:ohierno.
EJ .lia Hlltt:rior hahia tornado a San Carlos de Chiloe el j('ncraJ Freire ron diez i ocho hombres, i se hahia ill<,tnlado .llli p:tcifieamenk a esperar
la
fl'ugata;
p~ro
CJ[Isu
lngar lIeW',la goleta Etiea
que iIla dar la uoticiu de In cspcdicioll, i cayo en poder de los espcdil~iollarios. Los Jias paf;fiban i el [enorul no tomaba llIpdida aJgUllll: apenas se habian enconinv1o .-!o::,ciento5 males Iusiles i resciblltm, pcsos.---l'rhiston(10 cscrihia a Lima
sobre 1" fortuna q;;c !mbian tcnido en la toma de Chi loc, LJcro laraen lahn, la escnsor. de annamento i (k~ia que !"i]o hubiera traido. habrian podido pOller en pic de ~uerra un ej,;rcito de euatro
mil hombref-.
AJ lin e\ Z~
ell
III
noche
lleg6 la lo'u:,;pira.b JJontl'aglldo, pero tripulada i armada p(Jr tropas lid G<.)\;ierno. Sll comandante Diaz linji6 una completa docilidad a las indieaeiones del practico que saUa a. introducir1a; pero a las pocas horas ya se habian apoderado
-
76 -'
-sin difieultHd del Orb~goso, de Is Eli,~a.i de Ius IOl'tlllezu8. AI dis 8i~niente, la autoridad desti . .-tuida Be reinstal6, el jeneral Freire con alguIIos -de sus amigos se asilaron
en una
baUouers,
de
douds los sae6 Diaz i los trajo prisioneros a Valparaiso. As! fraeaso en poco mas de un meg Ia mal calculada espedicion de los chilenos pros. critos, que c.'3timulados porsu descsperacion i engal1ados por sus osperanzas i por la t'e que" tenian en au causa, se habian lanzado sin re-cursos u una empress
tan arriesgada.
X[ EI Ministro
Portales
no se habia preocupade Otra idea antigull -en 9U mento )e habia dominado, la idea dlJ lie. var Ia guerra al Peru, como un medio de ocupar 路l.ltilmente 11'\ Moncion oe los:chilenos. afianzan .. do el poder de su partido i Jlenando la esperanza que abrigaba de poner 6rden en aquella Republica, como ereia haberIo puesto en Chile. Los triuufos de Santa. Cruz Ie hablan aJarmado, Ia organizacion de la Confederacion Pelli-Boliviana
demllsiado con Ia espedieion.
le infulldia ternor-s por Ia suerte de los Estad08 debiles quo ibun 11 quedar alrededor de aquel eoloso, In pretension de hacer un puerto de de. positos en Ariea preocupllba por 01 pot'venir de Valparaiso, la injustiJicable euspenslon de-
le
cretada por Orbegoso del tratado de Chile con el Peru, que habia ratiticad() el gobierno 00 Salaverri en Enero de 1835. i la c,~padicioll J(~ los chi-
Ienos espatriado8 Ie habiao irr] tado. Portales <Iejaba de SOl' no simple mandon: In ci,'cul1s!an. -eias habiun dospertado su patriotislllo i le con-
-7ivertian yu en hombre de Estado, que ei>1.enrlia: 6US mirus mas aHa de Sl1 gobiorno, que salia deIa orbitn estrc cha de un tiranuol0 i aspiraba llm~nlcncl' lu oignidnd de 8U patria. Una nueva IJZ de su "ida publica empieza nqut, i en ella se inanitiesta mas activo, mas fecundo, mas atrevido, que ouando se ocupaba solamente en perseguir liberales, como qlLl~ Ill. politica esterior le presenta \111 campo mas franco a su llrbitrarie,.cad. El 13 de Agosto, enaudo zarpababa la ]<[ou(ea.qudo pnra Chiloe, salia tam bien mui secretamente para el Callao 1:1 Colocolo i el Aquiles, al. eomando de don Yictorino <3llrri{)o, COil la orden de apoderar::le de los buques de guerra peruanas que cneontraran, a fin de retenerlos como preuda de paz,hasta que nuestro gobierno roeibierJr
del de aquella nacion las esplicacioncs i reparaeiones ancculLclas a la ofensa que le habia heche, amparan(lo 111cHlwtli,.~ioll del [eneral Freire. Al misuio tiem po se prollluignba la lei de na-
i so SlUH.:lOllUba la de 16 de A~ostOf al Presidente de la Ropublica para aumentar In Iuerza navlll con seis buques mas, o con mayor nurnero si con acuerdo del Consejo de Estado juzgase haber motive 0 temor de guerra; i amas faeu\t{lIldolc para levl\ntar un em prestito de cuatrociento~ mil pesos para llenar el pre!'upueslo de marma. ÂŁ1 Ministro Portales tomaba a su cargo lelantar este emprt\stito, repartia ~SljelllS i cmpenaba en ello todas BUS relsciones i valirniento. f:n el ministerio i entre sus ajeutes inti rnos se r.otaba una activid&d inusitada 1:1 peri6dico oficial escribia largos i bien disJfGCEtO'i articulos JXlra probar que el gobierno
vegacion,
8.ntorizando
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78-
peruano ehilenos
habia maudado Ill. espedieion de Irs contra nuestru independeneia. EI gobierno aeti vaba 01 juicio Iormado con tra losesped]. cionarios i mandaba igualmente formal' otro acusando de alta traieion a los guo habian he. eho en ese tiempo UII prestamo al jeneral Rivaguero .. ministro de Orbegoso, porque se suponia que el dinero prestado habia sido destinado a la
espedicion. En el Callao sucedian en la misma t:poea. aeonteeimientos singularos. EI Aquiles liuhia 1':0gada alll 01 21, dejando It la Colocolo en Aden, i a las doce de Ia noehe echuba al agua ochenta hombres
en cinco bote'S bajo la direccion
del ca-
pitan Angulo. 10.'3 cualos tomaron suoesivarnente al abordaje, pero sin resisteucia, i de sorpresa :a corbeta Santa- Cruz, el bergautin Arequipeno i Ill. goleta Peruana, uuioos buques
de la escuadra
del
Peru que habia all! en estado de sorvicios cuyas tripulaciones gozaban a esas horas del sueno mas tranquilo que puode nil militar tarnal' en el seno de la pa7.. A las dos de lu manana, esa nueva escuadra
de Chile estaba fondeada
fuera de tiro de
canon, i mas tarde su comandante oficiaba al go. bierno peruano diciendole que su iuesplicable condueta habia obligado al de Chile a tomar par su propia defensa aquellas medidas, para retener los buques COIllO pnmda de paz i devolverlos qui~a,si se le daban satisfaocioues suficientes. AI rnismo tiernpo entregaba a los oficialos i marineros que no habian querido continual' en 108 buques apresados sirviendo a Chile, i pedia que sa permitiora embarcarso al Encargado de Negocios i dernas clrilerios que desearan salir del
ren~.
