Universidad San Francisco de Quito Curso de GĂŠneros PeriodĂsticos COM213 Aula EE404
8 El editorial, la columna Ago/Dic 2008 1
Como hemos visto la página editorial de un periódico incluye textos distintos, es decir, tiene diferentes materiales que lo conforman: el editorial propiamente dicho, la columna de opinión, las cartas de los lectores, la caricatura, la reseña, comentarios editoriales de otros periódicos, etc. 2
Con diferentes modalidades, todos los diarios presentan estos u otros contenidos en sus pĂĄginas editoriales, que claramente se diferencian de otro tipo de contenidos, especĂficamente, de aquellos que son estrictamente noticiosos, es decir, de aquellos que dan a conocer un hecho. 3
El editorial, como hemos dicho, contiene la opiniรณn del periรณdico sobre determinado hecho. El diario Hoy de Quito lo publica en primera pรกgina, bajo la palabra OPINIร N. Los diarios El Comercio, Universo, Expreso, lo integran en sus pรกginas editoriales. 4
No existe norma alguna que especifique d贸nde, cu谩ndo y c贸mo los diarios publicar谩n sus editoriales. El diario Metro Hoy que se distribuye en el servicio de transporte masivo de Quito, no tiene editorial alguno pero, en cambio, tiene una columna con OPINIONES de los ciudadanos 5
Cuando ocurren hechos trascendentales -situaciones especiales de la coyuntura políticalos diarios publican su editorial en primera página, destacando con grandes caracteres que aquella es la opinión específica del medio de comunicación sobre tal o cual hecho. 6
En el Ecuador los diarios estรกn reunidos en la AEDEP (asociaciรณn de editores de periรณdicos) que, eventualmente, publica editoriales similares en todos los diarios sobre determinado hecho o situaciรณn. En ese caso, esa es la opiniรณn de todos los diarios ecuatorianos. 7
Con oportunidad de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, los diarios de ese pa铆s, en un pronunciamiento editorial claramente identificable, expresan con anticipaci贸n a cual candidato apoyan. Expresan la opini贸n del diario a favor de un candidato. No piden que la gente vote por tal o cual candidato. 8
En la televisión, en ocasiones, el “anchorman” o presentador principal de noticias, da lectura a un texto que claramente se lo define mediante el generador de caracteres, que ese pronunciamiento corresponde a la opinión oficial del canal de televisión sobre un hecho.
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En radio es muy comĂşn que el propietario de la emisora emita un comentario editorial o que un locutor lo de lectura, aclarando especĂficamente que constituye el pronunciamiento de la radio alrededor de un hecho determinado. 10
En Internet, al menos en aquellas páginas generadas en el país, se da la singular situación de que los diarios en papel trasladan a la web casi prácticamente la totalidad del contenido de su página editorial y vemos así grandes textos, cuya lectura en pantalla se dificulta. 11
En portales específicamente elaborados para el Internet, el editorial o el comentario de opinión casi no existen. Algunos de esos portales se limitan a transcribir los editoriales o columnas de opinión más importantes publicados en determinada ciudad o país. 12
Como decíamos, el editorial constituye la opinión que el medio de comunicación tiene sobre un hecho. Su elaboración es muy simple: un párrafo inicial para presentar el problema, otros párrafos que le siguen para reiterar conceptos y uno o varios párrafos que dan las conclusiones.
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El editorial lo redacta idealmente el Director pero en la mayor parte de veces la tarea es asumida por una persona de su más extremada confianza, que conoce a la perfección como piensa el propietario o la cúpula del diario. Puede ser que reciba instrucciones sobre qué decir y qué no decir sobre el tema. 14
En la mayor parte de ocasiones el editorial finaliza con la opinión específica del diario, canal de televisión, emisora de radio o portal de la web sobre determinado hecho. Es esa opinión resumida la que una oficina de relaciones públicas debe identificar y destacar. 15
Una oficina de relaciones públicas tienen entre sus funciones la de presentar resúmenes sobre las noticias, los editoriales y los artículos de opinión que se publican o se divulgan en prensa, radio, TV o en la web, respecto a asuntos específicos que interesan a la empresa o dependencia. 16
Esa tarea puede ser realizada por el personal de la propia oficina de relaciones pĂşblicas o es contratada con empresas especializadas, en cuyo caso existe el peligro de que se reciban resĂşmenes generales y no especĂficos como los que pueden interesan a una entidad oficial o a una empresa. 17
En algunos casos, las oficinas de relaciones públicas, además de presentar los resúmenes, deben proponer textos de respuestas que se podrían remitir al diario o al autor de una columna de opinión o de una carta de lector, para aclarar, desvirtuar, refutar opiniones o pronunciamientos. 18
Las oficinas de relaciones p煤blicas deben hacer un seguimiento estricto de todo lo que son editoriales, columnas de opini贸n, cartas de los lectores, caricaturas, etc., porque, al fin al cabo, esas son formas en que se expresa, mal o bien, la opini贸n p煤blica. 19
El contenido de una página editorial, de un programa de opinión, son barómetros que permiten medir la reacción del público ante determinado producto, medida o política y de su existencia debe estar enterada una oficina de relaciones públicas para, si es del caso, contrarrestarla o afrontarla. 20
Una oficina de relaciones pĂşblicas debe mantener un nexo permanente de intercambio con los medios, todo en el campo estrictamente profesional y de respeto mutuo. En ocasiones una oficina de relaciones pĂşblicas puede aportar para que un tema sea tratado editorialmente en mejor manera.
