Líderes Políticos / Abril 2020 / Ed. 21

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Por tal hecho un grupo de inspectores realizaron una revisión por el lugar, donde se pudo constatar que tanto el tigre de Bengala macho “Rayas” como el oso senil macho de aproximadamente 30 años de edad “Yogui”, ocupaban el 50 por ciento del espacio en sus jaulas, limitando su movilidad; sin contar con un área de dormitorio y una zona para ser atendidos de manera inmediata en caso de ser necesario. “Se observó también que el circo no cuenta con áreas destinadas a su salvaguarda en caso de contingencias por lluvias, pues en el lugar, el agua se estanca con mucha facilidad; por lo tanto, deben de contar con sistemas alternativos para que los ejemplares se encuentren en un área confortable y libre de humedad” puntualizó Profepa. Los inspectores pudieron constatar que el tigre “se encontraba en malas condiciones de higiene y era evidente que no se realizaba una limpieza diaria en el sitio de resguardo, lo que representa un factor de contaminación que como consecuencia podría afectar la salud del ejemplar y de las personas que lo atienden o estén cerca”, informó Profepa. Al final se dictaminó que los propietarios del “Circo del Oso Negro” violan las disposiciones de trato digno y respetuoso de la fauna silvestre, como lo dispone el artículo 29 de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS). Aunado a lo anterior el encargado del circo no mostró el Plan de Manejo para los animales que autoriza la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ni acreditó la legal procedencia de los ejemplares.

No obstante, de acuerdo a Profepa, cuando los inspectores se presentaron al circo para llevarse a los animales, los dueños se lo impidieron pese a que se les había notificado del aseguramiento. Ante esto se interpuso una denuncia ante la FGR en contra de los hermanos Ibarra por desobedecer el mandato judicial. Por su parte, la activista Erika Ortigoza, Presidenta de la Fundación Invictus responsabilizó a los hermanos Ibarra “de cualquier daño a la integridad física que puedan sufrir Rayas y Yogui por su negligencia e irresponsabilidad “. “No es posible que, si bien han reconocido tener los recursos suficientes para alimentar a los dos animales, lo peor de todo es que desconozcan en qué consisten los alimentos de sus dietas, no es posible que pretendan mantenerlos comiendo galletas y leche como incluso lo han señalado a medios de comunicación de Oaxaca”.

Por ello, se dictaminó asegurar de manera temporal a los animales, los cuales se tenía previsto fueran enviados al Hospital de Animales Silvestres de Pachuca, Hidalgo para su rehabilitación en tanto se resolvía la situación legal de los propietarios del circo.

No es posible que pretendan mantenerlos comiendo galletas y leche como incluso lo han señalado a medios de comunicación de Oaxaca”

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