-- 70 :-.ian1a-Cruz esta ba ya en Lima de Gran Protector -de la Conf'ederacion, que aeababa de quedar definitivamente oonstituida par la asamblea de Huaura, i su primera provideneia Iue la de aprisionar al Enoargado de :Aegocios de Chile" i ernbargar tres buq ues mercantes chilenos. Pe1'0 mui pocos minutos dospucs clio libcrtad al primero i cambio onteramente do aetitud, procurando entonderse pacificamente con el encargado de las Iuerzas navales de Chile, con quien a los pocos dias celebre una esponcion, dejtlndole retirarse con los buques upresados, con tal de que no continuase sus hos tilidadcs. Santa-Cruz no queria Ja guerra, i persuadido que nocesitaba primero orgauizar la Confederaciou, eornenzo desde ent6nces a procurarsc un arreglo pOl' las vias diplomaticas con el Gobierno de Chile, que obstinado en 10 eontrario, ncgo l'edondamentc lIU
aprobacion
a la esponcion.
La guerra estaba ya resuelta en 01 anirno del Gobierno, i E'1 apresamiento de los buques, ejecutado sin reclamuciones auteriores i sin la~ COIldiciones de cortesia i diplomacia que 01 dereeho hace preeisas,
era
una
prueba
eoncluyente
de
ello, porque era una hostilidad que solo pori ill justificarse por el estado de guerra. Nuestro Ministro ell el PCI'll S6 habia limitado a reclamar queseformase una sumeria indagatoriapara averiguar quienes habian Iorrnado In espedicion de los chilcnos, i negandose a ella el encargado de Ius relaciones esteriores del Peru, se hebia debao tido largamente el rcclamo, sin pasar adelante i sin reclamar en forma sobre la espedicion. Pero el Ministro Portales no entendie de f.6rmula, ni se sujetaba a las reglas del derecho: el repetia
---路80
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Chilo era la Inglnterra de America i que por cousiguieute no debia profesar mils derecho de jentes que 1.1 Iuerza, ni necesitaba do mas deelaracionos dp guerra para castigar al Gobierno (PIC
.lwruano_ Aquel acto de filibus'erismo,
que eometido
por-
los norte amer-ir-auos habria espantado al mundo i 1I0S habria autorizado para llamarlos prata,s, elevo IlL dotacion de II\. escuadra chilena a ocho huques, sin necrsidud do in vertir el emprostio. levantado: cinco buqueseran peruanos, la~lfonteagudo, el Orbeqoso, la Santa Cruz, el Arequipeilo,
i la Peruana, i a los tres meses se aumento este niunero con la eorbeta Libcrtad, que arrancada Jlo1' dos de sus oficiules del poder de sus [efes, deserto i vino a ponerso al sorvicio de Chile. El
Gobierno premio estadefeccion tan provechosa, talvez con mas liberalidad que la de los marineros de la :Jfontea,qudo, a quienes pur lei de 6 deSetierr.bre, se dierou s eis mil pesos do gratificacion, a mAS de quinientos a calla uno de ]08 eabecillas Rojas i Zapata, a. 105 cuales tambien se-
concedio una pension vitalieia de doseientos pesos anuales. Los ultimos meses de 路1830 fueron para el Ministerio <1egran laboriosidad. El de Relaciones
}:steriores empeno con el Plenipotenoiario de la Confederucion Pcru-Boliviana' una Iarga i prolija discusion di plomritiea sobre las complieaeiones que trnian divididos a los dos gobiernos; el del
Interior propuso al Congreso el proyecto de lei del rejirnen interior i el de proeedimientos judieiales en eausas ejeoutivas, i dio varies decretos. relativos a la udminiatracion de justieia; el de Hacienda se consagro a la reglamentacion de In
-- 81 lei de reconocirnicnto de la deuc1a interior i l\ la de varies ncgociados de rentas: i el de Guerra a. la organizacion de las fuerzas navales i .torrestres; de un modo imponente i calculado pam. inspirar serios temores al futuro ene migo. BI 10 de oetubre, pendiente ann lu discusion diplomatica, i como si 01 Gobierno de In Conle deraeion no se empefiaso, como se empenubu, en :\rreglar Ia cuestion paeificameute, soinetiendola a un arbitruje,
se promulgo
torizuba al Prcl'idellte.-ÂŤ no obte.nerreparaciones
la lei
que
au-
Pant <Jue en C:ISO de adecuadas
a los agruvios
que el Peru habia inferido a Chile, bajo condiciones que nfianzasen In. independcncia de esta Republica, dcclarase la guerra al (:ohierno de aquella, 1.aciendo presente a todas las naeioncs la justiciÂť
de los motives
que
oblignbun
al
pue-
blo ehileuo a tocar este ultimo recurso, dospues de estar eolmada la medida de los sacrificios que habia consngrado a la conservacion de In paz." Esta lei era un verdudero ultimatum, cuya notiflcacion se oncargc a un Ministro dil)lom:ltiro, don Mariano Egaila, que marcho a] Peru oseoltado por Ia escuadra nacional, i que declare electivamente Ia guerra. EI Congrcso ratitico esta decla-
racion en la lei de 26 de diciembre de 1836, Iundandose CI;J. que el Presidente de Bolivia, detentador injnsto de la soberania del Peru, arnenazaba la indep,~ndencia de las <lomas republicas Sud-Americanas; on que el Gobierno perua-
no. colocado de hecho hajo Ia inlluencia de Santa-Cruz habia ronsentulo, en medio ~ Ia paz, 4\invasion del territorio por un armamento de buques peruanos destinados a introducir la discordia i la guerra civil en Chile; i en que el [eneral
D.~
6
-
8:!