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No hay razón alguna para que una oficina de relaciones públicas rivalice con un medio. Son entidades que tienen intereses comunes. Ambas, a su manera, tienen algo que informar. Se complementan y pueden trabajar juntas, eso sí, respetándose mutuamente 22
Ni la oficina de relaciones p煤blicas ni el medio de comunicaci贸n, tienen la verdad absoluta. La primera provee la informaci贸n. El segundo tras procesarla y contrastarla la publica. Una y otro pueden mentir o estar equivocados. Tambi茅n una y otra pueden decir la verdad que es el ideal y lo que interesa a todos.
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Las columnas de opini贸n, como su nombre lo dice, constituyen el pensamiento que determinada persona tiene sobre un hecho. En la mayor parte de casos, son expertos los que escriben sobre un hecho. En otros casos no lo son y ocurren situaciones muy dif铆ciles de afrontar. 24
Todo diario incluye, en alguna parte de su edici贸n, una menci贸n respecto a que el editorial es la opini贸n del medio y que las columnas firmadas son de exclusiva responsabilidad de la persona que las suscriben. As铆 un diario contiene una pluralidad de puntos de vista, aunque muchos de ellos no comparta. 25
El New York Times, en ocasiones, publica editoriales y art铆culos de opini贸n diametralmente diferentes y que, incluso, exponen posiciones o puntos de vista contrarios, diferentes o que se enfrentan, lo que es una clara demostraci贸n de libertad de expresi贸n. 26
En nuestros países cuando un columnista expresa una opinión que contradice el punto de vista del diario o más específicamente de su propietario, no se publica su artículo o se lo enmienda y corrige, lo cual no es la mejor demostración de libertad de expresión. 27
La caricatura es la opini贸n graficada de una persona -empleada del medio de comunicaci贸nsobre determinado hecho, desde un punto de vista burlesco o cr铆tico, ridiculizando al personaje o a tal o cual situaci贸n, sacando a relucir el punto flaco o la discrepancia. 28
Hay caricaturistas que son verdaderos artistas del trazo y del dibujo, pero hay caricaturas muy simples, casi sin contenido artístico, que logran resumir perfectamente una situación. Hay caricaturas que se limitan al dibujo y hay otras que necesitan dos o más líneas de texto complementario para que se las entienda. 29
No hay nada fijo o estatuído respecto a las caricaturas y, al igual que los artículos de opinión, en ocasiones no se publican porque su contenido contradice el punto de vista del diario o de su propietario lo cual, nuevamente, no es una cabal demostración de que existe libertad de expresión. 30
Una dependencia pública o privada que se ve atacada o censurada por un editorial, un artículo de opinión o una caricatura, está en su perfecto derecho a reclamar, pero se lo debe hacer con mesura y pesando con cuidado cada uno de los términos que utilice. 31
Una reacci贸n desproporcionada o insultante puede conseguir el efecto contrario al que se busc贸, es decir, aclarar un tema o responder a un punto de vista equivocado. El peor procedimiento es -como dice el refr谩n- hacer una tempestad en un vaso de agua. En esta materia no se aplica aquello de que la mejor estrategia de defensa es el ataque.
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Cuando el caso es grave, el tema sale de las manos de una oficina de relaciones pĂşblicas y su responsabilidad se radica en las de los abogados que son a quienes corresponden las demandas por injurias y falsedades o las reclamaciones por daĂąos y perjuicios. 33
Pero tambi茅n cuando de demandas judiciales se trata, el responsable de relaciones p煤blicas puede aconsejar y dar su punto de vista, al menos cuando existe el criterio equivocado de que porque una persona fue atacada se atac贸 a la instituci贸n. 34
Las cartas a los lectores son espacios que el medio de comunicación dedica para publicar opiniones del ciudadano común y corriente. Generalmente se publican resúmenes o trozos escogidos de la correspondencia que se recibe. Muy rara vez se publica toda la carta, peor si es extensa. 35
Por fin, hay diarios que publican en sus páginas editoriales, resúmenes de editoriales o artículos de opinión aparecidos en otros diarios del país o del extranjero. Se publican también caricaturas o artículos firmados, enviados desde el extranjero. 36
Suelen también publicarse en las páginas editoriales las que se conocen como reseñas, que dan cuenta de la aparición de una obra literaria o científica, informan sobre un espectáculo artístico, teatral, cinematográfico, televisivo, etc. 37
Hay reseĂąas que son simplemente informativas y otras que son crĂticas. Estas Ăşltimas, generalmente, son escritas o divulgadas por especialistas y, en su conjunto, suelen provocar apasionadas reacciones por otros especialistas o por quienes fungen de serlo. 38
En la mayor parte de ocasiones la p谩gina editorial incluye una columna de registro (que puede recibir otros nombres) que es el lugar en donde se identifica al director, al jefe de redacci贸n, al gerente o al resto de responsables del medio de comunicaci贸n. 39
En ese lugar aparece la famosa frase de “este es un periódico nacional, independiente y pluralista, que acoge en su página editorial las diversas corrientes del pensamiento democrático, bajo responsabilidad de los autores. La opinión del periódico se expresa en el editorial”.
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Algunos diarios tienen lo que se llama el Ombsdusman” o “defensor del lector” que tiene como finalidad la de ser intermediario de los lectores frente al medio de comunicación. Es una instancia con años de vigencia en otros países pero que en los nuestros en muy rara ocasión se la aplica como debe ser. 41
Con la vigencia de las nuevas tecnologías, los articulistas de los diarios incluyen al pie de la columna su correo electrónico para recibir reacciones de los lectores, pero nunca se publican informaciones respecto a si existe o no ese feed back y cuáles son sus consecuencias. 42
Trabajo para martes 1 de diciembre ResĂşmenes del CapĂtulo 8 del Libro de Juan Gargurevich y del capĂtulo respectivo del libro de Sonia Parratt e insertarlos en el blog 43