Santa-Cruz habia vejado, contra el dereeho de jentes, la persona del Ministro publico chilena. No cabo en nuestro proposito haeer Ia historia de aquella guerra, que es taroa de largo aliento i que por otra parte sale de los lfrnites de la epoca del hombre publico quo tratarnos de juzgar. El Ministro Portales Ia eoncibio i Ia emprendio con un atrevimiento de que no hai ejernplo entre los politicos mediocres que han rejido la Republica des rues de los Iundadores de la independencia; i aunque en un tiempo no flle Ia ernpresa aceptada pot' In opinion publica. ni tuvo ella fortuna de consumarla i de hacerla nceptar, empcfiando el orgullo naeional, forma ella sin embargo su gloria i el mejor testimonio de Ia euerjia de su caraeter, i de la fecundidad de esa intelijencia clara que habia recibido del cielo para haeer la felicidad de su patria, si las pasiones politicas no 10 hubiesen estrsviado ell el sentido de la arbitrariedad i del despotismo. La historia, que Ie considera como una vÂŁctima de tan funesto estravlo. debe tambien reconoeer la gloria que conquisto en sus ulimos dias.
XII Las conseeuenoias de su arbitrariedad le colo caban ent6nces en una situacion terrible, que le embarazaba naturalmente ell cl desempeno de la empresa tan ardua que se habia echado a cuestas, al hacer Ill. guerra a Is Confederacion. Guerra mas terrible, sin treguas i dolorosa, era 10 que tenia que sostener en Chile con los interesos que su politiea tiranica habia puesto ell ÂŤonflicto Los enemigos de la administracion esta-
- 83ban condenados por la persecucion a no descansal' un memento en la tarea de conquistar las garantias que se Ies negaban, i no veian en la guerra con el Peru sino un recurso adoptado para fortificar i cimentar el depotismo -le que ellos eran victirnas. Parece que la escitacion i el calor que el empeno de la Renublica habia producido, despertaban el espiruto publico, por tan largo tiempo abatido, en un sentido contrario a la ad. ministracion i al ministro que aparecia como su mejor apoyo. Asi es que esa epoca, en que el gobierno apelaba al patriotismo para salvar el honor nacional empenado, los enemigos <lei gobierno acudian tanibien al patriotismo para reconquistar las libertades publicae, conspirando, a merced de In situaoion. No habia en esto sino un resultado mui lojico de la politica restrietivn e inflexible del miuissro Portales. que le enajenabs la voluntad de una gran mayoria i le hacin antipatieo aun en la ernpresa mas patriotica i mas iuteresante al pais que habia aeometido. EI ministro uo comprendia que su apelaoion al patriotismo habria sido eminentemente fecuuda i provechosa en aquellas eircunstnncias, si 'hubiera ido ac-ompanada de una amuistfa completa que diera a esa apelaeion el earacter de un abrazo fraternal para empenar el putriotismo de todos en una guerra verdaderamente nacional. No, cegado por su pasiou polttica, se creia fuerte con solo su partido para hacer frente a sus an. tiguos enemigos interioros i a 8U nuevos enerniI'OS estranjeros, i deseaba llevar al patibulo a los desterrados que habian ~do la espedieion a CLiloe i perseguir COIl mas ahinco a los que -conspirebau. 1Funesta aberraeion de 1a puIitica
-
84-
restrictiva, que siempre pierde a los que la pa路 decen! En Noviembre de aquel ano denunciaba el ministro ante el Congreso una nueva eonspiracion, las mas atroz que hasta cnt6nces se habia descubierto, porque estaba fundada en el espantoso proposito de asesinarle, Los dfscolos no descunsan, decia el ministro, i ni la situacion do In. Republica los contiene; i proponia que se otorgasen al gobierno las mismas facultadcs estraordinarias que se le habian dado en la lei de iH de Agosto de 1833, eou la calidad de qUA bastara el acuerdo del ministro del ramo respective para estender estas facnltades a los intendentes 1 demas subalternos, sin necesidad del de la mayoria de los ministros que aquella lei exijia. EI Congreso aprob6 el proyecto eI 9 de Noviembre pOl' el termino de seis meses, i el gobierno arrastr6 a las e.ireelos i al presidio de -Juan Fernandez a multitud de ciudadanos, haciendo cesar un periodico independiente que se hahia fundado can 01 titulo de Rl Barb-metro. La guerra ardia en 10 interior i esterior de la republica. EI 18 del mismo mes, la Corte Marcial sentencia la causa de los espedicionarios, revocando la condeuacion a muerte que el consejo de guerra les habia impuesto, i eondenando al jeneral Freire, al coronel Puga i otros a destierro pOl' diez anos, i a los demas por oeho en el Ingar que designare el Presidents de la Republica. Esta senten cia hizo un efecto siniestro -1m el gobierno, el ministro Portales se sintio violentamente contrariado, i no vi6 en ella sino una abierta oposicion a su politica: i en efecto algo habia de ella, porque los miembros de la corte, annque amigos
-
85-
sinceros del gobierno, habian querido salvar la vida del heroe a quieu juzgabnu, pcrsuadidos de que si conHrmaban
la seuteneiu
del
eonsejo
de
guerra, ('I gobierno le haria ejecutar. Inrnediatarnente el miuistro paso Ia seuteucia al fiscal de la COI'te Supremu para que si Iu consider aba ..como el gobiel'l1o, contrur ia las leves acusase a los jueces que la hahiau r1ictado; j e1 21 espidio U11 deereto mandando a aquel funcionario que pidiese ciertas declaracioncs de la senten cia, de las cuales n~ habia III menor necesidad, pero que dubau a1 mini ..-Iro la Iucilidud de roiutar la ssntencia de un modo hirientÂŤ mostraudo los inoonveuientes ql\t? tulia 01 dejur con vida a tan terribles eonspiradorvs. L[lS declaruclones se versahan sobre (,,,;las dudas: ({1." Si el gohi(;rno puede 0 no tomar ~cgUl'i-
dades
p<..LI'U
qne
IO!:i
rcos, en vez de ir a eumplir
10,sentoncin al punto que el les ~\Jlule,no se vayan a Luna U consplmr p01' <-;cguntla i Ierceru YPZ contra 10, indepcndenciu i uunquilidad de la Republica, 2." Si cl gobiei'll\) purliesc podir O::3llS segur-ic1ades j los reos no quisiesen (1:Ii 1:1:.;, esp : rando que COil esta JoIegati \<1 obtendiuu pOl' ulti mo rosultado el que el gobic.l1o no pudieru dc jarlos ir a Iormar su cuuitel jeliond dc iusu: fOC,cion en Lima .â&#x20AC;˘ intes que ocupudos aqui inismo on sus maquinacioncs pueduu pCl'judiear mas 1.1 causa publica en los momoutos (i uo ul p,lis cst.i empeuado Oil una cuestion de la mayor gravedad can ol gooiemo del Peru, en cuyo desenlace puoden influir eticazmente los discolosrgpodra usar de coaccion para iuaudarlos al punta quo les senale, a costa de quien se bad este gasto i que providencia tomara 011 caso de que no se quieran
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86-
adrnitir pOl' ol gobierno del punto a dondo se lemande? 3.&Si no dando las seguridades i no ego lando ningun gobierno obligadoacustodiarlos. se volviesen a III Republica 0 se fueren II conspirar nuevamente en el Peru, i cuales son los medics de eoaecion de que se valdria el gobiemo para. eontener a los espatriados u obligarlos al eumplimiento de la sontencia? 4.& Si las costas en que se les eendena solo deberan ser las del proeeso 0 deben tambien comZJ1'cnder los gastos que harz causado al pais ron. fa incasion?Âť
La Corte evacuo la declaracion en los terminos en que 01 Gobierno mismo podia haberse resuolto tan candorosas euestiones, pero respondi6 evasivamente a III ultima en que ya se iniciaba la idea de la responsabiJidad civil pOl' delilos politicos, que veintioineo anos mas tade ha side crijida ell lei del Estado. EI Fiscal Gutierrez respondio al mismo tiempo qno la Cortedebia ser acusada, i el Gobierno espidio un de. ereto suspendiendo a los [ueccs poniendolos en arresto i mandandobn, aeusar, esceptuand 0 sin nmbnrgo al rejente i al vocal Mardones que, parrevelaciones del acuerdo, so sabia que - habian votado 1'01' In pen a capital: Este segundo ataque a la indepcndencia judicial, <.'onsignado en decreto del 24 de noviembre, mostr6 una vez masque el Gobierno estaba resuelto a obligar a los tribunales ordililarios a respetar i segundar au polftica It todo trance, DO bastando para ello el plan adoptado de nombrar jueees interinos a 108 que 3spilUbnl1 ha hl.lcer earrera. jI sin embargo. en nuestros dias se ha presentado a aquel Go. bierno como el fundador i regularizador de la administracion de justicia!
-- B7Pero el Ministro no quedo satisfecbo con la solueion que Ill. Corte habia dado a sus preguntas, i ereyendo que no bastaban los medics de coaccion de que 01 Gohierno podia usar para los easoe indicados, i pOl' otra parte cousidcraudo inseguro el presidio de Juan Fernandez, pOl' las evasiones que ya habian sucedido, presento at Congreso el proyecto que Iuc lei de '27 de enero de 1837 i ~sf se tranquilizo respecto de 108 espedicionarios de Julio que habian salvado del patibulo. Esa lei establecio que:--« Los rcos politicos relegados 0 desterrados sufririan prccisamente la pena de muert si quebrantasen su condena 0 destierro, debienrlo Ill. autoridad ejecutarlos dentro de 24 horas sin mas proccso que el heeesario para comprohar In identidad de Ill. perso1111, i sin que de sus procedimientos se pudiese interponer recurso nlguno.» E:I barbarismo , de esta lei, que derogaba todas las leyes de procedimientos judiciale» esta patente i produjo una indignation jenerul. 'I'odavia mas, las Iacultades estraordinarias i todas esas preoauciones no bastaban: el ministro temia siempre a la guerra que so veia preeisado a mantener por su politica interior. Las leyes i las formulas le molestaban, i se le pre· scnta sin embargo como el modelo del gran gohernantel No sabia, no podia, no queria gobernar de un modo regular, i de esta situaeion naeio lu celeberr.ma lei de 31 de Enero de 1837. El ooruplaeioute Congreso de entonces abatio BU dignidad hasta et punto de tenor la impudencia de « Declarar en estado de sitio toda la Bepubliea, por e1 tiempo que durass la guerra con e1 Peru, autoriznndo en consecuencia al &-esidente
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para IIsar de todo cl poder p(lbli, priulencia kallare neceeario para rejir ei
de Ia Republica ('0
que
Sit
Esirulo, sin otra limitacion
que la de no poder por si ni aplicar penas, debiendo ernaliar Ost08 actos de los tribunales establecidos 0 quo en adelunte estableciere el mismo Presidente.Âť La exujeraeion absolutista habia llegado a su colmo. qlleuabamos treinta afios mas atras, en plena colonia: po del' absolute i arbitrario, clase pri vilijia.!a, la do lo~ adictos al poder, fanatisruo triunf'anto i dorninante, terror, nulidad del espiritu publico, postracion .universal.. _EI Oongreso de Portales no hubia ahierto la Constitucion, no le habia hecho el saluda de los duelistas antes de matarla; el golpc habia sido alevoso, ciego, rabioso. Aqucl Congreso traidor a la patria, a Ia revolueion de 1810 i a su propio C6digo fundamental, no liabia visto que no curnplia con In parte vijcsimu del articulo 82 de este Codigo con determinar hi durueion del Estado de sitio por el ticmpo que durnse Iu guerra con el Peru, puesto que aq uellu disposicion exije un determimull) til'JI1j10, i em mui incicrto 0 indeterminado i \',Igo el de la durueion de In guerra. Tampoco entendio el articulo Hi I, que suspendo el imperio de la Coustitucion durante el ostado de sitio. pero solarnente en cuunto a, las garantias in<li~ viduales, i no Oil C!1:111tO al orden constitucional, ni pam traslndar a manos del Presidents la nutoridad de todos I(>~ poderes constituidos, ni todo el ]iorTe}' p/,!Jlir'o qnc W prudencia hallare ncccsario parÂŤ )'t;jir (J Ertado, pO!'tIno semejante traslucion seriu un ural mayor que el que autorizara In declaracion de sitio, cualquiera que Iueso. Pero a mas de tarnanas infraeciones, aquel COll<lCI1111'
-- 89Congreso rclractario, no satisfecho cou (tIlCO mendar Ia suerte de In. Republica a la prudencia
arbitraria del Presidcnto, ~e autorizo tarubicn espresamente para establecer tribunales especiales, atropellando
Ill.
Constitucion,
que
quiere
por su
articulo 134 que ninguno sea jU7,~'iclo pOl' cornisiones especialcs, i !lite por BU urticulo WI dispone procisamente que las medida-: que touiare el Presidente contra las personas,' ell estado de sitio, no puedan exeder de un arresto 0 traslacion a cualquier p.into de la Rppublica. Esta terrible lei prohibia al Presidente condenar pi r SI, pero le daba el po del' de oondenar pOl' m- dio de los tribunales estraordinarios que est>!bleciere, para no verse obligado a respetar la jurisdiccion de los ordinaries, que juzgando conforme a las leyes existentes, podiau eontrnriur su poiitica i limiter su poder absoluto. E~ ci"rtn quo tal Dieiaduru l'l';L deterrninuda POl' la durac-iou de una glHtlT<l iu.letermi.iada, p;~l'olos ef'ectos de las me-
didas que dictara eran permaueutes. tUn poco de menos desintores personal en el ministro Portales, menos modestia i patri '~.iSI~10 en sus companeros de gobierno, i la monarquia absoluta habria quedado establecida para siempre, con cualquier nombre, con cualquior pretest.i! j La execraeion . de la posteridad oaiga sobre 81 aquel Congreso nsf couio posa sobre ella tre-
menda improbaeion
de la historial
Dos dius despues de creada esta Diotadnra, 01 ministro Portales espedia Stl tan conocido deereto de los Conscjo de .'I/I('1'1'a pcrmanentes, eatendiendo a la necesidad de rClHO\'8I' las causas que f!\.vorecen Ia impunidad
-Ie los delitos
politicos,
los
mas
perniciosos para las sociedades, i quo consisten
'- 90principalmellte en los tramites lentos i oiciosoe a que tienen que cenirso los tribunales ordinarios.禄 Compuestos aquellos consejos del juez Ie.. trado nombrado por el gobierno i de dos indivi(~uosmas, nombrados tam bien pOl' el gobierno, estaban destinados a juzgar los delitos politicos i los de infidcncia () intelijeneia con el enemigo, oualquiera que fuese el Iuero de los reos 0 su lase, con arreglo a la Ordenanza militar, segun un sumario Iorrnado par noticia 0 soepecha del delito, 1 en el termino de tres dias contados desde la terrninacion del surnario i dentro de Ios cuales debinn practicarse todas las dilijencias del juicio. De In senteneia de estos consejos no se concedia apelacion, ni otro recurso alguno, sino el que fueso dirijido a haeer efectiva la responsabilidad de los jueees pol' su sentencia o porque dejascn pasnr mas tiempo del concedido, pues 01 gobiemo temia, que hasta esos jueces Ie fueran infieles.
Un mes despuos, ya esos consejos manchahan nnestra historia con 18. sangre de tres vietimas inocentes acusadas de una conspiraeion aislada, sin elementos, sin acto algona que la eomprobase; i tres meses mas tarde caian otros nueva desgraciados bajo la ouehilla de aquellos sangricntos tribunales ... jNo toquemos el velo del olvido que encubre tan atroz hecatombe ofrecida en aras del despotismo! Lloremos sl el estravio de la politica que busea el respeto de las instituciones en la vio'acion de las leves sacrosantas que aseguran los derechos naturales del hombre! Protestemoe ei eon Ia conciencia de la tustoria, que sera Ia de la posteridad, contra. ese estravlo que pretende, que aspira a presentar co路
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91 -,
mo el grande hombre do una Republica al tirano que In degrade con su despotismol Aquella institucion tremenda tenia el canieter de un ataque violento i estraordinario a In Constitucion i n las leyes de la republica; pero I}I historia no puede complacerse en presentarla como un heche aislado i remoto, porque a fin Ill. perfeccion del sistema politico quo la dicto ha 10grado convertirla ell una institucion ordinaria, autorizando, por medio del articulo f>o, titulo 76 de la Ordenanza del ejercito, It los consejos de guerra ordinaries para juzgar sin apelacion, i sornetiendo ell la prrictica a sernejautes tribunales to(1os los c.elitos politicos, cualquiera que sea el Iucro 0 clase de los delicuentes, Asf, 10 que fue un recurso estremo en manos del ministro Portales, ha lIegado a ser en las de sus sucesores un medic CODlUll i ordinario. XIII Tranquilizudo un tanto aquel ministro con las providencias que habia tornado coutra los enemrgos que les suscitaba su Iunesta politica, coneibio In plausible idea de aprovechar SIl poder absoluto para organisar la administracion: i con~idera!1d~:",~;~pO<t~rpublicoquo. e~g?bierno mvesha~~~reJlr el Estado no debia Iimitarse a los negocros de la guMia con el Peru, sin embargo de que est a guerra era el unioo motivo de la uutorizucion, eniprendio la tarea de lejislar sobre III adininistracion de justicia, para que su dietadura uo Iuera esteril. --~-~;Pt~-poera organizador: la limitacion de sus ",,?!,!!'~Q1jentoB i su mismo caracter impetuoso i
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dominants le impedia serlo.
no
Ell
el primer perio01 horn-
de su mando habia sido simplernonte hro <Ie acciou, no de organizacion, para
consoli-
dar 01 po.ler de 811 partido; i en este scgu.lo era siempre e1 hombre de acciou, e1 luchador tenaz i nreocupado pOl' su poder, )10 el estadista de miras v.istas i jenerosas, <: e esperiencia i de conocimicntos, do espiritu clevado i prudcnte. l'ero pOl' su fortuna, 0 mas bien poria de su partido, tenia a su lado a algunos hombres entendidos, que, aunque de espfritu estrecho i preocupados tarnbien par el proposito de hacor que la autoridad 10 supcrase todo, pod ian servirle en Is tarea de organizar Ia adrninistracion. El primoro de ellos em Egal1a, el amante apasionado
del podor absolute,
el que le surjirio
to-
das las reformas judiciales que se efectuaron can la dicta.lura. Esto era 21 autor de uu proyecto de "l,llllil/l.<'!ud'ion de ./II'-'Iici'( que en d ez i nueve
titulos i !Hn aruculos
so habia presentado
en 18135 al Consejo de Es-ado i al Senado, En el prim-ro de estos cuerpos habia sido desechado, porque se creia que era" necesario plantear primero Ia organizacion de tribunales, i on el segundo habia que.lado encarpetado, despuss de algunas futiles discusiones, en que 01 autor habia tenido que sufrir las bufonadas de don Manuel Jose Gandarillas. El proyectista contrariado entonces, habia I(liP ado despues que el ministro omnipoteuto hiciera honor a su trabajo. A rnediados do lS:W hulia presen tado 01 1\Ii'n ist ro Portales, GOIllO proyecto de lei, al Congreso k s titulos G.o, 7.째 i 8.0 del trabajo del senor Egana, cuyos titulos se versaban sobre el
-
procedimieuto
$):3 -
en el juicio
de
cjecutivo
i con-
cursos de acreedores. i habia declarado en el mensaje que e-te trabajo era el original de aquel proyccto. El ~ de Febrero de 1837, el misrno din en fJue so cspidio el decreta de los eonsejos de guerra, prornulgo tnmbien el titulo 15 del proyecto del seuor Egal1a que trataba de las implicaciones i rccusaciones, i otro dccreto eonteniendo la parte que determinaba cl modo de fundal" las setencias: el titulo 16, que pasabu a ser lei, em un complomento de la iustitucion de los consejos, en cuanto los vocales de estes triunviratos sangrientos podian SCI' recusados; i el otro dec rota satistar in In necesidad que el Ministro sentia de obl gal" a fundal' SIlS sentencias a esos tribuuales ord.narios, que a merced de sentoncias no detalladas habian escapndo "arias vfctimas de h politica conservadora. E18 del misrna mes convirtio er, lei el proyecto sabre juioios ejecutivos que nun pendia ante el Congrcso, de cuya saneiou
no tenia necesidad
c1 ejecutivo
desde que investia toda la suma del podel' lJ/tlJlic'), como se decia entonces; i el 1.0 de Marzo promulgo la seccion primera del titulo 13 del provecto de Egafia, la cual trata del recurso de nuIidad. Aparte de estas relormas, espidio, en forma de decretos, otros trabajos del mismo autor sobre Ill. competeneia de lOJ jueces de menor cuantia para conocer en delitos leves, i sobre Ill. revista de las causas criruinales, en cuya disposicion se halla Ill. estravagante anomalfa eentralizadora de dar a los gobernadores departamentales facultad de juzgar ei la pena correepoude al del ilo en las causas verbales que hubieren sentenciado los j.icces ordinaries. 'Iambien dieto
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94-
una nueva organizacion de los ministerios de Estado, creendo el departamento de justioia, culto e instruccionnublica. Mas todas estas reforrnas no adelantaban un solo paso Ill. organizaciou demoeratiea, porque si bien simplifioaban las formal; de Is antigun lejislacion espanola, en materia judicial, censervaban i Iortiflcaban '31 espirito de esta lejislaeion, como que eran tomadas de las reforrnas proyeetadas en Espana, i, lo que es peor, copiaban estas de una rnanera eonfusa, mal redactada icon modificacioues ilojicas e incoherentes. En jeneral todas las leyes, todos los actos de aquellla administraelon, tanto los destinados a proniover i fomentar los interesos sooialos, cnanto los que tenian pOl' objeto In regularizacion del ejercicio de la autoridad, estaban dorninados de un esptritu: 01 de Ill. politica esclusiva i restrietiva, puesto en juego para asegurar el predominio de un partido en el poder, cuyos intoroses i cuyos principios oran retrogados i contraries 11.1 desarrollo democratieo. EI partido pelucou orgauizaba de nuevo Ill. Republica, segun tales intereses i principios, i puede jactarse de haber impuesto su sello a todo nuestro mecauismo politico. La alta imparcialidad de In historia no puede aceptar un juicio diferente, ni puede tributer elojio a semejanto reaccion. Mas como semejantes trabajos, estranos 8 III eornpetencia del Ministro Portales, no Ie exijian mas que su'firma, podia 151 consagrarse; como 10 hacia, con todo su empei'io a Ill. orgauizaeion del primer ejercito que debia Ile\'ur Ill. guerra al sue10 de los Incas. Esta em su idea dominaute, In idea que 10 engmndeciu i 10 haela hombre de
- 95Estado, i entonces podia darle todo su vuelo, porque estaba tranquilo en cuantoa su dominadon interior. Le parecia que teniendo el poder de encarcelar, desterrar i condenar a muerte, tenia Ja sujetos a sus enemigos politicos pOI' el terror, creyendo, como tantos tiranos ilusos, que el terror era 1a base mas solida del orden, 1a mejor garantia de su estabilidad: no conocia 1a historia, no se le a1canzaba nada de achaques del corazon humane, no sabia que la hija primojenita del terror es 1a conjuracion, 1a conjuracion que no puede buscar su apoyo en el espiritu publico que no existe, sino eli la alevosia, unica seguridad del que conspira a la sombra del terror. La conspiracion estaba latente. La Dictadura, los consejos de guerra, los destierros, e1 pattbu[o, no habian hecho mas que activar las pasiopes, irritar a los enemigos de la administracion, ~f1scinarloscon la idea de que no tenian otra sa1'(acion,ot1'o porvenir, otra neeesidad, que des'(,til' la auto rid ad ominosa que despotizaba. EI ministro recibia de vez en euando denun;,1iosque desechaba con deaden, confiando en el ~.,e1'ro;路, Se I.eanUl~ciaba que Vidau:re, el militar ~ue el habia suscitado, engrandeCldopara que l;;,rviesede guardian de su poder, conspiraba; i ~1ministrodesechaba el denuncio como un eseso del celo de sus espias, porque no se imajiaba que Vidaurre tuviera otro estirnulo mas Ito en su eorazon que Ia gratitud por el minis1'0 que halagaba i satisfaoia todas sus ambicioes de militar, i que hasta 10 mimaba con earios i obsequiosamistosos. En el desgraciado mi'ist1'o se verificaba entonoos e1 proverbio anti.
O-Cttm vult perdere Jupiter dementat.
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D6-
XIV Los anuncios se rcalizaron al fia de una manera terrible i euando el ministro estaba mas lleno do confianza. 1':1H de Junio de 1837, a las dos de In tarde, se complacia en revistar el rejimiento ~[aipo en la Plaza de Quillota, donde se acantonaban las Iuerzas que debian espedicionar al Peru, i Iclicitaba al coronel Vidaurre por la brio Ilante discipline de sus soldados, De retirada a su cuartel, el rejimiento hizo una evolucion i circulo al ministro i a sus acompanantes: Vidaurre les intimo prision i los encerro con una custodia de ciento cincueuta hombres, haciendo poner grill os al rninistro, Despues puso cerco al cuartel de cazadores do a caballo, i al fin de una larga conlerencia con su .efe, logro asociarlos al mono tin; pero el comandante Vergara que habia aceptado, pOl' no poder resistir en aquellos mementos a la fuerza amotiuada, se separo con 224 oazadores, en cuanto tuvo II SU disposicion las cabalgaduras que eutonecs le faltaban. Aquel movimiento tan inesperado, cause pre-' funda sensacion en Santiago i Valparaiso. El gobierno i sus purtidarios no pudieron considerar10 aislado i purameute militar, i se sobreeojieron de espauto i de indignacion a presencia de Is. estupenda ingratitud que el jefe revolucionario cometia con su bienheohor, con el amigo que 10 habia enaltecido hasta el punto de meditar en esos moment/HI elevarlo al jeneralato i marchar con el a III guerra para haeerlo participe en a1 Peru de la gloria de ascgurar 01 orden en aquella reo publica. Pero los onemigos del gobierno, para quienes no aparociu en primer termiuo III ingra ..
-97 titud de Vidaurre, porque no comprendian que solamente por danar i vejar al amigo, al prot-o tor, BO avonturaso a los riesges inminentes do una insurreceion, v.erou en aquel solauiontc aLJ¡ negacion i patriotismo, i 10 creyoron su liberta-
dol'. Cuando
C:lI
la manana del domingo -1 de J unio
lleg6 a Santiago la noticia, 01 palacio del presi dentc Iue iuvadido por una multitud iumensa que, avidr, de saber 10 cierto, lleg6 hasta entre
verarse con los personajes dol gobierno: todos preguutabau, i nudie tornaba provideucia algoDu. ui nadie se hacin cargo mismo ponia en pel.gro
de que aquel desorden a los gobernautes: alli so
disputaba, t;e conjeturaba, so lumoutaba, se aplaudia, i al lado de los partidarios de Iii autoridad que vituperaban i se aflijiau, se hallaban 103 opositores que aplaudian i se felicitaban. Si el motin de Quillota hubiera tenido alguna relaeiou medianamente organizada en Santiago, habria sido en aquel acto segundado
con el major
resut-
tado. Pero tan Iuego como so modero la primers impresion, el gobierno desplego toda su aetividad para poner en aoeiouuqut i en Valparaiso sus inflnitos elomontos de defensa. Entre tanto los revolucionarios 113.Lian levantado un acta, que firmaron todos los jefes i ofidales del canton, el eoronel Sanchez el primero, monos los comandantes Garcia i Necochea, que
habian
sirlo
que estabuu
aprisiouados f'uera
0
con
el. ministro,'! IOf>
on comisien.
ro auto todos q Jt: aq uella.actaer'd.
Vidaurre declasu basulerÂŤ i
sa proclama. En sus conversaoiones, no obstante, decia a lossuyos que en su concepto debian COIlS8l'V,USâ&#x201A;Ź
--
!J8 --
todas las ~utoridadee;, melesnos Porta. i sus adietos, que el Congreso debia ser Ilamado a deliberar i urreglarlo todo. Solo la eaida del ministro em el objeto de su aspiracion i se pronuuciabu enerjicamcnte contra su politica. Pero al segundo dia, mientras que el gobierno habia recobrado toda Ill. enerjia de BU poder, 01 caudillo ya flaqueaba: 10 habia abandonado au espiritu; Ill. idea de salvar a 18 patria de 13 tirania de BU amigo eomenzaba a entibiarse, i el fuogo del corazon no venia a recalentarla, porque le faltaba ambioion i a.â&#x20AC;˘m era insensible a Ill. gloria. Pero ese corazon no estaba sin duda corrompido: tilvez ese desaliento que trae el arrepentimiento, talvez la amistad, la gratitud vinieron a producirle angustias erueles; talvez alguns decepcion, alguna ooutrariedsdllego adebilitar el entusiasmo de los primeros mementos. Lo eierto as que el coronel estaba irresoluto, vacilante idabasuasentimiento a todos los pareceres, i perdia un tiempo preeioso para su empresa i para BU porvenir. La defeÂŤcion de los cazadores &CabOde postrarle. Pero al fin se puso en mareha para Valparaiso, donde le esperaba el jeneral Blanco a Ill. cabeza del batallon Valdivia i de 108 cuerpos de guardias elvicas de aquella ciudad, que en otro tiempo habia iormado i organizado el miuistro, con mas una formidable fuerza de artilleria i Ill. escuadra. POl'O el ministro' no tenia ÂŁ0 en las Iuerzas de Valparaiso i temiendo que se Iueseu a euipenar inutilmeute en un com bate, que no haria mas quo enceuder la guerra civil, tuvo calma i pa.triotismo para dec.ararse vencido i aoonsejar una. capitulacion en 1& siguiente carta. que eseribio desde Tabolango: bien que algunos asegu-
-n~)run que Ie Iuo sujerida pot" el mismo Vidaurre. Como quiera que sea, el ministro se mostrnba ya sin fe: "Sellorcs \路i(:I~-.\!t1limute don Jralllld ltlnnco Eucahula i (,olwrll;dor (h Vulparaiso don Ih1I\ on Ca vareda Senores i 1.\I1Iigd."i u!ll'l;eiaJo;;;: La parte del t..;ercito restuurador situuda en Cluillota se ha pronuueiudo uuauime contra el presento Orden de cosas, i ha levuutado una acta lirmada por todos los jeres i oficlules, protestando morir antes que
desistir de la empresa,
i eomprometiendose
a
obrar en fa VOl' do la Constitucion i contra las fucultades estruordinarias. Yo creo que ustedes no uenen Iuerzas COli <Jut" resistir a la que los ataea, i si ha de succder el mal bill reruedio, mejor seni, i la prudeneia ucousejn, evitar lu efusion de .,:,angre: pucrlcn \I:"leI1l'8 i aun deben eutrar ell una capitulaoion honrosa, i que sobre todo sea provvchosa al puis Una larga i dosnstrosa guerra prolongaria los males hasta 10 infinito, sin que por eso pudiese asegurarse el exito Un ano do guerra atrasaria veinte anos Is Repnblica-s-con
una transaeciou pueden evitarse desgracias i conserver el pais, 'lue debe ser nuestra primera mira. Una accion (10 guerra debe pOl' otra parte causal' graves estragos en 01 pueblo que tratau ustedes de defender. Me han asegurado todos que Bate movimieuto tione ya ramificaciones en las provincias, para donde ha.n~d8.do ajentes, EI conductor de esta comunicacion es el capitan Pina, i encargo a ustedes mui eneareeidamente le den el inejor tralo i lo devuelvan a Jo. division con la eontestacion. Reitero a ustedes eficazmente mis suplicas, No haya guerra intes-
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100 -
tina. Capitulese sacando "fentajas para. la 'patria, a Ill. que esta unida nnestra suerte. :::loide ustedes su atento S. S., cte.» El ministro estaba al fin convenoido de la impotencia e inutilidnd de au sistema, vu no tiaba la consorvaeion d el orden a Ia f'ucrz«, ya no «reia que Ia elusion de sangre bastase a afianzar Hl1 poder: su razon clara. reeobro Sl1 lucidez. su
pntriotismo rehabilito au corazon. impuso silendo en aquellos rr.omentos supremos a. las pasioIIi'S que antes le dorninaban i Ie estraviaban en los errorcs de In.politica mas absurda. Pero ya era tarde. Sus arr.igos fiaban
todavia
en la fuel"
oroian en osa politica, i In idea de una transnccion que podia eciiar dcsqracta», como les rle:
7.9.,
«ia el ministro, no tenia valor en au mente: ell os c<;mservarrin 01 poder, pero no evitaran desgraems. AI am:1Il0C()J' .lel din fi las dos divisiones so estrcChlll'OIl en las alturas tiel' Baron; p3ro antes de una horn ciabn, delante de las milicias de Valparniso el vetornno rejirnicnto Maipo. tun lucido por su disciplina i hizarrta. 1:1 dosaliento de 6U .ide 10 habia C)llt:ljiaclo, cl panicn penetro en las filas e him mas <",!mg"o:'!que Ins metrullas de las lanchas enfinnC·fl.- i que las balas de fa division .10 Vulp.uuiso. t'I'[1 horn despues d"j'1han alii Ins revnlucionario.s mas de cien muertos. .10s· «ientos prisinncros, «uarenta i ocho pasadcs i mas 11", setecientos reudidos Pero el triunlo se habia consoguido con uuu cauistrofe espu nto,<-;:1; los veucedoros eonservaban el poder, pm'o teuian que Bonn una desgracia, Ill. muerie (lei ministro Portales, quP en 103 mornontos de to. I}e-
nota habia sido Iusiludo
por Ta guardia
que le
custodiaba Sl1 cadaver, oubierto de heridas, habis quedado en cl campo de batalla ... jVictima ilustre del mas funesto de los estravios politicos! Cuan grato hubiera sido al historiador haber pOllido prescn11lrle como el Iundadol' de la libertad de su plltri:l! ~o compl'ellnisle que III tirania es la guerrll i no el orden, <]\1e lu :\rbitl'll.rie<lad no puede ser jamas
la Iuerza
de la
autoridad, que ella sece, 10. Iuente del amor de los pueblos hricia el poder encargado de dirijirlos a su desarrollo i p"rfecci,)n! Creiste hallar la ventura de tu patria en la autoridad que domina e1\ vez de golwrnar, i no eonociste que Ill. demOCI',I' cia, unico sistema a que la America esta encadonada par sus circunstll.llcil.ls, tieu.le a destrllir ol prineipio de autoridad que fle apoya en la Iuerzu i el privilejio, i It Iortificar 01 principio de autoridad que reposa en In. justicia i ell el interes (18 In sooiedad! ... .\:-;i habia tt'l'lUinado nouella ruvolueiou de sescuta horus, inangurada ~n el entusiasmo i acu-
bada ell el desalieoto i el arrepentimient,). Destinada a cancluir con la Dictadura. no hizo mas que afianznrlc i perpotnllrla; i sus nutores encontrnron el patfbulo de los criminale~ en la sonda (-11 que so I'ropanian hallar la gloria i Jr. libertad de
BU
patriu!
La muert.e del Ministro
pr0l1uJ0 una verdaderaconstcrn'l('ion, i la cru â&#x20AC;˘... I,!lvl de AU martirio, cuando Iueron cono(:irl.os los detalles, encendi â&#x20AC;˘.', 13. rabin en SlB pnrtidarios i sobrecojio a su s fill versarios, <Jue al priucipio sn duda se alueinaron con la idea -Ie vel' terminada la politiea del
ministro con su vida. , i cerrarou SU COl'aZ()n eo Ill. piedad, Una escena que debe coneerver "la histo-
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ria del corazon humane asi 10 confirma. Al anochecer del dia 6 Heg6 a Santiago III notieia de los sucesos de la manana, i gran multitud de jeute se agolp6 a laH puertas del palaeio del Presiderite que estaban eerrradas. 1'0008 guardaban silencio i se comuuieeban en secrete; Is. neche era tenebrosa, humeda i Iria, i aquellos grupos .le hombres embozados e inmoviles haeian mas siniestras las sombras. De repente las puertas se entreabrieron i el coronel Maruri pidio al pueblo a nombre del Presidente que se retira.ra:-<:El ministro ha sido asesinado,Âť dijo, i volvi6 ace- .. 1'1'0.1' con estruendo las puertas. Un rumor sordo, prolongado,
parecido
el eco lejano del huracan
1I0n(, 108 ambitos; era un viva a media voz, un viva inhumano, terrible; pero espontaneo i clemasiado
esprosivo
de Is. opinion
que
rechazuba
la dictadura. Tenemos grabada aquella esoena espantosa i no Ia olvidaremos jamas, Si In victirna hubiera podido presenciarla, hnbria Iamentado los erroros que Ill. habian hecho perder hasta la cornpasion de 8U gobernados! ... Pero el gobierno honro Ill. memoria de su Iundador haeiendole suntuosos funerales i conoediendo una medulla de honor a los veueedores en el Baron. El Cougroso de 1837, que habia creado la dictadura, o.~pidio una lei, el ocho de Agosto, mandan.lo elevar un monnmento en Is. tumha del ministro i UDa esuitua de bronee en el atria del palacio de gobierno. Sin embargo, It! justieia d'ol Ia nucion S8 curnplio primero que la lei del partido tt'iunf,tnto: una suscripcion popular elevo una estatua al jeneral Freire mucho antes que sa diese cumplimiento a aquella lei
que mandaba erijir una estatua al despotismo.
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Homos terminado la tarea ardua, i so quiere pretenciosa, que nos impusirnos de escribir 01 juicio de la historia sobro don Diego Portales. :\0 hemos querido hacer Will biogi'aha ni una cronies, i pOl' 10 mismo Lemos .losheohado detallos i apreciaciones pcrsouales que 110 sou del dominio de la historia. Si nos ha faltado tino eu la esposicion, no homos abandonado Ill. imparcialidad para aplicar los jUiCiOS que nos han dictado nuestros principios i convicciones, Si hernos herido recuerdos simputicos, habra sido a nuestro pessr, no par odio. ni pOl' mala voluurad. Rospetamos al personaje i su memoria, i respetauros sus intenoiones.
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